AJUNTAMENT DE GANDIA
HUYGENSBoletín Ofi cial de la Agrupación Astronómica de la Safor
Número 107 (Bimestral)marzo - abril - 2014AÑO XIX
La Alineación solar del Parpalló
Luz zodiacalJohn Lowry Dobson
astrónomo de acera
2
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Huygens nº107 marzo - abril - 2014 Página
La alineación solar del Parpalló La imagen de la portada corresponde a la alineación del Sol equinoc-cial en la Cova del Parpalló. La fotografía fue tomada por José Lull desde el interior de la sala más profunda de la cueva, en el momento en que el haz de luz equinoccial se introdujo en la sala, por breve espacio de tiempo, el 20 de marzo de 2011.
Huygens nº 107 marzo - abril 2014 Página 3
Huygens 107marzo - abril - 2014
3 Editorial
42 Asteroides por Josep Julià por Josep Julià por
40 Efemérides por Francisco M. EscrihuelaLos sucesos mas destacables y la situación de los planetas en el bimestre
38 Actividades sociales por Marcelino Alvarez
20 El legado de John Lowry Dobson por Maximiliano DoncelEl día 15 de enero, el inventor del telescopio reflector dobsoniano, John L. Dobson, murió a la edad de 98 años en Burbank, California. Había nacido en Beijing, China, en 1915, donde sus abuelos maternos habían fundado la Universidad de Pekín, en 1898. Quizás junto con Carl Sagan, Dobson fue uno de los divulgadores de la astronomía más entusiastas e importantes
29 Galería fotográfica por Angel Requena
No nos hemos recuperado todavía del ajetreo que nos produjeron los cometas de finales de año (Lovejoy, el cometa del año e Ison, el fiasco del siglo) y ya tenemos otro evento fascinante e inusual que fotografiar y seguir, la supernova SN 2014J de M82. La casualidad hizo que la descubrieran unos alumnos británicos mientras hacían prácticas astrofotográficas con un telescopio y al apuntar casualmente a la galaxia del Cigarro (M82). ¡Menuda suerte! En cualquier caso, el mérito del hallazgo es indiscutible y seguro que este descubrimiento incentivará a otros estudiantes a interesarse por nuestra bella ciencia.
5 Efemérides 1994 AAS por Marcelino Alvarez
Veinte años es una cifra lo suficientemente grande como para que la podamos expresar ya en términos astronómicos, ya que llevamos recorridos 20.0001000.000 de Km. y seguimos...
14 La alineación solar del equinoccio en la cova del Parpalló por José Lull
La Cova del Parpalló es uno de los yacimientos paleolíticos más importantes de la fachada mediterránea peninsular. A causa de su inusual abundancia en arte mueble respecto a otros yacimientos cercanos podemos sospechar que el lugar pudiera haber tenido alguna significación especial, actuando quizá a modo de santuario, tal vez vinculado a la fertilidad. Con este estudio arqueoastronómico demostramos cómo la sala más profunda de la cueva marca perfectamente los equinoccios y, con ello, el inicio de la primavera, época que se manifes-taría con temperaturas menos acusadas, nuevos recursos y migraciones temporales.
23 Luz Zodiacal por Angel Ferrer y Palmira MaruganEn todos los libros y manuales de astronomía se describe que es la luz zodiacal y sin embargo casi
ningún aficionado la ha visto. En unos pocos hay fotos. En las web pasa lo mismo, hay pocos artícu-los, pocas fotos y casi ningún comentario. La etiquetan de “esquiva” luz zodiacal, con “muy buenos cielos se puede intentar ver”, “el halo de lo casi invisible”… Ciertamente no es fácil observarla pero si se consigue queda un recuerdo inolvidable. En este artículo trataremos de dar información para que lo consigamos.
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ESTABILIDAD ECONOMICA
Bueno; por fin, parece que hemos pasado la crisis, y comienzan a verse los primeros “brotes verdes”* de la A.A.S.
Como no hay mal que cien años dure, las penurias económicas de la Agrupación no han sido una excepción, y han durado un par de ejercicios.
A día de hoy, han sido pagadas todas las deudas con las que teníamos un compromiso de pago “lo antes posible”, e incluso, tenemos en el horizonte la posibilidad de adquirir nuevo material de observación.
Y como dicen que “gato escaldado del agua fría huye” no creo que nos volvamos a meter en esas trampas de la administración. Si alguna vez hay que solicitar alguna subvención o ayuda, será porque sin ella, haríamos lo mismo, y sólo la posibilidad de recuperar algo la inversión, nos hará solicitar la ayuda pública. Hay que aprender de la historia, si no queremos repetirla.
Y no queremos.
EXCEPCIONNunca viene mal realizar alguna cosa excepcional, para salir un poco (o un mucho), de la rutina, que
consigue normalmente que perdamos interés poco a poco por las cosas.Como se puede comprobar, este número de Huygens tiene algunas novedades. Por una parte, la
entrada del color en los títulos de las secciones y los encabezados de los artículos. Eso es una cosa que vamos a modificar para darle algo mas de presencia a la revista. Ya comenzó en el número anterior.
Y por otra la no aparición las fichas de cielo profundo, que está realizando nuestro compañero Joanma Bullon, ni sus fotos de la sección de Heliofísica, ni alguna que otra sección fija. Esto en realidad es debido a la coincidencia de oportunidad y excepcional longitud de dos de los artículos que forman el cuerpo de la revista. En el próximo número se continuará con las secciones habituales, a no ser que la abundancia de artículos, nos obligue a aumentar el número de páginas para no dejar a nadie fuera.
(*) No me resisto a comentar la frase "atravesar el cabo de Hornos" (equivalente a la de los brotes verdes) que pronunció el presidente del Gobierno recientemente, porque los cabos NO se atraviesan. Se pasan, o se doblan, pero atravesarlos... me acuerdo del chiste aquel del farero gallego y la VI Flota americana...
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Durante este año, quiero recordar alguna de las efemérides que tam-bién cumplen 20 años. Algunas tendrán relación con la Astronomía o la Ciencia en general, y otras serán noticias de cada día, algunas olvidadas, que en su momento nos acompañaron en nuestra vida.
FELICIDADES A.A.S.Marcelino Alvarez Villarroya
Veinte años es una cifra lo suficientemente grande como para que la podamos expresar ya en términos astronómicos, ya que llevamos recorridos 20.0001000.000 de Km. y seguimos...
14 de marzo- se publica la versión 1.0.0 del kernel (núcleo) de Linux.
15 de marzo.- El asteroide 1994 ES1 pasa a 165.000 km de la Tierra, casi la mitad de la dis-tancia que existe entre nuestro planeta y la Luna..
21 de marzo.- En Estados Unidos, se incluye el cráter Sedan (el cráter artificial más gran-de en ese país) en el Registro Nacional de Lugares Históricos. La lluvia radiactiva provocada
por la bomba Sedan contaminó más estadounidenses que ninguna otra prueba nuclear.
26 de abril.– También en Estados Unidos, se celebra la Gran Carrera de Vehículos Lunares de la NASA .Es un evento anual, que tuvo lugar en el Centro Espacial y de Cohetes, organizado por el Centro de Vuelo Espacial Marshall en Huntsville, Alabama, en el que los estudiantes de secundaria y universita-rios tenían el reto de diseñar, construir y mover con fuerza humana, vehículos lunares abordando muchos de los mismos desafíos de ingeniería tratados en el
programa Apolo, que fue el desarrollador del vehículo lunar a finales de 1960.
27 de abril.- En Sudafrica, se celebran elecciones libres y multirraciales, poniendo fin al período conocido como “apar-theid”, en las que resultaría vencedor el Congreso Nacional Africano de Nelson Mandela.
29 de abril.- En España, Luis Roldán (exdirector de la Guardia Civil) se da a la fuga.
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1. El cielo del Paleolítico
La observación del cielo por los antiguos y su plas-
mación en creencias, cosmogonías y simbolismos hace
de la antigua astronomía una fuente cultural (Ruggles
y Saunders 1993; Belmonte 2006) que no debe ser
obviada, siendo estudiada con una metodología precisa
y adecuada en un ámbito interdisciplinar (Cerdeño y
Rodríguez Caderot 2009) y en el contexto arqueológico
y cultural concreto (Pásztor 2009). Éste es un legado cul-
tural al que no siempre nos podremos aproximar, sobre
todo cuando nos trasladamos a épocas tan antiguas como
el caso que nos atañe.
En el período Neolítico y la Edad del Bronce constata-
mos con claridad el interés que, en ciertas culturas, des-
pertó la observación del firmamento y, principalmente,
del movimiento del Sol por la bóveda celeste. La sim-
bología astronómica está presente en muchos artefactos
de la época, si bien nuestra capacidad de acercamiento
a estas cosmologías es aún limitada (Pásztor 2010). En
cuanto a las más antiguas alineaciones de edificios que
de manera clara muestran una relación entre los astros y
las creencias, podemos señalar el círculo de Goseck, en
Alemania, con orientaciones al orto y ocaso del solsticio
de invierno fechadas hacia el año 4900 a.C. (Bertemes
y Schlosser 2004; Biehl 2010), o el pequeño círculo de
La alineación solar del equinoccio en la Cova del Parpalló.
Una nueva aproximación arqueoastronómica José LULL
Coordinador de la Sección de Arqueoastronomía
La Cova del Parpalló es uno de los yacimientos paleolíticos
más importantes de la fachada mediterránea peninsular. A
causa de su inusual abundancia en arte mueble respecto a
otros yacimientos cercanos podemos sospechar que el lugar
pudiera haber tenido alguna significación especial, actuando
quizá a modo de santuario, tal vez vinculado a la fertilidad.
Con este estudio arqueoastronómico demostramos cómo la
sala más profunda de la cueva marca perfectamente los equi-
noccios y, con ello, el inicio de la primavera, época que se
manifestaría con temperaturas menos acusadas, nuevos recur-
sos y migraciones temporales. Por ello, podemos sugerir que
la alineación solar equinoccial, como marcador estacional,
pudo aportar a la cueva un elemento diferenciador añadido
para que ésta tuviera dicho carácter sacro.1
ABSTRACT
The Cova del Parpalló is one of the most important
Palaeolithic Sites of the Mediterranean coastline of the Iberian
Peninsula. Because of the unusual abundance in mobility art
we suspect that the cave might have been treated as a sanctu-
ary, perhaps linked to fertility. With this archaeoastronomi-
cal analysis we can show how the innermost chamber of the
cave marks the coming of the vernal equinox and thus, the
beginning of the spring, when temperatures are not as cool,
nature offers new resources and temporary migrations occur.
Therefore, we suggest that the equinoctial solar alignment, as
a seasonal marker, could bring to the cave a distinguishing
feature added to its sacred character.
SUMARIO 1. El cielo del Paleolítico. 2. La Cova del Parpalló. Situación y arqueología del lugar. 3. Un lugar
especial. 4. Sobre la alineación solar de la Cova del Parpalló en el solsticio de invierno. 5. La alineación solar de
la Cova del Parpalló durante los equinoccios. 6. Conclusiones.
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piedras de Nabta Playa (Lull 2004: 283-284), en Egipto,
fechado entre el 4500 y 4000 a.C., y que aparentemente
marca el orto del solsticio de verano y el ocaso del de
invierno.
Según nos aproximamos al IV y III milenio a.C., el
número de ejemplos conocidos crece muy notablemente.
Así, contamos con el conocido túmulo de Newgrange en
Irlanda (Ruggles 2010), por el que el Sol del solsticio
de invierno penetra un largo corredor hasta iluminar su
cámara funeraria. Este enorme túmulo se calcula que
fue erigido hacia el año 3300 a.C. (Belmonte 1999:
57-59). También en el mundo megalítico destaca el
yacimiento de Stonehenge, del que se han desbordado
las hipótesis arqueoastronómicas yendo más allá, sin
duda, de lo que en origen pudo ser la intención de sus
constructores (Krupp 1989: 99-153). O, las antas portu-
guesas, y de la zona de Valencia de Alcántara (Belmonte
y Hoskin 2002; Belmonte y Belmonte 1995), donde
encontramos antiguos ejemplos de alineaciones solares
de finales del V y IV milenio a.C. que transmiten una
evidente relación entre el renacimiento de la potencia
solar y la regeneración del difunto en la otra vida. Esta
relación entre la arquitectura megalítica y los astros es
observable en muchos lugares del mundo, como el sitio
de Hanamsagar en la India (Rao 2005: 509-510), donde
las alineaciones parecen relacionarse con el inicio de los
diversos ciclos estacionales. No es sorprendente com-
probar cómo este tipo de alineaciones han conservado
el mismo significado en las más diversas culturas y en
épocas muy distintas (Lull 2009).
Más allá de la constatación de los numerosos
yacimientos donde se crearon alineaciones astronómi-
cas intencionalmente, y que demuestran la relación
del ser humano con el cielo desde el Neolítico, existen
otros estudios, a veces controvertidos, enfocados a los
conocimientos calendáricos luni-solares del Neolítico y
Bronce (Rebullida 1990; 1999) por los que deducimos
que el control del tiempo también podía tener importan-
cia en las necesidades y creencias de aquellas gentes.
Pero, ¿cuál es la situación en el Paleolítico Superior?.
Realmente, ésta es una época de muy complejo acer-
camiento desde el punto de vista arqueoastronómico.
Autores como Marshack (1964), Vertes (1965), Frolov
(1981), Rappenglück (1999), Belmonte (2010) y otros,
aceptan la existencia de calendarios o almanaques luna-
res, solares o luni-solares, a veces complejos, o simples
notaciones a partir de la contabilización de series de
líneas o círculos, en ocasiones incisos o pintados, que
aparecen en el arte mueble o parietal de la época. Uno
de los más simples sistemas de notación es el que según
Joseph se observa en la Venus de Laussel, descubierta en
1909 en la Dordoña francesa y fechada en la transición
del gravetiense-solutrense, hacia el 25.000 - 20.000 a.C.
