Rua Sarmento Leite, 320/518 - Campus Centro UFRGS, Porto Alegre/RS, BRASIL CEP 90050-170 Telefone: + 55 (51) 3308-3263 Website: www.ufrgs.br/gpit E-mail: [email protected]
(Artigo publicado em: II Seminário de Investigación en Urbanismo, 2008, Barcelona. II Seminário de Investigación en Urbanismo. Barcelona : Universidat Politècnica de Catalunya, 2008. p. 205-222)
Interpretar el paisaje:
una lógica narrativa Daniele Caron
Resumen
Actualmente, el paisaje es un tema recurrente en estrategias de planeamiento territorial y
urbano. Aunque sean creados instrumentos para su protección, el paisaje es un concepto
dinámico, con múltiplas dimensiones, lo que sugiere la aplicación de metodologías que
eviten cristalizar la realidad urbana y rural. Si por un lado la reconstrucción de realidades
pasadas busca materializar la memoria, valorar acontecimientos y lugares, por otro, el
consumo desmedido del territorio contribuye a la extrapolación de los límites urbanos,
generando profundas rupturas identitarias con el lugar. La presente investigación propone
un método de interpretación del paisaje según una lógica narrativa en la Zona Volcánica de
la Garrotxa, Catalunya. Busca aportar algunas estrategias analíticas y proyectuales que
complementen los instrumentos de planeamiento y gestión del territorio. Un camino
alternativo que permita mantener la diversidad cultural, valorar lo parcial como
coexistencia de distintos paisajes imaginarios, originarios de las memorias colectivas
superpuestas en el espacio.
Palabras Clave: lógica narrativa, sistema abierto, cotidiano.
Rua Sarmento Leite, 320/518 - Campus Centro UFRGS, Porto Alegre/RS, BRASIL CEP 90050-170 Telefone: + 55 (51) 3308-3263 Website: www.ufrgs.br/gpit E-mail: [email protected]
1. INTRODUCCIÓN
En el siglo XXI, la conservación del paisaje y los instrumentos utilizados para su
protección, son necesarios, pero también son peligrosos al ser el principal agente del
proceso de cristalización de la realidad urbana y rural.
Por un lado, la reconstrucción de realidades pasadas busca materializar la memoria,
valorar acontecimientos, lugares, personajes de tiempos vividos.1 Por otro lado, el
crecimiento abusivo de las ciudades en términos de consumo de territorio a causa de una
ocupación de baja densidad, del desarrollo de los grandes ejes de transporte, que acoge
sobretodo los sectores industrial y logístico, contribuye a la extrapolación de los límites de
la “ciudad central”. Genera nuevos paisajes, híbridos, donde la transición entre lo urbano y
lo rural compone una franja territorial a veces caótica, acotada por la complejidad de
funciones que pretende abarcar.
La velocidad de la transformación de estos paisajes, altera sustancialmente su
legibilidad semiótica por parte de los habitantes del lugar, pudiendo provocar pérdidas de
continuidad histórica y un abismo entre el cotidiano actual y los paisajes, referencias
transmitidas a través de las generaciones por la pintura de paisajes, la fotografía o la
literatura.2 En esta ruptura, se altera también el sentido de identificación y pertenencia al
lugar, ya que no hay un control sobre la creación de paisajes mudos y deshumanizados, o
sobre la conservación de aquellos que poseen una fuerte carga simbólica para los
ciudadanos.
Como consecuencia de este proceso antagónico de valorar la permanencia de los
valores del paisaje y permitir el desarrollo de las ciudades y la continua antropización del
territorio, surgen iniciativas técnicas y científicas que pretender aportar soluciones
coherentes con una nueva ordenación territorial. El Consejo de Europa establece en 2000,
el Convenio Europeo de Paisaje como un ‘instrumento consagrado exclusivamente a la
protección, gestión y ordenación de los todos los paisajes de Europa’3, lo cual ha
fomentado por su vez la creación de Catálogos y Cartas de Paisaje en ámbitos nacionales y
regionales.
3
En Catalunya, por fuerza de la Ley 8/2005, de 8 de junio de protección, gestión y
ordenación de su paisaje, es creado el ‘Catàleg de Paisatge’, con el intento de introducir
objetivos paisajísticos en el planeamiento territorial de Catalunya, además de políticas
sectoriales. El catálogo pretende la identificación y caracterización de todo tipo de paisajes
que se extiende por el territorio catalán. Como identificación entiende ‘determinar aquells
elements naturals, culturals –tangibles i intagibles– i visuals que distingeixen un determinat
paisatge respecte d’un altre’ y como caracterización, ‘el procés d’identificació, cartografia
i descripció d’àrees que presenten una certa cohesió interna i un caràcter propi’4.
En este sentido, están presentes tanto la idea de diversidad de elementos y valores de un
paisaje, como la integración o cohesión entre ellos, y que puede determinar una unidad de
paisaje.5 Es cierto decir que el documento propone cambios bastante relevantes en el
análisis urbano y territorial tradicional, con la incorporación de la dimensión cultural del
paisaje, y conceptos como visibilidad y sentido del lugar.
Sin embargo, la división del territorio en unidades de paisaje no deja de ser una
clasificación, una síntesis, una categorización del espacio que puede echar a perder los
aspectos de la cotidianeidad, que no son estáticos. Además de eso, en estos bordes híbridos
entre ciudad y campo, donde la superposición de elementos y procesos diseña un paisaje de
formas complejas, resulta difícil encuadrárla dentro de una clasificación. No se trata de
rehacer el paisaje tradicionalmente existente, sino trabajar con un sistema abierto:
identificar los temas que construyen la narrativa del lugar y que pueden revelar múltiples
identidades da consistencia a la propia riqueza de este territorio.
