2
Foto: José de Javier
3
Boletín Anual de la Pontificia y
Real Hermandad Sacramental del
Señor San José y Ánimas y
Cofradía del Santísimo Cristo de
la Misericordia (del Silencio)
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Hermandad del Silencio
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Divina Misericordia
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opinión expresada en sus
colaboraciones, limitándose a
su fiel reproducción.
Divina Misericordia Año Santo 2016
Editorial 6
Mensaje cuaresmal 8
Saludo del Hermano Mayor 14
El Año de la Misericordia en las Hermandades 16
La juventud cofrade, espontánea e imprescindible 18
Contribuciones del Grupo Joven 23
La Misericordia en Granada 28
La perfección de la muerte de Cristo 36
La Cuaresma, tiempo de conversión 39
¿Qué es y cómo celebrar el Año Jubilar? 44
¡Silencio! 48
Santo Vía Crucis Penitencial de la Misericordia 50
Solemne Quinario 2016 52
¿Qué supone para ti el Jubileo de la Misericordia? 54
Contemplando tu Misericordia 57
La Misericordia de Cristo en S. Francisco 60
Siempre de Madrugada 64
Misioneros de la Misericordia 66
Transcripción y Armonización del Soneto 68
Décimas al Cristo de la Misericordia 74
Música para la muerte de Cristo 76
Rezad por mí 78
Nuevos espacios para el antiguo culto 79
El silencio más escandaloso de este mundo 86
El Retablo Mayor de la Parroquia de San José 88
La Puerta de la Fe 96
A mi Señor de la Misericordia 100
Oración por el Año de la Misericordia 103
Las Obras de Misericordia 104
Avisos y convocatorias 2016 106
Itinerario oficial 2016 109
4
Foto: González Molero
5
6
Hermanos, ¡paz y bien en el Año Santo de la
Misericordia!
Suponga la feliz recepción de
estas páginas una ocasión para el
encuentro con algo que es mucho
más que una mera publicación anual,
antes bien el reflejo de la inquietud,
el sentir y la esperanza de quienes,
por la victoria sobre la muerte del
Verbo encarnado, se saben Her-
manos y lo celebran en el devoto
encuentro común con la Divina Mis-
ericordia.
En este curso cofrade, quizás
de un modo apenas previsto, todo se
ha impregnado de Misericordia; todo
nos recuerda el tiempo de la Iglesia
peregrina que vivimos; todo nos hace
mirar con más fuerza hacia Aquel
que, escondido en el Sagrario, ha
encontrado su inmejorable reflejo en
el Crucificado que se yergue en esa
misma recoleta capilla de la Par-
roquial de San José que otrora fuese
panteón de los Méndez de Salazar.
He ahí la misteriosa redundancia que
es inherente a la grandilocuencia del
mensaje divino: todo lo que al hori-
zonte humano se hace insondable ha
de ser recreado y repetido, parece
que insistentemente, para finalmente
con su renovación y actualización,
hacerse tangible, si no a la mente, sí
al corazón de los que saben esperar.
Así sucede con el magno
misterio del Sacrificio Salvífico con-
sumado y adorado, una y otra vez, en
el Sacramento de la Eucaristía. De
igual manera también con el sufragio
debido a la esperanza en la Vida
Eterna de quienes ya abandonaron el
plano terreno. Por ello y sólo por
ello somos Hermandad Sacramental
y Hermandad de Ánimas. Pero con
ello también somos Hermanos de la
Misericordia y, consecuentemente, es
nuestra encomienda hacer comuni-
dad —hacerla realmente a lo largo de
todo el año y constantemente en el
trato con el prójimo— para celebrar y
asimilar esos tres misterios capitales:
el de un Dios que por Amor se ha
hecho carne, el de un Dios que por
Amor ha ganado la Vida para el
hombre y el de un Dios que por
Amor se ha manifestado como
fuente de Amor infinito.
«La Cuaresma de este Año
Jubilar sea vivida con mayor inten-
Editorial
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
7
sidad, como momento fuerte para
celebrar y experimentar la misericor-
dia de Dios. ¡Cuántas páginas de la
Sagrada Escritura pueden ser medita-
das en las semanas de Cuaresma para
redescubrir el rostro misericordioso
del Padre!». Así es como nos exhorta
el Santo Padre Francisco, en el punto
diecisiete de la bula Misericordiæ
Vultus, a trazar nuestro itinerario
cuaresmal, en que ya estamos inmer-
sos, en torno a la certeza de un Dios
que ha roto todos los yugos que
oprimían al hombre y ha convertido
esa libertad en la Buena Nueva, que
para nosotros constituye al mismo
tiempo nuestra mision fundamental.
Una encomienda esta que no es otra
que la de su transmisión, hoy más
que nunca, en el seno de un Occi-
dente cada vez más descristianizado,
cada vez más alejado de las raíces que
le confirieron la identidad más fuerte
de que jamás ha gozado.
Es el momento de que esta
Cofradía del Silencio que todos so-
mos arme lío en las calles, para di-
fundir el mensaje de esta Misericor-
dia inextinguible que venera desde
hace noventa y dos años. Es hora de
saciar a los sedientos de Dios, hora
de colmarlos con el consuelo de las
Obras de Misericordia, hora de
calmarlos con la honda calidez de la
espiritualidad cristiana. Aquí encon-
tramos la razón para que el Crucifica-
do de la Misericordia esté más
presente que nunca entre el pueblo
de Granada; para que presida y capte
la atención sobre el misterio de la
Redención a través de dos aconteci-
mientos extraordinarios llamados a
convertir a muchos. El II Viernes de
Cuaresma y los Oficios de la Pasión
del Señor aguardan que los Her-
manos del Silencio sepamos atrapar y
exprimir la misión para la que hemos
sido llamados en este año por la
Providencia; la misma que confía en
los frutos de nuestra conversión
sincera, que no habrá de concretarse
sino en la participación natural en los
cultos y actos de caridad, así como en
el compromiso de su transmisión a
unas nuevas generaciones que en este
curso vuelven a manifestarse y que
ansían abrirse paso entre anquilosa-
das praxis.
Hermanos, ¡seamos miseri-
cordiosos y seámoslo de veras, como
nuestro Padre del Cielo es misericor-
dioso!
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
8
1. María, icono de una Iglesia
q u e e v a ng e l i z a po rq u e e s
evangelizada
En la Bula de convocación del
Jubileo invité a que «la Cuaresma de
este Año Jubilar sea vivida con
mayor intensidad, como momento
fuerte para celebrar y experimentar
l a m i s e r i c o r d i a d e
Dios» (Misericordiae vultus, 17).
Con la invitación a escuchar la
Palabra de Dios y a participar en la
iniciativa «24 horas para el Señor»
quise hacer hincapié en la primacía
de la escucha orante de la Palabra,
especialmente de la palabra
profética. La misericordia de Dios,
en efecto, es un anuncio al mundo:
pero cada cristiano está llamado a
experimentar en primera persona
ese anuncio. Por eso, en el tiempo
de la Cuaresma enviaré a los
Misioneros de la Misericordia, a fin
de que sean para todos un signo
concreto de la cercanía y del perdón
de Dios.
María, después de haber
acogido la Buena Noticia que le
dirige el arcángel Gabriel, canta
proféticamente en el Magnificat la
misericordia con la que Dios la ha
elegido. La Virgen de Nazaret,
prometida con José, se convierte así
en el icono perfecto de la Iglesia que
evangeliza, porque fue y sigue siendo
evangelizada por obra del Espíritu
Santo, que hizo fecundo su vientre
virginal. En la tradición profética, en
su etimología, la misericordia está
e s t r e c h a m e n t e v i n c u l a d a ,
precisamente con las entrañas
maternas (rahamim) y con una
bondad generosa, fiel y compasiva
(hesed) que se tiene en el seno de las
relaciones conyugales y parentales.
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
Mensaje cuaresmal 2016
9
2. La alianza de Dios con los
h o m b r e s : u n a h i s t o r i a d e
Misericordia
El misterio de la misericordia
divina se revela a lo largo de la
historia de la alianza entre Dios y su
pueblo Israel. Dios, en efecto, se
m u e s t r a s i e m p r e r i c o e n
misericordia, dispuesto a derramar
en su pueblo, en cada circunstancia,
una ternura y una compasión
visceral, especialmente en los
momentos más dramáticos, cuando
la infidelidad rompe el vínculo del
Pacto y es preciso ratificar la alianza
de modo más estable en la justicia y
la verdad. Aquí estamos frente a un
auténtico drama de amor, en el cual
Dios desempeña el papel de padre y
de marido traicionado, mientras que
Israel el de hijo/hija y el de esposa
infiel. Son justamente las imágenes
familiares —como en el caso de
Oseas (cf. Os 1-2)— las que expresan
hasta qué punto Dios desea unirse a
su pueblo.
Este drama de amor alcanza
su culmen en el Hijo hecho hombre.
En él Dios derrama su ilimitada
misericordia hasta tal punto que hace
d e é l l a « M i s e r i c o r d i a
encarnada» (Misericordiae vultus, 8).
En efecto, como hombre, Jesús de
Nazaret es hijo de Israel a todos los
efectos. Y lo es hasta tal punto que
encarna la escucha perfecta de Dios
que el Shemà requiere a todo judío,
y que todavía hoy es el corazón de la
alianza de Dios con Israel: «Escucha,
Israel: El Señor es nuestro Dios, el
Señor es uno solo. Amarás, pues, al
Señor, tu Dios, con todo tu corazón,
con toda tu alma y con todas tus
fuerzas» (Dt 6,4-5). El Hijo de Dios
es el Esposo que hace cualquier cosa
por ganarse el amor de su Esposa,
con quien está unido con un amor
incondicional, que se hace visible en
las nupcias eternas con ella.
Es éste el corazón del kerygma
apostólico, en el cual la misericordia
divina ocupa un lugar central y
fundamental. Es «la belleza del amor
salvífico de Dios manifestado en
Jesucristo muerto y resucitado» (Exh.
ap. Evangelii gaudium, 36), el primer
anuncio que «siempre hay que volver
a escuchar de diversas maneras y
siempre hay que volver a anunciar de
una forma o de otra a lo largo de la
catequesis» ( ibíd., 164). La
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
10
Misericordia entonces «expresa el
comportamiento de Dios hacia el
pecador, ofreciéndole una ulterior
posibilidad para examinarse,
convertirse y creer» (Misericordiae
vultus, 21), restableciendo de ese
modo la relación con él. Y, en Jesús
crucificado, Dios quiere alcanzar al
pecador incluso en su lejanía más
extrema, justamente allí donde se
perdió y se alejó de Él. Y esto lo
hace con la esperanza de poder así,
finalmente, enternecer el corazón
endurecido de su Esposa.
3. Las obras de misericordia
La misericordia de Dios
transforma el corazón del hombre
haciéndole experimentar un amor
fiel, y lo hace a su vez capaz de
misericordia. Es siempre un milagro
el que la misericordia divina se
irradie en la vida de cada uno de
nosotros, impulsándonos a amar al
prójimo y animándonos a vivir lo
que la tradición de la Iglesia llama las
obras de misericordia corporales y
espirituales.
Ellas nos recuerdan que
nuestra fe se traduce en gestos
concretos y cotidianos, destinados a
ayudar a nuestro prójimo en el
cuerpo y en el espíritu, y sobre los
que seremos juzgados: nutrirlo,
visitarlo, consolarlo y educarlo. Por
eso, expresé mi deseo de que «el
pueblo cristiano reflexione durante
el Jubileo sobre las obras de
m i s e r i c o r d i a c o r p o r a l e s y
espirituales. Será un modo para
despertar nuestra conciencia, muchas
veces aletargada ante el drama de la
pobreza, y para entrar todavía más
en el corazón del Evangelio, donde
los pobres son los privilegiados de la
misericordia divina» (ibíd., 15). En el
pobre, en efecto, la carne de Cristo
«se hace de nuevo visible como
cuerpo mart ir izado, l lagado,
flagelado, desnutrido, en fuga... para
que nosotros lo reconozcamos, lo
toquemos y lo asistamos con
cuidado» (ibíd.). Misterio inaudito y
escandaloso la continuación en la
historia del sufrimiento del Cordero
Inocente, zarza ardiente de amor
gratuito ante el cual, como Moisés,
sólo podemos quitarnos las sandalias
(cf. Ex 3,5); más aún cuando el
pobre es el hermano o la hermana
en Cristo que sufren a causa de su fe.
Ante este amor fuerte como
la muerte (cf. Ct 8,6), el pobre más
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
11
miserable es quien no acepta
reconocerse como tal. Cree que es
rico, pero en realidad es el más
pobre de los pobres. Esto es así
porque es esclavo del pecado, que lo
empuja a utilizar la riqueza y el
poder no para servir a Dios y a los
demás, sino parar sofocar dentro de
sí la íntima convicción de que
tampoco él es más que un pobre
mendigo. Y cuanto mayor es el
poder y la riqueza a su disposición,
tanto mayor puede llegar a ser este
engañoso ofuscamiento. Llega hasta
tal punto que ni siquiera ve al pobre
Lázaro, que mendiga a la puerta de
su casa (cf. Lc 16,20-21), y que es
figura de Cristo que en los pobres
mendiga nuestra conversión. Lázaro
es la posibilidad de conversión que
Dios nos ofrece y que quizá no
vemos. Y este ofuscamiento va
acompañado de un soberbio delirio
de omnipotencia, en el cual resuena
siniestramente el demoníaco «seréis
como Dios» (Gn 3,5) que es la raíz
de todo pecado.
Ese delirio también puede
asumir formas sociales y políticas,
c o m o h a n m o s t r a d o l o s
totalitarismos del siglo XX, y como
muestran hoy las ideologías del
pensamiento único y de la
tecnociencia, que pretenden hacer
que Dios sea irrelevante y que el
hombre se reduzca a una masa para
utilizar. Y actualmente también
pueden mostrarlo las estructuras de
pecado vinculadas a un modelo falso
de desarrollo, basado en la idolatría
del dinero, como consecuencia del
cual las personas y las sociedades
más ricas se vuelven indiferentes al
destino de los pobres, a quienes
cierran sus puertas, negándose
incluso a mirarlos.
La Cuaresma de este Año
Jubilar, pues, es para todos un
tiempo favorable para salir por fin
de nuestra alienación existencial
gracias a la escucha de la Palabra y a
las obras de misericordia. Mediante
las corporales tocamos la carne de
Cristo en los hermanos y hermanas
que necesitan ser nutridos, vestidos,
alojados, visitados, mientras que las
espirituales tocan más directamente
nuestra condición de pecadores:
aconsejar, enseñar, perdonar,
amonestar, rezar.
Por tanto, nunca hay que
separar las obras corporales de las
espirituales. Precisamente tocando
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
12
en el mísero la carne de Jesús
crucificado el pecador podrá recibir
como don la conciencia de que él
mismo es un pobre mendigo. A
través de este camino también los
«soberbios», los «poderosos» y los
«ricos», de los que habla el
Magnificat, tienen la posibilidad de
d a r s e c u en t a d e q u e so n
inmerecidamente amados por Cristo
crucificado, muerto y resucitado por
ellos. Sólo en este amor está la
respuesta a la sed de felicidad y de
amor infinitos que el hombre —
engañándose— cree poder colmar
con los ídolos del saber, del poder y
del poseer. Sin embargo, siempre
queda el peligro de que, a causa de
un cerrarse cada vez más
herméticamente a Cristo, que en el
pobre sigue llamando a la puerta de
su corazón, los soberbios, los ricos y
lo s podero so s acaben por
condenarse a sí mismos a caer en el
eterno abismo de soledad que es el
infierno.
He aquí, pues, que resuenan
de nuevo para ellos, al igual que para
todos nosotros, las lacerantes
palabras de Abrahán: «Tienen a
Moisés y los Profetas; que los
escuchen» (Lc 16,29). Esta escucha
activa nos preparará del mejor modo
posible para celebrar la victoria
definitiva sobre el pecado y sobre la
muerte del Esposo ya resucitado,
que desea purificar a su Esposa
prometida, a la espera de su venida.
No perdamos este tiempo de
Cuaresma favorable para la
conversión. Lo pedimos por la
intercesión materna de la Virgen
María, que fue la primera que, frente
a la grandeza de la misericordia
divina que recibió gratuitamente,
confesó su propia pequeñez (cf. Lc
1,48), reconociéndose como la
humilde esclava del Señor (cf. Lc
1,38).
Vaticano, 4 de octubre de
2015 Fiesta de San Francisco de Asís
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
13
Divina Misericordia 2016 · Año Santo Foto: L’Osservatore Romano
14
¡PAZ Y BIEN!
Hechos importantes se van a
producir en nuestra Hermandad y
Cofradía en esta Santa Cuaresma. En
primer lugar, nuestro agradecimiento
al Excmo. y Rvdmo. Sr. Arzobispo
de Granada, D. Francisco Javier
Martínez Fernández, por haberle
concedido a nuestra Sede Canónica
ser Templo Jubilar, lo que nos
permitirá alcanzar Indulgencia
Plenaria, al tiempo que volvemos a
expresarle nuestra gratitud por
aceptar nuestra petición para predicar
en el último día del Quinario.
Este año, por deseo expreso
de don Javier Martínez, la imagen del
Santísimo Cristo de la Misericordia
presidirá el Altar Mayor de la Santa
Iglesia Catedral durante la Exaltación
de la Santa Cruz en los Oficios del
Viernes Santo. Por este motivo,
nuestra Estación de Penitencia
finalizará en Catedral y el Señor de la
Misericordia permanecerá junto al
Monumento de reserva del Santísimo
Sacramento, para la adoración de sus
fieles durante toda la noche. Puesto
que la Santa Iglesia Catedral no
cerrará durante la madrugada del
Viernes Santo, se organizarán turnos
de vela para que nuestro Sagrado
Titular no se quede solo en ningún
momento.
Me gustaría mucho poder
contar con vuestra presencia y
colaboración en el gran Viacrucis de
la Misericordia que recorrerá, el
próximo veintiséis de febrero, todo el
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
Misericordia, Señor,
14 Foto: José Velasco
Saludo del
15
barrio del Albaicín y permitirá
repartir misericordia a todos nuestros
convecinos.
Aprovecho estas líneas para
comunicaros que, cuando acaben
todos los trámites a realizar tras la
Semana Santa, pondré mi cargo a
disposición de la autoridad
eclesiástica y que ella disponga lo que
mejor considere. Tras quince años
como Hermano Mayor, creo que es
el momento de pasar a hermano de
fila.
Solicito vuestro perdón si
alguien se ha podido sentir ofendido
por alguno de mis hechos o palabras.
Mi intención ha sido siempre la de
hacer las cosas lo mejor posible, por
y para esta Hermandad, aunque sé
que para algunos mis hechos han
sido poco relevantes.
Termino con una oración de
Santa Teresa que desde hace muchos
años la hice mía:
Nada te turbe,
nada te espante,
todo se pasa,
Dios no se muda.
La paciencia
todo lo alcanza;
quien a Dios tiene
nada le falta:
sólo Dios basta.
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
15
Hermano Mayor porque he pecado
16
L a Bula de convocación del
Jubileo Extraordinario de la
Misericordia promulgada por
el Papa Francisco, comienza
diciendo:
“Jesucristo es el rostro de la
misericordia del Padre”, para
nosotros los cofrades tan pegados a
las imágenes, estas palabras del Santo
Padre nos deben de hacer
reflexionar, como ya he dicho en
multitud de ocasiones, estamos
obligados a no quedarnos solo en la
estética de nuestros desfiles
procesionales, ni en la belleza de
nuestras imágenes, por muy
veneradas que sean por nosotros,
tenemos que ir a profundizar en lo
que representan, en esa
representación de Dios, como
aparece a menudo en el Antiguo
Testamento “Paciente y
misericordioso”.
