EL SIGNIFICADO DE VIVIR EN UNA
RESIDENCIA DE ANCIANOS: ABORDAJE
CUALITATIVO.
Tesis Doctoral
Manuel Nevado Rey
Departamento de Enfermería, Obstetricia, Ginecología, Pediatría, y Psiquiatría.
Facultad de Ciencias de la Salud.
Universidad Rey Juan Carlos
Directores de Tesis:
Dr. Domingo Palacios Ceña
Dra. Cristina Alonso Blanco
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D. DOMINGO PALACIOS CEÑA, Y Dª. CRISTINA ALONSO BLANCO,
PROFESORES TITULARES DE UNIVERSIDAD INTERINOS, DEL
DEPARTAMENTO DE ENFERMERÍA, OBSTETRICIA,
GINECOLOGÍA, PEDIATRÍA, Y PSIQUIATRÍA DE LA FACULTAD DE
CIENCIAS DE LA SALUD DE LA UNIVERSIDAD REY JUAN CARLOS
CERTIFICA:
Que el proyecto de tesis doctoral titulado “El significado de vivir en una
residencia de ancianos: Abordaje cualitativo”, ha sido realizado bajo nuestra
dirección por D. Manuel Nevado Rey y reúne todos los requisitos científicos y
formales para ser presentado y defendido ante el tribunal correspondiente.
Y para que así conste a todos los efectos, firmo el presente certificado en Madrid
a 25 de noviembre de dos mil once.
Director: Co-directora:
Dr. D Domingo Palacios Ceña. Dra. Da. Cristina Alonso Blanco
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AGRADECIMIENTOS
“La vejez no es más que un pacto honrado con la soledad”
Gabriel García Márquez
Hace más de diez años comencé a trabajar con las personas mayores. Mi primer trabajo fue en
una residencia de la sierra de Madrid. Siempre me llamó la atención la gran variedad de
respuestas que tenían los residentes cuando ingresaban en el centro. Algunos presentaban
signos de apatía, otros desesperación, otros ansiedad y muchos, la gran mayoría, resignación.
Desde ese momento me intereso saber de sus vidas, sus preocupaciones, sus motivaciones a la
hora de ingresar en una residencia, de tratar de buscar cual es el significado de vivir en una
institución donde muchos de ellos estarán hasta el último día de sus vidas.
Fruto de esa preocupación surge este trabajo de investigación que trata de dar respuestas a
preguntas difíciles de responder, preguntas que solamente los propios afectados pueden
responder, preguntas basadas en sus preocupaciones y ahí es precisamente donde tratamos de
centrar esta propuesta doctoral, que sean ellos mismos, quienes nos manifiesten sus
preocupaciones, lo que significa para ellos vivir día a día en una residencia.
Por todo esto quiero dar las gracias en primer lugar a Domingo Palacios por toda la lata que le
he dado con la elaboración de esta tesis, por animarme a tirar hacia delante con ella, por su
amistad y sobre todo por ser tan buen profesional, como buena persona y amigo, a Cristina
Alonso por darme su confianza y por sus orientaciones profesionales, a Pedro Gil Gregorio
por su amistad y apoyo a lo largo de toda mi vida profesional, a mis padres por sus esfuerzos
para proporcionarme una educación viniendo de una familia humilde y a todos y cada uno de
las personas mayores con las que he tenido la suerte de cruzarme a lo largo de mi vida
profesional, ejemplos de superación ante las adversidades, resilentes de épocas complicadas y
que gracias a sus experiencias, conocimientos y a su sabiduría han conseguido hacerme mejor
profesional y sobre todo mejor persona.
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RESUMEN.
1. Introducción.
Dejar el domicilio habitual y tener que comenzar de cero en una institución es una de las decisiones
más difíciles con las que se tienen que enfrentar muchos de los mayores españoles. Apenas existen
estudios que se centren en las vivencias de los residentes. Quienes son, que preocupaciones tienen,
como viven es esa nueva situación y como evolucionan sus emociones y sentimientos con el paso del
tiempo. Esta tesis responde a la pregunta de investigación: ¿Cómo es vivir en una residencia de
ancianos?
2. Objetivos.
General: Conocer las experiencias vividas de los mayores que ingresan y viven en una residencia.
Específicos: a) Describir los elementos de esta nueva etapa de los mayores, b) describir como influyen
las normas y organización en los mayores, c) describir el significado de dependencia de los propios
residentes, d) describir la vivencia respecto a la comida dentro de la residencia, e) describir la
convivencia y las relaciones entre los residentes y entre estos y los profesionales del centro, y f)
describir la vivencia de los recursos económicos tras el ingreso.
3. Método.
Diseño. Estudio cualitativo, fenomenológico. Se utiliza como método de aproximación a la realidad de
enfermos y personas institucionalizadas, para estudiar y comprender como se desarrollan procesos
específicos, como la salud y la enfermedad. Población. Criterios de inclusión de los participantes:
Personas mayores de 65 años. Que viven en una residencia, con estancia temporal o permanente.
Independientemente del sexo. Ingresados en la residencia en el momento del estudio,
independientemente del motivo de ingreso. Con y/o sin deterioro funcional. Sin deterioro cognitivo y
con capacidad de comunicarse verbalmente o por otros mecanismos alternativos en idioma español.
Estrategias de muestreo. a) Muestreo por propósito. En 1ª fase se realizó muestreo por propósito,
reclutando a residentes que cumpliesen los criterios de inclusión. Técnica de Bola de Nieve, los
residentes seleccionados ponían en contacto a los investigadores con otros residentes son similares
experiencia y cumplían los criterios inclusión, y c) Muestreo Teórico, en la 2ª fase, destinado a
reforzar determinadas líneas de análisis y a profundizar aspectos que surgen durante la realización del
estudio. Tamaño de la muestra. En los diseños cualitativos la muestra viene determinada por la
saturación teórica de los datos. En esta tesis se produjo en el residente 24. Recogida datos. Se
utilizaron a) entrevistas no estructuradas, con preguntas abiertas ¿Cómo es vivir en una residencia? c)
Entrevistas semiestructuradas, siguiendo una guía de preguntas construida mediante los datos
obtenidos en las entrevistas no estructuradas previas, y mediante la revisión bibliográfica. c)
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Documentos personales de los residentes; diarios, cartas, reflexiones escritas, e historiales médicos.
Análisis de los datos. Se utilizó el método de análisis cualitativo del psicólogo Amadeus Giorgi. Los
datos cualitativos se descomponen en sus partes “esenciales” que describen la experiencia vivida.
Estas partes son las “unidades de significado”. Estas unidades se agrupan en grupos más amplios,
“Grupos con Significado Comunes” y de estos se identifican e interpretan los “Temas y Subtemas”
que describen la esencia de la experiencia vivir en una residencia. Rigor y calidad del diseño. Para el
control del rigor y la calidad del diseño cualitativo se siguieron las recomendaciones establecidas por
la Consolidated Criteria for Reporting Qualitative Research (COREQ) y la Guía de contenidos
metodológicos en estudios cualitativos de Malterud (2001). Para la verificación de los datos se
utilizaron: técnicas de triangulación (uso de múltiples instrumentos de recogida de datos), revisión por
pares (explorar ciertos aspectos de la investigación que de otro modo solo quedan en la mente del
investigador), auditorias externas (el propósito es evaluar la exactitud de los datos, las conclusiones
están respaldadas por los datos), o evaluación entre los miembros del equipo (datos, resultados
evaluadas entre los miembros). Consideraciones éticas. Esta tesis ha sido aprobada por el comité
ético de la Universidad Rey Juan Carlos.
4. Resultados.
El estudio se realizó entre el 1 de febrero del 2010, hasta el 1 de febrero del 2011. Se desarrollo en 4
residencias concertadas de la comunidad de Madrid. El total de residentes que participaron en el
estudio fueron 34. De estos terminaron el estudio 30. Se realizaron un total de 40 entrevistas
individuales (a 30 residentes), de las que 22 fueron no estructuradas (asociadas a muestreo por
propósito y técnica de bola de nieve); 18 entrevistas semi-estructuradas mediante guía de preguntas
(asociada a muestreo Teórico). Distribución del sexo es similar, siendo 14 hombres (46.66%), y 16
mujeres (53.33%). El rango de edad oscila entre un valor mínimo de 62 años, y máximo de 100 años
de edad. La media de edad de los residentes incluidos en el estudio es de 82.96 años.
Los temas principales que responden a la pregunta ¿cómo es vivir en una residencia? Vivir en una
residencia es vivir… a) una etapa nueva de la vida, b) siguiendo un orden, c) manteniéndose válido, d)
en comunidad, e) la comida con un significado propio, y f) expectante de la propia economía.
Una etapa nueva de la vida. El ingreso es percibido como un momento vital importante, un rito de
paso por el que deben pasar. Los mayores en esta nueva etapa, precisan adaptarse de nuevo, con unas
normas y costumbres diferentes a las que tenía en su domicilio
Siguiendo un orden. La vida de los residentes esta ordenada entorno a una serie de normas y reglas
establecidas por el centro. Estas normas establecen la dinámica de trabajo de los profesionales y la
rutina y distribución de actividades de los residentes.