Consiste en una figura femenina desnuda que sostiene
un cuerno en cuyo interior aparecen 13 trazos que han
sido interpretados como las trece menstruaciones de la
mujer o los trece ciclos lunares que se completan en
un año solar (Joseph 2002: 326). Un hueso procedente
del Abri Blanchard (Dordoña, Francia), fechado hacia
el 30.000 a.C., presenta una serie de marcas que han
sido interpretadas por Marshack como una recreación
de dos ciclos lunares (Ruggles 2005: 5-7). Otro ejem-
plo, más complejo, es el supuesto sistema de notación
calendárico reconocido en el llamado Hueso de Thaïs
(Rappenglück 2010: 16-18), fechado hacia el año
10.000 a.C., procedente de la cueva del mismo nombre
(Drôme, Francia). Rappenglück, firme defensor de los
conocimientos astronómico-calendáricos de las gentes
del papelolítico indica: Palaeolithic man was able to
establish lunar, solar and lunisolar time-factored nota-
tions mostly written down on mobiliary art, as proven
by the scientific research work of the last decades
(Rappenglück 2001: 401). No obstante, esta visión ha
sido contestada por otros investigadores (D’Errico et al.
2003: 32-33; Pásztor y Priskin 2010).
Evidentemente, los hombres del Paleolítico Superior,
al observar el cielo, tuvieron que darse cuenta, entre
otras cosas, que la Luna cambia de aspecto en un ciclo
regular y que el Sol, a lo largo de las estaciones, varía
su recorrido en altura y azimut. Así, no es descartable
que algunas representaciones reflejen el cambio en el
aspecto de la Luna durante sus fases. Asunto muy distin-
to es reconocer si entonces fueron capaces de concebir y
registrar series lunares y relacionarlas con el año solar, a
modo de calendario.
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Menos probabilidad debe darse aún, en mi opinión,
a las equiparaciones que algunos autores han reali-
zado entre constelaciones o asterismos actuales con
supuestas constelaciones paleolíticas plasmadas en las
paredes o techos de algunas cuevas. Un ejemplo es
la supuesta Corona Boreal que, según Rappenglück
(2000), aparece representada en La Cueva del Castillo
(Cantabria), del Magdaleniense; o la constelación de
Orión presuntamente plasmada en una placa de marfil
de Geißenklösterle de hace 32.000 años (Rappenglück
2003), y otras equiparaciones similares (Rappenglück
2008). Sin embargo, el grupo estelar del Paleolítico
Superior que más defensores y difusión ha encon-
trado es el de las Pléyades (Laouli 2006: 7) e Hyades,
en la constelación de Tauro, según se supone plas-
mado en la cueva de Lascaux (Dordogne, Francia), del
Magdaleniense (Antequera 1994; Rappenglück 1997)
o en la cueva de La-Tête-du-Lion (Ardecha, Francia),
del solutrense, hace unos 21.000 años (Rappenglück
2001). También en Lascaux se han querido ver, incluso,
representaciones de eclipses solares, planetas y otras
constelaciones (Antequera: online), llevando el estudio
de este arte parietal a un campo absolutamente especu-
lativo y falto de base científica. En relación a muchas de
estas teorías Belmonte (2005-2006: 27) hablaba “de la
especulación simpática a la salvaje”, criticando acer-
tadamente así la deformación a la que llevan muchos
“estudios” arqueoastronómicos cuando abandonan peli-
grosamente el umbral de la metodología científica.
En la prehistoria del Paleolítico Superior peninsu-
lar destaca la cueva de Altamira, cuyo techo plagado
de bisontes es por todos conocido. Este techo ha sido
interpretado también a modo de planisferio (Antequera,
1994), equiparación que me parece fuera de lugar, pues
carece de la más mínima base de apoyo.
Es tal la dificultad que encontramos al intentar reali-
zar una aproximación astronómica a la simbología del
Paleolítico Superior, cuando tan complejo es cualquier
acercamiento al pensamiento religioso de estas culturas
que, de hecho, podemos llegar a comprender a Pásztor y
Priskin (2010) cuando señalan que until now no research
into prehistoric European cave art has led to the defini-
tive identification of any astronomical knowledge. All of
the various hypotheses put forward identifying astrono-
my in the European Palaeolithic lack objective scientific
evidence to support them. This, however, does not mean
that Palaeolithic people were not interested in the sky.
Evidentemente, observaban el cielo, y probablemente
se interesaron por los cambios de posición del Sol,
transmisor de las estaciones en un mundo cuyos ciclos
estacionales debían marcar las principales pautas del
comportamiento humano.
Figura 0: Entrada de la Cova del Parpalló, Gandía (foto del autor, 24-XII-2010).
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2. La Cova del Parpalló. Situación y arqueología
del lugar
La Cova del Parpalló se halla a unos 450 metros de
altitud, en la vertiente sur del monte Mondúber, en el
paraje natural Parpalló-Borrell, situado en el extremo
occidental del término municipal de Gandía, a 11 km. de
la ciudad ducal. Sus coordenadas son: Latitud: 39º 00’
15” N - Longitud: 00º 16’ 18” W; UTM 30, 736263 X,
4320800 Y (ETRS 89).
Desde el exterior, la entrada de la cueva tiene un gran
desarrollo vertical. Superando un desnivel de varios
metros se accede a la sala principal de la cueva, que
tiene cerca de 14 metros de longitud en su lado mayor,
con orientación N-S (fig. 1). Esta sala alcanza los 15
metros de altura, y es en ella donde se encontraron los
sobradamente conocidos restos de arte mueble cara-
cterísticos del Parpalló y, más recientemente, el grabado
de un caballo en 2001. En el lado NO de la sala principal
se alcanza, salvando un desnivel de varios metros, una
primera sala (que llamaremos A) de aproximadamente 5
metros de lado y más de 3 metros de altura. Tras la sala
A, superando una serie de estalagmitas hallamos la sala
B, de dimensiones similares a la anterior pero con una
altura en su acceso de 2,89 metros, y unos 2,5 metros
en su punto medio. Prácticamente en su centro posee un
pozo de poco más de un metro de profundidad que da
acceso a un espacio de muy baja altura pero de varios
metros de desarrollo. La sala más profunda de la Cova
del Parpalló es la que llamaremos sala C. Se accede a
ella desde el extremo NO de la sala B. Es de pequeñas
dimensiones, 3 x 1.5 metros, pero su altura (2.14 m.)
permite que nos podamos poner de pie en ella. El suelo
de esta sala se halla entre un metro (lado norte) y 56 cm
(lado sur) por debajo del suelo de la sala B, y la altura
de su entrada es de 1,30 metros.
La Cova del Parpalló, es el mejor exponente del arte
del Paleolítico Superior en toda la mitad este peninsu-
lar, por lo que constituye un yacimiento casi único y de
gran interés para cualquier estudioso de dicho período.
Su conocimiento como yacimiento arqueológico se
constata desde 1872 por parte del arqueólogo Juan
Vilanova, quien en unas pequeñas excavaciones extrajo
materiales que actualmente se encuentran en el Museo
Arqueológico Nacional. Cuarenta años más tarde, la
cueva suscitó el interés del conocido prehistoriador
francés Henri Breuil, que tras hallazgos de plaquetas
grabadas en una simple prospección, solicitó permiso
para excavar la cueva, cosa que no pudo llevar a cabo a
causa del inicio de la Primera Guerra Mundial.
Las primeras campañas de excavación sistemática de
la Cova del Parpalló, tendrían lugar tras la fundación
en 1927 del Servicio de Investigación Prehistórica de
la Diputación de Valencia. La excavación, dirigida por
Luís Pericot, se desarrolló durante tres campañas, desde
Figura 1: Planta y perfil de la Cova del Parpalló (tomado de J. Aparicio et al. 1983: fig. 21).
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1929 a 1931, si bien en julio de 1959 el mismo Pericot
volvería al lugar para excavar parte del acceso de la
cueva.
Pericot estableció 9 niveles de ocupación (Pericot
1942; Fletcher 1979: 6-9; Aparicio 2006: 170-175) que,
a grandes rasgos, resumo en la tabla que puede verse a
continuación:
En cuanto al habitat se refiere (Aparicio et al. 1983:
90-99), la primera ocupación, la del gravetiense, se pro-
duce en un momento en el que la cueva estaba exenta de
sedimentación. Esta ocupación humana fue muy reduc-
ida y dejó escasos restos de material óseo y, dentro del
lítico, principalmente buriles y raspadores sobre dorsos
rebajados. Sin embargo, ya en esta época aparece uno
de los elementos más característicos y notorios del arte
mueble del Parpalló, las plaquetas pintadas y grabadas
(Villaverde 1994a: 139-162). Durante el solutrense se
define una mayor ocupación del yacimiento, hallándose
buen número de hogares. De esta época (en concreto,
del Solutrense Inferior) data un cráneo de un indi-
viduo Homo Sapiens Sapiens, posiblemente femenino,
y el apogeo del arte sobre plaquetas, que también
se prolongará durante el magdaleniense (Aura 1984-
1985), momento en que la cueva muestra una intensa
ocupación y consumo estacional que podría obedecer a
la interpretación del yacimiento como lugar de concen-
tración (Villaverde 2001: 343).
El período de uso de la cueva coincide con una
fase climática más fría (Dennell 1987: 131-138), y,
principalmente, más seca en esta zona, según parece
desprenderse de los análisis polínicos realizados en
yacimientos vecinos como la Cova de les Mallaetes
(Dupré 1980). Hay que recordar que el máximo glacial
tuvo lugar hacia el 16.000 a.C., en la fase Würm (Chaline
1982: 252-254), si bien la mayor extensión de las capas
de hielo en el Ártico no se alcanzaron hasta el 8.000 a.C.
Evidentemente, a causa del enorme volumen de agua
congelada de aquella época, el nivel del mar era muy
inferior al actual, calculándose como media en 100 met-
ros menos. Este detalle,
así como el clima frío y
seco conferían al paisaje y
al entorno del Parpalló un
aspecto distinto al actual,
donde los ciervos, durante
el magdaleniense, se con-
viertieron en el primer
objetivo de los cazadores
parpallonenses (Yravedra
2002: 155 fig. 4; Nadal et
al. 2005).
3. Un lugar especial
En la Cova del Parpalló se han hallado más de 5.000
plaquetas (Villaverde 1994b), con pintura o grabado,
que reflejan una variedad de fauna vegetal y animal
compuesta de cápridos, bóvidos, caballos, etc., así como
motivos geométricos. Esta profusión de arte mueble, no
sólo en plaquetas sino también sobre hueso, fue descu-
bierta principalmente durante las excavaciones llevadas
a cabo por Luís Pericot entre 1929 y 1931, así como por
José Aparicio (Aparicio y Ortí 2003: I 175-176; II 121-
173; Aparicio 2006: 179-193), en sucesivas campañas de
análisis de las escombreras de Pericot, efectuadas desde
principios del siglo XXI. La abundancia de este cara-
cterístico arte mueble diferencian la cova del Parpalló
respecto a otros yacimientos cercanos de esa época (en
Mallaetes, por ejemplo, sólo se han localizado poco más
de veinte artefactos similares), lo que podría consider-
arse como un indicio de que Parpalló fue algo más que
un lugar de hábitat, una suerte de santuario. Hay que
advertir que el de Parpalló constituye el conjunto de arte
mueble paleolítico más abundante de Europa.
Por otro lado, es evidente que la orientación meridi-
NIVEL PERÍODO POTENCIA CRONOLOGÍA
I Magdaleniense IV 0,08 – 0,80 m. 13.700 – 12.000 a.C.
II Magdaleniense III 0,80 – 2,50 m.
III Magdaleniense II 2,50 – 3,50 m.15.000 – 13.700 a.C.
IV Magdaleniense I 3,50 – 4,00 m.
V Solutreo-gravetiense 4,00 – 4,50 m. 16.000 – 15.000 a.C.
VI Solutrense Superior 4,50 – 5,25 m. 17.000 – 16.000 a.C.
VII Solutrense Medio 5,25 – 6,25 m. 18.000 – 17.000 a.C.
VIII Solutrense Inferior 6,25 – 7,25 m. 20.000 – 18.000 a.C.
IX Gravetiense 7,25 – 9,50 m. 25.000 – 20.000 a.C. Tabla 1: Secuencia cronológica de la Cova del Parpalló.
Huygens nº 107 marzo - abril 2014 Página 11
onal de Parpalló hizo también de esta cueva un lugar
idóneo para ser habitado durante el invierno, mientras
que otros lugares relacionados, como Mallaetes (Barx) y
Volcán del Faro (Cullera), serían empleados durante los
meses de verano (Gamble 1990: 264).
La entrada de la Cova del Parpalló, podría haber sim-
bolizado los genitales de una mujer, como diosa madre
(Esteban 2006: 86-87; Esteban y Aura 2011: 13). La
visualización de elementos topográficos con la madre
tierra se reproduce en muchas sociedades y, a menudo,
bajorrelieves o pinturas del cuerpo femenino o sus
genitales, pueden enfatizar el carácter femenino de una
cueva y su relación con ritos de fertilidad, tal y como
podría percibirse en ejemplos del Paleolítico Superior
(Rappenglück 2007). De hecho, es interesante con-
statar la amplia distribución geográfica que tienen las
figurillas y relieves de las llamadas “Venus” en Europa
(Champion et al. 1988: 123), si bien podría discutirse si
todas comparten un mismo significado simbólico o no
(Soffer et alii 2000).
Por último, cabe señalar, en relación a los estudios de
acústica realizados en la Cova del Parpalló, que la parte
alta de la cueva (sala A, etc.) podría haber servido como
estrado ideal a causa de su acústica (Picó et al. 2006;
Jiménez et al. 2008), pues Parpalló tiene características
sonoras excepcionales para la transmisión de mensajes
orales. En un planteamiento de la Cova del Parpalló
como santuario esto, también, podría tenerse en cuenta.