ZAGARI (2007) comenta que hay una absoluta libertad de tema y escala, con
mezcolanza de sujetos y de funciones: una acción más una calle, más una cubierta, más un
árbol, más un material, más una transparencia pueden ser la base de un proyecto siempre
que se establezca una secuencia de sentido comunicable en el magma amorfo de la ciudad-
campo.6
A cada esquematización analítica y proyectual que trazamos, estamos sujetos a pérdidas
importantes, en términos de dimensión cultural del paisaje. El paisaje es único pero las
referencias o personajes son muchos; el lugar tiene múltiples resonancias. Ésta es la
realidad urbana que nos interesa hoy en día.7
En este contexto, la presente investigación busca un nuevo punto de vista sobre el
paisaje y el estudio de su dimensión cultural, utilizando la definición de COSGROVE
4
(1998), que explica el paisaje “como un texto cultural, aunque los textos tengan muchas
dimensiones, ofreciendo la posibilidad de lecturas distintas simultáneas e igualmente
válidas.”8 Un camino alternativo que permita mantener la diversidad cultural, valorar lo
parcial como coexistencia de distintos paisajes imaginarios, originarios de las memorias
colectivas superpuestas en el espacio. 9
Se trata de desarrollar un método de interpretación del paisaje que pueda ser aplicado
en el contexto contemporáneo, admitiendo las superposiciones e intersecciones entre el
urbano y el rural, y también las contradicciones de las diferentes lógicas narrativas, a modo
de sistema abierto. Es un intento de aportar algunas estrategias analíticas y proyectuales al
planeamiento urbano y territorial que complementen las cartas y catálogos de paisaje, en el
sentido de aproximar el paisaje a la cultura del lugar y a los valores de la cotidianeidad.
2. LA GARROTXA COMO ESTUDIO DE CASO
2.1. Aspectos generales del territorio
Una de les sorpresas més grans que tindran els catalans el dia que descobreixin el
seu país serà la de constatar que Catalunya és un dels paísos més plens de
muntanyes que hi ha. N’hi ha per a donar i per a vendre, més que un foc no en
cremaria; n’hi ha tantes que el dia que se sàpiga la gent quedarà veient visions.
Se’ns ha fet el retret que Catalunya es un país petit. És veritat. La pell del país fa
unes arrugues profundíssimes i uns alts i baixos completament inútils. Però ens
pot servir de consol pensar que el dia que sigui possible estirar aquesta pell fins a
treure’n les arrugues el país en què vivim quedarà almenys multiplicat per deu i
no ens passarà com ara, que cada vegada que escrivim una carta no sabem si tirar-
la al correu o anar-la a portar nosaltres mateixos tot passejant.10
El texto de PLA (1989), probablemente sea el mejor modo de conocer el paisaje de
Catalunya. Como parte de este territorio ‘arrugado’, y de cierto modo, una de sus mejores
representaciones, está la Comarca de la Garrotxa, catalogada como comarca de montaña
con una extensión de 734km2 y 21 municipios.
La Cuenca del Río Fluvià es el eje vertebrador de la comarca que se caracteriza
especialmente por poseer una zona volcánica, que ocasiona una topografía muy peculiar. La
existencia de substrato volcánico y rocas sedimentarias, y un régimen de lluvias abundantes
y repartidas uniformemente a lo largo del año, han posibilitado una situación propicia a la
5
formación de una verdadera malla de cultivos, que ocupan las planas del Valle del Río
Fluvià.
Según el parcelario, la estructura de caminos, y los tipos de asentamiento en relación a
estos caminos y topografía destacamos tres valles: Vall d’En Bas, Altiplano de Batet, y
Santa Pau. La parcelación sigue la traza del río y los elementos del viario, que unen entre sí
pequeños núcleos rurales y masías dispersas; el Corredor de la Garrotxa, en que la
morfología es tortuosa y muy condicionada por la topografía, la agricultura intensiva de
secano se desarrolla en las partes mas bajas del valle, o en terrazas ganadas del bosque. La
población se concentra en núcleos rurales o masías dispersas; y en la zona de transición de
Esponellà, los campos quedan encajonados entre los bosques.11
Un territorio plegado, una sucesión de montañas, bosques y planas cultivadas, un
descubrimiento en cada curva del río que sigue su recorrido relacionando lugares,
personajes y historias.
Según NOGUÉ I FONT (1985)12, hasta finales de la década de 1950, el paisaje de la
Garrotxa fue claramente un paisaje visualmente diferente, tradicional, marcando
movimientos, pensamientos y acciones de los poetas, novelistas cronistas locales, pintores
paisajistas y aficionados por el nacimiento de la fotografía.
El hecho de que históricamente la Garrotxa haya sido desplazada de los grandes ejes
de comunicación y de crecimiento económico de Cataluña13, ha contribuido a permitir un
equilibrio del paisaje, en lo que se refiere a la permanencia de la naturaleza, y el desarrollo
de los pueblos, haciendo posible el desarrollo de los movimientos culturales y la tradición
artística.
Paralelo al carácter bucólico y rural de la Comarca, desde el siglo XVIII, la cuenca
del río Fluvià impulsa la existencia de la actividad industrial, consolidando algunos núcleos
urbanos, es el caso de Olot, como centro industrial principal en el inicio del siglo XX. En
1965, se consolida la industria de carácter manufacturero en la Garrotxa14. De este modo,
las planas de los valles se caracterizan por su vocación agrícola, mientras el eje vertebrador
de la Comarca desarrolla su actividad industrial.
La necesidad de incrementar las infraestructuras viarias para el desarrollo de ambas
actividades, agrícola e industrial, sumadas al desarrollo del turismo como nueva actividad
económica de la región, empiezan a provocar cambios estructurales en este paisaje, que
trasforma rápidamente la fisonomía de los pueblos, sobretodo en el entorno del río Fluvià.
7
2.1. Contexto territorial actual - limites entre un parque natural y un sistema urbano dinámico
El buen estado de conservación de la morfología volcánica hace que la zona volcánica
de la Garrotxa sea el mejor exponente de vulcanismo de la Península Ibérica15. En base a
eso, la Ley 2/1982 de 3 de marzo inicia el proceso de protección de la zona volcánica de la
Garrotxa. Entre 1994 y 1997 se extiende el período de aprobación del Parc Natural de la
Zona Volcánica de la Garrotxa (PNZVG), que tiene en el Decreto 41/2008, de 26 de
febrero la más reciente modificación respeto a los límites y reservas naturales del Parque.
