El despertar indígena en el corazón del tiempo. Sergio Aguilera Vita
Resumen: Corazón del tiempo es una película de Alberto Cortés de 2009 rodada en el territorio
rebelde de Chiapas. Se trata de una sencilla historia de amor que muestra la vida diaria de una
comunidad zapatista. Vemos que el trabajo se realiza en común y que las decisiones que afectan
todos se discuten en la asamblea. Esta armonía comunitaria se ve amenazada por el amor imposible
surgido entre una zapatista y un soldado insurgente, llegando a poner en peligro al propio EZLN. Al
final impera el respeto. El artículo cuenta, al hilo de la película, la historia de la lucha indígena en la
zona desde desde el alzamiento del EZLN en 1994. Pues entiende que sin un mínimo conocimiento
de la situación de los pueblos indígenas, del porqué de su lucha y del cómo la llevan a cabo, la
película no se entiende completamente. El artículo concluye con una reflexión sobre el poder del
imaginario zapatista.
Palabras clave: Zapatista, EZLN, Indígena, Democracia, Albero Cortés, Caracol, Rebelde,
Imaginario.
Abstract: Corazón del tiempo (2009) is a film by Alberto Cortés shot in the rebel territory of
Chiapas. It is a simple love story that shows the daily life of a “zapatista” community. We can see
how the work is done in common and the decisions that affect all people are discussed at the
assembly. This communal harmony is threatened by the impossible love between a Zapatista
woman and an emerged soldier, reaching endanger the EZLN itself. At the end prevails respect. The
article tells, in line with the film, about the indigenous struggle in the area, since the EZLN uprising
in 1994. We understand that without a minimum knowledge about the situation of indigenous
peoples, about why and how their struglle is carried out, the film is not fully understood. The article
concludes with a reflection about the power of the Zapatista imaginary.
Keywords: Zapatista, EZLN, Indigenous, Democracy, Alberto Cortés, Caracol, Rebel, Imaginary
Hay que precisar que indígenas somos todos respecto al país o lugar en el que nacimos y nos
socializamos, según el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua. Pero no todos
formamos pueblo con los otros que convivimos, ni compartimos anhelos y luchas, ni enraizamos
nuestra cultura e historia en nuestro lugar natural de la misma manera. Los indígenas a los que nos
referimos, como todos o casi todos los así llamados en todos los lugares, son los perdedores de la
historia y por eso apenas aparecen en los libros, ni en las estatuas conmemorativas, ni en los
archivos oficiales. Y siendo descendientes de los habitantes originarios del continente americano,
pues al menos conservan las formas de vida de aquellos que lo fueron, han sido negados, ocultados,
cuando no eliminados, por los nuevos pobladores que llegaron hace más de quinientos años y que
han impuesto unas formas de vida, una historia y un pensamiento que no son el suyo. Sin embargo,
estos indígenas de las montañas del sudeste mexicano, hace tiempo que despertaron al grito de “¡ya
basta!”, se hicieron visibles y exigieron sus derechos: derecho a trabajo, tierra, techo, alimentación,
salud, educación, independencia, libertad, democracia, justicia y paz. Estos indígenas son los que
retrata la película de Alberto Cortés “Corazón del Tiempo”, los que entraron en la historia ocultos
tras paliacates y pasamontañas. Y miren lo que son las cosas porque para que les vieran se taparon
el rostro, para que los nombraran se negaron el nombre, apostaron el presente para tener futuro y
para vivir mueren...(Marcos 95)
La película se desarrolla en la comunidad “La Esperanza de San Pedro”, perteneciente al Municipio
Autónomo Zapatista “San Pedro de Michoacán”, comprendido en la Junta de Buen Gobierno
“Hacia la Esperanza”, que está situada en el Caracol de La Realidad llamado “Madre de los
caracoles del mar de nuestros sueños”. Estas referencias geográfico-administrativas, que rotulan el
principio de la película para ubicarnos, son difíciles de entender si no se tiene cierto conocimiento
de la historia y actualidad de los pueblos indígenas en rebeldía. Conocimiento, por otro lado, que no
debería faltar a nadie que se preciara de estar informado de la realidad global en la que vivimos.
Porque si es verdad que los zapatistas hace tiempo que no salen en los grandes “medios de paga” 1,
también lo es que se puede obtener información actualizada de ellos por otros medios (también
masivos y de comunicación) a poco que uno se lo proponga. Nuestra pretensión, no obstante, es
situar la película para “situar” a los zapatistas y al revés. Porque la una no se entiende sin los otros,
sin la historia de su lucha, de su palabra y de la construcción de su autonomía. Al final trataremos
de ofrecer algunos elementos clave del imaginario zapatista; de aquellas ideas, relatos e imágenes
que dando cuenta de su historia invitan a muchos a compartir el camino hacia el futuro por ellos
iniciado. Camino que tal vez materialmente sea más pobre pero que es humanamente mucho más
rico
Las causas de la lucha
Lo que quieren los zapatistas no es ni la separación de México ni la fragmentación del país, como se
les acusa desde el “mal gobierno”. Son mexicanos y se sienten tales, pero también indígenas y como
tales quieren vivir. Ese modo de vida requiere de tierra que cultivar, pues la cultura indígena está
estrechamente unida al trabajo en ella. Despojársela es acabar, no sólo con su sustento sino también
con su forma de ser y estar en el mundo. La pertenencia a la tierra, que no “de” la tierra, impregna
sus relatos e historia, su sentimiento identitario, y conlleva una forma comunitaria de organizar la
1 Ya no son «“medios masivos de comunicación” porque hay medios alternativos (o libres o como se diga)
que son masivos y otros que son terreno de lucha (como internet)» (Marcos Julio 2013)
vida respetuosa con el medio y con los otros diferentes. Sin embargo, el gobierno mexicano ha
estado quitando la tierra al que la trabaja para dársela a los terratenientes, lo que ha provocando el
desplazamiento de las poblaciones indígenas hacia el interior de la selva y agravado sus condiciones
de vida. Quizá por eso, Chiapas tiene el “honor” de ser una de las regiones más pobres del
continente, con la mortalidad infantil más alta de todos los estados de la nación. Con los indígenas
chiapanecos, con todos los indígenas de México, el “mal gobierno” ha estado practicando el
exterminio, manteniendo una guerra sin tiros y explosiones (al menos no con muchos) pero tan
eficazmente mortal como la que más. Los zapatistas la llaman la cuarta guerra mundial, la del
neoliberalismo contra la humanidad.
El rey supremo del capital, el financiero, empezó entonces a desarrollar su estrategia guerrera sobre
el nuevo mundo y sobre lo que quedaba en pie del viejo. De la mano de la revolución tecnológica que
ponía al mundo entero, por medio de una computadora, en sus escritorios y a su arbitrio, los mercados
financieros impusieron sus leyes y preceptos a todo el planeta. La "mundialización" de la nueva guerra
no es más que la mundialización de las lógicas de los mercados financieros. De rectores de la
economía, los Estados Nacionales (y sus gobernantes) pasaron a ser regidos, más bien teledirigidos,
por el fundamento del poder financiero: el libre cambio comercial. Y no sólo eso, la lógica del
mercado aprovechó la "porosidad" que, en todo el espectro social del mundo, provocó el desarrollo de
las telecomunicaciones, y penetró y se apropió todos los aspectos de la actividad social. ¡Por fin una
guerra mundial totalmente total! (Marcos 1997: preámbulo)
En México, la última avanzadilla del neoliberalismo fue la firma del Tratado de Libre Comercio,
que entró en vigor el primero de enero de 1994. Por él se acababa definitivamente con los Ejidos,
forma de propiedad colectiva de la tierra conseguida tras las reformas revolucionarias de Zapata y
Villa. De esta manera el gobierno mexicano anteponía los intereses de corporaciones (agrícolas,
ganaderas, energéticas, farmacéuticas, madereras), la mayoría de ellas de capital internacional, a la
de ciudadanos-votantes, que son el origen único de la soberanía que ostenta dicho gobierno, según
la constitución. Un gobierno que cara al público defiende el estado nacional y en la sombra pone
precio a cada una de sus partes según las directrices del llamado Plan Puebla Panamá, por el que el
norte sería la gran maquila de la multinacionales, el centro el mercado donde vender y consumir y el
sur la despensa repleta de materias primas y mano de obra barata (Marcos 2003: cuarta parte). La
opresión y la pobreza generadas por la implementación en Chiapas de políticas neoliberales que,
preconizando una cuestionable idea de modernización, acabaron con las condiciones tradicionales
de vida de la zona, son las causas verdaderas del surgimiento del EZLN allá por 1984, veinte años
antes del levantamiento indígena de 1994.
Vemos la opresión que sufren las comunidades rebeldes en la película de Alberto Cortés, vigilancia
de patrullas del ejército y la policía del estado, sobrevuelo de helicópteros, retenes...; pero no tanto
la pobreza, aunque sí la humildad de una vida difícil pero digna y consciente. Desde luego, si han
mejorado allí las condiciones de vida, no se debe a la puesta en marcha de planes oficiales de
desarrollo, sino al ejercicio de una autonomía organizativa que se lleva trabajando desde hace
mucho en territorio rebelde.
