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Libro Complementario
Daniel
Gerhard Pfandl
Introduccin
El libro de Daniel es el ms corto de los escritos por los profetas mayores. Sin embargo, para los
adventistas del sptimo da es el ms importante y el ms estudiado de los 16 profetas mayores y
menores del Antiguo Testamento. En l se registran ciertos eventos histricos en la vida de Daniel y
varios sueos y visiones dados al profeta y a Nabucodonosor, el rey de Babilonia. Daniel contiene
verdades eternas tan relevantes para hoy como para cuando fueron escritas hace 2.500 aos, a las que
haremos bien en considerar seriamente. Elena White llam la atencin repetidamente al estudio del
libro de Daniel: "A medida que nos acercamos al trmino de la historia de este mundo, las profecas
registradas por Daniel exigen nuestra atencin especial, puesto que se relacionan con el tiempo mismo
en que estamos viviendo" [Elena G. de White, Profetas y reyes, p. 402]. No slo necesitamos entender
las profecas registradas en Daniel, sino que su estudio, afirma ella, afecta nuestra vida espiritual:
"Cuando los libros de Daniel y Apocalipsis se entiendan mejor, los creyentes tendrn una experiencia
religiosa completamente distinta. Recibirn tales vislumbres de los portales abiertos del cielo, que la
mente y el corazn sern impresionados con el carcter que todos deben desarrollar, a fin de
comprender la bendicin que ser la recompensa de los de corazn puro" [Elena G. de White,
Testimonios para ministros, p. 114].
El libro de Daniel pertenece a lo que los estudiosos llaman literatura apocalptica. El trmino
apocalptico viene del griego apoklupsis, que significa "develado" o "revelacin". Los libros bblicos
apocalpticos de Daniel y Apocalipsis describen, mediante visiones simblicas, el curso de la raza
humana y el advenimiento final del reino de Dios.
El libro se divide en dos partes: los primeros seis captulos contienen bsicamente historia, los ltimos
seis captulos mayormente visiones. La cspide en cada narrativa es la exaltacin de los adoradores del
Dios verdadero y el establecimiento del reino de Dios al trmino de cada visin. El primer captulo
narra la historia de la destruccin de Judea, el reino terrenal de Dios. El ltimo captulo promete la
liberacin del pueblo de Dios en el tiempo del fin, y la herencia del reino celestial que durar por
siempre.
Tanto en su juventud como en su vejez, Daniel fue un hombre de un coraje y una fe inusuales. Nunca
comprometi sus convicciones, y a pesar de las circunstancias, mantuvo su fe en Dios en cada instancia
de su vida. Aunque de por medio estuviera su progreso personal, o enfrentara la muerte en el foso de
los leones, permaneci firme en sus decisiones y totalmente entregado a su Dios.
Daniel verdaderamente era un hombre fiel "en todos los terrenos". Muchos estudiantes del Antiguo
Testamento creen que un judo desconocido alrededor del ao 165 a.C. escribi la mayor parte del libro
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de Daniel, para consolar y dar paz a los judos que en ese momento eran perseguidos por el rey
selucida Antoco IV Epfanes. Los estudiantes conservadores, incluyendo los adventistas del sptimo
da, continan abrazando la idea de que el profeta Daniel compuso el libro en el siglo VI a.C., y que
ste contiene profecas verdaderas. Las afirmaciones del libro mismo (Daniel 7:1, 2, 15; 8:1; 9:1; 10:2;
12:4, 5), el testimonio de Jess (Mateo 24:15), as como el testimonio de Josefo, un historiador judo
que muri alrededor del ao 100 d.C., apoyan esta posicin. De hecho, slo alguien que haya vivido en
el siglo VI a.C. podra haber conocido algunos de los hechos histricos referidos en el libro. El
conocimiento de tales hechos desapareci rpidamente despus del siglo VI a.C., y los estudiosos los
han podido confirmar apenas recientemente, por medio de descubrimientos arqueolgicos.
El descubrimiento de los manuscritos en Qumram demuestra la popularidad de Daniel entre los
moradores de ese pueblo, y da testimonio de la manera en la que los judos reverenciaban y citaban a
Daniel como escritura en el segundo siglo a.C., una aprobacin difcil de lograr si el libro hubiese sido
escrito el mismo siglo. No habra transcurrido suficiente tiempo para que el libro hubiera sido
distribuido, venerado y aceptado como Escritura cannica.
El nombre Daniel significa "Dios es mi juez", un aserto que se desarrolla a travs de sus pginas. El
libro comienza y termina con referencias al juicio, primero al Israel apstata (Daniel 1:1, 2); y al final,
al rey del norte (Daniel 11:40 - 12:2). En la mitad del libro se nos presenta a Dios como el Anciano de
Das, con los libros del juicio abiertos y una multitud de ngeles presente (Daniel 7:9-13). A cada lado
de esta gran escena encontramos referencias adicionales de juicio. En el captulo 4 el cielo juzga a
Nabucodonosor, el jactancioso, y lo humilla a nivel de un animal; y en el captulo 5, su nieto Belsasar
recibe el mensaje: "Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto". Los captulos 8 y 9 indican la
fecha de inicio del juicio venidero, y el captulo 12 detalla su significado tanto en recompensas como
en castigos. Los captulos histricos del libro (1-6) narran cmo Dios vindica y libera a aquellos que se
mantienen fieles en medio de las tinieblas de las naciones paganas. Estos captulos contienen el motivo
del juicio y la tribulacin, y un final de elevacin y gloria.
Aunque el libro proclama continuamente noticias de afliccin y tentaciones, stas son seguidas de
bendiciones para aquellos que son obedientes a Dios. Un mensaje que la gente necesita escuchar y
creer aun en nuestros das.
Captulo 1
"Comer o no comer" He ah el dilema
El primer captulo de Daniel nos presenta a los cuatro hroes del libro: Daniel, el personaje principal, y
sus tres amigos: Ananas, Misael y Azaras. El libro no nos dice nada acerca de sus padres, pero pocas
personas han llegado a ser grandes y buenas sin la instruccin recibida sobre las rodillas de sus padres.
Llevados cautivos a Babilonia, los cuatro personajes fueron sometidos a presin con el propsito de
obligarlos a adaptarse a las costumbres babilnicas; sin embargo, permanecieron fieles a su Dios y l
los recompens con sabidura y discernimiento excepcionales. Por medio de su consagracin a Dios y
la fe en l llegaron a ser ejemplo para todos los cristianos que hoy enfrentan la tentacin de
comprometer su fe para mantener un empleo o simplemente para ser aceptados por los dems.
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Informacin
En sus rondas a travs de una gran penitenciara, un capelln vio a uno de los reclusos cosiendo un
parche de tela en una vieja prenda. Salud al hombre alegremente, le dijo:
Buenos das, mi amigo! Cosiendo hoy?
No, capelln replic el hombre con cara de tristeza, cosechando!
Al abrir el libro de Daniel, encontramos al reino meridional de Jud recogiendo una amarga cosecha,
fruto de sus largos aos de desobediencia a Dios (2 Reyes 21:10-16; 24:18-20). Se dice que la justicia
viaja con pies de plomo para darle tiempo al pecador de arrepentirse. En el caso de Israel, Dios se
propona que su pueblo fuese una luz para los gentiles (Isaas 42:6), pero su continua apostasa los
condujo con el tiempo a su destruccin, tal como el profeta Jeremas lo haba predicho (Jeremas
25:8,9). A fines del siglo sptimo a.C., el reino de Babilonia reemplaz a los asirios como el poder
dominante en el antiguo Cercano Oriente.
Uniendo fuerzas con los medos del norte de Irn, los babilonios vencieron a los asirios, capturando la
ciudad de Asur el ao 614 a.C., y saquearon Nnive el 612 a.C. Al extender su imperio hacia el
occidente los babilonios encontraron a los egipcios en Carquemis, en el alto Ro Eufrates, el ao 605
a.C. De acuerdo con Jeremas 46:1-12, Nabucodonosor y sus fuerzas vencieron al faran Necao en
Carquemis. La batalla cambi el panorama poltico del antiguo Cercano Oriente: lo que antes estaba
bajo el control egipcio cay ahora en manos de los babilonios, incluyendo el reino de Jud.
Josas, el ltimo buen rey de Jud, muri el 609 a.C. Su hijo Joacim haba sido un vasallo egipcio hasta
que Nabucodonosor, en el ao 605 a.C., lo oblig a someterse a Babilonia. Cuando Joacim se rebel
contra Babilonia en el 598 a.C., Nabucodonosor dirigi personalmente su ejrcito contra Jerusaln y la
conquist en el 597 a.C. Tom al nuevo rey Joaqun, hijo de Joacim, quien apenas tena unos tres
meses en el trono, lo llev a Babilonia, e instal a Sedequas, hermano de Joacim, como gobernante. Al
mismo tiempo Nabucodonosor confisc una gran cantidad de utensilios del templo y llev 10.000
cautivos, entre ellos al profeta Ezequiel (2 Reyes 24:10-16; Ezequiel 1:1). Varios aos despus
Sedequas se ali con Egipto contra Babilonia (Jeremas 37:7, 8). Como Nabucodonosor no estaba
dispuesto a permitir que ninguna de sus posesiones en el oeste cayeran en manos de Egipto, march
contra Jud, devast toda la tierra, y en el ao 586 a.C. tom Jerusaln y la quem hasta los cimientos
(2 Reyes 25:9, 10).
Explicacin
El libro de Daniel comienza con dos breves declaraciones acerca del sitio que el rey de Babilonia puso
a Jerusaln en el ao 605 a.C.: "Vino Nabucodonosor rey de Babilonia a Jerusaln, y la siti. Y el
Seor entreg en sus manos a Joacim rey de Jud". La primera declaracin describe el evento en
trminos de la historia secular, la segunda nos muestra la dimensin espiritual del evento. En todo el
libro encontramos reveladas y entrelazadas estas dos perspectivas de la historia.
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Especialmente en los primeros seis captulos del libro, la dimensin espiritual nos da la explicacin de
los eventos histricos. Jerusaln y Babilonia (Daniel 1:1) El libro de Daniel, como el resto de la
Escritura, narra la historia de dos ciudades: Jerusaln y Babilonia. Una representa el reino de la justicia,
la otra el reino del mal. Jerusaln revela el misterio de la piedad, Babilonia el misterio del pecado. La
primera referencia que encontramos en la Escritura acerca de Babilonia y Jerusaln est en el libro de
Gnesis (Gnesis 11 y 14), y la ltima vez que escuchamos de ellas es en el libro de Apocalipsis
(Apocalipsis 18 y 21). Las historias y profecas del libro de Daniel ilustran los principios del antiguo
conflicto entre el bien y el mal.
