«DIOS, concédenos la sabiduría para que podamos servir
según tus divinos preceptos. Ayúdanos a comprender tu
propósito. Haznos servidores de tu voluntad y concédenos la
necesaria abnegación para que ésta sea realmente tu obra y
no la nuestra, de modo que ningún adicto, dondequiera que
esté, deba morir a consecuencia de los horrores de la
adicción.»
“Oración del Servicio”
SEGUNDO PASO
"Llegamos a creer que un Poder superior
a nosotros mismos podía devolvernos el
sano juicio."
Funciona Cómo y Por Qué
Nos deja con una profunda necesidad de creer que podemos recuperarnos.
Esta rendición hace posible que tengamos esperanza. Al admitir nuestra
impotencia, abrimos la mente a una idea totalmente nueva: la posibilidad de
que algo superior a nosotros mismos pueda tener suficiente poder como para
aliviar nuestra obsesión de consumir drogas.
Es muy posible que antes de llegar a NA nunca hayamos creído en fuerza alguna
que no fuese nuestra propia fuerza de voluntad, y ésta nos había fallado. NA nos
presenta una nueva interpretación.
“Nuestra rendición en el
Primer Paso”
Y empezamos a comprender lo que significa creer que un Poder superior a
nosotros mismos puede devolvernos el sano juicio.
Hallamos aún más esperanza al escuchar a otros adictos en recuperación.
Nos identificamos con lo que han sido y nos da esperanza ver lo que son
ahora.
Escuchamos atentamente en las reuniones y estamos dispuestos a aplicar lo
que oímos. Cuando comenzamos a creer que hay esperanza para nosotros,
también empezamos a confiar en el proceso de recuperación.
“Nos da esperanza “
«Lo que más nos derrotará en nuestra recuperación es una actitud de
indiferencia o intolerancia hacia principios espirituales. Tres de éstos son
indispensables: honestidad, receptividad y buena voluntad.»
Esto no significa que debamos ser infaliblemente honestos, receptivos y estar llenos
de buena voluntad. Sólo tenemos que intentar practicar estos principios lo mejor que
podamos. Al abordar el Segundo Paso por primera vez, podemos practicar el
principio de honestidad reconociendo y compartiendo lo que creemos o no creemos
sobre un Poder Superior a nosotros. Desarrollar nuestra receptividad requiere cierto
esfuerzo, pero podemos practicar este principio escuchando a otros adictos en
recuperación compartir la forma en que ellos llegaron a creer.
“Nuestro Librito
Blanco dice”
De probar algo nuevo sencillamente apareció porque estábamos hastiados de
nuestros viejos hábitos. Nos pareció que, como nuestra propia fuerza no bastaba para
devolvernos el sano juicio, quizás otra cosa, si la dejábamos, podía hacerlo.
La palabra “locura", a muchos nos pareció muy fuerte para describir nuestro estado.
Sin embargo, si miramos nuestra adicción activa de forma realista, veremos que
hemos estado cualquier cosa menos cuerdos. La mayoría de nuestras
percepciones no se basaban en la realidad. Veíamos el mundo que nos rodeaba
como un ambiente hostil.
“Para muchos, la buena
voluntad”
Y teníamos muy poco contacto con los demás, si es que teníamos alguno. Otros
deambulábamos por la vida sin dejar que nada nos tocase emocionalmente. En uno
u otro caso, terminamos sintiéndonos aislados. A pesar de que todo indicaba lo
contrario, sentíamos que controlábamos.
Ignorábamos no queríamos creer, las verdades que nos miraban a la cara.
Seguíamos haciendo las mismas cosas y esperábamos que los resultados fueran
diferentes.
Lo peor de todo era que continuábamos consumiendo drogas, sin importarnos las
consecuencias negativas
Algunos nos aislábamos
físicamente
De que habíamos perdido el control sobre nuestro consumo de drogas, seguíamos
tratando de justificarlo. Con demasiada frecuencia el resultado era que ya no
podíamos enfrentarnos a nosotros mismos.
