El concepto de psicomotricidad surge, a principios del siglo XX y vincula a la
psicología para destacar la relación que existe entre lo psicológico (psique) y la
forma de manifestarse (motricidad). Su fin es superar el modelo anatomo-clínico y
así entender a la persona como una unidad que vive y se expresa globalmente.
Es así como la Psicomotricidad fue evolucionando e incorporando nuevos
enfoques y conceptos muy relacionados con las tendencias impuestas en cada
periodo histórico-científico del momento.
Se distinguen cuatro etapas en el desarrollo del concepto de Psicomotricidad
(Amaiz, 1991, Bernaldo de Quirós, 2006).
1) La influencia de la neurología y de la psiquiatría infantil
La psicomotricidad encuentra su principal impulso a inicio del siglo XX y fue
Francia el primer país de donde surgen las más diversas líneas de pensamiento,
ya sea desde el punto de vista biomédico o desde el psicopedagógico.
En la primera mitad del siglo XX la psicomotricidad aparece bajo un contexto
filosófico y científico, que tiene su principal representante en el paralelismo
psicomotor. Esta concepción considera que hay una relación entre los fenómenos
psicológicos y los motores y supone un avance a la superación del pensamiento
dualista cartesiano suscitado por René Descartes el cual separo las sustancias
que denomino: cuerpo y alma. Alma.- Para Descartes es la que tiene la capacidad
de discernir entre lo bueno y lo malo, juega el papel de lo que ahora llamamos
“mente”.
Los grandes descubrimientos de la fisiología nerviosa pusieron de manifiesto la
insuficiencia del modelo anatomo-clínico, que establecía una correspondencia
rigurosa entre lesión y el síntoma y resultaba ineficaz para explicar ciertos
sucesos: era posible constatar disfunciones graves sin una lesión cerebral
localizada.
El nacimiento de la psicomotricidad como disciplina científica se vincula con los
estudios de neuropsiquiatría infantil realizados por Dupré (1907-1909), quien
realizó primero un estudio sobre la “debilidad motriz” y posteriormente otro sobre
el “síndrome de la debilidad mental”, exponiendo por primera vez lo que se
denomina la psicomotricidad del niño. Partiendo de sus trabajos, puso de
manifiesto que los trastornos motores no eran causados por lesiones neurológicas,
sino por una detención en el desarrollo funcional, denominándola "debilidad
motriz".
En 1925 Wallon en su tesis doctoral sobre “L’enfant turbulent” aportará su análisis
sobre los estadios y trastornos del desarrollo psicomotor y mental del niño
produciendo una serie de publicaciones, que contribuyeron a ampliar el
conocimiento del niño a nivel motriz, intelectual y afectivo. Wallon en su obra
supuso el punto de partida de esa noción fundamental de la unidad funcional en la
que el psiquismo y la motricidad representan la expresión de relaciones entre el
ser humano y el medio ambiente. Diferenciación de dos modos de actividad del
ser humano: actividad motriz (estática y dinámica) y actividad mental (socio-
emocional y cognición) (Shrager, 1996).
La influencia del paralelismo psicomotor prosigue durante el segundo cuarto del
siglo XX con Heuyer, que continua con los planteamientos de Dupré y utiliza el
término psicomotricidad para destacar la estrecha asociación entre el desarrollo de
la motricidad, la inteligencia y la afectividad. Heuyer ocupó en 1948 la primera
cátedra de Psiquiatría infantil y desde ella, dio un gran impulso a los métodos de
readaptación para niños con problemas, que derivarían en el desarrollo de las
primeras prácticas reeducativas.
Durante esta etapa se asiste a un debilitamiento de la influencia de la neurología
para dar paso a las aportaciones de la psicología del desarrollo con las
contribuciones de Wallon y Piaget, que muestran el predominio del movimiento en
el desarrollo del niño. También el psicoanálisis con los trabajos de Spitz sobre los
efectos de las carencias afectivas precoces.
2) La búsqueda de la identidad de la psicomotricidad
En el período que va desde 1945 a 1973, se produce la conformación disciplinar
de la psicomotricidad, se establecen y afianzan las aportaciones fundamentales en
la construcción del concepto, la metodología específica que diferencia esta
disciplina de otras y se reconoce oficialmente la profesión de psicomotricista,.
