EL PENSAMIENTO,CIENTIFICO MEDIEVAL
EN UN FRAGMENTODE JUAN RUIZ
Por Carmen Armijo...........---- --- .... ñ· ; . ;;- - r;,-
Importante es recorda r qu e la lite tu como propue t
tética no aparece sino hasta el i lo X 11 1. El rte lilera.ríoen la Edad M edia signi fica con ocim i nto , u compren 16nabarca tanto el estudio ret órico - n d h c r di u
como el científico - de carácter gno 16 ico-« , que am
bos nos dan el saber total del texto mediev , unque en e laocasión sólo me ocuparé del segundo, pues dich fund am n
tación científica es la que sustenta el con ocimiento co mol6gico que el arte va a expresar.
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Tradición científica en ti am l iurano
12
Si las constru cciones del artista medieval correspondían aun determinado modo de pensam iento , es cierto qu e nopodemos comprenderlas sino en la medida en que nos identifiquemos con este modo de pensamiento.•
I Ananda K. C oomaraswarny, La fi losofía msli4naJ OTimJal del arte, Trad . EsreveSerra. Ed . Tauros, Madrid , 1980 (Biblioteca de Estudios Tradicionales. 6), p. 30.
2 " La verdadera distinción entre ciencia y el arte la establece Sto . Tomás de Aquinoen Sum Theol. [... [: ambos tienen que ver con la cognición, pero mientras que la cien.cía tiene por objeto únicamente un conoc imiento. el arte tiene como finalidad una operaci ón externa. Se observará que, en su mayor parte, la ciencia moderna es lo que el
filósofo medieval habría denominado arte; el ingeniero. por ejemplo. es esen cialm enteun art ista , a pesar del hecho de que "sin ciencia el arte no es nada' . excepto conjeturas" . (A. K. Coomaraswamy. op. ri l . • nora 17, p. 31).
El arte de la Edad Media es misterioso para nuestra época
porque nuestra concepción del arte es muy distinta. La ma
nía mod erna de atribuir al artista la expresión de su persona
lidad , acto en el cual se genera el fenómeno artístico, así como
la curiosidad por su vida privada y la concepción del genio,
son expresiones del engreimiento del Renacimiento y del Hu
manismo del siglo XIX, pero no tienen nada que ver con la
naturaleza social y "científica" del arte medieval. El arte sinla ciencia no es nada."
Realmente para comprobar las relaciones ciencialiteratura-arte en la Edad Media, sería necesario adentrar
nos a otros textos medievales y ejemplificar, si no los mismosproblemas cosmológicos, otros que no aparecen en el Libro
de buen amor, como el de la perspectiva, por ejemplo. Tam
bién podríamos confirmar esto si abarcáramos las artes plás-
La creencia astronómica y astrológica significa para loshombres de su tiempo una informaci ón válida, creíble y orien
tadora de la act ividad no sólo racional del hombre sino cultural en todos sus aspectos .
Los hombres de la Edad Media no vivían en la irracionalidad , sino bajo supuestos teóricos, compartiendo de manera
unitaria una triple trad ición científica (ciencia organicista,ciencia hermética y ciencia mecan icista) , instaurada por losgriegos.
En el Medioevo coexisten las tres . Las tres se complementan y sirven para dar cuenta de la realidad del mundo quees el interés del arte.
Sostenemos, pues, que hubo durante la Edad Media al menos tres modos de acerca rse a la naturaleza que, en sentidoampl io , puede n ser denominados " científicos" , por cuantoque los tres obtuvieron conquistas que han sido incorporadas a la trad ición científica mod erna. Pero la "modernidad"es cri terio peligroso . " Las tres tradiciones, aceptaron suposiciones religiosas acerca del universo , mientras que la ciencia modern a es, por definición, una actividad profana. "3
El Libro di buen amor va a transmitir una visión de mundofundamentada , pr dominantemente, en la propuesta científica organicista (un modelo cosmológico de carácter hennética y un rcforzami nto del organicismo y hermetismo con base
mecanicisra) .•
Tradición organicista )
El redescubrimi nto de la ci ncia griega fue fruto de un complejo pro eso que abar ó del siglo XII al XVI. Comenzó conla revitali za ión d la lógica ari totélica en el siglo XII y laincorporación de otras ecciones de la ciencia de Aristótelesa la filosofTa ristiana, con la part icipación fundamental deTomás de Aquino (1266-1274).