En cuanto al encaje territorial del parque, el PNZVG posee la peculiaridad de
englobar los principales núcleos urbanos de la comarca, hecho generador de tensiones
territoriales que derivan de la expectativa de expansión urbana y problemáticas periurbanas
– creación de paisajes híbridos. Además, el creciente desarrollo de las infraestructuras
viarias están provocando la fragmentación del parque natural en cuanto a la conectividad
ecológica en el entorno del Fluvià.16
En este sentido, cabe presentar la Zona Volcánica como un territorio vulnerable, con la
necesidad de una gestión y ordenación territorial más compleja, que tenga en cuenta los
valores y dimensiones del paisaje de la Garrotxa, trabajando con las tensiones entre los
ámbitos urbano, rural y natural.
3. LA ZONA VOLCÁNICA Y LOS FRAGMENTOS TERRITORIALES DE LA INVESTIGACIÓN
Un río, un conjunto de lugares tema. No partiendo de un programa, sino que se
construye una narrativa referida a un hecho geográfico.
Manuel de Torres i Capell, 1993. 17
3.1. Premisas teóricas para una delimitación
El estudio de paisaje se plantea sobre la Zona Volcánica de la Garrotxa y señala la
lectura de los fragmentos del paisaje como modo de aproximación a las memorias e
identidades del lugar. Busca comprender las capas sucesivas de este territorio; encontrar los
puntos de encuentro entre una capa y otra a través de las narrativas sobre este paisaje;
descomponer y recomponer el puzzle a fin de encontrar unos patrones clave para interpretar
e intervenir en este territorio.
8
En estos términos, interpretar este paisaje según sus fragmentos, por ponernos a una
escala de temas de paisaje, requiere esbozar una delimitación, un recorte en cierto modo
abstracto, del territorio cartográfico. Abstracto en el sentido en que el alcance de la
actuación de un investigador no abarcará todo el territorio físico tal como lo vemos en el
mapa; más bien utilizará este límite para planear una secuencia de experiencias en campo
que se han de encajar con el pensamiento teórico desarrollado.
Al trabajar con la idea de sistema abierto valoramos la delimitación territorial inicial
como punto de partida para la investigación. Las narrativas que nos conducen a los temas
de este paisaje apuntarán nuevas tensiones entre los elementos tangibles e intangibles, y el
recorte inicial que hemos trazado cambiará de acuerdo con este proceso.
Mapa de la Región Volcánica de la Cuenca del Río Fluvià
Fuente: Instituto Cartográfico de Catalunya
Los fragmentos de paisaje de la zona volcánica son inicialmente delimitados teniendo
en cuenta la idea de ritmo, en la superposición de capas temporales. Es decir, pese que
estén localizados sobre la misma clave geológica volcánica, cada fragmento se distingue
por el grado de transformación o antropización del territorio, que supone el paso del tiempo
a ritmos distintos.
Sobre la relación entre tiempo y paisaje, CORNER (2007) comenta que “el paisaje está
ineludiblemente delimitado por los caminos del proceso y el tiempo. En el paisaje no hay
9
nada fijo, estático o inmutable; se trata de un medio dinámico y cambiante, siempre en
marcha, delimitado por el clima, la historia, la ecología y las imprevisibles contingencias
del tiempo. Este dinamismo es lo que hace del paisaje un medio tan extraordinario y
experimentalmente rico y, al mismo tiempo, uno tan desconcertante y difícil de manipular.” 18
3.2. Los fragmentos de paisaje de la Zona Volcánica: diversidad de temas y ritmos
Concretamente, la investigación propuesta concentra las experiencias de campo en
cuatro fragmentos de paisaje que pertenecen al ámbito de la Zona Volcánica de la Garrotxa
y se desarrollan alrededor del nacimiento del Río Fluvià: Vall d’En Bas intersección entre
la ciudad de Olot y la zona rural circundante, Altiplano de Batet, y Santa Pau. Fuentes de
inspiración para innumerables expresiones artísticas desde el inicio del siglo XX en la
pintura, literatura y fotografía, estos fragmentos concentran una serie de memorias y
narrativas que caracterizan el paisaje de la comarca.
Las diferencias y similitudes entre los fragmentos de estudio aparecerán de acuerdo con
los temas encontrados, ocasionando una lectura profunda del paisaje de la Garrotxa y la
elaboración de una gramática propia de la comarca. De este modo, es posible iniciar una
explicación no unitaria de la zona volcánica y de la cuenca, construyendo diagramas que
simbolizan las tensiones entre los elementos tangibles e intangibles de cada fragmento de
paisaje.
[…] el fragmento es como la idea musical de un ciclo […]; cada pieza es
necesaria, y sin embargo no es más que el intersticio de sus vecinas: la obra sólo
se hace fuera del texto.
Roland Barthes, Paris,1979.19
En la Vall d’En Bas el parcelario es el gran protagonista del valle, acentuando la
presencia de la plana donde estan las masías y las granjas. Las parcelas organizan el paisaje
y el tejido formado une los elementos “verticales” como las masías y los árboles.
Representa un fragmento peculiar, ya que los límites montañosos se alejan entre sí y el
paisaje se abre a una perspectiva visual poco común en la comarca. Aparecen algunos
temas de paisaje: el nacimiento del ‘río’ Fluvià, la ‘estructura de campos’, los ‘hilos’ que
componen la red de caminos ramaderos. El tiempo transcurre al ritmo de los cambios de las
infraestructuras.
