Radionovela: “Carlos: un niño admirable”
Producciones: Exprésate Producciones
CAPITULO Nº 1: TAMALES, RICOS TAMALES
Escena 01:
Perfiles de los Personajes:
abuela Carmela: comprensiva, trabajadora, cariñosa
Narrador: Era una noche fría en el corral de la abuela Carmela,
estaba terminando de lavar sus platos, y se sentía muy
cansada; cuando de pronto empezó a llamar a su nieto
Carlos.
CONTROL 1: EFECTO DEL GRILLO SBM 10’’
Abuela Carmela: (GRITANDO) Carlos,… Carlitos. Ven hijo un ratito al corral.
Ayúdame a llevar los platos, ya están lavados.
(SUSPIRANDO) ¡Ay Dios! Hoy sí que estoy rendida.
Carlos: (GRITANDO) Ya mami, ya estoy yendo, termino de limpiar
la mesa, y ahorita voy.
CONTROL 1: EFECTO DEL GRILLO D 5’’
Narrador: Carlos ya estando en el corral, le dijo a su abuela.
Carlos: (ENOJADO) ¿no te dije que yo los iba a lavar?
CONTROL 2: EFECTO DE SONIDO DE PLATOS
Abuela Carmela: (VOZ CALMADA) ¡Ay hijo!, ¿pero como tú los vas a lavar? Ayer
rompiste un plato, por querer ayudarme, y hoy mejor los he lavado
yo, además nos quedan pocos platos, y hay que cuidarlos mucho,
sino luego ¿dónde vamos a comer?
Carlos: (INTERRUMPIENDO) si, pero el agua está muy fría para ti
abuela, A ver déjame ver tus manos.
Abuela: Hijo no te preocupes por estas cosas
Carlos: Lo sabía, tus manos están todas arrugaditas del frio, ¡Ay abuela!
CONTROL 3: EFECTO DE SACUDIR TOALLA
Abuela Carmela: No están frías Carlos, eres muy exagerado, y habla en voz baja,
que hoy’ se levanta tu abuelo a renegar, ya lo conoces. Anda
deja los platos y vienes por las ollas rápido
Carlos: Ya, ya..
Narrador: Mientras Carlos se acercaba a la cocina, se escuchaba la música
que sonaba del radio de su abuelo.
CONTROL 4: NADIE ES ETERNO (A1) SEGUNDO ROSERO SBM 2’’
Narrador: Carlos al fin entró en la cocina con los platos y ahí encontró
despierto y de pie a su abuelo.
CONTROL 5: EFECTO DE PASOS CAMINANDO
Abuelo Pablo: (SONÁNBULO) ¿y tú mamá? ¿Dónde está?
Carlos: (UN POCO ASUSTADO) mi mamá está en el corral, secando las
ollas, ya viene, vaya acostarse.
Abuelo Pablo: (CON VOZ ALTANERA) ¿ah? ¿A dónde dices? ¿Qué?
Narrador: Al instante llega la abuela Carmela.
CONTROL 6: EFECTO DE PASOS CAMINANDO
CONTROL 7: SONIDO DE PLATOS
Carlos: Mamá Carmela, justo mi papá estaba preguntando por usted
CONTROL 8: EFECTO DE SACUDIR TOALLA
Abuela Carmela: ¿Qué haces despierto? ¿No que estabas muy cansado? ¿O de
nuevo te vas a la calle? ¡Ya anda acuéstate!
Abuelo Pablo: (VOZ PAUSADA) ¿ah? Quiero comer, tengo hambre, ¿te han
sobrado tamales?
Abuela Carmela: ¡Ay Pablo! A qué hora te levantas a comer tú también… Te has
dormido desde las tres y recién te levantas.
CONTROL 9: EFECTO DE ABRIR LA TAPA DE LA OLLA
Abuela Carmela: Carlos, hijo alcánzame un plato
Carlos: ¿este mamá?
Abuela Carmela: Sí, sí, ese, aunque no, mejor ese otro, sí, el que está detrás de
la jarra con café, ahora que recuerdo lo había dejado con dos
panes. Pero sólo veo uno ¿tú te has comido el otro?
Carlos: ¿Yo? No, yo no he comido nada, además ni siquiera lo he visto
mamá, te lo hubiese preguntado a ti antes.
CONTROL 10: EFECTO DE DESEMPACAR EL TAMAL
Abuelo Pablo: ¿Hablas del pan con papas fritas, Carmela? Porque yo lo he
comido.
Abuela Carmela: ¡Claro! Ya lo suponía, pero Pablo esos panes eran para Carlos,
que se los había guardado para cuando regresara de vender.
¿Por qué no preguntas antes de coger, ah?
(ALZANDO UN POCO LA VOZ) ¡Te pasas, ah! Y toma, ahí están
los Tamales, ya termina de desempacarlo tú. Das mucha cólera.
Abuelo Pablo: Yo lo cogí porque pensaba que nadie los iba a comer, y como
Carlos no preguntó nada de nada, entonces los comí, fue un
poco antes que sirvieran el almuerzo.
Carlos: (VOZ ANIMOSA) pero yaaaa, ya no importa mamá, igual yo no
lo había visto, se me pasó. Más bien hay que a acomodar todo
para mañana, ¡A ver cómo nos va!
Abuela Carmela: ¿No vas a estudiar un poco, hijo? Mira que en todo el día no has
comido el cuaderno.
Carlos: (ENTUSIASMADO) ah sí verdad, aunque ya se me cierran los
ojos, pero igual voy a leer un rato.
CONTROL 4: NADIE ES ETERNO (A1) SEGUNDO ROSERO D 5’’
Narrador: Una vez que Carlos se quedó dormido con su libro sobre la
cabeza, su abuela que estaba mirándolo por la puerta fue a su
lado a taparlo.
CONTROL 11: EFECTO DE RONQUIDOS
CONTROL 12: EFECTO DE FRAZADA MOVIÉNDOSE
Abuela Carmela: (CON VOZ SENSIBLE Y SUSURRANDO) ¡Ay hijo! Me apena
mucho ver cómo me ayudas y que no vas al colegio, con tantas
ganas que tienes, ¡ay Dios, protege a mi Carlos!
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Escena 02:
Perfiles de los Personajes:
Carmela: comprensiva, trabajadora, cariñosa
Narrador: Al día siguiente, el clima era espléndido, Rosa, amiga de
Carlos, llega a verlo a su casa.
CONTROL 13: EFECTO DEL TOQUE DE PUERTA
Rosa: (VOZ APRESURADA) ¡Doña Carmela! ¡Carlos! ¡Doña Carmela!
¡Carlos! ¡Ay! Creo que todavía no se levantan, pero qué raro, ya
son las 7:30. ¿O ya se fue? No, no creo
(GRITANDO) ¡Carlos! ¡Carlos!
Narrador: Ante los gritos de rosa, sale inmediatamente Carlos abrirle la
puerta.
CONTROL 14: EFECTO PUERTA ABRIÉNDOSE
Carlos: ¡Ah Rosa! eres tú, mi abuela me dice: Es rosa anda ábrele la
puerta, y yo le digo: no mamá, son los vecinos. Pero ven pasa,
a ver, dame te ayudo con tus cosas.
Rosa: Toma… Yo pensé que ya te habías ido, ya me iba.
Porque nadie salía.
CONTROL 15: EFECTO DE CERRAR LA PUERTA
CONTROL 16: EFECTO DE PASOS
Carlos: No, no, lo que pasa es que estaba en mi corral, por eso no te
escuchaba bien, siéntate, saca ese libro y ponlo encima del
mueble, al lado de los otros libros.
Rosa: ¿Y ya terminaste de leer el libro que me dijiste que te prestara?
¿O todavía no?
CONTROL 17: EFECTO DE LAS HOJAS DE UN LIBRO.
Carlos: Ah sí verdad el libro, sí, ya lo terminé de leer, anoche antes de
dormir. Oye te digo, que me ha hecho sufrir un poco, porque al
principio no lo entendía casi, tiene un lenguaje muy difícil, pero
conforme iba leyéndolo, lo iba entendiendo. Es muy bonito, hasta
incluso me ha hecho llorar un poco.
Rosa: ¿Te ha hecho llorar? ¿De verdad? A mí no, más bien estaba
tranquila.
Carlos: Sí, sí me ha hecho llorar, pero no mucho, ¿sabes en que parte
me ha hecho llorar?
Rosa: ¿En qué? Supongo en la tercera. Porque lo mismo le ha pasado
a una amiga de mi colegio.
Narrador: Desde el corral la abuela Carmela empezó a llamar a Carlos,
interrumpiendo la conversación.
CONTROL 18: EFECTO DE ESCURRIR EL TRAPO CON AGUA
Abuela Carmela: (GRITANDO) Carlos, Carlos, ya ven hijo a llevar la canasta, ya
está todo listo.
Carlos: (SORPRENDIDO) ¡Aahh! Mi mamá Carmela, espérame ya
vengo.
(GRITANDO) ya voy mamá. Espérame aquí Rosa, ya vengo.
Rosa: Ya, ya, anda rápido
CONTROL 19: EFECTO DE PASOS CORRIENDO
Carlos: A ver mamá, ¿dónde está la canasta? ¿Ya está todo? ¿O falta
algo?
Abuela Carmela: No, ya no falta nada, aquí está toma, pero primero ayúdame a
levantarme ¡Ay Dios! Se adormecieron mis piernas de estar
sentada. ¿Y Rosa?
CONTROL 20: EFECTO DE LEVANTAR UNA CANASTA
Carlos: Rosa está que me espera en la sala, ya ahorita nos vamos, me
pongo la gorra y el canguro.
Abuela Carmela: Ya, ya, anda con cuidado y procura vender todos los tamales.
(SILENCIO) 2’’
Ah, pero primero pasas a dejar los pedidos, y luego ya te vas,
anda hijito y salúdame por ahí a Rosa, voy a limpiar todo esto.
Narrador: Y así se fue Carlos con su amiga Rosa a vender los tamales que
su abuela le preparaba todos los días, para luego acompañar a
su amiga al colegio.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Escena 03.
Perfiles de los Personajes:
trabajadora, cariñosa
Narrador: De regreso a su casa, Carlos entusiasmado le cuenta a su
abuela, como de costumbre, todo lo que le pasó mientras vendía
sus tamales.
CONTROL 21: EFECTO DE CUCHARAS CHOCANDO CONTRA PLATOS
Carlos: ¿Y mi papá? ¿Dónde está? Desde que llegué no lo he visto.
Abuela Carmela: (POCO ENOJADA) ¡Ay hijo!, desde que no está, es porque ha
salido por ahí con los borrachos de sus amigos, que siempre lo
andan inquietando…toma un poco más de café.
CONTROL 22: EFECTO SORBIENDO EL CAFÉ
Carlos: Bueno, ya vendrá entonces, y ojalá y no venga a gritar nomás,
porque esa costumbre tiene, ya que no trabaja, debería ayudarte
en la quehaceres, pero tú no le dices nada abuelita también, por
eso él hace eso.
Abuela Carmela: ¡Ay hijo!, yo estoy cansada de tanto hablarle, y como no entiende
ya mejor no le dijo nada, y lo dejo que hable como un loco. Es
mejor así hijo, a mi edad ya no puedo tener cólera, y todavía
quiero estar contigo, para verte y cuidarte.
CONTROL 23. EFECTO DE ACARICIAR LA CABEZA
Carlos: Yo también quiero estar contigo abuelita y con mi abuelito,
(VOZ TRISTE) los quiero mucho.
Abuela Carmela: ¿Y Rosa? ¿Cómo está?
CONTROL 24: EFECTO DE CUCHILLO PARTIENDO EL PAN
Carlos: Rosa dice, ¿qué cuándo voy a estudiar?, y yo le digo: que estoy
esperando a mi mamá a que venga de trabajar, ¿sabes abuelita?
Rosa me dice también que a pesar de que no asisto al Colegio,
igual estoy aprendiendo mucho con los libros que me trae, dice
que sé más que ella, y más que una amiga de su aula, que
siempre saca buenas notas.
CONTROL 25: EFECTO DE PALILLOS TEJIENDO SBM 4’’
Abuela Carmela: ¿y tú, que le dices?
CONTROL 26: EFECTO DE SONAR LA CUCHARA ENDULZANDO EL CAFÉ.
Carlos: Yo le digo que no, que como es ella que estudia en un colegio,
entonces debe saber más, y siempre me dice que no, incluso
quiere venir abuelita aquí para ayudarle a resolver las tareas de
compresión lectora, porque dice que yo entiendo rápido lo que
leo, en cambio ella tiene que leer como tres veces.
Abuela Carmela: (SORPRENDIDA) ¿tres veces? ¿Tanto? ¿Y por qué?
Carlos: (RIÉNDOSE) Sí abuelita, es cierto, no mucho le gusta leer.
(VOZ TRANQUILA)Pero dice que es la primera en matemáticas,
y que ahí no le gana nadie. ¿Sabes abuelita? Si yo estudiara,
sería tanto bueno como para las matemáticas como para las
letras, no me gustaría ser sólo inteligente en una cosa. Yo
aprendería de todo un poco.
Abuela Carmela: ¿Pero te gustan a ti las matemáticas?, porque más te veo que
lees.
Carlos: Abuela, las matemáticas las practico todos los días cuando
salgo a vender, ¿acaso no te traigo bien las cuentas?
Abuela Carmela: Ah sí verdad, tienes razón. ¿Y qué te gustaría profesión te
gustaría estudiar?
CONTROL 25: EFECTO DE PALILLOS TEJIENDO C 2’’
Narrador: De pronto llamaron a la puerta, Carlos salió a ver y vio a Rosa
parada llorando desconsoladamente.
……………………………………………………………………………………………………………
Capítulo 02: De regreso a casa
Escena 01
Perfiles de los Personajes:
jor amiga de Carlitos, buena, risueña, ocurrente, solidaria.
El cobrador Pancho: Alegre, bromista y de voz ronca.
Marcos: de carácter apacible y ocurrente.
Narrador: La abuela Carmela desde el corral escucha la voz llorosa de
Rosa y sale inmediatamente.
CONTROL 1: EFECTO DE SACUDIR LA TOALLA ENTRE SUS PIERNAS
Abuela Carmela: (CON VOZ SORPRENDIDA) ¿Qué ha pasado Rosa? ¿Por qué
estás llorando? Ven pasa, ¿Qué ha pasado hija? ¿Qué has
tenido?
Rosa: (SOLLOZANDO) Me han robado doña rosita mi plata mientras
estaba comprando unas frutas afuera del colegio. Y como se me
había hecho tarde para entrar al colegio, no quería ir a mi casa
hasta que sean la una de la tarde.
Carlos: ¿pero cómo Rosa? ¿Cómo fue? Yo te deje en la puerta del
colegio, y no había nadie que no fueran los alumnos, incluso
había un policía de tránsito, ¿Cómo fue?
Abuela Carmela: ¡Ay hija! Pero lo importante es que tú estás bien, y no te han
hecho ningún daño, ¿y por qué dices que no quieres ir a tu casa?
Rosa: (VOZ TEMBLOROSA) No, a mi casa no voy, además mi mamá
está trabajando y sale todavía a la una, y no quería estar sola,
por eso me vine a donde ustedes.
Carlos: Bien Rosa, has hecho bien en venir acá, pero ya no estés triste,
ya pasó. Mira quédate con mi mamá, porque yo tengo que
terminar de repartir los tamales que me faltan.
Rosa: ¿No llegaste a venderlo todo?
Carlos: No, pero sólo faltan pocos, algunos no estaban y mejor vine acá
a tomar café, y luego ya iré a dejarles. Aquí vas a estar con mi
abuela, no te preocupes, yo no demoro mucho.
Abuela Carmela: Sí Rosa, entre de un rato viene mi Carlos. Más bien, vamos al
corral, tengo que lavar algunos trapos sucios que se acumularon
de la semana. Ven vamos.
Rosa: Ya doña Carmela.
CONTROL 2: EFECTO DE PASOS
Carlos: ya vengo
(SILENCIO) 3’’
Ah me olvidaba el canguro. ¿Dónde iba a guardar la plata ahora?
(GRITANDO)Ya vengo, no me demoro.
CONTROL 3: EFECTO DE ABRIR LA PUERTA.
Narrador: Mientras tanto en el corral se encontraban la abuela Carmela y
Rosa.
CONTROL 4: SONIDO DEL CAÑO CON AGUA SBM 2’’
Rosa: ¿toda esa ropa tiene que lavar, doña Carmela?
Abuela Carmela: No, no toda, sólo algunas, las otras los lavare la semana que
viene. ¿Ya estás mejor, hija?
Rosa: Sí, doña Carmela, ya estoy mejor, aunque tengo todavía un poco
de miedo, que mañana los vuelva a encontrar en el Colegio y me
roben de nuevo, o a otra estudiante.
Doña Carmela: ¿tus los viste hija, quiénes eran? (VOZ PREOCUPADA)
Rosa: Sí, si los vi. Eran dos muchachos vestidos como si fueran hacer
deporte, llevaban una pelota. Primero no me percaté por qué
venían detrás de mí, y la vendedora de frutas, me señaló con su
mano que mucho me estaban mirando, pero yo no le hice tanto
caso, y saqué mi cartera, cuando lo abrí, el que era más alto de
ellos, estiró su mano y me la arranchó, y se fueron corriendo.
Abuela Carmela: ¿Sólo tu cartera se llevaron?
Rosa: Sí, sólo mi cartera, tenía cinco soles ahí.
Abuela Carmela: ¿Y el policía que cuida el Colegio? ¿Le dijiste algo?
Rosa: Sí, si le dije, pero como estaba ayudando a cruzar las pista a
otros niños, no le dio tiempo de seguirlos. Y me dijo que entrará
al colegio, pero yo no quería y mejor me vine para acá.
CONTROL 4: SONIDO DEL CAÑO CON AGUA D 2’’
Abuela Carmela: ¡Ay hija! La calles cada día se vuelven más peligrosas, y los que
roban ya no respetan nada, incluso, en la noticia ha salido que
personas que no se han dejado robar, los han matado. Y las
autoridades que no hacen nada. Pero lo importante que no te ha
hecho a ti ningún daño. Alcánzame la escobilla por ahí hija, que
la mancha de este polo no sale.
Escena 2
Narrador: Mientras tanto en el parque se encontraba Carlos
CONTROL 5: SONIDO DE CARROS Y MOTOS SBM 5’’
Carlos: ¿A qué hora vendrá pancho? ya son más de la nueve, pero ni
modo, acá lo voy a esperar un rato, igual es el último en
entregarle.
CONTROL 5: SONIDO DE CARROS Y MOTOS D 5’’
Narrador: Así pasó quince minutos hasta que Pancho se apareció.
CONTROL 6: SONIDO DE CARROS Y MOTOS SBM 5’’
Pancho: Oye Carlos, ¿y los tamales? ¿Los tiene? Haber dámelos.
Avánzate porque estoy un poco apurado. Tengo que ir a
trabajar.
Carlos: ¡Ah Pancho!, aquí están los Tamales, toma. Están calientitos
Pancho: ¿Cuánto es Carlos? ¿Dos soles verdad? Porque así me los
vendiste ayer.
Carlos: Sí Pancho dos soles nomas, siempre te los vendo así.
Pancho: Sí, pero hace algunos días me los vendiste a dos cincuenta, por
eso que te pregunto. ¿Y qué dice doña Carmela? ¿Cómo está?
Carlos: Mi abuela está bien, un poco agripada, pero no es nada
importante. ¡Tú sabes! Mi abuela es fuerte. Bueno, ya me voy, te
veo más tarde para jugar un partido.
Pancho: Van por ahí, tengo que ver Ramón, a ver si ya terminó de arreglar
mi radio, estaba fallando un poco el volumen, se alzaba solito y
ya no se podía bajar.
Carlos: Ah ya pues van por ahí, pero don Ramón ahorita está durmiendo,
yo fui a dejarle los tamales y me los recibió su hija, dijo que su
papá, y se levantaba con a las diez por ahí, pero igual anda velo.
Pancho: Es que ya está viejo pues, ya no tiene mucha fuerza por eso se
levanta tarde. Ojalá lo haya arreglado la radio, porque más
aburrido estoy en mi casa, oye Carlos, ¿tú no estudias verdad?
¿Por qué no trabajas?
Carlos: Ahorita no estoy que estudio, pero cuando venga mi mamá, y
traiga plata entonces voy a empezar a estudiar, mientras tanto,
le ayudó a mi abuela a vender sus tamales.
Pancho: Sí, pero, ¿les alcanza la plata, con los tamales que venden?
Carlos: A decir verdad, no mucho pero con lo que le pagan a mi abuelo
de su jubilación, nos ayudamos más.
