DINAMICA SOCIOECONOMICA, CONOCIMIENTO E INSTITUCIONES
Una aproximación al estudio teórico e histórico de
los determinantes del desarrollo capitalista
Miguel A. Rivera Ríos
Cátedra Extraordinaria José Ayala de Economía Política
Faculta de Economía-UNAM
Julio de 2008
Contenido Presentación, 3
Planteamiento del problema e hipótesis, 7
Conceptualización y el análisis básico de los clásicos, 18
Searle: las instituciones como estructuradoras de los procesos sociales,
32
North: su propuesta de instituciones y cambio institucional, 34
Su modelo teórico
El origen histórico de las instituciones “eficientes”
Un esbozo de modelo estilizado
La discusión realista sobre el proceso cognoscitivo, 46
La emergencia de la nueva base organizacional del capitalismo
avanzado y la endogenización de la ciencia, 57
Primera propuesta de integración: proceso cognoscitivo, categorías
mentales e instituciones, 63
Marco institucional, organizaciones y paradigmas: el pasaje del conocimiento de primer orden al conocimiento de segundo orden, 66
El cambio institucional ineficiente: la trampa del atraso en los países
del resto del resto, 79
Conclusión, 89
Referencias bibliográficas, 92
Presentación Un aspecto clave del estudio del desarrollo del capitalismo mundial y por
extensión de cambio histórico radica en explicar porque unos países son ricos y
otros pobres o atrasados. En el marco de esa preocupación la literatura sobre el
milagro asiático en la línea de Amsden, Wade, Westphal, Dalhman, Chalmers
Johnson y otros hace una aportación de enorme valor al ubicar históricamente el
desarrollo de los países atrasados a partir del concepto de tardío. El hecho
mismo de la tardanza parece colocar al estado en una posición extraordinaria
importancia potencial como movilizador social, lo que empata con la visión de los
estructuralistas latinoamericanos discípulos Prebisch, quienes también veían al
estado como el agente central del desarrollo periférico. Los teóricos del milagro
asiático razonan en el sentido alemán de desarrollo nacional, lo que armoniza
con el concepto de núcleo endógeno de Fajnzylber. Pero aun dentro de su
amplia visión los citados autores no explican teóricamente por qué el estado
desarrollista tuvo éxito en Asia Nororiental y fracasó en América Latina? Amsden,
Westphal y Dalhman significamente subrayan que ambos grupos de países
utilizaron los mismos instrumentos pero de manera diferente.
Contradictoriamente y un enfoque más normativo que explicativo muchos
autores latinoamericanos se inclinen a señalar que la desfavorable experiencia de
los países de la región, se debió a que los gobiernos no eligieron las políticas
económicas adecuadas, es decir, no siguieron el ejemplo de lo que hoy son los
tigres asiáticos.
Una posible explicación del milagro asiático podría, creo, encontrarse en el
cambio de comportamiento del grupo que controla el estado en esos países. Pero
ese cambio tendría a su vez que explicarse. Tal vez habría sido dictado por una
suerte de conmoción o catástrofe real o potencial. Me pareció que el clima
creado por la guerra fría podría haber ejercido una influencia al grado de que
cambiar el comportamiento del grupo o grupos que detentan el poder en ese
grupo especifico de países (situados en la frontera entre capitalismo y
comunismo). En ese caso ese papel posiblemente lo jugó el temor a la
insurrección comunista. La pregunta por qué no aumentaron la represión y la
corrupción como Suharto en Indonesia y Marcos en Filipinas, tendría que ver con
la proximidad a la frontera de contención. Por supuesto en esos casos y en todos
los demás no se trata de una relación tan simple, porque hay otros factores en
juego, pero parece haber una relación básica el ejercicio del poder y el
desarrollo.
Vi en cierto modo corroborada ese esbozo de hipótesis primero en autores
poco conocidos y luego en un artículo de Hoff y Stigflitz; más adelante y de
manera más fundamental en la obra de Douglas North. Hoff y Stiglitz proponen
el concepto de choque exógeno para referirse a la relación que propuse entre la
amenaza de una insurrección comunista en países que se encontraban en la
frontera de ambos mundos y el cambio en el patrón de comportamiento del
estado, que se transformó en estado desarrollista en Corea del Sur y Taiwán.
El grupo que tenía el poder en esos países uso métodos autoritarios para
movilizar a la sociedad en aras de lograr la industrialización acelerada. Pero no
solo movilizo a la sociedad, sino que también integro a los sectores mayoritarios,
al ligar, ciertamente con cierto retardo, el aumento de la productividad con los
salarios y el empleo; también elevaron la cobertura y calidad de la educación,
impusieron la modernización de la burocracia, etc. Posteriormente el
fortalecimiento de la sociedad, cerro la vía del autoritarismo, cambiando las
pautas de le reproducción social. Pero en sociedades tan atrasadas como lo eran
los Taiwan, Corea del Sur y Singapur, y eso es parte de la evidencia mostrada
por los teóricos del desarrollo tardío, impedía que la sociedad civil tomara la
delantera asumiendo la bandera del desarrollo.
La relación entre el grupo que detenta el poder y el resto de la sociedad
es compatible con la noción de un bloque histórico desarrolla por Gramsci a
partir de postulados centrales de Marx. North se ha ocupado del mismo
problema de la relación entre el poder y el sociedad, nutriéndose de tesis
marxistas para proponer la hipótesis de que el grupo que detenta el poder del
estado es, debido a la posición que ocupa en la organización socio-económica,
necesariamente depredador y las instituciones que promueve son en principio
“ineficientes”. Se deduce de North que es el debilitamiento del monopolio del
poder que abre las vías de la movilización social y prefigura una suerte de
bloque histórico dentro del pasaje de una matriz institucional a otra.
Hoff y Stiglitz se han preocupado de poner de manifiesto la importancia
de la movilización social para cambiar el funcionamiento de la sociedad, lo que se
traduce en la posibilidad de que emerjan nuevos acuerdos institucionales,
primordialmente en el sentido de una nueva visión del futuro. Igualmente ambos
subrayan la importancia de determinados hechos perturbadores, como un
choque endógeno o exógeno, que podrían limitar el monopolio del poder con las
posibles consecuencias que se señalan para los tigres y hoy para China y la
India. Pero aunque se produzca una movilización social ello no garantiza que se
tenga éxito en cambiar el funcionamiento de la sociedad en un sentido que
beneficie a las mayorías. Pero parece quedar claro que si no hay un cambio en el
patrón de funcionamiento social y por ende no hay movilización, difícilmente
habrá desarrollo en el sentido definido por Amsden y otros.
Dada la tendencia dominante en la estructuración del poder, la pregunta
es qué tipo de proceso dio lugar a las instituciones “eficientes” del “Mundo
Occidental”, que tienen la virtud de moderar al estado depredador, lo suficiente
como para crear incentivos permitan la movilización social hacia la innovación.
Esta atenuación del poder depredador seguiría siendo funcional, ya que una
movilización exitosa basada en la innovación, permitirá incrementar la
producción de riqueza y por ende las rentas económicas del grupo o grupos que
detentan el poder.
North y Thomas dedican su libro de 1973 a explicar como nacieron las
instituciones eficientes del Mundo Occidental. Su investigación histórica va
precedida de la observación de que el cambio tecnológico o la acumulación de
capital no son la causa del crecimiento, sino son el crecimiento. Las causas del
crecimiento económico deben buscarse en otra parte: en las instituciones.
Las que posiblemente son las dos de las corrientes más influyentes del
pensamiento heterodoxo, los evolucionistas y los teóricos de las organizaciones
han hecho aportaciones invaluables para entender teóricamente la dinámica
socioeconómica, pero han sesgado sus estudios principales en una dirección en
cierto modo problemática para una nueva teoría del desarrollo. Su punto de
partida es el cambio tecnológico definido exógenamente y sitúan a las
organizaciones por lo general fuera de su contexto institucional arquitectónico.
Hasta cierto punto ese tratamiento y metodología se justifica porque en las
sociedades opulentas prevalecen las organizaciones “que crean conocimiento” y
por ende esos países gozan, salvo crisis cíclicas, de una trayectoria de
crecimiento interrumpida desde un siglo o más. Por eso mismo la empresa
capitalista tiende estudiarse fuera de su contexto.
Los avances teóricos y analíticos de ambas corrientes son indispensables
para estudiar unificadamente el cambio histórico y algunos aspectos del
desarrollo tardío. No obstante aplicar directamente su método de estudio a los
países de América Latina pueden arrojar conclusiones confusas. En nuestros
países el marco institucional es adverso a la innovación y las empresas, pueden
aun en el marco aperturista actual, irónicamente prosperar con aprendizaje
limitado, de modo que estamos lejos de la creación y difusión de organizaciones
e instituciones eficientes en el sentido de North. Por no haber bloque de fuerzas,
no hay ni movilización ni inclusión social del grado que se requiere para acelerar
y amplificar el desarrollo económico.
Este esbozo de enfoques hace patente la necesidad de integrar, previo
ejercicio crítico, líneas analíticas dispersas y al mismo tiempo capitalizar
postulados de una gran fuerza explicativa. Ese esfuerzo debe apuntar a una
nueva teoría del desarrollo que empalme con el estudio de las tendencias del
cambio histórico mundial del capitalismo principalmente en la línea de SPRU-
Sussex.
La propuesta que se efectúa a continuación propone nuevos ejes para
entender el desarrollo capitalista. Se parte de la visión sistémica de Marx,
incorporando aportaciones claves de Veblen y algunos elementos de la
renovación teórica propuesta por Gramsci. Al conceder una lugar central al
concepto de instituciones y cambio institucional se siguen líneas analíticas
propuestas por North, además de que confluye con la escuela histórica de
Stanford, cuya aportación resulta central para entender las transformaciones de
la estructura organizativa del capitalismo.
Planteamiento del problema e hipótesis
Está ampliamente aceptado que las disparidades en resultados económicos, políticos y sociales reflejan diferencias en las instituciones. El acuerdo es limitado, sin embargo, entre economistas, politólogos y sociólogos, en como definir las instituciones, qué fuerzas determinan su persistencia y cambio, por qué las sociedades siguen distintas trayectorias institucionales y cómo podemos influir en el desarrollo institucional. Greif, 2006
El objetivo fundamental de las ciencias sociales radica en el estudio del cambio
histórico, sobre todo en su sentido primordial de cambio histórico del capitalismo
mundial, pero también de las naciones, sus territorios, sectores industriales y
redes de organizaciones. El capitalismo se transforma en sentido continuo, pero
también discontinuo a través de revoluciones tecnológicas. Al respecto la
investigación histórica demuestra que aunque existen línea de continuidad entre,
por ejemplo, la era del vapor y la del dínamo eléctrico o entre la producción
fordista de masas y la manufactura flexible, en esos casos y en otros hay un
corte de tendencias que Schumpeter llamó destrucción creativa. En el pasaje de
una era tecnológica a otra los historiadores han identificado, pero no han
explicado suficientemente, un patrón de agotamiento y renovación de las
estructuras de conocimiento útil, de forma tal que el capitalismo avanzado ha
sostenido su expansión desde el siglo XIX hasta la actualidad, ampliando su
capacidad para la innovación.
En ese último sentido podemos hablar de un crecimiento económico con
capacidad de retroalimentación.1 Simon Kuznets fue un pionero en el estudio de
este fenómeno al que llamó crecimiento económico moderno y lo atribuyó a la
creciente relación entre la ciencia y la producción industrial. Sus ideas, aunque
en parte intuitivas, apuntaron en una dirección que fue corroborada por las
investigaciones de Rosenberg y otros historiadores de la tecnología.
Al grupo de naciones que Douglas North llama el Mundo Occidental, goza del
atributo del crecimiento económico moderno. A fines del siglo XX, algunos países
tardíos empezaron a adquirir algunos rasgos de ese atributo mediante un
conjunto de transformación que hicieron posible un rápido aprendizaje
tecnológico. Pero salvo, la inclusión de Japón, el grupo “Occidental” sigue
constituido por el mismo bloque de países que franquearon la entrada antes del
cierre del siglo XIX, de tal modo que el mundo actual se caracteriza por la
coexistencia de un grupo privilegiado de economías con capacidad continua de
innovación, con altos niveles de vida y del otro lado, la gran mayoría de los
pueblos en un estadio de atraso económico, de polarización social, pero sobre
todo careciendo de las estructuras sociales que se requieren para sostener un
tipo de crecimiento “schumpeteriano”.
1. El crecimiento económico con capacidad de retroalimentación, parece haber influido en la formulación de los llamados sistemas complejo adaptables (Holland), así como en el concepto de auto-organización fue formulado también por Prigogine, para denotar la capacidad, detectada en ciertos sistemas físico-químicos, de generara estructuras más complejas y no la disipación o entropía( ver Prigogine y Stenger, 1985).
El atraso socio-económico persistente y la siempre intrigante coexistencia
entre países ricos y pobres ha sido un tema de interés de los científicos sociales
desde mediados del siglo XX, cuando se le incorporó en la agenda de
investigación y el análisis económico, sociológico y político. Desde los 1970s, sin
embargo, el enfoque se ha vuelto desigual, con un énfasis preponderante en las
economías dinámicas de Asia y más tarde China y la India y con esporádicas
incursiones en la relación entre ambos polos del capitalismo mundial, pero con
un desinterés notorio en el caso del resto del resto (para usar levemente
modificada la expresión de Amsden). Curiosamente desde las ultimas décadas
del siglo XX se ha generado, aunque fuera del marco de la teoría del desarrollo,
extraordinarias aportaciones al estudio de la dinámica económica, explorando la
relación entre tecnología, organizaciones e instituciones que pueden proyectarse
a la teoría del desarrollo, en el marco de una explicación unificada, es decir, que
integre el estudio del cambio histórico del capitalismo mundial, con los procesos
en los países atrasados.
Para avanzar se requiere hacer la siguiente pregunta: ¿como está
planteado a grandes rasgos el estudio de la dinámica socio-económica?
La vertiente hasta hace poco dominante del pensamiento económica (la
escuela neoclásica) se basa en un método de estudio a-histórico contrapuesto al
tratamiento de la dinámica socioeconómica (ver David y Hodgson). Ese enfoque
estático ha estado estrechamente asociado a la lógica matemática de la
modelístistica, cuya utilización se ha vuelto altamente controversial como lo
refleja el debate entre Krugman y Stiglitz. El nacimiento mismo de la modelista
en los 1930s fue anunciado como el renacimiento de la ciencia económica, pero
plantea varios problemas de origen, que nos obligan siguiendo a Fogel, Stiglitz y
otros autores a distinguir una modelística con implicaciones positiva para el
estudio de la dinámica histórica de otra vertiente con implicaciones negativas.2
2 . El problema es como lo explica Niehans (1990, p. 313), al analizar el nacimiento de la modelista matemática, es tratar los objetos teóricos como entidades con propiedades reales cuya manipulación puede predecir el comportamiento económico a largo plazo
El rotundo desinterés del mainstream en la dinámica económica que
prevaleció hasta los 1960s. Cuando el capitalismo empezó a cambiar,
discretamente se formularon dos modelos disidentes, pero que no rompieron de
manera definitiva con los supuestos del equilibrio general como explican entre
otros Dosi et al (1991). De un lado las nuevas teorías, ante todo la del
crecimiento, que remiten a Solow; de otro lado la teoría de los juegos, que
pretende introducir, si no el principio dinámico integral (que tendría que ser
histórico), si una noción novedosa de proceso y estrategia, pero de un alcance
limitado. Otras aportaciones originadas en la fractura del núcleo duro del
pensamiento neoclásico, como la teoría de los costos de transacción y de las
fallas en la acción colectiva, serian aprovechables en un marco teórico diferente.
Del lado de la heterodoxia el cuadro es más complejo, pero prometedora. Los
evolucionistas y otros autores influidos por Schumpeter consideran que el
principal determinante del crecimiento es el cambio tecnológico, lo cual es
absolutamente valido en tanto existan las precondiciones, como es el caso de los
países pertenecientes al Mundo Occidental más Japón.3 La precondición
inmediata es un enorme stock de conocimiento previo, pero podemos imaginar
que la utilización e incremento de ese stock de conocimiento requiere completas
formas de organización producto de un largo desarrollo histórico. Los discípulos
de Schumpeter además de establecer una relación fundamental entre el
crecimiento moderno y el cambio tecnológico, proponen el concepto de
(Ibíd). Eso fue lo que hizo Robert Solow en su primer modelo matemático, suponiendo rendimientos decrecientes, del que infirió un estado estacionario, en el momento en que el capitalismo disfrutaba de una de sus más continuas y rápidas fases de expansión a largo plazo (la edad de oro). Krugman y el propio Solow manifiestan abiertamente su desprecio a los modelistas “verbales” (entre los que están incluidos los Clásicos, Marx y Schumpeter, no los historicistas alemanes ni Veblen)”, considerando que la única válida es la matemática, pero como les recuerda Stiglitz, uno de los problemas es la debilidad casi inevitable de la estructura paramétrica (Stiglitz, 1992, pp. 39-49). 3 . Como explican de manera coincidente Marx, Kuznets y Mokyr, la reproducción ampliada o crecimiento intensivo puede tener una fuente smithiana, solowniana o schumpeteriana.
paradigma para referirse a la formas de organización y utilización del
conocimiento útil, pero asumiendo una validez histórica acotada, en el mismo
sentido que razona Kuhn. Lo que queda sin explicación son los factores que
determinan el pasaje de un paradigma a otro y la relación general de esos
cambios con el proceso histórico del desarrollo capitalista.
El vació explicativo en lo que hace al pasaje de un paradigma a otro,
concierne a un problema más amplio heredado de Schumpeter, que es
considerar al cambio tecnológico como exógeno. Al respecto dice Nooteboom:
“incluso para los neo-schumpeterianos la innovación radical es exógenas: una
piedra que cae en las tranquilas aguas del equilibrio. Las reverberaciones que
resultan son objeto de estudio, pero el origen de la piedra es un misterio.
Algunos dirían que la búsqueda de las fuentes de la innovación equivale a buscar
la piedra filosofal: si pudiéramos explicar la innovación, podríamos predecirla, lo
que seria negar que es una verdadera innovación” (2000, p. 1).
Los evolucionistas han tenido una influencia considerable en los círculos
académicos y de política publica de América Latina, lo que ha implicado la
tendencia seguir la línea de estudio del cambio tecnológico. Pero en sociedades
en que se carece de las precondiciones tecnológicas y no tecnológicas,
difícilmente podremos considerar a la innovación como la fuerza económica
motora. Claro está, habrá innovación, pero generalmente proviene de los
jugadores que “juegan contra las reglas”.
En cuanto a los prerrequisitos no tecnológicos, asumimos que el Mundo
Occidental posee lo que North llama matriz institucional (estructura
arquitectónica que ejerce un papel determinante en la dinámica social) que
induce a la innovación continua y a la conversión del conocimiento de primer
orden en conocimiento de segundo orden (ver más adelante). Pero ¿cómo
surgió esa matriz institucional y por que no se ha propagado al resto del mundo
o lo ha hecho a un ritmo muy desigual e impredecible? Esas son las preguntas
que enmarcan el trabajo de investigación de North y sus colaboradores. Esa línea
de estudio no contradice, sino que más bien complementa a la schumpeteriana,
pero además es crucial para entender la situación de los países del resto del
resto.
Al situar el cambio socioeconómico en el terreno institucional y al hacerse
la pregunta por qué las instituciones “eficientes” no se han propagado más allá
básicamente del Mundo Occidental, North lleva el estudio al campo
interdisciplinario, con énfasis en los factores políticos. Inspirándose en la noción
de estado depredador (de origen marxista, ver Levi, ), este autor indica que la
instauración de un comportamiento innovador sistemático está, en circunstancias
normales, fuera del foco de interés del grupo que detenta el poder. En general el
grupo en el poder, agrega North, encontrará que puede maximizar sus propias
rentas económicas, sin instaurar instituciones “eficientes”, y que adicionalmente,
la instauración de esas instituciones puede a la larga ser adversa a su control del
poder.
Como sugiere las pocas investigaciones históricas que abordan el
problema desde esta perspectiva: la constitución de una sociedad creativa en el
sentido moderno del término proviene de un impulso de la base de la sociedad,
que arrastra al grupo en el poder hacia cambios en lo que North llama las reglas
del juego. Pero una vez que se instaura una estructura institucional “eficiente”,
esta tiende a retroalimentar sus fuerzas a través de la creación de una base
organizativa especifica.
El desarrollo económico tardío y mas tardío (ver Hirschman) ha
complejizado esa relación, pero sigue siendo valida. La experiencia de los
estados despótico-redistributivos de la segunda mitad del siglo XX, como las
dictaduras militares o semimilitares en Taiwán, Corea del Sur a partir de Park
Chung-hee y China con posterioridad al XIX Congreso del Partido Comunista de
1978, refrenda la importancia de la movilización social (reforma agraria,
educación, protección contra la competencia externa, etc.), pero efectuada
desde arriba, para alcanzar metas de desarrollo.
De lo expuesto queda claro por que North subraya que el cambio
tecnológico (o la acumulación de capital) no pueden ser el punto de partida de la
investigación (North y Thomas). La explicación más bien deben buscarse,
plantean los citados autores, en los fundamentos del crecimiento, que se
encuentra en las instituciones, o sea las reglas del juego del proceso socio-
económico. North no sólo establece una relación decisiva entre la estructura
institucional y el crecimiento económico moderno, sino que también formula una
valiosa hipótesis para explicar como emergieron históricamente las instituciones
Occidentales. Esa es la línea primordial de la investigación complementada por el
reconocimiento de que los países que forman el resto del resto las instituciones
existentes, además de que son a diverso grado incompatibles con el crecimiento
moderno, parecen tener otra lógica de reproducción. Para entenderla habría que
explotar el enfoque histórico desarrollado por North y Thomas.
En la perspectiva de un tratamiento unificado, las aportaciones efectuadas
por la teoría del aprendizaje organizacional, que distinguen entre conocimiento
de primer orden (el necesario para hacer las cosas ya conocidas) y conocimiento
de segundo orden (el necesario para hacer las cosas nuevas) abren el camino a
una respuesta a la pregunta teórica sobre el cambio de paradigma, que es pieza
capital de la explicación del crecimiento económico moderno. La limitación del
aprendizaje organizacional es su marco microeconómico o al menos la falta de
una conexión explicita entre el marco o matriz institucional y las organizaciones.
La formulación explicita de ese vinculo es mas importante para los países del
resto del resto, por las razones que se explican en el párrafo anterior.
Por su parte, la corriente principal del marxismo del siglo XX reconoció la
capacidad de crecimiento que se retroalimenta (a partir de la Ley general de la
acumulación capitalista de Marx), pero al lado de la noción de limite
infranqueable (La tendencia descendente de la tasa de ganancia). Esta
combinación de leyes teóricas deja ciertas dudas importantes sobre la
compatibilidad entre la concepción dinámica del capitalismo legada por Marx y la
sucesión de revoluciones tecnológicas, tal como se les estudia en la actualidad.
Parte de esas dudas se resolvieron con el giro que le imprimió el regulacionismo
francés al estudio del proceso capitalista, al plantear la noción se fases históricas.
El problema que persistió es que el regulacionismo no situó explícitamente el
cambio tecnológico dentro del pasaje de una fase a otra y dio mayor énfasis a
los factores “destructivos” en comparación a los “constructivos”. La búsqueda de
una respuesta al pasaje de un paradigma tecnoeconomico se apoya en la
propuesta efectuada por el regulacionismo francés, en la ruta señalada por
Carlota Pérez, pero intentando complementarla con una teoría del conocimiento.
