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ESPACIOS . . . con Enrique Triana
Eduardo Parra ChavarroEduardo Parra ChavarroEduardo Parra ChavarroEduardo Parra Chavarro
Concreción y precisión son términos que responden cabalmente al interpelar por los cuerpos que
por él se manifiestan en su arquitectura. Consecuente con su experiencia en el decorado
norteamericano de posguerra que apadrino a las baterías racionalistas alemanas de aquel
movimiento denominado Bauhaus, es versado en el manejo de las escalas involucradas en la
composición magistral de espacios que estremecen, desde el mobiliario hasta la arquitectura.
Empuño el estandarte de la arquitectura del movimiento moderno con devoción hasta que
apaciguo su pulsión de destrucción para entablar tregua con los rastros patrimoniales y conciliar
con la memoria en ellos arraigada, permitiendo incorporar el lenguaje moderno al repertorio que
modela e integra la historia. Respiro para estimar el pasado y encuentro teatralizado en la
convergencia de las salas de exposición del “Museo de Arte del Banco de la República” y los
claustros coloniales de la “Casa de la Moneda”.
Presenciamos en su residencia el compendio de un pensamiento que concibe lo “moderno” como
manera de aproximarse tanto al espacio como a la vida misma para reconocer las esencias en un
mundo colapsado por tantas apariencias; aquello que no desaparece y aquello que no permanece.
En contra del establecimiento pedagógico de su momento aposto porque su enfoque y experticia
despertaran el entendimiento de sus allegados a la experimentación que aguardaba atrofiada a ser
estimulada. Divergencia dialéctica que lo aproximo entrañablemente a estudiantes que lo
desafiaban y posteriormente lo frecuentaban; sublimar la inocencia del aprendizaje y reprochar la
necedad de la jerarquía. Finalmente, nos recuerda que será el camino que recorre nuestro
pensamiento, lo que actuará como espejo y nos dará cuenta de la evolución de nuestra propia
existencia; un continuo quebrado por las inflexiones que marcan los estadios superados durante
dicha cadencia.
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APARTES DE LA ENTREVISTA
“. . . es que papa era ingeniero y profesor de la universidad, y después fue decano . . . y él desde
temprano me cultivo las aficiones que yo tenía; a pintar, a la historia y . . . poco a poco me fue
dirigiendo hacia la arquitectura. Pero la influencia fue en el hogar, ante todo . . .”
“. . . en vista de que hubo una huelga de tres meses papa decidió enviarme a Estados Unidos a
estudiar, y primero estuve en Nueva York seis meses estudiando inglés y después fui a la
Universidad de Michigan en Ann Arbor, donde volví a empezar porque yo consideraba que era
mejor empezar otra vez. Yo tenía 18 años apenas, no tenía ningún afán, y allá estuve cinco años . .
. donde me gradué en el año 53 . . .”
“. . . la arquitectura moderna en ese momento no era bien aceptada por el público. Hoy día todo el
mundo piensa en moderno pero hace cincuenta años, hace más porque . . . ! 57 años ! . . . la gente
estaba acostumbrada a las casas de estilo; estilo español, estilo inglés, estilo francés . . . inclusive
habían unas que llamaban estilo moderno, pero era una cosa esporádica y en ningún caso era una
cosa aceptada por el público . . .”
“. . . de modo que la primera influencia que tuve fue el Bauhaus y después más tarde en la carrera,
Mies Van Der Rohe que era un profesor de Illinois Tech en Chicago y que era muy cercano al
profesor mío de arquitectura; él y tuve que ver Saarinen, con Yamasaki, con Sert con todas esas
figuras del momento que fueron a dictar cursos a mi universidad y fueron jurados de los proyectos.
Pero yo creo que el que más me influyo fue Mies Van Der Rohe, entonces de ahí que mi
arquitectura es muy sencilla, muy clara, muy en función de los espacios limpios . . .”
“. . . algo de Wright, no mucho porque Wright según el Bauhaus era muy arbitrario; el Bauhaus era
un movimiento racionalista de modo que . . . es difícil definir quién influye y quien no, porque parte
de uno pues . . . es uno quien desarrolla su personalidad . . .”
