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FUNDAMENTOS DE LA EDUCACIN.
Asignatura1
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LA EDUCACIN Y SUS FUNDAMENTOS
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INTRODUCCIN
Reflexionar sobre la educacin hoy, es reflexionar sobre el hombre y las
consecuencias de su presencia en el mundo. El origen del incesante camino en bsqueda
de la verdad, ha ido sin duda inherente a la llegada del hombre en el mundo. Sin embargo,
el trnsito consciente, vocacional y sistemtico en dicha direccin se entronca con el
surgimiento del pueblo griego en la historia universal, real descubridor del medio por el
cual esta bsqueda adquiere el valor de una posibilidad: la razn.
En la bsqueda del saber y el conocer, sentimos el temor persistente que nos
enfrenta, en la bella alegora de Platn, al dilema de estar de cara a la caverna y percibir,
por lo tanto, la sombra desdibujada de los seres que se proyectan en sus paredes, o estar
de cara al mundo, percibiendo la real naturaleza y dimensin de esa realidad que desafa la
pluridimensionalidad de nuestra conciencia.
Ya Scrates concibi la razn como un medio intencional y adecuado para penetrar
la realidad y, por lo tanto, conocerla y comprenderla. La misma certeza es manifestada por
Platn, en su bsqueda hacia la sabidura.
La razn entonces, es identificada como una facultad inalienable y privativa del
hombre, que le permite indagar, jerarquizar, comprender y, en consecuencia, reafirmar su
primaca sobre los dems animales.
La razn ha de asumir una funcin cognoscitiva y una regulativa, en cuyos vrtices
se inserta la educacin, entendida como el medio por el cual el hombre aprende a vivir en
un contexto determinado, estableciendo relaciones de diverso tipo, en un avance hacia
estados de posibilidad perfectible. Este proyectarse permanentemente, est definido por
diversos estados de necesidad y por una especie de tensin primigenia, que forma parte de
la propia naturaleza humana: por ser inacabado el hombre busca su perfeccin, por ser
solitario precisa de la relacin con otros hombres, por tener la capacidad de reflexin
establece relaciones conscientes consigo mismo, por sentir la necesidad de transformar su
medio se compromete en la transformacin del mundo. La educacin, constituye una
funcin de racionalidad de un ser humano indeterminado, situado en un ambiente
especfico y sujeto de circunstancias histricas determinadas.
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En ese sentido, la Educacin, se define como el proceso interior de formacin del
hombre, realizado por la accin consciente y creadora del sujeto que se educa y bajo la
influencia exterior o el estmulo del medio sociocultural con el que se relaciona
(Manganiello: 1984).
Avanzar en la concrecin de tal intencionalidad, supone la discusin respecto a la
naturaleza misma de la educacin -Qu es la educacin?; Para qu la educacin?- y de los
fundamentos que le dan racionalidad y la circunscriben. Teniendo como foco de inters el
proceso educativo, debemos reconocer en l una dimensin terica y una operativa. La
dimensin terica tiene su punto de partida en los elementos de la antropologa y la
filosofa. Antropolgicamente, el hombre en tanto sujeto de educacin se define como
una estructura biopsicosociocultural unitaria de carcter incompleta, cuya misin
existencial es hacerse y completarse. Filosficamente, la educacin requiere un
modelo de hombre y sociedad hacia el cual mirar en la intencin de dar al proceso
educativo una finalidad. La dimensin operativa de la educacin, supone dar cuenta de
los diversos factores condicionantes de la educacin.
El dar a los procesos pedaggicos mayor efectividad, conducentes a dotar de calidad
a los aprendizajes y de equidad a la oferta educativa, implica reconocer que el educar es
por definicin y esencia una tarea perfectiva, optimizadora, potenciadora. Al final de la
accin educativa esperamos que los educandos sean ms valiosos, alcanzando mbitos
valricos cada vez ms completos. La calidad de la educacin viene determinada por la
profundidad y extensin de los valores, conocimientos, habilidades y destrezas que seamos
capaces de suscitar y actualizar. En tal imperativo, la aptitud y actitud del profesorado -
su prctica- pasan a jugar un rol clave.
En ese contexto, la invitacin es a analizar el hecho educativo, desde la perspectiva
de sus fundamentos epistemolgicos y axiolgicos, reflexionando en torno a su complejidad
y a las exigencias planteadas al rol docente.
OBJETIVOS
I. Analizar el concepto de educacin, desde la perspectiva de sus fundamentos
epistemolgicos y axiolgicos.
II. Reflexionar en torno a las complejidades del hecho educativo.
III. Dimensionar el rol que se exige al docente a objeto de dar a la accin pedaggica,
relevancia y proyeccin.
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1. LOS FUNDAMENTOS FILOSFICOS DE LA EDUCACIN
Gerardo Ramos Serpa
Licenciado en Filosofa, Doctor en Ciencias Filosficas y Mster en Ciencias de la Educacin
Superior.
El esfuerzo impostergable y consciente por elevar la calidad de vida en la
actualidad, as como por propiciar un desarrollo verdaderamente sostenible para la mayora
de la sociedad supone, entre otros elementos, atender y perfeccionar a la educacin en
tanto componente indispensable y factor catalizador de los fenmenos sociales.
El mejoramiento prctico de los procesos educacionales, incluyendo los de nivel
superior, posee como importante precedente la reflexin crtica y el asentamiento sobre
slidas y multidisciplinarias bases cientficas de la labor de los profesores, directivos y del
resto de los sujetos implicados en dicho proceso.
El estudio y la fundamentacin cientfica de la prctica educativa, puede tener
lugar, a partir de diversas pticas y perspectivas disciplinarias, como son la economa de la
educacin, la psicologa educativa, la sociologa de la educacin, la didctica educativa, la
historia de la educacin, la metodologa de la investigacin educativa y la filosofa de la
educacin, entre otras.
Muy variadas, y no siempre adecuadas, son las formas de concebir en interpretar a
la filosofa de la educacin en el transcurso de su larga historia. Entre ellas podemos
encontrar su comprensin como la enseanza del pensamiento filosfico en el contexto de
la educacin en general o en los cursos que preparan a profesores, como sistema terico o
escuela de pensamiento que reflexiona acerca de las bases o significados formativos y/o
existenciales de la educacin, como modo de vida o comportamiento al interior de la
escuela o del proceso docente, como disciplina sobre la apreciacin de valores en la
educacin, como las asunciones o creencias que conscientemente o no, se encuentran
presentes en el proceso educacional, como anlisis lingstico o conceptual de la
educacin, como estudio de carcter ya sea emprico y/o lgico del fenmeno educativo,
como filosofa moral en el contexto educativo, como teora de la educacin, como
disciplina acerca de los fines y funciones de la educacin, como forma de reflexin crtica y
justificacin de los propsitos de la educacin, como base o instrumento del
establecimiento de polticas educacionales a diferentes niveles, como disciplina que vincula
la educacin con el sistema social en que se desenvuelve, como metadiscurso de anlisis de
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la actividad educacional, como instrumento para perfeccionar la formacin del individuo,
entre otras muchas.
As, por ejemplo, en la actualidad se muestran posiciones que consideran que la
Filosofa de la Educacin ha dejado de ser una reflexin, dentro de la Filosofa sobre la
Educacin o una aplicacin de la primera sobre la segunda para convertirse en estudio
desde el interior de la prctica y la investigacin de la educacin hecha por los educadores
mismos (Follari, 1996, 76); que ella examina el aparato conceptual utilizado por maestros
y tericos, a fin de descubrir el significado exacto del lenguaje educativo (Moore, 1998,
22), que: La Filosofa de la Educacin hoy, en los Estados Unidos y en cualquier otro lugar,
es realmente un hbrido de filosofas educacionales y de aquellas teoras ... que
argumentan que la filosofa y la teora no pueden ni deben estar separadas (Burbules,
2002, 352); que la misma constituye una manera de mirar, pensar, percibir y actuar en y
sobre el mundo, as como de ayudar a superar las formas de desigualdad y opresin
estructural (Beyer, 2003, 13); o tambin que dicha disciplina, es la brjula orientadora y
la gua terica necesaria que ofrece la unidad de pensamiento que tiene que dar
coherencia a las diferentes respuestas que se ofrezcan a todas las esferas del proceso
educativo (Chvez, 2003, 10).
No podemos dejar de coincidir con las valoraciones crticas que plantean, que
frecuentemente la Filosofa de la Educacin maneja categoras y conceptos filosficos sin
el nexo intrnseco entre el cuerpo terico de la filosofa ... y la educacin (Saviani, 1998,
9), as como que los filsofos de la educacin no nos han dado una cuenta clara de cmo
su disciplina realmente se supone que trabaja: de los tipos de argumentos que ella usa, de
la evidencia que ella toma para ser pertinente, sus pruebas para la verdad y falsedad, sus
criterios para el xito o el fracaso, el estatus de sus propias proposiciones y declaraciones,
y su lgica interna en general (Wilson, 2003, 282).
Todo ello sirve de presupuesto tambin, para el debate y la toma de partido en
relacin con lo que puede ofrecer esta disciplina y su grado de validez terica y/o prctica.
Para algunos: La Filosofa de la Educacin parece estar experimentando una
marginalizacin creciente hoy.... El dilema central que enfrenta este campo es encontrar
la forma de ser, tanto acadmicamente buena, como importante para los practicantes...
(Bredo, 2002, 263), mientras que otros aseveran que: Hoy por hoy la Filosofa de la
Educacin goza de reconocimiento mundial, lo que no excluye que exista un fuerte debate
en torno a esta disciplina terica (Chvez, 2003, 7).
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En el contexto de este debate, consideramos que es necesario e indispensable no
abandonar la reflexin filosfica sobre la educacin, ya que esta perspectiva terica de
analizar dicha forma de actividad social de los hombres, puede y debe contribuir al
perfeccionamiento tanto de su armazn terica como de su accionar prctico; ms para
ello se precisa superar aquellas formas tradicionales y declarativas de asumir a la Filosofa
de la Educacin, y concebir dicho estudio como un instrumento efectivo de la comprensin
y transformacin de la actividad educacional desde el enfoque filosfico, a lo cual hemos
llamado los fundamentos filosficos de la Educacin, entendidos como el anlisis filosfico
de la Educacin y, en particular, del proceso de enseanza-aprendizaje que all tiene lugar,
que ofrece un conjunto de instrumentos terico-prcticos, que permiten desenvolver la
actividad educacional de un modo ms consciente, ptimo, eficiente, eficaz y pertinente.