Deben hacerse un reconocimiento enfático a los discípulos de Schumpeter
no solo por el concepto de paradigma aplicado al cambio socio-económico, sino
también por situarse en una época de cambio tecnológico acelerado. Como
subrayan Freeman y Pérez en referencia al keynesianismo: al haber vivido y
teorizado en una época de estabilidad tecnológica, los principales postulados de
Keynes no son aplicables a la época actual. Esa misma crítica se puede extender
a los neoclásicos y en cierta medida a los regulacionistas, como a la mayoría de
los marxistas. La idea de diferenciar las épocas de estabilidad tecnológica (como
los años dorados de posguerra hasta la crisis de inicios de los 1970s) y las de
cambio tecnológico acelerado es otra palanca de esta exposición.
Aunque es necesario asumir importantes postulados e hipótesis de North
es necesario adoptar una perspectiva teórico-histórica más amplia. Es preciso
partir del aparato analítico establecido por Marx y de allí centrar en la noción
superestructura para apoyarse en la critica de Veblen, quien ofrece la definición
originaria de instituciones; pero sobre todo es necesario ubicar a las mismas en
un contexto político como el que desarrollo Gramsci. En este último autor se
encuentra sugerida la idea, fundamental para este análisis, que el desarrollo
capitalista es ante todo un proceso de movilización social amplia estructurado
sobre factores ideológicos y de dirección política. Esas nociones nos brinda el
vínculo entre las instituciones y el proceso político en el capitalismo.
Al mismo tiempo se requiere buscar una explicación histórica de la
transformación de la base organizativa del capitalismo actual, que es el otro
fundamento del crecimiento económico moderno.
Dentro del marco de una explicación unificada es posible ofrecer una primera
propuesta para entender la situación de los países atrasados y por extensión de
las economías que empiezan a adquirir mediante el aprendizaje el atributo del
crecimiento que se retroalimenta.
Los postulados previamente enunciados se complementan con dos
hipótesis que retoman los problemas centrales de la investigación tal como se
esboza en los párrafos anteriores.4 La primera hipótesis, que parte del postulado
central de North, es que el dinamismo del Mundo Occidental como se le entiende
actualmente supone un tipo específico de organizaciones, producto de un
desarrollo histórico a partir de la inducción ejercida por la matriz institucional
“eficiente”. La organización o sistema de organizaciones eficientes de Occidente
surgieron sólo después de que se hubieron acumulado un conjunto de
precondiciones históricas, en lo cual obviamente fue decisiva la inducción de la
matriz institucional que llevó a Europa a la revolución agrícola e industrial. En
general, fuera del marco o matriz institucional favorable al dinamismo
tecnológico, las organizaciones carecen de fuerza innovadora, como es el caso
de la mayoría de países tardíos.
Esto nos conduce a la segunda parte de la hipótesis precedida de una
pregunta: por que el desarrollo histórico de un grupo muy amplio de países no
ha conducido a lo que North llama instituciones eficientes. La hipótesis, inspirada
en Hoff y Stiglitz, es esta: por efecto de la constitución del mercado mundial los
países de desarrollo tardío, sufrieron un choque exógeno que acentuó el carácter
depredador del estado y con ello reconfiguró la matriz institucional nacional en
un sentido adverso al aprendizaje para el desarrollo; el ejercicio sectario del
poder, a su vez, dificultó la necesaria movilización social masiva que se requiere
para impulsar el desarrollo. Para romper la trayectoria institucional así definida
4 . Como dice North en la medida que no existen pruebas definitivas de las teorías históricas,
hemos de esperar la permanencia de explicaciones competitivas y su utilización al servicio de
distintas recetas políticas. Agrega: “Nos engañaríamos a nosotros mismos si creemos que es
posible obtener una única explicación científica del pasado, pero podemos reducir el espectro de
explicaciones competitivas”.
seria necesaria, como subrayan Hoff y Stiglitz, otro choque, sea de índole
exógena o endógena, que podría cambiar el funcionamiento político de la
sociedad tardía.
El plan expositivo a desarrollar toma como fundamento a los cuatro
autores citados, pero entrecruza con las principales escuelas y se apoya en
contribuciones dispersas de índole heterodoxa. Como, se señalo previamente, el
punto de partida está en Marx por una razón adicional: las categorías que
desarrolló para el estudio de la reproducción social inspiraron el binomio
conceptual: tecnología-instituciones, que es el fundamento para el estudio
moderno de la dinámica de los sistemas económicos. Una vez situados en el
terreno institucional es preciso reforzar la definición cognoscitiva de las mismas
lo que lleva de Veblen-North, al social-constructivismo, en particular Weick, y
complementariamente a Piaget y Vygotsky.
La importancia de las aportaciones de Gramsci ya fue argumentada, pero
habría que subrayar que si bien es fundamental la noción de ideología, cultura
(que habría que integrar el concepto de instituciones) y de dirección política, es
necesario, como ya se sugirió, referirse aquí a la “revolución organizativa” del
capitalismo, sin la cual el concepto de crecimiento económico moderno carece de
sustento. En esa dirección son invaluables las aportaciones de los historiadores
de la tecnología de la escuela de Stanford, sobre todo Rosenberg y Mowery. Los
trabajos de ambos autores apunta a la aparición, primero en embrión a fines del
siglo XIX, de un nuevo tipo de organización empresarial estudiada también por
Chandler. En realidad se trata de un complejo organizacional, que tiene su eje en
el laboratorio de investigación y desarrollo, implicando lo que Rosenberg llama la
endogenización de la ciencia. Parece que allí radica la respuesta a la dinámica del
conocimiento de primer orden y segundo orden, indispensable para el estudio del
cambio histórico del capitalismo.
La importancia conferida a la organización capitalista así perfilada remite a
Nonaka y Takeuchi (1999)5 en el sentido de que el estudio de la innovación
organizacional requiere una teoría del conocimiento orientada
epistemologicamente (apoyada en la filosofía de la ciencia) y ontológicamente
(con diferenciación del nivel de la entidad: individuo, organización, grupo, clase,
sociedad). Ambos autores se formulan la pregunta: cómo funciona la
organización que “produce conocimiento”? Su respuesta comienza relacionando
al sujeto social con su entorno, lo que forzosamente implica revisar los principios
cartesianos que aun son el fundamento (pero debilitado) de la teoría actual
conocimiento. Pero iremos más allá de Nonaka y Takeuichi y la tradición
organizacional, ya aquí es preciso amplificar el marco ontológico e interrelacionar
organizaciones con la matriz institucional.6 Pero es necesario además, aun sea
limitadamente, relacionar el estudio socio-histórico del conocimiento con el sico-
social, que indica que la actividad mental también es simbólica, o sea depende
de un sistema cultural, que incluye primordialmente el lenguaje. Lo anterior nos
lleva a distinguir la realidad objetiva (en el sentido de Marx) y la construcción
social de la realidad, clave para entender el papel de las instituciones en la
reproducción social.
Creemos que solo la interrelación entre el tratamiento teórico y el histórico
evitaría como dice Mokyr, encontrar una caja negra más pequeña dentro de la
más grande recién abierta.7 Al mismo tiempo esa propuesta podría despejar el
camino a la formulación de algunas observaciones sobre las barreras
institucionales y organizacionales que parecen enfrentar la mayoría de los países
de desarrollo tardío, como se formula en la segunda parte de la hipótesis. A
5 . Por supuesto sin ignorar la faceta “ingenua” del planteamiento de Nonaka y Takeuchi, que aísla a la organización de su entorno institucional (al respecto ver la crítica de Lara y Almaraz, 2002). 6. Estructurada como capitalismos nacionales en el sentido formulado por Dabat (1994, introducción). 7. Mokyr dirige esta mordaz pero atinada observación a los nuevos (énfasis añadido) teóricos del crecimiento (Romer, etc.) que han constatado, dice, que la nueva tecnología se crea por insumos como los que surgen de la inversión en capital humano. Aunque, continua, hemos aprendido de esta literatura, su contribución al entendimiento del mecanismo que hace crecer el conocimiento útil es equivalente a abrir una caja negra, encontrando una mas pequeña adentro,
partir de ese punto seria posible formular algunas estilizaciones e incluso sugerir
cierta modelación para plantear algunos problemas propios de los países que
forman parte del resto del resto (aquellos cuyo proceso de aprendizaje
tecnológico y organizacional ha sido limitado).
Conceptualizacion y el análisis básico de los clásicos
Dinámica social: estructura-superestructura, agente social y conocimiento
La formulación básica de Marx y las aportaciones de Veblen y Gramsci
La concepción sistémica de Marx, cuya preocupación central es la integridad del
proceso humano, resulta poco relevante o compresible a los científicos sociales
del mainstream cuya metodología quedo definida por la vertiente radical de la
“modelística”, nacida hacia los 1930s, que formuló reglas muy restrictivas a la
investigación teórica.8 Parte de ese menosprecio, que se extendió también a
Schumpeter,9 comenzó a ser crecientemente cuestionado por el pensamiento
heterodoxo (institucionalistas de la escuela de North, el evolucionismo de Nelson,
la propuesta histórica de David, los historiadores de Stanford, etc.). Gracias a
este movimiento cabe la posibilidad de integrar a Marx al debate actual,
buscando de manera crítica determinar su influencia en el pensamiento social
posterior y con ello la vigencia de sus principales aportaciones.
La influencia de Marx queda patente en el modelo básico para explicar el
cambio socio-económico desde una perspectiva heterodoxa (tecnología-
instituciones) usado ampliamente hoy en día, que se origina en los conceptos de
estructura y superestructura, parte medular de su concepción materialista de la
historia. El autor hace una primera exposición de esa concepción en la Sagrada
cerrada, para gritar: ¡Eureka! (2006, p. 310). 8. Bajo la justificación de la modelística matemática, Krugman disminuyó la relevancia y la consistencia científica de la Economía del Desarrollo, especialmente de la obra de Hirschman. Una respuesta a Krugman y en general a los excesos de la modelística matemática de fines del siglo XX n se encuentra en Stiglitz. Una comparación despasionada entre los modelos matemáticos y los de base histórica se encuentra en Fogel, 1997. 9. Solow es su conocido articulo Perspective on Economic Growth, se refirió a Schumpeter como a un santo patrón al que se le hacia tributo un día para relegarlo al
Familia, elabora más rigurosamente esas ideas en la Ideología Alemana, para
culminar con un planteamiento esquemático, pero de gran amplitud en La
Contribución al Prólogo de la Crítica de la Economía Política.
La idea central del planteamiento de Marx es que el ser material
determina la conciencia, o más específicamente que la producción de la
condiciones de vida es el fundamento de la organización social en su sentido mas
amplio. Este planteamiento desemboca en la categoría de estructura económica
de la sociedad (las fuerzas sociales de producción históricamente delimitadas por
relaciones de producción), que representa la base sobre la cual se levanta la
superestructura legal y política, incluyendo las formas de conciencia social
(Contribución…).
La fuerza del planteamiento de Marx radica en diferenciar analíticamente
entre una base material, o sea, los recursos sociales para la producción y la
reproducción, regidos por principios de apropiación y, edificada sobre ella, las
formas jurídico-políticas y de conciencia social.
Como señala Kolakovsky (1978, p. 336), refiriéndose a la Contribución…
“pocos textos en la historia del pensamiento social han provocado tal
controversia, desacuerdos y conflictos de interpretación”. Obviamente la
interpretación más controversial es la que indica que la estructura proyecta la
superestructura, o dicho de otra manera, que las formas jurídico-políticas y de
conciencia son un mero reflejo de la base material (determinismo economicista).
Marx y Engels se esforzaron por combatir interpretaciones unilaterales como la
anterior. En su correspondencias (carta a Kugelman y de Engeles a Schmidt) y
en otros pasajes de su obra perfilan varios argumentos: a) la dependencia de la
superestructura aplica a grandes eras históricas y a los cambios fundamentales
de la sociedad; b) que en el curso de la historia los hechos accidentales cuentan;
c) la determinación tiende a ser de “ultima instancia”, lo que equivale a
reconocer, por ejemplo, que la actuación del estado, puede acelerar o retardar la
olvido el resto del año (citado por Scherer, 1999, p. 28).
acción de la base material.
En la discusión con los hegelianos de izquierda, ante todo Marx se
propuso destacar la influencia histórica en la relación originaria entre base y
superestructura al afirmar: que solo a partir de un determinado nivel de
desarrollo de las fuerzas productivas, cuando el aumento de la productividad
determina la aparición del excedente y con ella la sociedad de clases, es cuando
se produce una avance decisivo en la división del trabajo, que es la separación
entre trabajo intelectual y manual. La liberación de un grupo de hombres de la
necesidad del trabajo físico condujo necesariamente a la elaboración de una
cosmología, que constituye una justificación del orden existente, principalmente
del ejercido del poder, la coerción y lo que hoy llamaríamos la apropiación
(captación y asignación del excedente económico). Esa compleja amalgama de
ideas (morales, filosóficas, religiosas, legales, etc.), sea la superestructura, que
evolucionan continuamente y cambia de una época histórica a otros, tiene
ostensiblemente la función de cohesionar y dar estabilidad a la estructura en
cuyo interior subyacen fuerzas en conflicto. De ello se deduce, que una vez
constituida la superestructura, esta contribuya a definir el curso de la historia,
interactuando con la estructura.
La gran fe que Marx deposita en la progresividad histórica (un hecho
propio del Renacimiento y de los albores del capitalismo), le llevó a un intento de
síntesis y de jerarquización de los elementos que intervienen en la reproducción
social. Pero al formular a muy grandes rasgos esta ley del desarrollo social,
queda abierto un campo para diversas interpretaciones, precisamente por el
esquematismo y vacíos en la argumentación propia de una obra como la suya
que pasa de una etapa temprana a otra madura.
Entre los temas controversiales de la formulación de Marx, que serán
discutidos brevemente aquí, destacan los siguientes:
La relación entre agente-estructura o problema de agencia, que remite al
concepto de sujeto social racional, capaz de impulsar concientemente el
cambio histórico, en una dirección predefinida por la contradicción interna
de fuerzas.
El curso teleológico del proceso histórico y la ubicación de contradicción que
determina el pasaje a un nuevo modo de producción al interior de la
estructura, sin asignarle a los elementos de la superestructura papel
activo.
El patrón de formación de la conciencia social y la percepción de la realidad,
en conexión con la ideología, la praxis y el dominio de clase. Este punto
esta obviamente relacionado con la concepción del papel histórico de la
clase obrera.
El primer punto conduce a la crítica de Veblen a Marx del que surge el concepto
de instituciones, el segundo a la revalorización del papel de la superestructura y
la crítica al economicismo efectuada por Gramsci. El tercer punto nos lleva a la
relación entre la teoría del conocimiento y las instituciones. Veremos el primer
punto
La crítica de Veblen a Marx
Veblen, reconociendo la gran consistencia lógica de la doctrina de Marx
(1919/2003, p. 409), rechazó la primacía de la relación racional o reflexiva del
agente con la estructura, que es la base sobre la cual se sitúa el motor de la
historia. Veblen en contraposición llega a la conclusión de que las acciones de los
individuos, son producto de una composición más compleja de elementos, en el
cual la evaluación racional y lógica a priori no es dominante (Veblen, 1899/1944;
Hodgson, 1999). Esa composición más compleja son los hábitos de pensamiento
y acción, que reflejan el efecto de las condiciones materiales en la mentalidad
colectiva a través de la habituación. De acuerdo con Veblen, en lugar del
intelecto son los hábitos de pensamiento, como estructura intuitiva inculcada
más que reflexiva, y basada en la identificación entre pensamiento y acción10,
10 . John Dewey, mentor de Veblen, subraya en esa relación entre pensamiento y acción, en el sentido de que una idea es inútil a menos que se traduzca en acción, que como tal incide en mayor o menor medida en el mundo en que vivimos (ver Nonaka y Takeuchi
que proporcionan y reproducen el marco conceptual que nos permite entender y
darle significado el mundo. En dos de sus obras centrales (1899 y 1904), Veblen
señaló que una línea de acción constituye una línea habitual de pensamiento y
proporciona el punto de vista a partir del cual los hechos y los eventos se captan
y conforman progresivamente en un cuerpo de conocimiento social (1899/1944,
p. 196). Esos hábitos, y su cristalización posterior como instituciones es el
principal determinante de la interacción social, incluyendo la definición de la
dirección y ritmo del progreso material, pero sin que pueda anticiparse a priori
una relación de progresividad directa en el sentido de Marx. Las instituciones
existentes, subraya Veblen, tenderán a autopreservarse con lo cual habrá un
desfase con los requerimientos del presente (Veblen, op. cit., p. 196).11 La
propiedad de auto preservación de las estructuras institucionales, nos lleva al
ritmo del cambio institucional, que será incremental, requiriéndose, parece
sugerir Veblen, por ello choques o revoluciones de algún tipo para cambiar
abruptamente la estructura institucional y su trayectoria.
En consecuencia para Veblen el motor histórico se encuentra en la
contraposición entre los hábitos de pensamiento y acción cristalizados como
instituciones y las condiciones materiales, en particular la tecnología cuyo cambio
es más fluido. Volveremos sobre este punto al incorporar las aportaciones de
North.
Obsérvese que en Veblen la incidencia de las condiciones materiales en la
conciencia es indirecta (en tanto implica un reflejo o incidencia del pasado en el
presente), con lo cual descarta como preponderante la percepción directa u
1999). Esa concepción pragmática, equivale a definir la inteligencia como acción interiorizada, tal como planea el social constructivismo. 11 . Son cruciales estas observaciones de Veblen: “A su vez, los hábitos mentales de los hombres tienden a persistir indefinidamente, a menos que las circunstancias impongan un cambio… Este es el factor de la inercia social (op. cit., p. 197), más adelante: “La estructura social sólo cambia, se desarrolla y se adapta a una situación modificada, mediante un cambio en los hábitos mentales de las diversas clases de la comunidad…” (Ibíd.) y “La aversión al cambio es en gran parte la aversión a la molestia que implica el reajuste exigido por cualquier cambio…” (p. 209).
objetiva de la realidad social; por otra parte, la formación de los hábitos así
como su derivación en instituciones lleva el efecto de los instintos, esto es a la
incidencia del ser biológico sobre el comportamiento, como son el laboriosidad
(workmanship) de paternidad y curiosidad innata (idle curiosity) (ver 1899/1944,
pp. 30-31, 40, 61 y 161). En algunos pasajes se refiere al instinto de
sobrevivencia o conservación (1899/1944, p. 116). La emulación, como hábito
de conducta, adquiere en el estadio industrial del desarrollo humano (capitalismo
moderno) forma pecuniaria y pasa a ocupar un lugar central en la conformación
de la identidad y conciencia colectiva, ya que implica la universalidad social de
los valores de la clase ociosa (Gramsci, veremos después, le da el nombre de
conformismo).
En suma el pasaje al estado industrial, y esto es central en el
planteamiento de Veblen, es producto de un proceso evolutivo abierto, dominado
por la causación acumulativa (distinto a la dialéctica hegeliana), donde prevalece
la emulación pecuniaria (equivalente al móvil de la ganancia de Marx, pero que
es asimilado distorsionadamente por la clases subalternas). Las instituciones
pecuniarias constituyen la matriz arquitectónica del capitalismo, las cuales
favorece la búsqueda, la exploración, la especulación, pero también la
innovación, es decir, un conjunto de propensiones propias del capitalismo
moderno. Este es el principio superestructural sobre el cual se edifica lo que
Gramsci llamará la hegemonía de clase.
Rutherford (1998) y Hodgson (2001) tienen razón al subrayar que el
programa evolucionario de Veblen quedó inconcluso, pero sus ideas embrionarias
sobre la naturaleza de los hábitos de pensamiento han pasado a ser eje de la
investigación actual en dos direcciones: la identificación entre pensamiento y
acción (disolución del dualismo cartesiano) 12 y el principio de causación
12. Hay dos autores decisivos que contribuyeron a la reunificación cognoscitiva sujeto-objeto. Ambos franceses, pero influidos por Kant y Locke: Condillac a mediados del siglo XVIII y en el siglo XX Merleau-Ponty. Kant se contrapuso a Descartes al afirmar que la percepción no deriva de la realidad sino que la realidad se percibe y se construye de acuerdo a categorías mentales creadas por el sujeto como ser social. Condillac parte de Locke al señalar que nuestros hábitos y
acumulativa en el sentido de que las condiciones materiales determinan los
hábitos de pensamiento, pero a la vez, la visión de la realidad así constituida,
redefine la visión de las condiciones materiales, primordialmente en el sentido de
construcción social de lo real.
La crítica de Veblen se extiende a la dialéctica en Marx dominada por el
principio de finalidad última o telos. La teleología en Marx deriva de la
interacción de dos principios: i) el proceso objetivo o realidad esencial está
prefigurada en la estructura actual (vía hegeliana de tesis-antítesis-síntesis), ii) el
sujeto social racional, el proletariado industrial, al superar la falsa conciencia se
convierte en el vehiculo subjetivo del cambio histórico. Además de Veblen
diversos estudiosos de la obra de Marx ha señalado que la interacción de estos
principios lleva a dos interpretaciones antagónicas o contrapuestas. De un lado la
estructura arrastra al sujeto reconfigurando lo que hemos llamado el problema
de agencia; en el otro extremos el proceso de cambio descansa enteramente en
la praxis social, fundamento del conocimiento. Nos apoyaremos en esta segunda
interpretación más adelante.
Las aportaciones de Gramsci: breve revisión de su reevaluación del papel de la
superestructura
Como vimos en referencia al primer inciso, la crítica de Veblen a Marx, que lleva
al concepto de instituciones, abre la puerta a una solución teórica al problema de
agencia, en el sentido de una nueva explicación de las fuerzas que determinan la
actuación del sujeto social. Sin embargo, una comprensión más a fondo de la
relación entre agente-estructura requiere una mayor fundamentación que se
encuentra en el replanteamiento del papel de la superestructura, formulado por
Gramsci. Existe una gran afinidad entre la concepción de la dinámica
socioeconómica y política desarrollada por este último autor y la de Veblen, como
pensamientos son aprendidos, es decir, se funda en la experiencia, pero agregando que la estructuración de la mente es producto de un proceso de interacción con el medio ambiente. La propuesta de Condillac conduce a Piaget y Vygostsky (ver Losse, op. cit. y Donald, 2002, pp 214
queda de manifiesto principalmente en Americanismo y fordismo. Pero a
diferencia del fundador del institucionalismo americano, Gramsci no critica
directamente a Marx, sino a la interpretación economicista de su obra.13 Además,
en Gramsci, como veremos inmediatamente, es decisiva una nueva percepción
de la realidad del capitalismo, que había empezado a manifestarse desde fines
del siglo XIX, pero se consolidó en las décadas posteriores, hasta tomar forma
definitiva a partir de la segunda posguerra y forma parte de lo que en la
introducción llamamos la revolución organizativa del capitalismo.
Como señala atinadamente Forgacs (2000) al presentar una selección de
los escritos de Gramsci, este se encontró que hacia fines de los 1920s era
evidente que la revolución socialista había sido derrotada o nunca puso detonar
en Occidente, estableciendo una diferencia con la fase de ascenso revolucionario
que culminó en la revolución de octubre. La nueva capacidad de
autoestabilizacion del capitalismo demandaba otro análisis centrado en sus
recursos políticos e ideológicos, lo que a su vez, de acuerdo a Gramsci, abría el
camino a la adopción de una nueva estrategia, distinta a la que tuvo lugar en
Rusia en 1917.