De una manera especial
durante este año tenemos que hacer
presente en todas y cada una de
nuestras actuaciones la grandeza de la
misericordia de Dios, para hacerla
llegar a todos nuestros hermanos,
como se dice en el Salmo 103,3-4,
“Él perdona todas tus culpas, y cura
todas tus dolencias; rescata tu vida del
sepulcro, te corona de gracia y de
misericordia”, y como se repite en el
estribillo que acompaña cada verso
del Salmo 136, “Eterna es su
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
El Año de la Misericordia en las Hermandades y Cofradías
Foto: Antonio Orantes
17
misericordia”. Malos hermanos
seriamos si volviésemos la vista a
todas las enseñanzas recibidas de
Nuestro Señor Jesucristo y le
negásemos el perdón y la
misericordia a los que nos rodean,
que mal ejemplo daríamos si los que
nos llamamos cofrades, y llevamos a
gala ser hermanos de una cofradía
marchásemos a la gresca y en
conflicto permanente.
Como nos dice el Santo Padre
en la Misericordiæ Vultus, “Antes de
la Pasión Jesús oró con este Salmo de
la misericordia. Lo atestigua el
evangelista Mateo cuando dice –
después de haber cantado el himno –
(26,30), Jesús con sus discípulos
salieron hacia el Monte de los Olivos.
Mientras instituía la Eucaristía, como
memorial perenne de Él y de su
Pascua, puso simbólicamente este
acto supremo de la Revelación a la
luz de la misericordia. En ese mismo
horizonte de la misericordia, Jesús
vivió en la cruz. Saber que Jesús
mismo hizo oración con ese Salmo,
lo hace para nosotros, los cristianos,
aún más importante y nos
compromete a incorporar este
estribillo en nuestra oración de
alabanza cotidiana: Eterna es su
misericordia”.
Nosotros los cofrades
granadinos tenemos la gran suerte y
por la feliz decisión de nuestro
Arzobispo de contar con la magnífica
posibilidad de presentar nuestras
oraciones e implorar la misericordia
de Dios en el espectacular marco de
la Santa Iglesia Catedral, ante la
sublime imagen del Santísimo Cristo
de la Misericordia de la Cofradía del
Silencio, que permanecerá toda la
madrugada del viernes santo a la
veneración de los fieles.
Yo quisiera que cuando nos
postremos ante la bendita imagen del
Santísimo Cristo de la Misericordia,
recordemos, como nos dice el Santo
Padre, “las parábolas dedicadas a la
misericordia, Jesús revela la
naturaleza de Dios como la de un
Padre que jamás se da por vencido
hasta tanto no haya disuelto el
pecado y superado el rechazo con la
compasión y la misericordia.
Conocemos estas parábolas; tres en
particular: la de la oveja perdida y de
la moneda extraviada, y la del padre y
los hijos (Lc, 15, 1-32). En estas
parábolas, Dios es presentado
siempre lleno de alegría, sobre todo
cuando perdona. En ellas
encontramos el núcleo del Evangelio
y de nuestra fe, porque la
misericordia se muestra como la
fuerza que todo vence, que llena de
amor el corazón y que consuela con
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
17
18
el perdón.
De otra parábola, además,
podemos extraer una enseñanza para
nuestro estilo de vida cristiano.
Provocado por la pregunta de Pedro
acerca de cuantas veces fuese
necesario perdonar, Jesús responde: -
No te digo hasta siete, sino hasta
setenta veces siete – (Mt 18,22) y
pronunció la parábola del “siervo
despiadado”. Este, llamado por el
patrón a restituir una grande suma, le
suplica de rodillas y el patrón le
condona la deuda. Pero
inmediatamente encuentra a otro
siervo como el que le debía unos
pocos céntimos, el cual le suplica de
rodillas que tenga piedad, pero él se
niega y lo hace encarcelar. Entonces
el patrón, advertido del hecho, se
irrita mucho y volviendo a llamar
aquel siervo le dice: - ¿No debías
también tu tener compasión de tu
compañero, como yo me compadecí
de ti? - (Mt 18,33). Y Jesús concluye:
“Lo mismo hará también mi Padre
celestial con ustedes, si no perdonan
de corazón a sus hermanos” (Mt
18,35).
Pido que cada uno de nosotros
seamos capaces de, tal y como nos
invita el Papa Francisco en el
Mensaje para la Cuaresma de 2016,
repitiendo lo dicho en la Bula de
convocación del Jubileo hacer de “la
Cuaresma de este Año Jubilar sea
vivida con mayor intensidad, como
momento fuerte para celebrar y
experimentar la misericordia de
Dios.”
Y de una manera especial a
vosotros los hermanos de la Cofradía
del Silencio que tenéis la gran suerte
de contar con una imagen que llama
a la misericordia doblemente por su
advocación y por su expresión.
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
Jesús L. Muros Ortega
Presidente de la Real Federación de Hermandades y Cofradías de Semana Santa
18
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E s la fotografía que acompaña al
siguiente escrito una imagen de
1963 que para muchos resultará tanto
más evocadora por los rostros que en
ella figuran, antes que por el más que
consagrado ritual de traslado a cuya
repetición asistimos año tras año. Sin
embargo, la elección de semejante
ilustración para apoyar estas palabras
tampoco obedece a rememoración
nostálgica alguna, sino al interés que
despierta el comentario que, a modo
de pie de foto, la acompaña en los
archivos de nuestra Hermandad:
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
La juventud cofrade, espontánea e imprescindible
20
Y es que esta sucinta crónica
nos habla de un aspecto fundamental
que pareciera caminar hacia su
extinción con el nuevo rumbo de la
Semana Santa granadina actual y la
nueva configuración de los barrios de
nuestra ciudad, especialmente en lo
que a las hermandades de negro
atañe: no me refiero sino a la
espontaneidad.
Hemos perdido en gran
medida la espontaneidad de la vida
cofrade y sin espontaneidad —valga la
reiteración del término—, sin ese
valor añadido que supone para
quienes despiertan en el amor y
veneración hacia nuestros Sagrados
Titulares, sin ello la juventud también
deja de hacerse notar en el devenir
cotidiano de una hermandad. Porque
la juventud es espontánea e
innovadora, ilusionada e ilusionante,
enriquecedora e imprescindible.
Sobre ella ha de recaer todo el mimo
y todo el cuidado que una
confraternidad cristiana es capaz de
poner en juego —y por experiencia sé
que éste no es poco—, para que el
joven se sienta y tome conciencia de
aquello que en realidad supone para
su hermandad: un elemento esencial
que asegura no sólo el futuro, sino
también el presente, de esa
maquinaria que a lo largo del año
hace posible que el Cristo de la
Misericordia sea una realidad querida
desde el sentir más profundo en esta
ciudad de la Alhambra.
No voy a insistir desde estas
líneas sobre ideas ya más que
«A causa de la lluvia, el Miércoles Santo no
se pudo hacer el traslado del Stmo. Cristo a la Iglesia
de San Pedro.
Se hizo en la mañana del Jueves Santo,
aprovechando un claro en la lluvia; varios cofrades,
aunque sin cita previa, coincidimos en la Iglesia de
San José en ocasión que dejó de llover y se hizo el
traslado.
En la fotografía aparecen el entonces párroco
de San José y el que fue locutor de Radio Granada
Don José Real.
Manuel Pérez Simón»
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
21
consabidas y que gravitan en torno a
la transmisión de valores y
ejemplaridad desde la veteranía,
aunque sí parece hacerse necesaria
una llamada de atención respecto a
su completa asunción por parte de
quienes portamos la grave
responsabilidad de transmitir una Fe
y una devoción, un sentimiento y una
tradición. Es deseo y obligación de
todos que los aspectos vitales de
nuestra hermandad jamás se vean
afectados por los desencuentros
naturales que puedan surgir en torno
a la gestión humana. Lo fundamental
debe prevalecer por encima de todo
y en este baluarte de lo esencial ha de
hallarse custodiada en todo momento
la ilusión del niño y del joven
cofrade; únicamente de este modo
puede surgir la motivación que les
empuje a trabajar, no para la
hermandad, sino como hermandad.
En este sentido, la Vocalía de
Juventud se convierte en el órgano
responsable de hacer presente el
sentir y la voz de un grupo de jóvenes
que puede y debe funcionar por sí
mismo al margen de la oficialidad.
Por ello, la Casa de Hermandad es
mucho más que una mera oficina
donde realizar trámites
administrativos y actos oficiales; la
Casa de Hermandad no es ni debe
ser espacio de tintes burocráticos,
sino ese punto clave en que la
juventud pueda encontrarse de forma
espontánea, un emplazamiento en el
que simplemente pasar un rato de
amena confraternización y que al
mismo tiempo pueda servir para que
se constituyan en realidad los puntos
fundamentales sobre los que se
promovió el III Encuentro Nacional
de Jóvenes de Hermandades y
Cofradías, celebrado en Sevilla
durante las pasadas jornadas del 6 al
8 de noviembre de 2015:
· Fomento de la formación
cristiana.
· Intercambio de opiniones,
experiencias, intereses e inquietudes.
· Consolidación de la
participación activa en la vida de la
hermandad.
· Contacto de los jóvenes con
los responsables del gobierno de la
hermandad.
· Conocimiento de las diferentes
realidades que afectan a la
hermandad a través de sus hermanos.
Aunque aún resta demasiado
camino por andar y consolidar, tras
años de ausencia, la actividad de un
Grupo Joven ha vuelto a ser una
realidad en este curso cofrade
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
22
2015/2016 dentro de la Cofradía del
Silencio de Granada, haciendo
posible la presencia de nuestra
hermandad en eventos como la Gran
Recogida de Alimentos 2015, la
entrega de la Luz de la Paz de Belén
con el resto de comunidades
cristianas de la ciudad o la simple
participación en actos comunes de las
hermandades granadinas de la
relevancia de la convivencia en torno
a la festividad de san Juan
Evangelista. Con todo, no dejan de
ser simples gestos que no hablarán
del pleno y auténtico funcionamiento
de un Grupo Joven hasta que, en
union con la vocalía, sean los mismos
jóvenes quienes propongan, sugieran
y hasta convoquen sus propios
encuentros y la organización/
participación en diferentes actos,
porque —insisto— la vida joven de
una hermandad debe existir y
mantenerse por encima de todo.
Otro asunto pendiente que
desde esta vocalía pretende ser
puesto de manifiesto no es sino la
recuperación de un grupo infantil,
que aún no ha podido comenzar a
tener lugar y ello pese a las
convocatorias que a tal efecto se han
realizado, lo cual no deja de ser una
muestra de lo ya expresado líneas
atrás: de la relevancia capital de ese
aliciente que quienes no son tan
jóvenes pueden y deben aportar a
aquellos cuyo futuro está en sus
manos, al margen de las obligaciones
cotidianas. Consecuentemente, no
puedo más que expresar mi deseo e
invitación para animar entre todos a
hijos, nietos, sobrinos… a concurrir a
las convocatorias de juventud, a
compartir una vivencia cristiana, a
proponer y aportar nuevas visiones, a
ser y sentirse, en definitiva, como
núcleo germinal del devenir de la
vida confraterna en torno al
Santísimo Sacramento, el Santísimo
Cristo de la Misericordia y la especial
protección paternal del Señor San
José. Quizás los encuentros de
jóvenes y niños supongan una buena
ocasión para la misma
confraternización de adultos… Quizás
su ilusión y puntos de vista puedan
servir de elemento corrector frente a
los inevitables inmobilismos propios
de instituciones longevas y
consolidadas…
A continuación, algunos
miembros del actual Grupo Joven
han tenido a bien poner su granito de
arena en este boletín del Año de la
Misericordia con unas breves líneas
que ante todo ponen de manifiesto la
experiencia grata, la ilusión
renovadora y las expectativas de
futuro en que vengo insisitiendo;
unas palabras que sin lugar a dudas
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
23
merecen ser leídas y sentidas.
¡Hermanos, recuperemos y
transmitamos la espontaneidad!
El Vocal de Juventud
El joven que queremos ser
L a adolescencia es una gran etapa
donde los jóvenes se encuentran
a sí mismos y se definen poco a poco,
a través de la ayuda de la sociedad y
las distintas asociaciones en las que se
sienten representados. En mi caso,
tuve la oportunidad de conocer hace
unos años la Hermandad del Silencio
y, concretamente, el Grupo Joven.
Durante estos años he tenido la
oportunidad de conocer a personas
realmente dedicadas a este grupo,
muy trabajadoras y constantes, lo que
me hace ver que, si algo se trabaja
frecuentemente y con ayuda de otros,
se pueden obtener grandes cosas.
Además de ello, he vivido
experiencias desde otra perspectiva,
lo que hace que muchas veces una
cosa sea más interesante y te anime a
ser más participativo.
En menor o mayor medida,
la Hermandad del Silencio me ha
ayudado a definirme poco a poco y a
ser ese joven que de pequeño soñaba
ser.
Impresiones de un hermano que
empieza a serlo
Q uisiera dar las gracias a la
Vocalía de Juventud por la labor
de conformar un gran Grupo Joven y
de darme la oportunidad de poder
escribir en el boletín de la Cofradía.
Soy hermano desde hace poco, pero
ya espero con ilusión las próximas
reuniones del grupo joven y las
noches de preparativos para
Cuaresma y Semana Santa. Creo que
lo más importante en una cofradía es
la participación de los hermanos en
cultos, cabildos, reuniones y en la
Estación de Penitencia; es lo que
hace que una Hermandad esté viva y
sea propiamente lo que significa.
Asimismo, quiero que la hermandad
siga creciendo, que se animen los
jóvenes, y que se animen los cofrades
a participar en nuestros proyectos y
actividades, y más en el Año de la
Misericordia, y nos demos a conocer
a Granada como una Hermandad
donde hay convivencia y lo más
importante, como una Hermandad
Cristiana.
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
El joven que queremos ser Impresiones de un Hermano que comienza a serlo
Emilio Romero Molina Alejandro Peña Toro
24
Formas nuevas de conocer el mundo
El tiempo
L a verdad es que mi experiencia
en esta Hermandad no ha sido
muy larga pero sí que ha sido
bastante productiva hasta ahora.
Durante estos cortos años he
experimentado muchas cosas y he
conocido a muchas personas nuevas,
pero sobre todo he conocido una
gran cantidad de formas de pensar
distintas a la mía y distintas todas ellas
entre sí.
Creo que esta lección es
la más importante que tengo hasta el
momento de la Hermandad; hay que
estar abierto a conocer formas de
pensar que no son similares a la tuya,
pero también hay que estar dispuesto
a aprender que uno no siempre lleva
la razón y que esas opiniones son
igual de válidas que la nuestra.
Considero que todas ellas te
ayudarán en un futuro a trabajar y te
abrirán nuevos horizontes más
lejanos, pero sobre todo creo que te
hacen madurar y a mí esta
Hermandad me ha enseñado a
luchar por conseguir aquello que
queremos, pero de una manera
diferente, esta Hermandad me ha
enseñado a madurar.
Ana Romero Molina
E l tiempo es extraño, sirve para
medir, cuantificar, dividir,
recordar…
Recordar ese primer Jueves
Santo, cuando siendo un niño, tu
padre se viste de hábito nazareno
negro y tu madre te lleva a una calle
que pronto empieza a llenarse de
gente.
Cuando apagan las luces y
emergen los miedos, el miedo a las
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
24
25
tinieblas, el miedo al silencio.
Comienza a oírse un tambor
a lo lejos, cuyo ritmo y cadencia
queda grabada para siempre en tu
cabeza. Un sonido único.
Se distingue una larga hilera
de nazarenos con la vela en alto, que
discurren silentes y con la mirada
siempre al frente.
Pasan despacio.
Ya viene, cuatro hachones lo
iluminan y seis ciriales lo guardan.
Parece que llega despacio,
como queriendo eternizar esa visión
del Hombre Crucificado. Parece que
levita con ese andar costalero.
Cada vez está mas cerca, no
llega el instante en que lo tengas
delante.
Aprecias su figura, Cristo
inerte sobre una madera, Cristo
sereno e inmóvil. Cristo silente.
Ya ha pasado, te has
deleitado viéndolo llegar y esperando
tenerlo al alcance, pero lo perdiste
cuando lo tenías delante.
Suenan las cadenas.
El tiempo. ¡Ay el tiempo! No
tiene principio ni final…
¡Como esas madrugadas
encendiendo velas por Plaza Nueva,
porque las apaga el viento!
¡Como las filas de capirotes,
velas y farolillos por la Carrera del
Darro con la Alhambra y la Luna
Llena de testigos!
¡Como el peso de ese cirial,
ya de regreso, a la salida de Catedral!
¡Como el agua del Darro, la
única que no calla ante el Silencio!
¡Como las levantás a pulso
de unos costaleros devotos y
hermanos, el corazón que late bajo el
paso!
¡Como las veces que miraré
tu cara, tus ojos, tu boca, tu frente, tus
manos, tus pies, tus clavos, tus
espinas, tu llaga sangrante, tus
mechones, tu cruz de taracea! Tu
muerte. Y me pregunte, ¿cómo
podemos continuar callados ante una
verdad tan grande?
Después de este tiempo, solo
tengo una cosa clara, que en la
madrugada del Viernes Santo,
cuando la ciudad se calla y las
sombras se alzan, la luz de la
Misericordia ilumina el corazón de
Granada.
José Antonio Murcia
García-Carpintero
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Nuestro presente
En la noche más silente
No hay resplandor más sencillo
Ni más luz ni más brillo
Que el que te da tu gente
Abrió el peregrino el postigo
De tu puerta jubilar
Al ver tu luz sin castigo
Tu rostro sin igual
Entendió por qué Granada
Quiere adorarte en tu cruz
El Viernes Santo en Catedral
Quiere verte herido
Sin prisas y sin ruidos
Con tu silencio abismal
Hermanos de todas las edades
Se acercan al Altar Mayor
Distintos pero todos iguales
Ante tu enorme fulgor
La multitud más silenciosa
La de la juventud callada
Al verte quedó encandilada
Y entonó la saeta más hermosa:
“Santísimo Cristo de la Misericordia
Queremos ir a contracorriente
Amar a Cristo y al Hermano
Y más que futuro ser Presente”
Pablo Rivas Cardona
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
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27
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
27
28
U n año, éste de 2016, en el que
adquiere una importancia
primordial la Misericordia Divina por
haberlo declarado Su Santidad, el
Papa Francisco, Año Jubilar que
coloca la Misericordia de Dios como
centro del Año Santo.
La Misericordia de la Virgen
Misericordia del Hospital. La
alusión a la Misericordia Divina,
plasmándola en la devoción popular,
a través de cofradías e imágenes que
acerquen la idea al pueblo llano, es
muy antigua en Granada. Quizá la
más primitiva manifestación en este
sentido lo constituye la elevación de
un hospital para convalecientes bajo
la advocación de Ntra. Sra. de la
Misericordia, instalado desde el siglo
XVI, concretamente en 1549, en la
Plaza de los Lobos (el actual edificio
Ágora y su capilla, donde tiene sede
la Federación de Cofradías). Lo
fundó el Veinticuatro de Granada
Díaz Sánchez Dávila y allí se
construye un oratorio, aún existente,
para dar culto a Ntra. Sra. de la
Misericordia.
A parte de la función de
hospital, se va forjando una devoción
a la Virgen, que cuajará en una
hermandad, que en el año de 1766 se
revitaliza, formando una corporación
rosariana, muy en auge en esos
tiempos, y cuya imagen de talla
completa, atribuida a Luis de la Peña,
que se realizaría en el primer cuarto
del siglo XVII; si bien, Gallego y
Burín dice que pudiera deberse a la
gubia de Alonso de Mena. La imagen
aún recibe veneración en el oratorio1.
Realizaba rosarios callejeros, algunas
veces unida a la Hermandad de Ntra.
Sra. de la Esperanza del beaterio de
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
La Misericordia en Granada
28 Foto: José Velasco
29
Santa María Egipciaca, al que en
ciertos años acudía en dichos
rosarios2.
Misericordia de San Matías.
Otra devoción a la Misericordia de la
Virgen la encontramos en la iglesia
parroquial de San Matías, en la
segunda capilla en el lado del
Evangelio. Es una imagen de talla
completa, catalogada como del siglo
XVI, aunque fue rehecha en el siglo
XVIII, por lo que hace dificultosa
una atribución más concreta y que se
presenta con Niño en su brazo
izquierdo y cetro en la mano derecha.
