Elementos a considerar al implementar la educación a distancia en Puerto Rico
Norma Ortiz Rodríguez, MA, Ed. D (candidata)
Catedrática Auxiliar
American University of Puerto Rico
Julio 2009
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Resumen
La incursión en las modalidades de la Educación a Distancia (EaD) en muchas
instituciones académicas en Puerto Rico, aún son un recurso sin explorar. Este artículo comienza
resaltando el nivel de importancia que ocupa la educación en la isla y la trayectoria que ha
llevado la integración de la educación a distancia desde principios del siglo XX. La autora
presenta las tendencias actuales predominantes en Puerto Rico, respecto a la EaD y hace una
serie de sugerencias sobre cómo se debería hacer la implementación en aquellas instituciones
donde aún no se ha realizado. Se destaca una sección sobre la modalidad de EaD híbrida o mejor
conocido como “Blended Learning”.
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Elementos a considerar al implementar la educación a distancia en Puerto Rico
Trasfondo histórico sobre la educación en Puerto Rico
La educación en Puerto Rico es tratada como un asunto serio desde el 1503 cuando en sus
inicios se construían casas para la educación cerca de las iglesias de cada pueblo (Enciclopedia
de Puerto Rico, s.f.). Hoy la educación en Puerto Rico está diseñada dentro de un gran
andamiaje, conocido como el Departamento de Educación quien gobierna, controla, dirige y
establece los currículos que utilizan las escuelas públicas y privadas del País tanto en el nivel
primario como el secundario.
Según Castro, Medina, Meléndez y Sánchez (2005) la primera incursión en la Educación
a Distancia en la isla la tuvo el propio Departamento de Educación al desarrollar su programa en
1923 conocido como Negociado de Estudios Libres. Este programa fue originado a raíz de las
limitaciones económicas del gobierno en llevar la educación primaria a las masas. Ulteriormente
el mismo proyecto se convirtió en la División de Cursos y Exámenes Libres, que estaba dirigido
esencialmente a los adultos (Castro, et al., 2005).
Con el surgimiento de las estaciones radiales en 1935, surgió el programa conocido como
Escuela del Aire. Sobre ésta Castro, et al. (2005) nos señalan que la misma produjo
programación educativa aunque no poseía su propio equipo de transmisión, y dependía de las
estaciones comerciales para difundirla (p. 2). En el 1949, con la ley número 372, se creó la
División de Educación de la Comunidad dentro del mismo Departamento de Instrucción Pública
(Castro et al, 2005). Este proyecto que no fue simplemente un programa de educación a
distancia para adultos, sino que sirvió para comunicar enseñanza básica sobre la naturaleza del
hombre, su historia, su vida, su forma de trabajar y gobernarse en el mundo y en Puerto Rico. En
el 1951, se iniciaron las gestiones para el establecimiento de una televisora educativa en Puerto
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Rico. En el 1958, se inauguró WIPR Televisión, la primera estación educativa de América
Latina, conocida como el Servicio de Radio y Televisión. En el 1962, se creó la Unidad de
Programación Educativa, con el propósito de llevar la televisión al salón de clases y atender
exclusivamente, por primera vez, la población de los niños. En la década de los años 60 y 70, el
Departamento de Instrucción Pública desarrolló varios proyectos innovadores. Entre éstos, se
destacó el Plan Morovis y Abriendo Caminos.
En la década del ’70 la Administración de Colegios Regionales de la Universidad de
Puerto Rico utilizó la prensa comercial para ofrecer unos módulos escritos. Luego, la
Universidad Mundial comenzó el ofrecimiento de cursos a través de un canal de televisión
comercial. Esto inspiró al Puerto Rico Junior College (ahora Sistema Universitario Ana G.
Méndez, SUAGM), a iniciar, poco después su propio esfuerzo con la televisión. El Centro de
Estudios Televisados (CET) comenzó con el asesoramiento de la “Miami Dade Community
College” y transmitió sus programas por el Canal 4 y el Canal 11, televisoras comerciales de
Puerto Rico, antes de operar su propia estación de televisión, WMTJ Canal 40 en el 1985.
El sistema educativo de este país ha demostrado estar dispuesto a los adelantos y
metodologías que respaldan la educación de su población y entre ellos han acogido con buenos
ojos la modalidad de la educación a distancia. Al leer sobre otros países y esfuerzos durante los
primeros pasos de la Educación a Distancia, se puede afirmar que Puerto Rico también ha escrito
su historia (Ortiz, Vélez, Rodríguez y Orama, 2008).
Actualmente, en la Isla existen 2,571 instituciones educativas que van desde pre-escolar
hasta grados pos secundarios, catalogados entre instituciones privadas y públicas (Consejo
General de Educación de Puerto Rico, 2009; tendenciaspr.com, 2007). Además, existen 75
universidades autorizadas a operar en la isla (Digest of Education Statistics, 2007). La
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proporción de escuelas por habitantes es bastante significativa comparada con otros países
geográficamente más grandes que la isla. Se desprende entonces que el compromiso con la
educación en Puerto Rico es muy prominente y abarcador.
Tendencias Actuales en Puerto Rico
Se conoce que uno de los principales activos que enriquece a un país es la educación. Las
principales potencias del mundo siempre han enfocado en este aspecto para colocarse y
mantenerse inteligentemente en un alto estatus de reconocimiento.
Puerto Rico está promoviendo nuevas modalidades de la educación, en especial, para las
personas adultas que no han podido por una u otra razón recibir una educación formal. En enero
del 2009 se propuso un proyecto ante la legislatura que promueve el ofrecimiento de EaD a la
población adulta del país que no ha completado su educación primaria. Según se plantea en el
Proyecto de Ley Núm. 147, las mayores ventajas de esta modalidad son que permite: a) al
estudiante adulto hacer arreglos en su horario para hacer sus lecciones y b)al Departamento de
Educación de PR contar con una uniformidad inalterable en la enseñanza de las competencias.
Integrando los principios de la Androgogía, que van dirigidos a cómo aprende el adulto, las
modalidades de EaD son una de las mejores tendencias que permiten integrar estos cimientos,
promovidos grandemente por la propuesta de Knowles (s.f., citado en Schlosser & Simonson,
2006).
Aunque en Puerto Rico existe la mejor intensión de desarrollar la EaD en los diversos
niveles académicos, es necesario pensar en la infraestructura que debe existir a nivel nacional.
Para que la EaD pueda convertirse en una realidad en la isla se debe pensar en el desarrollo de
ella como un proceso sistémico. Este proceso sistémico requiere la coordinación de muchas
dependencias tanto gubernamentales como privadas. Además, debe estar involucrada en ella la
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sociedad, principal beneficiario del proceso. Aclarado este punto, se procederá a describir los
componentes básicos e imprescindibles para la implementación de la EaD en Puerto Rico como
un logro de la sociedad en general y no para el beneficio de unos pocos.
Elementos a considerar al Implementar la EaD en instituciones académicas en Puerto Rico
La primordial gestión que se debe planificar en la implementación de la Educación a
Distancia en Puerto Rico es la preparación de un encomiable diseño instruccional. Además, se
debe mencionar que cada institución educativa debe delinear desde sus inicios un conjunto de
políticas que definan y guíen la EaD en su institución.
Sobre el establecimiento de políticas, la literatura sugiere que se establezcan categorías
para el desarrollo de las políticas de la educación a distancia. Tanto Simonson y Bauck (2003)
como Simonson, Smaldino, Albright y Zvacek (2006), King, Nugent, Eich, Mlinek & Russell
(2000) y Dirr (2003) van por la misma línea de pensamiento. Los mencionados autores
coinciden en que una mejor forma de desarrollar las políticas es concentrándose por categorías.
Precisamente, Simonson y Bauck (2003) sugieren siete categorías principales basando su
decisión en artículos publicados por Gellman-Denley & Fetzner (1998) y King, Nugent, Eich,
Mlinek & Russell (2000). Las categorías principales en las que se desarrollaran las políticas para
el desarrollo de la educación a distancia son: (1) Académico, (2) Fiscal, Geográfico y de
Gobierno, (3) Facultad, (4) Legal, (5) Estudiantes, (6) Técnico y (7) Filosófico.