Esa es la orientación fundamental que Gramsci presenta en los Cuadernos
de la cárcel, principalmente en Notas sobre Maquiavelo, El materialismo histórico
y la filosofía de Benedetto Croce y Los intelectuales y la organización de la
cultura.14 En ellos toma una ruta diferente a la que dominaba la tradición
marxista, centrada hasta entonces en el análisis de la estructura (el capitalismo
y ss.). 13. Aunque, habría que agregar, no hay referencias de Gramsci a Veblen. Los biógrafos del primero destacan que era un ávido lector de cuando le hacían llegar sus camaradas, pero con frecuencia no sabia quien era el autor de lo que leía (ver por ejemplo la nota biográfica de Hoare y Smith, 1971, a una selección de los Cuadernos de la Cárcel, esa observación. 14. Dada la dispersión de la obra de Gramsci se utilizaron aquí dos compilaciones. Principalmente te recurrió a The Antonio Gramsci Reader, Selected Writings 1916-1935, editado por David Forgacs (op. cit.), que contiene: a) la selección de los cuadernos de la cárcel traducida por Hoare y Nowell Smith, b) selección de escritos políticos (1910-1920 y 1921-1926), y c) selección de escritos culturales. También se utilizó la selección de los Cuadernos de la cárcel editado por Hoare y Nowell Smith (1971). Por su importancia en el desarrollo de la teoría de Gramsci se tuvo presente el Cuaderno 3, editado por Juan Pablos, México: El materialismo histórico y la filosofía
como formidable maquinaria del desarrollo de las fuerzas productivas, o sea la
relación entre los avances tecnológicos y la acumulación de capital), sus crisis y
las opciones políticas derivas de estas ultimas (relacionadas frecuentemente de
manera mecánica). La debilidad percibida por Gramsci radica en el tratamiento
de las formas del poder político y la omisión del papel central de la cultura y la
ideología, que definen, en su visión, la lucha de clases. Al no haber lo que se
pueda llamar una teoría del estado en Marx, Gramsci revaloró la función de la
superestructura, lo que le llevó a una crítica del uso mecaniscista o economicista
de las categorías del materialismo histórico. Las fuentes de inspiración de este
autor, no fueron El Capital, sino los textos “políticos” de Marx como el I8
Brumario…, La guerra civil en Francia, revolución y contrarrevolución en
Alemania (Reader: Cuaderno 7). El concepto de hegemonía y bloque histórico
emanan de una lectura anti-economicista de la Contribución… donde Gramsci
llega a la conclusión de que los cambios en la base económica, no conducen per
se a cambios políticos (Cuaderno 10). Esa es la base para formular sus dos
contribuciones capitales: hegemonía y bloque histórico. Pero la influencia del
filósofo idealista Benedetto Croce es decisiva para llevar a Gramsci hacia los
factores ideológicos, morales, éticos-políticos y culturales, que plantea, unifican a
la sociedad capitalista.
Para los fines de esta exposición interesa tomar como marco la inversión
que efectúa Gramsci de la relación entre base y superestructura, pero también
su unificación a partir de la praxis política, que nos permitiría trazar una línea de
continuidad entre los tres autores (en el sentido de avances teóricos en la
concepción de la dinámica social). Para alcanzar esos objetivos es necesario
partir del concepto de sociedad civil, que difiere del que formula Marx. En Los
Cuadernos, se entiende como sociedad civil (SC) al conjunto de los organismos
privados que garantizan la hegemonía del grupo dominante. La unidad del
bloque histórico, o sea el vínculo orgánico de la base y la estructura
de Benedetto Croce.
naturalmente nos lleva al papel de los intelectuales.
Las dos funciones principales que Gramsci asigna a los organismos que
conforman la SC, con:
a) la proyección de la ideología de la clase dirigente, entendida como
concepción del mundo, que se irradia a todos las niveles de la vida
social y grupos subalternos;
b) la dirección política de la sociedad, que presupone el dominio
ideológico y la aceptación básicamente voluntaria por las clases
subalternas (consenso) que la asimilan a través del sentido común, el
folklore, las creencias religiosas, etc.
La conjunción entre el dominio ideológico y cultural, más la capacidad de
dirección política es lo que permite a un sector de la clase dominante, lograr la
hegemonía (convertirse en grupo dominante) y lo que hoy llamaríamos una
etapa de progreso socio-económico. Pero en Notas sobre Maquiavelo, Gramsci
dice al respecto que si la hegemonía es ético política no puede dejar de ser
también económica, basada en el control, que el grupo dirigente ejerce sobre el
núcleo de la actividad económica. Sin embargo, su tratamiento del concepto
anterior es esquemático y en el mejor de los casos indirecto.
La constitución de un bloque ideológico complementada con el dominio
económico da lugar a la cohesión, la movilización y la inclusión social para
alcanzar fines históricos a nivel del desarrollo nacional.
De hecho, el proceso de constitución de un bloque ideológico como
sustento del modo de producción capitalista comienza a tomar forma a medida
que aumenta la influencia económica de la burguesía a partir del siglo XV en
Europa, como lo pone de de manifiesto la investigación histórica de North y
Thomas, punto al que nos referiremos mas adelante. Pero la innovación
histórica, de la que Gramsci comienza a tomar conciencia en prisión, es que el
capitalismo, a través de la formación de coaliciones, partidos o hombres
carismáticos, empezó a reforzar la capacidad de movilización e incorporación
social (el bloque de fuerzas), después de haber perdido políticamente el rumbo y
como dijo el gran historiador de la revolución Rusa, Carr, haber quedado casi
herido casi de muerte entre fines del siglo XIX e inicios del XX.
Aunque los escritos de Gramsci son muy dispersos, refrenda el hecho de
que el nuevo bloque de fuerzas, que emerge a principios del siglo XX, tiene ya
un soporte material: el fordismo. Esto convalida el principio del materialismo
histórico de primacía de la base económica. Pero habría que agregar que durante
la primera mitad del siglo XX, el fordismo es un principio en bruto, por así decir,
porque requiere un complejo de elementos socio-culturales que no han
aparecido en ese momento e imposibilitan su difusión.15 La cohesión y
movilización social es el proceso conformador de esos elementos, impulsado por
la educación y nueva cultura.
La pregunta subsecuente es, de acuerdo a Gramsci, donde radica el locus
del bloque histórico y cual es su vigencia. Identifica el bloque histórico con
proyecto de desarrollo nacional, tomando como punto de partida la unificación
Italiana en el Risorgimento y comparando con otras experiencias europeas, en
particular Francia y Alemania. Por tanto su enfoque es nacional y no mundial,
pero deja ciertas líneas para comprender la hegemonía capitalista sobre el
mundo entero, como un proceso que depende también del dominio ideológico,
cultural y la capacidad de dirección política, unido al control del núcleo
económico.16
15 . Es en lo que Gramsci insiste, criticando a Croce (dándole paso la razón a Sorel), como unidad de la estructura con la superestructura a través de la praxis (véase Reader Cuaderno 10). 16. El planteamiento de Gramsci se ve limitado por la ausencia de criterios de periodización explícitos del desarrollo capitalista. Aunque comprende y al mismo tiempo explica el proceso que permite al capitalismo auto-sustentarse sobre bases más amplias, sigue pensando en una coalición obrero-campesina para derrocarlo (de hecho un legado anacrónico del leninismo). En evidente, por tanto que no llega a asumir todas las implicaciones de su extraordinario análisis de la dinámica del capitalismo, ya que subestima la necesidad de un nuevo sujeto obrero (que no es el obrero fordista). Para complicar mas las cosas el sujeto fordista, en los centros avanzados como el norte de EEUU, es victima de la separación entre el trabajo manual e intelectual de modo que esta destinado a sumirse en el “conformismo” y un “apéndice de la maquina“. En la Italia, de Gramsci Turín, es un único bastión industrial avanzado pero con solo 20 mil trabajadores en 1918, la mayoría mujeres (ver Hoare y Smith, op. cit, p. XXV), por lo que difícilmente puede concebirse como el pivote de una alianza de clases anticapitalista.
La constitución del bloque histórico es dinámica, ya que la capacidad de
dirección nacional lograda por un grupo puede quedar total o parcialmente
nulificada17 y perder el poder. Esa situación se da, afirma Gramsci, al sobrevenir
una crisis orgánica (ruptura de la unidad entre estructura y
superestructura).18Necesariamente entonces, siempre que exista un núcleo
económico (al menos potencialmente), es posible, pero también necesario,
reconstruir el bloque bajo otra dirección política. En esta línea de razonamiento
Gramsci introdujo la noción de revolución pasiva al compara la experiencia
italiana y francesa. En Francia la burguesía se apoyó en las capas populares para
luchar contra la aristocracia, pero la burguesía italiana del Risorgimento se negó
a ejercer la hegemonía apoyándose en una base social popular, optando en
cambio por corromper a los intelectuales de las clases subalternas para decapitar
su dirección política (ver Portelli, 1973). Podemos hablar en este caso de una
modalidad o vía de desarrollo nacional con movilización, pero sin inclusión. Esta
distinción es clave en la discusión posterior del desarrollo económico en los
países atrasados del siglo XX (el resto del resto).
Realidad y conciencia social en Marx: su esbozo de teoría del conocimiento
Marx es enfático al afirmar que el proceso fundamental reside en la base
económica, pero reconoce que las formas de conciencia social son centrales para
la interacciona humana. Precisamente por lo anterior es que señala: el
pensamiento se funda en la actividad humana, primordialmente en el proceso de
trabajo, pero la reproducción social supone una determinada concepción del
mundo; dicho de otra manera, para recuperar la terminología usada
previamente: en la relación agente-estructura necesariamente se ponen en juego
17. Como en el caso del grupo nucleado en tono al Partido de la Acción, puede ser por incapacidad de traducir un programa en un manifiesto para la movilización social. 18. Gramsci, sin elaborar una teoría del cambio histórico apunta a que la crisis orgánica obedece a que muere lo viejo sin que pueda nacer lo nuevo, frecuentemente asociándolo a la incapacidad de la clase dirigente de empujar a la sociedad hacia la posesión de nuevas esferas de actividad
los recursos cognoscitivos sociales.
En ese planteamiento por su amplitud quedan abiertas, por ende, dos
interpretaciones divergentes: a) la conciencia o percepción de la realidad es una
proyección de la base económica, b) hay unidad, como subraya David Harvey,
entre ser y conciencia a través de la praxis fundamental: el proceso de trabajo.
Tomaremos, para integrar con las aportaciones actuales, la segunda
interpretación al igual que la redefinición de ideología proporcionada por
Gramsci. Al tomar esta vertiente queda superado la noción de falsedad de la
ideología, ya que al ser un factor de movilización social, hay credibilidad y
aceptación, aunque posteriormente el proceso histórico puede demostrar que es
insuficiente para las necesidades ulteriores de la reproducción social.
No nos es muy útil el postulado de Marx de que para comprender la
realidad esencial se requiere la superación de la falsa conciencia. Pero lo que
prevalece en Marx es la noción de que existe una realidad objetiva,
independiente del sujeto. Otro problema es lo que llamaremos construcción
social de la realidad, que implica la unificación cognoscitiva entre sujeto y objeto
como se verá después.
Es importante tener presente la siguiente observación de Searle: la teoría del
funcionamiento de la mente que intento desarrollar es parte de una pregunta
mas amplia: cómo la realidad mental, el mundo de la conciencia, intencionalidad
y otros fenómenos, encajan en el mundo material. Este problema esta en la base
de la ciencias sociales y se supone que debió ser abordado y resuelto por los
grandes fundadores de la ciencia en el siglo XIX e inicios del XX. Aunque
debemos mucho a esos pensadores, pero creo que no estaban en posición de
responder a la pregunta que se identifica aquí como central, porque no tenias las
herramientas necesarias (una teoría del discurso, del comportamiento, de la
intencionalidad -individual y colectiva- del comportamiento regido por reglas
(1995, p. xii).
económico-productiva (en Pasado y Presente y el Risorgimento, citado por Portelli, op. cit.)
La vigencia de la visión histórica de Marx y los retos teóricos actuales
El autor formula el concepto de progresividad histórica (o progreso histórico) en
un sentido amplio, susceptible a varias críticas por su connotación teleológica,
pero también en un sentido restringido valido para el capitalismo, que tiene
mayor interés para nosotros. Su tratamiento es disperso pero la orientación e
implicaciones son claras porque ha provocado un amplio debate. La idea central
esta contenida en el libro: La Cuestión nacional …y en el artículo del New York
Daily Tribune del 25 de junio de 1853, referente al dominio británico sobre la
India. Marx dice: pese al sufrimiento humano que provocó la destrucción de las
aparentemente inofensivas organizaciones sociales patriarcales, el colonialismo
británico, actuando como instrumento inconciente de la historia, representó un
paso fundamental en la transformación de las condiciones sociales en Asia.
Agrega: “no debemos olvidar que esas idílicas comunidades, pese a su inofensiva
apariencia han sido el solidó fundamento del despotismo oriental, que restringe
la mente humana a su mínima expresión, subyugándola a la superstición,
sujetándola a la esclavitud de lo tradicional y despojándola de toda su grandeza
y energía histórica… esas comunidades traen consigo la brutalizante adoración
de la naturaleza, poniendo al hombre, de rodillas para adorar al Hanuman, al
mono, y al Sabbala, la vaca.”
Considerando el fin ultimo de la emancipación humana como la esencia de
la noción de progreso, el capitalismo representa en la declaración arriba citada
un extraordinario avance, que inevitablemente tuvo costo para los pueblos
sumidos de una manera u otra en la barbarie y el despotismo, entre los cuales
incluye al México de Santa Ana y a Argelia colonizada por Francia. El punto de
discusión es si las fuerzas que impulsan ese proceso son mayormente
“inconcientes e impersonales“, cómo definir el papel del sujeto social en la
transformación social, incluyendo el desarrollo económico. Una interpretación
que haga hincapié en las fuerzas “inconcientes e impersonales“ en detrimento
del sujeto social activo tendrá un tinte de determinismo y mecanicismo. Pero es
extremadamente polémica el planteamiento del “sujeto activo”, como veremos a
continuación.
Obsérvese la diferencia entre la concepcion de progreso de Marx.
Siguiendo a Searle, podemos decir que uno de los mas grandes aciertos de la
teoría de Darwin fue expulsar la teleología de su concepción del origen de las
especies. En la propuesta, la evolución ocurre de forma ciega, no hay finalidad
intrínseca en el origen y sobrevivencia de las especies.
Searle: las instituciones como estructuradoras de los procesos sociales
Para aproximarnos a una respuesta a la pregunta de cómo se da el pasaje de un
paradigma tecno-económico a otro, habría que integrar la discusión anterior
tomando la perspectiva de Searle (1995, principalmente caps. De 1 a 5), que
relaciona el proceso social con el institucional, desde la perspectiva de la teoría
actual del conocimiento (al menos una de sus vertientes). La construcción de la
realidad social es parte de la metodología realista (¿podemos tener un
conocimiento objetivo de la realidad). Trataremos de explica a continuación,
dentro del marco teórico anterior, que las personas perciben, interpretan y
evalúan el mundo de acuerdo a categorías de pensamiento o formas
institucionales, que han desarrollado en interacción con el mundo físico y
socialmente. Lo anterior significa que la capacidad de interpretación e interacción
esta institucionalmente y cognoscitivamente enmarcada y es dependiente de la
trayectoria (Nooteboom, p. 29). Abordaremos esa la discusión del realismo más
adelante, después de abordar la revolución organizativa del capitalismo.
En esta discusión es crucial el concepto de objetividad y por ende la
relación entre objetividad y subjetividad. Searle, distingue entre la relación
objetivo/subjetivo desde el punto de vista epistemológico, en contraste con la el
punto de vista antológico (p. 8). Los ejemplos que brinda Searle son muy útiles:
epistemológicamente la distinción entre objetividad y subjetividad es indicativo
de la naturaleza de la percepción y de su validación (Rembrandt es mejor pintor
que Rubens vs. Rembrandt vivió en Amsterdam en 1632). Antológicamente
conecta con el tipo de entidad y su forma de existencia (en sentido ontologico el
dolor es una entidad subjetiva, en cambio una mnontaña es una entidad
objetiva).
La diferencia que existe desde el punto de vista cognoscitivo entre los
hechos sociales y los materiales (el ADN, las placas tectónicas, los planetas, etc.)
más el reconocimiento que no es lo mismo los hechos objetivos (sean sociales o
naturales) y la concepción que nos formamos socialmente de ellos implica un
debate que es fundamental para la definición cognoscitiva de las instituciones.
Searle muy atinadamente empieza señalando que hay ciertas cosas que
existen únicamente porque colectivamente creemos que existen o mejor dicho
que son un resultado de un acuerdo humano (el dinero, la propiedad, el
gobierno, el matrimonio). Algo muy diferente es el monte Everest cuya existencia
es independiente de la percepción humana. El autor llama a los hechos que
dependen de un acuerdo social: institucionales. La pregunta que se formula es
cómo se construye la realidad social, es decir, como adquiere condición real algo
es en parte producto de un acuerdo social.
Para entender como es el mundo en realidad, tenemos que distinguir,
agrega Searle (p. 3), entre aquellas cosas que son intrínsecas (a la naturaleza),
de aquellas de dependen del observador (de la intencionalidad colectiva).
Curiosamente un mismo objeto digamos un desarmador, tiene propiedades
intrínsecas, pero su función es una definición social (Ibíd). Así, la capacidad de
los agentes de crear la realidad social radica en asignar funciones y significado a
los objetos o a cualquier fenómeno tomando un conjunto de puntos referenciales
(op. cit. p. 19).19 Otro aspecto esencial para entender los hechos sociales es la
intencionalidad colectiva, o sea, la cooperación y la existencia de creencias
19. De acuerdo a Searle, el mayor logro de Darwin fue erradicar la teleología de su concepción del origen de las especies. En Darwin la evolución ocurre de manera ciega, producto de fuerzas naturales. En cambio la teleología o el sentido de finalidad y funcionalidad esta mas difundida en las ciencias sociales, además de que todo hecho social implica, como veremos, la asignación de una función.
compartidas (p. 24).
Para que los hechos sociales se estructuren institucionalmente se requiere
que existe, aunque sea indirectamente, un referente material (lo llamara después
primacía de los hechos materiales o bruos sobre los institucionales). Se requiere
interconectividad, por ejemplo para que la sociedad funcione a base de la
institución dinero, debe haber un sistema productivo de bienes y servicios, lo que
a su vez conecta con las relaciones de propiedad, etc. Una vez que el hecho
social, el uso dem medio de compra se esgtructira institucionalmente adquyiere
autroreferencialidad, es decir, un simppe pedazo de papel es dinero porque
todos creen que es dinero (p. 32).
También tenemos el componente lingüístico de muchos hechos institucionales.
Es decir, las instituciones se basan en sistemas de representación que dependen
en última instancia del lenguaje.
Un paso siguiente dice el autor implica la asignación de funciones en
objetos que adquieren nueva significación en virtud de ese acuerdo colectivo,
que es acuerdo institucional. Un ejemplo dice Searle es la construcción de un
muro para delimitar un territorio, ap paso del tiempo, el muro de deterioro paro
persiste su función de relimitación del espacio solo por efecto de la
intencionalidad colectiva que aigna significado a un objeto físico (p. 39). El
ejemplo mas completo de asignación colectiva de una función es el dinero y su
transformación de pieza metálica a dinero fiduciario.
North: su propuesta de instituciones y cambio institucional
Su modelo teórico
Este autor es un caso único entre los pensadores de la segunda mitad del siglo
XX. Es un teórico riguroso en el sentido modelistico positivo, pero sostiene que el
método histórico es el único capaz de dilucidar los determinantes del cambio
socio-económico. Comienza inscribiendo su investigación en el marco neoclásico,
pero paulatinamente va descartándolo haya declarar que “… no fue creado para
explicar el proceso de cambio económico“. Ese distanciamiento de la ortodoxia le
lleva intentar integrar las aportaciones más avanzadas de diversas corrientes
teóricas, incluida el marxismo. Su visión de totalidad se expresa en la
formulación de una teoría del estado.20
Desestimando su concepción sistémica, algunos críticos lo circunscriben a
la esfera institucional en el sentido estrecho de meras “reglas del juego”. En su
libro de 1981/1984 explica que el objetivo de la historia económica radica en
explicar la estructura y el funcionamiento de las economías a largo plazo (p. 17).
La estructura, añade, esta constituida las instituciones económicas y políticas, la
tecnología (que posteriormente designa como stock de conocimiento humano), la
población y la ideología de una sociedad. En 1991, diferencia las instituciones de
las organizaciones.
El foco de análisis del autor está en la relación entre instituciones y el
desempeño económico. El desempeño económico tiene dos costos agregados:
los de transacción que dependen de las instituciones y los de producción que
dependen de la tecnología. La institución más importante, la que determina los
derechos de propiedad -fundamentalmente la capacidad para apropiarse del
excedente económico, a partir de la propiedad en los mercados de factores y
productos-, o sea, una definición más amplia que la mera propiedad privada21.
North (1991/1993, cap. II) hace hincapié que más allá de lo que llama
organización social voluntaria, el esfuerzo deliberado del ser humano por
controlar su entorno exige instaurar el poder político22 para hacer posible la
20 . Extrañamente North llama a esa teoría del estado “neoclásica”, cuando en realidad es “post” neoclásica, es decir, es posterior al implosión de dicho paradigma, del que surgen diversas vertientes. North amalgama elementos del public choice theory (Bullock: el estado como maquinaria gigante de robo), de las fallas de la acción colectiva (Mancur Olson), de la concepción marxista del estado como “depredador“ (Margaret Levi), con la noción de progreso histórico, que solo puede proceder de Marx) aunque no lo cita ). 21. Es preciso distinguir entre la relación básica de propiedad en el sentido de Marx (capitalista, por ejemplo) y la especificación de un conjunto de derechos de propiedad como los define North, que presupone la relación básica pero va más allá. De este modo dentro del régimen de propiedad capitalista caben múltiples variantes de definición derechos de propiedad, como el otorgamiento de patentes de monopolio o derechos exclusivos que restringen la competencia para favorecer a determinados grupos. 22. North se pronuncia, después de ponderar las dos explicaciones del surgimiento y papel del
cooperación (división del trabajo) y la coordinación (gestión productiva y
política). Se advierte que al igual que en Marx, el establecimiento del poder
estatal es parte del progreso social, pero las consecuencias son ambivalentes. En
North la prioridad del grupo que controla el poder es maximizar la renta que se
apropia y aunque pueda conocerse una definición de los derechos de propiedad
que incremente el ingreso agregado y con él, el ingreso del grupo mismo
(derecho de propiedad eficiente), tenderá a producir derechos de propiedad
ineficientes, porque minimizan los costos de transacción inmediatos que
maximizan la renta económica de ese grupo.23
La instauración del poder es quizás el principal determinante de la
formación de la conciencia colectiva y por ello de visión social de la realidad.
Como explica North, la necesidad de legitimar el ejercicio del poder y la
especificación de los derechos de propiedad lleva a la formación de la
“ideología”24 Es importante subrayar que la ideología no surgen
espontáneamente, reconoce North (1984 p. 67). Refrendando lo señalado por
Gramsci, North señala que la formación de las ideologías requiere una dirección
intelectual que la brinda un grupo especializado que recibe un tipo específico de
estado por una equilibrio entre la teoría del contrato y la depredadora, ya es teóricamente imposible sostener la función de arbitro, en una pugna constante de los grupos con poder; tarde o temprano quedara atrapado en los intereses de los mas fuertes (1984, p. 37). 23. “Las economías de escala asociadas al invención de un sistema de leyes, de justicia y de defensa, son la fuente básica subyacente de la civilización, y la creación del estado en los milenios posteriores a la primera revolución económica [correspondiente a la agricultura sedentaria], fue la condición necesaria de todo el subsiguiente desarrollo económico. Aunque los diez milenios transcurridos desde la creación de la agricultura sedentaria aparecen, bajo una visión económica retrospectiva, como una interminable epopeya de guerras y matanzas, explotación (definida en sentido amplio), esclavitud y asesinatos en masa, la mayoría de las veces llevados a cabo por el gobernante del estado o sus agentes, todavía es esencial insistir en la necesidad de un estado para el progreso económico” (1981/1984, pp. 39-40). 24. A diferencia de la falsa conciencia que Marx teoriza en La Ideología alemana, la ideología de la que habla North conlleva elementos también “verdaderos”. Para North la ideología es un tipo de conocimiento requerido para la vida diaria, que tiene elementos de “sentido común”, pero también conlleva una teoría explicativa, con elementos normativos y positivos (1984, pp. 64-65). Al igual que Veblen, pero a Diferencia de Marx, North ve la ideología como una entidad que tiene elementos que unifican a las clases. El problema con North es que define la ideología separadamente del resto de las instituciones, cuando son parte de ella. La coincidencia con Veblen es importante, porque este ultimo ve en las instituciones pecuniarias, una amalgama muy fuerte de la sociedad capitalista moderna.
recompensa (Ibíd.).25
Si la tendencia dominante es que los grupos que controlan el Estados
produzcan derechos de propiedad ineficientes que inevitablemente limitan el
crecimiento económico, ¿cómo se explica el autor la prosperidad y dinamismo del
Mundo Occidental, que obviamente atribuye a instituciones “eficientes“? Hay dos
explicaciones entrelazadas, una teórica y una histórica. Nos concentraremos en
el modelo teórico, para abordar en el siguiente apartado el nacimiento del Mundo
Occidental.