Babilonia conquista Jerusaln (Daniel 1:1, 2)
Daniel 1:1 dice que Nabucodonosor vino a Jerusaln "en el ao tercero de Joacim". Pero de acuerdo
con Jeremas 25:1, Nabucodonosor siti Jerusaln el cuarto ao de Joacim. Podemos resolver esta
aparente discrepancia al descubrir que en el antiguo Cercano Oriente se empleaban dos sistemas de
fechado simultneamente, ambos se encuentran en el Antiguo Testamento. El mtodo del ao de
ascenso utilizado por Daniel consideraba el ao en el que un rey llegaba al trono como su ao de
ascenso, y el ao completo inmediato como su primer ao. El mtodo del ao de no ascenso, que se usa
en el libro de Jeremas contaba el ao en el que un rey comenzaba a reinar como su primer ao, as
hubiese durado unas pocas semanas o meses. El siguiente diagrama ilustra los dos enfoques:
Mtodo del
ao de ascenso
Ao de
ascenso Primer ao
Daniel 1:1
Segundo ao Tercer ao
Mtodo del
ao de no
ascenso
Primer ao Segundo ao
Jeremas 25:1 Tercer ao Cuarto ao
Educados para el servicio (Daniel 1:3-7)
El rey Nabucodonosor orden a Aspenaz, uno de sus oficiales, seleccionar a los ms prometedores
entre los jvenes exiliados y educarlos en la cultura babilnica. Muchos aos antes el profeta Isaas
haba dicho al rey Ezequas que algunos de sus descendientes se convertiran en "eunucos en el palacio
del rey de Babilonia" (Isaas 39:7). La tradicin rabnica, por lo tanto, asevera que Daniel y sus tres
amigos eran descendientes del rey Ezequas[1]
, y que fueron convertidos en eunucos en la corte
babilnica[2]
. La palabra saris (eunuco), sin embargo, puede referirse simplemente a un alto oficial de
la corte. Por ejemplo, en Gnesis 39:1 se le llama saris a Potifar, aunque estaba casado.
Al parecer, Nabucodonosor pensaba entrenar a la flor y nata de los jvenes judos para un futuro
servicio en su reino. Mantener subyugados a pueblos distantes podra ser muy costoso para sus
ejrcitos. Nada mejor, entonces, que dar a los hijos de los pueblos conquistados nobleza e
intelectualidad, a travs de una educacin y entrenamiento completos en la cultura babilnica, y luego
enviarlos a administrar sus propias tierras para l o dejarlos sirviendo en la corte en Babilonia. Ms
tarde, los romanos tambin tomaran rehenes reales para educarlos en Roma, con la idea de que seran
amigos del Imperio cuando regresaran a su tierra natal.
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Los jvenes hebreos deban aprender "las letras y la lengua de los caldeos" (Daniel 1:4). Es muy
probable que la "lengua" incluyera (1) el acadio, idioma natal de los babilonios; (2) el sumerio, antiguo
idioma de Sumer, utilizado en sus prcticas religiosas y en su literatura tcnica; y (3) el arameo, idioma
del comercio internacional y la diplomacia. El acadio y el sumerio se escriban en el difcil sistema
cuneiforme, originalmente creado para escribir en tablillas de arcilla. La literatura de los caldeos, cuyo
nombre se convirti en sinnimo de "mago" o "adivinador", inclua el estudio de la matemtica
sexagesimal (basada en unidades de seis), por la que los babilonios son famosos en la historia y la
astronoma. Sin embargo, su currculo tambin inclua, muy probablemente, el estudio de la astrologa,
el arte de la adivinacin y la lectura de orculos, prcticas severamente condenadas en el Antiguo
Testamento (Deuteronomio 18:10). No sabemos si los hebreos trataron de evitar estas enseanzas. Lo
que s sabemos es que a travs de la oracin y la dependencia de Dios, fueron capaces de escapar de la
influencia corruptora de sus estudios.
"Daniel estaba sujeto a las ms severas tentaciones que pueden asaltar a los jvenes de hoy en da; sin
embargo era fiel a la instruccin religiosa recibida en los primeros aos. ... La oracin era para l una
necesidad. Hizo de Dios su fortaleza, y el temor del Seor estaba constantemente delante de l en todas
las transacciones de la vida". [3]
Parte del programa de reeducacin babilnico inclua el cambio de nombre. Daniel ("Dios es mi
juez"), se convirti en Beltsasar (probablemente "Bel protege su vida"); Ananas ("Yahweh ha sido
misericordioso") se convirti en Sadrac (el significado es incierto, probablemente "al mando de Aku",
el dios luna); Misael ("Quin es como Dios?") fue cambiado por Mesac (tal vez "quin es lo que Aku
es?"); y Azaras ("Yahweh ayuda") fue llamado Abed Neg (derivado de "siervo de Nebo", uno de los
dos principales dioses de Babilonia). En la cultura occidental, donde el significado de los nombres no
es muy relevante, estos cambios podran parecer insignificantes. Sin embargo, en el antiguo Cercano
Oriente los nombres y su connotacin formaban parte de la identidad de la persona. Los babilonios
comenzaron de esta manera su proceso de reeducacin, borrando cualquier referencia al Dios hebreo, y
ponindoles nombres que contenan alguna alusin o referencia a los dioses babilnicos.
Nabucodonosor "no oblig a los jvenes hebreos a que renunciasen a su fe para hacerse idlatras, sino
que esperaba obtener esto gradualmente". [4]
Una prueba de lealtad (Daniel 1:8-16)
Daniel y sus tres amigos no podan cambiar los nombres que otros les haban dado, pero cuando se
trat de comer los mejores alimentos que sus captores podan ofrecerles, se negaron a hacerlo. No slo
les motivaba el hecho de que algunos de los alimentos eran, muy probablemente, impuros, sino tambin
que haban sido ofrecidos a los dolos antes de servirlos. Una comida real babilnica comenzaba con un
acto pagano de adoracin, y aquellos que participaban se consideraban como partcipes de un rito
religioso. En consecuencia, Daniel y sus amigos pidieron que no se les obligara a permanecer en la
mesa real. No haran nada contrario a la voluntad de Dios, y se negaron a violar su conciencia.
La decisin de los cuatro jvenes hebreos de rechazar la comida real fue un acto que requera gran
valor. La corte real pudo haberlo tomado como un insulto al rey y como evidencia de insubordinacin.
La presin para que se sometieran debe haber sido intensa. Sin duda, otros jvenes judos se deben
haber redo de su fidelidad. Lejos de casa, lejos de la vigilancia de padres y ancianos, por qu
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preocuparse por la comida real? Daniel, sin embargo, como vocero de sus amigos, se neg a ceder.
Primero se dirigi al oficial jefe y le pidi permiso para abstenerse de comer la comida real. Cuando el
oficial de la corte se neg a participar en su plan, Daniel fue a su subordinado, el mayordomo, y le
propuso una prueba de diez das (versculos 12 y 13).
La determinacin de los jvenes puede indicar que tenan el hbito de alejarse del mal. Los hbitos se
forman a medida que las personas toman decisiones repetidas y acta luego en respuesta a ellas. Estos
hbitos forman el carcter de la persona, y determinan el destino eterno. Contrario a lo que algunos
pudieran pensar, Daniel y sus amigos no vivieron slo de frijoles, guisantes y ensaladas durante los
siguientes tres aos. La palabra zero'm traducida como "legumbres" (VRV) o "verduras" (NVI),
significa "cosas que son sembradas". Podra incluir todos los granos que podan convertirse en muchos
platillos deliciosos y pan. Realmente era adecuada la dieta que Daniel solicit? "Varios estudios
dietticos han demostrado la suficiencia nutricional de la dieta lacto-ovo-vegetariana as como de la
dieta totalmente vegetariana en adultos, adolescentes y mujeres embarazadas... Hay menos obesidad
entre los vegetarianos, y algunas estadsticas indican que existen menos enfermedades cardacas. La
incidencia de las enfermedades cardacas entre los hombres adventistas del sptimo da que son lacto-
ovo-vegetarianos es slo 60% de la del hombre promedio de California, y la edad de incidencia es de
una dcada completa despus". [5]
La fe de Daniel en este asunto fue notoria. Confiaba que en slo 10 das Dios obrara un cambio tan
grande en su apariencia, que convencera al camarero de alterar su dieta permanentemente. El resultado
de la prueba, como era de esperarse, vindic al cautivo hebreo. Dios honr la fe de los jvenes y realiz
un milagro. Al final de los 10 das, los cuatro jvenes hebreos se vean mejor y ms saludables que los
que haban comido de la mesa del rey.
Dios honra la fidelidad (Daniel 1:17-21)
Daniel y sus amigos sobre salieron en diversos campos de estudio, pues "Dios les dio conocimiento e
inteligencia en todas las letras y ciencias" (versculo 17). Ilustra la verdad que un varn de Dios le
haba dicho a El muchos aos antes: "Yo honrar a los que me honran" (1 Samuel 2:30). Aunque los
babilonios los obligaron a someterse a un proceso de asimilacin, la fuente verdadera de su sabidura
no fue el plan de estudio caldeo, sino el Dios de Israel. El don especial de Daniel era su habilidad para
entender visiones y sueos, como Jos en el libro de Gnesis.
En la primera mitad del libro Daniel interpreta los sueos de otros, mientras que en la segunda es l
quien recibe las visiones y los sueos. El profeta bien podra haber orado como el salmista: "Me has
hecho ms sabio que mis enemigos con tus mandamientos, porque siempre estn conmigo. Ms que
todos mis enseadores he entendido, porque tus testimonios son mi meditacin. Ms que los viejos he
entendido, porque he guardado tus mandamientos" (Salmo 119:98-100).
Al final del curso de tres aos, los hebreos cautivos tuvieron su examen final. Al igual que en las
antiguas universidades britnicas, la prueba final parece haber sido oral. Nabucodonosor los evalu
personalmente, y encontr a Daniel y sus amigos diez veces mejores que el resto de los estudiantes; de
aqu que los eligiera para entrar a su servicio (Daniel 1:19). Subsecuentemente, cada vez que tena la
oportunidad de consultarlos, los encontraba superiores a todos los magos y astrlogos de su reino
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(versculo 20). El xito en esta primera prueba los prepar para las tentaciones y las pruebas que
vendran ms adelante. Qu habra sucedido si hubiesen fallado? Muy probablemente habran
sucumbido a las grandes tentaciones mencionadas en los captulos 3 y 6. Al permanecer firmes en su
primer desafo, obtuvieron una valiosa experiencia que les ayudara en el futuro.
Aplicacin
Qu podemos aprender de la experiencia de los cuatro jvenes hebreos?
1. Dios tiene todo bajo control
Tal vez la primera leccin que podemos aprender de este captulo, es que a pesar de que parezca lo
contrario, Dios est en el centro de control de la historia. Si lo miramos desde una perspectiva humana,
Nabucodonosor fue el gran vencedor. Conquist Jerusaln, saque el templo que Salomn haba
construido y llev cautivas a centenares de personas. La Biblia, sin embargo, nos lleva detrs de los
bastidores y nos muestra que el Seor estuvo todo el tiempo al mando. Dios es soberano, y dirige el
mundo por su providencia. Si bien entreg a Jerusaln en las manos de Nabucodonosor (Daniel 1:2),
tambin les dio sabidura y la preparacin necesaria a los cuatro jvenes hebreos (versculo 17).
