Universidad Nacional “Pedro Ruiz Gallo”
FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS,
ADMINISTRATIVAS Y CONTABLES
Escuela Profesional de Comercio y Negocios Internacionales
CURSO :
METODOLOGIA DE LA INVESTIGACIÓN
TEMA :
REMUMEN “EL OTRO SENDERO” - HERNANDO DE SOTO
DOCENTE :
LLANOS DIAZ ELMER
ALUMNO :
CUYATE LARIOS JHORVY
CODIGO :
130777-F
CICLO :
2014 - I
F
A
C
E
A
C
El otro Sendero
Capítulo I: Vivienda informal
En las últimas décadas el Perú sobre todo Lima ha crecido impresionadamente, con respecto
al crecimiento urbano informal, tanto así que de cada diez viviendas formales existe nueve
informales. En conclusión la población habilita y edifica sus vecindarios al margen de la ley
establecida por el estado creando así asentamientos informales.
Con el pasar de los días los dueños de lima ya no son familias tradicionales que viven
cómodamente, sino también los migrantes ingresantes a una ciudad que les cerraba las
puertas, obligando a forzar el sistema legal para adaptarse a viviendas informales
desarrolladas en barrios.
1.0 La adquisición informal de la propiedad
Se identifica dos maneras de cómo acceder informalmente a una vivienda: una es
la invasión y la segunda la compraventa ilegal de terrenos agrícolas por medio de
cooperativas. En ambas se pronuncia la normatividad extralegal.
La invasión: Hay dos opciones para adquirir informalmente una propiedad, una
es la invasión paulatina y la otra es la invasión violenta.
La primera se produce sobre asentamientos ya existentes, se trata de una
persona a quien se le ha alquilado o sencillamente se le ha encargado un terreno
y con el tiempo se va adueñando del mismo.
La segunda opción es cuando se adquiere terrenos de forma violenta y sobre todo
se dan en terrenos estatales. Antes de hacer la invasión se contrata los servicios
de un ingeniero para que haga las divisiones del terreno y se empadrona a los
futuros invasores, después de estos preparativos se comienza la invasión,
llevando entre ellos muchos instrumentos para armar sus pequeñas casas.
Después de haber invadido comienza la negociación y los tramites del terreno,
como los empadronamientos, la legalización de del asentamiento, reciben la
titulación de los lotes e incorporan el vecindario a la ciudad, pero eso es solo para
asegurar el terreno y no significa que es un una integración cabal al sistema
jurídico formal.
Para llevar a cabo el proceso de invasión los pobladores eligen y designan a
organizaciones no formales y han tenido el nombre de asociaciones
urbanizadoras, asociaciones pobladoras, organizaciones vecinales, juntas de
vecinos, comités vecinales y organizaciones de pobladores, para proteger y
acrecentar el valor de la propiedad a la que han accedido.
Hay otra manera de acceder informalmente a la propiedad para vivienda es la
compraventa ilegal de terrenos agrícolas a través de asociaciones y cooperativas.
Todo comenzó a raíz de la reforma agraria en la década de los setenta, cuando el
gobierno dispuso que los predios rústicos fueran expropiados para ser distribuidos
entre los campesinos, aso abarato el valor e indujo a muchos propietarios a
vender de manera que la oferta se incrementó inmensamente. Paralelamente la
economía informal mostraba mejoría de manera importante ya que algunos
sectores de la población se interesaban entonces en comprar y no en invadir
terrenos.
2.0 Evolución histórica.
El primer avance de la informalidad fue ofrecido por los mismos formales en las
décadas iniciales del siglo XX, al no respetar leyes para urbanizar y tratando de
solucionarlas con transacciones corruptas como las coimas.
Así empiezan las empresas formales establecidas a desarrollar barrios
residenciales sobre los terrenos de antiguas residencias, dirigidas sobre todo para
las clases altas y medias, antes de que empezarán las migraciones las mismas
empresas formales comenzaron a desarrollar vecindarios dirigidos para clases
populares construyendo al margen o en desacuerdo de las normas vigentes.
El segundo avance fue el derecho implícito que hizo el estado a algunos
asentamientos informales, así los migrantes aprovecharon de que todo era
factible y organizaron sus primeros asentamientos.
El tercer avance fue la competencia política que quería apropiarse de las
simpatías de los pobladores de los asentamientos informales, Primero el APRA,
luego Odría y finalmente el periodista Beltrán, convirtieron a los asentamientos y
sus pobladores en parte importantes de la sociedad metrópoli.
El cuarto avance se dió cuando la sociedad le otorgó a la vivienda informal un
reconocimiento legislativo, aceptando la existencia de asentamientos pero
sometiéndolos a una excepción de gobierno.