La clave de la respuesta teórica está formulada en un modelo estático que
relaciona a los gobernantes con sus rivales del gobernante y la capacidad de
acción de los gobernados (aunque este aspecto está insuficientemente
formulado. Dice North: siempre habrá otros Estados o gobernantes potenciales
dentro de la misma sociedad, que limitan el grado de libertad del gobernante
para actuar como una especie de monopolista y maximizar el ingreso marginal
que obtendrá de los gobernados (1981/84, p. 42). Añade: los gobernados
pueden pasarse, a un cierto costo, a un gobernante rival (esto es, a una unidad
político-económica existente), o apoyar a un competidor del gobernante dentro
del estado (op. cit. p. 43). Cada alternativa tendrá sus requerimientos, pero es
digno de subrayar la observación de North de que el gobernante proveerá los
mejores servicios a los gobernados que tengan alternativas más cercanas (o sea,
no todos los gobernados tendrá el mismo costo de oportunidad frente al
gobernante).
Aquí es relevante, para dar un cuadro completo de la exposición del
cambio institucional ofrecido por North, pero también para preparar el terreno a
la discusión de la trampa del atraso, las fallas en la acción colectiva, o pasajero
gratis inspirada en el estudio de Olson, que constituye un extensión del análisis
de la relación entre gobernantes y gobernados. En la prosecución de su propio
25. Lo que North llama “empresario intelectual de la ideología” es prácticamente la misma figura del intelectual orgánico que Gramsci expone sus Cuadernos de la Cárcel, bajo el rubro de los “Intelectuales (1971).
interés los individuos, esperan que otros actúen (en el sentido de solucionar
problemas), de modo que nadie actúa (la racionalidad individual no es lo mismo
y puede entrar en conflicto con que la racionalidad colectiva).26 Sin embargo,
North reconoce que muchos individuos actúan de modo altruista. ¿Cómo
armonizar ambos extremos? Como vimos, la explicación de que los individuos
restrinjan su conducta, aunque no exista el amenaza inmediata de una sanción,
radica en la ideología (op. cit. p. 63). Esta explicación es insuficiente y
contradictoria porque si la ideología es la justificación del orden existente,
limitará el cambio, porque queda inculcado en el individuo la aceptación del
orden existente. A diferencia de Gramsci, North no ofrece un intento de solución
a este problema, que reaparece en la discusión de la trampa del atraso y en
general del cambio histórico.
Los hechos históricos: el origen de las instituciones eficientes en Occidente
De lo analizado anteriormente se desprende que la dinámica social en North está
determinada fundamentalmente por la interacción de tres estructuras: a) las
instituciones, cuya máxima jerarquía corresponde a la matriz institucional (que
determina el régimen de apropiación a través de un determinado cuerpo de
derechos de propiedad), b) la tecnología (reducible en última instancia a un
stock de conocimiento útil) y, al lado de ellas, c) las organizaciones, cuyo
eslabón final es la empresa.
En una sociedad moderna, la relación causal que propone el autor (ver
1990/1993, principalmente capitulo IX) parte de la organización empresarial que
responde a los incentivos económicos (un cambio en los precios relativos, que
expresa un cambio en la función de producción o en el estado de la técnica),
actuando dentro de las posibilidades que define una matriz institucional, pero
26. Existen una razón fundamental que explica la persistencia los derechos de propiedad ineficientes, dice North (1973/1975, pp. 4-5): es la falta de medios para contrarrestar el pasajero gratis en el sentido de poseer medios o técnicas para excluir a los que no pagan el derecho al bien o servicio. También, el costo de crear o hacer obligatorios (enforcing) los derechos de propiedad puede exceder los beneficios para los grupos o individuos.
induciendo a su vez cambios incrementales en esta ultima.
Esa relación de causalidad, supone la existencia de instituciones
eficientes, pero a diferencia de la mayoría de los autores contemporáneos North
se interesa en ese problema pero no asume. Es diferente el tratamiento de
Madisson.
Existe un reconocimiento relativamente amplio entre los historiadores que
el cambio de trayectoria que condujo al desarrollo del mundo Occidental inició
con el Renacimiento (Madisson (1997. p. 70). El autor agrega: en el periodo
proto-capitalista que va de 1500 a inicios del siglo XIX se crearon las bases
socioinstitucionales que le permitieron a Europa Occidental lograr la delantera
respecto al resto del mundo. El cambio en el comportamiento social se basó en
el reconocimiento de la capacidad humana para transformar las fuerzas de la
naturaleza a través de la investigación racional y la experimentación (op. cit).
“Gracias al Renacimiento y la ilustración, las elites del mundo occidental
gradualmente abandonaron la superstición, la magia y la sumisión a la autoridad
religiosa. La tradición científica del mundo occidental que subyace en el enfoque
moderno del cambio técnico y la innovación había claramente aflorado para el
siglo XVII y empezó a impregnar el sistema educativo. Se abandonaron los
horizontes circunscritos y se desencadenó la búsqueda del cambio y el
mejoramiento” (Ibíd.). Tenemos aquí nuevamente las consecuencias pero no las
causas.
El libro de North y Thomas de 1973 centrado en la investigación histórica
del periodo 900-1700, nos brindara elementos claves para explicar cual fue el
proceso que creó la matriz institucional que dio lugar al capitalismo dinámico que
hoy conocemos como característico del grupo reducido de países de “Occidente”
(Japón más tardíamente).
En importante tomar como punto de partida a Joel Mokyr (1993, cap. 4)
quien describe detalladamente como a partir de 1500 la brecha entre Europa y el
resto del mundo se fue ensanchando en virtud de la creciente creatividad
tecnológica, que en los siglos anteriores había sido un patrimonio de China, pero
se desplazó posteriormente a Europa. Mokyr deja claro que Europa se orientó
paulatinamente a partir del siglo XVI hacia un crecimiento de tipo schumperiano,
es decir, dependiente de la innovación (aunque la revolución industrial inglesa
marca una línea divisaria en cuanto al uso del conocimiento útil). En China en
cambio se agoto (nose sabe bien por qué) la incapacidad para innovar lo que
condujo finalmente al estancamiento y finalmente a la sojuzgación nacional.
Aunque ese país fue perdiendo gradualmente su capacidad de creación
tecnológica, continuo creciendo hasta el siglo XIX pero por mecanismos de tipo
extensivo y smithiano (desarrollo del comercio). En el siglo XIX, China estaba en
condiciones de manifiesto atraso en comparación con Europa, lo que selló su
destino en la guerra del Opio, cuando la superioridad tecnológica de los
británicos les impuso “…condiciones ignominiosas a un imperio tan extenso y
orgulloso” (op. cit., p. 275).
La discusión de la trayectoria histórica que creó una matriz institucional
dinámica en el mundo occidental es un problema muy complejo que rebasa con
mucho los límites de este trabajo. No se puede ir mas lejos de la formulación de
una síntesis de las tesis formuladas por North y Thomas, complementada con
referencias al trabajo de los historiadores de la tecnología. Una respuesta
tentativa debe considerar un conjunto de elementos históricos, ambos
relacionados con los antecedentes o precondición inmediata a la emergencia del
capitalismo industrial en Europa.27 A partir del análisis de esos hechos históricos
propondremos un primer esbozo de modelo estilizado. Ciertamente la explicación
causal no puede ser que el dinamismo esta en la propia naturaleza capitalista,
porque ello equivale simplemente a cambiar de forma la pregunta: ¿cómo se
27. North y Thomas alaban a los historiadores marxistas por no desdeñar las generalizaciones, pero dicen, se encuentran en apuros al estudiar los siglos XVI y XVII. Para los marxistas el feudalismo fue sustituido por el capitalismo, pero en Europa Occidental el feudalismos se extinguió hacia 1500 y el capitalismo no nacía; han acunado el termino de capitalismo comercial como periodo preparatorio al capitalismo industrial. North y Thomas cuestionan esa idea de continuidad aceptada por los marxistas y destacan la recurrencia de la trampa maltusiana, que se rompió hasta el siglo XVI, pero solo algunas zonas y naciones de Europa fueron capaces de adaptarse e incluso de continuar su desarrollo. (p. 164).
instauró la matriz institucional del capitalismo industrial?
North y Thomas28 presentan la tesis de lo que podemos llamar un choque
exógeno: un descenso demográfico absoluto provocado por una combinación de
hambre generalizada con epidemias que se presentaron de manera intermitente
a lo largo del siglo XIV e inicios del XV. El acontecimiento más espectacular,
continúan, fue una combinación entre la peste negra, la peste bubónica y la
neumónica entre 1348-1351, proveniente de Crimea. La decadencia demográfica
europea parece haberse extendido casi un siglo de 1350 a 1470.29 La
repercusión más importante fue el aumento del precio de la mano de obra en
relación con el precio de la tierra.30
Las instituciones y los derechos de propiedad se vieron afectados,
exponen ambos autores, a partir de: a) descenso en los ingresos feudales
ocasionados por el aumento de los salarios reales, b) un aumento considerable
del gasto gubernamental y c) el alza de los costos de transacción (costos por
utilizar el mercado). La economía señorial conoció su crisis definitiva: las
prestaciones laborales se vieron irremediablemente sustituidas por pagos
monetarios, de modo que la tierra pasó a ser cultivada por propietarios y/o
trabajadores que percibían salarios monetarios y que eran libres para buscar el
empleo más conveniente para ellos. Más adelante nos detendremos en las
consecuencias sociales de este cambio que tiene la virtud de haber generado una
28. Se citan a continuación principalmente los capítulos 2, 7-10 29.North y Thomas insisten en que hay que explicar por que se extendió tanto el descenso demográfico. Un descenso demográfico que se prolonga por mas de un siglo, dicen, va mas allá de un ajuste mathusiano. La expansión precedente que había tenido lugar entre los siglos X y XIII había originado una población proclive al hambre y a la peste. Esta última llegó a ser endémica durante un largo periodo provocando una continua sucesión de brotes epidémicos. Continúan: esas repetidas epidemias impidieron que se recuperase la población cuando ya habían desaparecido desde tiempo atrás las consecuencias de la superoblación relativa. Parece pues, añade, que la población de la Edad Media no logró vencer a la peste y comenzar una nueva expansión hasta que no fue capaz de alcanzar una cierta inmunidad. 30. La restricción primigenia a la sobrevivencia colectiva en sociedades como las de Europa en la edad media, está representada por la trampa malthusiana: las mejoras transitorias en la agricultura elevan temporalmente la tasa demográfica, que al presionar sobre un stock dado de recursos territoriales, lleva a rendimientos decrecientes, que abaten de nuevo la población. En ese contexto el poder es un factor critico, porque la clase dominante impone exacción sobre los productores, lo que bloque la innovación en los métodos de cultivo
apertura social a la creatividad (lo que llamamos movilización social), cuyas
consecuencias se extienden hasta y contribuyen a explicar hasta la revolución
industrial inglesa.
El segundo de los principales cambios institucionales de los siglos XIV y
XV, señalan North y Thomas, directamente relacionado con la desaparición de las
obligaciones feudales, fue el desarrollo de las naciones-estado (Inglaterra,
Francia, España y los Países Bajos), que rivalizaron con las ciudades-estado para
finalmente eclipsarlas. La superación de las baronías feudales, pequeños
reinados y principados locales fue dictado por la necesidad de mantener la
cohesión territorial, que a su vez exigió la centralización estatal y la formación de
ejércitos profesionales, señalan ambos autores.
La extensión y centralización territorial condujo al problema del
financiamiento del gasto gubernamental31, lo que marca la diferencia más
importante en la constitución de la matriz institucional de las emergentes
naciones europeas, simplemente por el hecho de una forma de exacción brutal y
abusiva sobre el pueblo podía neutralizar la apertura social producto del declive
de la economía feudal. De acuerdo al análisis de North y Thomas cabe distinguir
tres variantes nacionales: de un lado: Inglaterra y Holanda, de otra Francia y
finalmente España. Las dos primeras naciones se caracterizan por una forma de
exacción estatal con las siguientes características: a) es más uniformemente
distribuida entre las clases inferiores y superiores, recayendo principalmente
sobre los grupos que contaban como cierto poder político: los terratenientes y
los comerciantes, lo que refleja, más nítidamente en el caso inglés. la búsqueda
de cierto consentimiento nacional para gobernar; b) el pago de impuestos tiende
a adquirir la forma de una contraprestación por actividades productivas y
comerciales estableciendo así un vinculo con la innovación y el aliento a la
producción de riqueza.
31. “Enfrentados a continuas crisis financieras, los nuevos estados nacionales, en constante competencia, descubrieron que su supervivencia exigía ingresos cada vez mas elevados ” (op. cit. p. 155).”
La limitación del poder de la monarquía inglesa, cabe subrayarlo, fue
impuesta por imperativos materiales que condujeron a la revolución de Cronwell.
Este hecho remite a uno de los postulados centrales de la teoría de North: si no
hay limitaciones al poder de los grupos que controlan el estado, estos actuaran
virtualmente como monopolistas, maximizando sus ingresos a costa de la
sociedad, en particular de los grupos más vulnerables de la misma (1984, pp. 43-
45). Pero si se debilita real o potencialmente ese poder monopólico, por la
presencia de una amenaza exterior para el gobernante o el desafió de un rival
interno…”el gobernante [y su grupo] se enfrentan a la decisión de extinguir o
modificar la estructura fundamental de la propiedad para que la sociedad pueda
reducir los costos de transacción y elevar la tasa de crecimiento como requisito
para mantener su control del poder”. (p. 45).32 La modalidad especifica de
respuesta social a la amenaza exterior o al surgimiento de rivales internos que
aspiran al poder se enmarca en la trayectoria histórica de cada sociedad, que
tiene en sus fundamentos la relación entre el territorio, la población y sus
recursos, lo que a su vez moldea la visión de la realidad (1984. pp. 27 y 67). 33
En cambio Francia representa el extremo porque la exacción abatió el
nivel de vida de los campesinos, favoreciendo a la nobleza y al clero con el
consecuente empobrecimiento de la agricultura y la limitación del mercado
interno. La modalidad de la tributación no es arbitraria en ningún caso y menos
en Francia, como explican N-T: la inseguridad y el caos en el siglo XV
determinaron que los estados generales cedieran a Carlos VII el control de los
32. En relación a la amenaza exterior: “la transformación de la ciudad estado griega desde una monarquía a una oligarquía y posteriormente a una democracia (en el caso de Atenas), ocurrió como consecuencia de un cambio en la tecnología militar (el desarrollo de la falange) que solo podía lograse con un ejercito de ciudadanos: el precio que pago el gobernante fue la disolución de sus poderes. Igualmente en la Europa moderna las modificaciones de la tecnología militar (la pica, el arco y la pólvora), llevaron en alguna instancia, a la delegación de poderes del Parlamento, a los Estados Generales, como respuesta a la necesidad de mayores ingresos para garantizar la supervivencia (1984, pp. 45-46). 33. “Los orígenes del nacimiento de ideologías diferentes son la localización geográfica y la especialización ocupacional. En un principio fue la localización geográfica la que enfrento a tribus que diferían en las experiencias reflejadas por lenguas, costumbres, tabas, mitos, religiones y que, con el tiempo, dieron lugar a las ideologías,” (1984, p. 67).
impuestos a cambio de la promesa de intensificar la protección frente a las
bandas de mercenarios y de invasores ingleses” (p. 159). Pero también el caso
francés y español ejemplifica el nacimiento de una institución ineficiente, pero
funcional al problema configurado: la forma más efectiva de lograr maximizar los
impuestos, imperativo en condiciones hostiles, era protegiendo los derechos de
propiedad de gremios y monopolios porque eran una fuente de recaudación más
lucrativa y barata (Ibíd.).
En España se replica más radicalmente la modalidad observada en
Francia, explican N-T: los cuerpos representativos (digamos los súbditos)
renunciaron a participar en un control eficazmente de los impuestos a cambio de
orden y estabilidad, lo que implicó que la Corona obtuvo un poder monopólico en
el manejo de la política fiscal, que se guía por el objetivo de explotar las vías
fáciles y expeditas de recaudación. La mesta, por mucho tiempo la fuente
primordial de ingresos, obstaculizó el desarrollo a largo plazo de la agricultura en
tanto implicaba una forma de confiscación sobre los rendimientos de los
propietarios. N-T concluyen la discusión del caso español así: “Conforme
aumentaban las dificultades financieras de la Corona, la apropiación, la
confiscación o la alteración unilateral de los contratos se convirtió en un
fenómeno habitual que acabo dejando sentir sus efectos sobre todos los grupos
dedicados al comercio, la industria o la agricultura (p. 206).
En cuanto a las consecuencias sociales el estudio histórico de N-T pone de
manifiesto que el agudo y prolongado descenso de la población rompió el
régimen de dominación feudal y abrió la posibilidad de rehacer la organización
productiva, dependiente de la instauración de una nueva matriz institucional. Un
primer paso fue la apertura de la creatividad social a medida que el cultivador se
convirtió el propietario libre. Como lo documenta Mokyr (1990) a partir de 1500
tuvo lugar unflujo continuo de microinvenciones en la agricultura que continuo
por dos siglos y fue la base de la revolución industrial; la mayoría de esos
avances provinieron de Holanda e Inglaterra y se propagaron a los demás países
a diferente ritmo. En si libro de 2006, Mokyr hace referencia a un ritmo continuo
de innovaciones incrementales en diversidad de campos que posteriormente
fueron sistematizados por los enciclopedistas.
La exacción puede anular la apertura a la creatividad social, pero también
por si solo el esfuerzo de los pequeños productores es insuficiente para asegurar
la ruptura definitiva de la trampa malthusiana. Por lo anterior es critico el
derrame de capital acumulado en el auge del comercio internacional que
acompaño la formación de los estados nacionales. Empero, la instauración de
una matriz institucional que favorezca el dinamismo no fue ni es un hecho
inevitable, de modo que al lado del capitalismo dinámico de Inglaterra y Holanda
se situaron los “segundones”, Francia y Holanda y quedó rezagada Alemania. La
modalidad de pre-capitalismo bastardo, que prevaleció en los segundones quedó
afianzado porque sus instituciones inferiores fueron funcionales a los grupos
dominantes. A la larga un nuevo choque rompería ese equilibrio ineficiente, al
menos para Francia y Alemania y mucho más tardíamente para España. El atraso
económico del siglo XX puede equiparse a ese pre-capitalismo bastardo.
Un esbozo de modelo estilizado
Los hechos históricos que se han tomado de North y Thomas brindan un
trasfondo para formular un breve modelo estilizado, de momento puramente
tentativo. Se siguen la línea del tratamiento efectuado por North y Thomas (0p.
Cit.) y de North 1991/1993, pero se introducen varias diferencias de
interpretación y se anticipan algunos planteamientos.
A) El punto de partida del cambio histórico es la búsqueda de soluciones sociales
a las restricciones que pesan sobre la sobrevivencia colectiva; en dicho marco la
innovación -la creación de nuevas soluciones productivas- es la que proporciona
el máximo efecto sobre la capacidad de crecimiento económico.
B) Las soluciones productivas se dan en el marco de un determinado régimen de
producción (capacidad de extraer excedente), derechos de propiedad y
estructura de poder.
C) Se requiere la instauración del poder para mantener la cohesión social, pero el
desarrollo del capitalista en el sentido de los puntos previos y en el sentido de
desarrollo económico se basa en la movilización social. Existen varios factores
detonantes de la movilización social: el agotamiento del potencial productivo es
uno de ellos como se desprende del estudio de North y Thomas.
D) Los grupos que controlan el poder se guían por el principio de maximizar en
lo inmediato sus propias rentas o excedente, por tanto tienden de manera
natural a instaurar instituciones “ineficientes”. Una amenaza externa o una
presión interna puede debilitar su monopolio del poder, generando beneficios
potenciales para la sociedad en su conjunto. Sin embargo, la movilización social
es el vehículo necesario para transformar la estructura de poder. Las fallas de
coordinación (principalmente el free raiding) pueden impedir o desviar la
movilización social.
E) la movilización social ulterior, necesaria para elevar el excedente económico,
depende de una determina visión de la realidad y dirección política que forma
parte del bloque histórico (de la preconstitución de uno o la instauración de otro
nuevo). Los elementos constitutivos del bloque de fuerzas tienden una
determinada durabilidad temporal, o sea se agotan conforme su capacidad de
generar “producto neto“ decae.
F) progresivamente la actividad de los agentes se enmarcan en organizaciones,
lo que determina un avance en la complejidad de la estructura social.
G) la reproducción social, específicamente el crecimiento económico depende de
la interacción entre matriz institucional y la organización productiva; esa relación
puede ser más o menos proclive a la innovación.
La discusión realista sobre el proceso cognoscitivo.
La metodología realista implica dos preguntas centrales para la comprensión
última del cambio socioeconómico: a) ¿existe un mundo o realidad independiente
de nuestras observaciones? b) ¿podemos tener una representación objetiva del
mundo? Igualmente hay un postulado realista central: no son lo mismo las
entidades del mundo real que las representaciones mentales del mundo.
Searle resume en 6 postulados la metodologia realista (pp. 150-152.
a) El mundo (o alternativamente la realidad o el universo) existe
independientemente de nuestras observaciones (realismo externo);
b) los seres humanos disponen de una variedad de formas de acceso o
representación del mundo, que podemos llamar instituciones o están
institucionalmente estructuradas (percepción, pensamiento, lenguaje, creencias,
mapas mentales, etc.). Esas representaciones tienen “intencionalidad” intrínseca
(como en las creencias) y derivada (como en los declaraciones).,
c) algunas de esas representaciones como las creencias y las declaraciones,
tienen como objetivo describir como es la realidad. En la medida que fallen o
tengan éxito, se les puede declarar falsas o verdaderas,
d) algunos sistemas de representación, como el vocabulario y los esquemas
conceptuales, son creaciones humanas de un tipo especifico, y en esa medida
arbitrarias. La misma realidad puede representarse por medio de diversos
sistemas (relatividad conceptual).
e) los esfuerzos humanos por lograr representaciones verdaderas se ven
afectadas por multitud de factores. Una completa objetividad epistemológica es
en ocasiones imposible, porque toda indagación parte de un punto de vista y
tiene un contexto histórico o cultural.
Uno de los principal cuestionamiento del realismo (como declaración de
que existe una realidad totalmente independiente de nuestras observaciones)
proviene de neurocientíficos, algunos de ellos citados más adelante. Maturana,
discípulo de Varela, rechaza la idea de una realidad objetiva a favor de la idea de
que sistema nervioso autopoésico construye su propia realidad. Searle responde
en los siguientes terminos: nuestra comprension de la realidad se construye en el
cerebro humano, pero ello no quiere decir que la realidad es producto deñ
cerebro humano (p. 159).