2. Las pruebas del carcter son oportunidades para crecer
Desde el comienzo mismo de su estancia en Babilonia hubo una prueba decisiva del carcter para
todos los jvenes hebreos cautivos en la corte real. Tristemente, hasta donde sabemos, slo cuatro de
ellos se negaron a comer los aumentos ofrecidos a los dolos. Saban que podra tener serias
consecuencias para ellos, incluso podran perder la vida, pero la aprobacin de Dios era ms importante
que el favor del rey ms poderoso de la tierra. "Al llegar a esta decisin, los jvenes hebreos no obraron
presuntuosamente, sino confiando firmemente en Dios. No decidieron singularizarse, aunque habran
preferido eso antes que deshonrar a Dios. Si hubiesen transigido con el mal en este caso al ceder a la
presin de las circunstancias, su desvo de los buenos principios habra debilitado su sentido de lo recto
y su aborrecimiento por lo malo. El primer paso en la direccin errnea habra conducido a otros pasos
semejantes, hasta que, interrumpida su relacin con el Cielo, habran sido arrastrados por la tentacin". [6]
Con frecuencia, consideramos las pruebas y las tentaciones como pesadillas personales, aunque Dios
las use para dar formacin, direccin y carcter a nuestras vidas. Ningn automvil, barco o avin est
fisto para usarse si no ha sido probado. Lo mismo ocurre con los ciudadanos del reino de Dios.
3. Los cristianos deben luchar por lo que creen
Daniel y sus amigos fueron sacados de las sombras del templo de Jerusaln y forzados a vivir en una
tierra extraa, donde la adoracin de dolos era parte de la vida cotidiana. Sin embargo, estuvieron
dispuestos a resistir la cultura dominante de sus das. Prefirieron ponerse de parte de lo que crean. Hoy
tambin, como cristianos, vivimos en una tierra extraa, rodeados de una cultura hostil hacia los
valores cristianos fundamentales. El dios de la cultura moderna no es el Dios de la Biblia, sino el yo.
"La gratificacin personal y la autorrealizacin se conceptan por encima de cualquier persona, de
cualquier comunidad, sea esa comunidad la familia, la iglesia, la ciudad, la nacin o la comunidad
global". [7]
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Por lo tanto, cada creyente debe preguntarse a s mismo "Quin soy yo?" o, ms importante an, "De
quin soy? Pertenezco al Seor? Y si es as, cmo debo relacionarme con la cultura en la que vivo?
Jess nos enva al mundo (Juan 17:18), pero nos pide que no seamos del mundo (versculo 14), y Pablo
nos desafa a no conformamos a este siglo (Romanos 12:2). As como Daniel, cada cristiano debera
interactuar con la cultura que le rodea, pero tambin saber el momento en que debe levantarse y
oponerse a ella.
[1] J. Braverman; Jeronimos Commentary on Daniel: A Study of Comparative Jewish and Christian
Interpretatons of the Hehrew Biblie [Comentario de Jernimo sobre Daniel: Un estudio comparativo
de las interpretaciones judas y cristianas de la Biblia Hebrea], CBQMS 7 (Washington, D. C.: Catholic
Bible Assocation of Amrica, 1978), pp. 67, 68
[2] Louis Ginzberg; Legends of the Jews [Las leyendas de los judos] (Nueva Cork, Jewish Publication
Socety, 1910-1938), tomo 4, p. 326 y tomo 6, p. 415
[3] Elena G. de White, Fundamentos de la educacin cristiana; (Nashville; Southern Pub. Assn., 1923),
p. 78
[4] Elena G. de White, Profetas y reyes; (Boise, Idaho: Paciflc Press Pub. Assn., 1917), p. 481
[5] Marian Arlin, The Science of Nutrition [La ciencia de la nutricin], 2da ed. (Nueva York: Macmillan
Pub. Co, 1977), p. 96
[6] Elena G. de White, Profetas y reyes, p. 483
[7] Longman, Daniel, Comentario de Aplicacin de la NVI; (Grand Rapids: Zondervan, 1999), p. 62
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Captulo 2
La imagen de Nabucodonosor
Gerhard Pfandl
El sueo de Nabucodonosor de una gran imagen, y la explicacin inspirada de Daniel, ofrecen
evidencia fundamental de la inspiracin de la Escritura. En 184 palabras hebreas Daniel describe el
curso de la historia desde sus das hasta el fin del mundo, y conforta al pueblo de Dios, al asegurarle
que cuando los grandes imperios del mundo hayan cumplido su tiempo, el Mesas los derribar para
establecer el reino eterno de Dios.
Informacin
El captulo se inicia con un acertijo cronolgico. El versculo 1 declara que Nabucodonosor tuvo el
sueo en su segundo ao, mientras que el captulo 1 nos dice que el entrenamiento de Daniel y sus
amigos dur tres aos (Daniel 1:5). Siendo que al final del captulo los cuatro hebreos son promovidos
a posiciones de liderazgo, su perodo educacional parece haber llegado a su fin. El rompecabezas se
resuelve si seguimos la sugerencia de E. J. Young, de que el entrenamiento comenz durante el ao de
la ascensin de Nabucodonosor, contando los tres aos de acuerdo al principio de clculo inclusivo,
que considera una fraccin del ao como el ao completo.
Aos de entrenamiento de
Daniel Aos de Nabucodonosor
Primer Ao Ao de ascensin
Segundo Ao Primer ao
Tercer Ao Segundo ao
El idioma arameo
El segundo captulo nos introduce a la lengua aramea, que Daniel usa desde Daniel 2:4 hasta el final
del captulo 7. En el captulo 8 Daniel vuelve al hebreo. Los arameos del norte de Siria y del noroeste
de Mesopotamia hablaban arameo, una lengua semtica estrechamente relacionada con el hebreo.
Aunque los estados arameos perdieron su independencia cuando los asirios conquistaron sus territorios
en el siglo octavo antes de Cristo, la lengua aramea se disemin lentamente por el antiguo Cercano
Oriente, reemplazando al acadio como el idioma del comercio y la diplomacia en los imperios persa y
babilonio.
Por qu escribi Daniel una parte de su libro en arameo, y la otra en hebreo? Sabemos que empez a
escribir en arameo en el momento en que los caldeos se dirigieron al rey en ese idioma (Daniel 2:4).
Quiz continu escribiendo en arameo hasta que termin ese da. Ms tarde, cuando comenz a escribir
de nuevo (Daniel 8:1), retom el hebreo.
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Sueos
Como en el mundo antiguo se consideraban los sueos como revelaciones de los dioses, las cortes
reales de Mesopotamia y Egipto teman intrpretes profesionales de sueos. Con frecuencia la gente
dorma cerca de los templos o lugares santos, con la esperanza de recibir un mensaje de sus dioses.
Posiblemente, a causa de esta preocupacin babilnica por los sueos, Dios escogi ese medio para
comunicarse con Nabucodonosor.
Caldeos
El trmino se refera originalmente a un grupo de tribus de la Baja Mesopotamia que fundaron el
imperio Neobabilnico. Con el tiempo, toda Babilonia recibi el nombre de Caldea (Jeremas 50:10;
51:24). En el libro de Daniel, el calificativo tnico se ha convertido en el ttulo de los consejeros reales
que ejercan como sacerdotes. "El trmino caldeo, con este sentido, no slo se encuentra en Daniel sino
tambin en las obras de Herdoto, Estrabn y Diodoro de Sicilia, y en las inscripciones de Palmira".
Cuatro Metales
El simbolismo de los cuatro metales exista en el mundo antiguo desde mucho antes de los tiempos de
Daniel. El poeta griego Hesodo (hacia el ao 800 a.C.), en su libro Los trabajos y los das, utiliz oro,
plata, bronce y hierro para representar las eras de la historia humana. Sin embargo, existen diferencias
significativas entre el libro de Daniel y la obra de Hesodo:
1. Hesodo insert una "era de hroes" entre las eras de bronce y de hierro. Es decir, estableci
"cinco pocas entre el tiempo de la inocencia del hombre, y sus das: oro, plata, bronce, la era de los
hroes y hierro".
2. En la obra de Hesodo tenemos una secuencia de cinco imperios temporales, mientras que en
Daniel 2 un quinto imperio de duracin eterna sigue a los cuatro imperios mundiales
3. Las predicciones de Hesodo no conducen a un final escatolgico, mientras que en Daniel 2 todo
lleva a eso. Algunos intrpretes han concluido que Daniel 2 se basa en el esquema de cuatro imperios
mundiales de Hesodo. G. E Hasel, sin embargo, sugiri que la correspondencia entre Hesodo y Daniel
2 ms bien refleja una tradicin comn, de la que ambos (Hesodo y Dios) "se apropiaron cada uno a su
modo".
Explicacin
La crisis en el palacio de Nabucodonosor (Daniel 2:1-13)
Contemplando el futuro de su reino (versculo 29), Nabucodonosor tuvo un sueo turbador. Al
despertar mand llamar a los magos (una mejor traduccin sera escribas o eruditos), los astrlogos
(encantadores o magos), los hechiceros (quienes practicaban la brujera) y a los caldeos (sacerdotes o
sabios), y les pidi que le dijeran lo que haba soado. En respuesta al pedido de ellos de que les
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relatara el sueo, para as poder interpretarlo, les dijo: "El asunto lo olvid; si no me mostris el sueo
y su interpretacin, seris hechos pedazos" (versculo 5). Si bien esta reaccin puede sonarnos terrible,
tales crueldades eran comunes en el mundo antiguo, cuando los monarcas tenan el poder absoluto.
Algunas versiones, siguiendo la Septuaginta (la traduccin al griego del Antiguo Testamento), traducen
como "el asunto se me ha ido", entendido generalmente como que el rey haba olvidado el sueo. Las
traducciones modernas, siguiendo el texto hebreo, lo traducen como "mi decisin es firme". Sea lo que
haya dicho, ambas afirmaciones deben haber sido ciertas. Como el rey haba olvidado los detalles del
sueo, us este hecho para probar a sus consejeros. Si slo hubiera olvidado el sueo completamente,
difcilmente le habra preocupado. Elena G. de White da cierta luz en relacin con este asunto: "El
Seor, en su providencia, tena un sabio propsito en mente al dar a Nabucodonosor este sueo. Y
luego haciendo que olvidara los detalles, con el propsito de que retuviera la fuerte impresin que
haba hecho sobre su mente. Dios deseaba exponer las pretensiones de los sabios de Babilonia".
Los magos, astrlogos, hechiceros y caldeos tuvieron que admitir que slo un poder sobrenatural poda
decirle al rey lo que peda. Al hacerlo, prepararon el camino para que Daniel, tal como el relato lo
indica, le asegurase al rey que el Dios de Israel era el nico que poda hacerle frente al reto que
propona.
Crisis en la casa de Daniel (Daniel 2:14-23)
El hecho de que el rey no llamara a Daniel y a sus amigos indica el rango inferior que tenan en la corte
para ese entonces. Sin embargo, el decreto de muerte tambin los inclua. A lo largo del libro de Daniel
la muerte amenaza repetidamente al pueblo de Dios. Esto es de especial relevancia para los creyentes
que viven en el tiempo del fin, quienes tambin tendrn que enfrentar la amenaza de muerte de
Apocalipsis 13:13-18. Cuando Arioc, el ejecutor real, se coloc frente a la puerta de Daniel, los cuatro
jvenes hebreos enfrentaron una enorme crisis donde la muerte los miraba fijamente. La respuesta de
Daniel a Arioc es un ejemplo de cmo los hijos de Dios deben reaccionar ante un momento de crisis.
Daniel permaneci calmado y mostr sabidura y discrecin. Adems, demostr gran valor y fe. Dios,
quien haba manifestado su poder al inicio de su entrenamiento, no lo desamparara ahora.
Con la ayuda divina y sus propias capacidades diplomticas, Daniel logr que se pospusiera la
sentencia y concert una audiencia con el rey. Nabucodonosor estuvo obviamente feliz de aplazar la
ejecucin, pues estaba ansioso por conocer el significado del sueo que Daniel haba prometido darle
(versculo 16). Despus de su entrevista con el rey, Daniel fue a casa para realizar una vigilia de
oracin con sus amigos. Note cmo Daniel comienza su oracin: "Sea bendito el nombre de Dios". En
el Antiguo Testamento, la gente bendeca al Seor frecuentemente (Jueces 5:9; Nehemas 9:5; Salmo
103:1; 134:1). Las palabras en hebreo y arameo para "bendecir" tambin pueden traducirse como
"alabar", siendo se el significado de los versculos 19 y 20. La ferviente oracin de los jvenes
pidiendo ayuda de Dios, recibi una respuesta casi inmediata. En una visin nocturna Daniel vio, no
slo el sueo de Nabucodonosor, sino tambin su significado. Antes de correr hacia el palacio, Daniel
realiz una reunin de oracin y agradecimiento. En contraste con la astrologa fatalista de los caldeos,
la alabanza de Daniel pona nfasis en que una mente divina controla la historia. "l... quita reyes, y
pone reyes" (versculo 21).
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El sueo de Nabucodonosor (Daniel 2:24-35)
Finalizado Despus de la sesin de oracin en su casa, el profeta mostr primero su preocupacin por
los consejeros reales de Babilonia. Pidi a Arioc que les perdonara la vida (versculo 24), un testimonio
del carcter altruista de Daniel. A pesar de que acababa de recibir la informacin relativa al sueo de
Nabucodonosor, y ansioso por decrsela al rey, no estaba tan ansioso por su propio futuro como para
dejar de pensar en los dems. Entonces, cuando estuvo frente del rey, valientemente le dijo a
Nabucodonosor que ningn ser humano poda saber lo que el rey haba soado (versculo 27), pero que
haba un Dios en el cielo que poda revelar tales secretos. Los babilonios adoraban a las estrellas del
cielo como representantes de sus dioses. Daniel explic al rey que el Dios de los hebreos era el Creador
y Gobernante del universo, y que l le haba revelado el sueo y su interpretacin. El propsito del
sueo, dijo Daniel, era informarle al rey lo que ocurrira en los "postreros das" (versculo 28). La
expresin "postreros das" aparece de nuevo en Daniel 10:14, cuando un ngel le dice al profeta que ha
venido a hacerle entender lo que le ocurrir a su pueblo en los postreros das. Un estudio de esta
expresin fuera del libro de Daniel nos aclara que "postreros das" puede referirse a varios perodos de
tiempo en la historia. El primer sitio donde esta frase aparece es en Gnesis 49:1, cuando Jacob mira
hacia el futuro al final de su vida, y bajo inspiracin proftica, predice grandes eventos en la historia de
sus hijos y de sus descendientes.
Es decir, los "postreros das" en este texto se refieren al perodo de tiempo que abarca desde la
conquista de Canan hasta la aparicin del Mesas. Moiss declara en Deuteronomio 31:29 que despus
de su muerte los hijos de Israel se corromperan totalmente y que ese mal les vendra en los "postreros
das", una profeca cumplida en el tiempo de los jueces (Jueces 2:11-16) y los reyes (Jeremas 7:28-34),
cuando Israel apostat repetidamente a gran escala. Por lo tanto, los "postreros das" en este texto se
refieren al perodo de los jueces y los reyes. Jeremas 23:20 y 30:23 aplican el trmino "postreros das"
a la cada de Jerusaln en el 586 a.C. En Jeremas 48:47 y 49:39 se refiere a la poca de la restauracin
persa. Otros pasajes, especialmente Isaas 2:2, Miqueas 4:1 y Oseas 3:5 consideran el tiempo del reino
mesinico como los "postreros das". De este modo, es el contexto quien debe decidir a qu era
especfica se refiere el trmino para cada caso. Una mejor traduccin de "postreros das" podra ser "en
el futuro" o "en los das por venir", como se ha hecho en las versiones DHH y NVI.
Por lo tanto, en Daniel 2:28, los "postreros das" se refieren al "futuro que comenz en el tiempo de
Daniel y se extiende hasta el tiempo de la segunda venida de Cristo, simbolizada por la piedra o ltimo
reino". La descripcin de la poderosa imagen que vio Nabucodonosor en su sueo menciona los
metales que componen cada parte de la estatua: la cabeza de oro, el pecho y los brazos de plata, el
vientre y los muslos de bronce y las piernas de hierro con pies de hierro y barro mezclados. Sin
embargo, el nfasis est en la piedra cortada de la montaa y su efecto en la estatua. sta derriba la
estatua con una fuerza increble, convirtindola en polvo, y cubriendo luego toda la tierra. Daniel
describe el sueo demostrando gran habilidad literaria y economa de palabras. "No hay una sola
palabra superfina en la descripcin de Daniel. Es una obra maestra del arte de la descripcin verbal".
En ningn momento Daniel se detuvo para preguntar: "Estoy en lo correcto, rey Nabucodonosor?
Fue esto lo que usted vio?" Su voz reson con la conviccin de un hombre que ha estado en contacto
con Dios. l haba escuchado la voz de Dios, y hablaba ahora con su autoridad.
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El sueo interpretado (Daniel 2:36-45)
El rey Nabucodonosor debe haberse emocionado al escuchar a Daniel relatar el sueo. Ahora estaba
ansioso de escuchar su significado. Al dirigirse al rey con el acostumbrado ttulo de "rey de reyes", no
buscaba el favor del monarca. En pocas palabras, lo que le estaba diciendo era que su posicin en el
trono no era a causa de su poder o sus mritos, sino de la voluntad del Dios del cielo, quien lo haba
puesto all (versculos 37 y 38). Seguidamente procedi a interpretar el sueo:
La Imagen de Daniel 2
1. "T eres aquella cabeza de oro" (versculo 38).
Nabucodonosor representaba al Imperio Babilnico. El libro de Daniel usa los trminos reyes y reinos
como intercambiables. En los das de Nabucodonosor, Babilonia era sin duda la ciudad ms grande y
rica de toda la tierra. Por eso la Escritura la llama "la ciudad codiciosa de oro" (Isaas 14:4; ver tambin
Jeremas 51:7; Apocalipsis 18:16). La historia de Babilonia es la historia del gran conflicto entre Cristo
y Satans. La primera resistencia nacional contra Dios registrada en la Escritura vino de Babilonia
(Gnesis 11), y en el ltimo libro de la Biblia permanece Babilonia como el smbolo de la oposicin
contra Cristo (Apocalipsis 14:8; 16:19; 17:5). La Babilonia histrica era algo as como una falsificacin
del Jardn del Edn. Tena tambin un ro fluyendo a travs de ella, y sus jardines colgantes eran
considerados por los antiguos como una de las maravillas del mundo. A la cabeza de Babilonia estaba
un monarca con poder absoluto sobre la vida y la muerte que, en contraste con Dios, usaba su poder
caprichosamente. Babilonia, construida por Nimrod (Gnesis 10:10), tuvo tres perodos de gloria:
a. Bajo Sargn I (2300 a.C.), cuando se convirti en el primer imperio mundial de la historia.
b. Bajo Hamurabi (1729-1686 a.C.), famoso por el Codex Hammurabi
c. Bajo Nabopolasar (626-605 a.C.) y su hijo Nabucodonosor (605-562 a.C.) quien hizo de
Babilonia una de las ciudades ms grandiosas del mundo antiguo. De acuerdo a Herdoto, los
constructores de Babilonia usaron oro en abundancia para ornamentar la ciudad. "En el templo de
Babilonia hay un segundo altar ms bajo, en el que una gran figura de Bel hecha de oro se sienta en un
trono dorado, sobre una base de oro y con una mesa de oro a su lado. Se deca entre los caldeos que
para hacer todo esto se utilizaron ms de 22 toneladas de oro... En el tiempo de Ciro tambin haba en
este edificio sagrado una estatua de oro slido de un hombre de unos quince pies de alto Esto segn
el testimonio de los caldeos, ya que yo nunca la vi".
2. "Otro reino inferior al tuyo..." (versculo 39).
Medo-Persia y Grecia reciben slo un tratamiento superficial. Daniel se concentra principalmente en el
primero y el ltimo imperios. Medo-Persia (539-331 a.C.) no me inferior ni en tamao ni en duracin a
Babilonia, pero s me claramente inferior en lujo, magnificencia y en la complejidad de su civilizacin.
La referencia a la plata alude al hecho de que los persas usaban este metal en su sistema tributario.
Cada strapa pagaba sus tributos en talentos de plata, excepto los de la satrapa hind, los ms ricos de
todos, que pagaban en oro.
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3. "Un tercer reino de bronce" (versculo 39).
El tercer reino era Grecia (331-168 a.C.). Alejandro el Grande conquist Medo-Persia (336-323 a.C.).
Los griegos empleaban comnmente el bronce en los negocios (Ezequiel 27:13) y en la guerra. Los
soldados griegos se distinguan por sus armaduras de bronce. Sus cascos, escudos y sus hachas estaban
hechos de este metal. Herdoto nos dice que Psamtico I de Egipto vio en la invasin de los piratas
griegos el cumplimiento de una profeca conocida como "Los hombres de bronce venidos del mar".
4. "El cuarto reino ser fuerte como hierro" (versculo 40).
El cuarto reino era el Imperio Romano (168 a.C. - 456 a.C.). Como artesanos, podan usar un martillo
de hierro para trabajar el oro, la plata y el bronce. As, como la profeca lo haba predicho, el cuarto
reino sera ms fuerte que todos sus predecesores.
Sabemos por la historia que las legiones de hierro de Roma aplastaron y demolieron cualquier
resistencia. Roma conquist todos los reinos helensticos. La primera en caer fue Macedonia, en el 168
a.C. Ese ao, el general romano Paulus derrot a Perseo, rey de Macedonia, en Pidna; y cuando la reina
Cleopatra de Egipto se suicid el ao 30 a.C., el ltimo de los reinos helensticos se convirti en una
provincia romana. Roma gobern ms territorios que los imperios anteriores, y en comparacin a stos,
que duraron aproximadamente 200 aos cada uno, el imperio romano dur ms de 600 aos. Fue
venciendo una parte del mundo antiguo despus de otra, e instaur en todas sus provincias un sistema
de gobierno que se convirti en modelo para los estados europeos de los siglos venideros.
5. "Los pies y los dedos, en parte de barro cocido de alfarero y en parte de hierro" (versculo 41).
La ltima parte de la estatua recibe la mayor atencin (versculos 1-43). El simbolismo en estos
versculos sugiere que Roma, el imperio de hierro, se dividira y deteriorara, pero que una forma
debilitada y cambiada de este cuarto imperio continuara, uniendo as la brecha entre el cuarto reino y
el reino universal representado por la piedra. Al estudiar la historia vemos cmo varias fuerzas
dividieron, desgastaron y transformaron al poderoso Imperio Romano durante varios siglos. De la
unidad poltica ms fuerte y unificada del mundo, Roma pas a ser la ms dbil y dividida. En el ao
476 d.C. Odoacro, lder de los mercenarios germnicos al servicio de Roma, depuso al ltimo
emperador romano, Rmulo Augstulo. En los aos siguientes, las tribus germnicas que invadieron el
norte, desgastaron el rea occidental del Imperio. Aunque el Imperio Romano oriental continu por
varios siglos ms, con el tiempo tambin fue conquistado y repartido. De las ruinas del una vez
poderoso Imperio Romano surgieron muchas de las naciones de Europa, unas fuertes, otras dbiles,
repartidas desde el Mar Negro hasta el Atlntico.
El texto nos dice que habr intentos por unificar a esas naciones "por medio de alianzas humanas", pero
que no se unirn (versculo 43). Esta unin por medio de alianzas humanas alude a los casamientos
entre las diferentes casas gobernantes de Europa. Entre stas estaban los Habsburgo, famosos por el
lema "Bella gerant ali, tu felix Austria nube (Otros irn a la guerra, t, feliz Austria, csate)". Ellos
adquirieron muchos territorios a travs de casamientos polticos. Al principio del ltimo siglo las casas
reales europeas estaban estrechamente relacionadas unas con otras a travs de los matrimonios. George
H. Merrit escribi en 1914 que "Europa en guerra puede catalogarse como un pleito entre una gran
Pg. 15
familia. Las casas reales, especialmente las de los pases ms involucrados con la guerra, son
prcticamente todas de la misma estirpe germnica y casi de una misma sangre. Ha habido tantos
casamientos entre estas casas, que la sangre germnica domina cada trono europeo, a excepcin de los
pequeos reinos de Serbia y Montenegro".
A pesar de los matrimonios y tratados polticos, nada ha podido unir de nuevo a Europa exitosamente
ni permanentemente desde los das del Imperio Romano, aunque muchos lo han intentado, como
Carlomagno, Carlos V de Espaa, Napolen y Hitler. Todos fracasaron. Podr el Mercado Comn
Europeo y el concepto de moneda nica negar este cuadro? No! Por muchos acuerdos que firmen estas
naciones para facilitar el comercio y los negocios, permanecern siempre separadas como entidades
culturales, lingsticas y territoriales individuales. La pluma inspirada nos dice que "No necesitamos y
no podemos esperar unin entre las naciones del mundo. Nuestra posicin en la imagen de
Nabucodonosor est representada por los dedos de los pies, en estado de divisin y de un material
deleznable que no puede mantener su cohesin".
El elemento final de la visin de Nabucodonosor es la piedra "no cortada con mano" (versculo 45). De
acuerdo con la Escritura, la piedra representa a Jesucristo (1 Corintios 10:4; Isaas 28:16; Lucas
20:17,18), y el hecho de que golpee los pies y los dedos de la imagen y no la cabeza, el cuerpo o las
piernas, se debe a que el impacto representa el segundo advenimiento de Cristo. "En los das de estos
reyes" (versculo 44) se refiere a las naciones europeas que surgiran del Imperio Romano y que an
existen hoy en da. El quinto reino de la visin es el ltimo reino de la tierra: "que no ser jams
destruido... y... permanecer para siempre" (versculo 44).
La respuesta del rey (Daniel 2:46-49)
Al final de su explicacin, Daniel haba convencido al rey que el sueo tema origen en una fuente
sobrenatural. Nabucodonosor reconoci al Dios de Daniel como el gobernante del universo. Adems, el
rey vio su propio lugar en la historia del mundo y entendi que su autoridad estaba bajo el control del
Dios que se la haba dado (versculos 37 y 47). El texto nos dice que el rey convirti a Daniel en un
hombre prominente (versculo 48). Sin embargo, en su hora de triunfo, Daniel no olvid a aquellos que
se haban unido con l en oracin. Tan pronto como se decidi su posicin, pidi al rey que colocara a
sus tres amigos como administradores de los asuntos de la provincia en la que Nabucodonosor lo haba
puesto como gobernador. A simple vista este pedido podra parecer simple, pero debemos considerar
que es muy probable que varios nativos de Babilonia tuvieran que abandonar sus posiciones para
cedrselas a unos judos desconocidos. En la providencia de Dios, los compaeros de oracin de Daniel
ahora compartan su promocin. A diferencia del jefe de los coperos en la historia de Jos (Gnesis
40:23), Daniel no olvid a sus amigos.
Aplicacin
Daniel 2 nos revela mucho acerca de la funcin de Dios en la historia del mundo, y contiene varias
lecciones espirituales para hoy
1. El poder de la oracin en grupo
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Cuando Daniel regres a casa de su visita al palacio real, habiendo obtenido un indulto temporal, invit
a sus amigos a unrsele en oracin. Muchas manos juntas no slo son buenas cuando se trata de algn
trabajo fsico, sino tambin al orar. "Si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de
cualquier cosa que pidieren" dijo Jess, "les ser hecho por mi Padre que est en los cielos" (Mateo
18:19). "Cristo muestra aqu que debe haber unin con los dems, incluso en nuestros deseos por
alcanzar un objetivo determinado. Se da gran importancia a la oracin unnime, a la unin de
propsito".
A travs de toda la Escritura descubrimos la verdad de estas palabras. Ester pidi a sus sirvientes y a
todos los judos en Susa que ayunaran y oraran con ella antes de ir a ver al rey (Ester 4:16). Jess pidi
a sus discpulos velar y orar con l en el Jardn de Getseman" (Mateo 26:41). Antes del derramamiento
del Espritu Santo, los discpulos se encontraban unidos en oracin (Hechos 1:14), y la liberacin de
Pedro de la prisin se dio como respuesta a las oraciones unidas de la iglesia primitiva (Hechos 12:5).
2. El poder de la oracin ferviente
La oracin de los jvenes hebreos involucraba asuntos de vida o muerte y era ofrecida con fe (Santiago
1:6), en sumisin a la voluntad de Dios y por un motivo justo. Ellos pidieron a Dios el perdn de vidas
humanas y que su nombre fuera glorificado. Dios escuch y contest su oracin porque "la oracin
eficaz del justo puede mucho" (Santiago 5:16).
3. Las bendiciones de la oracin
La oracin de los cuatro jvenes hebreos no slo salv sus propias vidas, sino tambin la de los magos,
los astrlogos, los hechiceros y los caldeos en Babilonia. Adems, produjo paz mental en el perturbado
rey Las oraciones y la presencia de personas piadosas a menudo traen bendiciones a otros, incluso a los
no creyentes. Por ejemplo, Dios bendijo la casa de Potifar a causa de la presencia de Jos en ella
(Gnesis 39:5), y cuando una feroz tormenta hizo naufragar a una embarcacin romana en la costa de
Malta, nadie pereci, debido a que el apstol Pablo se encontraba a bordo (Hechos 27:24).
4. El valor de la profeca
Daniel 2 es una de las grandes profecas de la Biblia. Adems de predecir el futuro, la profeca procura
edificar y confortar a los creyentes (1 Corintios 14:3). La profeca divina demuestra que nuestro mundo
es una nave bajo control, en vez de un iceberg a la deriva. Nos asegura que no estamos solos en un
universo sin sentido y que hay un Dios en el cielo que provee para cada persona. Daniel 2 tambin nos
ensea que cada cosa y cada ser humano en esta tierra en algn momento perecer, a menos que se
vincule con Dios. Todos vamos camino hacia la nada eterna a menos que nos aferremos de la mano de
Dios.
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Captulo 3
El horno de fuego
La historia de la confrontacin entre los tres hebreos cautivos y el rey Nabucodonosor nos recuerda la
batalla entre David y Goliat. En ambos casos, las ventajas eran muy superiores a favor de los paganos.
Era la batalla del poder humano en contra de la fe, y aunque la fe pareca haber sacado la peor parte, en
ambos casos triunf. El secreto de la supervivencia de los tres hebreos en el horno ardiente fue la
presencia de Emmanuel (Dios con nosotros) entre ellos. l estuvo con ellos en el horno de fuego, no
slo para premiar su fe, sino para demostrar a los lderes del Imperio Babilnico all reunidos, el poder
del Dios de Jerusaln.
Informacin
Estatuas Antiguas
En el antiguo Cercano Oriente era prctica comn que los reyes mandasen a hacer estatuas de s
mismos con inscripciones aduladoras, que se colocaban en las provincias y territorios conquistados
como smbolos de su dominio. Los museos exponen una enorme cantidad de estatuas egipcias y asirias.
Informes antiguos indican que existieron muchas ms. El historiador griego Diodoro (primer siglo a.C.)
menciona una figura de Zeus de ms de doce metros de alto; y el coloso de Rodas, de ms de 30
metros, era ms alto que la estatua de Nabucodonosor.
La Planicie de Dura
La palabra dur significa "muro" o fortaleza", la letra a al final es el artculo arameo. Los intrpretes han
favorecido uno de dos sitios como la llanura de Dura. El primero est situado a unos nueve kilmetros
al sur de la antigua Babilonia, donde una serie de montculos an llevan el nombre rabe de Tolul Dura
(montculos de Dura). Los arquelogos descubrieron all una plataforma de aproximadamente siete
metros de alto y 15 metros cuadrados, que pudo haber servido como base para la imagen. El segundo
sitio se cree que estaba entre los dos muros principales que rodeaban la ciudad de Babilonia.
Las excavaciones han revelado que la ciudad que Nabucodonosor hered era casi cuadrangular, con
muros que medan cerca de un kilmetro y medio por lado. La ciudad contena palacios, edificios
administrativos, el complejo del templo (llamado Esagila), as como muchos otros edificios.
Nabucodonosor construy un nuevo palacio al norte de la ciudad, en la ribera del ro Eufrates, y aadi
una gran muralla exterior de varios kilmetros de extensin para encerrar la ampliacin de la ciudad y
su nuevo palacio de veraneo.
"En la poca de Nabucodonosor, los ingenieros y constructores babilonios an no haban llenado con
edificios la parte entre los muros interno y externo, pero la construccin se estaba llevando a cabo. El
espacio abierto serva para realizar los desfiles del ejrcito, y para que las tropas hicieran ejercicio. Este
amplio espacio abierto entre los dos muros bien poda haberse llamado planicie del muro o planicie
de Dura. Con toda probabilidad, aqu fue donde los eventos del captulo 3 tuvieron lugar" [William H.
Shea, Daniel 1-7; p. 104].
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La fecha de la imagen dorada
La Biblia hebrea no da fecha para los eventos de este captulo. Las versiones griegas (Septuaginta) y
siraca (Peshita) del Antiguo Testamento, aaden al principio del versculo 1 "en el decimoctavo ao
de Nabucodonosor" que seria el 587 a.C., un ao antes de la cada de Jerusaln. Esta fecha, sin
embargo, es muy tarda, pues un sitio de 18 meses precedi la captura de la ciudad (2 Reyes 25:1-4).
Una fecha ms probable podra ser la revuelta del 595/594 a.C., en la que, de acuerdo a las crnicas
babilnicas, el rey "aniquil a muchos de su propio ejrcito" [D. J. Wiseman, Chronicles of Chaldean
Kings [Crnicas de los reyes caldeos]; p. 73].
La dedicacin de la imagen permitira que todos los oficiales del rey mostraran pblicamente su
fidelidad. sa fue la manera como Nabucodonosor procur fortalecer su control sobre los distintos
elementos de su vasto imperio. Segn Jeremas 51:59, Sedequas hizo un viaje a Babilonia en su cuarto
ao, posiblemente como respuesta al pedido de Nabucodonosor mencionado en Daniel 3:2.
Explicacin
La imagen de oro de Nabucodonosor (Daniel 3:1-7)
El perodo de gobierno de Nabucodonosor fue una etapa dorada para Babilonia. Su reinado constituy
el pinculo del poder y la gloria de Babilonia. En su notable sueo del captulo 2, Nabucodonosor haba
visto a su imperio como la cabeza de oro de la imagen. Ahora en este captulo lo encontramos haciendo
una imagen de oro. El historiador griego Herdoto (siglo V a.C.) informa que en los das de Ciro,
informantes locales le dijeron que "an haba en este sagrado recinto una estatua de oro slido, de ms
de seis metros de alto" [Herodoto, i, 183; 1:229]. La imagen de Nabucodonosor, sin embargo, tena ms
de 20 metros de alto y dos de ancho (Daniel 3:1). Lo ms probable es que estaba hecha de madera y
cubierta con una capa de oro. De acuerdo con las medidas dadas en el texto, se tratara ms bien de una
figura grotesca, demasiado delgada para su altura. Por ello algunos intrpretes conjeturan que los 20
metros incluan una base alta o pedestal.
Por qu erigi Nabucodonosor esta imagen? Parece que despus de la visin de Daniel 2, el temor a
Dios continu ejerciendo influencia en l. Sin embargo, "la prosperidad que acompaaba su reinado le
llenaba de orgullo. Con el tiempo dej de honrar a Dios, y reasumi su adoracin de los dolos con
mayor celo y fanatismo que antes" [E. G. de White, Profetas y reyes, p. 369].
Lo ms probable es que la estatua dorada representaba la imagen que Nabucodonosor haba visto en
sueos, pero determin que deba ser enteramente de oro, como un smbolo de que el reino de
Babilonia durara para siempre.
La acusacin contra los jvenes hebreos (Daniel 3:8- 2)
Cuando son la msica y todos se postraron para adorar la imagen dorada, los tres jvenes hebreos,
que se negaron a postrarse ante ella, saltaban a la vista de todos. "Postraos y adorad la imagen de oro"
haba ordenado Nabucodonosor. Pero su Dios haba dicho: "No te inclinars a ellas, ni las honrars"
(xodo 20:5), refirindose a la adoracin de imgenes. Es probable que algunos de los que estaban
Pg. 19
junto a ellos les pidieran que accedieran. "No escucharon la msica? Pstrense o los matarn". Pero
Sadrac, Mesac y Abed-nego permanecieron de pie, como tres figuras solitarias en medio de un mar de
adoradores paganos. Daniel debe haber estado en algn otro lugar, pues de lo contrario, habra estado
junto a sus amigos. La ceremonia de dedicacin representaba un acto de adoracin al poder y la fuerza
de Nabucodonosor, y estos tres hebreos se negaron a participar de ella. Notamos aqu la estrecha
relacin entre el estado y la religin. Esta clase de unin ha caracterizado a la mayora de las naciones a
lo largo de la historia. La separacin de la iglesia y el estado, tal y como la conocemos hoy en da, es
un fenmeno reciente.
La confrontacin (Daniel 3:13-18)
Es probable que en una multitud tan vasta, el rey no viera que tres hombres permanecan de pie, por lo
que ciertos caldeos se dieron a la tarea de informarle. Los hombres sentan envidia por los honores
concedidos a los amigos de Daniel en el captulo 2, y con gusto aprovecharon la oportunidad de
acusarlos ante el rey Olvidando que deban la vida a los jvenes, culparon al rey por haber colocado a
los cautivos en posiciones elevadas, invitando as, prcticamente, la rebelin.
Cuando los soldados del rey llevaron a Sadrac, Mesac y Abed-nego delante de l, se sorprendi. "Es
verdad?" pregunt (Daniel 3:14). Aparentemente le pareci difcil creer que tres de los administradores
principales de su imperio se negaban a obedecer sus rdenes. No obstante, estaba ansioso de salvarlos,
pero tena que hacerlo en una forma que no comprometiera su honor. As que les dio otra oportunidad:
"Ahora, pues, estis dispuestos...? Sin embargo, si continuaban desobedeciendo, el homo de fuego
sena su destino. Para asegurarse de que haban entendido sus palabras, agreg un desafo al Dios de los
jvenes. "Y qu Dios ser aquel que os ubre de mis manos?"
Nabucodonosor saba por experiencia que haba un Dios que poda revelar secretos (Daniel 2), pero
parece que no crea que esta deidad tambin pudiera salvar a los hebreos del horno de fuego. La
respuesta de los tres cautivos ha pasado a la historia. "No tiene caso sometemos a otra prueba", de
hecho, dijeron: "Nuestro Dios a quien servimos puede libramos del horno de fuego ardiendo; y de tu
mano, oh rey, nos librar. Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco
adoraremos la estatua que has levantado". No dudaron que Dios poda rescatarlos, si era su propsito,
pero la pregunta era: lo hara? Aun as, la decisin estaba tomada. Incluso si no era la voluntad de
Dios salvarlos, ellos no comprometeran su fe, sino que permaneceran obedientes a la Palabra de Dios.
Qu fcil habra sido para ellos haber razonado: "Si nos postramos, viviremos y continuaremos
ocupando nuestras posiciones en el gobierno, y podremos seguir ayudando a nuestro pueblo cuando lo
necesite", o "podemos postramos y pedirle despus a Dios que nos perdone". Sin embargo, nada en el
texto indica que los jvenes hebreos pensaron de esa manera. Al contrario, se mantuvieron firmes.
Desde entonces su actitud ha servido de inspiracin para el pueblo de Dios.
Durante la guerra de Corea, las fuerzas comunistas invadieron una aldea coreana. All encontraron a un
hombre joven quien, a pesar del edicto en contra, continuaba atestiguando de Cristo. Decidido a hacer
de l un ejemplo pblico, el comandante comunista orden que todos los pobladores de la aldea se
presentaran en la plaza. Uno de los oficiales llev al joven cristiano al frente de la multitud, coloc una
pistola en su cabeza y grit: "Renuncia a Jesucristo o muere!" Cuando el joven vio en la multitud a
algunos de los que haba llevado a los pies de Cristo, levant las manos y grit: "Creo en Jesucristo,
Pg. 20
creo..." Bang! Un disparo de la pistola puso fin a su vida. l, y muchos otros como l, reflejaron el
valor y la fe de Sadrac, Mesac y Abed-nego [Adaptado de Donald K. Campbell, Daniel: decodificador
de sueos; pp. 31, 32].
Salvados en una dura prueba (Daniel 3:19-25)
Las palabras de los jvenes enfurecieron al rey Orden a sus "vigorosos hombres" que calentaran el
homo "siete veces ms" de lo acostumbrado, y que echaran a los tres hebreos en sus llamas. El homo de
fuego era, probablemente, un homo de ladrillos, alimentado con paja saturada de petrleo crudo. "La
ciudad de Babilonia fue hecha de miles, si no millones, de ladrillos de barro. Los hornos usados para
moldear estos ladrillos tenan la forma de una colmena, con un hoyo encima del cono por el que se
echaba el material inflamable; haba otra abertura con forma de tnel a un lado. Las tarimas donde se
colocaban los ladrillos se ponan en la abertura lateral, y el material con el que el homo era alimentado
era arrojado desde arriba. Unas escaleras suban desde la base del homo hasta la abertura en su tope.
Probablemente los soldados lanzaron a los jvenes al horno desde el hoyo de arriba" [Shea, Daniel 1-7,
p. 110].
El homo estaba tan caliente, que la onda del calor mat a los soldados que los haban lanzado, pero
cuando el rey observ a travs de la abertura lateral, en vez de ver a los jvenes consumidos por las
flamas, los vio caminando en medio del fuego. Dios cumpli literalmente en ellos la promesa de Isaas
43:2: "Cuando pases por el fuego, no te quemars, ni la llama arder en ti". Pero ms que eso, no
solamente vio a los tres hebreos caminando tranquilamente en el homo, sino que tambin observ con
ellos a un cuarto personaje semejante a "hijo de los dioses" (versculo 25). "El mismo Cristo que se
apareci a Adn en el Edn, que camin con Enoc y habl con No, que luch con Jacob, que festej
con Abraham, que se le apareci a Moiss en la zarza ardiente y a Josu en las murallas de Jeric, sala
nuevamente de los portales celestiales, esta vez para entrar al homo de fuego a socorrer y apoyar a sus
fieles seguidores. El cuarto personaje siempre est presente en medio de su pueblo santo" [V. C.
Heslop, Diamonds from Daniel [Diamantes de Daniel]; pp. 64, 65].
El rey adora a Dios (Daniel 3:26-30)
Al observar las llamas, el rey no poda creer lo que vea. Admitiendo su derrota, se dirigi a Sadrac,
Mesac y Abed-nego como "siervos del Dios Altsimo" y les pidi que salieran. El servicio de
dedicacin se detuvo y todos ignoraron la imagen cuando el rey reconoci pblicamente su error.
Reconoci que el Dios de los hebreos haba liberado a los jvenes, y los elogi por su confianza en
Dios (versculo 28).
El captulo que comenz con un decreto amenazando las vidas de los tres hebreos a causa de su lealtad
al Dios del cielo, termina ahora con otro decreto dirigido a cualquiera que dijese una palabra en contra
del Dios de los hebreos. Fue correcto que el rey hiciera una confesin pblica y procurara exaltar al
Dios de los cielos sobre todos los dems dioses; "pero al intentar obligar a sus sbditos a hacer una
confesin de fe similar a la suya y a manifestar la misma reverencia que l, Nabucodonosor se exceda
en su derecho como soberano temporal. No tena ms derecho, civil o moral, de amenazar de muerte a
los hombres por no adorar a Dios, del que haba tenido para promulgar un decreto que consignaba a las
Pg. 21
llamas a cuantos se negasen a adorar la imagen de oro. Dios nunca obliga a los hombres a obedecer.
Deja a todos libres para elegir a quin quieren servir" [E. G. de White, Profetas y reyes, p. 375].
Aplicacin
El evento de la llanura de Dura es el primer ejemplo registrado de un gobierno que trata de obtener la
conformidad por medio de la adoracin. El rey Nabucodonosor intent forzar la adoracin de todos,
agregndole un decreto de muerte a la ceremonia de la imagen de oro. Segn la profeca, el pueblo de
Dios en el tiempo del fin enfrentar un decreto similar de parte de la Babilonia moderna.
Una comparacin entre Daniel 3 y Apocalipsis 13:11-18 indica que:
1. En ambos captulos, el asunto es la adoracin
2. Ambos captulos tienen una imagen para adorar, una literal, la otra espiritual.
3. En Daniel 3, la Babilonia literal demandaba esta adoracin, mientras que en Apocalipsis 13 la
Babilonia espiritual exigir la adoracin a la imagen de la bestia.
4. Los tres hebreos enfrentaron la muerte. En el futuro, la iglesia y el estado se unirn para imponer
uniformidad en la adoracin. Aquellos que se nieguen a someterse, enfrentarn el boicot econmico y,
finalmente, la pena de muerte (Apocalipsis 13:15).
Este captulo ofrece muchas lecciones para nosotros:
1. En el gran conflicto entre Cristo y Satans, el creyente est siempre del lado ganador (Romanos
8:28).
2. A travs de la historia, los hijos de Dios siempre han recibido ayuda en los momentos de
necesidad (Hebreos 4:16). Los tres hebreos "ya se encontraban destinados a las llamas antes de saber
qu forma precisa tomara esa gracia. Sera la gracia de la liberacin o la gracia de morir por la gloria
de Dios? Slo al momento de prueba se supo exactamente cmo Dios mostrara su fidelidad" [Sinclair
Rerguson, Daniel, Mastering the Old Testament; p. 86]. Lo mismo ocurre hoy con nosotros (Salmo
66:10-12).
3. La idolatra no es slo asunto del pasado. Cualquier cosa que reemplace a Dios en la vida de su
pueblo hoy, puede convertirse en un dolo. La mente humana, dijo Juan Calvino, es una "fbrica de
dolos". La bsqueda del placer, la adquisicin del conocimiento o de bienestar material pueden
convertirse hoy en dolos. La esencia de la idolatra moderna es el dolo del "yo". Para evitar
reverenciar a este dolo en cualquiera de sus manifestaciones, debemos dirigir nuestra adoracin a
Jess, quien es la nica "imagen del Dios invisible" (Colosenses 1:15).
4. La leccin final que podemos aprender del incidente, es la consagracin sincera de los tres
hebreos. "No tiene lmite la utilidad de quien, poniendo el yo a un lado, da lugar a la obra del Espritu
Pg. 22
Santo en su corazn, y lleva una vida dedicada por completo a Dios" [E. G. de White, Ministerio de
curacin; p. 116].
El juicio de Nabucodonosor
Para el 23 de Octubre del 2004
Daniel 4
DANIEL 4 CONTIENE una de las historias ms notables de la Biblia. Es el testimonio pblico de uno
de los ms grandes monarcas de la Antigedad, acerca de su orgullo, humillacin, y conversin al
Gobernante del universo. La vida de Nabucodonosor antes de este evento haba estado repleta de
xitos. Por medio del podero militar, haba subyugado a todas las naciones circunvecinas. "Los
representantes de todas las naciones se postraban a sus pies, y de sus cofres flua la abundancia por
doquier. Estaba rodeado del ingenio y la, sabidura de su poca, y bajo su mecenazgo florecieron las
artes".' Pero Dios lo hizo descender de las alturas de su poder. Esta historia nos ensea que cuando
nuestra felicidad depende de cualquier cosa fuera de Dios, estamos invitando a la destruccin en
nuestra vida.
Informacin
Nabucodonosor, el constructor realBabilonia, excavada entre 1899 y 1917 por R. Koldewey,
cubra un rea de unos tres kilmetros cuadrados. Un sistema de doble muralla de unos 15 kilmetros
de largo por ocho metros de ancho rodeaba la ciudad. Era un centro religioso sin rival. "Una tablilla
cuneiforme del tiempo de Nabucodonosor enumera 53 templos dedicados a dioses importantes, 955
pequeos santuarios y 384 altares callejeros; todos ellos dentro de los lmites de la ciudad".2 En una
inscripcin babilnica, Nabucodonosor clama: "Yo he hecho a Babilonia, la santa ciudad, la gloria de
los grandes dioses, ms destacada que antes, y he impulsado su reconstruccin. He hecho que los
santuarios de dioses y diosas sean iluminados como el da. Ningn otro rey entre todos los reyes jams
ha creado, ningn otro rey anterior ha construido jams, lo que yo he construido magnficamente para
Marduk".3
El centro de la gloria babilnica era el famoso templo-torre de Etemenanki, dedicado al dios
Marduk. Con una base de cien metros cuadrados, se levantaba a ms de 100 metros de altura. Slo las
dos grandes pirmides de Gizeh en Egipto sobrepasaban esa altura en el tiempo antiguo.
Nabucodonosor construy tres palacios durante su reinado de 4.3 aos. El palacio del sur contena,
entre otras estructuras, los famosos jardines colgantes de Babilonia, especie de jardines de techo o
terrazas considerados una de las siete maravillas del mundo antiguo. Fueron construidos para la esposa
del rey que era de Media, como sustituto de las frondosas colinas de su tierra natal. Otra de las notables
estructuras de la ciudad era la famosa Puerta de Astart, por la que pasaba la Calle de las Procesiones,
que llevaba desde los diferentes palacios hasta el templo Esagila
El simbolismo de los rboles en el antiguo Cercano OrienteLos rboles csmicos o sagrados
eran un elemento importante en la iconografa de la antigua Mesopotamia. Muchos sellos de la poca
Neo-Asiria y Neo-Babilnica (1000-5000 a.C.) contenan estos rboles. En el centro de la imagen
usualmente se encontraba una palmera sagrada. Sobre el rbol est un disco solar alado que representa
al dios sol. Dos chorros de agua fluyen desde las alas hacia los lados del rbol sagrado. A cada lado del
http://www.pmministries.com/CEES/2004/ES1/Leccion1/L1.htm
Pg. 23
rbol hay representaciones de reyes o sacerdotes en el acto de adoracin. Segn S. Parpla, el rbol
"representa el orden mundial divino mantenido por el rey como representante del dios Asur,
personificado por el disco alado sobre el rbol".'1 Algunas veces el rey toma el lugar del rbol, y "en
tales escenas el rey es presentado como la personificacin humana del rbol. Por lo tanto, si el rbol
simbolizaba el orden mundial divino, el rey representaba la realizacin de ese orden en el hombre, es
decir, la verdadera imagen de Dios, el Hombre Perfecto".5
La enfermedad de NabucodonosorEn 1952, arquelogos descubrieron en la cueva Nro. 4 de
Qumran un fragmento arameo de una oracin de agradecimiento atribuida a Nabonido, ultimo rey de
Babilonia. El texto menciona que el rey tuvo una desagradable enfermedad de la piel durante siete
aos, por orden del Dios Altsimo. Cuando los eruditos publicaron el fragmento por primera vez,
muchos supusieron que se trataba de una versin anterior de la historia de Daniel 4, y que el libro de
Daniel haba sustituido el nombre de Nabucodonosor por el de Nabonido. Sin embargo, los eruditos
conservadores creen que este fragmento es, posiblemente, "una versin distorsionada por el tiempo de
la enfermedad de Nabucodonosor, si es que de hecho no representa alguna enfermedad sufrida por el
mismo Nabonido (cuyos diez aos de confinamiento en la nrdica ciudad rabe de Tema [Teman]
pueden haber sido causados, parcialmente, por ella)".6
Explicacin
La alabanza de Nabucodonosor (Dan. 4 :1-3)El captulo comienza con una proclama a todos
sus sbditos. El tradicional saludo "La paz os sea multiplicada" (Dan. 4:1; cf. Gen. 43:23; Le. 10:5) es
la salutacin que la gente usa cuando se encuentran hoy en da en el Medio Oriente Shalom, o Salam.
Pero en este caso, el saludo vena de un hombre que verdaderamente haba encontrado paz interior. El
una vez orgulloso monarca tena paz consigo mismo y con el mundo, y deseaba que todos conocieran el
motivo. Humildemente explica el propsito de su testimonio: "Conviene que yo declare las seales y
milagros que el Dios Altsimo ha hecho conmigo" (vers. 2).
Las seales y milagros a las que Nabucodonosor se refiere fueron las manifestaciones del poder de
Dios en su vida. Dios se comunic indirectamente con l en el captulo 1 a travs de los cuatro jvenes
hebreos, quienes eran 10 veces ms brillantes que los dems. Luego se dirigi a l directamente en el
captulo 2 con el sueo de la gran imagen, y le habl ms que directamente desde el horno de fuego en
el captulo 3. Pero a pesar de que Dios toc fuertemente la puerta del corazn del rey, an no estaba
listo para recibirlo. En el captulo cuarto el Seor trata de llegar una vez ms al corazn de
Nabucodonosor, pero esta vez toca tan fuerte la puerta que se sale de sus bisagras. Sin embargo, con el
tiempo Dios logra entrar en el corazn de Nabucodonosor. La paciencia y longanimidad de Dios
demuestran que l no est ansioso de castigar, sino que espera pacientemente el regreso de cada hijo
prdigo a casa.
La bsqueda de un intrprete (Dan. 4:4-18)Hacia el final de sus das, Nabucodonosor relata el
evento ms dramtico vivido por l: su locura y subsiguiente recuperacin, que culmin con la
aceptacin de la direccin de Dios en su vida. Comienza con la afirmacin de que estaba "tranquilo" y
"floreciente" (vers. 4). En otras palabras, se senta prspero y feliz consigo mismo, como el hombre en
la parbola del rico insensato (Luc. 12:16-21). En el siglo 21 podramos compararlo a un terrateniente
que acaba de reunirse con su corredor de bolsa y descubre que verdaderamente tiene razones para estar
contento.