Todo ello, es posible gracias a las aportaciones de una serie de disciplinas como
la fenomenología, la psicología del desarrollo y el psicoanálisis.
Ajuriaguerra y Diatkine realizaroninvestigaciones en el Hospital Henri-Rouselle de
Paris (19471959), que cambiaron significativamente la historia moderna de la
psicomotricidad, al establecer las bases científicas de la práctica psicomotriz
reeducativa, dando importancia a las posibilidades de educación y reeducación de
los débiles motores. Es así como en 1960 estos autores publican, junto a sus
colaboradores, Soubiran, Galifret-Granjon, Stamback, Auzias entre otros, la
primera carta de reeducación psicomotriz en Francia, la cual aportó la
fundamentación teórica del examen psicomotor y también una serie de métodos y
técnicas de tratamiento de los trastornos motrices; considerándola como la base
de la futura disciplina psicomotriz. Se comienzan a definir objetivos y a diseñar
programas de reeducación para los trastornos psicomotores.
Durante esta época de configuración científica de la psicomotricidad, se
constituyen tres grandes corrientes:
a) El eclecticismo en la reeducación psicomotriz
Esta corriente está representada por Micheaux, Douché y Masson, que continúan
en la línea del paralelismo psicomotor. Su principal característica es la gran
heterogeneidad en las fuentes y métodos utilizados en su práctica reeducativa.
Mezclando los métodos de la educación física clásica, danza, juego reglado,
deportes con varios métodos de relajación renovados por psiquiatras y psicólogos.
En esta corriente se produce una omisión de los conceptos y prácticas del
psicoanálisis, debido a que sus autores no admitían las teorías de la escuela
freudiana.
b) La terapia psicomotriz específica
Esta corriente se caracteriza por determinar la práctica de la psicomotricidad a
partir de un examen específico del niño y de unos métodos científicos adecuados.
Sus principales representantes: Bergès, Dublineau, Jolivet y Launay,
contribuyeron con sus aportaciones a enriquecer la teoría y la práctica psicomotriz.
Estos autores, parten de las investigaciones realizadas por Ajuriaguerra sobre los
síndromes y procesos psicomotores (tono, movimiento...) y conceden una gran
importancia al examen psicomotor con todos sus componentes: organización del
esquema corporal, equilibrio, coordinación dinámica, relajación, estructuración
espacial y temporal, etc.
Es así como Bergès seguidor de Ajuriaguerra desarrolla en el hospital Henri-
Rouselle de París, el test de imitación de gestos, del esquema corporal y de
lateralidad.
Un acontecimiento que contribuye también a este afianzamiento de la
psicomotricidad es la formulación de un proyecto terapéutico en 1964, por parte
del Sindicato Nacional Francés de psicomotricistas. Este proyecto considera la
psicomotricidad como una actividad terapéutica destinada a intervenir por medio
del cuerpo sobre las funciones mentales y el comportamiento del sujeto.
c) El movimiento de la educación y reeducación psicomotriz
En esta tendencia dos sociedades que mantenían intereses dentro del ámbito
psicomotriz (Sociedad de Profesores de Educación Física-Médicos y Sociedad
Francesa de Educación y Reeducación Psicomotriz), coinciden en la
consideración del movimiento no como un fin, sino como un medio para hacer
evolucionar al niño.
La Sociedad Francesa de Educación y Reeducación Psicomotriz se creó en 1968
por Lapierre junto con otros profesores de educación física entre ellos Vayer.
Fundamentan su práctica con las nuevas aportaciones de la neurofisiología y la
psicología del desarrollo, contribuyendo con ello a crear una nueva visión de la
psicomotricidad, considerándola como un cuerpo disciplinar que tiende hacia la
especificidad de la educación psicomotriz.
En 1986 Maigré y Destrooper afirman que mientras los psicomotricistas franceses
se interesaban casi exclusivamente en las prácticas educativas y reeducativas, las
concepciones anglosajonas o rusas se centran por el contrario, en la importancia
del plano científico más que en la educación.