Pancho: Sí, pero y como no te alcanza para que estudies, ¿sabes una
cosa Carlos? Conmigo trabaja un muchacho que tiene tu edad,
o un poco más no sé, y no estudia en colegios donde se va todo
el mundo, sino dice que estudia en un colegio nocturno, enseñan
pocas horas y puedes llegar hacer hasta profesional, te digo
porque eso es lo que me ha dicho Marcos, el muchacho que
trabaja conmigo de cobrador.
Carlos: ¿ah sí? (ASOMBRADO) No sabía que se podía estudiar de
noche, ¿pero cómo será di? A mí gustaría estudiar, aunque sea
de noche, aunque es un poco peligroso, pero igual me gustaría
ir, ¿y en dónde queda ese colegio?
Pancho: Queda acá nomás, al costado del parque Santa Ana. Yo diría
que vayas ah, Marcos dice que no se paga matrícula ni nada,
sólo que lleves tu cuaderno, habla con tu Abuela bien, y si gustas
te acompaño a ver el colegio, mira ya salgo del trabajo a las ocho
y media, y puedo traerte por ahí. ¿Qué dices? Dile a tu Abuela.
No pierdes nada.
Carlos: Bueno chau, ya me quedo por acá a mi casa, y de lo que me has
dicho se lo voy a decir a mi abuela a ver qué dice. Chau pues.
CONTROL 6: SONIDO DE CARROS Y MOTOS D 5’’
Narrador: Al despedirse, Carlos entra en su casa. Y en la sala está
su mamá sola sentada.
Escena 3
Carlos: Mamá ya vine, ¿y Rosa?
Abuela Carmela: Rosa fue a su casa a descambiarse y dijo que la esperaras por
qué iba a traer unos libros, que María se los ha regalado.
Carlos: ¿Ah entonces ya está mejor? (VOZ CALMADA)
Abuela Carmela: Sí, hijo ya está mejor, conversamos un rato, incluso me ayudó
en hacer algunas cosas.
Carlos: Ah ya, que bien entonces, porque la dejé muy asustada.
Abuela Carmela: Anda deja la canasta en el corral, y descansa un poco para que
te vayas a comprar a la tienda.
Carlos: Ya, ya, pero antes quiero conversar contigo
Abuela Carmela: Ah ya hijo, y dime ¿vendiste todo los tamales?
Narrador: Carlos contestó mientras se dirigía al corral.
Carlos: sí mamá, por suerte los vendí todos, más bien el señor Pedro
quería comprar más tamales, pero le dije que sólo quedaba para
entregar.
Narrador: Carlos volvió a la sala y se sentó en el mueble
Carlos: Si hubieses hecho, un poco más abuela, habríamos ganado más
dinero, pero de donde vamos a pensar ¿verdad abuela?
Abuela Carmela: Si pues hijo, hay días en que uno vende todo como también a
veces no se vende nada, o se vende poco, por eso es mejor
hacer regular. Ya mañana haré cinco más.
Narrador: De pronto llegó Rosa
Rosa: Doña Carmela, Abra la puerta soy Rosa.
Abuela Carmela: Es Rosa, anda Carlos ábrele la puerta.
Carlos: ya, ya voy Rosa.
Rosa: Ya llegaste, aquí he traído este libro, se llama “el principito”, toma
Carlos: Ah, qué bien, pero pasa, pasa. Mira abuela, otro libro.
Abuela Carmela: Ah que bien, pasen, pasen, voy al cuarto a escribir lo que vas a
comprar para el almuerzo. Ya vengo.
Carlos: Siéntate, ¿haber lo leemos juntos? ¿O lo leo en voz alta?
Rosa: No, léelo en voz alta, porque si yo lo leo me aburro mucho,
aunque tiene pocas páginas pero igual. Me da vergüenza que
me vaya a equivocar al leer.
Carlos: No Rosa, no digas eso, (voz sensible) todos nos equivocamos,
y así como nos equivocamos, también se aprende a no
equivocarse. Esto es normal.
Rosa: Bien ya, quieres gaseosa, acá he traído un poco en mi
botella. (SILENCIO) Toma ábrelo
CONTROL 7: EFECTO DE ABRIR BOTELLA
Carlos: ¡Huy me moje!
(RIÉNDOSE) pero no, no es nada, descuida. Toma el vaso.
Rosa: (RIÉNDOSE) sí ya veo, ya se secará.
Carlos: Empiezo entonces. Escucha atenta: “Cuando yo tenía seis años
vi en un libro sobre la selva virgen que se titulaba "Historias
vividas", una magnífica lámina. Representaba una serpiente boa
que se tragaba a una fiera. En el libro se afirmaba: "La serpiente
boa se traga su presa entera, sin masticarla. Luego ya no puede
moverse y duerme durante los seis meses que dura su
digestión".
Narrador: De este modo Carlos empezó a leer el libro hasta que decidieron
ir al parque a jugar.
Capítulo 3: una gran invitación
Escena 1
Carlitos: alegre, tiene 13 años, responsable, optimista, gran lector, humilde, amigable
risueña, ocurrente, solidaria..
Narrador: Una vez que Carlos terminó de leer el libro, animó a Rosa a que
vayan al parque.
Carlos: ¿Qué te parece Rosa, si vamos un rato al parque a jugar?
Mientras está el almuerzo, ¿sí? ¿Qué dices?
Rosa: Ya pues vamos, como ya leímos, o mejor dicho como la leíste.
Ahora tocó distraerse un rato, que me parece lo más correcto.
¿Verdad?
Carlos: sí, Rosa, tienes mucha razón, después de estudiar se
recomienda despejar la mente, para no estar metido en una sola
cosa. Pero, ya ven vamos.
Rosa: ¿no le dirás nada a tu Abuela?
Carlos: no, mi abuela ya sabe, que cuando no estoy, es porque me
he ido al parque a jugar.
Narrador: de esta manera se fueron al parque a jugar.
CONTROL 1: SONIDO DE GRITOS DE NIÑOS, CARROS Y MOTOS SBM 2’’
Rosa: No tiene muchos juegos el parque, pero los que tiene me gustan
mucho. ¿Y a ti? ¿Dónde te gusta jugar más?
Carlos: A mí, más me gusta jugar fútbol, no casi me gusta los otros
juegos, no hay mucha gente, será porque están en el colegio,
pero vieras en la tarde como se llena esto. Parece una feria.
Rosa: Ah sí pues, ven vamos allá, en la rueda giratoria, a mí gusta
pasearme ahí, a la gente no le gusta mucho, porque dicen que
tengan nauseas, pero a mí no, porque yo lo hago con los ojos
cerrados. ¿Quieres ver?
Carlos: Sí, a mí también me hace nausear, y no mucho me gusta, yo
prefiero ir mejor allá, en el columpio, que te eleva hasta arriba.
¿Te has paseado ahí?
Rosa: Ahí no me gusta pasearme porque me da mucho miedo,
¡elevarme hasta arriba! No tengo miedo de caerme.
Carlos: En cambio yo no, yo no tengo miedo. Vamos primero a que te
pasees en la rueda y luego me acompañas al columpio. ¿Qué
dices?
Rosa: Ya, ya, está bien. Espérame voy a subirme, cuando esté arriba,
empiezas a dar vuelta ¿ya? Pero no muy acelerado ah.
Carlos: ¿De verdad no te marea eso? Ni me subo y ya me quiere venir
náuseas. ¡Hay que tener ánimo para subirse a eso! Pero anda,
sube, no me has caso.
CONTROL 1: SONIDO DE GRITOS DE NIÑOS, CARROS Y MOTOS D 2’’
Narrador: Rosa subió a la rueda y Carlos iba dándole vueltas.
Carlos: ¿así está bien? ¿O más rápido?
Rosa: no, sí, así está bien.
(RIÉNDOSE) ¡Huuuuuu! Carlos, veo todo borroso, súbete,
¿sí? Anda anímate,
Carlos: No Rosa, ni así me paguen plata, no me subiría.
Narrador: Luego pasaron al columpio.
Rosa: ¿te empujo más fuerte? ¿O tú ya te elevas solo? ¿No te da
miedo?
Carlos: No, ya no empujes, yo solo lo hago. ¿Ves? ¡Así! ¡Así! ¡huuuuu!
¡Esto es juego! ¡Aquí sí que me divierto!
(GRITANDO) Rosaaaa
Rosa: Qué, ¿ya te cansaste? ¡Tan rápido!
Carlos: No, todavía no, oye Rosa, desde aquí veo todas las casas, la de
son Pedro, la de tu mamá y la de mi Abuela, incluso el parque
Santa Ana. ¡Sí! ¡Mira!.
Rosa: ¿Cómo voy a mirar, si estoy abajo? A no ser que me suba, pero
no, ni se te ocurra que eso voy hacer.
Carlos: (RIÉNDOSE) Rosaaaa se ven todas las casas y hasta la chacra
de Doña Patricia. ¡huuuu! Mira Rosa, casi tocó el ala de la chilala.
¡chamano! Era un poco más y lo agarraba.
Narrador: luego se escuchó una voz que llamaban a Rosa, era su mamá.
Escena 2
Carlitos: alegre, tiene 13 años, responsable, optimista, gran lector, humilde, amigable
solidaria.
Laura: Amable, trabajadora y de voz calmada.
Narrador: Ante el llamado de Rosa, Carlos bajó del columpio.
Carlos: ¿Quién te estaba llamando? ¿Creo que era la voz de tu mamá?
Rosa: si, era de mi mamá, ¿tienes hora?
Carlos: Son la una, ¡pero si recién acabamos de venir y tan rápido se fue
la hora! Yo ni siquiera me he fijado en eso, seguro mi abuela
también me ha de estar llamando y yo por estar paseándome,
no lo he escuchado. Espera para bajarme y te acompaño a tu
casa.
Narrador: En ese preciso instante se apareció doña Laura.
Laura: Rosa, Rosa. Hija ¿estás bien? He pasado por el Colegio a
recogerte y me dijeron tus amigos que no has ido. ¿Qué ha
pasado hija? ¿Por qué no has ido, si yo te dejé lista?
Rosa: no, mamá no he ido al colegio, pero en la casa te explico.
Carlos: Sí, señora Laura, Rosa ha estado en mi casa, con mi abuela, ya
ella le va contar porque no ha ido.
Laura: ¿ha pasado algo malo, hija? ¿Dime, que ha pasado? ¡Me
preocupas!, ¿te has sentido mal? ¡Habla hija!
Rosa: mami te digo en la casa, aquí no.
Laura: Ya, ya está bien, espero que ni sea un capricho tuyo nomás,
vamos, a almorzar, aquí he traído comida. Vamos, vamos.
Carlos, salúdame por ahí a tú abuela, y dile que de ahí la veo
para conversar, ¿ya hijo? Así le dices.
Carlos: Ya, señora Laura, yo le digo, chau Rosa, más tarde te llevo
el libro, o cuando venga tu mamá se lo doy a ella. ¡Chau!
Rosa: ¿te vas a quedar todavía?
Carlos: Sí, pero sólo un ratito nomás, ya ahorita me voy porque mi
abuela me ha de estar esperando para comer.
Narrador: Carlos se quedó paseándose un rato más, luego aburrido
del juego se fue a comer.
Escena 3
Perfiles de personajes
Carlitos: alegre, tiene 13 años, responsable, optimista, gran lector, humilde, amigable
Laura: Amable, trabajadora y de voz calmada.
Patricia: Gran amiga de Carmela, solidaria y es de la selva.
Pedro: esposo de Patricia, serio y buena persona.
Narrador: Iban a ser las cuatro de la tarde, Carlos se encontraba leyendo
el libro “las mil y una noches” y su abuela tejiendo.
Abuela Carmela: ¡Carlos!, Disculpa hijo que te interrumpa. ¿Ya terminaste de
leer?
Carlos: No, abuela, todavía no, creo que tengo para rato, el libro tiene
muchas páginas. Pero dime abuela ¿Qué necesitas?
Abuela Carmela: Ah entonces tienes lectura para todo un mes, pero no, sólo
quería decirte que me acompañes a la chacra de Patricia, me
dijo que tenía muchas lentejas que recoger, y como ella y Pedro
no se alcanzan solos, me dijo que vaya a traer una saqueta.
¿Vamos?
Carlos: ah ya pues vamos, más tarde sigo leyendo, mmm…pero abuela,
¿puedo ir con Rosa?
Abuela Carmela: sí, sí, puedes ir, pero tienes que pedirle permiso a su mamá, si
no ya sabes cómo se molesta, cuando Rosa sale sin su permiso.
Anda a verla pues, a ver que dice.
Narrador: fue entonces Carlos a buscar a Rosa hacia su casa.
CONTROL 2: SONIDO DE TOCAR PUERTA.
CONTROL 3: ASI FUE (A2) SBM 5’’
Carlos: Doña Laura, Doña Laura.
Doña Laura: ya voy, un ratito (bajando el volumen a la música) ya voy.
CONTROL 4: EFECTO DE ABRIR LA PUERTA
Laura: Ah Carlos, eres tú, pasa, pasa, Siéntate, supongo que vienes a
ver a Rosa. Ella está adentro en su cuarto pero ahorita la llamo,
dame un momentito.
Carlos: Sí, vengo a buscar a Rosa, pero antes quería hablar con usted.
Laura: (SORPRENDIDA) ¿conmigo? Haber te escucho, ¿Qué pasó?
Carlos: No, sólo quería decirle, que si le puede dar permiso a Rosa, para
que venga conmigo y mi abuela, a la chacra de Doña Patricia, a
juntar lentejas. ¿Qué dice? No, nos vamos a demorar mucho,
sólo llenamos un saco y nos venimos rápido. ¿Sí? ¿Qué dice?
Laura: Carlos, Rosa me ha dicho que hoy en la mañana, en el colegio
unos muchachos desconocidos le robaron toda la propina que le
di.
(VOZ PREOCUPADA) Y felizmente sólo le robaron eso, y no le
hicieron ningún daño. Ahora Rosa, cundo quiera ir algún lado,
iré yo acompañándola, y ahorita yo no puedo porque estoy
ocupada. Tengo un montón de cosas que resolver hijo, y no se
va a poder.
Carlos: Pero no se va ir sola Doña Laura, también va ir con nosotros Don
Pedro, quien nos llevará en su moto, además no nos vamos a
demorar. Y cuando estemos de regreso, le diré yo mismo a Don
Pedro que traiga a Rosa hasta su casa, ¿ya doña Laura? ¿Qué
dice?
Laura: Bueno Carlos, ya está bien, pero procura que Rosa no venga
sola. Espérame ahorita la llamo.
Narrador: De este modo, Rosa fue a la chacra con ellos, y antes de partir
sucedió lo siguiente.
CONTROL 5: EFECTO DEL ARRANQUE DE LA MOTO 6”
Abuela Carmela: ¿Carlos acomodaste la saqueta y la hoz, que te dije? Avanza
que la moto está ya a fuera.
Carlos: (GRITANDO DESDE EL CORRAL) sí, abuela, ya empaqué todo
lo que me dijiste, sólo falta mi gorra, que no me acuerdo donde
lo he puesto, y también estoy buscando un sombrero para Rosa.
Espera ya salgo.
Abuela Carmela: ya, ya, afuera te esperamos, Rosa ya está en la moto.
(GRITANDO) Carlos, no te olvides el agua, y llena otra botella
por ahí, porque vaya a faltar. Y te vienes rápido.
Narrador: mientras tanto en la moto, se encontraba rosa y Don Pedro.
Don Pedro: ¿también vienes con nosotros, Rosa?
Rosa: Si don Pedro, también voy, mi mamá no quería, pero al
final quiso. Además en mi casa iba a estar muy aburrida,
y como Carlos es mi amigo, entonces, de hecho que iba
venir.
Don Pedro: Ah ya, tenía que ser así entonces, ¿nunca has ido allá
verdad? Porque allá hay un río, y se pueden bañar.
Rosa: ¿de verdad? Entonces mucho mejor, parece como si nos
fuéramos de viaje.
CONTROL 6: EFECTO DE SONIDOS DE PASOS 4”
CONTROL 7: EFECTO DE CERRAR LA PUERTA
Abuela Carmela: ¿ a ver ya están todos? ¿O falta alguien? ¿Y todas las
cosas también?
Carlos: Rosa, toma este sombrero, es mi mamá y creo que si te
queda, porque mi mamá no es muy grande. Así que de
seguro de queda. Y toma también esta bolsa, tiene agua y
manzanas. Porque vamos a tener hambre.
Rosa: pero don Pedro dice que allá hay agua, ¿verdad don
Pedro? ¿Se puede tomar también diga?
Don Pedro: si, se puede tomar, porque es limpia, pero mejor lleven
agua, porque a veces el agua del río se pone turbia.
Carlos: de igual modo yo llevo aquí agua don Pedro, amarre está
soga, en la baranda de su moto, es para traer un tercio de
leña, allá la leña está bien seca y no pesa mucho.
Abuela Carmela: Bueno, entonces ya subamos con cuidado.
Narrador: de este modo se fueron a la chacra, pero en el trayecto
sucedió algo, que los preocupó.
Capítulo 4: Adoptando a fido.
Escena 1
Perfiles de personajes
Carlitos: alegre, tiene 13 años, responsable, optimista, gran lector, humilde, amigable
Laura: Amable, trabajadora y de voz calmada.
Patricia: Gran amiga de Carmela, solidaria y es de la selva.
Pedro: esposo de Patricia, serio y buena persona.
Narrador: Carlos iba un poco distraído, de pronto su vista logró
observar algo.
Carlos: don Pedro ¿este camino siempre es sólido? Ya vamos en
la moto hace mucho rato, que me estoy durmiendo.
Don Pedro: es sólido, porque muy poca gente viene, por aquí, sólo hay
árboles y pájaros, mira ¿ves la chilala parada en el
parabrisas? Cada vez que vengo, siempre me tiene que
acompañar, y cuando regreso, igual. No tiene miedo que
lo agarre y lo lleve a mi casa, como lo hacen otros por ahí,
que hasta incluso los maltratan. Eso ya me parece un
abuso.
Carlos: a los animales nunca se les debe maltratar, más bien al
contrario, se le debe dar cariño y aprecio. Don Pedro ¿no
cree que esté yendo muy rápido?
Don Pedro: no, siempre voy así, además por aquí no se cruza nadie,
por eso es que voy a toda velocidad.
CONTROL 8: EFECTO DE MOTO 4’’
Carlos: (GRITANDO) don Pedro, don Pedro don Pedro, ¿qué es
ese bulto que se acerca? Porque pareciera que fuera un
animal durmiendo, o alguna cosa que se ha quedado
tirada. ¿Lo alcanza a ver don Pedro?
Abuela Carmela: yo creo que es más bien una saqueta de Arona, que está
como bache, y nada más.
Carlos: (ASUSTADO) no, no es un bulto, no es (GRITANDO) es
un perro, si un perro, para, don pedro, pare, por favor, si
es un perro, don Pedro pare, lo va a matar, pare, pare.
Narrador: y don Pedro frenó de golpe la moto. Y Carlos bajó a verlo.
Carlos: Si ¿ya ve? Era un perro, ¡mira Rosa como está! todo
asustado y un poco herido creo.
CONTROL 9: SONIDO DE LLANTO DEL PERRO
Rosa: ¡ay sí! Creo que está herido, mira, no se levanta, ¿Qué le
habrá pasado? ¿Y si se ha perdido? ¿O lo han
abandonado? ¡Ay no! Mírelo doña Carmela, está muy
triste.
Abuela Carmela: ¡ay sí! ¡Qué pena! No se mueve. Haber hay que subirlo a
la moto para ver qué es lo que tiene, Carlos hijo, súbelo
con cuidado, no vaya ser que tenga alguna parte de su
cuerpo herido o fracturado, y le hagas doler.
Carlos: si, si lo voy a subir con cuidado, ¿Qué le habrá pasado?
¿Cómo es que está aquí?
CONTROL 10: SONIDO DEL PERRO LAMENTÁNDOSE 4”
Carlos: no, no llores, no te voy hacer nada, no te voy hacer ningún
daño, ven, ¿Qué te ha pasado? No logro entender porque
estás aquí. Don Pedro ¿conoce a este perro? ¿O a su
dueño quizá? ¿Por qué cómo puede estar por aquí?
¿Solito y sin nadie?
Don Pedro: Bueno yo cuando vengo aquí, muy poco he visto perros, lo
que he visto más han sido, gallaretas, chilalas y otros
pájaros.
(TARTAMUDEANDO), yyyy…. También,
SILENCIO 2’’
También, ¡ah! Sí, también un perro, pero no era éste, era
más grande, de esas razas que llaman, pastor alemán.
