CAPITULO DOS
Caminando hacia el progreso
“Espero interesado como el que mas en la buena marcha de la naciente administración y deseoso de cooperar por todos los medios imaginables al adelanto material, moral
y social de los pueblos confiados a mi cuidado”
Irineo Gracida, Jefe político de Jamiltepec, 30 de junio de 1877.
Un nuevo orden económico
Aumento de la demanda
La población del distrito aumentó de número
lo que conllevó tanto a la mayor disponibilidad de
mano de obra, como a un mayor consumo de la
producción.1 En el porfiriato el mercado regional se
había vuelto más demandante y amplió sus
requerimientos al articularse mejor al mercado
nacional. Ante estos cambios y el dinamismo que
adoptó la demanda de productos, el sistema
económico de la costa chica fue exitosamente
contagiado por el sistema capitalista y las miras
hacia el exterior de la región. Se buscaron más
rutas comerciales sin abandonar las tradicionales,
la exportación de la producción costeña pasó a ser
la médula sobre la cual se basaba el naciente
sistema. No solo se pretendió sacar los productos
más allá de las fronteras regionales sino que al
1 Para ver más sobre el enfoque productivo de la región en el
porfiriato véase Rodríguez, La costa de Oaxaca ayer y hoy.
mismo tiempo se buscaban vías de comunicación
rápidas y menos costosas.
La élite costeña ansiosa del progreso que el
régimen ofrecía, añoraba el día en que como en
otras regiones de desarrollo porfiriano el ferrocarril,
los extranjeros y sus capitales arribaran a su
calurosa región trayendo el progreso y la
modernidad.2 Aunque se proyectó la construcción
de una línea férrea que comunicara a Pinotepa
Nacional con el estado de Puebla y otra que
comunicara a Jamiltepec con el Puerto de Salina
Cruz en el istmo, fueron costosos proyectos que
nunca se pudieron llevar a cabo por la falta de
inversión, este ambicioso proyecto modernizador
que al unir a Pinotepa con Jamiltepec uniría las
costas del pacifico del sureste mexicano con el
centro del país y con el golfo trató de llevarse a
cabo, la primer propuesta se empezó a construir
desde Puebla pero fracasó.3 La pujante y próspera
economía del distrito de Jamiltepec se veía
truncada por los deficientes, caros y tardados
medios de comunicación tradicionales que
marginaban a la región.
San Juan Colorado como parte de la región
sufrió junto con ella los cambios que ocurrían, no
2 Desde la élite distrital hasta el mismo Porfirio Díaz pensaban
que la única forma en la cual México progresaría como los países Europeos sería por la inmigración y la mezcla racial con éstos. 3 Para leer más sobre el papel de los ferrocarriles en las
definiciones de progreso y modernidad consúltese a Chassen, Oaxaca entre el liberalismo y la revolución.
solo tuvo crecimiento demográfico sino que en
proporción a ello y la apertura comercial con otros
pueblos su economía creció relativamente en este
período. El desarrollo económico que se alcanzaría
se logró a base de la inversión de los recursos
financieros que el mismo pueblo producía pero esto
por supuesto se pudo hacer gracias a las
condiciones como la circulación de capital que se
obtuvo propiciando el desarrollo regional, la
inversión extranjera y de la élite del distrito en
negocios que dinamizaban el flujo de recursos y la
demanda, y de las inversiones del gobierno en
sentido de infraestructura.
Laguna del venado: Apertura de Puerto Minizo
La creciente producción de la región ya no
podía circularse con las deficientes rutas
comerciales tradicionales, el crecimiento económico
exigía una mejor manera de sacar la producción del
distrito que no fueran caminos peligrosos que se
volvían intransitables en tiempos de lluvias,4 por
esta razón y ante la espera inútil de la llegada del
ferrocarril, a través del jefe político los pueblos y la
4 A lo largo de la historia las autoridades de Jamiltepec se
quejaban de los malos caminos “intransitables con las lluvias” pero también hacían énfasis en que los pueblos procuraban repararlos tan pronto se iban éstas. Otro obstáculo eran los numerosos ríos que por todas partes corrían y que eran caudalosos en la época, el río Verde constituía una verdadera barrera que separaba al distrito de Jamiltepec del de Juquila.
élite regional hicieron el 15 de mayo de 1895 una
solicitud al gobernador, en un intento de buscar una
salida por el único rumbo que quedaba: el mar. 5
Se solicitó al gobernador del estado que se
habilitara a Minizo, 6 como puerto para que los
productos fuesen sacados por el mar hacia su
principal mercado nacional: Acapulco. No obstante
de la importancia que tendría esta obra para el
desarrollo de la región y la economía estatal, el
gobierno rechazó la solicitud por “no estar en sus
facultades” la apertura de un puerto. A cambio el
gobernador en persona a nombre de los pueblos
del distrito de Jamiltepec remitió el 21 de mayo la
solicitud al presidente Díaz.
Los días pasaron y al no haber respuesta la
desesperación de la región por esta obra que se
suponía sería la panacea para lograr el desarrollo el
jefe político Cristóbal Palacios, seguramente
presionado por la élite distrital el 28 de septiembre
le pidió informes al gobernador sobre el asunto del
puerto, días después el gobierno estatal el 9 de
octubre contesta nuevamente que la habilitación de
un puerto se halla fuera de su jurisdicción pues ese
tipo de obras era de competencia federal por lo que
5 Especial interés mostró la compañía “Del Valle” en estas
gestiones. 6 Fungía como tal el General Martín González, Álvarez (2008),
Historia general del estado de Oaxaca, 183
la gestión de dicho puerto se debía de hacer ante el
ejecutivo nacional.7
En esta investigación no se pudo determinar
el momento preciso pero tiempo después el
presidente Díaz aprobó y financió la apertura de
Puerto Minizo en el sur del municipio de Pinotepa
Nacional. Esta se convirtió en la obra porfiriana más
importante realizada en la región, que propició el
despegue del bienestar económico que en poco
tiempo se vivió. Posteriormente el gobernador
Pimentel presionado por la influyente firma
comercial “Del Valle” dispuso que los barcos de las
compañía Naviera del Pacifico hicieran paradas en
Minizo cada 20 días para cargar los productos con
destino a Acapulco.8 La élite distrital estaba
convencida de que estaba destinado a ser uno de
los mejores puertos del país.9
El gobierno le otorgó a este nuevo puerto del
estado una importancia comercial relevante y de
ubicación estratégica por lo que financió la
construcción del muelle y la aduana, ante la
dificultad de que el ferrocarril cruzara las altas
serranías de Oaxaca desde Puebla para llegar a la
costa y conectar la mixteca en su paso, se
proyectaba la construcción de caminos transitables
por donde se agilizaría el flujo de los productos de
7 AGEPEO, Gobierno de los Distritos, Jamiltepec, Leg. 6, Exp.
59. 8 La familia Del Valle tenía una empresa de lanchas en este
puerto. 9 Véase Atristáin, Notas de un ranchero.
la región de Putla y otras de la mixteca hacia Minizo
y así tuviesen una salida más rápida y barata, esto
tampoco se pudo llevar a cabo.