Esta comprensin de los Fundamentos filosficos de la Educacin, posee varios
presupuestos terico-metodolgicos de partida. El primero de los mismos se refiere a cmo
entender a la filosofa.
Como se conoce, diversas son las maneras de entender la especificidad de este tipo
de saber. Para unos, el mismo es concebido como teora sobre el ser en general, o sobre el
conocimiento y su proceso, o sobre el pensamiento y sus formas, o sobre la sociedad y el
hombre, o sobre la conducta moral del individuo, o sobre la belleza y sus modos de
existencia, etc. En nuestro criterio, la naturaleza del conocimiento filosfico puede ser
adecuadamente entendida a partir de comprender a la misma como una teora universal de
la actividad humana, esto es, como una disciplina cientfica que estudia las regularidades
esenciales universales de la activa interrelacin tanto material e ideal como objetiva y
subjetiva del hombre con el mundo natural y social.
A tono con ello, la Filosofa as entendida conlleva el reconocimiento de que su
regin de anlisis es la reflexin acerca de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento
humano desde la perspectiva de la activa relacin del hombre con la realidad; que su
objeto de estudio se encuentra conformado por el anlisis de la universalidad de la
interrelacin humana con el mundo, en su doble determinacin material e ideal a la vez
que objetiva y subjetiva; que al asumir el enfoque terico de la actividad humana se
integra coherentemente lo sustancial y lo funcional en el anlisis; que su mtodo es la
dialctica materialista entendida como instrumento de y para la actividad del hombre; que
posee como dimensiones fundamentales a lo ontolgico, lo gnoseolgico, lo lgico, lo
axiolgico, lo antropolgico y lo praxiolgico; que su estructura se encuentra compuesta
por una problemtica propia, un ncleo terico especfico y una diversidad de disciplinas
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filosficas que refractan la multivariedad de lados y planos en que tiene lugar la activa
relacin del hombre con la realidad y consigo mismo; que sus funciones se reconfiguran en
tanto las mismas contribuyen a concientizar, racionalizar, optimizar y perfeccionar la
actividad social de los hombres; y que persigue como finalidad general, propiciar la
superacin de la enajenacin mediante la fundamentacin y promocin de la
transformacin revolucionaria de la realidad, a travs de un tipo de sociedad donde cada
vez ms se correspondan la esencia y la existencia del hombre (Ramos, 2000).
Otro presupuesto es el referido a concebir y caracterizar la complejidad de la
actividad humana, as como su significacin para la comprensin de la propia actividad
educativa.
En este sentido, la actividad humana se entiende como aquel modo,
especficamente humano, mediante el cual el hombre existe y se vincula con los objetos y
procesos que le rodean, a los cuales transforma en el curso de la misma, lo que le permite,
a su vez, modificarse a s mismo y edificar el propio sistema de relaciones sociales en el
que desenvuelve su vida.
La misma se caracteriza por su naturaleza social; su adecuacin a fines; la
definicin en ella de objetivos orientadores; el carcter consciente de su planeacin,
ejecucin y perfeccionamiento; sus elementos principales constitutivos (entre los que se
destacan las necesidades, los intereses, los motivos, los objetivos, los fines, las acciones,
los medios, las condiciones, las relaciones, las capacidades, los conocimientos, los valores,
las emociones y los resultados); su naturaleza autorregulada; su carcter universal; la
interrelacin del objeto y el sujeto en la misma; la correlacin de su estructura sustancial
(compuesta por un lado material y otro ideal) y funcional (constituida por un aspecto
objetivo y otro subjetivo); as como la delimitacin de sus formas fundamentales de
existencia (entendiendo por tales a las actividades econmica, poltica, cognoscitiva, moral
y esttica), (Ramos, 1996).
Analizando entonces a la actividad educativa, referida no a su expresin en el marco
de la familia, de las relaciones sociales del individuo o de la influencia de los medios de
comunicacin masiva, sino al proceso conscientemente realizado y responsable y
sustentadamente encargado por la sociedad a la escuela y ejecutado fundamentalmente
por el maestro en su saln de clases, se puede entender a la misma como aquella actividad
orientada, a travs del proceso de enseanza-aprendizaje, a transmitir y aprehender
activamente los conocimientos fundamentales acumulados por la humanidad; a formar las
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habilidades, hbitos, competencias y valores imprescindibles para que el individuo pueda
enfrentar adecuadamente la solucin de los problemas que la vida le plantear; y a
modelar las capacidades y la conducta del hombre para su insercin activa y eficaz en la
sociedad y la convivencia armnica con sus semejantes; mediante la organizacin
pedaggica de un sistema de contenidos, mtodos y medios estructurados en planes y
programas de estudio, en el marco institucional de la escuela; todo ello orientado al logro
de los objetivos formativos e instructivos propuestos.
El modo peculiar en que el estudio filosfico de la actividad educativa as vista
puede contribuir al perfeccionamiento de esta ltima, es a travs de los fundamentos
cosmovisivos, gnoseolgicos, lgicos y sociolgicos que a ella corresponden.
Caractericmoslos a continuacin brevemente.
Por fundamentos cosmovisivos de la actividad educativa entendemos aquellas bases
conceptuales, terico-metodolgicas, que estn presentes y atraviesan todo este proceso.
Entre ellos se encuentran:
El principio de la prctica.
El principio del desarrollo.
El principio de la contradiccin.
La correlacin del sujeto y el objeto en la actividad educativa.
El valor y la valoracin en el proceso docente.
As, tomando como ejemplo el principio del desarrollo y a partir de reconocer a
dicho desarrollo como una de las direcciones del movimiento en general, que se expresa
como la tendencia del paso de un nivel inferior y menos complejo a otro superior y ms
complejo en el devenir de los fenmenos y procesos, y que tiene lugar mediante el
entrecruzamiento de momentos contradictorios cuantitativos y cualitativos, de negaciones
dialcticas, de relativa estabilidad e incluso de regresin; entonces, en el anlisis de la
actividad educativa a partir del principio del desarrollo queda claro que la educacin debe
entenderse como un modo de promover y garantizar el mismo; que ella debe mostrar y
fundamentar el carcter dinmico de la realidad y de su reflejo en la conciencia del
hombre; que en el proceso docente deben emplearse conscientemente las leyes
fundamentales del desarrollo para la estructuracin de los planes y programas de estudio,
la exposicin del contenido, la asimilacin del material por el estudiante, y la evaluacin;
as como que la actividad educativa debe contribuir a formar la conviccin de que el
desarrollo del hombre y de la sociedad depende en gran medida de nuestra propia
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actividad.
Por otro lado, los fundamentos gnoseolgicos de la actividad educativa se refieren a
aquellas regularidades esenciales, a travs de las cuales transcurre el proceso de
conocimiento de la realidad en la conciencia del hombre y que se encuentran presentes y
actuantes en el proceso de enseanza-aprendizaje.
Entre sus componentes principales se encuentran:
El principio del reflejo activo y creador a travs de la prctica en la enseanza.
Lo sensorial y lo racional en la formacin de conocimientos, habilidades y valores.
Lo emprico y lo terico en el proceso de enseanza-aprendizaje.
La verdad en la educacin.
La interrelacin ciencia-docencia.
En este caso, tomando como muestra la trascendencia de la verdad vista como
proceso de correspondencia y reproduccin ideal del objeto y su imagen a travs de sus
componentes absoluto y relativo, objetivo y subjetivo, e histrico-concreto: apreciamos
entonces toda la importancia y necesidad de reconocer y aplicar el hecho de que la
educacin debe basarse gnoseolgica y ticamente en la verdad; que la veracidad del
proceso de enseanza-aprendizaje debe fundamentarse en la diversidad de aspectos y
momentos de la verdad; la importancia de la toma en consideracin y del empleo de la
prctica en su dimensin absoluta y relativa durante el proceso educativo; as como que la
calidad de la enseanza por parte del maestro y del aprendizaje por parte del alumno se
vincula estrechamente con la comprensin y el empleo consciente de la verdad y su
carcter dialctico; entre otros aspectos.
Refirindonos a los fundamentos lgicos de la actividad educativa, consideramos que
los mismos permiten delimitar aquellas leyes y formas mediante las cuales opera y se
estructura el pensamiento humano a lo largo del proceso docente. Entre los mismos pueden
destacarse:
La naturaleza categorial del pensamiento y su modelacin consciente. El ascenso de lo
abstracto a lo concreto en la organizacin, argumentacin y exposicin pedaggica. Lo
histrico y lo lgico en la actividad docente.
La formacin de la capacidad de demostracin.
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Las formas lgicas de estructuracin del saber cientfico y la educacin investigativa.
La importancia de tal tipo de fundamento filosfico de la educacin puede
apreciarse claramente, por ejemplo, mediante la significacin de la demostracin,
entendida como la capacidad de asumir conscientemente una posicin, explicacin o
actitud, sobre la base de comprender y argumentar consecuentemente la misma. A partir
de ello emerge toda la trascendencia de reconocer y llevar a la prctica la exigencia de
que la enseanza debe atender, ms que a la descripcin y la transmisin acrtica de
informacin, a la demostracin terica y prctica de los contenidos; que el aprendizaje
autntico incluye ante todo aprender a demostrar; la necesidad de instrumentar un sistema
de actividades docentes que viabilicen e implementen la formacin de la capacidad de
demostracin; la importancia de la creacin de un clima propicio de libertad y respeto que
facilite y estimule esta labor; as como que la evaluacin debe tomar en consideracin la
realizacin de la capacidad de demostracin por el estudiante como un elemento central.