Ahora que recuerdo se lo habían regalado a un antiguo
amigo chacrero, pero de esto te digo que fue hace varios
meses, porque recientemente lo he visto a mi amigo, y me
ha dicho que al perro ya no lo trae, porque está muy bueno,
y se casa mucho al caminar.
Rosa: Carlos, ponlo al perrito encima del sombrero que me diste.
Ahí estará mejor, como para que se abrigue un poco,
seguro ha de tener mucho frío.
Carlos: Haber, ponlo ahí el sombrero, acomódalo bien, aunque ahí
se va a caer, mejor yo diría que lo llevarás sobre tus
piernas, más seguro y así ves que no se caiga.
Rosa: ¿entonces nos lo vamos a llevar?
Abuela Carmela: sí, sí, tenemos que llevarlo porque no lo
podemos dejar solo en medio del camino, este animalito
necesita de nosotros, y por supuesto no lo vamos a
abandonar. Sería demasiado desconsiderado si no
viéramos por él. Además, en casa no tenemos un perro, y
este nos sería de mucha ayuda.
Don Pedro: ya, ¿no se olvidan nada? Porque voy a arrancar.
Carlos: no don Pedro, ya arranque y sigamos el camino. Haber con
que otra cosa nos encontramos.
Narrador: De este modo, el perro se unió a ellos, y rápidamente le
buscaron un nombre.
Escena 2
Perfil de personajes
Carlitos: alegre, tiene 13 años, responsable, optimista, gran lector, humilde, amigable
rente, solidaria.
Laura: Amable, trabajadora y de voz calmada.
Pedro: esposo de Patricia, serio y buena persona.
Narrador: el perro estaba un poco arisco pero Carlos logró hacerse
cariñoso.
CONTROL 11: EFECTO DEL SILBIDO DE PÁJAROS 4”
Rosa: Doña Carmela, ya que el perro va a vivir con ustedes ¿Qué
nombre le van a poner? Porque es machito y todavía está
muy chiquito.
Carlos: Yo quiero que se llame Bobby, como el perro del cuento,
que al final, se convierte en el mejor amigo de David,
porque este lo adopta. Y como nosotros también lo vamos
a adoptar ¿verdad abuela? Entonces, se llamará así, como
el del cuento. Bobby. No conozco otro nombre más bonito
que este.
Rosa: ¿Bobby? ¿Es así como dices que se va a llamar? Pues no
suena mal, el nombre está bonito, además es muy
llamativo, y como es del cuento que te gustó más,
entonces me parece bien. Y ¿usted Doña Carmela? ¿Qué
nombre le gustaría que tenga? ¿Ha pensado en alguno?
¿O se queda con lo que dice Carlos?
Abuela Carmela: yo había pensado ponerle el nombre de Fido, sí, Fido.
Carlos: ¿y por qué Fido, abuela?
Rosa: si, ¿por qué Fido, doña Carmela?
Abuela Carmela: La historia es muy larga de contar, y cuando lo hago me
entristece mucho, porque me recuerda a cuando yo era
más joven. Y algunas cosas que hice.
Rosa: ¿pero qué recuerdos, Doña Carmela? Cuéntenos, Carlos
me dijo una vez que cuando era un niño, usted solía
contarle muchos cuentos. Y dice que los cuenta muy bien,
más que en los libros. No tenga vergüenza, nosotros no
nos vamos a reír ¿verdad Carlos?
Carlos: Sí, abuela, tu siempre me has contado muchas cosas,
cuéntanos, ¿o tienes roche a Don Pedro?
Abuela Carmela: no, no es roche ni nada, sólo que
SILENCIO 2’’
Bueno ya, les voy a contar: cuando yo era joven, vivía sólo
con mi papá allá en Lima, mi papá era un jardinero de la
familia Bazán, una familia que tenía mucho dinero. Le
enseñaban por las noches, luego los libros que le daban
los traía, y me obligaba a que los leyera, y yo así lo hacía.
Él quiso que estudiara para profesora de literatura, pero
unas tías, me dijeron que no, porque, si lo hacía entonces
me moriría de hambre. Un día me trajo un regalo, era una
caja más o menos grande, cuando lo abrí,
desesperadamente, me di con la sorpresa que era un
perrito color negro.
Rosa: ¿como el que tenemos aquí?
Abuela Carmela: no, era un poco más negro. Como el azabache. Entonces
desde esa vez el perro vivió conmigo, y mi papá le puso el
nombre de Fido, porque así se llamaba
CONTROL 12: SILENCIO 3’’
Don Pedro: Ya llegamos, allá está Patricia, desempacando choclo,
para los pollos. Bajemos.
Narrador: Todos bajaron de la moto y se fueron a donde estaba Patricia.
Escena 3
Perfiles de Personajes
Carlitos: alegre, tiene 13 años, responsable, optimista, gran lector, humilde, amigable
Pedro: esposo de Patricia, serio y buena persona.
Patricia: Gran amiga de Carmela, solidaria y es de la selva.
Narrador: Patricia se encontraba un poco cansada y un poco
sensible.
Carlos: Abuela, en la casa nos sigues contando ¿ya? Porque
ahorita vamos a juntar lenteja, antes que llegue la noche.
Rosa: si, Doña Carmela, en su casa nos sigue contando. ¡No más
no se vaya a olvidar ah!
Abuela Carmela: ¡ay muchachos, muchachos! Ya habrá ocasión para
contar. Carlos, toma la saqueta y empieza a juntar. Date
cuenta que la lenteja este buena, y no podrida.
Carlos: Ya abuela, no te preocupes, ahí voy. ¿Te quedas en la
moto con Fido, Rosa? ¿O quieres venir a ayudar a ajuntar?
Rosa: mejor voy con tu Abuela a ajuntar mango, y a Fido, lo
dejaré en la moto, además ya se durmió.
CONTROL 13: SONIDO DE PISAR PASTOS SECOS
Narrador: se acerca Doña Patricia un poco sensible.
Doña Patricia: Doña Carmela, que tal, ¿cómo está? Y ¿Qué dice pues?
Abuela Carmela: que tal Patricia, aquí pues visitando tu chacra, Pedro me
dijo que la alfalfa se está muriendo, y los mangos se están
pidiendo. ¿Qué ha pasado?
Patricia: No sé qué habrá pasado vuelta, Pedro dice que la semana
pasada estaban fumigando con otros tipo de sustancias,
yo digo que eso es el problema, ¿Qué más pues?
Abuela Carmela: si, ha de ser eso, estas personas no piensan en nada, y
sólo contaminan. ¿También tienes sandía? ¿Qué es eso,
que verdes? ¿Sandia verdad?
Patricia: si, es sandía, los otros son zapallos. Si gusta se lleva un
par, para su sopa y su batido. Con harto fríjol, y su comida
sale buen Rica pues. Allá, en la parte de abajo, están los
mangos y camotes, ajunte un Poco mientras, yo descanso
en la moto. ¡Estoy bien cansada! He tenido desde
temprano a barrer y a ver cómo andan las cosas. ¿La hija
de Laura también ha venido? ¿Y a quien está dando besos
ahora?
Abuela Carmela: es un perro, lo encontramos cuando veníamos, y
decidimos llevarlo con nosotros. Rosa, deja el perro y ven
conmigo a recoger mangos.
Rosa: sí, ya voy ahorita.
Narrador: mientras tanto desde el otro lado, estaba Carlos y don
Pedro.
Carlos: Don Pedro, ¿su mujer de donde es? Pareciera que fuera
de la selva, habla así como salen en la televisión, con boas
y anacondas.
Don Pedro: Ah sí, mi mujer es de la selva, de Iquitos. Vino a
Lambayeque hace algunos años, por trabajo y terminó por
quedarse aquí. Yo lo conocí cuando ella se presentó a
trabajar en la empresa gandules, yo también iba a ingresar
a trabajar ahí, entonces, nos hablamos y empezamos a
conocernos.
Carlos: aaaah, ¿y se enamoró de ella?
Don Pedro: sí, me enamoré y hasta me casé, yo invité a mi boda a tus
padres, tú estabas chiquito, ¿no te acuerdas verdad? No,
ya no te acuerdas.
Carlos: no, no me acuerdo de nada. ¿Estuvo mi abuela también?
Y ¿la mamá de Rosa?
Don Pedro: si, estuvieron casi todo el pueblo, lo hice a lo grande,
¡claro! Todos me apoyaron con un poco de cada cosa, pero
lo importante era estar reunidos todos, con poca cosa, pero
al final reunido.
Carlos: ah ya.
Narrador: Luego se acercó Rosa apresuradamente.
Rosa: Carlos, súbete a tumbar mangos, arriba están los más
maduritos.
Carlos: ya, ya, espera a que deje el saco acá (SILENCIO)
alcánzame una Vara, que sea grande, para que caigan
más mangos.
Rosa: toma ésta, que es muy resistente, no más cuidado con
caerte, te vayas a lastimar.
Carlos: no, no me caeré, más bien hazte un lado para que no te
caigan los mangos en la cabeza, y también a Fido. Que
está detrás de ti.
Rosa: ¿detrás de mí? Pero si yo lo había dejado durmiendo en la
moto, ¿Quién lo ha bajado? ¿O se ha bajado solito? No
creo, alguien tuvo que haberlo bajado. Pero ya no importa,
porque eso quiere decir que ya está recuperado. Y ya
puede caminar. Ven Fido, ven para acá, te valla a caer
mangos en la cabeza.
CONTROL 14: EFECTO DE SACUDIR EL ÁRBOL CON UNA VARA
Rosa: ¡ay Carlos! Están que caen bastante, y todos maduritos,
¡ay Fido! Cuidado te caiga, ven más acá
CONTROL 15: EFECTO DE LLAMAR AL PERRO 3”
Abuela Carmela: muchachos ya vengan, vamos a ir más abajo, al río, para
lavarnos las manos, y si gustan se bañan. Vengan vamos.
Rosa: Carlos ¿te vas a bañar? ¿O Sólo te vas a lavar las manos?
Carlos: cuidado que voy a bajar, (RUIDO DE CAÍDA) y sí, si me
voy a bañar, vamos Rosa al río, ¿también te vas a bañar?
¿Y mi abuela? ¿Y don Pedro? ¿Se bañaran también?
Rosa: supongo que sí, no sé, pero y vamos bajando que ya todos
se han ido. (DESESPERADA) hasta Fido se ha ido, porque
no está. (GRITANDO) Fido, Fido.
CONTROL 16: SONIDO DE SILVIDO PARA LLAMAR A UN PERRO 3”
Narrador: Ya de noche llegaron a casa, con su nuevo amigo.
Capítulo 5: No abuelo, no
Escena 1
Perfiles de personajes
Carlitos: alegre, tiene 13 años, responsable, optimista, gran lector, humilde, amigable
Abuela Carmela:
Abuelo Pablo: borracho sin trabajo, gruñón y vividor.
Rosa: mejor amiga de Carlitos, buena risueña.
Víctor: risueño, extrovertido y descuidado.
Narrador: Mientras tanto en la casa muy enojado se encontraba Don
Pablo.
CONTROL 1: EFECTO DEL ZAPATO CONTRA EL PISO
Abuelo Pablo: (RESPIRACIÓN ACELERADA) ¿pero a dónde carajo se
habrán metido éstos? Uno a quien sin comida y sin nada,
y ellos por la calle, sin preocupaciones. ¿Pero hasta que
hora pensaran venir? ¿A caso no les importo? Sí, es eso,
no les importo nada, ni siquiera me dicen a donde van, ni
siquiera dejan un poco de comida. ¡Y con tanta hambre
que tengo!
Narrador: De pronto abren la puerta, era la abuela Carmela, que
entraba pausadamente.
CONTROL 2: EFECTO DE ABRIR LA PUERTA
Abuela Carmela: (SUSURRANDO) Carlos, ojalá que tu abuelo no haya
venido todavía, aunque ya es tarde, nos hemos demorado
mucho en la chacra. Ven pasa con Fido.
CONTROL 3: EFECTO DE CERRAR LA PUERTA
Carlos: si, abuela, ojalá que no haya venido todavía, voy a dejar
Fido a mi cuarto, dormirá conmigo, porque si lo dejo acá,
en el mueble, va a empezar a llorar y va a levantar a mi
abuelo. Mejor me lo llevo a dentro.
Narrador: El abuelo Pablo desde el corral, los escucha venir y se
dirige a la sala.
Abuelo Pablo: (VOZ ENOJADA) y ustedes ¿de dónde vienen? Carmela,
no has cocinado nada y ya es tarde, por qué me provocan
a que sea malo con ustedes.
Abuela Carmela: Pablo hemos a juntar lentejas a la chacra de Pedro, y
¿acaso no ves aquí las cosas que traemos? O ¿eres
ciego? Ah no, si ya lo veo, de nuevo estas tomado, Pablo
has salido de casa desde la mañana y recién ahorita te
apareces, ni siquiera estas en casa para preguntar qué hay
que hacer, o si es que hay comida para comer, o voy a ver
qué consigo para traer algo, no, nada de esto dices, más
bien te la pasas perdiéndote en la calle y cuando vienes
gritarnos.
(FURIOSA) ¡Ya estoy harta de esto!, en ves que ayudes más complicado las cosas. Carlos, hijo, anda a tu cuarto y deja la caja debajo de tu cama y vienes para que vayas a comprar huevos a la tienda, voy a poner agua en la candela.
Carlos: Ya, abuela, ya, no demoro, espérame.
CONTROL 4: EFECTO DE LADRIDO DEL PERRO 4”
Abuelo Pablo: ¿pero qué es eso que lleva en esa caja?
(TARTAMUDEANDO) ¿Ah? Es... Es un perro, ¿un perro,
Carlos? ¿Cómo se te ocurre traer un perro a casa? ¿No
ves que no para comer hay, y vas a traer a un animal? ¡Ah!
Carlos: Sí, abuelo es un perro, y yo p voy cuidar, y le voy a dar de
comer de mi plato mismo, ¿verdad abuela?
Abuela Carmela: Sí, el perro va a vivir con nosotros, se va a quedar en el
corral para que cuiden a los patos y pollos, yo no le veo
ningún problema Pablo. Anda Carlos, anda rápido a eso
donde te dije.
Narrador: Carlos se fue a su cuarto, y en la sala discutiendo se
quedaron Carmela y Pablo.
Escena 2
Perfiles de Personajes
Carlitos: alegre, tiene 13 años, responsable, optimista, gran lector, humilde, amigable
Abuela Carmela: comprensiva, trabajadora y cariñosa.
Narrador: Al llegar Carlos de la tienda, ve a su abuela sentada en el
mueble llorando.
CONTROL 5: EFECTO DE GEMIR Y LLORAR 5”
Carlos: ¿Qué tienes, abuela? ¿Por qué estás llorando?
Abuela Carmela: (VOZ ENTRECORTADA) no, no es nada hijo, sólo he
discutido con tu abuelo, nada más, ya se fue a dormir
también.
Carlos: ¿seguro abuela que sólo discutieron? ¿Por qué mucho lo
soportas, abuela?
(ALZANDO UN POCO LA VOZ) Siempre lo he escuchado
amenazante que ya se va ir, se va a ir a Piura, Abuela,
déjalo que se valla, él no te ayuda en nada, es más, de lo
poco que cobra en su jubilación, no te da casi nada, y si no
es por lo que te manda mi mamá y la venta de tamales, ni
comeríamos.
CONTROL 6: EFECTO DEL SONIDO DE LA TELEVISIÓN ENCENDIDA. 4’’
Abuela Carmela: No, hijo, tu abuelo siempre dice que ya se va a ir, y nunca
lo hace, porque en el fondo nos quiere, nos quiere mucho,
él no era así hijo, no sé qué es lo que le ha pasado. Él era
antes, más atento, más amable y trabajador, ahora, desde
que tú mamá se fue a lima a trabajar, él ha cambiado
mucho, ya no quiere estar en casa, está con los amigos en
la calle y viene cuando se le da la gana, borracho y a
pelear. Yo, prefiero ya no decirle nada, porque sería
empeorar las cosas, y lo dejo ahí que hable.
Carlos: Sí, abuela tienes razón, mi abuelo nos quiere, pero no me
gusta la forma como lo hace, algunas veces se pone muy
violento, en otras veces, está de buen ánimo. Yo no lo
entiendo Abuela.
(ASUSTADO) ¡Abuela, tu frente está hinchada! Sí, ¡esta
hinchada! ¡Ay abuela! ¿Acaso mi abuelo te ha pegado?
Dime abuela, ¿te ha pegado?
Abuela Carmela: No hijo, no me ha pegado, seguro me lo hice en la chacra,
cuando estaba tumbando mangos, Sí, seguro ahí fue, pera
ya bajara la hinchazón. No te preocupes.
Carlos: (ENOJADO) no abuela, no, en la chacra no te has dado
ningún daño, sino yo ya tengo hubiese visto (VOZ BAJA)
abuela, ¿te pegó mi abuelo, verdad? Dime la verdad, yo
no lo voy a gritar, pero quiero que me digas la verdad. ¿Fue
mi abuelo el que te hizo este Chinchón? ¿Él fue?
Abuela Carmela: ¡ay hijo! Sí, él fue (LLORANDO) pero ya no le digas nada,
espera a que este sano, para hablar con él.
Carlos: (MOLESTO) ¡ay abuela! Porque permites eso, si lo hace
una vez, lo volverá hacerlo mil veces, y lo seguirá haciendo
contigo y con cualquier mujer que se le cruce en el camino,
hasta que una de ellas le haga el frente. ¡Abuela, tu no
debes permitir esto! Yo te quiero mucho (VOZ SENSIBLE)
yo te quiero mucho, y me duele verte así abuela.
Narrador: A la mañana siguiente, todo estaba en calma, Carlos fue a
repartir los tamales.
Escena 3:
Carlitos: alegre, tiene 13 años, responsable, optimista, gran lector, humilde, amigable
Abuela Carmela: trabajadora, compre
Abuelo Pablo: borracho, sin trabajo, gruñón y vividor.
Rosa: mejor amiga de Carlitos, buena y risueña.
Víctor: risueño, extrovertido y descuidado.
Narrador: Estaba todo listo, Carlos fue a visitar a su amigo Víctor.
CONTROL 7: EFECTO DE ABRIR LA PUERTA
Carlos: Ya vengo abuela, aquí llevo todo ya.
Narrador: La abuela desde el corral contestó
Abuela Carmela: (GRITANDO) ya hijo, ya, este, ¿llevas a Fido contigo?
Carlos: Sí, si lo llevo.
Abuela Carmela: (GRITANDO) ¿Y por qué no lo dejas? Yo no voy a salir a
ningún lado, mejor déjalo que ande por aquí, para que vaya
conociendo la casa, además te vas a cansar llevando tanto
peso, déjalo mejor.
Carlos: No abuela, mejor me lo llevo, primero voy a ver a Víctor,
se lo dejo el perro un ratito, y cuando termine de repartir,
paso a recogerlo, además no quiero que se quede a aquí,
por mi abuelo lo valla a maltratar o lo valla a botar de la
casa, y eso no quiero que pase, por eso abuela
SILENCIO 2’’
Ya vengo.
Abuela Carmela: (GRITANDO) Ya hijo, ya, be tú entonces.
CONTROL 8: EFECTO DE CERRAR LA PUERTA
Narrador: De este modo salió Carlos de su casa para ir a la de Víctor.
CONTROL 9: EFECTO DE TOCAR LA PUERTA 3”
Carlos: Víctor, Víctor, soy yo Carlos.
Víctor: Ah Carlos, eres tú, ya ahorita salgo, espérame un toke.
Carlos: Ya, pero no te demores mucho, estoy un poco apurado.
CONTROL 10: SILENCIO 2’’
CONTROL 11: EFECTO DE ABRIR LA PUERTA
Víctor: Ah Carlos, dime ¿Qué pasó? Y ¿esa caja? ¿Qué es?
Carlos: Es un perrito, te lo traigo para que no lo cuides, hasta que
termine de repartir y vender los tamales.
Víctor: ¿Y en tu casa? ¿Por qué no lo tienes ahí? Tus abuelos lo
cuidarían.
Carlos: no, en mi casa, no, mira mi abuela si quiere, pero mi abuelo
no, le molesta mucho los animales, y si lo dejo solo en
casa, sería capaz de botarlo, y yo no quiero que eso pase,
por eso es que te lo he traído para que tú lo cuides un rato,
no voy a demorar. ¿Qué dices?
Víctor: ya, por mi normal, porque a mi mamá y mi papá les gusta
mucho los perros, y más bien quieren conseguirse uno.
Pero mejor te acompaño, yo lo llevo al perro mientras tú
vende, no tengo ningún problema, porque como no
estudio, tengo mucho tiempo. ¿Qué dices?