Pg. 24
Dios, sin embargo, tema una visin distinta. Le dio a Nabucodonosor un sueo que lo perturb
(vers. 5). Tal como la vez anterior, emiti de inmediato una orden para que los consejeros reales se
presentaran frente a l. Pero en contraste con la historia del captulo 2, en esta ocasin s les cont el
sueno. Pero de nuevo se declaran incapaces de explicarle al rey el significado del sueno, o tal vez
prefirieron permanecer en silencio a causa del contenido negativo del chismo y no arriesgarse a
encender la ira del rey.
Cuando al fin Daniel, en respuesta a la orden real, se encontr frente a Nabucodonosor, el rey
reconoci que "el espritu de los dioses santos" estaba en el profeta (vers. 9), por lo tanto, seguramente
sera capaz de explicarle el significado del sueo. Se desconoce la causa de la tardanza en la aparicin
de Daniel, pero sirve para enfatizar la diferencia entre los oficiales de la corte, que usaban los mtodos
tradicionales de interpretacin, y Daniel, quien haba recibido el don de interpretacin de parte de Dios.
El tema predominante del sueo del rey era un rbol de mximas proporciones que alcanzaba hasta
el cielo, y daba sombra y alimento a todas las criaturas vivientes. Los rboles desempean un papel
importante en la Escritura. En Gnesis 3 encontramos el rbol de la vida en medio del jardn del Edn.
Salmo 1 compara al pueblo de Dios con rboles plantados junto a ros, y Ezequiel 31 describe a Asira
como un cedro en el Lbano. Jess us frecuentemente rboles para ilustrar verdades importantes (Mat.
7:17-18; 12:33; 24:32-33), y Pablo compar al Israel fiel con un olivo y a los gentiles con ramas
desgajadas (Rom. 11:17).
El rbol de Daniel 4 es un smbolo del rey Nabucodonosor mismo. En su sueo vio un ser, un
vigilante, un santo, que descenda del cielo y ordenaba que el rbol fuese cortado (vers. 14). Como
ocurre en todo el libro de Daniel, el velo que oculta el mundo invisible fue levantado por un instante
para que la humanidad pudiese echar un vistazo detrs de la cortina donde se libra la lucha csmica
entre Cristo y Satans. Con el mismo modelo del libro de Daniel, tales vigilantes invisibles aparecen
frecuentemente en la literatura juda de los perodos helensticos y romano.7
La cepa que Nabucodonosor ve que permanece indica que el rey no ser destruido completamente,
sino removido del poder. En la antigua Mesopotamia existe cierta evidencia del uso de bandas de metal
en los rboles, que tal vez servan para evitar que se rompieran o por alguna otra razn an
desconocida. Estos aros de bronce han sido desenterrados en Korsabad. Tambin haba bandas de metal
alrededor del tronco de un rbol en sellos cilndricos y en planchas de madera del palacio de
Asurnasirpal (885-860) en Nimrod.s
El sueo interpretado (Dan. 4:19-27)Daniel estaba asombrado, e incluso pasmado por la
severidad del juicio divino contra el rey. Vacilaba en dar la interpretacin, no por temor a lo que podra
ocurrirle como portador de malas noticias, sino porque estaba preocupado por el bienestar del rey. Pero
el significado del sueo era claro, sin necesidad de mucha interpretacin, as que Daniel fue
directamente al punto: "T, oh rey, ests simbolizado por el rbol", lo ms probable es que
Nabucodonosor ya sospechaba que se era el caso. En una inscripcin en Wady Brissa compar su
imperio con un gran rbol: "Bajo su eterna sombra (de Babilonia), he reunido a todos los pueblos en
paz".9
Siendo que Nabucodonosor es el rbol, tambin es el objeto del juicio venidero. "Te echarn de
entre los hombres, y con las bestias del campo ser tu morada, y con hierba del campo te apacentarn
como a los bueyes" (vers. 25). Con qu propsito? La respuesta provee el foco teolgico de este
captulo: "...Hasta que conozcas que el Altsimo tiene dominio en el reino de los hombres, y que lo da a
Pg. 25
quien l quiere". Los eventos del captulo 2 ya le haban transmitido este mensaje al rey, pero se haba
negado a aceptarlo. Dios, por lo tanto, lo tratara severamente con el fin de curarlo de su ceguera
espiritual. Perdera su gloria real y sera reducido al nivel de una bestia. "De acuerdo con el sueo, las
bestias del campo haban encontrado sombra bajo Nabucodonosor, el rbol csmico (v 12); ahora Dios
lo reducira a ser una de esas bestias que necesitaban abrigo y provisin".'"
Daniel aventur dos palabras de consejo, con la esperanza de evitar la terrible sentencia pronunciada
sobre el rey: 1. "Tus pecados redime con justicia". "Arrepentirse y hacer lo justo" es un tema recurrente
en toda la Escritura. La primera palabra registrada de Juan el Bautista fue "arrepentos" (Mat. 3:2); y la
primera palabra registrada de Jess fue tambin "arrepentos" (Mat. 4:17). No hay salvacin sin
arrepentimiento. 2. "Haciendo misericordias con los oprimidos". Tanto el Antiguo como el Nuevo
Testamento manifiestan esta preocupacin. Aquellos que carecen de influencia, y que no tienen nadie a
quien llevar su caso, son objeto de muchos abusos.
El cumplimiento del sueo (Dan. 4:28-33)Los ltimos versculos del captulo reportan los
detalles de la tragedia: "Todo esto vino sobre el rey Nabucodonosor". Sin embargo, Dios, por
misericordia, retard el juicio por 12 meses, a fin de dar tiempo a Nabucodonosor para responder al
consejo de Daniel. Sin embargo, luego de un jactancioso discurso, una voz del cielo anunci el
cumplimiento del juicio divino (vers. 33).
La enfermedad de Nabucodonosor ha sido objeto de considerables debates. Posiblemente haya
sufrido de alguna forma de locura en la que los seres humanos se creen animales. Pudo haber sido
licantropa, el sndrome del hombre-lobo; o boantropa, en la que la persona cree que es un buey. Un
texto cuneiforme babilnico publicado en 1975 podra referirse a la locura de Nabucodonosor. H texto
declara que el rey "daba rdenes contradictorias, rechazaba aceptar los consejos de sus cortesanos, no
mostraba amor ni por su hijo ni por su hija, descuidaba su familia y ya no cumpla sus deberes como
cabeza de estado"."Es muy probable que a causa de esta enfermedad mental sus oficiales lo confinaran
a los predios del palacio real, sin exponerlo a la vista de las multitudes, y sus ministros y consejeros se
encargaron de los asuntos del estado. Pero Dios protegi al rey de las revueltas que solan sucederse
durante los perodos de debilidad real.
Doxologa final (4:34-37)La historia concluye con la restauracin de Nabucodonosor al trono de
Babilonia. Al darse cuenta de lo que le haba sucedido, us su restaurada razn para bendecir, alabar y
dar honra a Dios. Se haba convertido realmente Nabucodonosor? Parece que s. Elena G. De White
escribi que "el que mera una vez un orgulloso monarca haba llegado a ser humilde hijo de Dios; el
gobernante tirnico e intolerante, era un rey sabio y compasivo. El que haba desafiado al Dios del cielo
y blasfemado contra l, reconoca ahora el poder del Altsimo, y procuraba fervorosamente promover el
temor de Jehov y la felicidad de sus sbditos".12
Aplicacin
Daniel 4 contiene muchas lecciones:
1. El principio que a Nabucodonosor le tom tanto tiempo aprender todava es vlido hoy en da:
que Dios est en el control de mando del universo y le ha asignado a cada individuo un lugar y una
tarea en su gran plan.
Pg. 26
2. La humanidad puede evitar los juicios de Dios a travs del arrepentimiento y la conversin (ver
Isa. 38:1, 2, 5; Jer. 18:7-10; Jon. 3:1-10). Por esta razn Dios anunci el inminente juicio contra
Nabucodonosor, pero le dio un ao completo para arrepentirse y evitar as la calamidad ya anunciada
(ver Dan. 4:29).
3. Nunca deberamos desanimarnos respecto a la conversin de alguien. Quin hubiera pensado
que este rey pagano llegara a estar un da entre los grandes testigos de Dios para el mundo?
4. Daniel 4 revela grficamente el peligro del orgullo. Nabucodonosor puede ser un ejemplo
extremo, pero el orgullo reside en menor o mayor grado en el amia de todos los seres humanos, y se
manifiesta en un sin fin de maneras. Es vital, por lo tanto, recordar el consejo inspirado: "La soberbia
del hombre le abate; pero al humilde de espritu sustenta la honra" (Prov 29:23).
5. Como ocurre con la mayora de los captulos de Daniel, ste tambin tiene un significado especial
para el "tiempo del fin". Apocalipsis 18:6, 7 nos dice que la Babilonia de los ltimos das, la
confederacin de iglesia-estado, se vanagloriar. "Yo estoy sentada como reina, y no soy viuda, y no
ver llanto", pero, igual que Nabucodonosor, tales alardes sern slo el preludio del juicio y la
destruccin.
Referencias
1. Desmond Ford, " Los Siglos en una Cscara de Nuez," Ministerio, (Mayo de 1974), p. 21.
2- Comentario bblico adventista del sptimo da (Washington, D. C.: Review and Herald, 1955),
tomo 4, p. 824.
3. Ibd., p. 826.
4. S. Pairla, "The Assyrian Tree of Life: Tracing the Origins of the Jewish Monoteism and Greek
Philosophy [El rbol de la vida asirio: trazando los orgenes del monotesmo judio y la filosofa griega"
JNES 52 (1993):l67- Ver tambin; Martn Klingbeil, Yahweh fghtwg from Heaven |La lucha celestial
de Yahweh] (Goettingen: Vandenhoeck and Ruprecht, 1999), P. 213.
5. Parpola, pp. 167, 168.
6. Gleason L. Archer, "Daniel," The Expositor Bible Commentary (Grand Rapids: Zondervan,
1985), vol. 7, p- 63.
7. En 1 Enoc 1-36, por ejemplo, encontramos el "libro de los vigilantes" en el que el trmino se
refiere a los ngeles cados, e,g., I Enoc 14:1, 3- Ver: James H. Charlesworth, ed., The Old Testament
Pseudepigrapha [Los apcrifos del Antiguo Testamento] (Garden City, N.Y.: Doubleday Company,
Inc., 1983), tomo 1, p. 20.
8. Vrr John J. Collins, Daniel. Hermeneia (Minneapolis; Fotress Press, 1993), p. 226.
9. Stephen Langdon, ed,, Building Inscription of the Neo-Babylonian Empire [Inscripciones en los
edificios del Imperio Neo Babilnico]: Parte I, Nabopolasar y Nabucodonosor (Paris: E. Leroux, 1905),
Pg. 27
171, citado en: Donald E. Gowan, Daniel, Commentario Abingdon del Antiguo Testamento (Nashville:
Abingdon Press, 2001), p. 80,
10. Sinclair Ferguson, Daniel, p. 97,
11. Siegfried H. Horn, "Nueva Luz
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