Manteniéndose válido. Existe una consideración diferente del término “validez” para los mayores
dentro de una residencia. La catalogación de “no válido” no está relacionado con las ayudas técnicas
para deambular o con la necesidad de recibir ayuda. Esta en relación con la capacidades cognitivas,
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con poder mantener una conversación o tener “la cabeza bien”, y sobre todo de ser capaz de
alimentarse por si sólo
En comunidad. La residencia implica relacionarse y convivir con multitud de personas. Existe una
convivencia externa (familia y visitas) y una convivencia interna; dentro de la residencia (con el
personal, y con los residentes). Entre las relaciones que se detectan destacan las construidas; a) entre
residentes; y b) entre residente y personal.
La comida con un significado propio. La comida adquiere varios significados; organización,
reunión, clasificación de los residentes, distribución espacial, y calidad.
Expectante de la propia economía. La disponibilidad de dinero puede condicionar la vida diaria de la
persona mayor en la residencia; desde la realización de actividades de ocio, convivencia y cuidados.
5. Conclusiones.
Los residentes tras el ingreso intentan adaptarse al nuevo entorno, a los nuevos compañeros y a las
nuevas normas y dinámica. Son actores activos, no pasivos. Existen residentes con más vulnerabilidad
de sufrir exclusión por otros residentes y por el personal. Las relaciones personales entre ellos, el
personal y la familia pueden dar lugar a conflictos, pero realmente cimientan y dan sentido a su vida
en la residencia; fortalecen lazos y les ayuda a encontrar su sentido. En la construcción de un posible
futuro en la residencia no solo interviene el residente y la familia, también el personal que le atiende y
cuida, independientemente de su categoría o formación. “El personal”, es percibido de igual modo por
los mayores como un tipo de “residentes” que conviven con ellos y comparte experiencias.
Este es el primer paso para poder a comprender el significado de vivir dentro de una residencia, y de
este modo ayudar a programar y organizar las actividades de los residentes teniendo en cuenta sus
deseos y necesidades.
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1. INTRODUCCION……………...……………………………………………………..15-34
1.1. El cuidados de las personas mayores en situación de dependencia………………15-24
a) Niveles asistenciales de las personas mayores.
b) El modelo de atención centrado en la persona
c) Centros Cuidados Continuados: Las residencias.
d) Residencias: De centros de servicios sociales a centros sanitarios
e) Características de las residencias centradas en las personas
1.2. La residencia como fuente de experiencias en la persona mayor………………...24-33
a) Motivos del ingreso en una residencia.
b) Fases de adaptación a la residencia.
c) Objetivos de cuidados en las residencias.
d) Actividades y programas: La atención multidisciplinar.
e) Beneficios de la atención multidisciplinar
f) Obstáculos en los centros.
1.3. Pertinencia del estudio………………………………………………...………………..34
2. PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN Y OBJETIVOS………………..………………..35
2.1. Pregunta de investigación.
2.2. Objetivo General.
2.3. Objetivos Específicos.
3. MATERIAL Y MÉTODOS………………………………………..…………………36-66
3.1.Marco teórico-metodológico: Justificación del método…………………………....36-37
3.2.Diseño del estudio……………………………………………………………………37-40
3.3. Rol del investigador: Bracketing y posicionamiento del investigador…………...41-43
3.4.Población de estudio…………..……………………………………………………..43-49
a. Estrategias de muestreo.
b. Criterios de inclusión/ exclusión.
c. Tamaño de la muestra.
3.5.Método de recolección de datos……………………………………………………..49-54
a.Tipos de entrevista y preguntas utilizadas.
o No estructuradas/muestreo por propósito.
o Semi-estructuradas + Guía de preguntas/ muestreo teórico.
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o Condiciones de la entrevista y del entrevistador.
Duración y repetición.
Consideraciones de la entrevista.
Condición del entrevistador.
b. Testimonios, diarios y otros documentos escritos.
3.6.Análisis de los datos……………………………………………………………….....55-61
a. Manejo de la información obtenida, manipulación y tratamiento de los datos.
b. Método de análisis: Propuesta de Giorgi.
c. Codificación, agrupación por unidades de significado, identificación y desarrollo de
temas y subtemas.
d. Análisis y tratamiento de testimonios y documentos escritos.
3.7.Criterios de calidad del estudio……………………………………………………..61-64
3.8.Consideraciones éticas……………………………………………………………….64-66
4. RESULTADOS…………..…………………………………………………………67-114
4.1.Datos de los participantes…………………………………………………………...68-70
4.2. Descripción del campo de estudio. Características de las residencias………..….71-75
4.2.Temas y subtemas…………………………………………………………………..76-114
Viviendo una etapa nueva de la vida………………………………………………….76
Siguiendo un orden…………………………………………………………................83
Manteniéndose ”válido”……………………………………………………………....91
En comunidad………………………………………………………………………....98
La comida con un significado propio………………………………………………..107
Expectantes de la propia economía……………………………………………….…113
5. DISCUSIÓN………………………………………………………………….……115-166
5.1.Discusión de los resultados del estudio…………………………………………..115-164
5.2.Discusión del método…………………………………………………………………..165
5.3.Limitaciones…………………………………………………………………………….165
5.4.Líneas de investigación futuras…………………………………………………..165-166
13
6. CONCLUSIONES………………………………………………..……………….167-168
7. BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………….169-182
8. ANEXOS………………………………………………………………………..….183-189
Aspectos éticos del reclutamiento de participantes en Residencias
Modelo de recogida de datos. Entrevistas
Consentimiento Informado del Residente
Guía COREQ
Copia de la Aprobación del Comité de ética de la Universidad Rey Juan Carlos
Índice de Tablas.
Tabla 1. Niveles de asistencia geriátrica……………………………………..…...…………..16
Tabla 2. Centro de Cuidados Continuados…………………………………….………....…..22
Tabla 3. Elementos de abordaje dentro de una residencia……………………….………...…29
Tabla 4. Obstáculos en la comunicación…………………………………………..………….33
Tabla 5. Congruencia entre los elementos de un estudio cualitativo
Fenomenológico………………………………………………………………………..…..…40
Tabla 6. Posicionamiento de los investigadores…………………………………….………..42
Tabla 7. Guía de preguntas semi-estructuradas……………………………………….……...46
Tabla 8. Resumen del apartado Población de estudio……………………………………...…49
Tabla 9. Resumen de instrumentos de recogida de datos en función del tipo de
muestreo………………………………………………………………………….………...…54
Tabla 10. Niveles de abstracción durante la identificación y construcción de los
temas….………………………………………………………………………………………59
Tabla 11. Guía de contenidos metodológicos en estudios cualitativos…………………….....62
Tabla 12. Resultados. Instrumentos de Recogida de Datos…………………………………..67
Tabla 13. Resultados sociodemográficos participantes……………………………………....69
Tabla 14. Temas y subtemas identificados……………………………………….…………..76
Tabla 15. Detalles del protocolo de Intervención de Optimización del ambiente durante las
comidas en Residencias Holandesas………………………………………………………...160
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Índice de Figuras.
Figura 1. Proporción de residentes por sexo y por presencia de discapacidad………….……21
Figura 2. Estado de implantación de unidades de geriatría en España…………………….…23
Figura 3. Modelo de Transición de Brandburg (2007)…………………………………...…118
Figura 4. Criterios de un buen residente de Fiveash (1998)…………………………...……149
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1. INTRODUCCIÓN.
1.1. El cuidados de las personas mayores en situación de dependencia.
a) Niveles asistenciales de las personas mayores.
Dentro de los cuidados y atención de las personas mayores es preciso señalar que no existe
una única prestación sanitaria o social que sea capaza de cubrir todas las dimensiones de la
persona mayor. De igual modo no existe un único profesional capaz de poder resolver todas
las necesidades y problemas que puede presentar las personas mayores. La independencia y la
autonomía, no sólo física y funcional, sino también emocional, cognitiva y social es un
complejo equilibrio que a veces cuesta mantener. Así Beswick et al (2008) muestran la
complejidad de las intervenciones a la hora de mantener la independencia en ancianos.
Dentro de los diferentes entornos asistenciales y de atención al anciano, destaca el modelo de
atención biopsicosocial (Engel, 1977) en el cual se reconocen que todas las patologías tienen
componentes biológicos, psicológicos y sociales, poniendo en relieve que cada individuo esta
compuesto por células, tejidos y órganos (enfoque biológico), es miembro de una familia,
comunidad o cultura (social) y posee unas determinadas características mentales que lo hacen
único (psicológico). Este enfoque es el que a día de hoy predomina en la atención a las
personas mayores y gracias al cual se puede observar como en las residencias, existen
múltiples profesionales como las enfermeras, las terapeutas ocupacionales, médicos,
psicólogos, trabajadores sociales y gerocultoras que se encargan de cuidar al anciano desde
esta perspectiva biopsicosocial.