10
Paisaje del Vall d’En Bas
Fuente: ARANDA, R., Vilalta. R. (1985)
En los alrededores del Olot, los temas se diversifican de acuerdo con la superposición
de ritmos urbano y rural. Sea en el ámbito del ‘Parc Nou’ (sede del Parque natural de la
Zona Volcánica), en el entorno de la ‘Font Moixina’, o en la ruta entre ‘Sant Roc’ y el
‘Bosc de Tosca’ esta franja hibrida del paisaje se caracteriza por un ‘horizonte cerrado’,
una lectura constante de ‘límites’: la ‘línea del bosque’, ‘pliegues’ en el suelo y en la
vegetación, que moldean la vida cotidiana de los habitantes del lugar. La intersección entre
la ‘malla’ urbana y nuevamente los ‘hilos’ que relacionan casas, fuentes, bosques y
cultivos.
Recorrido entre Parc Nou y Font Moixina, en Olot.
Fuente: autoria propia, noviembre de 2007
Desde el Altiplano de Batet es posible obtener una visión panorámica de zona
volcánica. Poseyendo una topografía particular, Batet se caracteriza por un paisaje
humanizado. Las terrazas, utilizadas para la agricultura, concentran también las masías,
11
entendidas como estructura topológica en unidades individuales. El equilibrio entre hombre
y naturaleza, entre terrazas y pendientes mantiene de un ritmo lento, una superposición
temporal que todavía respeta patrones de un paisaje más tradicional. El tema del pliegue
encuentra aquí su mayor exponente, representado en el feixe que contornea las terrazas.
Paisaje de terrazas, en Altiplano de Batet.
Fuente: ARANDA, PIGEM I VILALTA. (1990)
Santa Pau posee el valor de una ‘ruina territorial’, un pueblo medieval de pequeñas
dimensiones circundado por volcanes. Como un bloque de piedra repleto de memorias de
otros tiempos, tiene a su entorno un mosaico de bosques y planos cultivados; masías y
casas rurales que se esconden entre los planos de montañas que se interponen ante la
mirada desde el núcleo urbano. Los ritmos se superponen armónicamente, entre la reciente
actividad turística y los ciclos agrícolas y naturales de su entorno. El tema del escondite o
‘amagatall’, descrito por novelistas locales, la ‘línea del bosque’ representando el límite
construido por los habitantes o colonizadores de este territorio, son temas recurrentes en
este fragmento de territorio.
12
Paisaje DESde el mirador de Santa Pau.
Fuente: autoria propia, mayo de 2008
4. UNA METODOLOGÍA A MODO DE SISTEMA ABIERTO: HERRAMIENTAS DE NARRACIÓN
4.1 Construcción de la metodología
La metodología contempla los elementos tangibles e intangibles de la composición del
paisaje, teniendo como premisa que la memoria colectiva se concentra en ambos aspectos.
Es decir, la memoria se puede materializar en el paisaje a través del tiempo, toda vez que
un grupo determinado inscribe cotidianamente sus narrativas sobre un soporte físico,
material, dejando sus marcas, contribuyendo para el mantenimiento de de la relaciones
identitarias con el lugar.
Construir un proceso de valoración del paisaje significa comprender las reglas en
tensión existentes entre los elementos tangibles e intangibles del lugar. Desvelarlas a modo
de sistema abierto, significa descubrir unos temas que componen este paisaje
yuxtaponiendo aspectos intangibles: elementos de la percepción visual, pictórica y escrita
del lugar a la cartografía procedente de diferentes momentos históricos, de base tangible,
utilizando distintas escalas de acuerdo con la particularidad de cada tema o lugar que se
quiere explicar. TORRES I CAPELL(1993) explica que las escalas de detalle se comportan
como “cartografías de agrupación e interrelación territorial de las diversas problemáticas de
intervención y posibilitan la intermediación de los elementos intangibles.”20
Construir puentes que ligan nuestra realidad con otras pasadas permite crear paisajes
simbólicos que, más allá de las formas, están hechos de intensidades y fragmentos21; una
diversidad de narrativas que superpuestas pueden ser la clave para trasponer nueva
13
información, revelar los patrones clave del paisaje y generar una actuación consciente sobre
el territorio.
Cartografías por temas en la Zona Volcánica. Claves geológicas volcánicas; Ríos, rieras y fuentes; caminos; pueblos. Fuente: elaboración propia a partir de las bases cartográficas del Instituto Cartográfico de Catalunya, escala 1:50.000..
La metodología propuesta para esta investigación, empieza en la elaboración de un
marco teórico: revisión bibliográfica de la producción literaria, pictórica y fotográfica de la
Garrotxa; elaboración de fichas sobre los temas encontrados en la revisión y percepción
local de visita de campo; búsqueda de cartografías antiguas de los fragmentos de paisaje de
estudio, descubrimiento de trazas espaciales en las capas temporales anteriores;
transposición de los temas encontrados en diagramas y elaboración de cartografías
temáticas; análisis de la superposición e intersección de las cartografías temáticas;
elaboración de nuevas cartografías, representación del espacio intermedio entre las nuevas
cartografías, desglosando patrones de paisaje; retorno a las fuentes bibliográficas iniciales
para su complementación; estudio de los instrumentos legislativos, planos territoriales
generales y parciales y catálogos de paisaje; discusión de los resultados respeto a los
documentos legislativos y elaboración de las conclusiones.
14
Como premisa básica del seguimiento de la metodología, la investigación propone la
lectura del paisaje in loco, además de la conversación informal con los habitantes del lugar,
que nos da pistas sobre las tensiones que existen entre los elementos de paisaje.
4.2 La fotografía, captura instantánea del paisaje
Gairebé segur que ha anat a diverses vegades al mateix lloc, a fi de coincidir en
el moment en què la llum és tal com ell la desitja captar. Tot i així, amb la
combinació de l’obertura de l’objectiu i la velocitat aconseguirà donar al conjunt
un to lumínic i de grisos que li permet d’expressar així les emocions, la
interpretació personal, la modulació de la realitat, a fin d’expressar el que ell sent,
creu i pensa davant de cada realitat.’22
Cada imagen lleva consigo la subjetividad del artista, el sentimiento, el imaginario, la
relación con el entorno, una serie de factores determinantes en el momento de su obtención.
Como relata el fotógrafo y artista CUNHA (2003)23, “la fotografía nos enfrenta
constantemente a un misterio, nunca a una certeza. Nos obliga a interrogarnos sobre
nuestras vidas y sobre nuestro entorno.”