No sólo la geografía de Minizo ni su
importancia comercial habían motivado la
habilitación del puerto, pues visto desde otro punto,
su ubicación era estratégica, no sólo para el
comercio sino para la milicia puesto que dos
puertos importantes y con fuerzas militares se
encontraban relativamente cerca: Acapulco y Salina
Cruz, además que del puerto se llegaba
directamente a la población comercial más
importante y grande: Pinotepa Nacional, de donde a
su vez partían los principales caminos del distrito.
Así se podía llegar rápidamente a la cabecera
distrital tomando el camino del oriente, se podía
tomar rumbo hacia Ometepec en el camino del
poniente o hacia Putla por el camino del norte.10
El 27 de enero de 1910, Alfredo, Eleazar y
Francisco del Valle, dueños de una empresa de
lanchas y agencia de embarques en Minizo
solicitaron al gobernador que elevara al Despacho
de Comunicaciones y Obras Públicas su solicitud
de subvención del Erario Federal para mejorar las
instalaciones de Minizo y esto era “de gran
trascendencia para la riqueza del Estado, por una
parte, y como el mencionado Puerto (única vía de
comunicación de una importante zona oaxaqueña)
10
Este puerto fue un punto crucial en disputa durante la revolución.
se fundó primero y se ha sostenido, después,
debido en gran parte al poderoso patrocinio y
decidido apoyo que se ha servido dispensarle ese
respetable y progresista Gobierno” por lo que
“deseamos instalar en dicha playa un Winche de
Vapor con un cable de alambre de acero”11
Un sistema capitalista
Con la entrada del pensamiento capitalista
en la costa chica, pudo llevar a buen término la
privatización e individualización de la propiedad,
además de fomentar la producción de cultivos
comerciales, productos manufacturados y derivados
animales, fomentó de manera muy notoria la
creación y multiplicación de fincas y ranchos que
diversificaron el mapa agrícola de la región. San
Juan exportaba su producción al mercado nacional
mediante la plaza comercial de Pinotepa Nacional
que se había convertido en un punto seguro que
mediante puerto Minizo podría sacar su producción
de la región.
Tan pronto como el dinamismo del mercado
condujo al éxito del sistema capitalista que se
reflejó en los ingresos de los pequeños y medianos
11
AGEPEO, Fomento, Leg. 13, Exp. 19. Estos artefactos constaban de un torno sobre el cual se enrollaba un cable, utilizaba la fuerza del vapor y es un sistema similar al que usan los elevadores para subir y bajar.
productores indígenas de San Juan, el capitalismo
pasó a formar parte de sus sistemas económicos
pero ocurrió sin que se pudiese desplazar del todo
al comunalismo, la simbiosis que se produjo entre
ambas corrientes logró un equilibrio tal que pudo
mantenerse sin mayores contradicciones. Ante la
demanda de productos, los pequeños productores
no solo sembraban y cosechaban para el
autoconsumo sino que procuraron hacer
excedentes con destino al mercado local y regional
en el caso de básicos y al mercado estatal o
nacional con sus productos de exportación.
Mientras que la nueva concepción
económica se acomodaba dentro del pensamiento
indígena de San Juan, las reproducciones sociales
fueron enmarcadas por esta nueva forma de
entender la propiedad, el comercio y el capital. Al
penetrar el capitalismo en el pueblo, la
individualidad aparecía por primera vez en la
historia local como una ruta viable y segura, fue tan
importante como el sentimiento de pertenencia a la
comunidad que no pudo ser borrado nunca. Por
ejemplo, en este periodo la propiedad privada cobró
una vital importancia, de suerte que los comuneros
se veían envueltos en los juzgados en pleitos por
herencias familiares, llegaron inclusive a discutir
testamentos ante jueces regionales y estatales,
pero al mismo tiempo que daban esta importancia a
la posesión de bienes privados formaban
conscientemente parte de una comunidad que era
una sola y dentro de ella participaban igual que
todos de las mayordomías o se veían involucrados
en tequios y obras que sin retribución alguna y sin
beneficio particular procuraban el bienestar común.
En este contexto no solo se diversificó la
producción en la costa ante el despunte que cobró
la economía regional, sino que atendiendo a las
particularidades geográficas cada pueblo se
caracterizó por la calidad de sus productos o
francamente se especializó en cierto tipo de
producción. San Juan, por ejemplo, tuvo como eje
medular de su economía la producción de panela y
fue reconocido en la región por esta actividad, sin
embargo, también diversificó su actividad
económica, pues paralelamente otros cultivos,
textiles, artesanías y la ganadería se orientaron
hacia un sentido comercial y fueron importantes
para la economía local.
La red comercial tendida en la costa, que
involucraba a Ometepec en el vecino estado de
Guerrero, Pinotepa y Jamiltepec fueron las rutas
comerciales por las cuales San Juan logró acceder
al mercado regional articulándose de esta manera
con la floreciente economía de la costa chica.
También tuvo acceso a un mercado más extendido,
desde Pinotepa mediante Puerto Minizo, sus
productos llegaban a dos puntos comerciales
importantes, Puerto Ángel e inclusive Salina Cruz
en la costa Oaxaqueña y Acapulco en la costa de
Guerrero. Todo esto sin que se abandonaran las
rutas tradicionales de corta distancia, como el
comercio con pueblos vecinos principalmente
Pinotepa de Don Luis, y de larga distancia como la
red que conducía sus productos, como la panela a
pueblos más alejados del distrito, pueblos de la
mixteca e inclusive los mercados del valle o la
ciudad de Oaxaca.