El objeto principal es al anciano frágil. Persona mayor que cumple una serie de características
que le hacen ser más vulnerable y le predispone a sufrir más alteraciones y lesiones que un
anciano en condiciones normales afectado por el proceso normal de envejecimiento (Rolland
et al, 2008; Phan et al, 2008). Entre estas características se encuentran: Edad superior a 75
años, presencia de 2 o mas síndromes geriátricos, enviudado recientemente, polifarmacología,
pluripatología, con problemas económicos y signos de desnutrición y déficit vitamínico
(Topinková, 2008). Debido a las múltiples manifestaciones de la fragilidad, la alta
variabilidad y heterogeneidad de los problemas de esta población de mayores, es preciso
integrar una visión interdisciplinar y multidisciplinaria para potenciar la atención desde
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/sites/entrez?Db=pubmed&Cmd=Search&Term=%22Phan%20HM%22%5BAuthor%5D&itool=EntrezSystem2.PEntrez.Pubmed.Pubmed_ResultsPanel.Pubmed_RVAbstracthttp://www.ncbi.nlm.nih.gov/sites/entrez?Db=pubmed&Cmd=Search&Term=%22Fain%20M%22%5BAuthor%5D&itool=EntrezSystem2.PEntrez.Pubmed.Pubmed_ResultsPanel.Pubmed_RVAbstract
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distintos aspectos y disciplinas. Esto fundamenta la presencia de diversos niveles de asistencia
y diferentes tipos de atención; sanitaria y social.
La asistencia geriátrica está dividida en una serie de niveles de atención cuyo fin último es dar
al anciano la asistencia adecuada en función de sus necesidades específicas. Guillén Llera
(2008) la define como:”…conjunto de niveles asistenciales, hospitalarios y extrahospitalarios,
sanitarios y sociales, destinados a prestar atención interdisciplinaria, integrada, integral y
especializada, a las personas mayores…”. De esta manera se puede observar como los
elementos sanitarios y sociales están íntimamente ligados y forman dos elementos esenciales
en la atención de la persona mayor. Dentro de estos niveles de atención existirán diversos
ámbitos de actuación como se observa en la siguiente tabla (Modificada de Guillen Llera,
2008.p.85).
Tabla 1. Niveles de asistencia geriátrica.
NIVELES DE ASISTENCIA GERIÁTRICA
Atención sanitaria Asistencia primaria.
Asistencia hospitalaria.
Unidades de hospitalización.
Unidad de agudos.
Unidad de media estancia o de recuperación funcional.
Unidad de larga estancia.
Unidades específicas ( Ictus, Alzheimer)
Hospitales de Día.
Programas de atención domiciliaria.
Atención social Cuidados en la comunidad.
Cuidados domiciliarios.
Cuidados residenciales.
Cuidados intermedios.
Atención sociosanitaria Centros sociosanitarios.
Centros de cuidados continuados (CCC).
o Unidad agudos.
o Unidad Psicogeriatría.
o Unidad de Agudos.
CCC con centros de día.
Centros de día.
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Dentro de los niveles asistenciales utilizados para atender a las personas mayores destacan a
nivel sanitario la presencia en los servicios de geriatría hospitalarios las unidades geriátricas
de agudos (UGA), las unidades de media estancia (UME), el hospital de Día (HD) y en el
medio socio sanitario, los centros de cuidados continuados (Instituto de Mayores y Servicios
Sociales/ IMSERSO, 2004). Es en estos últimos donde se desarrolla la presente tesis.
b) El modelo de Atención centrado en la persona.
El modelo de atención centrado en la persona asume como punto de partida que las personas
mayores, merecen ser tratadas con igual consideración y respeto que cualquier otra, desde el
reconocimiento de que todas las personas presentan igual dignidad. Las personas mayores en
situación de vulnerabilidad pueden tener más riesgo de recibir un trato inadecuado por parte
de las personas de la que reciben cuidados (Kitwood, 1997).
La principal característica que define a los modelos de atención orientados en la persona,
frente a otros modelos tradicionalmente diseñados desde la óptica de los servicios, es que se
reconoce el papel central de la persona usuaria en su atención y, en consecuencia, se proponen
estrategias para que sea ella misma quien realmente ejerza el control sobre los asuntos que le
afecten. Por el contrario en los modelos de atención centrada en los servicios la persona
mayor, tiene un papel pasivo (Martínez, 2008) como receptor de servicios, donde su opinión
queda a expensas de terceros (equipo técnico del centro, familia…).
Los modelos de atención centrados en la persona se centran en varias asunciones básicas
(López et al, 2004)
- Ninguna persona es igual a otra y por tanto la atención individualizada debe de ser el
valor central de los servicios que prestan apoyo a las personas.
- El centro de planificación de los servicios es la persona, el foco de atención se centra
en sus capacidades, en sus preferencias y en las elecciones de las personas.
- La interdependencia del sujeto con su red social próxima. La familia y los amigos son
esenciales en el desarrollo del proyecto vital de la persona con discapacidad y tienen
un papel clave en el ejercicio de la autodeterminación.
- En la atención centrada en la persona la escucha y el aprendizaje modulan el curso de
la acción, tratándose por tanto de un proceso flexible y abierto al cambio dispuesto a
adaptarse a las diferentes necesidades, deseos y aspiraciones de la persona en las
diferentes etapas y circunstancias de su vida.
18
c) Centros de cuidados continuados: Las residencias.
En principio el domicilio es el lugar ideal para vivir. Pero debido a la presencia de
enfermedades o dependencia es preciso cuidar y cubrir las necesidades de las personas
mayores fuera de su entorno doméstico. Esta atención en ocasiones supera las capacidades de
las familias y de los servicios sanitarios y sociales. En estas situaciones la presencia de
centros de cuidados prolongados, conocidos según el medio, como residencias pueden ser una
alternativa válida. Pero siempre y cuando se hayan agotado otro tipo de asistencia y cobertura.
Esta tesis se referirá a estos centros de cuidados continuados, indistintamente como
residencias.
Las residencias fueron definidas por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO)
(2009a) como: “Centros que ofrecen atención integral y vivienda permanente a personas
mayores de 60 años que, por su problemática familiar, social y/o económica, no pueden ser
atendidos en sus propios domicilios y necesitan de estos servicios”.
Las residencias hoy en día son centros donde se atienden necesidades sociales, psicológicas y
sanitarias a numerosos ancianos, que por diversas circunstancias, como soledad, o
enfermedades que generan pérdida de autonomía, necesitan asegurar estos cuidados fuera del
ámbito domiciliario. Dicha atención se presta en ocasiones de forma temporal o de forma
permanente hasta el final de la vida del residente.
En los últimos tiempos el término residencia se ha quedado obsoleto, asociado generalmente a
la atención de la incapacidad provocadas por enfermedades, independientemente de la edad.
En la actualidad las residencias se cuidan a personas mayores con enfermedades crónicas,
dependientes en mayor o menor grado, con limitación funcional y cognitiva y problemas
complejos y multifactoriales sanitarios y/o sociales. Pero es preciso señalar una característica
de estos centros, y es la filosofía esencial de que es un lugar “donde se reside”, se vive.
Independiente de los motivos que provocaron el ingreso de la persona. No siempre puede
presentar dependencia o problemas de salud, a veces el cónyuge acompaña a la pareja
enferma voluntariamente a la residencia.
En las últimas décadas hemos asistido a un aumento considerable en el número de residencias
y en su capacidad de oferta de plazas, tanto desde la vertiente pública como desde la iniciativa
privada. Sin embargo y a pesar de este aumento de la oferta, aún existe un desajuste respecto a
las necesidades para dar cobertura a una creciente demanda social.
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Son varios los factores que han contribuido, en mayor o menor medida a este cambio (Diez
Nicolas, 2001; Fernández Cordon, 2003; Carrascal 2008):
Cambios demográficos: El envejecimiento de la población ha supuesto un
incremento considerable en términos absolutos y relativos de los mayores de 65 años.
En concreto a la denominada en términos sociológicos “Cuarta Edad” formada por
aquellas personas mayores de 80 años. Es en este grupo de edad donde son más
frecuentes las enfermedades que producen incapacidad y por tanto dependencia (Diéz
Nicolas, 2001)
Cambios Sociales; En el seno de la familia. Los llamados cuidados informales
proporcionados a nuestros mayores dependientes, aún hoy en día son
fundamentalmente dados en las familias por las mujeres. Es evidente que los cambios
en el rol de la mujer en la sociedad y su incorporación al mundo laboral, ha supuesto
una disminución de este tipo de cuidados poniendo en crisis este modelo tradicional
(Fernández Cordón, 2003)
Cambios Familiares: El modelo de familia tradicional ha cambiado, la dispersión
geográfica de los miembros o el aumento de familias monoparentales hacen que la
demanda de centros residenciales cada vez sea mayor (Carrascal, 2008).
Insuficiencia de recursos domiciliarios: Son insuficientes aún los recursos sociales
alternativos de apoyo a los cuidadores o al anciano con diversos grados de
dependencia, que permitan que este permanezca en su domicilio y se reduzca la
necesidad a acudir a una residencia salvo en casos inevitables (Carrascal, 2008).
d) Residencias: De centros sociales a centros sanitarios.
Se ha producido una progresiva sanitarización de estos centros, motivado fundamentalmente
por el aumento progresivo de la demanda de plazas para el cuidado de personas mayores con
enfermedades, y presencia de limitaciones que provocan dependencias en diversos grados.
Junto a estos también aparecen intereses de centros hospitalarios que utilizan estos centros, en
ocasiones, como centros de derivación de pacientes complejos que se escapan a sus
posibilidades de gestión hospitalaria, con el objetivo de solucionar la escasez de camas y
recortar la estancia hospitalaria (Pérez del Molino Martín & Sanz-Aranguez, 2008).