Carlos: (ALEGRE) Ah ya pues, mejor sería, pero ya vamos rápido,
porque la hora se está pasando rápido.
Narrador: es así como Víctor acompañó a Carlos, y cuando
terminaron se fueron al parque a conversar.
Víctor: Oye vendiste todo, ¿siempre vendes así? O ¿solo hay has
tenido suerte?
Carlos: no, siempre vende así, hasta incluso hay algunos días en
que me piden más, y ya pues, les digo, que ya no quedan.
Oye Víctor ¿no dijiste que ya ibas a estudiar?
Víctor: Sí es cierto, pero pensándolo mejor le he dicho a mi mamá,
que me ponga en el colegio nocturno que está aquí a la
vuelta, ¿lo conoces? Queda aquí, en el parque Santa Ana.
Dicen que es buen Colegio y que te enseñan bien, y
además no tienes que pagar mucha plata.
CONTROL 12: SONIDO DE TROMPETA DE HELADERO 4”
Carlos: (SORPRENDIDO) Ah sí verdad, se me había olvidado, era
para hablar de ese colegio con mi abuela, y se me fue, o
no sé qué pasó. Pero llegando le digo.
Víctor: Ah ¿entonces lo conoces? ¿Cómo así lo conoces?
¿También tú vas a estudiar ahí?
Carlos: Pancho me habló de ese colegio, y me dijo que estudiara
ahí, por eso es que le voy a decir a mi abuela a ver qué
dice. ¿Tú vas a estudiar ahí, Víctor?
Víctor: Sí, ahí voy a estudiar, Oye Carlos, dile a tu Abuela Carmela
que te dejo ir ahí, para estar juntos, y venir juntos, sería
bacán, Carlos ¿verdad?
Carlos: Sí, sería fabuloso, con tan solo imaginarlo, me pongo
nervioso, pero también muy contento, porque sería la
primera vez que estudiara en un colegio.
Víctor: ¿nunca has estudiado en un colegio?
(ASOMBRADO) ¡Pero si sabes mucho!
Carlos: no, nuca he estudiado, y lo poco que sé, es porque he leído
algunos libros, que Rosa me lleva a casa.
Víctor: ¿y tú solito estudias? ¿O tu Abuela te enseña?
Carlos: no, mi abuela ni me enseña, ella para ocupada, yo solo me
enseño, o mejor dicho, es el libro el que me enseña, y me
enseña un montón de cosas, (SILENCIO) pero ya me voy,
porque mi abuela me ha de estar esperando para tomar
desayuno, bueno nos vemos pues Víctor, cuídate.
Víctor: Ya Carlos, cuídate también, este, no te vayas a olvidar de
decirle a tu Abuela para ir a estudiar al Colegio ¿ya? Chau,
más tarde vienes a mi casa a llevará Fido.
Narrador: Después de haber vendido todo Carlos se dirigió a su casa.
Capítulo 6: Una excelente noticia
Escena 1
Perfiles de personajes
Carlos: alegre, tiene 13 años, responsable y optimista.
Abuela Carmela: trabajadora, comprensiva y cariñosa.
Rosa: mejor amiga de Carlitos, buena, ocurrente y solidaria.
Vecina Teresa: chismosa, hipócrita.
Narrador: Después de haber entregado el dinero recaudado de los
tamales, Carlos va a la pileta a cargar agua.
CONTROL 1: EFECTO DE PASOS 5”
CONTROL 2: EFECTO DE AGUA CHOCANDO CON LAS PAREDES DEL BALDE 4”
Carlos: Termino de cargar agua, y luego converso con mi abuela
sobre el colegio, ¿pero de verdad será cierto eso? Y si es
cierto, porque los demás muchachos no están que
estudian, o quizá no lo sepan, ¡pero qué raro! Porque Doña
Teresa, que es más chismosa y revoltosa, no ha dicho
nada, y siempre ella es la que anda con todas las cosas
que pasan aquí. ¿Se les habrá escapado? O la lo mejor,
todavía no lo sabe. Ni Rosa, ella tampoco lo sabe, porque
si no me lo hubiese dicho, pero se lo voy a decir, que
pensará que yo voy a estudiar, ¿se alegrará? O ¿se
pondrá triste? Porque ella quería que estudiáramos en el
mismo colegio, para ir y venir juntos, pero como no se
puede, entonces tiene que aceptar nomas.
Narrador: De pronto se aparece Doña Teresa, con sus baldes de
agua.
Doña Teresa: ¿Por qué estás hablando solito Carlos? ¿Te estas
volviendo loco?
Carlos: (SOBRESALTADO) Ah Doña Teresa, es usted, me había
asustado
SILENCIO 2’’
Y no, no estoy hablando solo, le pareció solamente a
usted, sólo estaba diciendo que ojalá haya agua en
cantidad, porque ayer caía pocas gotas y nada más.
Doña Teresa: No seas mentiroso Carlos, yo te he visto desde aquí como
venías hablando solo, que parecía un loco, no mientas,
esta grande para que hagas eso. A tu Abuela Carmela le
molestaría muchísimo, si le dijera que estás mintiendo.
Mejor di la verdad, tampoco te van a matar por eso.
Carlos: Bueno, Doña Teresa, sólo yo sé que no estoy mintiendo,
además mi abuela me conoce muy bien, soy incapaz de
mentir. Doña Teresa, ¿no se ha enterado de nada?
Doña Teresa: No de nada. (SORPRENDIDA) ¿Por qué ah? ¿Qué ha
pasado? ¿Qué ha sucedido? ¿Alguien se ha muerto?
Dime muchacho ¿Qué ha pasado?
Carlos: no nada, no ha pasado nada, porque si hubiese pasado
algo, usted hubiese sido la primera en saberlo, pero
descuide, no ha pasado nada. Más bien ¿ya terminó de
llenar sus baldes?
Doña Teresa: ¡ay muchacho! ¡Como asustas! ¡Sí que eres terrible! Y Sí,
ya terminé de llenar mis baldes, ahora ya me voy, chau,
salúdame por ahí a tú Abuela Carmela. Chau, chau.
Narrador: Se quedó entonces Carlos a llenar sus baldes,
escuchando las habladurías que suelen hacer las mujeres
cuando están reunidas.
Escena 2
Perfiles de Personajes
Carlos: alegre, tiene 13 años, optimista y responsable.
Víctor: extrovertido y descuidado.
Narrador: Llegó Víctor a donde estaba Carlos también con sus
baldes.
CONTROL 3: EFECTO DEL DE AGUA CHOCANDO CON EL BALDE 5’’
Carlos: Víctor te fui a verte a tu casa y de adentro me contestó tu
mamá, diciéndome que estabas en el baño, y yo le dije que
me diera a Fido, y que te esperaría en la pileta.
Víctor: sí, sí, sí me dijo mi mamá, Oye a mi papá le gustó Fido,
dice que si no lo quieres, que se lo regales o se lo vendas,
a mi mamá también le ha gustado un montón.
Carlos: Es que Fido se hace querer mucho, no es travieso ni hace
mucha bulla. En cambio en mi casa, sólo mi abuela lo
quiere, porque mi abuelo, (RENFUNFUÑANDO) ni en
pintura lo quiere ver. Por eso es que siempre lo anda
conmigo.
Víctor: Y si llegas a estudiar en el colegio ¿te lo llevas a Fido allí?
O ¿en dónde lo dejarías? En mi casa puede ser buen lugar
ah, ahí no le falta nada.
Carlos: ¿tú crees que en el colegio permitan llevar perros? No, yo
no creo, y si es así entonces lo dejaría en tu casa, no hay
de otra, además sé que ahí estará en buenas manos y no
le pasará nada malo.
Víctor: ¡Claro pues Carlos, en mi casa estará como si fuera un rey!
Para que estamos los amigos entonces, oye ¿y hablaste
con tu Abuela de eso? ¿Qué te dijo? ¿Te manda o no?
CONTROL 4: EFECTO DEL DE AGUA CHOCANDO CON EL BALDE 2’’
Carlos: Ni todavía no lo he dicho nada, es que, cuando regresé a
mi casa, encontré a mi abuela durmiendo y no me gusta
despertarla, y no porque ni se molesta, sino, porque
prefiero que siga durmiendo, pero ahorita está despierta, y
cuando lleve los baldes, ahí le digo. Pon tus baldes, porque
los míos ya se llenaron.
Víctor: Pero todavía no te vayas, espera a que se llenen mis
baldes, para ir por ahí. O ¿estas apurado?
Carlos: No, no estoy apurado, (SILENCIO) más bien avanza,
porque ahí vienen bastante gente a llenar también.
Narrador: Tanto Carlos como Víctor, escucharon de las personas
que venían a llenar agua una conversación que les alegró
mucho.
Control 5: Efecto de pasos 5’’
Víctor: ¡ay! ¡Como pesan estos baldes! Pero ya pues ni modo, que
vamos hacer.
Carlos: (AGITANDO) ¡ay sí! Pensando mucho, pero hay que parar
un rato para descansar.
Víctor: (RESPIRANDO FUERTE) ya, ya hay que parar un rato.
Oye Carlos ¿será cierto lo que han dicho allá en la pileta?
Mira si es así, entonces ya no vamos a tener que ir al
colegio nocturno, sino al colegio normal. ¿Qué piensas?
Carlos: Sería una gran oportunidad para todos nosotros, sobre
todo para los que no estudian.
Víctor: Como nosotros Carlos.
Carlos: Si pues, ya vamos, porque quiero decirle a mi abuela para
que averigüe de esto, y también dile a tú mamá Víctor, que
averigüe por ahí, y me pasas la voz para ver cómo es.
¿Ya? ¿De acuerdo?
Víctor: ya, ya Carlos, más tarde te veo, y te digo lo que he
averiguado. Chau, chau.
Narrador: Casi el cansancio no lo sintieron, y cada uno se fue lo más
rápido posible a contar la gran oportunidad que un colegio
les iba a ayudar para que estudien, sin pagar nada.
Escena 3
Perfiles de personajes
Carlos: alegre, tiene 13 años, es optimista y responsable.
Abuela Carmela: trabajadora, comprensiva y cariñosa.
Rosa: mejor amiga de Carlitos, buena, ocurrente y solidaria.
Narrador: Cuando Carlos llegó a su casa, encontró a Rosa sentada
en el mueble
CONTROL 7: EFECTO DE ABRIR LA PUERTA
Rosa: ¡Carlos!
Carlos: Hola Rosa, ¿Qué haces?
Rosa: Carlos, te traigo una buena noticia, ya se lo conté a tu
abuela y me ha dicho que todo depende de ti.
Carlos: ¿Qué todo depende de mí? (ASOMBRADO) ¿De qué
hablas, Rosa? ¿Dónde está mi abuela?
Rosa: Tu abuela está a dentro encendiendo la cocina. Pero ven
Siéntate, te voy a contar algo.
CONTROL 8: EFECTO DE CERRAR LA PUERTA
Carlos: ¿Qué ha pasado Rosa? ¡Me asusta mucho todo esto!
¿Qué tienes que decirme?
Rosa: ya escucha, el director de mi colegio, ha dicho que donará
becas para estudiar gratis en el colegio (ENTUSIASMADA)
¡para estudiar gratis! ¡Carlos!
Carlos: (ALZANDO LA VOZ) ¿de verdad? Eso también lo había
escuchado con Víctor en la pileta, y nosotros no lo creímos
tanto, porque como la gente siempre habla cosas que no
son ciertas, entonces no les creímos mucho, pero
entonces
SILENCIO 2’’
Entonces es cierto, Rosa, ¡es cierto! ¡Voy a estudiar! ¡Ay
que emoción! Y ¿Mi abuela qué dijo, Rosa? ¿Acepta?
Rosa: Sí, Carlos, tu Abuela dice que estudies, pero hay un
pequeño problema Carlos, que aunque conociéndote
como te conozco, no creo que sea problema para ti.
Carlos: ¿y que es ese problema, Rosa? ¿Se trata de dinero? O
¿de qué?
Rosa: No Carlos, no se trata de dinero, todo va hacer gratis, el
problema es que para obtener la beca, tienes que pasar un
examen, que no es difícil, y si apruebas ese examen,
entonces ahí ingresas.
Carlos: ah un examen, pero es no es problema, porque puedo
estudiar mucho, tú me emprestaras tus libros Rosa
¿verdad?
Rosa: Pero por supuesto Carlos, es más, yo misma voy a venir a
verte cómo vas, y ayudarte en lo que necesitas.
Narrador: De pronto llegó a la sala la abuela Carmela.
Carlos: (EMOCIONADO) Abuela, abuela, ¿ya sabes lo del
colegio? ¿Lo de las becas?
Abuela Carmela: Si hijo, ya lo sé, Teresa me lo había dicho antes que llegara
rosa, ¡ay hijo! Me siento alegre por ti. Tú estabas
esperando alegre está oportunidad, y mira hijo, Dios nos
está ayudando hoy.
Carlos: si abuela, pero falta prepararme para el examen, eso ya yo
lo hago, Rosa me va a ayudar. Abuela también te quería
decir algo desde hace algunos días pero no se ha podido.
Abuela Carmela: A ver de qué se trata.
Carlos: Abuela Pancho me había dicho que en el parque Santa
Ana, hay un colegio nocturno, donde se dictan clases
gratuitas, y no pagas mucho dinero, más que para la
matrícula. ¿Conocías ese colegio, abuela?
Rosa: yo si lo conozco porque mis profesores me contaron la otra
vez, que enseñaban en ese colegio.
Abuela Carmela: Yo también lo conozco, porque María ha estudiado ahí,
Carlos, y me comentó que te pusiera a estudiar, pero hijo,
en ese entonces, las clases terminaban a las diez de la
noche, y me pareció muy peligroso que camines sólo a esa
hora, por eso no te dije nada, hasta esperar a que venga
tu mamá.
Carlos: ¡pero abuela! ¿Por qué no me dijiste? Tu sabes que yo
quería estudiar, así sea en la noche, además ahí van
muchos amigos míos y conocidos. Y ya con ellos yo me
vendría, ¡abuela me lo hubiese dicho antes!
Abuela Carmela: Discúlpame hijo, por no decírtelo antes, pero es que yo
pensé que era muy peligroso, con lo tantas cosas feas que
están sucediendo ahora, y yo no quería que te pasará
nada.
Rosa: Pero ya olvidemos eso, y ahora mejor preocupémonos en
lo del examen, que tenemos que empezar ya, porque los
días se pasan volando.
Carlos: Sí, tienes razón Rosa, ahora me preocupare del examen.
(ARREPENTIDO) Discúlpame abuelita, por expresarme un
poco enojado, te prometo que no volverá a pasar. Te
quiero abuelita. Y te quiero mucho.
Narrador: Pasadas unas horas Carlos empezaba a acomodar sus
cosas porque iba a buscar a alguien quien le enseñé y le
prepare para el dichoso examen.
Capítulo 7: La ayuda de María
Escena 1
Perfiles de personajes
Carlos, alegre, tiene 13 años, optimista y responsable.
Rosa: mejor amiga de Carlitos, ocurrente y solidaria.
María: caritativa, amable y soltera.
Abuelo Pablo: borracho, gruñón y vividor.
Violeta: amable, culta y responsable.
Narrador: Tanto Rosa como Carlos se fueron a buscar a María, una
señora que veía en Carlos como si fuera un verdadero hijo.
Rosa: ¿estas nervioso Carlos? Porque te veo un poco callado y
temblando.
Carlos: Ni Rosa, estoy tranquilo. Es sólo tú imaginación que quiere
decirte cosas que no son, mejor sigue tocando la puerta.
Narrador: De pronto sale Doña María, y muy alegre por ver a Carlos,
le dice que pase.
María: Haber dime Carlos, ¿Qué te trae por aquí? Yo te fui a ver
ayer a tu casa en la tarde, y mi había nadie, supuse que
habían salido.
Rosa: Si, Carlos no Estaba porque nos habíamos ido a la chacra
de don Pedro a juntar lentejas y mangos, y venimos muy
tarde, casi de noche.
Carlos: sí, Doña María, disculpe.
María: no, ni hay de que disculparse, ya pasó. Y tu Abuela
Carmela, ¿cómo está? Porque hace algunos días la ci un
poco resfriada.
Carlos: Mi abuela está bien, ya se recuperó del resguardo que
tenía y le manda saludos, iba a venir con ella, pero se
quedó lavando un poco de ropa y dando de comer a los
animales.
María: ah ya, me alegra entonces que esté mucho mejor, y ¿tu?
¿Cómo estás?
Carlos: yo estoy bien Doña María, aunque un poco preocupado.
María: ¿preocupado? ¿Y de qué? ¿Qué te ha pasado?
Carlos: Es que voy a postular a una beca que está dando el colegio
de Rosa para estudiar gratis, y no sé si usted tiene tiempo
para que me enseñe, como usted trabaja enseñando a
niños, entonces quisiera que me enseñara un poco para el
examen. ¿Qué dice?
María: Ah el examen de la beca, sí, si he escuchado. Mira por mi
no hay ningún problema, ya tengo disponibilidad todas las
tardes y parte de la noche. Si gustas Ben a esa hora.
Rosa: ¿y yo también puedo venir con él? Pero yo no me voy a
preparar para el examen, porque yo ya estoy que estudio,
sino sólo para acompañarlo. ¡Sí! ¿Qué dice?
María: ah ya me parece bien, sí, vengan nomas, Carlos hijo, tu
sabes que siempre puedes contar conmigo para cualquier
cosa. Yo ahí voy a estar para ayudarte., Hijo.
Narrador: mientras estaban conversando, vino violeta, amiga de
María que era profesora de matemáticas.
Violeta: María, María
María: ah violeta eres tú, pasa la puerta está abierta.
Violeta: ah veo que tienes visita, María, pero yo solo te he traído
los libros de matemáticas que me pediste que te
emprestara, aquí están y me regreso rápido porque tengo
que fotocopiar unos exámenes que voy a tomar mañana.
María: Violeta, él es Carlos, el muchacho del que siempre te hablo
y ella es una mejor amiga, se llama Rosa.
Rosa: buenas tardes señora.
Carlos: buenas tardes Señora.
Violeta: buenas tardes, ah tú eres Carlos, María siempre me ha
hablado de ti, y que te quiere ayudar a estudiar. María,
¿sabes algo de las becas? Se van a dar a los más
necesitados y a los que aprueben el examen.
María: justo de eso estábamos hablando y Carlos ha venido a
que le prepare porque se va a presentar a las becas.
Violeta: ¿ah sí? Ah que bien, me parece bien, entonces tú vas
ayudar María, ah que bien. Mira justo aquí traigo unas
copias de ejercicios de matemáticas, te los voy a dejar para
que le enseñes a Carlos y a su amiga, yo ya tengo que
irme, María cualquier cosa avísame, y ustedes resuelvan
todos los ejercicios, y lo que no entienden, me lo dejan
para explicarles, bueno me voy María, estamos hablando
amiga. Nos vemos Carlos, chau Rosa, ¡suerte!
Narrador: Después de estar un buen rato en la casa de Mari, Carlos
y Rosa se dirigieron a seguir estudiando en la casa.
Escena 2
Perfiles de personajes
Carlos: alegre, tiene 13 años, optimista y gran lector.
Abuelo Pablo: gruñón, vividor.
Abuela Carmela: comprensiva, trabajadora y cariñosa.
Narrador: Carlos lleva a rosa a su casa, no sin antes de decirle a
Rosa que mañana vendrá por ella para que vayan a donde
María. Y luego en su cuarto empieza a resolver los
ejercicios dados por violeta.
Carlos: Bueno ya resolví casi la mitad de los ejercicios, y solo me
falta la otra mitad, pero esto lo resuelvo más tarde, porque
ahora es momento de jugar con Fido, ¿verdad Fido?
¿Dónde estás? Ven para acá, no te escondas debajo de la
cama, ya te vi, ven mi perrito bueno, vamos a ir a ver a
Víctor para ver cómo va, ¿Quién lo estará ayudando a
prepararse, Fido? ¿O se está preparando solito?
CONTROL 1: SILENCIO 2’’
CONTROL 2: Sonidos del ladrido del perro 5”
Carlos: Ah ya sabes ladrar, que chévere, ahora si ya podemos
conversar, mira ven, estoy resolviendo éstos ejercicios,
¿me quieres ayudar? ¿No me quieres ayudar? Ah es que
no sabes, o ¿no me quieres enseñar? No Fido, eso sí que
no te lo soporto, no hay que ser egoísta, si sabes algo,
tienes que enseñar, porque de nada te vale muchos
conocimientos si no lo compartes. Ah te quedas callado.
Ah ya, ¡tú silencio es muy expresivo! Pero ya no importa,
igual así te quiero mi Fido.