El fuego2
Sucedió en Chiapas el primero de Enero de 1994. “Diversos grupos de campesinos chiapanecos que
ascienden a un total de 200 individuos, en su mayoría monolingües, han realizado actos de
provocación y violencia en cuatro localidades del estado que son San Cristóbal de las Casas,
Ocosingo, Altamirano y Las Margaritas” (Montemayor 98: 46). Es lo que rezó el comunicado
emitido por la autoridad del estado ese mismo día, sin tener en cuenta que monolingüe es, en todo
caso, la población de México que sólo habla español, y no los indígenas chiapanecos que además se
expresan en tojolabal o tzotzil. Además de racista, el gobernador de Chiapas no sabía contar (como
las fuentes del gobierno federal que al poco ascendieron a dos mil el número de efectivos
insurgentes) pues fueron en torno a mil los sublevados ese día. Si sumamos a estos las bases de
apoyo, cinco civiles por cada militar insurgente que calculaban los federales, tenemos a miles de
persona en insurgencia (en realidad por aquel entonces ya se contaban en decenas de miles), lo que
hacía imposible la solución militar rápida, como se hiciera en el estado de Guerrero apenas dos
décadas antes. (Ibid: 53).
La comunicación de los insurgentes fue en cambio muy otra:
HOY DECIMOS ¡BASTA!, somos los herederos de los verdaderos forjadores de nuestra
nacionalidad, los desposeídos somos millones y llamamos a todos nuestros hermanos a que se sumen a
este llamado como el único camino para no morir de hambre ante la ambición insaciable de una
dictadura de más de 70 años encabezada por una camarilla de traidores que representan a los grupos
más conservadores y vendepatrias. […] Son los mismos que hoy nos quitan todo, absolutamente todo.
Para evitarlo y como nuestra última esperanza, después de haber intentado todo por poner en práctica
la legalidad basada en nuestra Carta Magna, recurrimos a ella, nuestra Constitución, para aplicar el
Artículo 39 Constitucional que a la letra dice: «La soberanía nacional reside esencial y originariamente
en el pueblo. Todo el poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo
tiene, en todo tiempo, el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno». Por
tanto, en apego a nuestra Constitución, emitimos la presente al ejército federal mexicano, pilar básico
de la dictadura que padecemos, monopolizada por el partido en el poder y encabezada por el ejecutivo
federal que hoy detenta su jefe máximo e ilegítimo, Carlos Salinas de Gortari. (Primera Declaración de
2 El fuego y la palabra es el título de un documental que editado por la revista Rebeldía en Noviembre de 2003. Está también la versión libro, con el mismo nombre y de Gloria Muñoz Ramírez. En España lo edita Virus.
La Selva Lacandona)
En ella argumentan la necesidad de la guerra como medida última pero justa, eso sí, guerra sujeta a
la legalidad de los organismos internacionales, a los que exhorta a vigilar los combates y proteger a
la población civil. Las órdenes del EZLN según esta primera declaración son: avanzar hacia la
capital liberando a la sociedad civil para que decida libre y democráticamente sus propias
autoridades administrativas; respetar la vida de los prisioneros; iniciar juicios sumarios; formar
nuevas filas; pedir la rendición incondicional de los enemigos antes de entablar combate; suspender
el saqueo de recursos en las zonas controladas por el EZLN.
La primera reacción del ejército federal fue la de asociar el levantamiento a grupos guerrilleros
marxistas o narcotraficantes que utilizaban a la población indígena para favorecer intereses propios
y delictivos. No cabe en la cabeza del poder la idea de unos «[...] indígenas rebeldes [que] rompen
así con el esquema tradicional que, primero de Europa y después de todos aquellos que visten el
color del dinero, les fue impuesto para mirar y ser mirados» (Marcos 2003: primera parte).
En esos primeros días de 1994 llueven las balas y las bombas sobre las comunidades de Chiapas, sin
preocuparle al ejército federal si caían sobre rebeldes o no3. Sin embargo, los ciudadanos de México
y del mundo salieron de inmediato a las calles para exigir el fin de las hostilidades. Se inició
entonces el diálogo entre gobierno e insurgentes, diálogo que termina incluyendo, a petición de
estos últimos, al resto de la población indígena de México y a la sociedad civil nacional,
internacional e intergaláctica4.
En la película el fuego en sentido real, es a tres bandas. Por un lado están los poderes
gubernamentales, patentizados por la omnipresencia de efectivos del ejército federal o la policía del
estado. Por otro, las oligarquías locales cuyos mercenarios constituyen las fuerzas paramilitares, que
no llevan uniforme pero van armados y actúan con el beneplácito de ejército y policía. Y frente a
ambos, los efectivos del EZLN, reconocibles por sus uniformes caqui, pero sobre todo por sus
pasamontañas y paliacates. Los demás son sociedad civil, nacional o internacional, o población
autóctona, la mayoría base de apoyo del EZLN. Y en sentido figurado, el fuego también tiene tres
bandas: Sonia, Julio y Miguel. Se trata en este caso de un fuego de índole amorosa, que igualmente
quema e incluso a veces mata, que no sabe de razones, como el fuego de la guerra, pero que en este
caso es digno y sincero, como los zapatistas.