La tradición orga nicista de la ciencia se apoyó en Aristóteles muy particularmente, así como en Galeno y Ptolomeo.
Los teólogos concentraron su atención en la lógica de Aristóteles y en su filosofTa gene ral. Sin embargo, para otros tuvieron más interés las observaciones empíricas de Aristóteles, así como las obras médicas de Galeno. Un tercer foco deinterés lo constituyeron la astronomía y la astrología, relacionadas ento nces con la medicina , por creerse que los planetas ejercían cierto influjo en el curso de la vida humana;de ahí que los horósco pos fueran fuente prioritaria de información para los médicos y cirujanos (v.gr. acerca de si erapreferible operar en un día determinado).
En la tradició n organicista el científico explicó el universomat erial sirviéndose de analogías tomadas del mundo que hoyllamamos biológico. Lo que más impresionaba a esta mentalidad no era el curso regular y uniforme de la naturaleza, sino
, Hugh Kearn ey, On'tt-n di ¡" nn.n. """"""'. 15()().1700. Trad . J uan José Ferrero Blan co . Eds . G uadarrama, Mad rid , 1970. (Bib lioteca pa ra el Hombre Actual), pp .22·23 .
• El pape l del cienrííico en el marco de la tra dición hermé tica , procedente de losescritos atribuidos al mh ico personaje egipcio Hermes Trismegisto (Hennes tres vecesgrande). era ponerse a tono con el mensaje del un iverso y ser una espec ie de mago.El presupuesto mecanicista fue que el universo se gobernaba por fuerzas mecánicas.
' cr. H . Kearney, .p. cu., pp . 22-37.
su cambio constante. Pero también dentro del proceso de cam
bio se daba cierta consistencia que necesitaba justificarse. Estollevó a la conclusión de que existía en todos los fenómenosnaturales una potencialidad o intencionalidad, una " causa
final", que presidía el desarrollo.El científico se volvía casi inevitablemente hacia el estu
dio de los organismos vivos. E incluso cuando se ocupaba delo que hoy consideraríamos como naturaleza inani mada, ten día a atribuirle vida y a emplear un lenguaje y términos derivados de su interés primario por la vida y el crecimiento.
Esta visión del universo era emocionalmente satisfactoria,
religiosamente ortodoxa y poéticamente inspiradora; pero ibaa ser reemplazada por otra en unos siglos.
Dos cometidos cumplió la tradición organicista relacionados entre sí: fue fuente de información científica y, además,ofreció un esquema intelectual coherente.
Sobre esta base científica Juan Ruiz establece un juegotemático y poético, que desarrolla el tema de la libertadhumana.
Análisis del fragmento "De la constelafión e de la planetaen que los omnes RaSfen, e del juizio que los finco sabiosnaturales dieron en el RaSfemiento delfijo del nry Alcaraz"6
El Arcipreste en su pasaje de las estrellas, coplas 123-165, nosmuestra el pensamiento científico del mundo medieval . Comienza con un elogio de la astrología:
Los antiguos astrólogos dizen en la cienciade la astrología una buena sabiencia:qu 'el omne, quando nasce, luego en su nascencia,
el signo en que nasce le juzgan por sentencia. (123)
Afirma, nombrando a Ptolomeo y Platón, entre otros astrólogos, los cuales rigen el pensamiento medieval, la influenciade los planetas sobre nuestro destino:
Esto diz Tholomeo e dízelo Platón,otros muchos maestros en este acuerdo son:qua! es el ascendente e la costellación
del que nasc , e, tal es su fado e su don . (124)
La idea medieval del mundo en conjunto es la idea geocéntrica de la filosofía aristotélica y la astronomía ptolemaica.