Tuvo una antiquísima
hermandad, probablemente con el
título de Nuestra Señora, para darle
la advocación de Misericordia en las
reglas de 1670 y más tarde, en el siglo
XVIII, parece que se unió a la
hermandad del Santísimo de la
parroquia. Hoy es la titular de la
capilla y preside un hermoso retablo
barroco del siglo XVIII.
Misericordia de San Gregorio.
La advocación de Misericordia la
teníamos en la iglesia de San
Gregorio Bético, en la Calderería,
para una imagen de la Virgen con el
Niño en la mano, vestida con túnica
de seda y manto con encaje de plata
“farsa”, corona diadema y toca de
plata, y rosario en la mano del
Niño”3. No sabemos el paradero de
dicha imagen, que podría ser alguna
de estas características de las que
tienen en la clausura las monjas del
convento de la Piedad, convento al
que se unió el de Sancti Spiritu,
también de dominicas, que antes de
los años cuarenta del pasado siglo
habitaba la iglesia de San Gregorio
Bético. También, hay quien afirma
que pudiera ser la imagen llamada
Aurora Chica, que se llevara a la
iglesia de San José, donde se
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
29
Virgen de la Misericordia del hospital
homónimo en la Plaza de los Lobos.
Grabado Casa de los Tiros
30
trasladaron en el siglo XIX algunas
de las imágenes de San Gregorio,
como la del Stmo. Cristo de la
Misericordia de José de Mora.
Misericordia de los Favores.
Por último, la más reciente devoción
a la Misericordia de la Virgen la
tenemos en María Santísima de la
Misericordia, titular de la hermandad
de penitencia del Stmo. Cristo de los
Favores.
La hermandad incluye esta
advocación a finales del año 1943 y
en sus reglas reformadas de 16 de
febrero de 1944, encargando una
imagen al escultor Martínez Olalla
que es bendecida el 23 de febrero de
ese mismo año. Pero esta imagen no
satisfizo completamente a la
hermandad y, al año siguiente, se
adquiere la Dolorosa actual que
realizara el escultor granadino
Francisco Morales González en 1896.
La imagen estaba depositada o
fue donada por una familia granadina
de finales del siglo XIX al convento
de franciscanas de Ntra. Sra. de los
Ángeles (de las Vistillas) y la
descubrió el asesor de arte de la
hermandad, Ramón Martínez
Rioboo, adquiriéndola la cofradía por
un precio en metálico más, según
tradición en la hermandad, unos
sacos de trigo u harina, en momentos
de posguerra en que los alimentos
escaseaban4.
Desde entonces, esta devoción
mariana unida a una cofradía de
penitencia se encuentra en San
Cecilio, donde se le da culto y se
venera, realizando con Ella, bajo
palio, la estación de penitencia de la
hermandad cada Viernes Santo.
Otras. Parece que también
hubo una Virgen de la Misericordia
en el monasterio de San Jerónimo y
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
30
Izquierda: Ntra. Sra. de la Misericordia de la
Imperial de San Matías.
Página siguiente: María Santísima de la Misericordia
Coronada de la Hermandad de los Favores.
31
en las dominicas del convento de la
Piedad, imágenes a las que la
Asociación de señoras de la Corte de
María visitaban, hacia mediados del
siglo XIX, un día cada mes para
tributarle culto.
La Misericordia de Cristo
Misericordia de la
Concepción. Quizá, la más antigua
referencia en la ciudad de Granada a
la advocación y devoción al Cristo de
la Misericordia la tengamos en la
imagen de este título que se venera en
el monasterio de franciscanas terceras
de la Concepción, en el bajo
Albaicín. Se trata de la imagen del
Cristo de las Misericordia o
Misericordias, de portentosa hechura,
situada en el retablo frontal a la
puerta del templo.
Es una talla de estilo
renacentista, que Gómez Moreno la
atribuye, en un principio, basándose
en similitudes con el grupo
escultórico de Entierro de Cristo de
San Jerónimo, a Jacopo Torni,
también llamado Jacobo Florentino
“el Indaco”. Después, lo desvincula
de este autor para atribuirlo a su
colaborador, Jerónimo Quijano. Hoy
la crítica artística se encuentra
dividida en la atribución a uno u otro
escultor.
Es una imagen que se realizaría
para la práctica pasionista del
Descendimiento y colocación en el
Sepulcro, pues antes de su reciente
restauración llevaba los brazos
articulados y disimulada dicha
articulación con una piel. Esta
práctica, seguramente la realizaba una
hermandad de culto al Cristo, que
aún estaba con vida en el último
tercio del siglo XVIII.
Misericordia de los
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
31
32
Hospitalicos. Con la advocación de
Misericordia tenemos la Hermandad
del Corpus Christi, Ánimas y
Misericordia, fundada en el
campamento de Santa Fe, en 1514, y
que en 1523 se traslada a la calle de
Elvira, donde labra la iglesia y
hospital, que conocemos como los
Hospitalicos. A ella pertenecieron
como hermanos los artistas como
Diego de Siloé, Alonso de Mena o
Pedro de Mena, entre otros.
Parece, que primitivamente la
hermandad daba culto a una imagen
de la Virgen de la Misericordia, según
inventario de 1680. También en la
iglesia existe, rematando el
tabernáculo del presbiterio, la imagen
del Cristo de la Misericordia, talla de
último tercio del siglo XVI, que quizá
fuera la imagen de más devoción de
la hermandad y primera de
crucificado con la que contara. Es
una talla de transición entre el
renacentismo de Diego de Siloé y las
concepciones más naturalistas de
Pablo de Rojas.
Misericordia de los Agustinos.
De las más antiguas imágenes del
Cristo de la Misericordia, con gran
devoción en el Albaicín en los siglos
XVII y XVIII, era la de un
Crucificado que se encontraba en el
convento de Agustinos Descalzos en
su convento situado frente a las
monjas agustinas de Santo Tomás de
Villanueva, Tomasas (en su solar hoy
existe el Carmen de San Agustín). No
se sabe el paradero de esta imagen,
aunque la última noticia de ella, se
encuentra en un inventario del
convento agustino de 1837. Tras la
exclaustración de los frailes, tal vez
pasara al inmediato convento de las
agustinas recoletas o a la parroquia
del Salvador, donde puede que se
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
Crucificado de la Misericordia.
Monasterio de la Concepción.
33
perdiera en el incendio de la iglesia
de 1933. “Su efigie de talla con
diadema y corona de hojalata; sobre
cruz de madera embutida y sudario
de terciopelo carmesí y otro interior
blanco con encaje y paño grande de
seda azul”. Con él estaba las efigies
de San Juan Evangelista y San
Agustín5.
Misericordia de la Piedad.
Otra imagen de Crucificado con la
advocación de Misericordia la
encontramos en el convento de la
Piedad, de monjas dominicas. Se
encuentra en la capilla en un altar,
junto al coro bajo. Es un Crucificado
de tamaño natural de finales del
XVII, quizá dentro del círculo del
escultor José Risueño Alconchel. Se
le ofrecía un quinario en la Semana
de Pasión (otras veces durante la
Semana Santa) en el último cuarto
del siglo XIX y que duró, al menos,
hasta finales de los años veinte del
siglo pasado.
Misericordia de la Colegiata.
También la Colegiata de los Santos
Justo y Pastor contaba con una
Crucificado de la Misericordia, cuya
capilla es de estilo neoclásico y la
primera entrando a la derecha, donde
hoy está la Dolorosa antigua, de las
de vestir. Con toda seguridad, es el
Cristo de finales del siglo XVI que
hoy se encuentra en la sacristía
colgado en su pared. También,
durante el siglo XIX se le dedicaba
un quinario.
Misericordia del Silencio. Por
último, una de las más portentosas
imágenes de Crucificado que existen
en España: la del Santísimo Cristo de
la Misericordia, El Silencio. Devota
imagen titular de la Pontificia
Hermandad de Penitencia de su
título, que lo venera en la iglesia
albaicinera de San José. Fue realizada
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
Cristo de la Misericordia.
Iglesia de los Hospitalicos.
34
para la iglesia colegial de Clérigos
Menores de San Gregorio Bético, en
la Calderería.
El tratamiento de esta imagen
del insigne José de Mora y de su
actual hermandad para la que he
escrito en otras ocasiones y diversos
artículos en otros medios, excede de
los límites de este trabajo. Por ello,
sólo apuntaré algunas
consideraciones.
Fue realizado por el genial
artista hacia 1695, en la casa
albaicinera de los Mascarones. Cada
vez que iba a reanudar su trabajo en
la talla, se encomendaba a Dios y
rezaba sus preces. Su inspiración
provocó sobre la madera la imagen
del sentimiento de la más pura
devoción; es un hombre apolíneo,
pero la humana naturaleza se ve
excedida por lo divino o la idea
mística: en él no sólo se representa a
la muerte humana, sino que va más
allá, para para proclamar la unción
idealizada de la naturaleza de Dios
crucificado.
La imagen se la conoció como
Cristo de la Salvación (nombre
apropiadísimo) y desde la mitad del
siglo XIX por la de Cristo de la
Expiración. Se le representaba con
perizomas de tonelete y tras la
imagen el paño llamado mundo o
universo. No pasó a la iglesia de San
José tras la exclaustración de 1836 de
los clérigos menores, sino que quedó
en San Gregorio Bético, al menos
hasta 18606, donde tuvo una
asociación de devotos que
continuaron sus cultos. Después
pasaría a parroquial de San José,
donde, dado lo extraordinario de su
calidad artística, se empezó a
procesionar en Semana Santa desde
el inicio del Santo Entierro
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
34
Cristo de la Misericordia.
Convento de la Piedad.
35
Antológico (1909-1924). En 1909,
hubo un primer intento de fundar
una hermandad por los socios del
Centro Artístico, que cuajó en 1924,
con su actual hermandad, que fue la
que le dio advocación de Stmo.
Cristo de la Misericordia.
Últimamente, sólo dejar
constancia, de la formación hace
algunas décadas en el barrio de
Almanjáyar de una incipiente
hermandad del Santísimo Cristo de la
Misericordia y Ntra. Sra. de la Paz,
que se formó con presentación a la
aprobación canónica de la que hay
constancia en el archivo arzobispal.
Con una casi esquemática
consideración, la necesaria que
permite un trabajo como este, de la
diversa presencia devocional de la
Misericordia en Granada a través del
tiempo y en más de una docena de
focos nos da idea de la importancia
histórica de esta advocación en
nuestra ciudad.
NOTAS
1GALLEGO Y BURÍN, Antonio,
Granada: guía histórica y artística de la
ciudad, pág. 204. Edición actualizada de
1982.
2ARCHIVO HISTÓRICO DEL
ARZOBISPADO DE GRANADA,
Legajo 7 F, pieza 19.
3Boletín Oficial de la Provincia de
Granada de 10 de julio de 1837.
4PADIAL BAILÓN, Antonio, 75 años
de Favores, págs. 49 a 120. I.S.B.N. 84-
933574-1-3. Granada 2003.
5Boletín Oficial de la Provincia de
Granada de 15 de septiembre de 1837.
6Así lo testimonian diversos periódicos de
la época.
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
Antonio Padial Bailón
35
36
A la Cofradía del Cristo de la Misericordia,
en su Desfile Procesional del 2016
C uando el tiempo consume los
últimos días de un largo y atípico
invierno; cuando el sol tibio
comienza a brillar sobre los montes y
las verdes colinas de nuestros campos
y se abre paso por entre la penumbra
de las calles y monumentos de
nuestros pueblos y ciudades; cuando
la luz se hace más viva y por el
horizonte comienzan a despuntar con
brillo las primeras luces de una nueva
primavera, surge como un grito que
rasga el silencio de la noche andaluza:
«¡Oh, la saeta, el cantar…! / ¡Cantar
del pueblo andaluz / que todas las
pr imaveras / anda pidiendo
escaleras / para subir a la cruz! /
¡Cantar de la tierra mía / que echa
flores / al Jesús de la agonía / y es la
fe de mis mayores!».
Y como una gran explosión
de fervor religioso, se abren las
puertas de nuestras iglesias y
catedrales e irrumpen con fuerza en
las calles las imágenes de la Virgen,
Madre Dolorosa, y del Hijo
Crucificado para representar, con
fuerza y energía, en el escenario del
gran teatro del mundo, el drama de la
Pasión del Hijo de Dios, el mayor
drama que jamás vieron los siglos.
Y es, entonces, cuando se
acercan los días santos de la Pasión y
muerte de Jesús; la liturgia se viste
austeramente de morado. Por
supuesto que todo terminará en la
celebración triunfal de la Pascua y
que sólo la Pascua otorga sentido a
estos ritos cuaresmales que preceden.
Pero no es conveniente quemar
etapas. La esperanza pascual, la
certidumbre de que el crucificado
resucitará, no nos exime de la
responsabilidad de acompañarlo en
ninguna de sus estaciones dolorosas.
Y para que nuestra compasión con Él
sea sincera, hay que intentar
buenamente que esa esperanza, esa
certidumbre, no alivie nuestra
meditación más de lo que pudo
aliviar su Pasión la confianza que él
tenía puesta en su Padre.
Si hubiera que resumir en
una sola frase la vida de Cristo entre
sus contemporáneos, sería necesario
decir: «vino a los suyos y los suyos no
lo recibieron» (Jn. 1, 11). He ahí, en
el primer capítulo del Evangelio
según san Juan, la síntesis de cuanto
se irá relatando luego en los sucesivos
capítulos. Es verdad, Cristo fue
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
La perfección de la muerte de Cristo
37
rechazado por los suyos. En primer
lugar, por sus más allegados, por su
p r o p i a f a m i l i a ; a c a b a r o n
considerándolo un loco. Las
autoridades religiosas se opusieron a
Él desde un principio. Empiezan
presentando contra Él algunas
acusaciones anecdóticas: no observa
la ley del sábado, desprecia las
formalidades legalistas y se deja
acompañas por personas no gratas.
Al final la incriminación será rotunda,
capaz de motivar su condena a
muerte: “este hombre es un
blasfemo, perdona los pecados en
nombre de Dios”. El pueblo que en
un principio pareció seducido por sus
milagros, muy pronto le retiraría su
adhesión: “este hombre es un
impostor”. Convertido en un
cacharro inútil, fue literalmente
triturado por el sufrimiento; lo
rechazaron todos como a un leproso.
Estaba escrito: «despreciado,
rechazado por los hombres…, como
alguien a quien no se quiere
mirar» (Is 53, 3). ¿Qué otra cosa
podía esperar un leproso? El leproso
no es sólo un enfermo cuya sola vista
produce asco y repugnancia. Es,
sobre todo, un hombre impuro del
que hay que alejarse por motivos
religiosos (Lv. 13, 44 y ss.). Jesús de
Nazaret era un peligro público, estaba
condenado a la exclusión social.
El fin de su vida resulta
elocuente en extremo. Murió
abandonado por todos. Murió «fuera
de las murallas» (Hb. 13, 12),
expulsado de la comunidad,
excomulgado, arrojado al lugar de la
maldición y de las impurezas. Tal y
como corresponde a un leproso (Lv.
13, 46).
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
Foto: Fernando Daniel
38
19,30).
tos. También
su doctrina ha sido suficientemente
revelada; el resto corresponde a esa
oscuridad que es inherente a la fe y a
esa libertad de la que ninguna
conciencia debe abdicar. Todo
cuanto era necesario hacer para
otorgamos su amor ya estaba hecho;
lo demás es obligación nuestra, amor
nuestro en correspondencia a su
amor.
Todo está cumplido. Las
p ro fec í a s s e han rea l i z ado
puntualmente, la redención ha sido
consumada, los hombres están a
salvo, la ira de Dios ha sido aplacada,
el amor de Dios se ha manifestado
plenamente. Todo está cumplido.
Para una obra tan completa, tan cabal
y tan bien hecha, sólo hay una
calificación posible: perfección.
Pero todavía queda un
último detalle. Debe obedecer
finalmente a la ley de gravedad, a la
cual todos los cuerpos terrestres están
sujetos: «e inclinó la cabeza» (Jn.
19,30).
El resto es historia conocida.
Hace ya más de dos mil años
empezaron algunos pescadores de
Galilea a decir que un hombre
llamado Jesús de Nazaret había
resucitado.
Fue como una llama, que
luego iría prendiendo aquí y allí,
multiplicándose en el espacio y en el
tiempo. Lo mismo que la llama del
cirio pascual, de la cual se transmite
después el fuego a todas las velas,
según el solemne rito de la gran
Vigilia Pascual.
Y esta historia llega hasta
nuestros días.
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
Alfonso Ramírez Peralbo
Vicepostulador de la Causa del Beato Fr. Leopoldo
39
“CUARESMA”, del Latín
quadragesima (cuadragésima), 40 en
números ordinales, 'el cuadragésimo
día'. A su vez, esta palabra imitaba en
su momento al nombre griego de la
Cuaresma: tessarakoste
(cuadragésimo), formada por la
analogía con Pentecostés: pentekoste,
que se usaba para designar la fiesta
judía anterior al Nuevo Testamento.
Para nosotros, los católicos,
“cuaresma” es el tiempo de
penitencia que comienza el Miércoles
de Ceniza y acaba justo la mañana del
Jueves Santo, dando comienzo así a
la Pascua del Señor, sin duda, la fiesta
cardinal del año litúrgico.
Moisés, Elías y Cristo son los
tres referentes que han influenciado
para fijar el tiempo de duración de
cuarenta días. Sin embargo, también
cabe la posibilidad de una relación
con el hecho de que Cristo estuvo
cuarenta horas en la tumba. Aunque,
según la tradición, tienen más peso
los 40 años de Israel en el desierto y,
con ello, los cuarenta días de ayuno
de Jesucristo en el desierto al inicio
de su vida pública. La importancia y
simbología del número cuarenta en
La Biblia es indiscutible: cuarenta
días duró el diluvio, cuarenta días
estuvieron tanto Elías como Moisés
en la montaña, los cuarenta días
empleados por Jonás para alcanzar la
penitencia y el perdón... 'Cuarenta' es
un número simbólico que expresa la
víspera, la preparación para algo de
suma importancia.
Para los cristianos de los
primeros siglos, la celebración más
importante del año era la Vigilia
Pascual, y, después de ella, la
cincuentena pascual hasta
Pentecostés. Igual que durante
Pentecostés (cincuenta días) se
dedicaban a la alegría y la oración, la
Cuaresma la dedicaban al ayuno,
aunque no lo realizaban durante toda
la duración del mismo.
Fue en el siglo II d.C. cuando
en la Iglesia comenzó a celebrarse
una vez al año el misterio pascual de
“Porque Él nos dice en la Escritura: en el momento favorable te
escuché, y en el día de la salvación te socorrí. Este es el tiempo
favorable, este es el día de la salvación”. (2Cor. 6, 2)
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
La Cuaresma, tiempo de conversión
40
Cristo, éste iba de la mano de la
necesidad de una preparación
adecuada, haciendo oración y ayuno,
surgiendo con ello, además, la
costumbre del ayuno preparatorio del
Viernes y Sábado Santos, previo al
Domingo de Resurrección. La
práctica de la Cuaresma se remonta
al siglo IV d.C., en tiempos del
emperador Constantino, cuando éste
estableció el cristianismo como la
religión oficial del Imperio Romano.
Su práctica fue una propuesta del
Concilio de Nicea en el 325 d.C., y
recomendada oficialmente a raíz del
Concilio de Laodicea en el 362.
La primera referencia a los
cuarenta días de preparación para la
Pascua, la encontramos en un escrito
del Obispo Eusebio de Cesarea, allá
por el año 332 d.C. En dicho escrito,
el obispo trata la cuaresma como una
institución conocida y consolidada, y
como un camino que hay que
recorrer en un clima de austeridad,
un camino que supone un esfuerzo y
una voluntad de lucha:
Antes de la fiesta, como preparación, nos sometemos al
ejercicio de la cuaresma, imitando el celo de los santos Moisés
y Elías; respecto a la fiesta misma, nosotros la renovamos por
un tiempo que no tiene límites. Orientando, pues, nuestro
camino hacia Dios, nos ceñimos los lomos con la cintura de la
templanza; vigilamos con cautela los pasos del alma,
disponiéndonos, con las sandalias puestas, para emprender el
viaje de la vocación celeste; usamos el bastón de la palabra
divina, no sin la fuerza de la oración, para resistir a los
enemigos [...].
Desde el siglo IV la Cuaresma
constituye un período de penitencia y
renovación, practicando así el ayuno
y la abstinencia. Durante siglos se
conservó esta práctica con vigor en
las iglesias de oriente. Ya en el siglo
V d.C., el papa León I apoyaba la
opinión de que el ayuno de cuarenta
días era una institución apostólica.
Dicho pontífice de la Iglesia alienta e
invita a sus oyentes a abstenerse para
que “con sus ayunos puedan cumplir
con la institución apostólica de los
cuarenta días”.
Durante el siglo VI d.C., bajo
el pontificado de san Gregorio
Magno, el ayuno y abstinencia
cuaresmal consistía en seis semanas
de cinco días cada una, era el
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
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llamado por algunos autores
medievales diezmo espiritual del año.
Siglos después, en la temprana Edad
Media, a lo largo de la mayor parte
de la Iglesia de occidente, se decidió
cuadrar los cuarenta días y se
comenzó la Cuaresma a partir de
nuestro actual Miércoles de Ceniza.
A partir del Concilio Vaticano
II y de acuerdo a su reforma litúrgica,
el enfoque espiritual de la Cuaresma
no implica tanto la penitencia
corporal, como desde sus inicios hace
más de mil años, como la conversión
interior del corazón. Dicha
conversión a Dios se hace visible en
una apertura generosa y desinteresada
hacia la misericordia: ayudar a quien
lo necesita, hacer y difundir la
caridad, comprometerse con los más
necesitados, visitar a los enfermos,
defender los intereses de los más
desfavorecidos y atender sus
necesidades. En suma, la cuaresma
debe ser una lucha contra nuestro
egoísmo y abrir las puertas a la
fraternidad. Sólo así podremos iniciar
el camino a la Pascua.
La Constitución conciliar
Sacrosanctum Concilium de dicho
Concilio Vaticano, nos recuerda que
durante la Cuaresma ha de vivirse en
un clima de oración incesante y de
escucha atenta a la Palabra de Dios.
“Penitencia” viene de la
palabra latina metanoia, que en La
Biblia tiene el significado de la
conversión (cambio de espíritu), que
hace referencia al pecador. Se refiere
a todos esos actos interiores y
exteriores dirigidos exclusivamente a
la reparación del pecado. Es ese
cambio de vida del pecador que
vuelve a Dios después de haber
estado alejado de Él. La Cuaresma es,
por tanto, el tiempo de la penitencia,
de la conversión, es el momento para
el arrepentimiento, es cambiar para
ser mejor y vivir más cerca de
Jesucristo, es hacer el esfuerzo de
vivir como verdaderos hijos de Dios.
Es un período de reflexión y de
conversión espiritual, época de
preparación al misterio pascual. Es el
tiempo en el que Cristo nos invita a
cambiar de vida. Es el tiempo del
perdón y de la reconciliación.
Los cristianos en Cuaresma
tenemos la oportunidad de
rememorar los cuarenta años que el
pueblo de Israel pasó hasta llegar a la
tierra prometida, cuarenta años de
fatigas, luchas, hambre, sed,
cansancio. Cuarenta años que
supusieron el gozo de encontrar esa
tierra que destilaba miel y frutos. Por
ello, estos cuarenta días deben ser
para nosotros una preparación para la
Resurrección del Señor, la Fiesta de
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
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la Pascua, la cima del año litúrgico, la
celebración de la victoria de Cristo
sobre el mal, la muerte y el pecado; la
victoria de la luz sobre la oscuridad,
del gozo sobre la tristeza, de la vida
sobre la muerte.
En este tiempo, la Iglesia nos
invita a participar de un retiro
espiritual en el que la meditación y la
oración deben ser claves para llevar a
cabo un esfuerzo de reconciliación
con el Padre, y de establecimiento de
la amistad con Él, nos invita a entrar
en Ella con un espíritu renovado.
Nos convoca, también, a vivir un
tiempo de purificación, de conversión
interior, un tiempo de toma de
conciencia de nuestro compromiso
bautismal. Para ello, nos ofrece tres
útiles y básicas herramientas: el
ayuno, la limosna y la oración. Así, de
hecho, hace mención a ellas nuestro
actual Pontífice, Francisco I: “La
limosna, oración y ayuno: es el
trazado de la pedagogía divina que
nos acompaña, no sólo en Cuaresma,
hacia el encuentro con el Señor
Resucitado”.
Estos cuarenta días nos llaman
a girarnos hacia Dios. Si intentamos
vivir de cara a Él, si profundizamos
en nuestra adhesión a Él,
percibiremos su bondad, derramará
sobre nosotros su gracia, la cual
hemos de aprovechar. En estos
cuarenta días todos los cristianos, en
penitencia, debemos purificar nuestro
amor a Jesucristo, ello supone
romper ataduras, saltar obstáculos,
para impregnarnos del amor del
Padre. Pero es éste quien nos
reconcilia con Él. Por eso la
Cuaresma es tiempo de gracia.
Cuaresma es, al fin y al cabo, el
momento propicio, la oportunidad
perfecta para convertirnos y volver a
Dios Padre llenos de misericordia.
“¿De qué nos serviría haber nacido
si no hubiéramos sido rescatados?”.
Elvira Sayago García
Licenciada en Humanidades
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
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Divina Misericordia 2016 · Año Santo
Foto: Antonio Orantes
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E l pasado 8 de diciembre,
Solemnidad de la Inmaculada
Concepción de la Virgen María,
comenzó en toda la Iglesia el Año
Santo de la Misericordia con la
apertura de la Puerta Santa en San
Pedro del Vaticano. El domingo
siguiente, tercero de Adviento, se
celebró la apertura de la puerta santa
en todas las diócesis del mundo. En
nuestra diócesis de Granada
comenzó la celebración en la Basílica
de San Juan de Dios donde se inició
la procesión que condujo a la catedral
para dar paso a la apertura de la
puerta santa y la posterior celebración
eucarística.
Desde entonces y hasta el
próximo 20 de noviembre,
Solemnidad de Jesucristo Rey del
Universo, tenemos una preciosa
oportunidad de celebrar este año
jubilar, querido por el papa
Francisco. El último Jubileo de la
Iglesia fue proclamado por el papa
san Juan Pablo II para conmemorar
los dos mil años del nacimiento de
Cristo. Ante la proclamación de este
evento muchos se preguntan: ¿qué es
un Jubileo? ¿Un Año Santo?
La celebración del jubileo se
origina en el judaísmo. Consistía en
una conmemoración de un año
sabático que tenía un significado
particular. Esta fiesta se realizaba
cada cincuenta años. Durante el año
jubilar se ponía a los esclavos en
libertad, se restituían las propiedades
a quienes las habían perdido, se
perdonaban las deudas, las tierras
debían permanecer sin cultivar y se
descansaba. En la Biblia encontramos
algunos pasajes en los que se
menciona esta celebración judía. Tal
vez el más importante se encuentre
en el Levítico (Lv. 25, 8).
La palabra Jubileo se inspira
en el término hebreo de yobel, que
alude al cuerno del cordero que
servía como instrumento. Jubileo
también tiene una raíz latina, iubilum
que representa un grito de alegría.
En la tradición católica, el
Jubileo consiste en que durante un
año se conceden indulgencias a los
fieles que cumplen con ciertas
disposiciones eclesiales establecidas
por el Vaticano. El Jubileo puede ser
ordinario o extraordinario. La
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
¿Qué es y cómo celebrar el año jubilar de la misericordia?
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celebración del Año Santo Ordinario
acontece en un intervalo de años ya
establecido. Como por ejemplo el
Año Santo Jacobeo o Compostelano.
En cambio, el Año Santo
Extraordinario se proclama como
celebración de un hecho destacado.
El Jubileo proclamado por el
Papa Francisco es un Año Santo
Extraordinario.
Siguiendo las palabras del
profeta Isaías, la Iglesia proclama el
jubileo como verdadero “año de
gracia”, año de perdón de los
pecados y de las penas por los
pecados, año de reconciliación entre
los adversarios, año de múltiples
conversiones, de penitencia
sacramental (confesión) y
extrasacramental. Y, sobre todo, a
promover una verdadera santidad de
vida.
Celebrar el Jubileo implica tres
acciones necesarias:
1. un examen de conciencia
profundo sobre la propia vida del
bautizado y de la comunidad
celebrante,
2. un arrepentimiento sincero y un
propósito firme de cambiar de
mentalidad (conversión)
3. y caminar hacia el amor
misericordioso del Padre.
Estos pasos se concretan de manera
especial en la celebración del
sacramento del Perdón que se ha de
recibir en el transcurso de una
semana antes o después de peregrinar
a alguno de los templos jubilares
establecidos en cada diócesis.
Además, se deberá participar
en la celebración de la Eucaristía y se
rezará por las intenciones del Papa. A
estas acciones se deberá añadir, en
cuanto sea posible, una obra de
caridad. Para este año jubilar el Papa
Francisco ha recomendado intentar
vivir cada mes una obra de
misericordia, material o espiritual
(inspiradas en el famoso texto del
evangelio de san Mateo 25, 31-46).
Un don particular que se
recibe en cada una de las
celebraciones jubilares es el regalo de
la indulgencia plenaria que es una
gracia que ayuda al cristiano a hacer
camino con la voluntad de
convertirnos y reconciliarnos con
Dios. Esta gracia también puede ser
aplicada a los difuntos como signo de
amor hacia ellos.
Pero, ¿qué son las
indulgencias? La etimología latina de
la palabra puede ayudarnos a
situarnos en una pista correcta. El
verbo indulgeo significa “ser
indulgente” y también “conceder”. La
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
46
indulgencia es, pues, algo que se nos
concede, benignamente, en nuestro
favor.
El Catecismo de la Iglesia
Católica nos proporciona, con
palabras de Pablo VI, una definición
más precisa: «la indulgencia es la
remisión ante Dios de la pena
temporal por los pecados, ya
perdonados, en cuanto a la culpa,
que un fiel dispuesto y cumpliendo
determinadas condiciones consigue
por mediación de la Iglesia, la cual,
como administradora de la
redención, distribuye y aplica con
autoridad el tesoro de las
satisfacciones de Cristo y de los
santos» (Catecismo, 1471).
Esta definición, que puede
parecer un tanto enrevesada, se
puede explicar de la siguiente
manera: la indulgencia es como un
indulto, un perdón gratuito, de las
penas temporales, consecuencia del
pecado. Es como si, tras una
intervención quirúrgica, se cerrasen
de pronto todas las heridas y el
paciente se recuperase de una
manera rápida y sencilla, ayudado
por el cariño de quienes lo cuidan, la
atención esmerada que recibe y la
eficacia curativa de las medicinas.
La Iglesia no es la autora,
pero sí la mediadora del perdón. Del
perdón de los pecados y del perdón
de las penas temporales que entrañan
los pecados. Por el Sacramento de la
Penitencia, la Iglesia sirve de
mediadora a Cristo el Señor que dice
al penitente: “Yo te absuelvo de tus
pecados”. Con la concesión de
indulgencias, la Iglesia reparte entre
los fieles la medicina eficaz de los
méritos de Cristo nuestro Señor,
ofrecidos por la humanidad. Y en ese
tesoro precioso de los méritos de
Cristo están incluidos también,
porque el Señor los posibilita y hace
suyos, las buenas obras de la Virgen
Santísima y de los santos. Ellos, los
santos, son los enfermeros que
vuelcan sus cuidados en el hombre
dañado por el pecado, para que
pueda recuperarse pronto de las
marcas dejadas por las heridas.
¿Tiene sentido hablar hoy de
las indulgencias? Claro que sí, porque
tiene sentido proclamar las maravillas
del amor de Dios manifestado en
Cristo que acoge a cada hombre, por
el ministerio de la Iglesia, para
decirle, como le dijo al paralítico: “tus
pecados están perdonados, coge tu
camilla y echa a andar”. Él no sólo
perdona nuestras culpas, sino que
también, a través de su Iglesia,
difunde sobre nuestras heridas el
bálsamo curativo de sus méritos
infinitos y la desbordante caridad de
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
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los santos.
Este año jubilar puede ser
una oportunidad fenomenal para:
· Dar gracias a Dios por su abrazo
de perdón y de paz; por su mano
siempre tendida como señal de
reconciliación y de amor.
· Pedir perdón sincero por todo lo
que nos aparta de Dios y del
prójimo, reconociendo con
humildad una verdadera
conversión de tantas acciones y
omisiones que nos hacen
tropezar en el camino de la vida y
caer en la tristeza más profunda.
· Acercarme al sacramento el
Perdón y de la Eucaristía en los
días previos o siguientes a la
Estación de Penitencia y poder
celebrar dignamente el Santo
Triduo Pascual.
· Mostrar esa misericordia recibida
de Dios con algún familiar,
amigo, vecino, compañero de
trabajo o hermano de hermandad
con el que hace tiempo o hace
poco que no me hablo o miro.
· Este Viernes Santo va a ser
también muy especial para esta
hermandad que tiene como
titular al Señor de la
Misericordia, porque con su
Sagrada Imagen va a pasar por la
puerta de la Misericordia de
nuestra S. I. Catedral y va a
presidir los oficios del Viernes
Santo en el templo principal de la
diócesis.
Se agolpan los motivos para
que la celebración del Santo Triduo
Pascual de este año jubilar de la
Misericordia suponga sinceramente
un antes y un después en la vida,
proyectos, actitudes y fe de la
hermandad y de cada uno de los
hermanos.
Lo mismo que el hijo menor
de la parábola sintió el abrazo
misericordioso de su padre, qué cada
uno de los hermanos de esta
venerable hermandad sientan el
abrazo misericordioso del Padre que
le da esperanza y paz.
Rvdo. P. D. Manuel García Gálvez
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
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Para M. L. López-Guadalupe Muñoz,
mi maestro cofrade en clave granadina.
Cuando la noche abrazaba
a las calles de Granada,
naciste, gubia en mano,
del más ilustre bastetano.
En la oscuridad de una noche,
la luna dormía en la Vela
y estrellas cautivas en un broche,
de rezos iba tu camino y estela.
Los tristes paseaban por la orilla,
bañada por el río Darro,
al paso del Silencio callado
fue la Alhambra su capilla.
Con la muerte al hombro
y el silencio de todo un pueblo,
vestido de negro enlutado;
¡es Dios mismo!, en paso de caoba,
el que va crucificado.
¡Silencio!, silencio por Dios… ¡Silencio!
que el artesano hace de la taracea una cruz,
que la ciudad de Granada hace oración y llanto
al Cristo de la Misericordia
y en la Resurrección brota su eterna luz.
Juan Antonio Díaz Sánchez
Caniles (Granada)
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
¡silencio!
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Divina Misericordia 2016 · Año Santo
Autor: Antonio Jaenada
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"Hacía falta parar un poco... La vorágine en la que nos estaba
envolviendo y marcando los tiempos, producida por la coyuntura social y
económica que ha tenido resultados devastadores, con demasiadas personas
en la cuneta del camino. Se ha generado un aumento de la miseria humana y
pobreza de espíritu. Este revuelo de crisis en todos los aspectos, hacía
necesario parar y hacer tildar la búsqueda de Jesús en esas personas que nos
necesitan y que debemos socorrer, como ejercicio de acercamiento a Dios y al
amor al prójimo. La solidaridad y el cristianismo empieza en nuestra propia
casa y como bien dice el Papa Francisco, es tiempo de acariciar y acercarnos a
la Misericordia y el Perdón, que todo cristiano debemos llevar como seña de
identidad..."
Juan Bautista Calvo Ramos
Hermano Mayor de la Hermandad de la Aurora
“El año jubilar decretado por su Santidad el Papa Francisco, ha
llenado de Misericordia a todo el mundo, a la hermandad de los Favores y a
nuestra Madre. Es el fundamento mismo de la vida de la Iglesia y actividad
pastoral, que debemos dar Fe porque todos estamos llamados a vivir en la
Misericordia. El Papa Francisco se refiere a la figura de María, Madre de la
Misericordia, como arca de la alianza entre Dios y los hombres. María da Fe
de que la Misericordia del Hijo de Dios no conoce fronteras y llega a todos,
sin excepción. Son momentos llenos de alegría para la parroquia de San
Cecilio a la cual se le otorgó ser templo jubilar. Debemos dar testimonio de
Fe, en estos tiempos tan difíciles que vive nuestra sociedad. Tenemos que ser
el elemento transmisor de la Fe en Cristo.”
Francisco Cordones Ruiz
Hermano Mayor de la Hermandad de Favores
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
¿Qué supone para ti el Año Jubilar de la Misericordia?
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"Cualquier tiempo es bueno para hacer una “parada” y meditar y comprobar
que la relación de Dios, nuestro Padre, con la humanidad, ha estado basada
en su actitud inagotable de Misericordia, pero especialmente lo es este Año
Santo Jubilar de la Misericordia. Y más, para nosotros, miembros de la
Cofradía que veneramos a Cristo, rostro humano del Padre, bajo tan acertada
advocación, pues, como ha dicho el papa Francisco, “Misericordia es el
nombre de Dios”. Quisiera yo aprovechar este tiempo para agradecer ese
derroche constante de amor misericordioso de Dios para conmigo y para con
los míos, para pedirle que no se canse de “misericordiar” con nosotros, y para
poner todo lo que pueda de mi parte en seguir su ejemplo, siendo
misericordioso con los todos, compasivo con quienes sufren, sirviéndoles con
humildad y amor fraterno. ¡Ojalá lo pueda lograr con su ayuda!"
José Cecilio Cabello Velasco
Pregonero Oficial de la Semana Santa de Granada 2016
“¿Qué supone para mí el Jubileo de la Misericordia? Así nos habló el
Papa Francisco: “He decidido convocar un Jubileo extraordinario que tenga
en el centro la misericordia de Dios. Será un Año Santo de la Misericordia.
Lo queremos vivir a la luz de la Palabra del Señor: «Sed misericordiosos
como el Padre».
Un año santo es un tiempo especial, un tiempo distinto, un tiempo
consagrado. ¡Un año de gracia para todos los cristianos! Será un año a través
del cual el Papa desea impulsar una renovación espiritual y un profundo
espíritu de reconciliación. El Jubileo de la Misericordia ha sido convocado
para ser vivido intensamente en cada Iglesia particular, de manera que
cualquiera pueda encontrar la misericordia de Dios Padre a través de la
actividad solícita de la Iglesia. Desde este marco el Papa invita a los sacerdotes
a convertirse en testigos de la Misericordia. Nos podemos hacer una pregunta
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
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¿Son los sacerdotes testigos de la Misericordia?, ¿soy yo, párroco de varias
parroquias, testigo de la Misericordia? Desde que el obispo nos confiere el
Sacramento del Orden se nos da la potestad para perdonar pecados, para que
seamos en medio del pueblo cristiano dispensadores de su gracia y su perdón,
por eso puedo decir que cada día los sacerdotes hacen presente la
misericordia de Dios en sus pueblos y así intento vivirlo cada día. Pero en este
Jubileo, de un modo muy especial tenemos que redescubrir la misericordia de
Dios, caer en la cuenta de lo mucho que Dios nos ama y de la gran
misericordia que tiene con nosotros.
Por eso este año no consiste en hacer muchas cosas sino en una
actitud de vida, una vida que refleje la misericordia en los pensamientos,
acciones y relaciones, con los que cada día pone el Señor en mi camino, en
mi caso, con cada uno de mis feligreses, amigos, familia, y mis hermanos
sacerdotes. Y saber que sólo quien tiene experiencia de la misericordia de
Dios con él, ha comprendido el amor de Dios, y que sólo el que se goza del
perdón recibido, sabe comprender y valorar el sentido de una vida dedicada a
perdonar los pecados de los hermanos; sólo quien siente el dolor de no haber
amado a Dios como él nos ama, tiene como máximo anhelo alcanzar el amor
que salva y libera absolutamente, y encuentra su plena dicha en ofrecer la vida
al Señor como testigo e instrumento de su misericordia para los demás. Así
pues, pido al Señor que este año me sirva para cimentar mi vida en Él y en su
misericordia Infinita.”