El quinto avance fue la victoria que obtuvieron los informales después de su
primer enfrentamiento con el estado con el llamado “Gobierno revolucionario de la
fuerza armada” encabezado por Juan Velazco Alvarado.
La gente comenzó a construir su segundo piso de su casa sabiendo que era
ilegal, las casas de los asentamientos más antiguos se vendían a pesar de su
prohibición, también la gente se organizaba para construir pistas y aceras así
como para brindar servicios ahí es donde comenzó a aparecer el comercio, la
manufactura y transporte informal.
El sexto avance ocurrió cuando los informales aprovecharon el proceso de la
revolución agraria para convertir terrenos de cultivo en urbanos, creando un
ámbito para el desarrollo de la vivienda informal.
El sétimo y octavo avance de la informalidad fue cuando las autoridades
reconocieron e incrementaron la repartición de títulos de propiedad y reconocen a
las organizaciones informales como voceros legítimos de los asentamientos
informales.
El noveno avance consistió q frente a la escaza capacidad del sistema legal, el
gobierno tuvo que recurrir a la normatividad extralegal y en evidencia a la
invasión, logrando establecer un proyecto de vivienda.
3.0 Larga marcha hacia la propiedad privada
Por consiguiente la lucha de los sectores populares por acceder a la propiedad
privada se ha ido plasmando con los nombres que al pasar de los años han ido
recibiendo, primero barriada, luego pueblos jóvenes después cambio a
asentamientos humanos marginales y al final fue asentamientos humanos
derivada a las municipalidades.
Con el transcurso del tiempo el número de casas independientes en Lima se ha
aumentado lo cual es lo contrario con el número de casas de vecindad lo cual ha
ido disminuyendo eso danto a entender que la gente ha salido del agro o sus
tugurios para dirigirse en asentamientos formales y vivir en casas propias y así
participar en la insipiente economía del mercado popular peruano.
Capítulo II: El comercio informal.
A medida de que la ciudad fue llenándose cada vez más de inmigrantes y su espacio urbano
se fue informatizando, otras actividades económicas comenzaron a sufrir una revolución
equivalente, una de ellas fue el comercio, el cual comenzó a desarrollarse en las calles bajo
el nombre de Comercio ambulatorio.
Con el comercio ambulatorio la gente comenzó a invadir la vía pública para su operación
comercial y sin tener licencia, sabiendo de la inseguridad que había en ellas comenzaron a
edificar sus propios centros de abasto.
1.0 Modalidades de comercio informal
Tiene dos modalidades claramente definidas, el comercio ambulatorio y los
mercados informales, son distintas etapas del mismo fenómeno, la persona
comienza siempre de ambulante y su finalidad no es quedarse siempre en las
calles de ambulantes. Actualmente los grandes empresarios ocuparon también las
calles como ambulantes.
1.1 comercio ambulatorio:
El comercio ambulatorio ha sido considerado tradicionalmente
como la actividad informal por excelencia, consiste en el
desarrollo de actividades comerciales en la calle.
El comercio ambulatorio evoca dos actividades definidas, una
es la de los comerciantes que deambula por la cuidad, calle por
calle ofreciendo productos o servicios sin un lugar fijo donde
establecerse y la del comerciante que expende mercadería o
presta servicios desde un puesto fijo en la vía pública.
1.1.1 Itinerante
Esta primera clase de comercio ambulatorio es la que
desarrolla los que compran pequeñas cantidades de
baratijas o víveres no perecibles y deambulan por las
calles tratando de venderlos entre las personas que
encuentran a paso durante su caminata.
Ya que carecen de puesto fijo, y ubicación por defender,
tienen que ir en búsqueda de sus clientes.
El ambulante tiene que financiarse y trabajar por él mismo
ya que no puede recibir crédito.
Al comenzar a trabajar no solo se está presentando un
servicio sino también se está invirtiendo en capital
humano.
Los ambulantes aprenden de amigos y familiares más
experimentados e intercambia experiencias con otros que
apenas empiezan y así sigue la cadena. De este modo se
descubre que la calle es su escuela. A medida que pasa
el tiempo se va adquiriendo más conocimiento, el
ambulante empieza a delinear también su itinerario para
su movimiento diario en busca de clientes.
El anhelo de todo ambulante es dejar de deambular para
establecerse en un lugar fijo. Comprende las ventajas de
estar ubicado en un espacio donde los clientes lo puedan
encontrar, aspira a la estabilidad.
1.1.2 Lugar fijo en la vía pública
En esta segunda clase de comercio ambulatorio supone
que el comerciante previamente ha dejado de deambular,
ha identificado un lugar y se ha instalado en él para
desarrollar su actividad. Implica una invasión a las calles.