Evidentemente, Juan Ruiz refleja la arquitectura del universo ptolemaico:
La Tierra, que es esférica y ocupa el centro, está rodeadapor una serie de globos huecos y transparentes, uno enci ma de otro, y naturalmente cada uno de ellos mayor queel que está por debajo . Estas son las "esferas", " cielos",o (a veces) "elementos". En cada una de las primeras sie
te esferas hay fijado un gran cuerpo luminoso. Empezando por la Tierra, el orden es la Luna, Mercurio, Venus ,
6 C ito el Libro di bum amor del Arcipreste de Hita , siguiendo la edición de JacquesJ oset , Tomo I. Espasa-Calpe, Mad rid, 1981. (Clá sicos Castellanos , 14).
-------- 13 _
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Primum M obilt y lo h cen
Es de esperar qu e en todas I
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deprende[n1grandes ti nen cabo saben poco , qunon pueden desmentir
En cuanto a las id dhablar de los movim iento , ••
y eficacia desciend n dgirar. " 11
Además del movimi nto , 1rra lo que se llam inOu n
Las influen cias , de u rdo mediaci ón, no jque primero modifipor estar lite ralment
La Iglesia no da los acontecim ienty a los mineral
a) La práctica lupredicciones basad
trol6gico: la doctrin d 1extremo de negar el librel hombre justo pu d v nmo, rechazaba las prá tiadoración de los planet .
Centrémonos ahora ntrol6gico, analizando 1
el Sol, Marte, Júpiter y Saturno; "siete planetas". Más
allá de la esfera de Saturno está el Stellatum, al que perte
necen todas esas estrellas que todavía llamamos "fijas",
porque sus posiciones unas en relación con las otras, a di
ferencia de los planetas, son invariables. Más allá del Stellaium hay una esfera llamada Primer Motor o Primum Mo
hile. Como no contiene ningún cuerpo luminoso, esta
última pasa desapercibida a nuestros sentidos; su existen
cia se infirió para explicar los movimientos de todas las
demás. 7
Ni siquiera en la actualidad se entienden las dimensiones del
universo medieval tan bien como su estructura. Sabemos que
la Tierra era, en términos cósmicos, un punto, que no tenía
magnitud apreciable y las estrellas eran mayores que ella.
Un punto importante en su cosmovisión era que el uni
verso medieval, además de inimaginablemente grande, tenía
límites bien marcados. La pequeñez de la Tierra se sentía en:
forma vívida. Además de que el universo medieval era fini
to, tenía una forma esférica perfecta que contenía en su interior una variedad ordenada.• ,Raras veces ha encontrado la
imaginación humana un objeto ordenado de forma tan sublime como el cosmos medieval.' '8
A pesar de que el hombre medieval estaba acaparado poractividades turbulentas, lo que tenía de más característico no
era ser un soñador o un vagabundo, como nos lo muestran
algunos romances, que por cierto ya no se pueden ubicar den
tro de una concepción medieval propiamente dicha, sino que
era un organizador, un compilador, un constructor desistemas.
Co~o consecuencia, tenemos la construcción de su modelo mental único, complejo y armonioso, del universo, condicionado por el carácter libresco de su cultura y su amor por
los sistemas, ejemplificado en la propia síntesis medieval , la
organización total de su teología, ciencia e historia.
