“La Rosa de las lomas de cubiro que hablaba ”
-“Y nunca me había encontrado con una
Rosa tan rara qué hable”.
Al decir estas palabras, algo lo
golpeó y lo dejó inconsciente.
Cuando despertó, no supo cuanto tiempo
estuvo tendido en el suelo, y estaba
asustado. Se levantó y empezó a correr.
Un día, paseando por las lomas de cubiro, un
Oso Frontino encontró una Rosa que tenía
hojas parecidas caras de animales. El
Oso….Pudo…. Oír que la rosa hablaba, se
asustó y le dejó
El Oso Frontino pensó sacarle provecho a lo
que había ocurrido. Se fue paseando de
nuevo y se encontró a una ardilla a la que le
contó lo de la Rosa que hablaba, pero la
Ardilla no le creyó.
-Ven y lo verás tu mismo – dijo el
Oso frontino – pero cuando llegues delante de
las Rosa, asegúrate de decirle estas palabras:
“Nunca me había encontrado con una Rosa
tan rara que hable”. Si tú no dices estas
palabras, morirás.
El oso frontino y la Ardilla se acercaron hasta la rosa
que hablaba.
Y Ardilla dejó en voz alta:
-Has dicho la verdad, Oso frontino, Nunca me
había encontrado con una rosa tan rara que hable.
Apenas dijo esas Palabras, algo lo golpeó y lo
dejó inconsciente. El Oso frontino cargó con él y se lo
llevó a casa para comérselo en salsa.
“Esta Rosa que habla solucionará todos mis
problemas”, - pensó el Oso frontino.
“Si soy inteligente nunca mas volveré a pasar
hambre”.
Al día siguiente, paseando como de costumbre por las
lomas de cubiro, se encontró con un Conejo. Le contó la misma
historia que le había contado a la Ardilla y lo llevó hasta el lugar.
El Conejo se sorprendió cuando vio a la Rosa hablando.
-No creía que esto fuera posible –dijo- , Nunca me
había encontrado con una Rosa tan rara que habla.
Inmediatamente fue golpeado por algo y cayó
inconsciente. El Oso la arrastró hasta su casa y se preparó una
tremenda cena. El Oso frontino se sentía muy feliz y orgulloso de
sí mismo. Después de la Ardilla y el Conejo, cazó una Culebra, un
Tigre, y un Ciervo. Nunca antes había comiendo mejor.
Siempre usaba la misma estrategia. Era el plan perfecto, él lo
creía simple e infalible y agradecía al cielo el hecho de haber
encontrado esa Rosa maravillosa.
Esperaba comer como un príncipe durante el resto de
su vida.
Un día, se sentía con mucha hambre, y el Oso frontino fue a
pasear de nuevo, se encontró como una Oveja y le dijo:
-Hermosa Oveja, he visto algo que tú no has visto desde los
tiempos de tus antepasados.
-Oso Frontino, ¿qué puede ser? – pregunto la Oveja.
-En las montañas de las lomas de cubiro he visto una
Rosa que habla – dijo el Oso frontino.
Conto a la Oveja la misma historia de siempre y fueron
juntos hasta el lugar.
Cuando se acercaron a la Rosa, el Oso frontino le dijo:
-No olvides lo que te he contado.
-¿Qué me contaste? – pregunto la Oveja. (La Oveja
muy astuta pensaba que el Oso frontino algo tramaba.)
-Lo que debes decir cuando lleguemos juntos a la Rosa, o si
no, morirás- dijo el Oso frontino.
-¡oh!, si – dijo la Oveja. Y empezó a hablar con la Rosa.
-¡oh!, ¡Rosa!, ¡oh! Rosa – dijo- , eres una Rosa preciosa.
-No, esto no – dijo el Oso frontino.
- Perdona – dijo la Oveja. Entonces, hablo de nuevo.
-Rosa, ¡oh! Rosa, nunca me imaginé que pudieras ser tan
esplendida.
- ¡No, no! – Dijo el Oso frontino – no una Rosa
preciosa, es una Rosa hablante. Te dije que tenías que decir
que “Nunca me había encontrado con una Rosa tan rara que
habla”.
Tan pronto como hubo dicho estas palabras, el Oso
frontino cayo inconsciente. El Oso frontino cayo en su propia
trampa, ya que al decirle a la Rosa que era rara o fea, ella
con sus ramas mágicas te daba un golpe tremendo en la
cabeza que quedabas inconsciente.
La Oveja se fue andando y mirando hacia la Rosa y el Oso
frontino. Luego sonrió:
-Entonces, este era el plan del señor Oso frontino –
dijo. Pensaba que este lugar era un comedor y yo su comida.
La Oveja dijo: menos mal que no caí en la trampa, y fui más inteligente que
el Oso frontino, queriendo que le digiera a una Rosa tan bella que era rara.
La Oveja fue corriendo hasta el bosque y conto todo a todo lo
sucedido a los animales, y el gran secreto que ocultaba las lomas de
cubiro, que tiene una hermosa Rosa que habla. El plan del Oso frontino fue
descubierto, y todos los animales decidieron sacar de las lomas de cubiro
al Oso frontino, él se marchó muy lejos y quedo muy solo y triste. La Rosa
se hizo muy amiga de todos los animales y fueron felices para siempre.
“No podemos creer en todo los que nos dicen, debemos ser inteligentes como la Oveja, que no repitió las palabras del Oso frontino, si no que expreso lo que sintió al ver la Rosa, y debemos aprender que todo lo que brilla no es oro, y que hay personas en este mundo con unos sentimientos maravilloso, y no dejarnos llevar por las apariencias.”
Fin
Autor: Omairely Lara.
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