Los ambulantes llegan hasta hacer acuerdos con los
transportistas debido a que ellos atraen una gran
concentración de gente alrededor. Estos acuerdos son
alianzas de interés ayudándose mutuamente.
Al invadir, el ambulante actúa individualmente. Además no
lo hace en un solo momento, lo hace de a pocos.
Así, aunque se le siga llamando ambulante, el
comerciante informal ya a ah obtenido un lugar en la vía
pública. Su establecimiento por lo general una carretilla
tiene ruedas pero ya no deambula para vender.
A medida de que los ambulantes comienzan a advertir
que han creído constituyendo emplazamientos
económicos valiosos, carecen sus estímulos para
organizarse con el fin de tratar de preservarlos, puesto
que sus derechos especiales de dominio no les
proporcionan ya la seguridad suficiente.
De esta manera surgen organizaciones de autodefensa el
cual su objetivo principal es proteger la ocupación
territorial de nuevas invasiones.
Inclusive pueden llegar a utilizar la Guardia Civil o a la
Policía Municipal para defender sus emplazamientos de
nuevas invasiones.
En lo esencial, estas organizaciones se constituyen a dos
niveles. El primero es el sindical o asociativo y el segundo
es el Federativo.
1.2 Mercados informales
La segunda modalidad de comercio informal es la que se
desarrolla desde mercados construidos informalmente por o
para ambulantes que desean abandonar las calles.
En lo fundamental, los ambulantes tratan de dejar la vía pública
pro que esta les impone una serie de limitaciones. En la calle
los derechos especiales de dominio, a pesar de todo, no
ofrecen seguridad suficiente para estimular una inversión a
largo plazo que mejore la función minorista de los ambulantes
porque en esos lugares no es posible sucintar expectativas
relacionales de propiedad.
1.2.1 Organizaciones de Promoción
Para el efecto, se reúnen varias organizaciones de
cuadra o vecindad y conforman asociaciones o
cooperativas cuyo objetivo es recabar fondos suficientes
y proceder a la construcción de mercados, tiene un
carácter financiero y de gestión claramente definido.
Un problema que enfrentan las organizaciones de
promoción es el cumplimiento de los requisitos legales
para la construcción de mercados.
Todas estas dificultades han presentado costos enormes
para los ambulantes decididos a salir de las calles. Un
estudio empírico realizado por el ILD con base en la
historia de cinco de esos mercados revela que, como el
resultado de tales costos, los ambulantes han tenido que
respetar un promedio de diecisiete años antes de poder
ocuparlos efectivamente.
2.0 Evolución histórica
2.1 Reconocimiento costumbrista
El primer ámbito para el progreso de la informalidad en el
comercio lo dieron los formales mismos al concederle a la
actividad ambulatoria un reconocimiento costumbrista como
parte de identidad cultural de la ciudad a través de los tiempos.
El comercio informal tiene en nuestro país una larga historia. La
ciudad andina, la colonia y luego la metrópoli republicana han
visto deambular o estacionarse en sus calles a una pléyade de
estos comerciantes
En un principio los ambulantes fueron los propios españoles y
criollos empobrecidos, generalmente soldados de escaso botín
o marineros sin fortuna.
La vieja sociedad limeña aceptaba en el comercio informal
como una manifestación costumbrista, parte de su identidad
cultural, sin preocuparse mayormente de que en su futuro
pudiera constituir una amenaza para el comercio formal y
transfigurar el rostro de la ciudad, pues en ese momento los
ambulantes eran pocos numerosos
Como en el caso de los asentamientos informales, esto permitió
que la gente que llegaba a la ciudad pudiera identificar al
comercio ambulatorio como uno de las ocasiones del sistema
por donde podía empezar a filtrarse.
2.2 Reconocimiento por reglamentación municipal
El segundo avance informal se da cuando los ambulantes
lograron añadir al reconocimiento costumbrista el de las
municipalidades, implícito en la aprobación de reglamentos
detallados sobre su actividad.
2.3 Bases para los derechos especiales de dominio
En el tercer avance los ambulantes lograron desarrollar
gradualmente y con mucha renuencia del estado derechos
especiales de dominio, luego de un largo proceso.
2.4 Competencia con el comercio formal
El cuarto avance lo constituye el paso del comercio ambulatorio
de carácter costumbrista, dedicado básicamente a expender
comida criolla y refrescos o bebidas calientes, a los productos y
servicios que compitieran abiertamente con los establecimientos
formales constituidos.
2.5 Surgimiento de los primeros mercados informales
La construcción de los primeros mercados informales en la
capital representó un retroceso definitivo de la autoridad
concejal en su pretensión de enfrentar el problema de los
ambulantes que todavía se encontraban en las calles.