Otro primer punto a debatir es si las representaciones mentales son
“reales” o no.34 Siguiendo a Saviotti (2007) diremos que aunque sería un error
asumir que los conceptos y relaciones propuestos por la ciencia corresponde en
principio a los que existe en la naturaleza, el método de la ciencia supone un
proceso de selección o prueba de esas ideas para determinar cuales funcionan,
como principios (ciencia en sentido puro) y aplicaciones (tecnología). Esto nos
lleva al empirismo lógico de Popper.
La moderna ciencia empírica establece que la validación o
correspondencia con la realidad se establece exclusivamente mediante
generalizaciones empíricas. El proceso de abstracción y la formulación de
conceptos teóricos persisten, pese a que muchos de ellos no pueden verificarse
empíricamente (el inconciente, por ejemplo). La importancia de la generalización
empírica es que posibilita la refutación por medio de la experimentación y
observación. En tanto esas estructuras conceptuales derivan de una teoría
abstracta y deductiva35, serán refutada junto con las generalizaciones empíricas
asociadas a ella. Por ejemplo, como explica, Puu (2006. p. 78), el día que las
leyes de Kepler, no coincidan con las observaciones de la astronomía, no solo
ella, sino también la teoría de la gravitación de Newton será descartada.
Aunque el empirismo lógico es primeramente una teoría de la ciencia,
tiene implicaciones en la definición del proceso científico. La aceptación de las
teorías es provisional, nunca podrán probarse como verdaderas, solo falsas.
¿Que reemplazara a una teoría? Es imposible decirlo, pero la refutación abre un
nuevo periodo de imaginación científica, como coincide Kuhn.
Dejando establecido que el empirismo lógico es un intento de responder al
34. Esta controversia esta enmarcada en otra mas amplia: idealistas (la sustancia material no existe) vs. materialistas (hay un mundo exterior independiente de nuestra percepción y que no se puede modificar arbitrariamente). 35. Pronunciándose contra al método inductivo como base de la ciencia, Popper señala: “Una vez presentada a titulo provisional una nueva idea, aun no justificada en absoluto –sea una anticipación, una hipótesis, un sistema teórico o lo que se quiera- se extraen conclusiones de ella por medio de una deducción lógica; estas conclusiones se comparan entre si y con otros enunciados pertinentes” (1962, p. 32). Después el autor se refiere a los cuatros procedimientos para llevar a cabo la contrastación (comparación lógica, la forma lógica de la teoría, la comparación con otras teorías y finalmente la contratación por medio de la aplicación empírica de
postulado de que el mundo objetivo y la representación mental del mismo, son
dos cuestiones diferentes, habría que tomar en consideración la critica de
Lakatos y responder a la pregunta si el avance del conocimiento científico es
primordialmente continuo o discontinuo, lo que nos lleva nuevamente al
concepto de paradigma de Kuhn y a Lakatos.
En respuesta al principio de refutación de Popper, Lakatos propone el
concepto de “núcleo duro” e hipótesis auxiliares. De acuerdo al citado autor el
progreso de la ciencia implica un programa de investigación que compuesto por
un núcleo de axiomas y principios y un conjunto variable de hipótesis auxiliares.
El punto de discrepancia con Popper es que el núcleo duro es inviolable (no
sujeto a refutación) para el grupo que trabaja dentro del programa de
investigación.
En referencia a lo anterior, Lakatos cita la astronomía planetaria pos-
Newton como uno de los más importantes programas de investigación científica.
En dicho programa los axiomas de movimiento y atracción gravitacional se
resguardan de cualquier modificación o reemplazo (ver Loose, 1977). Las
divergencias que surgen de los cálculos y la observación son tomadas en cuenta
haciendo cambios en el cinturón protector de las hipótesis auxiliares; así, cuando
se observó que el movimiento de la luna no se adecuaba a los cálculos
efectuados a partir de los axiomas, el acuerdo se restableció agregando una
nueva hipótesis auxiliar; esta atribuye a la tierra una distribución asimétrica de
su masa, de manera que al tener un eje de rotación inclinado a 23 y medio
grados al plano de su orbita, esa asimetría de masa afecta la atracción
gravitacional de su luna (Ibíd.).
Para esta argumentación es de sumo interés considerar brevemente
algunos aspectos de la teoría de progreso discontinuo de la ciencia propuesto
por Kuhn (op. cit). Sus postulados de ciencia normal, la sucesión creciente de
anomalías y el paso a las revoluciones científicas son ampliamente conocidos,
sus conclusiones (Ibíd.).
por lo que es innecesario resumirlo aquí. Nos concentraremos en cambio en una
parte del capitulo VIII, donde discute la transición de un paradigma en crisis a
uno nuevo. Ese pasaje implica una reconstrucción completa de los fundamentos
de una disciplina. Cuando la transición se completa, los profesionales tendrán
una muy diferente formula de solución de problemas, que implica una cambio de
significado al grado de que lo que antes era percibido como el dibujo de un
pájaro, ahora es el de una gacela. Más exactamente, dice, Kuhn, los científicos
no ven algo de modo diferente, más bien ven ahora algo que no veían antes.36
Lo mismo es aplicable a la ideología.
Si asumimos que los paradigmas tienen una fuerte connotación
institucional como conjunto de reglas para solución de problemas científicos,
primero queda de manifiesto la inevitabilidad del cambio revolucionario, pero
adicionalmente que la realidad se percibe de una manera diferente o que se hace
visible algo que era invisible, se supera una ceguera.
Las tres vertientes socio-constructivistas: breve revisión
Veremos a continuación a muy grandes rasgos las tres formulaciones socio-
constructivistas sobre la formación de la conciencia o formas mentales, que
constituye el fundamento de una teoría del conocimiento. Weick (1995) es
probablemente el exponente más activo y conocido de la formulación
organizativa del constructivismo. El autor convalida la idea de que no hay
separación cognoscitiva entre sujeto y objeto, ya que aquel construye, ordena,
aísla y desintegra numerosos rasgos “objetivos” e inserta modelos de orden para
crear su propia construcción de la realidad (Weick, 1995). De aquí se siguen
varios puntos fundamentales. Uno de ellos es que la percepción y la comprensión
de la realidad exige modelos mentales, categorías, esquemas o marcos
interpretativos (Weick, 1995). Sin esos “instrumentos” cognoscitivos la realidad
36 . “Casi siempre los hombres que logran la invención fundamental de un nuevo paradigma son
o muy jóvenes, o recién incorporados al paradigma que contribuyen decisivamente a cambiar…”
parece en la mente como una totalidad sin significado, a lo mas incierta y
desconcertante, incluso es imposible, como afirman Schon,37 formular un
problema. En la práctica del mundo real, afirma Schon, los problemas no se
presentan elaborados, más bien deben ser construidos a partir de determinadas
situación pre-problemáticas; se le debe dar sentido a una situación que
inicialmente no la tiene. Continua: cuando especificamos el problema,
seleccionamos aquello que consideramos “partes” de la situación, fijamos limites
e introducimos una coherencia que nos indica en que dirección se debe actuar o
efectuar un cambio.38 Como veremos más delante esto conduce a la recreación
de la realidad como rasgo inherente al cambio institucional.
Pero ¿como se construyen los modelos mentales o marcos interpretativos?
Responde Weick y los teóricos de la organización: las organizaciones, cuya
actividad encaminada a lograr ciertos fines, primordialmente los de maximización
de activos o flujos, crea categorías mentales comunes para que sus miembros
actúen coherente y eficientemente. En tal sentido para Weick, las organizaciones
tienen la función fundamental de brindan significado (sensemaking). La
respuesta organizacional apunta a la construcción colectiva de las categorías de
percepción, ¿pero cual es el papel del individuo vis a vis lo social dentro de este
enfoque? En dichas categorías se sintetiza lo individual y lo social, en el sentido
de que el sensemaking se construye no aisladamente, sino en la interacción de
unos individuos con otros,39 pero manteniendo un determinado margen para
construir su identidad (ver Nooteboom, 2000, p. 37). En imposible definir a priori
37 . Citado por Weick, 1995, p. 9. 38 . Dice Weick; una propiedad decisiva del sensemaking es que las situaciones humanas se
clarifican progresivamente, pero en un proceso en reversa. Es menos frecuente que un hecho o
resultado se ajuste a una definición previa del hecho; mas común es que el hecho desarrolle la
definición previa (1995. p. 11). 39 . Es lo Emile Durkhein llama el origen social del pensamiento individual. Las clasificaciones, las
operaciones lógicas y las metáforas guías se las brinda la sociedad al individuo. Citado por
Douglas (1986, p. 10).
cual será específicamente ese margen de autonomía individual, precisamente
porque cada sociedad tolerara o alentara un margen de variedad de ideas,
iniciativas, etc. Este es un punto relevante, como revemos después, en el pasaje
del conocimiento de primer orden al conocimiento de segundo orden.
La versión organizacional aunque aporta elementos centrales, deja una
pregunta pendiente: ¿el marco de la formulación de las categorías de percepción
es puramente organizacional? Ello nos exige pasar a la explicación sico-
sociológica, representada principalmente por Piaget y Vygotsky, y sobre todo por
el énfasis de este último en la cultura y el lenguaje, que constituyen
estructuraciones sociales más amplias que las categorías de la organización.
Ambos autores, con ciertas diferencias, apuntan la hipótesis de que a
través de la interacción con el entorno físico y social, el sujeto construye
entidades mentales que forman la base de la acción virtual internalizada y del
discurso. Vygotsky, a diferencia de Piaget (ver sobre todo 1995, segunda parte,
cap. 5), hace énfasis no solo en el papel de del mundo objetivo en la formación
de las estructuras cognoscitivas, sino también en el papel del orden social.
De acuerdo a Vygotsky el discurso “abierto” se internaliza para dar lugar
al discurso virtual y a las estructuras cognoscitivas que sirven de base a la acción
internalizada o virtual. Lo anterior posibilita al sujeto explotar mentalmente las
acciones potenciales, mediante la construcción de modelos mentales. Mientras el
conocimiento no requiere necesariamente del lenguaje, añade Vygotsky, se ve
enormemente impulsado por su desarrollo interno (1993/1982, pp. 29 y ss.). Al
definir el conocimiento como interiorizado en el cuerpo humano y al ligar mente
y cuerpo se inscribe en el marco de la filosofía de Merleau-Ponty, pero en el
terreno de la sicología experimental.
Es preciso resaltar el valor de la contribución de Vygotsky por su énfasis
en la interacción ser humano-medio, que requiere instrumentos pero también
símbolos. El sistema simbólico (lenguaje, escritura, números) fundamento de lo
que llama las mas altas funciones sicológicas, ha sido creado por la sociedad en
el curso de la historia humana y determina los patrones de conducta individual,
dentro de un determinado marco de organización social (Vygotsky,
1960/1978).40
La formulación neurobiológica convalida los principios anteriores, pero
sobre la base de la indagación de como funciona el cerebro humano. La
formulación neurobiológica se constituyó en respuesta al modelo computacional
de funcionamiento de la mente y la conciencia a partir del trabajo pionero de
Shannon. Este modelo, como explica Nooteboom, al igual que las teorías del
desarrollo de los procesos sicológicos, invoca el principio de la representación
simbólica en la mente, pero lo que le es característico del modelo computacional
es la insistencia en que existe un sistema de representación simbólica
predefinido, o sea, que hay una representación especifica para cada entidad del
mundo (código universal y exhaustivo).
Aunque el modelo computacional sigue siendo el mainstream en las
ciencias cognoscitivas las criticas se han multiplicado y sus principales defensores
han cedido, pero el núcleo de su propuesta prevalece como sustrato, quizás por
ser una reelaboración de los principios cartesianos. Ese sustrato referencial
radica en la idea de que la mente es un artefacto input-output de procesamiento
de información, por ende, esta alimentado desde el exterior (Verela et al. p.
141). Los inputs proporcionan la materia prima (información del mundo exterior
como representaciones predefinidas) para que el sistema genere o compute un
comportamiento (el output); el problema es sin embargo, que a diferencia de las
40 . Vygotsky declaró repetidamente y se esforzó en demostrar que su estudio de la formación de
las mente y el comportamiento humano era una aplicación del materialismo histórico de Marx,
específicamente en el sentido de todos los fenómenos deben ser estudiados como procesos en
movimiento y cambio. Al mismo tiempo Vygotsky repudió el método de fundamentar un
argumento mediante el entrelazamiento de citas de las obras de Marx y Engels. En sus palabras:
“para crear un método científico es necesario descubrir la esencia de una categoría determinada
de fenómenos, las leyes de acuerdo a las cuales cambian, sus características cuantitativas y
cualitativas, sus causas. Es necesario formular las categorías y conceptos que son relevantes
para ellos, en otras palabras, crea nuevo y propio El Capital (Vygotsky, 1960/1978).
maquinas donde hay una clara delimitacion entre insumo y producto, el cerebro
humano, como explica Varerla et al., usa procesos que lo hacen cambiar, de
suerte que no podemos separar el proceso del producto. En particular, el cerebro
genera memoria, lo que cambia la forma en que subsecuentemente pensamos.
La principal actividad del cerebro es por lo tanto hacer cambios de si mismo.
Estamos en presencia de un vuelco de paradigma sostienen Varela et al.
Las ciencias cognoscitivas (principalmente bajo sus enfoques emergente y
sociedad de la mente) están abandonando la idea, dicen, de un mundo
independiente y extrínseco para pasar a la noción de un mundo que es
inseparable de la estructura mental con la cual se interrelaciona, lo que
llamaremos cierre operacional (p. 139). Más contundentemente: el cierre
operacional indica un proceso vuelve sobre si mismo para formar redes
autónomas; tales redes no responde a mecanismos de control externo, sino a los
mecanismos de autoorganización (Ibíd.). La clave de los mecanismos
autoorganizados es que en lugar de representar un mundo, lo crean en el
sentido de que es inseparable de la estructura cognoscitiva (op. cit., p. 140).
La propuesta toma forma, pero habría que reafirmar la afinidad entre
las hipótesis sico-sociológicas y neurobiológicas, en torno a lo que Vygotsky
llamó el sistema simbólico o cultura. Una de las líneas pioneras dentro de las
disciplinas neurobiológicas asume una perspectiva evolutiva del estudio de la
formación de la conciencia humana (ver Merlin Donald, 2002). Como sostiene
Donald evolutivamente la mente humana se ha convertido en hibrida. Es
parcialmente analógica (sistema cognoscitivo autónomo) y en parte simbólica -
embebida en un sistema cultural- (op. cit, p. 156). Se trata de un rasgo evolutivo
porque el sistema simbólico dependiente de la memoria fue decisivo para
supervivencia de los homínidos (Donald, 2002, p. 157).
El gran cambio en el cerebro humano, explica Donald (p. 164 y ss.) fue
un aumento de tamaño, pero concentrado en la corteza terciaria. La
consecuencia última de la expansión cortical terciaria es la enorme habilidad
humana para construir modelos mentales a un nivel abstracto (Ibíd.).
Esta breve discusión en torno a las tres principales vertientes del socio-
constructivismo, permite subrayar algunas observaciones: la interacción social
implica una determinada comprensión del mundo que opera a través de modelos
mentales, cuyo conjunto forman una compleja estructura simbólica o cultural.
Ese proceso tiene raíces tanto sociales como neurobiológicas, que dan como
resultado la unificación cognoscitiva sujeto-objeto a través de lo que Varela et al.
llaman circularidad y unicidad.
En tanto que Weick toma como unidad de análisis la organización en
cuyo interior se forman las categorías mentales o el sensemaking y el cambio
organizacional pasa a ser el centro de la dinámica social, en Piaget y Vygotsky
las categorías mentales se forman en el desarrollo del individuo enmarcado en su
relación con el medio material y social; ambos sicólogos reconocen la existencia
de entidades como la familia, o a instituciones como la escuela, pero hay
diferencias y similitudes en los dos enfoques. Para los fines generales de esta
exposición puede remarcarse la complementariedad dentro de dos agendas de
investigación diferentes. Piaget y Vygotsky sitúan al individuo en un primer
umbral de socialización que se consolidara después en las organizaciones, las
cuales contribuyen a formar categorías cognoscitivas mas complejas, pero se
apoyan en las establecidas en el primer nivel de culturización.
Una idea fundamental que se desprende de Weick y autores afines es
que el cambio social se da partir de la dinámica de las organizaciones y no de las
clases como supone el marxismo. Bien podría haber sin embargo una dinámica
social de cambio que integre organizaciones y subgrupos sociales (como los
ingenieros, de los que habla Veblen).41
La referencia al concepto de cultura en Piaget y Vygotsky exige,
finalmente, definir su relación con las instituciones. Como señala atinadamente
Nooteboom (p. 91), cultura es primordialmente el conjunto de elementos hechos
41 . Podrían ser también los “’trabajadores del conocimiento como los define entre otros Moulier-
Boutang.
por el ser humano en contraposición al mundo de la naturaleza. De este modo,
las instituciones como se han definido aquí, son una parte de la cultura, que es
mas amplia ya que esta ultima incluye la tecnología. Hasta cierto punto ambos
conceptos pueden emplearse como sinónimos, por ejemplo como Veblen al
referirse a la cultura pecuniaria, que como hemos visto es parte del sistema
institucional. En su sentido antropológico y sociológico el concepto de cultura se
ha acotado y tiene a competir con el de instituciones, por lo que puede provocar
una falsa controversia.
Habría que tener en cuenta también la conceptualizacion de Gramsci
quien bajo la influencia de Croce reforzó el papel de la superestructura en la
reproducción social, en un sentido similar a los institucionalistas influidos por
Veblen.42 Para Gramsci es por tanto central el papel de la educación, la cultura y
la ideología, que hay consideraríamos (excepto hasta cierto punto la educación)
parte del sistema institucional.
Nos hemos aproximado al estudio de los modelos o categorías mentales
sin dejar patente que su constitución organizacional supone una estructura de
poder y que ésta forma parte del sistema institucional. Por otro lado en el
tratamiento de Weick, no hay explicación genética de las organizaciones porque
se asume que existen como si fueran un atributo natural de la sociedad
capitalista actual. Los dos problemas anteriores nos remiten a la formación
histórica de las instituciones y las organizaciones. Respecto a las instituciones la
obra de North y Thomas es exhaustiva y brinda una verificación de la hipótesis
del primero de que sólo por excepción el desarrollo social conduce a instituciones
eficientes. Para trazar el origen histórico de las organizaciones orientadas
42 . Americanismo y fordismo es una obra escrita bajo la influencia de Veblen, dada la relación
que establece Gramsci entre el americanismo o se a la cultura estadounidense y el fordismo (la
forma de organizacion de la produccion). Al no haber referencia a Veblen en la citada obra,
queda la idea de que su ionfluencia en Gramsci fue indirecta, ya que durante la vida intelectual
de Gramsci, la influencia de Veblen llego a su punto mas bajo, según lo explicado por Hodgson,
1999
sistemáticamente a la innovación habría que recurrir principalmente a la obra de
los historiadores de Stanford.
Veremos a continuación una síntesis del estudio efectuado por North y
Thomas para subrayar la subrayar la importancia del cambio institucional en el
surgimiento del capitalismo industrial en un grupo circunscrito de países. Sobre
esa base pasaremos posteriormente al buscar una explicación tentativa de por
que esos países siguieron la trayectoria ya iniciada, sin experimenta en dos siglos
regresiones en su desarrollo económico. Esa indagación nos remite a la
organización que ‘crea conocimiento” o innova de manera sistemática. El
siguiente paso radica en abordar las fallas institucionales y organizativas que han
impedido el desarrollo de los capitalismos atrasados o tardíos.
La emergencia de la nueva base organizacional del capitalismo
avanzado y la endogenización de la ciencia
Existen básicamente cuadro modelos ontológicos (definición de la existencia de
las entidades sociales) y epistemológicos (principios cognoscitivos) para concebir
el crecimiento económico con capacidad de retroalimentación o crecimiento
económico moderno:
a) El sistema complejo adaptable de Holland (2004), que constituye una
representación abstracta de una población de agentes con atributos para
sobrevivir en un medio cambiante, con el cual establecen interacción (ver
también, Booker, 2005, p.2). El modelo no admite restricciones en el
comportamiento (inercia, rigidez, necesidad de desaprender, etc.), ya que la
adaptación es instantánea y presupone el aprendizaje.
b) Los desarrollos modelísticos basados en el concepto de auto-organización de
Prigogine, para denotar la capacidad, detectada en ciertos sistemas físico-
químicos, de generara estructuras más complejas, en contradicción al principio
de la “disipación” o entropía. Ver el planteamiento originario en Prigogine y
Stenger, 1985.
c) la organización (aislada o en red) que “produce conocimiento”, como
microcosmos que genera el cambio tecnológico. En este planteamiento las
relaciones sociales institucionalmente estructuradas están en general ausentes
(no se estudia o en ocasiones no se plantea la relacion entre la matriz
institucional y las organizaciones).
d) la organización como parte de la estructura económica, como producto
histórico de un desarrollo específico o trayectoria, con atributos de dependencia
del sendero. La organización capitalista que sustenta el crecimiento económico
moderno, tanto como obsoleto teórico ha sido estudiada por Chandler,
Schumpeter, Rosenberg y otros autores.
Las dos primeras abren promisorias líneas de investigaciones. Uno
sugerente aplicación de los sistemas autorganizables al estudio del desarrollo
económico es el efectuado por Erbes, Robert y Yoguel (2007); el debate que
dejan planteado los autores es si puede haber capacidad de absorción en el
marco de instituciones ineficientes en el sentido de North. En lugar de suponer
que los sistemas están gobernados por una lógica que los lleva a producir
cambios internos en respuesta los estímulos pecuniarios (op. cit), adoptaremos la
heurística del descubrimiento propuesta por Notebook (pp. 97 y ss.), en el marco
de la concepción institucional de North.43
Parece haber tres grandes transformaciones organizativas en el
capitalismo moderno. La primera, estudiada por Marx, estuvo determinada por el
pasaje de la manufactura a la gran industria. La segunda se centró en el
nacimiento de laboratorio de investigación y desarrollo de la moderna
corporación estudiada por Chandler. La tercera, que se inicia a partir del fin de la
segunda guerra mundial, implica una relación más estrecha entre las
universidades, el gobierno y las empresas. La tercera es la culminación de los
grandes avances que suelen englobarse bajo el concepto de segunda revolución
industrial o revolución científico-técnica. La estructura organizativa básica que da
43 . Otra propuesta interesante en la de Lara (2007), que aplica el modelo de Holland al aprendizaje en las empresas maquiladoras de exportación en México. El sujeto que se guía por mapas mentales tiene voluntad y capacidad de elegir entre diferentes modelos internos de manera instantánea, sin miopía y sin sujeción a
continuidad entre la segunda y la tercera transformación organizativa había
aparecido en estado embrionario en Alemania hacia los 1870s y fue asimilada y
perfeccionada por Estados Unidos pocas décadas después.
Rosenberg y Mowery estudian exhaustivamente la transformación
organizacional del capitalismo que se inicia a fines del siglo XIX, caracterizando
sus fundamentos institucionales y sus reglas de operación internas. Siguiendo la
línea analítica de la escuela de Stanford buscaremos las bases históricas de la
“organización que produce conocimiento”, que a fines del XX se convierte en un
objeto de estudio puramente teórico, sugiriéndose en ocasiones que puede
operar con éxito fuera de su contexto institucional mas amplio.
Como señala Murmann (2003, pp. 52 y ss.) la capacidad de innovación de
las empresas alemanas se fundó en una amplia disponibilidad de científicos e
ingenieros integrados en los nacientes laboratorios de I&D. La gran mayoría de
ellos fueron formados en Universidades y politécnicos, para luego ser entrenados
en las empresas (Ibíd.). A su vez, el fundamento de la relación universidad-
industria se encontraba en el sistema de educación básica mas avanzado de su
época, cuyo origen data de las leyes prusianas de 1772, sin equivales en ese
tiempo en Inglaterra y menos en EEUU (p. 52).
