La Naturaleza Humana
de Cristo en la Biblia
La palabra “carne” en el Nuevo Testamento proviene de la palabra Griega “sarx”, la cual posee cuatro
significados:
1.- En sentido no técnico para describir las partes físicas del hombre y los
animales aparte de los huesos (Luc. 24:39; 1 Cor. 15:39).
2.- Como referencia a los seres vivientes en general (1 Pedro 1:24).
3.- Con el sentido de cosas materiales en contraste con las espirituales (Mat. 16:17;
Mar. 14:38; Luc; 24:39).
4.- En forma figurada, para describir la naturaleza inferior, carnal del hombre
que se opone a las cosas espirituales (Rom. 7:18; 8:3; Gal. 5:16-21)
Diccionario Bíblico Adventista
“Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros”.
Juan 1:14.
“Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios,
enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó
el pecado en la carne”. Rom.8:3.
Es decir, Cristo vino con nuestra naturaleza humana caída, y con ella, al igual que nosotros, venció el pecado, o
sea, no cayó, no pecó, ni siquiera en pensamiento. ¡Sublime!
“Pero cuando vino el cumplimiento del
tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y
nacido bajo la ley”.
Gal. 4:4.
“Sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de
siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se
humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”. Fil. 2:7-8.
“Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él
también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, el
diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda
la vida sujetos a servidumbre. Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino
que socorrió a la descendencia de Abraham”. Heb. 2:14-16.
El versículo 16 queda más entendible en la KJV:
“Porque ciertamente no tomó sobre sí la naturaleza de los ángeles, sino que él
tomó sobre sí la simiente de Abraham”.
“Y no tenía necesidad de que nadie le diese
testimonio del hombre, pues él sabía lo que
había en el hombre”. Juan 2:25.
“Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda
compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado
en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos,
pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y
hallar gracia para el oportuno socorro”. Heb. 4:15-16.
“Pues para esto fuisteis llamados; porque también
Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; el cual no hizo pecado, ni se
halló engaño en su boca”. 1 Pedro 2:21-22.
“Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios, que él había prometido antes por sus
profetas en las santas Escrituras, acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de
David, según la carne”.
Rom. 1:1-3.
“E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios
fue manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria”.
1 Tim. 3:16.
“Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne,
vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien
ha padecido en la carne, terminó con el pecado”.
1 Pedro 4:1.
“En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que
Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no
es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído
que viene, y que ahora ya está en el mundo”. 1 Juan 4:2-3.
“Porque muchos engañadores han salido por el mundo, que no
confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Quien esto
hace es el engañador y el anticristo”.
1 Juan 7.
“Acuérdate de Jesucristo, del linaje de David, resucitado
de los muertos conforme a mi
evangelio”. 2 Tim. 2:8.
“De quienes son los patriarcas, y de los
cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las
cosas, bendito por los siglos. Amén”. Rom. 9:5.
“Este Moisés es el que dijo a los hijos de Israel: Profeta os levantará el Señor vuestro Dios de
entre vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis”.
Hechos 7:37.
“Porque Moisés dijo a los padres: El Señor vuestro Dios os levantará profeta de entre
vuestros hermanos, como a mí, a él oiréis en todas las cosas que
os hable”.
Hechos 3:22.
“Profeta de en medio de ti, de tus
hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis”.
Deut. 18:15.
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