libros
por manuel blanco
didascalias:¿viaje imposible
al porvenir?
-las que hacen que un individuo ~e distingade otro y no sea como las horlDlgas, semejante -a otras hoffiÚgas- los que se encarguen de la selección, a título personal, dela cultura, creando su cultura. Cultur~.escultivo, esto es, formación, co~fo~acJOn.Algo que hace el hombre por SI mIsmo enla inevitatie relación con sus semejantes. Lacultura es algo que, necesariamente, tiene elhombre que tomar de lo que sus semejanteshacen, realizan, creando a su vez el horizonte de posibilidad de la misma; posibilidad pero no limitación. Porque el individuoes, precisamente, individuo en cuanto puede seleccionar, escoger. Y es esta posibili·dad, la que debe ampliar la difusión cultu
ral.a mexicano, todo mexicano, debe tener
a su alcance un amplísimo horizonte deposibilidades de selección cultural, que deben ser realizadas de acuerdo con sus afinidades, de acuerdo con su personalidad.Horizonte de posibilidades que también haga más amplia su libertad, la libertad deelección. :&to es, que este o aquel individuo concreto de lo que llamamos el pueblo, no se encuentre obligado a elegir unadeterminada forma de cultura porque seaésta la única que se le ofrezca. De lo que setrata es que el individuo, todo individuo,tenga a su alcance una amplísima gama deposibilidades culturales para elegir y que estaselección sea la simple expresión de supersonalidad y no expresión de ignorancia,de carencia.
En tal sentido es que entendemos ladifusión cultural, sin limitaciones, sin discriminaciones que partan de este o aquelequívoco. Habrá que llevar al pueblo todoel amplísimo mundo de la cultura para quelos individuos que lo forman seleccionen deeUa lo que consideren más propio. No hayque olvidar que es de la capacidad de estaamplia difusión de la cultura entre el pueblo que depende, a su vez, la capacidad deexpresión cultural del mismo. La cultura, sedice, es la expresión más alta del alma deun pueblo, la expresión del genio de susindividuos. Al pueblo habrá que llevar loque es del pueblo, tanto los aspectos determinados de su cultura como pueblo concreto, como los que expresan la totalidad delos pueblos. La Humanidad. Para que laasimilación de esta cultura sirva, a su vez,de abono en la afloración de nuevas expresiones de la cultura dentro de una infinitatarea que sólo podrá terminar con el agenteconcreto de la misma, el hombre, el individuo.
Por lo que se refiere a México, esta tareaalcanzará sus más altas posibilidades si, enprimer lugar, coordinamos los esfuerzos queen este sentido realizan las institucionesque consideran la difusión cultural comouna de sus más importantes tareas. Pensamos, insistimos, en que el momento espropicio, que esta tarea va alcanzando unamayor comprensión, y por lo tanto, unamayor posibilidad de estñnulos. Pero elmayor de los estñnulos tendrá que partirde nosotros mismos, mostrando que somoscapaces de coordinar nuestros esfuerzos~ue~ro~ esfuerzos como individuos y com~InstituCIOnes, en una tarea que deberá alcanzar nivel nacional.
Doy otra fumada al cigarro. Siento quenada de lo que me rodea es importante,sino sólo esto. Veo la imagen del narrador:un metro y setenta y siete, vigoroso, corpulento, pero como si esta clase de minuciasno importaran. Mejor: la sonrisa infantil,largo el pelo y enmarañado. Desparpajo.Mientras, trato de buscar mi propia imageny súbitamente comprendo que si persistopuedo encontrarla.
Pero he aquí la verdadera imagen: unalfiler en la paja: un viaje: la odisea delnarrador, la Gran Odisea a que cada unodebe sobrevivir, y en medio de todo ello, lacerteza de que algo se sobrepone -puedesobreponerse- al tedio y a la nostalgia: laconciencia.
Entonces voy entendiendo que el viajepuede iniciarse desde cualquier punto yconducirme indistintamente a los lugaresmás cercanos o más remotos: a Londres, aBudapest, a un centro petrolero en el Estado de Veracruz... o a cualquier cordilleraamericana (Efraín mientras tanto contempla los cielos límpidos y llenos de tupamaros presagios). O simplemente a un viajeetemo a bordo de alguna embarcación quenavegando por el Atlántico jamás llega a sudestino. Son infinitas las posibilidades. Como la realidad de todos los días.
