EN TIEMPOS DE MIS
BISABUELOS
OBTENCION DE ALIMENTOS Y LA
MATANZA
ENRIQUE BELTRÁN 1ºA
EN TIEMPOS DE MIS BISABUELOS
Estamos hablando de los años 30-40 del siglo XX, es decir
hace menos de 70 años, en plena posguerra civil, mi bisabuelo
Cándido fue llamado a filas y estuvo durante la guerra en Huesca,
mi abuelo Baltasar y mi abuelo Francisco nacieron en plena
Guerra Civil, justo nacieron cuando más bombardearon Monreal.
Es decir a mis bisabuelos no les tocó vivir una época muy buena.
Por parte de mi padre mis bisabuelos eran:
- Enrique y Carmen los padres de mi abuelo Baltasar.
- Manuel y Carmen los padres de mi abuela Carmen.
Por parte de mi madre mis bisabuelos eran:
- Tomás e Isabel los padres de mi abuelo Francisco.
- Cándido y Tiburcia los padres mi abuela Amparo.
Cada uno de mis bisabuelos obtenían los alimentos de
manera muy parecida.
La familia de mi padre.
Mi abuelo Enrique y mi abuela Carmen tenían una
panadería, al principio cada mujer iba a la panadería, masaba su
propio pan y mi bisabuelo se lo cocía. Después se empezó a
trabajar con la molinada, cada clienta molía su trigo y llevaba la
harina a la panadería, en una libreta se apuntaba la harina que
llevaba y cada día cuando iba a por el pan se apuntaba en la
libreta el pan que se llevaba a cambio, cuando se acababa la
harina, se empezaba de nuevo. Mi bisabuelo a cambio se quedaba
con la parte de la harina que le correspondía por hacer el pan y el
a su vez vendía pan, tortas, magdalenas, etc.. Como la faena era
de madrugada y de mañana por la tarde tenía un trozo de huerta
donde plantaba patatas, verduras, etc., para el consumo familiar.
A su vez la abuela Carmen en el corral tenía gallinas, pollos, y un
cerdo. También tenían una viña y con las uvas las llevaban al
trujal y les hacían vino, y también utilizaban el vino para hacer
vinagre.
Panadería de entonces
Los bisabuelos Manuel y Carmen vivían del campo, el
bisabuelo Manuel trabajaba unas pocas tierras donde sembraban
trigo y cebada, también tenían un trozo de huerta y el corral donde
tenían las gallinas, pollos, conejos y cerdos. Mi bisabuelo
Manuel disponía de un campo de azafrán, que también servía
como condimento en las comidas, pero principalmente se
utilizaba para venderlo cuando en la casa había un gasto
extraordinario (obras, comprar herramientas para el campo, una
boda, etc.)
Gente dsfarfollando el azafrán
Mis bisabuelos Tomás e Isabel también trabajaban las
tierras, además el bisabuelo Tomás era de Peracense y allí había
pequeñas canteras de grava y arena, con su macho o caballería
como decían entonces y un pequeño carro, se dedicaba a traer
arena y grava para las obras. El edificio de la Plaza España donde
esta la ferretería fue mi bisabuelo y mi abuelo con sus hermanos
los que trajeron toda la grava y arena para construirlo. Había
gente que pagaba en dinero que era la menos, y otra que pagaba a
cambio de algún trabajo (carpintería, etc), o comida como podía
ser un trozo de cordero, etc. La abuela Isabel tenía su corral
donde criaba animales para consumo de casa.
Gente cargando grava a las orillas del rio
El bisabuelo Cándido y la bisabuela Tiburcia vivían en
Morenilla (Guadalajara) a diferencia de Monreal, Morenilla era
un pueblo muy pequeño. El abuelo se dedicaba a comprar cosas y
las cambiaba por otras para poder venderlas y obtener dinero.
También hacía de matarife para los vecinos del pueblo y tenía
unas pocas tierras donde sembraba trigo y cebada, también tenían
un trozo de huerta y la abuela se encargaba de criar gallinas,
pollos, conejos, cerdos, cabras y una vaca para tener leche y hacer
queso.
