Ha sido beatificada la misionera italia-na Leonella Sgorbati. Fue asesinada el
17 de septiembre de 2006 enMogadiscio, Somalia. Ante la situación
de violencia que vivía este país, no
dudó en estar al lado de los más necesi-
tados, aunque sabía el riesgo: “También
habrá una bala para mí”, le dijo a una
hermana de su congregación.
OBRAS MISIONALES PONTIFICIAS
ENFERMOS MISIONEROSFray Juan Gil, 5 - 28002 Madrid Tel. 91-590 27 80 - Fax 91-563 98 33
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África es el continentecon mayor crecimiento enel número de católicos. En
él viven el 17,6% de los
bautizados. Entre los años
2010 y 2016 han pasado de
185 millones a 228 millo-
nes, un aumento de más del 23%. República Democrática del Congo,
Nigeria, Uganda y Angola son los países con más católicos.
Ha fallecido en TokyoVictoria de la Cruz García, alos 110 años de edad. Era la
misionera española máslongeva de los más de
13.000 misiones que nuestro
país tiene esparcidos por los
cinco continentes. Llegó a Japón en 1936 y no se cansaba de decir
que durante todos estos años de misionera ha sido muy feliz.
Intenciones de oración del PapaJULIO: Para que los sacerdotes que viven con fatiga yen la soledad el trabajo pastoral se sientan confortados conla ayuda de la amistad con el Señor y con los hermanos.
AGOSTO: Para que las grandes opciones económi-cas y políticas protejan la familia como el tesoro de lahumanidad.
Si quiere ayudar a las misiones puede hacerlo en lasiguiente cuenta de las Obras Misionales Pontificias:
B. Santander ES14 / 0049 / 3127 / 6223 / 1407 / 6244
Escucha a tus hijos, Señor, que creemos
en tu presencia en nuestras vidas
y en el corazón del mundo.
Dios de la esperanza,
consuélanos en las pruebas.
Dios de la salvación,
confórtanos en la enfermedad.
Dios de la fortaleza,
sostennos cuando sufrimos.
Dios de paz,
libéranos con tu perdón cuando pecamos.
Dios de amor, levántanos cuando caemos.
Dios más fuerte que el dolor y que la muerte,
sé para nosotros libertad y paz,
y haz que amemos a nuestros hermanos
como Tú los amas.
«Estuve enfermo y me visitas-teis... En verdad os digo que cadavez que lo hicisteis con uno deestos, mis hermanos más peque-ños, conmigo lo hicisteis».
(Mateo 25, 36).
Jesús manifiesta una sensibilidad
particular hacia los enfermos.
“Visitar” en la Biblia se aplica,
sobre todo, a Dios que “visita” a su
pueblo. Por eso, lo que se nos pide es que
“visitemos” a los enfermos con el corazón
de Cristo, con el amor con que Dios los ama.
“Dios no ha venido a suprimir el sufrimien-
to, ni siquiera a explicarlo. Ha venido a lle-
narlo de su Presencia” (Paul Claudel). Es esta
presencia de Jesús la que debemos hacer
realidad para los enfermos que nos rodean.
Quien sufre tiene necesidad de nuestro
tiempo, de nuestras manos, de nuestras
piernas, de nuestra voz, de nuestra com-
prensión, de nuestra compañía, de nuestra
capacidad de escuchar, de nuestra cercanía.
Adelina Gurpegui Goicoechea es Hija de
la Caridad. Esta navarra, enfermera y
fisioterapeuta, es misionera en una región de Bolivia
de increíble belleza natural. Estos meses pasados viajó
en canoa, junto a un sacerdote, por los ríos amazóni-
cos de la zona, visitando las comunidades ribereñas:
“Nos ha tocado navegar en las noches cerradas,
negras, con una linterna y bajo la lluvia. De verdad
indescriptible, pero la mayor parte de mis rezos
siempre van por esta maravillosa y valiente gente
que nos lleva incansable por estos ríos conduciendo
con un pequeño motor, sentados uno en cada punta
de la barca de madera, atentos a esquivar troncos y
ramas que a veces nos golpean, que hacen entrar el
agua y hay que sacar con una botella partida”.
Cuenta cómo se les rompió la hélice, cómo visitan
las comunidades, la acogida de la gente humilde en
medio de la lluvia. Medicinas, fideos, pescado... “Solo
puedo dar gracias a Dios por la fe de nuestros indí-
genas”, dice la hermana Adelina, “que sobrepasa la
mía, su respeto y cariño, que nos ven enviados de
Dios, a pesar de lo que somos. He orado en el cami-
no como nunca, sobre todo por ellos”.
El Papa Francisco escribía una carta el
pasado 25 de mayo al obispo misionero
español Jesús Ruiz Molina. Obispo auxiliar
de Bangassou, República Centroáfrica, quien vive con
su pueblo en medio de la guerra y la violencia:
“Me cuentas las dificultades y desafíos en tu
labor como Obispo auxiliar de Bangassou. Me ha
conmovido enterarme de las duras pruebas que
tantos hermanos y hermanas deben enfrentar, en
esas tierras, a causa de la persecución y de injus-
ticias sin fin, y de los sufrimientos e incompren-
siones que os afligen, debido a vuestros esfuerzos
por tratar de defender la dignidad y de mitigar el
dolor de muchas personas, sin hacer distinción de
pertenencia religiosa.
Comprendo el desaliento y la sensación de
impotencia en los momentos de prueba. Pero no
estás solo, el Señor es tu fuerza y nunca aban-
dona; y la Iglesia, como madre solícita, está pre-
sente al lado de quien sufre. [...] Esta es una de
las tareas del Obispo: ser protector de los más
débiles, impulsor de reconciliación y depositario
de esperanza”.
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