La palabra
Aquí tiene lugar el verdadero acto fundacional del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, que
3 Conocida fue la matanza de civiles en el mercado de Ocosingo.4 En 1996 se celebró el Primer Encuentro Intergaláctico, llamado formalmente “Foro en defensa de la humanidad y
contra el neoliberalismo”.
pensado como ejército-guerrilla al modo tradicional, preparado para luchar con las armas, tomar el
poder e iniciar las reformas (desde arriba), se ve en la tesitura de tener que aprender a luchar con la
palabra y reformarse él mismo, en la escucha atenta de lo que quieren los de abajo, primero los
indígenas y luego la sociedad civil . El grupo de iluminados que subió a las montañas en 1984
militarmente entrenado, «para 1986 ya era un grupo armado, abrumadoramente indígena,
escuchando con atención y balbuceando apenas sus primeras palabras con un nuevo maestro: los
pueblos indios» (Ibid: segunda parte). Cuenta Marcos5 que, tras el levantamiento del primero de
enero, el ejército que más “terror” infundió en las filas zapatistas, asombrosamente no fue el federal,
sino el que formaban las hordas de gentes de todo tipo, de sociedad civil6, que subía a informar(se),
a ayudar, a escuchar, a aprender, a difundir. Entonces, continuando en la senda iniciada con los
pueblos indios y para favorecer que saliera la palabra, el EZLN construyó el primer Aguascalientes
en Guadalupe Tepeyac, un grandioso escenario cubierto con un impresionante velamen y jalonado
por enormes banderas mexicanas. «Tenía una su biblioteca, enfermería, sanitarios, regaderas,
música ambiental [...] y, según cuentan, hasta un área para atentados. El trazado de las
construcciones semejaba [...] un gigantesco caracol» (Ibid: segunda parte). Fue un espacio
concebido para el encuentro con la sociedad civil al que siguieron otros más (Oventik, La Realidad,
La Garrucha, Roberto Barrios, Morelia y otros en territorio nacional e internacional). El lema del
EZLN “para todos todo, nada para nosotros” así lo prescribe. Porque lo que se exige son las
demandas de todos (por eso es necesaria la escucha y la palabra) y como ejército anhela la nada o su
desaparición después de que se haya conseguido lo demandado, para todos (todos los pueblos
indígenas, toda la sociedad civil...). Este diálogo de los zapatistas con «la gente humilde y simple de
México y el mundo»7 va a continuar hasta nuestros días de diferentes formas: encuentros, foros,
consultas, marchas, campañas. Acaba de iniciar sus actividades el Centro de Español y Lenguas
Mayas Rebelde Autónomo Zapatista8 donde la sociedad civil de los cinco continentes podrá
aprender “castilla” o tzotzil y compartir sus inquietudes, esperanzas y luchas.
El diálogo con el gobierno por la paz, en cambio, se inició en San Andrés Sakamch'en. Allí se
firmaron los famosos Acuerdos de San Andrés, que reconocían la autonomía de los pueblos
indígenas al considerarlos sujetos de derecho. Amparados por el artículo 39 de la Constitución de
los Estados Unidos de México y modificados al poco tiempo, de modo unilateral, por la comisión
gubernamental encargada de llevarlos a la práctica, estos acuerdos no tuvieron refrendo
5 Marcos 2003: segunda parte6 «[...] “la sociedad civil”, para diferenciarla de la clase política y para no encasillarla en las clases sociales, [...]»
(Marcos 2003: segunda parte)7 Así denomina la Sexta Declaración de la Selva Lacandona a los interlocutores de los zapatistas. Esta constituye un
llamamiento para responder todos juntos al neoliberalismo y tal vez proyectar un modo de administración político-económica que tenga en cuenta a las personas y no al dinero. Por lo pronto habrá de ser un mundo donde quepan muchos mundos y donde el que mande lo haga obedeciendo.
8 http://www.serazln-altos.org/celmraz.html
parlamentario, al menos durante el mandato del Partido Revolucionario Institucional, que había
permanecido 70 años en el poder. Cuando otro partido, el de la Acción Nacional (PAN) llega al
gobierno en el 2000, su candidato y presidente de la nación, Vicente Fox, promete acabar con el
conflicto de Chiapas en 15 minutos. El EZLN inicia, con objeto de la tramitación parlamentaria de
la “ley indígena”, una marcha hacia la capital para reclamar el cumplimiento de los acuerdos. Sin
embargo, en lugar de lo firmado, el nuevo gobierno aprueba una ley que dio al traste con cualquier
aspiración de autonomía y que define al indio como sujeto de especial protección, título este que se
le da tanto a los niños como a las personas discapacitadas. De nada sirvió el recurso interpuesto en
la Corte Suprema.
Los trabajos (construcción de la autonomía)
Visto que el mal gobierno no se la iba a dar, decidieron construirla por ellos mismos, esto es poner
en marcha la legalidad que se había pactado. En agosto de 2003 se crean los Caracoles, espacio que
sustituye a los Aguascalientes y amplía sus funciones. Además serán la sede de las recién creadas
Juntas de Buen Gobierno, un paso más allá en la construcción del nuevo mundo zapatista.
Decimos un paso más allá porque desde el principio existían los Municipios Autónomos Rebeldes
Zapatistas.