Conclusión vivían principalmente de la agricultura, era una
agricultura escasa para vivir, se apoyaban con la crianza de los
animales en los corrales, que se alimentaban de sobras y de hierba
que iban a cortar todos los días, cebada, etc.
Lo que si he visto que coincidían todas las familias es en
que en todas las casas se hacía el matacerdo.
EL MATACERDO
Se mataba el cerdo que se criaba en casa, venían los
matarifes a matarlo en casa. En Monreal había dos cuadrillas que
se dedicaban a matar los cerdos, unos eran los “chotos” y otros
los “cuchos”. Ellos avisaban a que hora se ponía el agua a
calentar, esto consistía en encender una hoguera y poner un bidón
grande a calentar con agua, para luego cuando la necesitarán los
matarifes. Cuando llegaban se les ofrecían galletas y anís o
coñac.
Cuando el cerdo estaba muerto, se recogía la sangre para
poder hacer luego las morcillas. Los matarifes despedazaban
todo, es decir, jamones, lomos, costillares, etc.
Las mujeres cogían las tripas del cerdo y las lavaban en el
rió o en las acequias, cuando estaban limpias las cortaban para
poder hacer luego las morcillas, las longanizas y los chorizos.
Para hacer las morcillas se necesita sangre, arroz, manteca,
cebolla y especias. Cuando esta el arroz cocido, se mezcla todo y
se empiezan a llenar las correas con un utensilio llamado jeringa.
Con las magras, la panceta, tocino etc., se hacen las
longanizas y el chorizo. La longaniza lleva la carne picada, las
especias y anís. El chorizo lleva la carne picada, vinagre y ajos.
Para picar la carne se utiliza la capoladera y para embutir la masa
en las correas se utiliza la capoladera pero con un tubo que se
introduce en las correas y se llenan de la masa.
Los jamones, lomos, costillares, patas, etc. Se ponen con sal,
unos 4 o 5 días, los jamones se dejan unos 10 días. Cuando se
saca de la sal se cuelga todo en el granero para que se oree, esto
quiere decir que le de el aire y así se seque un poco la carne y este
más sabrosa. Los jamones cuando salen de la sal se ponen en la
prensa para que eliminen agua y se queden más estrechos, y así
cuando se ponen a secar les cuesta menos y esta la carne mucho
mejor.
Cuando la longaniza, los lomos y los costillares están
suficientemente oreados para freír, se cortan en trozos pequeños y
se fríe todo junto, cuando esta frito se guarda en tinajas de barro y
se rellenan de aceite para conservarlos. También se conservaban
en aceite la longaniza y el chorizo secos. Debemos tener en
cuenta que no había frigoríficos y los alimentos se solían guardar
en las bodegas o graneros para que su conservación fuera mejor.
Había familias que cuando los jamones estaban curados, los
vendían a familias que tenían más “posibles” y ellos con el dinero
de la venta de los jamones podían comprar otras cosas que
necesitarán.
En Morenilla, la matanza era prácticamente igual, aunque en
algunas cosas variaba, mi bisabuelo Cándido era el matarife, el
primer día se mataba el cerdo pero no se despedazaba, se sacaban
las tripas, el hígado, el corazón, los pulmones, y se dejaba un palo
cruzado dentro del cerdo para que se oreara para el otro día. El
primer día solamente se comía el hígado. Otra cosa que era
diferente es que en el pueblo de mis bisabuelos no había jeringas,
entonces las morcillas las llenaban con una cuchara.
Lo que si que me ha quedado claro de todo esto, es que el
día del matacerdo se reunían las familias para ayudarse entre
todos, sobre todo las mujeres. Se podría decir que era un día de
fiesta igual que el día de freír la conserva, que también era un día
de fiesta. Si pensamos en que era una época de posguerra y que
hubo familias que pasaron hambre, se supone que estos días eran
fechas señaladas porque se podía comer más.
En la actualidad todavía hay familias que siguen haciendo el
matacerdo como se hacía antiguamente, siguen las mismas
tradiciones y recetas, incluso los mismos utensilios que han ido
pasando de generación en generación. En mi casa se sigue
haciendo el matacerdo con la misma caldera que mi bisabuela
hacía las morcillas, la misma jeringa etc. Y sigue siendo un día
de fiesta para nosotros.
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