BENEMERITA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE PUEBLA
ESCUELA DE ARTES
LICENCIATURA EN ETNOCOREOLOGIA
WIRIKUTA: MATRIZ DE VIDA
MAYRA LYZBETH BRAVO MARTÍNEZ
MATRÍCULA 201240222
SECCIÓN 002 3° SEMESTRE
INTRODUCCIÓN
“No todo lo que brilla es oro” pareciera ser una simple frase popular que se le
puede dar una interpretación dependiendo del contexto y de la persona que la
expresa.
El caso de Wirikuta nos obliga a plantearnos una sutil e incómoda pregunta que
late muy profundo en la parte humanidad, aquella que abarca en el cómo nos
relacionamos con nosotros mismos y con nuestro entorno.
“La cultura, entendida, como la red de significados que el ser humano teje y en los
que se ve envuelto” (Geertz, 2001) es la herramienta que la mente humana
desarrolló en colectivo a lo largo de la historia para darle sentido a la pregunta y al
mismo tiempo darle muy variadas respuestas, tantas, como los pueblos que han
existido a lo largo de este periodo de la evolución del ser humano.
Existen personas que desconocen qué es Wirikuta, en dónde se encuentra, por
qué es un lugar sagrado y peor, ignoran lo que está haciendo el gobierno con en
esta zona, y lo mucho que nos afecta a todos. En este escrito, todas las
interrogantes anteriores serán resueltas, hablando de dichos aspectos así como
las posibles soluciones que se le podrían otorgar a cada problema.
Planteo una reflexión sobre las prácticas discursivas del sistema cultural
hegemónico. Recordando, que “cultural” se refiere a esa red semiótica que
organiza la vida social para interpretarla y actuar en ella, por lo que implica una
cierta forma de ver la política, la economía, la historia y todos los ámbitos de lo
social. Resonemos que la modernidad europea irrumpió en Abya Yala, que a la
postre devendría América Latina, a través de la invasión colonial, que instauró un
estado de cosas fundado en la dominación de la naturaleza y de las personas, y
en la negación del otro, en lo que Dussel ha llamado el « encubrimiento de
América » (Dussel, 1992). Esta negación operó a través del racismo, la corrupción,
el despojo, la pobreza, la ignorancia, el saqueo y la violenta ruptura con los
conocimientos y saberes originarios. Estos fenómenos se encuentran aún
vigentes, fruto del orden colonial aún no superado. Son prácticas discursivas que
van en contra de la voluntad-de-vida de nuestras comunidades y pueblos, esencia
de la vida en sociedad (Dussel, 2006). En el caso de Wirikuta presenciamos el
conflicto -pero también el inicio de un posible diálogo- entre ese sistema
neocolonial de dominación y la emergencia de un paradigma distinto, fruto de un
complejo proceso evolutivo de distintos actores y sujetos sociales.
Estamos en una época en donde podemos exigir, pero ¿cómo exigir algo que
desconocemos? Es momento de saber porque Wirikuta está en nuestras manos.
WIRIKUTA: INICIO DE VIDA
En el plano legal, Wirikuta es un Área Natural Protegida (ANP) en la modalidad de
Sitio Sagrado Natural (SSN), la primera de su tipo, reconocida por el Gobierno de
San Luis Potosí mediante un decreto emitido el 9 de junio de 2001, en el que
establece su superficie en 140, 211.85 hectáreas, ubicadas en varios municipios
del norte del Altiplano Potosino1. Cuenta con un Consejo de Administración de la
Reserva, que se encarga de vigilar que se cumpla correctamente el Plan de
Manejo de la zona. En el plano ambiental, Wirikuta conforma la parte sur del
Complejo Ecoregional Desierto de Chihuahua. Es un SSN mega biodiverso,
condición derivada del fenómeno conocido como sombra orográfica, la rica
geología de la región y la variedad de suelos que hay, dando origen a variados
microambientes y procesos de especiación muy importantes. En su hábitat viven
especies como el águila real (amenazada) y el híkuri (peyote), planta sagrada de
varios pueblos amerindios. Se han detectado organismos denominados anillos de
brujas, que tienen cerca de once mil años de antigüedad (Ávalos Lozano, 2012).
