Doce villas romanas para conocer
mejor Hispania manuel muñizabcviajar / madrid 09/05/2013
Algunas de las villas mejor conservadas se unen en una red de cooperación para
potenciar su interés turístico
Casi toda España está salpicada de restos romanos, muestra de la importantísima
presencia de la Roma clásica en nuestro territorio durante cerca de seis siglos. De entre
ellos, los que más atención suelen recibir son los más espectaculares: el acueducto de
Segovia, el teatro de Mérida... Pero hay otros restos, los de las villas romanas, que nos
enseñan muchísimo sobre la vida cotidiana de quienes vivieron a nuestro lado hace
cerca de dos mil años.
Ahora, doce de las más significativas y mejor conservadas de entre esas villas se han
unido en la red de cooperación Villas Romanas de Hispania para potenciarlas como
puntos de interés turístico, además de prestarse asistencia en labores de investigación y
conservación. También se pretende crear un portal web y una imagen de marca
conjunta. Estas son las doce villas, repartidas por toda la península.
1Fuente Álamo (Puente Genil, Córdoba)
Mosaico de las Gracias
Fuente Álamo (Puente Genil, Córdoba). Situada a unos 3 kilómetros de Puente Genil,
Fuente Álamo es un estupendo ejemplo de villa agrícola de época tardorromana. Su
época de esplendor fue a finales del siglo IV y principios de V y se mantuvo habitada
hasta comienzos de la dominación musulmana. El conjunto se compone de dos
residencias, una de las cuales fue seguramente usada como residencia de verano.
Pero el gran atractivo de Fuente Álamo son sus mosaicos, los cuales demuestran la
riqueza que poseyeron los habitantes de esta villa. De entre ellos destaca un singular
mosaico nilótico, es decir, que representa escenas de pigmeos y grullas a orillas del
Nilo. Además de ser este tipo de motivos decorativos muy raro en Hispania, hay otra
cosa que lo hace singular: algunos expertos afirman que el mosaico puede leerse como
un primitivo “tebeo” que narra una historieta en viñetas.
Hay visitas guiadas los domingos, a las 11.30.
2El Ruedo (Almedinilla, Córdoba)
También en Córdoba se encuentra El Ruedo, villa que fue habitada entre el siglo I y el
V. Por sus muchos años de ocupación, fue ampliada y reconstruida en varias ocasiones,
por lo que se puede contemplar la evolución del edificio, que refleja los cambios en el
estatus y las vidas de sus habitantes. Junto a ella se halló también una necrópolis de los
siglos IV-VII.
Quizá lo más notable de esta villa es la colección de esculturas que se encontró en ella y
que se puede visitar en el museo arqueológico del cercano pueblo de Almedinilla. Las
esculturas representan leyendas y personajes mitológicos, como Perseo y Andrómeda
(conjunto de fines del siglo I o comienzos del II) o el dios del sueño, Somnus (bronce
del siglo II).
3Almenara-Puras (Almenara de Adaja / Puras, Valladolid)
También tardorromana es la vallisoletana villa de Almenara-Puras, habitada entre los
siglos IV y V. Se trata de una casa de campo de cierto lujo, con unas termas que se
fueron ampliando hasta adquirir relativa importancia y algunos mosaicos que nos han
llegado muy bien conservados, entre ellos uno que representa a Pegaso.
Junto a las ruinas de la villa se ha levantado un museo dividido en seis secciones:
«Una villa romana y tipos de villas», «La actividad económica en las villas», «Villas y
naturaleza», «El ocio», «La religión» y «El brillo del ocaso». Además se ha creado una
reconstrucción ideal de lo que pudiera haber sido en su época de esplendor una villa
como esta.
4Arellano (Navarra)
Un rincón de la villa de Arellano
Situada muy cerca de Estella, la villa de Arellano nació en el siglo I y fue al parecer un
centro dedicado principalmente a la producción de vino hasta el siglo III.
Posteriormente, en los siglo IV y V, se convirtió en una lujosa residencia campestre
cuyos propietarios estuvieron muy ligados al culto de la diosa Cibeles y su amante Atis,
deidades «importadas» por los romanos desde oriente.
A esta villa también se la denomina la «Villa de las Musas», debido al gran tesoro que
se encontró en ella: un espectacular mosaico que representa a las nueve Musas. Este se
encuentra en el Museo Arqueológico Nacional, pero en Arellano se puede visitar una
minuciosa reproducción en el mismo lugar en que se encontraba originalmente.
5Carranque (Toledo)
El Parque Arqueológico de Carranque no acoge sólo una villa de finales del siglo IV
que sirvió como vivienda, sino que en torno a ella se han hallado (y se siguen
excavando) otros edificios relacionados con la misma. Destacan entre ellos el
«palatium», un edificio civil decorado con mármoles traídos desde Oriente y Egipto y
mosaicos que ya anticipan el arte bizantino y que posteriormente sirvió durante siglos
como iglesia, monasterio y ermita, y el mausoleo. En la vivienda propiamente dicha -
conocida como «villa de Materno»- se han encontrado veinte habitaciones pavimentadas
con mosaicos.
En torno a este conjunto se ha construido un centro de interpretación en el que se
exponen otras piezas encontradas en las excavaciones y se intenta dar una idea de lo
que pudo ser la vida en la zona a finales de la época romana, a través de maquetas y
recursos audiovisuales.
6Centcelles (Constantí, Tarragona)
Situada muy cerca de la antigua Tarraco, la villa de Centcelles fue construida durante
los siglos II-III, si bien gran parte de lo conservado actualmente procede de una
reconstrucción y ampliación llevada a cabo durante el siglo IV. En esta época la villa
pasó a ser una residencia monumental, que contaba con sus propias termas anexas.