“. . . yo conocí el mar en Estados Unidos . . .”
“. . . obviamente la ciudad más impactante que hay en Europa es Paris, que realmente me impacto.
Obviamente por todos sus monumentos, por sus trazos urbanos, por sus jardines . . . pero España
estaba todavía, pues recién pasada la guerra, porque esto fue en el año 50 y no tenía pues una
arquitectura moderna que tuviera alguna importancia. En Italia pues primaban las obras de arte y
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la arquitectura del renacimiento. En Francia lo más importante era el gótico a mi manera de ver . .
.”
“. . . estaba de decano Pablo Lanzetta Pinzón que era amigo antiguo de la casa y me ofreció que
dictara un curso en primer año sobre expresión. Entonces yo lo tome por mi lado y organice un
curso de diseño básico que no existía aquí ese curso; eso lo hicimos con Dicken Castro para
introducir al alumno al mundo de la plástica, al color, a la textura a la transparencia, a los
volúmenes, a los espacios . . .”
“. . . dicte ese curso de expresión por diez años al cabo de los cuales me nombraron coordinador
de talleres de la facultad y ya por el año 68 me nombraron director de arquitectura. Estuve del 68
al 70 de director de arquitectura y entonces organice varios congresos sobre docencia que se
realizaban con el auspicio del Ministerio de Educación y de ahí salió un nuevo pensum que elabore
yo con Reinaldo Valencia, otro arquitecto muy conocido que también estaba como profesor . . .”
“. . . bueno, para mí la Universidad Nacional fue mi vida ¿ No ? es lo más importante que me ha
pasado en la vida. Yo me entregue totalmente a la docencia y a comunicar ideas . . .”
“. . . y el trato con ellos para mí era fundamental; que adquirieran confianza, que se le borrara la
idea de la jerarquía del profesor que raja, sino más bien del consultor que ayuda y eso fue como yo
desarrolle toda mi docencia a través de los 50 años que estuve . . .”
“. . . yo me case ya con muebles muy modernos que fueron, que . . . hay una anécdota que la he
repetido que es cuando mama al ver todos esos muebles que yo iba a poner en mi apartamento,
me dijo: ! Hay, no ! Isabel es mi mujer ! isabelita no se merece esto ! porque le parecía todo
horrible, los sofás muy bajitos, se usaban las cosas muy bajitas . . .”
“. . . yo nunca he sido partidario de enfatizar la función . . . ! Claro que es determinante en la
arquitectura ! pero la parte creativa de la arquitectura no tiene que ver con la función, sino con ya
el talento de cada cual . . .”
“. . . la ciudad que yo viví tanto de chiquito como de joven y de profesional nuevo, era una ciudad
coherente. Entonces ¿ Habían barrios residenciales con casas de estilo ? ! Si ! pero con casas
cuya escala y sus jardines influían en el medio ambiente de una forma radical. Existía el barrio del
Nogal, Rosales, Teusaquillo, La Magdalena, Palermo; todas esas con trazos muy normales y fáciles
de vivir y de . . . entonces, eso se fue destruyendo porque la arquitectura, los arquitectos modernos
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nos caracterizamos por ser destructores; tumbar todo y volver a hacer todo. Pero con el tiempo,
pues obviamente yo evolucione y empecé a apreciar todo lo anterior y tratar de conservarlo . . .”
“. . . yo no creo que se haya vuelto un estilo definido; claro que los historiadores llaman eso la
modernidad y la posmodernidad, pero en realidad es lo mismo. Es el mismo proceso buscando las
esencias y buscando espacios que produzcan emociones . . .”
“. . . no es fácil ¿ No ? ponerlo a dialogar. Pero yo creo que en ese museo se logró, por su sencillez
y por su uso de luces y sombras muy definidas como la arquitectura colonial y . . . ante todo lo
directo ¿ No ? es una arquitectura muy clara y muy directa . . .”
“. . . cuando me iba a casar diseñe todo ¿ No ? inclusive las . . . los delantales de la muchacha y las
sabanas de las camas . . .”
“. . . la arquitectura siempre tendrá que ver con belleza, siempre tendrá que ver con posibilidad de
ser construida y siempre tendrá que ver con los espacios que producen emociones . . .”
“. . . esa vida para mí fue fundamental; le dedique cuatro tardes a la semana durante cincuenta
años, eso es . . . eso ya es, pues definitivo . . .”
“. . . los profesores cuando yo fui director de arquitectura eran “latosisimos” . . . y no ponían sino
problemas. En cambio los alumnos que eran muy radicales, eran mucho más manejables por . . .
porque eran más sensibles . . .”
“. . . yo consideraba que cuando llegaban a mi taller venían un poco, ehh . . . castrados, esa es la
palabra; que las pocas iniciativas que habían tenido a lo largo de esos semestres habían sido
cortadas por unos modelos que se habían inventado o por una forma de enseñar que no admitía lo
nuevo, y en mi taller yo siempre les dije: empiecen como si volvieran a nacer . . .”
“. . . venían más que cuadriculados y yo trataba de descuadricularlos . . .”
“. . . el alumno le cogía amor e interés a lo que estaba haciendo puesto que era de él. No era como
la quería el profesor, porque el profesor no le exigía ningún estilo y ninguna forma predeterminada
. . .”
“. . . porque para mí, lo arbitrario sigue siendo peligroso . . .”
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“. . . yo soy esencialista . . .”
“. . . ! Una caja con huecos ! era lo que yo quería y se acomodaba a la esencia de que no debía de
entrar luz natural . . . sino en los sitios de circulación digamos, pero no en los sitios de exhibición . .
.”
“. . . lo moderno es una manera de pensar, no es un estilo . . .”
“. . . era mucho más estática la arquitectura y ahora es más dinámica; las formas son más
dinámicas ¿ No ? tienen la sensación de movimiento y de distintas posibilidades de volúmenes . . .”
“. . . este mundo es el mundo de la tecnología y tiene que ser admitido como tal – es inevitable – es
inevitable, ! No ! y es parte de lo que yo creo que se debe hacer en la arquitectura ¿ No ? partir de
una técnica . . .”
“. . . entonces la primera línea que trace fue esta, que era paralela a los árboles y esa fue la
generatriz de todo el diseño del salón y después fue saliendo ya las alcobas y todo, y hasta que se
volvió un ente, una cosa definida . . .”
“. . . cuando estaba la facultad muy politizada, obviamente yo era la antítesis del socialismo.
Entonces un alumno me dijo, con mucha agresividad: ! Burgués ! y le dije: ! No señor ! Aristócrata .
. . entonces esa es una frase clásica mía que pinta la independencia que tuve de la influencia de
los alumnos politizados. Muchos profesores trataron de mimetizarse y de ser como partidarios de
los alumnos, yo en eso si fui vertical, nunca – integro, mantuvo sus principios – sí, mi personalidad.
Yo tenía un carro mercedes con chofer, llegaba a la facultad en carro mercedes, el chofer me abría
la puerta y yo salía. Nunca me acompleje . . . de ser lo que soy . . .”
“. . . cuando entre a mi taller en el año 70, había un líder de los estudiantes que era muy agresivo y
entonces antes de empezar la clase dio una palmada sobre la mesa de dibujo, dijo: ! Quiero que
usted sepa que usted representa lo que yo más odio ! . . . entonces yo dije: pues sí, tiene razón; soy
de la clase alta, tengo dinero, me eduque en Estados Unidos, soy católico y ejerzo . . . de modo que
estoy de acuerdo con usted . . .”
“. . . a las expresiones de los estudiantes les tenía mucho respeto . . .”
“. . . años después encontré al mismo que había sido tan agresivo y me dijo lo siguiente, me dijo . . .
claro estaba muy aburguesado, como yo llamo y entonces yo le dije: ¿ Qué le paso ? ¿ Qué paso,
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que cambio tanto ? dijo: mire, usted fue el único profesor que me enseño algo . . . porque yo no le
tuve miedo . . .”
“. . . cuando uno esta joven es más sensible hacia la situación de los demás, porque después va
cogiendo vicios y va formando un carácter más distante, pero en ese momento, así como yo fui
muy fervoroso de cambiar la mentalidad hacia la arquitectura moderna, así los alumnos que
estaban interesados en una nueva sociedad, pues tenían el mismo fervor . . .”
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