El 11 de diciembre de 1994, el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional llevó a cabo la campaña
Paz con Justicia y Dignidad para los Pueblos Indios. Esta movilización de tropas insurgentes rompió
pacíficamente el cerco militar que había tendido el gobierno. La población civil nombró de inmediato
nuevas autoridades, y declaró nuevos municipios y territorios en rebeldía. Por la vía de los hechos y
sin pedir permiso a nadie, ejerciendo con vigor la Constitución Política de México, los pueblos
indígenas fundaron los concejos municipales rebeldes que gobiernan bajo el principio de mandar
obedeciendo. (Tomado del folleto: "Fuerte es su corazón. Los municipios rebeldes zapatistas"
publicado por el Frente Zapatista de Liberación Nacional en julio 1998.)
Con la creación de los Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas, las comunidades insurgentes
terminaron con la paradoja que consistía en practicar una autonomía democrática, dependiente sin
embargo de una estructura militar, la del EZLN. Con ellos también se confirmó el principio
zapatista de “mandar obedeciendo”, pues las autoridades de los municipios, más de 30 repartidos
por todo el territorio rebelde, eran elegidas en la asamblea de la comunidad. «Esta "forma" de
autogobierno [...] no es invención o aportación del EZLN. Viene de más lejos y, cuando nació el
EZLN, ya tenía un buen rato que esto funcionaba» (Marcos 2003: quinta parte). Los municipios
reflejan así la idiosincrasia propia de cada comunidad mostrando que la población que
identificamos simplemente como indígena es en realidad un crisol de etnias y culturas, todas ellas
partícipes del ejercicio del buen gobierno en los municipios autónomos. Toma ahora más sentido el
otro lema zapatista: un mundo donde quepan muchos mundos.
Sin embargo a las autoridades autónomas pronto les surgieron dos tipos de problemas: «los que se
refieren a su relación con la sociedad civil nacional e internacional; y los que se refieren a su
autogobierno, es decir, a las relaciones con las comunidades zapatistas y no zapatistas» (Marcos
2003: quinta parte). El primero venía del desarrollo desequilibrado de los municipios, algunos
recibían más apoyo que otros, normalmente los que estaban más accesibles. Hay que decir que
desde que la sociedad civil (nacional e internacional) se pronunció a favor de la paz y el diálogo, no
ha dejado de llegar a las comunidades rebeldes con proyectos de ayuda o desarrollo o simplemente
como observadora en los campamentos de paz allí instalados. Pero mientras que algunos municipios
tenían sobreabundancia (por hablar de alguna manera) de proyectos y ayudas, a otros no llegaba
nada. Además, muchas veces la ONG de turno llegaba con su proyecto (con sus objetivos, recursos
destinados y plazos de ejecución) a desarrollarlo en una zona, sin previa consulta de las necesidades
que allí se tenían. Marcos denomina a las ansias de ayudar de cierta sociedad civil, que peca de falta
de respeto, el síndrome de la cenicienta9. Por otro lado, los campamentistas de paz entablaban
durante su estancia una relación más cercana con una o dos familias, que se veían “privilegiadas”
frente a las otras de la comunidad por los normales agasajos que recibían de sus “huéspedes”.
En cuanto a la relación de las autoridades con las comunidades,
[...]el “mandar obedeciendo” se ha aplicado sin distinción. Las autoridades deben ver que
se cumplan los acuerdos de las comunidades, sus decisiones deben informarse regularmente, y
el "peso" del colectivo, junto con el "pasa la voz" que funciona en todas las comunidades, se
convierten en un vigilante dificil de evadir. Aún así, se dan casos de quien se da la maña para
burlar esto y corromperse, pero no llega muy lejos. Es imposible ocultar un enriquecimiento
ilícito en las comunidades. El responsable es castigado obligándolo a hacer colectivo y a
reponerle a la comunidad lo que tomó indebidamente. (Marcos 2003: quinta parte)
Pese al hostigamiento continuo al que están sometidos, la acción de gobierno de los municipios
autónomos ha conseguido extender una red sanitaria compuesta de clínicas, farmacias y agentes que
favorecen la prevención de enfermedades. Y en el terreno educativo se pusieron en marcha las
Escuelas Primarias Rebeldes Autónomas e incluso una Escuela Secundaria Rebelde Autónoma todo
según las directrices del Sistema Educativo Rebelde Autónomo de Liberación Nacional 10 que
promueve una educación humanitaria, solidaria y liberadora (ver:
http://www.serazln-altos.org/cartacelm.html ). 9 Marcos 2003: segunda parte10 http://www.serazln-altos.org/celmraz.html
El proyecto zapatista se hace tan grande, son tantos los trabajos de gobierno que realizar, que las
autoridades municipales se ven desbordadas. Por eso se crean en Agosto de 2003 las Juntas de Buen
Gobierno (JGB), una por cada Caracol. Los caracoles permiten, dicen los antiguos, hacer entrar lo
de fuera en el corazón de uno mismo (en el pensamiento) e igualmente sacar lo que hay dentro. En
ese sentido los Caracoles recogen el testigo de los Aguascalientes, sirviendo de centros de
comunicación con la sociedad civil y entre los zapatistas. Las JBG solucionarán en ellos los
problemas de relaciones entre municipios (rebeldes o no) y con el exterior, gestionando la
realización de proyectos y el reparto de campamentistas. Igualmente promoverá los proyectos
comunitarios y vigilará el cumplimiento de las leyes acordadas. Se pretende con su creación
contrarrestar el desequilibrio entre las diferentes territorios en rebeldía. «Siguen siendo funciones
exclusivas de gobierno de los Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas: la impartición de
justicia; la salud comunitaria; la educación; la vivienda; la tierra; el trabajo; la alimentación; el
comercio; la información y la cultura; el tránsito local» (Marcos 2003: sexta parte).