4. Sobre la alineación solar de la Cova del Parpalló
en el solsticio de invierno
En 2001 el astrofísico del IAC César Esteban y el
arqueólogo de la UV, J. Emili Aura, publicaron un
artículo titulado “The Winter sun in a Paleolithic cave:
La Cova del Parpalló”, tras exponer dicho trabajo en
el encuentro de la SEAC (Société Européenne pour
l’Astronomie dans la Culture) en septiembre de 1998, en
Dublín. Su conclusión principal fue relacionar el Sol del
solsticio de invierno, visible desde el interior de la Cova
del Parpalló, con el hecho de que ésta funcionara como
santuario, tal vez vinculado a la fertilidad, durante la
fase gravetiense-magdaleniense del Paleolítico Superior
(dada la evidente simbología regenerativa vinculada
a este Sol) (Esteban 2003). Sin embargo, tras haber
sometido a la Cova del Parpalló a un estudio arque-
Figura 2: Interior de la sala B durante la alineación del solsticio de invierno (foto del autor, 24-XII-2010).
Huygens nº 107 marzo - abril 2014 Página 12
oastronómico más preciso y completo, estamos en
disposición de rectificar algunas conclusiones expuestas
en aquella publicación, así como ofrecer nuevos datos y
conclusiones más aproximadas a la realidad del lugar.
Por mi parte, el análisis arqueoastronómico de la Cova
del Parpalló lo realicé durante el invierno de 2010-2011,
cuando tuve ocasión de entrar en la Cova del Parpalló,
en diversas ocasiones, a partir del solsticio de invierno.
Debe tenerse en cuenta, por tanto, que todos los datos de
tiempo, declinación y barridos de luz que describo en las
siguientes líneas se refieren al invierno de 2010-2011,
pues hay que tener en cuenta que a causa del desfase de
nuestro calendario respecto al año solar, de bisiesto a
bisiesto se producen pequeñas variaciones.
Mi primera visita a la cueva, el 24 de diciembre de
2010, sirvió para documentar fotográficamente la ali-
neación solsticial y tener una primera impresión de
las características del fenómeno en las condiciones
topográficas de la cueva. La segunda visita, tres días
más tarde, sirvió para realizar un video ininterrumpido
que documentara todo el proceso de la alineación en la
sala B, realizar imágenes estereoscópicas (por parte de
Miguel Guerrero), y para tomar mediciones de ángulos
de altura y azimut con una brújula y un clinómetro, con
especial interés en la sala C, realmente la más profun-
da, desconsiderada como tal en el estudio de Esteban y
Aura. Hay que tener en cuen-
ta que incluso por entonces,
la variación del Sol en decli-
nación respecto al momento
del solsticio era sólo de 7’ de
arco, puesto que la variación
de la posición del Sol duran-
te los días cercanos a los
solsticios es muy reducida
dado su lento desplazamien-
to aparente sobre el fondo de
“estrellas fijas”.
Desde que, hacia las 8h
17’ 12” (TL), desde la
misma entrada de la cueva
se ve aparecer el Sol 2º 20’
a la izquierda de la cima del Montgó (Denia), montaña
situada a algo más de 40 km. al SE, la rojiza luz del
Sol comienza a iluminar la pared oeste de la entrada de
la Cova del Parpalló. A las 8h 19’ los primeros rayos
inciden en la parte anterior de la sala A. El foco de luz
comienza a desplazarse hacia abajo y a su derecha (visto
desde fuera) conforme pasan los minutos, al tiempo
que aumenta la superficie iluminada del techo y pared
derecha de la sala A. A las 8h 40’ (8h 41’18” el día 27),
aproximadamente 25’ después del orto solar, empieza a
iluminarse la sala B. La tenue luz inicial en el techo de
la sala B comienza, aquí también, a ampliar su superfi-
cie e intensidad al tiempo que se va desplazando hacia
abajo y a la derecha. Y es entonces cuando ese foco de
luz inicial empieza a formar una banda de luz estrecha
y alargada que ilumina la pared del fondo de la sala B
más hacia abajo pero también más a la derecha. Esta
forma alargada es un distintivo de los rayos del solsticio
de invierno cuando se introducen en la sala B (fig. 2).
Observado desde el interior de la sala B, el Sol aparece
por el extremo inferior de la entrada de la cueva, que
marca su declinación más baja (fig. 3). Desde el primer
momento en que la luz entra en la sala B hasta que des-
aparece el último rayo de luz, a las 9h 17’, pasan 37’.
Durante el solsticio de invierno el haz de luz nunca
llega a impactar contra el suelo de la sala B, del mismo
modo que nunca llega a entrar en el interior de la sala
Figura 3: El Sol del solsticio de invierno visto desde el interior de la sala B (foto del autor, 27-XII-2010).
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C, la más profunda de la Cova del Parpalló. La mínima
altura que llegan a alcanzar los rayos del Sol sobre el
suelo de la cámara B es de 40 cm. aproximadamente. Lo
que en su trabajo Esteban y Aura llaman “the innermost
chamber” no hace referencia a lo que en realidad es la
sala más profunda (la que he convenido en llamar sala
C) sino a la sala B, en cuya parte central hay un hueco
en el suelo de algo más de un metro de profundidad. En
todo caso, aunque Esteban y Aura no consideraran a la
sala C como tal a causa de sus pequeñas dimensiones
(si bien se puede estar de pie en su interior y su entrada
es de 1,30 m. de altura) lo cierto es que en el plano que
publican (Esteban y Aura, 2003: 10 fig. 2.2) la señalada
como objetivo del Sol solsticial invernal es errónea-
mente la sala C y no la B.
Por otro lado, dichos autores indican que durante 56
días antes y después del solsticio (Esteban y Aura, 2003:
11), es decir, desde la última semana de octubre hasta
mediados de febrero, puede verse el Sol en la sala B. Sin
embargo, este extremo tampoco es correcto, pues la
sala B se ilumina incluso más allá de los equinoccios en
septiembre y marzo, es decir, durante buena parte del
año. De hecho, sólo con un análisis preliminar con los
datos obtenidos con el clinómetro-brújula de la ventana
de observación que desde la sala B ofrece la Cova del
Parpalló ya se puede deducir que el Sol puede iluminar
ésta durante un período mucho mayor que el indicado
por dichos autores.
Tras esta con-
statación, pasé a com-
probar cuándo la sala
C (la más profunda)
podría iluminarse.
Tras un estudio preli-
minar con el clinóme-
tro, consideré realizar
fotografías del cielo
nocturno desde el inte-
rior de la sala C para
así poder extraer datos
más exactos sobre las
declinaciones estela-
res visibles, de modo
que me sirvieran para calcular con precisión en qué
momento del año el Sol iluminaría el interior de dicha
sala. Para realizar esta operación visité nuevamente la
Cova del Parpalló la noche del 4 de febrero de 2011.
Así, pude concluir que el lado occidental de la sala C
sería iluminado por el Sol, días después del inicio del
mes de marzo y hasta el equinoccio de primavera, pues
la ventana de observación permitía ver declinaciones
por encima de los -5º y por debajo de los 0º (ecuador
celeste).
5. La alineación solar de la Cova del Parpalló
durante los equinoccios
Con los datos obtenidos en febrero de 2011, indicados
anteriormente, quedaba claro que el Sol podría iluminar
la sala C en un momento coincidente o muy cercano al
equinoccio. Para registrar este extremo, volví a la Cova
del Parpalló el 18 y el 19 de marzo de 2011.
El 18 de marzo de 2011, el Sol entró en la sala B a las
8h 39’ (TL), impactando los primeros rayos en su pared
occidental. Esta luz desaparece a las 8h 41’ durante
unos instantes, para volver a aparecer en una posición
cercana. A partir de las 8h 51’ la luz se parte en dos, de
modo que mientras un foco sigue iluminando la zona
anterior, otro nuevo foco, que también se partirá a su
vez en dos, comienza a iluminar a la izquierda de la
Figura 4: Luz entrando en el interior de la sala C (foto del autor, 18-III-2011).
Huygens nº 107 marzo - abril 2014 Página 14
entrada de la sala C. A
las 9h 02’, un pequeño
rayo de luz impacta en
el suelo de la sala B,
en el umbral de acceso
a la sala C, y a las 9h
02’ 24”, entra la luz del
Sol en el interior de la
sala C (fig. 4). Hasta
las 9h 15’ el Sol ilumi-
na el suelo de la sala
C, barriendo de oeste a
este pero no yendo más
allá de su parte central.
Durante estos 13’ en que
la sala más profunda de
la cueva es iluminada
se ha formado un rayo de luz
alargado que recorre de izquierda a derecha el suelo de
la sala B, y que a causa de una de las estalagmitas que
separan la sala A de la B, llega a adquirir, curiosamen-
te, forma de punta de flecha de aletas y base cóncava,
apuntando hacia la sala C (fig. 5), no apareciendo este
fenómeno durante el solsticio de invierno. Este foco de
luz pasa por encima del hueco que caracteriza la parte
central de la sala B, iluminándolo de extremo a extremo
hacia las 9h 28’. A las 9h 41’ el Sol deja de iluminarlo, y
el rayo de luz sigue hacia la parte anterior derecha de la
sala B hasta dejar de hacerlo pocos minutos después.
El 19 de marzo, el Sol impacta en la pared posterior
de la sala A a las 8h 30’. A las 8h 42’ entra en la sala
B, en su pared oeste. Hacia las 8h 58’ desaparece por
espacio de dos minutos para luego volver a mostrarse
y finalmente entrar en la sala C (en su parte izquierda)
a las 9h 05’. Esta sala es iluminada durante cerca de 9’
sólo en su mitad occidental. A pesar de la iluminación
indirecta, es posible ver el rayo de luz que accede a la
sala C. Respecto a la sala B, el desarrollo del foco de luz
es similar al día anterior.
El 20 de marzo, día del equinoccio de primavera en
2011, el Sol iluminó durante un breve espacio de tiempo
el suelo de la sala C, en su parte oeste (fig. 6). Tras este
día, ningún rayo de luz vuelve a iluminar la sala C hasta
el siguiente equinoccio. Podemos concluir, por tanto,
que la sala más profunda de la Cova del Parpalló sirve
actualmente para determinar con gran precisión los
equinoccios de primavera y otoño, pues justamente el
día del equinoccio de primavera es iluminada por última
vez quedando en penumbra, precisamente, hasta el equi-
noccio de otoño.
Si comparamos el área aproximada de insolación que
se produce durante el solsticio de invierno y durante los
días inmediatos al equinoccio de primavera (o posteri-
ores al equinoccio de otoño), en las salas A, B y C de
la Cova del Parpalló, podemos percatarnos inmediata-
mente de las notables diferencias existentes en uno y
otro momento del año (fig. 7). Mientras que en el solsti-
cio de invierno sólo algunas zonas de las pared oriental
de las salas A y B son iluminadas, sin que los rayos
del Sol incidan en el suelo, y sin que éstos alcancen el
interior de la sala C, en los días previos al equinoccio de
primavera no sólo el área iluminada en las salas A y B
es mayor (barriendo la luz parte del suelo de las mismas)
sino que además, como hecho más destacado, la sala C
llega a ser iluminada.
¿Era observable la alineación solar equinoccial de la
sala C durante la ocupación paleolítica de la Cova del
Parpalló? Evidentemente, lo primero que deberíamos
tener en cuenta es el grado en que la forma de la entrada
de la cueva o la serie de estalagmitas que separan la
Figura 5: Curiosa forma de punta de flecha de base cóncava sobre el suelo de la sala B durante la alineación equinoccial (fotografía del autor, 18-III-2011).
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sala A de la B puede haberse modificado en los últimos
27.000 a 14.000 años (desde el gravetiense al final del
magdaleniense IV). Respecto a esto, la falta de estudios
geológicos en los que se trate este problema impide que
podamos valorar hasta
qué punto podría afec-
tar a la alineación que
actualmente se observa
en la Cova del Parpalló.
Por otro lado, también
debemos considerar la
variación de la inclina-
ción del eje terrestre en
ese período de tiempo. A
lo largo de un período de
casi 40.000 años, la Tierra
cambia la inclinación de
su eje respecto al plano
de la eclíptica entre los
22º y 24,5º, aproximada-
mente. A esta variación
se la conoce como obli-
cuidad de la eclíptica.
Así, mientras que hacia
el año 7530 a.C. se
alcanzó el último máxi-
mo en la inclinación
del eje terrestre,
con 24°14’07”, el
próximo mínimo en
la oblicuidad se dará
hacia el año 12.030
d.C. con 22°36’41”.
A causa de la obli-
cuidad de la eclíp-
tica (fig. 8), hacia
el comienzo del
Gravetiense (25.000
a.C.) la inclinación
del eje terrestre era
de 22,25º, mien-
tras que al final del
Magdaleniense IV era
de 24,04º (12.000 a.C.). Hay que remontarse al período
Solutrense Superior para hallar unas condiciones de
inclinación del eje terrestre similares a las actuales.
Figura 7: Zonas barridas por la luz solar durante el solsticio de invierno y los días inmediatos al equinoccio de primavera (dibujo del autor).
Figura 6: Haz de luz atravesando la sala B, entrando en la sala C (fotografía del autor, 20-III-2011).
Huygens nº 107 marzo - abril 2014 Página 16
Evidentemente la observación de los solsticios, por
ser posiciones extremas del Sol, es mucho más sen-
cilla que la observación de los equinoccios, que mar-
can la posición media del Sol a lo largo del año en su
orto/ocaso por el horizonte astronómico. Sin embargo,
reconociendo los solsticios y el tiempo que separa el
invierno del verano, es posible percibir en los equinoc-
cios ese punto medio en el que el día y la noche igualan
su duración. Otra cuestión distinta es si los equinoccios
tuvieron algún significado para las gentes del Paleolítico
Superior. Aunque algunos autores especulan sobre el
interés que el equinoccio de primavera podría haber
tenido en ambientes megalíticos, como en Portugal
(da Silva, 2010: 2207-2216), en dólmenes de la fach-
ada atlántica peninsular (Hoskin, 2009: 167 fig. 2) o
Mnajdra (Malta) (Cox y Lomsdalen, 2010: 2217-2231)
y muchos otros lugares en un contexto Neolítico o de la
Edad del Bronce, lo cierto es que otros autores son par-
tidarios incluso de eliminar la palabra “equinoccio” del
vocabulario de los arqueoastrónomos (Ruggles, 1997:
49), por considerarla más bien propia sólo de nuestro
pensamiento racional.