Por otro lado, un diseño instruccional bien realizado implica un enfoque sistemático en
el desarrollo de la instrucción (Schlosser & Simonson, 2006). Este sistema deberá presentar los
objetivos de ejecución del programa o curso, además de la selección de medios, estrategias de
enseñanza/aprendizaje y la retroalimentación. Es importante recalcar que como mencionan
Simonson, Smaldino, Albright y Zvacek (2006) la EaD debe ser cuidadosamente diseñada y
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desarrollada antes de comenzar la instrucción. De esta manera se puede garantizar la calidad
recomendada por la Asociación de Educación a Distancia de los Estados Unidos (Flores, 2003).
Antes de implementar la EaD en alguna institución educativa en Puerto Rico, se debe
concienciar a los educadores sobre la necesidad de estar adiestrado respecto a estrategias
instruccionales efectivas para la educación a distancia. En innumerables ocasiones se ha
mencionado en la literatura que no se debe traspasar un curso tradicional tal y como fue diseñado
para la modalidad tradicional. Hay que detenerse a pensar en la utilización de nuevas y variadas
estrategias instruccionales para la EaD. La estrategia que funciona para un curso presencial
pudiera no ser muy efectiva en un curso a distancia y viceversa.
Entre los principios más efectivos de la EaD, Simonson, et. al (2006) mencionan que el
avalúo (assessment) debe ir de la mano con los resultados específicos que se esperan por la
experiencia instruccional. Al realizar el avalúo en un curso a distancia un educador puede hacer
los ajustes necesarios antes de que termine la experiencia de aprendizaje y permitir que las
acciones conduzcan a los resultados establecidos desde el inicio del curso al crear de los
objetivos.
Simonson, et. al (2006) señalan que en la EaD debe proveer y auspiciar la interacción
entre el instructor y los estudiantes además de entre los mismos estudiantes. El ser humano, en
su naturaleza, es un ente social. No sería muy conveniente mantener a cada estudiante aislado de
los demás. Para crear motivación extrínseca o proveer un estimulo externo al alumno, el curso
que se diseñe debe incluir actividades que promuevan la interacción. Ese alumno a distancia
tiene que sentir que es parte de un grupo, aunque esté a kilómetros de distancia de sus
compañeros.
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Una experiencia favorable para desarrollar la motivación extrínseca de los participantes
puede ser el proveer experiencias tanto asincrónicas como sincrónicas. Cuando se utilizan estos
términos hay que aclarar que actividades asíncronas son aquellas en las que el estudiante va a
realizar estudio independiente, por lo que no tiene que estar conectado en línea a una hora y en
un día específico. Por otro lado, las actividades síncronas permiten al participante estar en
actividades en línea donde coincida con el resto de los participantes del curso a una hora y un día
específico.
Para facilitar la integración de estas dos experiencias de aprendizaje existen los Sistemas
para la Administración de Cursos (Course Management System, CMS). Estos sistemas son
aplicaciones basadas en el internet que permiten al facilitador administrar y distribuir recursos y
materiales en línea (Schlosser y Simonson, 2006). Un CMS permite desarrollar un curso en su
totalidad y le provee la oportunidad de incluir diversas actividades en un solo lugar, accesible
para todos los participantes. Al utilizar un CMS, un ejemplo de una actividad asíncrona puede
ser un diálogo o discusión. Durante este diálogo el estudiante plantea sus respuestas en algún
momento dentro de las fecha límites Mientras que en el mismo CMS se pueden incluir charlas
(chats), videoconferencias o sesiones online como se hace con la herramienta “Elluminate” como
parte de las actividades sincrónicas. Otro de los recursos que se pueden incluir en el CMS son
los hipermedios. Mediante los hipermedios el facilitador puede incluir documentos en donde se
incluyan enlaces que permiten que el estudiante a medida que va leyendo pueda auscultar
sonidos, videos o graficas relacionadas al material presentado (Schlosser & Simonson, 2006).
La Metodología Mixta, es altamente utilizada en estos momentos por muchos educadores
a nivel secundario y universitario en la isla. Son muchos los profesores que acogen recursos del
internet y utilizan medios electrónicos como elementos importantes para su quehacer diario. En
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ocasiones, sus estudiantes entregan sus tareas vía correo electrónico, lo que evidencia el uso de la
tecnología en la educación, pero todo esto sin dejar de reunirse de manera presencial
(tradicional) en la sala de clases.