El modelo medieval del universo "es la obra central, aquella en la que la mayoría de las obras particulares encajaban,
a la que constantemente se referían, de la que extraían granparte de su fuerza' L? Pocos modelos han sido aceptados tanuniversalmente, tan irnaginablemente y tan satisfactoriamente
para la imaginación como el suyo. Cualquier hecho e historia particular adquiría mayor interés y producía mayor placer, si , por estar adecuadamente insertado en él, recordabaal modelo como totalidad. El hombre medieval creía en dicho modelo, de igual manera que muchos de nosotros cree
mos en el sistema solar. En todas las épocas la mente humana se ve profundamente influenciada por el modelo aceptadodel universo. Pero existe un intercambio con las dos direcciones; el modelo también absorbe la influencia de la mentalidad predominante. 10
7 C . S. Lewis, Lo. ¡magro IÚlmu.do (I. lrodru:ció. a la lilnalura medieval y r"""rolista) .
Trad. Carlos Manzano. Ant on i Bosch , Barcelona , 1980, p. 72. Vid. W . E. Peuckert ,LA tll/rologí4 . Su historia. Sus dodrintll . Trad . de A. Sato . Eds. Castañeda , Buenos Aires,1979 . (Castañeda Uni versid ad , 2), 265 pp.
8 C . S. Le wis, op. cit. ; p. 91.9 Ibidem, p. 9.10 Es probable qu e nue str o modelo mue ra no provocado de hech os nuevos sino
qu e cambie cuando, y porque. t ransfo rmacio nes de enorme alcan ce en la mentalidadde nu estros descend ient es lo exijan.
Otros entran en orden por salvar 1 u alm ,
otros toman esfuerce en qu ere r u r armotros sirven seño res con las u m no ampero muchos de aquestos dan en ti rra d palm . (126)
11 c. s. Lewis, op. cu. , pp. 76-77.
14
---- 15 --
I ...
Es decir, se engaña n porque su hado era otro .En la estrofa 127 los vemos fracasar y la razón que se nos
da son las estrellas. .. En los cielos estaba la raz ón de su de
rrota, los cielos son , pues, el lugar de las respuestas";" Este
es, realmente , el sentido de las coplas 123 a la 127.
Non acaban en orden nin son más cavalleros,nin han merced de señores nin han de sus dineros;
porque puede ser esto, creo ser verdaderos,segund natural curso, los dichos estrelleros. (127)
A través de la historia que trata" .. .deljuizio que los cincosabios naturales dieron en el nascemiento del fijo del rey Al
caraz" , -coplas 129 a 139- nos tratará de probar el valorde la astrología:13
Porque creas el curso d'estos signos atales,dezirt' he un juizio de cinco naturales,que judgaron un niño por sus ciertas señales,dieron juizios fuertes de acabados males . (128)
Utiliza el vocablo naturales refiriéndose a los sabios tratadistas de la naturaleza, es decir, los astrólogos. Continúa JuanRuiz:
Era un rey de moros, Alcaraz nonbre avía;nasci éle un fijo bello, más de aquel non tenía;enbi6 por sus sabios, d'ellos saber queríael signo e la planeta del fijo que I'nascía, (129)
El rey pregunta a cinco estrelleros cuál será el destino de suhijo, y éstos vaticinan cinco muertes, todas distintas, para elpríncipe:
dixo el un maestro: "Apedreado ha de ser". (130 d)Judg6 el otro e dixo: "Éste ha de ser quemado";el tercero diz: "El niño ha de ser despeñado";diz el quarto: "El infante ha de se[e]r colgado";dixo el quinto maestro: "Morrá en agua afogado" . (131)
El rey, enfurecido, los manda encarcelar:
Quando oy6 el rey juizios desacordados,mand6 que los maestros fuesen muy bien guardados,fIzolos tener presos en lagares apartados,dio todos sus juizios por mintrosos provados. (132)
Ya crecido el infante pide permiso un día al rey su padre parair de cacería, el rey da su permiso. Durante la caza se declara una tormenta, en la que el príncipe muere de tal -formaque los cinco horóscopos resultan verdaderos:
12 Luis Reltrin . R_ di 6.... _ . (0p0siti01llS:I _gmeias lO d librodll A,aJlmúdi Hil4) . Ed. Cutalia , Valencia, 1977. (Pensamiento Literario Español), p. 107.