De manera equidistante, el estado continuó perdiendo autoridad
en las calles, a tal punto que se vio obligado a publicar avisos
en los diarios de mayor circulación para recordar a los
ambulantes la existencia de disposiciones que reglamentaban
su actividad.
2.6 Construir para erradicar
El sexto hito corresponde a una enérgica intromisión municipal
dirigida a enfrentar los efectos y no las causas del comercio
informal, y que produjo a la postre la tergiversación definitiva de
los estímulos existentes, facilito a la politización creciente de un
grupo de ambulantes.
2.7 Reconocimiento político
El séptimo avance se produjo cuando, para compensar su falta
de derechos de propiedad formales, un grupo de ambulantes
logro obtener para la actividad un reconocimiento político en un
movimiento para quedarse en las calles.
2.8 Interpretación psicológica y creación de las zonas francas
El octavo avance de los informales se dio cuando, al verse
rebasado políticamente, las autoridades les confirieron un
espacio todavía mayor al reconocer que el comercio
ambulatorio era un problema estructural que solo podía ser
solucionado a través de un cambio de estructuras, que en la
práctica nunca se definió. Este reconocimiento tuvo además
una expresión práctica en la decisión del municipio de declarar
Zonas francas a las áreas ocupadas por los ambulantes.
2.9 Fortalecimiento de las organizaciones
Este hito corresponde a la resistencia de los ambulantes contra
la represión más decidida que se haya producido en su contra
como resultado de la cual sus organizaciones de defensa
resultaron fortalecitas y optaron una radicalización.
2.10 Lotización de las calles
El décimo avance se produjo cuando los ambulantes pintaron
sobre la vía pública los límites de sus derechos especiales de
dominio.
2.11 De ambulantes a legisladores
Un undécimo avance fue el primer intento de los ambulantes
politizados por convertirse en ellos mismo en generadores de
legislación, al haber comprendido la importancia del Derecho.
Capítulo III: El transporte informal
De forma simultánea al desarrollo de la vivienda y del comercio informal, se ha producido
una evolución equivalente en el trasporte masivo de pasajeros en la ciudad. Miles de
transportistas informales comenzaron hace más de 50 años a conectar los barrios populares
con el resto de la ciudad. Los transportistas concentran fundamentalmente su servicio en
zonas populares, mientras que la empresa estatal y las otras compañías formales sirven
mayormente rutas en los barrios tradicionales. Ahora bien, el hecho de que la informalidad
represente una proporción tan considerable del transporte masivo, significa, como en el caso
de los asentamientos informales y el comercio informal, que previamente tiene que haberse
generado un complejo sistema de relaciones económicas y legales que haya permitido toda
la evolución posterior.
1.0 Modalidad del transporte informal
1.1 Invasión de las rutas
De la misma manera que el poblador de asentamientos informales
invade terrenos y el ambulante ocupa la vía pública, el transportista
informal invade rutas.
Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre en los dos casos anteriores,
la ruta no es un bien físico como el terreno o la calle, sino un bien
intangible, a determinar de acuerdo con la circulación y los deseos de
viaje de la población. Así, la ruta es una unidad compuesta por
diferentes trayectos entre un punto inicial y otro terminal.
1.2Derecho de apropiación de ruta
La realización de una invasión exitosa permite a los informales explotar
las rutas antes de que el estado les confiera conocimiento alguno. Esta
posibilidad supone la existencia de una relación jurídica extralegal,
denominada por el ILD “derecho de apropiación de ruta”.
1.3 Organizaciones de transportistas informales
Debido a que la ruta invadida y los derechos sobre ella van
incrementando su valor los informales comienzan a organizarse,
negociar y enfrentarse a instituciones legales; primero se reúnen en
comités luego en sindicatos y para finalizar en federaciones.
2.0 Evolución histórica
2.1 Inicio del transporte masivo
El inicio del trasporte masivo durante el siglo XIX se fue dando por los
avances tecnológicos de la época, que permitieron aprovechar el
ferrocarril y la vía férrea para el traslado de pasajeros.
El primer transporte masivo que se dio en la capital fue cuando la
locomotora “Chalaquito” partió de las inmediaciones de lo que hoy es
la Plaza San Martín rumbo al primer puerto. Inaugurando el ferrocarril
Lima-Callao.
2.2 Irrupción del transporte vehicular y superación del monopolio del riel
El trasporte vehicular en ómnibus supero a los rieles dando así que en
Mayo de 1921 Lui Tirado recibió una autorización para establecer
formalmente la primera línea de ómnibus en el trayecto entre Lima,
Barranco y Magdalena del Mar. Era una empresa relativamente
pequeña con no más de diez unidades.
