VÍDEO DE HOY:
PUEBLO DE DIOS: La crisis que no cesa
Cáritas Diocesana de Barcelona evita desahucios a través de un servicio de mediación en vivienda,
atiende a parados de larga duración y a familias con bebés y niños pequeños, sin duda las víctimas más
inocentes de la crisis.
21 años del genocidio ruandés
ANA HENRÍQUEZ (TW: @SOIDEA)
07/04/2015
Hoy, 7 de abril, en el día internacional de reflexión sobre el genocidio de Ruanda, desde GuinGuinBali,
queremos recordar lo que ocurrió en este país entre abril y julio de 1994. Recordar para que no vuelva a
suceder en ningún lugar del mundo.
El genocidio más rápido y de mayor amplitud del siglo XX. Rápido porque se produjo en apenas cien
días, los tres meses que van de abril a julio. El de mayor amplitud por el número de muertes diarias, unas
10.000, que dejaron un saldo total estimado por la ONU entre 800.000 y un millón de muertos—
mayoritariamente, tutsis—. Pero, no es por el número de víctimas por lo que se lo llama ‘genocidio’, sino
porque se comete con la intencionalidad de destruir un grupo nacional, étnico, racial o religioso: los hutus
querían acabar con los tutsis.
6 de abril de 1994. El avión donde viajan el presidente de Burundi y el presidente de Ruanda, Juvénal
Habyarimana, es abatido por dos misiles justo antes de aterrizar en el aeropuerto de Kigali. Todavía hoy
se ignora quiénes fueron los culpables pero, entonces, los hutus desde el poder y los medios de
comunicación —valga recordar el lamentable ejemplo de la Radio Televisión Libre de las Mil
Colinas (RTLM), que deshumanizaba a los tutsis mentándolos como ‘cucarachas’ y ‘serpientes’— no
dudaron en señalar a los tutsis como únicos responsables. Agitaron a la población haciéndoles creer que el
presidente había sido el primero pero que los tutsis querían exterminar a todos los hutus. Acto seguido,
repartieron armas, sobre todo, machetes. Al día siguiente, 7 de abril, comenzaron las matanzas en Kigali.
Antecedentes históricos
El derribo del avión presidencial fue el detonante de la barbarie, pero este odio entre etnias venía de muy
atrás. Antes de la llegada de los europeos a finales del XIX, tutsis y hutus eran un solo pueblo, con una
historia común de siglos de antigüedad, mismas creencias y una lengua, el kiniruanda. Fueron los
alemanes y, posteriormente, los belgas los que hicieron de ellos dos grupos étnicos diferenciados. Por un
lado, los tutsis fueron considerados por los colonos los “europeos negros”, dotados de una inteligencia
superior, simplemente, por la antropología racista de la época, que destacaba como nobles sus rasgos
físicos: cuerpo esbelto, piel negra clara, nariz fina. Por otro lado, los hutus, discriminados como “negros
bantúes” por ser más bajos, tener la piel más oscura y una nariz más ancha. Así, durante la ocupación
colonial, los tutsis fueron privilegiados en detrimento de los hutus. Sin embargo, con la independencia,
cambiaron las tornas y los hutus, tras décadas de discriminación, tomaron el poder y la emprendieron
contra los tutsis, llevando a que casi la mitad de estos, entre 1960 y 1973, emigrara a los países vecinos.
Los descendientes de los que se habían exiliado a Uganda crearon, en 1987, el Frente Patriótico
Ruandés (FPR) que, en octubre de 1990, iniciaba la guerra civil. Oficialmente, la guerra terminaría en
agosto de 1993, con la firma de los acuerdos de paz de Arusha (Tanzania). Pero el odio no solo no había
terminado, sino que iba a más y las autoridades hutus empezaron a importar mucho armamento y a
confeccionar listas de personas a las que matar.
Llegado este punto, conviene subrayar que lo que pasó en Ruanda en 1994 no se trató, por tanto, de una
guerra interétnica (a lo que, muy a menudo, se reduce, desde Occidente, la violencia en África), sino de
una exterminación planificada. Esta diferencia es importante ya que implica, para los otros Estados, la
obligación de intervenir para atajarla. Y esto no pasó. Hubo pasividad —Bill Clinton señaló su parálisis
ante el genocidio ruandés como el mayor error de sus ocho años en la Casa Blanca— y, peor aún, huida:
muerto el presidente Habyarimana, el 7 de abril, mataron a la Primera Ministra y a los diez soldados
belgas que la protegían; por lo que, ese mismo día, los Cascos Azules de la ONU pasaron de ser más de
2.500 efectivos a solo 270. Esto por no hablar de la actuación de Francia. Patrocinadora de los hutus en el
poder durante la guerra civil, se mantuvo cruzada de brazos desde la primera vez que se habló de
genocidio, en mayo, de boca del entonces Secretario General de las Naciones Unidas, Butros Butros-
Ghali, hasta que encabezó la polémica Operación Turquesa a finales de junio, cuando ya habían
transcurrido más de dos meses de masacres. Esta supuesta complicidad entre la república gala y el poder
hutu sigue condenándose: Francia no acudió a Kigali el año pasado, para el 20º aniversario del genocidio;
y el inglés está desbancando al francés como idioma más empleado en Ruanda.
21 años después
Hoy, Ruanda es el país africano con mayor densidad de población: en un territorio algo más pequeño que
Galicia, habitan 11 millones de personas. Más del 60% de esta población es tan joven que no vivió el
genocidio. Esto puede ser positivo para olvidar las atrocidades cometidas y alcanzar la ansiada
reconciliación, pero las secuelas continúan vigentes.
Si bien se reconocen mejoras en economía, sanidad o educación, y puede presumir de tener el parlamento
más femenino del mundo —el 64% de sus escaños lo ocupan mujeres—, la Ruanda de Paul Kagame
se tiene como un régimen autoritario, donde se respira tensión en el ámbito político y en todo lo referente
a la libertad de expresión. La aparentemente beneficiosa política de unión nacional, por la que se
abolieron las tarjetas de identidad étnica y por la que no se puede diferenciar entre hutus y tutsis, no
impide que los puestos de poder estén ocupados, en su amplia mayoría, por tutsis; volviendo a
reproducirse las discriminaciones que impusieron los colonos y, luego, se apropiaron los hutus. Además,
se restringe la identidad de las víctimas del genocidio, como si solo hubieran sido tutsis, cuando también
fueron exterminados hutus moderados, aquellos que se negaban a derramar sangre tutsi.
En recuerdo a estas víctimas, cada 7 de abril, desde que el ex Secretario General de las Naciones Unidas,
Kofi Annan, impusiera este día en 2004, se guarda un minuto de silencio a las 12 del mediodía de los
distintos husos horarios, enviando, según el propio Annan, “un mensaje de remordimiento por el pasado y
de resolución de prevenir toda repetición de esta tragedia en el futuro”.
Ellos y ellas tenían nombres… y
montones de sueños
Creado el 7 abril 2015 por Oscar Mateos
Oscar Mateos. [Todo es posible] Los 147 estudiantes kenianos asesinados por Al Shabab hace unos
días tenían nombres y apellidos y montones de sueños. Sus caras e historias, rememoradas en Twitter a
través de etiquetas como #TheyHaveNames o#147NotJustaNumber, me evocan irremediablemente los
dos años (2006-2008) que estuve en la Universidad de Sierra Leona (Fourah Bay College). Me vienen a la
mente, una y otra vez, las historias de Samuel, Reuben, Alimamy, Fatmata y tantos otros estudiantes que
conocí durante aquel tiempo, que tenían nombres y apellidos, una historia personal detrás y un futuro
plagado de sueños.
Cuando regresaba aquí, a menudo me preguntaban si aquellos estudiantes tenían un poder adquisitivo
muy elevado para poder acceder a la Universidad en un país como Sierra Leona. La respuesta era siempre
no. Las familias de los que tenían verdaderamente recursos (una absoluta minoría) eran enviados a
universidades europeas o estadounidenses, pero todos los que estaban en el Fourah Bay College lograban
pagar las altas tasas anuales de la Universidad (unos 300 dólares anuales en uno de los países más pobres
del mundo), a través de mil y una estrategias. Y es que en aquel tiempo conocí a estudiantes que habían
trabajado durante varios años para pagarse un año de matrícula (y que a veces debían interrumpir los
estudios hasta ahorrar dinero suficiente para pagar otro año); otros que eran la apuesta de toda una familia
(quien sólo podía pagar estudios a uno de los hijos o hijas); otros tantos que recibían algún tipo de ayuda
o beca de alguien importante y con poder económico y político en su pueblo o región de origen; muy
pocos los que recibían becas por parte del Estado…
Estudiar para todos ellos era un lujo que no querían desaprovechar, la
oportunidad de abrirse a un mundo con mayores oportunidades (si bien el paso por la
Universidad no garantizaba nada). De aquel tiempo recuerdo la atención y participación en las clases, con
aportaciones desbordantes de estudiantes que habían padecido la guerra que asoló el país entre 1991 y
2002. Todo aquello tenía lugar en medio de unas instalaciones muy precarias, sin electricidad, donde para
fotocopiar un artículo había que hacer una inmensa cola en una sala en la que una fotocopiadora
renqueaba gracias a un viejo generador. Todos y todas tenían mil planes para después de sus estudios. A
muchos les sigo la pista por redes sociales, y siguen luchando (esa es la única forma en que se concibe la
vida en Sierra Leona) para salir adelante y para mejorar su situación socioeconómica y la de familia.
Veo las fotos de los 147 estudiantes y algunas de sus historias de vida que circulan por las redes, las
instalaciones del campus de Garissa (tan similares a las del Fourah Bay College), y no dejo de acordarme
de tantas historias, con nombres y apellidos, que conocí en Sierra Leona. Hoy todas esas historias
que vienen desde Kenia parecen valer menos que las de otras tragedias o atentados
acaecidos en Europa o en EEUU. Sus historias no ocupan portadas durante varios días, ni
merecen tertulias acaloradas sobre las causas de lo sucedido. Habrá incluso quien se pregunte anonadado
“¿Pero en África hay universidades?”. Sí, en África hay Universidades, estudiantes llenos de sueños por
cumplir y mil y una historias que parecen no merecer ser contadas.
Hoy, desde este blog, un pequeño gesto de memoria, recuerdo y homenaje a los 147 estudiantes
de Garissa, aquellos que tenían nombres y apellidos concretos, y montones de sueños.
HOY MARTES 7 DE ABRIL, EN EL PARQUE UHURU DE NAIROBI, SE CELEBRARÁ UN VIGILIA EN RECUERDO DE LAS
VÍCTIMAS DE GARISSA.
Carta del Papa Francisco contra la pena
de muerte
01/04/2015
Se debate en algunos lugares acerca del modo de matar, como si se tratara de encontrar el modo de
"hacerlo bien". A lo largo de la historia, diversos mecanismos de muerte han sido defendidos por reducir
el sufrimiento y la agonía de los condenados. Pero no hay forma humana de matar a otra persona.
Excelentísimo Señor Federico Mayor, Presidente de la Comisión Internacional
contra la Pena de Muerte
Señor Presidente: Con estas letras, deseo hacer llegar mi saludo a todos los
miembros de la Comisión Internacional contra la Pena de Muerte, al grupo de países
que la apoyan, y a quienes colaboran con el organismo que Ud. preside. Quiero además
expresar mi agradecimiento personal, y también el de los hombres de buena voluntad,
por su compromiso con un mundo libre de la pena de muerte y por su contribución para
el establecimiento de una moratoria universal de las ejecuciones en todo el mundo, con
miras a la abolición de la pena capital.
He compartido algunas ideas sobre este tema en mi carta a la Asociación
Internacional de Derecho Penal y a la Asociación Latinoamericana de Derecho Penal y
Criminología, del 30 de mayo de 2014. He tenido la oportunidad de profundizar sobre
ellas en mi alocución ante las cinco grandes asociaciones mundiales dedicadas al
estudio del derecho penal, la criminología, la victimología y las cuestiones
penitenciarias, del 23 de octubre de 2014. En esta oportunidad, quiero compartir con
ustedes algunas reflexiones con las que la Iglesia contribuya al esfuerzo humanista de la
Comisión.
El Magisterio de la Iglesia, a partir de la Sagrada Escritura y de la experiencia
milenaria del Pueblo de Dios, defiende la vida desde la concepción hasta la muerte
natural, y sostiene la plena dignidad humana en cuanto imagen de Dios (cf. Gen 1,26).
La vida humana es sagrada porque desde su inicio, desde el primer instante de la
concepción, es fruto de la acción creadora de Dios (cf. Catecismo de la Iglesia Católica,
n. 2258), y desde ese momento, el hombre, única criatura a la que Dios ha amado por sí
mismo, es objeto de un amor personal por parte de Dios (Gaudium et spes, 24).
Los Estados pueden matar por acción cuando aplican la pena de muerte, cuando
llevan a sus pueblos a la guerra o cuando realizan ejecuciones extrajudiciales o
sumarias. Pueden matar también por omisión, cuando no garantizan a sus pueblos el
acceso a los medios esenciales para la vida. «Así como el mandamiento de "no matar"
pone un límite claro para asegurar el valor de la vida humana, hoy tenemos que decir
"no a una economía de la exclusión y la inequidad"» (Evangelii gaudium, 53).
La vida, especialmente la humana, pertenece sólo a Dios. Ni siquiera el
homicida pierde su dignidad personal y Dios mismo se hace su garante. Como enseña
san Ambrosio, Dios no quiso castigar a Caín con el homicidio, ya que quiere el
arrepentimiento del pecador y no su muerte ( Evangelium Vitae, 9).
En algunas ocasiones es necesario repeler proporcionadamente una agresión en
curso para evitar que un agresor cause un daño, y la necesidad de neutralizarlo puede
conllevar su eliminación: es el caso de la legítima defensa (Evangelium Vitae, 55). Sin
embargo, los presupuestos de la legítima defensa personal no son aplicables al medio
social, sin riesgo de tergiversación. Es que cuando se aplica la pena de muerte, se mata a
personas no por agresiones actuales, sino por daños cometidos en el pasado. Se aplica,
además, a personas cuya capacidad de dañar no es actual sino que ya ha sido
neutralizada, y que se encuentran privadas de su libertad.
Hoy día la pena de muerte es inadmisible, por cuanto grave haya sido el delito
del condenado. Es una ofensa a la inviolabilidad de la vida y a la dignidad de la persona
humana que contradice el designio de Dios sobre el hombre y la sociedad y su justicia
misericordiosa, e impide cumplir con cualquier finalidad justa de las penas. No hace
justicia a las víctimas, sino que fomenta la venganza.
Para un Estado de derecho, la pena de muerte representa un fracaso, porque lo
obliga a matar en nombre de la justicia. Escribió Dostoievski: «Matar a quien mató es
un castigo incomparablemente mayor que el mismo crimen. El asesinato en virtud de
una sentencia es más espantoso que el asesinato que comete un criminal». Nunca se
alcanzará la justicia dando muerte a un ser humano.
La pena de muerte pierde toda legitimidad en razón de la defectiva selectividad
del sistema penal y frente a la posibilidad del error judicial. La justicia humana es
imperfecta, y no reconocer su falibilidad puede convertirla en fuente de injusticias. Con
la aplicación de la pena capital, se le niega al condenado la posibilidad de la reparación
o enmienda del daño causado; la posibilidad de la confesión, por la que el hombre
expresa su conversión interior; y de la contrición, pórtico del arrepentimiento y de la
expiación, para llegar al encuentro con el amor misericordioso y sanador de Dios.
La pena capital es, además, un recurso frecuente al que echan mano algunos
regímenes totalitarios y grupos de fanáticos, para el exterminio de disidentes políticos,
de minorías, y de todo sujeto etiquetado como "peligroso" o que puede ser percibido
como una amenaza para su poder o para la consecución de sus fines. Como en los
primeros siglos, también en el presente la Iglesia padece la aplicación de esta pena a sus
nuevos mártires.
La pena de muerte es contraria al sentido de la humanitas y a la misericordia
divina, que debe ser modelo para la justicia de los hombres. Implica un trato cruel,
inhumano y degradante, como también lo es la angustia previa al momento de la
ejecución y la terrible espera entre el dictado de la sentencia y la aplicación de la pena,
una "tortura" que, en nombre del debido proceso, suele durar muchos años, y que en la
antesala de la muerte no pocas veces lleva a la enfermedad y a la locura.
Se debate en algunos lugares acerca del modo de matar, como si se tratara de
encontrar el modo de "hacerlo bien". A lo largo de la historia, diversos mecanismos de
muerte han sido defendidos por reducir el sufrimiento y la agonía de los condenados.
Pero no hay forma humana de matar a otra persona.
En la actualidad, no sólo existen medios para reprimir el crimen eficazmente sin
privar definitivamente de la posibilidad de redimirse a quien lo ha cometido
(Evangelium Vitae, 27), sino que se ha desarrollado una mayor sensibilidad moral con
relación al valor de la vida humana, provocando una creciente aversión a la pena de
muerte y el apoyo de la opinión pública a las diversas disposiciones que tienden a su
abolición o a la suspensión de su aplicación (Compendio de la Doctrina Social de la
Iglesia, n. 405).
Por otra parte, la pena de prisión perpetua, así como aquellas que por su
duración conlleven la imposibilidad para el penado de proyectar un futuro en libertad,
pueden ser consideradas penas de muerte encubiertas, puesto que con ellas no se priva
al culpable de su libertad sino que se intenta privarlo de la esperanza. Pero aunque el
sistema penal pueda cobrarse el tiempo de los culpables, jamás podrá cobrarse su
esperanza.
Como expresé en mi alocución del 23 de octubre pasado, «la pena de muerte
implica la negación del amor a los enemigos, predicada en el Evangelio. Todos los
cristianos y los hombres de buena voluntad, estamos obligados no sólo a luchar por la
abolición de la pena de muerte, legal o ilegal, y en todas sus formas, sino también para
que las condiciones carcelarias sean mejores, en respeto de la dignidad humana de las
personas privadas de la libertad».
Queridos amigos, los aliento a continuar con la obra que realizan, pues el mundo
necesita testigos de la misericordia y de la ternura de Dios.
Me despido encomendándoos al Señor Jesús, que en los días de su vida terrena
no quiso que hiriesen a sus perseguidores en su defensa – «Guarda tu espada en la
vaina» (Mt 26,52) -, fue apresado y condenado injustamente a muerte, y se identificó
con todos los encarcelados, culpables o no: «Estuve preso y me visitaron» (Mt 25,36).
Él, que frente a la mujer adúltera no se cuestionó sobre su culpabilidad, sino que invitó
a los acusadores a examinar su propia conciencia antes de lapidarla (cf. Jn 8,1-11), les
conceda el don de la sabiduría, para que las acciones que emprendan en pos de la
abolición de esta pena cruel, sean acertadas y fructíferas.
Les ruego que recen por mí. Cordialmente FRANCISCO
Vaticano, 20 de marzo de 2015
Caminemos con el Resucitado, envueltos
en su Misericordia, resuenan las palabras
del Papa
2015-04-07 Radio Vaticana
El 7 de abril de 2013, el Papa Francisco tomó posesión de la Catedral de
Roma
(RV).- «En mi vida personal, he visto muchas veces el rostro misericordioso de Dios, su
paciencia; he visto también en muchas personas la determinación de entrar en las llagas de Jesús... Y he
visto siempre que Dios ha acogido, consolado, lavado, amado».
Recordamos estas palabras del Papa Francisco, en el aniversario de su toma de posesión de la Catedral de
Roma, en la Basílica de Basílica papal de San Juan de Letrán, consagrada al Santísimo Salvador.
El 7 de abril de 2013, era el II Domingo de Pascua o de la Divina Misericordia:
«Con gran alegría celebro por primera vez la Eucaristía en esta Basílica Lateranense, catedral del Obispo
de Roma. Saludo a todos con gran afecto
¡Caminemos juntos a la luz del Señor Resucitado!
Celebramos hoy el segundo domingo de Pascua, también llamado «de la Divina Misericordia». Qué
hermosa es esta realidad de fe para nuestra vida: la misericordia de Dios. Un amor tan grande, tan
profundo el que Dios nos tiene, un amor que no decae, que siempre aferra nuestra mano y nos sostiene,
nos levanta, nos guía.
A mí me produce siempre una gran impresión releer la parábola del Padre misericordioso, me impresiona
porque me infunde siempre una gran esperanza.
En mi vida personal, he visto muchas veces el rostro misericordioso de Dios, su paciencia; he visto
también en muchas personas la determinación de entrar en las llagas de Jesús, diciéndole: Señor estoy
aquí, acepta mi pobreza, esconde en tus llagas mi pecado, lávalo con tu sangre. Y he visto siempre que
Dios lo ha hecho, ha acogido, consolado, lavado, amado.
Queridos hermanos y hermanas, dejémonos envolver por la misericordia de Dios;
confiemos en su paciencia que siempre nos concede tiempo; tengamos el valor de volver a su casa, de
habitar en las heridas de su amor dejando que Él nos ame, de encontrar su misericordia en los
sacramentos. Sentiremos su ternura, tan hermosa, sentiremos su abrazo y seremos también nosotros
más capaces de misericordia, de paciencia, de perdón y de amor.
Jesús ofrece la paz como don precioso, fruto de la victoria del amor y el perdón sobre el mal,
había reiterado el Papa Francisco, en el Regina Coeli, que rezó con unos cien mil peregrinos, que
acudieron a la Plaza de San Pedro.
«¡Queridos hermanos sean mensajeros y testigos de la misericordia de Dios!» había sido su
exhortación, alentando también a llevar la Buena Noticia, a todos los ambientes de la vida, «con suavidad
y respeto».
(CdM – RV)
“¡Jesucristo ha resucitado! ¡Feliz Pascua
a todos! Mensaje y bendición del Papa al
mundo entero
2015-04-05 Radio Vaticana
(RV).- “¡Jesucristo ha resucitado! El amor ha vencido al odio, la vida ha
vencido a la muerte, la luz ha disipado la oscuridad”, anunció el Pontífice en su Mensaje
Urbi et Orbi de la Pascua de Resurrección 2015, desde el balcón central de la basílica de San Pedro.
Después de presidir la celebración de la Santa Misa de Pascua, en una plaza de San Pedro repleta de
peregrinos y decorada para la ocasión con flores procedentes de Holanda, el Pontífice recorrió la plaza en
papamóvil, prodigando saludos, sonrisas y bendiciones a los numerosos presentes, llegados a la plaza no
obstante la lluvia.
En su Mensaje Pascual ‘a la ciudad de Roma y al mundo’, el Obispo de Roma explicó que la
humildad - y por consiguiente la humillación - es el camino de la vida y de felicidad
indicado por Jesús a todos, con su muerte. Porque “sólo quien se humilla puede ir hacia “las cosas
de allá arriba”, hacia Dios - dijo.
Constatando que el mundo de hoy propone imponerse a toda costa, el Papa subrayó que es “por la
gracia de Cristo muerto y resucitado”, que los cristianos ‘son el brote de otra
humanidad’, en la cual buscamos vivir al servicio, los unos de los otros”. “¡Ésta no es debilidad sino
verdadera fuerza!” – enfatizó - “porque quien lleva dentro la fuerza de Dios, su amor y su justicia no
necesita usar la violencia, sino que habla y actúa con la fuerza de la verdad”. Por ello, Francisco invitó a
implorar del Señor resucitado “la gracia de no ceder al orgullo que alimenta la violencia y las guerras sino
tener el coraje humilde del perdón y de la paz”.
“Pidamos a Jesús victorioso para que alivie los sufrimientos de tantos hermanos nuestros
perseguidos a causa de su nombre, como también de todos aquellos que padecen injustamente
las consecuencias de los conflictos y de las violencias en curso”, rezó el Papa. Y pidió “paz” en primer
lugar, para Siria e Iraq, para que se restablezca la buena convivencia “en estos amados países”,
haciendo un llamamiento a la comunidad internacional para que “no se quede inerte de frente
a la inmensa tragedia humanitaria” en estos dos países y ante “el drama de los números refugiados”.
Paz pidió Francisco también para Tierra Santa, Libia, Yemen, Nigeria, Sudán, la
República Democrática del Congo, Ucrania, e invitó a elevar una oración incesante por
quienes han perdido la vida, con un pensamiento especial por los jóvenes asesinados el pasado jueves en
la universidad de Garissa, en Kenia, sin olvidar a los secuestrados y a quienes han debido abandonar la
propia casa y afectos. El Obispo de Roma encomendó también con esperanza el acuerdo alcanzado
en Lausana, en espera de que “sea un paso definitivo para un mundo más seguro y fraterno”.
Paz y libertad pidió el Papa para quienes sufren nuevas y viejas formas de esclavitud, para
los emarginados, encarcelados, sin olvidar a los pobres y a los migrantes, enfermos y
sufrientes, niños, en especial para los que sufren violencia, a quienes sufren el luto. Para que a
ellos llegue la voz consoladora del Señor: “¡La paz está con ustedes! No teman, he resucitado y
estaré siempre con ustedes”. E impartió su bendición apostólica.
Finalmente, el Pontífice saludó a todos los presentes deseándoles Feliz Pascua y, extendiendo sus saludos
a quienes han seguido la celebración a través de los medios de comunicación, el Papa los alentó a llevar a
las propias casas el alegre anuncio de que ¡el Señor de la vida ha resucitado, llevando consigo amor,
justicia, respeto y perdón!
Agradeció a todos por su presencia, por su oración y por el entusiasmo de su fe y no olvidó agradecer por
las flores, llegadas también este año de Holanda.
(MCM-RV)
Texto completo del Mensaje Urbi et Orbi de la Pascua de Resurrección 2015
Queridos hermanos y hermanas, ¡feliz Pascua!
¡Jesucristo ha resucitado!
El amor ha derrotado al odio, la vida ha vencido a la muerte, la luz ha disipado la oscuridad.
Jesucristo, por amor a nosotros, se despojó de su gloria divina; se vació de sí mismo, asumió la forma de
siervo y se humilló hasta la muerte, y muerte de cruz. Por esto Dios lo ha exaltado y le ha hecho Señor del
universo. Jesús es el Señor.
Con su muerte y resurrección, Jesús muestra a todos la vía de la vida y la felicidad: y esta vía es la
humildad, que comporta la humillación. Este es el camino que conduce a la gloria. Sólo quien se humilla
pueden ir hacia los «bienes de allá arriba», a Dios (cf. Col 3,1-4). El orgulloso mira «desde arriba hacia
abajo», el humilde, «desde abajo hacia arriba».