13 Sobre los precedentes de este " exemplum" véase: Félix Lecoy, R,dnr/w surú"Librodi 6.... """,, " dlJ- RMÚ, A,cltif1rlú di HiI4, pp. 160-1&4; e lan Michael , " Th eFuntion of the Popular Tale in the Librodi B..... Amo," en Libro di B..... Amoi Sludies ,Ed. G . B. Gybbon-Monypenny, London, 1970, pp. 188-190. Otros trabajos de críticasobre el fragmento que se pueden consultar son: SoITa Carrizo Rueda , "Tiempo cósmico, tiempo cronológico en el LBA" . C.... lUIir4&únwS di LiÚTlJlIud EsptsñDÚJ. 1 (1972),pp. 88-91; Y Edgar C. Knowlton, " Th e Oriental Analogues of J. R.'s Story of theHoroscope" , RDmIUIU N.ús , 15 (1973-74), pp . 183-187.
faciendo la grand piedra, el infante aguijó , (ler. vaticinio).pasando por la puente, un grand rayo le dio, (2do.)foradóse la puente, por allí se despeñó, (3ero.)
en un árbol del río de sus faldas se colgó. (4to.)
Estando ansí colgado, ad6 todos lo vieron,
afog6se en el agua, acorrer non lo podieron: (5to.)los cinco fados dichos todos bien se conplieron,los sabios naturales verdaderos salieron. (137-138)
El rey concluye, sobre la base de estos hechos, que los sabiostuvieron raz6n y ordena se les ponga en libertad:
Desque vido el rey conplido su pesar,mand6 los estrelleros de la presión soltar;fízoles mucho bien e mandóles usarde su astrología, en que non avié que dubdar. (139)
Aunque con esto el Arcipreste afirma su creencia en la ciencia de los astrólogos, resulta claro que ésta no es suficiente .La verdad por.ellos descubierta puede de todos modos ser rechazada. Cinco estrelleros han interpretado ciertos signos,pero la verdad que descubren resulta, necesariamente, falsa.La verdad se toma mentira: la infabilidad de las estrellas dela postura inicial resulta, pues, hasta cierto punto debilitadapor el "exemplum" que pretendía robustecerla. Esto no significa que las estrellas se equivoquen, sino que no dicen laverdad de una forma lo suficientemente simple. Ninguno delos cinco sabios acierta a leer en ellas tOM la verdad, sino sólola suficiente para que tenga que ser mal interpretada sin re
portar ninguna utilidad.Después de los pasajes citados anteriormente continúa el
Arcipreste con una serie de objeciones citados anteriormentecontinúa el Arcipreste con una serie de objeciones basadasen motivos teológicos y morales que ponen en duda esa afirmación de la infailibilidad de las estrellas. Niega el crudo fatalismo en la historia del hijo del rey Alcaraz y afirma el poder de Dios :
Yo creo los astrólogos verdad naturalmente;pero Dios, que crió natura e acidente,puédelos demudar e fazer otramente:segund la fe catholica yo d'esto [só] creyente . (140)
ante es cierta ciencia e d m ucho provecho . ( 147 d)
yu-on I
or i6nonrrición,
I 11 i6n :i én , ( 1"
lim n
n mu h
r q u u u n arnbi
qu nd o el cielo crió,pI net ord nó,
juizio a la rgó,
r r tuvo qu e I non dio. ( 148)
n
Ansí qu e por ayuno
e por servir a 10
non ha pod r mal
el poderío d Di
Bien ansí Nuestro -no r ,puso en él sus ign o
sus poderíos ciert opero en sí mayor pod
El hombre sólo pued hda de Dios:
Si el poder d e D ios no e rn á Ile ible que el de lo tros, la
situación del hom b re no m b i , no mejora pues e tá suj eto
a dos 'poderes superiore y extraño . .. ' i dere rrnini mo as
tral ni una rígida prede tinación dejan e pacio al lib re albedrío" :ls
En creer lo de natura non es malla] estanca,
e creer muy más en Dios con firme esperanca;
porque creas mis dichos e non tomes dubdanca,
pruévotelo brevemente con esta sernejanca: (141)
El Arcipreste no ha negado hasta ahora el valor de la astrolo
gía , pero siempre que sobre la naturaleza y sus leyes se ante
ponga el poder de Dios . Dios puede interrumpir el curso nor
mal de esas leyes lo mismo que el rey o el Papa pueden
suspender en casos extraordinarios las suyas:
cierto es que el rey en su regno ha poder
de dar fueros e leyes e derechos fazer :
d'esto manda fazer libros e quadernos conponer,
para quien faze el yerro, qué pena deve aver. (142)
Juan Ruiz vive entre dos épocas no sólo literarias sino histó
ricas . Está en este proceso ondulatorio entre la época medie
val y la renacentista.
