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7/24/2019 El caos inunda la reválida de Erdogan

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Mundua 2015 11 1 igandea GAR26

Miguel FERNÁNDEZ IBÁÑEZ | ANKARA

Una guerra en Kurdistán Norte,dos atentados, entre ellos el ma-

yor en la historia del Estado tur-co, y una alarmante polariza-ción. En cinco meses, desde laselecciones del pasado 7 de junio,el Estado turco se ha zambullidodentro de esta tóxica mezclaque amenaza el avance demo-crático de la última década. Hoy,en un crucial plebiscito, los ana-tolios juzgan de nuevo la apues-ta presidencialista de Recep Tay-yip Erdogan después de que elPartido Justicia y Desarrollo(AKP) no pudiese pactar un Go-bierno con la oposición.

Y de nuevo, la clave será elPartido Democrático de los Pue-blos (HDP). Si los pro-kurdos pa-

san el corte electoral del 10% elAKP tendrá complicado llegar alos 276 parlamentarios queotorgan la mayoría. De no ha-cerlo, el trasvase de votos propi-ciaría la holgada victoria –másde 330 escaños– que Ahmet Da-vutoglu reclama para continuarcon el «desarrollo económico» yconvocar un referéndum sobrela nueva Constitución.

La campaña del AKP se hacentrado en recordar que solo élserá capaz de garantizar la esta-bilidad e integridad del Estado.Para ello ha usado la tácticaopuesta: la guerra en KurdistánNorte. La oposición ha denun-

ciado que los islamistas persi-guen el apoyo de los nacionalis-tas temerosos del independen-tismo kurdo y revertir el apoyode los liberales turcos del HDP.Pese a la escalada de tensión, lasencuestas reflejan que los ana-tolios no cambiarán sus prefe-rencias y refrendarán su recha-zo a la Nueva Turquía deErdogan.

En estos cinco meses, la pre-sión del Ejecutivo a los kurdosha terminado por colapsar elproceso de paz. En julio, todo es-talló. La masacre en Suruç fue

respondida por el Partido de losTrabajadores del Kurdistán(PKK) con la muerte de dos poli-cías. Desde entonces, Erdogan

no ha dejado de bombardearQandil mientras imponía to-ques de queda y más de un cen-tenar de áreas de seguridad es-pecial. Como respuesta, decenasde alcaldías kurdas rechazaronla autoridad de Ankara y procla-maron las autonomías demo-cráticas. El alto al fuego –salvoofensiva turca– declarado por elPKK el mismo día del atentadoen Ankara y las llamadas delHDP para silenciar las armas nohan alterado la coyuntura bélicaen Kurdistán Norte. El ejemplomediático es Cizre, aunque haydecenas más.

La situación en SiriaUna de las razones por las queErdogan modificó su opiniónsobre la paz es Siria. Ha repetidoque no permitirá la creación deun Estado kurdo en Siria y habuscado el apoyo internacionalpara establecer una zona de se-guridad para realojar a los refu-giados y entorpecer a Rojava. Lamaniobra se ha convertido enun fracaso: Putin apoya conbombardeos a Al-Assad y EEUUentrega armas al PYD. Los acto-res lejanos, pero siempre influ-yentes, han certificado los lími-tes del poder turco en la regióny siguen incrementando la per-

cepción de la desastrosa apuestasiria de Erdogan: Al-Assad estaráen la transición, el PYD amplíasu poder y los kurdos se plantanante él en Anatolia.

El daño colateral de esta políti-ca internacional ha convertido elEstado en un nido de fundamen-talistas y los anatolios temenpor su seguridad. Los atentadosdentro de sus fronteras han deja-do 139 muertes y, cuanto menos,han demostrado la permisividaddel Ejecutivo con los gruposyihadistas involucrados en Siria.

La situación en las calles de

Anatolia aún no es tan preocu-pante como el panorama políti-co, aunque las gotas de rencorsiguen filtrándose en el frágil te-jido social.

Mayor polarización

Tras el colapso del proceso depaz, unas turbas nacionalistasatacaron más de 150 sedes delHDP y decenas de kurdos fueronagredidos. Nadie ha sido juzga-do, aunque los autores podríanestar relacionados con las juven-tudes del AKP.

Los diarios opositores tam-bién han sufrido ataques quevan más allá de la censura y per-secución judicial iniciada hacedos años, cuando comenzó el gi-ro autoritario con Gezi. Un gru-po de islamistas asaltaron la se-de del diario “Hurriyet”. Lo más

preocupante es que a la cabezaestaba Abdurrahim Boynukalin,miembro del AKP que, en lugarde ser sancionado, fue ensalza-do y ahora se dedica a dar dis-cursos incendiarios en los quepide tomar las calles.

Estos ejemplos podrían dege-nerar en una nueva época oscu-ra. La impunidad de los agreso-res demuestra que la violenciaestá permitida si es favorable alGobierno. De momento son go-tas, pero en el imaginario estángrabadas las masacres de aleví-es o el Domingo Sangriento de

Taksim. Ümut Özkirimli, expeto de la Universidad Lund, explica que, a diferencia del AKlos gobiernos se preocuparopor no agitar las divisiones so

ciales. «La polarización ha acanzado unos niveles sin precedentes. Es cierto que en los año70 existía, pero era más artifcial», recuerda.

Pese a esta peligrosa tendencia, el Gobierno del AKP supusun éxito social para la causkurda. La actual aceptación hprovocado un trasvase de votodel CHP al HDP, algo impensable antes de Erdogan. Un logrque él mismo podría enterrar no calma la situación. «El AKestá ampliando la brecha entrislamistas y kemalistas para afrrarse al poder», dice Özkirimli

En estos comicios la oposició

ve en Erdogan el problema y nla solución. El AKP piensa lcontrario y, acostumbrado a unilateralidad, intentará hacese con una nueva mayoría parbrindar, en la sombra o cocambios constitucionales, el poder a Erdogan. Pero tirando dhistoria, por mucho que Erdogan dijese que los votantes «cometieron errores» en junio, loseis partidos que con anteriordad convocaron elecciones antcipadas perdieron votos. Aunque ninguno de sus líderes erRecep Tayyip Erdogan.

El caos inundala reválida deErdoganLos elecciones anticipadas en el Estado turco

se celebran hoy en un ambiente marcado por

la polarización y la guerra en Kurdistán Norte.

Tras las fallidas negociaciones para conformar

una coalición, el gobernante AKP busca una

nueva mayoría absoluta bajo la autoritaria

sombra del presidente.

Seguidoras del AKP, en el mitin de cierre de campaña en Ankara. Adem ALTAN | AFP

SEGURIDAD

Con extremas medidas

de seguridad, Turquía

cerró la campaña

electoral de los

comicios, a los que

están convocados, por

segunda vez en este año,

57 millones de

ciudadanos para elegir,

el nuevo Parlamento.

PARCIAL

Erdogan rompió de

nuevo la imparcialidad

que debe mantener

como presidente para

defender los intereses

del AKP, al pedir que no

se vote al HDP, ya que si

no accede a la Cámara

podría dar la mayoría

absoluta a su partido.