8/20/2019 Los retratos de los peregrinos del Milagro
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PEREGRINOS
DEL MILAGRORETRATOS
Iruya, Los Andes y Valles Calchaquíes; vienen desde allítrayendo su fe a cuestas como un inapelable mensaje deesperanza para todo el país. Los acompañamos desde la
humildad de sus hogares, sus vidas y sus historias.
14Historias de feEl Tribuno revela en es-te documento los cos-
tados más emocionan-
tes de la vida de los pe-
regrinos del Milagro y su
esperanza.
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El Tribuno RETRATOS
A Axel Andrés David Garzón, de 16
años, todos le dicen Monchito o
Alex. “Cuando salí el año pasa-
do algunos me decían que eran
cerquita todos los lugares”, dice.
“Es bien lejos y encima es una cuesta bastan-
te parada, ¿ve? Yo confiado pensaba que iba
a ser fácil, pero había sido muy complicado.
Pero de todas formas fue lindo, porque íbamos
cantando, rezando y hablando entre nosotros.
Así me hice muchos amigos nuevos. El año
pasado casi nomás no hablaba ¿ve?”, detalla
Monchito, que está en su segunda peregri-
nación. Para poder caminar hasta Salta tuvo
que ser un buen alumno durante todo el año,
no flaquear en ninguna materia y contar con
faltas suficientes.
Temprano arranca para el colegio por las
calles empinadas de su pueblo. “Mi trechito al
colegio es lejos, supongamos 10 cuadritas, algo
así. Entro a las ocho y hasta la una. Después a
la tarde hacemos un poquito de siestita y luego
hacemos las tareas que nos dan”, cuenta. Mon-
chito cargó con el bombo de la peregrinación,
desde Santa Victoria hasta Acoyte. Escucha
música electrónica y reggaetón. Sueña con ser
DJ como Avicii, el sueco Tim Bergling, que
eligió su apodo porque un amigo le dijo que
así se pronunciaba “el nivel más profundo del
infierno budista”. También le gusta mucho la
música de Raymond Luis Ayala Rodríguez, na-
cido en San Juan de Puerto Rico y conocido
como Daddy Yankee. Monchito camina para
pedir por un buen porvenir, “ser un hombre
de profesión, tener una carrera”. Se imagina
creando música, pero quiere estudiar medicina.
Es hincha de Boca. “Pero no tan fanático porque
no tengo televisor para ver, pero sí escucho por
la radio y si va ganando y me pongo alegre.
Tengo un póster viejo. Si juega Boca-River le
pido permiso a mi mamá y me voy a verlo a
un negocio”, relata.
“Mi promesa es para llegar a ser algo, alguien
que haga el bien para el futuro. También me
gustaría hacer el resto de las peregrinaciones
porque a los que caminan yo veo que les va bien
en su salud, en su trabajo y yo también quisiera
tener así. Llegar a la Catedral te da emoción
te da pasión. La primera vez que fui, el año
pasado, me dio emoción ver a tanta gente. Me
sentía muy tímido, pero me dio mucha fuerza
el saber que no estaba solo. Para mí el Milagro
es algo que tenemos que dar cada día, porque
cada día Dios nos da el milagro de estar vivos
Para mí es un milagro saber que podemos estar
todos unidos, hacer amigos y seguir progre-
sando”, explica.
Monchito sueña con ser DJ, comoAvicii, y quiere conocer el mar
16 AÑOS
AXEL ANDRÉS
DAVIDGARZÓN
¿Qué te gusta hacer en tu tiempo
libre?
Leer y escuchar música.
¿Un sueño?
Sueño también con conocer el
mundo, pero si me dicen de elegir
un lugar, quiero conocer Brasil. No
conozco, la playa y la arena.
¿Una frase?
Como dice mi mamá, si uno pone
ganas se puede llegar más lejos de
lo que uno se imagina.
500kilómetros
caminó. Vive con sus hermanos: Güel,de 8 años; Iris Estela del Milagro, de 6;
Edgar, de 5, y la más bebé, Juliet Zoe.
Santa VictoriaOeste
Salida: 1º de
septiembre.
Llegada: 13 de
septiembre.
Distancia: 500 Km.
Días: 13
SALTA
Textos:Robustiano Pinedo - Fotos: Javier Corbalán
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Con el misachico y la mochila a cues-tas, Juan Chocobar partió desdeMolinos el lunes 7 de septiem-bre a las 22. Desde la madrugadahabía estado caminando porque
vive en la finca de Tacuil, muchos kilómetrosantes de Molinos. Es la sexta vez que lo hacey aseguró que no se cansa nada en el trayectoporque está acostumbrado a andar. “Me gustaviajar y caminar. He ido hasta Cafayate y mehe sentido bien”, contó.
Juan tiene 75 años, es guapo, tiene unasonrisa hermosa y ojitos del color del cielode los Valles Calchaquíes, que contrastan consu piel cobriza. Peregrina cada año para quetodos los familiares estén bie n de salud y con
trabajo. Lo que más le gusta es caminar “todolo que falta” con los amigos de la finca.
“Es hermoso venir. Cuando llego a la Cate-
dral es una alegría para mí y para todos. Ahíme voy a encontrar con mis hijos”, relató. EnSalta capital tiene “nada más” que tre s hijos yen Cachi, otros cuatro. Su señora lo esperaráa la vuelta en su casita de la finca.
Todos los peregrinos del Milagro caminanpor una razón y Juan también tiene la suya.“Tengo un sueño que quiero que me regalenla Virgen y el Señor del Milagro, que ya loestoy consiguiendo. Quiero un auto, porqueestoy muy a trasmano para venir a Molinos.Allá no hay doctor y enfermera todos los días.Si hay una urgencia, no hay vehículos”, dijoesperanzado, aunque tiene que encontrar aalguien que lo conduzca, porque -para e so-ya está grande.
Revisando en sus recuerdos milagrerosencontró uno que le iluminó la mirada. “Elmilagro que he tenido es que me he ido a Mar
del Plata de viaje con los jubilados de la Muni-cipalidad, y me ha gustado. En octubre me voya Córdoba”, comentó este viajero incansablede ojos azules.
Juan, desde sus años bien vividos, dejó unmensaje para todos los jóvenes: “Que tengantrabajo, porque ahora la juventud no quieretrabajar, pue. Esperan todo, pero no es así.Hay que trabajar para poder tener cosas. Yoles hablo así, algunos escuchan, otros no. Hecriado a mi nieto y le he explicado todo estodesde chico. Él trabaja los domingos y losferiados; así he trabajado yo”.
Cuando era joven, Juan era contratista en lafinca de Tacuil y aseguró que sus hijos tienensu “buen trabajo”.
“Tengo fe a la Virgen, a Dios, por eso meva bien”, sentenció. Por el esfuerzo de todosestos años pronto también tendrá su auto.
Juan espera su milagro:tener un auto para llegar a Molinos
75 AÑOS
JUAN
CHOCOBAR
Ha caminando desde Tacuil, la últi-
ma finca, ubicada al oeste del de-
partamento Molinos. 250 kilóme-
tros lo separaban de la ciudad de
Salta y no tuvo miedo al desafío.
Su próximo proyecto es un viaje a
Córdoba con los jubilados que or-
ganiza la Municipalidad.
El milagro que espera es un auto,
para llegar desde el campo hasta
Molinos, el pueblo más cercano, a
36 kilómetros de su casa.
6peregrinaciones
hizo Juan hasta ahora. Le encanta ca-minar y no se cansa, así que lo seguirá
haciendo mientras se sienta vivo.
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RETRATOS El Tribuno
Molinos
SALTA
Salida: 7 de septiembre
Llegada: 12 de septiembre
Distancia: 190 km
Días: 6
Textos:Bernardita Ponce Mora - Fotos: Javier Corbalán
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El Tribuno RETRATOS
SALTA
TolarGrande
S.A. delos Cobres
MinaMartilloSalida: 6 de
septiembre.
Llegada: 14 de
septiembre.
Distancia: 380 km.
Días: 9
Cirila Taritolay es jubilada. Trabajóen el Correo Argentino, en Cobresy La Poma, luego en el salón deventas de Salta capital y terminósu carrera en San Antonio de los
Cobres, donde reside. Tiene 4 hijos y 8 nietos.Ariel (40), Mario (38) y Víctor Sangüeso (30) sonchoferes de La Veloz del Norte y Raquel (36) espeluquera. El Tribuno la encontró en la misade envío durante la estancia en el campamentoSijes. Su voz se contraía por momentos comouna hoja frágil, se elevaba y caía en la humildecapilla entonando la apasionada canción delperegrino que expresa el anhelo del cristianode ver Jerusalén. La melodía salía de su bocay se agitaba en el corazón de sus hermanos,prisionera como una mariposa de alas palpi-tantes. Cirila echaba a su alrededor miradasde afecto que solo nacen de una larga fami-
liaridad. Pertenece a las minas por adopción,y es una madre para muchos allí. La sigue labuena sombra de su hijo Mario, el minero queinició una peregrinación con 4 hombres hace7 años, desde la mina Patito.