Para 1926 la modalidad de transporte en ómnibus se había hecho
popular, al punto que aparecieron cuando menos ocho nuevas
empresas para servir rutas entre Lima, Miraflores, Barranco y
Magdalena del Mar.
De alguna manera esta difusión se vio enorme favorecida por el
programa de construcción de vías públicas llevado a cabo por el
gobierno de Leguía.
2.3 Aparición del colectivo informal
El primer avance de la informalidad comenzó a producirse
paralelamente al desarrollo del hito anterior y consistió en la aparición
de los primeros automóviles sedan utilizados como colectivos.
El sedán era el único vehículo al alcance de los informales por que el
monto de inversión no era muy elevado y era más difícil de ser
detectado por las autoridades.
3.0 Misterios de las quiebras cíclicas
La lógica de funcionamiento y la evolución del transporte llegan a una
conclusión paradójica: Cada vez que un grupo de empresarios formales o
informales logro establecer un servicio relativamente completo, termino
quebrando al cabo de algunos años.
Eso llego a desesperar a los transportistas que ha trasladado la competencia
de los precios y la calidad hacia la seguridad en el tránsito, de modo tal que,
en lugar de competir bajando los pasajes o mejorando la calidad, han sido
obligados a competir reduciendo los niveles de seguridad y pagando las
bolsas solicitadas por las autoridades.
Capítulo IV: Los costos y la importancia del derecho.
Ya que en los capítulos anteriores se ha visto cómo se desarrollan las actividades
informales en tres áreas concretas ahora se verá como con el fruto de ello se
evidencia que vivimos en una sociedad costosa, en donde tanto los formales como
los informales desperdician un gran número de recursos, existe la inestabilidad
jurídica que distrae de la producción una cantidad de recursos, esfuerzos e ingenios
para dedicarles más bien una acción política que permita evitar las sanciones legales
y obtener el reconocimiento de los derechos extralegales adquiridos.
1.0 Costos de la informalidad
Desde el punto de vista de una actividad económica, existen
fundamentalmente dos momentos en los que las personas evalúan su relación
con la formalidad: el acceso a la actividad y el de la permanencia dentro de
ella. Se ha comprobado que la gente que enfrenta a la legalidad o se sirve de
ella no entra en detalles ni consideraciones profundas, sino que evalúa grosso
modo, generalmente a través del mecanismo de los precios, lo que puede
costarle cumplir con las obligaciones legales y no puede obtener de ellas a
cambio de ese cumplimiento.
1.1 Costos de acceso
De las actividades económicas que el ILD ha examinado, ninguna se
puede ejercer legalmente si de antemano no se cumple un conjunto de
requisitos de diversa naturaleza. El ILD investigo las cuatro áreas con
grandes problemas de informalidad: La industria, la vivienda y el
comercio.
1.2 Costos de pertenencia
Establecida la relación que existe entre las personas y el derecho al
acceder las diversas actividades económicas, los investigadores del
ILD se percataron que esta relación no se limitaba al momento de la
legalización inicial, sino que se prolongaba durante el desenvolvimiento
de las actividades mismas. En ese tiempo los ciudadanos están
obligados también a cumplir un determinado cumulo de regulaciones
pero esta vez para conservar su legalidad. Para aludí a este fenómeno
se acuño la denominación “costos de permanencia” en la formalidad
En segundo lugar, parece que los costos de permanencia tienen una
excesiva incidencia en la gestión empresarial de manera que afectan
sus funciones y resultados independientemente del proceso productivo
mismo, porque al alterar la asignación empresarial, de manera que
afecta sus funciones y resultados independientemente del proceso
productivo mismo, porque al alterar la asignación de recursos lo hacen
más oneroso, limitan la movilidad de los factores de producción y en
resultados para una empresa, muy aparte de su esta es eficaz en
términos estrictamente económicos. Esto significa que la prosperidad
de una empresa no deriva tanto que haga bien o mal su trabajo cuando
de los costos le impone el Derecho. Entonces, quien mejor los enfrente
o manipule su relación con el estado, tiene más éxito que aquel que
presta atención a la materia propia de su trabajo.
2.0 Costos de informalidad
A medida que se comprobaba la existencia de los costó de la formalidad,
comprendíamos que no solamente porque los informales operaban al margen
de la ley sino también la verdadera trascendencia de la normatividad
extralegal. Si quieran establecer un nuevo orden normativo, era porque algo
perdían por estar al margen y aun no en contra de la ley. Estoy nos puso en la
necesidad de examinar que era lo que, en efecto, estaba perdiéndose.