En todo caso, la importancia de la alineación solar
equinoccial que hemos descubierto en Parpalló, aunque
actualmente sea un marcador absolutamente preciso de
los equinoccios, no debe ser entendida, necesariamente,
en ese sentido para épocas prehistóricas sino más bien
como un indicador aproximado y orientativo del cambio
estacional.
6. Conclusiones
Como he indicado en líneas anteriores, tras el estudio
que he realizado sobre el comportamiento de la luz solar
en el interior de la salas B y C de la Cova del Parpalló, es
difícil seguir sosteniendo la hipótesis de Esteban y Aura
de relacionar el solsticio de invierno con el supuesto
Figura 8: Variación de la inclinación del eje terrestre durante las fases de ocupación de la Cova del Parpalló (modificado de C. Johnson, Equaton of Time, http://mb-soft.com/public3/equatime.html).
Huygens nº 107 marzo - abril 2014 Página 17
carácter sacro de la cueva dado que, como he podido
demostrar, la iluminación de la sala B no sólo tiene
lugar durante el solsticio de invierno sino también más
allá de los equinoccios, es decir, durante gran parte del
año. Por ese motivo, la iluminación de la sala B durante
el solsticio de invierno no supone un acontecimiento
especial en dicha parte de la cueva y, por tanto, ello debe
conducirnos a desestimar que el solsticio de invierno se
hubiera convertido en el Paleolítico Superior en el factor
determinante para elegir la Cova del Parpalló como un
posible lugar especial sacralizado.
No cabe duda que, independientemente de que pudi-
era haber sido observada o no durante el Paleolítico
o que entonces pudiera haber tenido interés o no, la
alineación más relevante que actualmente se produce
en la parte más profunda de la Cova del Parpalló no es
la que tiene lugar durante el solsticio de invierno sino
durante los equinoccios. Lo más espectacular es com-
probar cómo más allá del 20 de marzo y antes del 23
de septiembre los rayos de Sol dejan de iluminar dicha
sala, de modo que casualmente el día del equinoccio de
primavera constituye el último día en que dicha sala es
iluminada, mientras que el día del equinoccio de otoño
es el momento en que nuevamente los rayos del Sol
vuelven a incidir en ella. Por tanto, casualmente, la sala
C puede funcionar como un perfecto y preciso marcador
equinoccial.
En el caso de la Cova del Parpalló, no debemos olvi-
dar que, por su orientación hacia el sur, ésta ofrecía un
lugar de habitación ideal para los meses de invierno al
verse sometida a una mayor insolación de modo que el
marcador equinoccial que ofrece la sala C, podría haber
sido útil para reconocer la llegada de la primavera y el
inicio del otoño, estaciones en las que podría tener lugar
la marcha y regreso de la comunidad del Parpalló hacia
otros lugares del entorno en busca de nuevos recursos
estacionales. En ese sentido, esta alineación tampoco
abandona la idea de entender Parpalló como un lugar de
connotaciones especiales donde la fertilidad, reflejada
en los elementos naturales plasmados en sus numerosas
plaquetas, y el carácter de santuario (paralelamente al
lugar de hábitat común) estarían presentes.
No cabe duda que la Cova del Parpalló es un lugar
muy especial en el ámbito Paleolítico Superior del este
peninsular. Aunque la conclusión que expongo sobre la
importancia del equinoccio en El Parpalló no deja de ser
una hipótesis de trabajo, de ser acertada, también haría
de la Cova del Parpalló el más antiguo “observatorio
equinoccial” conocido, y con ello también un útil mar-
cador estacional.
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(Nota final)1 Quiero agradecer la amabilidad del arqueólogo municipal de Gandía, Joan Cardona, por haber facilitado mi acceso, cuantas veces fueron necesarias, al interior de la Cova del Parpalló con el fin de realizar este estudio arqueoastronómico. Igualmente, a Miguel Guerrero, por la colaboración que me brindó en las numerosas ocasiones en las que entramos juntos a ella.
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En fechas recientes fallecía John Dobson, astrónomo
aficionado que dejó tras de sí un gran legado para los
aficionados a la astronomía de todo el mundo.
Este articulo no pretende ser una recopilación bio-
gráfica de la vida de John Dobson, sino más bien un
homenaje a un gran astrónomo que realizó una gran
aportación al mundo de la astronomía amateur.
Telescopio DobsonJohn Dobson es mundialmente conocido por ser el
inventor de un telescopio sencillo y económico, el
telescopio newtoniano que lleva su nombre (Telescopio
Dobson). Con este telescopio que podía construirse en
el garaje de casa, generaciones enteras de aficionados a
la astronomía comenzaron sus andanzas.
El telescopio Dobson fue inventado en la década de
los 1950’ y revolucionó el mundo de la astronomía
amateur, ya que su sencillo y económico diseño permi-
tió que los aficionados pudieran acceder a telescopios
de gran potencia, a un bajo coste. Aunque no fue hasta
la década de los 1970’ cuando el dobson se popularizó
entre los astrónomos amateur.
El dobson supuso una revolución en el mundo ama-
teur ya que acercó al gran público objetos de espacio
profundo, más allá del catálogo Messier que era lo
máximo a lo que podía aspirar a observar un aficionado
de los 70’ y 80’. El dobson fue mejorando con el tiempo
y gracias a la gran difusión que tuvo su invento, apa-
recieron variantes que ampliaron
todavía mas el uso que se hace
de este tipo de telescopio: tubos
plegables, de barras rígidas, caja
giratoria, etc…
Astronomía callejera. (Sidewalk Astronomers)
John L. Dobson fue uno de los
fundadores de la asociación “San
Francisco Sidewalk Astronomers”
(Astrónomos callejeros de San
Francisco), junto a otros colabo-
radores.
Esta asociación se dedicó a cons-
truir telescopios de bajo coste y
ponerlos a disposición del gran públi-
co, realizando eventos durante las
El legado de John Lowry DobsonMaximiliano Doncel
El día 15 de enero, el inventor del telescopio reflector dobsoniano, John L. Dobson, murió a la edad de 98 años en Burbank, California. Había nacido en Beijing, China, en 1915, donde sus abuelos maternos habían fundado la Universidad de Pekín, en 1898. Quizás junto con Carl Sagan, Dobson fue uno de los divulgadores de la astronomía más entusiastas e importantes
Nuestro compañero Joan Vidal, tiene un dobson, que ha realizado él mismo, utilizando materiales fáciles de conseguir, baratos y duraderos.En la foto vemos el telescopio dobson en activo, durante el tránsito de Venus
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tardes-noches despejadas, en plazas y parques públicos
a la par que se les enseñaba acerca de los objetos celes-
tes. De aquí nace la idea de las hoy llamadas “observa-
ciones populares” que realizan todas las asociaciones
astronómicas del planeta.
La asociación de Dobson fue invitada en 1969 a la
primera reunión de constructores de telescopios de
Riverside (ca). Si. Sé lo que estáis pensando: es el
RETA de los USA.
A esta reunión llevaron el telescopio Dobson de 610
mm. construido por la asociación de astrónomos calle-
jeros (Sidewalk Astronomers). Este invento de Dobson
fue galardonado con el primer premio por su óptica
y por su mecánica altazimutal, sencilla y precisa. La
Sidewalk Astronomers, fue ampliamente reconocida y
galardonada por su labor de difusión de la astronomía
entre el gran público.
Publicaciones de John DobsonJohn Dobson escribió 3 libros sobre astronomía, el
primero de los cuales fue editado en el año 1991 y
se titulaba “How and Why to Make a User-Friendly
Sidewalk Telescope” (ISBN 0-913399-64-7) (Cómo y
por qué hacer un telescopio callejero, fácil de usar).
“This book helped popularize what came to be known
as the Dobsonian mount, and treats the “why” as
importantly as the “how”. It covers Dobson’s back-
ground and his philosophy on astronomy and the uni-
verse, and his belief in the importance of popular access
to astronomy for proper appreciation of the universe”
Este libro ayudó a popularizar lo que vino a llamarse
como montura Dobsoniana, y trata el “por que” tan
importante como el “cómo”. El libro cubre el trasfondo
de Dobson y su filosofía de astronomía y del universo,
así como su creencia en la importancia del acceso
popular a la astronomía para una correcta apreciación
del universo.
Su segundo libro vino en el año 2004 Beyond Space
and Time (2004) (ISBN-13: 978-0972805193) (Mas
allá del espacio y el tiempo).
“So far as we know this is the first book to present the
rock bottom connection between science and religion.
And the interesting thing about it is that it is done from
the basis of Einstein’s equations of physics and geom-
etry. For thousands of years we have been faced with
the problem of understanding the relation between our
physics and what underlies it. So far as we know this
is the first time the solution has been in print. And it
is simple and readable. We don’t have two worlds one
for the scientists and one for the mystics. There’s only
one of it. And if the mystics are right in their descrip-
tions, and if the scientists are right in theirs, we need
only a translator and a dictionary of both languages.
Fortunately for us, John Dobson has lived and worked
in both camps, and knows both languages, so he under-
took the task of translating. But to succeed in joining the
descriptions by the physicists and the mystics he had to
start far below the scientist’s descriptions and he got
there through Einstein’s 1905 equations, his physics
and his geometry.”
Hasta donde tenemos conocimiento este es el primer
libro que trata sobre la piedra fundamental en la conex-
ión entre ciencia y religión. Y la interesante es que se
hace desde las bases de las ecuaciones de Einstein de
física y geometría. Durante miles de años nos hemos enfrentado con el problema de la comprensión entre
la relación de nuestra física y lo que subyace. Hasta
donde conocemos esta es la primera vez que la solución
ha sido escrita. Y esta es simple y legible. No tenemos
dos mundos, uno para la ciencia y otro para lo místico.
Sólo hay uno de ellos. Y si lo místico es correcto en
su descripción, y si lo científico es correcto en la suya,
necesitamos únicamente un traductor y un diccionario
de ambos lenguajes. Afortunadamente para usted, John
Dobson vivió y trabajó en ambos campos, y conoce
ambos lenguajes, por ello se comprometió en la labor
de traducirlo. Pero para el éxito en la conexión de la
descripción mediante lo científico y lo místico, el tuvo
que empezar lejos de descripciones científicas y obtuvo
a través de las ecuaciones de Einstein de 1905, su física
y su geometría.
En 2008 se edita su tercer libro, en esta ocasión
una novela. “The Moon is New” (ISBN-13: 978-
0981695204). La Luna es nueva.
““Something deeply hidden had to be behind things.”
- Albert Einstein
Dobson would say in response to Einstein’s quote
above that what lies beyond space and time is what
is behind this reality and it is infinite, undivided and
changeless. It is energy which is the underlying exist-
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ence showing up in space time as matter, the planets,
gravity and the rest of the Cosmos. He would also
tell you that there are no photons and the separation
between you and everything you’ve experienced in this
life in the waking state is just like the dream....
“Algo profundamente escondido tenía que estar detrás
de las cosas” – Albert Einstein
Dobson diría, en respuesta a la cita de Einstein, que
lo que está más allá del espacio y el tiempo es lo que
está detrás de esta realidad y es infinito, indivisible e
inmutable. Es la energía que es la existencia subyacente,
apareciendo en el espacio-tiempo como la materia, los
planetas, la gravedad y el resto del Cosmos. También
diría que no hay fotones y la separación entre usted, y
todo lo que usted ha experimentado en esta vida en el
estado de vigilia, es como el sueño....
Participación en medios de comunicación
La vida de Dobnson y sus ideas fueron objeto de un
documental en 2005 titulado, “A Sidewalk Astronomer”.
Dobson participó también en la serie de la Televisión
Publica Estadounidense (PBS), “los astrónomos”; reali-
zó apariciones en el mundialmente conocido programa
“the tonight show starring Johnny Carson”. (El show de
esta noche con Johnny Carson)
Así mismo colaboró como narrador en “Univers: The
Cosmology Quest”, un documental sobre teorías cos-
mológicas fuera de lo estándar.
Conclusión
Como podemos comprobar Dobson revolucionó el
ámbito de la astronomía amateur; desde popularizar las
observaciones populares y acercar el cosmos al gran
público, hasta facilitar el acceso a telescopios de calidad
a un bajo coste. El mundo de la astronomía pierde un
gran divulgador, aunque su legado perdurará durante
generaciones.
CURSO DE ASTROFOTOGRAFÍA CURSO DE ASTROFOTOGRAFÍA CON CÁMARAS DIGITALESCON CÁMARAS DIGITALES
• El curso está dirigido a aquellos aficionados a la astronomía que quieran iniciarse en la técnica astrofotográfica.
• El curso tendrá un enfoque teórico-práctico abordando los aspectos técnicos más importantes de la captura astrofotográfica: acople, enfoque, guiado, exposición, etc.
• También se repasará otros aspectos necesarios en una observación astronómica: montaje, puesta en estación y manejo de telescopio.
• Y se dispondrá de telescopios y cámaras para practicar aunque sería recomendable traer equipo
AgendaContenido• Viernes 25 Abril (Tarde):
Recepción de cursillistas, introducción al curso y cena en Aras Rural.
• Viernes 25 Abril (Noche): Práctica de observación astrofotográfica (1ª parte) en el Observatorio de la Cambra.
• Sábado 26 Abril (Mañana y Tarde): Fotografía Solar (1ª parte). Aspectos teóricos y tratamiento de imágenes en el salón de actos de Aras Rural.
• Sábado 26 Abril (Noche): Práctica de observación astrofotográfica (2ª parte) en el Centro Astronómico del Alto Turia (CAAT).cámaras para practicar aunque
sería recomendable traer equipo propio, si se dispone.
• Finalmente, se abordará el tratamiento básico de imágenes.
del Alto Turia (CAAT).• Domingo 27 Abril (Mañana):
Fotografía Solar (2ª parte). • Domingo 27 Abril (Tarde): Visita
al planetario de COSMOFÍSICA. • Domingo 27 Abril (Noche):
Práctica de observación astrofotográfica (3ª parte) en el Observatorio de la Cambra.
• Lunes 28 Abril (Mañana): Conclusiones y entrega de certificados de aprovechamiento.
Información e inscripción
Cabañas (5 pax): 18 Euros/persona Hab. indiv./doble: 49 Euros/habitación Pensión completa: 34 Euros/día
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La luz zodiacal es un débil resplandor en forma cónica que se puede observar en plena noche en dirección a la salida o puesta de sol.