CONTROL 3: SONIDOS DE BESOS
Narrador: mientras tanto en el corral pasaba lo siguiente.
Abuelo Pablo: desde hace rato te veo que estás haciendo las cosas tu
sola, ¿y Carlos? ¿Dónde está? ¿Por qué no te viene a
ayudar?
Abuela Carmela: Carlos está ocupado con sus cosas, y no pienso
interrumpiendo para que venga a ayudarme, si tanto te
preocupa, ¿Por qué no me ayudas tú? Ya que no estás
haciendo nada y tienes mucho tiempo disponible.
Abuelo Pablo: ¿Qué, que dices que está haciendo Carlos?
Abuela Carmela: Carlos está estudiando, porque va a postular para una
beca en el colegio, como tienes muchas ganas de estudiar,
entonces le he dicho que vaya a prepararse.
Abuelo Pablo: ¿va a estudiar para conseguir una beca? ¡Pero se ha
vuelto loco! ¡Cómo va a estar desperdiciando su tiempo en
esa tontería! más bien debería estar viendo en que trabajar
y apoyar a la casa con plata. ¡Estudiando! ¡Habrase visto!
Abuela Carmela: Mira Pablo, si él quiere estudiar, yo no lo voy a decir que
no lo haga, más bien al contrario, lo voy a apoyar siempre,
y hasta donde pueda. Él quiere ser alguien en la vida, no
quiere quedarse encerrado aquí en esta pocilga de casa
en que vivimos, quiere estudiar, quiere triunfar en la vida.
Y en vez de que tú lo apoyes para que haga realidad su
sueño, más lo atrasas. Así que mejor no digas nada, y vete
a la sala, que mejor yo sola hago las cosas.
Abuelo Pablo: y cuando quiera plata, ¿de dónde le vas a dar? ¿Ves?
mejor que se vaya a trabajar, y se olvide de estudios. Hay
cosas más importantes que hacer.
Abuela Carmela: así como piensas, a nadie ayudas, por eso estamos como
estamos. Y nunca vamos avanzar.
Narrador: de este modo y muy furioso, sale don Pablo del corral y se
va haberlo a Carlos, quien Estaba en su cuarto.
Pablo: (FURIOSO) Carlos, Carlos, abre la puerta So muchacho
de miércoles. ¿Qué no me oyes? ¿O quieres que tumbe la
puerta patadas? ¡Abre de una vez!
Narrador: Carlos asustado se dirige abrir la puerta, escondiendo
debajo de la cama primero a Fido.
Escena 3
Perfiles de personajes
Carlos: alegre, tiene 13 años, optimista y responsable.
Abuelo Pablo: gruñón y vividor.
Narrador: Ni bien Carlos abrió la puerta, don Pablo entró en ella, muy
enardecido de cólera
Abuelo Pablo: ¿Por qué no estás que ayudas a tu Abuela en la cocina?
¿Qué miércoles estás haciendo aquí en tu cuarto? ¿No
escuchas que tu abuela necesita que le carguen el agua?
Carlos: no he ido al corral porque estoy estudiando, me estoy
preparando para…
Abuelo Pablo: Sí, ya me dijo tú abuela, pero ¿no tienes otra cosa que
hacer? Carlos, olvídate de estudios
CONTROL 4: EFECTO DE ARRANCAR HOJAS DE CUADERNO
Olvídate de esta porquería, tú no has nacido para esto.
Carlos: (GRITANDO) no, no lo rompas, es el cuaderno que mi dio
Doña violeta (LLORANDO) ¡mi libro! No lo rompas abuelo.
No seas malo, por favor, no seas malo conmigo.
Abuelo Pablo: ¿Qué no lo rompa? Hijo esto no te va a servir de nada,
entiende, los que estudian son los que tienes plata, y los
que no tienen, sólo trabajan como burros, así es la vida
hijo. Haber dime ¿Quién te va a dar cuando necesites para
tus estudios? ¿Yo? ¿Tu abuela? ¿Tu mamá? ¡Quien lo va
hacer! Hijo no lo va hacer nadie, porque no tenemos plata,
y no vamos a ir a robar para darte. Mira ya estamos viejos,
y nos casamos rápido cuando hacemos alguna cosa. ¿Y
tú quieres que vayamos a trabajar, así como estamos, por
ti? No hijo, piensa.
Carlos: pero ustedes no me van ayudar en nada, porque en el
colegio lo van hacer, incluso nos van a dar comida y
pasajes. Sólo es aprobar el examen y Nada más, abuelo,
yo quiero estudiar, y ya que hay está oportunidad no lo
pienso desaprovechar. Mi abuela me va apoyar. Y Doña
María también.
Abuelo Pablo: hijo, mira entiende, eso de las becas son una mentira, no
son ciertos, ¿Cuántos vienen a decir que te van a dar una
beca totalmente gratis para que estudies, y luego te salen
cobrando? ¿No has visto esos casos? Hijo esto es sólo
para ilusionar a la gente, pero no creas.
Carlos: no abuelo, estas becas no son mentira, todos dicen que es
verdad, y todos mis amigos se van a preparar para eso, y
yo no pienso quedarme atrás. No, abuelo, no pienso
quedarme atrás. Además ya está todo pensado.
Abuelo Pablo: ¿hijo que tú no has a entender? ¿Cómo quieres que te
hable? ¡No seas terco!
Carlos: abuelo, yo no voy a cambiar de opinión, ya todo está
decidido.
Narrador: mientras tanto desde el corral, la abuela gritó lo siguiente.
Abuela Carmela: (GRITANDO) Oye Pablo deja tranquilo a Carlos, ya no le
estés gritando, esto ya se conversó y tíos aquí le vamos
apoyar, ya n hay tiempo para estar en estas cosas, por
favor pablo. Ya salte de ahí y anda a tu cuarto.
Narrador: Y don Pablo desde el cuarto de Carlos le contestó
Abuelo Pablo: (MOLESTO) ustedes quieren hacer lo que se les da la
gana en esta casa, todo es un desorden, por eso no se
puede vivir bien, y me largo mejor a la calle, donde
encuentro paz y armonía. Y tú Carlos, óyeme bien.
(ALZANDO La VOZ) es la última vez que te digo, deja eso
o tendrás más adelante mucho problemas, yo sé lo que te
digo, y dedícate más bien a trabajar, en eso si te apoyo.
SILENCIO 2’’
Mejor me voy de acá, ya me cansé de amargarme la vida.
CONTROL 5: EFECTO DE PASOS FUERTES
CONTROL 6: Efecto de cerrar la puerta
Narrador: salió don Pablo molesto, y Carlos se quedó llorando con la
libro hecho pedazos en la mano.
Capítulo 8: El gran día.
Escena 1
Perfiles de personajes
Carlos: alegre, tiene 13 años, optimista y responsable.
Rosa: mejor amiga de Carlos, ocurrente y solidaria.
María: caritativa, amable y soltera.
Narrador: La mañana estaba muy alborotada, todos los vecinos
llevaban a sus hijos a dar el famoso y esperado examen.
CONTROL 1: EFECTO DE BULLICIO DE GENTE 10”
Rosa: ¡ay Carlos! Hoy es el gran día, de hoy depende muchas
cosas amigo. Y yo solo te deseo suerte, mucha suerte.
Carlos: Gracias Rosa, tu siempre estás conmigo, gracias por
acompañarme, te quiero mucho, al igual que mis abuelos,
y a mi mamá y a mi papá.
Rosa: Yo también Carlos, siempre serás mi mejor amiga. Y
¿Dónde estará Víctor? No lo veo, hay mucha gente, y
también mucha bulla, parece como si se estuviera
esperando a alguien.
Carlos: Ah sí pues, hay bastante gente, me imagino que Víctor ya
estará viniendo, hemos quedado que nos reuniríamos a las
10 en la pampita del parque, pero creo que Son más de las
diez ya ¿o no Rosa? ¿Tienes hora? ¿Qué hora serán
ahorita?
Rosa: creo que Son las nueve y media todavía, sí, porque hace
un rato pregunté la hora a Doña Teresa y me dijo que eran
las nueve y cuarto, y ahorita supongo que ya son las nueve
y media. Pero ya vendrá Carlos, no te preocupes, más bien
cuéntame cómo es eso que…
Narrador: La conversación se interrumpió porque en esos momentos
apareció muy alegre Doña María.
Doña María: hola Carlos, hola Rosa, ¿Qué dicen los ánimos? ¿Están
tranquilos o un poco alterados?
Rosa: buenos días doña María, aquí pues estamos esperando a
que nos digan a qué hora pasar, y el ánimo de Carlos está
por ahora un poco tranquilo. Se espera que se mantenga
así hasta que termine todo esto. ¿Verdad Carlos que esas
tranquilo?
Carlos: buenos días doña María, Gracias por venir a verme, usted
ha sido muy buena conmigo, y yo le quiero agradecer
mucho por todo la ayuda que me ha brindado, le estoy muy
agradecido. Sin usted no es que hubiese sido de mí,
gracias por todo lo que hace por mí Doña María.
Doña María: no hijo, no me tienes nada que agradecer, tu sabes que te
quiero como si fueras mi propio hijo, el hijo que nunca pude
tener, pero no es el momento de ponernos sentimentales,
porque esto va a interferir en nuestro desempeño. Mejor
ahora hay que pensar en cómo resolver lo que se nos
viene más adelante.
Carlos: si, Doña Rosa, tiene razón, mejor es preocuparse por lo
que viene luego.
Doña María: ¿y tu Abuela Carmela? No lo he visto por acá ¿va a venir?
¿O se ha enfermado?
Carlos: no Doña María, mi abuela está con Doña Patricia, allá en
la entrada de la pileta, están conversando para volver a ir
a la chacra. Pero esta vez, ir desde la mañana, así como
si fuera campamento.
Doña María: ah ya, me había asustado, pensé que tú abuela no venía,
¿y tu otro amigo? ¿El que la otra ve lo llevaste para que
también le enseñe? ¿No ha venido?
Rosa: Sí, ahí viene, allá está con tu Abuela Carmela Carlos, y
viene muy apresurado, que tu abuela está corriendo.
Doña María: ah sí, era él, ¿pero cómo se llamaba?
Carlos: se llama Víctor, Doña María, y también está postulando por
una beca, por eso es que el otro día lo llevé conmigo a su
casa.
Narrador: de pronto llegó Víctor y Doña Carmela, muy cansados, y
agitados.
Escena 2
Perfiles de personajes
Rosa: mejor amiga de Carlos, ocurrente y solidaria.
Carlos: alegre, tiene 13 años, optimista y responsable.
Víctor: risueño, divertido y descuidado.
María: caritativa, amable y soltera.
Abuela Carmela: comprensiva, trabajadora y responsable.
Narrador: Estando todos reunidos, se fueron a la puerta de la carpa
que el director del colegio había mandado a colocar. En
colaboración con todos los vecinos.
Doña María: Doña Carmela, ¿cómo ha estado de salud? Carlos dijo que
se había agripado un poco.
Doña Carmela: ¡cuando no esté Carlos de exagerado! No, solo estaba un
poco resfriada, pero no era nada de preocuparse. Es más,
cuanta más agua fría tocaba, más rápido me curaba.
María, si nos preocupamos por nuestra enfermedad, la
enfermedad nos mata rápido, pero si nos preocupamos
menos, entonces nos recuperamos más rápido de lo que
pensamos. Es así María, ahorita yo estoy tranquila,
rogando a Dios que mi Carlos y su amigo Víctor, pasen el
examen, se lo merecen Estos muchachos, porque mucho
se esfuerzan para estudiar.
Doña María: si lo van a pasar el examen, yo tengo confianza en que lo
van a lograr, además se han preparado un montón, que
difícilmente se les valla a olvidar.
Rosa: ¿no creen que mucho se están demorando allá a dentro?
Porque hace buen rato que entraron y hasta ahorita nada
que salen.
Doña María: no te asustes Rosa, sólo los han llamado para tomarles
lista, nada más, el examen es todavía dentro de veinte
minutos. Así que todavía podemos estar con ellos un rato
más.
Abuela Carmela: ahí vienen, y traen un folder rojo, ¿para qué les habrán
dado eso? ¿O es el examen? ¿Qué opinas María?
Doña María: yo creo que ese folder es para identificarse al momento de
ingresar a rendir el examen. Como para que no se pierdan,
y los puedan localizar más rápido. Sí, creo que es para
eso. Porque en otros lugares lo he visto de manera similar.
Narrador: tanto Carlos como Víctor, llegaron donde estaban ellas, y
les dieron un distintivo del colegio.
Rosa: ¿Qué es eso que traes en a mano Carlos? Parece un
llavero en forma de una bandera. ¿O que podría ser?
Carlos: no, no es un llavero, es más bien algo parecido a una cajita
de chocolate, o no, creo más bien que es, como eso que
dan en las fiestas, como si fuera sorpresa. Pero creo que
no, es otra cosa, no sé cómo se llama, se parece a algo,
pero no sé cómo se llama. ¿Usted sabe Doña María?
¿Sabe que es? ¿Sabe cómo se llama?
Doña María: si, si creo saberlo, esto es una tarjeta de presentación,
pero como está forrada con papel de regalo, no se puede
adivinar, pero es una tarjeta de presentación, porque hace
algunos meses vi que le daban también a niños que
estaban postulando, así como ustedes están postulando.
A ellos también les dieron igual.
Rosa: ¿y por qué lo forran de papel de regalo para que no se vea
nada?
Doña María: lo forran así, para que nadie sepa de quien se trata, y
recién cuando le van a dar el examen, se dan cuenta que
todos los datos que hay ahí, corresponden a ellos mismos.
Además cuando terminan de dar el examen, les vuelven a
dar, para que sí, pasan el examen, pues vuelven a
identificarse.
Rosa: ah ya, era para eso entonces. Carlos, Víctor, guárdenlo
bien porque eso les va a servir hasta el final. Ni se les
ocurra perderlo.
Víctor: no, yo lo tengo bien guardadito, aquí en mi bolsillo de
adentro de mi pantalón. Porque ahí no se me cae. Ya lo he
hecho varias veces.
Abuela Carmela: María, ¿y tampoco se puede abrir ahorita, para verlo?
Doña María: no, tampoco se debe abrir, muchacha nono hagan, porque
si no quedan descalificados, y eso es lo que no queremos
que suceda con ustedes.
Abuela Carmela: pero cuando el director les entregó esto, ¿Qué fue lo que
les dijo? Porque supongo que les habrán dicho algo.
¿Verdad?
Carlos: si abuela, nos dijeron que no lo perdamos, porque eso nos
perjudicaría, y que además no lo abriéramos, porque
perderíamos el derecho de dar el examen.
Doña María: ya ves que lea digo, mejor hay que tenerlo guardado y
sacarlo cuando sea oportuno y el momento correcto.
Abuela Carmela: ¿no quieren comer un helado? Les compro, por la calor, el
sol está muy sofocante, ¿Qué dicen?
Narrador: dado que hacía un sol de justicia, Doña María, les compró
a todos su helado, incluso a la Abuela Carmela, que a
pesar que estaba con la gripe, decidió por comer también.
Escena 3
Perfiles de personajes
Carlos: alegre, tiene 13 años, optimista y responsable.
Rosa: mejor amiga de Carlos, ocurrente y solidaria.
Víctor: risueño, extrovertido y descuidado.
Don Iván: voz gruesa, calmado y jovial.
Sofía: secretaría, joven y alegre.
Doña María: caritativa, amable y soltera.
Abuela Carmela: comprensiva, trabajadora y cariñosa.
Narrador: ya era el momento del examen, todos los postulantes a
estaban despidiendo de su familiares, para entrar en la
carpa a dar el bendito examen.
Abuela Carmela: Carlos hijo, recuerda lo que conversamos antes de venir
aquí, no te pongas nervioso, ni te preocupes demasiado si
es que no sabes, sólo persígnate, y confía en que Dios
nuestro señor te va ayudar. ¿Ya hijo? No piense en nada,
que te vaya a poner triste, ya sabes, anda mi amor con
cuidado aquí vamos a estar esperándote. Igualmente para
ti Víctor, que tengan suerte los dos.
Carlos: gracias abuela, por tus consejos, los voy a tener siempre
presente
Víctor: yo también Doña Carmela, gracias por sus palabras, mi
mamá ahorita se encuentra trabajando pero sé que en este
momento me estará deseando mucha suerte, al igual que
mi papá, que no ha podido venir porque ha salido desde
tempranito a la chamba.
Rosa: aquí lo vamos a estar esperando, buena suerte Carlos para
ti también Víctor. Mucha suerte, ¡los quiero!
Doña María: suerte chicos, ya verán que todo saldrá bien, ni se
preocupen de nada, a confiar en nuestro esfuerzo.
Narrador: tanto Carlos como Víctor fueron a formar la fila para entrar
en la carpa y dar el examen, examen que tanto estaban
esperando, tanto ellos como muchos de los muchachos de
Villamojada.
Don Iván: Haber muchachos, mi nombre es Iván y ella es mi
secretaria.
Sofía: hola a todos, mi nombre es Sofía y soy la secretaria del
colegio.
Don Iván: Bueno, yo soy quien les dará el examen, pero antes lea
voy a dar las respectivas indicaciones. Pues bien amigos,
este examen es muy importante tanto para ustedes como
para mí, para ustedes porque va hacerles de ayuda para
ingresar en el colegio, y para mí, porque con esto termino
mi ciclo de maestro y de director. Bien, el examen tiene un
tiempo de cincuenta minutos, ni más ni menos, hay
preguntas de todas las materias, pero un su mayoría sin
de Comunicación y de matemáticas. No vale hacer
manchón, si se hace la respuesta quedará invalidada, aun
sabiendo que este correcta. La respuesta será marcada en
un círculo, que no debe traspasar el cuadro que lo encierra.
Si se pasa, la respuesta quedará invalidada. Si escriben
doble respuesta, pues simplemente esa pregunta quedará
invalidada. Bueno ya no los quiero seguir confundiendo
más, y sólo les digo que demuestren cuánto se han
preparado.
SILENCIO 2’’
Ah, me olvidaba. Todos ustedes son un total de 70 y sólo
hay 45 vacantes, así que den en este examen todo de sí.
Ahora sí suerte muchachos. Sofía empieza a repartir por
favor. Empieza por la fila derecha, que es donde hay más
postulantes.
Sofía: de acuerdo con Iván, Haber, no hagan mucho ruido por
favor, colaboren a que esto se realice del modo tranquilo y
sosegado. Así terminamos más rápidos.
Capítulo 9: ¡Lo logré!
Escena 01
Perfiles de personajes
Carlos: alegre, tiene 13 años, optimista y responsable.
Víctor: risueño, extrovertido y descuidado
Abuela Carmela: trabajadora, cariñosa y responsable.
Sofía: secretaría, joven y alegre.
Narrador: Al día siguiente, todos los vecinos estaban afuera de sus
casas para ver llegar al director o la secretaría con los
resultados.
Carlos: ya me voy abuela, si viene Víctor dile que me vea por el
parque, por ahí voy a estar. No te olvides abuela.
Abuela Carmela: (GRITANDO) yaaa, si viene yo le digo, anda con cuidado.
CONTROL 1: EFECTO DE CERRAR LA PUERTA
Carlos: ¿Cómo habré salido en el examen? ¿Pero no ha estado
tan difícil? Parecía que Doña María lo hubiese hecho.
Narrador: desde la otra esquina, se encontraba Víctor, esperándolo
con un folder rojo.
Carlos: oye Víctor ¿Qué haces ahí?
Víctor: ¿Qué hago aquí? Pues te estoy esperando, y no para
ayudarle a vender, sino para entregarte esto. Mira toma.
Carlos: ¿pero qué es? Ah es el folder del examen, ¿Qué tiene?
¿No me digas que te lo vas a coger? Porque tienes que
entregarlo ah. Ya sabes
Víctor: Sí, si es el folder, pero mira lo que hay dentro, ¿no te
imaginas?
Carlos: ¡qué! ¡Qué hay! aaaah son el resultado de tu examen
¿verdad? ¿Quién te lo ha traído?
Víctor: Carlos me lo ha traído la secretaría Sofía, ¿no ha ido a tu
casa?
Carlos: no a la mía no ha ido, ¿por qué? Ya están que entregan
los resultados entonces.
Víctor: si, ya están que entregan, y adivina.
Carlos: ¿Qué? ¿Qué ha pasado? No me digas queeeeeee
Víctor: si, Carlos pase el examen, ¡gracias Dios! Me siento
bendecido, tú también Carlos, yo creo que tu también has
pasado, vamos a tu casa, quizá ahí está la secretaría con
tu Abuela Carmela.
Carlos: A su Víctor, me alegro mucho por ti amigo, estoy muy
contento, te lo mereces.