Otra modalidad que se está auscultando en muchas universidades puertorriqueñas es la
modalidad de aprendizaje combinado (Blended Learning). Esta modalidad de cursos híbridos
ofrece ventajas significativas tanto a los estudiantes como a las instituciones que la acogen. Los
estudiantes se ven beneficiados en el sentido de que no tienen que estar de manera presencial en
una sala de clases todo un semestre ya que dividirían el tiempo de la clase entre tareas a distancia
y algunas reuniones presenciales. Esto permite al estudiante la flexibilidad de combinar sus
estudios con un trabajo, ya que por cuestiones económicas el tener un empleo se convierte en una
necesidad que pudiera interferir con una carrera universitaria. Las instituciones se pueden ven
beneficiadas ya que pueden reducirse costos operacionales que de otra forma, pondrían en riesgo
la subsistencia de una institución educativa en estos días dada la crisis económica que permea a
nivel mundial.
Hay evidencia que comprueba que el aprendizaje híbrido es una modalidad de
aprendizaje beneficioso, no solo en términos financieros, sino como una experiencia de
aprendizaje nueva para los estudiantes, como lo sugirieron Olapiriyakul & Scher (2006). Dichos
autores anticiparon que el aprendizaje híbrido aumentaría significativamente la flexibilidad,
satisfacción y efectividad de los estudiantes en sus caminos hacia el logro de su educación
superior. Esto sugiere que la introducción de la metodología del Blended Learning pudiera ser
una buena experiencia y les proveería a los alumnos de las institución universitarias en Puerto
rico una alternativa para no tener que abandonar sus estudios. Esta idea está apoyada por
investigaciones recientes, como la de Lavigne et al. (2005), en la cual los estudiantes
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consideraron que la modalidad mixta es adecuada para alcanzar un aprendizaje equivalente a la
metodología tradicional presencial.
Conclusión
Son muchas las recomendaciones que se pueden hacer y muchas las posibilidades para
que la implementación de la EaD en Puerto Rico sea efectiva. Como territorio, Puerto Rico
puede mirarse en el espejo de las instituciones educativas de South Dakota. Acoger las
iniciativas que muy bien ellos integraron para su éxito. Con una buena organización cualquier
gestión en pro de la EaD en Puerto Rico es viable y efectiva. Corresponde a las instituciones
académicas de Puerto Rico, hacer la mejor planificación, para que la implementación de la EaD
en la isla sea una realidad, muy bien programada y que nuestra sociedad pueda servir de ejemplo
a estas naciones que aun no han incursionado en las modalidades de la educación a distancia. El
Consejo de Educación Superior de Puerto Rico ha desarrollado una guías para las instituciones
que deseen desarrollar programas en las modalidades de la educación a distancia y el mero hecho
de utilizarlas le garantizaran a la institución que las utilice, que su programa va a estar autorizado
por las agencias gubernamentales para poder ejercer en este espacio educativo virtual del que
todo el mundo está formando parte.
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Referencias
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Schlosser, L., Simonson, M. (2006). Distance Education: Definition and Glossary of Terms (2nd
ed.). Information Age Publishing: Connecticut. Tendenciaspr.com (2007). Escuelas públicas activas en Puerto Rico. Recuperado el 18 de
febrero de 2009 en http://www.tendenciaspr.com/Educacion/Tablas/Escuelas/Escuelas_ publicas_activas_96-07.htm
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Nota: La autora es estudiante del programa doctoral en Tecnología Instruccional y Educación a Distancia de la Nova Southeastern University. Actualmente está trabajando con su disertación para completar el grado. Además, es Catedrática Auxiliar de la Facultad de Administración de Empresas del American University of Puerto Rico en el recinto de Bayamón. Cualquier comunicación favor de dirigirla a [email protected]. Esta publicación está basada en su búsqueda de literatura y la realiza en su carácter personal. No guarda relación con su ejecución en las instituciones académicas antes mencionadas.
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