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En la última década el empleo de las residencias como alternativa de atención sociosanitaria
en las personas mayores ha aumentado progresivamente, respecto al número de plazas
ofertadas como en el número de residencias construidas. En el informe de Enero del 2008
publicado por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO, 2009b) existían
339.079 plazas públicas y privadas, de las que 329.311 son plazas en centros residenciales. De
estas el 72.24% son para personas mayores dependientes (199.304). La cobertura de la
población se sitúa en un 4.31. Presentando un índice de cobertura mayor en comunidades
como Castilla y León (6.80), Castilla la Mancha (6.39), Navarra (6.1) y Madrid (5.36).
Por otro lado estos centros residenciales predomina el sector privado tanto en la financiación,
como en la gestión. Existiendo en los últimos años un aumento significativo de titularidad
pública, pero siguiendo manteniendo la gestión privada de los centros. El 80% de las
residencias (4.072) son privados y gestionan el 76.7% del total de las plazas (252.172). El
24% de las plazas (78.828) son plazas concertadas con el sector público y un 53% (173.884)
son plazas privadas con precios de mercado. En la comunidad de Madrid la titularidad del
sector privado alcanza el 87% (Instituto de Mayores y Servicios Sociales/ IMSERSO, 2009c).
En la actualidad aproximadamente la mitad de las plazas (155.427) son gestionadas por el
sector público. Una de las formas de gestión que ha ido adquiriendo más relevancia es la
concertación pública de los centros. Entidades privadas que conciertan con el sector público la
gestión de las residencias.
El tamaño de las residencia varía, destacando las residencias de menos de 50 plazas (56%),
seguidas a nivel general por aquellas entre 50 y 100 plazas (28%). En el caso de la comunidad
de Madrid coincide con un porcentaje similar (42%) con el número de residencias menor de
50 plazas, pero presenta la segunda más recuente con 24% a las residencias entre 100 y 150
plazas.
Si se comparan los datos aportados por el Informe: Las personas mayores en España. Datos
estadísticos estatales por Comunidades Autónomas, publicado por el IMSERSO (2005;
2009b; 2009c), se observa un aumento progresivo del número de plazas residenciales,
existiendo un descenso en el año 2007, pero que a nivel global muestra una clara tendencia de
aumento del número total de plazas, pasando de representar el 16% en enero del 2002, al 24%
en enero del 2008. Estas residencias son de gestión privada con financiación pública.
Hay que destacar que estos centros son organizaciones complejas donde se intenta integrar
varios elementos:
La asistencia sanitaria, el control de enfermedades y problemas de salud.
La recuperación y mantenimiento funcional.
21
La integración en un medio social e institucionalizado.
Habitabilidad y lugar de residencia permanente o temporal.
Es preciso recordar que en las residencias, conviven, en un mismo espacio personas con
diferentes enfermedades, grados de dependencia, situación cognitiva y conductual, con
diferentes cuidados y tratamientos (Spillman & Lubitz, 2002). La diferencia entre personas
mayores residentes válidas y asistidas no puede aplicarse en la actualidad. La realidad y
complejidad de las situaciones que vive cada persona supera las posibilidades de catalogación
uniforme en base a la clínica.
El perfil general del mayor residente en estos centros es en el 66% de los casos mujer, el 62 %
son mayores de 80 años, el 70% presentan algún tipo de dependencia, hay comunidades que
alcanzan y superan cifras del 80% como País Vasco, Madrid, Castilla y León y Castilla la
Mancha. La edad media es de 83 años y la edad de ingreso 80 años. En los hombres la edad
de ingreso se adelanta (77 años) y en el caso de las mujeres se retrasa (81 años), observándose
un aumento de la edad del usuario institucionalizado, con mayor necesidad de atención
integral. En la comunidad de Madrid destaca que el porcentaje de mujeres en residencias
alcance el 76%, los mayores de 80 años representan el 82% y los desdientes alcanzan cifras
del 98% (IMSERSO, 2009c). La mayoría de ellos sufre situaciones de mayor o menor grado
de dependencia.
Figura 1. Proporción de residentes por sexo y por presencia de discapacidad. (IMSERSO
2009d)
Dentro de los tipos de residencias se pueden encontrar varias tendencias en función de las
prestaciones sanitarias que ofertan. Se presenta la siguiente clasificación tomada de Pérez del
Molino Martín y Sanz-Aranguez, Ávila (2008).
DependenciaDependencia70
Independencia
22
Tabla 2. Centro de Cuidados Continuados. Modificada de Pérez del Molino Martín y
Sanz-Aranguez, Ávila (2008).
Centros De Cuidados Continuados (CCC)Centro Cuidados Continuados
CC)
Residencias CCC con
orientación no
médica (nursing
home)
CCC orientación
médica,geriátrica
y psicogeriatría.
Hospital de media y larga estancia.
Personas sanas o
con enfermedad
simple que no
causa
incapacidad o es
muy leve.
Personas con
incapacidad
moderada o severa
irreversible.
Incapacidad severa
y problemas,
cuidados y
tratamientos muy
complejos.
Enfermedades agudas, reagudización
de crónicas que no precisan de
asistencia hospitalaria. Incapacidad
reversible con rehabilitación.
Cuidados paliativos de enfermedades
tumorales y no tumorales.
Enfermedad psiquiátrica que precisa
cuidados agudos o de media estancia.
Valoración en personas con demencia
con conductas disruptivas severas.
Equivalente al
domicilio
Servicios de
hostelería,
información,
seguridad,
asistencia por
atención
primaria,
teleasistencia.
Cuidados
organizados.
Equipo de
enfermería e
interdisciplinario
de apoyo. El
médico puede estar
a tiempo parcial.
Rehabilitación y
mantenimiento
físico.
Equipo completo y
especializado.
Tecnología
terapéutica.
Recursos para
rehabilitación y
tratamientos de
complicaciones
agudas.
Equipos especializados. Asistencia 24
horas, Tecnología diagnóstica,
Problemas subagudos, rehabilitación
funcional, paliativos, demencias y
psicogeriatría.
Por regla general, las fronteras entre un tipo de residencias y centros no están tan delimitadas,
coexistiendo modelos mixtos, con aspectos de una y otras. En el ámbito español destacan los
CCC con orientación médica geriátrica pero sin llegar a tener desarrollados completamente la
23
tecnología terapéutica, y dependiendo de la capacidad de realizar pruebas diagnósticas,
tratamiento de urgencias y problemas agudos en los hospitales asignados.
Por otro lado las residencias suponen un recurso alternativo para mantener y proseguir con los
cuidados y tratamientos continuados de muchas personas con insuficientes cuidados
domiciliarios. No todas las áreas de salud de una provincia disponen de servicios de Geriatría
de referencia (Pérez del Molino Martín & Sanz-Aranguez Ávila, 2008).
En el año 2006 la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), en su estudio
“Nivel de adecuación de los recursos geriátricos en los hospitales generales españoles:
período 2003-2005” mostraba el estado de implantación de las unidades geriatría en España.
Destaca como Comunidades tan importantes como el País Vasco carecían de este tipo de
servicios en sus Hospitales públicos, que contrastan con los datos de Aragón que ya en este
año estaba por encima del 60%.
Figura 2. Estado de implantación de unidades de geriatría en España (Gómez Pavón et al
2006).
24
e) Características de la residencias centradas en las personas
En los centros españoles, en la actualidad, un nuevo modelo de residencia se está implantando
poco a poco. Son centros que siguen el modelo de atención centrado en la persona, centros
similares a los alojamientos alternativos, al modelo Housing (Reino Unido, Holanda,
Alemania…) que buscan garantizar el trato digno, algunas de esas características (Martínez,
2008)
- Combinan los espacios privados que garanticen la intimidad con otros comunes y
potencien la actividad social
- Permiten y animan a que las personas lleven sus propios muebles y pertenencias,
potenciando de esta manera la individualización de espacios
- Se apoya y se da importancia a las actividades cotidianas y significativas.
- Defienden la autodeterminación, el respeto a los proyectos de vida y las preferencias
de las personas
- Apuestan por metodologías de planificación centradas en la persona donde los
mayores tengan un papel activo en sus cuidados y atención.
Diversos autores (Leichsenring et al, 1998) demostraron que instituciones que centran sus
esfuerzos en los puntos señalados anteriormente mejoran la calidad de vida de las personas en
relación a centros diseñados de manera estándar, centrados en los servicios de atención.
Este concepto de residencias comenzó a desarrollarse en Europa a finales de la década de los
noventa, en España todavía no ha tenido éxito este tipo de residencias quedando reducido a
unidades experimentales o pequeñas unidades dentro de las propias residencias. A día de hoy
el modelo residencial español sigue estando demasiado centrado en la prestación de servicios
como elemento clave, fomentando en exceso la dependencia de los mayores desde el
momento del ingreso en la misma independientemente del grado de dependencia del mayor.
1.2. La residencia como fuente de experiencias en la persona mayor.
"Nuestras posesiones nos pertenecen y las posesiones personales son partes tangibles de ese
pasado. Los objetos de plata, cristal, porcelana, tela, algunos muebles, especialmente de
madera, ya que es resistente al paso del tiempo, libretas de notas, álbumes de fotos, retratos
25
familiares y otros recuerdos de la vida de un individuo en la tierra, que pasan de unos a otros,
son las partes tangibles de la vida de un individuo. Durante una vida, estos objetos nos
recuerdan con su presencia diaria lo que un individuo es; cuando pasan a otros, llevan consigo
la presencia tangible del dador al futuro" (Boschetti, 1984).