Víctor: tú también Carlos, también te lo mereces, eres el mejor
amigo que he tenido, hasta te considero mi hermano. Te
quiero Carlos.
Narrador: desde la otra esquina del parque, venía un poco agitada la
abuela Carmela, trayendo un folder de color verde.
Abuela Carmela: Carlos, Carlos, hijo, ven rápido te tengo una noticia, ven
hijo.
Víctor: es tu abuela Carlos, ven vamos, está que te llama, y trae
un folder verde, y no es como el mío. ¿Por qué? ¿Qué
significa esto?
Carlos: si es mi abuela, ven vamos rápido para que no corra
mucho, porque se cansa rápido.
CONTROL 2: EFECTO DE PASOS CORRIENDO 4”
Abuela Carmela: Carlos hijo, esto es para ti, la secretaría del director lo
acaba de traer y me ha dicho que inmediatamente
vayamos al colegio. Yo creo que pasaste la prueba hijo,
porque le pregunté a la secretaría y me dijo que tenía al
hijo más inteligente.
Carlos: haber abuela, dame.
SILENCIO 3’’
(GRITANDO) ¡Abuela! ¡Víctor! ¡Aprobé, aprobé! Huuuuu
aprobé. ¡Gracias Dios! ¡Gracias!
Abuela Carmela: ¡ay hijo, felicitaciones! ¡Lo lograste! ¡Lo Lograste!
Víctor: felicidades Carlos, ¡Lo logramos amigo! Vamos a estudiar
juntos. ¡Bien! ¡Bien!
Carlos: Si, vamos a estudiar juntos, ¡ay abuela estoy contento!
¡Muy contento! ¡Gracias abuela! ¡Gracias!
Víctor: ¿y por qué tú folder es de color verde y el mío es de color
rojo?
Carlos: la verdad no sé, pero eso poco importa, ahora lo que
importa es que ya tenemos una vacante para estudiar.
Abuela, vamos a Doña María, ¡si abuela! ¡Vamos! Quiero
agradecerle por lo que me ha apoyado. Vamos Víctor,
acompáñanos.
Narrador: mientras se dirigían a la casa de la señora María, por el
parque se encontraba Sofía.
Escena 2
Perfiles de personajes
Carlos: alegre, tiene 13 años, optimista y responsable.
Víctor: risueño, extrovertido y descuidado.
Abuela Carmela: trabajadora, cariñosa y responsable.
Sofía: secretaría, joven y alegre.
Narrador: cuando los vecinos vieron a doña Sofía, empezaron a
cuchichear sobre la oportunidad que tanto ella como el
director Iván. Habían dado a los muchachos de la
comunidad.
CONTROL 3: BULLICIO DE GENTE 5”
CONTROL 4: DE PASOS CAMINANDO 5”
Carlos: Mira abuela, ahí está la secretaria y todavía tiene folder, y
todos son de color rojo, porque a mí me ha habrá tocado
de color verde, que raro, vamos abuela vamos a saludarla,
porque ya nos vio y seriamos descorteces no ir a hablarle.
Víctor: Sí, yo pienso que tenemos que ir a saludarla, además esta
solita y no está con el señor director, y esta como si tuviera
miedo de estar aquí, no le habrán robado. No lo ve dona
Carmela.
Abuela Carmela: Sí, si vamos a saludarle, eso lo tenemos que hacer no por
obligación sino por respeto. Pero yo no lo veo asustada ni
con miedo, sino lo veo muy cansada, agotada, no ves que
ha estado aquí desde tempranito, y es lógico que este así,
ahorita que son ya las 2 de la tarde, no se va a su casa.
Me pregunto. Habrá comido, o esperará llegar a su casa.
Si no le decimos que venga a nuestra casa para que coma.
Ha de tener mucha hambre y bastante sed.
Carlos: Sí, yo también creo lo mismo, pero para saber hay que
preguntar, si nos responde que sí, la llevamos, s nos
contesta que no, entonces le decimos a quien está que
espera.
Víctor: Y si no sabe cómo regresar. Porque ya no veo a nadie del
colegio, esta ella solita. O tendrá algún familiar. Yo no sé.
Abuela Carmela: No se no sabemos nada, y mejor no hablemos porque ya
nos escuchó creo.
Narrador: Sofía quien estaba de pie un poco distraída al reconocer la
voz de la abuela Carmela, giro su cabeza de inmediato y
los vio a los tres parados detrás de ellas, como si lo fueran
a escoltar.
Sofía: Dona Carmela, ¿que tal como está?, muchachos también
que tal como están. Supongo que están muy feliz, claro se
lo merecen, es producto de su propio esfuerzo. Y como
recompensa ese esfuerzo ahí tienen su regalo, una beca.
Carlos: Buenas tardes doña Sofía, muchas gracias por la
oportunidad que nos ha brindado. Estamos muy contento
por eso y contentos por formar parte del colegio.
Abuela Carmela: Hola señorita, aquí los muchachos, están que no lo pueden
creer. Entiéndalos, casi ni hablan de la fuerte impresión
que han tenido por el resultado.
Víctor: Si doña Sofía, gracias por lo bueno que hace por nosotros.
Dios la bendiga mucho, mucho.
Sofía: no nada chicos, si hoy ayudamos a los que necesitan,
mañana esos a los cuales hemos ayudado, pues también
harán lo mismo el resto de personas. Y así sucesivamente.
Siempre hay que ayudar chicos, así tengamos poco,
siempre hay que estar dispuesto ayudar. Mucho más aún
si tenemos, pero si queremos ayudar. No lo hagamos por
obligación, sino porque verdaderamente salga de nuestro
corazón.
Carlos: Yo también pienso lo mismo dono Sofía, siempre hay que
ser solidario y generoso con los que más lo necesitan.
Víctor. En mi casa dicen lo mismo, mi mama por ejemplo regala
ropa que ya no uso, para los que no tienen, y mi mama lo
hace, porque en la casa donde trabaja, le regalan muchas
cosas, y le dicen que cuando tenga alguna cosa que ya no
use, pues que lo regale.
Abuela Carmela: Eso deberían hacer todas las personas doña Sofía, pero a
veces la gente es muy egoísta, muy mala y no te ayuda en
nada, lo quieren todo para ellos mismo y no lo comparten,
por eso hay bastante pobreza,
Sofía: Si chicos me parece muy bien que todos ustedes piensen
así, verán como algún día dios les ayudara, y tendrán
mejor vida que la que llevan, pero para que esto suceda,
tiene que saber comportarse y sobre todo ser muy bueno,
pero muy bueno. Y una cosa chicos, ya se fueron a
matricularse, porque hoy es el último día,
Víctor: Yo no me he ido todavía, mi mama esta que trabaja. Y mi
papa también, y ahora como lo hago.
Carlos: Yo tampoco me he matriculado, verdad abuela, entonces
tenemos que ir ahorita, vamos abuelita.
Abuela Carmela: No puede ser mañana doña Sofía, porque ahorita íbamos
a la casa de maría, una amiga mía que ayudo mucho a
estos chicos a prepararse, y ahorita íbamos a agradecerle.
Sofía: Pero mejor vayan ahorita y luego se van a festejar, y Víctor,
no es necesario que vaya tu mama, tu solo anda y le.
Entregas el folder que te di, y ya ellos lo revisan y te darán
un papel para que otro día lo llenes.
Víctor: ah no es importante que vaya mi mama entonces
Sofía: no es importante, pero solo por ahí ya que después si va
hacer necesario que vaya.
Víctor: Ah ya doña Sofía, gracias
Carlos: abuela vamos con Víctor a matricularnos, y luego nos
vamos a la casa de doña maría,
Abuela Carmela: Ya pues vamos, ya luego nos iremos a maría.
Sofía: Bueno cuídense mucho y que tengan mucha suerte, ahí en
el colegio van a encontrar al director Iván y él les va a decir
lo que tiene que decir. No se preocupen de nada. Bueno
cuídense mucho, dios los bendiga.
Carlos: A usted también doña Sofía,
Narrador: De este modo, la abuela Carmela, Carlos Víctor se fueron
al colegio para matricularse, y al regresar se fueron a ver
a doña María quien se encontraba muy nerviosa.
Escena 3
Perfiles de personajes
Carlos: alegre, tiene 13 años, optimista y responsable.
Víctor: risueño, extrovertido y descuidado.
Abuela Carmela: trabajadora, cariñosa y responsable.
María: caritativa, amable y soltera.
Dona maría: La verdad es que me alegro mucho por ustedes, estoy muy
orgullosa, yo lo sabía desde el primer momento que
empezamos a prepararnos, se les veían muy alegres y con
bastante ganas,, y cuando las personas hacen las cosas
con alegría y con mucho amor, pues simplemente, no hay
nada que decir, es un triunfo asegurado.
Abuela Carmela: si pues, mi Carlos me decía. Ya vengo abuela, hoy estoy
con ganas de resolver todos los ejercicios que nos dejarán
Doña patricia y doña María, pero sabe una cosa María,
esto mi Carlos me lo decía todos los días, todos los días
mi Carlos se levantaba con muchas ganas para hacer algo
nuevo, a pesar que su abuela no quería que Carlos
postulara por una beca, ya sabe usted, decía que los
estudio no son para gente como nosotros.
Dona maría: No cambia don pablo dona Carmela, siempre lo he
escuchado hablar así, y no solamente de los estudios, sino
de cualquier cosa, por ejemplo la otra vez lo escuche decir,
que los hombre nunca deben dejarse mandar por sus
mujeres, sino más bien al contrario.
Carlos: (VOZ TRISTE) Porque mi abuelo piensa así, hace mucho
daño
Dona maría: Si es verdad hace mucho daño, yo siempre he querido
conversar con él, sobre estas cosas, pero él siempre me
ha dicho que anda ocupado, como para escuchar
tonterías. Ya verás Carlos, que algún día, tu abuela va a
cambiar de opinión y les va a pedir perdón, por todo lo malo
que les ha hecho pasar, hay que tener paciencia para que
eso ocurra.
Abuela Carmela: Eso mismo yo le digo, aunque da mucha cólera, pero hay
que entenderlo, porque no sabe lo que dice.
Víctor: Mi papa nunca dice lo que dice tu abuelo, más bien al
contrario siempre me aconseja y me dice además que sea
bueno y que si me gusta algo, que lo luche para
conseguirlo, y que él me ayudará a conseguirlo, con lo
poco que gana. Así elija cualquier cosa, siempre me
apoyara.
Dona maría: Eso me parece correcto. Bastante bien, así escomo deben
criar los padres a sus hijos. Dona Carmela, yo siempre le
he dicho y hoy que estamos reunidos por el resultado de
los exámenes lo vuelvo a recordar, yo si tuviera hijos, lo
criaría con mucho amor y cariño, y nunca permitiría que
mi hijo llore por algún daño que yo le ocasionaría, más bien
al contrario, siempre estaría ahí para apoyarlo en todo lo
que necesite, y a Carlos yo lo considero como mi propio
hijo, porque es un muchacho muy bueno, muy honesto y
sobre todo porque es muy estudioso, es por eso que yo lo
apoyare hasta el final, sea como sea, nunca lo
abandonaría.
Carlos: Gracias doña María, usted también es como si fuera mi
tercera mama, y la quiero mucho, y nunca le voy hacer
quedar mal, siempre estudiare mucho, para sacar adelante
a mi abuela, a mi abuela, a mi mama y a usted Doña
maría, de usted nuca me olvidaría, nunca.
Víctor: Qué bonito habla Carlos, dona maría Carlos es mi mejor
amigo, y estoy alegre porque voy a estudiar con él en el
mismo colegio, y ahí nos vamos ayudar con lo que sea,
hasta terminar. Y ser personas de bien.
María: Pero nos estamos poniendo muy sensible, y tenemos que
estar alegres asique esperen aquí, porque voy a traer algo
de comer, dona Carmela acompáñeme, ustedes chicos
esperen aquí.
Carlos: Ya dona maría.
Víctor: Carlos estamos todos, pero falta rosa, ella también tiene
que estar aquí.
Carlos: Ah sí verdad… Rosa.
Narrador: Esa tarde fue muy conmovedora pero a laves muy alegre
y divertida. Comieron mucho, y hablaron mucho.
Capítulo 10: Primer día de clases
Escena 1
Descripción de los personajes:
Carlos: alegre, tiene 13 años, optimista y responsable.
Abuela Carmela: trabajadora, cariñosa y responsable.
Abuelo pablo: gruñón y vividor.
Pancho: Alegre, bromista y de voz ronca.
Narrador: Pasaron una semana desde que Carlos dio el examen y
salió aprobado, ahora en su casa todo estaba alborotado,
su abuela muy nerviosa le estaba preparando su
desayuno, Carlos por otro lado también nerviosa y muy
ansioso, estaba alistando todo lo que iba llevar. Y su
abuela pablo desde su cuarto y sin hacer ruido, estaba
escuchando todo.
Abuela Carmela: Carlos, Carlos, ya estás listo hijo, ven rápido, a tomar
desayuno para que te vayas temprano al colegio y no
llegues tarde.
Carlos: Si abuela ya estoy listo, solo me falta lustrar mis zapatos y
acomodar mi gorra, porque de seguro que hará sol.
Abuela: Ya te sirvo tu desayuno entonces,
Carlos: No abuela todavía no.
Abuela Carmela: Por qué, si tú ya estás listo, para que lo tomes calentito
más bien.
Carlos: Abuela pero primero tengo que ir a repartir y vender los
tamales, por eso todavía no me sirvas, no quiero que tú te
vayas a venderlos, porque te vas a cansar y como todavía
es temprano, entonces los vendo. Ya salgo ahorita,
Abuela Carmela: No hijo, no vayas a venderlos, ya yo voy air no te
preocupes, además te vas a cansar y vas a llegar bien
sudadito al colegio. Por eso yo voy repartirlos. No te
preocupes hijo. Avanza ven, que tienes que ir a ver a rosa
y a Víctor.
Carlos: No, Víctor dijo que lo vería allá en el colegio, porque su
mama lo va a dejar, y a avenida si venimos juntos.
Abuela Carmela: Ya te sirvo.
Carlos: No, abuela te he dicho que primero voy a ir a repartir y
luego vengo a desayunar, no me mires así abuela, el
hecho que vaya a estudiar no quiere decir que deje de
ayudarte, haber arregle bien la canasta que en un dos por
tres los vendo
Abuela Carmela: Ay Carlos, yo diría que mejor te vayas yendo con cuidado
al colegio pero si primero quieres ir a vender entonces
anda pues hijo, nomás no te vayas a demorar mucho, y si
ves que no vendes mucho entonces regrésate y los
venderé yo aquí afuera nomas, haber toma anda pues hijo,
rapidito
Carlos: ya abuela me voy corriendo y vengo corriendo porque no
quiero llegar tarde en mi primer día de clases. Ya vengo
abuela.
Narrador: Salió Carlos corriendo como si fuera una gacela, vendió un
poco más de la mitad, y en por qué pancho, que estaba
comprando pan. Lo cual al verlo a Carlos le llamo y se puso
a conversar rápidamente.
Pancho: Carlos, me dijeron que aprobaste el examen y que hoy es
tu primer día del clases.
Carlos: si pancho, hoy es mi primer día de clases estoy muy
contento. No me imagino cómo será el colegio.
Pancho: Tú me dijiste que nunca habías estudiado, y por eso no
sabías como es el colegio. Y hoy ya lo vas a saber, luego
me cuentas pues, hoy no trabajare en la combi y estaré en
la soldadura de Doña teresa, arreglando bicicletas
Carlos: En verdad yo si he estudiado pancho, pero hace más de
un Año y medio que no estudio, porque me he olvidado de
como es el colegio. Por eso tanto emoción volver aire. Es
como si hubiese pasado un ciclo entero, porque no
recuerdo lo que es nada.
Pancho: eres muy exagerado Carlos, primero me dices una cosa
luego otra, pero ya no importa. Entonces eso quiere decir
que ya no te vas a ir al Colegio nocturno verdad.
Carlos. Si pancho, ya no me voy a ir al colegio nocturno, más bien
avísale a los otros chichos que vienen del otro sector para
que estudien ahí. Pancho más tarde te veo para seguir
conversando, porque ahorita apurado si, más tarde te veo.
Pancho: Ya Carlos, más tarde nos vemos, pero no te olvides ah,
allá te voy a estar esperando. Para que me cuentes como
te fue y si conociste alguna amiguita por ahí
Carlos: En eso andas pensando pancho tu solamente, primero son
mis estudios luego viene el resto, no hay que apresurase.
Pancho: No yo decía… aunque ahí tienes a rosa, si a rosa, ahorita
que lo recuerdo
Carlos: Pancho rosa solo es mi amiga, y nada más… mira me
estoy haciendo tarden más tarde conversamos. Chau
pancho nos vemos.
Narrador. Pancho se quedó riéndose al ver la cara que puso Carlos
cuando lo menciono a rosa como su enamorada. Y un poco
avergonzado se fue a su casa a velocidad de un rayo. Ya
quería llegar al colegio
Escena 2
Perfil de personajes.
Carlos: alegre, tiene 13 años, optimista y responsable.
Rosa: mejor amiga de Carlos, ocurrente y solidaria.
Abuela Carmela: trabajadora, cariñosa y responsable.
Narrador: Cuando Carlos llegó a su casa, encontró ahí a rosa, y lo
encontró muy bonita, le parecía muy diferente, pero no le
hizo saber lo que pensaba en ese momento de ella. A su
costado de rosa estaba su abuela Carmela, tenía en sus
manos su mochila.
Rosa: Carlos, como no fuiste a verme entonces yo vine a
buscarte. Ya tenemos que estar allá, o si no cierran la
puerta y no nos dejan entrar.
Carlos: De verdad, pero cuanto tiempo falta para que cierren la
puerta.
Rosa: Faltan todavía 20 minutos, pero no te apures mucho anda
cámbiate rápido, aquí te espero. No te olvides de todas las
cosas que te dije que lleves.
Abuela Carmela: tus cosas Carlos ya están listas, aquí los tengo, dame la
canasta y solo termina de lustrarte tus zapatos que se han
ensuciado de tierra, y sacúdete las botas de tú pantalón,
también están con tierras.
Carlos: Ya abuela. Este rosa, yo ya me iba a verte sino que es que
tenía primero que vender los tamales por eso no he podido
ir a verte más temprano, discúlpame rosa, que habrá dicho
tu mama, después delo que te paso, no te quiere mandar
sola al colegio, te prometo que no va a volver a pasar.
Espérame un ratito ya vengo.
Rosa: Ya anda rápido y no te preocupes por mi mama, porque lo
he dicho que me iba contigo y con Víctor, por cierto dónde
está Víctor, ya tenía que estar contigo, y no lo veo.
Abuela Carmela: Víctor le dijo a Carlos que hoy se iba a ir con su mama, y
ya desde mañana se iban juntos.
Rosa: Ah ya, entonces allá nos vemos, pero ya pues Carlos anda
cámbiate rápido, que la hora no espera.
Carlos: si, si, ya voy, toma abuela la plata y la canasta. Ahí está
todo solo me falto vender 7 tamales, eso ya lo vendes por
aquí afuera, ahorita saco el letrero y lo pongo en la puerta.
Para que ya no vayas a caminar hasta por el parque.
Narrador: Cuando Carlos entro a su cuarto, encontró ahí a su abuelo
sentado en su cama, estaba con el ánimo un poco calmado
y apacible.
Abuelo: Carlos, Carlos hijo, esto aquí solo para decirte que espero
que te vaya bien, discúlpame de cómo te hable el otro día,
y discúlpame también por haber roto tu cuaderno,
perdóname hijo, estaba muy enojado y actué sin pensar.
Hoy solo quiero decirte que te vaya muy bien, y que
aprendas muchas cosas, como siempre lo haces.
Discúlpame hijo por todo, tú eres una buena persona y no
te mereces esta vida, pero con tus estudios podrás vivir
mejor.
Carlos: No hay nada que perdonar abuelo, yo te entiendo que a
veces estás enojado conmigo y con mi abuela, más bien a
ella tienes que pedirle perdón no a mí, yo te quiero abuelo
y a veces me pregunto porque actúas así, cada vez que
me iba a dormir, rezaba abuelo, rezaba por ti y por mi
abuela y por mi mama y mi papa, que sé que no están con
nosotros pero igual los quiero. Y ya quiero que vengan.
Abuelo pablo: Gracias hijo, de ahora en adelante seré el mejor de los
abuelos para que te sientas orgulloso de mi, hasta que me
muera.
Carlos: No hables así abuelo, tú no te vas a morir, eso falta mucho,
tú y mi abuela me tiene que ver todo un profesional, y yo
los quiero seguir teniendo conmigo, a mi lado.
