DISTINTAS CONCEPCIONES DEL BIEN
Y DE LA VIDA BUENA
EUDEMONISMO
Doctrina ética que considera el fin último o bien supremo es la
felicidad
Para conquistar la felicidad se requiere la areté o virtud
Sócrates y Platón identifican la felicidad con la sabiduría, no
como la acumulación de datos y conocimientos, sino con el proceso de la duda, de la
autocrítica, la cual nos permite vaciar nuestra alma de lo que
creemos saber para liberarla de ilusiones y prejuicios.
Accediendo de este modo a la “docta ignorancia”: somos
sabios en la medida en la que nos desprendemos de falsos conocimientos y asumimos lo que nos falta por saber y por lograr en cuanto a la virtud.
HEDONISMO
Doctrina planteada por Epicuro. Considera que el fin último consiste en el placer y en la
disminución del dolor.
El ser humano, mas que el conocimiento, debe de buscar
la serenidad, ataraxia o imperturbabilidad de ánimo
Se distinguen dos tipos de placeres:
Los que tienen que ver con la sensación, o fugaces, que nos
hacen dependientes
Los que tienen que ver con la razón y el autodominio, o
perdurables, que nos liberan
Para lograr la serenidad, el hombre ha de liberarse de las
necesidades y los falsos temores, los cuales son fuentes
de dolor.
Las necesidades físicas, materiales, así como las
sociales deben de reducirse al mínimo
NATURALISMO
Filosofía propuesta por Baruch Spinoza, conocida también como
“panteísmo”: todo es Dios, en todo esta presente la sustancia
divina.
Dios es racional y es principio de bien, no conoce el mal; por lo tanto, el mal no existe para el
hombre
Establece que todo lo que ocurre en el orden de la naturaleza se
identifica con el bien.Lo “bueno” reside en aquellas afecciones que y disposiciones
ante la existencia que provienen de la actividad y lo “malo” en las afecciones que provienen de la
pasividad.
FORMALISMO
Concentra la ética en el deber de la razón pura
El hombre tiene diversas propiedades o características
que pueden ser buenas o malas dependiendo del uso que de
ellas haga, por lo tanto, el bien no puede radicar en ninguna de
ellas.
Solo existe una propiedad humana superior,
inequívocamente buena: la “buena voluntad”, capaz de
obedecer la ley moral, el imperativo categórico por amor
al deber y sin ninguna otra satisfacción que la de cumplir
con éste.
UTILITARISMO
El bien supremo consiste en la mayor felicidad para el mayor número posible de personas
Las acciones serán justas en la proporción con que tienden a
promover la felicidad (el bienestar de la mayoría); e injustas en cuanto tienden a promover lo contrario de la felicidad (sufrimiento y dolor en
muchas personas).
El bien ético es la satisfacción y la alegría por la vida, que es
posible alcanzar mediante una existencia con más placeres que sufrimientos, y consagrada a la
reflexión y a las actividades más altas del espíritu.