La red comercial que se había tendido en la
costa se enfocaba más hacia la exportación que al
desarrollo de un mercado interno, alejó
económicamente a San Juan de la capital del
estado principal centro económico de Oaxaca y lo
vinculó a depender de los altibajos del punto
comercial más importante al que tenía acceso, el
puerto de Acapulco.12 Desde este punto provenían
artículos que no se producían en la costa
oaxaqueña, ya sea aquellos producidos en
Guerrero, pero principalmente aquellos que se
fabricaban en la industrias y fábricas modernas
instaladas en la ciudad de México. Pero pese al
gran desarrollo que sufrieron los medios y las rutas
comerciales que favoreció el capitalismo, en los
pueblos como San Juan y en particular éste que era
completamente mixteco o al menos el poder lo
siguió ostentando una élite indígena, la comunidad
siguió siendo sumamente dominante en las
reproducciones sociales, culturales y políticas.13
12
Hasta el día de hoy la costa chica se encuentra relacionada comercialmente con los vecinos pueblos guerrerenses y el puerto de Acapulco. 13
Actualmente el sentimiento comunal se encuentra tangiblemente impregnado en las actividades culturales y sociales. Los ancianos aún dicen que todos por igual somos los hijos del pueblo y por lo tanto le debemos respeto.
Los grandes capitales y empresas
extranjeras que favorecieron el desarrollo de otras
regiones jamás llegaron a San Juan pero se
favoreció o al menos las condiciones generales le
permitieron un relativo grado de desarrollo
económico. Los grandes capitales que entraron en
circulación en el estado y particularmente aquellos
que entraron por Pinotepa Nacional o Jamiltepec
fueron determinantes para la creación de un clima
propicio para los pueblos que se encontraban en
esta zona, que se ha descrito dentro de las zonas
de desarrollo porfiriano en el estado.14
Tomando en cuenta que el estado de
Oaxaca ocupaba el quinto lugar a nivel nacional en
captación de inversiones extranjeras, capitales que
ciertamente se concentraron en ciertas zonas o
especialmente en ciertas industrias y comercios
pero necesariamente una parte de ellos tuvo que
circular por todo el estado especialmente en
regiones de desarrollo como lo fue el distrito de
Jamiltepec y dentro de él, la población mixteca de
San Juan Colorado.
Los valores monetarios
Dentro de San Juan y en la mayoría de los
pueblos del distrito, las transacciones comerciales
entre los bienes o servicios se seguía realizando
14
Véase a Atristáin, Notas de un ranchero; Chassen. Oaxaca entre el liberalismo y la revolución.
como en la época prehispánica por un sistema
conocido en mixteco como Sama ta’an (trueque),
que consistía en el intercambio de productos bajo
un volumen o cantidad más o menos
estandarizados, aún cuando en la época la
circulación y uso de monedas estaba ampliamente
extendido y generalizado las familias mixtecas
preferían retenerlas para tiempos difíciles. Las
reservas de monedas se hacían principalmente
para tiempos de crisis, cuando las cosechas se
perdían o la familia se veía en problemas
financieros serios.
Las monedas que se guardaban y se ponían
en circulación cuando las condiciones antes dichas
así lo exigían o cuando se hacía pago de los
impuestos. Así mismo para aquellas transacciones
comerciales que se hacían con comerciantes
mestizos, quienes también participaban del sama
pero para ciertos negocios solo recibían valor en
moneda.
El sistema monetario decimal se había
implantado en el país desde 1867, para poder
estandarizar el precio de productos así como el
valor de las monedas, las cuales fueron fabricadas
principalmente de plata. En San Juan la circulación
de monedas fue escasa, ya sea por el
acaparamiento de reserva o por otro tipo de
prácticas, como la costumbre de enterrar dinero con
los muertos o porque las mujeres porfirianas
gustaban de lucir hermosos collares fabricados con
monedas de plata y coral rojo.
Para 1908, el nuevo peso mexicano,15 que
valía aproximadamente medio dólar
estadounidense, así como otras monedas se
habían vuelto más escasas en San Juan, la crisis
económica que sufrió la región en esas fechas
habían provocado más que nunca su retención, fue
entonces que muchas familias decidieron enterrar
sus monedas en ollas de barro en lugares secretos,
una práctica común en aquellas épocas no había
lugar más seguro que la tierra para guardar este
tipo de bienes.
Todo esto en el marco de una severa crisis
económica causada por el bajo precio que tuvieron
los productos de exportación, lo que condujo a que
los básicos aumentaran su valor, la escasez de
alimentos que se sufrió en esas épocas se agudizó
y la hambruna no se hizo esperar, en un pueblo que
aunque no dejó nunca de producir básicos se dejó
seducir por el capitalismo y los productos de
exportación que dependían completamente de los
mercados nacionales y extranjeros.
15
Llamado así tras una reforma en que México aceptó el Patrón Oro, para la denominación y el valor de sus monedas.
La paz y prosperidad
Tiempos de tranquilidad
Gran parte del siglo XIX se caracterizó por
ser una época llena de conflictos y desorganización,
ante el desastre administrativo que se había
apoderado del país se necesitaba que alguien de
alguna forma impusiera el orden.16 Las largas
guerras contra fuerzas extranjeras así como las
civiles habían afectado gravemente la economía del
país, no solo San Juan había caído en la miseria
total, sino el distrito en general.17 Una vez que el
general Porfirio Díaz llegó al poder rápidamente
sofocó las revueltas e inquietudes que aquejaban al
país y estableció la paz que tanto se ansiaba, sin
embargo, en muchos de los casos recurrió a
métodos poco ortodoxos para asegurar la
16
Largas guerras, además de una lucha por el poder y la organización política del país caracterizaron a buena parte del siglo XIX. 17
El primer jefe político porfiriano se quejaba de la miseria crónica en la que habían caído los pueblos de la costa chica oaxaqueña.
estabilidad. En cuanto a la región, su representante,
el Jefe político venía a ser una especie de “pequeño
dictador” cuya principal función era asegurar la paz
porfiriana en los pueblos bajo su jurisdicción. El
brazo por el cual el jefe político aseguraba su
dominio fue la policía rural, un cuerpo altamente
adiestrado en equitación, manejo de sables y
carabinas, guardianes federales del orden. Después
de que en 1896 se gestara una revuelta en Juquila,
las autoridades del distrito hicieron hincapié en la
vigilancia de los pueblos, especialmente en los
indígenas de quienes se fue creando un gran temor
por parte de los mestizos.18
Una vez que la paz se pudo establecer, ya
sea por negociaciones o por opresión, la industria,
el comercio y las sociedades en general pudieron
encontrar la ruta hacia el progreso que era
precisamente lo que el presidente Díaz buscaba,
solamente con el exterminio de las guerras
intestinas del país podría lograrse su desarrollo y
modernización.