En este sentido, se refuerza la idea de la fotografía como rapto instantáneo de un
fragmento de realidad. Las fotografías posibilitan la composición de una narrativa visual
que invita a una actitud reflexiva sobre esta superposición de fragmentos vividos en el
paisaje.
El estudio de las primeras imágenes tomadas in loco y encontradas en archivos locales,
permiten la elaboración de algunos diagramas24 interpretativos que a su vez, revelan
patrones que se repiten en el paisaje de la Garrotxa. El intento de fotografiar un ámbito
amplio desencadena una serie de frames en los cuales se evidencia un ‘espacio cerrado’,
una sucesión de planos verticales y horizontales que se interponen al observador.
4.3. Novelas y poemarios, una Garrotxa contada por escritores
La vasta literatura local con novelas, poemas, canciones, permiten identificar
expresiones respeto a las sensaciones producidas por este paisaje en el individuo que
escribe, tanto cuanto la influencia del texto sobre este entorno percibido.
En la obra ‘Atles Literari de les Terres de Girona’, los autores comentan sobre la
profunda relación de un escritor con su entorno más inmediato, del condicionamiento que
15
un determinado espacio ejerce sobra la escritura, y de la resonancia que la literatura acaba
teniendo en la creación y permanencia de un paisaje.25
La literatura local ofrece una puerta de acceso a un conjunto de valores referentes a
otros momentos históricos, los cuales están ordenados y reordenados por las memorias
colectivas. Sobre estas impresiones en el tiempo pasado y presente respeto a la estructura
de la memoria, HALBWACHS (2004)26 comenta un camino de ida y vuelta; nos recuerda la
propia noción de paisaje, que establece un continuo movimiento de avanzo y retorno a las
referencias espaciales.
Al estudiar un paisaje siguiendo los pasos de la literatura, uno se ve atrapado por una
serie de historias que tienen ellas mismas un hilo conductor. El modo como se construye la
narrativa, la lógica de ordenación y tensión entre los fragmentos, en ocasiones posibilita
diversas ‘entradas’ en el paisaje, con distintos focos de interés que muy a menudo indican
claves de interpretación del contexto actual. Es decir, apuntan detalles que pueden pasar
desapercibidos a un observador in loco, ya que estamos sujetos a la velocidad de la mirada
contemporánea.
4.4. La expresión de las referencias culturales en el paisaje a través de la pintura
La pintura de paisajes con larga tradición en la Garrotxa tiene su punto álgido cuando
en 1934, la Generalitat de Catalunya estructura la actividad de los pintores de paisajes
‘olotins’ a nivel de enseñanza artística, fundando en Olot la ‘Escola Superior de Paisatge’.
Pintores Paisajistas Catalanes: Joaquin Vayreda, “ La Siega”, y Josep Berga i Boix, “La Vall d’Olot”
Fuente: ARAGÓ, N. J., VILLALONGA, M. Atlas Literari de les terres de Girona. Segles XIX i XX
La pintura reproduce una parte del contenido del paisaje, que se refiere a un elevado
grado de intimidad con el entorno, una busca de equilibrio entre lo que es observado y lo
que es concebido. La velocidad con la cual el pintor capta el paisaje, posibilita un proceso
16
creativo que pone en tensión y contraste los elementos o aspectos observados con sus
propias referencias culturales. 27
Sea con la riqueza de detalles de Joaquín Vayreda, o con una visión más atmosférica
del paisaje en Josep Berga i Boix, la Garrotxa aparece como paisaje humanizado, un
equilibrio entre naturaleza y la vida de los pagesos (campesinos). Estudiar las obras
pictóricas de la generación de pintores del inicio del siglo XX en la Garrotxa, permite
identificar escenas de la vida cotidiana mezcladas con el rescate del paisaje tradicional,
dotando a la representación del paisaje de una función simbólica e ideológica.
5. TEMAS DE INTERPRETACIÓN: TENSIONES ENTRE LAS NARRATIVAS DEL PAISAJE
Con vistas a la construcción de una gramática propia del paisaje de la zona volcánica de
la Garrotxa, a partir del uso de las herramientas de narración y de una mirada desenfocada
in loco, es posible encontrar temas en los fragmentos de estudio. Los temas son tensiones
entre los elementos del paisaje, que siguiendo la lógica narrativa de un puzzle28 o una
novela, se desarrollan en función de la relación entre signos y reglas.
Observar el paisaje, sin reducirlo a esquemas sintéticos. Esta explicación abierta del
lugar y su gramática podrá aparecer como auténtica memoria o texto, en el que el proyecto
puede situar sus múltiples raíces.
En el caso de la zona volcánica de la Garrotxa, las memorias parecen estar
sedimentadas en algunos patrones de interrelación del hombre que cultiva, produce y habita
la tierra y la naturaleza exuberante y salvaje de las montañas. Son estructuras, formas y
dinámicas del paisaje que condicionan, estimulan, embelesan y confortan a los habitantes
del lugar.29
La presente investigación ha recorrido cada etapa metodológica en algunas experiencias
de campo, encontrando algunos temas, a los cuales difícilmente llegaríamos a través de un
análisis urbanístico tradicional. Al explicar estas estructuras somos conscientes del reflejo
fragmentario y desordenado del camino. Es un sistema abierto siempre a nuevas
perspectivas sobre el lugar y, en general, a nuestra experiencia personal sobre el urbanismo
actual. No pretendemos, entonces, hablar de una totalidad, sino permitir mediante la
experiencia capturar la lógica de cohesión entre las piezas del puzzle, poniéndolos en
evidencia y reflexión.30
17
5.1. Pequeño ensayo sobre temas encontrados
Espacio cerrado, línea del bosque
Al encontrar en obras literarias sobre la comarca la idea de ‘espacio cerrado’,
empezamos a registrar situaciones in loco. Las lentes objetivas buscan una mirada sobre el
tema, y el proceso fotográfico se ajusta a una intención, como si persiguiéramos el hilo de
una historia. En fotografías de espacios cerrados, descubrimos la ‘línea del bosque’, es
decir, el límite-interface entre las zonas de cultivo agrícola de los valles y el bosque.