Se llama precisamente luz zodiacal porque aparece proyectada sobre las constelaciones del zodiaco. También se le ha llamado “falso amanecer” pues la luminosidad precede al crepúsculo matutino.
Todos los planetas del sistema solar, inclui-da nuestra Luna están casi en el mismo plano. Se alejan pocos grados. Visto desde la Tierra este plano imaginario por donde se mueve el Sol y el resto de los planetas describe una línea que se llama eclíptica. La eclíptica se proyecta en el cielo en unas constelaciones que la mayoría tienen nombre de animales y por eso se llama Zodiaco. En las constelacio-nes zodiacales veremos los planetas, la Luna y la luz zodiacal.
La luz zodiacal se ve perfectamente a sim-ple vista como un cono luminoso con base en el horizonte de unos 20-30º de anchura que sube en dirección a la eclíptica hasta que se desvanece. Es una luminosidad difusa, blanca tirando a amarillenta sin límites definidos. Cuando se ve no ofrece dudas. Hay que dife-renciarla del brillo de las ciudades lejanas que es redondeado y amarillento. La dificultad estriba en que es muy poco luminosa. Se considera que es más tenue que la vía láctea. (yo difiero, en mi opinión es igual o superior). Por lo tanto solo se ve en cielos muy oscuros. Si no vemos la vía láctea es imposible ver la luz zodiacal. Presenta además el agravante que la luz zodiacal esta próxima al horizonte muy atenuada por el espesor de la atmósfera. Cuando observamos la vía láctea lo hacemos próxima al cénit. Si a esto añadimos la con-taminación lumínica de las ciudades ya tene-
.
LUZ ZODIACAL Angel Ferrer Rodríguez y Palmira Marugán Gacimartín
[email protected] [email protected]
En todos los libros y manuales de astronomía se describe que es la luz zodiacal y sin embargo casi ningún afi-cionado la ha visto. En unos pocos hay fotos. En las web pasa lo mismo, hay pocos artículos, pocas fotos y casi ningún comentario. La etiquetan de “esquiva” luz zodiacal, con “muy buenos cielos se puede intentar ver”, “el halo de lo casi invisible”… Ciertamente no es fácil observarla pero si se consigue queda un recuerdo inolvidable. En este artículo trataremos de dar información para que lo consigamos. (Imagen 01)
Imagen 01.- Imagen de la Luz zodiacal en todo su esplendor. Se distinguen las pléyades en el vér-tice de la luz zodiacal. En ese momento estaban casi en el cénit. Un poco más arriba y a la izquierda las Hiades. Fuera de la luz zodiacal a la derecha se ve una manchita correspondiente a la Galaxia de Andrómeda. En la base hay varias estelas de aviones. Mi buen amigo Ángel Requena descubrió que había también una fugaz ¿la veis? Fotografía tomada desde las montañas de Tragacete. Cámara Nikon D800. Objetivo Nikon 14-14 a 14 mm. F: 2.8, t:25s, ISO 4000. Sin seguimiento.
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mos los ingredientes que hacen la observación de la luz zodiacal tan difícil para los aficionados (Imagen 02).
Por tanto para observarla necesitamos: cielos muy buenos y alejados de las ciudades. Pero hay más: la luz zodiacal sigue la eclíptica. Todos sabemos que el Sol en invierno está más bajo y en verano más alto…pues la altura de la eclíptica también cambia según las estacio-nes. Cuando está más perpendicular al horizonte, sube más que cuando está muy inclinada. Para ver la luz zodiacal tenemos que buscarla al atardecer de los meses de febrero, marzo y abril o bien al amanecer los meses de septiembre, octubre o noviembre. He dicho atardecer y amanecer para orientarnos pues solamente se puede ver cuando ha pasado el crepúsculo civil, náutico y astronómico y es plena noche, lo que sucede aprox. 1h30m después que se ponga el sol. O bien hasta 1h30m antes de que salga.
Con estas premisas, casi todas las imágenes que vemos de la luz zodiacal están tomadas al comienzo de la noche los meses de febrero o marzo. Apreciamos un cono luminoso que se dirige hacia las Pléyades que nos servirán de referencia. En la madrugada también se puede observar la luz zodiacal pero supone estar espe-rando hasta las 4-5h de la madrugada en los meses de septiembre u octubre. Es más cómodo en primavera.
Muchas veces se comenta que la luz zodiacal se ve mejor en la zona ecuatorial, entre los trópicos. En realidad la gran diferencia es que se puede ver durante todo el año. La eclíptica siempre está muy alta y per-pendicular al horizonte, tanto en la zona de la puesta de sol como en la salida. En nuestras latitudes los meses buenos de observación se reducen a unos pocos como hemos comentado.
Y como siempre: sin luna. La menor muestra de luna hace imposible la observación de la luz zodiacal. No
hace falta decir que tiene que estar despejado, sin nubes….
Historia Hay muy pocas referencias
históricas. No aparece en las cró-nicas chinas ni griegas. En algu-nos templos egipcios aparece un triángulo que puede representar la luz zodiacal. En el libro de los Salmos de la biblia habla de “las alas de la mañana” que se inter-preta como la luz zodiacal.
Plinio y Séneca hicieron men-ción de la luz zodiacal. La lla-maron trabes, pero parece más probable que se refirieran a la luz de la aurora. Niceforas, el historiador, es el primero que hace relación de este fenómeno, según puede juzgarse en el pasaje siguiente que describe la entrada
de Alarico en Roma en el año 410:”ocurrió entonces un eclipse de Sol, durante el cual fue tan grande la oscuri-dad, que aparecieron las estrellas en pleno día… Se vio al propio tiempo en el cielo, al hallarse eclipsado el Sol y sobre este astro, una luz extraña que tenía forma de cono, y que algunas gentes mal informadas tomaron por un cometa, pero no tenía estrella que pudiera servirle de núcleo. Era más bien una llama que subsistía por sí misma como una gran lámpara…. La posición y movi-miento de este cuerpo cambió de tiempo en tiempo. Al principio estaba situado en la parte del cielo por donde nace el Sol en el equinoccio vernal; luego pareció incli-narse hacia la región del zodiaco que se aproxima a la última estrella de la Osa mayor, siempre con su vértice hacia el Oeste; después que hubo viajado de esta suerte a lo largo del zodiaco por espacio de más de cuatro meses, desapareció. Su vértice se puso a veces más aguzado y el cuerpo adquirió una forma más prolongada que la del cono; después de esto se acortó y volvió a su posición primera. También tomó otras formas extraor-dinarias y no se parecía a ningún fenómeno conocido. Empezó a mostrarse a final del verano y duró hasta el fin del otoño”.
Los árabes le llamaban “falso crepúsculo matutino”. Le dan una cierta importancia para no confundirla con sus oraciones de la salida del Sol.
Sigue siendo un misterio la ausencia de información durante tantos siglos. La Vía Láctea tiene muchos mitos, creencias, leyendas…sin embargo luz zodiacal carece de esta cultura popular. Y eso que se ve a simple vista sin ningún problema y más cuando no tenían contami-nación lumínica!!!!!!
Kepler habla de la luz Zodiacal, Descartes la comenta en 1630, pero fue Cassini en 1683 quien la difundió entre los astrónomos y empezaron a darle importancia. Cassini describía la luz zodiacal semejante a la vía
Imagen 02.- Comparación de la Luz zodiacal y las luces contaminantes. Se aprecia claramente el resplan-dor de Madrid distante 150 km y Cuenca situado a 40 km. La luz zodiacal es blanca azulada y con forma de cono. Las luces de las ciudades son marronaceas y semiesféricas.
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láctea pero más clara y brillante en el centro y más débil hacia los extremos. La compara con la coma de los cometas tanto por su color como por su traspa-rencia. También cita que la luz zodiacal desaparece entre 1665 y 1681.
Mairán la creía más brillante que la Vía Láctea, pero no tan blanca, sino con un ligero tinte amarillo o rojo, sobre todo en la parte baja. Aragó la vio rojiza y pudo compararla a la cola del cometa visible en 1843. Otros observa-dores la ven de color amarillento y algo encarnado, en particular cerca de la base donde es mayor su resplandor. En esta parte baja llega a eclipsar las estre-llas. Algunos observadores aprecian un cierto movimiento ondulatorio de la luz zodiacal que llamaron pulsaciones o vibraciones.
Un fanático de la luz zodiacal fue Mr. Jones, capellán de la fragata americana Mississippi, que navegó por los mares del sur y china. La veía de un tinte cálido, suave y amarillento muy distinto del tono frio y blanco de la Vía Láctea. Jones dio a conocer el resultado de sus estu-dios en la Academia de Berlín. En más de una ocasión pudo distinguir una segunda luz hacia el Este, al mismo tiempo que la principal brillaba en el occidente. Creyó que se debía a un efecto de reflexión. Hais, Brorsen y el mismo Jones también percibieron esa segunda lumi-nosidad, que los alemanes llaman Gegenschein , que traducido sería algo así como contraresplandor o anti-claridad. Brorsen, Liais y Gruey han notado así mismo que la luz occidental y su reflejo del este se reunían con un filete de escaso brillo, de modo que el fenómeno en ocasiones, describía un círculo completo en la bóveda celeste.
Humboldt escribe que la luz zodiacal se ve constan-temente en los trópicos. “…en la costa de Valencia la observó fácilmente y también en las vegas de Castilla. En Cádiz aparece con brillo singular en las noches despejadas de primavera levantándose como fosfóri-co y gigantesco huso sobre la tranquila superficie del Océano”.
Eran otros tiempos en los que no había contamina-ción lumínica ni atmosférica.
Que es la luz zodiacal. Cassini opinaba que la luz zodiacal se debía a una
infinidad de cuerpos pequeños que circulaban en torno al Sol y reflejaban su luz. Mairán la consideraba como una continuación de la atmósfera solar. Euler pensaba que era una especie de anillo como el de Saturno en torno al Sol. Aragó, Humbolt, Herschel y muchos otros pensaban que la luz zodiacal era un fenómeno solar, y que el sol ocupaba el centro de un anillo nebuloso más o menos plano. En cuanto al contraresplandor, mucho más difícil de observar, se llegó a pensar que era
materia desprendida de la Tierra, es decir que nuestro planeta sería como un gran cometa.
El espectro de la luz zodiacal es muy diferente del que produce la luminiscencia atmosférica y es idéntico al de la luz solar reflejada.
Actualmente se piensa que la luz zodiacal es el reflejo de la luz del sol sobre pequeñas partículas dispersas en el espacio interplanetario que forman la llamada nube de polvo zodiacal. Estas partículas de polvo tienen un origen en los asteroides y cometas que pululan por las proximidades del Sol. (imágenes 3 y 4)
Todas las noches se puede ver estrellas fugaces. Son pequeñas partículas del tamaño de granos de arena o menores que al chocar con la atmósfera, se calientan, ionizan el aire y brillan durante escasos segundos. En algunas ocasiones son más brillantes y dejan estela durante unos segundos. En otras ocasiones llegan a caer sobre la tierra en forma de meteoritos. El espacio inter-planetario alrededor del Sol está plagado de partículas de distintos tamaños. Cuando son grandes se llaman asteroides. Actualmente se pueden detectar asteroides de pocos metros de diámetro siempre que pasen próxi-mos a la Tierra. Estos asteroides pueden chochar entre si y dar una nube de pequeñas partículas. Pero según los cálculos no es suficiente. Se necesita otra fuente de la nube de polvo interplanetario.
La mayor parte del polvo interplanetario tiene un origen en los cometas. Desde la más remota anti-güedad hay descripciones de estos enigmáticos obje-tos. Históricamente se pensaba que eran emanaciones atmosféricas. Poco después que Newton desarrollara la teoría de la gravedad, Halley calculó las orbitas de los cometas descritos históricamente. Se dio cuenta que varios de ellos tenían parámetros orbitales muy similares y pensó que era el mismo que volvía periódi-camente. Predijo su vuelta y demostró que los cometas son objetos del sistema solar que giran en torno al Sol
Imagen 03.- Representación esquemática de la nube zodiacal. Muy tenue y extendida hasta la proximidad de Júpiter.
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en un determinado periodo. Los cometas se describen como bolas de nieve sucia.
La mayor parte de sus vidas están muy alejados del Sol y por tanto muy fríos. Cuando se acercan al Sol, aumentan la velocidad y sobre todo aumentan su tempe-ratura. Progresivamente van calentándose y liberando al espacio toneladas de materia cada segundo. Esta materia es sobre todo agua y polvo. El espectáculo es conocido por todos con una cabellera y una larga cola que sale del núcleo. Van llenando el espacio interplanetario de pequeñas partículas. En algunas ocasiones la Tierra atra-viesa esa región con múltiples “desechos” cometarios y podemos disfrutar de una maravillosa lluvia de estrellas fugaces. Cada día la Tierra captura unas 1000 toneladas de polvo de la nube zodiacal.
Si hacemos cuentas de la cantidad de materia que pierden los cometas cada vez que se acercan al Sol nos damos cuenta que su vida es bastante efímera. Por ejem-plo, si el cometa Halley perdiera en cada paso una milé-sima de su masa, en 1000 revoluciones, o sea en unos 80.000 años habrá desaparecido. Para solucionar este problema se piensa que existe un reservorio de millardos de cometas muy alejados del Sol. Formarían como una nube, bautizada como nube de Oort por ser quien la pre-dijo, situada a miles de Unidades Astronómicas de dis-tancia. Ocasionalmente, por perturbaciones entre ellos o por algún asteroide, modifican su órbita para caer al sis-tema solar interior. Muchos de los cometas que vemos tienen órbitas casi parabólicas, con periodos de muchos miles de años. Por ahora no se ha encontrado ninguno con una órbita que sugiera que viene de fuera de nuestro sistema solar. Algunos de estos cometas pasan próximo a un planeta y modifican su órbita haciéndose de corto periodo. Y los cometas de corto periodo ya sabemos lo que les pasa: en unos pocos cientos de miles de años pierden todo su material volátil para quedar solamente un núcleo oscuro tipo asteroidal.