Tanto era el entusiasmo y las esperanzas
que se habían puesto en Porfirio Díaz que
tempranamente en 1877, el primer jefe político
porfiriano de Jamiltepec, Irineo Gracida, hacía
saber al gobernador en un elocuente informe, sus
deseos de conducir a la región hacia el buen
camino que plateaba el naciente régimen, al tiempo
18
Véase a Bailón, Pueblos indios, élites y territorio; Chassen, Oaxaca entre el liberalismo y la revolución, Reina, Caminos de luz y sombra.
que lamentaba que la miseria de los pueblos había
llegado a la cronicidad y esto aunado a la violencia
que se vivía en la costa, impedía en los pueblos
todo progreso.19
Crecimiento demográfico
Cuando fue inaugurado el régimen de Díaz,
San Juan era un pueblo completamente indígena,
desordenado, pobre y con conflictos políticos
internos20 pero pese a todo era uno de los más
grandes y desarrollados del distrito, tenía 1 670
habitantes lo que lo colocaba en el quinto lugar
entre los pueblos más grandes en 1877.21
Este pueblo conformado completamente por
indígenas mixtecos que en su gran mayoría se
dedicaban a la agricultura de autoconsumo y vivían
con muchas limitaciones iniciaría con un relativo
19
AGEPEO, Gobierno de los Distritos, Jamiltepec, Leg. 19, Exp. 32. 20
Es curioso que el cambio de régimen nacional coincidiera con la salida de la escena política de Antonio García, símbolo máximo del caciquismo en el San Juan decimonónico, mientras este personaje, quien ya debía de ser un anciano dejaba la presidencia municipal, otro personaje tomaba la riendas del la presidencia nacional y lo retendría por más de 30 años. Para conocer más sobre este personaje léase Marín, Juro guardar la constitución. 21
AGEPEO, Gobierno de los Distritos, Jamiltepec, Leg. 24, Exp. 25.
aumento de su población durante los años que el
régimen porfiriano se mantuvo en Oaxaca.22
Para 1883 contaba con 1, 400 habitantes,
782 hombres y 618 mujeres.23 Una década después
en 1894 la población total con que contaba era de 1
654 habitantes, 759 hombres y 899 mujeres.24 En
junio de 1896 se reportaba por el gobierno distrital
la misma cantidad y colocaba a San Juan como el
séptimo pueblo más grande del distrito.
Pueblos más grandes en 1896
Hacia 1900 San Juan era un importante
pueblo indígena de la región norte del distrito que
22
La grana cochinilla había sido la principal actividad comercial de San Juan en la colonia su lento declive a lo largo de la primera parte del siglo XIX provocó el empobrecimiento del pueblo. 23
San Juan Colorado en Martínez Gracida (1883), Colección de cuadros sinópticos. 24
AGEPEO, Gobierno de los Distritos, Jamiltepec, Leg. 24, Exp. 31.
1654 1666
2885 3526
1741
4535
2076
0 1000 2000 3000 4000 5000
tenía 1 795 habitantes,25 873 eran hombres y 922
mujeres,26 lo que colocaba como el séptimo pueblo
más poblado del distrito.27 En 1910, había 1 614
habitantes celebrando las fiestas del Centenario, no
fueron grandes los cambios en cuanto al número de
población pero sí hubo un aumento relativo durante
el periodo aquí estudiado y después un descenso
que no podemos explicar, tal vez por la migración a
pueblos urbanos, las crisis y los desastres naturales
de la primera década del siglo XX.
Se formaron ranchos o trapiches con
permanente ocupación, así aparecieron dos
núcleos rurales que fueron un asentamiento
permanente, que años después conformarían
pequeñas poblaciones: Yukusavi y Agua Fría. El
primero nunca fue grande, a lo mucho diez familias
se habían asentado en este lugar que vio su auge
en la época de la revolución y actualmente está
prácticamente deshabitado mientras que el
segundo que desapareció y luego se volvió a poblar
hasta convertirse actualmente en un núcleo rural
nuevo con autoridades tradicionales propias. Tal
vez la migración a estos nuevos asentamientos
justifica la disminución de la población de 1 900 a
25
División Territorial del Estado Libre y Soberano de Oaxaca. Oaxaca, 1901. 26
Peñafiel, Arturo. Censo General de la República Mexicana (1900). 27
La región costa ha sido siempre descrita como una región muy poco poblada en este periodo como podemos observar la tasa de crecimiento de San Juan fue muy lenta aún comparándola con otros pueblos de la región que crecieron un poco más.
1910. La demanda por lo tanto de productos ante
la creación de nuevos núcleos rurales y el aumento
de la población del distrito fomentó un aumento de
la demanda de productos así como el aumento de
la mano de obra para la producción.28
Población durante el porfiriato
Los medios de comunicación
Una red de veredas ancestrales habían
comunicado hasta entonces a San Juan con los
pueblos a su alrededor. Aunque no tenemos fechas
exactas de cuando sucedió pero una de las obras
públicas porfirianas que favorecieron al pueblo fue
la habilitación de un camino de herradura que lo
comunicó con su vecino Pinotepa de Don Luis, esto
atendió a la necesidad inmediata de crear rutas
comerciales viables por las que la producción se
pudiera sacar del pueblo. Don Luis estaba
28
Muchos de los numerosos ranchos que aparecieron en el porfiriato actualmente son pueblos.
1670
1400 1654 1654
1795 1614
0
500
1000
1500
2000
1877 1883 1894 1896 1900 1910
comunicado a su vez por un camino de herradura
con Pinotepa Nacional por lo tanto San Juan había
encontrado una ruta por la cual podría acceder a
ese mercado aprovechando las obras que ya
estaban realizadas.