EIZAGUIRRE (1990)31 la entiende como ‘línea del colonizador’, el borde de contacto entre
el ‘amagatall’ y el espacio domesticado, lugar de dominio del territorio en la montaña.
Es la oportunidad de transponer una nueva información al plano: cartografiamos la
línea del bosque. Empiezan a surgir diagramas que componen la realidad cotidiana de este
paisaje, ya que ponemos en relación signos y reglas, elementos concretos del paisaje como
bosque, cultivo, masía y el modo como componen y se relacionan en el territorio.
Cartografías de la “Línea del Bosque”, elaboradas a distintas escalas: 1:50.000, Zona Volcánica y 1:5000, borde hibrido entre zona urbana y rural en Olot. Fuente: elaboración propia a partir de las bases cartográficas del Instituto Cartográfico de Catalunya.
La masía
A partir de la abstracción cartográfica de la línea del bosque, encontramos el tema de la
masía, protagonista del paisaje de la Garrotxa. La masía actúa como elemento de
concentración del texto cultural inscrito sobre el paisaje. Según TEIXIDOR, novelista de la
región del inicio del siglo XX, la masía es depositaria de la memoria, del recuerdo, de los
ideales y designios perdidos.32
La masía tiene por esencia una ligación íntima con el paisaje. Supone una armonía
estética con la misma, siendo suficientemente compleja para representar el coronamiento de
la relación entre hombre y naturaleza; y a la vez sencilla y orgánica, para encajarse en el
18
paisaje sin quitar su fisonomía natural. Su forma, orientación, sus relaciones con los
diagramas topográficos, hidrográficos, con la vegetación, con la red de caminos, pueden
indicar también claves de intervención y gestión de la zona volcánica. La masía se
configura como elemento de repetición en los fragmentos de estudio elegidos, y su
persistencia en el tiempo y espacio la relacionan con el concepto de memoria.
Masía de Olot. Al centro el pueblo de Hostalets d’En Bas y el Macizo de Puigsacalm al fondo. Fuente: Camps i Arboix, 1976
Masías y otras construcciones dispersas en el borde hibrido entre zona urbana y rural en Olot. Fuente: elaboración propia a partir de la ortofoto del Instituto Cartográfico de Catalunya, escala 1:5.000.
El tema de la casa de pagesos que compone y es compuesta por el paisaje posee en sí
misma la complejidad del sentido del lugar, es decir, refleja en su forma, color, estructura y
ruina las historias del paisaje humanizado de la Garrotxa. En palabras de ARBOIX (1969),
“la casa es la primera creación de un pueblo, con sus paredes y ventanas, con sus tejados, la
casa es como un rostro; es el rostro de la tierra, de la patria; es como el espejo de su
gente”.33
El pliegue
El pliegue es otro patrón descubierto en los diagramas hechos a partir de fotografías,
entendidas como tiempo presente, y pinturas de los pintores paisajistas de la Garrotxa,
como tiempo pasado. El pliegue aparece junto a la línea del bosque y refuerza el modo
como ha sido moldeado este territorio: terrazas, caminos, infinidad de curvaturas que
abrigan memorias de otros tiempos como contornos rellenos de intenciones y valores de
quién recorre, siembra o habita este lugar.
[…] oquedades, surcos, resaltes, bordes y ejes de todo tipo, son pliegues, bien
definidos por sólidos que le dan la forma en la que lo percibimos o cuya
19
amplitud, a veces, permite que habitemos en su curvatura. […] Si fabrica cubos o
poliedros, cilindros y conos, con paneles de cartón, se habrá convertido en
maquetista o topólogo, y, en ambos casos, sabrá que un volumen aparece bajo un
pliegue, como implicado por sus bordes.34
Se trata de un territorio plegado, tal como describe PLA (1989)35; los diagramas de
pliegues sugieren una dimensión cultural del paisaje. Cartografiar los pliegues de la zona
volcánica de la Garrotxa nos da pistas de las distintas escrituras que han compuesto este
paisaje.
Hilos
Al cartografiar los caminos que recorren el territorio, las líneas, los bordes, los pliegues
y el agua, los diagramas empiezan a demostrar una estructura de hilos que cuentan historias
sobre el paisaje. Los hilos no se cierran, aparecen como un sistema abierto que cumple la
función de hacer llegar alguien o algo a un destino. Revelan la superposición de ritmos
entre el núcleo urbano, el campo y el bosque; es decir que a partir de la malla urbana, el
territorio se organiza por hilos.
Cartografías de “Hilos”, en Olot y Santa Pau, respectivamente: Fuente: elaboración propia a partir de las bases cartográficas del Instituto Cartográfico de Catalunya, escala 1:5.000.
Al desplazarnos del espacio urbano al rural, notamos que las relaciones entre los
elementos del paisaje y los recorridos cambian totalmente la estructura. Mientras en la
ciudad la lectura de los recorridos se hace dentro de una trama, en el campo nos movemos
por los hilos buscando el destino de un lugar en concreto, sin visualizar el camino.
SERRES (1995)36 comenta este despliegue en el territorio, “La geometría métrica canoniza
las distancias que identificamos con la vista, mientras que el tacto, al que alegamos sin
20
cesar, más cerca de la topología, revela maravillosamente las cercanías. En la geometría
habito; la topología me ronda.”
6. BREVE EPÍLOGO
Los hilos, el pliegue, la masía, la línea del bosque, el espacio cerrado montan una
secuencia que sigue una lógica narrativa del paisaje. Como un sistema abierto, estos temas
pueden en algunas ocasiones, contar otras historias, encadenando novelas, poemas,
fotografías y pinturas de modo que se reflejen otras memorias inscritas en el lugar.