Cuando echamos un vistazo realista a nuestra vida, no hay duda alguna de que
necesitamos desesperadamente que nos devuelvan el sano juicio.
Independientemente de nuestra interpretación personal de la frase «que nos
devuelvan,» muchos coincidimos en que significa cambiar hasta un punto en el
que la adicción y la falta de sano juicio que la acompaña no controlen nuestra vida.
“A pesar de las señales
de aviso”
Es un proceso para toda la vida. Lo experimentamos individualmente de distintas
maneras en distintas etapas de la recuperación, pero todos vemos ciertos
resultados de este proceso desde el principio de nuestra recuperación.
Para empezar, que nos devuelvan el sano juicio significa que ya no tenemos
que consumir drogas.
En vez de aislarnos, asistimos a reuniones. En vez de arrinconarnos al sentir
dolor, llamamos a nuestro padrino o madrina y le pedimos que nos guíe en la
práctica de los pasos, una verdadera demostración de sano juicio.
Empezamos a creer que una fuerza poderosa puede devolvernos el sano juicio.
Por fin sentimos que hay esperanzas para nosotros.
“Recuperar el sano
juicio”
Implica un proceso. Para algunos, es sencillo y puede traer resultados inmediatos.
Muchos llegamos a NA tan derrotados que estábamos dispuestos a probar lo que fuese.
Buscar ayuda de un Poder Superior a nosotros quizás haya sido la mejor idea que
habíamos oído jamás. Sin embargo, el proceso de llegar a creer puede ser difícil, y
hasta doloroso. Muchos hemos visto que actuar como si creyésemos es útil.
No quiere decir que debamos ser deshonestos. Más bien significa que, si tenemos
dudas, practiquemos el programa como si creyésemos que podemos recuperar el
sano juicio.
«Llegamos a creer»
A nosotros no nos resulta fácil a todos. Sin embargo, hemos visto que es
indispensable tener una mente abierta para abordar este paso.
Si miramos alrededor, descubrimos muchas razones para creer. Nuestra creencia
puede consistir simplemente en que podemos recuperarnos de una vida de
adicción activa.
Librarnos de la obsesión de consumir quizás sea nuestra primera experiencia de la
obra de un Poder superior a nosotros en nuestra vida. A lo mejor, por primera vez
en muchos años, la obsesión con las drogas ya no controla todos nuestros
momentos conscientes. Saber que hoy no tenemos que consumir es, en sí, una
creencia muy poderosa.
“Creer en un Poder superior”
Mediante el proceso de llegar a creer. Comienza con la esperanza. Para algunos
de nosotros, puede que al principio sea una chispa débil, quizás tan sólo el
pensamiento de que, a lo mejor, si trabajamos el programa, nuestra vida va
a mejorar. La esperanza se convierte en fe a medida que mejora nuestra vida.
Para muchos, la fe puede describirse como la creencia en algo intangible.
Después de todo, quién puede explicar lógicamente la desaparición repentina de
la obsesión de consumir drogas, algo que nos ha sucedido a muchos.
Con esperanzas de una vida distinta y una incipiente fe en que la recuperación
es posible, comenzamos el proceso de llegar a creer en un Poder superior a
nosotros mismos.
“Empezamos a desarrollar la fe “
Por lo tanto es natural que tengamos diferentes conceptos de la espiritualidad.
En NA, no se obliga a nadie a creer en ideas predeterminadas. Cada uno puede
creer en lo que quiera.
Éste es un programa espiritual, no una religión. Individualmente, cultivamos
nuestras propias creencias en un Poder superior a nosotros. Al margen de
cómo lo concibamos, hay ayuda disponible para todos.
Al principio, muchos recurrimos al grupo o al amor que encontramos en
Narcóticos Anónimos como nuestro Poder Superior.
“Provenimos de diversos
ámbitos y experiencias”
De un Poder superior a nosotros en acción. Entramos, a menudo desesperados, en
un cuarto lleno de adictos que comparten su experiencia, fortaleza y esperanza con
nosotros. Al escuchar tenemos la certeza de que ellos han sentido la misma
desesperación y remordimiento que nosotros.