Tiempo después con más presupuesto,
organización y control del ayuntamiento sobre la
población pudo habilitarse otro camino de herradura
que lo comunicó con el pueblo vecino de San Pedro
Atoyac,29 por lo que dos caminos amplios y bien
construidos lo comunicaban hacían 1894,
posteriormente la última gran obra que se
emprendió en este sentido en el porfiriato fue la
construcción de un ramal del camino a Atoyac que
condujo a San Pedro Jicayán. Para 1897, una red
de caminos de herradura comunicaba a San Juan,
a través de las serranías con Jamiltepec, la
cabecera distrital.30 Para 1904, se podía ir por
caminos transitables desde San Juan hacia
cualquier pueblo importante del distrito, por los
llanos y serranías se había construido un camino de
“regular importancia” a lo largo de 89 kilómetros y lo
conectaba con Atoyac, Tepetlapa, Camotinchán y
Sayultepec de donde partían los caminos hacia la
mixteca, a lugares tan distantes como Zacatepec.31
El otro camino que partía de San Juan recorría
Pinotepa de Don Luis, Jicaltepec y llegaba a
29
Esto tipo de obras aunque se realizaban a través de tequio resultaban muy costosas. 30
AGEPEO, Gobierno de los Distritos, Jamiltepec, Leg. 24, Exp. 17. 31
AGEPEO, Secretaria de Gobierno (Porfiriato), Leg. 66, Exp. 2.
Pinotepa Nacional. Otro camino de menor
importancia lo comunicaba con el vecino Jicayán
de donde volvía a Pinotepa de Don Luis. Por lo
tanto estuvo mejor conectado con esta región
noreste del distrito y hacia la mixteca. Era mucho
más accesible Pinotepa Nacional que Jamiltepec, al
cual se podía llegar recorriendo el camino que
partía desde el primero.
Estos caminos que eran amplios y
transitables, eran constantemente reparados en
tiempos de lluvias en que solían afectarse,
colocaron a San Juan en una mejor situación dentro
de las rutas comerciales. Mientras que la red de
veredas lo seguían comunicando con otros pueblos
vecinos, los cuales en el período fueron
rehabilitados y mejorados.
El progreso material
En la época que nos ocupa San Juan fue
autosustentable en su administración municipal,
todos los ingresos los produjo el pueblo mismo, la
paz y la nueva economía lo condujeron a una
relativa prosperidad económica y social con lo que
se pudieron emprender obras públicas que hasta
entonces no se habían podido llevar a cabo, las
cuales consistieron principalmente en mejoras en
las vías de comunicación pero dentro del pueblo
también se realizaron cambios, de suerte que en el
periodo de poco más de treinta años se realizaron
más cambios y mejoras que en todo el siglo XIX.
A principios del régimen todas las casas
eran construcciones extremadamente sencillas, las
habitaciones por lo regular eran de troncos unidos
entre sí por lianas, otras construcciones eran en el
sistema mixteco de namayutu y se techaban de
zacate u hojas de beliján, incluso los edificios
públicos eran similares, si acaso más grandes. La
casa municipal construida en 1870,32 no era la
excepción, aunque era más grande, espaciosa y útil
que el resto de las construcciones privadas, se
localizaba en la plaza central. Separada de ella se
encontraba la cárcel municipal que era una
construcción de gruesas maderas lo que formaba
prácticamente una jaula.33 Pero sin duda la
construcción que dominaba el espacio era la iglesia
que se encontraba exactamente frente a la casa
municipal separado por la espaciosa plaza.
32
Como en casi todos los pueblos costeños, no existen edificios coloniales en la actualidad, esto se debe a que no se realizaron obras monumentales y porque de haber existido estas, los constantes terremotos que afectan a la región no permitieron su permanencia. 33
AGEPEO, Gobierno de los Distritos, Jamiltepec, Leg. 19, Exp. 32.
Para 1883, los edificios públicos con los que
contaba el pueblo eran: la iglesia, la casa municipal,
la cárcel, la casa curatal y todos estaban hechos de
“palos, tierra y techo de zacate” además de contar
con su panteón que tenía cerco de madera, todos
estos edificios valuados en $ 200.34 Pero tan pronto
como el régimen avanzaba estos edificios fueron
sustituidos por otros o simplemente su valor
aumentó con el paso de los años.
La vieja casa municipal de madera y zacate
de 1870 seguía siendo funcional en 1897 cuando
fue valuada con un valor de $ 99.00, prácticamente
la mitad de lo que todos los edificios de San Juan
habían sido valuados en 1883. La cárcel fue
sustituida por otra más espaciosa y segura que se
construyó en 1890 de adobe y teja que aunque
construida de mejor material que la casa municipal,
era mucho más pequeña y fue valuada en $ 79.00.
34
Esto según el informe del jefe político Lanza, véase en Martínez Gracida (1883), Colección de cuadros sinópticos.
740
446 390
313 268 259
0
200
400
600
800
Pinotepa Nacional
Jamiltepec Huazolotitlán Pinotepa de Don Luis
Zacatepec San Juan Colorado
Pueblos con mas viviendas en 1877
Viviendas
El panteón establecido en 1822, había sido cercado
con gruesos troncos y lianas con valor de
$ 89.00. Las casas curatales también fueron
sustituidas en 1892 por otros edificios a base de
madera y zacate que valían $ 58.00.
Por último, el espacioso y sencillo templo a
una pieza construido en 1840 a base de namayutu
y techado de zacate, en pleno apogeo del porfiriato
fue sustituido por un templo mucho más grande en
1889, esta construcción a base de gruesos adobes
y techada con zacate no solo dominaba la plaza
central sino que se levantaba como un gigante
entre las pequeñas casas del pueblo, a la distancia
los viajeros que venían rumbo al pueblo la podían
ver erguirse entre los árboles.35 En 1897, se le
realizaron ampliaciones, se le revistió de cal y fue
techada con tejas por lo que valía $ 197.00, lo que
en su conjunto valían todos los edificios públicos 12
años antes.36 Como podemos observar, el último
edificio era el más caro por lo tanto podemos
presuponer que era de dimensiones mucho
mayores que el resto de los edificios públicos,
además se construyó de mejores materiales, el
35
AGEPEO, Gobierno de los Distritos, Jamiltepec, Leg. 24, Exp. 31. 36
Para ejemplificar la dimensión del edificio se le puede comparar con la iglesia de San Pedro Jicayán que aunque mucho más antigua fue valuada en similar valor.
predominio del poder de la iglesia se reflejaba en su
templo.37
Los últimos grandes cambios se darían justo
en la recta final del porfiriato, los primeros diez años
del siglo XX fueron de grandes desastres naturales
y económicos que afectaron duramente al pueblo,
en agosto 1906 al realizar una visita el jefe político
Juan Genaro Sánchez reportaba al gobernador que
en vista que su casa municipal y la cárcel se
encontraba en “lamentable estado” procedió a
invitar a “las autoridades y al vecindario para que
arbitrándose recursos entre ellos mismos se
mejorara las condiciones de los mencionados
edificios con lo cual estuvieron de conformidad,
conviniendo en celebrar juntas para acordar en
ellas lo necesario y someterlo a la aprobación de la
Superioridad”38 así frente a todas las adversidades,
a partir de entonces, la modernización al estilo
mestizo había contagiado al pueblo, construcciones
de adobe revestidas de cal y techadas de tejas, con
innovadores diseños se dejarían ver.