El modelo alemán fue asimilado y desarrollado por EEUU después de la
primera guerra mundial. Como explican Rosenberg y Nelson (1994), hacia
mediados del siglo XX, EEUU no tenía universidades que ofrecieran la formación
en ciencias e ingeniería, por lo que unos 100 mil estadounidenses viajaban
anualmente a Alemania para recibir educación en esas disciplinas. Fue con la
expedición de la Land Grant Act de 1862, que EEUU empezó a crear un sistema
universitario con las características de su contraparte alemana (Ibíd.). La
institución pionera fue la John Hopkins University que abrió en 1876 un
programa inspirado en el modelo alemán para investigación y enseñanza en
química. Hacia fines del siglo XIX, el gasto en educación universitaria en EEUU
restricciones del comportamiento pasado (p. 23).
excedió al Alemán (Murmann, p. 61).
Esta transformación organizacional del capitalismo estuvo asociada a una
intensa rivalidad y emulación entre Inglaterra, Alemania y EEUU, en detrimento
del primer país, que habiendo sido el primero, pasó a ocupar el último lugar
entre los tres, debido al peso de los rasgos arcaicos de sus organizaciones
empresariales (empirismo, desatención relativa a la educación, menor tamaño de
la empresa, etc.).
Mowery y Rosenberg (ver 1989 y 1998) señalan que a partir de comienzos
del siglo XX, en EEUU el laboratorio a nivel de planta continua expandiéndose y
se complementa con el establecimiento de laboratorios centrales de la firma
dedicados a la investigación a largo plazo (p. 59). “Esos procesos transformaron
la naturaleza de la invención y la innovación en la industria manufacturera de
EEUU, ratificando la observación de Schumpeter de que la innovación se había
reducido a una rutina. En consecuencia el progreso tecnológico queda
crecientemente en manos de equipos de especialistas que hacen su trabajo de
manera predecible (Ibíd.). Ambos autores subrayan que también se expande,
aunque a un ritmo menor, los laboratorios académicos y universitarios y los
laboratorios públicos. Las dos industrias con mayor intensidad en I&D o en
coeficiente de empleo de especialistas fueron la industria química y de
maquinaria eléctrica, que hacia mediados de los 1940s generaban el 20% de
empleo de ingenieros y científicos (p. 67).
Estos autores enfatizan que hay una interacción entre el mayor tamaño de
las firmas y la complejidad y riesgo de los proyectos que emprenden, por lo que
las grandes corporaciones tratan de controlar monopólicamente los mercados
(punto sobre el que volveremos más adelante). La creciente complejidad y riesgo
de los proyectos de innovación tiene dos repercusiones críticas: a) la
dependencia de la formación de especialistas y la integración de los mismos a los
laboratorios in-house y b) la mayor protección a los derechos de propiedad
intelectual. El fortalecimiento de las condiciones de apropiabilidad constituye el
sustento de ambos procesos (p. 123).
Esta extraordinaria transformación organizacional, la sido estudiada por
Rosenberg, como endogenización de la ciencia (2000, cap. 2): la mayor
interrelación entre la ciencia y la tecnología en los países desarrollados, como
consecuencia directa de cambios institucionales y del fortalecimiento de los
incentivos económicos. El significado adquirido por la ciencia en la producción
industrial no puede explicarse sino a partir del papel que adquieren las
universidades, que desempeñan dos funciones esenciales: a) el entrenamiento
de científicos e ingenieros y b) la realización de investigación bajo líneas
disciplinarias que expanden las fronteras del conocimiento (p. 24). Esas líneas
disciplinarias corresponde a varios tipos de ingenierías: eléctrica, química,
aeronáutica, metalúrgica y computacional (Ibíd.).
Rosenberg enfatiza que el papel de los científicos e ingenieros radica en
mejorar el desempeño y confiabilidad de las tecnologías en operación, y junto
con ello crear tecnologías enteramente nuevas. Se trata de una endogenización
porque el papel de la ciencia, explica Rosenberg, se ha visto crecientemente
sujeta a la acción de las fuerzas económicas, de modo que la respuesta es mas
directa y se amplifica la variedad de procesos y productos que surgen
directamente de avances científicos, generando trayectorias de crecimiento a
largo plazo.
Un rasgo adicional de ese proceso es la creciente interdependencia entre
ciencia y tecnología, señala Rosenberg en el sentido de que los avances
tecnológicos plantean problemas nuevos a los científicos que se ven ante la
oportunidad y la necesidad de buscar nuevas respuestas (p. 30). No se trata de
un fenómeno característico del siglo XX, ya que se encuentra claramente
delineado en el desarrollo de la industria del hierro a mediados del siglo XIX
(Ibíd.). La tecnología del transistor brinda otro ejemplo; su creación no fue
simplemente el resultado de los avances de la física de los estados sólidos; los
primeros transistores de punto de contacto no tenían una base científica sólida,
pero sus crecientes dificultades de operación condujo a Shockley a una
investigación profunda en la física quántica de los semiconductores, que dio
como fruto el perfeccionamiento de un dispositivo con mucho mayor poder de
amplificación de las señales eléctricas: el transistor de empalme (Ibíd.). Ese
proceso requirió no una simple entidad, sino una red organizativa (empresa-
laboratorios públicos-universidades-agencias gubernamentales). Ese sistema
organizativo posee un enorme poder de retroalimentación que establece un
principio de continuidad a muy largo plazo.
Alemania y EEUU, parecen haber experimentado un cambio en la matriz
institucional que interactuó con la base organizativa, provocando un cambio en el
funcionamiento del proceso económico, con el efecto sobresaliente de
retroalimentar la innovación (la innovación que se retroalimenta), según lo que
se ha expuesto. No se ha abordado sistemáticamente la relación histórica entre
la matriz institucional y las organizaciones en el sentido propuesto por North,
pero Mowery y Rosenberg brindan observaciones muy útiles en referencia al
caso de EEUU. Parece que ante la integración del enorme mercado domestico,
las grandes corporaciones a fines del siglo XIX-principios XX respondieron
tratando de controlar los precios y la producción en sus respectivos sectores.
Este proceso hubiera retrasado el cambio organizativo y la competencia frente a
Alemania, de modo que el gobierno adoptó una estricta política anti trust. A fines
del siglo XIX la Ley Sherman declaró ilegal los acuerdos formales e informales
para fijar precios y asignar cuotas de mercado (1998, pp. 14-15).
El paso definitivo explican Mowery y Rosenberg fue la resolución judicial
denominada Northern Security que eliminó el sesgo a favor de la fusiones
horizontales provocada por la Ley Sherman. Ante la oposición del Departamento
de Justicia a las fusiones horizontales, las grandes firmas buscaron alternativas
para sostener el crecimiento corporativo, que consistio en la diversificación a
otros sectores (P. 14). Ambos autores explican que los laboratorios de I&D
facilitaron el proceso de diversificación al apoyar la comercialización de nuevas
tecnologías; un ejemplo citado es el de Eastman Kodak que ante la amenaza
legal a su posición de monopolio y al igual que otras grandes corporaciones vio
en la I&D la solución a las limitaciones a las prácticas tradicionales: “si las
fusiones y las combinaciones horizontales dejaron de ser permitidas, la I&D
podía dar lugar a un crecimiento continuo de los negocios de manera que
quedaran atrás las practicas tradicionales del ‘big business’ ” (de Sturchio, citado
por Mowery y Rosenberg, p. 14-15 infra).
Obviamente el fortalecimiento de los derechos de propiedad jugó un papel
en el reforzamiento de la orientación hacia las actividades de I&D. la ampliación
de las patentes y su mayor cobertura proporcionaron un incentivo, dicen Mowery
y Rosenberg, a la I&D, pero la inminente expiración de esas patentes creo otro
impulso para el establecimiento de laboratorios (p. 18). Tanto la ATT y la
General Electric, por ejemplo, expandieron sus laboratorios en respuesta a la
intensificación de las presiones competitivas que derivaron de la expiración de
sus principales patentes (Ibíd.).
Primera propuesta de integración: proceso cognoscitivo, categorías
mentales e instituciones
Como vimos primero la crítica de Veblen a Marx deja claro que las formas de
conciencia social, constituidas como hábitos de pensamiento, no son
necesariamente racionales en el sentido cartesiano, ni se basa en una
representación objetiva o espejo de la realidad en la mente. En esa medida, la
critica de Veblen nos permitió avanzar tentativamente en tres direcciones: a) las
instituciones son creaciones cognoscitivas sociales, objetivadas y no objetivadas,
que determinan la dirección del comportamiento o interacción social y b)
existiendo una arquitectura o soporte institucional superior, un conjunto
subalterno reglas, normas y de hábitos mentales objetivados son mas fluidos y
mantienen una interacción continua con las condiciones materiales y c) en la
constitución de las formas mentales, la inteligencia se concibe como acción
interiorizada, superando la separación cognoscitiva entre sujeto-objeto.
Dadas las limitaciones de la respuesta de Veblen fue preciso ahondar la
búsqueda en la dirección de la propuesta de North, para llegar a una tipología de
las instituciones. Esa tipología es necesaria para especificar la función de las
instituciones en la reproducción, refrendado su diferencia con la estructura (o
tecnología), pero también la complementariedad entre ambas.
Entre las preguntas que quedan en pie sobresale la siguiente: ¿como se
forman específicamente las estructuras cognoscitivas que sirven de fundamento
a las instituciones? La interacción social supone lo que llamaremos modelos
mentales o categorías de percepción. Siguiendo la línea socio-constructivista,
(Meade, Weick, Piaget…) asumiremos que esos modelos o categorías son
producto de la interacción social, pero no excluyen la formación de la identidad
individual. Las categorías mentales forman parte de la “ideología” en la definición
de Gramsci y North, pero no sólo como esfuerzos por racionalizar los patrones
de conducta, sino también como una teoría de la realidad cotidiana necesaria
para la mantener la continuidad de la producción y la vida económica en general.
Por tanto ese conocimiento tipo sentido común es compatible con el llamado
conocimiento de primer orden, o sea, el que se requiere para hacer las cosas
conocidas.
Como plantea correctamente Nooteboom (op. cit., p. 26), el complemento
de una teoría socio-constructivista del conocimiento se encuentra en una
metodología realista.44 La representación mental del mundo no es un reflejo
directo de la realidad, en el sentido de que la teoría no debe y no puede reflejar
lo que observamos, porque los aun los “hechos” están cargados de significado
atribuido, desde momento que el conociendo actual se basa en teorías previas y
en la estructura interpretativa adoptada (paradigma) por la ciencia.45 Al aplicarse
44. Línea divisoria entre el realismo y el idealismo puede parecer tenue, ya que ambos hacen una
distinción entre nuestras ideas y conceptos de un lado, y lo que representan, el mundo, de otro.
La diferencia radica en que los idealistas argumentan que la noción de un mundo independiente
de nuestras representaciones es en si otra de nuestras representaciones, es decir, una suerte de
representación de segundo orden o meta-representación (Varela et al. P. 137). 45 . Por ello es que de acuerdo a Pierce (citado por Nootebom, p. 29) el significado y la verdad se
establecen a partir de lo que funciona mas que en una prueba definitiva de coherencias y
“objetividad”.
lo anterior al conocimiento de la realidad inmediata como al conocimiento
científico, queda tendido un puente entre ambos.
La integración entre el social-constructivismo y el realismo metodológico
podría especificarse adicionalmente así: el mundo ( o partes de él) en principio
aparece ante el ser humano carente de significado, de modo que, aun existiendo
una realidad objetiva, la comprensión del mundo es también una creación de la
mente colectiva en un proceso en el que prevalece la circularidad y unicidad: el
mundo moldea la mente, pero a su vez la realidad es moldeada por la mente,
siendo inseparable el objeto del sujeto, en el sentido de que el sujeto es
proyección del mundo y que este a su vez es el sujeto proyectado46 (Varela et al.
p. 3-4). Metodológicamente lo anterior exige diferenciar entre el mundo y los
instrumentos de compresión para aproximarse al mismo, de tal modo que
aunque las teorías deben reflejar como funciona el mundo, hay un gran margen
de independencia entre ambos. La interpretación limite de lo anterior esta en
Popper y en Kant: no estamos en posibilidad de “descender” al mundo para
comprobar como es y validar directamente la teoría (Nooteboom, op. cit.).
La utilización de la metodología realista, sobre todo teniendo en cuanta
los argumentos de Popper, hace indispensable la aportación de Kuhn. Dada la
naturaleza cognoscitiva de la comprensión del mundo, esto es, la citada
circularidad y unicidad, las estructuras científicas, o paradigmas, son
históricamente perecederos, tiene que renovarse en función de la multiplicación
de las “anomalías” (1970). Hasta cierto punto lo mismo se aplica a las
instituciones: conservando más o menos invariable cierta estructura
arquitectónica, el conjunto deberá experimentar transformaciones radicales, lo
que contribuye al pasaje de un paradigma a otra. En ambos casos, sin embargo,
el proceso no es lineal, ni sujeto a patrones universales. Veremos a continuación
46 . Ello aplica a la sociedad como a la “ciencia”, por el papel que juegan las convenciones
sociales en el primer caso y las intuiciones sin fundamentacion estricta en el segundo (ver Mokyr,
2002).
algunos aspectos del discurso realista en el método de la ciencia, para subrayar
la similitud con las estructuras cognoscitivas que gobiernan la interacción social.
La teoría del conocimiento en la dirección que se señala 47 empezó a ser
elaborada por Kant en debate con Descartes y por Condillac para alcanzar un
estatuto propio con Merleau-Ponty (Donald, 2002; Varela et al. op. cit). Su
desarrollo actual es parte de un proyecto multidisciplinario que sigue un método
de investigación, deductivo, pero también inductivo. En controversia con la visión
computacional anidada en las versiones tradicionales de la llamada ciencia
cognoscitiva,48 el socio-constructivismo tiene tres principales vertientes: a)
organizacional, b) sico-social y c) neurobiológica. Se requiere la integración de
las tres para responder adecuadamente a la pregunta planteada en el párrafo
anterior, esto es, como se forman las estructuras cognoscitivas que son el
fundamento de las instituciones. Antes de pasar a las vertientes veremos algunos
aspectos adicionales de la discusión realista del proceso cognoscitivo.
Marco institucional, organizaciones y paradigmas: el pasaje del
conocimiento de primer orden al conocimiento de segundo orden
Aun dentro de esta compleja estructura organizativa resulta más sencillo explicar
la continuidad de la innovación en un marco paramétrico, es decir, dentro de
47. Parece que se requiere dos vertientes en la teoría del conocimiento; una para el estudio del
conocimiento de primer orden compenetrado por la “ideología”, cuyas las funciones son de
automatizar el comportamiento social y generar las “rutinas” productivas. Otra teoría
complementaria es la que se requiere para explicar la producción del conocimiento de segundo
orden, en la cual es crítica la relación entre ciencia y tecnología 48. Como explican Varela et al. la ciencia cognoscitiva está representado por el estudio de la
mente dentro de un marco amplio de enfoques (neurobiológico, sicológico, antropológico,
filosófico…), pero bajo el predominio del estudio de la inteligencia artificial, o sea, el modelo
computacional de la mente; su metáfora es la computadora digital, que indica que el acto
cognoscitivo del ser humano es la manipulación de símbolos que representan rasgos predefinidos
del mundo exterior (p. 7-8 y cap. 4).
determinado paradigma tecnológico, que explicar el pasaje de un paradigma a
otro. Incluso en la literatura evolucionista49 y neoschumpeteriana el pasaje de un
paradigma a otro se asume (o se describe históricamente) pero no se explica
teóricamente (ver por ejemplo Pérez y Freeman, 1988 y Pérez, 2004). Es crucial
para explicar esta modalidad fundamental de cambio histórico, la distinción entre
conocimiento de primer orden y de segundo orden, propuesta por March (1996).
El primero se refiere a hacer mejor las cosas existentes (cambio paramétrico o
explotación) en tanto que el segundo se refiere a hacer nuevas cosas (cambio
arquitectónico o exploración). La explotación requiere el mantenimiento de la
identidad existente, su conocimiento y prácticas así como cierta cantidad de
control y coordinación que se expresa en un orden institucional determinado que
ofrece certidumbre. En cambio la exploración implica la renovación, relajando el
control y la coordinación y en esa medida la destrucción, al menos parcial, del
orden institucional previo (Ibíd.). Esta conceptualizacion hace hincapié en la
complementariedad pero también contradicción entre ambos tipos de
aprendizaje de primero y segundo orden, ya que la inercia asociada al primero
49 . Como explica atinadamente Sabiotti, a pesar del reciente interés de los evolucionistas
en la teoría del conocimiento “…todavía hay limitaciones en la comprensión del proceso
de creación y utilización del conocimiento. Lo anterior no implica negar muchas valiosas
contribuciones que se han efectuado al tema… El punto a subrayar aquí es que el
conocimiento raras veces ha sido estudiado directamente. Usualmente algunos fenómenos
que implica o requieren conocimiento, como la innovación, nos dan dado valiosas pistas,
pero esos estudios carecen de la fundamentacion apropiada, en lo que se refiere
precisamente a la generación y utilización de conocimiento.” (Saviotti, 2007). En un afán
por superar esas limitaciones se ha propuesto modelar los procesos económicos como
sistemas complejos, en la línea, por ejemplo de los sistemas complejos adaptables
propuesta por Hollander. Pero esos modelos presuponen algo que se requiere explicar: la
capacidad de aprendizaje y autoorganización de los agentes u organizaciones
limitaciones. Esos son los vacíos que se interponen a una teoría que explique el cambio
de paradigma.
tiende a bloquear la innovación radical.
Como veremos más adelante, el problema de la inercia organizacional
merece mayor atención.50 Considerando a las organizaciones individualmente,
como es la tónica en la bibliografía dominante, habría que admitir que la inercia
puede conducir a la empresa o corporación al fracaso. Socialmente lo que
importa es si entre las organizaciones haya algunas que tengan éxito en el
pasaje al conocimiento de segundo orden, lo que implica una solución
institucional a favor de las empresas mas dinámicas; como dice North51 en la
matriz institucional radica la formula para eliminar a las organizaciones fallidas y
hacer prevalecer el comportamiento innovador.
Por lo anterior es que como explica Nooteboom, en una sociedad dinámica
el agotamiento del paradigma vigente hará imperioso un cambio arquitectónico.
Sin embargo, la semilla de la innovación tendría que haber germinado antes del
agotamiento, lo cual es paradójico, dada la contradicción entre aprendizaje de
primero y segundo orden.
Pero ¿cómo explicar cognoscitivamente la aparición de nuevas ideas o
elementos en un contexto aparentemente hostil? De acuerdo con Nooteboom, se
requiere recurrir a nuevas analogías a través del círculo de la hermenéutica y de
50 . Una interpretación que subraya la flexibilidad de la organización y no la inercia es la de
modelo interno de Holland (ver Lara, 2007, p. 23 infra.). En el modelo interno no hay miopía
como suponen Nelson y Winter, sino “…un agente activo, con recursos cognoscitivos
constreñidos por la experiencia, pero continuamente redefinidos por la practica” (Ibíd.). Además
del dilema en la definición de los patrones organizacionales entre inercia y flexibilidad, está el
problema de si los errores organizacionales son probabilísticas u sistemáticos (para usar la
expresión de North, ver más adelante). Para Weick por su examen del desastre aéreo de Tenerife
(2007, cap. 5), son probabilísticos, pero perturbadores. 51 . “La sociedad que permite la generación máxima de tentativas es la que tiene la mayor
probabilidad de resolver sus problemas a lo largo del tiempo…el cambio [por ende] consistirá o
se compondrá del la generación de ensayos organizacionales y de la eliminación de errores
organizaciones…[L]os errores organizacionales pueden ser no solo probabilísticas, sino también
sistemáticos…” (1993, pp. 108-109).
la noción de etapas del desarrollo cognoscitivo de Piaget (1970), que brindan un
vehículo que puede resultar más adecuado que el evolucionista. El elemento
analógico básico es el lenguaje, que como cualquier otra institución, constituye
un conducto de la acción, al posibilitar la interpretación y la comprensión, sujeta
al mismo tiempo a modificaciones, a medida que se utiliza y aplica.
Interpretamos de acuerdo a perspectivas o categorías construidas en el pasado,
que integran objeto con sujeto, es decir, que resultan de la interacción social y
con el medio (op. cit., p. 134). Las categorías o perspectivas de conocimiento
tienen, pues, el atributo de instituciones que canalizan y limitan la acción, pero
están sujetas al impacto de dichas acciones (Ibíd. y pp. 134; 170-182).
La analogía del lenguaje como estructura del conocimiento conduce a la
relación entre el todo y las partes, es decir, a la relación entre la oración y las
palabras. En la comunicación, la totalidad (la oración) determina el significado
de las partes (palabras) y viceversa. (Nooteboom, op. cit. p. 132). Partiendo de
esa interrelación, señala el citado autor, el lenguaje puede convertirse de
generador de contenido en transformador del contenido preexistente, al alterar
la relación entre el todo y las partes y al hacer posible el replanteamiento de los
significados alterando su estructura, es decir, alternando la variedad de
contenidos (palabras) con la variedad de contextos (oración).
La analogía anterior permite revisualizar el ciclo tecnológico o heurística
del descubrimiento de la siguiente manera: una vez que se ha consolidado un
paradigma siguen tres fases características en las que se complementa el cambio
incremental o la difusión con manifestaciones embrionarias de una nueva
combinación: a) la generalización (aplicación a nuevos contextos), b) la
diferenciación (adaptación a las diferentes disponibilidades de los nuevos
contextos) y c) la reciprocidad (intercambio de elementos entre contextos
diferentes). La transición de una etapa a otra significa un progreso hacia el
antecedente de una combinación radical, que al alcanzar su masa crítica
irrumpirá violentamente.52 Pero cada etapa conlleva el peligro del estancamiento.
Durante la etapa de consolidación, el apego a la práctica existente puede ser tan
fuerte que conduzca a la inercia. La generalización puede quedar bloqueada por
barreras a la entrada o a la salida que anulan la diversidad (op. cit. pp. 151 y
ss.).
Habría que subrayar que para transferir los elementos conocidos a nuevos
contextos se requiere adaptar la práctica a diferentes disponibilidades de
materiales, instrumentos, personas, etc. (ibid). Pero esta adaptación tampoco
está garantizada, ya que depende de la fuerza de las presiones y de los
incentivos. Otra forma de adaptación es cuando se intercambian elementos entre
el viejo y el nuevo contexto y viceversa. A medida que se ubica la práctica actual
en nuevos contextos y se efectúan transferencias mutuas de contenidos, se abre
la posibilidad de un descubrimiento radical (op. cit.). El primer problema con
dicho descubrimiento es que no es fácil de ser identificado como una
oportunidad, ya que su ruptura con las ideas y las prácticas preexistentes
dificulta su interpretación y posteriormente su aplicación.53 Al tiempo que se da
52 . La idea básica es que hacer las mismas cosas de la misma manera anula la creatividad, pero el
cambio de contexto permite innovar. Esta innovación es en muchos sentidos, pero no totalmente, ciega,
porque los participantes sólo visualizan una parte mínima de sus implicaciones. Aquí es fundamental el
concepto de paradigma introducido por los neoschumpeterianos, que indica que gran parte del caudal de
nuevas ideas que surgen de la práctica cotidiana tiende a ser excluido por no encajar con la “ciencia
normal”, de modo que es necesario una conexión usualmente indirecta con los requerimientos actuales de
la producción, para que no se pierda y para que se efectúe el proceso de selección. Como señala
Rosenberg, estamos hablando de la semilla de la revolución tecnológica y para llegar a ella se requerirán
complejas adaptaciones y mediaciones efectuadas a lo largo de décadas (1998) 53. Nooteboom subraya en este punto algo que ha sido planteado reiteradamente
por los historiadores de la tecnología (ver Rosenberg): que cuando aparece una nueva
práctica, combinación o idea fundamental ésta tiende a estar mal definida y es confusa,
tanto respecto a su forma de operación como a su aplicación. Para superar esta
indeterminación se requieren repetidas pruebas y aplicaciones apoyadas por innovaciones
complementarias en herramientas, materiales y método, los cuales gradualmente permiten
esta aparición, la acumulación de fallas en la arquitectura del paradigma
anterior, o sea, su agotamiento, le impide a ésta realizar su función central que
es la de proporcionar coherencia sistémica. Al mismo tiempo el aprovechamiento
del potencialidad de la invención radical conduce a la ruptura definitiva de la
vieja arquitectura. En este contexto de ruptura, los elementos nuevos tiene que
organizarse para brindar una nueva coherencia sistémica, es decir, relacionarse
bajo una nueva arquitectura. La creación de esta nueva arquitectura es una
suerte de síntesis que requiere consolidación, en ausencia de la cual el desarrollo
emergente terminaría en caos (op. cit, p. 183).