Así fuimos descubriendo que la informalidad no era el mejor de los mundos,
que habían enormes costos involucrados que la gente intentaba compensarlos
a través de fórmulas originales pero notablemente insuficientes, que la evasión
de las leyes no es una situación de beneficio neto y que el aparente caos
2.1 Costos de ser ilegales
Lo primero que se hizo fue aprovechar los trabajos de campo para
determinar qué diferencias existían entre las actividades o empresas
informales y formales, y establecer cuáles eran los costos de la
informalidad más comunes a simple vista.
2.2 Costos de evitar sanción
La primera diferencia notable entre una empresa informal y una formal
es la enorme inversión que aquella debe hacer para evitar ser
detectada por las autoridades. Los informales corren constantemente el
riesgo de sufrir las sanciones que el sistema legal podría imponerles
por no obtener licencias, pagar impuestos o solicitar autorizaciones
requeridas por ley. Este riesgo, de acuerdo con lo recogió por el ILD en
sus entrevistas, es el principal motivo de preocupación entre los
informales.
2.3 Costos de no tener buena ley
Una vez establecidos que existen costo de ser ilegales, nos
preguntamos si bastaría con eliminarlos para que la informalidad se
convirtiera desde entonces en el mejor de los mundos.
El siguiente ejercicio de conceptualización nos permitió convencernos,
sin embargo, de que ello no era cierto y que los informales sufren no
solo por ser ilegales sino también porque les falta un derecho que
garantice y facilite la eficiencia de sus actividades económicas; es decir
la buena ley.
3.0 Consecuencias de los costos de la formalidad y la informalidad para la
economía peruana
Luego de tener una visión de los costos derivados de la existencia de
actividades formales e informales, descubrimos que tal división tiene otros
efectos negativos sobre la economía en general. Los principales son la baja de
productividad, la disminución de la inversión, la inferencia del sistema
tributario, el aumento de las tarifas de los servicios públicos, las limitaciones
del progreso y una serie de dificultades para formular la política
macroeconómica.
3.1 Baja productividad
Como hemos podido ver en lo que respecta a las empresas formales la
excesiva interferencia gubernamental ocasiona un gran derroche de
recursos. Por un lado, debe invertirse mucho tiempo para cumplir con las
regulaciones gubernamentales y, por otro, las numerosas restricciones
afectan la flexibilidad en la toma de decisiones empresariales y generan
una mala asignación de recursos. Como resultado de ambos procesos,
baja la productividad.
3.2 Disminución de la inversión
La informalidad tiene dos efectos conocidos que reducen la inversión
agregada, En primer lugar habiéndose determinado que las empresas
informales utilizan tecnologías más intensivas en trabajo, habrá una
importante reducción en la inversión de capital, en la medida que los
recursos nacionales se trasladan hacia la informalidad. En segundo lugar,
dadas las dificultades que los informales enfrentan para exigir sus
contratos y el alta tasa de retorno que demanda el capital financiero a los
inversionistas informales, habrá poca inversión productiva a largo plazo
3.3 Ineficiencia del sistema tributario
Al momento de la recaudación, la tributación se concentra en el pequeño
grupo de gente que conserva su formalidad, el estado desperdicia una
considerable cantidad de recursos en detectar la evasión y ocurren
distorsiones innecesarias en toda la economía.
Así las empresas relativamente grandes y por lo tanto, obligadas a operar
formalmente, pagan más impuestos de lo que sería necesario di no
existiese informalidad, y aquí la totalidad de impuestos grava en este caso
una base más estrecha. Esto hace que muchas empresas prefieran no
crecer demasiado y por lo tanto no operen con economía de escala
óptimas. En el caso de las industrias que por el gran tamaña que requieren
para operar no podrían ser desarrolladas informalmente, la consecuencia
es que no se desarrolla formalmente en el Perú.
3.4 Progreso tecnológico
La existencia de actividades informales perjudica el progreso tecnológico
de diferentes maneras. Entre las principales están el tamaño reducido de
las empresas, su menor interacción productiva y las pérdidas que resultan
de no poder proteger innovaciones.
Sabemos, por otro lado, que una de las maneras más usuales de
beneficiarse de una innovación consiste en incrementar el volumen de las
ventas. Consiguientemente, otro efecto será para que las empresas de
deben evitar la detección, no tienen sentido incrementar su escala porque
las pondrían al descubierto.
4.0 El derecho como condicionante del desarrollo
Se ha visto como los peruanos están obligados a afrontar costos
excesivamente elevados para operar legalmente o, ante la imposibilidad de
hacerlo, como han quedado al margen del sistema. En estos últimos no
pueden, por consiguiente aprovechar la buena ley; es decir aquellos
instrumentos para facilitadores del derecho que hacen más eficientes las
actividades económicas y sociales.