San Juan empezaba a despuntar en un
reordenamiento del espacio público y nuevos estilos
arquitectónicos pero solo unos años después de
iniciado el siglo XX todas las mejoras en edificios
públicos proyectados como el trazo definitivo de las
calles, la introducción del telégrafo y tal vez del
37
AGEPEO, Gobierno de los Distritos, Jamiltepec, Leg. 24, Exp. 17. 38
AGEPEO, Secretaria de Gobierno (Porfiriato), Leg. 70, Exp. 18.
teléfono fueron bruscamente cancelados por la
irrupción de un movimiento social que vino a
estancar al pueblo en un largo periodo de retroceso
económico.
San Juan también participó para modernizar edificios en Jamiltepec, que era una de las cargas a la que estaba sometido, por ejemplo, una de las obras porfirianas más relevantes, no solo por la obra en sí sino porque representó un momento en que mestizos e indígenas compartieron un hecho y lo celebraron juntos, ocurrió el 16 de septiembre de 1885. Con motivo de las fiestas patrias la élite mestiza decidió emprender una ambiciosa obra para enaltecer a la "raza indígena" prehispánica. Se encargó a Manuel Rodríguez la construcción de un camino carretero de 25 kilómetros de largo hacia los bajos del Río Verde, con la ayuda de todos los pueblos del distrito se iniciaron las obras, cuadrillas de hombres salían de San Juan para ir a trabajar en ella. Finalmente, los trabajos concluyeron el día señalado que se celebraba “el aniversario de la Independencia” y sirvió para “el transporte de un ídolo de piedra de granito que se hallaba en los terrenos de “Los Herreros” distante 20 kilómetros de este lugar (…) al colocársele en el centro de la plaza de este lugar, el público hizo grandes demostraciones de entusiasmo, tanto por tener a la vista una obra que revela el grado de civilización a que llegaron los indígenas que poblaron estas comarcas…”39
39
AGEPEO, Gobierno de los Distritos, Jamiltepec, Leg. 23, Exp. 32. Al tiempo que la élite se emocionaba con el grandioso pasado indígena, porque así lo entendían un pasado que se había extinguido, no daban crédito a sus contemporáneos indígenas descendientes directos de aquellos a los que
Los obstáculos del progreso
Pero el progreso no siempre fue lineal y
espontáneo, tuvo que evadir muchísimos problemas
sociales, económicos y políticos que vivió el pueblo
en la época, aunque hemos hablado de una paz
que favoreció el desarrollo, esto fue en un contexto
general, sin embargo, dentro de San Juan por
supuesto que hubo momentos de desencuentro
entre sus habitantes, entre los miembros del
ayuntamiento, entre la élite local y las interacciones
de todos estos sectores que no siempre fue estable.
Además, por otro lado no todo era benevolencia por
parte del régimen porfiriano del distrito y los
comuneros no fueron siempre completamente
unidos ni todos estaban dispuestos a colaborar para
el cambio. No debemos de olvidar el hecho de que
aunque como pueblo indígena había una cohesión
interna, étnica, comunal, muy acentuada, el
capitalismo había logrado avanzar y tender sus
influencias por lo tanto aunque hubo un equilibrio
entre ambas corrientes necesariamente hubo
momentos de desacuerdo y discordancia.
Mucho tuvieron que ver otro tipo de
fenómenos no humanos como los desastres
naturales que afectaron al pueblo, el 27 de junio de
1879, por ejemplo, un fuerte huracán azotó la costa
la mayoría de las casas de varas y de namayutu del
pueblo no pudieron resistir a los fuertes vientos y
admiraban. Mientras que tachaban de incivilizados a los mixtecos que les eran contemporáneos exaltaban la civilización a la que habían llegado los mixtecos prehispánicos.
lluvia, familias completas se quedaron en la calle
en el siniestro.40
Cuando las cosas empezaban a mejorar y
recobrar la normalidad los campesinos tuvieron que
ocupar gran parte de su tiempo en diciembre de
1883 tratando de controlar sin éxito una
devastadora plaga de langostas,41 el jefe político
comunicó al gobierno estatal que la gente ya no se
daba abasto para matarlas porque tan pronto y se
lograba disminuir su número llegan muchas más.42
Meses más tarde, en agosto de 1884 la gente
seguía matando langostas que otra vez estaban
arrasando con todos sus cultivos.43
El 30 de diciembre de 1894, un gran
terremoto causó estragos en la población,44 meses
después el jefe político comunicaba al gobierno
estatal en 1895 que el 10 de febrero fuertes
40
AGEPEO, Gobierno de los distritos, Jamiltepec, Leg. 14, Exp.21. 41
Corresponde a la más terrible plaga de langostas que México ha visto, que devastó los cultivos desde Chiapas hasta Nuevo León, cientos de cartas y telegramas pidiendo ayuda urgente llegaron a las autoridades. El gobierno federal mandó expediciones de naturalistas e inclusive se redactaron ciertas guías para tratar de controlar la plaga pero pocos resultados se obtuvieron, en 1886, las mangas de langostas desaparecieron sin saberse el motivo. 42
AGEPEO, Gobierno de los distritos, Jamiltepec, Leg. 14, Exp. 16. 43
AGEPEO, Gobierno de los distritos, Jamiltepec, Leg. 14, Exp. 13. 44
AGEPEO, Gobierno de los distritos, Jamiltepec, Leg. 23, Exp. 46.