A medida que observemos a otros adictos practicar una nueva forma de vida sin
consumir drogas, quizás lleguemos a creer que nosotros también podemos
recuperarnos.
Ver a otros adictos mantenerse limpios es una prueba convincente de la
existencia de un Poder superior a nosotros.
“Un grupo de NA es un poderoso ejemplo”
Se aceptan unos a otros. Vemos a adictos celebrar períodos de tiempo limpio que
nos parecen inalcanzables.
Quizás alguien nos abrace y nos diga «sigue viniendo». Los miembros del
grupo nos dan sus números de teléfono. Sentimos el poder del grupo, que nos
ayuda a empezar a sanar.
Muchos utilizamos los principios espirituales como un Poder superior a
nosotros. Llegamos a creer que, al practicar estos principios en nuestra vida, se
nos puede devolver al sano juicio. Es algo que tiene sentido porque muchas
veces nos hemos imaginado con una forma de vida mejor.
“Notamos cómo los adictos en recuperación”
Pero nuestra vida diaria raras veces estaba a la altura. Probarlo al revés, o sea,
practicar una forma de vida mejor de acuerdo con principios espirituales, tendrá a la
larga un efecto en nuestro pensamiento.
No es necesario que definamos el concepto completo de un Poder superior a
nosotros mismos.
Los que llevamos muchos años en recuperación descubrimos que el concepto
de Poder Superior cambia con el tiempo. Nuestra creencia aumenta, al igual que
nuestra fe. Llegamos a creer en un Poder que nos puede ayudar mucho más de
lo que pensábamos al principio.
“Por lo general teníamos
buenas intenciones”
Un Poder Superior, podemos hablar con nuestro padrino o madrina y con otros
adictos en recuperación. Podemos preguntarles cuál es su idea de Poder
Superior y cómo llegaron a ella. Puede que sea una forma de abrir nuestra mente
a posibilidades que antes no habíamos considerado.
Aunque es provechoso preguntar a otros sobre sus creencias espirituales,
tenemos que recordar que nuestro entendimiento de un Poder superior a
nosotros queda a discreción de cada individuo.
Los demás pueden ayudarnos. Podemos hasta adoptar sus ideas por un
tiempo o creer simplemente que ellos creen. Pero, con el tiempo, tenemos que
llegar a creer por cuenta propia.
“En nuestra búsqueda
para concebir “
A la espiritualidad es demasiado vital en nuestra recuperación para que
descuidemos este proceso tan individual.
Para nosotros, parte del proceso de llegar a creer es aceptar la evidencia que
vemos.
La adicción nos hizo negar las verdades que veíamos. Pero ahora, en
recuperación, podemos creer en lo que vemos. Al principio, abrimos nuestra
mente y probamos algo nuevo, creyendo de algún modo que quizás funcione.
Después de dar unos pequeños pasos para creer y confiar, vemos los resultados y
estamos dispuestos a dar pasos más grandes.
“La necesidad de darle un
sentido propio “
Ahora nuestra creencia está reforzada por nuestra experiencia personal, parte de
la cual es inexplicable. A veces, en la vida, nos topamos con coincidencias
extraordinarias que no tienen explicación racional.
No hace falta explicar o analizar estos acontecimientos. Podemos simplemente
aceptar que suceden y estar agradecidos por ello.
Cuanto más tiempo nos mantenemos limpios, más evidente resulta que nuestra
adicción va más allá de las drogas que consumíamos. Gran parte del problema
parece radicar en nuestra búsqueda de algo que nos haga sentir íntegros.
“Descubrimos que ya no hacemos como si creyéramos.”
Dejar de depender únicamente de nuestro propio razonamiento y comenzar a pedir
ayuda, dada, sobre todo, la naturaleza egocéntrica de nuestra enfermedad. Sin
embargo, nos estamos volviendo receptivos.
Al darnos cuenta de que no tenemos todas las respuestas, comenzamos a
adoptar cierta humildad. Quizás no comprendamos del todo el impacto de lo que
significa ser humilde, pero nuestra receptividad nos asegura que hemos
descubierto y comenzado a demostrar esta valiosa cualidad.
