Recientemente PriceWaterHouseCoopers lanzó un artículo tremendamente potente que habla de la
economía de 10 años más, el trabajo en esa economía, y la gestión de Recursos Humanos en ese
escenario.
Producto del acceso a un número considerable de profesionales (entrevistaron a casi 3000 postulantes en
todo el mundo) que quiere ingresar al mundo del trabajo en todo el mundo, sumado a la inmensa cantidad
de consultores en su planta, pudieron hacer este estudio que lanza tres posibles modelos de economías
del trabajo-empresas, producto del cruce de dos mega tendencias: el colectivismo-individualismo, y la
integración-fragmentación de las empresas.
Como pueden ver en el estudio, llegan a concebir tres modelos de empresas: las azules que
corresponden a compañías de gran tamaño siguiendo la tónica de lo que alguna vez comenzó GM o
General Electric en los 60'; las verdes, que están fuertemente teñidas por la preponderancia que tomaría
la Responsabilidad Social y el cuidado del medioambiente; las naranjas, que corresponden a una radical
fragmentación de las compañías implicando que las personas trabajan como individos prestadores de
servicios especializados, más que empleados.
El estudio me parece que es muy completo y claro, con un buen nivel de síntesis, por lo que con el
propósito de aportar a la conversación, haré hincapié en ciertas fuerzas y tendencias que, siendo
fundamentales, no son protagonistas del estudio en cuestión. Entre ellos:1. Tiranía del factor humano: lo que no entra en la discusión, es la consideración e influencia del factor
humano en los negocios. Sea como recurso interno o externo, la importancia de considerar estos otros factores tradicionalmente considerados blandos se consolida indiscutiblemente hacia el 2020.
2. La instalación de la visión de largo plazo: si bien es cierto, la vieja y querida Planificación Estratégica mandaba partir desde la visión, misión y valores, la operación de las empresas en la gran mayoría de los casos ha sido con la sacada de cuentas contingentes. ¿cuánto me cuesta hoy para vender más hoy? En este artículo queda de manifiesto una manera de concebir el trabajo con visión de largo plazo, pudiendo entender como largo plazo, más allá de mi permanencia en este puesto, en esta empresa, o en esta vida. O de otra forma, los éxitos son cosechas de siembras pasadas.
3. Identidad con la tarea o la profesión: esto me parece que es una idea central y tremendamente relevante en el nuevo mundo, porque reconfigura lo que andamos buscando y el poder de las empresas sobre los individuos. Al parecer ya no queremos una empresa que nos dirija, absorba y defina nuestra vida. Queremos una que hagan co-branding con nosotros, como las estrellas de fútbol con sus equipos. Al mismo tiempo, comienzo a pertencer al grupo de personas que hacen lo mismo que yo, o que tienen una misma manera de hacer las cosas.
4. Emergería la Empresa de Bienestar: si las que prosperan son las empresas azules, las muy grandes, estaríamos en reemplazo del Estado de Bienestar por la Empresa de Bienestar. Esa institución que de acuerdo a su peso específico y capacidad de movilización de recursos, juega un rol de protección y soporte fundamental en la vida de las personas, en temas de salud, educación, vejez, esparcimiento, etc.
5. El peso de los KPI: aunque a esta altura debiese ser algo higiénico, se instala hacia el 2020 la lógica de una gestión de personas basados en distintos key performance index (KPI), que permitan medir y mejorar la administración de personas en los negocios. Debiese ser higiénico ya, pero no lo es, y sí sería para el 2020.
6. La tecnología abole hasta la ley de gravedad: la creación de las empresas se ha justificado en la medida que reducen la complejidad del medio de una forma productivamente eficiente y económicamente más barata. Es decir, la complejidad y "desorden" de un grupo de personas en la plaza de armas de un pueblo, lo "reduzco" a 10 personas con planes, roles, y recursos definidos, para producir, por ejemplo, zapatillas. Sin embargo, la internet y la web 2.0 en particular, viene a hacer que sea más eficiente en muchos casos, no estar organizados en una empresa, y participar-aportar a partir de mi conexión puntual a un proyecto. Enrique Dans profundiza importantemente sobre este punto en este post.