temblores -tan característicos y comunes en la zona
costera de Oaxaca- habían sacudido a la región y
que muchos edificios públicos y particulares habían
sufrido daños.45
El 6 de octubre de 1908 se dio un fuerte
temblor a las 9:20 pm y fue seguido de cinco
temblores más y por “fuertes retumbos que aun no
cesan. Población se encuentra alarmada”,46 a las
11:30 pm del día doce, hubo otro fuerte temblor y
una vez más el día 17, en que fue seguido de otros
quince minutos después. El 16 de febrero de 1909
se dejaron sentir dos fuertes temblores a las 4 y
8:30 a.m., “precedidos por fuertes ruidos”.47 El 30
de julio a las “4 a.m. sintiose temblor oscilatorio
poca intensidad, duración 20 segundos,
repitiéndose el fenómeno 15 minutos después”,48 al
siguiente día a la 1:30 pm “sintiose temblor
oscilatorio poca intensidad”.49 Por si no fuera poco
con estos temblores repetitivos, que seguramente
tuvieron muchas más replicas de las reportadas, en
agosto del mismo año un fuerte temporal afectó a la
región del 6 al 10 del mismo mes “causando
algunos perjuicios en los edificios y en los
sembrados de maíz, particularmente en éstos,
45
AGEPEO, Gobierno de los distritos, Jamiltepec, Leg. 14, Exp. 10. 46
AGEPEO, Secretaria de Gobierno (Porfiriato), Leg. 112, Exp. 7. 47
AGEPEO, Secretaria de Gobierno (Porfiriato), Leg. 71, Exp. 17, 48
AGEPEO, Secretaria de Gobierno (Porfiriato), Leg. 71, Exp. 8. 49
AGEPEO, Secretaria de Gobierno (Porfiriato), Leg. 71, Exp. 8.
originado por el viento huracanado que sopló”,50
esto fue especialmente desastroso para la región,
ya que una crisis económica en 1907 la había
afectado severamente y aún no se podía recuperar
del todo. Una vez que el jefe político Ezequiel
Muñozcano recorrió las zonas afectadas, informó al
gobernador el 18 de agosto que “En el camino que
conduce de San Juan Colorado a San Pedro
Siniyuvi, en el paraje denominado “Arroyo de San
Pedro” se derrumbó una parte de un cerro,
sepultando a una familia, compuesta por Juan
Francisco Quiros (sic), María Andrea Tapia, Juan y
María Magdalena Quiros (sic), siendo los cuatro, del
primero de los pueblos mencionados, a los que no
fue posible salvar, no obstante que la Autoridad lo
procuró por todos los medios posibles”,51 se
perdieron las cosechas y mucho ganado murió
ahogado. Por si fuera poco, el 3 de junio de 191052
un desastroso huracán venía a complicar los
preparativos de las fiestas del Centenario.
Cuando las plagas y huracanes destruían
las cosechas del pueblo, las economías familiares
con estas pérdidas se veían sumamente afectadas.
Los terremotos no solo dañaban las obras públicas
50
AGEPEO, Secretaria de Gobierno (Porfiriato), Leg. 71, Exp. 8. 51
AGEPEO, Secretaria de Gobierno (Porfiriato), Leg. 71, Exp. 8. Al parecer este temporal fue terrible, en Lo de Soto hubo dos personas ahogadas por el desbordamiento del río “La Zanja” arrastrando más de 100 cabezas de ganado, igual en Cortijos hubo una gran muerte de ganado. En general, se reportan grandes pérdidas de estos animales por desbordamiento de los ríos y una pérdida de cosechas entre el 10 y el 50 %. 52
AGEPEO, Secretaria de Gobierno (Porfiriato), Leg. 66, Exp. 4.
sino en general varios sectores del pueblo se veían
afectados, la tranquilidad se veía perturbada pero
sobre todo cada desastre traía consigo grandes
problemas financieros para el municipio y para las
familias en particular. Esto impedía que se pudiese
llevar a cabo plenamente el progreso más bien fue
un proceso que se interrumpió una y otra vez, y que
tuvo que esperar cuando había otras prioridades en
los gastos municipales y familiares. No se podían
realizar otras obras públicas porque las existentes
requerían compostura continuamente como cuando
en siniestros los “caminos en general, se pusieron
en pésimas condiciones, pero ya se están haciendo
las reparaciones más indispensables entretanto
pasan las lluvias, para proceder a una compostura
formal”53
Por otra parte la pobre salubridad causaba
contrariedades todo el tiempo, enfermedades como
la tuberculosis, el tifo, la fiebre tifoidea, el
sarampión, la disentería, el dengue y la viruela
seguían produciendo muertes entre la población y
que, dígase de paso, acompañaban exacerbándose
a los siniestros naturales antes mencionados. En el
caso de la viruela en 1899 el gobernador Martín
González declaraba que en Oaxaca la vacunación
sería obligatoria pero al parecer pocos si no es que
ningún habitante de San Juan fue vacunado. En
1903, a expensas de establecer la capitación en 25
centavos, se inició una extensa campaña de
vacunación con personal capacitado pero en
53
AGEPEO, Secretaria de Gobierno (Porfiriato), Leg. 71, Exp. 8.
general los servicios de salud que ofrecían los
médicos alópatas fue en sobremanera deficiente en
el San Juan porfiriano para combatir las calenturas
intermitentes, la fiebre cerebral, la disentería, la
inflamación en el estomago y la viruela que según
los reportes era de lo que más sufría esta región.54
El Centenario
Todos los cambios y las obras públicas
emprendidas estaban encaminados a convertir a
San Juan, en un pueblo moderno, al menos, en
progresar e imitar lo que se veía en los pueblos
grandes como Pinotepa Nacional y Jamiltepec. En
este sentido los nuevos edificios civiles y religiosos,
la construcción de caminos, la proyección y
reordenamiento de viviendas para el futuro trazo de
las calles, la creación de pozos de abastecimiento
de agua potable y la creación de jardines fueron los
adelantos más significativos del pueblo en el
porfiriato. Esta fue la ruta por la cual el progreso
que aclamaba el presidente Porfirio Díaz se
escurrió e introdujo en un pueblo pobre, aislado y
escasamente desarrollado. Hacer de San Juan un
pueblo indígena más ordenado, fue la forma en que
la élite local buscó insistentemente la
modernización.
54
AGEPEO, Gobierno de los distritos, Jamiltepec, Leg. 32, Exp. 37.