Por ltimo, los fundamentos sociolgicos de la actividad educativa se encuentran referidos
en el plano filosfico a aquellos presupuestos ms generales que enmarcan a lo educativo
como un fenmeno humano y social, en tanto actividad direccionada a fundamentar y
potenciar la esencia del hombre y la correspondencia con su existencia, a lo cual
contribuye decididamente la educacin. As, ocupan un lugar de primer orden entre tales
fundamentos los siguientes: los fines de la educacin y la sociedad.
Economa y educacin.
El enfoque clasista en la actividad pedaggica.
El partidismo poltico y la cientificidad en el proceso de enseanza-aprendizaje.
La tica y la actividad educativa.
La educacin como instrumento de hegemona.
La interrelacin entre educacin, desenajenacin y cultura.
En este sentido, tomando por caso la enajenacin, vista como el modo de existencia
social del hombre donde se tergiversa y desnaturaliza su esencia a travs de la separacin y
contraposicin del hombre y su actividad, se puede apreciar el insustituible papel de la
actividad educativa en tanto medio de desenajenacin de la vida de los hombres en
sociedad, al transmitir los conocimientos y formar las capacidades necesarias que permitan
tanto el despliegue autntico de su actividad intelectual plena y multilateral, como el
diseo y la concrecin de un tipo de sociedad donde el hombre se realice efectivamente en
y a travs de su actividad, dndole el adecuado sentido de su vida tanto en lo personal,
laboral, colectivo como social.
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De este modo, el estudio filosfico sobre la educacin se constituir en una
herramienta efectiva a emplear por el educador en su actividad cotidiana, tanto instructiva
como formativa; la cual tendr as la oportunidad de fundamentarse en el dominio y
comprensin de rasgos y regularidades que objetivamente se encuentran presentes y
actuantes en el accionar del sujeto en general y en especial en el mbito educacional,
partiendo desde la labor de motivacin y concientizacin de qu es educacin y para qu se
educa por parte del maestro, pasando por la planeacin y preparacin de sus actividades
docentes y extradocentes, y llegando hasta el momento mismo de la clase, la evaluacin y
sus impactos individuales y sociales ulteriores. En todo ese proceso, el educador bien
preparado filosficamente tendr a su disposicin una ptica reflexiva y crtica que podr
emplear para elevar la calidad de su desempeo y de los resultados instructivos y
formativos en sus estudiantes.
Con ello la Filosofa para la Educacin dejar de ser un simple pasatiempo, una
ocupacin erudita sin relevancia prctica, una declaracin de principio acerca de las
finalidades de la educacin, una enumeracin memorstica de polticas o deseos en este
campo, para convertirse en medio para comprender mejor, fundamentar ms
profundamente y elevar la eficiencia y eficacia de la labor educacional.
Este enfoque acerca de los Fundamentos Filosficos de la Educacin ha sido validado
y llevado a la prctica por ms de 10 aos, mediante la imparticin de un conjunto de
cursos de Postgrado a profesores de diferentes niveles de enseanza, as como a travs de
su inclusin como asignatura bsica en la Maestra de Ciencias de la Educacin Superior que
se imparte en el Centro de Estudio y Desarrollo Educacional de la Universidad de Matanzas,
Cuba, con resultados muy satisfactorios avalados por procesos de acreditacin acadmica
de que ha sido objeto, as como por los criterios de los profesores que la han recibido y por
los cambios favorables en su accionar educativo.
En resumen, resulta evidente que si queremos levantar un edificio, de manera
natural recurrimos y tomamos en consideracin los elementos cientficos de diseo,
funcionalidad, resistencia de materiales y otros, que garantizan la calidad de la
construccin que nos proponemos. Del mismo modo, si queremos construir el edificio del
hombre y modelar un sujeto activo y preparado para enfrentar las complejidades del
mundo actual, debemos recurrir tambin al sistema de disciplinas cientficas, que estudian
y fundamentan la naturaleza esencial del hombre y que permiten caracterizar y optimizar
el proceso docente de su modelacin consciente, dentro de lo cual ocupa un lugar peculiar
e insustituible el anlisis filosfico del hombre y de su activa relacin con la realidad,
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incluyendo a la propia actividad educacional.
Coincidimos con la tesis de que: El pensamiento filosfico sustenta la prctica
educativa, de esta forma, pasa a ser parte de la misma, permitiendo orientar la enseanza,
con el fin de forjar un individuo y una sociedad digna y coherente con la realidad actual de
un mundo globalizado (Carla, 2000, 2). Mas, para ello, necesita dejar de entenderse a la
manera tradicional de filosofa de la educacin para asumirse como los activos y actuantes
Fundamentos Filosficos de la Educacin.
De aqu que la actividad educacional ser en mayor medida, y de manera ms
consecuente y efectiva, una actividad autnticamente humana y responder cada vez de
manera ms plena y multilateral a su encargo y deber ante la sociedad, en la medida en
que asuma y emplee de modo consciente y consecuente los Fundamentos Filosficos de la
Educacin as concebidos.
2. FUNDAMENTOS AXIOLGICOS Y EPISTEMOLGICOS DE LA EDUCACIN
2.1 EL CONCEPTO DE EDUCACIN
La educacin se define como la accin que ejerce un adulto sobre el joven que tiene
bajo su responsabilidad, ayudndole, por un lado, a alcanzar su desarrollo cognitivo,
afectivo y motor y, por otro, favoreciendo el desarrollo de competencias que aseguren su
insercin social.
La verdadera educacin es aqulla que le permite al sujeto hacer uso consciente y
reflexivo de sus potencialidades, enfrentndose a las dificultades de adaptacin social que,
tanto en la vida de convivencia general, como a lo largo de su actividad profesional, tendr
que resolver positivamente.
La educacin se define as como fenmeno esencialmente humano. Nota sta que
implica, a su vez, el carcter variable, que se traduce en la forma y mtodo educativo, el
cual cambia en relacin con las necesidades y aspiraciones de cada pueblo y poca.
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Dicho en otras palabras, la evolucin de la educacin depende (y esto porque la
educacin presente se debate en la dialctica pasado-futuro) de la situacin general
histrica, del carcter de la cultura, de la estructura social, de la orientacin poltica, de
la vida econmica, de la concepcin estrictamente pedaggica, de la personalidad y
actuacin de los grandes educadores, de las reformas de las autoridades polticas y, por
ltimo, de las modificaciones de las instituciones y mtodos.
Pero, lo cierto es, que la esencia de la educacin permanece siempre a lo largo del
tiempo, constituyndose as, en un proceso permanente de socializacin de las nuevas
generaciones y de personalizacin.
Etimolgicamente, la palabra educacin descansa en dos vocablos o verbos latinos
constitutivos del concepto de educatio: educare y educere.
Conviene recordar que educare evoca la accin de crear, nutrir e instruir, es decir,
ir de fuera hacia dentro, mientras que educere hace referencia al acto de orientar, guiar,
conducir o transportar, lo que delimita una actividad contraria y complementaria a la
anterior; supone, en definitiva, ir de dentro hacia fuera.
Educare nos plantea que la educacin es un proceso en el cual instruimos al sujeto
ensendole normas externas o exterioridades en relacin a su propia conciencia o
interioridad. Radicalizar este enfoque es transformar la educacin en instruccionismo. El
segundo trmino, Educere implica decir que la educacin es el proceso, por medio del cual,
orientamos al sujeto, creando las condiciones para que plasme su interior, se autorealice
por medio de una ayuda externa sin que esta ayuda instruya en todo y en forma rgida.
Podramos afirmar que la unin de estos dos trminos trae consigo cierta idea de
conflicto y, a la vez, de equilibrio entre aquello que nos viene de dentro y lo que nos
ofrece o nos impone el medio exterior. Constituyen un verdadero bucle de relaciones.
Por consiguiente, y a partir de la raz latina educare, educar va a significar ayudar o
contribuir a la interiorizacin de los objetivos propuestos como aprendizaje para el sujeto.
Y al mismo tiempo, tal hecho implicar necesariamente un paso hacia la consecucin del
fin propio del ser humano, su autonoma personal. Bajo este punto de vista, educar al
hombre conllevara permitirle autoeducarse, capacitndole para tomar por s mismo
decisiones razonables.
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No cabe duda de que, segn esta concepcin, la ayuda educativa intervendr
igualmente a nivel de los medios individuales, mediante los cuales se tiende a alcanzar, de
forma ptima y en dependencia a la personalidad de cada sujeto, esos objetivos que
acabamos de sealar.
A partir de ah, consideramos preciso hacer referencia explcita a la necesidad
personal que tiene todo hombre de elegir, escoger y decidir entre aquello que, proveniente
del medio ambiente, le ayuda a alcanzar sus propios objetivos y finalidad ltima.
Asimismo, esta asistencia o ayuda educativa, respecto a los medios, viene
determinada por el cuadro institucional, organizativo y administrativo de la escuela, que
garantiza, a su vez, el mejor desarrollo posible del proceso educativo.
El trmino educacin, tomado desde su sentido ms amplio, muestra la accin
general y difusa de una sociedad sobre las generaciones jvenes, con el fin de conservar y
transmitir su existencia colectiva.
As, la educacin viene a formar parte integrante y esencial de la vida del hombre y
de la sociedad. Por ello, podemos precisar que el proceso educativo existe necesariamente
desde los orgenes ms remotos del ser humano, y habr de existir, por tanto, mientras
permanezca el ser racional sobre la tierra.
La educacin constituye un proceso y como tal adhiere a las siguientes
caractersticas:
La educacin slo acontece en el ser humano.
La idea de educacin est asociada a una actividad de naturaleza cultural, superior
al slo orden biolgico. El hombre sobrepasa a todos los seres de la naturaleza porque es el
nico que vive porque ha logrado acceder a l- en un mundo cultural. El es capaz de dar
sentido, racionalidad y propsito a sus acciones y elevarse hacia el plano de la cultura.
La educacin supone una finalidad.
No existe educacin sin idea de fin. El proceso educativo implica un ideal de
perfeccin, de elevacin, de transformacin. La educacin supone siempre un estado que
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se pretende alcanzar y que es distinto al original. La educacin supone un ideal, un estado
individual o social que se quiere alcanzar.
La educacin es un proceso permanente.
El acto educativo se realiza inexcusablemente en todas las etapas de la vida, el
proceso educativo se produce entre lo individual de un hombre concreto, particular, de una
infraestructura individual, y un estado que se quiere alcanzar y que est representado por
la superestructura espiritual, cultural.
La estructura biopsicosociocultural es incompleta, debe hacerse quiera o no y
precisamente esa tarea le acompaa toda la vida.
La educacin es un proceso de perfeccionamiento y transformacin duradera.
La educacin implica un cambio duradero, una verdadera transformacin interior
del sujeto. Con la educacin, el hombre se posesiona de una segunda naturaleza que
supone una superacin de la naturaleza primaria. La verdadera educacin transforma al
sujeto en sus mltiples dimensiones: el saber, el hacer y el valorar.
La educacin supone la disposicin consciente y creadora del sujeto que
aprende.
La educacin exige siempre la actitud creadora y consciente del sujeto mismo que
se educa. El autntico proceso educativo se lleva a cabo dentro de la interioridad del
sujeto. No existe educacin verdadera al margen de una decisin consciente, voluntaria y
libre por parte del educando.
La educacin requiere un contexto social que facilite el acto educativo.
El hombre vive y forma parte de un mundo del cual no puede prescindir.
Dependiendo de las influencias de ese medio, el proceso educativo se facilita o se limita,
con implicancias diversas para la formacin del sujeto.
Desde esos componentes, la educacin se constituye en un vocablo altamente
polismico, con matices distintos:
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Educacin: como proceso de crecimiento y transformacin.
Este fundamental fenmeno ha sido estudiado a lo largo de la historia del
pensamiento por numerosos filsofos y pedagogos que se han detenido a definir, segn la
concepcin del momento, lo que significa el trmino educacin.
As, segn John Dewey, representante de la Escuela Nueva en Norteamrica, la
educacin supone de manera interdependiente una funcin social y una finalidad
individual.
Por una parte, asegura Dewey, la educacin se puede definir como la suma total de
los procesos a travs de los cuales una comunidad transmite sus poderes y fines, con el
objetivo de asegurar, de esta manera, su propia existencia, permanencia y evolucin.
Por otro lado, conlleva, la educacin, del mismo modo la idea de crecimiento,
evolucin y cambio. Dicho esto, el proceso educativo hace referencia necesariamente al
carcter de crisis interna que constituye la continua reconstruccin de experiencias
personales.
Educacin como proceso de perfeccionamiento intencional.
En planteamientos del pedagogo espaol V. Garca Hoz (1984), la educacin puede
ser definida a partir del propio fin preconcebido y operante por el cual el proceso
educativo se orienta hacia su meta. De ah que la educacin sea reconocida como per-
feccionamiento intencional de las facultades especficamente humanas.
Dicho en otros trminos, aunque la educacin consiste, en cierta medida, en la
integracin de experiencias, para Garca Hoz el proceso educativo se distingue claramente
del desarrollo evolutivo de crecimiento natural. Y es que, en realidad, la educacin se lleva
a cabo de un modo eminentemente intencional, a travs de la especificacin de las ex-
periencias propuestas al individuo.
Se trata, por consiguiente, de un proceso sistemtico, intencionalmente orientado
hacia la realizacin de ciertos objetivos propuestos para el aprendizaje del sujeto, frente a
los cuales el aprendiz tendr que probar que realmente los ha alcanzado.
-28-
Educacin: como proceso constructivo e integrador.
A decir verdad, quien se preocupa por la educacin considerndola como una
integracin, por parte del sujeto, de conocimientos, leyes, principios o teoras dentro de
un programa, debe tener en cuenta tambin una serie de competencias que vienen
determinadas por las mismas operaciones que requiere la construccin de conocimientos
recogidos en ese programa.
Por tanto, se tendr que considerar la estimulacin de actitudes o de disposiciones
deseables que formen una cierta personalidad capaz de tomar conciencia de la accin
necesaria para alcanzar sus mltiples objetivos.
La educacin, implica una accin finalizada y, al mismo tiempo, implica la
existencia de ciertas reglas que hacen posible que esa accin sea eficaz.
As, pues, la consideracin continua del fin constituir la diferencia esencial entre el
proceso de desarrollo espontneo, caracterstico del ser humano y el proceso educativo
sistemtico e intencional.
De ah que podamos tomar de Piaget (1969) el modelo constructivista, admitiendo
que la educacin se realiza a travs de una serie de equilibraciones sucesivas entre el
estado educativo actual y un objetivo propuesto al sujeto para ser aprendido por l. Se
tratara, por tanto, de construcciones e interiorizaciones continuadas.
Esta idea descarta como podemos ver, el modelo puramente acumulativo en
educacin, para admitir as un modelo interactivo- integrativo.
2.2 PENSAMIENTO EDUCATIVO
El eidos pedaggico no escapa a la historicidad de su naturaleza en tanto que ideas y
concepciones de la educacin no representan algo esttico, sino que entidades en
movimiento, transformacin y cambio que han constituido identidades educativas y
pedaggicas o sistema educativos, dependiendo del tiempo y lugar en los que ha existido y
desarrollado.
-29-
Siguiendo a Heidegger, la historicidad es un componente esencial de la educacin y
de la pedagoga, entendida esta ltima como la sistematizacin racional y epistemolgica
de la primera. Desde la retrica griega como educacin y pedagoga al igual que en
Quintiliano, hasta la llamada pedagoga informacional, pedagoga crtica, pedagoga
cognitiva, etc., existe un espacio de tiempo en el marco del cual se concretizan sistemas
variados, divergentes de educacin y pedagoga que, segn se reconoce tradicionalmente,
tiene en Pestalozzi a uno de sus ms grandes exponentes.
En la idea de contextualizar tal historicidad, es posible reconocer dos ideas de la
educacin representativas de las etapas filosficas y sistemtica.
a. El pensamiento educativo de Aristteles.
En Aristteles, la concepcin de la educacin est ntimamente relacionada con la
filosofa moral y la poltica, pues, en esencia, para l, el hombre en cuanto ser humano
tiende a lo divino y en tal aspiracin especficamente moral realiza lo superior
representado por la Aret o virtud y la Hxis o excelencia.
El fin supremo del hombre es su tendencia a la felicidad, la cual se logra slo por
medio de las excelencias morales e intelectual. Aret es un trmino griego que significa
virtud. Esta ltima significa la actividad excelente de una accin o funcin. Virtud y
Excelencia es el supremo fin al que debe aspirar todo ser humano, siendo la educacin el
camino que prepara para tal realizacin.
La educacin es el proceso por medio del cual el hombre es formado y conducido a
su plenitud, abarcando aspectos morales, intelectuales y prcticos. Esta plenitud a la que
aspira la educacin, implica e involucra la adquisicin de excelencias morales e
intelectuales. Tal es el fin de la educacin, lograr o permitir el mayor grado de felicidad
posible y/o alcanzar la excelencia.
Excelencia significa distinguirse, sobresalir. Con tal significado se le conoce en el
latn ex cellere.
En Aristteles, las excelencias o virtudes dicen relacin con acciones morales
intelectuales y polticas. La excelencia moral aspira a la realizacin del Bien y la Felicidad.
-30-
Tal como lo enfatiza toda la filosofa griega, en Aristteles la felicidad y el bien
estn conectados al justo medio, es decir, a la armona del sujeto consigo mismo y con
su entorno de tal manera de actuar siempre con equilibrio y ponderacin. La educacin
debe fomentar las acciones virtuosas inhibiendo a las malas acciones y cultivando el amor a
la virtud como un fin en s mismo.
Virtudes excelentes o contenidos de la hxis aristotlicas son el valor, la
temperancia. La justicia, la grandeza del alma, la amabilidad, la esplendidez, la veracidad,
la justa indignacin.
En cuanto a las excelencias intelectuales, Aristteles diferencia tres tipos,
dependiendo del tipo de conocimiento de que se trate. As, tenemos, el conocimiento
terico, el prctico y el productivo. Cada uno de estos tres conocimientos dan lugar a tres
tipos de excelencias, denominadas respectivamente: Sofa (Sabidura), Frnesis (sabidura
prctica) y Tekn (Arte).
Aristteles plantea que la educacin supone ejercicio o habituacin e instruccin
verbal o enseanza. Ambas tcnicas deben ser aplicadas desde la niez a objeto de formar
en las virtudes y excelencias morales. En cuanto a una cierta psicologa del desarrollo, el
autor reconoce cinco etapas en la evolucin del nio a la juventud. Aunque agrega una
sexta, destinada al estudio de la metafsica, la tica, la lgica, las matemticas y
probablemente el arte potico, la retrica y la medicina.
b. La idea de educacin en Kant.
Para Kant (1724-1804), la educacin posee tres preocupaciones centrales: Los
cuidados, la disciplina y la instruccin. Estas tres dimensiones slo pertenecen al hombre,
pues slo l necesita cuidado en tanto se entienda por tal el esfuerzo de los padres para
que sus hijos hagan un uso correcto de sus fuerzas y potencialidades. Por su parte, la
disciplina es el proceso por medio del cual el esfuerzo intelectual y tico nos desarrolla en
nuestra intrnseca humanidad.
La educacin propiamente tal, se concentra en la disciplina y la instruccin, de tal
manera que nicamente por la educacin el hombre puede llegar a ser hombre. Es la
educacin la que nos va entregando un ser, pues por medio de ella el ser humano se dirige
a desarrollar sus disposiciones en direccin al bien. Por lo mismo, toda educacin es un
arte, porque las disposiciones naturales del hombre no se desarrollan por s mismas.
-31-
Crtico al estado de la educacin en su tiempo, Kant afirma que con la educacin
actual no alcanza el hombre por completo el fin de su existencia. Paralelamente a ello,
sostiene la necesidad de una teora de la educacin, entendiendo que tal teora es una idea
que, si bien puede no existir en plenitud en la realidad, sin embargo, representa el
concepto de una perfeccin, de tal forma que su necesidad se impone pues la idea de
una educacin que desenvuelva en los hombres todas sus disposiciones naturales es, sin
duda, verdadera.
Las disposiciones naturales son los grmenes de posibilidades, capacidades y
potencialidades que la naturaleza ha puesto en el hombre para que ste las plasme y
desarrolle. Esta idea se ubica en el marco de la filosofa general kantiana, segn la cual
existe en el hombre un estado racional latente que constituye la base del progreso de la
humanidad. La historia se fundamenta en una ratio essendi o razn esencial que consiste
en su tendencia progresiva hacia una mayor moralizacin. Pues bien, la educacin es el
instrumento o el medio por el cual el hombre se humaniza o moraliza. De hecho, el fin
primordial de la educacin, en Kant, es la moralizacin.
A travs de la educacin el hombre desarrolla sus disposiciones. El hombre debe
desarrollar sus disposiciones para el bien; la Providencia no las ha puesto en l ya
formadas; son meras disposiciones y sin la distincin de moralidad. El hombre debe hacerse
a s propio mejor, educarse por s mismo, y cuando malo, sacar de s la moralidad Toda
educacin es un arte, porque las disposiciones naturales del hombre no se desarrollan por s
mismas El arte de la educacin o pedagoga, necesita ser razonado, si ha de desarrollar la
naturaleza humana para que pueda alcanzar su destino.
La educacin permite que el hombre pueda ser:
Disciplinado, es decir, sumisin de los instintos e irracionalidades a la razn.
Cultivado, esto es, que por medio de la instruccin y la enseanza se generan
habilidades como leer y escribir, la msica. Estas habilidades son las fundamentales
que hacen posible que el hombre se prepare en lo que le permita realizar los fines
fundamentales y necesarios en la vida.
Civilidad, lo cual significa que el hombre sea prudente y se adapte a la vida en
sociedad. La civilidad exige buenas maneras, amabilidad y una cierta prudencia,
todo lo cual depende de cada poca y contexto histrico.
Moralizacin. La educacin prepara para que el hombre desarrolle la capacidad para
elegir siempre de acuerdo a los buenos fines (Bien). Estos buenos fines son los que
-32-
necesariamente aprueba cada uno y que, al mismo tiempo, pueden ser fines para
todos. Esto constituye el imperativo categrico.
Para Kant, la educacin slo ha podido lograr realizar la disciplina, la cultura y la
civilidad. An estara pendiente la moralizacin, fin primordial de toda educacin. Lo que
importa, es que el nio aprenda a pensar. Para ello, es preciso que:
Se deje libre al nio en tanto no sea un obstculo para la libertad de otro.
Se debe ensear al nio que no podr alcanzar sus fines sin dejar que los dems
puedan alcanzar los suyos.
Se le demuestre y ensee que la coaccin que se le impone es para formarle en el
uso de su propia libertad.
2.3 NATURALEZA DEL HECHO EDUCATIVO Y ONTOLOGA DE LA EDUCACIN.
En el estudio del HECHO EDUCATIVO, interviene la interdisciplinariedad o accin
conjunta entre diversas disciplinas que poseen un modo propio, terico y metodolgico, de
estudiar el mismo objetivo, cual es la EDUCACIN.
La epistemologa que es parte de la filosofa de la educacin, nos muestra cmo
interviene en la ciencia de la educacin un SABER CIENTFICO y un SABER FILOFSICO. En
tal sentido, la filosofa de la educacin es una epistemologa, pues se preocupa de
explicitar la estructura y los componentes de la ciencia educativa. La teora de la
educacin es la justificacin terica de las actividades prcticas del proceso educativo. La
epistemologa aplicada a la educacin se encarga de fundamentar y desarrollar los
problemas y fundamentos que conforman la ciencia de la educacin y sustenta la accin
pedaggica.
En otras palabras, la epistemologa de la educacin:
a) Precisa, identifica y teoriza acerca del objeto de estudio de la pedagoga y Ciencia de
la Educacin.
b) Plantea los temas, problemas y conceptos fundamentales que componen la Ciencia
de la Educacin.
c) Precisa la estructura metodolgica y tcnica en torno a la que se organiza la
pedagoga y/o Ciencia de la Educacin.
-33-
d) Explica cmo se organiza la ciencia del hecho educativo en cuanto saber cientfico y
saber filosfico.
Hoy, la pedagoga es entendida como la ciencia y tcnica de la Educacin,
compuesta por un tipo de saber cientfico y otro saber de carcter filosfico. A la vez, se
debe precisar que si la pedagoga es ciencia de la educacin, requiere precisiones que la
sitan ms all de la significacin etimolgica. En tal sentido:
a) La pedagoga abarca un sistema abierto y complejo no circunscrito a la conduccin de
los nios; ello, por cuanto la educacin es un fenmeno social amplio, formal e
informal, que nos afecta en todo espacio social y a lo largo de toda nuestra
existencia.
b) La educacin no es meramente un proceso intencional consciente y explcito, pues
supone la interaccin con procesos socioculturales implcitos.
c) La pedagoga no slo es teora, sino tambin implica tcnicas y normas concretas.
Problemas medulares de la ciencia de la educacin son:
- Qu debe ensearse.
- Cmo debe ensearse.
- Para qu debe ensearse.
Desde la perspectiva Luzuriaga, la pedagoga se subdivide en descriptiva, normativa
y tecnolgica, tres modos de entender los factores que intervienen en la construccin de
la complejidad organizativa del hecho educativo.
PPEEDDAAGGOOGGAA
DESCRIPTIVA
Factores biolgicos.
Factores psicolgicos.
Factores sociolgicos.
TECNOLGICA NORMATIVA
Mtodos pedaggicos.
Estructura de la Educac.
Organizacin educativa.
Instituciones Escolares.
Teleolgica:
Ideales educativos.
Fines Educativos.
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Por lo tanto, en el estudio del hecho educativo cumplen funciones
complementarias disciplinas que podemos llamar, por su intrnseca naturaleza,
FILOSFICAS y CIENTFICAS.
- Las primeras (Filosficas), son modelos o concepciones del hombre y la sociedad,
construcciones a priori que sirven de fundamento y gua global a todo proceso
educativo y pedaggico.
A modo de ilustracin debemos tener presente que se educa, instruye o ensea al
hombre representado en el educando para
- Posibilitar la interaccin del alumno con su medio, a travs de un crecimiento en
procesos cognitivos.
- Lograr un conjunto de fines preestablecidos mediante medios y materiales que faciliten
la transferencia eficiente del aprendizaje humano.
- La adaptacin del individuo a los requerimientos de la sociedad.
- Capacitar al alumno como integrante de la cultura mediante el cultivo de su
inteligencia.
- Desarrollar todas las potencialidades del alumno desde estados de posibilidad
perfectible a una madurez perfectiva.
- Las segundas (Cientficas), son disciplinas que utilizan o suponen la verificacin
emprica y, por tanto, se configuran en torno a la contrastacin con la realidad
teniendo como bases las exigencias y caractersticas inherentes al conocimiento
cientfico.
Se debe tener claridad acerca de la intervencin de estas dos formas de saber y
conocimiento que sirven de base a la ciencia de la educacin. Un saber o forma de
conocimiento filosfico; otra forma de saber o conocimiento cientfico. Los dos tipos de
saberes se expresan en diversas disciplinas, cada una de ellas aportando a la educacin un
ngulo diferente que enriquece, profundiza y da consistencia y carcter holstico a la
ciencia de la educacin y al consecuente estudio sistemtico del hecho educativo.
Consustancialmente, se denomina ontologa de la educacin al espacio de reflexin
y teorizacin que entrega al quehacer pedaggico y educativo tres fundamentos, a saber:
- La idea y concepcin de la realidad.
- La idea y concepcin del hombre.
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- La idea y concepcin de la educacin, proceso educativo, fines educativos o
naturaleza de la prctica pedaggica.
Los puntos anteriores implican que existe una honda significacin filosfica que
subyace en todo currculo, siendo ste, en esencia, la vehiculizacin o plasmacin
articulada y sinttica de enfoques y visiones vinculadas a la antropologa y la axiologa.
La llamada ontologa de la educacin permite dar o sustentar el ser educativo, el
eidos u ontos pedaggico:
- Por qu se educa, cuestin que es la esencia de todo proceso educativo.
- Para qu se educa, tema que implica los supuestos o teoras que entregan los fines
generales a la educacin.
- Quin educa, lo que alude directamente a los agentes educativos directos y los
deberes que le son propios, lo cual nos lleva a la tica y deontologa pedaggica.
- Cmo se educa, lo que involucra el conjunto de saberes y competencias que se
aplican y desarrollan en el aula a objeto de posibilitar los aprendizajes.
- A quin se educa, lo que exige una claridad respecto de las necesidades,
particularidades del sujeto a quien se forma y educa.
Desde otra perspectiva, all en donde se alude a una ontologa de la educacin, se
representa un modo de concebir la educacin desde el saber filosfico. Por lo mismo, se
trata de una reflexin que nos muestra cmo se configura el hecho educativo en sus mismos
cimientos y como todo el conjunto de intervinientes o un eidos pedaggico.
Por ltimo, en tiempos en que la pedagoga se encuentra, al parecer, colonizada por
fuerzas extraas, forzada a supeditarse a ciencias auxiliares, es necesario dejar en claro
que la ontologa de la educacin responde a la pregunta por el objeto propio, identitario,
de la pedagoga. No olvidemos que segn Kant, nicamente por la educacin el hombre
puede llegar a ser hombre. Y el hombre posee tres grandes dimensiones: la condicin de
hombre propiamente tal, la condicin de ciudadano y la condicin de profesional. Pues
bien, la pedagoga es el organizado, racional y consiente sistema de saberes que conduce a
la educacin en la direccin de formar al hombre en todas sus dimensiones, con acentos y
nfasis que van de acuerdo a la etapa y modalidad de educacin.
En esa misma direccin, para W.H. Kilpatrick, la educacin dice relacin con la
formacin y desarrollo de excelencias, disposiciones que tienden a un fortalecimiento del
-36-
carcter, la voluntad, la imaginacin y todas las capacidades que enaltecen la condicin
humana.
As como ya con Homero, Platn, Aristteles, Kant, Pestalozzi, y todos los grandes
tericos de la educacin, sta es concebida, ya sea en forma tcita o explcita, de una
manera normativa, es decir, a partir de un punto de vista que enfatiza un deber ser, un
imperativo, un modelo supremo e ideal, fundador y legitimador de una concepcin
pedaggica. En tal contexto normativo, una filosofa normativa de la educacin posee los
tres siguientes problemas a dilucidar:
a) Qu disposiciones hay que cultivar?, Cules de ellas habremos de considerar como
excelencias?
b) Por qu decimos que esas disposiciones son excelencias y que deben cultivarse?
c) Cules sern las metas o principios pedaggicos que imponen ese cultivo?
d) De qu manera o segn qu mtodos habrn de cultivarse?
El sujeto educativo es el hombre. Slo en el ser humano la educacin es un hecho y
una realidad que con el tiempo ha dado lugar a una ciencia compleja llamada ciencia de la
educacin o pedagoga.
El problema esencial de la educacin se centra en la pregunta siguiente:
Qu es el hombre y qu aspira a ser?
En otras palabras, qu concepto o concepcin tenemos del hombre, la sociedad y la
cultura y qu modelo de ellos aspiramos a realizar. Tal problemtica dice relacin con una
disciplina de la Filosofa llamada Antropologa Filosfica, la cual problematiza sobre la idea
de hombre y de cultura.
En relacin al problema educativo fundamental, nos dice, Ethel M. Manganiello lo
siguiente:
Qu es el hombre y qu aspira ser? Tal es, en esencia, el problema capital de la
educacin.
En la misma direccin de la pregunta anterior, el filsofo francs Maritain sostiene
que el primer objetivo de la educacin es la conquista de la libertad interior y espiritual
-37-
que la persona individual debe alcanzar; o, en otros trminos, su liberacin obtenida a
travs del conocimiento y la sabidura, a la buena voluntad y el amor. La educacin, es un
proceso de llegar a ser lo que somos, es decir, un guiar en forma dinmica y sabia un
desarrollo mediante el cual el sujeto, en gran medida, se forma a s mismo para lograr ser
un ser humano.
La antropognesis que supone la educacin, en Maritain se expresa en el desarrollo
de lo que el filsofo francs llama disposiciones fundamentales, cada una de ellas base y
norte de la educacin. Estas disposiciones fundamentales que la educacin debe
favorecer son el respeto a la verdad y la justicia, el respeto a la vida y la existencia, el
respeto al trabajo y el respeto a los dems. En segundo lugar, existen cuatro normas o
reglas que el profesor debe seguir:
- Debe favorecer las disposiciones fundamentales.
- Preocuparse del interior del nio y de la interiorizacin de la influencia educativa.
- Concebir al hombre como unidad de trabajo intelectual y manual.
- Desarrollar la inteligencia, sin atiborrarla de datos inoficiosos.
La educacin es una antropognesis por cuanto forma y genera un tipo humano, un
modelo de persona. La antropognesis se expresa en disciplinas como la filosofa, la
antropologa filosfica y educacional. Supone las siguientes interrogantes:
a) Qu es el hombre? (ser).
b) Qu puede ser el hombre? (posibilidad).
c) Qu debe ser el hombre? (finalidad).
2.4 EL SUJETO DE LA EDUCACIN
No existe proceso formativo o educativo posible sin una definicin explcita de
hombre, concepto unitario que ane diversos perfiles. La educacin intencional es la tarea
comn de los hombres, educandos y educadores, en la traduccin histrica de un tipo de
hombre en la que cristalicen la totalidad de los valores humanos. En planteamientos de
Mounier, la persona se nos presenta como una presencia dirigida hacia el mundo y las otras
personas, sin lmites, mezclada con ellas, en perspectiva de universalidad. Las otras
personas no le imitan, le hacen ser y relacionarse. Ella no existe, sino hacia los otros, no se
conoce, sino por los otros, no se encuentra, sino en los otros.
-38-
Esta es, pues, una de las notas ms propias que caracterizan al ser humano: su
capacidad de relacin, de comunicacin, de convivencia. Lo cual no debe aparecer en
trminos antagnicos con el carcter ntimo que acompaa al decurso del pensamiento
humano en su reflexin.
El proceso formativo descansa y se orienta hacia la persona del alumno. Solamente
sabiendo quin es, cmo es el sujeto de aprendizaje y su inconmensurable valor, podremos
articular un proceso educativo dotado de sentido y significado.
Al respecto:
Pierre Faure (1976), al referirse a la persona, dice: A la hora de querer definir a la
persona con un mnimo de precisin, se nos escapa, porque es algo indecible, de una
riqueza inexpresable a travs del lenguaje.
Martn Buber, agrega de la persona lo siguiente: Cada una de las personas
constituye algo nuevo. Cada hombre tiene el deber de saber que no ha habido nunca nadie
igual a l en el mundo, ya que si hubiera habido otro como l, NO habra sido necesario que
naciese. Cada hombre es un ser nuevo en el mundo, llamado a realizar su particularidad.
Dimensionando a la persona, sus caractersticas pudieran plantearse en los
siguientes trminos:
- La persona es una unidad indivisible (biopsicosocial); es estructura es unitaria, por
tanto la educacin ha de responsabilizarse de la persona como totalidad, sin tratar de
parcelarlo. En esa unicidad existen slo dimensiones posibles de distinguir, pero no de
separar (conceptual, procedimental y actitudinal).
- La dignidad y la trascendencia supone el respeto a la persona del sujeto, por tanto el
proceso formativo ha de permitir al sujeto tomar conciencia del valor infinito que
tiene su vida y la vida de los dems.
- Toda persona es singular. Cada sujeto ha de llegar a saber e internalizar, a travs del
proceso formativo, que l es por naturaleza una persona nica, que es irremplazable
en la misin que a ella le toca cumplir en la vida; que nadie puede desempear por
ella la misin de hombre que est llamado a realizar, confirmando con eso que su
existencia es un suceso enormemente valioso.
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- La capacidad de valorar. Es propio del hombre el asignar valor a sucesos, propsitos,
creencias, personas. A ellos confiere importancia, los aprecia con sinceridad, los elige
y los utiliza para normar su comportamiento o tomar sus decisiones.
- La persona tiene ideales. Con ellos aspira a su autorrealizacin. Entre stos se
encuentra el ideal de perfeccin.
- Es el nico ser que tiene conciencia de s mismo. Si se forma una imagen personal
positiva, le ayudar a emprender acciones con la confianza en que puede lograrlo.
A partir de estas caractersticas, surgen determinados requerimientos a la persona:
- Posee voluntad.
- Desarrolla su identidad en el tiempo, y esto se expresa en las necesidades de
conocer, de comunicarse y de afectos.
- Desarrolla la necesidad de relacionarse.
- La persona es educable. La educabilidad confiere a la persona un inmenso poder para
su desarrollo. Las personas encuentran en s mismas un poder ser. Todas pueden
acercarse a un deber ser, mediante una autoexigencia de perfeccionamiento y la
bsqueda constante de un s mismo mejor.
De ah la significacin de la educacin intencional, que ha de conducir a fomentar la
independencia ntima, la autonoma personal, as como el desarrollo integral y dinmico de
toda personalidad. En efecto, es importante ser consciente en todo momento de que el
hombre se autorrealiza desde la cultura y necesita de la educacin para aprender y
perfeccionarse. Por eso la intencionalidad es uno de los distintivos ms significativos de la
educacin. La intencionalidad no coarta la libertad, sino que favorece la perfecta
realizacin del hombre. La intencionalidad conlleva responsabilidad, mientras que la accin
exclusivamente natural exime de esta caracterstica y de todo comportamiento libre.
Pero la educacin requiere, por otra parte, en la base misma de su accin efectiva,
sociabilidad. Dicho en otros trminos ms precisos, la educacin es comunicacin, ya que la
apertura del hombre mediante su inteligencia y su libertad es la fuente de la comunicacin,
al permitirle participar en el continuo trasvase de la verdad. La comunicacin es la base de
la educacin, educador-educando, docente-discente. Y es que la educacin permite al
hombre realizarse en un doble sentido: personal y socialmente.
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Dada la particularidad del hombre como estructura psicobiolgica incompleta de
carcter unitaria, la educacin aparece como una exigencia inexcusable, dado que el
hombre est abierto a la totalidad de lo real, no tiene las limitaciones inherentes a la
adaptacin del medio y a la especializacin orgnica.
La educacin debe ser entendida, ms bien, como el lugar de interseccin y
encuentro de una pluralidad de vertientes y trayectorias, cada una de las cuales
proporciona a los hombres una contribucin original al conocimiento y modalidades de
obtencin de un objetivo, cuya determinacin ltima, como indica Avanzini, en su
concrecin se les escapa.
Por ello, es frecuente or afirmaciones como las siguientes:
La moderna sociedad industrial est caracterizada sobre todo por el hecho de que,
ante la cuestin del hombre y del sentido de su existencia, no sabe dar una respuesta
unitaria y que se imponga generalmente. Pero la pedagoga ha de preguntar por el destino
del hombre y el sentido de la vida para poder pronunciarse con validez sobre educacin y
formacin (Dienelt, 1979).
Por consiguiente, resulta plausible defender la clara interrelacin disciplinar, de
todos aquellos saberes que tengan por objeto el ser humano en relacin a la pedagoga;
vale decir, de la filosofa y la antropologa, y de la psicologa, la sociologa y la biologa. Es
de los factores filosficos, antropolgicos y axiolgicos, de los cuales procedemos a
hacernos cargo.
2.5 LOS EJES DE LA ONTOLOGA DE LA EDUCACIN.
a. Fundamentos Antropolgicos-filosficos de la educacin.
Al decir de Arnold Huelen, la antropologa filosfica postula un concepto de hombre
donde sobresale la tesis del hombre como Prometeo y ser carencial. Esto ltimo debido a
la condicin de ser desvalido que lleva al hombre a construirse un mbito superficial de
existencia llamado cultura. As se agrega, la idea del hombre como ser eminentemente
activo y la idea del lenguaje como descarga, una manera de sobreponerse y racionalizar el
exceso de estmulos a que est afecta la condicin humana. Por ltimo, el carcter de
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Prometeo le viene dado al hombre debido a su capacidad de crear mediante una actividad
planificada y transformadora.
Desde la perspectiva de Ernst Cassirer, -el lenguaje, la religin, el mito y el arte-
son fuerzas culturales, vinculadas orgnicamente, las que representan un nivel superior del
orden social, en el que el hombre es tanto un producto como un creador.
En tal marco, el hombre existe tensamente, entre la conservacin y el cambio,
entre la estabilidad y la transformacin, pues la cultura en tanto mito, arte, religin y
lenguaje, consiste en un proceso deificador, esto es, en un constante y recurrente empeo
por expresin, necesidad de un mundo propio que se enfrenta permanentemente con el
mundo objetivo sobre el cual recae el smbolo e incluso la ciencia.
En la comprensin de la naturaleza y la tarea de la educacin es preciso reconocer
que el hombre requiere un proceso ms lento de aprendizaje que el animal, pues si bien
ste debe aprender tambin el empleo de los rganos de que la naturaleza le ha dotado,
sin embargo, dichas capacidades estn inscritas en su estructura orgnica, en sus
potencialidades. De ah la idea de estructura psicobiolgica incompleta.
El hombre, requiere algo ms que las tcnicas mecnicas y morales, que exigen un
adiestramiento mucho ms dilatado, por lo que el ejercicio del lenguaje y la necesidad de
asociacin implican procesos ms complejos y ms culturales.
El hombre, a travs de su existencia, contrae ciertas responsabilidades, adems de
instalarse en un mundo no slo fsico. De ah que el carcter ms general y especfico
probablemente de una cultura es que debe ser aprendida y, por consiguiente, transmitida
en alguna forma.
En clara diferencia con las asociaciones primarias, las llamadas sociedades
civilizadas son aqullas cuya cultura est abierta a las innovaciones y dispone de
instrumentos aptos para hacerles frente, comprenderlas y utilizarlas. Pues bien, estos
instrumentos son forjados por el saber racional, el cual, desde este punto de vista, podra
definirse como la posibilidad de renovar y corregir las tcnicas culturales.
A este respecto, desde la antigedad clsica estas dos tareas, conservar y renovar la
cultura, fueron abordadas en forma racional y consciente por la filosofa. Y es que la
filosofa no es otra cosa que la toma de conciencia, por parte del ser, de las mani-
-42-
festaciones, fines y valores de la realidad universal y del hombre, insertos en una ordenada
concepcin del universo, o en una, si se prefiere, visin de la vida.
Desde esa perspectiva, tal cual lo seala Roberto Munizaga, la Educacin aparece
bajo distintas acepciones, tales como:
- Socializacin de las nuevas generaciones.
- Proceso de adaptacin al ambiente.
- Desenvolvimiento de la personalidad a travs de la cultura.
- Reconstruccin de la experiencia.
En la estrecha interrelacin filosofaeducacin, es imperioso constatar que, al
margen de la perspectiva particular adoptada en cada momento, parece obvio afirmar,
como universal, que no hay concepto verdadero de la educacin si no se asienta sobre una
imagen del hombre, conviccin que encierra sus races en la vida cultural. Ello debido a
que una teora educativa no es de origen arbitrario, sino consecuencia y producto,
inicialmente, de una determinada concepcin del mundo y de la vida. De ah que, como
recuerda E. Boutroux (en Mantovani, 1970), todo sistema de filosofa lleva implcita o
explcitamente una doctrina pedaggica. Y que toda pedagoga sea siempre un esfuerzo por
realizar principios o valores que caracterizan y presiden una concepcin del mundo o, en
otros trminos, una filosofa.
Es inconcebible as una pedagoga como teora de la educacin sin una filosofa del
hombre. Por eso el primer planteamiento de fondo de toda pedagoga se sintetiza en estos
interrogantes: Qu es el hombre?; Cmo debe ser?; Cul es su meta o destino?...
Preguntas que constituyen el subsuelo de una teora de la educacin.
Para Kant, en la educacin se encierra el secreto de la perfeccionabilidad de la
naturaleza humana. El hombre es lo que la educacin hace de l, y teniendo en cuenta la
categora del progreso, la educacin juega un papel fundamental.
En los planteamientos de Kant (1983) toda educacin es un arte, porque las
disposiciones naturales del hombre no se desarrollan por s mismas. La naturaleza no nos ha
otorgado para ello ningn instinto. As, inevitablemente todo arte de la educacin que
procede y acta slo mecnicamente ha de contener faltas y errores por carecer de
fundamentos en los que asentarse. De ah que el arte de la educacin o pedagoga necesite
ser razonado, si ha de desarrollar la naturaleza humana para que sta pueda alcanzar sus
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metas. En definitiva, al hombre se le puede adiestrar, amaestrar, instruir mecnicamente,
o realmente ilustrarle. Se adiestra a los animales, y tambin se puede adiestrar a los
hombres. Sin embargo, no basta con el adiestramiento; lo que importa sobre todo es que el
educando aprenda a pensar, ah est la clave de una educacin verdadera.
De ah que la contribucin de la filosofa al proceso educativo, posea un
considerable valor. De hecho, y en relacin con otras disciplinas prximas, desempea una
labor distinta respecto a la actividad del pensar, elemento clave en la comprensin del
proceso educativo.
Ciertamente, resulta obvio sealar que el pensar es el cimiento mismo del proceso
educativo, ya que una educacin construida sobre cualquier otra base ser superficial y
efmera. La filosofa es la disciplina cuyo objetivo es fomentar el pensar en las dems
materias, segn afirma, entre otros, Lipmann.
El mundo, segn su tesis, no puede permitirse el lujo de proponer una idea
irracional como modelo para las generaciones futuras. La filosofa no busca slo, valga la
expresin, perfeccionar la tcnica del pensar, sino generar pensamiento y hacer que ste
sea fecundo, bien en planteamientos aseverativos o bien en interrogativos.
Dada la importancia de la filosofa y la naturaleza de la estructura humana, la
educacin y la educabilidad aparecen como las claves de que dispone el hombre para
hacerse y completarse. Para ser ms precisos en nuestra consideracin, vamos a
detenernos por unos momentos en explicitar el concepto de educacin y su significado, lo
cual nos permitir acceder, en un segundo estadio, al tratamiento de la idea de
educabilidad.
En la polisemia del concepto de educacin es posible reconocer tres acepciones
claves: desarrollo, perfeccin y formacin.
A partir de esos datos, la interpretacin ms plausible podra orientarse a subrayar
los aspectos del proceso evolutivo, finalidad perfectiva racionalmente prefijada e
integracin holstica de cuanto adviene y acontece en el hombre a travs de esas fases
evolutivas.
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La educacin podra, entonces, ser definida en los siguientes trminos:
Es un proceso exclusivamente humano, intencional, intercomunicativo y
espiritual, en virtud del cual se realizan, con mayor plenitud, la instruccin, la
personalizacin, la socializacin y la moralizacin del hombre.
A partir de ese concepto, surge la idea de un hombre sociable, histrico, perfectible
y educable. Pues bien, entre las categoras humanas, la educabilidad ocupa un lugar de
privilegio; y, desde otra perspectiva, no cabe duda que la educabilidad es la condicin
primordial del proceso educativo, tal cual lo seala Castillejo (...) al hablar de sta como
una categora antropolgica.
El hombre es un ser indeterminado, debe hacerse, constituirse, conformarse, quiera
o no. Y ese hacerse ser la tarea que le ocupe todo su ciclo vital. Ese hacerse radical y
esencialmente humano se sustenta en la posibilidad de modificacin, de cambio, de
perfeccionamiento. Es decir, como indica explcitamente Castillejo (1981), el hombre es
educable si se quiere poseer educabilidad.
La educabilidad no se agota ni restringe a un perodo ms o menos extenso y
definido de antemano. La educacin es un proceso continuo, vinculado a la existencia del
hombre. De esta forma, el hombre se convierte en autor responsable de su existencia,
porque el hombre dispone de s mismo. En su educabilidad reside pues la posibilidad de ser
ms valioso para s mismo y para los dems. La educabilidad es as el primer supuesto y
punto de partida de ese proceso que le permitir al hombre constituirse y realizarse,
llevando a cabo su proyecto a travs de una adecuada educacin.
Educabilidad y aprendizaje son as conceptos para expresar el hecho clave de que el
hombre es un ser plstico y abierto al mundo, que puede mejorar sus capacidades de
educacin, partiendo de sus experiencias.
En estrecha relacin con la filosofa, uno de los ncleos ocultos de interseccin en el
que convergen las ms diversas perspectivas, ya sea de carcter terico como prctico: el
hombre. Y es que la educacin requiere disponer de los presupuestos antropolgicos que
despus tendrn traduccin en el fenmeno educativo. En una palabra, se precisa saber
qu contenido subyace como modelo antropolgico en las principales tendencias
contemporneas.
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De hecho, la accin educadora adquiere firme sentido si se apoya sobre una manera
de entender el mundo y la vida. El hombre en formacin necesita alcanzar una idea acerca
del universo para orientarse y situarse en l.
Algo de ello logr percibir Scrates al reconocer la urgente necesidad de abordar
rigurosamente los aspectos relativos a la educacin y formacin del hombre. En efecto, el
primer cambio propiamente antropolgico se llev a cabo cuando Scrates, tras la filosofa
jnica de la naturaleza, dio el paso del macrocosmos al microcosmos, al mundo del
yo, producindose as en cierto modo un giro copernicano en el pensamiento griego,
pasando del polo filosfico objetivo al propiamente existencial.
Un segundo momento en este itinerario lo constituyen las palabras de San Agustn,
que prcticamente podran ponerse en boca de Scrates:
All van los hombres y miran con asombro las cumbres de las montaas, las
enormes mareas, el vasto curso de los ros, la inmensidad del ocano y el curso de las
estrellas, pero no se ven a s mismos ni meditan sobre s mismos.
