“ESTIMULANTES HACIA LA GRATITUD”
(Sal.35:18) (NVI) Yo te daré gracias en la gran asamblea; ante una multitud te alabaré.
I. El mirar a nuestro alrededor nos estimula a ser agradecidos.
a. Al mirar el hermoso mundo en que vivimos (Sal.147:8) El es quien cubre de nubes los cielos, El que prepara la lluvia para la tierra, El que hace a los montes producir hierba.
b. Al mirar a la humanidad presa del pecado, Debe estimularnos a dar gracias por que su gracia nos alcanzo.
c. Al mirar como Dios ha suplido nuestras necesidades (Fil.4:19) Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
- El nos ha dado más de lo que merecemos.
- En la salud, en la familia, con los amigos, con las capacidades, con los favores. Con su gracia Etc.
2. Al mirar a nuestro interior.
a. Una nueva naturaleza divina (2 Ped.1:4a) (NVI) por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina.
b. Podemos ver una nueva persona (Rom.8:9) (NVI) Sin embargo, ustedes no viven según la naturaleza pecaminosa sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios vive en ustedes.
c. Podemos ver una nueva paz (Sal.119:165) Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo.
3. Al mirar hacia arriba.
a. Podemos ver a nuestro abogado (1Jn.2:1-2) Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. 2 Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.
b. Podemos ver a un Dios todo poderoso (Sal.147:15-19) 15 El envía su palabra a la tierra; Velozmente corre su palabra.16 Da la nieve como lana, Y derrama la escarcha como ceniza. 17 Echa su hielo como pedazos; Ante su frío, ¿quién resistirá?
18 Enviará su palabra, y los derretirá; Soplará su viento, y fluirán las aguas. 19 Ha manifestado sus palabras a Jacob, Sus estatutos y sus juicios a Israel.
c. Podemos ver la percepción de Cristo.- Cuando Felipe fue apedreado vio a Cristo parado a la diestra de Dios (Hech.7:55) Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios.