LA PERCEPCIÓN DE INSEGURIDAD EN CONTEXTO DE
CRISIS; FACTORES Y PERFILES.
Dara Medina Chirino
Resumen
La sensación manifiesta de inseguridad parece haber adquirido relevancia en la última
década en España. Pero ¿qué se entiende por inseguridad? Frente al enfoque de épocas
pasada que relacionaba la inseguridad con factores de orden delictivo y criminológico,
la presente investigación tratará de hallar relación entre este sentimiento y situaciones
de vulnerabilidad social de las personas, al entender el contexto social, político y
económico como elemento clave a la hora de definir este concepto.
Mediante la explotación de datos obtenidos en dos estudios del Centro de
Investigaciones Sociológicas realizados antes y durante el periodo de crisis
respectivamente, se tratará de estudiar los distintos significados que se le ha dado al
concepto de inseguridad. Así mismo, este estudio persigue de extraer una tipología de
factores que influyen en la percepción de inseguridad de las personas y el perfil de
quiénes se que se sienten más inseguros.
Palabras clave
Inseguridad, vulnerabilidad, precariedad, Estado del Bienestar, neoliberalismo
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Índice
INTRODUCCIÓN …………………………………………………………………………………. 3
MARCO TEÓRICO Y REVISIÓN BIBLIOGRAFICA ………………………………….. 3
EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO DE INSEGURIDAD …………………………………. 10
DATOS Y METODOLOGÍA …………………………………………………………………… 13
ANÁLISIS Y RESULTADOS …………………………………………………………………. 16
CONCLUSIONES ………………………………………………………………………………… 22
BIBLIOGRAFÍA ………………………………………………………………………………….. 25
ANEXOS
3
1. INTRODUCCIÓN
La sensación de inseguridad parece adquirir relevancia en los tiempos que
corren. Es una de las sensaciones más repetidas en los discursos de la gente al hablar de
su situación particular y de la de la sociedad española en general.
En España, la percepción de inseguridad ha ido cambiando de unas etapas a
otras, y así durante el franquismo se podría interpretar la inseguridad en unos términos,
durante la transición a la democracia y el afianzamiento del Estado de Bienestar en
otros y, ahora, en el actual contexto de crisis, en otros.
Si nos remitimos al periodo inmediatamente anterior a la crisis, nos encontramos
con estudios en los que la inseguridad se trataba en términos de criminalidad y
delincuencia mientras que los más recientes la enfocan hacia otros ámbitos como son el
empleo y las necesidades básicas de la ciudadanía.
La presente investigación tratará de vincular este concepto a la situación de
crisis social, económica y política por la que atraviesa España, de modo que se le
otorgue a dicho concepto dimensiones sociales y políticas diferentes, vinculadas a la
desprotección y la situación de vulnerabilidad social que sufren los ciudadanos
españoles en la actualidad. Es decir, se pretende estudiar la vinculación de la
percepción subjetiva de inseguridad a las condiciones de vida objetivas de las
personas.
Por otro lado, interesa conocer el perfil de las personas que se sienten más
inseguras, de modo que se pueda analizar una relación entre este sentimiento subjetivo
y las características sociodemográficas y contextuales de las personas, a la vez que se
tratará de conocer los factores que influyen en la percepción de inseguridad.
2. MARCO TEÓRICO Y REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA
· ¿Qué entendemos por inseguridad?
La Real Academia de la Lengua Española define inseguridad por oposición a
seguridad, en tanto falta de ésta. Y por seguridad entiende, cualidad de seguro, y
desarrolla una serie de acepciones, entre las que interesa destacar las siguientes:
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1. Libre y exento de todo peligro, daño o riesgo.
2. Cierto, indubitable y en cierta manera infalible.
3. Firme, constante y que no está en peligro de faltar o caerse.
4. No sospechoso.
5. Seguridad, certeza, confianza.
6. Lugar o sitio libre de todo peligro.
Se define la cualidad de seguro mediante una amalgama de adjetivos que, si nos
pusiéramos a estudiar uno por uno, comprobaríamos que se pueden atribuir a una
infinidad de situaciones, sensaciones, estados y hasta personas u objetos.
Para el presente estudio son válidas todas ellas si bien vinculadas al fenómeno
que aquí nos interesa; el de la percepción de inseguridad de las personas en relación a
un contexto determinado.
Nos interesa, por ejemplo, en su acepción de riesgo. El sociólogo Ulrich Beck
(2000), que estudió la noción de riesgo desde una perspectiva global, matizó que el
riesgo no se limita a los riesgos medioambientales o sanitarios, sino que se puede
entender vinculado también a otras cuestiones que tienen que ver con los cambios que
se dan dentro de la vida contemporánea, como puedan ser las fluctuaciones en el
mercado laboral o el aumento de la inseguridad en el trabajo, entre otros.
Este enfoque relaciona los riesgos que sufren los individuos con el futuro mucho
menos “determinado” de la actualidad con respecto a las sociedades tradicionales, pues
hoy en día muchas decisiones cotidianas implican la asunción de riesgos. Cuestiones
como formar una familia, por ejemplo, o decisiones relativas a la preparación
académica y a la carrera profesional, que en una economía en crisis no asegura una
estabilidad y que tampoco, debido a su variabilidad, permite predecir que capacidades
van a ser valiosas. (Beck, 2000)
Desde las ciencias sociales se ha comenzado a estudiar la inseguridad en estos
términos ampliando los ámbitos a los que hace referencia y sobre todo, desvinculándola
de la inseguridad en términos de criminalidad. Si bien estás características no son
nuevas ni han sido obviadas desde la sociología, se trata de aspectos que, como señala
Christoph Reinprecht (2011), la crisis ha potenciado y cuyas consecuencias han
experimentado cambios cualitativos para las personas .
Este autor habla incluso de un regreso de la inseguridad social que, si bien dice,
no hay un conceso a la hora de identificar las causas que provocan dicha percepción en
las personas, si que hay coincidencia a la hora de vincular este concepto a la
5
precarización, vinculada ésta a la crisis económica y a las políticas neoliberales que la
acompañan.
Loïc Wacquand ha sido uno de los principales autores que han hablado de
inseguridad social vinculado ésta a transformaciones en el Estado de Bienestar. Su
teoría gira en torno a la deriva del Estado de Bienestar hacia un sistema en el que las
ayudas y el asistencialismo se presentan como una contraprestación para las capas más
precarizadas, siempre y cuando éstas accedan a un mercado laboral que se caracteriza
por ser inestable y flexible. Es decir, analiza esa transformación de los principios del
Estado como un viraje hacia un sistema que enfatiza el mérito individual por encima de
la solidaridad colectiva. Por otro lado, entiende que el régimen carcelario pasa a
establecerse como contención a esos sectores precarizados de la población que se
resisten al trabajo basura. Ante esto, la inseguridad social es la piedra angular por la que
se rigen las sociedades que este autor estudió; inseguridad de encontrar un empleo para
poder subsistir, inseguridad al insertarse en un mercado laboral fluctuante, inseguridad
si se quiere renunciar a esas condiciones ante un sistema penal que sanciona cualquier
otro tipo de conducta que se salga de esos parámetro fijados.
Si bien la tesis que Wacquant plantea se aleja del interés de esta investigación,
tomaremos en cuenta la introducción que hace de dicho concepto en tanto que lo
desvincula de lo estrictamente criminal –incluso a pesar de tratarse su tesis de un trabajo
de orden criminológico–. Cuatro lógicas institucionales del neoliberalismo que entiende
son la base del aumento de la inseguridad social de la que él habla, y que nos servirá
para establecer la definición del concepto que aquí se manejará:
1. La desregularización económica: Wacquant refiere al mercado como institución
central que además de dirigir las estrategias de las empresas y las transacciones
económicas, funciona como organizador de las actividades humanas, llegando a
funcionar como proveedor privado de los bienes públicos básicos. Para este
autor esto implica una desconsideración deliberada de las cuestiones de
distribución de la justicia y, sobre todo, de la igualdad, al generar sectores de
población expuestos a peligros generadores de inseguridad.
2. Recomposición del Estado de Bienestar: una relación casi contractual entre el
Estado y los ciudadanos, que pasan a ser tratados como clientes y cuya conducta
se estipula en términos de obligatoriedad como condición para recibir la
asistencia pública.
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3. El falso cultural de la responsabilidad individual: invade todas las esferas de la
vida de modo que el sujeto se construye sobre el modelo del emprendedor. Junto
a ello, la difusión de los mercados y la legitimación sobre su mayor
competencia, que implica la evasión de responsabilidad corporativa y la
proclamación de la irresponsabilidad del Estado (o una responsabilidad
considerablemente reducida en asuntos sociales y económicos).
4. Un aparato penal expansivo, intrusivo y proactivo: penetra en las regiones más
básicas del espacio social para contener los desórdenes y la confusión generadas
por la difusión de la inseguridad social y la profundización de la desigualdad,
desplegando así todo un mecanismo de supervisión disciplinaria.
Un postulado ideológico central del neoliberalismo, es que conlleva el
advenimiento del “gobierno pequeño”, la contracción del Estado de Bienestar
keynesiano, así como su transformación en un Estado que, si bien propugna el laisser-
faire en los estratos superiores, suprimiendo las restricciones al capital y mejorando las
oportunidades de vida de los poseedores del capital económico y cultura, frente a los
estratos inferiores se muestra ferozmente intervencionista, autoritario y costoso cuando
de imponer disciplina se trata.
Se desprende de la teoría de este autor que el viraje que ha tomado el Estado de
Bienestar a través de esos principios genera una serie de desventajas sociales en la
población que afecta especialmente a las capas más desfavorecidas de la sociedad y que
provoca una situación de inseguridad generalizada. En palabras de Manuel Monereo, “el
neoliberalismo ha construido un modelo que genera inseguridad social e individuos
solitarios, desarraigados y llenos de miedo”. Este autor también vincula la inseguridad
social a unas políticas concretas generadoras de miedo, al conformar un sistema que no
es sólo incompatible con los derechos sociales sino que lo es también con las libertades
individuales (Monereo, 2012).
Para continuar sentando las bases del concepto que aquí nos ocupa, adoptaremos
las diversas interpretaciones que Christoph Reiprecht (2011) establece al fenómeno de
la inseguridad social que hoy ve está adquiriendo una relevancia muy particular.
Aunque reconoce que ya existía desde antes, observa que cada vez es mayor el
porcentaje de aquellos que sienten miedo, de aquellos quienes juzgan como precaria su
propia situación económica y la general y que añoran las seguridades de los tiempos
7
pretéritos. Distingue cuatro causas que, desde el campo de las ciencias sociales, se han
identificado como causas generadoras de esta inseguridad actual:
1. La precarización del trabajo remunerado: hace referencia a la inestabilidad en
el mercado laboral así como a la flexibilidad y el auge del trabajo a tiempo
parcial y de los trabajos esporádicos. Un alto porcentaje del trabajo existente en
la actualidad es de duración limitada y sólo parcialmente cubierto en materia de
derechos sociales. En este sentido las consecuencias van en una doble dirección;
los individuos quedan afectados en términos sociales, pues el puesto de trabajo
ya no conforma una relación solidaria, a la vez que tiene también repercusiones
psicológicas al romperse el vínculo con la profesión misma y con la empresa,
funcionando en menor medida en tanto elementos generadores de identidad.
2. Carácter excluyente de la pobreza: la erosión de las condiciones normales de
trabajo lleva a que se propaguen zonas de inseguridad y vulnerabilidad social.
La precariedad perpetuada y el desempleo crónico aumentan el riesgo de
consolidación de la pobreza y la exclusión social.
3. Miedo al desclasamiento social: la inseguridad social que se experimenta en
forma subjetiva no suele siempre corresponderse con riesgos objetivos en el
mercado laboral o con una amenaza de pobreza real. La sensación de
inseguridad es especialmente remarcada en aquellos entornos sociales que no
sufren de manera directa el cambio en la estructura del empleo. Esto ocurre en
aquellas personas de clase media que disfrutaron de las ganancias de bienestar
de décadas pasadas y que ahora juzgan los cambios y los síntomas de crisis
actual como una potencial amenaza a su estatus alcanzado. En lugar de la idea
de rendimiento y ascenso social que predominaron durante mucho tiempo, lo
que prevalece ahora entre este grupo de personas es el miedo al desclasamiento
social.
4. La paradoja dialéctica de la modernidad: en esta vuelta a la inseguridad se pone
de manifiesto una dialéctica propia de las sociedades de bienestar. Esa dialéctica
fue la que, en forma de Estado de Bienestar, permitió el desarrollo de las
libertades burguesas y los derechos a la participación social y democrática. Este
marco institucional proporcionaba a cambio una cobertura colectiva de riesgo e
incluso posibilidades de movilidad social, a la vez que suponía el aumento de la
individualización. En la actualidad, ante el proceso de globalización, se agudizan
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las cuestiones de fragmentación social que, junto con la desestatización parcial
del régimen de bienestar, generan inseguridad.
Para este autor, se está produciendo un fenómeno de transformación de un
Estado de Bienestar dominado por la seguridad a un Estado de post-Bienestar generador
de inseguridad. Esto ocurre debido a la búsqueda individual de posicionamiento en una
sociedad en la que existen múltiples posiciones de estatus, junto con la existencia de una
sociedad flexible y desintegrada fruto de un cambio en la estructura del trabajo
asalariado que pierde relevancia frente al trabajo móvil de inserción flexible y, sobre
todo, debido al traslado del riesgo al individuo, al derrumbarse los principios de
abastecimiento, cobertura y redistribución.
El concepto de inseguridad social cobra un significado nuevo, más agudo y a la
vez multidimensional, que se entiende en la actualidad en tanto resultado de las
interrelaciones de tres dimensiones; la inseguridad en términos de falta de cobertura, es
decir, en términos de índole material y de derechos sociales que supone la exclusión de
un sistema de seguridad social y al acceso a servicios de asistencia social, lo cual no
garantiza la independencia y la dignidad de las personas. Por otro lado la desprotección
en tanto exposición frente al desprecio, la discriminación, el racismo y la violencia, ya
sea en forma de agresión individual, estigmatización colectiva, arbitrariedad por parte
de las autoridades u otras prácticas de rebaja institucional. Y por último, la
incertidumbre, ocasionada por la falta de certeza de expectativas así como por los
límites de apertura del horizonte de futuro y de libertad de elección y decisión, junto a la
imposibilidad de poder considerar los riesgo y de poder actuar de forma preventiva.
En base a esta revisión bibliográfica, la presente investigación plantea una serie
de hipótesis:
- Hipótesis 1: La percepción de inseguridad en las personas está relacionada con
factores de vulnerabilidad social; son los aspectos que colocan a las personas en
situación de fragilidad y debilidad lo que determina su percepción de
inseguridad
- Hipótesis 2: Las mujeres son un colectivo que se sienten más inseguras; si las
mujeres presentan condiciones económicas y sociales históricamente más
desfavorables, la crisis acentúa esas desventajas, empeorando, por ejemplo, sus
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condiciones laborales o influyendo negativamente en cuestiones como la
maternidad y el cuidado de los hijos, por no disponer de los ingresos suficientes
para sustentar una familia, o porque tienen que dedicar más horas al trabajo
fuera del hogar.
- Hipótesis 3: Los grupos de edad que se sienten más inseguros son el que abarca
entre los 25 y los 35 años y el grupo de mayores de 65; el primer grupo
comprende a los jóvenes que buscan su primer empleo procedentes de niveles
formativos altos, que lo tienen que hacer en un mercado que presenta altas tasas
de paro y que no asegura ni una estabilidad ni un salario suficiente para
cuestiones como independizarse o formar una familia. El otro grupo es el
conformado por los jubilados, que han visto reducidas su pensiones y que
además, suelen hacerse cargo de los gastos de otros miembros de la familia.
- Hipótesis 4: Las personas sin estudios o con estudios superiores se sienten más
inseguras; los primeros por no sentirse con recursos formativos para poderse
adentrar en el mercado de trabajo, y los segundos por la conciencia de un
mercado de trabajo inestable.
- Hipótesis 5: Los parados son las personas que se sienten más inseguras; ante la
falta de previsión de encontrar un trabajo a corto plazo y de poder disponer de
prestaciones o ayudas desempleo.
- Hipótesis 6: Las clases más bajas sienten mayor inseguridad; los estratos más
bajos de la sociedad son los que se sitúan en una posición de mayor
vulnerabilidad social, están más desprotegidos.
- Hipótesis 7: Las clases medias sienten mayor inseguridad ante la pérdida de
algunos de los beneficios que tenían o simplemente ante la posibilidad de
perderlos (desclasamiento); la crisis ha hecho tambalear algunos principios de
“bienestar” que permitían que estas capas intermedias disfrutaran de una
posición más o menos desahogada. Los ajustes estructurales han supuesto una
presión para este contingente de personas que, o bien han tenido que adaptarse a
una situación más desfavorable o bien temen ese descenso en la escala social.
10
3. EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO DE INSEGURIDAD.
En el contexto de crisis, la inseguridad y la seguridad acaparan el debate público
y político: en la calle, ya sea de forma expresa, cuando la gente comenta sus miedos y
preocupaciones, o de forma latente cuando se alude a la incertidumbre y a la
incapacidad de anticiparnos a un futuro que se presenta fluctuante y falto de certezas; y
en la esfera política, donde se discute la reforma en la regulación de la seguridad
ciudadana, que suplanta el antiguo concepto de “orden público”.
Pero hay que tener presente una cuestión, y es que la diferencia entre ambos
conceptos (seguridad/inseguridad) va más allá de la negación del uno por el otro, pues
en el caso de la inseguridad hablamos de percepciones subjetivas de las personas,
mientras que en el segundo caso se hace referencia a un bien jurídico.
Como ya se ha advertido en la introducción de este trabajo, lo que entendemos
que diferencia ambas concepciones en la actualidad, la inseguridad en tanto percepción
y la seguridad en tanto regulación, no es únicamente el grado de subjetividad u
objetividad de una y de otra, o el carácter imaginario de uno frente al normativo del otro
sino que serían los ámbitos a los que se hace referencia cuando se habla de inseguridad
y a los que se alude cuando se trata la seguridad lo que marca la diferencia entre ambos
conceptos actualmente. Incluso cuando la Ley de Seguridad Ciudadana define el
concepto de “Seguridad ciudadana” como “requisito indispensable para el pleno
ejercicio de los derechos fundamentales y las libertades públicas, y su salvaguarda”,
(hablan en términos objetivos) es probable que haga alusión a unos derechos concretos
referidos a la seguridad en términos diferentes a cuando los ciudadanos hablan hoy de
inseguridad en su día a día.
En décadas pasadas, anteriores a la crisis, la inseguridad se entendía como la
sensación de miedo y preocupación individual de sufrir desgracias o delitos,
relacionados éstos con atracos y asaltos con armas, vinculados en el imaginario
colectivo en gran medida, a la droga en las calles y la inmigración, mientras que la
seguridad por su parte aludía a las condiciones reales de protección pública y a los datos
objetivos sobre crimen y delincuencia (Ruidíaz, 1997).
Ejemplo de ello es el enfoque que se le daba desde el Centro de Investigaciones
Sociológicas (a partir de ahora, CIS) a las encuestas sobre Seguridad ciudadana,
orientadas a temas de orden delictivo y en cuyos análisis, efectivamente, existía una
11
correspondencia entre ambos conceptos, al vincular desde esta perspectiva la percepción
de inseguridad con la situación de seguridad.
No obstante, dichos estudios realizados en la década de los noventa y a principio
de los años 2000, evidenciaron un abismo entre los datos sobre del sentimiento
subjetivo de inseguridad que manifestaban los ciudadanos y la realidad social, en cuanto
a seguridad ciudadana objetiva, pues no constituía ésta un problema real de la sociedad
española de aquel momento, aunque sí se percibía como tal.
En dichos estudios la seguridad ciudadana se situaba entre los primeros
problemas cuando se preguntaba por los temas que más preocupan a los españoles, por
detrás del paro, la droga y el terrorismo. En concreto, en el estudio del año 19991, un
32% de los encuestados situaban la seguridad ciudadana como una de las principales
preocupaciones de los españoles y suya propia.
Los datos apuntaban un nivel de preocupación por la inseguridad ciudadana
recurrente, mientras que los referidos a haber vivido situaciones concretas de peligro,
personalmente o alguna persona cercana, evidenciaban una situación real de no
conflicto, es decir, de seguridad, a lo que hay que sumar las estadísticas sobre
delincuencia de aquel momento que no mostraban unos datos preocupantes en este
sentido.
Estos estudios concluyeron que se trataba de un problema de orden ideológico y
político-social, que habría que analizarlo en relación al nivel de bienestar del momento.
Por tanto, conviene tener en cuenta que, en contextos de estabilidad social y económica,
se tiende a magnificar los temores hacia cualquier negación de las condiciones de
normalidad de la estructura social que permite una convivencia ordenada,
independientemente de estar sustentados o no esos miedos.
Para el caso que nos ocupa, nos fijaremos en dos momentos diferentes a través
de dos estudios sobre “Seguridad Ciudadana” del CIS que atienden a dos contextos
económico, político y social bien diferenciados; el Barómetro del mes de Junio de 2003,
momento anterior a la crisis, y el Barómetro de mayo de 2011–cuyos datos serán los
que analizaremos en este trabajo--, en plena crisis.
En los datos del Barómetro de junio de 2003, observamos que los encuestados
situaban en tercer lugar la inseguridad ciudadana cuando se preguntaba por los
1 Estudio nº 2.315 del CIS, “Seguridad ciudadana y victimización”, Enero-Febrero 1999.
12
principales problemas del país, mientras que en el Barómetro de mayo de 2011 vemos
como la inseguridad ciudadana aparece entre los últimos problemas qué preocupan.
Tabla I: Principales problemas que existen actualmente en
España (años 2003 y 2011). (%)
2003 2011
PRIMER PROBLEMA PRIMER PROBLEMA Paro 56,6 Paro 84,1 Terrorismo 43,3 Problemas de índole económica 46,5 Inseguridad ciudadana 29 La clase política 22,1 * Inseguridad ciudadana 7,9 SEGUNDO PROBLEMA SEGUNDO PROBLEMA Paro 28,2 Paro 66,6 Inseguridad ciudadana 16,1 Los problemas de índole económica 16,1 Vivienda 12,2 La clase política 6,2 * Inseguridad ciudadana 0,3
Fuente: elaboración propia a partir de datos del CIS
Sin embargo, en dicho Barómetro de 2011, cuando se les pregunta por su
sensación de seguridad, un 30% responden que se sienten poco seguros, y si se les
pregunta por la situación del mundo y la sociedad española con respecto a épocas
pasadas, en torno a un 66% señalan la opción de menos seguro que antes a ambas
cuestiones.
Podemos pensar que, en la actualidad, cuando se habla de “seguridad” la gente
relaciona este concepto con una situación objetiva de no conflicto en términos delictivos
–tal y como ocurría en épocas pasada, aunque estuviera ésta distorsionada en términos
subjetivos en aquel momento–, de ahí que no lo sitúen hoy entre los principales
problemas que estiman tiene el país ahora, sin embargo, a diferencia de épocas
pretéritas, actualmente podemos intuir que por inseguridad se entiende una situación de
inestabilidad social.
El presente trabajo tratará de construir un puente que enlace hoy ambos
conceptos, intentando superar esas diferencia que al principio establecíamos entre la
inseguridad percibida y la seguridad que define la ley, un puente que tome como
cimientos los derechos y las libertades públicas, pues la percepción de inseguridad a la
que entendemos se alude en la actualidad, de la cual se pretende hacer eco esta
investigación, hay que entenderla en términos de desprotección e incertidumbre
13
provocadas por la falta de acceso a servicios y asistencia social, tal y como estableció
Robert Castel (2004).
En un contexto de crisis económica, indudablemente la inseguridad la marca la
inestabilidad que surge a consecuencia del desempleo y el trabajo precario, pero en este
caso hay que sumarle la inseguridad social que pueden producir las políticas de corte
neoliberal con la reducción del gasto público dirigido a asistencialismo y prestaciones
sociales. Además, teniendo en cuenta que las crisis no afectan a todo el mundo por
igual, suponemos que la percepción de inseguridad que aquí tratamos, difiere de unas
personas a otras.
4. DATOS Y METODOLOGÍA.
· Fuente de los datos
Los datos con los que se va a trabajar provienen del estudio del CIS. En
concreto, el estudio 2.888, correspondiente al Barómetro de Mayo de 20112. Dicho
estudio se incluye dentro de la temática de “Conflictos y problemas sociales” que
propone el CIS y, dentro de esta área, en el ámbito de “Delincuencia y seguridad
ciudadana”.
Es el último estudio de este organismo orientado a temas de seguridad. Presenta
un módulo dirigido a valorar la opinión de los ciudadanos acerca del progreso científico
y tecnológico y sobre energía nuclear, si bien aquí nos interesaremos únicamente por la
primera parte referida a temas de inseguridad personal.
Se ha seleccionado este estudio porque pregunta por la percepción de
inseguridad de manera directa y en los términos que esta investigación establece, al
introducir factores de riesgos que cuestionarios anteriores no incluyen (como por
ejemplo, quedarse sin el dinero necesario para atender sus necesidades básicas y la de su
familia). Al no hablar de inseguridad ciudadana únicamente en términos delictivos,
introduce una concepción diferente a dicho término no incluida en estudios anteriores.
Por otro lado, el estudio se realizó en el año 2011, en plena crisis económica,
contexto que nos atañe para así tratar de estudiar la posible vinculación de la percepción
de inseguridad al contexto social, político y económico del momento.
2 Ficha técnica: http://www.cis.es/cis/export/sites/default/-Archivos/Marginales/2880_2899/2888/Ft2888.pdf
14
· Metodología
Se tratará de conocer los factores que explican la percepción de inseguridad así
como los perfiles de aquellos que manifiestan sentirse más inseguros. Se relacionará el
concepto de Inseguridad con distintos factores explicativos de tipo sociodemográfico y
de contexto económico y político, a la vez que se tratará de hallar los elementos que
describan los diferentes tipos de inseguridad que sienten las personas.
Medición de la variable inseguridad. La definición de inseguridad abarca dos
tipos de mediciones; una para tratar de hallar su definición general y otra, para referir
los distintos tipos de inseguridad.
• En primer lugar, para medir la inseguridad en términos generales, se utilizará la
pregunta 9 del cuestionario; “Si entendemos por sensación de inseguridad ver el
presente y el futuro sin preocupaciones y sin miedos, ¿podría decirme si, al compararse
con el resto de personas, Ud. se considera una persona muy segura, bastante segura,
poco segura o muy insegura?”.
Dicha pregunta tiene cuatro opciones de respuesta por lo que ha sido tratada para
transformarla en una variable dicotómica y facilitar su análisis. Se han agrupado las
categorías de “muy segura” y “bastante segura” para entenderlas como percepción de
seguridad, y las opciones de “poco segura” y “muy insegura”, en tanto percepción de
inseguridad.
• En segundo lugar, se entiende que la inseguridad puede referirse a distintos
aspectos, que en el cuestionario vienen recogidos en las preguntas 7 y 14 sobre la
probabilidad de sufrir una serie de riesgos:
La pregunta 7; “En el mundo de hoy estamos expuestos a múltiples riesgos. De
los que a continuación voy a mostrarle, dígame si Ud. considera muy, bastante, poco o
nada probable que le ocurran”.
La pregunta 14; “Refiriéndonos ahora en concreto a su barrio, ¿hasta qué punto
cree Ud. que es probable: muy, bastante, poco o nada probables que en el barrio en el
que Ud. vive pueda ser víctima de cada uno de los siguientes delitos?.”
Ambas preguntas establecen las opciones de respuesta utilizando una escala del
1 al 4 donde 1 significa “muy probable”, 2 “bastante probable”, 3 “poco probable” y 4
15
“nada probable”. De cara a un mejor tratamiento de los datos, el orden de esta escala se
ha invertido de modo que a un valor alto de la escala le corresponde un alto grado de
probabilidad que siente la persona de que le ocurra alguna de las opciones que se
plantean, y a un valor bajo le corresponde un bajo grado de sensación de probabilidad.
Puesto que son un listado extenso de opciones de repuestas, y con el objetivo de
establecer diferentes tipos de inseguridad, se realizará un análisis factorial, mediante el
cual reducir a un número menor las variables recogidas en ambas preguntas e identificar
conjuntos de tipologías de inseguridad.
Se han extraído un total de cuatro factores que explican el 61,5% de la varianza
total de los datos originales. Estos cuatro factores resultantes se identifican con
diferentes tipos de amenazas que puedan sentir las personas3.
Al factor que engloba cuestiones de índole material, se le ha denominado
“Amenaza material”. Al que hace referencia a cuestiones de orden física, “Amenaza
física”. Al que tiene que ver con aspectos que se escapan al control de los propios
individuos se le ha definido como “Amenaza externa”, y al que se refiere a cuestiones
que afectan a la vulnerabilidad social de las personas, “Amenaza social”.4
Medición de las variables explicativas. Las variables que se utilizan para
explicar la inseguridad se agrupan en dos categorías; sociodemográficos y de contexto
económico y político.
Las primeras hacen referencia a preguntas sobre características de los
individuos, mientras que la segundas se dirigen a preguntar por la percepción subjetiva
que éstos tienen acerca de la situación económica y política general del país, de modo
que podamos hallar, por un lado, el perfil de los individuos que se sienten inseguros, y,
por otro, observar si existe relación entre la percepción que éstos tienen sobre el
contexto en el que viven y su percepción de inseguridad.5
Para analizar las relaciones entre las variables se realizará un procedimiento
analítico en distintas etapas: una descriptiva, con el objetivo de buscar relaciones
individuales entre cada variable explicativa y la identificación de inseguridad en
términos generales y según tipos. Y por otro lado, se efectuarán diferentes análisis de
3 La definición de los grupos se hace en base a la tabla de coeficientes rotados. Ver ANEXO Tabla III: Matriz de componentes rotados . 4 Ver ANEXO Tabla IV: Resumen de los factores. 5 Ver ANEXO Tabla V: Resumen y tratamiento de las variables explicativas.
16
regresión multivariante para analizar las relaciones identificadas en la etapa anterior
desde una visión de conjunto, en el que todas las relaciones son tenidas en cuenta a la
vez.
En el caso de la inseguridad medida en términos generales, y dado el carácter
dicotómico en el que está medida la variable, es necesario aplicar la metodología de la
regresión logística. Se efectuaron dos modelos: uno con las variables sociodemográficas
y de contexto anteriormente definidas a través del cuál definir perfiles, y otro con esas
mismas variables y los factores resultantes del análisis factorial para además ver qué
tipo de inseguridad es la que está más presente en el individuo al hablar de de
inseguridad.6
Para los tipos de inseguridad, dado que las variables a modelizar son los factores
resultantes del análisis factorial, cuyos valores se corresponden con una variable
continua, la técnica utilizada es la regresión lineal. Se aplicó un modelo para cada factor
estimado en relación a las variables sociodemográficas y de contexto, de modo que
permitirán establecer el perfil de quienes se ven más afectados por cada tipo de
inseguridad, si bien aquí se presenta el que obtuvo un mejor resultado explicativo: el del
factor “Amenaza social”.7
5. ANÁLISIS Y RESULTADOS
El análisis descriptivo permitió observar algunas tendencias. Para empezar,
observando la variable inseguridad, se encontró que el 35%8 de los individuos indican
encontrarse inseguros. Relacionando variables, se observaron diferencias entre hombres
y mujeres, siendo éstas ultimas las que manifiestan mayor grado de inseguridad. Sin
embargo, la edad no parece suponer un factor que incida en la percepción de
inseguridad de las personas, aunque sobresale ligeramente el grupo de entre 55 y 64
años como los más seguros.
6 ���������� = � ��, ��, … , �� , ℱ�, ℱ�, … , ℱ�� (Resumen de las ecuaciones de regresión simplificadas, donde � = variables sociodemográficas y ℱ = factores extraídos a partir del análisis factorial.) 7 ������ = � ��, ��, … , ��� 8 Ver ANEXO Tabla VI: Frecuencias de la variable inseguridad
17
En cuanto al nivel de estudios se observó una relación inversamente
proporcional, y así a menor nivel de estudios mayor percepción de inseguridad entre los
encuestados.
Entre las diferentes categorías que refieren a la ocupación, encontramos que la
opción que presenta una mayor relación con la variable de inseguridad, es la categoría
de ‘parados’. Contrasta claramente con los ‘ocupados’ y los ‘estudiantes’ que se
muestran más seguros.
Si atendemos al estatus, las relaciones más fuertes las encontramos entre los de
clase alta-media alta y los obreros no cualificados, situándose los primeros en mayores
niveles de seguridad mientras que los segundos manifiestan mayores sensaciones de
inseguridad.
Se observa también una relación entre los de izquierda y un elevado nivel de
seguridad.
Por su parte, quienes valoran la situación política y económica general del país
como mala, son quienes también manifiestan sentirse más inseguros, y si atendemos a la
Comunidad Autónoma de los individuos, son los de Andalucía los que dicen sentirse
más inseguros, mientras que por su parte los asturianos, navarros y vascos, se sienten
más seguros.
A través de un análisis de las medias de las variables explicativas para cada uno
de los factores9 obtenidos, se observó los tipos de amenaza en función del perfil social
de los individuos.
Las mujeres sienten en mayor medida todo tipo de inseguridades que los
hombres, si bien las mayores diferencias entre sexos se encuentra en la inseguridad de
tipo material y en la de tipo externo, pues en los otros tipos de amenazas (físico y
social) no presentan tantas diferencias.
Por otro lado, se observó que el tipo de inseguridad que muestra más variaciones
es el que tienen que ver con cuestiones de vulnerabilidad social y así encontramos que
el grupo de mayores de 65 años son los que menos sienten amenazas de tipo social, a
diferencia de los parados que presenta diferencias con el restos de situaciones. Este tipo
de amenaza también presenta diferencias según clase sociales y en función de la
valoración de la situación política y económica del país; las clases altas y medias son los
que mas seguro se sienten frente a estas amenazas, en contraposición a las clases
9 Ver ANEXO Tabla VII: Valores medios de los tipos de inseguridad
18
obreras que presentan mayores temores de este tipo. Son también los que valoran la
economía del país de forma positiva quienes menos amenaza social sienten, y quienes
peor valoran la política general, quienes más preocupaciones de tipo social manifiestan.
En cuanto al análisis explicativo, los distintos modelos de regresión que se
realizaron permitieron perfilar mejor estas tendencias. En base al coeficiente R
cuadrado, que nos informa de cuánto se ajusta nuestro modelo a nuestros deseos
explicativos, se han escogido los dos modelos que mejor se ajustan en términos de este
coeficiente, pues en general, en los modelos que se realizaron, refleja un nivel
explicativo escaso.
A continuación se presenta en una única tabla estos dos modelos: el modelo 1,
que trata de identificar los perfiles de inseguridad y los tipos a los que aluden las
personas, y el modelo 2, que establece el perfil de los personas en relación a los
aspectos de índole social.
Tabla II: Modelos de regresión
INSEGURIDAD GENERAL TIPOS DE INSEGURIDAD Modelo 1 Modelo 2
Sociodemográficas
Constante -0,478 0,62 0,18 SEXO (Ref: hombre) Mujer 0,669 1,952 *** 0,093 **
EDAD (Ref: <24)
de25a34 0,233 1,262 0,107 de35a44 0,215 1,24 0,117 de45a54 0,271 1,311 0,059 de55a64 -0,05 0,951 -0,086 mayor65 0,375 1,455 -0,211
ESTUDIOS (Ref: sin estudios)
Primaria -0,057 0,944 0,088 Secundaria -0,278 0,757 -0,053
F_P -0,138 0,871 0,018 Medios / Universitarios -0,309 0,735 -0,332 ** Superiores -0,207 0,813 -0,298 **
SITUACIÓN (Ref: parado)
Ocupado -0,707 0,493 *** -0,377 *** Jubilado pensionista -0,788 0,455 *** -0,471 *** Estudiante -0,596 0,551 -0,703 *** Trabajo doméstico -0,44 0,644 -0,589 *** ESTATUS (Ref: obreros no cualificado)
Clase alta Media alta -0,474 0,622 ** -0,082 Nuevas clases medias -0,215 0,806 -0,116 Viejas clases medias -0,051 0,95 0,027 Obreros cualificados -0,095 0,909 0,067 IDEOLOGÍA (Ref: izquierda)
Centro Izquierda -0,207 0,813 -0,204 *** Centro -0,084 0,92 -0,181 *** Centro Derecha -0,074 0,929 -0,188 ** Derecha -0,114 0,892 -0,182
19
De contexto VALORACIÓN SITUACIÓN ECONÓMICA (Ref: buena)
Regular 0,458 1,58 0,226 Mala 0,464 1,591 0,46 *** VALORACIÓN SITUACIÓN POLÍTICA (Ref: buena)
Regular -0,196 0,822 -0,018 Mala -0,215 0,806 0,087 CC.AA. (Ref: Andalucía) Aragón 0,36 1,433 -0,7 *** Asturias -1,599 0,202 ** -0,16 Baleares -0,207 0,813 -0,579 *** Canarias -0,077 0,926 -0,057
Cantabria -0,367 0,693 0,065 Castilla la Mancha -0,296 0,744 -0,182 Castilla y León 0,167 1,182 -0,351 *** Cataluña 0,024 1,024 -0,203 *** Comunidad Valenciana 0,018 1,018 -0,197 ** Extremadura -0,046 0,955 -0,067 Galicia -0,108 0,898 -0,297 *** Madrid -0,271 0,763 -0,03 Murcia 0,12 1,127 -0,15 Navarra -1,009 0,365 -0,014 País Vasco -0,322 0,725 -0,468 *** La Rioja 0,392 1,48 0,333
Tipos de inseguridad Amenaza Material 0,277 1,319 *** Amenaza Física 0,122 1,129 ** Amenaza Externa 0,008 1,008 Amenaza Social 0,409 1,505 ***
R2 0,132 0,178
(1) El modelo 1 que se corresponde con el modelo de regresión logística, se han introducido los parámetros B y Exp(B) para poder ver el signo de la relación en el parámetro y el valor que éste toma. (2) En el modelo 6 que se corresponde con el modelo de regresión lineal, se ha introducido el parámetro B, que indica la relación entre las variables. (3) Se especifica a través de “*” el nivel de significación: * <0,1 **<0,05 *** <0,01 Fuente: Elaboración propia a partir de datos del CIS
A la hora de analizar la influencia de las características sociodemográficas de las
personas en la percepción de inseguridad hay dos aspectos que parecen ampliamente
definitorios: uno viene definido por la condición de ser hombre o mujer. Y es que
podemos apreciar diferencias significativas entre unos y otros en todos lo modelos
realizados. El otro aspecto sociodemográfico que se observa presenta diferencias entre
categorías, es el que refiere a la situación laboral. Aquí, el grupo que se presenta como
más inseguro con respecto a todas las demás opciones, es el de parados, y esto ocurre
queda sobre todo reflejado en el modelo de “amenaza social”. Éste recoge las opciones
de quedarse sin el dinero necesario para atender sus necesidades básicas y las de su
familia, perder bienes o ahorros y quedarse sin empleo. Está última no procede para sí,
pues se trata de un grupo que no tiene empleo, aunque si para su familia, lo cual, junto a
las otras dos opciones, sitúan a este grupo de personas en una situación de
vulnerabilidad social que, forzosamente los coloca en una situación de inseguridad
grande.
20
Si atendemos a esta variable en relación a la inseguridad por tipos, se observa en
el modelo uno que, cuando introducimos los factores de las distintas amenazas, junto a
los parados son los estudiantes y el empleo doméstico las categorías que presentan
mayor nivel de inseguridad. Podemos pensar pues que, las variaciones por tipos de
seguridad se ve afectada por el nivel de estabilidad e incertidumbre con que cuentan las
personas. Así, en contexto de crisis, parece lógico pensar que los miedos de los
ocupados sean diferentes a los de los parados, sin un sustento económico suficiente, al
de los estudiantes, con un futuro laboral incierto, o al de los empleados domésticos, con
unas condiciones normalmente de inestabilidad.
Si observamos las diferencias en cuanto al nivel de estudios, se aprecia que entre
los nivel formativos superiores hay una sensación de mayor seguridad general. No
obstante, si lo ponemos en relación con la amenaza social, son precisamente las
personas que si sitúan en éstos niveles educativos quienes se sienten más vulnerables.
Es decir, si bien tienen una percepción de seguridad general buena, sienten inseguridad
en lo que a las cuestiones de índole social se refieren en mayor medida que los que
tienen estudios más bajos. Podríamos intuir que sienten una situación objetiva de
seguridad, pues cuentan con un bagaje formativo que entienden les proporciona
recursos cognitivos necesarios, pero que quizá, precisamente por esta cuestión, son los
más consientes de enfrentarse a un futuro incierto e inestable. Esto podría relacionarse
con las expectativas de cada uno, pues probablemente las de las personas de menos
estudios estén más adecuadas a ese mercado flexible y fluctuante, que las de quienes
tomaron la decisión, o tuvieron la oportunidad, de ampliar su formación con vistas de
tener una situación económica y social estable y duradera.
Atendiendo al estatus, se observa que el grupo que pertenece a la clase alta y
media alta son los que se manifiestan de forma significativamente diferente más
seguros. Sus miedos los provocan cuestiones de amenaza física, pues es en este tipo de
inseguridad donde se observa se sienten más vulnerables. En este sentido podríamos
aplicar los criterios que ya usaron los estudios anteriormente nombrados según los
cuales el nivel de bienestar de las personas hace que afloren miedos subjetivos que no
necesariamente se corresponden con posiciones reales de peligro, tal y como veíamos
quedó reflejado durante los años 80 y 90, en los estudios que se han comentado sobre
seguridad ciudadana del CIS.
21
En cuanto a la edad y la ideología, no se encuentran importantes diferencias
significativas y, las que hay, deben atender a lógicas que se escapan a los intereses de
esta investigación.
En el intento por relacionar el contexto socio-económico con los tipos de
inseguridades que sienten las personas, encontramos algo que podría reforzar la
hipótesis de cómo el entorno condiciona la percepción de inseguridad. Lo observamos
al encontrar diferencias entre quienes valoran de forma positiva la situación económica
general del país a la hora de sentir riesgo de lo que se ha denominado como amenazas
física (agresión personal, agresión sexual, amenazas, intimidaciones, abusos o
coacciones…). Es decir, las personas que entienden que la situación económica del país
es buena, son los que más miedo tienen a sufrir una agresión o abusos personales, sin
embargo, los que entienden que la situación económica del país es mala, sienten menos
miedos de este mismo tipo de inseguridad. Lo que podemos extraer de aquí es que, la
percepción que se tiene sobre la situación económica del país, influye en la percepción
que se tiene sobre un tipo de inseguridad de orden físico, por lo que podemos relacionar
este aspecto con cuestiones de orden público, es decir, con el concepto de seguridad
más que con el de inseguridad.
Lo mismo se puede pensar al analizar la valoración de la situación política, y es
que quienes peor la valoran, más inseguridades de orden físico manifiestan. Estas
personas probablemente relacionen una mala gestión política con temas de
conflictividad social y por tanto, su descontento con las instituciones políticas se
manifieste en forma de temores hacia su persona física. Volvemos pues a hablar de
inseguridad por oposición al tradicional concepto de seguridad.
El análisis en función de las Comunidades Autónomas requiere conocer
cuestiones de índole económicas, políticas y sociales de cada una de ella para poder
deducir el significado de los resultados obtenidos, lo cual se escapa a las capacidades y
pretensiones de este trabajo.
En cuanto a los tipos de inseguridad, en el primer modelo podemos observar que
presentan diferencias entre ellos en cuanto a la percepción de inseguridad, a excepción
del que hace referencia a las amenazas externas, que parece preocupar a los individuos
en la misma medida independientemente de sus características sociodemográficas o
22
contextuales (si bien se ha visto reflejado que las mujeres si parecen presentar
diferencias con respecto a los hombres en este factor).
Con respecto a los otros tipos se aprecia que el que más se relaciona con la
percepción de inseguridad es el que comporta una amenaza social para los individuos,
seguido de la amenaza material y, posteriormente, de la amenaza física. Aquí podemos
comprobar lo beneficioso de aplicar un análisis de regresión pues si bien del primer
análisis descriptivo podíamos ya intuir que las cuestiones de vulnerabilidad social eran
las más presenten en la percepción de inseguridad de los individuos, sin embargo las de
amenaza externa parecía tener una mayor relación con la inseguridad que las de
amenaza física. Con la regresión se ha podido afinar más la vinculación entre la
percepción de inseguridad y su definición por tipos.
6. CONCLUSIONES
Como siempre en sociología y en econometría, resulta pretencioso hablar de
conclusiones, por lo que conviene ser prudente en este apartado. No obstante, el estudio
empírico que aquí se ha realizado, permite extraer una serie de observaciones que, si
bien no podemos considerar con excesiva rotundidad, se pueden tomar en cuenta como
indicios que marquen posibles líneas de análisis futuras.
A través de los resultados anteriormente descritos se pueden reforzar muchas de
las hipótesis que este trabajo plantea. Pero esos mismos resultados matizan el enfoque
de partida de esta investigación, redefiniendo en cierta manera el esquema conceptual
inicial.
Tal y como se preveía, parecen haber muestras de que existen diferentes
aspectos que determinan la percepción de inseguridad de las personas, y que éstos
tienen que ver con su características sociodemográficas y con su entorno.
Verificamos que se produce una relación entre la percepción de inseguridad y las
cuestiones que determina la situación de vulnerabilidad de las personas, como puede ser
el hecho de ser mujer, el encontrarse en situación de desempleo o pertenecer a clases
sociales más bajas, aspectos que configuran mayores sensaciones de inseguridad.
Resulta interesante observar como, en cuanto al nivel educativo, los resultados
parecen confirmar la hipótesis que suponía percepciones de inseguridad altas para
niveles formativos escasos y superiores, pues se constata además la divergencia entre
23
las razones por las que unos y otros se manifiestan inseguros; los primeros en tanto
sensación general, los segundos a la hora de definir sus miedos.
Sin embargo, en cuanto al estatus, se puede deducir la mayor inseguridad que
perciben los estratos más bajos de la sociedad, pero no se puede observar con precisión
que las clases medias sientan una inseguridad producto del miedo al desclasamiento por
la pérdida de beneficios que suponíamos. Lo que sí se podría deducir es que suelen ser
los estatus más altos de la población los que valoran la situación económica general del
país de forma positiva, pues son los menos afectados por la crisis, y son éstos también
los que muestran una mayor preocupación por los peligros de orden criminal (físico). Y
es precisamente esta observación la que podríamos decir resulta más interesante desde
el punto de vista teórico de este trabajo, pues cabe ponerla en relación con la definición
conceptual que aquí se ha presentado.
Es decir, lo que podríamos esclarecer de este procesos analítico, es que es la
situación de bienestar/malestar económico la que determina la percepción de
inseguridad y los tipos de miedos que se tenga. Parece intuirse de esta investigación que
los que se sitúan en posiciones más altas en la escala social siempre van a vincular la
percepción de inseguridad a aspectos de orden público, es decir, a temas delictivos y/o
criminales, mientras que los estratos más bajos manejarán un concepto de inseguridad
más amplio que abarca muchas más esferas de la vida y que se podría decir, atiende a
aspectos más objetivos que los temores subjetivos que puedan sentir los mejores
posicionados. Lo que ocurre es que en un contexto de crisis como el actual, el
contingente de personas que ocupan posiciones de vulnerabilidad social se amplía. Los
que ya partían de una posición de desventaja económica y social, seguirán sintiendo los
mismos temores con o sin crisis, mientras que, segmentos de la población que épocas
pasadas tenían otras preocupaciones, en el contexto actual ven desplazados sus miedos
ante el afloramiento de unos riesgos nuevos asociados a una nueva situación de mayor
malestar económico.
En definitiva, podríamos vaticinar que sigue siendo válida la idea que
concluyeron estudios anteriores según la cual son las situaciones económica las que
modifican las percepciones de bienestar pero, conviene resaltar que, en términos
conceptuales, en función de la clase social se va a hablar de inseguridad por oposición a
una situación de seguridad en términos de orden público, independientemente de que
esté más o menos fundamentada esa sensación, o de inseguridad en base a aspectos
24
relacionados con una situación de fragilidad ante un contexto económico, social y
político desfavorable.
25
7. BIBLIOGRAFÍA
- Antón, A. (2013). ¿Desmantelamiento del Estado de bienestar?.
http://www.theeconomyjournal.com/es/notices/2013/06/-desmantelamiento-del-
estado-de-bienestar-66809.php, acceso 5 de abril de 2014.
- Beck, U. (2000). La sociedad del riesgo global. Siglo XXI, Madrid.
- Castel, R. (2004). La inseguridad social: ¿Qué es estar protegido?. Manantial,
Argentina.
- Giddens, A. (2002). Sociología. Alianza Editorial, Madrid.
- González, I. (2011). Teoría social, marginalidad urbana y estado penal.
Aproximaciones al trabajo de Loïc Wacquant. Dykinson, Madrid.
Monereo, M. (2012). El neoliberalismo ha generalizado el miedo en la sociedad.
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=152048, acceso 27 de abril de 2014.
- Reinprecht, C. (2011). El regreso de la inseguridad social. Nueva Sociedad,
232, 26-30.
- Ruidíaz, C. (1997). Los españoles y la inseguridad ciudadana. Cuaderno
Opiniones y Actitudes, nº 12, Centro de Investigaciones Sociológicas, Madrid.
26
8. ANEXOS
Tabla III : Matriz de componentes rotados
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del CIS.
27
Tabla IV: Resumen de los factores.
Fuente: Elaboración propia
Tabla V: Resumen y tratamiento de las variables explicativas
VARIABLE CATEGORÍAS TRATAMIENTO DE LA VARIABLE ORIGINAL
FUENTE DE LA VARIABLE
VARIABLES SOCIODEMOGRÁFICAS
Sexo Hombre Mujer
Conversión en variable Dicotómica Pregunta 34
Edad
< de 24 años Entre 25 y 34 años Entre 35 y 44 años Entre 45 y 54 años Entre 55 y 64 años > de 65 años
Recodificada en grupos. Conversión en variable Dicotómica
Pregunta 35
Estudios
Sin estudios Primarios Secundarios FP Medios y Universitarios Superiores
Conversión en variable Dicotómica
Pregunta 36ª
FACTOR CATEGORÍAS
Amenaza Material
Robo de bolso, cartera Tirón Atraco (robo con violencia o amenaza) Sustracción de objetos en vehículo (bolso) Robo en vivienda o local Robo de vehículo Que Ud. o un familiar directo sean víctimas de un robo o atraco
Amenaza Física
Agresión personal (no sexual) Agresión sexual Amenazas, intimidaciones Abusos o coacciones por parte de agentes de la autoridad
Amenaza Externa
Que sea víctima de un accidente de una central nuclear Que sea víctima de una catástrofe natural (terremoto, inundación, etc.) Que Ud. o un familiar directo sean víctimas de un atentado terrorista Que resulte intoxicado/a por comer alimentos contaminados
Amenaza Social
Que se quede sin el dinero necesario para atender sus necesidades básicas y las de su familia Que pierda sus bienes o sus ahorros Que Ud. o un familiar directo se queden en el paro
28
Situación
Parado Estudiante Ocupado Jubilado_pensionista Trabajo doméstico
Recodificación para agrupar categorías. Conversión en variable Dicotómica
Pregunta 42
Estatus
Clase Alta y Media alta Nuevas clases medias Viejas clases medias Obreros cualificados Obreros no cualificados
Conversión en variable Dicotómica
Calculada por el CIS a partir de
Ideología
Izquierda Centro_Izda Centro Centro_Dcha Derecha
Recodificación para agrupar categorías Conversión en variable dicotómica. Pregunta 32
VARIABLES DE CONTEXTO
Situación económica Buena Regular Mala
Recodificada para agrupar categorías.
Conversión en variable dicotómica
Pregunta 1
Situación política Buena Regular Mala
Recodificada para agrupar categorías.
Conversión en variable dicotómica
Pregunta 3
Comunidades Autónomas
Andalucía Aragón Asturias (Principado de) Baleares (Islas) Canarias Cantabria Castilla La Mancha Castilla y León Cataluña Comunidad Valenciana Extremadura Galicia Madrid (Comunidad de) Murcia (Región de) Navarra (Comunidad Foral de) País Vasco Rioja (La)
Conversión en variable dicotómica.
Información inicial sobre CC.AA.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del CIS
Tabla VI: Frecuencias de la variable inseguridad
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
Válidos Segura 1535 61,9 63,7 63,7 Insegura 873 35,2 36,3 100 Total 2408 97,1 100
Perdidos Sistema 72 2,9 Total 2480 100
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del CIS
29
Tabla VII: Valores medios de los tipos de inseguridad
VARIABLES CATEGORÍAS Amenaza Material
Amenaza Física
Amenaza Externa
Amenaza Social
Sexo Hombre -0,1001 -0,00751 -0,07196 -0,01195
Mujer 0,10183 0,00763 0,0732 0,01216
Edad menor24 -0,07483 0,15506 -0,26192 -0,06239 25-34 -0,04116 0,17145 -0,09563 0,13655
35-44 0,02252 -0,01843 0,03064 0,15878 45-54 0,07384 -0,02914 0,11361 0,07721 55-64 0,0071 -0,13772 0,12599 -0,13463
mayor65 -0,01383 -0,15815 0,02908 -0,32855
Estudios Sin estudios -0,09273 -0,04524 -0,1254 -0,13889 Primaria 0,0178 -0,03172 0,04914 0,13156
Secundaria 0,07111 -0,0392 -0,07062 -0,04953 F.P. 0,05353 0,05976 -0,03194 0,11379 Medios universitarios -0,06603 0,07178 0,02757 -0,30139
Superiores -0,11948 0,03961 -0,01986 -0,2863
Situación Ocupado -0,00598 0,00085 -0,00907 -0,05594 jubilado o pensionista -0,00413 -0,15106 0,03408 -0,27494
Parado 0,00171 0,13634 -0,04294 0,49695 Estudiante -0,11121 0,16453 -0,30289 -0,38746
trabajo doméstico 0,09479 -0,10689 0,19339 -0,20471
Estatus Clase alta/ media-alta -0,02587 0,12003 -0,05869 -0,23849 Nuevas clases medias 0,12829 -0,04171 0,08617 -0,03361 Viejas clases medias -0,09139 -0,05245 -0,04372 -0,04923
Obreros cualificados -0,02707 0,01935 -0,01905 0,14449
Obreros no cualificados 0,03134 -0,12098 0,05183 0,20208
Ideología Izquierda -0,08884 0,02304 0,12072 -0,06461
Centro-Izquierda -0,1272 0,07211 -0,03781 -0,11042 Centro 0,09699 0,00137 0,0207 -0,04667 Centro-Derecha 0,04179 -0,09088 -0,12614 -0,05141
Derecha 0,2205 -0,11877 -0,33819 0,02716 Situación económica buena -0,18118 0,19775 -0,16906 -0,5065
regular -0,14814 -0,05033 -0,04272 -0,26214
mala 0,04038 0,00697 0,01172 0,07649
Situación Política buena -0,28283 -0,29 -0,00945 -0,52229 regular -0,14168 -0,03326 -0,02603 -0,16488
mala 0,07525 0,03257 0,01091 0,07263 Comunidad autónoma Andalucía -0,00571 0,18297 -0,07861 0,24437
Aragón -0,19696 0,08909 -0,50872 -0,62683
Asturias (Principado de) 0,15471 -0,25753 -0,63269 -0,08369 Baleares (Islas) 0,05474 -0,16404 -0,4789 -0,41603 Canarias -0,00329 -0,03514 -0,08572 0,19645
Cantabria -0,46064 -0,28876 -0,34851 0,21613 Castilla La Mancha 0,06824 0,12223 -0,03462 -0,01153 Castilla y León -0,38249 -0,12087 0,1489 -0,17677
Cataluña 0,02637 -0,06375 -0,0238 -0,03424 Comunidad Valenciana 0,06771 -0,17874 0,01569 0,00762 Extremadura -0,21053 -0,31841 -0,06551 0,17206
Galicia -0,0107 0,25812 0,17353 -0,14 Madrid (Comunidad de) 0,2276 -0,14886 0,26261 0,08377 Murcia (Región de) 0,24577 0,04466 -0,27461 0,09757 Navarra (Comunidad Foral de) -0,60492 -0,11191 -0,15864 0,21783 País Vasco -0,20459 0,25812 0,2279 -0,41048
Rioja (La) 0,03693 0,22682 0,17325 0,48057
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del CIS
30
Tabla VIII: Valores de los tipos de inseguridad
FACTOR PROMEDIO
Amenaza material 2,4008
Amenaza física 1,868925
Amenaza externo 1,943175
Amenaza social 2,6749
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del CIS
31
Tablas de los modelos de regresión. Modelo 1 – Perfil sociodemográfico Resumen del modelo
Paso -2 log de la verosimilitud
R cuadrado de Cox y Snell
R cuadrado de Nagelkerke
1 2919,851a 0,093 0,127 a La estimación ha finalizado en el número de iteración 4 porque las estimaciones de los parámetros han cambiado en menos de ,001.
Variables en la ecuación B E.T. Wald gl Sig. Exp(B)
mujer 0,696 0,099 49,834 1 0 2,006
de25a34 0,135 0,205 0,435 1 0,509 1,145
de35a44 0,08 0,207 0,15 1 0,698 1,083
de45a54 0,208 0,212 0,97 1 0,325 1,232
de55a64 -0,193 0,233 0,685 1 0,408 0,824
mayor65 0,054 0,267 0,04 1 0,841 1,055
Primaria -0,285 0,194 2,143 1 0,143 0,752
Secundaria -0,521 0,24 4,696 1 0,03 0,594
F_P -0,407 0,232 3,087 1 0,079 0,665
Medios_universitarios -0,739 0,273 7,337 1 0,007 0,478
Superiores -0,651 0,276 5,571 1 0,018 0,522
ocupado -0,712 0,12 35,239 1 0 0,491
jubilado_pensionista -0,723 0,199 13,185 1 0 0,486
estudiante -0,79 0,291 7,369 1 0,007 0,454
trabajo_doméstico -0,459 0,192 5,675 1 0,017 0,632
Clase_alta_Media_alta -0,488 0,188 6,713 1 0,01 0,614
Nuevas_clases_medias -0,145 0,155 0,876 1 0,349 0,865
Viejas_clases_medias -0,162 0,16 1,018 1 0,313 0,851
Obreros_cualificados -0,083 0,141 0,345 1 0,557 0,921
Centro_Izda -0,28 0,128 4,788 1 0,029 0,756
Centro -0,18 0,116 2,39 1 0,122 0,836
Centro_Dcha -0,075 0,152 0,246 1 0,62 0,927
Derecha -0,016 0,258 0,004 1 0,95 0,984
Eregular 0,52 0,345 2,269 1 0,132 1,682
Emala 0,748 0,335 4,972 1 0,026 2,112
Pregular -0,243 0,195 1,559 1 0,212 0,784
Pmala -0,151 0,185 0,673 1 0,412 0,859
Aragón -0,055 0,28 0,039 1 0,843 0,946
Asturias -0,893 0,352 6,438 1 0,011 0,409
Baleares -0,637 0,366 3,035 1 0,081 0,529
Canarias -0,498 0,256 3,798 1 0,051 0,607
Cantabria -0,488 0,414 1,395 1 0,238 0,614
Castilla_La_Mancha -0,35 0,233 2,252 1 0,133 0,704
Castilla_y_León -0,207 0,211 0,961 1 0,327 0,813
Cataluña -0,286 0,153 3,506 1 0,061 0,751
Comunidad_Valenciana -0,123 0,167 0,537 1 0,464 0,885
Extremadura -0,276 0,312 0,785 1 0,376 0,759
Galicia -0,371 0,208 3,198 1 0,074 0,69
Madrid -0,166 0,165 1,014 1 0,314 0,847
Murcia -0,018 0,271 0,004 1 0,948 0,982
Navarra -1,449 0,514 7,958 1 0,005 0,235
Pais_Vasco -0,641 0,245 6,825 1 0,009 0,527
La_Rioja 0,37 0,53 0,487 1 0,485 1,448
Constante -0,086 0,439 0,038 1 0,845 0,918
32
Modelo 2 – Perfíl sociodemográfico y factores de amenaza Resumen del modelo
Paso -2 log de la verosimilitud
R cuadrado de Cox y Snell
R cuadrado de Nagelkerke
1 2120,992ª 0,132 0,182 a La estimación ha finalizado en el número de iteración 5 porque las estimaciones de los parámetros han cambiado en menos de ,001. Variables en el modelo B E.T. Wald gl Sig. Exp(B) mujer 0,669 0,117 32,83 1 0 1,952 de25a34 0,233 0,24 0,945 1 0,331 1,262 de35a44 0,215 0,24 0,802 1 0,371 1,24 de45a54 0,271 0,25 1,17 1 0,279 1,311 de55a64 -0,05 0,28 0,032 1 0,859 0,951 mayor65 0,375 0,329 1,3 1 0,254 1,455 Primaria -0,057 0,267 0,046 1 0,83 0,944 Secundaria -0,278 0,315 0,777 1 0,378 0,757 F_P -0,138 0,302 0,208 1 0,648 0,871 Medios_universitarios -0,309 0,346 0,794 1 0,373 0,735 Superiores -0,207 0,344 0,361 1 0,548 0,813 ocupado -0,707 0,14 25,451 1 0 0,493 jubilado_pensionista -0,788 0,25 9,92 1 0,002 0,455 estudiante -0,596 0,335 3,162 1 0,075 0,551 trabajo_doméstico -0,44 0,232 3,614 1 0,057 0,644 Clase_alta_Media_alta -0,474 0,221 4,614 1 0,032 0,622 Nuevas_clases_medias -0,215 0,186 1,348 1 0,246 0,806 Viejas_clases_medias -0,051 0,192 0,071 1 0,789 0,95 Obreros_cualificados -0,095 0,171 0,31 1 0,578 0,909 Centro_Izda -0,207 0,153 1,814 1 0,178 0,813 Centro -0,084 0,138 0,365 1 0,546 0,92 Centro_Dcha -0,074 0,184 0,161 1 0,688 0,929 Derecha -0,114 0,302 0,142 1 0,707 0,892 Eregular 0,458 0,421 1,178 1 0,278 1,58 Emala 0,464 0,411 1,274 1 0,259 1,591 Pregular -0,196 0,245 0,638 1 0,425 0,822 Pmala -0,215 0,235 0,84 1 0,359 0,806 Aragón 0,36 0,326 1,216 1 0,27 1,433 Asturias -1,599 0,638 6,285 1 0,012 0,202 Baleares -0,207 0,396 0,272 1 0,602 0,813 Canarias -0,077 0,296 0,068 1 0,795 0,926 Cantabria -0,367 0,65 0,318 1 0,573 0,693 Castilla_La_Mancha -0,296 0,273 1,179 1 0,278 0,744 Castilla_y_León 0,167 0,265 0,399 1 0,528 1,182 Cataluña 0,024 0,175 0,018 1 0,893 1,024 Comunidad_Valenciana 0,018 0,202 0,008 1 0,929 1,018 Extremadura -0,046 0,38 0,015 1 0,904 0,955 Galicia -0,108 0,242 0,199 1 0,656 0,898 Madrid -0,271 0,2 1,831 1 0,176 0,763 Murcia 0,12 0,376 0,102 1 0,75 1,127 Navarra -1,009 0,545 3,433 1 0,064 0,365 Pais_Vasco -0,322 0,273 1,389 1 0,239 0,725 La_Rioja 0,392 0,657 0,356 1 0,551 1,48 FAC1_1 0,277 0,055 25,71 1 0 1,319 FAC2_1 0,122 0,054 5,117 1 0,024 1,129 FAC3_1 0,008 0,054 0,021 1 0,884 1,008 FAC4_1 0,409 0,06 46,836 1 0 1,505 Constante -0,478 0,549 0,76 1 0,383 0,62
33
Modelo 3 – Amenaza Material Resumen del modelo
Modelo R R cuadrado R cuadrado corregida
Error típ. de la estimación
1 ,268a 0,072 0,05 0,97475742 a Variables predictoras: (Constante), Pmala, Medios_universitarios, Galicia, La_Rioja, Cantabria, Extremadura, Navarra, mujer, Baleares, estudiante, Murcia, Asturias, Aragón, Canarias, de55a64, Centro, Castilla_La_Mancha, Nuevas_clases_medias, Castilla_y_León, Superiores, Pais_Vasco, Derecha, de45a54, jubilado_pensionista, Eregular, Comunidad_Valenciana, Viejas_clases_medias, F_P, Centro_Dcha, Madrid, Secundaria, trabajo_doméstico, de25a34, Centro_Izda, Cataluña, Obreros_cualificados, ocupado, de35a44, Clase_alta_Media_alta, Pregular, mayor65, Primaria, Emala
Variables en el modelo
Coeficientes no estandarizados
Coeficientes tipificados t Sig.
Estadísticos de colinealidad
B Error típ. Beta Tolerancia FIV
(Constante) -0,593 0,222 -2,668 0,008
Mujer 0,2 0,049 0,1 4,071 0 0,838 1,193
de25a34 0,014 0,102 0,006 0,133 0,895 0,288 3,474
de35a44 0,064 0,103 0,026 0,618 0,537 0,279 3,578
de45a54 0,134 0,107 0,051 1,26 0,208 0,31 3,229
de55a64 0,066 0,118 0,022 0,561 0,575 0,338 2,958
mayor65 0,082 0,14 0,03 0,582 0,561 0,186 5,376
Primaria 0,161 0,115 0,08 1,401 0,161 0,157 6,356
Secundaria 0,206 0,134 0,07 1,534 0,125 0,241 4,152
F_P 0,17 0,13 0,065 1,311 0,19 0,206 4,859
Medios_universitarios 0,047 0,146 0,013 0,324 0,746 0,31 3,225
Superiores -0,073 0,145 -0,024 -0,502 0,616 0,22 4,545
ocupado 0,035 0,061 0,018 0,575 0,565 0,547 1,827
jubilado_pensionista 0,083 0,106 0,033 0,786 0,432 0,289 3,461
estudiante -0,015 0,14 -0,003 -0,108 0,914 0,587 1,703
trabajo_doméstico 0,049 0,103 0,014 0,474 0,636 0,592 1,688
Clase_alta_Media_alta 0,049 0,093 0,019 0,525 0,6 0,375 2,665
Nuevas_clases_medias 0,081 0,081 0,032 0,994 0,32 0,477 2,097
Viejas_clases_medias -0,082 0,085 -0,031 -0,974 0,33 0,514 1,946
Obreros_cualificados 0,005 0,075 0,002 0,062 0,95 0,436 2,294
Centro_Izda -0,044 0,065 -0,018 -0,683 0,495 0,694 1,441
Centro 0,149 0,059 0,07 2,514 0,012 0,65 1,539
Centro_Dcha 0,092 0,078 0,03 1,175 0,24 0,754 1,327
Derecha 0,158 0,13 0,029 1,211 0,226 0,879 1,138
Eregular -0,046 0,161 -0,018 -0,286 0,775 0,128 7,808
Emala 0,042 0,156 0,017 0,268 0,789 0,124 8,043
Pregular 0,084 0,105 0,037 0,805 0,421 0,244 4,1
Pmala 0,279 0,1 0,13 2,785 0,005 0,233 4,287
Aragón -0,229 0,141 -0,039 -1,625 0,104 0,865 1,156
Asturias 0,112 0,191 0,014 0,585 0,559 0,914 1,094
Baleares -0,007 0,166 -0,001 -0,042 0,966 0,902 1,109
Canarias -0,021 0,13 -0,004 -0,159 0,873 0,844 1,185
Cantabria -0,538 0,268 -0,046 -2,01 0,045 0,954 1,048
Castilla_La_Mancha 0,003 0,116 0,001 0,022 0,982 0,804 1,244
Castilla_y_León -0,475 0,115 -0,104 -4,113 0 0,79 1,266
Cataluña -0,003 0,076 -0,001 -0,037 0,97 0,599 1,669
Comunidad_Valenciana 0,014 0,088 0,004 0,164 0,87 0,674 1,483
Extremadura -0,255 0,166 -0,036 -1,533 0,125 0,899 1,112
Galicia -0,073 0,105 -0,018 -0,694 0,488 0,761 1,313
Madrid 0,208 0,083 0,071 2,506 0,012 0,626 1,597
Murcia 0,21 0,166 0,03 1,266 0,206 0,904 1,106
Navarra -0,612 0,199 -0,072 -3,067 0,002 0,931 1,074
Pais_Vasco -0,204 0,11 -0,047 -1,85 0,065 0,769 1,3
La_Rioja -0,058 0,291 -0,005 -0,2 0,841 0,94 1,064
34
Modelo 4 – Amenaza Física Resumen del modelo
Modelo R R cuadrado
R cuadrado corregida
Error típ. de la estimación
1 ,249a 0,062 0,04 0,97990476 a Variables predictoras: (Constante), Pmala, Medios_universitarios, Galicia, La_Rioja, Cantabria, Extremadura, Navarra, mujer, Baleares, estudiante, Murcia, Asturias, Aragón, Canarias, de55a64, Centro, Castilla_La_Mancha, Nuevas_clases_medias, Castilla_y_León, Superiores, Pais_Vasco, Derecha, de45a54, jubilado_pensionista, Eregular, Comunidad_Valenciana, Viejas_clases_medias, F_P, Centro_Dcha, Madrid, Secundaria, trabajo_doméstico, de25a34, Centro_Izda, Cataluña, Obreros_cualificados, ocupado, de35a44, Clase_alta_Media_alta, Pregular, mayor65, Primaria, Emala
Variables en el modelo
Coeficientes no estandarizados
Coeficientes tipificados t Sig.
Estadísticos de colinealidad
B Error típ. Beta Tolerancia FIV (Constante) 0,416 0,224 1,859 0,063 Mujer 0,059 0,049 0,029 1,192 0,234 0,838 1,193 de25a34 0,009 0,103 0,004 0,088 0,93 0,288 3,474 de35a44 -0,163 0,103 -0,067 -1,572 0,116 0,279 3,578 de45a54 -0,175 0,107 -0,066 -1,632 0,103 0,31 3,229 de55a64 -0,27 0,118 -0,089 -2,288 0,022 0,338 2,958 mayor65 -0,291 0,141 -0,108 -2,065 0,039 0,186 5,376 Primaria -0,121 0,115 -0,06 -1,052 0,293 0,157 6,356 Secundaria -0,186 0,135 -0,063 -1,373 0,17 0,241 4,152 F_P -0,141 0,131 -0,054 -1,079 0,281 0,206 4,859 Medios_universitarios -0,184 0,146 -0,051 -1,254 0,21 0,31 3,225 Superiores -0,189 0,146 -0,063 -1,299 0,194 0,22 4,545 Ocupado -0,125 0,062 -0,062 -2,028 0,043 0,547 1,827 jubilado_pensionista -0,146 0,107 -0,058 -1,37 0,171 0,289 3,461 Estudiante -0,064 0,14 -0,013 -0,455 0,649 0,587 1,703 trabajo_doméstico -0,173 0,104 -0,049 -1,663 0,097 0,592 1,688 Clase_alta_Media_alta 0,275 0,093 0,109 2,949 0,003 0,375 2,665 Nuevas_clases_medias 0,092 0,081 0,037 1,134 0,257 0,477 2,097 Viejas_clases_medias 0,118 0,085 0,044 1,394 0,164 0,514 1,946 Obreros_cualificados 0,124 0,075 0,056 1,643 0,101 0,436 2,294 Centro_Izda 0,084 0,065 0,035 1,293 0,196 0,694 1,441 Centro 0,022 0,06 0,01 0,37 0,711 0,65 1,539 Centro_Dcha -0,052 0,079 -0,017 -0,661 0,509 0,754 1,327 Derecha -0,129 0,131 -0,024 -0,986 0,324 0,879 1,138 Eregular -0,336 0,162 -0,131 -2,074 0,038 0,128 7,808 Emala -0,308 0,157 -0,126 -1,961 0,05 0,124 8,043 Pregular 0,227 0,105 0,099 2,158 0,031 0,244 4,1 Pmala 0,303 0,101 0,141 3,005 0,003 0,233 4,287 Aragón -0,072 0,142 -0,012 -0,505 0,614 0,865 1,156 Asturias -0,436 0,192 -0,054 -2,273 0,023 0,914 1,094 Baleares -0,333 0,167 -0,048 -1,993 0,046 0,902 1,109 Canarias -0,186 0,131 -0,035 -1,421 0,156 0,844 1,185 Cantabria -0,431 0,269 -0,037 -1,601 0,11 0,954 1,048 Castilla_La_Mancha -0,017 0,117 -0,004 -0,144 0,885 0,804 1,244 Castilla_y_León -0,224 0,116 -0,049 -1,933 0,053 0,79 1,266 Cataluña -0,237 0,077 -0,091 -3,098 0,002 0,599 1,669 Comunidad_Valenciana -0,324 0,089 -0,101 -3,666 0 0,674 1,483 Extremadura -0,485 0,167 -0,069 -2,903 0,004 0,899 1,112 Galicia 0,147 0,105 0,036 1,4 0,162 0,761 1,313 Madrid -0,326 0,083 -0,112 -3,907 0 0,626 1,597 Murcia -0,154 0,167 -0,022 -0,923 0,356 0,904 1,106 Navarra -0,25 0,201 -0,029 -1,245 0,213 0,931 1,074 Pais_Vasco 0,134 0,111 0,031 1,213 0,225 0,769 1,3 La_Rioja 0,133 0,293 0,011 0,453 0,651 0,94 1,064
35
Modelo 5 – Amenaza Externa Resumen del modelo
Modelo R R cuadrado
R cuadrado corregida
Error típ. de la estimación
1 ,268a 0,072 0,05 0,97453872 a Variables predictoras: (Constante), Pmala, Medios_universitarios, Galicia, La_Rioja, Cantabria, Extremadura, Navarra, mujer, Baleares, estudiante, Murcia, Asturias, Aragón, Canarias, de55a64, Centro, Castilla_La_Mancha, Nuevas_clases_medias, Castilla_y_León, Superiores, Pais_Vasco, Derecha, de45a54, jubilado_pensionista, Eregular, Comunidad_Valenciana, Viejas_clases_medias, F_P, Centro_Dcha, Madrid, Secundaria, trabajo_doméstico, de25a34, Centro_Izda, Cataluña, Obreros_cualificados, ocupado, de35a44, Clase_alta_Media_alta, Pregular, mayor65, Primaria, Emala Variables en el modelo
Coeficientes no estandarizados
Coeficientes tipificados t Sig.
Estadísticos de colinealidad
B Error típ. Beta Tolerancia FIV (Constante) -0,371 0,222 -1,667 0,096
Mujer 0,113 0,049 0,056 2,289 0,022 0,838 1,193 de25a34 0,128 0,102 0,053 1,253 0,21 0,288 3,474 de35a44 0,214 0,103 0,089 2,081 0,038 0,279 3,578
de45a54 0,319 0,107 0,121 2,992 0,003 0,31 3,229 de55a64 0,308 0,118 0,102 2,621 0,009 0,338 2,958 mayor65 0,211 0,14 0,079 1,509 0,132 0,186 5,376
Primaria 0,157 0,115 0,078 1,371 0,171 0,157 6,356 Secundaria 0,095 0,134 0,032 0,708 0,479 0,241 4,152 F_P 0,11 0,13 0,042 0,847 0,397 0,206 4,859
Medios_universitarios 0,202 0,146 0,056 1,391 0,164 0,31 3,225 Superiores 0,129 0,145 0,043 0,891 0,373 0,22 4,545 Ocupado -0,022 0,061 -0,011 -0,356 0,722 0,547 1,827
jubilado_pensionista 0,047 0,106 0,019 0,443 0,658 0,289 3,461 Estudiante -0,066 0,14 -0,014 -0,47 0,639 0,587 1,703 trabajo_doméstico 0,117 0,103 0,033 1,13 0,259 0,592 1,688
Clase_alta_Media_alta -0,096 0,093 -0,038 -1,032 0,302 0,375 2,665 Nuevas_clases_medias 0,061 0,081 0,025 0,757 0,449 0,477 2,097 Viejas_clases_medias -0,047 0,085 -0,018 -0,561 0,575 0,514 1,946
Obreros_cualificados -0,016 0,075 -0,007 -0,208 0,835 0,436 2,294 Centro_Izda -0,141 0,065 -0,059 -2,181 0,029 0,694 1,441 Centro -0,089 0,059 -0,042 -1,505 0,133 0,65 1,539
Centro_Dcha -0,241 0,078 -0,08 -3,066 0,002 0,754 1,327 Derecha -0,494 0,13 -0,091 -3,795 0 0,879 1,138 Eregular -0,053 0,161 -0,021 -0,331 0,741 0,128 7,808
Emala -0,015 0,156 -0,006 -0,098 0,922 0,124 8,043 Pregular 0,01 0,105 0,005 0,1 0,92 0,244 4,1 Pmala 0,056 0,1 0,026 0,562 0,574 0,233 4,287
Aragón -0,385 0,141 -0,066 -2,733 0,006 0,865 1,156 Asturias -0,542 0,191 -0,067 -2,842 0,005 0,914 1,094 Baleares -0,386 0,166 -0,055 -2,322 0,02 0,902 1,109
Canarias 0,018 0,13 0,003 0,14 0,888 0,844 1,185 Cantabria -0,337 0,268 -0,029 -1,26 0,208 0,954 1,048 Castilla_La_Mancha 0,064 0,116 0,014 0,553 0,58 0,804 1,244
Castilla_y_León 0,197 0,115 0,043 1,704 0,088 0,79 1,266 Cataluña 0,035 0,076 0,013 0,458 0,647 0,599 1,669 Comunidad_Valenciana 0,116 0,088 0,036 1,318 0,188 0,674 1,483
Extremadura 0,01 0,166 0,001 0,059 0,953 0,899 1,112 Galicia 0,236 0,105 0,058 2,258 0,024 0,761 1,313 Madrid 0,361 0,083 0,124 4,353 0 0,626 1,597
Murcia -0,174 0,166 -0,025 -1,05 0,294 0,904 1,106 Navarra -0,105 0,199 -0,012 -0,526 0,599 0,931 1,074 Pais_Vasco 0,288 0,11 0,067 2,612 0,009 0,769 1,3
La_Rioja 0,303 0,291 0,024 1,042 0,298 0,94 1,064
36
Modelo 6 - Vulnerabilidad social Resumen del modelo
Modelo R R cuadrado R cuadrado corregida
Error típ. de la estimación
1 ,422a 0,178 0,159 0,91705568 a Variables predictoras: (Constante), Pmala, Medios_universitarios, Galicia, La_Rioja, Cantabria, Extremadura, Navarra, mujer, Baleares, estudiante, Murcia, Asturias, Aragón, Canarias, de55a64, Centro, Castilla_La_Mancha, Nuevas_clases_medias, Castilla_y_León, Superiores, Pais_Vasco, Derecha, de45a54, jubilado_pensionista, Eregular, Comunidad_Valenciana, Viejas_clases_medias, F_P, Centro_Dcha, Madrid, Secundaria, trabajo_doméstico, de25a34, Centro_Izda, Cataluña, Obreros_cualificados, ocupado, de35a44, Clase_alta_Media_alta, Pregular, mayor65, Primaria, Emala
Variables en el modelo
Coeficientes no estandarizados
Coeficientes tipificados t Sig.
Estadísticos de colinealidad
B Error típ. Beta Tolerancia FIV
(Constante) 0,18 0,209 0,86 0,39
mujer 0,093 0,046 0,046 2,008 0,045 0,838 1,193
de25a34 0,107 0,096 0,044 1,116 0,264 0,288 3,474
de35a44 0,117 0,097 0,049 1,21 0,226 0,279 3,578
de45a54 0,059 0,1 0,023 0,592 0,554 0,31 3,229
de55a64 -0,086 0,111 -0,028 -0,779 0,436 0,338 2,958
mayor65 -0,211 0,132 -0,079 -1,603 0,109 0,186 5,376
Primaria 0,088 0,108 0,043 0,811 0,417 0,157 6,356
Secundaria -0,053 0,127 -0,018 -0,418 0,676 0,241 4,152
F_P 0,018 0,122 0,007 0,149 0,882 0,206 4,859
Medios_universitarios -0,332 0,137 -0,092 -2,427 0,015 0,31 3,225
Superiores -0,298 0,136 -0,099 -2,183 0,029 0,22 4,545
ocupado -0,377 0,058 -0,187 -6,542 0 0,547 1,827
jubilado_pensionista -0,471 0,1 -0,186 -4,725 0 0,289 3,461
estudiante -0,703 0,131 -0,148 -5,346 0 0,587 1,703
trabajo_doméstico -0,589 0,097 -0,167 -6,06 0 0,592 1,688
Clase_alta_Media_alta -0,082 0,087 -0,033 -0,942 0,346 0,375 2,665
Nuevas_clases_medias -0,116 0,076 -0,047 -1,518 0,129 0,477 2,097
Viejas_clases_medias 0,027 0,08 0,01 0,339 0,735 0,514 1,946
Obreros_cualificados 0,067 0,07 0,031 0,952 0,341 0,436 2,294
Centro_Izda -0,204 0,061 -0,086 -3,363 0,001 0,694 1,441
Centro -0,181 0,056 -0,085 -3,229 0,001 0,65 1,539
Centro_Dcha -0,188 0,074 -0,062 -2,548 0,011 0,754 1,327
Derecha -0,182 0,123 -0,034 -1,489 0,137 0,879 1,138
Eregular 0,226 0,151 0,088 1,49 0,137 0,128 7,808
Emala 0,46 0,147 0,188 3,126 0,002 0,124 8,043
Pregular -0,018 0,099 -0,008 -0,185 0,853 0,244 4,1
Pmala 0,087 0,094 0,04 0,922 0,357 0,233 4,287
Aragón -0,7 0,133 -0,12 -5,279 0 0,865 1,156
Asturias -0,16 0,18 -0,02 -0,89 0,373 0,914 1,094
Baleares -0,579 0,156 -0,083 -3,703 0 0,902 1,109
Canarias -0,057 0,122 -0,011 -0,469 0,639 0,844 1,185
Cantabria 0,065 0,252 0,006 0,257 0,797 0,954 1,048
Castilla_La_Mancha -0,182 0,109 -0,039 -1,66 0,097 0,804 1,244
Castilla_y_León -0,351 0,109 -0,077 -3,228 0,001 0,79 1,266
Cataluña -0,203 0,072 -0,078 -2,833 0,005 0,599 1,669
Comunidad_Valenciana -0,197 0,083 -0,061 -2,38 0,017 0,674 1,483
Extremadura -0,067 0,156 -0,01 -0,428 0,668 0,899 1,112
Galicia -0,297 0,098 -0,073 -3,02 0,003 0,761 1,313
Madrid -0,03 0,078 -0,01 -0,387 0,699 0,626 1,597
Murcia -0,15 0,156 -0,021 -0,964 0,335 0,904 1,106
Navarra -0,014 0,188 -0,002 -0,073 0,941 0,931 1,074
Pais_Vasco -0,468 0,104 -0,109 -4,518 0 0,769 1,3
La_Rioja 0,333 0,274 0,027 1,215 0,224 0,94 1,064