Como hemos notado , la estrofa 140 deja en claro la supe
rioridad de Dios sobre su creación y, por tanto "la posibili
dad de lo milagroso entendido como la suspensión momen
tánea de las leyes naturales". Ii
La astrología, verdadera ciencia natural para el hombre
medieval, trata de aquellas leyes uni versales de la Naturaleza.
14 Ricardo Arias Ari as, El concepto del destino ro la lilnatura medieool espaiiola, Ín sula.Madrid. 1970. p. 266.
Pero esto es siempre momentáneo y de manera excepcional,de forma que:
15 R. Aria . Arias, '1', t it .. p. 7,16 C . S. Lewis, ' 1', til . , p. 62.17 Ibidrm, p. 149.
las leyes y el derecho
no es por end' desfecho (147 b,c)
Pero por todo esoe el fuero escripto
Otrosí puede el papa sus decretales far,
en que a [los] sus súbditos manda cierta pena dar;
pero puede muy bien contra ellas dispensar,
por gracia o por servicio toda pena soltar. (146)
Lo excepcional confirma entonces el carácter necesario de lasleyes humanas y también de las verdades de la astrología encua nto ciencia:
16
frentado a tod o momento con graves dilemas "; 18 por otro,
el libre albedrío con el qu e Juan Ruiz no se compromete totalmente pues el hombre podría cam biar el curso de su vida,
siempre y cuando siga la conducta impuesta por los deberes
religiosos. El problema del libre albedrío aún no está solu
cionado.Al no optar por ninguno de los dos caminos que " deter
minan " al hombre (las leyes astrológicas y el poder superiorde Dios), Juan Ruiz subraya tácitamente la impotencia delhombre:
Non son por todo aquesto los estrelleros mintrososqu e j udgan segund natura, por sus cuentos fermosos ,
ellos e la ~ien~ia son ciertos, non dubdosos,mas non pueden contra Dios ir, nin son poderosos. (150)
Esta postura nos permite comprender cómo el Arcipreste seadelanta a su época, aunque no se puede desligar totalmentede ella . El pensamiento teocrático sigue presente.
Las últimas coplas recalcan el papel del autor como protagonista ; que es sobre todo acción y afán de juntamiento.
Non sé astrología nin s6 ende maestro,nin sé [de] astralabio más que buey de cabestro;mas porque cada día veo [yo] pasar esto,por aqueso lo digo ; otrosí veo aquesto: (151)
El ton o polémi co de las coplas anteriores, está explicitado porJuan Ru iz cuando apela a su ignorancia en dicha ciencia, perotam bién a la experiencia cotidiana: todos los días ve esto , eslo que está viviendo. El Arcipreste, en este pasaje tan crucial, omi te referencias a la autoridad religiosa y sustenta suopin i6n en la experiencia cotidiana .