Abuelo pablo: Si hijo así va hacer. Pero ya no te quito más tiempo, sino
vas a llegar muy tarde por mi culpa. Mira toma aquí tengo5
soles que me han pagado por cortar pelo, tómalo para que
te compres cualquier cosa en el colegio,
Carlos: Ya abuelo muchas gracias, te veo más tarde para contarte
a ti y a mi abuela como me fue. También a doña María y a
pancho.
Abuelo pablo: A pancho, ese pancho anda de picaflor por ahí.
Narrador: Carlos se despidió muy tiernamente tanto de su abuelo
como de su abuela. Subieron a la moto de don pedro quien
los llevo a él y a Rosa al colegio. Carlos e encontraba muy
entusiasmado y nervioso. Rosa más bien estaba sosegada
Escena 3.
Perfiles de personajes
Carlos: alegre, tiene 13 años, optimista y responsable.
Rosa: mejor amiga de Carlos, ocurrente y solidaria.
Víctor: risueño, extrovertido y descuidado.
Iván: voz gruesa, calmado y jovial
Narrador: Estando Carlos ya en el colegio, se dirige a la dirección a
buscar al director para que lo ubique en la aula respectiva,
habían muchos niños y tanta bulla, que se enloquecía por
tratar de mantenerse tranquilo.
Carlos: Y ahora rosa, donde estará la dirección, tengo que ver al
director Iván para, pero con esta gente alborotada lo dudo
mucho que lo encuentre. Ayúdame a buscarlo.
Rosa: La dirección queda en el mismo lugar, donde estaba el aula
antes, ya te olvidaste. Tan rápido te olvidas delas cosas Carlos.
Carlos: No me he olvidado, solo que no recuerdo, hace más de un
año que no vengo aquí, que hasta mi aula he olvidado
donde estaba
Rosa: No exageres Carlos, tú aula es la que está allá, pintado de
verde con anaranjado, el colegio no ha cambiado nada,
decían que lo iban a construir de nuevo pero solo lo han
pintado, solo eso nada más.
Carlos: Si ya veo. Y ahora que hacemos, a donde nos vemos
primero.
Rosa: Vamos a la dirección primero, luego ya veremos, y Víctor,
por donde estará, hasta ahora no lo veo, por donde estará
perdido, y el sí está perdido porque él nunca ha entrado a
este colegio, digo, quizá sí, pero en realidad no sé. Ya
tengo una idea, mejor busquemos primero a Víctor, para
así ir en grupo.
Carlos: Ah ya buena idea, y ahora por donde empezamos
Rosa: Vamos por aquí, que es donde están los alumnos que son
nuevos, porque como recién estamos comenzado el ano,
siguen viniendo alumnos. Ven vamos por acá. A ver donde
estas Víctor, donde estas. Donde estas.
Carlos: Me dijo que iba a ir con su gorra, que es de color blanco
con negro, a lo mejor y con eso lo sacamos. Digo no. O
que dices tú rosa
Rosa: Mira Carlos ahí está Víctor esta solito, parece que quiere
llorar, como los niños pequeños cuando viene por primera
vez a estudiar.
Carlos: No creo que quiera llorar, él es bien fuerte, más bien tiene
ganas de conversar con alguien, porque ya sabes que eles
bien conversador, parece como si se hubiese comido un
grillo, o dos o tres, o un montón.
Rosa: Cuando no tu Carlos, mejor llámalo para que venga,
porque si no vamos a dar la vuelta para ir hasta la oficina
del director, y por donde hemos venido está más cerca, si
llámalo.
Carlos: Víctor, Víctor, ven, que haces ahí como un pájaro de solo,
ven.
Narrador: Víctor se acercó adonde estaban Carlos y rosa y juntos se
fueron a buscar al director.
Carlos. ¿Qué hacías solito Víctor?
Víctor: Cuando entre me dijeron que esperara allá, porque ahí iba
a venir la secretaría Sofía para luego ubicarnos, y estaba
con dos muchachos más, pero se aburrieron y se fueron a
caminar por ahí, decían que iban a buscar al director.
Rosa: Bueno chicos, yo hasta aquí los acompaño, tengo que
entrar a clases y ya no puedo seguir acompañándolos,
miren suben el segundo piso y a la izquierda en la primera
aula entran, ahí está la oficina del director. Bueno, chau
amigos, que tengan un bonito y agradable día. Chau más
tarde te veo Carlos en la casa de tu abuela, Víctor vas
también para estar ahí un rato.
Víctor: Ya, bien rosa, más tarde nos vemos, buen día también
Carlos: Chau rosa, pon atención a las clases más tarde nos vemos
en mi casa. Chau cuídate.
Rosa: Ya chau, no los espero a la salida porque ustedes salen un
poco tarde y yo en cambio más temprano y además mi
mamá va a venir a recogerme, chau amigos.
Narrador: Se fue rosa y Carlos y Víctor fueron a ver al directo. Lo cual
lo encontraron ordenando unos papales.
Carlos: Buenos días señor director, somos los que aprobaron el
examen para la beca, y queríamos saber en qué aula nos
va tocar estudiar.
Víctor: Si señor director, buenos días
Don Iván: Haber muchachos, buenos días, primero bienvenido al
colegio y segundo, no tenían que venir hasta aquí porque
mi secretaria los iba a ubicar, pero ya no importa, como ya
están aquí entonces yo seré el que los ubique, vengan
acompáñenme. Por aquí por favor. Síganme
Narrador: Antes de que Carlos y Víctor entraran al aula, el director
les dijo unas palabras y luego los presento ante todos.
Carlos y Víctor parecían iban a entrar en un matadero,
porque empezaron a temblar casi convulsivamente. Uno
más que el otro.
Iván: chicos, es aquí donde van a estudiar todo el año, espero
que estudien y se lleven bien con sus compañeros del aula.
Carlos. No se preocupe señor director, mi amigo y yo, estamos
muy contentos y agradecidos por la oportunidad que usted
nos ha brindado y no le vamos a defraudar. Confíe en
nosotros.
Iván: Bien, bueno pasen
Narrador: Tanto Carlos y Víctor entraron al aula, habían muchos
alumnos, de todos los tamaños, y todos eran varones, el
director los presento fraternalmente y con los aplausos de
los demás alumnos Carlos y Víctor se ubicaron en sus
respectivos asientos. Se sentaron los dos juntos.
Capítulo 11: Nuevos amigos grandes logros
Escena 1
Perfil de personajes
Carlos: alegre, tiene 13 años, optimista y responsable
Víctor: risueño, extrovertido y descuidado
Rosa: mejor amiga de Carlos, ocurrente y solidaria
Abuela Carmela: trabajadora, cariñosa y comprensiva
Narrador: Ya por la tarde, llegaron a la casa de Carlos rosa y Víctor,
a conversar de cómo fue su primer día de clases, a esa
conversación se sumó la abuela Carmela, que había
preparado unas ricas tortas de choclo
Rosa: Y como les fue su primer día de clases, estaban nerviosos
o no
Víctor: bueno yo no estaba nervioso, más bien hice muchos
amigos, pero el que si estaba nervioso era Carlos pasó
toda la clase callado, parecía como si el ratón lo hubiese
comido lengua.
Carlos: Ah yo, ah yo, yo era el que estaba nervioso, no rosa
era más bien al revés, porque no cuentas la verdad, di la
verdad, di que te preguntaron tu nombre y no sabías como
te llamabas, porque estabas muy arrochado, cuenta
también que cuando te nombraron en la lista, no pudiste
decir presente, porque todos te estaban mirando y te
pusiste rojo de vergüenza. Cuenta eso pues Víctor, porque
no cuentas.
Víctor: No seas mentiroso carlós, yo no me puse así, fue solo que
no hablaba porque no había nada de qué hablar, era solo
eso, además el profesor dijo que permaneciéramos
callados, para así escuchar bien la clase y no interrumpir
en nada.
Carlos: que mentiroso eres Víctor, pero mejor no digo nada,
porque rosa ya se imaginaran como son las cosas, sí o no
rosa
Rosa: chicos no discutan así, si uno se puso nervioso y el otro
no, pues no hay que avergonzarlo, sino más bien hay que
ayudarlo a que no sea rochoso y sea más bien sociable y
participativo. Yo digo que los dos estuvieron nerviosos,
porque yo los vi, y no me dirán lo contrario, pero eso es
normal, hasta que nos acostumbramos y de ahí no vamos
a dejar hasta de hablar y conversar. Yo les digo por
experiencia, porque cuando entré por primera vez al
colegio, tenía mucho miedo que hasta incluso me pide a
llorar, pero se me acerco una niña y empezamos a
conversar hasta que se me fue el roche. Hasta el día de
hoy.
Víctor: tienes razón rosa, eso nos pasó hoy, a mí y a Carlos y
mañana será distinto.
Carlos: a nosotros dices, oye que mentiroso eres, pero ya no
quiero pelear, y hablemos mejor de nuestros mejores
amigos.
Víctor: ah sí, mejor hablemos de eso, Carlos y tu abuela, desde
que llegamos no está aquí con nosotros, donde está, o no
esta
Carlos: Si mi abuela si esta, pero está en el corral, esta que fríe
tortitas de choclo para comer, con café bien cargadito. Hay
que esperarla un ratito ya ha de venir, no hay que
apurarse, sin tortitas no comemos.
Rosa: Ah ya, mejor hay que esperarla, yo no tengo ningún
problema, ni estoy tampoco apurada, además no me han
dejado tarea. Y a ustedes
Carlos: No, a nosotros tampoco nos ha dejado tareas, ha sido más
bien presentación, de un nuevo curso que vamos a llevar,
verdad Víctor.
Víctor: Si, ha sido solo eso, te acuerdas de lo que dijo del curso,
porque yo no me acuerdo muy bien, pero en cambio sí me
acuerdo, de cómo va hacer los exámenes después de
cada bimestre. De eso si me acuerdo
Carlos: No, del curso solo hablo que vamos a estudiar como lo
hacen los colegios particulares, es decir que cada semana,
vamos a tomar exámenes parciales, así como si fueran del
centro preuniversitario, esto lo hacer porque ningún
colegio público lo hace, y nosotros vamos hacer los
primeros.
Rosa: Ah que bien, entonces las clases serán un poco más
complicadas, porque eso quiere decir que desde ahorita
nos van a preparar para la universidad. En mi aula todavía
no han dicho nada, pero seguro de que mañana nos dirán
lo mismo. Entonces eso quiere decir que tendremos otros
profesores verdad.
Víctor: Si, nos van a preparar otros profesores, serán de la
universidad dijo el profesor.
Carlos: de la universidad no, sino los que enseñan en academia,
pero ¿porque no serán los mismos profesores los que nos
ensenen
Rosa. Yo creo porque el nivel de enseñanza es diferente,
Víctor: se debería hacer cuando estemos en quinto de secundario
y que ahorita que estamos en segundo, no se debería
hacer.
Carlos: también dijeron que mejor tienen que hacerlo desde
ahorita porque se ha visto casos, en que los alumnos
cuando ya están para terminar, no saben lo que es nada y
cuando se presentan para la universidad, no aprueba el
examen, y tiene que volver s estudiar, como si estuviera
repitiendo la secundaria, entonces para evitar que eso
pase con nosotros, desde ahorita nos están ensenando
para postular de frente a la universidad. Y no tener
problemas.
Víctor: Pero si no ingresas, es porque no estudiaste, aquí el
profesor no tiene la culpa, o. Que dicen
Rosa: la culpa es tanto del profesor y del alumno, porque a veces
el profesor no ensena bien y el alumno no aprende nada,
y hay casos en que el profesor ensena bien, pero los
alumnos no quieren aprender.
Narrador: De pronto vino la abuela Carmela trayendo unos ricos y
doradas tortillas de choclo, t se quedó a conversar con
ellos.
Abuela Carmela: Aquí están las tortas, están calentitas, tomen agarren
empiecen a comer, de que estaban hablando,
Rosa: de cómo fue el primer día de clases dona Carmela, y aquí
Carlos y Víctor se están peleando por no decir la verdad
quienes los dos se pusieron nerviosos, pero ya no importa,
hablemos mejor de lo que quisiéramos estudiar más
adelante.
Abuela Carmela: Ah ya, bueno yo tengo bonitas anécdotas que contar, pero
como ustedes hablan de otras cosas, más interesantes
entonces mejor no los cuento.
Carlos: Cuéntanos abuela, cuéntanos, desde la otra ves querías
contarnos cuando eras joven, y por qué le pusieron el
nombre de fido al perrito que mi bisabuelo te regalo, verdad
rosa y nunca lo contaste.
Rosa: Y hablando del perro. Dónde está fido hace días que no lo
veo, lo han regalado, a quien.
Carlos. No, no lo he regalado, verdad abuela, lo que pasa es que
esta con mi abuelo, se ha encarnado mucho con el que a
mí y a mi abuela nos ha dejado de lado, verdad abuela,
ahorita por ejemplo está durmiendo en la cama, y no nos
ha sentido cuando hemos venido.
Víctor: Está bien que se lleven bien, sino ya sabes Carlos, me lo
llevo a vivir conmigo
Narrador: Se pasaron toda la tarde conversando, hasta la noche,
Escena 2
Perfil de personajes
Carlos: alegre, tiene 13 años, optimista y responsable
Víctor: risueño, extrovertido y descuidado.
Jesús: amigo de Carlos, divertido y alegre.
Juan: amigo de Carlos. Divertido y alegre.
Narrador: Pasaron muchos meses, y en ese plazo sucedieron
innumerables cosas, como por ejemplo hacer amistad con
otros chicos del aula, y ellos eran Jesús y juan, con
quienes Carlos y Víctor compartieron bonitos experiencias.
Un día de diciembre se reunieron en la casa de Jesús para
estudiar para el último examen.
Carlos: ¿Llegaste a memorizar todo el vocabulario de palabras
Juan? ¿O sólo las más importantes?
Juan: si, si lo he hecho, su que estoy un poco nervioso, pero ojalá
que no me olvidé para mañana, oye mañana es el examen
final, y ya no va haber recuperación, porque ya nos vamos
de vacaciones. ¿Y tú Víctor, ya sabes cómo hacer tu
composición Literaria? Porque mañana también hay
examen de eso, y en el examen pasado, cas la gran
mayoría salió jalado, sólo unos pocos aprobaron, ¿tú
aprobaste verdad Jesús?
Jesús: yo sí, si aprobé, mejor dicho todos nosotros aprobamos,
con baja nota, pero aprobamos, ahora hay que tratar de
escribir bien nomas, porque eso es lo que al profesor le
gusta, el que sepas escribir bien.
Víctor: yo la otra ves hice una composición Sobre el amor, y me
dijo que le parecía muy patética, pero cuando se lo
presenté al escritor camino Calderón, me dijo que le
parecía una obra maestra, eso es ¡o que me dijo, en
cambio el otro profesor no, más bien me criticó horrible, y
yo me puse a pensar, que porqué alguien que es escrito
dice que mi trabajo está bien, y porque alguien que no es
escritor me dice que está mal hecho, si el trabajo es el
mismo, composición Literaria.
Carlos: ah sí, si me dijiste, ¿pero no le volviste a presentar tu
trabajo al profesor de literatura?
Víctor: no, no lo he hecho, y ni le he hecho porque dicen otros
alumnos, que si tú le das la contraria, pues simplemente te
jala, así tu estés bien en su curso, por eso mejor me
aguanto, pero a la misma vez me siento bien, porque
siempre le presento mi trabajo al escritor camino Calderón,
y siempre me dice bonitas palabras.
Juan: nuestro profesor no debería ser así, si alguien no está de
acuerdo con lo que dice, pues simplemente que lo tome en
cuenta, y nada más, pero que no lo jale, porque eso habla
muy mal de él.
Jesús: si, habla de que no es buen Profesor, que ni quiere que se
le contradiga y siempre quiere tener la razón en todo.
Carlos: yo por eso trato de llevarme buen con todos los profesores,
incluso con nuestro profesor de literatura, que sé que está
un poco mal, ¡pero saben! Ayer me lo encontré en el
kiosco, y me dijo que si sus exámenes me parecían
buenos, y yo le dije que sí, que me parecían buenos, pero
lo que me parecía pésimo era la manera como evaluaba.
Víctor: ¿de verdad le dijiste eso? ¡No te creo! ¿Y qué te dijo?
¿Cómo fue su reacción?
Carlos: me dijo que trataría de cambiar, para que lo consideren un
buen Profesor.
Juan: es que él es buen Profesor, sino lo que pasa, es que
mucho deja llevar por otros profesores que no saben
enseñar.
Narrador: después de haber estudiado, Carlos, se fue junto con
Víctor a su casa, durante el camino iban recordando todo
lo que hasta ahora habían vivido, desde el día que entraron
nerviosos al colegio hasta ahorita que eran brigadieres.
Habían aprendido muchas cosas, y sus formas de pensar
de antes habían cambiado muchísimo.
Escena 3
Perfil de personajes:
Carlos. Alegre, tiene 13 años, optimista y responsable.
Víctor: risueño, extrovertido y descuidado.
Juan: amigo de Carlos, divertido y alegre.
Jesús: amigo de Carlos, divertido y alegre.
Narrador: después de haber dado sus exámenes, ahora todos se
encontraban ansiosos, por saber quién de ellos habían
ocupado el primer puesto, la ceremonia de entrega de
diplomas, se realizaría mañana.
Carlos: ¿te preocupa llegar hacer el primer puesto del aula, Víctor?
Víctor: en realidad no tanto, porque he notado que quizá no se
justo esta entrega de diplomas.
Juan: ¿por qué lo dices?
Jesús: ah ya, lo dices por Mario, que poco estudia y quiere tener
el primer puesto, hasta incluso dicen que le paga al
profesor para que no lo aprueben, no sé si sea cierto, pero
si es verdad, pies ni me parece correcto. Las notas hay que
ganársela con esfuerzo.
Carlos: todo en esta vida hay que ganárselo con mucho esfuerzo,
pero yo no digo que Mario lo vaya a recibir, sino que más
que recibirlo, es saber que todos hemos estudiado mucho
y hemos aprendido un montón, por ejemplo yo, se ahorita
algunas cosas que antes no lo sabía, y eso me hace sentir
feliz conmigo mismo, incluso mi abuela me dice que he
cambiado mucho, que ahora hablo de otra manera.
Víctor: si es cierto, yo también he aprendido mucho, ¿recuerdas
Carlos como éramos antes? No sabíamos casi nada, y
ahora hemos aprendido mucho. Y pensamos ahora de a
era diferente, y eso que todavía recién vamos a terminar el
segundo grado de secundaria. ¿Cómo sería cuando
estuviéramos en el quinto año?
Juan: huyyyyy ahí sería otra situación, luego la universidad, me
pregunto ¿cómo será la universidad? ¿Será como el
colegio? O ¿más difícil?
Jesús: yo creo que será más difícil, porque la universidad es más
seria, a mí me da miedo, pero para eso todavía falta un
montón
Narrador: de pronto llegó Rosa, muy alegre, trayendo entre las
manos un diploma.
Rosa: hola chicos, ¿cómo están?
Víctor: hola Rosa, que tal, por qué estás muy alegre,
Rosa: adivinen.
Carlos: ah ya sé, pasas de año. Si ya lo sabía, tú estudias mucho
Rosa, y sabes además.
Rosa: sé porque tú me enseñas Carlos, pero no era esa la noticia
que les voy a dar, sino está otra, miren, mi diploma he
obtenido el segundo puesto en conducta y
aprovechamiento, ¡ay estoy tan contenta!.
Carlos: asu tu su ah, buen ahí Rosa, tu mamá se va a poner
contenta, eres buen alumna.
Víctor: felicidades Rosa, te lo mereces, hoy también fan en
nuestra aula los diplomas, y justo estábamos hablando de
eso.
Rosa: yo ya sé quiénes lo van a obtener, tu Víctor, Carlos, juan y
Jesús, aunque sin cinco, y ¿quién será el otro?
Jesús: no sé si nosotros lo obtendremos pero el otro si o si, es
para Ander, un compañero nuestro muy inteligente, y
humilde a la vez.
Narrador: de pronto se apareció el director diciéndoles a los alumnos
a que pasarán a dentro, del aula, pues ya iba a empezar la
entrega de diplomas.
Rosa: suerte Carlos, hoy tu Abuela se pondrá contenta, y tu
mamá también Víctor, también tu Juan y Jesús,. Suerte
amigos, Carlos yo ya me voy a mi casa porque mi mamá
me está esperando en la puerta del Colegio, más tarde te
voy a ver a tu casa. Chau
Carlos: ya Rosa, saludos por ahí a tú mamá.
Víctor: vamos entrando.