La riqueza ecológica de Wirikuta es impresionante y bastaría por sí sola para la
importancia de este sitio, verdadera biblioteca de nuestro pasado donde podemos
leer textos geológicos, fisiográficos, biológicos y ambientales únicos, de suma
relevancia. En el plano cultural, Wirikuta es uno de los cinco sitios sagrados más
importantes de la cultura wixárika (en plural, wixaritari), quienes habitan en los
estados de Jalisco, Nayarit y Durango. Todos los años, desde tiempo inmemorial,
peregrinan para recrear el viaje que hicieron, desde el mar, las deidades
primigenias hacia Wirikuta, donde nació el sol. Wirikuta es un sitio emblemático,
un tesoro energético, un altar de la humanidad [...] donde se crea, donde se
genera la vida, donde se multiplica, donde se prodigan los dones de poder abrazar
la semilla de la vida y cultivarla, y pedir entonces el rezo de la tierra con el cielo, a
través de la humedad para que haya lluvia y fertilidad (Eduardo Guzmán,
2012).Wirikuta es, para el pueblo wixárika, el lugar donde “se mantienen
encendidas las velas de la vida”. Su reproducción material, cultural y espiritual
depende del equilibrio cósmico que se establece en la peregrinación y en el
complejo sistema ritual que la acompaña, antecede y le sigue, en las vidas de las
comunidades, en una verdadera articulación de identidad, ritualidad y territorio. En
el plano histórico-social, esta zona perteneció a la macro-región cultural de
Aridoamérica, con presencia de pueblos seminómadas conocidos genéricamente
como chichimecas, que practicaban la caza y la recolección estacionarias. Con la
llegada del orden colonial, estos pueblos presentaron una resistencia tremenda a
la invasión. Finalmente, fueron masacrados o asimilados, por lo que actualmente
no existe presencia permanente de ningún pueblo originario en la zona, siendo
todas poblaciones mestizas fruto de la colonialización de estas tierras para
minería, ganadería y establecimiento de haciendas mezcaleras. En ese sentido, es
importante anotar la importancia que representa la cultura wixárika para la zona,
dado que, aunque pertenecientes a la matriz cultural mesoamericana, tienen
asimismo una relación con el desierto (Reygadas, 2012), semilla potencial de
interculturalidad y de diálogo entre universos simbólicos distintos, que requiere la
superación de la colonialidad para poder florecer.
Wirikuta es simbólica, no sólo por ser un pilar del universo, según la cosmovisión
wixárika; Wirikuta es simbólica porque en ella podemos encontrar la historia de
devastación y de la violencia social ejercida desde el mismo Estado que marca a
todo el territorio nacional; y porque en ella también podemos hallar certezas de
vida.
En conclusión, podemos afirmar que Wirikuta es un tesoro biocultural de
relevancia universal.
PROBLEMÁTICAS ACTUALES EN WIRIKUTA
La región se caracteriza por una territorialidad neocolonial (Guzmán, 2012),
basada en la proliferación de un modelo extractivista y depredatorio sustentado en
el paradigma de la escasez y de la rentabilidad a toda costa, aun a pesar de la
sustentabilidad y de la vida misma de las generaciones presentes y futuras. Este
modelo de « desarrollo » se manifiesta en la agroindustria, el sobrepastoreo, la
maquila y el vaciamiento de las comunidades que ven cómo sus jóvenes tienen
que salir de la región para encontrar empleo. Estos fenómenos tienen como caldo
de cultivo el altísimo analfabetismo de la zona, la prácticamente nula oferta cultural
y de entretenimiento, la desvalorización de los saberes y recursos tradicionales, la
marginación, la pobreza y la sorda proliferación de la presencia del crimen
organizado en la zona.
Tal modelo de desarrollo plantea problemáticas sociales y ecológicas. Se sostiene
mediante la idea del empleo y del trabajo que generan las empresas, es decir, de
un cierto modo de explotación de los recursos naturales y de las poblaciones del
desierto. Así, han proliferado empresas en la zona del Bajío catorceño, que
devastan la vegetación local para instalar campos de producción de hortalizas,
explotando un acuífero ya de por sí sobreexplotado, salinizando y contaminando
las tierras, y ahuyentando la lluvia y las nubes mediante cañones y avionetas
llamadas antigranizo, artefactos que emiten químicos a la atmósfera para
supuestamente, ahuyentar las granizadas.
Otras comunidades que se encuentran dentro del polígono del área, como El
Soyate, en Presa de Santa Gertrudis, han sufrido el embate de caciques
regionales que, al más puro estilo del Viejo Oeste, despojan a las comunidades de
sus tierras a punta de golpes, de balas y de cárcel, amparados en la impunidad de
autoridades locales que violan a su contentillo los derechos humanos frente a la
impavidez y la desatención gubernamental.
La minería en la zona data de aproximadamente 300 años. Fue una de las
principales actividades económicas en la región y legó un bello patrimonio
arqueológico de 111 minas así como heredó problemas severos de deforestación
de la zona. La actividad minera reciente en la zona de Villa de la Paz ha tenido
consecuencias graves para la salud de los pobladores, en cuyos niños se ha
detectado la presencia de arsénico en la orina y de plomo en la sangre (Martínez
Villegas, 2012).
A este panorama, se le ha sumado recientemente una nueva amenaza: la
megaminería. Según datos del FDW, con 79 concesiones, alrededor del 75 % del
ANP se encuentra concesionada para eventual explotación minera, De ellas,
sobresalen dos casos, por el momento: el de Revolution Ressources y su Proyecto
Universo, en el Bajío Catorceño, con aproximadamente 59 mil hectáreas
concesionadas; y el de First Majestic Silver, conocida en la zona como Minera
Real Bonanza, en la Sierra, que tiene 22 concesiones dentro del ANP,
correspondientes a 5,700 hectáreas. Con la entrada en vigor del Tratado de Libre
Comercio de América del Norte (TLCAN) y sus laxas regulaciones, México se
encuentra entre los primeros lugares mundiales de producción minera. Esta
actividad se ha visto reforzada por la crisis financiera mundial, gracias a la cual los
precios del oro se han multiplicado de forma exponencial, pasando de 200 dólares
la onza en 1998 a 1200 dólares en 2010 (Silva, 2012). Los daños ecológicos y
sociales de la megaminería en México son cuantiosos debido a la permisividad de
la legislación actual, como es patente en otro caso emblemático en el estado de
San Luis Potosí, el del Cerro de San Pedro.