Víctor Manuel Valero Mesa
Sacerdote Diocesano
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
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¿Quién soy yo
Señor para escribir de Ti? ¿Quién para
hablar de Ti? ¿Quién para esperarte en
la fría madrugada? ¿Quién para romper
con mi rezo tu Silencio?
Hoy lo sé, soy tan solo el reflejo
de tu inmensa Misericordia.
Me piden que escriba algo sobre
Ti y solo me brota del corazón contar
cuanto veo.
No esperemos una madrugada
más para acompañarle, para verle, para
rezarle, pedirle, agradecerle. No. No
esperemos a vestir el hábito de
madrugada, ni veamos en Él tan solo un
Silencio de mil Silencios.
No. No nos quedemos en verlo
inerte a la luz del día en su bajada.
No nos quedemos en verlo
muerto en su Cruz, porque está vivo, está
más vivo que nunca en este año de la
Misericordia. A eso estamos llamados los
que creemos en Él, los que queremos
vivir en Él, los que queremos vivir por Él.
¿Pero quién es Él hoy? Él está
en la calle, en cualquiera de nuestros
hermanos nos guste o no, tenga la razón
o no, crea en Él o no, ahí está Él. Y eso
es vivir la Misericordia de Dios:
reconciliarnos con el mundo, pedir y
conceder perdón. Mirar a Dios con los
ojos limpios a través del Sacramento de
la Confesión y perdonar al igual que
hemos sido perdonados.
Tan fácil como hacer que se
cumpla el Padre Nuestro, «…perdona
nuestras ofensas, como nosotros
perdonamos a nuestros deudores…».
Os habréis dado cuenta que
cuando hacemos las cosas con el corazón
hacia los hermanos, nos hacemos
verdaderos instrumentos de Dios. Él no
puede actuar si nosotros no le ayudamos.
Nosotros, queridos hermanos, somos las
manos de Dios. Si por mucho que
pidamos a Dios, no nos ponemos en
camino y llevamos a cabo su voluntad,
nunca veremos cumplida su voluntad.
Recordad: «...tuve hambre y me disteis
de comer» (Mt. 25, 35-45). Y cuando en
vísperas de Navidad la gente colabora
con los bancos de alimentos, así es como
se cumplen los ruegos de aquellos que no
tienen que comer. Porque en ese
momento nosotros somos el instrumento
que Dios utiliza, se sirve de unos para
ayudar a otros. Esa es la autentica
Misericordia de Dios.
En el año de la Misericordia, se
nos invita a eso, hermanos, a la
reconciliación. Porque de la
reconciliación y el amor nacen las buenas
obras, y esas son ni más ni menos las
obras de MISERICORDIA.
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
Contemplando tu Misericordia...
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Yo no quiero Señor quedarme en mi atalaya,
ni cantarte más sonetos trasnochados
mientras me quede en mi balcón cuando te vayas,
con la pena de estar, de brazos cruzados.
Yo quisiera Señor que Tu silencio,
fuera el grito de las palmas de tus manos,
ese amor que en mi balcón siempre presencio
precedido por la luz de mis hermanos.
Yo quisiera Señor que tu Silencio,
fuera en mí, fuente de amor en esas llagas
para saciar al que de amor esta sediento,
fuente de amor Señor con la que embriagas.
Yo quisiera Señor que tu Silencio
sean el eco y las palabras de mi boca
rehaciendo mi oración de aquel soneto
fortaleciendo así mi Fe como una roca:
Hoy me mueve mi Dios para quererte
la tierra que me has dado y que he vivido,
y me mueve el dolor del afligido
porque a Ti te veo en el siempre presente.
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
58 Foto: Jesús Ruiz
59
Tú me dejas, Señor que pueda verte
mendigando por las calles malherido,
sin presente ni futuro entelerido
y viviendo tu calvario nuevamente.
Tú me sigues moviendo Amado mío
y abrazando tu dolor vivo en el cielo
y si no me abrazo a él estoy vacío.
Hoy espero Señor que la discordia
de este mundo por tu amor desaparezca,
y que en tu noche de Silencio siempre crezca
tu perdón eterno de MISERICORDIA.
Antonio González
París, 2016
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
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C omenzaré este artículo con un
texto donde los estudiosos
franciscanos nos cuentan dónde se
muestra más esta faceta en san
Francisco de Asís; se trata de la carta
a un Ministro. El Ministro, en la
orden franciscana, es la cabeza visible
en cada territorio provincial, en los
cuales se divide la Orden para un
mejor funcionamiento, ya que el
Ministro General no llega por sí solo
a todos los lugares. Ministro quiere
decir servidor, es un servidor de toda
la fraternidad.
CARTA A UN MINISTRO
A fray N., Ministro: El Señor
te bendiga. Acerca del caso de tu
alma, te digo, como puedo, que todo
aquello que te impide amar al Señor
Dios, y quienquiera que sea para ti
un impedimento, trátese de frailes o
de otros, aun cuando te azotaran,
debes tenerlo todo por gracia. Y así
lo quieras y no otra cosa. Y tenlo esto
por verdadera obediencia al Señor
Dios y a mí, porque sé firmemente
que ésta es verdadera obediencia. Y
ama a aquellos que te hacen esto. Y
no quieras de ellos otra cosa, sino
cuanto el Señor te dé. Y ámalos en
esto y no quieras que sean mejores
cristianos. Y que esto sea para ti más
que el eremitorio. Y en esto quiero
conocer si tú amas al Señor y a mí,
siervo suyo y tuyo; si hicieras esto, a
saber, que no haya hermano alguno
en el mundo que haya pecado todo
cuanto haya podido pecar; que
después que haya visto tus ojos, no se
marche jamás sin tu misericordia, si
pide misericordia. Y si él no pidiera
misericordia, que tú le preguntes si
quiere misericordia. Y si mil veces
pecara después delante de tus ojos,
ámalo más que a mí para esto, para
que lo atraigas al Señor; y ten
siempre misericordia de tales
hermanos. Y, cuando puedas, haz
saber a los guardianes que, por tu
parte, estás resuelto a obrar así.
Y de todos los capítulos de la
Regla que hablan de los pecados
mortales, con la ayuda del Señor, en
el capítulo de Pentecostés, con el
consejo de los hermanos, haremos
un capítulo de este tenor: si alguno
de los hermanos, por instigación del
enemigo, pecara mortalmente, esté
obligado por obediencia a recurrir a
su guardián. Y todos los hermanos
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
La Misericordia de Cristo en la figura de san Francisco de asís
Fray Miguel Villoslada del Castillo OFM
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que sepan que ha pecado, no lo
avergüencen ni lo difamen, sino
tengan gran misericordia de él y
mantengan muy oculto el pecado de
su hermano; porque no necesitan
médico los sanos sino los que están
mal (Mt. 9,12). De igual modo, estén
obligados por obediencia a enviarlo a
su custodio con un compañero. Y el
custodio mismo que lo atienda con
misericordia, como él querría que se
le atendiera, si estuviese en un caso
semejante. Y si cayera en un pecado
venial, confiéselo a un hermano suyo
sacerdote. Y si no hubiera allí
sacerdote, confiéselo a un hermano
suyo, hasta que tenga un sacerdote
que lo absuelva canónicamente,
como se ha dicho. Y éstos no tengan
en absoluto potestad de imponer otra
penitencia sino ésta: Vete y no
quieras pecar más (cf. Jn 8,11).
Para que este escrito sea
mejor observado, tenlo contigo hasta
Pentecostés; allí estarás con tus
hermanos. Y, con la ayuda del Señor
Dios, procurarás completar estas
cosas y todas las otras que se echan
de menos en la Regla.
El Ministro y en sí todo
cristiano, debe vivir las etapas que ha
pasado Jesús y, en este caso, Nuestro
Padre San Francisco. Partiremos de
que Dios es Amor, según manifiesta
Jesús y el Evangelista Juan nos lo
escribe en su carta. Pero esta
identidad de Amor Divino, si se abre
a la creación y a los hombres, se
revela como una relación de Amor
Compasivo, de Amor Consolador y,
por último, Amor Misericordioso.
En cuanto a que Dios es
Compasión, al ser Dios Amor, tiene
la capacidad de asumir como propio
el sufrimiento de los demás. No es
una cuestión psicológica sino
existencial, por la cual quien se
compadece, inicia una empatía hacia
el otro y se solidariza para tratar de
aliviar, remediar o incluso evitar el
sufrimiento en el otro.
Dios es Consolación. El
Señor da un paso más. Consolar
entraña alguna ayuda, ya que
proporciona a una persona que sufre
el auxilio con palabras u obras para
poder disminuir la pena.
Dios es Misericordia. La
Misericordia, cuando se trata de un
atributo divino, abarca por su parte la
compasión, la piedad, el perdón, la
gracia, el favor, la benevolencia, etc.
Además de comprender la
Misericordia como un sentimiento
que impulsa a ser benévolo o
indulgente en el castigo. Indica, por
lo tanto, la capacidad divina de
recrear, por la potencia de su amor,
las situaciones que destruye la
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
62
Creación y las personas que, por su
vida, han perdido la esperanza de
vivir.
La enseñanza de Jesús
cambia la identidad de la relación
concreta que ha establecido el Señor
con los hombres. Por eso, no es sólo
de enseñar sino de vivir, y no sólo de
vivir sino de ser, por lo que la
identidad del Señor en su relación
con las criaturas y aquello que revela
la vida de Jesús, no es sino
Misericordia.
En la figura de San Francisco
de Asís, la clave la encontramos en su
conversión: «el Señor de esta manera
me dio a mí, Fray Francisco, el
comenzar a hacer penitencia, porque
como estaba en pecado, me parecía
extremadamente amargo el ver a los
leprosos. Y el Señor mismo me
condujo entre ellos e hice
misericordia con ellos. Y
apartándome de ellos, aquello que
me parecía amargo se me convirtió
en dulzura del alma y del cuerpo; y
después me detuve un poco y salí del
siglo. He hice misericordia con ellos,
los miré con los ojos del amor, vi en
ellos el rostro de Cristo, los llamé por
su nombre como Dios nos llama a
cada uno de nosotros por nuestro
nombre».
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
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El Ministro no debe
comportarse con Misericordia, sino
que debe ser Misericordia. La
concepción y experiencia de
Francisco es una cuestión teológica,
que no ética, porque Dios, cuando
sale de sí con relación a su criatura,
es Amor de Misericordia. Y el
Ministro, situado en la dimensión
divina para recuperar a sus
hermanos, debe recorrer los mismos
pasos que el Señor ha dado para
salvar a su criatura: «Y si pecara mil
veces después delante de tus ojos,
ámalo más que a mí, para que lo
atraigáis al Señor».
Si esto es verdad, también lo
es que la primera solución ante las
desgracias que hay en la historia
humana es la justicia. Jesús distingue
entre el orden de la creación y el de
la justicia, entre el orden de la
salvación y el de la misericordia entre
los dos hijos, en la parábola de Hijo
pródigo (cf. Lc. 15, 11-32). Los dos
órdenes no pueden confundirse,
porque de lo contrario rompemos la
convivencia humana. Lo primero que
exige Dios ante la generalizada
corrupción, es que se alcance la
justicia en las relaciones con Él, en
cuanto significa la aceptación de su
voluntad, voluntad que no es otra que
la justicia y la paz en las relaciones
humanas. La Misericordia no
significa evadir las responsabilidades
humanas en términos de justicia —
llámese legal, distributiva o
retributiva— que hacen posible la
convivencia humana. La Misericordia
sobrepasa a la justicia y busca su raíz
última para rehacer a las personas,
pero no para anularlas o puentearlas.
Los ministros tienen la
obligación de corregir para que no se
degrade el clima fraterno, aunque
deben hacerlo con caridad: «los
frailes que son ministros y siervos de
los otros frailes visiten y amonesten a
sus frailes, y humilde y
caritativamente corríjanlos, no
mandándoles algo que sea contra su
alma y nuestra regla». Tan
importante es esto, que los hermanos
deben aceptar de buen grado las
correcciones; incluso deben amar a
los superiores que los corrigen:
«Bienaventurado el siervo que
siempre permanece bajo la vara de la
corrección. Es un siervo fiel y
prudente (cf. Mt. 24,25) el que en
todas sus ofensas no tarda en
castigarse interiormente por la
contrición y exteriormente por la
confesión y por la santificación de
obras».
Fray Francisco Martínez Fresneda,
conferencia en la Festividad del
Beato Juan Duns Scoto
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
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S on las 12 de la noche, y cuando
la semana más esperada del año
está llegando a su ecuador, todo
cambia, todo empieza a ser diferente
en una Estación de Penitencia.
Y es que a las 12 de la noche
de la madrugada del Viernes Santo
no importa de la Hermandad que se
seas, de donde vengas, a donde vayas,
siempre y en todo corazón hay un
hueco en el interior de cada ser
humano para Él.
A menudo suelo preguntarme:
¿Por qué será que a los humanos nos
cuesta tanto hablar de sentimientos?
¿Por qué será que decidimos
encerrarlos en la parte más profunda
de nuestra alma? ¿Por qué será que
nos empeñamos en quedarnos en la
capa superficial y no nos permitimos
incidir hasta lo más profundo de
nuestro ser?
Cuando aún resuenan en
nuestros oídos las partituras cofrades,
las caídas de un palio revoloteando
entre los varales, cuando el eco de los
aplausos que recompensan el
esfuerzo costalero se aleja, todo
empieza a cambiar.
Cuando las puertas de la
Parroquia de San Pedro y San Pablo
se abren, los granadinos y la
humanidad entera se prepara para
recibir al Hijo de Dios mismo,
clavado en la cruz, muerto por la
redención de los hombres, muerto
como lo haría un padre por sus hijos
bajo cualquier condición y en
cualquier circunstancia. Todo aquel
que haya tenido la oportunidad de
disfrutar de esta salida, es un
momento que jamás podrá olvidar,
que jamás podrá sacar de su retina
cofrade.
El recogimiento es el ambiente
imperante, la oración inunda el atrio
de San Pedro, no hay más luz que la
que portan sus Hermanos
alumbrando el camino a la Seo
granadina, el silencio, espanta las
voces pero abre las almas y prepara
los corazones. El amor de Dios
inunda el cuerpo y la mente.
A menudo, los humanos y
cofrades olvidamos cuál es nuestro
verdadero génesis, el inicio de todo,
nuestra razón de ser. A menudo, los
cofrades nos dejamos llevar por el
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
Siempre de madrugada Marta Iáñez Bolívar
64 Foto: Antonio Orantes
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poderío de las insignias, la
“superioridad” de los cargos, la
supremacía de los puestos y nos
olvidamos de lo fundamental. Pero
como decía, en la noche oscura todo
cambia, todo lo material se desvanece
vencido por lo espiritual. ¿Qué
importa la flor, la hora o el frío o si el
rachear suena más o menos? ¿Qué
importa todo eso, si el Hijo del
Altísimo se quiera acercar hasta el
centro de la ciudad que lo vio nacer?
¿Qué mejor lección de vida que
hacer entender a los más pequeños la
infinidad del amor de su Padre?
Desde las entrañas del barrio
del Albaicín, enclave antaño de
moros y cristianos, el Rey de Reyes
camina por la carrera del Darro,
lento y rodeado por cuatro hachones
blanqueados por los flashes de las
cámaras de propios y extraños,
acompasados de cadenas
significativas de promesas fervorosas,
de penitencia de rigor, de verdadero
compromiso.
No hay cabezas bajas, no
puede haberlas, solo puede haber
miradas a lo más alto y corazones
levantados al cielo mismo para
adorar a Dios, para agradecerle las
indulgencias conseguidas, las
plegarias escuchadas, la Misericordia
concedida. Esa Misericordia hecha
Cristo es capaz de hacer ver al que no
puede, de hacer creer al que no cree,
y de hacer amar al que no lo
consigue, y de hacer perdonar al que
no alberga tal don en su corazón.
¿Quedarme con un momento?
Imposible. Esta Hermandad tiene la
virtud imponente de hacer que cada
enclave sea único, que cada rincón
sea acogedor, que cada recuerdo sea
digno de permanecer en la infinidad
del tiempo.
Es tanto lo que nos regala, lo
que nos aporta, tiene la capacidad de
hacer brotar como si de un manantial
se tratara, sentimientos y directrices,
que siendo tantos, la que escribe es
incapaz de nombrar de manera
pormenorizada, amor, fe, devoción,
Hermandad, pureza, familia, amistad,
lealtad, verdad, sinceridad y
Misericordia siempre Misericordia.
Todo ello debería dirigir nuestro
camino hasta el momento de arribar
en el puerto de la vida eterna y a ello
invita Cristo misericordioso en cada
momento de la madrugada, en cada
momento del año, en cada momento
de la vida, en la plenitud, en la
adversidad. En palabras de Santa
Teresa de Ávila: Solo Dios, basta.
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
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H ermanos, me considero
afortunado de poder escribir -
un año más- unas letras para vosotros.
Aún recuerdo con mucho cariño los
días compartidos con vosotros
durante el quinario al Santo Cristo de
la Misericordia.
Os escribo precisamente
desde Roma. Me encuentro aquí
porque, junto a otros 1.000
sacerdotes de todo el mundo, he sido
designado como "Misionero de la
Misericordia". Unos 700 nos hemos
desplazado hasta esta Ciudad Eterna,
donde hoy seremos recibidos por el
papa Francisco. Mañana
concelebraremos con él en la
solemne eucaristía del Miércoles de
Ceniza. Tras la celebración, seremos
enviados por el Santo Padre a
nuestros lugares de origen, para que
en este Año Jubilar de la Misericordia
prediquemos, transmitamos y
regalemos a todos el inmenso amor,
la increíble compasión y la infinita
misericordia de nuestro buen Padre
Dios.
Como nos ha recordado
el papa Francisco en su
bula 'Misericordiæ
vultus', la Misericordia es
la viga maestra que
sostiene la vida de la
Iglesia. Sin esta viga de la
misericordia, todo se
viene abajo. Por eso solo
puedo pedir al Señor con
todas mis fuerzas que en esta
Cuaresma, y particularmente en la
Semana Santa en que celebramos el
Misterio de nuestra fe, resplandezca
en vosotros, en vuestra vida, en
vuestras palabras y obras, esta
Misericordia de Dios. Y que brille de
un modo muy concreto: acogiendo a
todos, manteniendo la paciencia y la
alegría, evitando críticas, juicios y
cotilleos dañinos, teniendo gestos de
caridad y cerrando las heridas del
rencor y del odio que pueda haber en
nosotros.
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
Misioneros de la Misericordia
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Y eso solo puede conseguirse
de una manera: fortaleciendo nuestra
relación de amistad con Jesucristo,
rostro de la Misericordia del Padre.
Amigos, no os lo digo como
"sacerdote que tiene que decir esto
porque le corresponde", sino como
aquello que constituye la verdad, el
tesoro y el regalo de mi vida: no
abandonéis la oración, reconciliaos
con el Señor en el sacramento de la
penitencia, participad de la eucaristía,
recibid el Cuerpo de Cristo como el
alimento de Vida sin el cual no
podéis sosteneros. Si lo hacéis,
gozaréis de esa paz y de esa alegría
que las cosas del mundo -por mucha
'vidilla' que prometa- no pueden dar.
Y además os convertiréis en
testigos, en apóstoles, en Misioneros
de la Misericordia. El Señor de la
Misericordia a quien queréis con
toda el alma, seguirá acercándose al
hombre y a la mujer de hoy a través
vosotros. Con vuestra palabra seguirá
anunciando la Buena Noticia; con
vuestros pies seguirá recorriendo los
caminos del mundo; con vuestros
brazos seguirá acogiendo y abrazando
a todos, especialmente a los más
necesitados; con vuestra sonrisa
sonreirá a aquellos que están
desesperanzados, cansados y
agobiados; con vuestras manos
continuará acariciando y mimando a
todo el que se acerca a Él suplicando
Misericordia. Él, a través de nosotros,
seguirá haciendo maravillas.
Os deseo de corazón todo lo
mejor. Contad con mi cariño y mi
oración. Os envío mis bendiciones
desde Roma, donde renuevo una vez
más mi fe católica y mi compromiso
de servir al Señor y a su Reino con
todo mí ser. Un fuerte abrazo.