Posteriormente, el edificio principal siguió teniendo importancia a lo largo de los siglos,
sirviendo como iglesia, ermita y hasta como masía en los siglos XIX y XX.
Lo más singular es una habitación que a partir del siglo IV fue empleada como
mausoleo de algún personaje de cierta importancia. Esta sala constituye un
importantísimo ejemplo de arte paleocristiano y aún se conservan parte de las
decoraciones de las paredes y de la cúpula con la que fue rematada la estancia.
7Els Munts (Altafulla, Tarragona)
Se cree que esta villa, también muy cercana a Tarragona, fue en su momento la
residencia de Cayo Valerio Avito, uno de los magistrados que gobernaron Tarraco en el
siglo II. Para demostrar su importancia, Avito se construyó una inmensa villa de dos
plantas, ricamente decorada, con vistas al mar, grandes jardines, gimnasio y termas. A
esto se unía una explotación agrícola bastante considerable, que aumentaba la riqueza
del personaje. La etapa de esplendor de la villa terminó con un incendio en el año 260,
probablemente fruto de una invasión bárbara.
Gran parte de los materiales encontrados en las excavaciones se hallan actualmente en
el museo arqueológico de Tarragona, pero aún es posible visitar in situ los restos de
muchas estancias, así como de las termas, adornadas por mosaicos.
8Fortunatus (Fraga, Huesca)
Esta villa oscense, construida allá por el siglo II, recibe el nombre de Fortunatus por
aparecer este en un mosaico del siglo IV, que según algunos podría indicar el nombre
del propietario por aquel entonces de la villa (aunque otros afirman que la inscripción
querría decir tan sólo «nacido de la Fortuna», una frase asociada con el culto de la
diosa Cibeles). Se trataba de una casa rural, ligada a una próspera explotación agrícola
que permitió a sus propietarios decorar la casa con hermosos mosaicos.
Es curioso comprobar, en algunos de estos mosaicos de época tardorromana, la mezcla
de elementos paganos y cristianos; por ejemplo, conviven una estatua de Atis o un
mosaico sobre Eros y Psique con el símbolo cristiano del crismón. Y ya que
mencionamos la influencia paleocristiana, no se puede dejar de mencionar que junto a
los restos de esta villa se erigió en el siglo VI una muy notable basílica.
9La Olmeda (Pedrosa de la Vega, Palencia)
Esta villa agrícola, levantada en el siglo I y que vivió una segunda etapa de gloria en el
siglo IV, fue declarada Bien de Interés Cultural en 1996 y está protegida desde 2009 por
unas instalaciones que han sido premiadas por la sociedad conservacionista Europa
Nostra. Esta importancia se debe al buen estado de muchos de los restos encontrados,
que incluyen la vivienda propiamente dicha, unos baños y tres necrópolis en las que se
han hallado más de 700 tumbas que han proporcionado gran cantidad de información
sobre la época.
Pero lo más importante es el conjunto de mosaicos de la villa, uno de los más ricos de
España. Entre ellos es especialmente espectacular el que adorna el suelo del «oecus» o
salón central: este representa una escena de caza, varios medallones con retratos y -en
su parte central- el mito de cómo Odiseo encontró a Ulises en la isla de Esciros y le
tendió una trampa para convencerle de luchar en la guerra de Troya.
10La Loma del Regadío (Urrea de Gaén, Teruel)
Frente a la suntuosidad de otras villas, esta residencia turolense de finales del siglo III o
principios del IV parece haber sido relativamente modesta. Desde luego, como todas
las villas, se trataba de la residencia de un terrateniente que vivía con cierto lujo; pero la
relativa sencillez de la mayoría de los mosaicos y la escasez de pinturas murales hacen
pensar que su propietario no tenía un estatus excesivamente elevado.
Quizá más interesantes resultan, por tanto, alguno de los hallazgos realizados en la
«pars rustica» de la villa (la zona agrícola propiamente dicha, donde vivían los siervos
y esclavos y se encontraban los utensilios dedicados a la explotación de la finca). Por
ejemplo, las cinco prensas y los depósitos destinados a la producción de aceite -o,
menos probablemente, de vino-, que demuestran que esta debió de ser bastante
considerable.
11Veranes (Gijón, Asturias)
Esta villa, situada a las afueras de Gijón, se construyó en el siglo IV sobre las ruinas
de una vivienda anterior y continuó ampliándose durante todo ese siglo. Se trataba de
una instalación predominantemente agrícola de cuya zona residencial puede
contemplarse claramente el trazado y algunos restos de pavimento, entre los que destaca
el mosaico polícromo del salón o «oecus».
En torno a esta villa se ha construido un centro de recepción e interpretación que ofrece
videoguías a través de las que se pueden contemplar reproducciones de cada estancia de
la villa. Además, en Veranes se han realizado en los últimos años actividades como
visitas teatralizadas (guiadas por un «fauno») o degustaciones gastronómicas.
12Villaricos (Mula, Murcia)
Detalle de uno de los mosaicos de la villa romana de Los Villaricos
Ocupada desde la segunda mitad del siglo I, esta villa situada en el centro de la Región
de Murcia es una buena muestra de la extensión de este tipo de casas de campo por el
sudeste peninsular en esa época, en la que aumentó mucho la importancia de las
explotaciones agropecuarias en la zona. Se mantuvo habitada hasta inicios del siglo
VI, cuando pasó a usarse principalmente como necrópolis.
Lo más notable de esta villa, aparte de la zona residencial y las termas, es el
«torcularium» o almazara para la producción de aceite, que tiene un muy ingenioso
sistema de conducción que canalizaba el aceite hasta la pileta en la que se almacenaba.
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