Levedad de los vínculos actuales como característica de la sociedad posmoderna.
Escenarios posibles para la Psicopedagogía.
Jorgelina Cena
Marisa Sánchez-Maldonado
El siguiente ensayo pretende describir la sociedad actual a partir de dos textos: “La
Modernidad Líquida” de Zygmunt Bauman y “Los Vínculos Actuales: Confianza o Amenaza” de
Miguel Burkart y Eliana Aguirre; con el objetivo de identificar los nuevos escenarios sociales
donde estamos insertos, no sólo como sujetos de esta sociedad, sino como profesionales de la
Psicopedagogía inmersos en esta pos-modernidad, dónde nuestra mirada hacia los escenarios
posibles, influye en nuestro accionar.
Bajo un clima social en el que prevalece la inestabilidad y la “liviandad”
permanente, determinada principalmente por supuestos “líquidos” (la precarización laboral,
consolidada por una educación funcional a los mercados globales, entre otros) se han
convertido hoy en la nueva estrategia de dominación que ha sustituido el control del
panóptico por el miedo incitado por la inseguridad y la vulnerabilidad.
La modernidad líquida es una figura del cambio y de la transitoriedad: los sólidos
conservan su forma y persisten en el tiempo: duran, en cambio, los líquidos se transforman
constantemente: fluyen. Como la desregulación, la flexibilización o la liberalización de los
mercados.
La fluidez que caracteriza la era posmoderna, se instaló para disolver sólidos que se
encontraban reticentes a los cambios, con pautas rígidas, represivas y estancadas, para
instituir nuevos y mejores sólidos. Sólo se requería para lograr esos propósitos, diluir todo
aquello que lo impedía, como las tradiciones, derechos, obligaciones, poderes políticos,
culturales y prácticas éticas de moralidad, estableciendo un nuevo orden regido por lo
económico, dominando la vida humana en su totalidad.
Cena, Jorgelina; Sánchez Maldonado Marisa 1
Este nuevo orden surge como producto de la rigidez que limitaba las libertades
individuales, pero no tomando el concepto Libertè francés (relacionada con la posibilidad de
convertirse en ciudadano comprometido con el otro), sino Liberty estadounidense (relacionada
con la posibilidad de hacer lo que se desea, dónde se quiera, como se quiera, sin ser regulado
por un Estado). Así se llega a un orden regido por lo económico que se caracteriza por la
fluidez; la flexibilización; la liberación de los mercados; el descompromiso, evasión-huida entre
los agentes y el sistema, en vez de establecer una unión, un encuentro. De allí que los nexos
sociales y los vínculos se encuentran en dilución.
Dentro de la fluidez de la Nueva Modernidad o Posmodernidad, el encuentro entre
sujetos no se produce, ya que las personas como moléculas solo chocan entre sí. Esto se debe
a la susceptibilidad que poseemos frente a la presencia de otros, a una sensación de peligro
frente al desconocido.
Entendemos como encuentro, la posibilidad de generar vínculos, los cuales están
basados en la confianza y en relaciones previas sólidas, mientras los choques serían intentos
de desesperados de encuentros fugaces sin compromiso, que pueden generar sensaciones de
peligro o amenaza. Aunque la confianza depositada en alguien, puede terminar con un obrar
malo, rompiendo los vínculos generados. En la posmodernidad, por su fluidez, la confianza
sería una virtud efímera, sin garantías, sin un a priori, ya que no se cuenta con vínculos seguros
o sólidos. Bajo este marco solo resta confiar en los gestos del otro, lo que nos permitirá optar
por confiar o sentirlo como amenaza. En esta modernidad líquida los signos, (que son
construidos a priori, sólidos) ya no dan cuenta de los sentidos de las acciones del otro; sólo
resta el gesto como frágil, fugaz, efímero indicio de producción de vínculos.
Bajo este escenario nos encontramos como profesionales de la Psicopedagogía,
envueltas en esta sociedad incontenida. Teniendo como objeto de estudio el aprendizaje, el
cual es netamente vincular. El sujeto que aprende necesita del encuentro con el otro y con el
objeto de conocimiento para que el aprendizaje emerja.
Cena, Jorgelina; Sánchez Maldonado Marisa 2
Debemos considerar además que la Escuela como instrumento del Estado (hoy
regido por una lógica de mercado posmoderna) continúa siendo Moderna. Ella también se
encuentra inmersa en la fluidez. Lo que suele manifestarse en la dificultad de establecer nexos,
vínculos positivos entre los distintos agentes escolares, que puede traducirse en respuestas
institucionales que no llegan a una concreción.
Es por este motivo que como psicopedagogas debemos ser continente de estos
sujetos cuyo aprendizaje se presenta obturado por la dificultad de establecer vínculos con el
otro, y/o con el objeto de aprendizaje. Como así también a nivel de la Institución Escuela,
debemos brindar los bordes necesarios para del encuentro con el otro surja el trabajo
cooperativo.
Esto de ser continentes, de crear bordes, no es más que construir sólidos,
establecer una terceridad, instaurar la ley allí donde no existe, donde se demanda y se
necesita.
Cena, Jorgelina; Sánchez Maldonado Marisa 3