Narrador: los nuevos amigos pasaron al aula, se sentaron como
siempre en la entrada de la puerta. Estaban con un ánimo
tranquilo, y el director empezó a entregar los diplomas
respectivos.
Director: bien alumnos, a todo ustedes se les va a dar un diploma,
porque todos ustedes se han desempeñado muy bien y
han sido responsables, pero hay un diploma que
corresponde al del primer puesto, y ese diploma, es para
Carlos.
Víctor: Carlos es para ti, felicidades amigo, felicidades, te lo
mereces.
Juan: si Carlos, tú has ha sido como nuestro profesor, te mereces
eso y más, ¡bravo! ¡Bravo!
Carlos: bueno yo quiero agradecer al colegio por darme la
oportunidad de estudiar aquí, yo y mis amigos estamos
muy contento por estar estudiando aquí. Gracias señor
director, muchas gracias. Y gracias y también a Dios y a
mi abuela Carmela y a toda mi familia por apoyarme, a i
amiga Rosa y a mi amigo Víctor, y a toda los que conozco,
por apoyarme. Estoy contento Gracias
Narrador: fue así como Carlos logró obtener su primer diploma, lo
cual lo recibió por dedicación y esfuerzo al estudio, todos
sus amigos le aplaudieron. Más tarde fue a darles la noticia
a sus abuelos y a Doña María, quien siempre estaba a su
lado y lo apoyaban incansablemente.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Capítulo 12 la recompensa
Escena 1
Perfiles de los Personajes
Abuela Carmela: cariñosa, comprensiva y trabajadora.
Carlos: alegre, tienes 13 años, optimista y responsable.
Rosa: amiga de Carlos, ocurrente y solidaria
María: caritativa, amable y soltera.
Narrador: a sorpresa que recibió Doña Carmela fue de muy grato
gusto le alegró muchísimo, tanto que hizo una sorpresa
para que Fido, su más adorado perro lo recibiera con un
libro de novelas, que el mucho admiraba. Por otro lado
Doña María le dio la sorpresa de comprarle un parlante,
para que escuchara todas las conferencias de sus
escritores favoritos, cada día que pasaba, Carlos se
convencía que le gustaba la literatura.
CONTROL 1: ME LLAMAS: JOSÉ LUIS PERALES (D40) SBM 10’’
Carlos: ¿Abuela y Fido? ¿Dónde está? ¡Quiero verlo!
Abuela Carmela: ¡Ay hijo!, déjame escuchar esta linda canción.
Carlos: (SUPLICANTE) mamá respóndeme por favor, ¿dónde está
Fidooo?
Abuela Carmela: Está en tu cuarto creo, está que lee, porque, sabes hijo, se
ha vuelto un buen lector, más que tú, porque se pasa más
horas que tú leyendo.
Carlos: ¿buen lector? ¿Qué se ha vuelto un gran lector dices
abuela? O mejor dicho, se ha vuelto un destructor de libros,
porque la mayoría de mis cuentos los ha maltratado, y ya
no se pueden leer bien, incluso algunos están con las
páginas salidas, otras ni las encuentro ya.
Abuela Carmela: ¡ay hijo, se pasa ese Fido! Hijo, ¿te gustó el libro que te
regalé? ¿O es muy gordo?
Carlos: no, abuela, si me gustó, me gustó muchísimo, abuela,
¿Cómo es que compraste ese libro? ¿Quién te dio la idea?
Porque sabes abuela, no es un libro de cuentos, sino es
una novela, y es la primera vez que voy a leer una novela.
Nunca había leído una, hasta ahora sólo he leído puros
cuentos.
Abuela Carmela: ¡ay hijo! Esto es un regalo que te lo he hecho con todo mi
corazón, y Bueno hijo, ya que a ti te gusta leer literatura,
pues me fui a la librería del centro de Chiclayo, y le
pregunté al librero, cual es el libro que todo estudiante que
le gusta la literatura, debe de leer. Y me contestó que son
muchos los libros, y yo le dije que sólo me diera uno porque
no me alcanzaba el dinero, y me dijo que ya. Me dio el más
gordo de los que tenía.
Carlos: ¿y te asustaste abuela?
Abuela Carmela: si hijo, me asusté un Poco, porque pensé que iba a costar
mucho, pero luego el señor me dijo que el precio era el
mismo que los otros libros, entonces le dije que ya, que me
lo diera bien forradito, Luego le pregunté cuál era su título,
y me dijo que se llamaba “La cabaña del tío Tom” yo le dije
que ya, y así fue hijo como te compré el libro, ¿te gustó?
¿Y lo has leído? ¿O no te gustó? Dime sino lo devuelvo, el
librero me dijo que lo podía devolver.
Carlos: no lo devuelva, recién lo he empezado a leer, y me parece
muy interesante abuela, y he podido darme cuenta que va
hacer muy triste, si abuela muy triste. Es más en el primer
capítulo la escritura es muy melancólica escribiendo.
Abuela: ah entonces te gusta hijo, me alegro mucho por eso, yo
cuando vivía en lima, mi papá también me regaló un libro,
que se titulaba “Emma”, yo recuerdo haberlo leído todo, y
me sentí muy orgullosa como mujer. Y es así cómo quiero
lo sea para ti también.
Carlos: abuela, siempre has contado que tu papá te regalaba libros
cuando trabajaba como jardinero, y ¿Dónde están esos
libros abuela? ¿Ya no los tiene?
Abuela Carmela: no, hijo, ya nos los tengo, cuando mi papá murió, me vine
con una tía aquí en Lambayeque, estuve trabajando como
empleada doméstica, luego en un restaurante y ahí conocí
a tu abuelo. Nos enamoramos y luego nos casamos, y
venimos a vivir acá. Siempre hemos problemas, no nos
entendíamos al principio, tu abuelo no quería que trabaje,
era muy celoso, pero yo aun así trabajaba, porque era una
ayuda para la casa.
Carlos: ¿aquí nació mi mamá abuela?
Abuela Carmela: si hijo aquí nació, y aquí también naciste tú, y hasta ahorita
que estamos.
Carlos: ¿abuela no te has comunicado con mi mamá? ¿O con mi
papá? ¿Cuándo vienen?
Abuela Carmela: hijo más tarde me voy a la casa de María para hablar con
tu mamá, porque ella sabe manejar ese aparato del celular,
yo no conozco mucho de eso, pero nos ayuda mucho a
comunicarnos con los que están muy lejos, como tu mama
y tu papá.
Carlos: ¿doña María sabe cómo comunicarse con mi mamá? ¡Por
qué no me lo dijiste antes! Yo quería hablar como mamá
desde antes, y nunca he podido, de habérmelo contado
antes abuela, hubiese hablado con ella todos los días. ¡Ay
abuela! ¡Por qué no me lo has dicho antes!
Abuela Carmela: pero igual hijo, si te lo daba, no podíamos comunicarnos
con ella todos los días, porque ella trabaja y sólo está
desocupada los domingos. Por eso solo los domingos
conversaba con ella.
Carlos: ¡ay abuela! Igual y quería hablar con ella, así sean sólo los
domingos, abuela entonces, ¿Doña María tiene el número
celular de mi mamá?, Porque quería decirle que estoy
estudiando, y que me han dado un diploma. ¡Abuela quería
decirle eso!
Narrador: mientras conversando, llega Doña María y Rosa. Traían
una torta y una gaseosa.
María: Carlos hijo, aquí he traído está torta para comer y festejar
por tu triunfo, por el primero de tus triunfos, he venido con
Rosa, que la encontré en el parque con pancho, y la traje
un rato.
Carlos: gracias doña María, muchas gracias, usted siempre muy
buena, pasa Rosa, gracias por venir, será doble el festejo,
¿y Pancho? ¿Dónde está? ¿No ha venido con ustedes?
Rosa: no Carlos, no ha venido porque dice que tenía que trabajar
en la combi, más bien dice que le guardés un pedazo de
torta porque más tarde llega.
Carlos: ah, a si dice, ¡se pasa ese Carlos cuando no!
Abuela Carmela: siéntese, siéntese, Carlos anda llama a tu abuelo, está con
Fido en el corral.
CONTROL 1: ME LLAMAS: JOSÉ LUIS PERALES (D40) D 5’’
Narrador: todos estuvieron esa tarde contentos y alegres, y aunque
Carlos quería que su mamá y su papá estuvieran con ellos,
pero por otro lado, la pasó muy divertido.
Escena 2
Perfil de personajes
Carlos
Rosa
Abuela Carmela
Perla
Alex
Director:
Narrador: era la ceremonia más importante del colegio, todos
estaban elegantemente vestidos, Carlos también lo
estaba, aunque de un modo modesto y humilde, al igual
que su amigo Víctor. Estaban Sentados en primera fila, y
el resto de su familia, estaban ubicados en la parte de
atrás. El señor director dio inicio a la memorable
ceremonia.
Rosa: Doña Carmela, ya va a empezar la ceremonia, y no viene
la mamá ni el papá de Carlos. Se van a demorar mucho.
Abuela Carmela: no, no sé si van a venir, cuando estaba conversando con
ella, me dijo que iba a pedir permiso para venir con Alex,
pero no me conformaron nada, hay que esperar hija, y
rogar a Dios que vengan lo más rápido posible. ¡Ay dúos
que vengan rápido!
Director. A todas las presentes buenas tardes, hoy es un día
importante para todos nosotros, no solamente va hacer el
último día en que nos veamos, sino que va hacer un día,
muy recordado, porque nuestro esfuerzo se va haber
recompensado. Pues bien.
Narrador: la ceremonia duró hora y media, poco o más menos, todos
se estaban despidiendo hasta el otro año, algunos iban a
seguir, otros iban irse a otros colegios. Antes de que todos
se despidan, a apareció la mamá y el papá de Carlos.
Carlos: y también quiero decir que extraño mucho a mi mamá y
a mi papá, que hoy no están conmigo, pero que lo están n
mi corazón, así como lo están.
Perla: Carlos, hijo, ¡Carlos, hijo! Aquí estamos.
Álex: si hijo, hay estamos contigo, hoy es un día importante para
ti, y no podemos faltar hijo
Abuela Carmela: ¡perla hija! Viniste…
Carlos: mamá, papá… vinieron por mí, los he extrañado mucho...
ya no se vayan por favor, ya ni se vayan.
Perla: Carlos, mi Carlos querido. Te he extrañado mucho,
¡muchísimo! Ya no me voy a separar de ti hijo, perdóname.
Perdóname por favor.
Álex: si hijo, perdonamos, felicidades hijo por lo que estás
logrando, felicidades, ni bien tu Abuela nos contó lo que
estaba pasando, de inmediato decidimos venir a verte hijo,
para estar contigo.
Carlos: gracias abuela, gracias por ser así conmigo. Hoy para mí,
es el día más feliz de mi vida, sí, el día más feliz de mi vida,
porque tengo a mi lado a las personas que más quiero.
Están conmigo hoy, en primer lugar a mi abuela Carmela,
a mi abuelo Pedro, a mi mamá, a mi papá a mi perro Fido,
a mi tercera mamá, que es Doña María, a mi mejor amiga,
Rosa, que siempre está conmigo, a mi mejor amigo Víctor
que juntos podríamos a la beca y lo pasamos, a Juan y
Jesús, excelentes personas, y a todos los que me
conocen, pero hay estoy más feliz porque tengo a mi lado
a mi familia. Ya no es más que decir. ¿Me puedo ir a
sentar?
Iván: bueno estos fueran las palabras de nuestro alumno más
destacable, y que confieso estoy muy alegre por tenerlo en
este colegio. ¡Bravo por esto!
Narrador: luego todos se dirigieron a casa de Carlos, ahí la abuela
Carmela había preparado con ayuda de Doña María, una
riquísima merienda, para cerrar el día, se tomaron fotos, y
en algunas Carlos sale bien acompañado de Rosa.
Abuela Carmela: perla, alcánzame la jarra con chicha porque estoy de sed,
y hoy quiero brindar por mi nieto Carlos, y Por ustedes, y
por María, que es como una hija mía y por Rosa y por
Víctor, que han estado siempre con mi Carlos y conmigo.
A todos ustedes quiero decirles mil gracias por su
compañía, gracias por sus sincera amistad. A todos
ustedes los quiero mucho.
Perla: ¿y a mi papá? ¿No brindas por el también?
Abuela Carmela: con tu papá he brindado más temprano, y vamos a volver
a brindar más tarde, cuando todos se vayan quedado
dormido. Ya sabes hija, tu papá no quiere que o diga en
público, es muy rochoso.
Carlos: mamá, este perrito, es mi amigo, y se llama Fido, lo
encontramos abandonado y solito n la chacra de Doña
Patricia, y entonces decidimos traerlo a vivir con nosotros
¿mira te gusta? ¿Y a ti papá te gusta?
Álex: claro que me gusta hijo, siempre me han gustado los
animales, justo allá en el trabajo también tengo uno, y se
llama capo, porque es muy inteligente el condenado,
obedece a todo y todo lo hace bien. Yo lo quiero mucho,
así como tú a tu Fido. Hay que querer siempre a los
animales hijo, nunca hay que maltratarlos.
Perla: si es cierto, y sí, si me gusta tu perro, está Ben grande.
Carlos: lo traje cuando estaba chiquito, muy chiquito, y lloraba
mucho. Pero luego se acostumbró a nosotros, y hasta
ahora. Mucho anda con mi abuelo, se van justos a la calle,
y a cualquier lugar. Incluso a veces viene mi abuelo sólo,
sin el perro, pero como Fido ya está grande, pues se viene,
porque ya conoce donde queda su casa. ¿Verdad Fido?
¡mi Fido! ¡mi perro querido!.
Narrador: la casa estuvo llena de gente, toda la familia amigos
estuvieron reunidos, Carlos se encontraba más que
contento, y hablaba con cada uno de los invitados. Hasta
que le tocó el turno a Rosa. Quien por cierto estaba muy
bonita.
Escena 3
Perfiles de personajes.
Carlos
Rosa
Pancho
Narrador: eran casi la media noche, la fiesta continuaba con toda la
algarabía de personas que se encuentran después de
pasado algún tiempo, Carlos estaba de lo más contento,
tenía a todos reunidos, luego de un rato llegó Pancho.
Quien le dijo ciertas palabras que ha Carlos lo hicieron
reflexionar mucho. Esto se dio afuera de la casa.
Pancho: sabes Carlos te digo una cosa, valora mucho este
momento, nunca llegará otro igual a éste, no nunca amigo,
y sabes porque te lo digo, porque tienes a toda tu familia
reunida, y no todas las personas tienes con ellos a sus
seres queridos. Y tú tienes la dicha hoy de tenerlos. Por
eso valora amigo el instante. Te lo digo por experiencia.
Carlos: ¿por qué lo dices así tan melancólico? ¿Te ha pasado algo
que quieres contarme?
Pancho: no, amigo, no, en todo caso lo digo porque yo no he sabido
valorar lo que tengo, por eso lo he perdido, y no sabes
cómo hoy me arrepiento, me arrepiento mil veces.
Carlos: ¿de qué te arrepientes, Pancho? Siempre te he visto
normal, y nunca te he notado triste, ¿por qué dices que te
arrepientes? ¿Y de qué?
Pancho: mira Carlos yo tengo ahorita veinte cinco años, y cuando
tenía dieciséis, me pasó algo que me marcó para toda la
vida, se me murió mi mamá, yo solo vivía con ella, Y no le
hacía mucho caso cuando me decía algo, siempre le
respondía, ya , ya, pero nunca lo obedecía de verdad.
Carlos: ¿y ahora te sientes mal por eso?
Pancho: si un poco Carlos, sólo cuando pienso en eso, te cuento
una anécdota.
Carlos: haber dime.
Pancho: mira un día yo llegaba de tomar, estaba muy borracho, mi
mamá estaba esperándome sentada en el mueble una
vela a punto de acabarse. Yo le dije, mamá por qué no te
has ido a dormir, ya es tarde, y hace mucho frío, debiste ir
a dormir, mi mamá me dijo, que mientras yo esté fuera de
casa, ella no puede dormir, yo solo pasé a mi cuarto y me
fui a dormir. Y sabes Carlos, esto era de todos los días, yo
no lo hacía casa para nada a mi mamá, y ella en cambio
estaba siempre detrás de mí, diciéndome toma, aquí te he
guardado un poco de comida, otro día me decía, aquí está
tu ropa lavada, y eso lo hacía cuando venía de lavar por
otras casas.
Carlos: ¿y no te daba pena ver a tu mamá así? ¡Que se desvivía
por ti!
Pancho: al principio no me importaba, luego mi mamá se enfermó
de tuberculosis, y pasado algunas semanas se murió, ahí
yo vine a entender Carlos que es la vida. Antes no sabía
nada.
Carlos: ¡ay Pancho! ¡Lo siento amigo! ¡Lo lamento mucho!
Pancho: gracias Carlos, entonces desde ahí, yo vi toda la parte fea
de la vida, nadie te ayudaba, todos te escondían algún
favor, incluso las personas a las que uno consideraba
mucho, ellas me dieron la espalda. Y eso a mí me dolió
mucho, cuando llegaba a casa después de trabajar, se me
venía a la mente los recuerdos de mi madre, cuando me
esperaba, cuando me besaba al momento de irme a dormir
y cuando me daba su propio plato de comida, para no estar
de hambre. Todo eso lo recuerdo mucho, incluso hasta
ahora, en que me arrepiento no haberla armado y
apreciado como se debería hacer con todas las madres.
Carlos: y ya han pasado como nueve años
Pancho: si Carlos, han pasado varios años, por eso te digo amigo,
que no has renegar a tu mamá o a tu Abuela, porque si
ellas te dicen algo, es para tu bebé bien. Siempre obedece.
Yo ahora me arrepiento de no obedecer, pero ahora me
encuentro un poco tranquilo, y siempre pensando que todo
lo que hay en esta vida, debe de considerarse mucho.
Narrador: de pronto se apareció Rosa, y muy desconcertada se
acercó a Carlos a decirle que su abuela lo estaba
llamando, pero Carlos ni quiso irse y dejarlo solo a Pancho,
por lo que le dijo, que el también viniera. Y Pancho
comprendiendo la situación prefirió retirarse, y dejarlo sólo
con Rosa. Y aquí entre ellos pasó algo se sabía venir.
Rosa: Carlos vamos entra, no hagas esperar a tu Abuela.
Carlos: antes quiero decirte una cosa Rosa. Siempre estás
conmigo en todo momento y eso a mí me hace sentir bien,
por eso es que lo he pensado, y quiero pedirte que seas
mi enamorada, ¿Qué dices Rosa? ¿Aceptas?
Rosa: Carlos yo, me da un poco de vergüenza decirte pero yo a
ti te quiero, y lo he hecho desde el primer día que te ví, en
la casa de mi mamá cuando tu Abuela estaba visitando a
mi mamá, entonces te vi, y me gustaste mucho.
Carlos: ¿y por qué nunca me dijiste nada? Tú también me
gustabas un poco, pero no me animé a decírtelo porque
temía a hacer rechazado, además yo no quería tener
enamorada, hasta terminar mis estudios, pero ahora que
estamos aquí afuera de mi casa y a unas cuadras de la
tuya, de digo que seas mi enamorada, ¿aceptas?
Rosa: si, Carlos, quiero ser tu enamorada y serlo hasta que
seamos viejitos, así como tu abuelo y tu abuela. Hasta por
toda la vida.
Carlos: Rosa ¿a ti te gusta leer novelas románticas? Porque con
lo que me has dicho, puedo decir que lees mucha novela.
Rosa: si, si leo Carlos, así como tu también lo haces y que te ves
muy cursi, ¿sabes que significa cursi, Carlos?
Carlos: ni, ni lo sé, pero si tu lo sabes dímelo, aunque mejor no hay
que saber el significado de las palabras, porque ni siempre
coincide con lo que vivimos, mejor vamos adentro, dijiste
que mi abuela me estaba esperando, vamos.
Rosa: ¿y le vas a decir a tu Abuela que sino enamorados? ¿o no?
Carlos: no ,no hay que decirlo a nadie, Rosa yo leí un día, que en
esta vida lo mejor es no dar a conocer tu vida a los ojos de
los demás, porque nunca te van a aceptar como se
debería, así que lo nuestro será un total misterio.
Rosa: pero ya lo sabe una persona, ¿y sabes quién es? Pues es
Fido. Y él les va a decir a todos. ¿Y ahora Carlos?
Carlos: no te preocupes Rosa, Fido es parte de un amigo fiel, es
un confidente, que se olvida rápidamente de lo que ve o
escucha, ¿Verdad Fido? (SILENCIO) , ya ves dijo que sí.
Narrador: es así como termina está historia, una historia llena de
muchas cosas feas pero que al conocerlas, se vuelven
hermosas.