También hay cometas con peor suerte y pasan muy cerca del Sol o de algún planeta. Hemos visto como se desintegran cuando pasan cerca de Sol o de Júpiter. Se fragmentan en múltiples pedazos que en poco tiempo se desintegran. El más reciente fue el cometa C/2012 S1
Ison que prometía unos amaneceres espectaculares pero no pudo resistir la proximidad de Sol y se desintegró.
Con el tiempo, las perturbaciones gravitatorias y la radiación modifican las trayectorias individuales de las partículas y acaban formando una nube semejante a un disco achatado, bastante uniforme en su interior.
Cuando escribo estas líneas se está despertando la sonda Roseta para visitar el cometa 67P/Chuyumov_Gerasimenko y darnos muchísima más información sobre estos los astros cabelludos.
No sabemos exactamente la composición del polvo interplanetario. Pueden ser partículas de silicatos, gra-fitos, hierro, o hielos de dióxido de carbono, amonio y agua. Tampoco sabemos bien su tamaño, albedo ….hemos recogido granos en la estratosfera y son muy oscuros y de pocas micras de diámetro. Tiene impor-tancia para la preparación de viajes espaciales pues aunque son muy pequeños y ligeros se mueven a unos 30.000 metros por segundo y pueden perforar cubiertas bastantes gruesas.
Todo ese material cometario, polvo y pequeñas par-tículas, queda disperso en el sistema solar interior. Llevamos varios miles de millones de años acumulando polvo y no parece que sea muy denso. Es difícil hacer cálculos, pero si reunimos todo el polvo interplanetario contenido en la nube zodiacal equivale a unos cientos de miles de millones de toneladas. Dicho así parece mucho pero es lo que pesa un comenta de pocos kilómetros de diámetro. Debe haber algún mecanismo de eliminación de este polvo pues de lo contrario sería mucho más denso.
Sobre los microscópicos granos de polvo de pocas micras actúan dos fuerzas que van modificando su órbi-ta. Por un lado la presión de la luz y por otro el efecto Poynting-Robertson.
La luz está formada por fotones que chocan con la materia. Ejercen una minúscula presión. Hay intentos para hacer satélites con grandes velas empujadas por el Sol. La aceleración es minúscula pero interminable. Los granos menores de unas pocas micras se ven empujados por la luz solar hasta desplazarlos a las profundidades del espacio.
Imagen 04.- Este croquis es muy demostrativo de cómo se ve toda la franja de luz zodiacal en el cielo. (No sé el autor original pues está en muchos sitios en internet).
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El efecto Poynting-Robertson es un poco complicado de explicar. La nube zodiacal orbita en torno al Sol. Cada grano de polvo tiene un movimiento propio. La luz del Sol, vista desde la partícula, parece venir de un punto ligeramente separado del Sol. Es como ver
llover desde un coche en marcha, en que las gotas parecen venir de un punto no cenital. Un granito de polvo calentado por el Sol emite radiación en todas direcciones. La resultante entre la fuerza que ejerce la luz del sol y la radiación que emite, le hace disminuir su órbi-ta y le obliga a caer en espiral hacia el Sol. Una partícula típica de unas pocas micras a la distancia de la Tierra tiene una vida de unos 7.000 años. Al Sol le caen unas 10 toneladas de polvo por segundo.
Ye hemos comentado la observación de las estrellas fugaces que no son más que partículas de polvo atraídas por la Tierra que al atravesar la atmosfera se calientan y brillan. Los grandes planetas como son la Tierra y Venus hacen limpieza en su zona de influencia gravitatoria. Pero a demás de limpiar de polvo, originan como un anillo de mayor densidad de partícu-las delante y detrás del planeta. Se ha detecta-do este anillo de mayor densidad en la órbita de la Tierra y recientemente de Venus.
Hay un equilibrio entre el polvo liberado por los cometas y el reciclaje que hacen los planetas y el Sol. No sería descabellado pen-
sar que hay épocas con más polvo y otras con menos lo que se traduce en épocas con Luz zodiacal más intensa que otras. Es posible que en la antigüedad y edad media fuera muy tenue y ahora sea más intensa. Me atrevo a
Imagen 05: Imagen realista de la luz zodiacal en condiciones ideales. Cubre todo el cielo con un máximo próximo al Sol y opuesto a él (gegenschein). El planetario está realizado con el programa gratuito Coelix lite de Jean Vallières. (muy aconsejable)
Imagen 06. R e p r e s e n t a c i ó n esquemática del horizonte y la incli-nación de la eclíp-tica a primeros de los meses indicados. Esta calculado para el comienzo de las noches astronómica con el Sol a 18º por debajo del horizonte. Si queremos verla al amanecer sucede al contrario y está más vertical los meses de septiembre y octu-bre.
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pronosticar que estamos en una buena época por todo el material que se originó tras la desintegración del cometa Ison. (Imagen 5)
No hay muchos investigadores que se dediquen a la Luz Zodiacal. Hay uno muy conocido pero en otros círculos. Se trata de Brian May, guitarrista del grupo musical Queen. Se licenció en Física y Astronomía en el Imperial College de Londres en 1968 y acabó la tesis doctoral en el 2008 titulada: “Estudio de las velocidades radiales en la nube de polvo zodiacal” después de una larga ausencia dedicada a la música. Curioso.
Observación.Según lo descrito, la nube de polvo zodiacal se distri-
buiría formando un ovalo centrado en el Sol que llegaría hasta la órbita de Júpiter, con densidad cada vez menor cuanto más alejado del plano de la eclíptica. La órbita de la Tierra estaría dentro de esa nube de polvo inter-planetario.
De ahí que veamos la luz zodiacal próxima al Sol mucho más ancha y brillante. Se va atenuando conforme nos alejamos hasta casi desaparecer. Tiene una forma de cono o triángulo con base en el horizonte y vértice en la eclíptica. Solo en los lugares más oscuros podemos ver una zona del polvo interplanetario opuesto al Sol lla-mado Gegenschein. Y con mucha suerte podríamos ver una banda que los une, traducción del polvo que rodea a la Tierra en el plano de la eclíptica. Fuera del plano de la eclíptica también hay polvo pero mucho menos y no lo podemos captar como imagen bien delimitada. Cuando la noche es perfectamente oscura puede representar hasta el 60% del brillo del cielo.
La explicación que se vea el Gegenschein es la misma que explica el brillo de la Luna Llena y la corona de Santo. Los granos de polvo justamente opuestos al Sol
no tienen sombra, están totalmen-te iluminados y por eso brillan tanto.
Para buscar la luz zodiacal tene-mos que concretar varios paráme-tros.
--- Ausencia de Luna. Un Luna aunque sea pequeña puede dar al traste con la observación. No necesariamente tiene que ser un día de luna nueva. Si decidimos buscar la luz zodiacal en prima-vera, después de la puesta de sol, una luna en cuarto menguante no molestará. Al contrario si decidi-mos observar en otoño, antes del amanecer, podemos permitir que haya luna en cuarto creciente. En cada lunación hay unos 10 días buenos.
--- Época de año. En el ecuador y zona intertropical, la eclípti-ca está muy alta y perpendicular al horizonte, cualquier época es
buena. En los polos, hay 6 meses de luz diurna que imposibilita cualquier observación, mientras que los meses en los que no sale el Sol, la eclíptica también está muy baja y próxima al horizonte por lo que tampoco se puede observar fácilmente la luz zodiacal (a cambio se ven las auroras boreales).
En nuestra zona, sobre los 40º N, tenemos que bus-carla cuando este los más perpendicular posible al horizonte. Esto sucede en los meses de Febrero y Marzo después de la puesta de Sol. No es descabellado bus-carla también en Enero y Abril. Si nos gusta madrugar o trasnochar y la buscamos antes de que amanezca los meses más indicados son Septiembre y Octubre. (ima-gen6)
--- Horario. Si es por la tarde, nos tenemos que esperar a que sea noche astronómica, es decir que el Sol este 18º por debajo del horizonte. Durante el crepúsculo civil, náutico o astronómico no la veremos. Tampoco hay que esperar mucho: 1h 30m desde que se ponga el Sol. Eso sí, cuando empieza la noche es cuando más ancha y esplendorosa esta la luz zodiacal. Todo el cono de luz zodiacal se desplaza con el movimiento celeste. La base se va haciendo más pequeña y el cono disminuyendo de altura. Cada vez es más tenue. Si ya es difícil observar-la, es casi imposible detectarla pasadas unas horas.
Por ejemplo, un buen día para intentar buscarla es el 1 de marzo de 2014. Hay Luna nueva. Si estuviéramos en Valencia el sol se pone a las 18:53h, la noche astro-nómica empieza a las 20:22h. A esa hora las Pléyades están a 58º y 2 horas más tarde a 35º. Es decir que tenemos 1-2 horas para observar la luz zodiacal. Más avanzada la noche estará muy cerca del horizonte y ya no se puede observar.
Si decidimos observarla por la madrugada el orden
Imagen 07. Hay muchos mapas y esquemas de lugares oscuros. Como se ve en esta mapa quedan pocos lugares buenos para observar.
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lógicamente es inverso. 1h30m antes de que amanezca es cuando mejor se ve. Progresivamente se irá difumi-nando con los primeros vestigios de amanecer.
--- Lugar. Buena pregunta. Como hemos comentado repetidamente tiene que ser un lugar muy bueno para observarla. No vale el lugar habitual. Nos tenemos que desplazar a un sitio oscuro y alejado de las grandes ciudades. Hay muchos artículos en referencia a la contamina-ción lumínica y al cielo oscuro con indicaciones de lugares idóneos. Hay parques y zonas de espe-cial protección lumíni-ca. En la imagen 7 se aprecia donde hay menos contaminación lumínica. Según donde estemos, y la distancia que podamos desplazarnos, podremos buscar zonas mejores. (imagen 7)
Como os escribo desde
Gandia (Valencia) hay varios sitios buenos, aunque no óptimos, no excesivamente lejanos. Las luces de Valencia se ven desde 150 km de distancia, pero Madrid… yo creo que se ve desde toda la península. También es importante que la luz zodiacal no coincida con una gran ciudad pues puede enmascarar la observa-ción. Desde Valencia podemos ir a la zona de Ademuz. Aras de los Olmos en un sitio muy bueno. Nos comenta un gran astrofotógrafo como es Joanma Bullon que muchas veces es un “incordio” si quieres fotografiar objetos del cielo profundo. Una zona muy oscura está centrada en Tragacete, Cuenca, equidistante de Madrid y Valencia. Tiene el inconveniente que la luz zodiacal casi coincide con la contaminación de Madrid.
Si no nos importa desplazarnos más lejos creo que los pirineos son inmejorables. Hay un parque astronómico en Ager, LLeida. Es un lugar privilegiado sobre todo si subimos al Montsec. Hay un observatorio astronómico. Las condiciones son muy buenas aunque desde lo alto de la montaña se ven pequeños pueblos dispersos por el valle. Desde ahí creo que Madrid no molesta mucho.
Un poco más alejado, ya en Francia, tenemos una zona centrada en el Obervatorio Pic du Midi en los Pirineos. Todo el valle está protegido de contaminación lumínica. Hay otros parques astronómicos en la Rioja, en Portugal, … pero desde Valencia están muy aleja-dos. Por supuesto no hay que descartar Las Palmas, Marruecos …para ver cielos verdaderamente oscuros. Atacama en Chile y Hawai son los mejores del mundo. También podemos ir en un barco y alejarnos de la costa unos 100-200 km. Muy oscuro pero imposible hacer fotos.
Como fotografiarla.Para inmortalizar la observación debemos preparar un
Imagen 08.- Cartel anunciador del curso-observación de la luz zodia-cal. Este año lo vuelven a hacer. La parte astronómica corre a cargo de Ramón Naves lo que asegura un altísimo nivel y máximo grado de satisfacción.
Imagen 09.- Desde el Montsec descubrimos por primera vez la luz zodiacal. Las condiciones climatológicas eran nefastas. En un hueco entre las nubes pudimos verla y fotografiarla. Cámara Nikon D800. Objetivo Nikon 24-70 a 24mm. t:15 seg. F:2,8. ISO 4000.
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equipo básico consistente en: cámara digital con objeti-vo de gran campo y trípode sólido. Muchas de las fotos que vemos en los libros e internet no tienen seguimiento y se ven pequeñas trazas de las estrellas. Con un gran angular podemos utilizar un tiempo de 15-20 segundos con escaso movimiento del cielo. La luz zodiacal tiene unos 20-30º de ancho y fácilmente alcanza los 60º de altura (en foto puede tener más). Para captarla íntegra-
mente necesitaremos un ocular que cubra todo ese campo y un poco más. Necesitaremos como mínimo un 24 mm. Un 12-14 mm son ideales. Un ojo de pez puede dar imágenes muy bonitas.
Diafragma abierto al máximo, como míni-mo un 2.8. Disparar a la mayor sensibilidad que admita la cámara con poco grano siendo acon-sejable 1600 o 3200.
Casi todas las fotos tienen la referencia del suelo. La luz zodiacal nos permite crear arte, incor-porando elementos a la fotografía como árboles, rocas, ermitas lejanas….También puede servir
para ocultar una luz contaminante de alguna ciudad.Las mejores fotos que he visto son un montaje de 2-4
fotos cubriendo la vía láctea, luz zodiacal, montañas… ¡envidiables!
Nuestra experiencia. Después de leer en todos los libros de astronomía
Imagen 10. Me resisto a no poner esta foto de gran campo de la vía láctea. Esta tomada desde Tragacete. Objetivo Nikon 14-24 a 14m. t:25 seg, f:2.8s, Iso 4000. Sin seguimiento. Se ve hacia la izquierda y arriba la Galaxia de Andrómeda, a la derecha las Pléyades y bajo a la derecha Júpiter y toda la vía láctea.
Imagen 11. Si subimos la vista perdemos toda contaminación lumínica de las ciudades y se puede disfrutar de un paisaje estrellado inolvidable. Datos técnicos igual que la anterior.