La inercia organizacional: los vehículos de la historia
El pasaje de un paradigma a otro implica el pasaje del conocimiento de primero
al de segundo orden. Pero se requiere considerar la durabilidad o inercia de las
instituciones y por ende de la propia estructura organizacional, que es una
interiorización de un conjunto de normas institucionales. Al respecto es valiosa
la contribución de Paul David.
David subraya la idea de que las formas institucionales son “vehículos de
la historia” en el sentido de que su forma actual se explica por una derivación de
un evento pasado, que en su contexto satisfizo una necesidad social. ¿Cómo se
ejerce la influencia del pasado sobre el presente? Habría, de acuerdo a David,
tres razones fundamentales:
el referente históricamente conformado: la interacción social requiere que las
expectativas individuales estén alineadas, para poder solucionar
problemas comunes. La experiencia histórica común y la referencia
colectiva a un hecho pasado es el principal medio por medio de la cual
se forman las expectativas mutuamente consistentes. Así, el
precedente indica la solución; es irónico, pero un hecho histórico
el acotamiento al eliminar lo que es redundante, ineficiente o contraproducente (op. cit. p.
173).
accidental puede jugar el papel de referente aceptado;
el aprendizaje del código como inversión personal y organizacional irreversible:
las organizaciones requieren canales de comunicación y de
procesamiento de información, lo que a su vez implica un código.
Aprender el código al ser una inversión irreversible, de modo que una
vez creado tiende a preservarse;54
Interrelación y complementaridad de las normas: cada organización tiene un
núcleo de normas y procedimientos que deben ser mutuamente
compatibles, de modo que cada adición debe ser compatible con el
núcleo existente. Este proceso se puede llamar estructuración basada
en reglas precedentes y explica por que una organización
generalmente no puede perder su identidad en el proceso de cambio.
Por ejemplo una organización que recluta con base a principios de
adscripción (familia, territorio), encontrara muy difícil adaptarse a un
sistema de reclutamiento meritocrático.
En suma, de acuerdo a David, el precedente histórico se vuelve crucial en la
definición del cluster o conjunto de instituciones; si cada elemento debe conjugar
con los precedentes el cambio institucional tiene una trayectoria inicial difícil de
alterar y su ritmo de cambio es necesariamente incremental. Las catástrofes
institucionales (las refundaciones) son hechos sumamente raros (David, p. 216).
Marco institucional, organizaciones y paradigmas Asumiremos como postulado que las fuerzas productivas socialmente
estructuradas o sea, lo que Marx define como base económicas, está en
interacción con el sistema institucional. La justificación de este postulado,
extraída de Marx, pero completada por Veblen, es que no puede haber
interacción con el mundo material, si no hay una imagen mental, colectiva, del
mundo exterior, que no solo atenué la incertidumbre (North, 2005), sirva para
54 . Noción ya anticipada por Veblen como factor de rechazo al cambio.
automatizar el comportamiento (Boyer, 1988), pero también le de sentido al
mundo exterior, aunque para ello se requiera la incorporación de elementos no-
racionales.
En este punto de la exposición aun no podemos proporcionar una
explicación teórica adecuada de la interacción entre las fuerzas productivas, o
sistema tecnológico, con la estructura institucional. En la tradición intelectual
surgida de Schumpeter, o sea, el evolucionismo moderno y los neo-
schumpeterianos del SPRU-Sussex, el cambio tecnológico en su sentido
fundamental o discontinuo, se considera dado, o sea, es virtualmente exógeno.55
Ambas escuelas no explican como surge el cambio tecnológico, pero asumen que
una vez surgido, interactúa con las instituciones. Es necesario integrar a la
discusión más postulados e hipótesis propuestas por la teoría del conocimiento
para discutir como surge el cambio tecnológico.
En el modelo básico inspirado en Schumpeter se postula que la nueva
tecnología emerge del sistema de empresas, pero no puede propagarse
socialmente si no median las instituciones. En la formulación evolucionista, la
diversidad de las empresas capitalistas genera varias versiones de una tecnología
básica, que se somete a la acción seleccionadora de las instituciones. El mercado
es parte de ese filtro seleccionador, pero participan también elementos no
mercantiles. Tenemos aquí la conjugación de la trinidad evolucionista inspirada
en Darwin-Lamarck: variedad (multitud de empresas que ofrecen variantes de
una idea básica), la selección (el filtro institucional, que define un modelo
ganador) y la transmisión (la adopción de la formula mas viable por toda la
población de empresas con el consiguiente efecto en el empleo y el ingreso.
Habría que subrayar que en dicha óptica la variante que se impone no es la más
apta en el sentido darviniano ni la más eficiente en el sentido neoclásico.
La principal contribución en esta teorizacion es una definición más
55 .”Como emergen las radicaciones radicales, paradigmas, desarrollo puntuado, etc., permanece
inexplicado en la literatura sobre innovación y sistemas de innovación (Nooteboom, 2000)
avanzada del cambio tecnológico, que de acuerdo a Dosi, Pavitt y Soete (1993)
incorpora los siguientes elementos:
la asociación entre ciencia y tecnología es casi indisoluble e implica altos
grados de interacción, que cuestionan las definiciones precisas de
tecnología y ciencia, por lo menos en las actividades de frontera.
las actividades tecnológicas tienen una base organizacional (los laboratorios),
crecientemente compleja que apunta a su colectivización (amplia división
del trabajo de grandes contingentes ), involucrando a individuos de
altísimo grado calificación;
el cambio tecnológico no sigue direcciones arbitrarias, principalmente por la
influencia de las tecnologías ya existentes (acumulatividad) y por el peso
de lo ya acumulado.
Las tecnologías forman, al igual que la ciencia, paradigmas, en el sentido de
acotamiento de los problemas y soluciones relevantes, para constituir
formulas seleccionadoras. Como paradigmas, las tecnologías, puede
definirse como patrón de solución de problemas seleccionados.
Hemos pasado del concepto de fuerzas productivas socialmente estructuradas
(base económica de la sociedad) al de paradigma tecnológico o tecnoeconómico.
Un antecedente, aunque limitado, del concepto de paradigma es el de régimen
de acumulación o patrón de la organización productiva, propuesto por los
regulacionistas (ver Boyer, 1988), que a su vez es una elaboración del concepto
marxista de modo de producción. La gran aportación de los regulacionistas
radica en concebir históricamente el desarrollo capitalista, introduciendo la
noción de modos de desarrollo que equivalen a fases, en las que se recompone a
través de la inducción provocada por una crisis estructural, la relación entre el
patrón de la organización productiva y el conjunto de reglas y modos de
conducta.
Sin embargo, el concepto de paradigma tecnoeconomico, aun ubicándose
en un marco histórico, es una elaboración más compleja, en la que se funden
elementos estructurales con elementos institucionales. Los autores que han
participado en su formulación observan que se constituye, en cada etapa, un
sentido común (o práctica óptima), derivada de los sistemas tecnológicos
imperantes, que invocan los ingenieros, gerentes y otros especialistas para
solucionar problemas de la producción. Dosi et al, al igual que Pérez, subrayan la
importancia del acotamiento cognoscitivo de la realidad a partir de las
posibilidades/limites que brinda el stock de conocimiento útil. El acotamiento, o
se lo que Dosi, et al llaman “… definición de problemas relevantes” hace posible
alcanzar la consolidación-eficiencia, paro al mismo obliga a descartar otros
enfoques y por ende produce “ceguera social”.
Si los evolucionistas se mantienen en un nivel básicamente
microeconómico, Freeman y Pérez apunta más lejos al señalar que el pasaje de
un paradigma tecnoeconomico a otro se inscribe en el marco de las ondas largas
y las ‘olas de destrucción creativa’ visualizadas por Schumpeter, o sea el
movimiento sistémico del capitalismo mundial (Freeman y Pérez, 1988). El
modelo dinámico que proponen ambos autores tiene una estrecha afinidad
conceptual con el que formulan algunos regulacionistas como Boyer: el
paradigma tecnoeconómico emergente primero se acopla con el sistema
socioinstitucional vigente, pero luego choca con el, para dar lugar a una crisis de
“ajuste”, que propicia la reconfiguración del sistema socioinstitucional y por ende
al “acople” posterior entre ambas estructuras de la reproducción social.
Desde el punto de vista de los fundamentos de la reproducción social que
se intenta integral aquí, la elaboración de origen Schumpeteriana presenta varios
problemas que exigen pasar a la teoría del conocimiento. Identificaremos esos
problemas asumiendo el postulado formulado entre otros por Mokyr (2004) de
que la tecnología es un stock de conocimiento útil. De hecho esa conversión
conceptual ya esta presente en la noción de paradigma, pero sin explicar como
surge el conocimiento nuevo del conocimiento ya existe.
Este es el problema: el contexto institucional y las formas institucionales
promueven la cristalización de una visión social y la estabilidad del
comportamiento colectivo y organizativo, como condición para una explotación
eficiente del stock de conocimiento. Llamaremos a esa etapa consolidación
(Nooteboom, 2000) e implica no solo certidumbre y eficiencia, sino también
fuerzas inerciales y ceguera social, producto del acotamiento que va implícito en
la constitución del paradigma. Pero para que se haga un descubrimiento, o sea,
aparezca algo nuevo debe romperse en algún punto del sistema social el molde
institucional ya constituido. Obsérvese que este problema queda obviado en los
estudios de inspiración schumpeteriana porque se asume el paradigma como
constituido, pero no asume la necesidad de una ruptura institucional.
Diversidad de comportamiento y la superación de la ceguera social
Hasta ahora hemos adoptado la hipótesis común en el estudio de las
instituciones de que estas unifican enteramente la visión y el comportamiento
social.56 Sin embargo, debemos proponer otra hipótesis que si bien no modifica
la primera la redefine parcialmente: el contexto institucional y las formas
institucionales no unifican enteramente el comportamiento social, lo que abre a
larga la posibilidad de romper el molde conductual sobre el que se edifica el
paradigma y superar individualmente la ceguera social. Esta hipótesis está
parcialmente convalidada por David, al señalar que los códigos de las
organizaciones muestran diferencias entre si, a pasar de que existe un contexto
institucional común. Pero habría que añadir la importancia de la diversidad del
comportamiento del sujeto social.57 Allí radica la clave del pasaje de un
56 . Es irónico, pero uno de los pilares del evolucionismo moderno es el concepto de variedad,
pero no lo extienden al pasaje de un paradigma a otro. 57 . La importancia de la diversidad del comportamiento como explica Nooteboom (op. cit. p. 19)
no equivale a una convalidación del individualismo metodológico, ya que se parte de la
estructura, pero el comportamiento individual no esta determinado mecánicamente por aquella,
ya que el individuo mantiene su identidad, pese a que esta en gran medida determinada por la
interacción con otros en un contexto social. La diversidad acotada del comportamiento individual
abre la posibilidad de romper el molde conductual impuesto por la consolidación del paradigma;
paradigma que se agota u otro que emerge.
Como vimos Nooteboom, sostiene que un paradigma extiende su vida útil
a partir de su extensión a la resolución de más u más problemas técnico-
organizativos (expansión de la práctica existente), pero ello genera crecientes
problemas de operación, en tanto las adiciones y modificaciones requeridas
merman la claridad y la eficiencia del paradigma, incrementado la complejidad de
manera indeseada (merma de eficiencia y rentabilidad). Las crecientes
extensiones y adiciones dificultan mantener la coherencia, lo que proporciona el
incentivo para un cambio arquitectónico; pero a la par hay un contraincentivo:
no se abandonara una práctica o paradigma en tanto no exista certidumbre de
que la reemplazará (Ibíd.). Ese último punto requiere explicar como surgen los
nuevos elementos o descubrimientos dentro de la práctica existente
(endogenidad).
Cabria aclarar primero que los elementos noveles no surgirán como
macroestructuras, sino como micro estructuras por una simple razón: las
creaciones radicales encuentran grandes problemas para convertirse de manera
inmediata en ideas porque requieren complementos instrumentales que pueden
no estar disponibles (el llamado efecto Leonardo por Mokyr, 1990). Pero la
pregunta prevalece: como surge una nueva idea de la práctica existente: Hemos
visto el pasaje de la generalización58 a la diferenciación y la reciprocidad.
En la interacción entre la variedad de contexto y de contenido puede
surgir algo nuevo, pero por la ceguera colectiva, no se sabe por que y como
funciona. Aquí es imperioso introducir la variedad acotada de comportamiento:
¿quien superó la ceguera, quien está dispuesto a creen en lo nuevo, aun cuando
sea difuso, quien estará dispuesto a afrontar el riesgo del fracaso? Esos
individuos, o incluso grupos de individuos están integrados a organizaciones, de
obviamente esa ruptura conductual deberá adquirir forma social para sustentarse. 58 . Lo anterior es un extracto de lo que Nooteboom llama la heurística del descubrimiento, que
para efectos de una exposición didáctica se esquematiza aquí el significado de sus tres fases:
generalización, diferenciación y reciprocidad.
modo que hay un proceso organizacional en las rupturas del comportamiento y
en la amplificación de la visión.
Nuestra más firme conclusión es esta: el conocimiento de segundo orden
tiene su origen en el conocimiento de primer orden. El problema de cómo
facilitar esa conversión es organizativo. (ver apartado sobre la nueva base
organizativa del capitalismo).
Volviendo a la interacción instituciones-organizaciones para aproximarse a una
propuesta de conjunto
Se requiere integrar el tratamiento cognoscitivo y conductual anterior al marco
organizativo y de allí a la matriz institucional o arquitectónica (incorporando en
ella la rentabilidad o apropiabilidad capitalista y el poder). De momento las
conclusiones son puramente tentativas y tienen la finalidad de proponer una
agenda de investigación y discusión.
Sin soslayar la determinación arquitectónica sobre la organización
podemos considerar la lógica específica de esta última ante el agotamiento del
paradigma (merma arquitectónica y organizativa para asegurar la sobrevivencia
colectiva). Aun frente a una presión externa, la organización luchara primero por
preservar su identidad y economizar energía-recursos, dada la irreversibilidad de
la inversión en el aprendizaje del código organizacional. Además, los elementos
renovadores tenderán a rechazarse si no son coherentes con el núcleo originario
de la organización, lo que unido a los dos puntos anteriores indica un fuerte
apego a la trayectoria histórica.
Como subraya David, los códigos de las organizaciones no son idénticos,
por lo que algunas tienen un mayor grado de diversidad/o variedad de
comportamiento interno, lo que deja abierta la posibilidad de flexibilizarlo y
superar la ceguera. Aquí es donde juega su papel la apropiación, pero en el
sentido de incentivos generales a la creatividad, lo que remite a la
verticalidad/horizontalidad de su estructura.
Sin embargo, la capacidad de adaptación de la organización depende de
las señales que emita la matriz institucional, por lo que en última instancia la
orientación al dinamismo o al conservadurismo organizacional radica en ella. Esa
orientación tiene un determinante político en el sentido de preservación del
poder. La fuente para reproducir la matriz institucional puede depender más de
la estabilidad que de la renovación o innovación.
Pero si lo decisivo es que la acumulación de conocimiento útil, ello
favorecerá la generación de nuevos flujos de conocimiento (acumulatividad o
relación entre conocimiento de primero y segundo orden). Este proceso
provocará a su vez efectos favorables en la organización y en la arquitectura,
que tenderán a favorecer la variedad, flexibilidad y el cambio, en contra de la
unanimidad, rigidez y el estancamiento. Ello explica la sucesión de cambios
institucionales en los países desarrollados, ninguno de los cuales ha
experimentado procesos de regresión socio-económica. El problema tiene una
configuración diferente en los países más tardíos.
El cambio institucional ineficiente: la trampa del atraso en los países
del resto del resto
El cambio socioeconómico como cambio institucional
Hace décadas cuando Hirschman discutía la experiencia del desarrollo económico
de posguerra se preguntaba si podría haber una teoría que unificara el estudio
de los países desarrollados y de los países atrasados. La teoría del desarrollo
rechazaba la monoeconomía característica de la escuela neoclásica y demandaba
una teoría específica para el estudio del atraso económico. Hirschman en
contraparte aspiraba a una nueva monoeconomía, pero encontraba pocos
elementos que condujeran a esa síntesis.
La propuesta de Noth y otros autores de la escuela de Stanford brinda
postulados que pueden contribuir eventualmente a una teoría unificadora como
aspiraba Hirschman. El postulado de mayor fuerza, ampliamente retomado en
esta exposición es que el desempeño económico depende de la estructura de los
derechos de propiedad, ya que estos definen los costos macroeconómicos de
transacción. El grupo que controla el estado tiende a definir esos derechos de
propiedad para maximizar sus ingresos, lo cual a su vez limitara el potencial
productivo de la sociedad. La relación entre la estructuración del poder y el
desempeño económico forma trayectorias históricas duraderas que responde a
puntos de partida, con procesos de retroalimentación positiva (o sea que
refuerzan la trayectoria adquirida). Los derechos de propiedad ineficiente solo
podrán romperse mediante algún tipo de choque que altere la trayectoria.
El presente aportado esta dedicado a analizar este postulado y ubicarlo
en el contexto de la experiencia de los países tardíos tipo “B”.
Como dice lucidamente North, la investigación no puede empezar por el
cambio tecnológico o la acumulación de capital, porque es lo que se requiere
explicar. Consecuentemente su pregunta es por que unas sociedades son
tecnológicamente dinámicas y otras no.
La respuesta es que unas sociedades, ciertamente bajo la influencia de
factores materiales, como la población, la acumulación de conocimiento previo,
la hostilidad externa, etc., pudieron instituir ciertas reglas, patrones de conducta,
ideologías y creencias, que han inducido el progreso económico autosostenido.
Otras sociedades hasta ahora han fracasado en esa tarea.
Ese postulado está edificado sobre la idea de que esas reglas, normas,
creencias, o sea lo que se llaman instituciones, son el conducto de la interacción
social y por tanto sin ellas no funcionaria la sociedad. Las instituciones, como lo
han postulado Veblen y los autores contemporáneos brindan la estructura
cognoscitiva que permite comprender al mundo y delimitan políticamente la
acción del sujeto social. Los logros que puede alcanzar una sociedad, dependen
de la estructura institucional que se dote a si misma. Aunque están concebidas
para tratar de resolver el mismo problema: el de la sobrevivencia colectiva, las
instituciones de una nación no son estrictamente iguales a las de otra, porque
responde a la especificidad de su historia, cultura y experiencia concreta.
Si muchos científicos sociales han soslayado su importancia es porque
posiblemente vivieron en un periodo en que el funcionamiento de las mismas
está garantizado. Por ejemplo, los economistas clásicos como Smith y Ricardo
centraron su atención en el intercambio, la división del trabajo y la distribución,
porque los cimientos institucionales del capitalismo ya estaban constituidos (ver
North, 1984). Aunque hay un fundamento que permanece invariable, que Veblen
llamo valores pecuniarios, la mayor parte de los elementos institucionales agota
su potencialidad y deben ser socialmente renovados. Aun en las sociedades
desarrolladas, que poseen una continuidad institucional progresiva y proclive a la
innovación, el cambio que hemos llamado de paradigma es socialmente costoso.
Las instituciones brindan certidumbre cognoscitiva y permiten la
coordinación de las acciones de los sujetos y grupos, pero el comportamiento
social que inducen puede dejar de ser lo suficientemente productivo, es decir,
puede no responder adecuadamente a los requerimientos dinámicos de la
sociedad. La apertura de un nuevo potencial productivo puede requerir la
renovación de la estructura institucional y en tal caso seria infructuoso intentar
un cambio organizativo dentro del viejo modelo institucional.
En lo que North y Thomas llaman el Mundo Occidental parece, por así
decir, haberse descubierto la formula de inventar a inventar y darle radicación
organizativa e institucional. Ello explica porque ninguno de los países que había
traspasado el umbral del desarrollo antes de que finalizara el siglo XIX ha
regresionado económicamente.
La situación es muy diferente en los países más tardíos, que sufrieron
de un modo u otro el impacto derivado de la constitución del sistema capitalista
mundial y su sistema de poder, lo que significó un punto de partida institucional
desfavorable. En ellos la posibilidad de lograr el progreso económico depende de
superar enormes restricciones que son consustanciales a la organización social y
política como veremos a continuación. En ese proceso, el mercado mundial
ejerce una influencia ambivalente y puede ser una palanca para acelerar el
desarrollo.
El papel del estado y el equilibrio social
Hemos visto que la economía institucionalista bajo la guía de North ha formulado
una concepción del papel del estado que es una base imprescindible en el
estudio del desarrollo capitalista en su sentido más amplio, es decir incluyendo a
los países atrasados. Esta concepción del estado va asociada a la constitución del
poder, al funcionamiento de la sociedad y la capacidad de producción de la
misma. Intentando mediar entre las concepciones contractualistas del estado y la
visión marxista, North postula que sin el poder no habría posibilidades de
cooperación y coordinación y por ende progreso económico. Pero los grupos que
controlan el estado y ejercen el poder persiguen también sus propios fines, que
como regla general se imponen o van contra los fines sociales. Lo anterior lleva a
North y sus discípulos sostener que la tendencia lógica e histórica es que
prevalezca la función depredadora del estado.
Lo que diferencia decisivamente a North de sus interlocutores
marxistas59 es declarar que si prevalece la función depredadora no habrá
progreso económico, dando lugar a una suerte de “síndrome de la china del siglo
XV”, que podríamos llamar también, en referencia a la actualidad, capitalismo
bastardo. La posibilidad del progreso económico, sostiene North, radica es
vencer socialmente el poder depredador del estado, e instaurar un equilibrio que
en si equivale a destrabar el potencial productivo social.
Dada la naturaleza institucional del sistema social la atenuación o
neutralización de la función depredadora implica la acumulación de una enorme
fuerza que por lo general implica en principio un choque endógeno o exógeno,
es decir, una ruptura de trayectoria provocada por un factor interno o externo a
la lógica reproductiva del sistema. A continuación se retomara el concepto de
trayectoria para el caso de los países atrasados, siempre en el contexto de esta
fundamental caracterización del estado.
59 . La interlocución de North con el marxismo en muy amplia como se pone de manifiesto su colaboración com Margaret Levi de la Universidad de Washington a comienzos de los 1980s (ver su discurso de aceptación del Nobel). También queda constancia de lo anterior en el capitulo 6 de su libro publicado originalmente en 1981.
Dependencia de la trayectoria y opciones de cambio social
La constitución del sistema socio-económico tiene una base o marco institucional
que determina su dinámica histórica, en la medida que establece la definición
originaria de las normas y roles de conducta social, así como los valores y
visiones de la realidad. Las formas institucionales, sobre toda las básicas (marco
en la terminología de North) tienen una fuerte persistencia y por lo general solo
cambian incrementalmente. En el llamado Mundo Occidental un largo proceso
histórico conformó una base institucional “eficiente”, esto es, inductora de la
innovación, que se convierte a vez el principal motor del crecimiento económico.
