I. INTRODUCCION
El acodo es un método de propagación mediante el cual se provoca la formación
de raíces adventicias en un tallo que está todavía adherido a la planta madre. El
tallo enraizado o acodado se separa para convertirse en una nueva planta que
crece en sus propias raíces. Estos sistemas permiten, a diferencia de la
propagación por estacas, una prolongada aportación de agua y sustancias
nutritivas a los órganos predestinados a la producción de barbados, así como todo
el tiempo necesario para que se produzca la rizo génesis. En general, estos
métodos de auto enraizamiento son más complicados que el simple estaquillado y
a ellos se recurre únicamente para multiplicar especies que presentan una limitada
capacidad rizógena.
Cuando los órganos destinados a la propagación son brotes, es muy importante el
efecto del etiolamiento de su zona basal como consecuencia del hecho de que
esta zona está normalmente cubierta por la tierra. Los tejidos etiolados carecen de
clorofila y son por ello blanquecinos, pero también se diferencian de los normales
por otras particularidades histológicas y fisiológicas bastante importantes para la
formación de los iniciadores radiculares. En la zona etiolada se acumulan los
fitorreguladores endógenos de efecto rizógeno, los tejidos corticales son mas
gruesos y más ricos en parénquimas, las fibras pericíclicas presentan una
distribución menos densa.
Objetivos
• Conocer el método de propagación por acodo en plantas de especies diferentes.
• Obtener planta en corto tiempo, con las mismas características de la plata madre
II. REVISIÓN LITERARIA
TIPOS DE ACODOS
Acodo aéreo
Se obtiene aplicando, alrededor de un ramo, generalmente anillado o inciso,
una envoltura (normalmente de plástico negro) conteniendo tierra u otro
material convenientemente humedecidos con el fin de provocar la emisión
de raíces. Cuando éstas aparecen se corta el barbado (la nueva planta) de
la planta madre con un corte realizado en el ramo por debajo de las raíces.
Los acodos aéreos se hacen en la primavera en madera del año anterior o
en algunos casos, a fines del verano en ramas parcialmente endurecidas.
En algunas ocasiones pueden usarse tallos mayores de un año, pero el
enraizamiento es menos satisfactorio y las plantas grandes que se
producen son más difíciles de manejar después del enraizamiento. En los
tallos acodados, la presencia de numerosas hojas activas acelera la
formación de raíces.
El primer paso en un acodo aéreo es anillar o cortar la corteza del tallo y
dependiendo de la clase de planta se quita por completo de alrededor del
tallo una tira de corteza de 1 .8 a 2.5 cm de ancho. Para retardar la
cicatrización es aconsejable raspar la superficie expuesta para asegurar de
la remoción completa del floema y del cambium.
La aplicación de un material estimulador del enraizamiento, como ácido
indolbutírico, a la herida expuesta resulta beneficioso. Para encerrar las
superficies expuestas se colocan alrededor del tallo dos puñados de turba
humedecida, del que se ha quitado el exceso de humedad apretándolo en
las manos.
El acodo se separa de la planta madre cuando a través de la película se
observan que han crecido las raíces. En algunas plantas, el enraizamiento
ocurre en un periodo de 2 a 3 meses o menos. Los acodos que se hagan
en primavera o a inicios del verano es mejor que se dejen en su sitio hasta
que las ramas entren en descanso en otoño y se separan en esa época. En
general, es conveniente separar el acodo para el transplante cuando no
esté en crecimiento activo.
Acodo de punta.
Consiste en enterrar la parte apical de los brotes con el fin de hacerla
enraizar.
Este método de reproducción es característico de Grosellero, Zarzamora,
Frambueso... En el acodo de punta, el enraíce tiene lugar en la punta de
las ramas de la estación en curso. Las ramas se doblan hacia el suelo y
clavan a unos 7 u 8 cm de profundidad. Se sujetan con alambres.
La punta de la rama empieza a crecer en el suelo hacia abajo pero se
curvapara producir en el tallo una vuelta pronunciada en donde se
desarrollan las raíces. Los tallos de esas plantas son bienales en el sentido
de que durante el primer año son vegetativas, fructifican en el segundo y se
suprimen después de la fructificación.
En el vivero es aconsejable dejar plantas madres sólo para propagación,
para lo cual se siembran plantas sanas y jóvenes a una distancia de 3.6 m
para dejar espacio para el acodado posterior. Tan pronto como se plantan
se les recorta a una altura de 20 a 25 cm. En las ramas vigorosas que se
originen se les hace un "despuntado de verano", cortando las puntas de 7 a
10 cm una vez que han crecido de 50 a 75 cm de altura.