El desarrollo de una metodología a modo de sistema abierto, cuyas herramientas
relacionan los aspectos tangibles e intangibles del paisaje, permite trasladar escalas, puntos
de vista y programas múltiples, abriéndose a la memoria y a la mirada contemporánea. Es
un modo de dinamizar el estudio del paisaje, incluyendo la idea de ritmo y de superposición
de las capas temporales sobre un territorio.
La investigación propone la discusión sobre algunos parámetros adoptados en la
elaboración de los documentos que influyen en la gestión de la zona volcánica, y quiere
complementarlos con aportaciones que aceptan la condición compleja de las intersecciones
entre los opuestos: zona urbana, zona rural y zona natural. La investigación pretende
facilitar la intervención proyectual que deberá trabajar sobre el doble movimiento del
‘conservar’ sin cristalizar el paisaje, y el ‘intervenir’ sin permanecer ajeno a los patrones
identitarios de este territorio.
REFERENCIA
MARTINEZ, A., CARON, D. El espacio intermedio. Atas del Congreso Europeo de Investigación en Arquitectura y Urbanismo 2008. Madrid, 2008. El artículo contiene el marco teórico de la presente investigación, con respectiva bibliografía.
NOTAS
1 STEINER, G. La idea d’Europa. Barcelona: Editorial Arcadia, 2004. pp. 26. Steiner comenta en su libro que “[…]cuando caminamos entre estos espectros sólidos, nos invade una sensación extraña y profunda tristeza. Hay alguna cosa que no funciona en toda esta corrección. […] El aura del tiempo auténtico, el tiempo como proceso vivido, proporciona juegos de luz sobre la piedra, sobre los patios, sobre los tejados.” 2NOGUÉ I FONT, J. La ciudad sin límites. Espacios. Cultura/s. La Vanguardia. Barcelona, 30 de abril de 2008. pp 04.
3 Convenio Europeo de Paisaje. Consejo de Europa. Florencia, 20 de octubre de 2000. pp. 3 4 NOGUÈ, J., SALA, P. Prototipus de Catàleg de Paisatge. Documento de referència per als grups de treball (edición revisada). Barcelona i Olot. Maig 2006. pp. 28
21
5 NOGUÈ, J., SALA, P. Prototipus de Catàleg de Paisatge. Op.cit. pp. 30. Los autores comentan que “les unitats de paisatge són porcions del territori amb un mateix caràcter, és a dir, són caracteritzades per un conjunt d’elements que, com ja s’ha esmentat, contribueixen a fer que un paisatge sigui diferent de l’altre, i no millor o pitjor.”
6 ZAGARI, F. Relación. In COLAFRANCESCHI, DANIELA org. Landscape + 100 palabras para habitarlo. Land&ScapeSeries. Barcelona, Editorial Gustavo Gili, 2007. pp. 168 7DEMATTIES, Giuseppe. Como afirma el autor, ‘con la esquematización se pierden muchas de las referencias o sugerencias que relacionarían otros dibujos analógico-metafóricos con los fenómenos humanos o culturales’. 8 COSGROVE, D. A Geografia está em toda parte: Cultura e Simbolismo nas Paisagens Humanas. In: Correa,R.L. y Rosendahl,Z. (Orgs.). Paisagem, tempo e cultura. Rio de Janeiro: EdUERJ, 1998. pp. 101 y 98. 9 CORBOZ, A. Il territorio comme palimpsesto. Revista Casabella, 1983. Corboz define palimpsesto como “un tablero de escritura en dos dimensiones que se transforma en una matriz tridimensional de signos, inscripciones y textos superpuestos”. Y todavía afirma, “el territorio no es un paquete perdido o un producto de consumo que pueda reemplazarse. Cada territorio es único, de ahí la necesidad de ‘reciclar’, de raspar una vez más (pero con el mayor cuidado posible) el viejo texto que los hombres han grabado sobre el material irremplazable que es el terreno, para dejar uno nuevo que responda a las necesidades actuales antes de que, a su vez, éste sea borrado”. 10 PLA, J. De l’Epordanet a Andorra. Barcelona: Ed. Destino, 1989. pp. 32 11 ARANDA, R. FORTIÁ, P. PIGEM, C. y VILALTA, R. (Orgs.) El Fluvià com Pretext. Estudi i intervenció en el paisatge. Girona: Ed. Diputació de Girona, 1993. pp. 19 12 NOGUÉ I FONT, J. Una lectura geogràfico-humanista del paisatge de la Garrotxa. Tesis Doctoral. Girona: Col.legi Universitari de Girona, Diputació de Girona, 1985. pp. 247. 13 NOGUÉ I FONT, J. Una lectura geogràfico-humanista del paisatge de la Garrotxa. Op. Cit.. pp. 19. 14 ARANDA, R. FORTIÁ, P. PIGEM, C. y VILALTA, R. (Orgs.) El Fluvià com Pretext. Estudi i intervenció en el paisatge. Op. Cit. pp. 22 15 Pla Territorial de la Garrotxa. Memoria. Text d’Aprovació Inicial. Juny 2007. pp.54 16 Pla Especial de la Zona Volcánica de la Garrotxa. Memoria. Juliol 2006. pp.9 Sobre este tema es importante comentar que la construcción de la autopista A-26 ha provocado cambios profundos en la estructura de los lugares por donde se desarrolla. Es el caso de Castellfollit de la Roca, municipio de valor paisajístico único, por el cual transitaba la antigua carretera de la Comarca; hoy enfrenta un proceso de aislamiento, estando al margen del túnel que conduce la nueva autopista hacia Olot. Otro caso, es el proyecto de un eje viario entre Vic y Olot, con una autopista destinada a la circulación de transito pesado y de largo recorrido del interior de Cataluña hasta Francia, que implica la construcción del “Túnel de Bracons”,. Esta acción, según la asociación “Salvem les Valls”, se apoya en la acción ordenadora y dinamizadora de la implantación de una red viaria como modelo de desarrollo del territorio, y causará profundos impactos socioeconómicos y ambientales en el ámbito local y en la comarca en general. 