Y es que los puntos de inflexin del pensamiento, como seala Dienelt (1979),
suelen, tambin la mayor parte de las veces, emerger de situaciones de crisis. Por ello, no
ha de extraar que la autorreflexin del hombre vaya a la par de importantes desvelos
pedaggicos para obtener nuevos fundamentos que dirijan la vida en el mismo sentido.
Ms tarde, entre los pensadores de la Ilustracin, tan preocupados por la vertiente
social y poltica, tambin el tema de la educacin alcanza especial relieve. Recurdese v.
gr. El Emilio de Rousseau y la clara interdependencia que es fcil encontrar entre sus ideas
pedaggicas, polticas y filosficas, sin necesitar extendernos en sus planteamientos
morales, tan caros para l a lo largo de sus obras y correspondencia.
Tras el florecimiento cientfico natural del siglo XIX, se produce un giro
antropolgico, introducido y sostenido por la filosofa existencial con Kierkegaard,
Heidegger, Jaspers, Sartre, As, a comienzos del siglo XX, el hombre y su existencia se
convierten de nuevo en el objeto central de la investigacin. De ah el ttulo que aparece
con frecuencia como leif-motif en numerosas obras: Qu es el hombre?
De entre estos autores, K. Jaspers, se perfila como un claro defensor de la
autorrealizacin humana, en tanto concibe al hombre como un hacerse continuado desde
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un estado de indiferenciacin y de estructura imperfecta, hasta la perfeccin mxima que
pueda alcanzar. Eso no sucede con los animales, que estn determinados por sus instintos.
Por eso se dice de ellos que son seres cerrados, por lo que no pueden liberarse de su mundo
fijo y constante. El hombre, en cambio, es un ser abierto que no est, en modo alguno,
sometido o circunscrito en sus funciones superiores a las leyes inmutables. As, pues, en
base a lo indicado, y como se constata a travs de sus obras, probablemente ha sido el
existencialismo el sistema contemporneo que ms inters e hincapi ha puesto en la
libertad humana como clave de la autorrealizacin del hombre.
No ha de extraar por ello, que uno de los pedagogos ms eminentes, ya citado, J.
Dewey, afirme explcitamente, en su estudio Democracia y educacin (1971), que si
estamos dispuestos a concebir la educacin como el proceso de tomar decisiones fun-
damentales, intelectuales y emocionales, respecto a la naturaleza y los hombres, la
filosofa puede, incluso, definirse como la teora general de la educacin.
Es obvio que, detrs de cada prctica educativa y teora, se encuentra alguna de las
tendencias filosficas, como empirismo, idealismo, racionalismo, positivismo,
personalismo, marxismo, etc. En definitiva, y dicho en trminos precisos, la educacin es
un proceso subordinado al principio de formacin. Y es que el estudio filosfico del hombre
en formacin, es decir, en su trnsito del ser al deber ser conforme a una imagen humana,
conduce a un concepto ideal de la educacin, y ste, a su vez, a la doctrina de la
pedagoga, de donde proceden y se derivan a continuacin aspectos prcticos.
La contribucin de la antropologa filosfica para el conocimiento del hombre es
clave en tanto permite responder a preguntas radicales, sin que ello signifique marginar el
aporte de otras perspectivas.
De esta forma, los datos aportados por las diferentes vertientes podran interpretar
y conformar una visin ms completa del ser humano. De ah que debamos tenerlo en
cuenta para poder reflexionar sobre ellos despus.
A este respecto, en su concisa obra, Mantovani (1970) resalta el importante auge
experimentado en las ltimas dcadas por esclarecer el concepto del hombre. Esta
disciplina aporta valiosas contribuciones para la dilucidacin de las cuestiones pedaggicas,
como sealar la posicin del hombre en el conjunto de los seres y lo que l debe ser, es
decir, su origen y destino humanos.
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No tiene sentido intentar una renovacin pedaggica mediante simples cambios
de carcter metodolgico, ya que con ello se obtendran tan slo conquistas
superficiales y efmeras. La discusin sobre el concepto de hombre es irrenunciable.
La relevancia de la componente antropolgica en educacin, es posible precisarla a
travs de la figura de Pestalozzi, quien en uno de sus trabajos ms conocidos afirmaba la
existencia en el hombre de tres estadios inseparables: el hombre natural, el hombre social
y el hombre moral, predominantes respectivamente en las tres etapas fundamentales del
desarrollo individual, es decir, infancia, adolescencia y madurez. Pues bien, sobre esa
base, la educacin constituye el trnsito sucesivo de esos tres estadios con la intencin de
elevar la vida del hombre desde su naturaleza original sensible hasta su naturaleza superior
moral.
La exigencia antropolgica debe ser integral, holstica, dando cuenta de una de las
caractersticas esenciales del hombre: Unidad Indivisible. Por tanto, si slo nos centramos
en la vertiente biolgica de la antropologa, desde una perspectiva pedaggica sera
claramente insuficiente, y algo similar sucedera si nos limitramos nicamente a las
vertientes pedaggicas o sociolgicas.
b. Axiologa y Educacin.
En el mbito educativo la filosofa, adems de suponer una dimensin claramente
histrica y antropolgica, ha de hacerse cargo de la dimensin tica, axiolgica y
teleolgica, que regula y promueve, en gran medida, la dinmica de toda prctica
educativa.
Mejorar para tender hacia un objetivo, perfeccionar para acercarse a un ideal,
supone la definicin explcita de un sistema de valores a cuyo servicio se coloquen a la vez
la educacin y la investigacin pedaggica. En este terreno, tanto los pensadores tericos
como los investigadores pragmticos deben tener en comn una filosofa educativa
idntica; la investigacin, debe tender a mejorar la prctica y, en definitiva, la accin
sobre el alumno, accin que no puede plantearse dentro de la mera especulacin filosfica,
desconociendo realmente el objetivo al que debe atender.
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As, pues, parece un principio admitido por todos que educar es esencialmente una
tarea perfectiva. Y es que la calidad de la educacin viene en buena medida determinada
por la dignidad, profundidad y extensin de los valores que hayamos sido capaces de
transmitir y suscitar.
Todos, en cualquier momento del proceso educativo, estamos valorando,
prefiriendo, eligiendo, dirimiendo respecto a actitudes, comportamientos e ideales,
apreciando y adoptando unos y rechazando o excluyendo otros. Cabe decir que el escptico
en el mundo axiolgico no existe propiamente. Y es que el tema de los valores exige
obviamente plurales enfoques y soluciones, pero lo que no es posible es omitir su
consideracin y olvidarlos. Aunque es factible, como hace saber Marn Ibez (1981), que
en pocas de estabilidad, donde la tradicin y continuidad de las conquistas pasadas es
indiscutida, probablemente no sea imprescindible poner en evidencia y mostrar los
problemas que surgen en torno a los valores.
Recordemos que valor, es aquello que quiebra nuestra indiferencia y es estimado
por su dignidad y conveniencia con el ser. El valor nos obliga a preferirlo y a despreciar a su
opuesto, ya que el orden preferencial les es consustancial a los valores, pues no todos son
iguales. Por lo que tampoco podemos dejar de establecer un orden jerrquico, anteponer
unos y posponer otros en caso de conflicto.
Para ser ms precisos, podemos sealar que, desde la perspectiva educativa, los
valores son simultneamente motivos y criterio de conducta. Criterio para juzgar la vida y
motivos en cuanto ideales que refuerzan el carcter dinmico.
Por otra parte, y desde una consideracin ontolgica, los valores, en cuanto bienes
objetivos, son fijos e inmutables, pero en cuanto valiosos para el hombre, atractivos e
interesantes en mayor o menor grado, preferibles y preferidos en lugar de otros, son
cambiantes y tienen que ver con la evolucin del individuo y la sociedad, sobre todo con
sta.
De cualquier forma, lo que no parece laudable es que los valores se impongan o
deban provocar obligacin. Muy al contrario, al margen de la dificultad que pueda suponer
la prctica axiolgica, deben ser transmitidos siempre en un contexto de libertad, teniendo
en cuenta que los valores como tales se eligen.
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En relacin al valor, surgen los fines educativos los cuales son definidos de acuerdo
con la escala de valores aceptada. Esto es debido a que los fines educativos comparten su
consistencia ontolgica con la propia del sistema filosfico-axiolgico que les sustenta. Y en
definitiva, no conviene perder de vista que los fines educativos estn determinados, por la
idea que se tenga acerca del hombre, ya que en toda teora educativa la idea del hombre,
constituye el referente de toda actividad educativa.
Claro que, en perodos de transicin, cuando emergen nuevos planteamientos y
fenecen ideas que han sido vlidas durante largas pocas, surge la impresin de
incertidumbre, de inconsistencia y de carcter efmero. Aunque huelga decir que los ver-
daderos valores, los ms elevados, lo son siempre por s mismos, independientemente de
las vivencias individuales y colectivas; de ah que parezca indiscutible que la calidad de la
enseanza penda y dependa inexorablemente de los valores.
A este respecto, cabe decir que existen diversas posiciones respecto a su
naturaleza. As, encontramos autores para quienes el valor no es algo puramente subjetivo
ni reside en la pura objetividad. Ha de radicar ms bien en su interrelacin, y as su
dinmica, multiplicidad y movilidad se explican ms fcilmente desde esa relacin dual. A
partir de ah, podemos entender ms fcilmente los subjetivismos y relativismos que
contemplan tan slo una cara de la moneda del valor.
Aunar ambas dimensiones ser el ideal pedaggico que permitir fundamentar
nuestra educacin.
Cabe recordar, en este sentido, cmo Max Scheler distingua entre valores sensibles,
que podan ser gratos e ingratos; valores vitales, que a su vez se subdividen en valores
lgicos (verdadero-falso), estticos (bello-feo), ticos (justo-injusto) y, finalmente, valores
religiosos.
Surge as la conviccin de que sin la antropologa filosfica, todas las expresiones
teleolgicas que fijan a la educacin la tarea de formar hombres c
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