Pero entonces lo importante no es tantola realidad -que ya está dada, que se nosofrece siempre como algo definitivo e irreversible-, como puede serlo la posibilidad.Eso. Importa lo posible, no lo real. Y nopor otra cosa, sino porque entonces puedoelegir, tomar de alguna manera las decisiones que pueden afectar y de hecho afectanmi vida. Aquí comprendo que el primerminuto de conciencia es más terrible, milveces más terrible que toda la conciencia.
Claro: hay casos. Concretos. Ulises, JuanManuel Torres (cualquier nombre, cualquiervida, ya dije que las posibilidades son infinitas) emprende el viaje que ha de conducirlo hasta su Itaca tantas veces perdida. Ysí: un día regresa y entonces comprendeque la suma de todo lo vivido: sentir,pensar, recordar, o bien: el olfato, el gusto,todas y cada una de las experiencias olvidadas y ahora de pronto ahí, presentes, sinmayor justificación que su presencia misma,lo han vuelto un extraño, un extranjero ensu propia tierra. ¿Cuántos Ulises han regresado y seguirán regresando a llaca en esa sunueva condición de seres ajenos hasta de símismos?
* Juan Manuel Torres: Didascalios, EdicionesEra, 1970, México.
No hace falta la geografía. Podría seruna simple metáfora. Algo imaginado: imaginar que existe la geografía porque existela necesidad de contar con un punto dereferencia; porque hay que extraer de sucontexto a un personaje (¿mutilándolo?)para así encuadrarlo en ciertas y muy precisas limitaciones. Sólo de esta manera podremos recuperar al menos una parte de suvida. Podremos rescatar su conciencia.
Sólo que entonces ya no nos importamucho, para los efectos del caso, su conciencia, sino el proceso en que arriba laconciencia. Esto es lo verdaderamente importante. Y es precisamente aquí dondepodemos advertir la infinita variedad de loposible: no hay un solo camino, sino muchos senderos que, claro, pueden muy bienposeer innúmeras bifurcaciones (ya vine.Borges). Es el viaje y el fin de ese viaje: esla conciencia y la vuelta a una más profunda conciencia.
¿De qué se trata entonces" ¿QUién oquiénes podrían plantearse esta profunda.agobiante. inevitable introspección, esteanálisis de la existencia que debena conducirnos a la conciencia?
Sartre en Los caminos de la libertad nosdescribe la forma en que Mateo llega a /.aedad de la razón. Pero la historia de esejoven profesor de liceo es a la vez laposibilidad de elección y la impotencia paradecidir su propio destino. Mateo comprende cuál es su única alternativa: integrarseen el sistema para destruirlo: perder suindependencia, su pequeña libertad, paraganar todas las otras libertades. Sin embargo, duda, vacila, teme, y finalmente no seatreve y deja pasar aquella que era suúltima oportunidad_
El personaje sartreano (¿Sartre mismoen aquella época? ) es el in telectuaI azoradoante los problemas de su tiempo, que comprende la necesidad y hasta la inevitabilidaddel cambio y sin embargo prefiere permanecer en ese estado de conciencia latente,arrastrando una subsistencia inútil, estéril,viviendo simplemente "la suma de sus propios actos" que podrían ser la libertad,pero son en verdad la sencilla suma de suspequeñas, inútiles vivencias, siempre llenasde egoísmos y remordimientos.
Carpentier plantea el problema desdeotro ángulo. En Los pasos perdidos elpersonaje inicia la imposible búsqueda desu destino cuando por fm advierte que "laúnica libertad que conserva es la de elegirlos platos de la comida los domingos por lamañana". Es el intelectual asimilado por el
la vida de un militante
por Rubén Venadero1~I11
establishment: su vocaclon -musicólogo-,se ha diluido en la maraña avasalladora deltrabajo publicitario. Es el París de los añoscincuenta -o el México de los setenta, dalo mismo-o
El viaje concluye en las Antillas y tienesu epílogo en un París irrecobrable y enunas Antillas también irrecobrables. La nostalgia es la misma que la de Mateo. Y lafrustración. Y la impotencia. Porque esirrealizable, porque ha extraviado irremisiblemente sus propios pasos. El hombre-hombre no existe porque se reduce a unacomplicada metáfora donde lo único ciertoes la frustración y el desencanto.