El ingreso en una residencia por parte de la persona mayor, es un proceso largo y duro con el
que se tiene que enfrentar y comporta la reconciliación de necesidades y emociones
conflictivas durante un período de tiempo considerable. En el momento de ingreso en la
residencia, se debería tener en cuenta el proceso de adaptación y cambio vital en el anciano
para facilitar el proceso adaptativo a la nueva vida, a la nueva realidad. Para las personas
mayores supone un proceso de duelo similar al que se atraviesa cuando fallece un ser querido,
y pasan por las etapas del duelo descritas por (Kluber Ross, 1969) desde la negación hasta la
aceptación final que cierra el proceso adaptativo. El ingreso supone dejar atrás su casa, su
entorno, su barrio, sus amigos y comenzar de nuevo de cero en un nuevo lugar, nuevos
espacios y nuevas reglas. Por lo tanto las residencias deberían de tratar de recoger todas las
experiencias de los mayores y adaptar los programas de intervención a las necesidades reales
de este colectivo, personalizar e individualizar el trato y analizar las distintas motivaciones y
causas que les han llevado a ingresar en un centro de cuidados continuos.
a) Motivos del ingreso en una residencia.
Ingresar en una residencia de mayores es una elección que supone dejar atrás partes
fundamentales de la vida de la persona mayor como su domicilio, sus recuerdos, su entorno
social su barrio o su pueblo y sobre todo sus amistades y familiares. Entre los principales
motivos de ingreso son variados destacando: (Castellón & Romero, 2004).
- La ausencia de cuidados: El deterioro físico se incrementa y se produce una escasez en
los cuidados. La persona mayor no puede hacer frente a sus propias necesidades, los
familiares cercanos se encuentran lejos y conlleva la necesidad de un ingreso en un
centro de cuidados como la residencia.
- Presencia de deterioro cognitivo: Comienza a generar inseguridad en la persona
mayor, no tiene por que ir acompañado con una demencia pero si existe unos
importantes déficits de memoria que hacen necesaria la institucionalización.
26
- Incapacidad grave y limitación funcional severa, sufrir enfermedades incapacitantes
(Ictus, Parkinson o enfermedad de Alzheimer u otras demencias): Estos motivos son
las principales causas de ingreso en una residencia, cuando la familia claudica ante
estas patologías y acaban facilitando el ingreso del mayor.
- Soledad: Vivir solo en un domicilio, con la familia geográficamente dispersa y con
pocas redes sociales alrededor es uno de los motivos por los cuales una persona mayor
decide ingresar en un centro residencial.
- Demencia del cónyuge: La dificultad de entender la vida separado de la persona con
quien la has compartido lleva a muchos mayores a ingresar en una residencia.
Otros elementos a considerar en el momento de ingresar a una persona mayor son:
Presencia de cuidados complejos que sobrepasan las capacidades del cuidador y del
entorno del domicilio: Este quizás sea el principal motivo de ingreso en una
residencia, de ahí que la participación de las familias en estos centros sea una de los
principales retos en la atención a los mayores
Se han descartado todas las posibilidades terapéuticas que podían mejorar a la persona
en el domicilio y/o en el hospital y se han agotado otros recursos como los cuidados
domiciliarios o centros de día: En la inmensa mayoría de los casos la residencia es
siempre el último recurso, previamente se han probado todas las opciones posibles
para poder mantener al mayor en su entorno, en su domicilio y en su ambiente (Torres
2005).
Ausencia de apoyo y/o claudicación del cuidador principal y la familia: Sucede
cuando la familia dice basta. En caso de enfermedades largas como las demencias,
donde se intenta aguantar el mayor tiempo posible, hasta que al final la familia
observa que no queda más opción que buscar una residencia como salida a la situación
conflictiva en la que están.
b) Fases de adaptación a la residencia:
Brandburg (2007) describe la presencia de una transición y un proceso de adaptación del
mayor durante y tras la admisión e ingreso. Este proceso de transición se caracteriza por
diferentes elementos entre los que se encuentran una reacción inicial, caracterizada por
reacciones emocionales, desorganización, sensación de estar “sin techo”. Seguido de un
proceso de reajuste influenciado por el ambiente, los valores personales, la historia de vida y
27
las circunstancias que provocaron la admisión en la residencia. Terminando por una
aceptación positiva o negativa.
Coincide con este trabajo, Heliker & Scholler-Jaquish (2006) muestran como existe un
periodo de desorganización tras el ingreso y la adaptación posterior del mayor. La presencia
de la sensación de ruptura y de estar “sin hogar” hasta aprender las normas de la institución.
La necesidad de creación de un espacio propio es manifestada por los mayores de este
estudio, así como la necesidad de contar su historia al resto de residentes para encontrar un
significado a la experiencia de ingreso.
Leturia (2007), muestra como existen tres fases de adaptación; el ingreso, la adaptación y la
integración.
El ingreso.
Está considerado un momento de transición en la vida de la persona, similar, al
matrimonio, la jubilación o el fallecimiento de un ser querido. Significará por tanto un
cambio muy importante en el ciclo de su vida. Trasladarse a un medio residencial,
implica “rupturas”, de tipo afectivo (las amistades, la familia, disminución de
relaciones sociales), materiales (dejar el hogar, los objetos personales) y de posición
social: El auto-concepto propio cambia, adoptando posturas personales, que
posteriormente no se corresponden con la realidad (Leturia, 2007). Desde el punto
de vista social se asocia ingreso en residencia con dependencia, debilidad, pérdida
del control de la propia vida (Leturia, 2007). Adecuarse a la vida en residencias es
difícil cuando hablamos de una tercera edad, caracterizada por su gran
heterogeneidad, que tiene que dejar espacios, posesiones personales y rutinas y
adaptarse a una serie de normas más homogéneas, con un conjunto de individuos
muy diferentes”. El residente tendrá que incorporar en su vida nuevos sonidos, nuevos
olores, dar información relevante de su vida a terceros , vivir en un espacio
reducido, en muchos casos compartido, acostumbrarse a escenarios dif íci les de
pudor o muerte y aprender nuevas rutinas.
La adaptación.
La adaptación es continua en el tiempo. El residente tendrá que ir acoplándose a nuevas
exigencias ambientales, problemas de organización, cambios de habitación, compañeros
28
diversos, y también a su propia evolución en el centro.
No obstante es interesante tener en cuenta algunas cuestiones sobre esta fase, tales como
(Leturia, 1999):
Valorar los aspectos afectivos del residente tras el ingreso. La valoración
inicial tiene componentes emocionales, que después van desapareciendo.
Realizar un seguimiento durante el primer mes, desde todas las disciplinas.
Orientar al residente hacia actividades o programas que favorezcan las
relaciones interpersonales.
Favorecer una implicación familiar.
Cuidar la relación con la familia
La integración.
El concepto integración es difícil de valorar, sobre todo porque los profesionales no
tienen la experiencia vital de residir en una institución con unas características concretas,
y con una edad avanzada donde la adaptación a los cambios es mucho más complicada.
En ocasiones, los mayores no se integran nunca, aunque entienden que va a ser el lugar
donde pasarán el resto de su vida.
Las relaciones sociales con compañeros, mantener vínculos con los familiares, participar
activamente en las actividades del centro, un buen estado de ánimo, entablar
adecuadas relaciones con el personal y la colaboración en los cuidados diseñados para el
mismo, pueden ayudar a testar hasta dónde llega el estado de bienestar o malestar del
residente tras el ingreso.
c) Objetivos de cuidados en las residencias.
En la actualidad las residencias pretenden potenciar las actuaciones multidisciplinares
abarcando la atención de las personas mayores en todas sus perspectivas (Ramos, 2003) En
este sentido podemos esbozar como objetivos generales de las residencias:
Alojamiento, manutención y cobertura de necesidades básicas (aseo, higiene, vestido,
etc.).
Fomentar las relaciones sociales y convivencia evitando la soledad y el aislamiento.
29
Favorecer la autonomía y capacidad funcional. fomento de autocuidados.
Prevención, tratamiento y rehabilitación del deterioro.
Mantener y potenciar el bienestar físico, psíquico, social y funcional. es decir, la
salud.
Alcanzar el máximo grado de calidad de vida, bienestar percibido y satisfacción.
Prevenir, detectar y tratar de inmediato enfermedades agudas e iatrogénicas.
Estabilizar y retrasar en lo posible el avance de enfermedades crónicas.
Tabla 3. Elementos de abordaje dentro de una residencia. Modificada de Pérez del Molino
Martín y Sanz-Aranguez Ávila, 2008.
Además de la atención descrita en estos centros puede tener servicios o unidades
especializadas adicionales como unidades de agudos o psicogeriátricas. En el caso de las
unidades de agudos, son unidades o espacios reservados para llevar un control más
continuado y cercano de la persona mayor que presenta una enfermedad aguda o
reagudización de una crónica (Pérez del Molino Martín & Sanz-Aranguez Ávila, 2008).
Este recurso no pretende sustituir a la hospitalización, sólo mantener en un medio conocido y
cercano a la persona mayor que presenta alteraciones y en el que puede permanecer la familia
de manera continua, evitando de esta manera estados confusionales alterados y la
desorientación que suele aparecer en las personas mayores como consecuencia de las
Elementos de abordaje dentro de un centro de cuidado continuados
Control del momento del ingreso.
Altas y traslados.
Situación funcional.
Estado Físico
Accidentes
Estado cognitivo
Conducta.
Ánimo
Sueño
Alimentación y nutrición.
