3. Por los que gobiernan los pueblos, para que lo hagan con justicia, sabiduría y honesti-dad. Oremos.
4. Por aquellos que, aquí entre nosotros y en cualquier lugar del mundo están descubriendo a Jesucristo en las catequesis, en los grupos de pastoral, en las actividades parroquia-les. Oremos.
Se pueden añadir algunas intenciones libres.
Padre Santo, mira con amor las oraciones de tu familia aquí reunida; protégela, para que esté libre de todo mal y llena de todo bien, y concédele todo lo que te pide. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.
(sólo la reza el sacerdote)
yeran a la gente. Todos comieron hasta saciarse, y con los pedazos que habían sobrado, se llenaron doce canastos. Los que comieron eran unos cinco mil hombres, sin contar a las mujeres y a los niños.
Palabra del Señor. R/. Gloria a Ti, Señor Jesús.
Creo en Dios, Padre todopoderoso, Crea-dor del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí vendrá a juzgar a vivos y muer-tos.
Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.
R/. Amén.
Roguemos a Dios nuestro Padre, que atien-da con amor nuestra oración, por eso le expresamos llenos de confianza nuestras peticiones. Respondemos diciendo: Te roga-mos, óyenos.
1. Por toda la Iglesia, para que viva cada día más intensamente la fe y el amor de Jesucristo. Oremos.
2. Por el Papa Francisco, sucesor del apóstolPedro, para que el Señor lo bendiga, y con su testimonio llene de esperanza y alegría a todo el pueblo cristiano. Oremos.
El profeta Isaías nos invita a buscar a Dios y a convertirnos a Él. Invitación expresada en un banquete, lo único necesario para alcanzar esta abundancia es encaminarse hacia Dios, escuchar su voz y vivir atento a su voluntad.
Lectura del libro del profeta Isaías 55, 1 - 3
Esto dice el Señor: “Todos ustedes, los que tienen sed,
vengan por agua; y los que no tienen dinero, vengan, tomen trigo y coman; tomen vino y leche sin pagar.
¿Por qué gastar el dinero en lo que no es pan y el salario, en lo que no alimenta?
Escúchenme atentos y comerán bien, saborearán platillos sustanciosos. Prés-tenme atención, vengan a mí, escúchen-me y vivirán. Sellaré con ustedes una alianza perpetua, cumpliré las promesas que hice a David”.
Palabra de Dios. R/. Te alabamos, Señor.
R/. Abres, Señor, tu mano y nos sacias de favores.El Señor es compasivo y misericordio-so,lento para enojarse y generoso para perdonar.Bueno es el Señor para con todosy su amor se extiende a todas sus creaturas.
R/. Abres, Señor, tu mano y nos sacias de favores.
A ti, Señor, sus ojos vuelven todosy tú los alimentas a su tiempo.Abres, Señor, tus manos generosasy cuantos viven quedan satisfechos.
R/. Abres, Señor, tu mano y nos sacias de favores.
Siempre es justo el Señor en sus desig-niosy están llenas de amor todas sus obras.No está lejos de aquellos que lo buscan;muy cerca está el Señor, de quien lo invoca.
R/. Abres, Señor, tu mano y nos sacias de favores.
San Pablo nos ofrece una lista de siete sufrimientos, muy actuales, asegurando que ninguno de ellos es suficientemente fuerte para separarnos del amor de Cristo.
Lectura de la Carta del apóstol san Pablo a los romanos 8, 35. 37-39
Hermanos: ¿Qué cosa podrá apartarnos del amor con que nos ama Cristo? ¿Las tribulaciones? ¿Las angustias? ¿La persecu-ción? ¿El hambre? ¿La desnudez? ¿El peligro? ¿La espada?
Ciertamente de todo esto salimos más que victoriosos, gracias a aquel que nos ha amado; pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demo-nios, ni el presente ni el futuro, ni los pode-res de este mundo, ni lo alto ni lo bajo, ni creatura alguna podrá apartarnos del amor
que nos ha manifestado Dios en Cristo Jesús.
Palabra de Dios. R/. Te alabamos, Señor.
[Mt 4, 4]
R/. Aleluya, aleluya.No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios.
R/. Aleluya, aleluya.
Jesús no sólo satisface la necesidad corporal de las muchedumbres, sino que con sus gestos, anuncia el banquete mesiánico en el que Él es el anfitrión y el alimento.
Proclamación del Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 14, 13 - 21
En aquel tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan el Bautista, subió a una barca y se dirigió a un lugar apartado y solitario. Al saberlo la gente, lo siguió por tierra desde los pueblos. Cuando Jesús desembarcó, vio aquella muchedumbre, se compadeció de ella y curó a los enfermos.
Como ya se hacía tarde, se acercaron sus discípulos a decirle: “Estamos en despo-blado y empieza a oscurecer. Despide a la gente para que vayan a los caseríos y com-pren algo de comer”. Pero Jesús les repli-có: “No hace falta que vayan. Denles uste-des de comer”. Ellos le contestaron: “No tenemos aquí más que cinco panes y dos pescados”. Él les dijo: “Tráiganmelos”.