Carpentier, con esa prosa barroca queinvariablemente nos remite al principio decuanto existe -visión cosmogónica que es aun tiempo certeza del futuro-, nos enfrenta a la alucinación y al mestizaje: al mundode lo real maravilloso. Los pasos perdidoses la gestación y el proceso descriptivo,meticuloso de La Gran Odisea; viaje que seconstruye a partir del primer momento deconciencia para, fmalrnente, integrarse enuna nueva conciencia, precisamente cuandoel viaje ha concluido y otro se inicia: laúltima esperanza. Pero las puertas del Edénse han cerrado y con su recio hermetismoparecen increpamos. La realidad no es laque soñamos, sino la que es: ambigua,contradictoria, maravillosa, terrible y trascendente como el hombre mismo.
En Didascalias,* Juan Manuel Torresconstruye un ámbito donde la rememora·ción es o puede ser a un tiempo recorda·ción del futuro: hay un proceso que seinicia o transcurre o concluye -da lo mismo, puesto que aquí, allá, hoy, ayer, mañana, se está arribando a la conciencia ynuevos Ulises existen o dejan de ser: lasposibilidades son inagotables: lo posible eslo único real.
Sólo que Juan Manuel nos enfrenta aconsiderar otro nivel: Ulises, derrotado, tra·ta de huir hasta de sí mismo: se niega arecordar a las muchachas baleadas (con la"V" de la victoria retorciéndose aún entre
l.enin es una de las personalidades históricasmás sobresalientes de la era de la Revolución Social. Esta personalidad histórica dela época del imperialismo es la que analizacon ojos amplios el teórico marxista francésRoger Garaudy en su libro Lenin (la vidade un militante). *
La obra teórico-política de l.enin fuevista durante décadas como un ícono anteel cual había que posternarse. Todos losdiscípulos oficiales del arquitecto de laRevolución de Octubre de 1917, se educaron dogmáticamente en su obra, sin preocuparse por aprender su espíritu dialéctico;deformaron sus tesis convirtiéndolas en"verdades de capillas" válidas absolutamen-
• Roger Garaudy: Lenin (la vida de un mili·tante). México. Editorial Grijalbo, 1970.
sus dedos), a los jóvenes soldados hermososque ya no serán nunca más hermosos, y alos judíos y a los árabes y a los polacosperseguidos, a los alemanes, a los rusos,Dios, perseguidos en su propia patria socialista, y a los ejércitos que vienen de la nochepara apagar la mañana clara de Chewslovaquia.
Sorgen lo encuentra - ¿es Alfredo, noSorgen? - en un café londinense ¿o enGrecia?, ¿o en París? , y la comunicaciónya no es posible porque Ulises ha perdidosus propias cruces de ceniza. Pero Ulisesderrotado, muerto, no es sino una nuevaposibilidad: la de Sorgen, la de Alfredo, lade Juan Manuel Torres, la de todos losnuevos Ulises que están naciendo aquí o encualquier sitio y que aún conservan lacapacidad de elegir: el primer minuto deconciencia es más terrible que toda la con·ciencia. .. entonces el mito resucita y esnada menos que la vida. La vida.
Alto. No es el proceso de hacer conciencia en una clase social oprimida, sino larealidad a que deben enfrentarse ciertosgrupos lógicamente marginados; es la capade la intelectualidad que comprende sucircunstancia y ante la cual, objetivamente,no existe otra solución que la integracióncrítica colectiva, clasista.
En ese contexto las decisiones individuales -las del Ulises que somos cada unoproducen la desesperación pequeñoburguesay las consecuencias se expresan lo mismoen el abandono y el más abyecto conformismo, que en la tendencia al SupremoActo Heroico.