P. Carlos Sánchez de la Cruz CSsR
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
Misioneros de la Misericordia
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E l pasado mes de octubre recibí,
con motivo del Jubileo por del
Año Santo de la Misericordia, el
encargo por parte de la Junta de
G o b i e r n o d e r e a l i z a r u n a
transcripción y armonización
solemne para órgano del Soneto a
Cristo Crucificado que la Hermandad
canta habitualmente al Santísimo
Cristo de la Misericordia en sus
cultos. Se trata de un encargo que
recibí con gran ilusión, pues sé de
primera mano que se trata de un
canto muy significativo para todos los
hermanos de la Cofradía.
La melodía que compone el
Soneto es un canto popular en cuanto
a que se ha interpretado siempre por
los fieles de oído y no había por tanto
ninguna partitura, su transmisión
siempre ha sido oral. Es por ello que
solicité a la Hermandad una
grabación del mismo a partir de la
cual poder comenzar a desarrollar mi
trabajo.
En primer lugar transcribí
completamente la melodía del canto
que aparecía interpretado en la
grabación. En esta labor hubo que
solucionar pequeñas problemáticas
que se presentaban a la hora de
cuadrar rítmica y métricamente
algunas frases de la melodía, ya que al
ser cantado siempre de oído y por
tradición es algo que suele ocurrir
con asiduidad. Así pues, no siempre
estaba clara la rítmica interna de los
motivos melódicos de las frases o
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
Transcripción y armonización del
Soneto a Cristo Crucificado Salvador Sánchez Muñoz
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faltaba alguna pequeña parte del
compás para que cuadrara. En
cualquier caso se ha intentado
siempre ser fiel a la versión original y
pienso que es algo que se ha
conseguido. De igual forma se ha
adecuado la melodía del canto a la
tonalidad de Fa Mayor, ya que
musicalmente ofrecía una tesitura
más cómoda para la voz del pueblo.
Posteriormente, y con las
notas de la melodía ya transcritas,
procedí a realizar la armonización del
mismo. Para darle una mayor entidad
y realce al Soneto, decidí componer
una breve introducción y final. Unos
compases con los que por un lado
dar pie al canto y por otro concluir
de manera más solemne al órgano la
i n t e r p r e t a c i ó n . P a r a e l
acompañamiento, el objetivo era
buscar sucesiones armónicas que
aparte de sustentar la voz del canto, la
solemnizaran y realzaran, lo cual no
era siempre fácil ya que la melodía
por sus características limitaba en
muchos casos la armonía posible.
Finalmente, el resultado en
su conjunto es muy satisfactorio y ha
sido sin duda un placer poder
trabajar en este encargo para la
Cofradía. Muchas gracias a la
Hermandad y a su Junta de
Gobierno por la conf ianza
depositada.
Un abrazo en Cristo
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
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I
Río de luto silente.
Darro de heridas abiertas.
Albaicín de cales muertas.
Yedra y jazmín por su frente.
Sangre mana —de repente—
por la llaga de un costado.
La Alhambra al verle clavado
llora su paseo, triste.
Dios cumple cuanto pediste
en un sueño que ha pasado.
III
Devuelve la vista al ciego,
con los clavos de su suerte,
con la deuda de su muerte
y el lamento de aquel ruego.
Las colas sueltan el pliego,
sobre el esparto testigo,
de un negro-luna mendigo
de la cera que gotea.
En su cruz de taracea,
el alba le da el abrigo
II
En un sueño que ha pasado
la ciudad queda dormida,
dando lumbre, derretida,
con un hachón apagado.
Es sombra y crucificado,
tiniebla de su sosiego.
Quiere su luz, ser el fuego
que enciende el alma del hombre,
y el susurro de su nombre
devolver la vista al ciego
IV
El alba le da el abrigo
de la vida, con su aurora.
Sale el Sol, llegó la hora
de que marchemos consigo,
a bajarlo del castigo
de morir de madrugada.
Clama al cielo la llamada
de un silencio que le grita:
“¡Misericordia bendita!”
por las calles de Granada.
Décimas al Cristo de la Misericordia
José Luis Montes Letrán
Sevilla, a 11 de enero de 2016
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
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Divina Misericordia 2016 · Año Santo
Foto: José Velasco
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Podemos considerar como
una de las más antiguas
manifestaciones musicales en el
Viernes Santo en la Península Ibérica
las Lamentaciones de Jeremías del
Rito hispano-visigodo o mozárabe
recogidas en parte en el canto
gregoriano y que se desarrollaron a la
vez en los grandes polifonistas de los
siglos XV y XVI, como es el caso de
Tomás Luis de Victoria quién
publicó esta obra en 1585.
Dentro del canto gregoriano
para Viernes Santo podemos
destacar: Lamentaciones para
Viernes Santo, Las Tinieblas de
Viernes Santo, Stabat Mater, etc.
Las Siete palabras de Cristo en la Cruz ha sido otro de los grandes
temas de inspiración musical. Así, el
o r g a n i s t a y c o m p o s i t o r
alemán Heinrich Schütz (siglo XVII)
compuso Die Sieben Worte Jesu Christi am Kreuz.
En 1787 la Hermandad de la
Santa Cueva de Cádiz encargó al
compositor austríaco Joseph
Haydn un oratorio (titulado en
alemán Die sieben letzten Worte
unseres Erlösers am Kreuze) que
describiera las Siete Palabras, además
del terremoto descrito en
el Evangelio de Mateo. Haydn
realizó también una versión para
coro y orquesta de la obra, además
de una transcripción para cuarteto de
cuerda, siendo esta última la versión
más célebre.
Con el título Sept paroles du
Christ en croix hay una obra coral
de César Franck y Charles
Gounod (siglo XIX).
El Miserere —también
llamado Miserere mei, Deus— es una
composición creada por Gregorio
Allegri en el siglo XVII durante el
pontificado del papa Urbano VIII.
Se trata de la musicalización
del salmo 51, llamado Miserere,
del Antiguo Testamento. Se
compuso para ser cantado en
la capilla Sixtina durante
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
Música para la muerte de Cristo
Reynaldo Fernández Manzano,
Director del Patronato de la Alhambra,
Organista de San Pedro y San Pablo
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los maitines los miércoles y viernes
de Semana Santa. El original se canta
en latín. Famoso es el Miserere en La
menor de Mozart, el que Verdi
introduce en el acto IV de “Il
Trovatore”, etc. Como su reflejo en
la literatura: Leyenda 18 “El
Miserere” de Gustavo Adolfo
Bécquer.
En cuanto a la música
instrumental mencionar las capillas
musicales con sus famosas Saetas del
Silencio o “Canciones a tres”, en un
principio formadas por chirimías y
bajón y en la actualidad por dos
oboes y un fagot; y las bandas de
Cornetas y tambores, atestiguadas al
menos desde la época de los Reyes
Católicos (chirimías, sacabuches,
bajón, atabales, etc.), de uso militar,
se introducen en la Semana Santa
fundamentalmente en el siglo XX,
siendo la primera de la que tenemos
constancia la Banda de Cornetas y
Tambores del Real Cuerpo de
Bomberos de Málaga de 1911.
La música y el sentimiento
popular tendrá su cauce en
la Saeta (de sagita, flecha). Canto
religioso tradicional interpretado
fundamentalmente en las procesiones
de Semana Santa en España,
especialmente en Andalucía y algunas
zonas de Extremadura, Castilla La
Mancha y Murcia.
En el siglo XIX, Antonio
Machado Álvarez definía las saetas
como "cancioncillas que tienen por
principal objeto traer a la memoria
del pueblo, especialmente en los días
del Jueves y Viernes Santo, algunos
pasajes de la Pasión y muerte de
Jesucristo (...) coplas disparadas a
modo de flechazos contra el
empedernido corazón de los fieles".
Las saetas cantadas
actualmente son las llamadas
saetas flamencas, que supusieron una
transformación producida a finales
del siglo XIX, a partir de otras
primitivas saetas, más cortas y sobrias
de estilo, que aún se pueden oír en
algunos pueblos andaluces. La saeta
flamenca presenta dos variantes
principales: la saeta por seguiriyas,
que es la más extendida, llamada de
este modo porque su carácter y
modo musical recuerda a la seguiriya
flamenca; la otra es la saeta carcelera,
de carácter algo más alegre.
Saetas primitivas se
encuentran con la denominación de:
molederas de Marchena; samaritanas
de Castro del Río; cuarteleras de
Puente Genil: de santería de Lucena;
del prendimiento de Cabra; sátiras de
Loja, etc.
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
78
“Rezad por mí”. Esto es lo
que el Papa pide siempre cuando
tiene una reunión o conversa con
alguien. El Papa no tiene fuerzas para
la importante tarea que le ha tocado.
Por eso siempre hace a quienes
encuentra la misma petición: “reza
por mí”. Nada más salir al balcón de
la Basílica de San Pedro, tras la
fumata blanca del 13 de marzo de
2013, rogó a los católicos que
pidieran a Dios que lo bendijese.
“Rezad por mí”. Se lo dice a
los enfermos que encuentra en la
Plaza de San Pedro, a los jóvenes, a
los ancianos, a las parejas, a los niños,
a los abuelos, a los periodistas… Se lo
pide a los representantes del
Patriarcado Ortodoxo de Moscú, a
monarcas musulmanes, a jugadores
de fútbol y a cantantes. Y también,
saltándose todos los protocolos, a los
líderes mundiales. La lista es
interminable: se lo pidió al poderoso
Vladimir Putin, que reaccionó con
cierta sorpresa; a Barack Obama, que
le respondió pidiéndole también
oraciones por su mujer Michelle y
sus hijas Sasha y Malia. Se lo pidió a
la presienta argentina Cristina
Kirchner, con la que en el pasado las
relaciones institucionales fueron
bastante frías. También se lo pidió a
un emocionado Raúl Castro que,
además de presidente de Cuba, era el
secretario primero del Partido
Comunista de la isla.
— No, yo no. Usted rece por mí —le
respondió Castro tocándose el
pecho—.
— Ya lo hago —le respondió el Papa—
.
Se lo pidió a los reyes Juan
Carlos y Sofía, así como dos meses
después a sus sucesores Felipe y
Leticia:
— Recen por mí y saluden a sus
padres de mi parte.
“Recen por mí”. Lo sigue
pidiendo a los que visita. El Papa
sabe bien que la oración es el arma
del cristiano y él hace cada día una
hora de oración en su capilla por la
mañana y otra por la tarde. Un buen
propósito para un cristiano sería
pedir cada día por lo que pide el
Santo Padre.
Francisco Giménez Bedmar
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
Rezad por mí
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El año 1492 marca el
comienzo de una etapa de
resurgimiento del cristianismo en
tierras del Reino de Granada. Sobre
la pervivencia del cristianismo
durante la época islámica y sobre el
propio origen del cristianismo en
Granada, se ciernen numerosas
incógnitas históricas, ya que en la
mayoría de los casos fueron la
leyenda o el mito los que
construyeron un relato verificado con
el paso del tiempo.
En realidad, la configuración
de la mayoría de estos relatos se
fragua a finales del siglo XVI, en el
contexto de la definitiva expulsión del
Reino de Granada de los moriscos en
1569. Será en 1588, abril de 1595 y
mayo de 1599, en la torre Turpiana y
en el Sacromonte —entonces monte
de Valparaíso—, cuando sucedan las
excepcionales apariciones de una
serie de reliquias, entre ellas las
supuestas cenizas de san Cecilio, una
lámina que indicaba que su martirio
tuvo lugar en el monte Ilipulitano en
el segundo año del imperio de Nerón
y los Libros plúmbeos, que
intensificaron la devoción y el culto al
santo obispo en Granada, de
supuesto origen africano.
Estas apariciones,
condenadas por un breve apostólico
de Inocencio XI en 1682, propician
sin embargo un nuevo clima de
fervor religioso vinculado a las
reliquias y a la figura de la
Inmaculada, dos de las devociones
que con mayor ahínco había
defendido y propagado el Concilio
de Trento. Las apariciones de las
reliquias y los libros volvían la mirada
sobre la leyenda ensombrecida
durante siglos de los Varones
Apostólicos y la llegada del
cristianismo a tierras peninsulares,
concretamente sobre el que fuera
obispo de Granada, Cecilio.
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
Nuevos espacios para el antiguo culto en la Alhambra
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Lo cierto es que el
cristianismo primitivo en el antiguo
municipio romano de Florentia
Iliberritana sólo puede acreditarse a
través de diferentes antiguos listados
de asistentes a la celebración del
Concilio del Elvira, celebrado a
principios del siglo IV en la colina del
Albayzín, y de escasos retos
arqueológicos que pueden
considerarse paleocristianos. Entre el
siglo IV y VIII, en el que los
colonizadores del norte de África
comienzan a extender su influencia
por toda la Península, no existen
apenas referencias sobre la
pervivencia del culto cristiano en
Granada.
Y después del siglo VIII
existen relatos que tradicionalmente
han considerado que cerca del lugar
donde se construyó la actual
parroquia de San Cecilio, los
cristianos mantuvieron el culto vivo
durante la época andalusí.
Precisamente este hecho es el
que nos sirve para introducir la
Alhambra como elemento de análisis,
ya que este pequeño artículo lo
vamos a dedicar a recorrer los
espacios que en la Alhambra se
adaptaron o crearon para la
celebración del culto cristiano tras la
llegada de los Reyes Católicos. La
reciente investigación de la profesora
Galera Mendoza hace un
pormenorizado recorrido por estos
espacios, iglesias, capillas, retablos,
ermitas y conventos, si bien nosotros
nos referiremos a los más
interesantes y que aún puedan
visitarse, usando algunos de los datos
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
81
que aporta su investigación.
La primera etapa de nuestro
viaje se encuentra en el atrio de Santa
María de la Alhambra, donde sobre
una de las columnas de mármol de
las del patio del Palacio de Carlos V,
se colocó en 1590 una lápida con
inscripción (la actual es una réplica)
en recuerdo del martirio que
padecieron en 1397 los frailes
franciscanos Pedro de Dueñas y Juan
de Cetina a las puertas de la
mezquita real que allí se situaba.
Es sobradamente conocido
que la ladera sur de la colina de la
Sabika, en el denominado Campo de
los Mártires, al que se llamó así
precisamente porque allí recibieron
martirio numerosos cristianos en
época andalusí, fue el lugar donde
fueron confinados en mazmorras,
que aún se conservan y que fueron
reproducidas por Joris Hoefnagel en
una de sus famosas vistas de Granada
Allí entre otros permaneció
confinado Gonzalo de Zúñiga,
obispo de Jaén, como relata la
pintura de estilo de Pedro de Raxis,
conservada en el Museo de Bellas
Artes de Granada, aunque
depositada en el Carmen de los
Mártires, lugar en el que en su día y
en recuerdo de todos los mártires
cristianos los Reyes Católicos
edificaron una ermita, que años más
tarde, se convirtió en el Convento
Carmelita de los Mártires, donde San
Juan de la Cruz compuso algunos de
sus más célebres escritos. El
convento, que se elevaba sobre la
colina como puede apreciarse en el
grabado de George Vivian, fue
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
Izquierda: Grabado con las calderas del
Sacromonte, tomado de la Historia Eclesiástica
de Granada de Antolínez de Burgos.
Derecha: Virgen de la Puerta de la Justicia
(Museo Provincial de Bellas Artes).
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suprimido durante la desamortización
de Mendizábal, y a finales del XIX
fue derribado para la construcción de
un palacete, en esencia el conservado
en la actualidad.
Es sabido los Reyes Católicos
no entraron en la ciudadela hasta la
víspera del día de Reyes de 1492,
simbolizando así la entrega de la
ciudad al Niño como presente. Cabe
recordar que para la Toma de
Granada los Reyes Católicos habían
logrado que el Papa convocara una
cruzada y que toda la Cristiandad
festejó la entrega de la ciudad, como
queda constancia por numerosos
relatos de las fiestas que se llevaron a
cabo en toda Europa.
El dos de enero, sin
embargo, el confesor de la reina
Isabel, Fray Hernando de Talavera,
acompañó la comitiva castellana que
accedió a la Alhambra, y celebró la
primera misa en la recién sacralizada
mezquita real, si bien existen varias
versiones al respecto, algunos citan el
puesto de guardia de la Puerta de la
Justicia e incluso el actual parador de
San Francisco.
Durante tiempo los Reyes
permanecieron en el campamento de
Santa Fe, donde estaban establecidos
y donde tenían un altar de campaña
que les acompañaba, y que en parte
se conserva en la Capilla Real. En la
Alhambra por tanto se habilitaron
improvisados espacios donde
celebrar el culto cristiano.
La mezquita, como ya se ha
comentado fue sacralizada, y allí se
erigió la primera catedral, si bien
pronto se trasladó al convento de San
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
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Francisco Casa Grande, actual sede
del MADOC, para recalar finalmente
en la también sacralizada mezquita
mayor de la ciudad, bajo la
advocación de Santa María de la O.
Será por último en 1523 cuando se
inicien las obras de la actual catedral.
La mezquita real de la
Alhambra con sus modificaciones
para adaptarla al culto cristiano
sobrevive hasta la época de Felipe II,
cuando se edifica el actual templo
parroquial de Nuestra Señora de la
Encarnación, más conocido como
iglesia de Santa María de la
Alhambra. Las trazas de Juan de
Herrera, de gran sobriedad, fueron
seguidas por Ambrosio de Vico y se
alejan del resto de construcciones de
parroquiales de la época en el Reino
de Granada, la mayoría de ellas
edificadas en estilo mudéjar. Será ya
en el siglo XVIII cuando a ella se
traslade, procedente de la parroquia
de las Angustias, el retablo que hoy
preside el templo, que para acoger la
imagen de la Virgen de las Angustias
de la Alhambra fue modificado en su
cuerpo central, sustituyendo el
manifestador por la actual hornacina
que alberga la imagen de Ruiz del
Peral.
Este templo dio servicio
principalmente a la población de la
ciudadela, ya que inicialmente en los
palacios nazaríes se adaptaron
espacios para el culto privado de los
monarcas y la corte. Concretamente
en el Palacio de los Leones se
habilitó en uno de los extremos de la
sala de los Reyes una capilla, como
demuestra el plano elevado
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
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Vista exterior (izquierda) y de la Capilla Mayor
(derecha) de la Parroquia de Santa María de la
O de la Alhambra, a finales del siglo XIX.
84
probablemente por Pedro Machuca
y conservado en la Biblioteca del
Palacio Real de Madrid, en el que
este espacio aparece marcado como
capilla. En este mismo plano
aparecen como espacios de culto la
capilla del Palacio de Carlos V, que
nunca llegó a concluirse y que por
tanto nunca fue espacio de culto, y el
espacio que ocupaba la iglesia.
En aquel momento aún no
se había habilitado como capilla la
sala del Mexuar. Fue la visita del
joven Felipe IV en la Semana Santa
de 1628, la que propició su
conversión en capilla, adaptando
como altar consagrado a la Epifanía
la chimenea genovesa adquirida a la
viuda de Don Álvaro de Bazán para
el Palacio de Carlos V y que nunca
llegó a colocarse debido al retraso de
las obras. El retablo lo presidía un
lienzo de la Adoración de los Magos
que hoy se conserva en el crucero de
la Iglesia de Santa María de la
Alhambra. Será el incansable Manuel
Gómez-Moreno González el que
descubra la relación entre la
chimenea y el medallón con el
relieve de Leda y el cisne y las figuras
de las ninfas que se conservaban en
la sala a la que éstas últimas dieron
nombre bajo el baño de Comares.
Finalmente, y ya en el siglo XX será
el arquitecto Torres Balbás el que
restituya la sala del Mexuar a su
imagen nazarí, y monte la chimenea
completa en la planta alta del Palacio
de Carlos V donde actualmente se
conserva.
Otro de los espacios
significativos para el renacido culto
será el del Convento de San
Francisco, mandado erigir por la
reina Isabel en agradecimiento a la
conquista de la ciudad, y donde
dispuso que reposaran sus restos
entre tanto se concluía la Capilla
Real, morada definitiva para su
sepultura. Este convento se edificó
sobre el palacio nazarí de los
Infantes, algunos de cuyos restos aún
pueden apreciarse especialmente en
la cabecera del templo, la capilla
mayor, que cobijó los restos de los
reyes primero y después del conde
de Tendilla y su familia, como
Alcaides de la Alhambra.