La mejor época para acodar en punta es cuando sólo parte de las ramas
laterales han tomado esa forma. Si la operación se hace demasiado pronto,
es posible que las ramas sigan creciendo una vez de formar una yema
terminal. Si se hace demasiado tarde, el sistema radical será pequeño.
Acodado simple.
Se obtiene arqueando un ramo de forma que se entierre la parte media
(zona en la que se formarán las raíces) y dejando emerger al exterior la
parte distal del ramo.
Este método de propagación exige que las plantas tengan ramos largos y
flexibles.
Acodado de trinchera (rama enterrada).
Se obtiene doblando horizontalmente plantas enteras dentro de una
trinchera que se cubre con tierra de manera que los brotes emitidos por sus
yemas y etiolados en la base produzcan raíces adventicias. La técnica del
acodo de trinchera se inicia con la plantación de los barbados destinados a
formar las plantas madre.
Se suelen plantar con una inclinación de unos 45° (para facilitar
posteriormente el enterrado) y se despuntan dejándolos a una longitud de
unos 50 cm. Durante el primer año, se dejan vegetar libremente las plantas
madres, tratando de estimular su desarrollo. En el periodo de reposo
invernal se abre a lo largo de la fila un surco de unos 5 cm de profundidad y
20 cm de ancho en el que se colocan las plantas horizontalmente. Los
ramos laterales más débiles se cortan a la mitad de su longitud y los más
vigorosos se despuntan. Antes de que se abran las yemas, se cubren las
plantas completamente con una capa de unos centímetros de tierra ligera.
Apenas los brotes emergen del terreno, se añade otra pequeña capa de
tierra (aporcado). También es indispensable en este caso un buen
etiolamiento (ahilamiento) para la formación de las raíces adventicias, en
muchos casos los fracasos, a veces producidos en la obtención de los
barbados, son atribuibles a la escasa atención prestada a esta delicada
fase. Cuando los brotes han alcanzado una altura de unos 10 cm, se realiza
un nuevo aporcado de tierra cubriéndolos en no más de la mitad de su
longitud.
En el otoño siguiente se desaporca la tierra y se sacan los barbados
cortándolos por la base. Conviene dejar por lo menos un ramo cada 30 cm
a lo largo de la fila (en general se prefiere destinar a este fin los
insuficientemente enraízados). Estos ramos, en su momento, se doblarán
horizontalmente para la producción del año siguiente.
A veces y para ahorrar tiempo, el enterrado de las plantas madres se
efectúa al final del primer año, esto es posible únicamente si la planta
madre está suficientemente desarrollada.
Se fijan tumbados y se entierran
Acodo múltiple, compuesto, en serpentina, serpentino
En arbustos se usa poco, es más indicado para trepadoras, como Madreselva, Jazmines, Clematis, etc. porque tienen tallos más largos y flexibles. Muy fácil de hacer en Poto. Se realiza como el acodo simple, con los mismos principios, pero enterrando la rama en varios puntos, en vez de en uno sólo. En esta forma se pueden tener varias plantas nuevas de una sola rama. Si la planta está en una maceta, se emplean otras macetas para enterrar las distintos puntos, uno por maceta. Ejemplo: Poto.
Es importante que cada porción de tallo tenga una hoja y una yema, así podrá crecer y producir savia nutritiva por las hojas. Una vez enraizados se cortan cada porción y se obtienen varias plantas.
Acodo en montículo o de corte y recalce
Entre las plantas que es común propagar con esta técnica se encuentran:
- Patrones clonales de manzano
- Membrillero
- Grosellero
- Arándano
- Uva crespa
Para este tipo de acodado se corta la planta hasta el suelo, en la estación de
reposo (invierno), y se amontona en primavera tierra, mantillo, turba o mezcla de
ellos, alrededor de la base de los brotes nuevos para estimular la emisión de
raíces.
Cubriendo las ramas con tierra se blanquean y se promueve en ellas la formación
de raíces.
Se colocan las plantas madres separadas una distancia de 40 cm entre sí. Se
dejan crecer todo un año y a finales del invierno se cortan a ras del suelo.
A medida que pasa el tiempo, la planta madre empezará a emitir brotes. Cuando
éstos poseen unos 18 cm se aporca la base, formando un montículo, en el que los
nuevos tallos echarán raíces.
Cuando tienen 25 cm, se repite el aporcado, y nuevamente cuando miden 40 cm.
A finales de otoño del segundo año se cortan y plantan los barbados con raíces en
primavera del tercer año.
La planta madre si se cuida bien puede durar hasta 25 años.
