SITIOS NATURALES DE SAN LUIS POTOSI
Los sitios naturales más sorprendentes de San Luis Potosí
Alejandra Briones
Lerma y Victor
Gabriel Bravo
Rangel 1°E
El Sotano de las Golondrinas
Las bellezas naturales –muchas clasificadas en la categoría de Patrimonio
Natural (formaciones geológicas, sitios y paisajes extraordinarios)– son
lugares que embelesan, que quitan el aliento, que provocan una sensación
difícil de describir. La percepción es relativa, pues lo que a uno le provoca
asombro a otro le puede provocar vértigo; tal es el caso del Sótano de las
Golondrinas, Área Natural Protegida catalogada como Monumento Natural.
En Aquismón existen dos sótanos maravillosos, el de Las Huahuas y el de las
Golondrinas. Dado que uno de los grandes atractivos del Sótano de las
Golondrinas es ver la salida o la
entrada de los vencejos (no de
golondrinas) en la
impresionante oquedad de 60
metros de diámetro, lo
más recomendable
es hospedarte en alguno de
los HOTELES del pueblo para
dirigirte al sótano ya sea
muy de madrugada o al
atardecer. Para comer en Aquismón te recomendamos las enchiladas
huastecas, los bocoles y el zacahuil, que son platillos tradicionales, y en la
plaza no olvides pedir un raspado de frutas. Alrededor de las 6 de la mañana
miles de vencejos y pericos salen en forma de espiral, produciendo una
algarabía indescriptible, y en la tarde regresan a sus nidos volando en picada,
entre sonidos y aleteos que inundan el ambiente.
La Media Luna
Una de las maravillas potosinas desde el punto de vista científico, ecológico,
histórico y turístico es la laguna de la Media Luna, a la que se considera el
manantial más relevante en el estado. Se trata de un ecosistema muy
importante, pues sus aguas irrigan gran parte de la Región Media, que ya de
por sí es una región agrícola y ganadera por excelencia. La diversidad de su
flora y fauna es de gran importancia científica y ambiental, por eso es una
reserva natural protegida y a los visitantes se les pide mucho respeto y
cuidado cuando llegan a pasar un día de campo, a nadar, a practicar bicicleta
de montaña por los numerosos senderos, y sobre todo cuando prenden
fogatas para acampar.
Si ya visitaste el Museo Regional de Rioverde, seguramente sabes que
muchas de las piezas arqueológicas que allí se exhiben fueron extraídas del
fondo de la Media Luna. Esto nos da a entender que desde épocas remotas
esta laguna fue un importante asentamiento humano y también un centro
ritual. Los modos y las formas cambian, pero de cierto modo sigue siendo un
lugar de reunión y de ritual, pues el contacto con el agua va más allá del
esparcimiento
Cascadas de Tamasopo
Es bien sabido que en la Huasteca Potosina, por tratarse de una región
montañosa y de bosque lluvioso tropical, hay muchas cascadas. En la mayoría
de los municipios hay caudalosos ríos que forman cascadas, pero en ningún
caso como en Tamasopo. No es gratuito que el nombre del municipio y de la
cabecera municipal, según una interpretación en lengua téenek (huasteco),
sea “lugar que gotea”.
La fama de las cascadas de Tamasopo trasciende fronteras, gracias a los
muchos visitantes que llegan a lo largo del año, pero sin hacer
aglomeraciones. Muy cerca del centro del pueblo se encuentra el balneario,
que es en sí la atracción principal, aunque no la única. El lugar cuenta con
buena infraestructura para que pases un agradable día de campo en familia o
con amigos, para que nades en las zonas más seguras, para que trepes la
pared rocosa y hagas saltos cortos de cascada, para que hagas también
senderismo, explores, tomes fotografías, te asolees o simplemente disfrutes
de la exuberancia del bosque en su máximo esplendor. Y cuando te dé
hambre, si no traes tus propios alimentos, en el balneario hay un restaurante
y una tienda donde puedes conseguir refrigerios, y así saciar el apetito.
En la parte del balneario hay un conjunto de tres caídas de agua con 20
metros de deslizamiento en
promedio, cada una.
Forman varias pozas, poco
profundas, que
dependiendo de la época
del año te asombrarán por
el color turquesa.
Cascadas de Tamul
En México hay muchas cascadas, todas de singular hermosura; en San Luis
Potosí también existen muchas, cada cual con su belleza muy particular.
Caminas un rato y llegas al mirador para disfrutar la panorámica cuyo punto
focal y fotográfico es la cascada. Hay caídas de agua que incluso te invitan a
que te acerques, a que disfrutes de su brisa y nades en las pozas que forman.
Es todo un deleite. Pocas son las cascadas que requieren un esfuerzo extra
para llegar a ellas, un esfuerzo gratificante; Tamul es una de ellas.
Considerada como la joya de las cascadas en la Huasteca Potosina, Tamul es
en sí interesante por lo que involucra, pues se forma con la unión del río
Gallinas, que cae sobre el
río Santa María, y allí da
inicio el río Tampaón.
Suena raro, pero ni quién
piense en eso cuando lo
que quiere disfrutar es de
la blanca cortina de 105
metros de altura.
Una manera de llegar es entrando por El Sauz, para tomar la desviación al
Naranjito y seguir la terracería hasta llegar a la orilla del río Gallinas, donde
debes dejar tu vehículo y cruzar al campamento Tamul. En este campamento
puedes comer pescado fresco a la brasas y admirar la cascada por la parte
superior. Una ventaja de esta ruta es que si te gusta el KAYAKISMO y cuentas
con gran experiencia, has de saber que el río Gallinas está clasificado como
clase III y que en algunos puntos de los cuatro cañones, las turbulentas aguas
presentan diversos grados de dificultad.
Cañon de Pinihuan
Si andas en la Región Media y quieres vivir una excitante aventura de
cañonismo con gran derroche de adrenalina, no hay mejor lugar que el Cañón
de Pinihuán, donde combinas excursionismo, salto en cascadas, rapel,
escalada e incluso camping. A lo largo del recorrido te sorprendes con las
panorámicas del cañón, sus rincones sombreados, el follaje exuberante. Los
sonidos de la corriente combinados con el canto de los pájaros son de
ensueño. Si tienes tu propio equipo, consigue en Pinihuán un guía local; si no,
en Rioverde ponte en contacto con alguna empresa de ecoturismo local, ya
que cuentan con todo el equipo necesario y sus guías certificados conocen
muy bien el recorrido.
Esta aventura toma entre cinco y seis horas, así que es recomendable
empezar temprano. Llegas al punto donde se deja el vehículo, te pones el
equipo, cargas sólo lo necesario y caminas un rato para bajar al río. Hay zonas
que hay que cruzar nadando hasta llegar a la primera cascada, de
aproximadamente 12 metros, que bajas a rapel, como una probadita de lo
que vendrá más adelante. Nadas otro rato y llegas a otra cascada, de ocho
metros, donde harás el primer salto; tal vez sientas tensión por precipitarte
desde esa altura y que la adrenalina empiece a fluir, pero has de saber que
este salto es muy sencillo. Un poco más adelante llegas a un punto muy
agradable donde hay cuatro cascadas de menor altura. Antes de hacer el
salto date el tiempo de disfrutar el rumor del agua. La aventura continúa con
otra bajada en rapel y un salto más.
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