El convento sufrió la primera
exclaustración con la invasión
napoleónica y fue suprimido
finalmente en 1835, pasando por
sucesivos usos y propietarios hasta su
práctica ruina, siendo recuperado
por los arquitectos Torres Balbás y
Prieto Moreno ya en pleno siglo XX.
Por último, en este breve
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
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recorrido cabe destacar dos
elementos puntales que se
encuentran asociados a la Puerta de
la Justicia, el principal acceso a la
ciudad palatina, y de gran
trascendencia simbólica. El primero
de ellos es la colocación de una
imagen de la Virgen con el Niño,
también conocida como Virgen de la
Alhambra, obra de Ruperto Alemán,
tras la entrada de los cristianos, en
una hornacina presidiendo la
portada. Se trata de una talla en
madera realizada en el siglo XV por
este artista centroeuropeo, la original
se conserva en el Museo de Bellas
Artes de Granada para evitar su
deterioro, y debió ser traída por la
propia reina Isabel o por sus tropas.
Como comentaba su colocación es
de gran trascendencia ya que
simboliza el triunfo del nuevo credo
sobre la religión y la cultura que
originó la Alhambra.
También en la Puerta de la
Justicia, una vez recorrido el
empinado recodo de acceso, justo
antes de enfilar la calle de ronda, en
el hueco que utilizaba el cuerpo de
guardia, entre 1588 y 1589, mientras
se llevaban a cabo las obras de la
iglesia de Santa María de la
Alhambra, se construyó, costeado
por los habitantes de la Alhambra, un
retablo. Se escogió este lugar porque
la tradición le atribuía el haber sido el
lugar en que se celebró la primera
misa tras la entrada de las Reyes
Católicos a la Alhambra, si bien ya
hemos comentado que esta primera
misa debió celebrarse en la antigua
mezquita.
El retablo fue realizado por
Diego Navas, con pinturas atribuidas
al taller de Pedro de Raxis, donde
aparecen representadas las efigies de
los Reyes Católicos junto a sus
iniciales, San Miguel Arcángel,
Santiago en la Batalla de Clavijo, San
Francisco, la Virgen con el Niño, San
José y el Calvario. La capilla que
cobija el retablo permanece abierta el
dos de enero de cada año
rememorando la tradición ya
comentada.
Concluye así este breve
recorrido, con la invitación a que
recorran estos espacios y disfruten
del patrimonio histórico granadino
ligado al deseo de sus habitantes y
gobernantes de honrar el credo por
el que siglos antes se había
derramado la sangre de los mártires
en la ciudad de la Alhambra.
Emilio Caro Rodríguez
Historiador del Arte
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
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(Pom, pom… pom, pom…)
¿Lo oyes?
Sí, papa. Ya se acercan…
(pom, pom… pom, pom…)
¿Y ahora? ¿lo oyes, hijo mío?
Sí, pero es raro. Cada vez lo escucho más lejos. Más apagado. Y debería
de ser al revés. Si se están acercando, ¿cómo es que pasa al contrario?
(pom, pom… pom,… pom…)
Cada vez más lento. Cada vez más despacio. Cada vez más lejano…
¿no?...
Sí. Pero no lo entiendo, papá…
(pom,… pom,… …… pom………… pom………… pom;)
Papá, ¿por qué?... ¿por qué ya no lo escucho…?
Es normal, hijo mío. Todo principio tiene su final. Te voy a contar, al
abrigo de esta noche oscura, aunque brille la luna llena, el porqué has
dejado de escuchar ese latido. No eran tambores lo que tú creías
escuchar. No era el sonido que acompaña a esta noche fría y cerrada,
al pasear sombras altas y espigadas de un negro luto que asusta al
mundano personal que se agolpa en las aceras. No era el compás de
duelo, que amortaja los sentimientos y los congela en el abismo de un
recuerdo frío y nostálgico. Era un latido. Era un corazón. Bombeando
sangre y llevando la vida, a la vida. Esa sangre que lava cada año
nuestros pecados y que expía todas nuestras culpas. Sangre bendita
del Cordero llevado al matadero, una y otra vez. No escuchabas una
procesión, al pasar de puntillas sobre la oscuridad callada. Era la
misma vida que se despide de la vida, para comenzar la Vida. Una
Vida verdadera.
No te entiendo, papá… ¿qué vida, si ahora no escucho nada?
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
El silencio más escandaloso de este mundo
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No, hijo mío. Ahora es cuando en realidad lo escuchas TODO. Tras ese
último latido, cuando llega lo que tiene que llegar, la vida se marcha
sin hacer ruido para mostrarnos el silencio más escandaloso de este
mundo. A todos nos ha de llegar ese momento. Ojalá que a mí me
llegue, ya viejo y cansado. Lo mismo que a ti, hijo mío. Eso es lo que
únicamente le pido a Dios, todos los días de los días que me queden
que estar a tu vera.
Papá, ¿qué es el último latido?
Es ese golpe seco y rotundo que da paso a la Verdad y que nos envuelve
en una Misericordia Eterna, donde el Señor nos acoge a todos.
Dejamos de oír, de mirar, de jadear, de tocar, de vivir. Dejamos todo
eso atrás para ver, escuchar, respirar, palpar y VIVIR.
Entonces, papá, ¿el Señor que está pasando entre la bruma oscura de esa
nube de incienso ya no ve? ¿ya no oye?... ¿ya no vive?
Es tan solo un segundo. Un interminable segundo en el que escuchas
desvanecerse todo sonido de este mundo. Las voces que escuchamos
se van perdiendo. Querremos atraparlas, pero se nos escaparán. Es
como ese tambor, ronco y destemplado que, a lo lejos, se va
perdiendo. Le damos un último beso a la vida terrenal y sentimos el
frío de unos labios que hace unos segundos ardían de pasión. Es la
vida que se convierte en Vida. Por eso cuando pasa el Señor, el de la
Salvación, el que todo lo puede y nos invita a reflexionar
misericordiosamente, todo se para. Todo se deja de escuchar. Todo
se vuelve oscuridad, desazón y pena. Pero tú no estés triste, hijo mío.
El año que viene, volveremos a escuchar, el silencio más escandaloso
de este mundo. En el mismo sitio, y a la misma hora.
¿Me lo prometes, papá…?
Claro que te lo prometo, hijo mío. Venga, vámonos a casa. Hace frío y el
Cristo ya ha pasado. Otro año más, lo he vivido a tu lado. (Gracias
Señor de la Misericordia, te veo el año que viene, siempre que Tú me
lo permitas)
(Pom, pom… pom, pom…)
Francisco Abuín
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
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Indispensable para el culto
cristiano es la decencia de sus
espacios y, parejo a ello, el
alhajamiento de los mismos. Con la
práctica de exornar con piezas de
meritoria calidad artística, o en su
defecto de apariencia estética, no se
hace más que dignificar el lugar
donde la asamblea se congrega para
rememorar la entrega de Cristo a su
pueblo, su memoria y la de los
santos. Así, a lo largo de los siglos,
nuestros templos han ido atesorando
piezas constitutivas de un amplio
elenco artístico-cultual. Entre ellas
destacan, por su envergadura y
artificio, los retablos. Dentro de esta
tipología ornamental de los altares,
suelen primar los destinados a
presidir los templos desde el
presbiterio. No en vano se trata del
espacio preeminente del mismo,
donde, además de alojar la
representación del santo titular o
principal de culto, suele ubicarse el
sagrario, con la presencia real de
Jesús en la Sagrada Forma. De ahí
que sea el primer espacio que en
cualquier templo se destine a exornar
con mayor prontitud, esmero y
calidad. De hecho, cuando alguno de
ellos no presentaba la decencia
debida, eran las autoridades
eclesiásticas las que tomaban partido,
bien aportando una obra existente,
auspiciando la realización de un
retablo nuevo o exhortando y
obligando a los parroquianos a la
ejecución de uno que cubriera las
necesidades básicas del culto
sacramental.
D e e s t a f o r m a , no s
adentramos a conocer brevemente el
retablo que preside la Iglesia
Parroquial del Patriarca San José,
sede de esta Hermandad. Como bien
conocerán los lectores que tienen
acceso a estas líneas, se trata de una
arqui tectura l ígnea de gran
envergadura que ocupa por completo
el testero principal del presbiterio.
Nos encontramos ante un retablo de
sección cóncava, conseguida gracias a
la disposición inclinada de sus
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
El Retablo Mayor de la Parroquia de San José (Granada) : compendio de imaginería granadina y epígono de su retablística
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laterales sobre el plano. Considerado
de cuerpo único y dispuesto en tres
alturas o espacios horizontales,
destaca por ser una obra de marcada
estructura arquitectónica, de grandes
volúmenes y amplitud de espacios.
Así como por el juego de formas
geométricas en una simbiosis de
elementos estructurales a la vez que
decorativos. El conjunto de la obra
viene a constituir un portentoso arco
de triunfo, cuyo espacio central
focaliza la atención con la disposición
de los elementos iconográficos
principales. Arranca sobre un banco
de mármoles polícromos en gris y
rojo principalmente. La presencia de
este material y su imitación marcan la
nota predominante en este retablo,
como veremos más adelante. Los
distintos entrantes y salientes de este
cuerpo inferior atisban ya la
estructura que nos presenta la parte
principal del retablo. En su centro
aloja la mesa de altar, cuyo frontal
queda igualmente elaborado en
mármoles de diversas tonalidades, en
esta ocasión con incrustaciones para
la elaboración de los distintos
medallones que orlan la pieza a
modo de cenefa.
El cuerpo principal se
encuentra divido en tres amplias
calles por sendas parejas de
columnas corintias, de fuste
acanalado y entonado en imitación
de mármol verde. Flanquean las
calles laterales, adelantadas al plano
del retablo y alcanzando la cornisa
que separa este cuerpo del gran
remate. Ambas calles laterales
quedan en esviaje, lo que hace
focalizar la atención hacia la calle
central, dispuesta como un gran
espacio abierto, algo más amplio en
su anchura. Dicha calle central
concita los principales elementos
iconográficos del programa expuesto
en este retablo. El fondo de las tres
ca l l es se ocupa por ca jas
rectangulares policromadas en
im i t ac ión marmórea verde ,
enmarcados por guirnaldas de talla
dorada, a excepción de la central que
lo cubre con un cortinaje rojo, que
oculta igualmente un panel estucado
fingiendo mármol. Todo destaca
sobre la tonalidad predominante en
el retablo, el marmoleado rojo.
Continuando con la descripción del
retablo, alcanzamos la imponente
cornisa que recorre todo el ancho de
la obra. Llaman la atención los
salientes cóncavos correspondientes a
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
90
las calles laterales inferiores, lo que
otorga un destacado dinamismo en
contraposición con la quietud y
mesura del conjunto del retablo.
Sobre dicha cornisa reposa un
amplio frontón curvo abocinado que
ocupa todo el ancho del retablo a
modo de remate. Queda decorado
por florones de talla dorada
enmarcados en casetones, en la franja
central, mientras el friso que cierra la
pieza queda recorrido por una
guirnalda floral tallada y dorada. Este
elemento de cierre, presenta cierto
contraste con el resto del retablo,
puesto que acusa una mayor
corrección en sus formas, frialdad y
equilibrio.
Este retablo se puede
enmarcar como una incipiente
prueba la implantación de los
postulados neoclásicos, si bien
presenta ciertas concesiones al gusto
barroco, caso principalmente de los
elementos decorativos, y en especial
del manifestador, pieza posiblemente
ya existente y anexionada al conjunto.
Realizado en madera tallada y
policromado a imitación de jaspes,
responde a un encargo del
Arzobispado de Granada, que ante el
deterioro del retablo existente en la
parroquial de San José y la pertinente
solicitud de ésta, decide sustituirlo
por uno de nueva factura. Las
recientes disposiciones impuestas por
la Corona, a través de los Reales
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
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Decretos de 23 y 25 de noviembre
de 1777, dictaminaban que los
proyectos artísticos debían ser
revisados, aprobados y controlados
por la Real Academia de Bellas Artes
de San Fernando1. Por la
envergadura del proyecto, y ante lo
dicho, la solicitud debió ser cursada a
citada institución artística. De ahí que
el proyecto fuese derivado para su
diseño y proyección al arquitecto
académico Ventura Rodríguez, quien
se inspiró en modelos del Barroco
italiano, como ya hiciera para el
retablo mayor de la Catedral de
Zamora (1765), similar al que
Sabatini proyectara para la Seo
segoviana en 1768 bajo el mecenazgo
de Carlos III. Con ambas piezas
presenta similitudes el retablo
granadino de San José en el cuerpo
central. La ejecución del retablo en
su parte arquitectónica se llevó a
cabo por el arquitecto y maestro del
Arzobispado, Francisco Domingo
Vallejo. Este maestro vuelve a
intervenir en esta iglesia años
después. Entre 1793 y 1794 realizó
un retablo para la capilla de la
Hermandad de Ánimas, presidido
por el Crucifijo de la Hermandad,
con un coste de mil cien reales2.
Hasta la ejecución de este retablo, la
capilla estuvo presidida por un altar
compuesto por piezas del antiguo
retablo mayor, entregadas a la
Hermandad tras su desmontaje3. Por
este testimonio queda constancia que
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
Arriba: frontal pétreo del altar mayor preconciliar de la Parroquia de San José
Página anterior: altorrelieves tallados por Jaime Folch para el Retablo Mayor
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para mayo de 1777 se estaba ejecutando el actual retablo. El primer cuerpo
estaba concluido diez años después, en 1787, con compromiso de
terminación del retablo para el 1 de marzo de 1788. Esta parte conllevó un
coste estimado de doce mil reales, de los cuales el marqués de Ariza aportó
ocho mil, por ser patrono de la capilla mayor4.
En cuanto al programa iconográfico del retablo, nos permite una
doble lectura, dos líneas cruzadas en forma de cruz. Una primera lectura
vertical, arranca desde el propio sagrario, pasando por el manifestador de
colmena hacia la efigie portentosa de San José con el niño de la mano, y
terminando en la imagen del Cristo Crucificado que aparece ante el remate,
elevado sobre un orbe rodeado por la serpiente. En éste prima el carácter
simbólico de las representaciones cristológicas: Jesús sacramentado y Cristo
vencedor del pecado mundano mediante la muerte en cruz. En este ámbito
San José queda en un estadio intermedio, como protector e intercesor ante
Jesús liberador del pecado. Se completa el programa iconográfico con un
discurso plenamente josefino, que se desarrolla en horizontal. Comprende los
dos relieves que centran las calles laterales y la imagen del titular. En los
relieves se representa a San José en dos momentos importantes en que
aparece como padre de Jesús: el Nacimiento y la Adoración de los Reyes.
Mientras la imagen titular nos lo muestra como protector y guía de Cristo.
Las mencionadas piezas escultóricas a las que el retablo mayor de San
José sirve de marco, conforman referentes importantes de la plástica
escultórica granadina. Desde un barroco incipiente, pasando el más pleno
apogeo del mismo, hasta los primeros apuntes de la estética neoclásica.
Damos inicios con la imagen del Cristo Crucificado, que corona el retablo. Se
trata de una talla de tamaño natural, existente en la iglesia y reubicado en el
nuevo retablo. Por su análisis formal podemos ratificar la tradicional
atribución, acercándolo al círculo de Pablo de Rojas. Por lo tanto, estamos
hablando de una imagen fechable en el periodo de entre siglos, del XVI al
XVII. En plena época de inicio de la imaginería barroca y con ello los rasgos
propios del naturalismo escultórico que presenta esta talla.
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
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Siguiendo el eje cronológico que nos marca la evolución de la práctica
escultórica granadina, llegamos a una obra reseñable de su escuela, la imagen
del titular de la Parroquia, San José, que centra el retablo. Se trata de una
portentosa y reconocida talla atribuida a Torcuato Ruiz del Peral, realizada
posiblemente centrando la centuria del XVIII.
Las piezas escultóricas que se realizaron exprofeso para el actual
retablo son el orbe que sirve de peana al Crucifijo y los bajo-relieves que
ocupan las calles laterales. Dichos relieves alcanzan grandes dimensiones,
representando la Natividad y la Epifanía, como se ha mencionado. La
composición de las escenas se articula en tres planos, uno inferior donde
aparece la escena iconográfica, la intermedia a modo de rompimiento de
gloria y una superior compuesta por una gran venera sobre guirnalda,
imperando el interés clasicista por el orden. Las figuras son inferiores al
natural y están policromadas imitando mármol blanco con leves toques
dorados. Fueron realizados por el escultor académico Jaime Folch, por
entonces director de Escultura en la Escuela de Artes granadina5. Durante su
estancia en Granada, de1776 a 1805, registró una amplia producción
escultórica salida de su taller: Cristo de Ánimas en San Matías (1794); San
Pedro y San Pablo (1790), de la parroquia homónima en Granada; San
Torcuato (1798), en imitación a bronce, para la Catedral de Guadix; el
Sepulcro del Arzobispo don Juan Manuel Moscoso y Peralta (1804), en la
Catedral granadina, y otras de pervivencia barroca como Nuestro Padre Jesús
Nazareno para Restábal (1795)6 y Jesús Nazareno para Gádor, entre otras.
En estas obras de la iglesia de San José, Folch pudo desarrollar su
predilección escultórica dentro de la estética clasicista. En otras ocasiones se
vio obligado a atender una demanda deudora del gusto barroco y que, según
sus propias palabras, le disgustaba “atemperándome a lo calamitoso del
tiempo y al poco gusto que hay en el común de las gentes”7.
En definitiva, el retablo mayor de San José constituye el más claro
ejemplo de adaptación de los gustos barrocos a las nuevas perspectivas
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
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artísticas en el mundo de la
retablística y sus comienzos en la
ciudad de Granada. Con él se firma
el destierro del tan arraigado retablo
barroco, de amplia y profusa
producción, en nuestra tierra. Del
mismo modo, la combinación de
imágenes de distintas épocas, lo
convierten en un espacio de
simbiosis plástica, un altar a la
conv ivenc i a , compend io de
tendencias en torno al culto
devocional.
Isaac Palomino Ruiz
Historiador del arte
NOTAS
1MARTÍN GONZÁLEZ, Juan José.
“Problemática del retablo bajo Carlos
III”. Fragmentos, 12-14 (1988), p. 35. Se
disponía que los retablos y altares se
realizaran en material pétreo, y en su
defecto en madera policromada a
imitación de mármoles. Se intentaba así
desterrar las prácticas eminentemente
barrocas.
2Archivo parroquial de San José
(Granada). Libro de cuentas de la
Hermandad de Ánimas de la parroquial
de Señor San Joseph. Cuentas de 1793-
4, s/f.
3Libro de la Venerable Hermandad de
las Benditas Ánimas que se sirven en la
Yglesia Parroquial de Señor San Joseph
de esta dicha ciudad. Fols. 12 vto. y 13 r.
Este retablo puede ser el que Esperanza
Guillén le adscribe en la “capilla de la
Purísima”, GUILLÉN MARCOS,
Esperanza. Op. cit., p. 88.
4GUILLÉN MARCOS, Esperanza. De la
Ilustración al Historicismo: arquitectura
religiosa en el arzobispado de Granada
(1773-1868). Granada: Diputación
Provincial de Granada, 1990, p. 88.
5Posterior Academia de Bellas Artes
Nuestra Señora de las Angustias.
6PALOMINO RUIZ, Isaac. “Una obra
inédita de Jaime Folch: el Jesús
Nazareno de Restábal (Granada)”.
Cuadernos de Arte de la Universidad de
Granada (Granada), 39 (2008), págs. 65-
78.
7CALVO CASTELLÓN, Antonio. «El
Ecce Homo y la Dolorosa de José de
Mora en el Monasterio de Santa Isabel la
Real a la luz de una documentación
inédita.» Cuadernos de Arte e
Iconografía (Madrid), tomo III. 5 (1990),
p. 76.