Continencia.
Estreñimiento.
Estado sensorial y comunicación.
Ambiente.
Ocupación y relación.
Abordaje clínico
Integridad de la piel.
30
continuas derivaciones hospitalarias en caso de problemas de salud (Pérez del Molino Martín
& Sanz-Aranguez Ávila, 2008).
En el caso de las unidades psicogeriátricas, son unidades centradas principalmente para
personas con demencias y que además presentan los denominados SCPD (Síntomas
Conductuales y Psicológicos en Demencia): Gritos, agitación, deambulación…
En estas unidades tienen como objetivos: a) Mejorar la calidad de vida de las personas con
demencia, b) prestar una adecuada atención socio-sanitaria a las personas afectadas de
procesos demenciales, c) disminuir las contenciones físicas y químicas, y d) desarrollar
programas que faciliten y mejoren la autonomía del residente, desde programas basados en la
estimulación cognitiva, a programas basados en el campo de la terapia ocupacional o de las
terapias de validación a fin de disminuir conductas desadaptativas
En estas unidades se trabaja con los familiares de los residentes, con la finalidad que acepten
el proceso en el que este se encuentra, se centre en las capacidades que en la actualidad es
capaz de conservar, asumir que deben plantearse nuevos retos en el cuidado de su familiar, y
asumir que deben cuidar del enfermo sin descuidarse así mismo.
d) Actividades y programas: La atención multidisciplinar.
Dentro de las actividades y programas que deben presentar las residencias pueden ser variados
pero debería contar como esenciales los siguientes (IMSERSO, 2004).
Valoración al ingreso y durante toda su estancia con las periodicidades que se
determinen por los problemas de salud y necesidades de cuidados.
Seguimiento clínico y de enfermedades crónicas.
Valoración de síndromes geriátricos.
Valoraciones geriátricas programadas.
Organización de actividades preventivas.
Organización de la rehabilitación física y funcional.
Ambiente adaptado para ser cuidado y para vivir.
En este último caso, cobra especial importancia debido a que la residencia no es sólo un
centro de cuidados, aplicación de terapias y mantenimiento y rehabilitación funcional. Es el
nuevo hogar de la persona mayor y se debe cuidar aspectos tan sencillos como ambientes que
promuevan la seguridad, la comunicación y la máxima autonomía y accesibilidad. Respeto de
31
la privacidad y de las estancias personales de los residentes, no olvidar que su habitación, es
su casa. Programar actividades recreativas y de ocio y alternativas culturales y de recreo
acordes con sus capacidades. La relación con los profesionales y el personal de la residencia,
junto a su familia es de vital importancia.
Junto a los anteriores existe un elemento dentro de toda la atención a los mayores y es la
presencia de los equipos interdisciplinares.
e) Beneficios de la atención multidisciplinar.
Aunque los términos multi e interdisciplinario se han empleado indistintamente para definir
los equipos de trabajo, existen algunas diferencias entre éstos:
El equipo multidisciplinario es un grupo de diferentes profesionales que trabajan en un
área común de forma independiente, valoran al enfermo por separado e interactúan
entre ellos de manera informal. (Pujol 2008).
El equipo interdisciplinario (es el tipo de equipo asistencial en geriatría) está
constituido por diferentes profesionales que trabajan en un área común de forma
interdependiente e interactúan entre ellos de manera formal e informal. Pueden valorar
al enfermo por separado pero intercambian la información de una forma sistemática,
comparten una metodología de trabajo y trabajan juntos para conseguir unos objetivos
conjuntos, colaborando entre ellos en la planificación y puesta en marcha de un plan
de tratamiento y cuidados (Campbell & Cole, 1987).
Se demuestra la eficiencia de la valoración interdisciplinar frente a valoraciones
«monodisciplinares», a nivel de reducción de mortalidad, mejoría de la funcionalidad,
disminución de reingresos hospitalarios, disminución de las tasas de
institucionalización y de la sobrecarga de los cuidadores.
Estudios como los de Keough, et al (2002), Caplan, et al (2004) y los de Melis, et al
(2008) en los que avalan la intervención multidisciplinar como un elemento clave en
la atención del anciano, sobre todo en situaciones de vulnerabilidad y fragilidad. Es
preciso destacar que la interdisciplinariedad en geriatría, es una realidad que se
manifiesta por el desarrollo de programas comunes entre los diferentes ámbitos de la
atención al anciano, ya sea en hospitales, como en atención primaria y en servicios
sociales.
32
f) Obstáculos en los centros.
La presencia de equipo interdisciplinar confluyendo en un mismo medio de manera continua
y simultáneamente permiten detectar de manera precoz complicaciones, facilitar la
comunicación y la visión desde distintos puntos de vista disciplinares y realizar actividades en
conjunto que ayudan a evitar y minimizar los riesgos y problemas de la persona mayor. En
estos últimos casos el contacto con la familia y amigos de las personas mayores adquiere otro
significado respecto al personal debido a que tanto la persona mayor como su familia pueden
acceder al profesional sin ningún tipo de problema o barrera organizativa. El acceso al
profesional y la demanda de información y evolución de su familiar es más directo y
continuo.
Pero también existen obstáculos en estos centros que pueden influir en la vida de los
residentes y en su atención. Entre otros:
La dificultad en la coordinación entre la residencia y hospitales, a la hora de traslados,
ingresos y derivación por problemas agudos.
Falta de reconocimiento como centros de cuidados complejos, considerándose como
cuidado mínimos.
Prejuicio sobre la residencia, los mayores y sus necesidades.
Escaso número de profesionales con formación adecuada.
Elevada tasa de rotación y abandono de los profesionales.
Insuficiente personal.
Las tarifas sobrepasan las posibilidades de muchas familias.
Distanciamiento de núcleos urbanos, estando situadas en las periferias de las ciudades.
Orrell et al (2008) realizo una investigación en la que trabajo con las percepciones mutuas que
tenían los profesionales y los familiares y que por lo tanto generaban obstáculos importantes
en la comunicación y en la atención que recibía el residente. Estos obstáculos eran los
siguientes:
33
Tabla 4. Obstáculos en la comunicación. Tomado de Orrell et al (2008).
FAMILIA EN RELACIÓN A PROFESIONALES PROFESIONALES EN RELACIÓN A LAS
FAMILIAS
1. Falta de tiempo para la realización
adecuada de tareas
1. Demasiadas quejas y falta de valoración
del esfuerzo que como profesionales
realizan
2. Escasa formación en problemas difíciles
de manejar como los relacionados con la
familia
2. Interfieren mucho en el trabajo cotidiano
de la residencia
3. No saben transmitir información sobre el
residente, escasa comunicación,
demasiada rigidez
3. Necesitan estar constantemente contando
emociones y sentimientos
4. Muy estresados, este estrés influye en el
trato al residente
4. Muy estresados y pagan con ellos las
demandas de su familiar
5. Tienen buena voluntad y disposición 5. Valoran positivamente la necesidad de la
familia de seguir cuidando dentro de la
residencia
Hasta aquí se ha descrito la atención que precisan las personas mayores, se he desarrollado un
medio en concreto, los centros de cuidados continuados (residencias), se he mostrado el
progresivo aumento de las residencias, de las plazas destinadas a dar cobertura a una
población cada vez más envejecida, dependiente, con necesidades de cuidados y se mostrado
el entorno donde algunas personas mayores tiene que desarrollar de nuevo su vida.
Pero ¿Cómo viven el ingreso en una residencia?, ¿Cómo lo experimentan? No nos referimos
solo a nivel funcional, emocional y cognitivo. Intentamos conocer y profundizar aún más.
¿Cómo influye ese nuevo medio, esa nueva dinámica, normas, personas, profesionales,
características propias de los centros…en nuestros mayores?, ¿Existe un cambio vital? , y
sobre todo ¿Cuál es el significado que dan a esa experiencia?
34
1.3. Pertinencia del estudio.
Es preciso desarrollar estudios para conocer en profundidad las experiencias y los procesos de
las personas mayores dentro de las residencias. Esto permitiría conocer no solo sus opiniones,
sino poder profundizar en el significado que dan al hecho de ser ingresados en un centro con
unas características tan diferentes a lo que hasta ese momento llamaban hogar. La
construcción del significado de vivir en una residencia puede ayudar a los profesionales y a
las administraciones, a entender los mecanismos por los que unas personas mayores
consiguen adaptarse a la institucionalización y porque otros presentan problemas de
adaptación.
Esto generaría las siguientes aportaciones:
Conocer en profundidad un fenómeno poco conocido en España: Los efectos del
ingreso en una residencia en las personas mayores.
Describir su vivencia y en como ellos mismos perciben, valoran y construyen el
significado de vivir en día a día en un centro de cuidados prolongados.
Desarrollar estudios en un sector de la población mayor poco estudiada en el ámbito
español.
Conocimiento sobre la rutina y dinámica de las residencias; facilitando la adaptación y
modificación de formas de organización en base a las necesidades de las personas
mayores.
Conocimiento sobre las relaciones y el trato entre las personas mayores y los
profesionales que conviven con ellos. Pudiendo desarrollar programas de interacción
intergeneracional, estimulación social, encuentros y animación dentro de la residencia,
facilitando la adaptación de las personas mayores.
Facilitaría el desarrollo de programas e iniciativas formativas del personal en base al
significado, perspectiva y expectativas de los mayores.