La mañana de Pascua, advertidos por las mujeres, Pedro y Juan corrieron al sepulcro y lo encontraron
abierto y vacío. Entonces, se acercaron y se «inclinaron» para entrar en la tumba. Para entrar en el
misterio hay que «inclinarse», abajarse. Sólo quien se abaja comprende la glorificación de Jesús y puede
seguirlo en su camino.
El mundo propone imponerse a toda costa, competir, hacerse valer... Pero los cristianos, por la gracia de
Cristo muerto y resucitado, son los brotes de otra humanidad, en la cual tratamos de vivir al servicio de
los demás, de no ser altivos, sino disponibles y respetuosos.
Esto no es debilidad, sino autentica fuerza. Quién lleva en sí el poder de Dios, de su amor y su justicia, no
necesita usar violencia, sino que habla y actúa con la fuerza de la verdad, de la belleza y del amor.
Imploremos hoy al Señor resucitado la gracia de no ceder al orgullo que fomenta la violencia y las
guerras, sino que tengamos el valor humilde del perdón y de la paz. Pedimos a Jesús victorioso que alivie
el sufrimiento de tantos hermanos nuestros perseguidos a causa de su nombre, así como de todos los que
padecen injustamente las consecuencias de los conflictos y las violencias que se están produciendo. Son
muchas.
Roguemos ante todo por la amada Siria e Irak, para que cese el fragor de las armas y se restablezca una
buena convivencia entre los diferentes grupos que conforman estos amados países. Que la comunidad
internacional no permanezca inerte ante la inmensa tragedia humanitaria dentro de estos países y el drama
de tantos refugiados.
Imploremos la paz para todos los habitantes de Tierra Santa. Que crezca entre israelíes y palestinos la
cultura del encuentro y se reanude el proceso de paz, para poner fin a años de sufrimientos y divisiones.
Pidamos la paz para Libia, para que se acabe con el absurdo derramamiento de sangre por el que está
pasando, así como toda bárbara violencia, y para que cuantos se preocupan por el destino del país se
esfuercen en favorecer la reconciliación y edificar una sociedad fraterna que respete la dignidad de la
persona. Y esperemos que también en Yemen prevalezca una voluntad común de pacificación, por el bien
de toda la población.
Al mismo tiempo, encomendemos con esperanza al Señor que es tan misericordioso el acuerdo alcanzado
en estos días en Lausana, para que sea un paso definitivo hacia un mundo más seguro y fraterno.
Supliquemos al Señor resucitado el don de la paz en Nigeria, Sudán del Sur y diversas regiones del Sudán
y la República Democrática del Congo. Que todas las personas de buena voluntad eleven una oración
incesante por aquellos que perdieron su vida ―y pienso muy especialmente en los jóvenes asesinados el
pasado jueves en la Universidad de Garissa, en Kenia―, los que han sido secuestrados, los que han tenido
que abandonar sus hogares y sus seres queridos.
Que la resurrección del Señor haga llegar la luz a la amada Ucrania, especialmente a los que han sufrido
la violencia del conflicto de los últimos meses. Que el país reencuentre la paz y la esperanza gracias al
compromiso de todas las partes interesadas.
Pidamos paz y libertad para tantos hombres y mujeres sometidos a nuevas y antiguas formas de esclavitud
por parte de personas y organizaciones criminales. Paz y libertad para las víctimas de los traficantes de
droga, muchas veces aliados con los poderes que deberían defender la paz y la armonía en la familia
humana. E imploremos la paz para este mundo sometido a los traficantes de armas, que ganan con la
sangre de hombres y mujeres.
Y que a los marginados, los presos, los pobres y los emigrantes, tan a menudo rechazados, maltratados y
desechados; a los enfermos y los que sufren; a los niños, especialmente aquellos sometidos a la violencia;
a cuantos hoy están de luto; y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, llegue la voz consoladora
y sanadora del Señor Jesús: «La paz esté con ustedes». (Lc 24,36). «No teman, he resucitado y siempre
estaré con ustedes» (cf. Misal Romano, Antífona de entrada del día de Pascua).
Saludos de Pascua del Santo Padre
Queridos hermanos y hermanas,
Deseo dirigir mis augurios de Feliz Pascua a todos ustedes que han venido a esta plaza de diversos países,
como también a cuantos están conectados a través de los medios de comunicación social.
Lleven en a sus casas y a quienes encuentran el alegre anuncio que ha resucitado el Señor de la vida,
llevando consigo amor, justicia, respeto y perdón.
Gracias por su presencia, por su oración y por el entusiasmo de su fe. Un pensamiento especial y
agradecido por el don de las flores, que también este años previenen de los Países Bajos.
¡Feliz Pascua a todos!
El Papa pide a la comunidad
internacional que no permanezca muda
ante los crímenes
2015-04-06 Radio Vaticana
(RV).- Después de la oración a la Madre de Dios, el Papa Francisco saludó detalladamente a
diferentes grupos de peregrinos e hizo una mención especial al Movimiento Shalom y su misión
ante la persecución de los cristianos en el mundo, y pidió a la comunidad internacional que no mire hacia
otro lado antes los conflictos que se están viviendo en diversos países del mundo. “Que no permanezca
muda e inerte ante tales inaceptables crímenes, que constituyen una preocupante violación de los derechos
humanos fundamentales. Pido verdaderamente que la comunidad internacional no mire hacia otro lado”,
insistió.
Palabras del Papa después de la oración mariana:
En esta bonita atmósfera pascual, saludo cordialmente a todos ustedes, queridos peregrinos llegados de
Italia y de diversas partes del mundo para participar en este momento de oración. En especial, tengo el
gusto de recibir a la delegación del Movimiento Shalom, que ha llegado a la última etapa de la difusión
solidaria para sensibilizar a la opinión pública sobre las persecuciones de los cristianos en el mundo. Su
itinerario en las calles ha terminado, pero debe continuar por parte de todos el camino espiritual de
oración, intensa oración, de participación concreta y ayuda tangible en defensa y protección de nuestros
hermanos y de nuestras hermanas, perseguidos, exiliados, asesinados, decapitados, por el solo hecho de
ser cristianos. Ellos son nuestros mártires de hoy y son muchos; podemos decir que son más numerosos
que en los primeros siglos. Pido que la comunidad internacional no permanezca muda e inerte frente a
tales inaceptables crímenes, que constituyen una preocupante violación de los derechos humanos
fundamentales. Pido verdaderamente que la comunidad internacional no mire hacia otro lado.
A cada uno de ustedes, les deseo transcurrir en el gozo y la serenidad esta Semana pascual en la cual se
prolonga la alegría de la Resurrección de Cristo. Y para vivir más intensamente este periodo- y vuelvo
siempre sobre el mismo argumento-, nos hará bien leer cada día un pasaje del Evangelio en el cual se
habla del evento de la Resurrección. Cada día, un pequeño pasaje del Evangelio, donde se habla del
evento de la Resurrección; léanlo todos los días, les hará bien.
¡Buena y Santa Pascua a todos! Por favor, no se olviden de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta la vista!
Müller sugiere una nueva tarea para la
Doctrina de la Fe
El cardenal Müller
El cardenal alemán preanuncia una inédita
competencia para su dicasterio: «estructurar
teológicamente un pontificado»
andrea tornielli
Ciudad del vaticano
El cardenal Gerhard Ludwig Müller, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, en una de las
tantas entrevistas que ha concedido en las últimas semanas y que se concentran sobre el próximo Sínodo,
habló de una nueva tarea para su dicasterio. Una tarea que nunca ha sido mencionada en los documentos
que describen las precisas competencias del ex-Santo Oficio.
El purpurado alemán, en una entrevista con «La Croix», declaró: «La llegada a la Cátedra de Pedro de un
teólogo como Benedicto XVI es probablemente una excepción. Juan XXIII no era tampoco un teólogo de
profesión. Papa Francisco es también más pastor y la Congregación para la Doctrina de la Fe tiene una
misión de una estructuración teológica del Pontificado». Así pues, según lo que declaró Müller, el ex-
Santo Oficio debe «estructurar teológicamente» el Pontificado de Papa Francisco. Y es probable que este
sea uno de los motivos por los cuales el Prefecto intervenga tan a menudo en público, como nunca antes
había sucedido.
Se trata de una significativa novedad, puesto que según el artículo 48 de la Constitución apostólica sobre
la Curia romana «Pastor bonus», promulgada por Juan Pablo II e 1988, «labor propia de la Congregación
para la doctrina de la fe es promover y tutelar la doctrina de la fe y las costumbres en todo el orbe
católico».
Mientras el Papa «por voluntad de Cristo mismo», como recordó también Francisco durante la clausura
del Sínodo de 2014, es el «Pastor y Doctor supremo de todos los fieles» (canon 749). Hasta hace pocas
décadas (el último que lo había hecho había sido Pablo VI) era el mismo Pontífice quien presidía en
primera persona la Congregación para la Doctrina de la Fe, justamente en razón de esta tarea que sólo
recae sobre el Pontífice, en virtud del primado pietrino. Un primado que pertenece al obispo de Roma:
presidir «en la caridad» y, si surgieran, también dirimir cuestiones teológicas.
Las palabras del cardenal Müller, con la introducción de la inédita y hasta ahora no formalizada tarea de
«estructurar teológicamente un Pontificado», pasaron casi inobservadas. Pero, si por una parte abren
escenarios nuevos con respecto a la tradición de la Iglesia, por otra parecerían dar a entender que, según
Müller, el actual Pontificado (así como el de san Juan XXIII) no tiene la suficiente «estructura» teológica.
Mongolia; la Iglesia apuesta por los
laicos
El padre Ernesto con el equipo pastoral
Ponen en marcha el proyecto formativo: «Formation of
full time ministers»: los jóvenes del lugar recibirán
formación, retribuciones y se ocuparán completamente
de la pastoral
Luciano Zanardini
Roma
Tiene una historia importante y un futuro muy prometedor. Después de la estabilidad alcanzada en los
primeros años 90, tras 70 años de régimen comunista, Mongolia se ha convertido en blanco de muchos
inversionistas debido a sus recursos minerales. La globalización está convirtiendo a una población
nómada en sedentaria, con su capital, Ulan Bator, que cuenta con casi la mitad de los habitantes (1,2
millones). El verdadero desafío de Mongolia, como cuenta un misionero de la Consolata, el padre Ernesto
Viscardi, es «conjugar lo hermoso de una cultura ilenaria con las oportunidades que los diferentes
elementos de la ‘modernidad’ pueden ofrecer». Han pasado de una sociedad caracterizada por viejas
tradiciones a un «bombardeo de modelos muy agresivos». En la cotidianeidad resisten las formas
tradicionales, como el chamanismo o el budismo mahayana tibetano, que se mezcla con los accesorios de
la modernidad (internet, coches de gran potencia…).
La normalidad, sobre todo entre los ancianos, está marcada por la costumbre: hay «días buenos o menos
buenos para concluir negocios, casarse o para hacer los funerales». Los jóvenes, en cambio, ven
telenovelas coreanas y dirigen sus miradas hacia los mercados de Singapur
La Iglesia en Mongolia es una realidad joven: los primeros misioneros de Scheut se establecieron en el
verano de 1992, los religiosos de la Consolata llegaron en julio de 2003 y, después de dos años de estudio
de la lengua, comenzaron su misión en Arvaiheer, a 430 k. de la capital. Hoy la comunidad católica de
Arvaiheer cuenta con sus primeros 20 bautizados. El padre Ernesto, siguiendo las indicaciones del obispo
Venceslao Padilla (fundador de la misión en Mongolia) se ocupa (como Prefecto apostólico delegado) de
la oficina de catequismo, de las comisiones pastorales y de las seis parroquias de la Prefectura Apostólica.
Para un misionero que ha pasado 12 años en África, Asia es «una experiencia única. Trabajar en un país
que se abre al resto del mundo, en una Iglesia casi incipiente, es una gracia y la realización del sueño de
cualquier misionero. Y por este motivo, como se exprimiría un mongol, digo: ‘Dios del cielo a ti doy
gracias’».
Son poco más de mil los católicos que frecuentan, mientras los 57 misioneros presentes (en un territorio
que es cinco veces el territorio de Italia) se ocupan de todos los servicios sociales: guarderías, escuelas,
instituto profesional don Bosco, las casas para los ancianos de las monjas de Madre Teresa, las
bibliotecas, las viviendas para los estudiantes de los campos, los centros para los chicos de la calle… En
diciembre de 2014 fue ordenado en Corea el primer diácono mongol, Joseph Inkh, que en julio de 2016
será ordenado sacerdote: el primero de Mongolia. En Corea otro joven mongol, Pedro Sanjajab, está
acabando el segundo año del seminario.
La Iglesia mantiene una actitud de enorme respeto hacia el budismo tibetano, la corriente religiosa más
difundida, aunque el diálogo no esté estructurado. Es complejo el archipiélago protestante, con una
miríada de denominaciones, de Iglesias independientes (sobre todo de origen coreano). Su objetivo es el
de convertir al 10% de toda la población antes de que llegue 2020. «El método, que a veces presenta
formas de fundamentalismo, suscita las sospechas de las autoridades y crea no pocos problemas, incluso
para nosotros, porque el cristianismo es considerado por la gente como un bloque único sin grandes
distinciones».
Para dar «un rostro mongol a la Iglesia católica», el padre Ernesto está llevando a cabo un proyecto
formativo: «Formation of full time ministers», que pretende formar a los laicos: dos años en Mongolia y
dos en Manila, en la Institución Fondacio Asia que prepara a los laicos misioneros para ser animadores de
comunidades. Los candidatos elegidos según algunos criterios (sentido de vocación-servicio, compromiso
serio y constante, resultados escolares) obtienen un contrato de tres años y son involucrados al 100% en
las actividades pastorales. «Juntos forman un ‘pastoral team’, un grupo ‘think tank’ de análisis, reflexión
y propuestas para inyectarlas en la Prefectura Apostólica».
Actualmente, el grupo está compuesto por seis personas, mientras dos chicas están en Manila acabando
sus estudios. «Estoy convencido de que el futuro de la Iglesia en Mongolia está en las manos de las
personas del lugar, más que en un constante relevo de misioneros extranjeros».
Una historia de Amor
Seguir a Jesús en la Vida Consagrada hoy
Martínez Díez, Felicísimo / Soto Varela, Carme /
García Paredes, José Cristo Rey / Rodríguez Carballo,
José / Arregi Guridi, Joxe Mari / Kulüke, Heinz / Noya
Arrizabalaga, Patricia / Arnáiz, José María
Colección: Surcos
Subcolección: Edición especial
ISBN:978-84-9073-105-5
Código EVD:1703002
Edición:1
Reimpresión:3
Páginas:224
Tamaño:140 x 210 mm
Encuadernación:Rústica, cosida, tapa plastificada brillo, con solapas
Precio sin IVA: 12,50 €
PVP: 13,00 €
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Versión digital: Precio: 5,99 €
"¿Me amas más que estos?", preguntó Jesús a Pedro. Y esa es la pregunta que Jesús dirige a la vida
consagrada (¡no solo a ella!) y es a lo que ella se dedica: a amar a Jesús. Con más o menos acierto, con
más o menos errores, con más o menos intensidad, con más o menos gracia, pero ese es el centro y
esencia de la vida consagrada: amar a Jesús y, porque se le ama, seguirle.
En lo cotidiano y en lo sencillo de cada día o en las lejanas tierras donde están los pobres; en el silencio
del monasterio contemplativo o en la catequesis y predicación de nuestras iglesias; en los santuarios
donde nuestra gente busca sosiego o en medio de las barriadas obreras; en las aulas y patios donde
corretean nuestros muchachos o en los hospitales y clínicas donde los hombres y mujeres necesitan
cuidado; en comunidades con gran atractivo y fuerza joven o en las enfermerías de nuestros conventos...
Ahí es donde se va tejiendo y relatando esta historia de amor.
Este libro quiere ayudar a comprender la vida consagrada desde la perspectiva del amor, un amor
concreto, real y maduro a Jesús, que llama personalmente a seguirle, que da la gracia de los hermanos en
las comunidades y que nos envía a relatar esta historia de amor en la misión.
Hojear
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La memoria de Jesús y los cristianismos
de los orígenes
Aguirre Monasterio, Rafael
Colección: Ágora
ISBN:978-84-9073-106-2
Código EVD:0600036
Edición:1
Páginas:192
Tamaño:150 x 230 mm
Encuadernación:Rústica, cosida, tapa plastificada mate con barniz UVI brillo, con solapas
Precio sin IVA: 15,38 €
PVP: 16,00 €
Añadir a la cesta
Versión digital: Precio: 7,49 €
Este libro aborda tres problemas centrales, profundamente concatenados, en la crítica bíblica de nuestros
días y con hondas repercusiones teológicas y culturales.
El primer capítulo examina la situación de la exégesis actual: lo que se entiende por métodos críticos, la
tensión entre la exégesis científica y la lectura creyente, los subterfugios para eludir el reto que supone la
crítica bíblica, la importancia decisiva del lugar social del intérprete.
Por su propia naturaleza, la fe cristiana no puede dejar de interesarse por su relación con la historia. Esto
afecta, ante todo, a dos grandes temas: a Jesús de Nazaret y al surgimiento del cristianismo y de la Iglesia.
A su estudio se dedican los dos siguientes capítulos prestando especial atención a algunos aspectos
especialmente discutidos en la actualidad. Se habla de «cristianismos» para expresar la pluralidad de
tradiciones existentes en los orígenes, lo que plantea ineludibles cuestionamientos y abre prometedoras
posibilidades en el presente.
Hojear
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Más sobre el autor
El hombre-florero
El País | Mario Vargas LLosa
Cuando estoy en Madrid camino todos los días, temprano en las mañanas, por un circuito que, arrancando
de la plaza de las Descalzas, me lleva a cruzar la plaza de Isabel II, el Palacio de Oriente, pasar ante los
Jardines de Sabatini, bordear el parque de Debod, bajar por el paseo del Pintor Rosales hasta la
transversal que se hunde en el parque del Oeste, dar allí media vuelta y desandar todo lo andado por un
desvío que me permite recorrer, esta vez desde el interior, todo el parque de Debod y divisar a veces la
solitaria ardillita que vive allí, saltando entre sus árboles. Es un itinerario tranquilo y agradable, que toma
una hora justa, en la que suelo cruzarme y descruzarme con las mismas personas: el cojito del gran danés,
el japonés marcial y su paso de ganso, las alegres comadres del Debod y su solitario gonfalonero, y
Ángela Molina despidiendo a su hijita menor en la puerta del autobús de su colegio.
FERNANDO VICENTE
Pero hace algunos años advertí una novedad en mi recorrido: una de las bancas del paseo que discurre al
pie de la suave colina donde está el templo egipcio había sido decorada con las hojas y ramitas que el
viento arranca y había en este arreglo una gracia y un buen gusto que llamaban la atención. No muchos
días después conocí al decorador. Nunca supe su nombre y me acostumbré a llamarlo siempre el hombre-
florero. Porque él se decoraba también a sí mismo, con la elegancia y picardía con que adornaba la banca
en la que —supongo— vivía y dormía. A diferencia de la mayoría de personas que pasan la noche en las
bancas y jardines del lugar, y que suelen ser moldavos, rumanos y búlgaros, el hombre-florero era español
y, por su acento, inequívocamente castellano. Al pasar yo frente a su banca, ya estaba lavado, peinado y
decorado, con flores, hojas y ramitas que animaban su sombrerito y sus orejas, su camisa y hasta sus
pantalones. Había mucha gracia en la manera como se engalanaba y, más tarde, cuando nos hicimos
amigos, me aseguró enfáticamente que toda esa vegetación con la que él coloreaba su banca, su cuerpo y
su atuendo no había sido jamás arrebatada por él a las plantas, las flores o los árboles, sino por otros o por
el viento: él se limitaba a recogerla del suelo y a darle una segunda vida, ya no natural sino estética.
Nuestra amistad nació de un episodio circunstancial. Una de esas mañanas, al pasar frente a su banca, vi
al hombre-florero discutiendo con dos policías que querían sacarlo de allí, alegando que esa banca que él
había convertido en su vivienda y en una especie de monumento a la ecología y al arte bruto era un bien
público. Me apenó mucho que fueran a echarlo de allí y me atreví a interceder por él. Por fortuna, los dos
policías me reconocieron y se dejaron convencer por mis razones, que eran éstas: el hombre-florero no
hacía daño a nadie ni a nada, más bien colaboraba con los recogedores de la basura y había convertido
aquella banca del parque de Debod en una obra de arte que podía seguir siendo usada y a la vez admirada
por los transeúntes.
Desde entonces y mientras vivió en el parque de Debod, el hombre-florero, apenas me veía venir, se
ponía de pie, me acompañaba un buen trecho y conversábamos. Aunque, en realidad, hablaba sobre todo
él y yo lo escuchaba, fascinado por sus conocimientos. Me ofrecía siempre, como una guía viviente, todos
los espectáculos artísticos de que uno podía disfrutar gratis en Madrid en esa jornada o en las venideras:
ensayos de orquestas o cantantes, películas u obras de teatro que se daban en las embajadas, centros
culturales extranjeros, iglesias, cofradías, oenegés, conferencias, mesas redondas, recitales, exposiciones
y, un día, hasta una función gratuita que daba un circo ¡para enfermos, discapacitados e invidentes! Él
asistía a todo eso y por ello tenía sus días muy ocupados, pues se desplazaba por Madrid naturalmente
siempre a pie. Su amor por todas las manifestaciones de la cultura era tan genuino como el que profesaba
a la naturaleza y sus opiniones sobre películas, dramas, pinturas, música e ideas (a condición de que no
fueran políticas, contra las que parecía vacunado) siempre me parecieron respetables.
Era un hombre relativamente joven —entre 40 y 50, calculo— y nunca parecía haber llevado otra vida
que ésta, es decir, la de un hombre-florero de la calle, contento y entusiasta con lo que hacía y, sobre todo,
con lo que no hacía. Muchas veces tuve la tentación de entrevistarlo, para saber cómo y por qué había
llegado a ser eso que era —un vagabundo culto, insolvente y feliz—y preguntarle si a veces no lo
sobresaltaba el temor de una enfermedad, de una vejez sin recursos, si en esa soledad irreductible en la
que parecía confinado no echaba a veces de menos la idea de una pareja, de una familia, pero nunca me
atreví. Tenía la impresión de que someterlo a ese género de interrogatorio podía ofenderlo.
Un día descubrí que otro de sus quehaceres era echar una mano a los drogadictos que, como él, habían
hecho de la calle su hogar. Había sobre todo un muchacho de origen mexicano, que caía por las noches en
el parque de Debod y que, psíquicamente maltratado por la heroína, padecía de ataques autodestructivos y
hablaba de suicidarse. Seguí a través de lo que me contaba sus desesperados esfuerzos para convencerlo
de que, pese a todo, la vida valía la pena de ser vivida, porque había en ella muchas cosas hermosas,
incluso para quienes carecían de recursos. Un día me aseguró, resplandeciente de felicidad: “Creo que lo
he convencido”. Era un optimista visceral y siempre estaba risueño. Un día me atreví a preguntarle si una
persona sin dinero, en Madrid, no estaba irremediablemente condenada a perecer de inanición. “En
absoluto”, me explicó. Y de inmediato me enumeró por lo menos una docena de refectorios y comederos
regentados por órdenes religiosas —católicas, evangélicas— o sociedades laicas que ofrecían bocadillos o
la tradicional “sopa de pobres” a los menesterosos de la ciudad.
Como paso intervalos de largos meses fuera de Madrid, al retorno de uno de ellos me llevé la
desagradable sorpresa, en mi caminata tempranera, de que la banca del hombre-florero ya no existía. ¿La
había abandonado él mismo, empujado por su espíritu nómada, o la habían destruido unos policías menos
tolerantes que aquellos gracias a los cuales nació nuestra amistad? Me entristeció mucho la desaparición
de ese amigo momentáneo que daba siempre una nota emotiva y cálida a los paseos con que comienzo el
día. Pregunté a las alegres comadres del parque de Debod y ninguna de ellas se acordaba siquiera de él.
Pero el cojito del perro gran danés me dijo que, aunque él mismo no lo había visto con sus ojos, pensaba
que se había mudado a la plaza de Oriente porque había divisado allí una banquita con los adornos
vegetales con que arropaba su banca de estos lares.
No encontré la tal banca pero sí lo encontré a él, muchos meses después de aquello que cuento, al pie de
la bella estatua ecuestre de la plaza de Oriente. Nos dimos un abrazo. Era el mismo personaje risueño,
entusiasta y reconciliado con la vida de antaño, pero era también otro. Ya no había rastro de vegetación
en su ropa ni en su cuerpo y, en su boca, no era la cultura la que llevaba la voz cantante sino la religión.
Me habló, de entrada y sin parar, como si retomáramos una conversación de la víspera, y con la misma
fogosidad de antaño, del Santo Padre Pío de Pietrelcina, un monje capuchino italiano que, al parecer, hizo
milagros y exhibía en sus manos los estigmas de la pasión de Cristo, sobre el que tenía una información
apabullante. Conocía su vida, sus enfermedades, sus virtudes, sus hazañas sobrenaturales, y, como en el
pasado me recomendaba espectáculos, charlas, recitales o exposiciones, ahora me ilustró sobre las misas
donde se escuchaban los sermones más inspirados y donde se oían a los mejores coros de la ciudad y las
tertulias sagradas que valía la pena no perderse.
Al despedirnos, me dejó en las manos un prospecto de las actividades de la semana en el vecino
monasterio de la Encarnación. Fue la última vez que lo vi, hace de esto dos o tres años. ¿Por qué escribo
sobre él? Porque esta mañana, mientras hacía mi caminata matutina en el malecón de Barranco, dentro de
una neblina que anuncia ya el próximo invierno de Lima, de repente creí verlo, al borde de los
acantilados, pobre y libérrimo, exaltado y feliz, más que nunca convencido de que en esta vida nadie tiene
derecho de aburrirse ni de deprimirse, porque, pese a todo, ella es lo mejor que nos ha pasado.
Derechos mundiales de prensa en todas las lenguas reservados a Ediciones EL PAÍS, SL, 2015.
© Mario Vargas Llosa, 2015
Confluencias filosóficas a través del tiempo:
Descartes y Algazel
Carlos Javier González Serrano —
Trotta publicó hace poco un librito (apenas 100 páginas al accesible precio de 10 euros), en su siempre
tentadora colección Pliegos de Oriente, de uno de los maestros musulmanes más respetados
no sólo por quienes compartieron -y comparten, puesto que sus escritos siguen constituyendo una
auténtica referencia en la actualidad- su religión, sino también por filósofos y pensadores de todo signo y
adscripción. Me refiero a Algazel (Abu Hamid al-Gazali, 1058-111), contemporáneo de algunas de las
figuras más importantes del pensamiento oriental, como el caso, por ejemplo, de Omar Jayyam.
La persona inteligente conoce la verdad y luego considera la locución misma, y si es verdad, la acepta
tanto si el que la profiere es verdadero como si es mendaz.
Sólo una fue la meta de Algazel en vida, tras sufrir una crisis o iluminación espiritual que le
empuja a abandonar definitivamente su trabajo en Bagdad y peregrinar a la Meca. Tal meta no será otra
que la búsqueda de la verdad y la certeza. Si leemos las líneas inaugurales de El salvador del error.
Confesiones (en magnífica traducción del profesor Emilio Tornero), al lector avanzado no dejará
de sorprenderle la semejanza de la argumentación de Algazel con los primeros compases del Discurso del
método de Descartes. Comparemos, por un momento, algunas de sus afirmaciones. Digamos algo a
este respecto.
Algazel comienza la obra dirigiéndose a alguien -un discípulo, imaginamos, “hermano en la religión”-,
que le ha solicitado orientación sobre “el fin y los secretos de las ciencias y sobre las
profundidades y honduras de las doctrinas de las distintas escuelas”. Y a tal tarea se
entrega sin dilación, no sin antes esbozar su particular “método”, que, como digo, tanto le acerca en el
fondo y en la forma a Descartes (¿acaso pudo tener acceso el pensador francés a la obra de Algazel, dos
autores separados por un cisma temporal de más de cuatro siglos?).
El cometido de Algazel no es otro que el de poner “en claro la verdad entre el desorden de
las sectas con sus diferentes vías y métodos”. Pero no sólo eso, es decir, Algazel no
persigue un mero objetivo doctrinal, imponer su verdad sobre las demás, sino analizar tales
“vías y métodos” y, tan sólo después, evaluar la certeza o falsedad de su religión. Este prolífico pensador
(se dice que escribió más de 70 obras, que tanto influyeron en el mundo medieval, tanto de corte
musulmán como cristiano, sobre todo en Tomás de Aquino) es claro al respecto:
Mi ánimo me movió a buscar la verdadera naturaleza originaria, la verdad de las creencias que provienen
de seguir ciegamente a los padres y maestros y el discernimiento entre estas creencias recibidas cuyos
principios son dictados desde fuera del propio individuo.
Perplejo ante la inmensidad de conocimientos que no habían sido examinados
“críticamente” por Algazel, pero que sin embargo había aceptado “ciegamente”, el sabio se propone
un claro punto de partida:
Me dije entonces: “Primeramente debo buscar el conocimiento de las verdaderas naturalezas de las cosas,
pero para ello es preciso buscar la verdadera naturaleza del conocimiento, ver en qué consiste éste”.
Vemos, pues, qué magnífica y llamativa similitud encierran los presupuestos de Algazel -que desea
conocer la verdad de las cosas (para lo que será necesario examinar las fuentes de nuestro conocimiento)-
con los de Descartes en Discurso del método (cuyo subtítulo, no lo olvidemos, reza “Para dirigir bien la
razón, y buscar la verdad en las ciencias”). Leamos al francés por un momento:
Mas por el hecho de que yo deseaba entonces ocuparme exclusivamente en la investigación de la verdad,
pensé que era necesario que hiciese todo lo contrario y rechazara como absolutamente falso todo aquello
en que pudiera imaginar la menor duda, con el fin de ver si después de esto no quedaba en mi ciencia algo
indubitable [y por ello] me resolví a suponer que todas las cosas que habían penetrado en mi espíritu eran
tan falsas como las ilusiones de mis sueños (Discurso del método, IV).
Un asunto, el de los sueños, al que por cierto también hace alusión Algazel: cuando éste se pregunta
qué “árbitro” puede haber más allá de la percepción y de la razón para juzgar sobre la verdad de las cosas,
nos explica que entonces se quedó “un tiempo sin saber qué responder y el ejemplo del sueño afirmó aún
más mi perplejidad”:
¿No me veo en sueños dando crédito a una serie de cosas e imaginando situaciones, creyéndolo todo
firme y decididamente, sin dudar, y luego cuando despierto, me doy cuenta de que todas aquellas cosas a
las que daba crédito no tienen ningún fundamento ni valor?
Ambos llegarán, aparentemente, a la misma conclusión, esto es, a que de algún modo cualquiera de
nuestras ideas debe tener en el fondo algún fundamento de verdad. Será tarea del
lector, en un entretenido y nada ocioso ejercicio de lectura y estudio, discernir en qué se diferencian
ambas concepciones, tan lejanas en el tiempo, pero tan hermanadas por el mismo espíritu.
Hay que tener en cuenta, desde luego, que Algazel habla desde la religión (¡demasiado atrevidas parecen
ya sus palabras!, si tenemos en cuenta la época en la que escribe El salvador del error.
Confesiones), mientras que Descartes llegará a Dios más como necesidad de fundamento que como
elemento meramente dogmático. Sin embargo, como explica el profesor Emilio Tornero en la excelente
“Introducción” de este pequeño tesoro bibliográfico,
Algazel se lanzó de lleno al estudio de la Filosofía, al parecer por su propia cuenta y riesgo, recurriendo
exclusivamente a lecturas. Su objeto era entenderla primero para refutarla después.
Incluso llegó a redactar un libro, intitulado Destrucción de los filósofos, en el que nuestro protagonista se
dedicó a criticar los presupuestos de los propios filósofos desde la religión islámica. Pero, y he aquí el
valor indiscutible de la obra de Algazel, de lectura obligada para cualquier persona interesada
en el nunca bien conocido desarrollo de la historia de la Filosofía:
La posición ecléctica y moderada de Algazel le llevó a no negar totalmente la Filosofía, pues en sus
críticas a los filósofos se sitúa en su mismo terreno, ya que combatirá sus argumentos desde las
exigencias de una razón depurada, no dejándose llevar, pues, por el escepticismo exagerado de la
ortodoxia islámica.
Y es que, para terminar, leamos las maravillosas palabras de Algazel al comienzo de El salvador del
error. Confesiones, donde nos transmite su auténtica e irrenunciable vocación:
La sed por conocer las verdaderas naturalezas de las cosas ha sido mi costumbre y mi hábito desde un
principio y desde la flor de mi vida. Ha sido como un instinto y como una predisposición innata puesta
por Dios en mi naturaleza, no debida a elección o a industria mía, para que se me desatara el nudo de
imitación ciega y para que se me resquebrajaran las creencias heredadas.
León Felipe. Cartas desde el Castillo
interior
No fue un exiliado más. León Felipe, el poeta prometeico, el republicano sosegado
y espiritual ya vivía a caballo entre México y España cuando en 1939 el exilio le
deja varado en la otra orilla de la lengua. Desde allí recibe a los nuevos exiliados,
los ayuda, soluciona sus problemas. Y escribe, escribe sin pausa. Conferencias,
cuadernos, cartas. Una obra oculta e inédita, por la que se le escapa el alma, que
ahora reúne la Fundación Banco Santander en Castillo interior.
EL CULTURAL | 03/04/2015 | Edición impresa
Gonzalo Santonja, catedrático y director del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, y Javier
Expósito, director literario de la Fundación Banco Santander, han fatigado el Legado León Felipe del
Archivo Histórico de Zamora para descubrir “cómo trabajaba”. “En Castillo interior hemos querido
mostrar al poeta en el obrador. Había llegado a México en 1922, su mujer era mexicana, conocía mejor
que nadie el exilio. Su casa se convierte desde 1939 en una agencia de inserción”, explica Santonja. Entre
los abundantes escritos de esos años destaca la correspondencia con Juan Larrea, poeta bilbaíno y
vanguardista, de la que exhumamos alguna carta. Un diálogo “espiritual y fluido” que va más allá de su
aparente carácter práctico, en el que, según Santonja, “nos asomamos al alma, al castillo interior de
Felipe”. Y reproducimos también la memorable felicitación a la niña María Luisa Gíner de los Ríos.
Carta de Juan Larrea a León Felipe
1 de julio de 1941
Querido León:
Bernardo, por mi conducto, te confía el encargo de invitar al Sr. Héctor Pérez Martínez a participar en el
financiamiento de nuestra revista suscribiendo una obligación de quinientos pesos. Creo que dada la
estrecha amistad que tanto a uno como a otro os une con dicho Sr. no presentará el asunto dificultades
mayores. Bernardo no se dirige a él directamente por estimar que tú puedes facilitarle de palabra más
amplias explicacionesque él por escrito. La entrega de fondospodría efectuarla a su gusto. Siempre, sin
embargo, sería más cómodo, hallándose fuera, que la hiciera en los menores plazos posibles.
Agobiados por tu imperturbable silencio de gran pirámide, seguimos dando vueltas a la misma noria.
Tuvimos ya una primera reunión constitutiva y pronto volveremos a reunirnos para puntualizar
importantes detalles de la organización, todavía en el aire, y formalizar la escritura. Se están cobrando las
participaciones, que ascienden ya a unas cuarenta.
He aceptado complacido el encargo de escribirte con la esperanza de tener noticias tuyas. Tanto más
cuanto nos convendría saber si es cierto, como se pretende, que no piensas regresar hasta fines de año, y
que este asunto de la revista no te interesa sino al contrario. Se me hace difícil creerlo. Más como no se
trata de mi creencia sino de una obra conjunta y algunos compañeros están un poco extrañados, te
agradecería muy de veras una amistosa y franca declaración a este respecto.
Guite y los niños bien. Juan Jaime ha reanudado sus clases, y aunque no se halle aún en plena posesión de
sus medios, sigue contento y mejorado. Te recordamos con cariñosa frecuencia y hemos sentido muy de
veras tu desgracia familiar. Supimos que tu viaje había sido excelente y que te encontrabas bien.
Ponme dos letras sin tardanza y recibe un afectuoso abrazo de
Juan
Carta de León Felipe a Juan Larrea
Campeche, 9 de julio de 1941
Querido Larrea
He estado fuera de Campeche en una ciudad llamada El Carmen donde las comunicaciones son difíciles.
Allí me mandaron tu carta cuando yo iba a venirme aquí a la capital del Estado en la que reside el
gobernador Héctor Pérez Martínez. Hoy he hablado con él sobre la revista y que él cree que es cosa
factible esa ayuda. Creo que ahora debe escribirle Bernardo, dándole todos los detalles para cerrar el
contrato, como dicen los hombres de negocios.
Nada hay para tu secreto en mi conducta. Me he venido aquí huyendo de mí mismo, como he andado
siempre corriendo por el mundo, y cada vez y en todas partes me encuentro en mi realidad de una manera
más dramática y desesperada: no tengo deseos ni fe. Me asombra que haya quien quiera luchar y amar y
vivir. No sé hacer nada y tal vez haga lo mejor no poniéndome en el camino de nadie. A mí no me
necesitáis. Y Bernardo y tú podéis llevar adelante la labor de la revista, si créis que una revista en estos
días puede servir de algo. Es muy difícil decir lo que uno piensa y lo que uno quisiera decir desde su
marco personal, pero es más difícil para mí aún hablar desde la terraza de una compañía. Si no puedo
gritar desde la ventana de mi casa porque no me oye nadie, tampoco quiero gritar desde un balcón con
cincuenta señores que me tirarán de la chaqueta en cuanto diga lo que no les convenga a sus intereses.
Pero no es esto lo esencial. Lo esencial probablemente es que yo no tengo nada que decir porque supongo
que esta desgana mía y este viejo amargor de boca no le interesan a nadie.
Por lo demás te quiero como siempre y a los tuyos también. Abrazos,
León
Carta de León Felipe a María Luisa Giner de los Ríos
y Díez-Canedo
México, agosto de 1955
María Luisa Giner de los Ríos y Díaza Canedo:
Mi querida y vieja amiga ¡cómo pasan los años! ¡Quién te ha visto y quién te ve!... Te han salido los
dientes y se te han caido las trenzas... Antes contabas los años con los dedos de las manos. Yo te conocí
cuando los contabas con el dedod meñique. Todavía cuando te fuiste a Chile te sobraban dedos para llevar
la cuenta. Ahora, tienes que escribir tus once años con dos anzuelos: 11; o con dos estacas: II; o con dos
trenzas cortadas: 33..., en fin, que te ha salido el tiempo como dos colmillos.
¡Terrible cosa son los años!... Además, te ha salido un álbum como un rumor de vanidad para que te
escriban tus amigos los poetas pequeños y gloriosos madrigales en lugar de cuentecillos..., porque tú
tienes más amigos poetas que Margarita y Violante...
Sin embargo, para que esos poetas pudiesen convertir los cuentos en madrigales no debiste haberte
cortado nunca las trenzas. Todos pensábamos que tú eras una pequeña Isolda que estaba creciendo para
ser la prometida de un rey. Y yo siempre supuse que las golondrinas, amigas de Tristán, te habían
arrastrado y se habían llevado ya en el pico una hebra de oro de aquellas crenchas tuyas antiguas. ¿Te
acuerdas cómo fue aquello de Tristán, del Rey Marco y del cabello dorado, junto al mar de Tintajel, dos
golondrinas mensajeras?... Es un cuento viejo y lento en el que se refiere que aquel cabello vino a posarse
en la barba cana del rey, y que el rey, tomándolo entre los dedos, dijo: “Me casaré con la mujer de cuyas
trenzas se ha desprendido esta hebra de oro”.
Y Tristán, que amaba al rey como a su padre, se fue a buscar el sol de donde había salido aquel rayito de
luz. Después de mucho navegar, Tristán encontró a Isolda... Y el cuento sigue... ¡largo, largo, largo!
Como las trenzas rubias de una novia germana.
Pero he aquí que este cuento ya no podrá contarse nunca, porque todas las Isoldas del mundo se han
cortado las trenzas de oro, como tú, y las golondrinas ya no tienen nada que hacer en el Reino del Amor,
donde los cuentos ingenuos e infantiles se convertían en luminosos madrigales...
Bueno, bueno; adiós, adiós; me voy que me espera el Silencio...
León Felipe
Carta de León Felipe a José Bernadette
[Mair José Bernadette (Dardanelos 1895-Massachussets 1989), fue un hispanista sefardita radicado en la
Universidad de Cornell, que se convirtió en compañero y amigo de León Felipe durante la estancia de
éste en dicha universidad en los años veinte como profesor de español. Unas vacaciones del poeta con
Berta, su esposa, en 1930, que se convirtieron después en una marcha definitiva, darían lugar a la
correspondencia entre ambos, de la que ésta carta es una muestra representativa. El libro al que se refiere
Felipe es Español del éxodo y el llanto, publicado a principios de 1939 por la Casa de España en México,
y dedicado al Presidente Lázaro Cardenas por la hospitalidad que sintiera ya en su primer viaje en 1923
cuando llegó solo con una carta para Alfonso Reyes. Henri Bremond fundó la corriente poética de la
llamada poesía pura (1926) con la obra del mismo título, que reaccionaba frente al romanticismo
decadente, y tuvo también en Paul Valery uno de sus grandes representantes. Bremond equipara la poesía
a un estado místico de la escritura.]
Athica, N.Y. 5 de mayo de 1939
Querido Bernadette:
Por delante va un libro para Ud. Es de los primeros que he recibido.
No sé cómo contestar a su última carta. En mis libros hallará Ud. Todo lo que yo podría decirle. Este
último no es un libro puramente lírico, ya lo sé; es sin embargo , más puro que el primero porque en él el
sentimiento del dolor y la melancolía han quedado deshechos. Pero a esta anulación no he llegado por una
impuesta estética apriorística sino por una actitud religiosa filosófica y vital que se ha definido claramente
en mí al contacto con este pueblo.
Estoy con Eliot y con los poetas metafísicos ingleses más que con las actuales corrientes francesas. Huyo,
sin embargo, como Ud ríe, del pesimismo de casi todos los últimos poetas norteamericanos. Mi devoción
por Valery es porque su poesía es un franco mentís a su estética. Tan poeta filosófico es él como
Lucrecio. Y acepto aquellas palabras del Abate Bremond: “ Toda poesía es una oración”. No he entrado a
rezar en las capillas de Góngora y no me he esforzado por encontrar una forma ceñida. Casi siempre he
trabajado sobre la sencillez del romance, no arrastrado por su democracia sino por su tolerancia que
admite el cruce con todos los versos; los más extranjeros y aristocráticos, con la forma amétrica primitiva,
y no se queja aunque le quebremos en pedazos monosilábicos. No creo que la imagen original sea la única
expresión lírica. Tan pura me parece a veces una frase hecha como una metáfora original.
Todo el libro está en contra de la manera vigente en España. La gente ortodoxa en Religión que es casi
toda España y la minoría vanguardista (capitaneada por Ortega), no han de encontrarlo de su agrado. Sin
embargo, el libro es hijo de una experiencia actual de mi vida.
Cervantes y Whitman, a pesar de la derrota democrática, son las dos voces más fecundas de la literatura
occidental y su cristianismo dinámico y dionisiaco me parece mejor que la aristocracia nietzschiana (que
está pregonando Ortega con gritos y gestos de plazuela).
Repito que todo esto lo hallará Ud. En el libro, pero si quiere Ud. Algún otro detalle, dígamelo más
específicamente.
Le abraza su amigo
León Felipe
Teresa de Jesús, presente en la Semana
de Vida Consagrada
MJ / 2 días ago
Teresa de Jesús, con motivo del V Centenario, estará presente en la 44ª Semana para Institutos de Vida
Consagrada. La Hna. Olga de la Cruz, priora del monasterio de Loeches (Madrid), y miembro de la
Comisión del V Centenario del Nacimiento de Santa Teresa, evocará su figura con una ponencia titulada
“Carta de Santa Teresa de Jesús a la Vida Consagrada”.
Ofrecemos el programa completo de estas jornadas, que puede también descargarse en este enlace:
Memoria, presencia, futuro. La vida religiosa en el
Pueblo de Dios. 44ª Semana nacional para Institutos de
Vida Consagrada
Jueves 9
16.00 h. Acogida y entrega de materiales.
17.00 h. Sesión de apertura.
Excmo y Rvdmo. Sr. D. CARLOS OSORO, Arzobispo de Madrid.
Excmo. DR. D. ÁNGEL GALINDO, Rector magnífico de la UPSA.
M.R.P. LUIS ÁNGEL DE LAS HERAS,cmf. Presidente de CONFER.
Rvdmo. P. JOSEP MARIA ABELLA,cmf. Presidente del ITVR.
18.00 h. Presentación de la Semana
P. CARLOS MARTÍNEZ OLIVERAS,cmf. Director del ITVR.
MEMORIA AGRADECIDA
18.30 h. La vida religiosa desde el Concilio Vaticano II a nuestros días.
Emmo. y Rvdmo. SR. D. FERNANDO SEBASTIÁN AGUILAR,cmf. Cardenal arzobispo
emérito de Pamplona.
Viernes 10
10.00 h.La vida consagrada en el misterio de la Iglesia.
P. SEBASTIANO PACIOLLA,O. Cist. Subsecretario de la CIVCSVA.
12.00 h. Alientos e interpelaciones para la Vida Consagrada.
DR. D. GIOVANNI MARIA VIAN, Director de L’ Osservatore Romano.
13.00 h. Eucaristía
PORVENIR SOÑADO
17.00 h. El Dios de la fidelidad que sorprende y renueva.
P. JOSÉ CRISTO REY GARCÍA PAREDES,cmf. Subdirector del ITVR.
18.30 h. La Iglesia en diálogo evangélico con lacultura secular.
Sor IVONNE REUNGOAT, fma. Superiora general Hijas de María Auxiliadora.
Sábado 11
10.00 h. La vida consagrada “in servitum caritatis”.
Emmo. y Rvdmo. Sr. D. ÓSCAR RODRÍGUEZ MARADIAGA, sdb. Presidente de Caritas
internationalis.
12.00 h. Mesa redonda.
«…y los jóvenes tendrán visiones» [Hch 2, 17].
Anhelos de la vida religiosa joven.
13.00 h. Eucaristía.
PRESENTE APASIONADO
17.00 h. Formar hoy para la vida consagrada del s. XXI.
Hno. SÉAN SAMMON, fms. Ex-superior general de los hermanos maristas.
18.00 h. Carta de Santa Teresa de Jesús a la Vida Consagrada.
Hna. OLGA DE LA CRUZ,ocd. Comisión V Centenario. Carmelo de Loeches.
19.00 h. Tarde de música y oración.
MAITE LÓPEZ MAHÚN. Hermanas de la Consolación.
Domingo 12
10.00 h.Crisis y kairós: nueva oportunidad de conversión personal y pastoral.
P. GONZALO FERNÁNDEZ SANZ,cmf. Prefecto general de espiritualidad.
12.00 h. El Año de la Vida Consagrada.
Emmo. y Rvdmo. SR. D. RICARDO BLÁZQUEZ PÉREZ. Presidente de la Conferencia
Episcopal Española.
13.00 h. Eucaristía de clausura.
«La experiencia mística es gratuita; el
hombre no la consigue, se le da»
El carmelita descalzo Santiago Guerra Sancho en su despacho de Salamanca. / J. H.
Santiago Guerra Sancho / Carmelita descalzo y
profesor experto en mística, «La mística se da
en niveles más profundos que el nivel de
conciencia racional» para expresar estas
experiencias hay que recurrir a un lenguaje de
paradojas y símbolos
Jorge Holguera Illera | salamanca
3 abril 201511:34
Norte de Castilla
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El carmelita descalzo Santiago Guerra Sancho lleva viviendo en Salamanca 64 de sus joviales 83 años de
edad. La enorme vitalidad de su persona es alimentada por una incesante labor académica. En el ágil
trajinar de su día a día no faltan numerosas charlas como las que imparte cada viernes y cursos de
meditación. Además dirige un centro de Yoga que también fundó. En su día fue profesor de la Facultad
de Teología San Esteban. Con esta orden no ha dejado de estar vinculado gracias a su colaboración en
diversas ponencias como experto en mística. Es profesor de mística y diálogo interreligioso en la
Universidad de la Mística de Ávila. Precisamente por tratarse de una de las personas que hoy día está más
facultada para hablar de mística merece esta entrevista que ahondar en interesantes cuestiones que tratan
de desvelar la actualidad, y algún dato relacionado con esta materia tan difícil de definir y de delimitar
pero que tanto interés despierta.
–¿En palabras de hoy qué podríamos decir que es la mística?
–Depende, porque hay muchos tipos de mística, lo que sí te puedo decir es que está muy de actualidad.
Decir mística no es decir mística cristiana, es decir mística, en ese sentido no se puede dar una definición
de mística, porque no hay una mística. Hay una mística budista, hay una mística cristiana,.. pero que
desde el punto de vista fenomenológico tienen puntos comunes.
– ¿Podría decirnos algo común?
–Como algo común a todas las místicas es la experiencia de unidad de la persona con la realidad
trascendente. Pero luego hay místicas muy diferentes, por ejemplo está la mística hinduista, la budista, la
islamista, la cristiana,..
–¿Qué diferencia hay entre la mística de hoy y la de los tiempos de Santa Teresa?
–Diríamos que se tiende a unir mística y ciencia, con lo cual quedarían corroboradas las experiencias de
los místicos. Se da una relación entre determinadas ondas cerebrales muy profundas y las experiencias
místicas y entre el hemisferio cerebral derecho y las experiencias místicas. Esta es una característica, la
relación entre las experiencias místicas y las ondas cerebrales.
– ¿Qué tipo de personas se interesan hoy por la mística?
–Se interesan los estudiosos del fenómeno religioso, porque dentro del fenómeno religioso, la mística es
algo muy especial.; y se interesan los científicos, sobre todo la nueva física, y la nueva psicología, la
psicología transpersonal, cada uno desde su punto de vista. Pero la ciencia por mucho que se acerque a la
mística no es mística, la ciencia es ciencia y la mística es experiencia. Las experiencias místicas son muy
difícil de explicar, Santa Teresa decía, «me es más imposible expresar esas experiencias que hablar en
griego». Siempre ha sido una nota de la mística la inefabilidad.
–¿Inefabilidad?
–El místico tiene una experiencia que es inefable porque pertenece a un nivel de conciencia que no es el
racional y por lo tanto, ahí desaparece el lenguaje racional. Para, de alguna forma dar a entender la
experiencia mística tiene que recurrir a otro tipo de lenguaje como es el símbolo, la paradoja, .. La
paradoja es como una aparente contradicción desde el punto de vista lógico, pero que expresa lo más
profundo de la realidad. Lo más profundo de la realidad se explica solamente con símbolos y con
paradojas pero no se puede explicar con un lenguaje racional que es el propio del conocimiento racional,
porque la mística se da en niveles más profundos que el nivel de conciencia racional.
–¿Cualquier persona está preparada para tener experiencias místicas? ¿Qué condiciones hacen falta?
–No hay condiciones, la mística, se puede decir que el hombre no la consigue, se le da. Es una
experiencia gratuita. Yo suelo decir que normalmente, porque la experiencia mística puede venir
repentina, han habido casos. Normalmente se requiere un camino largo de preparación que consiste en un
camino para que te vacíes de tus operaciones naturales -de entendimiento, memoria y voluntad-, para que
esas potencias sean llenadas con la experiencia mística. Yo suelo decir que a través de este camino, que
podemos llamar el camino ascético, se puede llegar hasta la puerta del misterio, pero que no se puede
empujar, o sea que la puerta se abre desde dentro. Con lo cual quiero indicar que la experiencia mística es
gratuita, se da, como que viene de repente. Evidentemente la preparación ha influido, es decir, ha
preparado al sujeto, pero que no es el efecto de tu preparación, sino que le viene dada.
–¿Qué nos dice de los santos místicos por excelencia, San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús?
–Quiero que se distinga entre vida mística, que es la experiencia de unión con la realidad trascendente, en
caso de Santa Teresa con Dios personal o con Cristo, y fenómenos místicos que la gente confunde
normalmente con la mística. Un ejemplo de vida mística es el que ponía la Santa de las dos velas que en
un extremo hacen una sola luz. Los fenómenos místicos, es algo que muchos consideran accesorio, Santa
Teresa, por ejemplo, lo llama arrobamiento, arrebatamiento, herida de espinas, duelo de espíritu y que en
ella acompañaron su vida mística y le ayudaron a intensificarlo cada vez más. A la Santa, todos esos
fenómenos le duran hasta que tiene la experiencia suprema mística que se llama matrimonio espiritual.
Una vez que tiene esa experiencia cesa todo eso, por lo tanto, en la Santa todos esos fenómenos místicos
eran lo que ella llamaba joyas que le va mandando el esposo futuro para prepararla para el matrimonio
espiritual y para la consumación de la experiencia mística. Fue una época concreta que en Las Morada
ella llamaba el desposorio espiritual. En ella fue una preparación que iba intensificando el amor divino, el
amor al prójimo, le iba haciendo más santa. San Juan de la Cruz y Santa Teresa se diferencian en que
Santa Teresa es más descriptiva, no es una intelectual pero es una sabia. San Juan de la Cruz es más
intelectual y entonces su mística está expresada en un nivel intelectual.
Teresa en la pluma de Ramón J. Sender
MJ / 2 días ago
Pedro Paricio Aucejo
La rica personalidad humana de Santa Teresa de Jesús, la densidad de sus relaciones sociales, la
relevancia temporal de sus actos, la trascendencia de su espiritualidad, la grandeza de su obra fundadora,
la universal influencia de sus escritos, su inextinguible repercusión –siglo tras siglo– en la historia… han
hecho de ella una figura propicia para ser novelada por narradores autóctonos y extranjeros, admiradores
y detractores, religiosos y no creyentes. En esta serie ininterrumpida de novelistas inspirados por la vida y
la obra de la monja castellana se encuentra –a pesar de su peculiar actitud respecto de la religión– el
aragonés Ramón J. Sender (1902-1982).
La vocación literaria de este escritor se despertó tempranamente con la colaboración, desde muy joven, en
publicaciones periódicas, llegando a lo largo de su vida a redactar más de 2.000 artículos. Terminada la
guerra civil, se exilió a Francia, México (donde, entre otros menesteres, fundó y dirigió una editorial) y,
en 1948, fijó su residencia en los Estados Unidos, país en el que ejerció como profesor de literatura
española y continuó su carrera de escritor. En España recibió varios premios literarios, como el Nacional
de Literatura y el Planeta. Hombre de activismo político durante muchos años, su escritura es una
manifestación más de su necesidad de acción, por lo que acopió una inmensa obra de monumental
extensión. Esta circunstancia le llevó compulsivamente a una pródiga creatividad literaria en la que,
además de cultivar la poesía y el teatro, alcanzó una ingente fecundidad narrativa con la práctica del
periodismo, el cuento, el ensayo y, sobre todo, la novela. Por su extensísima producción –enriquecida por
su variedad temática y de formas– quizá se le pueda considerar el más prolífico de nuestros escritores del
siglo XX.
Sender se sintió literariamente atraído por la figura de la Santa de Ávila, a pesar de que en su tarea
creativa dejara constancia escrita de su condena a toda fe instituida o encarnada y a cualquier mito, ritual
y dogma religioso, sin renunciar por ello a sus íntimos sentimientos de fraternidad universal, libertad y
amor, que vivía como meros ideales humanos. Aquella influencia de la reformadora carmelita en su vida
se remonta a sus años de bachillerato, en que, con ocasión de la celebración del IV centenario de su
nacimiento, se le quedó grabada en su imaginación la personalidad de la mística abulense,
despertándosele el deseo de conocer sus escritos. Esta fascinación continuó en el tiempo hasta que, en
1967, cuajó literariamente con la publicación de su obra Tres novelas teresianas. En ella su autor –
entreverando lo verosímil y lo verdadero– despliega los elementos más novelescos presentes en la Vida,
referidos a la biografía, la personalidad y el misticismo de la Doctora de la Iglesia, a la vez que mezcla
personajes históricos relevantes (Antonio Pérez, duque de Alba, don Juan de Austria, Carlos V…) con
referencias y personajes literarios (Lope de Vega, fray Luis de Granada, Erasmo de Rotterdam, don Juan
Tenorio, Lazarillo de Tormes…), sirviendo también así de puerta de acceso al conocimiento del Siglo de
Oro.
Se trata de tres breves narraciones de tipo histórico –llamadas novelas por Sender–, independientes entre
sí, que, si bien narran momentos distintos de la vida de Santa Teresa, al estar dotadas de una consistente
unidad, funcionan como estampas o capítulos de un mismo relato. En la primera (La puerta grande) se
describen los primeros meses de su noviciado en el convento y su posterior desplazamiento, por orden
paterna, a la localidad de Becedas –en cuyo recorrido se encuentra y dialoga con don Quijote y Sancho–
para convalecer de una enfermedad. Es un tiempo de dudas, en que la joven reflexiona sobre su vocación,
mostrando en sus inicios un espontáneo amor universal que, con el correr de los años, se concretará en su
definitivo amor a Cristo.La segunda (La princesa bisoja) presenta a Teresa como priora en el convento de
Pastrana, donado por la voluptuosa doña Ana Mendoza de la Cerda, princesa de Éboli, a la sazón retirada
allí desde la muerte de su esposo, y con la que mantuvo una variable relación. La tercera (En la misa de
Fray Hernando del Castillo), dentro de la peculiar visión que el escritor tiene de la España de los
Austrias, presenta a la religiosa descalza asistiendo a una eucaristía en la capilla real, en la que el capellán
de la corte –conocedor de la participación de Felipe II en el asesinato del barón de Montigny– predica su
sermón con la intención de que el rey sepa que se dirige a él y a sus cómplices allí asistentes.
En definitiva, en esta novela histórica, Sender, al tiempo que –con imaginación creadora– resalta su
visión humana y literaria de la Edad Dorada, en concordancia con la posición personal del autor respecto
de la religión, muestra su simpatía por el protagonismo de una Santa que, sin menoscabo de su cercanía a
Dios, contempla el mundo desde una amplia perspectiva fundamentada en el amor, la fraternidad y la
libertad.
¿Son “católicas” las universidades
católicas?
05 15:18:23 de abril de 2015
Jorge Costadoat, SJ
¿Son “católicas” las universidades católicas? Difícil decirlo. En realidad,
esta pregunta solo puede responderla el Padre Eterno. Si no fueran cristianas, no serían católicas. Pero solo Dios sabe qué es cristiano y qué no. Sin embargo, la pregunta nos sirve para orientarnos en lo que buscamos. Esto es, una universidad al servicio de la misión de la Iglesia.
El marco más amplio en el que se ubica el tema, es el de la relación de la Iglesia con la sociedad. La universidad católica hace real este vínculo. La universidad depende del vínculo que la Iglesia establezca con la sociedad. Pero también la Iglesia depende del vínculo que la universidad establezca con la sociedad. En este ir y venir de la Iglesia a la universidad, en la sociedad, depende en parte el cumplimiento de la misión de la Iglesia, cual es la edificación de la “civilización del amor” (Pablo VI).
La relación de la Iglesia con la sociedad puede darse en diversos esquemas eclesiológicos. Hasta el Concilio Vaticano II ha podido prevalecer un esquema decimonónico de confrontación y de condena de la Iglesia a la modernidad. Este planteamiento ha caracterizado una discordia estéril y nociva. Muchos de nuestros contemporáneos se han alejado de la Iglesia. Pero, por otra parte, nuestras sociedades no han llegado a conocer suficientemente el Evangelio y sacar de él todas sus consecuencias humanizadoras y socializadoras.
En el Vaticano II se hicieron presentes otros dos esquemas eclesiológicos, ambos positivos. Entonces la Iglesia se planteó en términos amistosos ante la época. En uno de ellos, todavía se acentuó la diferencia entre Iglesia y mundo: se supuso que ambos eran los interlocutores de un diálogo a favor de mayores niveles de humanidad. Pero la representación ha sido la de una realidad frente a la otra; la de un diálogo de la Iglesia “con” el mundo, en el entendido de que la Iglesia enseña y, a veces, aprende del mundo.
En un segundo esquema, también conciliar, se entendió que la Iglesia es una realidad “mundana” en el mejor sentido de la palabra. En este caso la Iglesia está “en” el mundo y el mundo “en” la Iglesia. Todo lo que ella tiene que aportar como evangelización puede hacerlo solo de un modo “mundano”. En otros términos, de un modo empático y autorreflexivo. Esto es patente en la Constitución Apostólica Gaudium et spes:
Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias
de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los
pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y
esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de
Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no
encuentre eco en su corazón. La comunidad cristiana
está integrada por hombres que, reunidos en Cristo,
son guiados por el Espíritu Santo en su peregrinar
hacia el reino del Padre y han recibido la buena nueva
de la salvación para comunicarla a todos. La Iglesia
por ello se siente íntima y realmente solidaria del
género humano y de su historia (Gaudium et spes, 1).
En este esquema la Iglesia no se impone a la cultura contemporánea (esquema preconciliar) ni dialoga simplemente con ella (primer esquema conciliar), sino que discierne en ella -en su propia mundanidad- los signos de los tiempos y anuncia el Evangelio en clave verdaderamente civilizadora.
Este último esquema fue posible elucidarlo en la medida que prevaleció en el Concilio la convicción teológica de la salvación universal. Lo fundamental, absolutamente esencial, pasó a ser el amor de Dios por todos los hombres y el de estos entre sí (Lumen gentium, 1, 14). El Concilio reconoció explícitamente que Dios encuentra a cada uno y a cada pueblo el camino de su salvación, por vías que la Iglesia puede desconocer (Gaudium et spes, 22; Ad gentes, 7). La verdad de la salvación pasó a ser un dato antropológico cumplido ya en toda la humanidad gracias al acontecimiento Jesucristo. Esto no hace superflua a la Iglesia, pero la obliga a redescubrir su ubicación en la historia y a redefinir su servicio de la humanidad.
¿Qué podrá significar este modo de entender las relaciones de la Iglesia con la sociedad y la cultura, para las universidades católicas? Por lo menos dos cosas:
La universidad encuentra la verdad “en” la sociedad. Ella no tiene ninguna verdad que enseñar a nadie que haya podido ser descubierta sin los demás o por vías divinas pero no humanas (como ocurre con la Encarnación: a Dios lo encontramos completamente en el hombre Jesús).
. La universidad católica constituye un lugar de arraigo de la Iglesia en un mundo en el que la verdad, incluso la verdad de Cristo, se encuentra gracias al diálogo y la discusión, a la crítica y a la autocrítica.
. La universidad católica, en realidad, no dialoga “con” la sociedad, sino “en” la
sociedad, en el tejido de lo humano, social, cultural e históricamente en desarrollo. Pasándolo todo sin excepción por la criba de la razón, la universidad católica destila la verdad eterna en verdades temporales civilizadoras y, por esto mismo, preserva a la Iglesia del fideísmo, del fanatismo y de múltiples equivocaciones.
¿Son “católicas” las universidades católicas? Sí, cuando buscan la verdad que Dios nos revela humano modo, esto es, a través de todos los hombres, en la pluralidad de lo humano y en el incesante cambiar de los tiempos.
Jorge Costadoat, SJ
Del libro: LA IGLESIA TODAVIA / Fracaso y porvenir en la transmisión de la fe (pgs. 45-48).
Carta abierta a Jorge Costadoat, sj
Editado por
José Mª Castillo
Querido y admirado Jorge:
En el III Congreso de Teología, que organiza el Centro Monseñor Romero, de la UCA, en El Salvador,
me enteré de la prohibición de seguir enseñando Teología en la Universidad
Católica que te ha impuesto el cardenal de Santiago de Chile. Ignoro los verdaderos motivos que han
llevado al cardenal a tomar una decisión tan grave. En todo caso, me sorprende este asunto porque, por las
informaciones que nos van llegando, no mediaban errores doctrinales ni comportamientos
improcedentes por tu parte. Y si hay algo de esto, ¿por qué no lo dice claramente la
correspondiente autoridad jerárquica?
Pero la intención de esta carta no es aclarar lo que a mí no me corresponde. Lo que te quiero decir con
este escrito es más personal. En Abril de 1988, a mí me ocurrió algo parecido a lo que te
ha sucedido a ti. Como sabes, yo era catedrático de Teología en la Facultad de Teología de Granada
(España). Y un buen día, sin previo aviso, ni proceso, ni ocasión alguna para poder defenderme (ya que
no sabía, ni sé, por qué se tomó aquella decisión), el provincial de los jesuitas de Andalucía y Canarias
me comunicó, de palabra y sin mediar documento alguno, que se me prohibía seguir enseñando en la
Facultad. Sólo sé que la prohibición venía de Roma. Han pasado tantos años desde entonces, y a estas
alturas veo que me voy a ir de este mundo sin saber por qué se tomó aquella decisión.
Así las cosas, me tomo la libertad de indicarte - por si te sirve de algo - que cuides (todo lo que
puedas) tu salud emocional y psíquica. Te lo digo porque a mí me costó aquello una depresión
muy seria de la que tardé ocho años en salir. Y sobre todo no permitas que se tambalee tu fe, tu
amor a la Iglesia y a la Compañía de Jesús. No soy yo la persona más indicada para aconsejar
esto a nadie. Porque creo que no he sido, ni soy, ejemplar en ninguna de estas cosas. Pero, en mi caso al
menos, lo que soy y lo que sé, todo ello se lo debo a los jesuitas. Y, en definitiva, se lo debo a la Iglesia.
Porque ha sido la Iglesia la que ha hecho posible que yo conozca a Jesús de Nazaret. Y pueda conocer el
Evangelio y lo que representa en la vida el seguimiento de Jesús. He sido infiel, muchas veces, a mis
mejores ilusiones y deseos. Pero también es verdad que nunca he perdido la ilusión de ser libre y vivir la
libertad al servicio de la misericordia.
Me tomo también la libertad de decirte estas cosas, que tú sabes mejor que yo, por algo que seguramente
todavía no has vivido. Los que nos vemos sancionados por la Iglesia, como inaceptables para seguir
enseñando Teología, por eso mismo quedamos marcados para el resto de nuestros días. Porque ya resulta
inevitable que haya muchas personas (buenas personas) que pensarán de ti, como piensan de mí, “si ha
sido sancionado por la autoridad responsable, algo habrá hecho”. Y eso ya queda
como un cliché que nos marca y que nos cierra muchas puertas y aleja de nosotros a muchas personas.
Sólo la fe en Jesús, la ilusión por seguir trabajando en el quehacer teológico, y la firme decisión de no
dejarse dominar por el resentimiento, nos puede sacar adelante.
Perdona, querido Jorge, la libertad que me tomo al escribirte públicamente lo que aquí te digo. Acéptalo
como un desahogo. De mí, posiblemente, pensarán..., ¿qué se yo? Cada cual es libre para pensar lo que
crea más lógico. Lo que nos tiene que importar es si nuestra forma de vida evoca a los demás una imagen
que le pueda ayudar a ser más humanos, más honrados y siempre buenas personas.
Con un cordial abrazo,
José María Castillo
Del ateísmo al teísmo por la razón
científica: El caso de Antony Flew (II)
Argumentos de una sorprendente conversión racional
Durante el siglo XX, el filósofo inglés Antony Flew fue un protagonista de
una crítica a la religión construida desde la filosofía analítica. Su obra en
este sentido fue la de un gran maestro: Flew analizó los sistemas de
lenguaje religioso de las sociedades humanas, para mostrar que no
responden al mundo empírico, que es el único que podría dar carta de
legitimidad a nuestro lenguaje. Sin embargo, en sus últimos años, en Flew
se produjo una sorprendente conversión racional al teísmo que había
combatido. ¿En qué argumentos fundó su tránsito al teísmo? ¿Cómo
podemos valorarlos? Por Javier Monserrat.
inShare3
Portada del libro "Atheistic Humanism", publicado por Antony Flew en 1993.
En el presente artículo proseguimos el análisis del pensamiento de Antony Flew iniciado en un trabajo
previo, recientemente también publicado en Tendencias21 de las Religiones.
En otros artículos de esta revista me he referido a lo que se ha venido en llamar en la última década el
Nuevo Ateísmo , representado por Richard Dawkins, Daniel Dennett, Sam Harris y Christopher Hitchens.
Stephen Hawking no pertenece a este grupo, pero sus ideas han sido comentadas con frecuencia en
relación a la cuestión de Dios. Por ello, hemos abordado también una discusión de su idea del universo y
su referencia a Dios. El Nuevo Ateísmo da por supuesto que la ciencia moderna excluye taxativamente la
existencia de Dios. Sin embargo, estos no son los únicos ateos. Tanto desde el campo de la ciencia (vg.
Steven Weinberg, Carl Sagan, el mismo Roger Penrose), como igualmente desde el campo de la filosofía
en los últimos siglos y en la actualidad, numerosos pensadores han llenado las filas del ateísmo.
Antony Flew es un autor clásico y maestro del ateísmo en el siglo XX, un autor que defendió durante
cincuenta años el ateísmo desde la perspectiva de la Escuela de Filosofía Analítica (que seguidamente
explicamos). Sin embargo, en sus últimos años se produjo una sorprendente conversión al teísmo que dejó
sin palabras a muchos de los ateos más sobresalientes, entre ellos a Richard Dawkins. En un primer
artículo estudiamos el ateísmo clásico de Flew, mantenido a lo largo de su vida y del que fue considerado
el gran maestro. En este artículo conclusivo exponemos y valoramos los argumentos, principalmente
cosmológicos, que avalan su cambio de perspectiva a favor del teísmo.
El descubrimiento de lo divino en Antony Flew
Hemos dicho que el cambio de posición de Flew hacia el teísmo no ha resultado de experiencias
religiosas, sino de ponderaciones racionales situadas en el marco analítico de su enfoque filosófico de
siempre.
“Debo recalcar que mi descubrimiento de lo divino ha operado en un nivel puramente natural, sin ninguna
referencia a fenómenos sobrenaturales. Ha sido un ejercicio de lo que tradicionalmente es conocido como
teología natural. No ha tenido relación con ninguna de las religiones reveladas. Tampoco pretendo haber
tenido una experiencia personal de Dios, ni ninguna otra experiencia que pueda considerarse sobrenatural
o milagrosa. En resumen, mi descubrimiento de lo divino ha sido una peregrinación de la razón, y no de
la fe” (Dios existe, p. 90).
Además, este itinerario ha tocado sólo los puntos fundamentales del teísmo, a saber, la existencia de Dios
establecida como resultado de un análisis racional del cosmos. Es, además, evidente que Flew sólo
expone su conclusión personal subjetiva y no es dogmático.
Ahora bien, lo que interesa, en definitiva, es conocer las razones precisas que Flew aporta para cambiar
de ateísmo a teísmo.
“Hacer una argumentación racional, nos dice, implica necesariamente aportar razones que sustenten una
tesis… pues si la afirmación es verdaderamente racional, si es realmente un argumento, debe ciertamente
proporcionar razones científicas o filosóficas que la sustenten” (Dios existe, p. 86). ¿Cuáles son, por
tanto, estas razones? ¿Cómo debemos valorarlas y discutirlas desde nuestra perspectiva personal propia?
“Es hora ya”, prosigue Flew, “de que ponga mis cartas sobre la mesa, esto es, de que exponga mis propias
opiniones y las razones en que se apoyan. Creo ahora que el universo fue traído a la existencia por una
Inteligencia infinita. Creo que las intrincadas leyes de este universo manifiestan lo que los científicos han
llamado la Mente de Dios. Creo que la vida y la reproducción tienen su origen en una fuente divina. ¿Por
qué creo ahora esto, después de haber expuesto y defendido el ateísmo durante más de medio siglo? La
breve respuesta es la siguiente: tal es la imagen del mundo que, en mi opinión, ha emergido de la ciencia
moderna. La ciencia atisba tres dimensiones de la naturaleza que apuntan hacia Dios. La primera es el
hecho de que la naturaleza obedece leyes. La segunda es la dimensión de la vida, la existencia de seres
organizados inteligentemente y guiados por propósitos, que surgieron de la materia. Tercera es la propia
existencia de la naturaleza. Pero no es sólo la ciencia la que me ha guiado. También me ha ayudado la
reconsideración de los argumentos filosóficos clásicos” (Dios existe, p. 87).
En relación a estas tres dimensiones concibe Flew la explicación esencial de su libro. “Tres áreas de la
indagación científica han resultado especialmente importantes para mí, y voy a examinarlas a
continuación, a la luz de los datos actualmente disponibles. La primera es la cuestión que ha intrigado
siempre y continúa intrigando a los científicos reflexivos: ¿cómo llegaron a existir las leyes de la
naturaleza? La segunda es una cuestión evidente para todos: ¿cómo pudo emerger el fenómeno de la vida
a partir de lo no vivo? Y la tercera es el problema que los filósofos legaron a los cosmólogos: ¿cómo llegó
a existir el universo (entendiendo por universo todo lo que es físico)?” (Dios existe, p. 88-89).
Cabe que comparar el enfoque de Flew con mi posición personal. Entendemos que en la ciencia se
delimitan tres campos o dimensiones en que sus resultados se proyectan especialmente sobre la metafísica
y que, por ello, plantean cuestiones decisivas a la filosofía (ya que la ciencia como tal no puede abordar
directamente lo metafísico, aunque sus resultados sean decisivos para la reflexión filosófica). Según
nuestro enfoque, a) la primera dimensión es el problema de la consistencia y estabilidad del universo.
Esto coincide grosso modo con la tercera cuestión planteada por Flew (¿cómo llegó a existir el
universo?). b) La segunda dimensión es el problema de las causas que han producido la aparición de
orden dentro del proceso evolutivo de un universo que ya consideramos existente. Esto coincide, también
grosso modo, con la primera y la segunda cuestión planteadas por Flew (las leyes de la naturaleza y el
complejo orden biológico). c) Sin embargo, Flew ignora, al parecer (pero veremos que no es así del todo,
ya que plantea alguna cuestión similar), la tercera dimensión que para mí es fundamental, a saber, el
problema del origen y naturaleza de la sensibilidad-conciencia.
No es necesario explicitar que, en nuestra opinión, nuestra propuesta de dimensiones científicas que
proyectan sobre lo metafísico está mejor hecha que la planteada por Flew en Dios existe. Sin embargo,
existe un paralelismo evidente que muestra que, en efecto, por ahí van las cosas. Las grandes dimensiones
metafísicas de la ciencia son la existencia misma del universo, el orden emergido en su proceso evolutivo,
y la existencia de la sorprendente capacidad psíquica, la sensibilidad-conciencia, de los seres vivos.
Exponemos y discutimos seguidamente los argumentos de Flew.
La argumentación teísta de Flew
Quedan claras, por tanto, las tres cuestiones que Flew aborda desde la ciencia y que fundan sus
conclusiones metafísicas teístas (conclusiones que no son ciencia sino filosofía construida desde la
ciencia). Las sometemos a revisión en lo que sigue. Pero debemos indicar que, de la misma manera que
Flew expone honestamente una valoración subjetiva que inclina su decisión personal a favor del teísmo,
así igualmente nosotros tenemos una valoración subjetiva que nos obliga a matizar bastantes de las
posiciones defendidas por Flew. Ahora no hacemos sino evaluar las aportaciones de Flew desde nuestra
valoración personal.
El argumento de las leyes de la naturaleza
Flew define las leyes de la naturaleza como las regularidades y simetrías que en ella existen. Lo
importante no es que haya regularidades sino que sean matemáticamente precisas, universales y que estén
“atadas unas a otras”. La existencia de leyes ha hecho que los científicos de todos los tiempos hayan visto
en ellas lo que Einstein llamó una “razón encarnada”. ¿Por qué la naturaleza tiene esta racionalidad
profunda? La respuesta de los científicos ha sido siempre: porque en ella se refleja el diseño de la Mente
de Dios. Flew recuerda la célebre sentencia de Hawking en La historia del tiempo al decir que si
conociéramos por qué existimos nosotros y por qué existe el universo, habríamos conocido entonces la
Mente de Dios.
La racionalidad de las leyes naturales
Flew dedica algunas páginas a exponer la forma en que la mayoría de los científicos teístas constataron la
racionalidad de las leyes de la naturaleza y cómo la fundaron en la hipótesis teísta de la existencia de
Dios. Comienza por Einstein, siguiendo a Max Hammer, su intérprete más autorizado (Einstein and
Religion, 1999), para presentarlo como teísta y rechazar el falso uso de Einstein hecho por Dawkins para
presentarlo como ateo. Además, el teísmo de Einstein fue precisamente una admiración religiosa ante la
Mente Superior necesariamente diseñadora del orden de las leyes naturales. Los grandes padres de la
mecánica cuántica, sigue refiriendo Flew, reconocieron también la conexión entre las leyes de la
naturaleza y la Mente de Dios.
Max Plank, Werner Heisenberg, Erwin Schoedinger, Paul Dirac y Wolfgang Pauli, reconocieron y
respetaron la presencia de la Mente de Dios en la naturaleza. Se refiere incluso a Darwin, considerado en
ocasiones como cabeza de lanza del ateísmo, que dice en su autobiografía: “La razón me indica la
extrema dificultad, o, más bien, la imposibilidad de concebir este inmenso y maravilloso universo…
como resultado del azar ciego o de la necesidad. Cuando reflexiono sobre esto, me siento obligado a
volverme hacia una Primera Causa dotada de una mente inteligente y análoga en cierta medida a la del
hombre; y merezco, por tanto, ser llamado teísta” (The Autobiography of Charles Darwin 1809-1882, ed.
Nora Barlow, Collins, Londres 1958, p. 92-93).
Se refiere también a otros científicos como Paul Davis, John Barrow, John Polkinghorne, Freeman
Dyson, Francis Collins, Owen Gingerich y Roger Penrose (al que, anoto al margen, yo consideraba ateo)
y a filósofos de la ciencia como Richard Swinburne, John Foster o John Leslie. Todos ellos concluyen
que la evidencia de la naturaleza impone constatar una racionalidad, presente en las leyes naturales
universales, y que este hecho exigir indagar sus causas. Es esta indagación la que, en opinión de Flew,
avalado por la selección de científicos que lo acompañan, apunta a que la mejor hipótesis es admitir la
existencia de una Mente diseñadora que debe identificarse con un ser divino.
La racionalidad antrópica de la naturaleza
Ya en el comentario anterior (por ejemplo, al hablar de Paul Davis o John Barrow) había mencionado
Flew el principio antrópico, pero le dedica además una sección especial, encabezado con la pregunta:
¿sabía el universo que nosotros veníamos? El principio antrópico es hoy reconocido por la casi totalidad
de los científicos porque se funda en evidencias científicas que no se pueden ignorar (así, el mismo
Dawkins lo reconoce).
Por tanto, no se trata sólo –como hemos visto en este ensayo– de que exista en absoluto una racionalidad
en la naturaleza, sino de que esta racionalidad responde a un ajuste fino de sus propiedades y variables, de
tal manera que este orden pudiera tener unos u otros ajustes de sus variables, pero resulta que tiene
precisamente una cadena impresionante de ajustes finos que son los que hacen posible que ese orden
produzca la vida y el hombre. Constatar simplemente este ajuste antrópico fino es lo que se llama el
principio antrópico débil que, como veíamos, forma parte de la descripción del universo en el modelo
cosmológico estándar.
Si sólo existe un universo y este es de hecho antrópico, descrito por el modelo cosmológico estándar, es
muy difícil no inclinarse a reconocer que debe postularse que este universo tiene un diseño y que este
diseño debe provenir de una Mente inteligente, que se postula como la Mente de Dios. Esta es la
argumentación a la que se inclina Flew. Tiene derecho a hacerlo, porque es una inferencia para la que
tiene fundamento objetivo y es la misma que han hecho otros muchos científicos y filósofos.
Sin embargo, la alternativa moderna al teísmo derivado del principio antrópico está constituida por la
teoría de multiversos. Existen diversos modelos de multiversos: los universos burbuja que se producen
desde una metarrealidad (como el propuesto por Hawking, antes explicado), los multiversos que nacerían
dentro de nuestro universo en los agujeros negros y producirían espacio-tiempos aislados absolutamente
(Guth, Harrison o Smolin), los “muchos mundos” (al estilo de Everett o de los universos superpuestos de
Linda Randall), o los multiversos dados en un sistema eterno de expansión-concentración al estilo de
Penrose en 2010, en su obra Cycles of Time.
Flew expone, por tanto, las teorías de multiversos y les pone las objeciones que considera racionalmente
fundadas. Admite que es posible lógicamente construir una teoría de multiversos, pero añade a renglón
seguido, como todos saben, que es una teoría puramente especulativa que no tiene ninguna evidencia
empírica a su favor.
Lo más interesante dicho por Flew es que en caso de que existiera un metauniverso que produjera los
cuasi-infinitos universos burbuja habría también que postular, como el mismo Martin Rees admite, que
este metauniverso estaría sometido a unas leyes generales profundas, de las que serían una derivación las
leyes de los universos burbuja. La racionalidad de estas leyes seguiría exigiendo una explicación que
indagara sus causas y seguiría conduciendo al diseño de una Mente Divina.
Comentario: seguimos en la incertidumbre
El primer comentario que haría al enfoque analítico de Flew es que razona a partir de la existencia de las
leyes de la naturaleza. Hablar de leyes supone ya por el mismo concepto, o uso lingüístico, la referencia a
un Legislador que fácilmente se convierte en Diseñador. A mi modo de entender, debería hablarse de lo
que constituye realmente el factum primordial en el modelo cosmológico estándar: la aparición de la
materia-energía en el big bang. La materia que emergió tenía ya de hecho unas ciertas propiedades
ontológicas que explican cómo se produjo el enfriamiento del universo, la aparición de las partículas, de
las partículas fermiónicas, de su modo de organización, de la aparición del mundo mecano-clásico, etc.
Los modos de organización e interacción de la materia dieron lugar a ciertas constantes, regularidades,
simetrías y fractales, derivados de las propiedades ontológicas de la materia. Las leyes son descripción de
esos efectos de la materia, tal como el hombre la hace en la ciencia. Lo primordial, por tanto, no son las
leyes sino las propiedades de la materia. Por ello, la pregunta por el eventual diseño y por la racionalidad
debe trasladarse desde las leyes a las propiedades primordiales de la materia.
Cuando la ciencia, en efecto, explica cómo aparece el universo a partir de una materia primordial debe
tratar de conciliar dos principios: el principio de la autonomía del proceso y el principio antrópico.
Autonomía del proceso significa que, una vez supuestas las propiedades de la materia, la dinámica
evolutiva propia de esta debería de poder dar razón autónomamente (es decir, por esas mismas
propiedades) de todos los estados surgidos dentro del proceso evolutivo, incluidos los de mayor orden y
complejidad (física y biológica), ya que, si no fuera así, entonces habría que recurrir bien a una
intervención de factores externos al universo (lo cual es imposible), bien a una cierta intervención divina
(supuesto en el que se reduciría el papel de Dios al de un Dios-tapa-agujeros, controlador de las causas
segundas, similar al que ha tratado de defender el Intelligent Design del fundamentalismo cristiano de los
últimos años).
Principio antrópico, por su parte, significa la evidencia de que en el proceso evolutivo van apareciendo
momentos cruciales en los que la línea seguida, que pudiera haber sido otra, es de hecho la que acaba
haciendo posible la vida y el hombre.
En consecuencia, la forma de conciliar autonomía del proceso y principio antrópico no parece poder ser
otra que postular que las propiedades primigenias de la materia tenían las características apropiadas
(quizá todavía desconocidas) para guiar de forma natural, autónomamente, la propensión o inclinación del
proceso evolutivo a seguir la línea que conduce finalmente al hombre. Habría que postular que las
propiedades primordiales debieron de estar tan finamente ajustadas que implicaban las propensiones que
señalarían una evolución antrópica, dirigida al hombre.
Esto coloca entonces la pregunta por la racionalidad en su fundamento radical: ¿por qué la materia que
emerge en el big bang tenía las propiedades ontológicas precisas para generar autónomamente el proceso
antrópico? La respuesta sólo puede ser una de dos: o bien la materia tuvo un diseño racional concebido
por una Mente inteligente, la Mente divina, o bien estas propiedades antrópicas surgieron por azar en
nuestro universo como resultado afortunado de entre un cuasi-infinito de otros universos burbuja que no
tuvieron un diseño antrópico.
Metarrealidad, supercuerdas, multiuniversos
Pensemos que hoy se ha puesto de moda en algunos autores (entre ellos Polkinghorne) decir que la
información es anterior a las cosas reales (a la materia). Por una parte, esta aseveración parece tener un
cierto sentido. En efecto, al producirse el nacimiento de la materia en el big bang debemos postular, por
lo que venimos diciendo, que la información (el diseño de las propiedades de la materia que tienen en
germen todo el proceso evolutivo antrópico) es anterior a la existencia misma de la materia.
En esta línea, en último término, toda la información primordial que pudiera producir este y otros
universos se hallaría en la Mente divina (sería algo así como las ideas eternas de Whitehead, a su manera
postuladas también en la metafísica de tradición platónica). Pero, si Dios es eterno, entonces no cabría
nunca postular una anterioridad sino una co-existencia eterna entre Dios y su Mente, entre la realidad de
Dios y la información que contiene su Mente (en la idea trinitaria cristiana de Dios algo similar se afirma
al hablar de la co-existencia eterna de Dios y su Verbo, o Sabiduría divina).
En el caso de los multiversos, a su vez, la información sería anterior a la generación de la materia
primordial de un universo burbuja concreto como el nuestro; ya lo hemos dicho. Pero habría que
presuponer las propiedades primordiales de la metarrealidad o metauniverso del que nacen los universos
burbuja. Si ese metauniverso debiera de ser eterno, entonces es obvio que en él co-existirían eternamente
su realidad y las propiedades ontológicas de esa realidad (información). Propiedades que tendrían en
germen la generación de las propiedades variables de cada uno de los universos burbuja.
Flew no hace referencia alguna a la teoría de cuerdas, hoy estrechamente ligada a la teoría de los multi-
universos, tal como se ha explicado en este ensayo, y hemos comentado además al hilo del pensamiento
de Hawking. ¿Podría ser la teoría de cuerdas, la Magic-Theory, la descripción de esa ontología primigenia
del meta-universo, de tal manera que las propiedades de la materia de cada uno de los universos burbuja
fuera un juego de valores posible previsto por ella? Es posible, pero se trata de una pura especulación sin
evidencia empírica. Lo discutimos en la referencia hecha antes a Stephen Hawking.
Por tanto, no tenemos duda de que Flew está en todo su derecho al ponderar los resultados de la ciencia y
llegar a la conclusión personal de que las leyes de la naturaleza, la racionalidad intrínseca de la
naturaleza, conducen a establecer que la hipótesis causal de la existencia de una Mente divina diseñadora.
Es lo que nosotros mismos defendimos en este ensayo páginas atrás: que el orden del universo entendido
dentro del modelo cosmológico estándar hace verosímil la hipótesis de que tenga su causa en el diseño
primordial de una Mente divina ordenadora. Aceptar esta verosimilitud e inclinarse a ella es legítimo.
Pero el hilo conductor para llegar a esta conclusión no debiera haber sido la ponderación de las leyes de la
naturaleza, sino la ontología primordial de la materia. Lo hemos explicado. Pero la conclusión es la
misma.
Sin embargo, debemos también matizar que, aunque Flew concede que los multiversos son lógicamente
concebibles, los rechaza como una hipótesis real que fuera aceptable, y de hecho los califica incluso
como un disparate. Es posible que algunas teorías de multiversos (quizá como la propuesta de Stegmark o
los mundos paralelos de Everett o Randall) nos pongan en el límite y nos acerquemos a considerarlas
como un disparate científico.
No obstante, nosotros pensamos que, aunque sea verdad que la hipótesis de multiversos es puramente
especulativa y no tenga evidencias científicas, sin embargo, es un hecho que hoy la ciencia entiende que
nuestro universo surgió desde el big bang que debió de producirse dentro de un campo preexistente, un
vacío cuántico, un mar de energía o universo implícito, el fondo holístico del campo de Higgs, o lo que
sea. Pero es claro que el universo surge de algo y será resuelto en algo que reabsorberá la energía total del
universo. Que ese fondo del universo pudiera resolverse en la ontología holística de un Ser Divino es una
especulación verosímil que puede aceptarse. Pero la consideración de que ese fondo pudiera estar
constituido por un metauniverso (o algún otro tipo de realidad) del que emergiera nuestro universo, y
quizá otros, es una especulación posible y verosímil a la que pueden inclinarse con libertad quienes así
quieran considerarlo.
La teoría de multiversos (como teoría bien construida, ya que puede construirse mal, como un disparate)
es aceptable en su forma lógica y matemática, así como hipótesis de algo que pudo haber sucedido
realmente. Flew toma una actitud polémica y excluyente para defender su interpretación teísta. Tiene todo
el derecho a defenderla (también nosotros pensamos que el teísmo es más verosímil). Pero se debe
siempre respetar que existen alternativas reales al teísmo.
En otras palabras, teísmo y ateísmo son posibles, argumentables y verosímiles. Ninguno de los dos se
impone con necesidad. Por ello, la ciencia ofrece una imagen enigmática de la verdad última del universo
y conduce la reflexión filosófica a la incertidumbre metafísica. Si sólo el teísmo o el ateísmo fueran
argumentables, entonces, aunque la verdad final siguiera siendo un misterio, el misterio de Dios o del
puro mundo existente, conoceríamos con seguridad la verdad final, aunque no la comprendiéramos en
toda su profundidad.
Portada del último libro de Antony Flew, publicado en 2007.
La racionalidad del código genético
Entiendo que lo que Flew dice sobre la racionalidad biológica, especialmente la racionalidad del código
genético, es un caso especial de la racionalidad universal de la naturaleza, que acabamos de valorar en el
epígrafe anterior. El comentario que debemos hacer a sus propuestas responde, pues, a la misma lógica.
La pregunta esencial la formula Flew en estos términos: “¿cómo puede un universo hecho de materia no
pensante producir seres dotados de fines intrínsecos, capacidad de autorreplicación y una química
codificada?” (Dios existe, p. 110).
Al referirse a “materia no pensante”, parece Flew apuntar al problema de la emergencia de la
sensibilidad-conciencia que evoluciona hasta constituir la mente animal y la mente humana. Pero en
realidad esta gran cuestión (uno de los campos problemáticos básicos que, desde la ciencia, se proyectan
sobre la metafísica) no acaba de estar claramente definida por Flew. A veces parece que se refiera a ella,
pero no acaba de definirse y desaparece.
Lo que en realidad aborda en su escrito es el hecho de que los seres vivos tengan fines intrínsecos
(teleología), capacidad de autorreplicación y química codificada. Lo que en realidad le interesa es la
racionalidad de diseño que aparece en el ADN, o en el código genético. Lo que acaba planteándose es que
la racionalidad de la vida (en el fondo en sus aspectos mecánico-deterministas, o mecano-clásicos) exige
un diseño racional que, en el fondo, acaba también refiriéndonos a la Mente Divina diseñadora.
¿Qué es un código? Es un conjunto de señales (vg. señales Morse) que se corresponden con la realidad
(palabras y mundo real). Se habla de código genético o ADN porque los genes contienen una serie de
señales (estructuras bioquímicas) que se traducen en otras estructuras bioquímicas (ARN) que producen
en el citoplasma de la célula la organización de los aminoácidos y de las proteínas.
Estas conforman el cuerpo y acaban traduciéndose en un mundo real con sentido e intenciones, mediante
un diseño racional orientado a la realidad (con un contenido semántico derivado de las señales
primitivas). Lo que se constata es, pues, la conexión de un sistema de señales que consiste en
interacciones puramente físico-químicas con un conjunto de contenidos semánticos que hacen referencia
a las acciones de los seres vivos que acabarán siendo intencionales. ¿Cómo puede armonizarse una
bioquímica ciega con una serie de contenidos semánticos? Flew acabará en la inferencia de que la
conexión exige un diseño racional que debe ser atribuido a una Mente diseñadora, es decir, a Dios.
Se refiere a Paul Davis para reforzar sus puntos de vista. “Enfatiza el hecho (Davis) de que un gen no es
más que un conjunto de instrucciones codificadas con una receta precisa para construir proteínas. Y, lo
que es más importante, estas instrucciones genéticas no son el tipo de información que puede encontrarse
en la termodinámica y la mecánica estadística; se trata, más bien, de información semántica. Es decir,
información con un significado específico.
Estas instrucciones sólo pueden ser eficaces en un contexto molecular capaz de interpretar el significado
del contenido del código genético. La cuestión del origen pasa así a primer plano. “El problema, dice
Davis literalmente citado por Flew, de cómo esta información significativa o semántica pudo surgir de
una colección de moléculas no inteligentes, sometidas a fuerzas ciegas y carentes de propósito, supone un
profundo desafío conceptual” (Dios existe, p. 113).
Realmente, me es difícil entender dónde está el problema de la conexión entre bioquímica ciega y
contenidos semánticos, en los términos de Flew. Si nos remontamos, en efecto, a momentos muy
primitivos en la conformación del código genético en estadios unicelulares, podemos imaginar lo que
estaba sucediendo, según las hipótesis evolutivas. Supongamos que un pequeño cambio al azar del código
genético llegó a producir un cambio en la producción de proteínas que terminó en mejorar la célula como
sistema de supervivencia.
Otros cambios, al contrario, deterioraron la célula y, al ir replicándose el error se acabó en la extinción.
Por su parte, la acumulación d cambios genéticos favorables fue dotando de supervivencia eficaz a cierto
tipo de células. Pensemos que así nacieron, por ejemplo, las mejoras de membrana, el citoesqueleto o los
microtúbulos del organismo todavía unicelular. Estos cambios genéticos acumulados se asentaron porque
precisamente contribuían a la supervivencia en el marco real del medio ambiente, es decir, se reforzaron
por su conexión “semántica”. Y todo ello se produjo de una manera ciega. Así, poco a poco, por pequeños
pasos de eficacia adaptativa creciente fue apareciendo un código genético capaz de secuenciar el
desarrollo embriogenético hasta detalles sorprendentes.
En contra de lo afirmado hoy por el Inteligent Design del fundamentalismo americano, incluso la
conformación del globo ocular o del sistema inmunológico pudo llegar a estar regida por instrucciones
genéticas secuenciadas en el tiempo. La ciencia vive hoy en el supuesto de que esta programación
genética dirigida a la eficacia adaptativa al medio (es decir, con contenido semántico, referido a la
realidad), incluso en los estados de mayor complejidad mecánica, pudo haberse producido en el lento
proceso evolutivo que conformó el código genético.
La evolución se dio realmente en el código genético armonizado con la prueba del resultado adaptativo de
sus cambios. La mayor parte de los mecanismos de este inmenso proceso adaptativo-genético se
desconocen. Pero la ciencia tiene muy claro el supuesto general de que se ha tratado de un proceso ciego
de ensayo-error que ha conducido a un resultado favorable.
Un universo evolutivo y autónomo
Si el universo, en el reino de lo biológico, no pudiera explicar cómo y por qué sus procesos internos
producen como resultado todos los estados que evolutivamente han ido apareciendo, incluso los más
complejos y organizados, entonces el universo no sería autónomo, suficiente para explicar su proceso
evolutivo. Si la ciencia constatara su insuficiencia explicativa y hubiera que recurrir a un Deus ex
maquina, o un Dios-tapa-agujeros que interviene y controla las causas segundas (en terminología
escolástica tradicional), entonces la razón no podría explicar el proceso del mundo como un proceso
autónomo que diera pie a entender el universo de una forma puramente mundana, sin Dios.
La importancia de que Dios haya creado un universo autónomo, o mejor que pueda ser explicado por la
ciencia como autónomo. Autónomo no significa (a veces hay quien lo entiende mal) que, en el fondo,
Dios no esté sustentando continuamente el ser del universo (creatio continua). Así es en realidad, pero el
hombre no lo ve como una evidencia que se imponga a todos. No sabemos si, en el fondo, Dios interviene
puntualmente para dirigir el proceso evolutivo (por ejemplo, para conformar el código genético), pero el
hombre no lo sabe y, además, puede construir la hipótesis de que no fuera así. Por eso Dios ha creado un
universo autónomo a los ojos del hombre y esto es decisivo para entender la forma en que Dios ha creado
un universo para la libertad.
Por consiguiente, entendemos que la sorprendente racionalidad del código genético puede dar pie a la
hipótesis de un diseño. Es una hipótesis posible, y respetable. Pero en realidad no sabemos ni siquiera si
esa intervención de Dios en las causas segundas ha sido necesaria y Dios la ha querido en su diseño
creador. Lo que sabemos es que la ciencia puede concebir la hipótesis de que la complejidad apareció
como resultado de un proceso evolutivo autónomo, sin necesidad de diseño.
El problema del diseño debe situarse, como antes decía, en el nivel de las propiedades primordiales de la
materia, hasta tal punto sorprendentemente afinadas, que fueron capaces de generar las propiedades
antrópicas, la complejidad y la organización del mundo biológico, incluida la racionalidad del código
genético. La realidad tiene un profundo diseño contenido en las propiedades primordiales del universo,
ahí es donde está lo sorprendente y maravilloso. ¿De dónde surgió ese diseño de propiedades tan
sorprendentes que llevaban incoado potencialmente el orden físico-biológico y el orden antrópico?
¿Surgió del diseño racional de una Mente divina? ¿Surgió por azar desde una dimensión de metarrealidad,
o metauniverso, en que la producción singular de nuestro universo fue un suceso sorprendentemente
afortunado? Esta es la gran cuestión que la ciencia no resuelve por sí misma y que, al proyectarse sobre la
filosofía nos instala en la incertidumbre metafísica.
Recordemos el texto de Stephen Hawking anteriormente mencionado, al seguir el Prefacio de Varghese:
“creo en la existencia de Dios, pero también creo que esa fuerza divina, una vez estableció las leyes
físicas de la naturaleza, ya no interviene en el mundo ni lo controla”. Esta frase muestra que Hawking
defiende la autonomía del mundo creado. Como creyente haría, sin embargo, una observación.
Dios crea el mundo, en efecto, para que sea autónomo. El universo evolutivo surge de las propiedades
primordiales del big bang y Dios quiere que evolucione por sí mismo desde esas propiedades, diseñadas
por un ajuste muy fino. Es ese universo autónomo el que dejará abierta la libertad porque será ambiguo,
ya que podría fundarse en Dios o ser un puro mundo sin Dios, al mismo tiempo que establecerá las
condiciones que hagan al hombre indigente y necesitado de Dios.
El que Dios quiera que el mundo sea autónomo, no quiera intervenir en su proceso y controlarlo no
significa que no pueda en absoluto. El universo es autónomo ante el borroso conocimiento humano. Pero
en sí mismo el universo depende de Dios y puede ser objeto de la intervención divina, tal como, en efecto,
piensan los creyentes. Por ello tiene sentido “creyente” recurrir a Dios y pedirle su ayuda.
¿Salió algo de la nada? La propia existencia del universo
En el tercer argumento esgrimido por Flew a favor de la existencia de Dios, se hace eco claramente de los
argumentos clásicos escolásticos, por él rechazados durante mucho tiempo, pero ante los que parece haber
cedido finalmente. El argumento clásico es la tercera vía de santo Tomás, o el juicio-de-contingencia en
la metafísica de Suárez. En él se constata que el mundo está hecho de seres o estados que se califica como
“contingentes” (no tienen en sí mismos la razón suficiente de su existencia).
Por tanto, una serie infinita de seres o estados contingentes debe considerarse también como
“contingente” (que no tiene en si misma la suficiencia del ser). El supuesto es, por tanto, que el conjunto,
aunque fuera infinito en el espacio y en el tiempo, no podría nunca dar una razón suficiente de su
existencia. Por ello, la existencia pura del universo, el mero hecho de que existe, exige fundar su
existencia en un ser suficiente que existe por sí mismo y es por ello necesario.
“En la obra de David Conway El redescubrimiento de la sabiduría y en la edición de 2004 de la obra de
Richard Swinburne La existencia de Dios, encontré respuestas especialmente eficaces a la crítica
humeana (y kantiana) del argumento cosmológico. Conway da cuenta sistemáticamente de todas las
objeciones de Hume.
Por ejemplo, Hume sostuvo que no hay ninguna causa de la existencia de una serie de entes físicos, más
allá de la mera suma de todos los miembros de la serie. Si hay una serie sin comienzo de entidades
contingentes, entonces esta sería una causa suficiente del universo en su conjunto. Conway rechaza esta
objeción con el argumento de que “las explicaciones causales de las partes de una totalidad en términos
de otras partes no pueden sumarse para constituir una explicación global de la totalidad, si los entes
invocados como causas son entes cuya propia existencia está necesitada de una explicación causal” (Dios
existe, p. 121). Como vemos es el clásico argumento escolástico de la contingencia.
Más adelante completa estas ideas con un texto de Swinburne. “La totalidad de la serie infinita se quedará
sin explicar, pues no habrá causas de los elementos de la serie que estén fuera de la propia serie. En este
caso, la existencia del universo a lo largo de un tiempo infinito será un hecho puro inexplicable. Habrá
una explicación en términos de leyes, de por qué, una vez existe, continua existiendo. Pero lo que
resultará inexplicable es su existencia misma, globalmente considerada, a través de un tiempo infinito. La
existencia de un universo físico complejo a lo largo de un tiempo finito o infinito es algo “demasiado
grande” para ser explicado por la ciencia” (Dios existe, p. 122).
En otros lugares he respondido a esta manera de pensar que considero inaceptable para la ciencia y la
filosofía actual. Lo primero que, a mi entender, debe decirse es que la ciencia y la filosofía no ponen
obstáculo a considerar que todos los estados y seres singulares que van surgiendo en el proceso del
universo sean “contigentes”: no tienen en sí mismos, en su singularidad, la razón suficiente de que
existan. Así es. Participan su realidad de la realidad del universo como conjunto que los va generando, y
de-generando, en el tiempo.
Pero, ¿qué decir del universo como conjunto, como sistema que genera sus estados singulares? ¿Es el
universo como tal contingente? Por ello, la pregunta decisiva es si el universo como sistema-de-realidad-
en-su-conjunto es contingente o no: si tiene en sí la suficiencia o no la tiene, es decir, si es autosuficiente.
Si fuera autosuficiente no sería contingente, ya que tendría en sí mismo, como sistema, la suficiencia. La
intuición de Heráclito al decirnos que “el cosmos es fuego eternamente viviente que se crea y se destruye
según medidas”, es precisamente lo que ha estado examinando la ciencia y la filosofía moderna. La
metafísica antigua entendió el universo como una suma de estados singulares contingentes, pero no se
preguntó si el universo en su conjunto como sistema evolutivo en el tiempo era también contingente.
Esto es precisamente lo que hemos estado discutiendo a lo largo de este ensayo: si la suficiencia de la
realidad del universo pertenece al puro universo sin Dios o pertenece a la realidad fundante de Dios.
Hemos visto que hay argumentos que hacen verosímil que la verdad sea bien el puro universo sin Dios,
bien la realidad fundamental de Dios. Pero, en todo caso, la cuestión está en el aire, unos la responden de
una manera y otros de otra, son posibles metafísicas alternativas, teísta y atea, y por ello estamos en la
incertidumbre. Los puntos cruciales para la ciencia y su proyección filosófica, que determinan una u otra
respuesta, son el problema de la consistencia y estabilidad del universo (su suficiencia), el problema del
orden producido en su interior, físico y biológico, y el problema de la naturaleza y origen de la
sensibilidad-conciencia.
Por consiguiente, si la razón hace que nos inclinemos a considerar que lo más verosímil es la
autosuficiencia del universo, entonces deberemos atribuirle la necesidad, es decir, la existencia
permanente en un tiempo eterno. Ahora bien, ¿por qué existiría ese universo, y más bien no existiría?
¿Por qué existe algo y por qué no, más bien, la Nada? La verdad es que nunca lo sabremos. Al hombre
sólo le cabe constatar el hecho de que el universo existe, buscar su suficiencia y, si lo logra, atribuirle la
necesidad eterna. Pero es imposible saber por qué existe algo y no, más bien, la Nada. Pero, en la
metafísica teísta alternativa, decimos lo mismo. Si la búsqueda de suficiencia para el universo resulta
infructuosa y debemos atribuírsela a una realidad divina transcendente, como hace el teísmo (en el que
nosotros nos incluimos), entonces debemos postular que Dios es necesario de acuerdo con su propia
esencia.
Ahora bien, ¿por qué existe Dios o, más bien, no existe? Nunca lo sabremos. Ni de Dios ni del universo
podemos en ningún caso decir racionalmente a priori que existan por necesidad (este sería el argumento
de san Anselmo, después repetido en la ilustración como se ve en Descartes). No se puede decir que Dios
sea el único ser del que podemos predicar la necesidad, porque el universo, aunque existiera eternamente
en un tiempo infinito, no podría nunca ser necesario. Esto no es correcto. Lo que la ciencia y la filosofía
moderna hacen es constatar el universo, conocerlo, buscar dónde radica su suficiencia (en Dios o en el
puro mundo sin Dios) y, una vez hallada atribuirle la necesidad, siendo conscientes de que nunca
sabremos a priori por qué Dios o el puro mundo existen o más bien no existen.
Buscando un lugar para Dios
Flew concluye su análisis haciendo referencia a un problema clásico suscitado por la posible existencia de
Dios. Es el problema de su omnipresencia. El mismo Dawkins dice, en The God Delusion, que es absurdo
pensar que exista un Dios que está en todas partes y está presente en el interior de millones y millones de
hombres, escuchándolos al mismo tiempo. Flew hace algunas reflexiones al respecto aportando ideas de
algunos filósofos analíticos teístas.
Sin embargo, como antes he dicho, Flew no se plantea a fondo el problema de la sensibilidad-conciencia
y de la reflexión filosófica que proyecta este problema sobre la transcendencia de Dios.
Como he explicado antes, las teorías cuánticas de la conciencia abren hoy a una idea de la realidad como
campo holístico que coincidiría finalmente con el campo holístico de la ontología divina que permea
universalmente todas las cosas. El pensamiento de Flew se hubiera enriquecido haciendo referencia a
todas estas cuestiones.
Conclusión: el teísmo de Flew
Obviamente estamos de acuerdo con el teísmo de Flew. Pero creemos que los argumentos en que lo
fundamenta están necesitados de serias matizaciones y complementos. Es lo que, en definitiva, hemos
expuesto. Flew insiste mucho en que su teísmo es puramente racional. Pero tenemos la impresión de que
hay algo más. No entra en el problema del mal que es el gran problema del silencio-de-Dios. No examina
las religiones. Pero concluye su obra declarándose abierto a la omnipotencia divina. Refiriéndose al
cristianismo nos dice con entusiasmo: “¡Si queremos que la omnipotencia funde una religión, esta (el
cristianismo) es la que tiene todas las papeletas para ser elegida!” (Dios existe, p. 132). Y refiriéndose a la
Mente divina concluye diciendo: “Algunos aseguran haber establecido contacto con esa Mente. Yo no lo
he hecho; no todavía. Pero, ¿quién sabe lo que podría ocurrir en el futuro? Quizá algún día pueda oír una
Voz que dice: ¿me oyes ahora?” (Dios existe, p. 133).
Artículo elaborado por Javier Monserrat, Universidad Autónoma de Madrid,
miembro de la Cátedra CTR y coeditor de Tendencias21 de las Religiones.
LA RESURRECCIÓN EN LOS
SÍMBOLOS
Mariano Sedano, cmf -
Los cristianos de todos los tiempos se han servido del lenguaje simbólico para expresar su fe. Mariano
Sedano nos acerca en este artículo a las imágenes y metáforas que los cristianos dé los primeros siglos
utilizaron para expresar plásticamente su fe en la resurrección.
Resurrección
La fe que los cristianos de todos los tiempos han mantenido en la resurrección no ha quedado sólo
cristalizada en formulaciones dogmáticas o litúrgicas. Desde los primeros momentos, los cristianos han
dejado huellas de su fe en la resurrección de Jesús y en la propia en sus monumentos artísticos,
particularmente en los funerarios.
Existen dos tipos de símbolos e imágenes: unas epigráficas (inscripciones) y otras iconográficas
(imágenes pintadas o esculpidas).
Las inscripciones están más cerca del mundo del mensaje escrito, aunque pintan la fe con metáforas
extraordinarias. La primera imagen es la del «sueño» o la «dormición». La misma palabra «cementerio»
(frente al término «necrópolis», que era el habitualmente usado en el ambiente helenista), significa
dormitorio. No es una ciudad de muertos, significado del término helenístico, sino un lugar donde los
vivos duermen temporalmente.
Existe otra imagen bellísima en las inscripciones: el «depósito». Se trata de una expresión tomada del
mundo jurídico y económico para designar lo que uno deja en prenda hasta que vuelva a pagar una deuda.
Al referir ese término al difunto los cristianos expresaban la convicción de que el cuerpo quedaba allí
depositado en prenda, hasta el momento en que el propietario regrese.
Más expresivas aún son las imágenes esculpidas o pintadas. Los cristianos no crean una nueva
iconografía. Simplemente toman los símbolos ya existentes en el ambiente helenístico en que vivían y les
dan un nuevo significado. Son, como las definió Basilio de Cesárea, heraldos mudos, porque gritan
calladamente la resurrección. Para nosotros encierran una cierta dificultad de comprensión debido a la
distancia cultural, pero hay algunos significados muy evidentes.
Un primer grupo de imágenes está formado por los símbolos cíclicos de retorno. Por ejemplo, las «cuatro
estaciones», que se representan con cuatro cabezas coronadas de flores, espigas, racimos de uvas y ramos
de olivo, el fruto correspondiente a cada una de ellas. Otra imagen muy repetida es el «pavo real», que
pierde las plumas en el invierno y las recupera en la primavera. También es frecuente la imagen, tomada
de la mitología pagana, del «ave fénix». Es también un símbolo cíclico, porque muere entre las llamas
para renacer después de sus propias cenizas.
Pero entre todos los símbolos cíclicos que se aplican a la resurrección quizá el más hermoso es el de
«Helios, el dios sol», que revive en el alba después de la oscuridad. La mitología lo representa montado
en su carro recorriendo el cielo. La Iglesia bautizó esta imagen para representar al «Cristo-Sol invicto»
que aparece coronado de rayos de luz renacida.
Existe otro grupo de figuras muy expresivas. Por ejemplo, el «pastor que lleva en sus hombros una
oveja». No es Cristo, porque la imagen está tomada de la mitología. Los cristianos la aceptan pensando en
Cristo que salva de la muerte. Este carácter se acentúa cuando la colocan, como hacen varios sarcófagos,
entre dos grandes cabezas de leones, que por su voracidad son símbolo de la muerte. Tenemos así una
frase en imágenes: muerto-salvado de la muerte.
Otra imagen es la de las «puertas del Hades», que sólo se abrían para entrar y se cerraban después para
siempre. A veces, este carácter dramático se acentúa poniendo cabezas de león en ellas. Entre los
cristianos aparecen estas puertas, pero abiertas, o incluso rotas. Desde que Cristo volvió de la muerte, han
quedado abiertas para siempre.
Jesús Nazareno
Editado por
José Ignacio González Faus
Hace 70 años, desde una
cárcel de Hitler, en momentos de desesperación tras el holocausto y años en guerra, uno de los
grandes profetas de nuestro futuro, escribió que hay una razón para seguir amando a esta tierra sin
desesperar: y es que ha producido a Jesús de Nazaret. Parecerá una afirmación exagerada, pero sorprende
por venir de alguien tan sobrio y contenido como D. Bonhoeffer. ¿Quién era pues ese tal
Jesús?
De los primeros testigos de su paso por la tierra quedan dos rápidas pinceladas: “no buscó su propio
interés”; “pasó haciendo el bien y liberando a los oprimidos”. De quienes recogieron
recuerdos de su vida y los sistematizaron en forma de biografías-invitaciones a la fe, podemos destacar
algunos rasgos:
Procedía de un pueblo pequeño casi desconocido. No tuvo estudios especiales, trabajó durante
años en cosas de albañilería. Un buen día comenzó a recorrer su tierra anunciando que es posible otro
mundo si nos decidimos a mirar a Dios con una palabra que, a la vez, denota el máximo de familiaridad y
cercanía, pero también la imposibilidad de disponer de Él: pues, llámesele padre o madre, lo es de todos,
no sólo mío. Otro de sus biógrafos presenta como programa de su vida unas palabras del profeta Isaías:
“el Espíritu de Dios está sobre mí… para anunciar una buena noticia a los pobres y liberación a los
oprimidos”.
En consonancia con este programa, solía comer públicamente con “gentes de malvivir”,
desafiando una costumbre de su época de públicos banquetes ostentosos de las clases altas. Se le conoce
amistad y cercanía con algunas prostitutas, a las que liberó de su esclavitud, pero de las que decía que
estaban más cerca de Dios que sus oyentes. Defendió a las mujeres, rechazando el derecho al repudio que
se atribuían los hombres de su época, y abriendo a la mujer el estudio de la “Ley de Dios”, que su
sociedad reservaba a solos los machos.
Fue también un terapeuta innegable, pero provocativo: parece que prefería curar en días
“de precepto”, como si quisiera mostrar que los enfermos tienen derecho a no esperar más, porque su
salud es más importante que la guarda de preceptos cúlticos. Una de las expresiones que más se dicen de
él es que “se le conmovieron las entrañas”.
Junto a esa práctica de misericordia tenía a veces un lenguaje duro y provocativo: enseñaba a no
llamar a nadie padre ni señor: porque los hombres (aunque tengamos funciones diversas) somos todos
hijos de un mismo Padre y tenemos un único Señor que es Dios. Armó una escandalera en el “vaticano”
de su época, alegando que el culto a Dios no debe ser ocasión de comercio. Su visión de los hombres cabe
en un palabra que sólo se ha conservado en sus labios: hipócritas (aunque esa acusación la dirigió sobre
todo a los poderes religiosos). Pese a ello, exhortaba a ser misericordiosos como el Dios que Él
anunciaba.
Su regalo era siempre la paz; y tenía una extraña concepción de la felicidad, que prometía a
quienes opten por los condenados de la tierra desde una actitud de misericordia que genera hambre de
justicia. Porque veía al mundo dividido entre pobres, hambrientos, llorosos y perseguidos, por un lado y,
por el otro, ricachones hartos, que ríen y persiguen, los cuales son “malditos”.
Por eso eran provocativas sus palabras cuando entraba en el campo económico: los propietarios del
“proyecto de Dios” que él anunciaba son sencilla y únicamente los pobres (vivió en
una sociedad agobiada por las deudas, que llevaban a muchos a perder su terruño y dedicarse a la
esclavitud, la prostitución o el bandolerismo). Enseñaba que es imposible que un multimillonario se salve,
a menos que se produzca un milagro que sólo Dios puede hacer: que se desprenda de su fortuna (salvo
aquello que necesite para una vida sobria y digna), poniéndola al servicio de las víctimas. Porque, según
él, “es imposible servir al hombre y al dinero”.
La otra palabra que más se le aplica en los evangelios significa, a la vez, libertad y autoridad: “las
gentes se maravillaban de la libertad-autoridad con que hablaba” y que no tenía nada que ver con lo que
estaban acostumbrados a oír.
Sorprendentes vida y palabras. Pero más sorprendente es la reacción que desató: los responsables de
aquella sociedad se hartaron de acusarlo de populista y terrorista. La conflictividad explotó cuando él
puso de relieve que hablaba y actuaba así porque así es como actúa Dios. Entonces se le tachó de
blasfemo, y los poderes religiosos y políticos dieron un respiro porque ya tenían
algo claro por lo que condenarlo. Aun así, buscaron para él la muerte más ignominiosa y la
condena más “ejemplar”…
¿Es posible que haya existido un hombre así? preguntaba R. Attenborough en su película
sobre Gandhi. Prescindiendo ahora del santo hindú (que se confesaba muy influido por Jesús), esa misma
pregunta sigue vigente para nosotros hoy. Los cristianos confiesan que un hombre así fue posible porque
era transparencia y calco del mismo Dios, revelado en la humanidad de aquel hombre. Dios “hecho
hombre”, pero no simplemente hombre, sino Dios hecho esclavo.
Esa fe no se les exige hoy a todos. Pero lo que sí pueden (y deberían) todos hoy, es paladear la
humanidad de aquel Nazareno. Y sacar consecuencias.
Pascua 3. El ángel de Dios, la muerte vacía (Mt 28, 1-3)
Editado por
Xabier Pikaza Ibarrondo
Quiero seguir ofreciendo, hoy martes de Pascua (7.4.15), tras las dos postales anteriores, unos
textos en forma de Via-Lucis (Camino de Luz o de Pascua), a modo de contrapunto
y complemento del Via-Crucis de Cuaresma, en la línea de un libro que escribí hace tiempo: Camino de
Pascua, Sígueme, Salamanca 1997.
No son investigaciones de historia bíblica, sino reflexiones de tipo creyente, para orar y gozar en este
tiempo de pascua, en el que a todos deseo la mayor felicidad de Cristo que es la vida descubierta y
celebrada en el mismo fondo de la muerte. Presentaré en este tiempo las estaciones principales de ese
Itinerario de Resurrección, comenzando con una reflexión sobre el ángel de la muerte
vacía, que expresa la victoria de Dios sobre la muerte, conforme a la tradición de Mt 28, 1-3.
Se trata de un texto algo tardío, que aparece sólo en el evangelio de Mateo, pero que
recoge de forma espléndida y simbólica (¡no se busque aquí historia crítica en sentido literal) una
experiencia básica de la Iglesia primitiva. De esa manera sigo ofreciendo este Via-Lucis, Via-Vitae,
camino de luz y de vida, que constará de unas 15 estaciones.
Mirada desde el mundo, el camino de los hombres forma parte de la historia de la muerte, pero, mirado
desde Cristo, ese camino parte de la historia de Dios, como muestra nuestro texto.
Éste es un tema que ha desarrollado, de forma especial el Evangelio de los Hebreos, que algunos
críticos como J. D. Crossan piensan que es el relato más antiguo de la pascua, aunque a mi juicio
depende de Mateo. Sea como fuere, sin entrar en discusiones críticas, quiero presentarlo una vez más
a mis lectores, este martes de Pascua Florida.
Una tumba excavada en la roca.
Ha muerto Jesús y sus amigos le han querido colocar en una tumba que, conforme a la costumbre
de las ricas familias judías (rico ha sido el amigo que financia su entierro: cf Mt 27, 57), se hallaba
excavada en la roca. Sobre la puerta han corrido una gran piedra. Tras ella se pierden y pudren las más
hondas esperanzas de Jesús y su mensaje: su palabra sobre Dios y su misión de reino, la semilla del amor
y el gesto de perdón universal. Una tumba excavada en la roca del mundo. Esa es la meta de todos los
afanes de los hombres y mujeres de la tierra.
Ésta es la verdad sólo humana de nuestra historia: al final de todos los caminos
triunfa el rostro de la muerte. En verdad, mueren también otros vivientes (animales) de la tierra.
Pero sólo el hombre sabe que ha de hacerlo y así lo sufre cada día, en alma y cuerpo. Sabe que ha de
morir y, desde antiguo, como una confesión de fe en la muerte y a la vez como protesta en contra de ella,
ha levantado monumentos a los muertos. Este es el último: unos amigos de Jesús le han desclavado de la
cruz y le han tendido en un sepulcro de la roca. De esa forma ratifican su fracaso.
Frente a todos los proyectos de Jesús hay un sepulcro. Es monumento de cariño:
unos amigos le han envuelto entre pañales de muerte (sudarios), colocando con cuidado su cadaver,
procurando que perdure, no se rompa, sobre una tarima lateral de aquella cueva funeraria. Es monumento
de impotencia: Jesús podía casi todo, pero no ha logrado superar la muerte; de esa ha forma ha terminado,
como todos, disolviéndose en el vientre de la madre tierra.
Dominio de la muerte
Parece que los hombres creen en Dios como principio y garante de Vida, pero al fin sucumben a la muerte
que les vence y tritura sin contemplaciones. Esta es la tragedia, el mal de nuestra historia, como sabe Gén
2-3, como ha indicado con gran fuerza el libro del Qohelet o Eclesiastés.
Ciertamente, han sido muchos los que, desde tiempos muy antiguos, han querido superar esa tragedia de
la muerte, buscando soluciones de tipo espiritualista o consuelos de carácter histórico o social:
- Algunos, como los órficos y los platónicos de Grecia, han defendido la existencia de un alma
inmortal, que se libera del mundo tras la muerte. Para ellos, la muerte no es definitiva, ni afecta a lo más
hondo del ser humano.
- Otros, como muchos hindúes y budistas, dicen que la muerte es experiencia de apertura del hombre a
lo sagrado: aquellos que vivían sufriendo sobre el mundo consiguen superar los lazos de la carne y los
deseos de la tierra para introducirse de verdad en lo divino (lo nirvana).
- Otros entienden la muerte como triunfo extremo de la finitud: nos habíamos creído grandes,
importantes, capaces de vencer y dominar sobre la tierra; pero al fin la misma tierra nos domina; del
polvo vinimos, al polvo tornamos; ilusión de polvo y sufrimiento es nuestra vida.
Se ha querido responder de muchas formas al enigma de la muerte. Pero ella
permanece indescifrable: no sabemos lo que existe tras su puerta; nadie puede volver del más allá
para decirnos lo que pasa, para darnos la certeza de que hay algo o simplemente todo es nada. De esa
forma, su gran enigma y miedo nos domina por doquier de manera igualitaria.
La muerte parece democrática en sentido vulgar: no distingue entre ricos y pobres, sabios e ignorantes,
buenos y perversos. Ante su enigma ha venido a situarnos el mismo Jesucristo. Por eso tenemos que
acercarnos a su tumba para entender lo que ha sido su proyecto y su camino.
Así parece suponerlo una corriente de experiencia del Antiguo Testamento que culmina en la carta a los
Hebreos. Dios es principio de la Vida: sostiene y dirige a los hombres, ofreciéndoles ayuda y esperanza el
camino. Pero en contra de ese Dios de Vida se ha elevado el Diablo, que es pozo de muerte:
(Jesús) asumió una carne como la de los hombres, para destruir por medio de su muerte a aquel que tiene
el poder sobre la muerte, es decir, al Diablo, para liberar de esa manera a todos los que, por miedo de la
muerte, pasaban toda su vida esclavizados (Hebr 2, 14-15).
Dejemos el aspecto positivo, la referencia a la acción liberadora de Jesús. Veamos el trasfondo negativo
del pasaje: los hombres se encontraban sometidos al poder del Diablo que es principio fontal de
destrucción. Frente al Dios de Vida se ha elevado el Diablo que es señor de muerte o, quizá mejor, la
muerte misma, en la línea de aquello que se hallaba esbozado en el relato del paraíso y caída (Gen 2-3).
Los humanos se han vuelto de esa forma unos esclavos, sometidos a desdicha, porque
tienen miedo de morir. Para superar el miedo, pensando que así pueden convertirse en dueños de su
propia vida, se emborrachan de los varios bienes o licores de la tierra: quieren asentar su vida en la
riqueza, sustentarla en el poder, en los placeres...
En el fondo, ellos buscan siempre modos nuevos de vencer o dominar la angustia de la muerte que les
paraliza y aterra. Lógicamente, ellos se vuelven esclavos: el miedo de la muerte les hace incapaces de
entender la gracia, viendo así la vida como diálogo amoroso, confiado, esperanzado. Nos da miedo la
muerte y por eso luchamos, nos matamos y afanamos sobre el mundo.
Entendida en sentido cristiano, la muerte forma parte del misterio de Dios: Jesús nos salva a través de
ella. Pero vista en sí misma, esa muerte se nos muestra como tumba o pozo donde nos arroja y cierra el
Diablo: es poder de esclavitud y violencia, de lucha y opresión para los hombres. Por miedo de la muerte
nos matamos y oprimimos unos a los otros.
Dios y Diablo
Entendemos aquí al Diablo como fuerza de la muerte, en la línea del texto antes
citado y del conjunto del Nuevo Testamento. Así aparece como símbolo de todos
los miedos y violencias: es poder de destrucción que mantiene a los hombres
sometidos. Por instigación del Diablo, y para superar el miedo que tenían a la muerte, los grandes de
este mundo mataron a Jesús, enterrándolo en el hondo sepulcro de la tierra, fuera del camino de la
historia. Así parece que ha triunfado el Diablo sobre Dios: el pozo de la muerte ha derrotado a la gracia de
vida que Jesús ha proclamado en su mensaje.
Sobre el sepulcro de Jesús se eleva por tanto la pregunta acerca del poder de Dios y el Diablo, la cuestión
de la vida y de la muerte. Allí se plantea la pregunta radical: ¿hay justicia de Dios en la historia? ¿tienen
razón los que han matado al pretendido Cristo?. Esa es en el fondo la cuestión de toda teología o teodicea:
¿existe un Dios de gracia y vida o todo acaba, al fin, en manos de la muerte, de manera que sólo es
verdadero y eficiente el Diablo?. Precisamente aquí, sobre la losa del sepulcro de Jesús, se ha condensado
el misterio de la historia. El mundo está en silencio. Esperemos anhelantes lo que pasa.
Repasemos mientras tanto el catecismo. Las definiciones sobre Dios son numerosas. Muchos
le presentan como causa de la naturaleza, como ideal de perfección o esencia oculta de los seres. La
Biblia hebrea, condensada de manera ejemplar por Rom. 4, 17 le define como Aquel que resucita a
los muertos y llama al ser a las cosas que antes no existían.
- Dios aparece así como creador: llama al ser lo que no era. Eso significa que tiene poder sobre la nada:
de sus manos brotamos, en su aliento nos formamos y vivimos.
- Dios aparece como resucitador: da nueva vida a los que mueren. Así lo ha expresado la fe escatológica
judía, la esperanza de aquellos que siguen confiando en Dios en medio de la muerte.
Este es Dios: aquel que tiene poder sobre la nada (es creador) y poder sobre la
muerte (es resucitador). Esto significa que, siendo imagen de Dios, los hombres somos un puro
reflejo evanescente de aquello que vamos realizando, somos más que puro efecto de la lucha de la tierra.
Provenimos de la gracia de Dios, derivamos de su amor y de su vida.
Ciertamente, en un nivel estamos cerrados por la muerte; por eso llimitamos con el Diablo, que controla
el mundo por el miedo y la violencia. Pero, al mismo tiempo, y superando ese nivel, nos abrimos hacia el
Dios que se revela como fuente de vida y esperanza en nuestra misma historia humana, siendo así
principio de resurrección.
Situados en la encrucijada de este mundo, sólo esa fe en el Dios que resucita puede liberarnos del miedo
de la muerte. Ella nos permite superar la angustia de la lucha humana y el vacío final de una existencia en
la que todo se destruye. Somos más que aquello que nosotros podemos hacer y buscar: existe la gracia de
Dios, hay resurrección para la Vida.
Resurrección de Jesús, obra de Dios
Evidentemente, Jesús ha creído en el Dios que resucita; ha confiado en el reino de su
gracia y de esa forma ha entregado su existencia, en esperanza de futuro. Sus
enemigos intentaron destruirle para siempre, rechazando su ideal sobre la tierra. Sus amigos le han
colocado en una tumba, en pozo de misterio. Pero él está en manos de Dios. Por mantener la palabra de
ese Dios ha muerto, en la gracia de ese Dios ha confiado, entregándole su vida.
Jesús ha puesto vida y mensaje en manos de Dios. Pues bien, los cristianos afirmamos que Dios le ha
respondido como sostiene la confesión de fe primera de la iglesia: Creemos en aquel que ha
resucitado a Jesús de entre los muertos (Rom 4, 24). Los judíos confiaban sólo en el Dios
que resucitar a varones y mujeres al final de nuestra historia, como ha dicho con toda precisión Marta en
Jn 11, 24, confesando su credo israelita. Pero nosotros, los cristianos, confesamos y alabamos al dios que
ha resucitado ya a Jesús de entre los muertos, manifestando de esa forma su misterio más profundo y
realizando el plan de salvación definitivo: creemos en aquello que Jesús dijo a Marta: ¡Yo soy la
resurrección y la vida...! (Jn 11,25).
Esta afirmación de fe constituye la verdadera epifanía, la manifestación suprema y plena de Dios sobre la
tierra. Frente al Diablo que es poder de muerte, el Dios de Cristo se ha venido a desvelar como poder de
vida: Dios le ha liberado del sepulcro y le ha resucitado, haciéndole principio universal de salvación para
los hombres, de tal forma que de ahora en adelante afirmamos: ¡Cristo es la resurrección y la vida...!.
Decir lo indecible: Mt 28, 1-3
La resurrección pertenece al misterio de Dios y por eso nunca puede encerrarse o definirse con palabras
de los hombres. Todo lo que vamos señalando aquí resulta sólo aproximado. Sin embargo, a modo de
esbozo, tendremos que indicar algnos de sus rasgos.
En la madrugada posterior al sábado...
vinieron María Magdalena y la otra María a mirar el sepulcro.
Y he aquí que sucedió un gran terremoto:
el Ángel del Señor, bajando del cielo y adelantándose,
descorrió la piedra (del sepulcro de Jesús)
y se sentó encima de ella;
era su rostro como relámpago,
sus vestidos blancos como la nieve (28, 1-3).
Así se atreve Mt a narrar lo inenarrable, empleando para ello palabras e imágenes que vienen de la más
entrañable tradición israelita. Esta es una verdadera teofanía o manifestación de Dios; esta es la
cristofanía o triunfo final del enviado de Dios (cf Ez 37; Dan 7; 1 Hen 14).
Pero hay en el texto una intensa novedad, algo que nunca se había podido proclamar hasta entonces: el
acontecimiento definitivo ya se ha realizado. El Ángel de Dios ha descorrido la piedra de la tumba que los
hombres habían extendido sobre el Cristo. La vida de Dios ha vencido al pozo de la muerte. Estos son
algunos rasgos de su victoria:
- La resurrección de Jesús pertenece al misterio de Dios, como supone Rom 4, 14. El
mismo Pablo afirma en otro pasaje que Jesús ha sido constituido Hijo de Dios, en poder, por la
resurrección de entre los muertos (Rom 1, 3-4). La pascua lleva de esa forma hasta la entraña del
misterio: al lugar donde Dios Padre acoge y plenifica a su Hijo Jesucristo, haciéndole Señor de todo lo
que existe.
- La resurrección desborda los poderes y posibilidades de este mundo. Por eso no se
puede definir ni demostrar en términos de ciencia. Lógicamente, los evangelios callan a nivel de física del
mundo: no dicen nada sobre el hecho y modo de la pascua, sobre el gran misterio de la resurrección de
Jesús; hablan tan sólo de sus manifestaciones y consecuencias. Sólo este pasaje se ha atrevido a
introducirnos de algún modo en el espacio del silencio, diciéndonos lo indecible, aquello que sobrepasa
nuestra mente.
- La pascua de Jesús se expande de un modo universal, como ha indicado de forma velada
y hermosa Mt 27, 51-53: a la muerte de Jesús se han rasgado los sepulcros donde estaba enterrada la
historia de los hombres. Cristo no se encuentra solo; no ha muerto separado de los hombres sino en medio
de todos, como representante de la humanidad entera; tampoco ha resucitado solo, pues su pascua ha sido
y sigue siendo principio de vida para todos los que acogen su llamada.
Esta ha sido la primera estación del Via-crucis de la pascua, la más honda y más sencilla, al
mismo tiempo. Allí donde la muerte habría ya vencido, diciendo su última palabra (ha derrotado al mismo
Jesús), viene a elevarse la palabra más fuerte de la vida de Dios que le resucita. Por eso, en el centro y
principio de todas las estaciones pascuales está la fe en el Dios que resucita a los muertos.
Creer en Dios y confiarse en sus manos en el trance de la muerte, ese es en el fondo el sentido de la
pascua. Sabemos por todo lo anterior (por la historia pasada de Jesús) y por todo lo que sigue que ese
gesto de confianza está lleno de sentido.
Somos resurrección
Resurrección significa recrear la historia de Jesús, sabiendo que el Diablo de la muerte no ha podido
encerrarle en un sepulcro. Resurrección significa futuro para Cristo y para todos los humanos, como irá
mostrando lo que sigue. Así lo ha querido decir Mt 28, 1-3, utilizando para ello palabras y signos de la
tradición antigua, que resultan conocidas dentro del ambiente apocalíptico, en esta primera estación de la
pascua de Jesús: Dios mismo desciende como ángel de luz y de gloria para descorrer la losa del sepulcro.
El Angel de Dios que descorre la piedra y se sienta encima de ella, en gesto de triunfo, no es otro que el
mismo Dios activo, creador y resucitador. Sobre el frío y muerte de la losa en que Jesús yacía ha venido
a desvelarse el misterio más alto del Dios que da la vida.
Id a Galilea, allí lo veréis
Editado por
José Antonio Pagola
El relato evangélico que se lee en la noche pascual es de una importancia excepcional. No solo
se anuncia la gran noticia de que el crucificado ha sido resucitado por Dios. Se nos indica, además,
el camino que hemos de recorrer para verlo y encontrarnos con él. Marcos habla de tres mujeres
admirables que no pueden olvidar a Jesús. Son María de Magdala, María la de Santiago y Salomé. En sus
corazones se ha despertado un proyecto absurdo que solo puede nacer de su amor apasionado: «comprar
aromas para ir al sepulcro a embalsamar su cadáver».
Lo sorprendente es que, al llegar al sepulcro, observan que está abierto. Cuando se acercan más, ven a
un «joven vestido de blanco» que las tranquiliza de su sobresalto y les anuncia algo que jamás hubieran
sospechado.
«¿Buscáis a Jesús de Nazaret, el crucificado?». Es un error buscarlo en el mundo de los
muertos. «No está aquí». Jesús no es un difunto más. No es el momento de llorarlo y rendirle
homenajes. «Ha resucitado». Está vivo para siempre. Nunca podrá ser encontrado en el mundo de lo
muerto, lo extinguido, lo acabado.
Pero, si no está en el sepulcro, ¿dónde se le puede ver?, ¿dónde nos podemos encontrar con él? El joven
les recuerda a las mujeres algo que ya les había dicho Jesús: «Él va delante de vosotros a Galilea. Allí lo
veréis». Para «ver» al resucitado hay que volver a Galilea. ¿Por qué? ¿Para qué?
Al resucitado no se le puede «ver» sin hacer su propio recorrido. Para experimentarlo lleno de
vida en medio de nosotros, hay que volver al punto de partida y hacer la experiencia de
lo que ha sido esa vida que ha llevado a Jesús a la crucifixión y resurrección. Si no es así, la
«Resurrección» será para nosotros una doctrina sublime, un dogma sagrado, pero no experimentaremos a
Jesús vivo en nosotros.
Galilea ha sido el escenario principal de su actuación. Allí le han visto sus discípulos curar, perdonar,
liberar, acoger, despertar en todos una esperanza nueva. Ahora sus seguidores hemos de hacer lo mismo.
No estamos solos. El resucitado va delante de nosotros. Lo iremos viendo si caminamos tras
sus pasos. Lo más decisivo para experimentar al «resucitado» no es el estudio de la teología ni la
celebración litúrgica sino el seguimiento fiel a Jesús.
José Antonio Pasgola
Domingo de Resurrección - B
(Marcos 16,1-7)
05 de abril 2015
ASAMBLEA DIOCESANA
¿Qué es? ¿Qué Pretende? ¿A quién
va dirigida?
Sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo.
La Iglesia 'en salida' es una Iglesia con las puertas abiertas.
Si la Iglesia entera sume este dinamismo misionero, debe llegar a todos, sin
excepciones (Evangelii Gaudium del Papa Francisco)
1. ¿Qué es la Asamblea Diocesana?
- Un tiempo en la vida de la Iglesia en Salamanca orientado a renovar nuestro
seguimiento a Jesús, nuestra misión apostólica y nuestras estructuras.
- Un tiempo para estudiar, entre todos, nuevas y mejores formas de ayudar y
servir a los hombres y mujeres de Salamanca, y para aprender todos juntos a dar
razón de nuestra fe, de nuestra esperanza y de nuestra alegría.
- Un tiempo para pensar cómo dar nuevas respuestas a los nuevos desafíos de la
vida actual, tratando de aportar soluciones más humanas y evangélicas.
2. ¿Qué pretende la Asamblea Diocesana?
El objetivo de la Asamblea Diocesana es la renovación de la Iglesia en
Salamanca:
- Renovación espiritual: ganar en cercanía y amistad personal con Jesús a través
de la oración y los sacramentos.
- Renovación pastoral: buscar juntos nuevas formas para la comunicación de la
Fe, basadas en el compromiso personal, la amabilidad y la caridad.
- Renovación de personas, comunidades y estructuras: buscar una estructura
eclesial más misionera, más hacia fuera y más cercana a los problemas reales de
la sociedad actual.
3. ¿Cúando se va a desarrollar la Asamblea?
El tiempo de Asamblea Diocesana discurre desde septiembre de 2014 hasta
junio de 2016.
Tendrá tres etapas:
1. Preparación: octubre 2014-enero 2015.
Tiempo de explicar, animar, incluir a todos, llamar.Terminará con una gran
celebración diocesana.
2. Reflexión: febrero 2015-marzo 2016.
Tiempo de estudiar y análizar la realidad de nuestra diócesis y nuestra sociedad;
tiempo de creación de grupos de trabajo, tiempo de propuestas, de encuentros.
Ante nuevos retos, nuevas respuestas: ¿Cómo renovar espiritual, pastoral y
estructuralmente nuestra Diócesis?. Será un tiempo de buscar juntos y elaborar
entre todos las propuestas para los tres apartados de renovación ya señalados.
3. Asamblea final: abril-junio 2016.
Tiempo de elaborar las conclusiones y propuestas finales para la renovación
espiritual, pastoral y estructural, para que sean entregadas al Sr. Obispo y éste
las promulgue si lo cree oportuno y se apliquen en nuestra Diócesis en los
próximos años.
4.- ¿Quién puede participar en la Asamblea Diocesana?
Todos, porque el desafío de la renovación es competencia de todos:
1. Todos: La Iglesia que vive, anuncia, celebra y sirve la caridad en sus
comunidades e instituciones eclesiales, en la ciudad y en el mundo rural..., sus
laicos, sacerdotes y religiosos; sus movimientos, cofradías, comunidades.
2.- Todos: las personas bautizadas que quizás se sienten más alejadas, que
incluso no tienen una pertenencia cordial a la iglesia y ya no experimentan el
consuelo de la fe. Incluso también a aquellos que no conocen a Jesucristo pero
buscan a Dios, movidos por la nostalgia de su rostro,.
3. Todos: los miembros de una sociedad que peregrina en una ciudad culta, en
un mundo rural sencillo y trabajador.una sociedad salmantina articulada en unos
moldes culturales, sociales, políticos y económicos concretos, que pasa por una
encrucijada importante y tiene heridas de pobreza, exclusión en algunos de sus
miembros, pero siempre con la esperanza sembrada en el corazón de sus
hombres y mujeres que llevan caminando siglos.
5.- ¿Cómo puedo participar en la Asamblea Diocesana?
En cada fase de la Asamblea nos irán indicando la forma de dar cauce a la
participación de cada uno, porque el papel de todos es muy importante.
Ahora, en la primera fase de preparación:
. Puedes leer la información sobre la Asamblea que está a tu disposición en las
iglesias y despachos parroquiales.
. Puedes participar en la presentación más detallada que se hará de la Asamblea
en tu parroquia, movimiento, cofradía, comunidad,. el día y lugar que se indique
. Puedes seguir la información de la Asamblea en (citar la web, facebook,
twitter,.) y en la revista Comunidad
. Puedes comentar con tus amigos y conocidos lo que vayas conociendo e
informándote acerca de la Asamblea
. Puedes tener muy presente este tiempo de Asamblea en tu oración
. Puedes hacer todo lo que se te ocurra que pueda ayudar a este importante
tiempo de Asamblea que ahora se inicia
Todos estamos invitados porque el desafío de la renovación nos convoca..
Únete, es el momento,
es tu momento
Mons. Carlos López publica una
Carta Pastoral con motivo del inicio
de la segunda fase de la Asamblea
Diocesana
"Estamos en un momento crucial de nuestra Iglesia diocesana, no debemos
ceder ninguna baza al desaliento ni a la pasividad"
Bajo el título de "Asamblea de renovación misionera de la Diócesis de
Salamanca", el Obispo, Monseñor Carlos López, acaba de publicar una Carta
Pastoral con motivo de la inauguración, mañana 21 de febrero en la Iglesia de la
Purísima, de la segunda fase de la Asamblea Diocesana. Con esta Carta Pastoral,
que se distribuirá a todos los fieles de Salamanca, Mons. López realiza la
Convocatoria oficial de la Asamblea Diocesana que fue anunciada en la Catedral
Nueva en la homilía de la Solemnidad de la Virgen de la Vega, el día 8 de
septiembre de 2014.
"Soy consciente -comenta el Obispo en su Carta Pastoral-, de que mi
convocatoria a la Asamblea Diocesana alcanzará su necesario fruto si cada uno
de los fieles y comunidades os preguntáis: ¿Qué podemos hacer unos y otros,
para animar a la participación y elevar el ánimo de nuestras gentes? Y si
respondéis a la pregunta con ánimo confiado, con gozosa esperanza, con
voluntad de respuesta al Señor en el amor; pues es el mismo Señor quien os ha
convocado a través del Obispo (.) Así debemos ir contagiándonos unos a otros la
alegría de participar en esta Asamblea. Estamos en un momento crucial de
nuestra Iglesia diocesana y de la Iglesia en España; y no debemos ceder ninguna
baza al desaliento ni a la pasividad".
o CARTA_PASTORAL_OBISPO_ASAMBLEA.pdf
o Inscripcion_Grupos_Asamblea.pdf
o Díptico_Calendario.pdf
Comienza la fase de discernimiento de
la Asamblea diocesana
El próximo sábado 21 de febrero comienza la segunda fase de la Asamblea
diocesana con una celebración de apertura a las 19.30 horas en la iglesia de la
Purísima. Con la invitación "Únete, es tu momento", comienza una campaña de
difusión y distribución de materiales sobre esta segunda fase de discernimiento
de la Asamblea, que se prolongará hasta el mes de mayo de 2016.
La Iglesia diocesana quiere saber qué piensas y opinas, lo que sugieres y
propones por eso invita a todos los creyentes a formar parte de los grupos de
Asamblea. Para participar en ellos es necesario inscribirse previamente
completando un formulario que estará disponible la semana que viene en las
parroquias, movimientos y asociaciones, y que ya puedes descargar en esta web.
o Inscripcion_Grupos_Asamblea.pdf
o Díptico_asamblea.pdf
o Cuadernillo_Grupos_de_asamblea_.pdf
o Díptico_Calendario.pdf
¿Qué es la Cruz de la Asamblea?
Durante el tiempo que dure la Asamblea Diocesana, más de un año en que la
Iglesia de Salamanca se propone una renovación volviendo la mirada a Jesús.
Una de las formas de contemplar la verdad, la bondad y la belleza del Señor será
dirigiendo los ojos a la Cruz, que se hace peregrina por todos los rincones de la
Diócesis. "En la Cruz está la vida y el consuelo", afirma nuestra Teresa de Jesús.
Vida y consuelo quiere llevar esta Cruz a todas las comunidades que la acojan:
parroquias, arciprestazgos, colegios, residencias, cofradías, centros asistenciales,
monasterios, etc.
¡Qué hermoso sería que la Cruz de la Asamblea llegase a todos los pueblos de
nuestro territorio diocesano! Que se hiciera presente en fiestas, procesiones,
vigilias, romerías. Todos estamos invitados a rezar con ella, a acercarnos a Jesús
que desde la Cruz nos abraza, a recibir la vida que de ella brota y a obtener el
consuelo que nos ofrece.
El autor de las pinturas de la Cruz, Jesús López Martín, ha representado en el
centro la persona que motiva esta Asamblea: Cristo, que bajo la advocación de
las Batallas expresa la restauración y permanencia de la Diócesis en la historia
de Salamanca. Junto al Señor, Santa María de la Vega, "estrella de la
Evangelización", que nos remite a la Catedral, Iglesia-Madre. Contemplan la
iconografía los santos patronos de la Diócesis, que se nos muestran como
ejemplo del seguimiento fiel de Jesús, asentado en la Palabra de Dios y en la
Eucaristía (Juan de Sahagún), cultivando la amistad con Él por la oración y
abiertos siempre a la conversión y la reforma (Teresa de Jesús).
Tomás González Blázquez.
ITINERARIO DE LA CRUZ INSPIRADORA
La Cruz peregrina de la Asamblea diocesana será presentada el sábado 21 de
febrero en La Purísima durante la celebración de apertura de la segunda fase,
iniciará así su recorrido por la diócesis. El viernes 6 de marzo permanecerá en la
parroquia de San Pablo, coincidiendo con el besapiés a Jesús Rescatado que
cada año congrega a multitud de fieles salmantinos.
Para solicitar formalmente la presencia de la Cruz en nuestras comunidades
contactar para concretar fecha enviando un e-mail a: [email protected]
o Díptico_Cruz_Asamblea.pdf
Concurso de diseño de Logotipo para la
Delegación Diocesana de Pastoral Juvenil de
Salamanca
La Delegación diocesana de Pastoral Juvenil ha convocado un concurso para diseñar el logotigo de la
organización, que la ‘identifique de un modo fácil, integrador, inequívoco y actual’. El plazo de
presentación de trabajos se inició el 15 de marzo y finaliza el 15 de abril de 2015. Consulta las bases en
su web:
www.pjsalamanca.com/bases-concurso-logotipo.pdf
Rumanía, Fátima, Tierra Santa, Jordania,
Lourdes, Uzbekistán y Ars, destino de las
peregrinaciones diocesanas para 2015
El Secretariado diocesano de Peregrinaciones acaba de dar a conocer los lugares y las
fechas de las peregrinaciones que se organizan desde la Diócesis de Salamanca durante
este año 2015. El plazo de inscripción está abierto para todas ellas en la Oficina de
Halcón Viajes del Pso. Canalejas, 14. Teléfono: 923 265 613.
1) Peregrinación a Rumanía. Del 6 al 13 de abril. Un viaje de 8 días que permitirá
visitar los principales monasterios de la región de Bucovina: Sucevita, Moldovita,
Voronet,... Conjuntos monásticos, recogidos en valles de paisajes bucólicos que
albergan iglesias decoradas con magníficos frescos de temática bíblica. Importe: 1.304
?/persona.
2) Peregrinación al Santuario Mariano de Fátima. Del 12 al 14 de mayo. Precio
aprox. por persona: 200 ?.
3) Peregrinación a Tierra Santa. Del 18 al 26 de mayo. Éste puede ser el viaje de tu
vida. Una peregrinación al país de Jesús, donde están nuestras raíces cristianas y
vivencias religiosas. Su importe: 1.549 ?/persona.
4) Peregrinación sacerdotal a Lyon, Ars Sur Formans, Cluny, Taizé y Paray Le
Monial. Del 15 al 19 de junio. Precio aproximado por persona: 700 ?.
5) Peregrinación al Santuario Mariano de Lourdes. Del 2 al 6 de Julio. Precio por
persona: 290 ?.
6) Peregrinación a Uzbekistán. Del 2 al 10 de agosto. Descubre la belleza de la Ruta
de Samarkanda. Precio: 2.370 ?/persona.
7) Peregrinación a Tierra Santa y Jordania. Del 7 al 16 de septiembre. Precio aprox.
1.690 ?. Organiza: parroquia de Alba de Tormes.
Nuevo calendario de misas para las
parroquias de la capital
Ajustado a los cambios organizativos que se han llevado a cabo en los arciprestazgos y parroquias
Misa en la Catedral de Salamanca
La Diócesis de Salamanca ha elaborado el nuevo calendario de misas 2014/15 en las
parroquias de la ciudad que será el que regirá a partir de ahora. Un calendario que ha
sido necesario ajustar a los cambios organizativos que se han llevado a cabo
recientemente en los arciprestazgos y las parroquias.
En el archivo adjunto pueden encontrar el nuevo calendario de misas y horarios para
este nuevo curso.
HORARIO DE MISAS 2014-2015.docx [125,29 Kb]
AGENDA DIOCESANA
11 Abril: RUTA TERESIANA: ‘De la cuna a la tumba’. Organiza la parroquia de San Marcos
se celebrará la cuarta etapa de esta peregrinación teresiana: Duruelo-Tordillos. Salida a las 8.00
de la mañana desde San Marcos. Tfno.: 923 216 881.
17-19 Abril: ENCUENTRO PASCUAL DE ORACIÓN. Organizado por la parroquia de San
Marcos. Información: 923212681.
18 Abril: RETIRO PARA LAICOS. Quintas moradas. De 11.00 a 18.00 h. en la Casa de la
Iglesia.
26 Abril: PEREGRINACIÓN A ALBA DE TORMES. Organizada por FRATER Salamanca,
con visita a la exposición de las Edades. Tfno.: 923 261 429.
ADORACIÓN EUCARÍSTICA PERPETUA: : En la capilla de Adoración Eucarística
Perpetua, abierta desde el pasado 27 de abril en la iglesia del Monasterio del Corpus Christi
(Ronda del Corpus), es posible acercarse al sacramento de la Penitencia cada día de 6:30 a 8:00
horas; los lunes de 22:00 a 00:00, los miércoles de 10:30 a 12:00 y los viernes de 20:00 a 22:00
h.
CONFESIONES EN LA PARROQUIA DE EL CARMEN: (Pza. de los Bandos). Martes,
Miércoles y Viernes por las mañanas 11:00 h. a 13:00 h. y por las tardes de 18:30 h. a 19:30 h.
GRUPO JOVEN DE RENOVACIÓN CARISMÁTICA: se reúne en oración todos miércoles,
a las 19:30 horas en la capilla de la Universidad Pontificia.
RENOVACIÓN CARISMÁTICA CATÓLICA: Renovación Carismática Católica invita a
participar en la eucaristía y la Adoración que tendrá lugar el último sábado de cada mes, de
18.00 a 20.00 horas en la capilla de las monjas Franciscanas de la Plaza de San Benito de
Salamanca.
El comedor de un Colegio de Benín llevará el
nombre de Maite Romero, la que fuera
presidenta de Manos Unidas Salamanca
El comedor de un Colegio de Benín llevará el nombre de Maite Romero, la que fuera presidenta de
Manos Unidas Salamanca desde 2004 hasta el mes de noviembre de 2010, en que falleció. El Colegio es
gestionado por la Fondation Vie Pour Tous y se necesitan 36.000 € para el proyecto del Comedor.
Antonio Romo Pedraz, Premio Castilla y León de
Valores Humanos 2014
Salamanca RTV al día.- Antonio Romo Pedraz ha obtenido el Premio Castilla y León de Valores
Humanos, en su edición correspondiente a 2014. El jurado ha acordado por mayoría, concederle este
galardón por representar desde su parroquia de Puente Ladrillo los valores de la solidaridad, la
integración socio-laboral y haber dedicado su vida a los más desfavorecidos, logrando dar respuesta a
aquellos problemas que han ido surgiendo paralelamente a la evolución de la sociedad contemporánea.
El jurado del Premio Castilla y León de Valores Humanos ha estado compuesto por Juan José Benito,
secretario de la Fundación Hombre Nuevos; María Purificación Ruiz, embajadora de Investigación
contra el Cáncer de Castilla y León; Rufo Sanz, presidente del Banco de alimentos de Segovia; Nicolás
Patino, presidente de la Hermandad de Donantes de Sangre de Valladolid, Ignacio Fernández, director
de Onda Cero Castilla y León; Óscar Gálvez, director editorial Promecal de Castilla y León y Carlos
Travesí como secretario del jurado.
Los galardonados hasta el momento con el Premio Castilla y León de Valores Humanos son: Monseñor
Nicolás Castellanos, en 2001; CERMI Castilla y León, en 2002; Hermanos Franciscanos de la Cruz
Blanca, en 2003; Hermandades de Donantes de Sangre de Castilla y León, en 2004; Catalina Montes
Mozo, en 2005; Purificación Santamarta Bravo, en 2006; Rafael del Río Sendino, en 2007; Presentación
López Vivar, en 2008; Grupo de Rescate y Salvamento de Castilla y León, en 2009; José María Martín
Patino, en 2010; Asociación Española Contra el Cáncer en Castilla y León, en 2011, y Cáritas Regional
de Castilla y León, Cruz Roja Española en Castilla y León, Federación de Bancos de Alimentos de
Castilla y León, en 2012; Francisco Laína y Fernando Macarro, en 2013.
EDADES DEL HOMBRE 2015
Venancio Blanco presenta por primera
vez en una exposición su obra ‘Cristo
Vuelve al Padre’
ALBA DE TORMES | La exposición está compuesta por 15 obras pertenecientes a la ‘Fundación Mapfre,
Museo Religioso Venancio Blanco’
Venancio Blanco y las autoridades junto a la obra 'Cristo vuelve al Padre'
SalamancaRTV al Día
Dentro del programa cultural que afronta el presente año la ciudad de Alba de Tormes con motivo de la
conmemoración del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa, la Fundación Las Edades del Hombre,
junto a la magna exposición que organiza titulada 'Teresa de Jesús, maestra de oración' presenta en la
iglesia de San Juan de Alba de Tormes una extraordinaria muestra de arte religioso, donde se conjugan
obras medievales y renacentistas con obras del artista contemporáneo Venancio Blanco.
Esta exposición quiere ser una clara manifestación de ese profundo diálogo entre fe y cultura que viene
siendo el eje esencial del proyecto 'Las Edades del Hombre', surgido de la Iglesía en Castilla y León a
finales de los años ochenta. Y para ello, qué mejor lugar como continente, que un templo como la Iglesía
de San Juan, que ya de por sí posee un gran valor histórico artístico, para acoger estas piezas ejecutadas
en piedra madera y bronce, que responden a una búsqueda incansable de la belleza a través del arte.
‘Escultura religiosa. Venancio Blanco’
La trayectoria de Venancio Blanco no se entiende sin su producción religiosa, y sus creaciones nacen de
una búsqueda de formas nuevas, de la ruptura con muchas de las obras seriadas que venían realizándose
durante la primera mitad del siglo XX.
La muestra de arte religioso, que sirve de complemento a la nueva edición de Las Edades del Hombre,
que se celebra en Ávila y Alba de Tormes con motivo del V centenario del nacimiento de Santa Teresa de
Jesús, está compuesta por obras pertenecientes a la ‘Fundación Mapfre. Museo Religioso Venancio
Blanco’.Obras que fueron realizadas para la capilla del palacete del Monte del Pilar en El Plantío, en
Madrid, y en ellas se resume la iconografía de la vida de Jesús. La mayoría de las piezas son las que el
visitante podrá contemplar perfectamente integradas en un edificio medieval que cuenta entre su
patrimonio con algunas obras artísticas excepcionales.
Las obras están realizadas en bronce fundido a la cera perdida. Inicia el recorrido de la exposición la
‘Anunciación’ y le siguen la ‘Virgen con el Niño’, la ‘Piedad’, la ‘Sagrada Cena’, una custodia
monumental y ‘El Calvario’. El artista incluye también dos ángeles y mártires y santos como ‘San
Sebastián’, ‘San Francisco de Asís’ y ‘San Juan de la Cruz’.
También está presente la música, en este caso a través de la pieza de carácter abstracto ‘Música barroca’
surgida a través de las sensaciones que al artista proporcionaba la ‘Misa en si menor’, de Johann
Sebastian Bach.
La figura de Santa Teresa recibe a los visitantes de la iglesia de San Juan
HORARIOS
- Martes a viernes: 10 a 14 horas y de 16 a 20 horas.
- Sábados, domingos y festivos: de 10 a 20 horas
ENTRADAS
- 2 euros si únicamente se visita esta exposición
- Acceso gratuito mostrando la entrada de la exposición 'Teresa de Jesús, maestra de oración'.
Inauguración de la exposición: "Vuestra soy...
Artistas salmantinos con Teresa" en la Parroquia
de Calvarrasa de Arriba
Este domingo 12 de abril, a las 19.00 horas, se inaugura en la iglesia parroquial de Calvarrasa de Arriba la
exposición: "Vuestra soy... Artistas salmantinos con Teresa". La muestra destaca el aspecto más humano
de Teresa como mujer transgresora de su época. Los visitantes podrán contemplar obras de Agustín
Casillas, Venancio Blanco, Fernando Mayoral, Maximino Cerezo Barredo y Luis de Horna, entre otros.
La exposición puede visitarse hasta el mes de noviembre, los domingos de 18.00 a 21.00 horas. Visitas
guiadas para grupos entre semana: tfno.: 923 373 422.
II Semana Pastoral de la Familia Cristiana
La Delegación diocesana de Familia y Vida organiza la II Semana Pastoral de la Familia que se
celebrará del 26 al 30 de abril, en el Auditorio Calatrava, con el lema: ‘El desafío pastoral de los
cursillos prematrimoniales’. Una semana de reflexión pastoral sobre el amor conyugal, su
acompañamiento, celebración y misión.
Cada 4 minutos se rompe un matrimonio en España, 350 al día. Son cifras escalofriantes que reflejan el
drama la fractura social que se está produciendo en nuestro país. Ante estos datos “hoy más que nunca es
necesario estar bien preparado para el matrimonio”, afirma con rotundidad Juan José Calles, delegado
diocesano de Familia y Vida. “Tenemos que ofrecer a los jóvenes una preparación seria, firme y madura
para que sepan que la vocación al matrimonio es una misión importante para la Iglesia y para la misma
sociedad. Si tenemos buenos matrimonios, tendremos buenas familias y la sociedad lo notará y se
beneficiará”, asevera.
En este contexto y enmarcado dentro de la Asamblea diocesana se inserta la 2ª Semana de la Familia,
que se va a celebrar del 26 al 30 de abril, con la que se pretende “ofrecer y ayudar a los jóvenes
cristianos que están descubriendo su vocación al amor y a la vida familiar un tiempo de reflexión y de
búsqueda para prepararse bien en este momento trascendental en sus vidas”, señala Juanjo.
La Semana abordará monográficamente el tema de los cursillos prematrimoniales desde cuatro miradas:
antropológica, teológica, pastoral y sacramental. Además de las conferencias y de las mesas redondas,
habrá un cineforum y una celebración en la que se bendecirá a las parejas de novios que van a contraer el
sacramento del matrimonio a lo largo de este año.
Las actividades darán comienzo el domingo 26 de abril con la presentación de esta nueva edición y un
cineforum en el que se proyectará la película: ‘Un paseo para recordar’.
Al día siguiente, el prof. José Mª Pardo impartirá una conferencia sobre ‘La vivencia del noviazgo entre
los jóvenes, hoy’, y le seguirá una mesa redonda sobre la ‘Preparación al matrimonio en nuestra diócesis’
en la que intervendrán miembros de los Equipos de novios.
El martes 28 de abril tomará la palabra el delegado de P. Familiar de la Diócesis de Pamplona-Tudela, D.
Santiago Arellano, quien ofrecerá una charla sobre ‘La Pastoral del amor, la sexualidad y el
compromiso’. A su término y tras el descanso habrá una mesa redonda con testimonios de parejas de
novios.
El miércoles se abordará ‘La preparación del Matrimonio en el contexto de la Nueva Evangelización’, en
una ponencia que pronunciará el obispo de Osma-Soria, Mons. Gerardo Melgar Viciosa; y nuestro
delegado diocesano de familia y Vida, Juanjo Calles ofrecerá una comunicación sobre ‘La preparación al
matrimonio en la Relatio Synodi (2014)’. Las actividades concluirán el 30 de abril con la conferencia:
‘Mistagogia de la celebración del Sacramento del Matrimonio’, que será pronunciada por el deán de la
Catedral de Salamanca D. Jesús Terradillos y la celebración de la Bendición de los Novios que tendrá
lugar a las 20.00 horas en la capilla Mayor de la Casa de la Iglesia.
Matía Prieto, nuevo canónigo de la Catedral de
Salamanca
El obispo de Salamanca, Mons. Carlos López, ha nombrado al sacerdote diocesano D. Matías Prieto
Espinosa Canónigo de la Santa Iglesia Basílica Catedral de Salamanca. En la actualidad Matías es
párroco de Nuestra Señora de Lourdes (Salamanca) y Consiliario diocesano de la Juventud Estudiante
Católica (JEC). La toma de posesión de su canonjía tendrá lugar el 12 de abril, domingo de la Divina
Misericordia, a las 12:00 del mediodía, en la Catedral Nueva tras la Misa capitular.
PERFIL BIOGRÁFICO DE MATÍAS PRIETO
Nacido en Salamanca el 30 de junio de 1948, D. Matías Prieto Espinosa estudió Filosofía, Pedagogía,
Música y Magisterio en el Estudiantado Salesiano de Guadalajara, donde obtuvo el título de Maestro de la
Iglesia, que convalidó en la Escuela de Magisterio "Pablo Montesinos" de Madrid. (1967-70). Fue
profesor de Ciencias y Música en el Seminario Salesiano de Arévalo, donde dirigió coros y ejerció como
organista hasta 1972. En el año 1975 obtuvo el título de Bachiller en Teología (Licenciado en Ciencias
Eclesiásticas) por la “Universidad Pontificia Salesiana” y en Salamanca estudió música en el
Conservatorio de la ciudad y dirigió el coro y la orquesta del Teologado Salesiano, además de ejercer
como organista.
Fue ordenado sacerdote salesiano el 30 de marzo de 1975, pasando entonces a ejercer también como
profesor de música, organista y director de coros en el Colegio Salesiano "San Juan Bautista" de Madrid.
(1975-77). En el año 1979 se licenció en Teología, especialidad catequética, por la Universidad de
Comillas de Madrid y fue profesor de música, de lengua y encargado de Pastoral en el colegio de los
Hermanos Corazonistas de Madrid.
En el año 1979 se incardinó como sacerdote diocesano de Salamanca, donde ha sido párroco de varios
pueblos de la zona de Alba de Tormes y profesor de Religión del IES " Lucía de Medrano". Fue también
párroco y arcipreste de Guijuelo donde ejerció como profesor de religión en el IES “Vía de la Plata”. En
el año 1988 fue nombrado por el Obispo D. Mauro, Formador del Seminario Mayor de la diócesis y
posteriormente ha ejercido como Profesor del IES "Calisto y Melibea" durante 23 años hasta la jubilación
en el año 2013. Después de haber sido profesor de Cristología en el noviciado de los Hermanos Maristas,
fue nombrado Delegado diocesano de Pastoral Juvenil en el año 1992 y Secretario General de la Casa de
la Iglesia en 1996. Tras ejercer varios años como párroco en el arciprestazgo de Vitigudino, en el año
2005 fue nombrado Vicario parroquial de la parroquia de Ntra. Sra. de Fátima y desde octubre de 2014 es
párroco de la de Ntra. Sra. de Lourdes de Salamanca. Recientemente ha sido nombrado también
consiliario diocesano de la Juventud Estudiante Católica (JEC).
Vía Lucis desde Beleña hasta
Fuenterroble
El próximo sábado 11 de abril, se va a celebrar el tradicional Vía Lucis desde Beleña hasta Fuenterroble,
que este año se cumplirá la XIX Peregrinación Misionera de Pascua, que recorrerá los caminos rurales
interiores y Vía de la Plata. El coste de participación del Vía Lucis será de 5€ y a cada participante se hará
entrega de un pañuelo Vía Lucis 2015, ticket para la comida, díptico estaciones Vía Lucis, credencial...
Horarios:
09:00 h: Recepción de Peregrinos en Beleña. Desayuno de chocolate con churros junto a la Parroquia de
Beleña.
10:00 h: Eucaristía en la Iglesia Parroquial de Beleña. Nombramientos de Cofrades y Mayordomos de
Honor. A continuación se inicia la marcha.
12:00h: 1ª estación: Lugar Sanchituerto: Encuentro del Resucitado con María Magdalena. “Silencio
contemplativo y Cántico Espiritual”. Comida popular para todos los asistentes.
14:00h: 2ª estación: Lugar Sayaguente: Encuentro con María su Madre. “Oración del Regina Caeli”. Se
Reza el “Ángelus”. Ágape popular
15:00h: 3ª estación: Lugar Pedrosillo de los Aires: Encuentro con Santo Tomás. “Perdona nuestras dudas
y ofensas” Se Reza el Padrenuestro, y se entonan canciones por el Coro de Mayores de la localidad. Café.
18:00 h: 4ª estación: Lugar Fuensanta: Encuentro con San Pedro. “Ante las tres negaciones las tres
afirmaciones”. Renovación de las Promesas del Bautismo. Se entrega a los peregrinos el Agua Bendita.
La localidad de Frades agasaja a todos los asistentes con dulces de la zona (merienda).
20:00 h: 5ª estación: Lugar Cruce de Palacios – Casafranca: Encuentro con Santiago Apóstol en el
Camino de Santiago Vía de la Plata. “El Possumus” Aquí tendrá lugar la entrega de Credenciales, Canto
“Peregrino, a donde vas”.
21:00 h: 6ª estación: Lugar Fuenterroble de Salvatierra: Encuentro con San Juan. “¡Quién es ese! – Es el
Señor y ha Resucitado “Cántico del Resucitado y llegada de las imágenes.
21:30 h: 7ª estación: Lugar Fuenterroble de Salvatierra: Encuentro con San Pablo “Ay de mí si no
evangelizare” Celebración del envío y entrega del evangelio de cada día.
22:00 h: aprox.: Lugar CED - Fuenterroble: Encuentro con Cleofás, Discípulo de Emaus. “Donde
compartimos la cena y le reconocimos al partir el pan”. Fin de la celebración. Caldo peregrino.
Esta actividad se remonta a 1996 y año tras año la ha convertido en una tradición para la Asociación y los
cientos de peregrinos que se dan cita ese día. Tratándose de una celebración arraigada no necesita de gran
publicidad para recibir cada año a más número de fieles e interesados en la celebración, sobre todo,
vecinos de los pueblos de alrededor y de Salamanca capital, así como habitantes que durante el invierno
viven en otras ciudades españolas y esos días participan de la Semana Santa en sus localidades natales,
con una gran representación de diferentes comunidades autónomas como, País Vasco, Cantabria,
Andalucía, Galicia, Comunidad Valenciana, Cataluña.
La actividad es ante todo, un ejemplo de convivencia y de celebración a través de la imagen del Cristo
Peregrino Resucitado, oraciones y cánticos, haciendo participes a las localidades a su paso.
Tallas y año de ejecución:
1996: Cristo Peregrino Resucitado
1997: Virgen del Encuentro
1998: San José Obrero
1999: María Magdalena
2000: San Pedro
2001: Santiago Apóstol
2002: San Juan
2003: Santo Tomás
2004: San Pablo
2005: Cristo Peregrino Resucitado de la Nueva Humanidad
2007: Virgen Peregrina de la Esperanza
2008: Cleofás (uno de los Discípulos de Emaus)
VIAJE SOLIDARIO POR ÁFRICA DE ALBERTO LÓPEZ
"Las madres son figuras imprescindibles
en la sociedad africana"
El colaborador de SALAMANCArtv AL DÍA y miembro del equipo de Comunicación de Misiones
Salesianas finaliza su viaje humanitario en Monrovia (GALERÍA DE FOTOS)
Alberto López reconoce y alaba el trabajo de las madres en África. Fotos: Alberto López
Alberto López, colaborador de SALAMANCA rtv AL DÍA y miembro del equipo de Comunicaciones de
Misiones Salesianas finaliza en Monrovia su viaje humanitario por el oeste de África, donde ha visitado
países como Sierra Leona y Liberia.
Explica que su último día completo en Monrovia será intenso. "Visitaré los dos colegios, repartiré
equipaciones deportivas y balones de fútbol y seguiré llenando las alforjas de mucho más que
instantáneas y recuerdos".
Alberto López quiere hacer un reconocimiento público a las madres de este continente. "Hoy las
imágenes son para las madres, figuras imprescindibles de la sociedad, y más en África, donde cuidan y
mantienen a sus hijos pero además trabajan el campo, van al pozo a por agua, cocinan y, en muchos casos
son la base de la economía familiar. De su educación, para transmitírsela a sus hijos, depende también el
futuro, más que en otras partes del mundo, de los más pequeños".
Fotos: Alberto López
Condena al atentado en la Universidad
de Garissa (Kenia)
Publicado: 07/04/15 3:15
El rector de la Universidad Pontificia de Salamanca, D. Ángel Galindo, condena el atentado del grupo
yihadista somalí Al Shabab en la Universidad de Garissa, en el este de Kenia, y denuncia el silencio de las
fuerzas mediáticas y políticas de occidente ante tal barbarie. De esta manera, la Universidad Pontificia de
Salamanca se une a la condena hecha pública por parte del Papa Francisco y por la Conferencia de
Rectores de las Universidades Españolas, manifestando el apoyo y la solidaridad con las víctimas de los
atentados.
"Hacemos un llamamiento a todas las autoridades para que redoblen sus esfuerzos y trabajen con todos
los hombres y mujeres en Kenia poniendo fin a esa violencia y acelerando el amanecer de una nueva era
de fraternidad, justicia y paz", indica el rector. Como si no fuera suficiente luchar contra la pobreza, la
desnutrición, la corrupción o los deficientes servicios, también el africano medio tiene que enfrentarse a la
violencia sectaria. En el pasado Viernes Santo de 2015, muchos de los crucificados se encontraban en este
continente. La historia dirá que el silencio de occidente es cómplice.
XLII ENCUENTRO LITERARIO. Sonia Betancort
08 Abr 2015
20:00 h
Sala de la Palabra Teatro Liceo
Entrada libre hasta completar el aforo
Encuentros organizados por la Asociación Cultural PentaDrama en los que el autor invitado comentará su
trayectoria artística, referentes y el significado de su trabajo. Sonia Betancourt, nacida en Santa Cruz de
Tenerife en 1977 y Doctora en Literatura por la Universidad de Salamanca, en la actualidad es Profesora
de Lengua y Literatura en la Universidad Camilo José Cela (Madrid). Como gestora cultural, entre 2002 y
2009 coordinó la sede de la Universidad de Salamanca en Buenos Aires y continúa organizando eventos
en este área. Formada en interpretación actoral en Buenos Aires y Madrid, desarrolla diversas actividades
en el campo de las artes escénicas. Ha publicado los poemarios Íntima Exigencia (2000), El cuerpo a su
imán (2009), Para ver la llanura (2014), Seis poemas para Mary Jane (2014) y Contramantes (o la soledad
del alfil), en colaboración con Rubén Tejerina (2014). Ha participado en varias antologías como Paisajes
del infierno (2002), Palabras de paso (2002), La mujer rota (2008), Antología del beso (2009) y Barcos
sobe el agua natal (2013), entre otras. Más información en http://acpentadrama.blogspot.com.
EL PENSADOR Y LA OBRA
Programación febrero-mayo 2015
Coordinado por María Martín Gómez
http://elpensadorylaobra.wordpress.com
· Jueves, 9 de abril. Félix Duque
FÉLIX DUQUE
Félix Duque (Madrid, 1943) es Catedrático
de Filosofía en la Universidad Autónoma de Madrid desde 1998. Sus investigaciones se orientan
inicialmente a la antropología, la filosofía de la naturaleza y la hermeneútica. En la actualidad aborda las
doctrinas del idealismo alemán, el romanticismo y el postmodernismo, así como la filosofía de la técnica
y de la cultura, el mito y la religión. Entre sus últimas obras publicadas cabe mencionar Filosofía para el
fin de los tiempos. Tecnología y apocalipsis (2000) y La Restauración. La escuela hegeliana y sus
adversarios (1999). En 2003 recibe el IX Premio Internacional de Ensayo Jovellanos por su obra Los
buenos europeos. Hacia una filosofía de la Europa contemporánea.
TEATRO
SÁBADO, 11 DE ABRIL
CAMINANDO CON ANTONIO MACHADO
De Los días azules a El sol de mi infancia
Teatro Juan del Enzina · 22.00 h
Entradas: 10 €
Dramaturgia, interpretación y dirección: JOSÉ SACRISTÁN
Selección musical e intérprete: Aurora Martínez (violonchelo)
Poco después de la muerte de don Antonio, su hermano José encontró en uno de los bolsillos del
gabán del maestro un papel en el que se leía: “Estos días azules y este sol de la infancia”. Fue lo
último que Machado escribió.
Nos hemos tomado la libertad de interpretar estas palabras como su último deseo: volver a la
Sevilla que lo vio nacer. Nota a nota, verso a verso, os proponemos este viaje de vuelta a la
infancia de no sólo uno de los mas grandes poetas, sino de uno de los mas honrados, leales,
sencillos, consecuentes, insobornables y lucidos pensadores-testigos de su tiempo. De todos los
tiempos.
José Sacristán encarna al escritor y poeta sevillano Antonio Machado a través de una lectura
dramatizada que, apoyada en el violonchelo de Aurora Martínez, expone sus poemas más
íntimos en su época de exilio. Así se rememoran sus años vividos, su último aliento, las
verdades poéticas y los escritos ingeniosos de Juan de Mairena, ese autor de ficción
con biografía propia inventado por el mismo Machado que José Sacristán retrata de forma
pausada, tensando sus gestos cuando el verso refleja al poeta sometido por el poder que limita la
libertad, y por esa guerra que dividió el país.
DONDE HAY AGRAVIOS NO HAY CELOS
Compañía Nacional de Teatro Clásico
10 Abr 2015
11 Abr 2015
Teatro Liceo
15, 20 y 25 €
Se trata de una de las mejores comedias escritas en el Siglo de Oro. La Compañía Nacional de Teatro
Clásico (CNTC), bajo la dirección de Helena Pimienta, pone en pie esta obra de Rojas Zorrilla con una
nueva versión en la que tienen cabida los celos, el amor, el honor, y el humor, además de otros géneros
como la picaresca y el costumbrismo. Donde hay agravios no hay celos nos cuenta la historia de un
aristócrata y su criado, protagonistas de esta trepidante comedia urbana, ambientada en un Madrid
decadente.
Autor: Francisco de Rojas Zorrilla.
Versión: Fernando Sansegundo.
Dirección: Helena Pimenta.
Intérpretes: David Lorente, Jesús Noguero, Óscar Zafra, Rafa Castejón, Nuria Gallardo, Clara Sanchis,
Fernando Sansegundo, Natalia Millán y Mónica Buiza
Acordeonista: Vadzim Yukhnevich
SOLIDARIDAD
El Coro 'Mvsica Antiqva' ofrecerá un
concierto a favor de las Hermanitas de
los Pobres
Será este sábado 11 de abril a las 20.45 horas en la Iglesia de San Juan de Sahagún
SalamancaRTV al Día
El próximo sábado 11 de abril el grupo vocal Música Antiqua ofrecerá un concierto benéfico a favor de
las Hermanitas de los Pobres en la céntrica Iglesia salmantina de San Juan de Sahagún.
Las Hermanitas de los Pobres son un referente en el trabajo al servicio desinteresado a favor de los
ancianos que se caracterizan por la humildad y por el espíritu familiar. Su buen hacer en la asistencia de
los ancianos por todos conocida se beneficiará en este concierto con la recogida de donativos monetarios
o alimentos como leche o aceite.
El coro interpretará una serie de madrigales y obras religiosas renacentistas de autores como Bateson,
Morley o Arcadelt entre otros, aunque también incluirá un acercamiento a autores más recientes (Ángel
Barja, David Hamilton, etc.). Musica Antiqua se caracteriza por ofrecer una polifonía elaborada y una
línea melódica suave y cuidada
“De Musica Antiqua” es un grupo amateur que ha sabido buscar un hueco en el difícil mundo de la
música vocal optando por programas en los que se intentan hacer llegar al público obras poco conocidas
de autores tan importantes como Palestrina, Tomás Luis de Victoria o Cristóbal de Morales, entre otros.
Comienza su andadura en otoño de 2005 y ofrece su primer concierto en primavera de 2006. Desde
entonces ha ofrecido diferentes recitales en Salamanca, León, Plasencia o Ávila. Se destacan los
conciertos temáticos dedicados a María Manuela de Portugal celebrados en Aldeatejada en diciembre de
2012 y octubre de 2014, la participación en el concierto celebrado en la Catedral con motivo del quinto
centenario del inicio de la construcción de la Catedral nueva de Salamanca del Villancico "Acordes Liras"
y la Misa Acordes Liras de Yanguas con el Conservatorio profesional de Música de Salamanca en 2013,
la colaboración en la exposición sobre San Francisco de Asís en Ciudad Rodrigo en 2014, o más
recientemente, en febrero de este año, la participación en el Teatro Principal en Zamora de la obra “El
Motín de la Trucha” junto a la Banda de Música de Zamora.
Concierto benéfico ofrecido por: De Mvsica Antiqua
Día: Salamanca, sábado 11 de abril de 2015
Hora: 20.45 horas
Lugar: Iglesia de San Juan de Sahagún
EL 18 DE ABRIL EN LA LIBRERÍA HYDRIA
El cantautor madrileño Kike Marcos
compartirá escenario con Fernando
Maés
En este mismo espacio, el 2 de mayo, habrá un concierto de la banda salmantina ‘El hombre tranquilo’ y
el día 9 del catalán Devanagari
Fernando Maés, cantautor
SalamancaRTV al Día
La librería Hydria acogerá una velada musical el sábado 18 de abril, a las 20.00 horas, con dos
cantautores: el salmantino Fernando Maés y el madrileño Kike Marcos. El espectáculo será
presentado por Paco Jiménez, gran difusor de la cultura musical en nuestra ciudad.
Además, en este mismo espacio, el sábado 2 de mayo, a las 19.30 horas, habrá un concierto de la banda
salmantina ‘El hombre tranquilo’. El día 9 de ese mes será el turno del catalán Devanagari y el
23 está previsto un recital de poesía erótica con Carmen García Mateos, Dekada, José Julián Arias,
Carmen Parra, Mercedes Hernández y Ana Hernández.
ESTE MIÉRCOLES, A LAS 20.00 HORAS
Nora Ortiz presentará su novela ‘Doce
años y un día’ en la Casa de las Conchas
Es doctora en Historia por la Universidad de Salamanca y autora de
numerosos artículos y libros sobre la Historia de las Mujeres en España
Natividad Ortiz Albear (seudónimo Nora Ortiz) es la autora de 'Doce años y un día'
SalamancaRTV al Día
Este miércoles, a las 20.00 horas, en la Casa de las Conchas, tendrá lugar la presentación del libro ‘Doce
años y un día’ de Nora Ortiz, quién conversará con Esther Martínez Quinteiro, profesora titular de
Historia de la USAL y Mercedes Gómez Blesa, doctora en filosofía.
La novela
En 1942 Elena acaba de llegar a España, deportada desde la Francia ocupada por los nazis. Sus tíos, única
familia que le queda, la han acogido en su casa de Ávila donde vive con el temor a ser de nuevo detenida.
Apenas transcurridos unos meses, un comisario de policía acude a su domicilio con una orden de
detención. Se la acusa de pertenencia a la masonería. A partir de ese momento se enfrenta a la dureza de
la represión, a la angustia de buscar una salida que le permita eludir la cárcel y al dolor por todas las
pérdidas que se han acumulado en su vida. La novela navega entre el presente de la protagonista, inmerso
en la oscuridad, y la miseria de la postguerra, y sus años de juventud transcurridos en el Madrid de la
República, un espléndido escenario para dar rienda suelta a sus expectativas de mujer moderna que no
renuncia a nada.
La autora
Natividad Ortiz Albear (seudónimo Nora Ortiz) es doctora en Historia por la Universidad de Salamanca
con Premio Extraordinario de Doctorado, profesora y autora de numerosos artículos y libros sobre la
Historia de las Mujeres en España. En 2004 recibió el premio “Victoria Kent” de la Universidad de
Málaga por su obra Las Mujeres en la Masonería. En 2007 publicó el libro Mujeres masonas en España.
Diccionario biográfico (1868-1939). En 2011 aparece su primera novela titulada Hijas de la luz. Es
miembro del Centro de Estudios Históricos de la Masonería Española y colabora en revistas
especializadas sobre Masonería y sobre Historia. Ha participado además en Proyectos de Investigación en
el marco de Universida de Salamanca: Historia de las Mujeres en España. Siglo XX e Historia de las
Mujeres en Castilla y León.
(LA MIRADA).- Prunos, almendros o cerezos, abiertos a un tiempo nuevo en el barrio san José
Primavera urbana
De luz y aire. Limpia, ondulada, breve, sumisa al viento. Oleaje de nata. Inocencia en medio de la ciudad.
Así la primavera. Un mar de pétalos con gotitas de sangre.
(Jclp)
Como una sinfonía de colores. La geografía urbana de los árboles impresiona en primavera. La mirada
fotográfica de Alejandro López para SALAMANCArtv AL DÍA se detiene en estas imágenes próximas al
río Tormes, en el carril bici del lado de la Vía Helmántica, a la entrada del Puente Príncipe de Asturias.
Agenda cultural:
Miércoles 8 de abril
19.30 h. Aula Miguel de Unamuno. Edificio de las Escuelas Mayores. La Asociación de
Antiguos Alumnos de la Universidad de Salamanca (ASUS) ha organizado una conferencia con
la que quiere recordar la aportación de algunos grandes mecenas a la institución académica y
que, en cierto modo, han sido olvidados. La primera ponencia la dará Eugenio García Zarza,
catedrático de la Universidad de Salamanca, que hablará de Alfonso IX, Cardenal Luna y F.
Pérez de Oliva. Entrada libre.
20 h. Casa de las Conchas. Presentación del libro ‘Doce años y un día’ de Nora Ortiz,
quién conversará con Esther Martínez Quinteiro, profesora titular de Historia de la USAL y
Mercedes Gómez Blesa. Doctora en filosofía. Entrada libre.
20 h. Liceo. Encuentro literario con Sonia Betancort. Entrada libre.
20.15 h. Filmoteca Regional. Ciclo Basilio Martín Patino, proyección de ‘Madrid’ (1987).
Entrada 1,20 euros.
Jueves 9 de abril
19 h. Facultad de Geografía e Historia. Conferencia sobre Chernobyl y Fukushima a
cargo de Vladimir Babenko, físico que participó en las labores de liquidación de la central
nuclear de Chernóbil y director adjunto del Instituto de Protección Radiológica Belrad de
Bielorrusia. Entrada libre.
20 h. Casa de las Conchas. Nuevo debate Dejarse Hablar bajo la dirección de Alicia Glez.
Manzano con el título “Crecer o decrecer, esa es la cuestión”. Entrada libre.
20.15 h. Centro Julián Sánchez El Charro. El Grupo Ateneo Teatro pone en escena la
comedia de Carlos Arniches 'Nuestra Señora'. Entrada libre.
Viernes 10 de abril
19.30 h. Librería Hydria. Presentación de ‘Diario de una tristeza’ de Manuel González.
Entrada libre.
19.30 h. Museo del Comercio. Concierto ‘El fuelle charro’ por Raúl Díaz de Dios,
incluido en las II Jornadas de Artesanía. Entrada libre.
20 h. Casa de las Conchas. Presentación del libro 'Ángel, musa y duende: Federico García
Lorca y la música', obra del doctor en Bellas Artes, musicólogo, Marco Antonio de la Ossa. Le
acompañará en el acto Matilde Olarte, profesora titular del Departamento de Musicología de la
Universidad de Salamanca. Entrada libre.
20.15 h. Filmoteca Regional. Ciclo Basilio Martín Patino, proyección de ‘La seducción
del caos’ (1991). Entrada 1,20 euros.
21 h. Liceo. La Compañía Nacional de Teatro Clásico, bajo la dirección de la salmantina
Helena Pimienta, representa la obra ‘Donde hay agravios no hay celos’ de Rojas Zorrilla.
Entradas 15, 20 y 25 euros.
22 h. Sala B CAEM. Concierto de Eva Rock. Entrada 10 euros.
Sábado 11 de abril
19.30 h. Librería Hydria. Concierto del cantautor zaragozano David Cifuentes. Entrada
libre.
21 h. Liceo. La Compañía Nacional de Teatro Clásico, bajo la dirección de la salmantina
Helena Pimienta, representa esta obra ‘Donde hay agravios no hay celos’ de Rojas Zorrilla.
Entradas 15, 20 y 25 euros.
21.15 h. La Nave, Librería anticuaria y joyería de autor C/ Compañía, nº 14.
Presentación de ‘Un resquicio para levantarse’ de Javier Álvarez Navas. La asistencia es libre y
gratuita.
22 h. Teatro Juan del Enzina. Obra ‘Caminando con Antonio Machado’ con José
Sacristán. Entrada 10 euros.
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