Queda al final del relato, sin embargo, lacertidumbre de que las posibilidades no hansido agotadas, de que algo permanece y quea fin de cuentas arribar a la conciencia esya andar una buena parte del camino...hacia una nueva conciencia donde la inmersión en el mundo de los hombres realesequivaIe no a la justificación gratuita ymoralizante de nuestros actos, sino a laimpugnación racional y furibunda de todolo establecido.
te para todos los momentos históricos, noobstante la diversidad de con'diciones sociales o políticas; no comprendieron sus aportaciones al marxismo y a la revoluciónproletaria. Con este método transformaronal leninismo en una concepción mecánica,inerte, abstracta.
Este proceso por el cual el Lenin dialéctico se trastrocó en un Lenin dogmático sedesarrolló durante la época stalinista. Sóloa partir de los años cincuenta se abre lacrítica histórica a las concepciones de losaños anteriores. Los nuevos ojos obrerosque no sufrieron el medievo del marxismopresencian en la historia del hombre hechossociales que sacuden su aletargado instintode clase: la revolución en los países capitalistas dependientes o colonizados, los movi-
mientos estudiantiles europeos y americanos que convulsionan sus estructuras. Todasestas nuevas luces permitieron redescubrirlas "sagradas escrituras" del marxismo, eincluso desenterrar libros herejes, revolucionarios herejes y teóricos malditos que posibilitaron la crítica al leninismo oscurantistareivindicando su esencia dialéctica y destruyendo las gruesas capas de materialismomecánico con el que había sido falseado.
Es sin duda por este renacimiento delmarxismo que se hace presente la necesidadde una revaluación crítica de l.enin;, a ellocontribuye en forma notable el libro deGaraudy, insertándose en la nueva épocadel marxismo creador sustentado en unauge significativo del movimiento social.Garaudy aborda históricamente el desarrollointelectual y político de Lenin mostrándonos lo que de original aportó a la teoríamarxista de la Revolución: sus concepciones del partido, del estado y de la mosofía;ubica sus relaciones intelectuales, los marxistas que más influyeron en su formaciónconceptual: Kautsky y Plejanov.
No es nuestra intención aquí resumirtodos los problemas examinados por Garaudy en su libro, destacaremos aquellos queconstituyen puntos de vista novedosos ocríticos en el conocimiento del pensamiento de Lenin y, en especial, los problemasde organización que profundiza más y analiza polémicamente.
En dos de los primeros escritos teóricopolíticos importantes de Lenin para el futuro de la revolución social en su país, ¿Quienes son los "amigos del pueblo" y romoluchan contra los socialdemócratas? (1894)y El desarrollo del capitalismo en Rusia(1896-1899), aplica los principios del marxismo a su realidad, descubriendo, a travésdel análisis concreto de ésta, el tipo deformación económica de la sociedad rusa y,en consecuencia, sus clases sociales fundamentales. Puede así superar positivamentelas teorías que afirmaban, todavía como entiempos de Marx y Engéls, que en Rusia, elcampesino, debido a la propiedad comunalde la tierra, sería el sujeto histórico de larevolución socialista. Pero con el desarrollodel capital monopolista, la historia socialrusa cambió de signo: el modo de producción social capitalista se instauró como elhegemónico, aún y cuando existiesen juntoa él antiguos modos de producción. Dentrode este marco histórico social, la claseportadora de una organización social másavanzada ya no lo es el rústico y primitivocampesino, sujeto a la proletarización permedium de la "expropiación masiva" de supropiedad rural; la clase obrera, joven, poconumerosa pero bastante concentrada, poseeun alto grado de disciplina y organizaciónque le permite conformarse como "el representante avanzado de toda la poblaciónexplotada". Esta afirmación de Lenin, escribe Garaudy, no se sustentaba en una "dialéctica a priori", o en "esquemas elaborados para Europa Occidental". Todo lo contrario: "la afirmación de que el ritmo dedesarrollo dialéctico definido por Marx seextiende a Rusia es algo que' resulta delmás meticuloso análisis de los hechos".
Uno de los aspectos primordiales delpensamiento leninista, el del partido revolu·
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