El sustrato con que se aporca puede ser turba y tierra o incluso, serrín, de tal
forma que permita crecer a las raíces y no se encharque.
Los acodos enraizados se cortan cerca de su base para mantener baja la altura de
la planta original. Después del corte de los acodos el banquillo original se debe
dejar descubierto hasta que las nuevas ramas hayan crecido de 8 a 25 cm y
entonces se empiezan a aporcar para el nuevo año. Las ramas que no enraizan o
que lo hacen con dificultad pueden tratarse como si fueran estacas de madera
dura
MODIFICACIONES DE PLANTAS QUE PRESENTAN ACODO NATURAL
Algunas plantas presentan modificaciones de su estructura vegetativa o su método
de crecimiento que conducen a su incremento natural en forma vegetativa. Las
que se enumeran a continuación se pueden considerar como formas naturales de
acodo y a menudo se utilizan para la propagación:
Latiguillos
Un latiguillo es un tallo especializado que se desarrolla de la axila de una
hoja en la corona de la planta, crece horizontalmente sobre el terreno y
forma una nueva planta en uno de los nudos. La fresa es una planta
característica de las propagadas de esta forma.
Estolones
Los estolones son tallos especiales modificados, producidos por algunas
plantas, que crecen en el terreno de forma horizontal. Pueden ser tallos
postrados o desparramados que crecen sobre el terreno. El término
describe también las estructuras horizontales de tallo que presentan el
gramon americano o la menta. Los estolones pueden tratarse como acodos
enraizados de ocurrencia natural y pueden cortarse de la planta madre y
plantarse.
Hijuelos
Un hijuelo es un tipo característico de brote lateral o rama que se desarrolla
de la base del tallo principal de ciertas plantas. Este término se aplica
generalmente al tallo engrosado, acortado y con aspecto de roseta.
Los hijuelos se separan cortándolos con una navaja afilada, haciendo el
corte pegado al tallo principal. Si esta bien enraizado, el hijuelo puede
ponerse en maceta, como se hace con cualquier estaca enraizada. El
incremento natural por medio de hijuelos tiende a ser lento.
Vástagos o chupones
Un vástago es un brote que se origina en una planta debajo de la superficie
del suelo. El uso más preciso para este término es para designar un brote
que sale de una yema adventicia en una raíz. Sin embargo, en la práctica, a
los brotes que se originan en la cercanía de la corona, también se les
llaman vástagos aunque se originan en tejido de tallo.
USOS DEL ACODO
Hay 4 usos principales del acodo:
La propagación de especies de plantas como la frambuesa o la zarzamora
que se reproducen naturalmente por este método. (También la Salvia
Divinorum)
La propagación de clones de plantas cuyas estacas no enraízan con
facilidad, pero que son suficientemente valiosos como para justificar el
costo y el trabajo requeridos para acodarlos.
El acodo es útil para producir plantas de tamaño grande en un tiempo corto.
El acodo simple o aéreo, es valioso para producir un número relativamente
grande de plantas de buen tamaño con un mínimo de instalaciones de
propagación.
Como método de propagación comercial, el acodo requiere considerable
mano de obra y es laborioso y caro.
III. MATERIALES Y MÉTODOS
III.1. MATERIALES
Tijera
Cuchillo de injertar
Bolsa
Sustrato
Hilo
III.2. MÉTODOS
En la práctica realizada elaboramos un acodo en la planta, don ello
primero hicimos tomar una rama adecuada de la planta y sacar la
corteza al rededor del tallo y luego amararlos con un plástico que
contenga agujeros para así que permite el paso del agua, alrededor
del tallo en forma que contenga el sustrato y luego llenamos el
sustrato, y finalizamos con el amarre respectivo y lo dejamos.
IV. RESULTADOS
Realizamos los pasos a seguir para la apropiada propagación asexual por acodo. Tuvimos en cuenta las condiciones que estas deben de tener para un buen enraizamiento.
V. CONCLUSION
Esta práctica del acodado es favorable en las plantas ya que logran enraízar, Son
relativamente fáciles de llevar a cabo y puede practicarse a la intemperie. Se
emplea para propagar cierto número de árboles y arbustos subtropicales; Muchos
clones que no enraízan fácilmente por estaca pueden enraizar por acodo,
permitiendo establecer la planta sobre sus propias raíces.
VI. REFERENCIA BIBLIOGRAFICA
CUCULIZA, PEDRO J. 1956. Propagación de plantas. Editorial
Limaza. Lima – Perú. 272p.
HARTMANN. 1987. Propagación de plantas “principios y
prácticas”. Edit. CIA EDITORIAL CONTINENTAL, S.A. 4º
edición. MEXICO. Pág. 683
Top Related