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que es la luz zodiacal teníamos ganas de observarla. Sobre todo por el morbo de ser tan difícil conseguirlo. La verdad es que nunca habíamos planeado buscarla de verdad hasta que descubrimos por internet un curso titulado: “En busca de la Luz Zodiacal”. Los profesores que impartían el Curso eran inmejorables, tanto por la parte astronómica como por la parte fotográfica. El lugar ideal: el Montsec en Ager (Lleida). Habían esco-gido un fin de semana sin Luna. Perfecto. Solo faltaba que estuviera despejado. El curso lo hicimos del 8 al 10 de marzo de 2013. Os pongo el enlace de este año 2014, que repiten el curso: http://www.imaginem.es/en-busca-de-la-luz-zodiacal/ (imagen8)
Problemas personales hicieron que casi renunciá-semos al curso. Meteorológicamente pronosticaron lluvias, lluvias y más lluvias. Aun así nos fuimos. Una calçotada a mitad del camino nos alegró los 450 km de distancia. Los compañeros y profesores perfectos pero la climatología un desastre. La primera noche imposi-ble. Subimos al Montsec por una carretera de montaña hasta casi la cima pero aparte del frio y el viento no vimos nada. La segunda noche no pronosticaba mucho mejor. Subimos al observatorio con mucho frio, viento, nublado….. se puso el Sol, esperamos casi un mila-gro…. y nos bajamos a cenar dando por imposible cazar la luz zodiacal. Mi mujer y yo bajamos de los primeros. En la carretera fuimos persiguiendo una liebre que cegada por los focos no se decidía a escapar a la oscuridad del monte. Como no queríamos atrope-llarla fuimos descendiendo a paso “liebre” y viendo el paisaje tranquilamente. A mitad de la bajada del Montsec vimos que Orión destacaba majestuosamente. Como teníamos tiempo nos adentramos en un caminito y entre nubes y algún claro vimos algunas constela-ciones. Nos pusimos a hacer fotos y de pronto, en un pequeño claro vimos una tenue luminosidad blanca que no ofrecía dudas: era la Luz Zodiacal. Durante unos minutos se despejó lo suficiente para captarla en todo
su esplendor. En ese momento una caravana de coches pasó por la carretera: eran nuestros compañeros en dirección a Ager. Fuimos los únicos que conseguimos verla. El recuerdo fue inolvidable pero por si acaso la fotografiamos (imagen 9).
La crónica de las jornadas las tenéis en http://www.quesabesde.com/noticias/fotografiar-luz-zodiacal-astrofotografia-montsec_9634 por Iker Moran redactor de la conocida página fotográfica www.quesabesde.com
Hay experiencias que te quedas con ganas de repetir. Durante todo el verano y otoño intenta-mos observarla al amanecer. Imposible, cuando no hay luna, hay que trabajar y cuando se puede está nublado, como siempre.
En navidad nos propusimos volverla a ver. Buscamos un fin de semana sin luna, un buen sitio y allá que nos fuimos. (imagen10)
Seleccionamos el 25 de enero de 2014 y el lugar Tragacete. Ya lo conocíamos pues es un pueblo muy bonito. En sus sierras nace el Júcar, el Turia, el Tajo, y el famoso nacimiento del rio Cuervo. En sus cocinas preparan platos
fantásticos como el morteruelo, ajoarriero, zara-jos…y la amabilidad de sus gentes es proverbial. (Imagenes 11 y 12)
Imagen 12. No sé cómo se verá impreso o en la pantalla las fotos previas. Os pongo un esquema. He puesto varios objetos a escala 1:1. En la imagen original se aprecian prácticamente todos los Messier. Las pléyades con su azulada envoltura, la nebulosa de Orión, la Galaxia de Andrómeda,…
Imagen 13. La luz zodiacal un poco más baja. Datos técnicos igual que las precedentes.
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Buscamos un alto que se podía subir fácilmente en coche. Cuando se puso el sol subimos y nada más bajar del coche: “ahí estaba,… la luz zodiacal”. No hacía falta acostumbrar la vista, se veía fácilmente, brillante y blanca. Subía hasta casi las Pléyades situadas a 80º. En mi opinión era mucho más brillante que la vía láctea. La noche era impresionante. La vía láctea se veía completa hasta el horizonte. Orión casi nos dispara el arco. Can Mayor y Menor ladrando… Las estrellas se veían hasta el mismo horizonte sin apenas atenuación. Solamente 4 zonas con contaminación lumínica que resultaron ser Cuenca, Madrid y Valencia y Zaragoza molestaban próximas al horizonte. (Imagen13)
Hasta el Gegenschein nos pareció verlo. Había una luminosidad sospechosa, lejana a la Vía Láctea y a la contaminación lumínica, centrada en el cúmulo del pesebre en Cáncer en plena eclíptica. Las bandas ceni-
tales seguro que no las vimos al menos a simple vista. Hicimos decenas de fotos algunas de las cuales la hemos puesto en este artículo (imagen14 y 15).
El 1 de Febrero de 2014 había una luna de 2 días. El cielo totalmente despejado y decidi-mos ir a una localidad próxima a Gandia llamada Barx. Nos subimos por un camino forestal en dirección Pinet. Que diferen-cia a Tragacete. Luces por todos lados. A simple vista no vimos la Luz zodiacal. Las constela-ciones bien pero dejaban mucho que desear. Hicimos fotos y ¡sor-presa! También la hemos cazado aunque mucho más tenue y sin tanto brillo. Difícil reproducir en papel.
Me queda la duda si la desintegración del cometa Ison hace que la luz zodiacal sea más brillante y fácil de observar que en otras épocas.
Nos queda pendiente un viaje a los piri-neos. Debe ser impresionante observarla desde un lugar verdaderamente oscuro alejado de la contaminación lumínica.
Bibliografía.Armicis Augusto T, Astronomia
Popular, descripción general del cielo. Capítulo VI. La luz zodical. Pag 141-146. Ed Montaner y Simón 1901
Audouzw J. et Israel. Le grand Atlas de L’Astronomie. Le milieu interplanertaire. Pag 22-223. Enciclopedia Universalis 1983
L. Anselmo. El Polvo Interplanetario. Enciclopedia de Astronomía.El Universo en tus manos. Ed. Orbis-Fabbri.
Observación del la luz zodiacal desde el Roque de los Muchachos (La Palma) http://www.somyce.org/modules.php?name=Content&pa=showpage&pid=52
Luz zodiacal. Luis de Manuel y Ángel J. Nicolas. (Asociación Valenciana de Astronomía) http://www.somyce.org/modules.php?name=Content&pa=showpage&pid=51
Dolores Maravilla. Nubes de polvo en el sistema solar y en otros ambientes estelares. http://www.smf.mx/boletin/Oct-98/articles/polvo.html
Annia Domenech Luz Zodiacal: el halo de lo casi invisible. 1-09-2008 http://www.caosyciencia.com/ideas/articulo.php?id=010908Nota: todas las fotos están hechas por los autores: Palmira Marugán Gacimartín y Angel Ferrer Rodríguez. Si las pirateáis al menos poned los autores. Gracias
Imagen 14. El cielo hacia el oeste. La luz de la lejana Valencia (150 km) justo en la continuación de la vía láctea y de Zaragoza (a la izquierda) no impedían ver los esplendores del cielo.
Imagen 15. Esquema de la foto anterior. Tanto a simple vista como en la foto hay un brillo en la zona de la eclíptica entre el cúmulo del pesebre y Júpiter. Puede ser el Gegenschein o las ganas de verlo.
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No nos hemos recuperado todavía del ajetreo que nos produjeron los cometas de finales de año (Lovejoy, el cometa del año e Ison, el fiasco del siglo) y ya tenemos otro evento fascinante e inusual que fotografiar y seguir, la supernova SN 2014J de M82. La casualidad hizo que la descubrieran unos alumnos británicos mientras hacían prácticas astrofotográficas con un telescopio y al apuntar casualmente a la galaxia del Cigarro (M82). ¡Menuda suerte! En cualquier caso, el mérito del hallazgo es indiscutible y seguro que este descubrimiento incentivará a otros estudiantes a interesarse por nuestra bella ciencia.
Coordinado por Ángel [email protected]
01-SN 2014J en M82 La primera imagen de la supernova SN 2014J que hemos seleccionado para esta galería la realizó Jesús Peláez el 26 de Enero de 2014 desde su observatorio de Padilla (Burgos). Se aprecia claramente el brillo inusual de una nueva estrella que apareció a mediados de Enero en M82. Se trataba de la supernova de tipo Ia más brillante y cercana que se había descubierto en los últimos 42 años. Usó para ello una Canon EOS 400D acoplada a foco directo de un telescopio reflector TS de 254 mm. a F/4. La imagen es el resultado del apilado de 10 tomas a 30” c.u. (300” de TE en total). Más detalles de la toma en http://www.astrobin.com/74857/
Huygens nº 107 marzo - abril 2014 Página 34Huygens nº 107 marzo - abril 2014 Página
02-M81 y M82En esta toma de gran campo aparecen las galaxias M81 y M82 (Osa Mayor) e incluso también se puede apreciar la supernova SN 2014 J. La toma la realizó Joanma Bullón desde su observatorio de la Cambra en Aras de los Olmos el 23 de Enero de 2014 y usó para ello una Canon EOS 600D acopla-da a foco directo de un tele-scopio reflector de 200x800 mm. El ajuste de la toma fue de 60” de TE y 6400 ISO.
03-Comparativa M82 Y finalmente, en esta última imagen presentamos una com-parativa del antes y del después de que apareciera la superno-va. Ésta alcanzó un pico de magnitd 10.5 a principios de Febrero y actualmente (media-dos de Febrero) la magnitud sigue en torno a la 11; sin duda, al alcance de cualquier tele-scopio de aficionado. La toma de la supernova fue realizada por Joanma Bullón el día 23 de Enero de 2014 desde Aras de los Olmos, apenas dos días después de su descubrimiento. Usó para ello una Canon EOS 600D acoplada a foco directo de un telescopio reflector de 200x800 mm
Huygens nº 107 marzo - abril 2014 Página 35Huygens nº 107 marzo - abril 2014 Página
04-Mancha solar AR1944A principios de año otro fenómeno ciertamente inusual apareció de repente en el limbo solar, una gran mancha solar. Catalogada como AR1944, ésta apare-ció en el ecuador solar y en apenas unos días reco-rrió todo el limbo de Este a Oeste (de izquierda a derecha) hasta finalmen-te desaparecer. La toma fue realizada por Josep Julià Gómez el 6 de Enero de 2014 a la puesta de Sol desde Marxuquera (Valencia) empleando una Canon 50D acoplada a un teleobjetivo de 300 mm. y protegido con un filtro solar Baader. El ajuste de la toma fue de 1/160” de TE, F/5.6 y 100 ISO. Más detalles de la toma en: http://mpc952.blogspot.com.es/2014/01/gran-taca-solar-ar1944.html
05-Comparativa man-cha AR1944 y TierraLa siguiente imagen muestra de nuevo la gran mancha AR1944 y el grupo al que iba asociada. Si la com-paramos con la foto anterior se aprecia claramente cómo se ha desplazado signi-ficativamente por el limbo solar en tan sólo un día. Aparte de eso, lo interesan-te de esta imagen es apreciar lo grande que es este grupo de manchas; concre-tamente, sólo en la AR1944 caben dece-nas de Tierras juntas. La toma fue realizada por Albert Capell el 7 de Enero de 2014 desde Sant Pol de Mar (Barcelona) empleando una Canon 60D acoplada a un telescopio Maksutov-Cassegrain de 8” y protegido con un fil-tro solar Baader.
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06-Gran Nebulosa de OrionPoco podemos decir de nuevo de esta archiconocida nebulosa que no hayamos dicho ya. Sin duda es la protagonista de los cielos invernales y en todas las observaciones en las que he asistido, rara es la noche en la que no se le eche una mirada. La imagen que hemos seleccionado es sublime y, como suele ser costumbre, fue realizada por Jesús Peláez el 6 de Enero de 2013 desde el Observatorio Padilla (Burgos). Usó para ello una cámara Canon EOS 350D acoplada a foco directo de un telescopio reflector TS de 254 mm. a F/4. La toma final es el resultado de la combiación de 27 tomas de 300” c.u. (2.2 horas de tiempo de integración) a ISO1600, con darks (15), flats (12) y bias (12). Más detalles de la toma en http://www.astrobin.com/29855/
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07-Nebulosa Estrella Flameante (IC405)Otra nebulosa no tan famosa pero que también es de una gran belleza es la nebulosa de la Estrella Flameante. Ubicada en la constelación de Auriga contiene en su interior una estrella gigante azul tipo O (AE Aurigae), expulsada de la zona de la nebulosa de Orión hace 2.5 millones de años, la cual es la responsable de la iluminación de la nebulosa que se encuentra a su lado. Por si fuera poco, ambas además se encuentran envueltas por una gran nebulosa de emisión de un intenso color rojizo lo que hace que este conjunto sea tan “llamativo”. La imagen fue realizada también por Jesús Peláez el 1 de Febrero de 2014 desde el Observatorio Padilla (Burgos). Usó para ello una cámara Canon EOS 350D acoplada a foco directo de un telescopio reflector TS de 254 mm. a F/4. La toma final es el resultado de la combinación de 25 tomas de 300” c.u. (2.1 horas de tiempo de integración) a ISO1600, con darks (16), flats (15) y bias (15). Más detalles de la toma en http://www.astrobin.com/77960/
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08-Luna y Venus en faseEsta curiosa imagen corresponde a una toma de la Luna y Venus en fase de cuarto menguante. Curiosamente, tanto nuestro satélite como el planeta Venus mostraron esa misma fase el mismo día, estando separadas apenas unos grados en el cielo. La toma la realizó Josep Julià Gómez el 28 de Enero de 2014 desde Marxuquera (Valencia) empleando una Canon 50D acoplada a un objetivo de 34 mm. (para la foto general) y 300 mm. (para el detalle de Venus). Los ajustes de la toma fueron de 1/13” de TE, F/4 y 1600 ISO (para la foto general) y de 1/40” de TE, F/5.6 e ISO800 (para el detalle de Venus). Más detalles de la toma en http://mpc952.blogspot.com.es/2014/02/venus-i-lluna-en-la-mateixa-fase.html
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09-Luna llena sobre CulleraY la última imagen de la galería corresponde de nuevo a la Luna (esta vez llena) sobre la bahía de Cullera. La artística toma fue realizada por Pepe Valldecabres el 19 de Septiembre de 2013 desde Cullera (Valencia). Usó para ello una Nikon D90 y el ajuste de la toma fue de 1” de TE, F/3.8 e ISO200.