17 TORRES I CAPEL, M. Notes sobre l’orientació recent de la urbanística del territori. In: ARANDA, R. FORTIÁ, P. PIGEM, C. y VILALTA, R. (Orgs.) El Fluvià com Pretext. Estudi i intervenció en el paisatge. Op. Cit. . 18 CORNER, J. Proceso. In COLAFRANCESCHI, DANIELA org. Landscape + 100 palabras para habitarlo. Op. Cit. pp. 157 19 In ZAGARI, F. Relación. In COLAFRANCESCHI, DANIELA org. Landscape + 100 palabras para habitarlo. Op. Cit. pp. 167. 20 TORRES I CAPEL, M. Notes sobre l’orientació recent de la urbanística del territori. In: ARANDA, R. FORTIÁ, P. PIGEM, C. y VILALTA, R. (Orgs.) El Fluvià com Pretext. Estudi i intervenció en el paisatge. Op. Cit. El autor, comenta también que “es interesante la descripción de diversos tipos de áreas morfológicamente homogéneas. […] Y aún que ‘se trata de una explicación de espacios abierta a la utilización de técnicas, por expresiones y temáticas diferenciadas.” 21 SPILLER, J. Paul Klee. Das Bildenerische Denken: Schiften zur Form-und Gestaltunglehre, Benno Schwabe, Basilea/Stuttgart, 1956. “Hacer visible”, dijo KLEE (1956), “no mostrar o reproducir lo visible. Por ello, las fuerzas que deben ser capturadas ya no son las de la tierra, que constituían todavía una gran forma expresiva. Ahora son las fuerzas de un cosmos energético, informal e inmaterial. Lo esencial no reside ya en las formas, en las materias o en los temas, sino en las fuerzas, en las densidades, en las intensidades.” 22 PERMANYER, L. y SCHNAITH, N. Huellas – Humberto Rivas. Catálogo de la exposición. Barcelona:
22
Ed. Generalitat de Catalunya. Departament de Cultura. s.n. 23 CUNHA, E. V. O olhar passageiro. Porto Alegre: Editorial FUMPROARTE, Prefeitura de Porto Alegre, 2003. 24 Bart Lootsma. El debate sobre el diagrama o el arquitecto esquizofrénico en Fisuras de la cultura contemporánea.
Revista de bolsillo sobre arquitectura. Julio 2002. […] el diagrama obedece a una doble función: es una forma de anotación, analítica y reflexiva, pero también crea. […] Idealmente, el diagrama sirve como una herramienta conceptual a través de la cual las cosas evolucionan, reapareciendo trasformadas eventualmente. 25 ARAGÓ, N. J. y VOLALLONGA, M. Atles Literari de les Terres de Girona. Girona: Diputació de Girona, 2003. 26 HALBWACHS, M. Los marcos sociales de la memoria. Barcelona: Anthropos Editorial, 2004. p. 159 […] cada vez que colocamos una de nuestras impresiones en el marco de nuestras presentes ideas, el marco transforma la impresión, pero a su vez, la impresión modifica el marco. Es un espacio inédito y un nuevo momento que se agregan a nuestro tiempo y espacio, es un nuevo aspecto de nuestro grupo, el que nos lo permite percibir desde una perspectiva diferente. Lo que conduce a un trabajo de adaptación permanente que nos obliga, en la circunstancia de cada acontecimiento, a regresar sobre el conjunto de nociones elaboradas en acontecimientos pasados. 27 BENNET, 1922, pp.27. In: NOGUÉ I FONT, J. Una lectura geogràfico-humanista del paisatge de la Garrotxa. Op. Cit. pp.133. ‘De entrada vale decir que el pintor tiene una visión del paisaje muchos mas global [...] Está acostumbrado a ver los
diferentes elementos del paisaje como un conjunto de formas, masas y colores, la suma de los cuales dona como un
resultado final, una composición pictórica. ’ 28 PEREC, G. La vida: instrucciones de uso. Barcelona: Editorial Anagrama, 1992. 29 ARAGÓ, N. J., y VILLALONGA, M. Atlas Literari de les terres de Girona. Segles XIX i XX. Girona: Diputació de Girona, 2003. pp. 416 Joan Teixidor escribe que “La primera impressió es que estic tancat. És com si de cop m’hagués enfonsat en un pou de vegetació on tot conspira per allunyar-me del món. No hi ha cel que s’obri en una àmplia perspectiva; l'horitzó es reclou, oprimit per successius plans de muntanyes que a penes ens poden donar una sensació de distància. Hi ha, a més, els arbres, alzines, roures, faigs que toco de seguida si allargo la mà. Sempre un primer terme i el paisatge que s’esmuny en el petit escenari emmarcat per les branques i les fulles. S’ha de mirar amb molta pausa i no com si engolíssim esbojarradament una visió dilata i instantània, sinó com si ho féssim a glopets per no perdre cap detall, aquest petit detall que en aquest cas es decisiu.” 30 COSGROVE, D. A Geografia está em toda parte: Cultura e Simbolismo nas Paisagens Humanas. In: Correa,R.L. y Rosendahl,Z. (Orgs.). Op cit. pp.103. El autor comenta que “revelar los significados del paisaje cultural exige la habilidad imaginativa de entrar en el mundo de los otros de modo conciente y representar este paisaje a un nivel en el que sus significados puedan ser expuestos y reflexionados.” 31 EIZAGUIRRE I GARAITAGOITIA, X. Las Componentes formales del territorio rural. Tesis Doctoral. Publicació Universitat Politècnica de Catalunya. Barcelona, 1990. 32 ARAGÓ, N. J., y VILLALONGA, M. Atlas Literari de les terres de Girona. Segles XIX i XX. Op cit. pp. 480 33ARBOIX, J. C. La masia catalana. Barcelona: Editorial Aedos, 1969. pp. 87. 34 SERRES, M. Atlas. Madrid: Editorial Cátedra, Colección Teorema, 1995. pp.45. 35 PLA, J. De l’Epordanet a Andorra. Barcelona: Ed. Destino, 1989c. pp. 32
36 SERRES, M. Atlas. Op cit. pp. 71
Top Related