4.1 Los instrumentos facilitadores del derecho
La importancia de los derechos de propiedad para el desarrollo ha sido
subrayada por diferentes historiadores económicos que estiman que el
auge de las innovaciones en occidente y ellas grandes inversiones que las
hicieron posible comenzó solamente a partir de las finales del siglo XVIII,
cuando los derechos de propiedad fueron perfeccionados e
independizados de la política.
Esto, por su puerto, no quiere decir que toda la incertidumbre pueda ser
eliminada. Pero es obvio que existen ciertos tipos de incertidumbre
dotalmente innecesarios, como los que soportan los informales por falta de
instrumento facilitador del Derecho.
4.2 Incentivos, especialización e interdependencia
La descripción procedente nos ha permitido ver que tan importantes son
las leyes para determinar la eficiencia de las actividades económicas y
sociales que férula. En ese sentido, hemos estado hablando de leyes
buenas y leyes malas; entendiendo una ley como buena si garantiza y
facilita es eficiencia, y como mala, si perturba o impide totalmente.
La prueba más palpable de la inconveniencia de estas leyes consiste en
que una mayoría de la población económicamente activa ha optado por la
informalidad y una minoría por la fuga de talentos y capitales; es decir, por
operar al margen de estas malas leyes que imponen costos muy altos y
requisitos injustificadamente complicados.
4.3 ¿Es el derecho el único condicionante?
Hasta el momento, hemos venido analizando el problema de la
informalidad sobre todo a partir de la existencia de una mala ley; es decir
de una institucionalidad legal inadecuada. Sin embargo, es perfectamente
lógica preguntarse si no existen otros elementos que recurren en la
formación del problema.
Capítulo V: Tradición redistributiva
Al parecer quienes formulan la ley en nuestro país existe una tradición de utilizar el derecho
como un instrumento para redistribuir la riqueza y no facilitar su creación. En este sentido, la
ley es vista esencialmente como un mecanismo que permite repartir un stock fijo de
prosperidad entre los distintos grupos del país así lo demandan.
Para un estado que no entiende que la riqueza y los recursos pueden crecer y ser facilitados
por un adecuado sistema institucional, y que inclusive los pobladores de condición más
humilde pueden generar riqueza, la redistribución por vía directa aparece como la única tica
aceptable.
Lo cierto es que esta tendencia ha llegado a un extremo tal que, aunque no seamos
absolutamente conscientes de ello, el hecho de organizarse para obtener las rentas que el
estado puede dispensar o trasferir a través del derecho o almenas para protegerse de aquel
es decir, de formar lo que nosotros denominamos “coaliciones redistributivas” no solo se da
en ámbitos tradicionalmente relacionados con la actividad política, como los partidos de los
medios de difusión o las organizaciones informales, sino también en las sociedades
empresariales y hasta dentro de las familias. Es evidente, por ejemplo que los cambios en la
composición y la presidencia de los directorios, muchas veces responden a la llegada de un
nuevo gobierno.
De esta manera, a medida que crece la corrupción, crece la anarquía porque en un país
donde el derecho se puede comprar, donde tanto los partidos de izquierda como los de
derecha aceptan que es prerrogativa del estado reglamentar y legalizar el detalle y donde la
falsa ética de la justicia distributiva ha soslayado y ha hecho olvidar la ética de la justicia
productiva, no hay derechos de propiedades firmes, no existen incentivos legales para crear
prosperidad y el régimen resultante es necesariamente inestable y anárquico.
Capítulo VI: El paralelo mercantilista
A medida que hemos visto como la tradición redistributiva caracteriza a nuestra sociedad, ha
ido quedando en evidencia todo lo que nos separa de una economía de mercado. Nos
preguntaríamos en que sistema vivimos.
En realidad, la tradición redistributiva no es privativa de peruanos y latinoamericanos, no
resulta únicamente de las características culturales de determinados pueblos, ni tampoco es
única en la historia. Antes bien es la característica principal de un sistema de organización
social en el que actualmente parecen estar inmersos al Perú, América Latina y quizá buena
parte del tercer mundo. Como antes lo estuvieron los países desarrollados. Nos referimos
concretamente al mercantilismo.
1.0 Características del mercantilismo
Como se sabe, “mercantilismo” es el nombre que se le da a las políticas
económicas que se llevaron adelante en Europa entre los siglos XV y XIX.