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Notas importantes: 1. Es posible que se incluyan actos especiales, con colegios, público en general, o conferencias durante este año.
Se anunciarán oportunamente, y se comunicarán por medio de la lista de correos.2. Pueden haber cambios importantes. Confirmar siempre con la página web.
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EFEMÉRIDES Para MARZO & ABRIL 2014
Por Francisco M. Escrihuela
LOS SUCESOS MÁS DESTACABLES DEL BIMESTRE
7 de marzo: La Luna a 2.1ºN de las Hyades.14 de marzo: máxima elongación matutina de Mercurio W(28º) a las 02:21 (mag. 0.26).18 de marzo: Marte (mag. -1.00) a 4.0ºN de la Luna (94 %) a las 23:55 en Virgo.20 de marzo: Equinoccio de primavera a las 12:56.20 de marzo: Saturno (mag. 0.32) a 1.0ºN de la Luna (80 %) en Libra.22 de marzo: máxima elongación matutina de Venus W(47º) a las 15:28 (mag. -4.39).7 de abril: Marte en oposición a las 17:04 en Virgo (mag. -1.47).15 de abril: Eclipse de Luna Umbral: Entrada en som-
bra 02:00; Centro del eclipse 03:47; Salida de sombra 05:34.
22 de abril: Lluvia de meteoros Líridas.25 de abril: Mercurio en conjunción superior a las 23:26.
Planetas visibles: Mercurio antes de amanecer, Venus al amanecer, Marte durante toda la noche, Júpiter la primera mitad de la noche, Saturno durante toda la noche, Urano no estará visible, Neptuno antes de amanecer y Plutón durante la segunda mitad de la noche.
LOS PLANETAS EN EL CIELO
Mercurio, en Acuario, estará localizable, aunque con cierta dificultad, a mediados de marzo durante el crepúscu-lo matutino a baja altura sobre el horizonte Este-Sureste. En abril resultará del todo imposible por su proximidad al sol.
Venus, moviéndose entre Sagitario, Capricornio y Piscis, estará presente antes y durante el crepúsculo matutino, durante estos dos meses, sobre el horizonte Este-Sureste.
Marte, en Virgo, estará visible durante este bimestre prácticamente durante toda la noche. A principios de marzo hará su aparición poco antes de medianoche si bien a principios de abril, al anochecer empezará a emerger por el horizonte Este-Sureste quedando visible toda la noche. Su magnitud aumentará pasando de la -0.49 a la -1.48 de mediados de abril, después de su paso por su oposición, el mejor momento de todo el año para su observación.
Júpiter, estará fácilmente localizable en Géminis. A prin-cipios de marzo se ocultará tras el horizonte Oeste-Noroeste unas cuatro horas antes de amanecer. A finales de abril lo hará poco después de la media noche, aunque satisfará con creces nuestras espectativas de observación si la climatolo-gía primaveral no lo impide.
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Saturno, en Libra, estará visible la segunda mitad de la noche en marzo, pero a partir de la segunda quincena de abril ya podremos disfrutar de él durante toda la noche.
Urano no estará visible durante estos dos meses.Neptuno, en Acuario, estará localizable una hora antes de amanecer a mediados de abril, sobre el horizonte Este-
Sureste. El 12 de abril pasará a poco más de medio grado de Venus, siendo visible durante el crepúsculo matutino sobre el mismo horizonte.
Plutón, en sagitario, estará localizable a principios de bimestre unas dos horas antes de amanecer emergiendo sobre el horizonte Este-Sureste. A finales de abril lo hará unas cuatro horas antes de amanecer.
Entramos en la Primavera
El 20 de marzo se producirá el Equinocio de Primavera, a las 12:56 hora local. En ese momento el Sol se hallará a 148.986.586 km de la Tierra, en el punto donde la eclíptica cruza el ecuador celeste. El dia poseerá la misma duración que la noche y además, en el hemisferio norte, comenzará la primavera (el otoño en el hemisferio sur). El tamaño angular del Sol será de 32’07’’.
DATOS PLANETARIOS DE INTERÉS(El 31 de marzo o en el momento de mejor visibilidad para Mercurio y Venus)
Mercurio Venus Marte Júpiter Saturno Urano Neptuno PlutónMagnitud 0.91 -4.44 -1.35 -2.05 0.56 - 7.93 14.19Tamaño angular 9.2’’ 32’’ 15’’ 38’’ 18’’ - 2.2’’ 0.097’’Iluminación 28% 37% 99% 99% 99% - 99% 99%Distancia (ua.) 0.734 0.519 0.634 5.136 9.119 - 30.527 32.631Constelación Acuario Capric. Virgo Gémin. Libra - Acuario Sagit.
Lluvias de Meteoros
En este bimestre tendremos la lluvia de meteoros Líridas que desarrollarán su actividad entre el 19 y el 25 de abril, siendo el día de mayor intensidad el 22. La radiante se situará a 18h 8m de ascensión recta y a +32 grados de declinación. Para la noche del máximo, el meridiano pasará a las 00:08 TU y a 83º de altitud. En el momen-to del máximo, la Luna tendrá iluminada el 54 % de su cara visible. Esta lluvia está relacionada con el cometa Thatcher.
BibliografíaPara la confección de estas efemérides y la deter-
minación de los sucesos y fases lunares se han utili-zado los programas informáticos Starry Night Pro y RedShift y un calendario convencional.
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MARZO/ABRIL 2014por Josep Julià
APROXIMACIONES A LA TIERRA
Objeto Nombre Fecha Dist. UA Arco Órbita 2013 TN127 2014 Mar. 2.16 0.192998 1-opposition, arc = 3 days 2014 BW57 2014 Mar. 2.78 0.112261 1-opposition, arc = 16 days 2013 RJ74 2014 Mar. 4.03 0.117850 1-opposition, arc = 84 days 2014 CP13 2014 Mar. 7.63 0.079715 1-opposition, arc = 4 days 2013 YR2 2014 Mar. 8.63 0.076125 1-opposition, arc = 8 days 2005 EY95 2014 Mar. 9.04 0.068075 7 oppositions, 2002-2013 2014 CU13 2014 Mar. 11.34 0.020751 1-opposition, arc = 3 days (275677) 2000 RS11 2014 Mar. 11.39 0.035249 6 oppositions, 2000-2013 2012 RJ15 2014 Mar. 12.55 0.111170 1-opposition, arc = 8 days 2002 SZ 2014 Mar. 12.63 0.105928 5 oppositions, 2002-2014 2013 UX2 2014 Mar. 13.21 0.148183 1-opposition, arc = 1 days 2014 AY28 2014 Mar. 17.15 0.042914 1-opposition, arc = 40 days 2012 XB112 2014 Mar. 18.14 0.117468 1-opposition, arc = 3 days 2013 WT44 2014 Mar. 18.30 0.032739 1-opposition, arc = 72 days 2008 EF85 2014 Mar. 19.77 0.06181 1-opposition, arc = 2 days 2003 YX1 2014 Mar. 21.23 0.165389 3 oppositions, 2003-2014 2012 FK15 2014 Mar. 22.20 0.150640 1-opposition, arc = 1 days 2011 FQ21 2014 Mar. 23.21 0.004569 1-opposition, arc = 2 days 2013 GW68 2014 Mar. 25.52 0.194934 1-opposition, arc = 32 days 2013 FD8 2014 Mar. 26.07 0.084215 1-opposition, arc = 11 days (143649) 2003 QQ47 2014 Mar. 26.52 0.128318 6 oppositions, 2003-2013 2011 BE24 2014 Mar. 26.73 0.01578 1-opposition, arc = 1 days 2012 FM35 2014 Mar. 28.29 0.191324 1-opposition, arc = 24 days 2012 EA 2014 Mar. 29.57 0.033092 1-opposition, arc = 12 days 2009 FW25 2014 Mar. 30.73 0.06049 1-opposition, arc = 6 days 2000 HO40 2014 Mar. 30.91 0.04403 1-opposition, arc = 10 days 2011 FT53 2014 Mar. 30.94 0.07802 1-opposition, arc = 14 days 2009 SA100 2014 Mar. 31.17 0.03453 1-opposition, arc = 13 days 2010 GD35 2014 Apr. 1.02 0.04498 1-opposition, arc = 5 days 2009 FD 2014 Apr. 1.38 0.100930 3 oppositions, 2009-2014 2009 CT 2014 Apr. 1.87 0.198436 2 oppositions, 2009-2014 2001 QC34 2014 Apr. 2.82 0.108187 3 oppositions, 2001-2014 2013 TT5 2014 Apr. 4.02 0.095891 1-opposition, arc = 13 days (86878) 2000 HD24 2014 Apr. 4.95 0.1084 4 oppositions, 1983-2004 2010 GC35 2014 Apr. 7.97 0.05829 1-opposition, arc = 6 days 1997 GK3 2014 Apr. 8.35 0.09336 1-opposition, arc = 5 days 2008 OC6 2014 Apr. 8.76 0.194901 2 oppositions, 2008-2013 2011 GW9 2014 Apr. 11.47 0.05932 1-opposition, arc = 1 days 2004 FG11 2014 Apr. 11.64 0.052657 4 oppositions, 2004-2012 2003 GS 2014 Apr. 12.04 0.087467 5 oppositions, 2003-2014 2011 CH50 2014 Apr. 12.98 0.096495 2 oppositions, 2011-2014 2014 CH13 2014 Apr. 16.33 0.069563 1-opposition, arc = 1 days 2011 AY22 2014 Apr. 16.39 0.08636 1-opposition, arc = 1 days 2013 TG6 2014 Apr. 17.09 0.175456 1-opposition, arc = 7 days 2009 HH21 2014 Apr. 19.61 0.05347 1-opposition, arc = 7 days 2013 GO3 2014 Apr. 20.13 0.140881 1-opposition, arc = 7 days 2008 US 2014 Apr. 21.56 0.060351 1-opposition, arc = 0 days 1999 SH10 2014 Apr. 22.58 0.147366 1-opposition, arc = 16 days 2008 EZ5 2014 Apr. 22.96 0.098612 4 oppositions, 2005-2014 2014 BR43 2014 Apr. 24.78 0.141714 1-opposition, arc = 11 days 2012 RH10 2014 Apr. 25.06 0.174951 1-opposition, arc = 30 days 2000 HB24 2014 Apr. 27.70 0.03938 1-opposition, arc = 10 days 2013 JX28 2014 Apr. 29.89 0.084329 2 oppositions, 2006-2013 2008 TZ3 2014 Apr. 29.98 0.089360 4 oppositions, 2008-2014
Fuente: MPCDatos actualizados a 03/03/14
La mayoría de éstos asteroides suelen tener pocas observaciones, lo que se traduce en órbitas con un elevado grado de incertidumbre. Por ello, es recomendable obtener las efemérides actualizadas en:
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SERVICIOS MENSAJERÍA
URGENTE LOCAL PROVINCIAL REGIONAL NACIONAL
INTERNACIONAL
http://www.minorplanetcenter.org/iau/MPEph/MPEph.html
ASTEROIDES BRILLANTES
Efemérides de los asteroides más brillantes (mag. ≤ 11; elongación ≤ 90) obtenidas para el día 15 de cada mes a las 00:00h TU.
MARZO NOMBRE MAG. COORDENADAS CONST.
(1) Ceres 7.5 14h15m41.99s +01 16’ 33.6” Vir (2) Pallas 7.3 09h36m33.90s -02 57’ 04.8” Hya (4) Vesta 6.4 14h06m43.26s -00 20’ 08.9” Vir (9) Metis 11.0 16h01m46.37s -17 19’ 05.7” Lib (15) Eunomia 10.8 16h51m38.27s -33 32’ 04.0” Sco (18) Melpomene 10.6 08h07m45.36s +17 20’ 47.0” Cnc (24) Themis 10.7 11h37m20.76s +03 18’ 57.0” Leo (313) Chaldaea 10.7 11h30m33.79s +01 41’ 45.2” Leo (349) Dembowska 10.5 10h43m33.66s +18 06’ 27.9” Leo (532) Herculina 10.6 05h49m52.33s +24 23’ 40.1” Tau
ABRIL NOMBRE MAG. COORDENADAS CONST.
(1) Ceres 7.0 13h54m50.08s +03 13’ 43.8” Vir (2) Pallas 8.1 09h41m31.98s +08 07’ 17.2” Leo (4) Vesta 5.8 13h45m43.97s +02 44’ 19.5” Vir (9) Metis 10.4 15h58m03.19s -17 25’ 58.7” Lib (15) Eunomia 10.4 16h58m48.59s -34 48’ 15.6” Sco (29) Amphitrite 10.8 18h37m40.14s -30 24’ 41.0” Sgr (43) Ariadne 10.0 13h44m13.96s -16 54’ 21.3” Vir
Contraportada-Luz zodiacal La contraportada de este bimestre la dedicamos a un precioso fenómeno celeste, la luz zodiacal. Según el dic-cionario de la AIA2009, esta luz es un resplandor difuso y débil debido a la incidencia de la luz solar sobre las partículas microscópicas que llenan el espacio interplanetario. Esta distribu-ción de polvo adopta forma lenticular con la eclíptica como plano de simetría. Como la densidad de partículas y su iluminación decrecen con la distancia al Sol, la luz zodiacal se detecta mejor en las direcciones cercanas al Sol. Como se puede ver bien en la imagen se mani-fiesta como un triángulo luminoso que en condiciones de observación óptimas se puede distinguir hacia poniente tras la puesta de Sol o hacia levante justo antes del amanecer. La fantástica toma fue realizada por Ángel Ferrer el 25 de Enero de 2014 desde Tragacete (Cuenca). Usó una Nikon D800 y un objetivo de 14-24 mm. El ajuste de la toma fue de 25” de TE, 14 mm. de DF, F/2.8 e ISO4000.
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