Facilitaría el desarrollo de programas e iniciativas educativas orientadas hacia las
personas mayores de manera más eficaz, cubriendo sus expectativas y necesidades
reales y no las esperadas en centros de este tipo.
En definitiva, se crearían estrategias de mejora, en base a la experiencia de los mayores.
35
2. PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN Y OBJETIVOS.
2.1. Pregunta de investigación.
Es preciso destacar que los estudios cualitativos que estudian las experiencias personales
(fenomenológicos), pueden establecerse sin hipótesis previa, pero con una pregunta que centre
el estudio. Por eso se comienza con una pregunta de investigación suficientemente amplia y
exploratoria para abordar el fenómeno desde todas las perspectivas posibles (Braun & Clarke,
2006).
¿Cómo es vivir en una residencia asistida? o ¿Cuál es la experiencia vivida de las
personas mayores dentro de una residencia?
2.2. Objetivo General.
Conocer las experiencias vividas de los mayores que ingresan y viven en una
residencia.
2.3. Objetivos Específicos.
Describir los elementos de esta nueva etapa de los mayores.
Describir como influyen las normas y organización de la residencia en los mayores.
Describir las consideraciones de dependencia y validez de los propios residentes.
Describir la vivencia respecto a la comida dentro de la residencia.
Describir la convivencia y las relaciones entre los residentes y entre estos y los
profesionales del centro.
Describir la vivencia de los recursos económicos tras el ingreso.
36
3. MATERIAL Y MÉTODOS.
3.1.Marco teórico-metodológico: Justificación del método.
El empleo de metodología cualitativa se utiliza como método de aproximación a la realidad de
enfermos y personas institucionalizadas, para estudiar y comprender como se desarrollan
procesos específicos, como la salud y la enfermedad (Morse & Richards, 2002).
En el momento de acercarse a situaciones y experiencias vividas por los residentes es preciso
utilizar una metodología y técnicas que nos permitan explorar otros aspectos, no sólo aquellos
cuantificables mediante un instrumento como una escala o un test. En este caso el estudio de
las experiencias, la construcción de significados, y del comportamiento de los mayores que
viven en una residencia, nos dirige a una metodología cualitativa, como muestran los trabajos
de Eakin y Mykhalovsky (2003), Starks y Trinidad (2007), Kuper, et al (2008a) y Jack
(2006).
Se utiliza el diseño cualitativo (Morse & Richards, 2002) en caso de: “...si el propósito es
conocer el sentido de situaciones complejas, de múltiples datos, de múltiples contextos, y de
fenómenos cambiantes…si el propósito es aprender desde los participantes de su lugar
habitual en el que desarrollan su experiencia, su significado y como ellos interpretan esa
experiencia, tu necesitas métodos…para descubrir…sus percepciones y la complejidad de sus
interpretaciones…si el propósito es comprender el fenómeno en profundidad y en detalle.”
Benoliel (1984) señala que las aproximaciones cualitativas son ideales para conocer y
comprender la adaptación de los individuos a experiencias críticas de la vida, como
enfermedades crónicas, cambios en el desarrollo e institucionalización en centros de cuidados.
Con la metodología cualitativa se pretende aprovechar toda esa riqueza de información
aportados por los participantes, el entorno, el contexto y la interrelación entre ellos, para
obtener resultados que permitan ayudar a comprender los motivos por los que las personas
actúan en situaciones como la salud, la enfermedad y la discapacidad. Conocer su experiencia
y estudiar como las creencias y la cultura pueden influir en adoptar determinadas medidas y
comportamientos: “...se pueden usar para obtener detalles complejos de algunos fenómenos,
como sentimientos, procesos de pensamiento y emociones, difíciles de conocer por otros
métodos de investigación” (Corbin, 2003).
En ocasiones es preciso realizar este tipo de metodología para conocer una situación nueva.
Polit & Hungler (1997: 256):” Uno de los motivos principales de la realización de estudios
cualitativos es la descripción. Cuando se conoce poco sobre un grupo de personas, de una
37
institución o de un fenómeno”. Por ejemplo las experiencias de un grupo de mayores en una
residencia: ¿Cómo se enfrentan al nuevo entorno?, ¿Qué tipo de apoyo tienen a su
disposición?
Como Taylor & Bogdan (1992: 20-21) exponen, la metodología cualitativa:”…consiste en
más que un conjunto de técnicas para recoger datos. Es un modo de encarar el mundo
empírico”. Además exponen que se debe entender cuando se habla de investigación
cualitativa:
”…ve al escenario y a las personas en una perspectiva holística: las
personas, los escenarios o los grupos no son reducidos a variables, sino considerados
como un todo…estudia a las personas en el contexto de su pasado y de las situaciones
en las que se hallan.”
“…tratan de comprender a las personas dentro del marco de referencia
de ellas mismas… es esencial experimentar la realidad tal como otros la experimentan.
Los investigadores cualitativos se identifican con las personas que estudian para poder
comprender cómo ven las cosas.”
“Los métodos cualitativos son humanistas. Los métodos mediante los
cuales estudiamos a las personas…influyen sobre el modo en que las vemos. Cuando
reducimos las palabras y actos de la gente a ecuaciones estadísticas, perdemos de vista
el aspecto humano de la vida social… Aprendemos sobre…la vida interior de la
persona.”
3.2. Diseño del estudio.
Es preciso señalar que dentro de las aproximaciones cualitativas utilizadas se ha elegido un
método congruente con la pregunta central de la investigación: ¿Cómo es vivir en una
residencia asistida?
Se ha de utilizar una aproximación que estudie y analice las experiencias y vivencias (Burns
& Grove, 2001) de los mayores ingresados en una residencia. La fenomenología es la
aproximación cualitativa indicada para ello. El marco teórico de este estudio está dentro de la
denominada fenomenología descriptiva, cuyo máximo exponente fue Husserl (Ray, 2005), y
se realizará un análisis de las narraciones de los residentes mediante la propuesta de Giorgi
(Giorgi, 1975; 2000ª; 2000b; 2005).
La fenomenología es un camino de pensamiento desarrollado por filósofos europeos, en el
que el más destacado fue Edmund Husserl, en la primera década del siglo XX, seguido más
38
tarde por Martín Heidegger, Maurice Merleau Ponty, Gabriel Marcel y Jean Paul Sastre
(Walton & Madjar, 1999). Dentro de la fenomenología descrita por Husserl, buscaba las
esencias de las cosas, de las experiencias de las personas. Era preciso describir los fenómenos
para poder obtener su esencia, su verdadero significado. Como Cohen y Omery (2005: 187)
escriben:”Creía…que la ciencia necesitaba una filosofía que restituyera el contacto con las
preocupaciones humanas más profundas…buscaba una filosofía sin presuposiciones.”
Husserl así mismo empleo el término “epoche” para indicar la necesidad de “suspensión y
retención” de las creencias. Mediante el método de la reducción fenomenológica, permitiría el
examen crítico de las cosas sin que intervengan las creencias interpretativas del investigador.
Esta manera de aplicar el método científico ante eventos o situaciones difícilmente abordables
por la filosofía de la época supuso un salto exponencial en el estudio de los fenómenos
sociales en los que se ven inmersas las personas. Al fin y al cabo lo que pretendía Husserl
era:”…describir el significado de una experiencia a partir de la perspectiva de quienes la han
tenido…describir el significado de una experiencia a partir de la visión del mundo de quienes
han tenido esta experiencia y como resultado le han adjudicado un significado” (Cohen y
Omery, 2005: 198). La fenomenología en general intenta comprender el significado de la
experiencia humana, es:”… un estudio de las esencias” (Merleau Ponty, 1985) o citando a
Dew (2007): “…es una ventana dentro de las experiencias de los otros”.
El contexto que forma la experiencia vivida consta de varios elementos; el tiempo (momento
que ocurre el fenómeno), el espacio (lugar donde ocurre), la persona que vivencia esa
experiencia y la interacción con otros y el mundo que le rodea (Boyd, 2001). De este modo
las personas se consideran ligadas a su mundo y sólo son comprensibles en su contexto:”…de
la relación de las personas con las cosas, la gente, eventos y situaciones diarias” (Morse &
Richards, 2002).
Se entiende por la experiencia vivida a todas aquellas experiencias y acciones humanas
realizadas y experimentadas por el propio individuo (Vellone et al, 2000). Este concepto
implica varios elementos: La vivencia; al ser una “experiencia vivida”, es preciso que la
persona o el sujeto de interés la haya vivido y experimentado de primera mano, no a través de
otros. Otro elemento es el tiempo; debido a que se ha vivido, ya ha pasado. No se puede
plantear una posible o potencial experiencia vivida, que aún no haya ocurrido. Finalmente
otro de los elementos es la “experiencia”, definida como un suceso o percepción de cualquier
situación de la vida diaria, de la realidad que envuelve al sujeto, en su propio entorno cultural
y situación social (Van Manen, 1990). Por lo tanto la “experiencia vivida” es la percepción,
reflexión y toma de consciencia de situaciones u acciones que le han pasado al sujeto, dentro
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de un entorno geográfico, social y cultural determinado. A esta experiencia vivida siempre se
le da un significado por el propio sujeto que la ha vivido (Giorgi, 1997). La fenomenología
busca encontrar ese significado dado por la persona a su experiencia.
¿Qué elementos son considerados importantes para recoger la experiencia vivida?
Opiniones, pensamientos y reflexiones del residente.
Sentimientos y emociones expresados verbalmente o con lenguaje no verbal.
Percepción de situaciones, acciones, entornos, comportamiento de otros, etc.
El medio de transmisión, a través de la conversación, o mediante relatos personales,
documentos, diarios, etc.
En fenomenología la pregunta se formula preguntando sobre como ha vivido o experimentado
el fenómeno a estudiar. La muestra se centra en aquellos individuos que han experimentado la
situación, evento, o fenómeno a estudio (Morse, 2000a). La recogida de datos irá destinada a
recoger la información de la fuente principal, el protagonista de la experiencia vivida. Por
parte del investigador se debe “retener” (bracketing) todo conocimiento previo (Gearing,
2004), se debe encontrar con el fenómeno fresco y describir lo que percibe y escucha (Morse
& Richards, 2002, Morse, 2000b).
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Tabla 5. Congruencia entre los elementos de un estudio cualitativo Fenomenológico.
APROXIMACIÓN
CUALITATIVA
EMPLEADA.
PREGUNTA PREGUNTA DE
INVESTIGACIÓN
FUENTES Y
DATOS
LUGAR Y
PARTICIPANTES
RECOGIDA DE
DATOS.
TÉCNICAS DE
ANÁLISIS
TIPOS DE
RESULTADOS
Fenomenología Preguntas en
relación al
significado de
algo, una
situación, un
fenómeno o
experiencia.
¿Cuál es el
significado de…?
¿Cuál es la
experiencia vivida
de vivir en una
residencia?
Primarios:
Grabaciones de
entrevistas en
profundidad.
Secundarios:
Diarios, relatos y
narraciones
personales.
Residencias
asistidas.
Participantes lo
mas
representativos,
que puedan aportar
información
relevante de la
experiencia:
Residentes
Entrevistas en
profundidad:
Entrevistas No
estructuradas y
entrevistas Semi-
estructuradas.
Análisis de
documentos
personales
aportados por los
informantes.
Desarrollo de
temas y subtemas
a través del
análisis de los
textos de la
transcripción de
las entrevistas.
Se obtiene una
descripción de
la experiencia
vivida (vivir en
residencias).
Se muestra la
experiencia
vivida en forma
de temas y
subtemas
identificados.
41
3.3. Rol del investigador: Bracketing y posicionamiento del investigador.
El rol del investigador se describirá desde el comienzo de la investigación. El fin último es
describir todos los elementos que pueden condicionar al investigador durante el estudio. Este
proceso es determinante debido a:
El investigador forma parte del estudio debido a que esta inmerso en la recogida y
análisis de los datos (Stark & Trinidad, 2007).
La recogida de datos no implica una recogida “aséptica”, obliga al investigador a
interaccionar con los participantes y su contexto social. Existe una influencia
mutua (Munhall, 2001).
Su conocimiento previo puede impedir que se acerque al fenómeno de estudio con
suficiente “naturalidad” para poder observarlo y estudiarlo de tal manera que
obtenga la verdadera esencia del fenómeno, de lo que es, y no de lo que el piensa
que es (Kleiman, 2004).
Debido a lo anterior se establece la necesidad de “retener” o “sostener” (Bracketing) el
conocimiento previo del investigador, para poder profundizar sin ideas preconcebidas en el
trabajo de campo y poder obtener información de primera mano, sin interpretaciones previas
(Gearing, 2004). Este proceso de bracketing o “retención” del conocimiento previo, no evita
la influencia total del investigador, pero si contempla su inclusión dentro del protocolo de
investigación, para considerarlo como una fuente de información más dentro del estudio, para
poder ser reintegrada en fases posteriores. Así Donalek (2004) señala:”…la investigación no
es verdaderamente fenomenológica a menos que las creencias del investigador se incorporen a
los datos.”
En esta tesis el bracketing se ha establecido de 2 formas (Dowling, 2007):
Establecimiento del posicionamiento del investigador siguiendo las indicaciones de
Malterud (2001). Describiendo los siguientes elementos: Marco teórico previo, pregunta
de investigación, participantes seleccionados, creencias sobre el ingreso en residencias,
experiencia profesional y motivación que guía el desarrollo de la investigación.
Realización en los participantes de entrevistas no estructuradas, en la primera fase del
estudio para no condicionar, ni guiar las respuestas de los participantes. Posterior a esta si
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es posible utilizar otros modos de muestreo y recogida de datos (Morse & Richards,
2002).
Malterud (2001) señala la importancia del posicionamiento del investigador de manera previa
a iniciar el estudio. Este posicionamiento es preciso y necesario en los estudios cualitativos,
debido a que el investigador forma parte y está integrado en el método (Morse & Richards,
2002). Como indica Malterud (2001): “Señalar de manera previa los pensamientos
preconcebidos en los estudios cualitativos no es un sesgo, a menos que no se mencione…”.
Tabla 6. Posicionamiento de los investigadores. Modificado de Malterud (2001).
Marco teórico previo
El ingreso en una residencia, no es un proceso aséptico, sin repercusiones en los mayores. La
presencia de dependencia funcional, tiempo de estancia previsto podrían influir en la vivencia y
significado de vivir en una residencia de ancianos
¿Qué quiere investigar?
El efecto de vivir en una residencia, en las personas mayores ingresadas.
Informantes principales que puedan dar información de primera mano de la experiencia
vivida de vivir en una residencia.
Los propios residentes. Introduciéndose en aquellos lugares donde puede recolectar la mejor
información; las residencias de personas mayores.
Las ideas preconcebidas o creencias de los investigadores respecto a la experiencia de
vivir en una residencia.
Vivir en una residencia puede modificar su vida personal, a nivel de relación de pareja, sexo o
amistad.
La adaptación a la residencia, aunque puede plantear complicaciones en algunos mayores, a nivel
vivencial también podrían aparecer una visión y perspectiva negativa de su situación. Si bien es cierto,
que se aplica una atención más continuada según sus necesidades, la institucionalización podría influir
negativamente en otras dimensiones de la persona, no sólo a nivel funcional, psicológico y emocional.
Las experiencias previas de los investigadores.
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De los investigadores; el investigador principal y otros cuatro miembros han tenido experiencia laboral
en residencias. El resto del equipo de investigación no ha tenido un contacto tan directo. Esto facilita
que el contacto con las residencias y los mayores sea sin pretensiones y sin experiencia previa que
pueda condicionar su opinión.
Aún a pesar de todo, los investigadores que no han tenido contacto con personas mayores en el mundo
residencial, presentan estereotipos sobre la atención que reciben las personas mayores. En resumen
aparecen estereotipos como: Falta de cuidado, masificación, falta de personal, y poca cualificación de
los profesionales.
Motivación para desarrollar esta investigación.
Profundizar en la experiencia real de los mayores que viven en una residencia, conocer el significado
que dan al hecho de convivir con otras personas en una institución, con todo lo que conlleva; vivir
rodeado de personas dependientes, normas de la residencia, relación entre ellos y los profesionales,
etc..
3.4. Población de estudio.
En esta apartado se determinan los componentes necesarios para la selección de los
participantes, el contexto y los criterios para finalizar la recolección de datos del campo.
a) Criterios de inclusión/ exclusión.
Criterios de inclusión de los participantes
Personas mayores de 65 años. Que viven en una residencia, con estancia temporal o
permanente. Independiente del género. Ingresados en la residencia en el momento del estudio,
independientemente del motivo de ingreso. Con y/o sin deterioro funcional. Sin deterioro
cognitivo y con capacidad de comunicarse verbalmente o por otros mecanismos alternativos
en idioma español.
Criterios de exclusión de los participantes.
Presencia de deterioro cognitivo, alteración del nivel de consciencia, alteración de la
comunicación e incapacidad de comunicarse verbalmente o por otros medios. Menor de 65
años. No vivir en la residencia y acudir a la residencia por estancias diurnas, como servicios
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de centros de día o programas de terapia ocupacional o descarga de familiares de la
residencia.
b) Estrategias de muestreo.
Se realizó un Muestreo por propósito, a los primeros 15 participantes del estudio.
En este muestreo se acuden a lugares, contextos o personas donde se prevé que se puede
acceder a información sobre el fenómeno de estudio: La experiencia de vivir en una
residencia. Para la selección de los informantes se tendrá en cuenta el cumplimiento de las
siguientes preguntas, descritas por Valles (2002), Mayan (2001) y Morse & Richards (2002):
¿Quiénes tienen la información relevante?
¿Quiénes son más accesibles física y socialmente?, ¿en qué contextos seré capaz de
reunir la mayor y mejor información acerca de mi tema de interés?
Estas preguntas están en relación directa con el estado social (cultura, religión, grupo
económico, profesión). Por eso es importante el conocimiento del contexto en la elección de
la muestra (Kuper et al, 2008b; Morse & Richards, 2002)
¿Quiénes tienen la información relevante? Se aplicó un muestreo “de casos típicos”
eligiendo aquellas personas mayores que viven en una residencia. Todos los casos
elegidos son los protagonistas de la experiencia de vivir en la residencia y son los que
tiene que contar su vivencia. No se siguió un perfil de residente determinado, ya que el
objetivo principal en un primer contacto (mediante muestreo a propósito) era contactar
con cualquier residente que cumpliese los criterios de inclusión.
¿Quiénes son más accesibles física y socialmente?, ¿en qué contextos seré capaz de
reunir la mayor y mejor información acerca de
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