Luego mandó que la gente se sentara sobre el pasto. Tomó los cinco panes y los dos pescados, y mirando al cielo, pronun-ció una bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos para que los distribu-
Jesús se retira a un lugar solitario para estar con su Padre. Esta práctica es muy frecuente en su vida, especial-mente cuando debe tomar grandes decisiones, como anunciar el Reino de Dios, elegir a sus apóstoles, enfrentar la pasión y la cruz y, en este caso, curar y dar de comer a una multitud.
El Evangelio nos dice que Jesús vio una muchedumbre, sintió compasión y curó a los enfermos. En este breve texto, encontramos tres actitudes: mirar, compadecerse y obrar. Su mirada penetra las realidades más complejas y difíciles y descubre su significado más hondo: aspiraciones y necesidades. La compasión (sentir
Semanario Litúrgico Nº 2039
NuestraIglesiaArquidiócesis de Guayaquil
X V I I I D O M I N G O O R D I N A R I O • C I C LO A • AG O S TO 0 2 , 2 0 2 0
Oración colecta1
LITURGIA DE LA PALABRA
Primera Lectura2
Salmo responsorial3 [Salmo 144]
Segunda Lectura4
Actitudes de Jesús
con) le pone en contacto con situacio-nes que tocan y estremecen su cora-zón. La acción es una respuesta concreta a la realidad que está delan-te de sus ojos y su corazón.
Curiosamente, los discípulos se acer-can a Jesús para decirle que despida a la gente para que vaya a los pueblos y compre comida. Pero Jesús, que mira y siente de otro modo, les dice: “denles ustedes de comer”. Los cinco panes y dos pescados, en manos de Jesús, así, alimentan a miles de personas de todas las razas y cultu-ras. Mirar, sentir y obrar: tres actitu-des importantes para nuestra vida.
Ayuda, Señor a tus siervos y concede tu bondad inagotable a quienes te invoca-mos, para que renueves lo que creaste y conserves lo renovado en quienes nos gloriamos de tenerte como creador y como
guía. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. R/. Amén
Santifica, Señor, en tu bondad, estos dones y, acepta la ofrenda de este sacrificio espiritual, y transfórmanos para ti en obla-ción perenne. Por Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén.
Acompaña siempre, Señor, con tu auxilio,a quienes renuevas con el don celestial y no cesas de reconfortarlos haz que sean dignos de la redención eterna. Por Jesucristo, nues-tro Señor. R/. Amén
3. Por los que gobiernan los pueblos, para que lo hagan con justicia, sabiduría y honesti-dad. Oremos.
4. Por aquellos que, aquí entre nosotros y en cualquier lugar del mundo están descubriendo a Jesucristo en las catequesis, en los grupos de pastoral, en las actividades parroquia-les. Oremos.
Se pueden añadir algunas intenciones libres.
Padre Santo, mira con amor las oraciones de tu familia aquí reunida; protégela, para que esté libre de todo mal y llena de todo bien, y concédele todo lo que te pide. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.
(sólo la reza el sacerdote)
yeran a la gente. Todos comieron hasta saciarse, y con los pedazos que habían sobrado, se llenaron doce canastos. Los que comieron eran unos cinco mil hombres, sin contar a las mujeres y a los niños.
Palabra del Señor. R/. Gloria a Ti, Señor Jesús.
Creo en Dios, Padre todopoderoso, Crea-dor del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí vendrá a juzgar a vivos y muer-tos.
Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.
R/. Amén.
Roguemos a Dios nuestro Padre, que atien-da con amor nuestra oración, por eso le expresamos llenos de confianza nuestras peticiones. Respondemos diciendo: Te roga-mos, óyenos.
1. Por toda la Iglesia, para que viva cada día más intensamente la fe y el amor de Jesucristo. Oremos.
2. Por el Papa Francisco, sucesor del apóstolPedro, para que el Señor lo bendiga, y con su testimonio llene de esperanza y alegría a todo el pueblo cristiano. Oremos.
El profeta Isaías nos invita a buscar a Dios y a convertirnos a Él. Invitación expresada en un banquete, lo único necesario para alcanzar esta abundancia es encaminarse hacia Dios, escuchar su voz y vivir atento a su voluntad.
Lectura del libro del profeta Isaías 55, 1 - 3
Esto dice el Señor: “Todos ustedes, los que tienen sed,
vengan por agua; y los que no tienen dinero, vengan, tomen trigo y coman; tomen vino y leche sin pagar.
¿Por qué gastar el dinero en lo que no es pan y el salario, en lo que no alimenta?
Escúchenme atentos y comerán bien, saborearán platillos sustanciosos. Prés-tenme atención, vengan a mí, escúchen-me y vivirán. Sellaré con ustedes una alianza perpetua, cumpliré las promesas que hice a David”.
