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Page 1: El Encuentro Con Jesús Resucitado Es Un Regalo

Con frecuencia, la idea de la resurrección de Jesús y de su presencia en medio de nosotros es más una doctrina pensada y predicada, que una experiencia vivida. Y eso se nota.

Jesús resucitado está en el centro de la Iglesia, pero su presencia no está aún arraigada entre nosotros, Tras veinte siglos de cristianismo, Jesús no es conocido ni comprendido en su originalidad. No es amado ni seguido como lo fue por sus discípulos y discípulas.

Se nota enseguida cuando un grupo o una comunidad cristiana se siente como habitada por esa presencia vivificadora y transformante de Jesús resucitado. No se contenta con seguir rutinariamente lo que dicen desde arriba, desde abajo, desde lo que piensa uno o lo que decide otro.

Nada ni nadie nos puede aportar hoy la fuerza, la alegría y la creatividad que necesitamos para enfrentarnos a una crisis profunda; nada que no sea la presencia viva de Jesús resucitado. Privados de ella, no saldremos de nuestra pasividad casi innata, continuaremos con las puertas cerradas, eso sí, atrincherados en nuestros privilegios, creyendo erróneamente el ombligo de la Comunidad, haciendo «lo mandado», pero sin convicción

Necesitamos de Jesús más que nunca. Él nos puede transmitir más luz y más fuerza que nadie. Él está en medio de la Comunidad comunicándonos su paz, su alegría y su Espíritu.

Page 2: El Encuentro Con Jesús Resucitado Es Un Regalo

Para que todas las comunidades que permiten que el Espíritu las aliente y las empuje a la misión puedan mirarse en el espejo de aquella primera comunidad surgida a partir de la resurrección de Jesús. Roguemos al Señor...

- Por todos los hermanos y hermanas que tienen dificultades para la vivencia de la fe y la oración; para que encuentren en la comunidad un testimonio atractivo e iluminador que los ayude. Roguemos al Señor...

- Para que como en el tiempo de la comunidad primitiva sean también muchas las personas que se adhieran a la fe y no los defraudemos con nuestra manera tantas veces individualista y vanidosa de vivir la fe. Roguemos al Señor...

Por tanta gente que, como la primera comunidad, se toma en serio la misión y el envío a través del acompañamiento y la cercanía con la gente más desfavorecida; mujeres, sobre todo, que, como Jesús, a través de la palabra compartida y de la compasión solidaria, ejercen el ministerio de aliviar tantas penalidades que afectan a la vida humana... Roguemos al Señor…

Por nuestros hermanos y hermanas que siguen amenazados de muerte por su fe en Jesús; por los miles y miles de personas que, malviven en los cada vez más numerosos campos de refugiados; por las mujeres obligadas a prostituirse; por los niños y niñas que sufren abusos; por los ancianos y ancianas sin calor humano, ni cuidados; por la gente más pobre de nuestro pueblo. Estas son hoy las llagas abiertas de Jesús que no podemos seguir ignorando. Roguemos al Señor

Y por el Papa Francisco, que con sus palabras, que no a todos les resultan oportunas y convenientes, sigue sacudiendo y desenmascarando una fe de apariencia y unas celebraciones sin alma ni latido. Roguemos al Señor.

Page 3: El Encuentro Con Jesús Resucitado Es Un Regalo

Eres pascua, aunque tus proyectos fracasen,

si mantienes la confianza en hermanas y hermanos

y dejas a Dios ser Padre y Madre.

 

Eres pascua, aunque tu vida parezca estéril,

si sientes que te habita su presencia amiga

que misteriosamente te acompaña y te salva.

 

Eres pascua, aunque en nada destaques,

si bebes en sus manantiales

y te conformas con ser un simplemente cauce.

 

Eres pascua, ate sientas en continua peregrinación,

si compartes lo que eres y tienes

y despiertas alegría en quienes también van de camino.

 

Eres pascua, aunque te experimentes débil y torpe,

si escuchas su palabra serena y abierta

–"Soy yo, no temas"– …¡y dejas que florezca!.

 

Page 4: El Encuentro Con Jesús Resucitado Es Un Regalo

Eres pascua, aunque pidas pruebas para creer,

si besas las llagas que otros y otras tienen

y esperas entre los últimos sentir su presencia.

 

Eres pascua, aunque tus manos estén vacías,

si te abres al otro y a la otra a quien sea,

y le dejas que ponga tu corazón entre brasas.

 

Eres pascua, aunque no lo creas,

aunque te rompas en mil pedazos,

aunque mueras en primavera...,

porque Él pasa y te libera.

 

Eres pascua,

aunque tengas las puertas y ventanas cerradas,

porque Él te ama y se hace presente

para abrirte a la vida y alegrarte.