El Arcipreste desciende sobre su yo errante, e intenta ponerse de nuevo a la altura de su auditorio. Para ello se quita ·importancia, desolemnizándose de pronto hasta la carcajadacon el verso 151 b, cuyo propósito es el de restablecer un régimen de igualdad . Desde este aspecto de su yo que está trayendo al primer plano, se sirve de aquello de lo que acabade ocup arse para justificar su nuevo intento amoroso: dicequ él cree haber nacido bajo el signo de Venus (153 a) . (Esimportante darnos cuenta del cambio de tono que se opera,para entender la iron ía de su contenido).
muchos nascen en Venus, que lo más de su vidaes am ar las mugeres , nunca se les olvida ;trabaj an e afan an [muy] mucho, sin medida,e los más non recabdan la cosa más querida. (152)
Recordemos que en toda la obra (el Libro de bue« amor) JuanRuiz se dedica a contar sus constantes fracasos amorosos. Parece entonces un contrasentido que el autor-protagonista hayanacido bajo el signo Venus, pues era creencia común en laépoca que los efectos benéficos de Venus -solamente supe-
18 Ca rlos Blanco Aguinaga ti. el, Huloria .oei41Ú /4 li/na/VIl UpaM/4(m/natruz casulla..) l . EJ4Ii Mtt1i4. EJ4Ii c•.¡1i<liDd . Ed . Ca.stalia , Madrid . 1978, p. 89 .
rados porJúpiter- en los mortales, deberían producir belleza e inclinación amorosa, así como acontecimientos venturosos en la historia. Sin embargo, en el Librode buen amor la ayudade los astros es poca:19 los astros no det erminan al protago
nista, le fallan.A partir de esta copla nuevas aguas astrológicas alimenta
rán el relato, y el hecho de que el protagonista naciera bajoel signo de Venus da pie para explicarnos más nítid amentelas intenciones de Juan Ruiz, la ironía de los resultados negativos ("que nada acabescí", es dec ir , nada logré , conseguí) :
En este signo atal creo que yo nasc í:
sienpre puné en servir dueñas que conoscí;el bien que me fecieron non lo desagradescí:
a mu chas serví mucho, que nada acabescí . (153)
La digresión sobre la astrología justifica el destino amorosodel protagonista (razonamiento rechazado por los teólogos delsiglo XIV).
Cree, no lo afirma rotundamente . El " creo" facilita quesu auditorio se identifique con él, tal vez, al encontrarse enotro con la propia excusa, la que el lector u oyente tenderíaa ofrecerse a sí mismo cuando, como comenta L. Beltrán ,"molesto por la persistencia de la propia deb ilidad, prefiriera creerse que el diablo lo tentó o , lo que viene a ser lo mismo, que había nacido bajo el signo de Venus y esa era la razón de sus incesantes recaídas.' '20
El "creo" descompromete al autor-protagonista, hace que :
Comoquier que he provado mi signo ser atal ,en servir a las dueñas punar e non en ál;pero aunque no goste la pera del peral ,en estar a la sonbra es plazer comunal. (154)
El protagonista fracasa , pues, en sus esfuerzos amorosos. Sudeseo era firme y había puesto toda su voluntad en satisfacerlo. "
t9 Vid. Andrés de Li, R.ptTlorio de los lirmpas . Introducción y neta s de Edison Si
mons . Antoni Bosch editor. Barcelona, 1978.20 L. Beltrán , op. eit. , p. 111.21 En el fragmento siguiente (copla.s 166-180) " De cómo el arcipreste fue enamo
rado e del enxienplo delladr6n e del mast!n", las relaciones del protagonista y la astro-
---------- 17 _
mi
ovi n 1 ba r
d n vi 1 e color ,fru l de tal valor;
pero d n buen olor.
r ienpre f bl rninrro . (161 d)lo que non vale un arvej (162 c)
or q u d p J br 11 n •di p mu ha bu na :
qu Ola rüid u na ;
du ñ • non IY pen . (163-164)
si las mancan i np
de dentro , qua! d fu
non avrié d 1 pi n t
mas ante pudren qu o t
. .. . qu
tien por nobl ca
Hemo vi to qu r , un de
ellos lo hac ( ndi , I n
mas consegu ir! ( 1 " ), 1ficiente (154 d) ,
El otro pod um
perfume .