En la actualidad, cada comunidad indígena pertenece a un Municipio Autónomo, y cada Municipio
esta adscrito a una de las cinco Juntas de Buen Gobierno, sita cada una en un Caracol. Hay que
tener en cuenta, no obstante, que el poder se ejerce desde la comunidad a la Junta y no al revés, o
más bien se distribuye en sentido horizontal, siguiendo el principio de mandar obedeciendo. Los
nombres de las Juntas y los caracoles son dignos de mencionar:
1. JBG Selva Fronteriza “Hacia la esperanza”, situada en el caracol de La Realidad llamado
“Madre de los caracoles del mar de nuestros sueños”. Estos nombres ya nos suenan porque
es aquí donde se ubica la comunidad en la que se desarrolla la acción de la película.
2. JBG Tzots Choj “Corazón del arcoiris de la esperanza”, situado en el caracol de Morelia
llamado “Torbellino de nuestras palabras”.
3. JBG Selva Tzeltal “El camino del futuro”, en el caracol de La Garrucha llamado
“Resistencia hacia un nuevo amanecer”.
4. JBG Zona norte de Chiapas “Nueva semilla que va a producir”, en el caracol de Roberto
Barrios llamado “El caracol que habla para todos”.
5. JBG Altos de Chiapas “Corazón céntrico de los zapatistas delante del mundo”, en el caracol
de Oventik llamado “Resistencia y rebeldía por la humanidad”11.
La película
Queremos dejar claro antes de seguir que las comunidades, municipios y JBG rebeldes dibujan hoy
una zona dentro del mapa de Chiapas que está en insurgencia desde 1994, cuyos habitantes soportan
aún ahora, lo podemos ver en la película, una guerra de baja intensidad llevada a cabo por fuerzas
11 Fuente: Centro de documentación sobre zapatismo (cedoz.org)
federales, estatales y paramilitares. Como toda guerra, esta conlleva destrozos (de campos de
cultivo, de espacios comunes, de viviendas, de carreteras y senderos que conectan centros de
interés para la vida comunitaria); y bajas (especialmente cruel fue la matanza de 45 personas
cometida por paramilitares en la localidad de Acteal en diciembre de 1997, pero hay más). A día de
hoy se mantiene el hostigamiento diario en la zona insurgente, basta consultar la página web:
http://enlacezapatista.ezln.org.mx/ para ver las denuncias que de ello hacen las autoridades
rebeldes.
Con lo dicho hasta ahora, y aunque faltan muchos aspectos que aclarar sobre los zapatistas, mucho e
importante de su historia que contar, creemos que el espectador ingenuo podrá sacarle algo más de
partido a las imágenes y sonidos de la película. Que no es que no lo tengan de por sí, pues en el
fondo se trata de una historia de amor contada con elementos de tragedia. De amor imposible,
porque hay previo acuerdo sobre cómo se deben hacer las cosas y porque los destinos que eligieron
los amantes se oponen: uno es ejército y la otra base de apoyo. Incluso hay una especie de coro en
forma de abuela y nieta, que narra la historia del origen de la comunidad, mientras comenta la
jugada del amor imposible que ha surgido. No queremos desvelar mucho más, sólo que lo que
finalmente impera es la decisión de uno mismo y que esta es más difícil de defender si se es mujer.
El mensaje del film se entiende y es potente, sin embargo puede resultar chocante al espectador
ingenuo el elenco de personajes “extraños” que hacen cosas también “extrañas” en una zona entre
idílica, por lo verde, e infernal, por lo militarizada. A ratos se tapan la cara con pañuelos o
pasamontañas e igual se les ve protestando que construyendo que cultivando que celebrando que
grabando con videocámaras o delante de ordenadores último modelo. Todos parecen indígenas pero
de vez en cuando aparece algún europeo, e incluso algún cartel en italiano. Y todo lo hacen con una
ropa multicolor, sobre todo ellas, muy elegante e incluso con maquillaje. Sin embargo, podemos
decir que más allá de la necesaria idealización que hace el cine de las realidades que retrata, pues es
la naturaleza del cine jugar contrayendo y dilatando los tiempos y espacios mediante el cuadro y el
montaje, en fin, manipular realidades o crearlas; la película se rueda con un claro espíritu
naturalista, dando tiempo a los planos y suavidad a los movimientos, acercándose por momentos al
film documental. Queremos decir, espectador ingenuo, que la realidad zapatista viene a ser así,
multicolor y hasta pluridimensional, y que merece la pena sacudirse la sensación inicial de
extrañeza y dejarse “penetrar” por la historia, increíble pero cierta, de Sonia, Julio y Miguel (que
podría serlo) y de las comunidades en rebeldía (que lo es).
