LA CAJA

Existen unas cajas en las que puedes meter tus secretos, alegrías, envidias,

tristezas, historias, sentimientos… y nadie, absolutamente nadie puede ni abrir tu caja,

ni saber que hay dentro. La pueden encontrar pero no abrir, nunca sabrán que hay

dentro. Puede que sea algo maravilloso o por el contrario dar miedo. Esa caja es tuya

y solo la abres tú.

La puedes abrir para ti, la puedes abrir para unos pocos o si tú quieres la puedes abrir

para cientos de personas. ¡Eso sí! Tú y solo tú eres responsable de lo que hay en la

caja. Al principio da miedo abrir y compartir lo que hay en ella y puede que te

arrepientas en numerosas ocasiones pero con el tiempo, la acabas abriendo más y

más veces y con más y más personas, entonces llega un día en que te das cuenta que

ya no necesitas una caja.

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