Juan Ruiz , nse convierte nt nbre está perdid ,luntad, ni sus futrol6gica son ufi i ni
salvan . En otras p 1 bastros se equiv n .
Sin embargo ,
preguntamos cuál rá 1 rdtro poeta nos deja ver su intsu dominio y sus diferentes ~lidonc:J respecto
En primer lugar la ilúde los grandes sabios; d pu , n 1 hi rorir d l " fijo del
rey Alcaraz", nos ha ce du dar d di h i n i ; n 1 terceraparte pone a la astrología en un ni 1 por d b jo d 1 poder
de Dios, aquí insiste en la n id d d 1 yud d Dios y
el esfuerzo humano; y, finalm ni 1 j d 1 f rali mo as
tral como una rígida prede (in i6n .Realmente no podemos de ir h ( qu punto coincidimos
con las digresiones sobre co mol o o m I fi ica ,Podemos terminar diciend o que p ra comprend r (as co
plas de Juan Ruiz es necesario , pues , preci r el fondo, científico, teol6gico de su visi6n de la vid 1 tr n form ci6nque se está generando y c6mo e (O m len e le permitenconstruir una ficci6n literaria, que anun indo 1 mode rnidad no deja por ello de expresar la rel ione d 1 rte con
una imagen del mundo. <>
Al amor cuyo
Pasa a! amor manzan (" m um " ). e pléndido de color porfuera y siempre punt o d pudri e. J amor que prometemás de lo que di pu to d r :
Ca puesto que su signo sea de tal naturacomo es este mío , dize una escriptura
que "buen esfuerce vence a la mala ventura" ,e O'a toda pera dura grand tienpo la madura". (160)
El bavieca, el torpe, el necio [e} el pobrea su amiga bueno paresce e rico onbre ,más nobles que los otros; por ende todo onbrecomo un amor pierde luego [a] otro cobre. (159)
<;:a. segund VOl he dicho , de tal ventura oroque , si lo faz mi signo o si mi mal asseo.nunca puedo acabar 10 medio que deseo :por esto a las vegadas con el Amor peleo. (180)
Esta copla es efecto de la ironía de Juan Ruiz con respecto a su propio personaje ficticio.22 L. Be1trtn, 0/>, cil. . p . 107.23 R. Arias Arias, 0/>. cil.• p. 269 .
logia tampoco IOn favorables . El protagonista pelea contra el Amor, porque no cumplelas promesas de placer:
Quiere entender y se vuelve hacia los cielos que cercan el
mundo sublunar y sus formas materiales inferiores: los cua
tro elementos, que mezclados en distintas proporciones
constituyen todo lo que de él forma parte incluyendo el
hombre, cada hombre. Los cielos dieron al Arcipreste su
temperamento. De alguna manera ellos explican su desti
no; además estos cielos, estas esferas en que las'"estrellas"
aparecen incrustadas, son trasparentes, no obstaculizarán
nuestra visión. En su afán de entender, el protagonista se
vuelve hacia aquello que no puede mentir y donde la cor
teza, para el buen intérprete, debe al menos en teoría identificarse con el meollo Y
Del amor que ennoblece pasa al amor que:
Cinco coplas afirman el efecto positivo de estar enamorado
(155-159), Ycinco -esto es profundamente J uanruicescoinmediatamente nos lo niegan (161-165) . Por ejemplo:
Es necesario vencer la mala suerte , la mala estrella con las
mujeres . "La contradicción aquí implicada debía ser obvia
a Juan Ruiz, y la usa con toda la ironía de que sólo escapaz" :2:1
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