Imaginarios
La imagen, y la imaginación, ha cumplido tradicionalmente una función secundaria o subordinada
en relación al conocimiento. En filosofía, el conocimiento valioso es el que explica o comprende
realidades refiriéndolas de manera unívoca y sólo el concepto es capaz de hacerlo. A diferencia de
este, la imagen siempre se presta a una pluralidad de interpretaciones. Más que explicar ningún
sentido la imagen lo evoca. Esta ambigüedad, unida a la inmediatez de su presentación a la
conciencia le confiere, en cambio, un alto poder formativo y de convicción. La imagen entonces no
es fiable para establecer las seguridades que el conocimiento científico necesita. Sin embargo, a
partir de la crítica al positivismo científico vertida por diversos filósofos a finales del S.XIX y
principios del XX, la imagen cobra un valor especial. Esta crítica se basa en el hecho de que los
conceptos, al explicar científicamente las realidades, seleccionan ciertos aspectos de ellas
desechando otros. Luego no se atiende a la totalidad de la realidad presentada por lo que,
filosóficamente, este procedimiento no sirve. La imagen, porque se presta a múltiples
interpretaciones, nunca da por concluida la variedad aspectual de las realidades permitiendo
desarrollar, no un conocimiento cierto (a modo de la ciencia positiva), pero sí una aproximación
más general, nunca completa, al objeto que se pretende pensar.
Henri Bergson es uno de esos pensadores dentro de la filosofía que denuncia la violencia que ejerce
el concepto sobre las realidades que abarca, pues procede recortándolas y reteniéndolas, aislándolas
de la corriente temporal (del acontecer, del devenir) en la que se hayan insertas. Para Bergson al
verdadero conocimiento se llega por la intuición, modo sensible de acceso a lo real previo a la
mediación que opera el concepto. La intuición ideal para Bergson es aquella de carácter intelectual
que nos presenta la cosa en un acto inmediato y recogiendo todos sus aspectos. Pero este modo de
conocimiento ideal no se da nunca y a lo más que se puede aspirar es a acercarse a él. Para este
acercamiento al modo de conocer intuitivo, Bergson se apoya en las imágenes. Estas se quedan
cerca, en su ambigüedad, de la esencia de las realidades, que no es otra cosa que duración o
acontecer. Basándose en esta idea Gilles Deleuze termina de reganar el poder filosófico de las
imágenes. En concreto, las del cine12 no sólo apuntan a realidades actuales presentándolas en un
formato no conceptual o científico, sino que llegan a crear, en su virtualidad, realidades nuevas.
Para Deleuze, aclaramos, tanto lo actual como lo virtual es realidad. Toda obra de arte recoge
aspectos reales y virtuales pero el cine, dice Deleuze, lo hace además poniéndose en la duración
(bergsoniana) del objeto retratado, osea, llegando de algún modo a la esencia. Desde otro terreno
filosófico, el de la fenomenología, Merleau-Ponty llega a conclusiones parecidas sobre el poder de
la imagen. De su estudio de la percepción se desprende que, incluso a nivel de esta, funcionan
resortes o estructuras que tienen que ver con la imaginación, esto es virtuales, que son igualmente
reales y pertenecientes a lo percibido. El movimiento de la imaginación hacia lo absoluto lleva a
completar la percepción provocando la ampliación de lo real (López Sáenz 2003: 162). Las tres
propuestas filosóficas rompen con la hegemonía del concepto y se acercan más a la descripción del
12 Ver los Estudios sobre cine de Deleuze, Imagen Movimiento e Imagen Tiempo.
acontecer como tal, que a la explicación de realidades como algo ya dado e invariable13.