La humildad y receptividad nos hace educadles. Dejamos que los demás
compartan lo que les ha funcionado.
“Es un forcejeo tremendo”
Ya que debemos desprendernos del miedo a cómo nos ven los demás. Quizás
algunas de las sugerencias más significativas que recibamos de otros adictos sean
asistir a las reuniones, pedir ayuda, orar y practicar los pasos.
Nuestra experiencia nos ha demostrado que creer en un Poder Superior nos lleva
a recuperarnos en Narcóticos Anónimos.
La gente tiende a vivir de acuerdo a lo que cree, y nuestra recién descubierta
creencia nos llama a vivir el programa. Independientemente del Poder Superior
personal que escojamos, hemos llegado a creer que NA funciona.
Vivimos de acuerdo a lo que creemos al continuar nuestro camino de recuperación y
al practicar los Doce Pasos lo mejor que podamos.
“Es algo que requiere
humildad”
En los que hemos practicado un programa de recuperación he intentado cambiar, es
posible que a veces pasemos por períodos en los que la vida parece no tener sentido.
Quizás tengamos una sensación de enajenación demasiado dolorosa para no
hacerle caso. En tales momentos, puede que sintamos que nos alejamos del sano
juicio en lugar de acercarnos, y que empecemos a cuestionarnos nuestro
compromiso con la recuperación. Podemos llegar a obsesionarnos con
pensamientos autodestructivos.
Quizás tengamos ganas de volver a lo que parece más fácil: las rutas conocidas de
nuestra adicción. En momentos así, tenemos que renovar nuestro compromiso con
la recuperación.
“Incluso después de años limpios”
Una transformación fundamental, aunque aún no entendamos todo lo que implicará en
nuestra vida. Por doloroso que parezca, tenemos que cambiar. Si confiamos en que
estamos creciendo a pesar del dolor, podemos atravesar los períodos difíciles con una
mejor disposición.
Durante estas épocas, depender del Segundo Paso nos da esperanza y nos
recuerda que ya no estamos solos. Si algo no parece bien, nos tomamos el tiempo
necesario para pensar y pedimos sugerencias a nuestro padrino o madrina.
Confiamos en que, con la ayuda de otros adictos en recuperación y de un Poder
superior a nosotros mismos, nos pueden devolver el sano juicio en todos los
aspectos de nuestra vida.
“Confiamos en que estamos sufriendo”
Asistiendo a las reuniones y dejándonos guiar. Aceptamos que la vida, tal como
es, quizás no sea siempre de nuestro agrado, o lo que es más importante, no sea
siempre como la imaginamos.
El sano juicio a menudo significa que no actuamos basándonos en nuestro
primer impulso. Empezamos a tomar decisiones que, en vez de hacernos
daño, nos ayudan.
Seguimos aplicando lo que nos funcionó al principio, no importa los años que
llevemos limpios. Una vez más, volvemos a aplicarnos las bases de este
programa: asistirá reuniones, pedir ayuda y practicar los pasos.
“Recurrimos a lo que hemos aprendido”
Hay esperanza; un Poder superior a nosotros mismos siempre está disponible.
Junto a la esperanza que nos proporciona la práctica del Segundo Paso, descubrimos
que nuestra forma de pensar está sufriendo un cambio radical. El mundo entero parece
distinto. Si antes no teníamos razón alguna para tener esperanzas, ahora tenemos
montones de razones para esperar unas diferencias espectaculares en nuestra vida.
La receptividad nos ha abierto a nuevas ideas. Hemos salido del problema y nos
dirigimos a una solución espiritual.
La receptividad y la disposición de creer en un Poder superior a nosotros mismos
demuestran esta solución. Ahora debemos seguir con el Tercer Paso para desarrollar una
relación con Dios tal como lo concebimos.
“Aunque nos sintamos desesperados”
“Oración de la Serenidad”
“Dios concédenos serenidad, para aceptar las
cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar
las cosas que puedo y sabiduría para reconocer
la diferencia.”