Algunos trabajos que pueden destacarse son el de Cratty (1969), que estudia el
desarrollo perceptivo-motor y sus relaciones en el proceso educativo; el de
Bernstein (1967), que estudia la regulación y coordinación del movimiento y sus
implicaciones en los aprendizajes; los estudios de Luria (1979-1980), sobre los
mecanismos de regulación de la acción por el lenguaje; Guilford (1967), que
estudia un modelo factorial de la inteligencia humana en el que integra los datos
motores y psicomotores; Fleishman (1967), que también estudia de un modo
factorial la estructura de los diferentes comportamientos psicomotores, de ese
modo, son muchas las aportaciones de investigadores no franceses que
contribuyen en que la psicomotricidad se defina durante esta etapa como área de
estudio y de investigación con conocimientos propios.
3) La apertura disciplinar de la psicomotricidad
El tercer periodo se extiende desde 1974 hasta 1996, donde la psicomotricidad se
ve influenciada por una serie de disciplinas como el psicoanálisis, la psicología de
la comunicación no verbal y la etología.
Este hecho produjo una descentración de los terapeutas de la psicomotricidad y
un abandono de las aplicaciones educativas en favor de las prácticas terapéuticas.
Los psicomotricistas empezaron a cuestionarse que la psicomotricidad quedara
reducida a la aplicación del examen psicomotor seguido de unas técnicas
rehabilitadoras. En oposición a este reduccionismo, que considera la
psicomotricidad como simple evaluación y rehabilitación, aparece una nueva
tendencia que considera a la psicomotricidad centrada en la expresión libre del
paciente y en las capacidades relacionales del terapeuta. Una psicomotricidad
basada en la actividad motriz espontánea, que evolucionará con un método bien
estructurado y una serie de respuestas adaptadas a su demanda.
4) Las nuevas tendencias de la psicomotricidad
En la actualidad existen dos tendencias bastante diferenciadas en psicomotricidad
(Ballesteros, 1982; Viscarro y Camps, 2001):
La postura normativa. Representada por Picq y Vayer (1977), Le Boulch (1972),
Defontaine (1982) etc. Proviene de la corriente más tradicional, que consideran al
cuerpo como instrumento, partiendo de un diagnóstico psicomotor previo a partir
del cual, se establecen las dificultades de la persona y se aplican una serie de
técnicas y ejercicios programados para superar los déficits y potenciar las
habilidades de aprendizaje.
La postura dinámica. Representada principalmente por Lapierre y Aucouturier en
1977. En el 2002 Lapierre considera al niño en su globalidad, tratan el cuerpo y el
movimiento destacando su dimensión afectiva. Partiendo de la vivencia y de la
experimentación de lo que el niño tiene de positivo y de lo que sabe hacer y se
plantean como objetivo favorecer la relación con el otro sobre un plano tónico-
emocional que desarrolla la organización del yo y de las funciones cognoscitivas.
Está basada en la actividad motriz espontánea.
En el intento de conciliar estas dos posturas surgen una postura mixta y otra
ecléctica, que combinan aspectos de cada una de las posturas normativa y
dinámica.
La postura mixta. Representada por Amicale (1986); Blázquez y Ortega (1984);
Antón (1979); Berruezo (1999); García Núñez (1996); García Núñez y Holgado
(1990), entre otros. Consideran el cuerpo como un instrumento adaptado al medio.
Valoran la importancia de la percepción vinculada al movimiento. Priorizan la
propia experimentación y la relación con los otros. Promueven el desarrollo global
del niño a través de la acción corporal integrada y sistematizada en el Diseño
Curricular. Algunos parten de la actividad motriz espontánea mientras que otros,
se centran en la actividad guiada individual de experimentación y representación
en pequeños grupos.
La postura ecléctica. Representada por Viscarro y Camps (2001), intenta recoger
las aportaciones de las posturas anteriores, especialmente de la dinámica.
Resaltan la importancia y significación de la interacción adulto-niño que se
produce en cada sesión. Por lo que se acercan más a la teoría del desarrollo
propuesta por Vigostsky y de la teoría del aprendizaje significativo de Ausubel que
fundamentan el Diseño Curricular. Intentan favorecer el desarrollo global y
armónico del niño partiendo de la vivencia, de la experimentación y la planificación
de los contenidos de Educación Infantil de modo que, las actividades en las
sesiones de psicomotricidad preparen, consoliden los aprendizajes y potencien los
aspectos de relación social.
Tabla 1.- Periodos históricos de la psicomotricidad
Periodos historicos dela Psicomotricidad (1900 - 2005)con las caracteristicas de cada etapas, sus
representantes y acontecimientos más relevantes.
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