Finalmente, quiero constatar que este artículo me parece esencial para la conversación de futuro de los
países, porque toca el eje central de las empresas que tenemos y necesitamos, de la competitividad, del
potencial y estrategia de crecimiento y desarrollo de nuestras empresas, del capital humano que
necesitamos como país, etc, etc, etc. En lo personal, toca la esencia de mis ambiciones de vida, en
cuanto al trabajo en el potenciamiento de las organizaciones para el desarrollo de los países.
Tres tipos de empresa para el año 2020: ¿Con cuál se queda?
Las expectativas de los profesionales que se están incorporando en la actualidad al
mercado son distintas y las empresas deben adaptarse a estos nuevos perfiles. En
el estudio “La gestión de personas en 2020”, PricewaterhouseCoopers señala tres
posibles escenarios en los que las compañías se moverán en el futuro: el mundo
azul, el mundo verde y el mundo naranja. El primero sólo mira los objetivos
empresariales, el segundo tiene en cuenta los valores personales, y el tercero tiene
como clave al personal subcontratado. Y usted, ¿cuál prefiere?
Los empleados son uno de los grandes activos de las empresas y los cambios en sus
expectativas deben hacer que las empresas evolucionen para poder gestionarlos de
manera adecuada. Además, los constantes cambios en el mercado harán que las
compañías tengan que cambiar para poder adaptarse a los nuevos tiempos. Todo esto
hace plantearse una gran pregunta: ¿Cómo será la empresa dentro de unos años?
PricewaterhouseCoopers ha querido dar respuesta a esta cuestión mediante un informe
elaborado a partir de 3.000 entrevistas. En este estudio, “La gestión de personas en 2020:
el futuro del mercado de trabajo”, la consultora señala tres posibles escenarios en los que
las compañías se hallarán en el futuro en materia de recursos humanos: el mundo azul, el
mundo verde y el mundo naranja. Estos escenarios ponen de manifiesto un hecho que
afecta a los tres: las expectativas de los profesionales que se están incorporando en la
actualidad al mercado son distintas de cara al empleador. Esto hace necesario, según la
consultora, que la empresa “deba ser capaz de adaptarse al nuevo perfil de los
profesionales”. Mundo azul, mundo verde y mundo naranja En el futuro, las empresas
deberán elegir entre individualismo y colectivismo, así como entre fragmentación
empresarial o integración. Según la opción escogida y el tratamiento que den al personal,
habrá, según PricewaterhouseCoopers, tres tipos de compañías con valores diferentes.
Mundo azul. Las empresas que opten por formar parte del mundo azul se basarán
solamente en objetivos empresariales. En ellas primarán los resultados y el capitalismo. Se
dará preferencia al individualismo y se buscarán los mejores profesionales, a los que
también formarán para que se adapten totalmente al espíritu de la empresa. Estas
compañías serán cada vez más grandes e independientes y establecerán sus propias
decisiones sobre responsabilidad social corporativa. Mundo verde. Las empresas que
prefieran el escenario del mundo verde tendrán más en cuenta los valores personales de
sus empleados que la competitividad. El modelo de gestión de personas evolucionará
hacia uno basado en el compromiso con las personas, los servicios compartidos y el
compromiso con la sociedad. Estas compañías impartirán mucha formación interna para
sus trabajadores, por lo que éstos se mostrarán más comprometidos con ellas. Además,
controlarán la calidad y los riesgos. Mundo naranja. Este modelo de organización es la
opción más radical. En él, la gestión de personas será sustituida por una estrategia de
planificación de plantillas y contratación. Sus empleados, el 70% subcontratados, se
identificarán más con sus funciones y no con una compañía en concreto. Las empresas
tenderán a escindirse y a trabajar como redes de colaboración con entidades más
pequeñas. Sectores y rentabilidad El informe apunta que aunque no hay claves sectoriales
para catalogar a las empresas dentro de uno de estos tres escenarios, “las empresas
energéticas o de automoción tenderán al mundo verde y las grandes corporaciones hacia
el azul”. No obstante, la situación depende de muchos factores y según Manuel González,
responsable de Recursos Humanos de la consultora, “todas las empresas están abiertas a
cualquiera de los tres mundos”. En cuanto a la rentabilidad, las tres realidades pueden
resultar igual de provechosas. “Todas las estructuras van a ser rentables, se trata de ver
hacia dónde van a ir las empresas para atraer a las personas”, señala Joan Daura, de
PricewaterhouseCoopers
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