No solo la élite regional mestiza se
preocupaba de conducir a sus pueblos hacia la
modernidad sino que contagiaron a las élites y
gobiernos indígenas que no se quisieron quedar
atrás ante los adelantos que veían en Pinotepa
Nacional y Jamiltepec. En San Juan, el gobierno
que, dígase de paso, estaba controlado por los
miembros de la élite local, en lo que las condiciones
económicas del pueblo lo permitieron, no solo
redistribuyeron los espacios públicos sino que
buscaron que este espacio completamente rural
empezara a adoptar toques urbanos al estilo
porfiriano mestizo.
Este pueblo que no podía recuperarse de
una crisis económica que inició en 1907 no podía
apresurar sus ansias de modernidad y
urbanización, pero en 1910 tuvo que contener las
tensiones sociales, políticas y económicas que se
habían ido acumulando a lo largo del régimen, ya
que en este año el pueblo se esmeró en la
celebración de un acontecimiento sumamente
importante para el país, los 100 años de
Independencia de México. Fue un momento de
reflexión, los abuelos de algunos sanjuaneros de la
época habían vivido la guerra, la mayoría de todos
ellos sabían relatos que oralmente les habían
contado sobre los sucesos ocurridos en la costa
cien años antes.
Aunque las celebraciones locales no fueron
pomposas como las que se realizaron en la ciudad
de México y la ciudad de Oaxaca, San Juan no se
quedó fuera de las celebraciones puesto que de
manera oficial el gobierno del estado las fomentaba.
San Juan que se había comprometido con realizar
una obra pública para conmemorar tan histórica
fecha, fue más allá. En este marco, la Casa
Municipal antigua construida con técnica de
namayutu fue reemplazada por una construcción de
adobe y techada de tejas, edificio moderno, que
mucho más grande que su anterior contaba con
amplio corredor, sostenidos por columnas y
completamente blanqueada por cal desde entonces
esta cede de gobierno se conocería como Palacio
Municipal.
Se pretendió hacer una celebración llena de
gala, nunca antes se había puesto tanto empeño en
el “viko diesisei”,55 las celebraciones oficiales del
Centenario, iniciaron por la tarde del día 15 en que
funcionarios religiosos así como funcionarios del
ayuntamiento ofrecieron en la iglesia un largo
rosario “en nombre de los mártires de la patria”.56
Después de esto como ya era tradición, a media
noche las campanas de la iglesia fueron tocadas
55
El significado de esta frase es Fiesta del dieciséis, el gobierno giró las órdenes para que se celebrara tan histórica fecha con la realización de por lo menos una obra pública. 56
Aunque no pudimos encontrar fuentes detalladas del suceso, la recreación que aquí exponemos se basa en algunas fuentes del siglo XIX y la memoria histórica de la celebración de principios de siglo XX. Por ejemplo, sabemos que en el siglo XIX, la banda de música de San Juan era solicitada en Jamiltepec para amenizar la fiesta y que los funcionarios indígenas hacían rosarios en nombre de los héroes de la independencia.
por el presidente municipal y ante la concurrencia
que se reunió en la espaciosa plaza cívica, los
señores alcaldes y demás tatamandones dieron
sendos discursos relatando desde la perspectiva
local, los sucesos ocurridos cien años antes en la
región.57 La plaza fue iluminada completamente con
grandes antorchas de ocote y lámparas de petróleo
iluminaron la hermosa columnata del palacio
municipal y la iglesia, mientras la danza de los
maromeros distraía a los concurrentes, en el atrio
de la iglesia, castillos y decenas de toritos
pirotécnicos fueron incendiados.
El día 16 de septiembre con el pueblo
reunido en la plaza, se dio inicio a los festejos, la
plaza había sido completamente renovada
formando una espaciosa cuadrícula sembrada de
árboles, en el centro tenía un pequeño quiosco
construido recientemente desde donde la banda de
música tocaba para alegrar a la gente que veía
atenta el concurso del palo encebado, un arco
monumental hecho de palma y flores se había
levantado en conmemoración del centenario frente
57
Dentro de las historias del pueblo que se han transmitido de forma oral, aún hay nociones de Benito Juárez y de Porfirio Díaz. Aunque suele suceder que se cuentan historias locales en las que se pone a Díaz como partícipe, este personaje jamás puso un pie en San Juan, pero se le reconoce como un presidente que hizo mucho por el pueblo pero que acabó saqueándolo, en algún momento la imagen de Díaz fue satanizada por los ancianos del pueblo principalmente se le atribuyen las invasiones del territorio y desfalcos a las cuentas comunales.
al palacio municipal.58 Este día, el gobierno
municipal y los tatamandones inauguraron con toda
gala la avenida “Independencia”, que se proyectó
como la obra representativa de los festejos del
Centenario.
Esta obra, era una espaciosa calle la
primera que se construía en el pueblo, se había
iniciado por el sistema de tequio precisamente para
los festejos de 1910, aunque no era muy larga, era
un magnifica innovación, un signo más del progreso
hacia la modernidad porfiriana. Se construyó al lado
sur de la plaza cívica, empedrada y flanqueada de
frondosos árboles, bajo los cuales se pusieron a
propósito bancas de madera. La costosa obra
pública fue inaugurada entre sendos discursos de la
élite local, que ya había construido casas de
material en la traza de la calle, que se había
proyectado tiempo atrás, pero que hasta entonces
se pudo llevar a cabo. Esta obra fue el último
resplandor del San Juan porfiriano, y al menos su
traza es lo último que queda de esas épocas en la
actualidad.
Después de esto, los funcionarios civiles y
religiosos vestidos con sus mejores galas y
sosteniendo las sagradas varas de mando, dieron
un paseo acompañados de la banda de música y
los concurrentes por la recién inaugurada avenida,
y los espacios abiertos que aunque no eran francas
58
La fuente para recrear esta escena la hemos obtenido de la tradición oral y de cómo se hacía la celebración en la segunda y tercera década del siglo pasado.
calles se habían reordenado con ese propósito para
el futuro, después se ofreció una comida gratuita en
el palacio municipal. Por la tarde la música de
violín, guitarra y cajón unieron en una sola
celebración a todos los sectores del pueblo, un
momento de alegría en aquella época en que toda
clase de crisis se dejaron caer, pero que se podía
no hacer reparo en los gastos para una celebración
comunal, una antesala para los tiempos que se
avecinaban y que no volverían a ser como aquellos,
en muchos, muchos años.
Top Related