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Divina Misericordia 2016 · Año Santo
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C on motivo del 50º Aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II (11
de Octubre de 1962) el Papa Benedicto XVI con la Carta Apostólica
“Porta Fidei” convocaba el año de la Fe. Afirma que “La puerta de la Fe”,
que introduce en la vida de comunión con Dios y permite la entrada en su
Iglesia, esta siempre abierta para nosotros” (Porta Fidei nº 1). El Papa
Francisco, unos años después, convoca el año jubilar de la Misericordia.
Existe una relación muy estrecha entre fe y misericordia. Esta reflexión
pretender esbozar algunos rasgos de la fe católica, condición indispensable
para poder beneficiarnos de este caudal de gracia que supone para la vida de
la Iglesia el año de la Misericordia.
Pero concretamente, esto ¿Qué significa para nosotros? ¿Qué es la
fe?
Intentaré, sin entrar en muchas profundidades, esbozar una
respuesta que clarifique algunas cuestiones, dudas y confusiones habituales en
torno a la fe.
¿De dónde viene la fe? La pregunta esta formulada con la
intención de que a primera vista se entienda que la fe es un don, un regalo. Se
recibe, nadie se la merece, sino que es total gratuidad.
Ciertamente hay que decir que este don viene aceptado y acogido, cuando el
Señor nos lo ofrece a través de la Iglesia, de su predicación y de sus
sacramentos. Por otra parte, también hay que decir que nos podemos negar, y
rechazar el don que el Señor quiere darnos. Es posible cerrarse a la fe. Esta
es la paradoja, la fe que no nos podemos dar, si la podemos rechazar.
Pero ¿Dónde se recibe la fe? En la Iglesia. Cuando necesitamos
pan, vamos a la panadería. Si necesitas un traje, vas a una sastrería. Y ¿Cuál es
el lugar para encontrar la fe y sus obras? Pues la Iglesia. La fe no se recibe
por rezar mucho, por ser buenos, por ser cumplidores y honestos… hay
personas que rezan mucho, que son muy honestas y buenas personas… pero
La puerta de la Fe: comunión con Dios y su misericordia
Divina Misericordia 2016 · Año Santo
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no tienen fe.
Es la Iglesia la que da la fe, la que nos ha dado la fe, y la da a través
de la predicación del Evangelio y la alimenta con los sacramentos.
¿Qué nos da la fe?
Nos da la Vida Eterna, pone en nosotros la Vida sin fin. Cuando hablamos de
Vida Eterna, no entendemos solamente aquella que comienza después de la
muerte física en el cielo. La Vida Eterna comienza aquí. Es una vida que no
se acaba, que no termina ante el sufrimiento, o ante la contrariedad, o ante los
pecados de los otros, o ante nuestras equivocaciones… Sin Vida Eterna,
tenemos una vida que se acaba ante una injusticia, a una ingratitud, al orgullo
de los otros, a la avaricia. Sin la Vida Eterna que viene de la fe, nos
encontramos con una vida amenazada y revuelta constantemente por
pequeñas cosas que nos afectan hasta el punto de no dejarnos “vivir”.
Una manera que tiene el Evangelio para hacernos entender que es la Vida
Eterna regalada por la fe es esta: Quien tiene fe, aunque sea pequeña como
grano de mostaza, dice Jesús, puede decirle a una montaña: Quítate de en
medio. Y ella se quita. La fe quita de en medio las montañas de los
problemas, de las dificultades, de los sufrimientos, rompe obstáculos que
parecían insuperables.
¿Cómo se conserva la fe?
Una vez recibida como don, como regalo, la fe viene alimentada con los
sacramentos, con la oración, con el conocimiento de la doctrina (lo que la
Iglesia ha vivido desde siempre).
La autopista de la fe es el amor por el Señor y por el prójimo, juntos.
La doctrina cristina, sacramentos, escucha de la Palabra y la oración nos
ponen sobre esta autopista: en ella comenzamos a amar a Dios con todo
nuestro entendimiento, prefiriendo Su verdad a las nuestras. Lo amamos con
todo el corazón, sin dudar de Él, de su amor incluso en el sufrimiento. Lo
amamos con nuestras riquezas, con los bienes, haciendo limosna y
procurando el bien del prójimo.
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En resumen ¿Qué es la fe?
Un apoyar la vida en el Señor. En el sentido que hacemos las elecciones que
el Señor quiere para nosotros, y en todas las cosas nos dejamos guiar de lo
que El quiere, de su voluntad, no de la nuestra.
La fe, por tanto, es una vida más que una serie de verdades que tenemos que
aprender.
La fe abraza todos los aspectos de la vida, comenzando por la
elección de estado. No nos casamos porque toca, o porque es lo que hace la
gente, sino porque el Señor lo quiere y te lo hace saber poniéndote a la
persona idónea delante de ti. Somos sacerdotes, o monjes, o misioneros…, no
sólo por un deseo personal sino porque Dios, a través de personas y hechos,
te hace entender que ese es su deseo para ti.
Si hay matrimonios que tienen hijos, y están dispuestos a ser colaboradores
con Dios en la continuación de su obra creadora, es porque así lo han
entendido, y reciben generosamente de Dios lo que entienden que es su
voluntad.
De El aceptamos las gracias y las correcciones. Con El se re-aprende a usar las
cosas y los dones: el trabajo, la salud, el matrimonio, el tiempo libre…
Si la fe es una vida totalmente apoyada en el Señor, necesita un
conocimiento.
No es posible amar lo que no se conoce. De hecho, lo desconocido suscita en
nosotros miedos, prejuicios y sospechas. Hay muchas personas lejos del
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Señor y de la Iglesia porque no conocen o conocen mal; les han llegado
informaciones distorsionadas de lo que es la fe, con o sin culpa de parte de
ellos.
Pedro traiciona al Señor cuando lo seguía “de lejos”, dicen los Evangelios. “De
lejos” las cosas y las personas no se ven claramente, no se escucha bien, es
fácil confundirse, captar un detalle y dejar pasar otros diez… al final, el cuadro
que se compone no corresponde a la realidad, a lo verdadero.
Pensad en las personas que viven en torno a nosotros que están lejos de Cristo
y de la Iglesia, lejos de una fe genuina, precisamente por esta falta de
conocimiento autentico. Si la fe es una vida y se expresa en las elecciones que
hacemos, ella es también un conocimiento: de la Palabra de Dios, de los
Sacramentos, de la doctrina que Jesús ha trasmitido a la Iglesia a través de los
Apóstoles y los Santos.
En resumen, la fe es una vida, una experiencia de vida, iluminada y
guiada por una enseñanza (doctrina) que es de Cristo en la Iglesia. Es la que
nos “abre” la puerta para poder “sumergirnos” y abandonarnos en las entrañas
de Misericordia de nuestro Padre del Cielo.
Una fe no íntegra, mutilada de este o aquel aspecto, no garantiza nada.
Peor aún cuando la fe es un rudimentario y privado “sírvase usted mismo”, a
menudo es un capricho, y tiene la consistencia, la duración y las consecuencias
de los caprichos. Rvdo. P. D. Mariano J. Catarecha Mora
Rector del Seminario Redemptoris Mater
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Foto: Ramón L. Pérez
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“Dichosos aquellos los que
puedan ver y bendita su
Misericordia”, decía hace muchos
años una persona ancianita que
recostada en la esquina de Puente
Castañeda y abrigada con aquella
bufanda tan llamativa, bajaba de su
casa de Hospital de Santa Ana
divisando la figura del Señor que, en
su majestuoso porte, parecía que la
llamaba junto a ella en la fría y
deliciosa humedad que el " Dauro"
desprendía.
Qué en su gloria esté aquella
humilde señora pues fue lo último
que sus pupilas divisaron en la
madrugada del Viernes Santo. No te
olvidaré sacristana de Santa Ana.
Delante de mí un extranjero
observaba la manera de erguirse
aquella anciana a medida que el
Señor se acercaba. Apenas se
mantenía y aquel caballero la sostuvo
con su brazo izquierdo, llamándome
poderosamente la atención.
Chapurreaba en castellano y
preguntaba sin cesar. Ella no
contestaba, solo rezaba.
La misericordia cambia el
mundo, lo hace menos frío, mas
justo, dice Bergoglio, porque la cara
visible de Dios es el rostro de la
Misericordia.
Llegó a palpar tu hermosa
dulzura cuando, desembocando en
Plaza Nueva, te elevas sobre la
oscuridad penetrante y tu cabeza
quisieras levantar para buscarnos uno
a uno. No te cansas de perdonar, y
aunque yo me hastío de pedir
perdón repites mi nombre
incansablemente de manera eterna.
Proyectas tu sombra en la
Chancillería como queriendo decir
que mueres amando y con ello
perdonando. Tienes necesidad de
que esté cerca para curar mis heridas
y, al extender tus brazos en la cruz,
abrazas a la humanidad entera como
Padre de Cielos y tierra, como
hacedor del universo. Tú, Señor,
desde esa cruz dominas la vejación,
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A mi Señor de la Misericordia
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el odio, la tragedia de la guerra.
Andando de espaldas por el
bullir de personas y sin escapar al
embrujo de tu semblante, oigo cómo
me preguntan:
¿Qué se oye que tan raro suena?
Parece un tambor
destemplado.
No -le contesto al forastero-,
aquí lo conocemos como la derrota
del pecado. Es la manera de gemir
de Granada ante un silencio que, por
discreto, alfombra sus calles con
preciosa veneración y una fe
desmesurada.
Ensimismado por la magia del
momento, asentía sin abrir los labios
y su mirada traspasaba las murallas
de aquella Alhambra como si detrás
el cielo se asomara.
¿No sabe usted quién es? -le
pregunté- Es el Cristo de la
Salvacion, que antaño así se llamaba,
y se cambió Él mismo su nombre
por el de Misericordia Encarnada.
¿Por qué? -volvió a preguntar-
Porque, de todas las religiones
maravillosas que aspiran a la
eternidad, sólo una se hace terrenal.
Esto que usted ve es el Hijo de Dios
que se anonada por amor, es la
misma divinidad que se somete a lo
carnal; es el puro acto sin tiempo, sin
espacio, que da explicación y sentido
a nuestra libertad. ¿No ve usted a sus
nazarenos, con qué mimo alumbran
la calzada? Dicen que a José de Mora
se le apareció el Señor y mirándose
el propio Dios su cara le dijo: “hijo
mío, ¿en quién te has fijado para
sacarme tan bien?”
Y a un payo entreverao, que
por moreno confundía en la
oscuridad, se le oyó decir: “quiso el
Cielo que de la Casa de los
Mascarones salieras, para no dejar el
Albaycin y bajar a pasear por
Granada".
Y es que en cada callejuela se
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Foto: Fernando Daniel
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huele a incienso y a leontina
arrastrada. Son sus mujeres
penitentes las que una vez más
demuestran su entrega con la
esquisitez del ser y pasar
desapercibido.
¿Son mujeres las que
arrastran las cadenas?
¡Sí, señor! -le contesto-. Tan
elegantes en su andar que hasta la
penitencia la subliman haciéndola
perfecta.
¡Me encuentro extraño entre
tanto silencio! -me vuelve a hablar el
forastero-. Es verdad que siento en
mi piel un raro hormigueo.
No se preocupe buen
hombre - le digo-, es que la
Misericordia es así, te toca por amor
y por el gusto de su dueño.
¿Oigo pies arrastrados? Me
vuelve loco tanto misterio.
No - le contesto de nuevo-,
son los hombres que van debajo; su
alma la ponen en el suelo, para que
cuando el Señor pase, pise blando
con toda su majestad y así encuentre
el amor de sus hijos costaleros.
Gentiles y fariseos, agnósticos
y ateos, no resisten tu semblante, mi
Cristo del Silencio. Por el discurrir
de San Matías te me llevan elegante
y vuelves a proyectar tu cara sobre
esa iglesia purgante; son las
carmelitas las que rezan de manera
incesante, amando tu misericordia
sin esperar recompense, sin pedir
nada; sólo rezan para que sepamos
ir a buscarte.
Te pierdo de vista calle abajo
para seguir llamando a tus hijos, a
uno lo quisiste pronto y contigo luce
en el Cielo; se llama Juan Carlos de
Pablos y, con él, desaparezco por
entero, no sin antes recitarte una
frase de Chesterton, que tanto
agrado le suponía a este ferviente
nazareno: “la aventura del Amor
podrá ser loca, pero el aventurero
ha de ser cuerdo”.
Pleita de esparto,
capillo negro,
adornas tú el paso,
con hachones de muerto.
Son para mi Cristo de la
Misericordia
que te ama con locura,
en su profundo silencio.
Antonio Javier Méndez Vargas
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RETIRADA DE HÁBITOS E INSCRIPCIÓN
PARA LA ESTACIÓN DE PENITENCIA DE 2016
Retirada y alquiler de hábitos, en la Casa de Hermandad, Gran Vía de Colón, 51- 2º
Izq.
Para aquellos hermanos que realizaron la Estación de Penitencia el año anterior, los
días 8 al 11 de marzo en horario de 20:00 a 21:30 horas.
Para los nuevos hermanos y el resto de hermanos que no se inscribieron en la
Estación de Penitencia del año anterior, los días 14 al 16 de marzo en horario
de 20:00 a 21:30 horas.
Retirada hábitos Monaguillos: para aquellos que realizaron la Estación de Penitencia
el año anterior, los días 8 al 11 de marzo en horario de 20:00 a 21:30 horas.
Para aquellos que deseen cambiar de hábito o no se inscribieron en la Estación
de Penitencia del año anterior, los días 14 al 16 de marzo en horario de 20:00 a
21:30 horas.
Costo del alquiler de hábitos: 15 euros para los hermanos.
Inscripción en la Estación de Penitencia de promesas: 20 euros (no hermanos).
Retirada de la Tarjeta de Sitio: los días 21 y 22 de marzo, en horario de 10:00 a
13:00 horas.
La devolución de hábitos se efectuará, necesariamente, durante los días 4 al 8 de
abril, de 20:00 a 21:30 horas, en el mismo sitio de su retirada.
Se establece una fianza de 10 euros por alquiler, a reintegrar si la devolución se
efectúa en la fecha indicada y en perfecto estado de limpieza todas sus prendas
(hábito, capillo, sandalias y pleita).
Si durante las fechas indicadas, algún hermano no puede proceder a realizar la
inscripción y/o recoger la Tarjeta de Sitio, deberá contactar, personalmente, con
la Hermandad o a través del teléfono 958 220 191, durante los días y horarios
antes expuestos.
Los recibos no pagados se podrán hacer efectivos en la Casa de Hermandad durante
las fechas de inscripción.
POR ACUERDO UNÁNIME DE LA JUNTA DE GOBIERNO Y DADO QUE ESTE
AÑO LA ESTACIÓN DE PENITENCIA FINALIZARÁ EN LA SANTA IGLESIA
CATEDRAL, SE PERMITIRÁ A LOS HERMANOS QUE POR MOTIVO DE EDAD Y/
O ENFERMEDAD NO PUEDAN VESTIR EL HÁBITO, ACOMPAÑAR AL
SANTÍSIMO CRISTO DE LA MISERICORDIA Y PUEDAN GANAR EL JUBILEO.
LLEVARÁN MEDALLA DE LA HERMANDAD Y VESTIRÁN TRAJE Y CORBATA
OSCUROS Y CAMISA BLANCA. DEBERÁN REALIZAR SU INSCRIPCIÓN Y TENER
TARJETA DE SITIO PARA PODER ACCEDER AL TEMPLO.
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AVISOS Y CONVOCATORIAS CUARESMA Y SEMANA SANTA 2016
VÍA CRUCIS PENITENCIAL EXTRAORDINARIO CON MOTIVO DEL
AÑO DE LA MISERICORDIA: Viernes, 26 de febrero a las 19:45 horas, en la
Iglesia Parroquial de San José. Los hermanos llevarán medalla de la Hermandad
y vestirán traje y corbata oscuros y camisa blanca los caballeros, y las señoras
traje oscuro.
MONTAJE Y PREPARACIÓN DEL QUINARIO: 27 y 28 de febrero (sábado y
domingo) a las 10:00 horas, en la Iglesia Parroquial de San José.
IMPOSICIÓN DE MEDALLAS A LOS NUEVOS HERMANOS: Debido a la
petición de los hermanos para que se les imponga la medalla de la Hermandad,
la Junta de Gobierno ha decidido acceder a su solicitud. Dicho acto tendrá lugar
el viernes, 4 de marzo durante la celebración del Quinario. Los hermanos
deberán comunicarlo previamente los días 23 y 25 de febrero en la Secretaría de
la Casa de Hermandad en horario de 20:00 a 21:30 horas y acudir el día
señalado con su medalla.
DESMONTAJE DEL QUINARIO: Domingo, 6 de marzo a las 12:30 horas en la
Iglesia Parroquial de San José.
TRASLADO DE ENSERES PARA LA ESTACIÓN PENITENCIAL: Sábado, 12
de marzo a las 9:30 horas en la Iglesia Parroquial de San José.
DOMINGO DE RAMOS: Domingo, 20 de marzo, a las 11:00 horas, Eucaristía con
Bendición de Palmas y Olivos, desde San Miguel Bajo hasta la Iglesia Parroquial
de San José.
ACTO PENITENCIAL COMUNITARIO Y TRASLADO DE LA IMAGEN
DEL SANTÍSIMO CRISTO DE LA MISERICORDIA: Miércoles Santo, día
de marzo, a las 10:30 horas en la Iglesia Parroquial de Nuestro Salvador.
Concluido el Acto Penitencial, se trasladará la Sagrada Imagen a la Iglesia
Parroquial de San Pedro y San Pablo, previa Estación en la Iglesia Parroquial de
San José. Los hermanos llevarán medalla de la Hermandad y vestirán traje y
corbata oscuros y camisa blanca los caballeros, y las señoras traje oscuro.
PREPARACIÓN DE LA ESTACIÓN DE PENITENCIA: Sábado, 19 de marzo, a
las 9:30 horas y Miércoles Santo, día 23 de marzo, a las 17:00 horas en la Iglesia
Parroquial de San Pedro y San Pablo.
PRESENTACIÓN DE NUESTRA SAGRADA IMAGEN EN SU PASO
PROCESIONAL: Jueves Santo, 24 de marzo, en horario de 11:00 a 14:00 horas
en la Iglesia Parroquial de San Pedro y San Pablo.
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TRASLADO DEL SANTÍSIMO CRISTO DE LA MISERICORDIA A LA
IGLESIA PARROQUIAL DE NUESTRO SALVADOR: Sábado Santo, 26 de
marzo (hora por determinar), en la Santa Iglesia Catedral. Los hermanos llevarán
medalla de la Hermandad y vestirán traje y corbata oscuros y camisa blanca los
caballeros, y las señoras traje oscuro.
RECOGIDA DE ENSERES DE LA ESTACIÓN DE PENITENCIA: Lunes, 28 de
marzo, a las 19:30 horas, en la Santa Iglesia Catedral.
LIMPIEZA DE ENSERES DE LA ESTACIÓN DE PENITENCIA: Sábado, 2 de
abril, a las 9:30 horas, en la Casa de Hermandad.
Se invita a los hermanos que tengan acceso a Internet, consulten nuestra web
www.misericordiaysilencio.es , siendo éste el medio más rápido con el que cuenta la
Hermandad para comunicarse con los hermanos, el cual es actualizado diariamente y
la que se publican todas las noticias de interés, principalmente en lo referente a actos y
horarios de los mismos a realizar durante la Cuaresma y Semana Santa.
Asimismo, se comunica a los hermanos que quieran recibir noticias y avisos de
la Hermandad vía whatsapp o correo electrónico y no estén incluidos en las listas de
difusión creadas, lo soliciten enviando un mensaje al siguiente número de teléfono
móvil: 671 313 865 y agregando el mismo a su lista de contactos, así como enviando el
correspondiente email a [email protected].
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ITINERARIO
Parroquia de San Pedro y San Pablo; Carrera del Darro; Plaza de Santa Ana;
Plaza Nueva; Reyes Católicos (lateral izquierdo); Colcha; Plaza de San Juan
de la Cruz; San Matías; Plaza de Mariana Pineda; Ángel Ganivet (Tribuna
Oficial); Puerta Real de España; Recogidas; Alhóndiga; Jáudenes; Marqués
de Gerona; Plaza de las Pasiegas; Santa Iglesia Catedral.
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Foto: Jesús Ruiz
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