En esa perspectiva el atraso económico está asociado a un
funcionamiento específico del sistema socio-económico de un país. Lo anterior
puede interpretarse en el sentido de que las instituciones en un país atrasado no
son eficientes en el sentido ya indicado, aunque pueden tener capacidad para
reproducirse a lo largo del tiempo (funcionalidad sin eficiencia).
Si la condición actual del sistema económico depende de su trayectoria
pasada y es determinante el punto de partida, debemos buscar las razones
históricas que impidieron que los países atrasados siguieran trayectorias
institucionales inductoras de la innovación.
Como se mencionó previamente la constitución institucional originaria de
un país atrasado lo define de manera decisiva su inserción al sistema mundial.
Los institucionalistas de la escuela de Stanford, Stiglitz, Hoff y Grief, historiadores
como Engerman y Sokoloff (1997) y Acemoglu, et al (2001) asumen que la
colonización ejerció una influencia determinante en el desarrollo posterior de los
países atrasados, aunque pueden reconocerse diferencias nacionales debidas a la
identidad de la potencia colonizadora y la dotación de riqueza natural (Ibíd.). El
principal legado del dominio colonial ha sido la desigualdad en la distribución de
la riqueza. Esa condición, que se institucionaliza, persiste a lo largo del tiempo,
transmitiéndose generacionalmente, por medio de las restricciones a la
educación, al acceso al crédito, a la tierra, la cultura, etc.
La concentración de la riqueza limita la capacidad productiva de una
gran parte de la población. Los bajos salarios son virtualmente incompatibles con
el trabajo creativo en tanto que los bajos niveles educativos afectan
negativamente el aprendizaje colectivo y por ende la productividad. En el caso de
la tierra, los patrones de exclusión afectan el desarrollo de las instituciones que
se requieren para canalizar el crédito e imponen altos costos al funcionamiento
de la economía. Tal es el papel que juega la aparcería ampliamente analizada
por Hoff y Stiglitz. La aparecería, señalan ambos autores, es el resultado de la
concentración de la riqueza y se instituye ante la ausencia de mecanismos
alternativos para compartir el riesgo. Los costos sociales se ilustran teóricamente
bajo la relación agente-principal, señalan Hoff y Stiglitz.
Esta conclusión se contrapone a algunas interpretaciones de la hipótesis
de la U invertida de Kuznets, que asumen que inevitablemente el desarrollo
económico se apoya en la desigualdad social. Pero la cuestión de fondo no es el
bienestar per se de la población, sino la necesidad de la participación social
masiva en el desarrollo económico. Si la exclusión de una parte de la sociedad
está en el punto de partida, su reproducción a lo largo del tiempo mantiene las
restricciones del crecimiento.
Los problemas de coordinación ante las necesidades de aprendizaje e innovación
Es un hecho reconocido ampliamente que la influencia del mercado mundial
sobre los países atrasados es ambivalente. Del mercado mundial emanan
también diversos efectos directos (transferencia de tecnología, acceso a capital a
menores costos) e indirectos (efecto inductivo de demostración), que podrían
impulsar el desarrollo económico a través de la instauración de patrones de
comportamiento pro-innovativos. La pregunta que queda abierta, sin embargo,
es si esos patrones conductuales sobrevivirán en el contexto hostil creado por las
instituciones “ineficientes”. Hoff y Stiglitz arguyen que su sobrevivencia exige la
creación de otros eslabones institucionales que probablemente no se generen, ya
que con frecuencia las instituciones inferiores eliminan a las superiores.
Si el mercado mundial crea oportunidades que el conjunto de los
empresarios captan, aun queda por resolver el problema de coordinar sus
acciones de tal manera que surja una nueva industria o cambie el
funcionamiento de una ya existente y el efecto se propague aun mas al resto de
la economía. Este problema ya había sido reconocido por los economistas del
desarrollo como Rosentein-Rodan, Lewis y Scitovsky, al señalar que las
acciones como la educación, la inversión, la innovación, la creación de
infraestructura, todas ellas centrales para el desarrollo económico, crean
externalidades.
Como lo habían previsto los economistas del desarrollo, si las acciones
de todos los agentes son interdependientes (fundamento para proponer la teoría
del gran impulso), aunque todos reconozcan que existe un equilibrio superior,
ninguno tomara la iniciativa de actuar primero. En la medida que todos los
demás, piensen lo mismo nadie tomara la iniciativa y se desaprovechara la
oportunidad. Este problema ha sido conceptualizado como el “síndrome” del
pasaje gratis (free rider) y ha sido planteado como uno de los principales
impedimentos a la acción colectiva y por ello a la persistencia de estado
depredador.
Cambio institucional endógeno y choques para cambiar la trayectoria
El desarrollo económico entendido como transformación del funcionamiento de la
sociedad entraña los siguientes problemas interrelacionados:
la propensión depredadora de los grupos que controlan el estado, lo que
significa que sus recursos no serán empleados espontáneamente para
favorecer el desarrollo; de acuerdo a North, entre mas elevado sea el
poder monopólico del estado (la ausencia de rivales), mayor será la
inclinación depredadora.
la existencia de una trayectoria adquirida que reproduce sus patrones de
concentración de la riqueza, limitara la capacidad productiva de la
sociedad y potencia al mismo tiempo los efectos del punto anterior;
las fallas intrínsecas en el comportamiento colectivo limitan el aprendizaje y la
innovación. Por sus implicaciones políticas la mayor falla es la descrita por
el concepto de pasajero gratis.
La trayectoria adquirida en tanto reproduce la desigualdad social favorece la
propensión depredadora de los grupos que controlan el estado (conexión del
inciso b con el a). Igualmente pese a que individualmente se puede visualizar un
equilibrio superior, las fallas de coordinación en la acción colectiva sirven para
preservar el statuo quo (conexión del inciso c con el b y el a).
Si existiera alguna posibilidad de superar esos obstáculos, y el caso de
los países llamados de industrialización reciente parece brindar una respuesta
positiva, radica en iniciar la transformación a partir del proceso político, que
implica, si no superar, al menos atenuar la propensión depredara del estado.
Pero en virtud de las fuerzas que sostienen la trayectoria, Hoff y Stiglitz,
argumentan que se requiere un choque para eliminar la retroalimentación
positiva, es decir, cambiar la trayectoria (romper el condicionamiento histórico).
Frecuentemente una crisis profunda puede provocar un choque lo
suficientemente fuerte para inducir un cambio de trayectoria, en cuya caso,
afirman los autores citados, estamos ante un choque endógeno.
Un tipo de choque diferente es el exógeno como la agresión externa real
o potencial sobre un país o más esencialmente sobre el gobierno. Esta
posibilidad ha sido ampliamente discutida, aunque de una manera general, por
North. Esta cita es bastante ilustrativa: “… el estado está limitado por el costo de
oportunidad de sus gobernados, ya que siempre existen rivales potenciales para
ofrecer la misma clase de servicios. Esos rivales son los otros estados y los
individuos, que dentro de la unidad político económica existente, son
gobernantes potenciales. El grado de poder monopolístico del que gobierna, es
por consiguiente, una función de la proximidad de sustitutos para los diversos
grupos de gobernados”.
Dando un paso más en la misma dirección, podemos corroborar
históricamente que solo en condiciones excepcionales la proximidad de sustitutos
es lo suficientemente fuerte como para invalidar el status monopolista del estado
y de los grupos que lo controlan. North y Thomas citan el surgimiento de los
estados nación en la Europa del siglo XIV en medio de terribles rivalidades. Sin
embargo, añaden los citados autores, el resultado no es el mismo en todos lo
casos. La rivalidad estuvo asociada a efectos progresivos en Inglaterra y
Holanda, pero no en Francia y menos en la España de la Mesta.
Probablemente otro ejemplo de rivalidad extrema lo brinda la ya citada
experiencia de los países de Asia Nororiental en el curso de la segunda mitad del
siglo XX. Al estar situados en la frontera entre comunismo y capitalismo la
amenaza de la insurrección, incentivó a los gobernantes, con apoyo de EEUU, a
seguir una estrategia de movilización social forzada para alcanzar metas de
desarrollo antes inalcanzables para países atrasados.
Como sugiere North la condición de rivalidad es consustancial al propio
sistema internacional de estados, pero cabe preguntar hasta que punto un
choque exógeno se canalizaría en la actualidad del modo que lo hizo en lo que
hoy son los tigres asiáticos. El ejemplo de China, una mezcla de choque exógeno
con elementos endógenos, no deja de ser perturbador. Pero lo que interesa
destacar es la lógica del choque endógeno y su grado de afinidad un cambio
endógeno incremental (al respecto ver Grief, 2006).
Si la hipótesis de los choques alude a perturbaciones en el
comportamiento social que tienen potencialmente el efecto de cambiar la
percepción, creencias y el comportamiento; el cambio endógeno incremental
implica el pasaje paulatino de un tipo de estructura institucional a otra (y no el
cambio incremental dentro de una misma trayectoria). El punto de partida para
teorizar sobre esa posibilidad es por supuesto la inercia institucional que va
implícita en la idea misma de trayectoria, tal como lo han formulado David,
Arthur y remite a Veblen. Con el poder de persistencia de las instituciones que
tiene un fundamento cognoscitivo y de coordinación, el pasaje paulatino a otra
estructura institucional implica que su mecanismo interno de reproducción se
debilita. El mecanismo interno de reproducción, de acuerdo a Grief, se encuentra
en las creencias y en el comportamiento asociado a ellas, de modo que el cambio
se iniciaría en las creencias, para luego afectar el comportamiento.
Hoff y Stiglitz argumentan que hay una variedad de instrumentos
políticos, que potencialmente le permitirían a una economía liberarse del
condicionamiento histórico. La mayoría de ellos caen bajo la categoría de
intervenciones, pero son puentes a la acción colectiva. Se trata de cambios en
los estatus legales, pisos salariales temporales liberación de la información, etc.,
que pueden considerarse como inductores de un cambio incremental de la
trayectoria institucional. Pese a ese reconocimiento ambos autores son
cautelosos; critican la ingenuidad de los economistas que creen que las reformas
per se permitirán con certeza algún mejoramiento de tipo Pareto (que beneficie a
todos); irónicamente subrayan Hoff y Stiglitz, aun esas reformas muy
probablemente serán resistidas. Los participantes en el proceso político, afirman,
tomaran una actitud defensiva si prevén que las repercusiones a largo plazo les
sean desfavorables. Por ejemplo, agregan, un funcionario que toma decisiones
políticas probablemente no emprenda acciones de mejora social tipo Pareto, si
prevé que la repercusiones dejen el poder en manos de adversarios que puedan
perjudicar a su clientela.
Hall y otros autores comparten el escepticismo de que las instituciones
puedan cambiar en sentido estrictamente endógeno e incremental. Grief admite
que no hay una base teoría firme para fundamentar esa modalidad de cambio
institucional.
Es más promisoria la hipótesis de una combinación entre un choque
endógeno o exógeno y un paulatino debilitamiento del mecanismo interno de
reproducción de las instituciones existentes; es ese caso sin embargo, nada
garantiza un avance social, es decir puede haber regresión o progresión después
de un choque. Como ejemplos progresivos parecen estar en primer plano la
India y Brasil, ya que ambos hay evidencias de choques exógenos (en el caso de
la India la confrontación con Pakistán y China y en Brasil la insurrección de la
guerrilla de izquierda), que no dan lugar a cambio inmediatos de trayectoria, sino
a un paulatino cambio institucional que se alimenta de la experimentación y la
diversidad. En la India la percepción de la amenaza de sus vecinos incentivó el
desarrollo de la ciencia y la educación superior. Sin embargo, ambos avances se
habrían perdido en su mayor parte si la globalización no hubiera generado
condiciones favorables de reinserción internacional.
La India y Brasil tienen la virtud de ser países continente, lo que
contribuye a explicar porque la amenaza externa o los choques exógenos no
tuvieron efectos dislocadores profundos y persistentes que reforzaran a su vez el
poder monopólico de los grupos que controlan el estado. De haber sido ese el
caso se habría consolidado la estructura institucional que obstaculiza el progreso
social relativo.
Conclusión
Se requieren mucho mayor esfuerzo para fortalecer lo que Hoff y Stiglitz llaman
la nueva teoría del desarrollo. Pero en el estatuto actual se advierte la fuerza
analítica de una propuesta centrada en el papel de las instituciones en el cambio
socioeconómico. Es cada vez más evidente la insuficiencia de los análisis
tecnologistas que postula, a partir de estudios microeconómicos, que la clave del
dinamismo radicaba en el papel innovador de la empresa. No hay duda que la
empresa es el agente innovador directo, pero su desempeño esta condicionado a
la constitución y orientación del marco institucional. Como vimos en la
generalidad de los países tardíos el marco institucional, con una enorme
capacidad de persistencia y reproducción, tiende a discriminar contra la
innovación, el aprendizaje, la inversión en infraestructura etc. Las fallas de
coordinación en el comportamiento colectivo agravan el problema y pueden dar
como resultado la persistencia de una situación socialmente desfavorable.
Finalmente cabe llamar la atención sobre la nueva concepción de la
dinámica social. Se sigue reconociendo que el conducto del cambio es el proceso
político, pero en si mismo el deseo de cambio y el activismo, pueden ser
insuficientes y dar resultados distintos a los previstos. Más fundamentalmente, el
cambio puede requerir el enlace de acciones cuya complementariedad solo se
advierte ex post.
Finalmente con fines de apertura de la discusión cabe subrayar los siguientes
puntos que son complementarios a los ya discutidos
El resultado social de un choque sobre la estructura institucional depende de
la existencia de un agente protagónico o de coalición que actué como
conductor de un proceso político de reconstrucción institucional (cambio
del funcionamiento de la sociedad a través del proceso político, ver Hoff y
Stiglitz).
Por lo anterior la ruptura de trayectoria, no garantizar el pasaje a lo que
Hoff y Stiglitz llaman un “equilibrio eficiente”, ya que como postula North
el estado muestra, en cualquier contexto histórico o estructural, una
tendencia generalizada a producir derechos de propiedad ineficientes o
inducir a la ineficiencia (North, 1984).
Los países “mas tardíos” del tipo “A”, han logrado romper la trayectoria
histórica heredada, instaurando una matriz institucional proclive al
aprendizaje, pero esta que no es una replica de la matriz “Occidental”
(Amsden, 1989).
La función institucional del nuevo sujeto social es “reinventar” la realidad
para alcanzar las metas del desarrollo, que en el marco anterior eran
inalcanzables.
El activismo social como fuerza primaria orientada a cambiar el
funcionamiento del sistema económico, tal como la postulan los marxistas,
es problemática. Como indica el precepto del “pasajero gratis”, cada uno
espera que otros actúen. Las fallas de la acción colectiva se ven
reforzadas por la ideología y el automatismo del comportamiento (o
principio de persistencia: “estamos aquí porque estamos aquí” ). Pero las
ideologías se agotan y ello abre la oportunidad del cambio. En la medida
que el agotamiento de la ideología corresponde a un limitación material, el
sistema será vulnerable a choques y estos pueden precipitar el activismo
social.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS Acemoglu, Daron, S. Johnson y A. Robinson. 2001. “The Colonial Origins of Comparative Development: An Empirical Investigation”, American Economic Review, num. 91, diciembre. Amsden, Alice, 1989. Asia´s Next Giant: South Korea and Late Industrialization, Oxford University Press, Oxford. Archer, Margaret, 1998. Introduction; Realism in the Social Science, en M. Archer et al. (eds.), Critical Realism, Routledge, Londres. Bhaskar, Roy. 1998. Philosophy and Scientific Realism”, en M. Archer et al. (eds.), Critical Realism, Routledge, Londres Burker, Lashon et al. 2005. Introduction: Evolution and Intelligence, en L. Booker, S- Forrest, M. Mitchell y R. Riolo (eds.), Perspective on Adaptation in Natural and Artificial Systems, Santa Fe Institute, Oxford University Press. Dabat, Alejandro. 1994. Capitalismo mundial y capitalismos nacionales, Fondo de Cultura Económica-UNAM, México. David, Paul. 2001. “Path Dependence, its Critics and the Quest for ‘Historical Economics’, en P. Garrouste y S. Ioannides (eds.) Evolution and Path Dependence in Economic Ideas, Edward Elgar, Cheltenham. Donald, Merlin. 2002. A Mind so Rare. The Evolution of Human Conciousness, W. W. Norton, Nueva York. Dosi, Giovanni, Keith Pavitt y Luc Soete. 1993. La economía del cambio técnico y del comercio internacional, SECOFI/CONACYT, México. Douglas, Mary. How Institutions Think, Syracuse University Press, Nueva York. Engerman, Stanley y Kenneth Sokoloff. 1977. Factor Endowments, Institutions, and Differential Path of Growth Among New World Economics; A View From Economic Historians of the United States”, en Stephen Haber (ed.). How Latin America Fell Behind. Essays on Economic Histories of Brazil and Mexico, 1800-1914, Stanford University Press, Stanford. Erbes, A., V. Robert y G. Yoguel. Complex systems and structural change: An unresolved dilemma in developing countries. Ponencia en el Annual Conference for Development and Change in Cape Town en diciembre de 2007
Gramsci, Antonio. 1971. Selections from the Prison Notebooks, Institutional Publisher, Nueva York. Greif, Avner. 2006. Institutions and the Path to the Modern Economy, Cambridge University Press, Cambridge Grief, Avner. 2006. Institutions and the Path to the Modern Economy, Cambridge University Press, Cambridge. Harvey, David.1990. Los límites del capitalismo y la teoría marxista, Fondo de Cultura Económica, México. Hodgson. G. 2001. How Economics Forgot History. The Problem of Historical Specificity in Social Science, Routledge, Londres. Hodgson, Geoffrey. 1999. Evolution and Institutions, Cheltenham, Edward Elgar. ______________ . 1999a. Economics and Utopia. Why the Learning Economy is not the End of History, Londres, Routledge. Hokk, Carla y Joseph Stiglitz. 2002. “La teoría Económica moderna y el desarrollo”, en G. Meier y J. Stiglitz (Eds.), Fronteras de la economía del desarrollo. El futuro en perspectiva histórica, Banco Mundial-Alfaomega, México. Kuhn, Thomas. 1970. La estructura de las revoluciones científicas, Fondo de Cultura Económica, México. Kolakowski, Leszek. 1976. Las principales corrientes del marxismo. Vol. III, Alianza Universidad, Madrid. Lakatos, Imre. 1981. Matemáticas, ciencia y epistemología, Alianza editorial, Madrid. Lara Rivero, Arturo. 2007. “Instituciones, empresas, Mercado y capacidades de aprendizaje: el programa de investigación”, en A. Lara R. (Coord.), Co-evolución de empresas, maquiladoras, instituciones y regiones: una nueva interpretación”, UAM_Xochimilco, Hadita y M. A. Porrua, México, 2007. Lara, Rivero y A. Diaz-Berrio. 2003. “Socialización del conocimiento tácito”, en J. Abortes y G. Dutrenit (coords.), Innovación, aprendizaje y creación de capacidades tecnológicas, UAM-Porrua, México. Losse, John. 2004. Theories of Scientific Progress. An Introduction, Routledge,
Nueva York. _________ . 1977. Historical Introduction of the Philosophy of Science, Oxford University Press, Oxford. March, James. 1996. “Exploration and Exploitation in Organizational Learning”, en M. D. Cohen y Lee Sproull (eds.), Organizational Learning, Sage Publications, Thousand Oaks, 101-123. Marx, Carlos. s/f. Prologo de la contribución a la critica a la economía política, en C. Marx y F. Engels, Obras Escogidas, Editorial Progreso, Moscú y Ediciones de Cultura Popular, México. __________. 1987. La ideología alemana, Grijalbo, México. __________ . 1971. El método de la economía política. Grijalbo, México. ___________. 1946. El capital. Crítica de la economía política, Fondo de Cultura Económica, México. Millar, David Comp.). 1995. Popper: Escritos selectos, Fondo de Cultura Económica, México. Mokyr, Joel. “Innovation and its Enemies: The Economic and Political Roots of Technological Inertia” en M. Olson y S. Kahkonen (eds.). A Not-So-Dismal Science. A Broader View of Economies and Societies, Oxford University Press, Oxford. _________ . 1990, La palanca de la riqueza. Creatividad tecnológica y progreso económico, Alianza editorial, Madrid. Mowery, David y Nathan Rosenberg. 1998. Paths of Innovation. Technological Change in the 20th-Century America, Cambridge University Press, Cambridge. Murmann, Johann. 2003. Knowledge and Competitive Advantage. Te Coevolution of Firms, Technology and Nacional Institutions, Cambridge University Press, Cambridge Nonaka, I. y H. Takeuchi. 1999. La organización creadora de conocimiento, Oxford University Press, México Nooteboom, Bart. 2000. Learning and Innovations in Organizations and Economies, Oxford University Press, Nueva York. North, Douglass. 1993. Instituciones, cambio institucional y desempeño
económico, Fondo de Cultura Económica, México. _____________ . 1984. estructura y cambio en la historia económica, Alianza Universidad, Madrid. _____________ y Robert Thomas, 1973. El nacimiento del mundo occidental. Una nueva historia económica 900-1700, Siglo XXI editores, México. Penrose. E. 1972. The Theory of the Growth of the Firm, Wiley, Nueva York. Pérez, Carlota. 2004. Revoluciones tecnológicas y capital financiero, Siglo XXI Editores, México. Piaget, Jean. 1995. Seis estudios de psicología, Editorial Labor, Bogota. Popper, Kart. 1962. La Lógica de la investigación científica, Editorial Tecnos, Madrid. Puu, Tonu, Arts, Science and Economics, Springer, Berlin. Rivera Rios, Miguel Angel y Rene Caballero Hernandez. 2004. “Cambio tecnológico y reproducción social. El perfil de una nueva teoría económica”, Economia Teoría y Practica, num. 21. Rosenberg, Nathan. 2000. Schumpeter and the Endogeneity of Technology, Routledge, Londres. _______________ y David Mowery.1998. Paths of Innovation. Technological Change in 20th Century America, Cambridge University Press, Cambridge. Rosenberg, Nathan. 1993. Dentro de la caja negra. Tecnología y economía, Llibres dels Quaderns, Barcelona. Rutherford, Malcolm. 1998. “Veblen’s Evolutionary Programme: a Promise Unfulfilled, Cambridge Journal of Economics, 22, pp. 463-477 Saviotti, Pier Paolo. 2007. “On the Dynamics of Generation and Utilization of Knowledge; the Local Character of Knowledge, Structural Change and Economic Dynamics, 18, pp 387-408. Searle, John R.1995. The Construction of Social Reality, The Free Press, Nueva York.
Schumpeter, J. 1968. Capitalismo, Socialismo y democracia, Aguilar, Madrid. Varela, Francisco, E. Thompson y E. Rosch, The Embodied Mind. Cognitive Science and Human Experience, The MIT Press, Cambridge Veblen, Thorstein. 1919. The Place of Science in Modern Civilisation and Other Essays, Nueva York. ________________. 1904. Teoría de la empresa de negocios, Editorial Universitaria de Buenos Aires, 1965. _______________. 1899/1963. La teoría de la clase ociosa, Fondo de Cultura Económica, México. Vygotsky, L. S. 1993. Obras escogidas, II. Problemas de Psicología general, Editorial pedagógica, Moscú ____________ . 1978. Mind in Society. The Development of Higher Psychological Processes, Harvard University Press, Cambridge Weick, Karl. 1995. Sensemaking in Organization, Sage Publications, Thousand Oaks Weick, Karl, 2001. Making Sense of the Organization, Blasckwell Publishing, Malden.
Top Related