Pues bien, en nuestra opinión, los zapatistas comparten, en sus análisis y propuestas, el punto de
vista de estas nuevas ontologías de “la imagen” o “la imaginación”. ¿Cómo si no entender los
lemas “un mundo donde quepan muchos mundos” o “mandar obedeciendo”? Se trata de
proposiciones que encaran la contradicción conceptual y rebuscan el sentido más allá de la lógica
binaria del tercero excluso. Sucede con toda la “iconografía” zapatista, por ejemplo los famosos
dibujos de Beatriz Aurora que, como decía Merleau-Ponty de las pinturas de Cezanne, sacan a la luz
aquello que permanece normalmente invisible14, en este caso de las montañas de Chiapas o de los
rostros de sus gentes. Parece que estos paisajes y personas dirigieran la mirada cargada de
sensibilidad de la artista hacia matices que pasan desapercibidos al común de los mortales. El
cuadro tiene entonces un plus de realidad fruto de su imaginación, pero tan perteneciente a lo real
como lo que apreciaríamos en una fotografía con el mismo encuadre. Sucede también con las
historias míticas o cibernéticas del viejo Antonio y Durito, que buscan el sentido fuera de la lógica
tradicional de este tipo de relatos. Este último, Durito, da bastante que pensar. Un leído escarabajo,
caballero andante que fuma en pipa y está al tanto de todo lo que pasa en el mundo, incluso de las
nuevas tecnologías de la información y la comunicación, redes sociales incluidas. ¿Imagen de que la
humildad no se contradice con los altos vuelos intelectuales? ¿confirmación de que el apego
tradicional a la tierra no está reñido con la esperanza y vivencia de un futuro? En uno de los últimos
comunicados de Marcos, Durito conoce al gato-perro,
[…] una incógnita para biólogos terrestres y marinos (¿en qué tabla de clasificación de los seres
vivos acomodamos este caso?), caso irresoluble para la psicología (una cirugía neuronal no descubre
el centro cerebral que define la perrunez o la gatez), misterio para la antropología (¿los usos y
costumbres al mismo tiempo semejantes y antitéticos?), desesperación para la jurisprudencia (¿qué
derechos y deberes emanan del ser y no ser?), el santo grial de la ingeniería genética. (Marcos
Noviembre 2013)
Imagen misma de la ambigüedad, el gato-perro hace de palanca para hacer saltar los goznes de la
lógica del dominio, sea científica o de mercado.
El viejo Antonio15 en cambio, reinterpreta la historia con sus mitos sobre el origen ofreciendo un
imaginario posible, que entronca tanto con los relatos y tradiciones de los pueblos indios, cuanto
con las filosofías de la emancipación y resistencia habidas desde Marx a Naomi Klein. La
mezcolanza funciona simplemente porque la organización política de estos pueblos era ya
13 Hemos seguido en estas líneas el interesante trabajo de Olivier Fahle “La visibilidad del mundo. Deleuze, Merleau-Ponty y el cine” (Fahle 2007).
14 Merleau-Ponty 1986: 52.15 Interlocutor de Marcos en varios comunicados que representa la sabiduría indígena.
comunitaria y horizontal antes de que aparecieran los occidentales, primero con su conquista y
luego con sus teorías emancipatorias.
En este imaginario, al que la película de Alberto Cortés contribuye desplegando todo la simbología
zapatista en sus planos, está la verdadera lucha, pues la armada se tiene como último recurso. Se
trata de la “palabra sencilla” con la que los indígenas empezaron a convencer a mucha gente de que
las cosas podían ser de otra manera despertando así en el corazón del tiempo, en un momento cero
de la historia. Pues se trata de un nuevo imaginario político que queda a la altura de las reformas
democráticas de la Atenas del S.V, del periodo revolucionario francés o del constitucional
estadounidense. Fue en esos momentos, iguales al que viven hoy los pueblos indígenas de Chiapas,
donde el proceso de legitimación del ordenamiento de las comunidades humanas respondió a
criterios racionales y contó con la participación autónoma de los miembros que las constituían y, en
ese sentido, fueron un inicio en la historia de la democracia16.
16 Quesada 2008
FAHLE O., La visibilidad del mundo. Deleuze, Merleau-Ponty y el cine, En Alain Beaulieu
(coordinador), Gilles Deleuze y su herencia filosófica, Madrid: Campo de Ideas, 2007, (pp. 99-114)
LÓPEZ SÁENZ Mª C., La imaginación carnal en Merleau-ponty, Revista de filosofía, 28(1),
2003, (pp.157-169).
MERLEAU-PONTY M., El ojo y el espíritu, Barcelona: Paidós. 1986
MONTEMAYOR, C., Chiapas, La rebelión Indígena de México, Madrid, Espasa, 1998
QUESADA F., «Filosofía y política: la institución de la democracia», en F. Quesada, (ed.), Ciudad
y ciudadanía: senderos contemporáneos de la filosofía política, Madrid, Trotta, 2008, pp. 89-119.
Otros documentos (los textos aquí citados pueden encontrarse en múltiples sitios web, no obstante
se han descargado del Centro de Documentación sobre Zapatismo, cedoz.org):
Comunicados del EZLN
MARCOS, S.C.I., Rebobinar 3, Comunicado de Noviembre de 2013.
Un escarabajo en la red, Comunicado de Julio de 2013.
La treceava estela, Comunicado de Julio de 2003.
Siete piezas sueltas sobre el rompecabezas mundial, 1997.
“La flor prometida”, en Diario El País, 29/03/1995
Declaraciones del EZLN
Primera declaración de la Selva Lacandona.
Sexta declaración de la Selva Lacandona.
Top Related