Ante esta situación, el pueblo wixárika y la sociedad civil se han organizado para
exigir el respeto al Convenio 169 de la OIT y de otros tratados internacionales y
leyes nacionales que han sido violentadas, exigiendo que Wirikuta sea conservada
como patrimonio biocultural de la humanidad y que se respete el derecho a la
consulta de los wixaritari.
Esta gran confluencia de personas, asociaciones y colectivos abre posibilidades
distintas para Wirikuta, que se presentan como alternativas viables al modelo
depredatorio
CONCLUSIONES
El conflicto en Wirikuta revela un choque de paradigmas: el neocolonial, que ve a la tierra como mero recurso material; y el de la diversidad cultural, que comprende el significado profundo que el pueblo wixárika le asigna a la tierra que respira, la misma que han caminado sus antepasados desde tiempos antiquísimos, un territorio donde todo está vivo y del que depende su continuidad como pueblo. A esta defensa se han sumado múltiples actores que se organizan y movilizan de múltiples formas.
A este respecto, quisiera hacer notar que hay otro actor en este conflicto, que es la sociedad misma. Aun cuando no sepamos nada de la cultura wixárika, podemos comprender que en el peregrinar de ese pueblo hay un conocimiento espiritual profundo. Que en la planta sagrada del híkuri, en los organismos de once mil años de antigüedad y en las formaciones geológicas de Wirikuta hay información única y valiosísima que nos permite entender el cosmos. En ese sentido, Wirikuta es una cosmoteca que hay que cuidar.
Pero también Wirikuta es un laboratorio de evolución de la conciencia, en el sentido de que nos impulsa a replantearnos nuestra relación con la naturaleza. Este proceso nos muestra la pertinencia de escapar de los modelos dualistas de explicación de la realidad en la que hay un bueno y un malo, para entender que somos todos nosotros quienes sostenemos este sistema, pero también podemos comenzar a ser más consientes del valor y la utilidad del oro y la plata, así como del verdadero valor de la vida, de la tierra, del agua y del viento. Por eso la defensa de Wirikuta trasciende el discurso anti minero para llegar a tocar fibras sensibles del corazón humano.
Alternativas existen, y poco a poco se instrumentan con la concurrencia de muchas voluntades que empujan la transformación. No es una tarea fácil, pero hay mucho que caminar. Los proyectos de las pequeñas cooperativas, el trabajo con los niños, la permacultura, la importancia central de las mujeres en la generación de alternativas locales, la recuperación y revaloración de los saberes y recursos tradicionales, la reforestación, el aprovechamiento sustentable de los recursos del desierto, la educación en los derechos humanos, en la empatía, en la comprensión de lo otro, la construcción colectiva y creativa del Buen Vivir, son avenidas hacia ese ascenso de la conciencia. Son todas maneras de actuar en el
mundo y superar los egos y los etnocentrismos, para poder tener una mirada integral de la vida, y honrar aquello que late profundamente en la esencia de lo humano.
Numerosos colectivos, personas y asociaciones se encuentran trabajando en ello, multiplicándose los puntos de reflexión alrededor del mundo. No me cabe ninguna duda de que la antropología y sus herramientas de comprensión de la otredad tienen mucho que aportar en esta reflexión, universal como el significado antiguo y presente de Wirikuta, el lugar donde “nace o brota o se levanta el sol con las astas del venado, y le alcanza la energía para, sin distingos, acercar y darle calor a toda la humanidad” (Guzmán, 2012). A esa misma humanidad que se pregunta qué hacemos en el mundo que nos ha sido dado, cómo lo interpretamos y cómo actuamos en él para que florezca la vida y sus múltiples expresiones. Sospecho que Wirikuta tendrá varias lecciones que darnos.
Enlaces de internet consultados.
Instituto Nacional de Antropología e Historia
http://www.unesco.org.uy/ci/fileadmin/phi/aguaycultura/Mexico/05_Huicholes.pdf
Documental basado en las reflexiones y recuerdos
Minería: una historia secular de ganancias para las trasnacionales
Periódico La JornadaMiércoles 23 de octubre de 2013, p. 3
http://www.jornada.unam.mx/2013/10/23/cultura/a03n1cul
Wirikuta: la batalla final(2013)
http://subversiones.org/archivos/13321
http://revoluciontrespuntocero.com/wirikuta-la-batalla-final/
De intereses y minería en Wirikuta
Categoría: Mexico
Publicado el Martes, 07 Agosto 2012 10:00
Escrito por Frente en Defensa de Wirikuta Tamatsima Wahaa
http://www.conflictosmineros.net/contenidos/23-mexico/10610-de-intereses-y-mineria-en-wirikuta
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