Por ser un sistema que consistía en el gobierno de un estado
reglamentarita dependiente de elites privadas que se sustentaban en el
privilegio estatal, el mercantilismo fue energéticamente combatido tanto
por Karl Marx, padre del comunismo, como por Adán Smith, padre del
liberalismo económico. Para Smith el mercantilismo era equivalente a la
demanda de reglamentación y rentas particulares de los comerciantes e
industriales y su satisfacción por el estado.
Cuando la industria y el comercio internacional europeos comenzaron a
surgir y algunos gastos de guerra a disminuir, surgió la era mercantilista.
Con ella comenzó a desaparecer mucha de la escasez económica del
medioevo y se le empresa a dar importancia a la actividad empresarial de
las particulares. Pero como el único sistema de gobierno que conocían los
europeos era la medioeval, aplicaron a las nuevas formas de cada vez
más importante actividad económica privada, los anticuados métodos
políticos del medioevo.
2.0 El Perú: ¿País mercantilista?
Como estos modelos nos han permitido constatar, el sistema de la Europa
mercantilista y el sistema de derecho redistributivo del estado peruano
tiene una gran semejanza, ambos comparten en mayor o menor grado,
características como: La producción autoritaria de la legislación, un
sistema económico directamente intervenido por el Estado una
reglamentación engorrosa, detallada y “dirigiste” de la economía, acceso
difícil o imposible a la empresa por parte de los que no tienen vinculo
estrechos con los gobernantes, burocracias abigarradas y una ciudadanía
obligada en muchos casos a organizarse en coaliciones redistributivas y
gremios poderosos.
3.0 El colapso
El mercantilismo de la mayor parte de los países de Europa Occidental se
derrumbó entre fines del siglo XIX y principios del siglo XX, cuando las
contradicciones de un sistema incapaz de gobernar una sociedad, más
compleja y más urbanizada llegaron a sus límites.
La economía mercantilista terminaron estacándose porque sus elites
empresariales se especializaron en explotar la reglamentación favorable y
no las nuevas oportunidades de producción, y por qué los que hubiesen
podido hacerlo fueron legalmente desincentivados o incapacitados para
producir. A medida de que las empresas eran asfixiadas con impuestos y
que los informales desobedecían la ley y proclamaban su descontento
por marginación fueron creándose los ambientes para el colapso
mercantilista.
Capítulo VII:
1.0 Vigencia social de las instituciones legales
El mercantilismo peruano está en decadencia. Es prácticamente imposible
que recupere vigencia social y que la situación no siga empeorando.
En parte, las instituciones legales están en mutación como resultado de la
pérdida gradual de vigencia social frente a las incursiones de la
informalidad de todos los ámbitos de la vida diaria.
La incursión de la informalidad en los últimos cuarenta años ha sido tan
sostenida que sus efectos han ido manifestándose muy lentamente de un
modo paulatino y casi imperceptible. En este sentido, cuando en julio de
1980 los militares devolvieron el gobierno a los civiles, lo hicieron porque
ya no tenían lo suficiente vigencia social para seguir en el poder. No es
sorpresa argumentar que los gobiernos peruanos sean intransitivos es
decir no mantienen una secuencia o continuidad de interés nacional.
2.0 La Violencia
Cabe añadir que el problema central no es si las instituciones formales
deberían o no incorporar las informalidades por razones humanitarias,
sino lo lograrían hacerlo a tiempo para evitar que la democracia
representativa sea violenta destruida. Los más pobres y descontentos no
están dispuestos a aceptar una sociedad en la cual las oportunidades, la
propiedad y el problema son distribuidos arbitrariamente. Después de
todo, si la razón principal de que existan instituciones legales es proteger
los derechos individuales y la propiedad frente a terceros, permitir un
espacio a la actividad productiva y facilitar la interacción en formas
armoniosas con otros individuos, es explicable al no obtener estos
derechos, muchas personas se amotinen contra la institucionalidad que la
diferencia.
3.0 Agenda para el cambio
Por lo tratado, en el caso peruano, tratar de salir del mercantilismo
evitando la represión requeriría fundamentalmente un acercamiento del
Derecho a la realidad. El divorcio entre ambos resulta evidente a la luz de
la informalidad. La historia que relata ese libro es, básicamente, una
prueba de como el sistema actual de producir el derecho no ha podido
seguí el paso de los acontecimientos. Esto no solo ha originado una
creciente discriminación en perjuicio de los peruanos de origen humilde,
sino que ha ocasionado también que la ley, en sí, se desacredite. El
desafío consiste, en llegar a un sistema legal que refleje la nueva realidad,
que deje fluir la economía espontáneamente del pueblo, permitiendo
producir con seguridad a los empresarios y comerciantes formales
competitivos en lugar de ponerles barreras y que transfiera a los
particulares aquellas iniciativas que el estado ha centralizado sin éxito.
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