Palabra de Dios. R/. Te alabamos, Señor.
R/. Abres, Señor, tu mano y nos sacias de favores.El Señor es compasivo y misericordio-so,lento para enojarse y generoso para perdonar.Bueno es el Señor para con todosy su amor se extiende a todas sus creaturas.
R/. Abres, Señor, tu mano y nos sacias de favores.
A ti, Señor, sus ojos vuelven todosy tú los alimentas a su tiempo.Abres, Señor, tus manos generosasy cuantos viven quedan satisfechos.
R/. Abres, Señor, tu mano y nos sacias de favores.
Siempre es justo el Señor en sus desig-niosy están llenas de amor todas sus obras.No está lejos de aquellos que lo buscan;muy cerca está el Señor, de quien lo invoca.
R/. Abres, Señor, tu mano y nos sacias de favores.
San Pablo nos ofrece una lista de siete sufrimientos, muy actuales, asegurando que ninguno de ellos es suficientemente fuerte para separarnos del amor de Cristo.
Lectura de la Carta del apóstol san Pablo a los romanos 8, 35. 37-39
Hermanos: ¿Qué cosa podrá apartarnos del amor con que nos ama Cristo? ¿Las tribulaciones? ¿Las angustias? ¿La persecu-ción? ¿El hambre? ¿La desnudez? ¿El peligro? ¿La espada?
Ciertamente de todo esto salimos más que victoriosos, gracias a aquel que nos ha amado; pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demo-nios, ni el presente ni el futuro, ni los pode-res de este mundo, ni lo alto ni lo bajo, ni creatura alguna podrá apartarnos del amor
que nos ha manifestado Dios en Cristo Jesús.
Palabra de Dios. R/. Te alabamos, Señor.
[Mt 4, 4]
R/. Aleluya, aleluya.No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios.
R/. Aleluya, aleluya.
Jesús no sólo satisface la necesidad corporal de las muchedumbres, sino que con sus gestos, anuncia el banquete mesiánico en el que Él es el anfitrión y el alimento.
Proclamación del Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 14, 13 - 21
En aquel tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan el Bautista, subió a una barca y se dirigió a un lugar apartado y solitario. Al saberlo la gente, lo siguió por tierra desde los pueblos. Cuando Jesús desembarcó, vio aquella muchedumbre, se compadeció de ella y curó a los enfermos.
Como ya se hacía tarde, se acercaron sus discípulos a decirle: “Estamos en despo-blado y empieza a oscurecer. Despide a la gente para que vayan a los caseríos y com-pren algo de comer”. Pero Jesús les repli-có: “No hace falta que vayan. Denles uste-des de comer”. Ellos le contestaron: “No tenemos aquí más que cinco panes y dos pescados”. Él les dijo: “Tráiganmelos”.
Luego mandó que la gente se sentara sobre el pasto. Tomó los cinco panes y los dos pescados, y mirando al cielo, pronun-ció una bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos para que los distribu-
XVIiI DOMINGO ORDINARIO • CICLO A • AGOSTO 02, 2020 • Pág. 2
Profesión de fe7
Oración de los fieles8
SANTO EVANGELIO6
Aclamación antes del Evangelio5
Oración sobre las ofrendas9 Oración para después de la Comunión10
L 03M 04M 05
J 06V 07S 08D 09
Santoral y Lecturas diarias | 03 - 09 de Agosto / 2020B. AGUSTÍN KASOTIC, Obispo • Jer 28, 1-17/ Sal 118/ Mt 14,13-21S. JUAN MARÍA VIANNEY, Presbítero • Jer 30,1-2.12-15.18-22/ Sal 101/ Mt 14,22-36S. MARÍA DE LAS NIEVES, Memoria • Jer 31,1-7/ Sal: Jer 31,10-13/ Mt 15.21-28TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR, Fiesta • Dan 7,9-10.13.14/o 2 Pe 1,16-19/ Sal 96/ Mt 17,1-9S. CAYETANO, Presbítero • Nah 2,1-3;3,1-3.6-7/ Sal: Deut 32/ Mt 16,24-28S. DOMINGO DE GUZMÁN, Presbítero • Hab 1,12-2,4/ Sal 9/ Mt 17,14-20S. TERESA BENEDICTA DE LA CRUZ, Virgen y Mártir • 1 Re 19,9.11-13/ Sal 84/ Rom 9,1-5/ Mt 14,22-33
Semanario Litúrgico Nº 2039 - Tiraje: ON-LINE. Director: P. César Piechestein
LITURGIA DE LA EUCARISTÍA
Santifica, Señor, en tu bondad, estos dones y, acepta la ofrenda de este sacrificio espiritual, y transfórmanos para ti en obla-ción perenne. Por Jesucristo, nuestro Señor. R/. Amén.
Acompaña siempre, Señor, con tu auxilio,a quienes renuevas con el don celestial y no cesas de reconfortarlos haz que sean dignos de la redención eterna. Por Jesucristo, nues-tro Señor. R/. Amén
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