“Él hizo la última caminata el año pasadomuy enfermo. Se bajaba de la camioneta conel estómago hinchado porque tenía esteatosishepática (más conocida como hígado graso)y tuvo que operarse. Él fue el coautor de lasperegrinaciones junto con sus operarios”, con-tó. Añadió que ella había salido a los caminospara pedir que “estemos libres de todo peligroy por la paz del mundo. Que el Señor iluminelos perversos corazones del hombre porquese ven en los medios de comunicación tantas
injusticias...”. Su mirada de testimonio fiel depronto se había oscurecido. “Solo el que le p e-regrina sabe lo que tiene muchas veces en su
corazón y se remueven muchas cosas cuandouno lo hace con fe”, definió para recobrar laalegría. Dios ha hecho la eternidad y entre lasmontañas se puede escapar de la tiranía deltiempo. Le preguntamos si sentía su presenciaen las cumbres.
“Eso no te puedo negar. Dios está conmigocon vos. Él no está muerto, sino que vive ysiempre nos acompaña. Sin él nada somos. Énos creó y nos rescató con su preciosa sangrepara que nosotros nos liberemos de los peca-dos”, señaló. Nada se aviene mejor al silencioventoso de la Puna que los cánticos religiosos ya Cirila la llamaban para hacer la punta hasta ecampamento Úlex. ¿Hasta cuándo peregrinará?“No es lo que digamos nosotros desde nuestro
corazón. Es la voluntad de Dios siempre. Dioses el que te da las fuerzas y te las quita”, cerróy se unió a las filas mineras.
“Acá en las montañas, por el silencio,se siente más la voz de Dios”
63 AÑOS
CIRILA
TARITOLAY
¿Hace cuánto peregrinás?
Desde la mina Martillo, un año, y
cuatro desde San Antonio de los
Cobres hasta Salta.
¿Venís sola o acompañada?
En esta peregrinación vine sola.
Antes yo acompañaba a mi hijo
Mario Sangüeso.
¿Cuál es el tramo más difícil?
El más costoso es entre San
Antonio de los Cobres y Santa Rosa
de Tastil.
380kilómetros
camina. Recomienda escalar los cerrosno en directo, sino haciendo zig zag. “Si
no, se te corta la respiración”, dice.
Textos:María de los Ángeles Rojas - Fotos: Juan Barthe
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Lucía Arias, clase 61, es pastora de
Santa Cruz, en Santa Victoria Oes-
te, pegado al límite con Bolivia.
Hija de Teófilo Arias y Santusa Por-
tal, vive en la casa que le dejaron
sus padres. “Yo en Santa Cruz todos los días
arranco con mis corderos. Me levanto a las 7
de la mañana para cocinarme. Tengo que darle
de comer a mis perritos y tengo los corderitos
para sacarlos y darles leche. De ahí ya me salgo
a cuidar y vuelvo por la tarde. Tomo mates de
yuyo, wira-wira o muña-muña. Esas hiervas
tomo porque tengo, parece, un mal al hígado.
No puedo tomar café o mate cocido, eso me
hace mal”, explica la peregrina.
Está casada con Rómulo Lara. Tiene 10 hijos,
siete mujeres, que están todas en Salta. Los
tres restantes quedan en Santa Victoria. “Ellas
viven estudiando y trabajando para sus hijos,
porque son solas y nada más que una tiene
marido”, explica Lucía, que cobra el plan de
siete hijos. “Ahora ya me cansa caminar. Voy
al cerro y vuelvo cansada. Todos los días me
pega el sol, tengo sed. Ahora pasando los 50
ya me enfermo cada vez, me duele el cuer -
po, las rodillas. Ahora ya no disfruto como
antes. Ya no he quedado bien. Ya me mareo.
Por lugares estrechos ya me cuesta caminar”,
cuenta la pastora.
Su hermano, Fabián Arias, quedó a cargo
de sus ovejas. “No hay nadie más para cuidar,
porque los chicos salen el viernes del colegio
de Santa Victoria; están el sábado en Santa
Cruz y el domingo ya tienen que volver. Para
mí, quedarme solita ya es duro. Me pongo
contenta cuando vienen los chicos que estu -
dian en la semana en Santa Victoria porque
ayudan haciendo pan o van a buscar el agua,
la leña”, dice.
Es su primer año como peregrina. “Me decidí
a caminar porque me veo solita, porque me
veo enferma, porque todas mis hijas se han
ido. Por eso me decidí a caminar, para estar
más cerca de Dios, para encontrarme más con
él y tener más relación. Porque estoy lejos,
todos los días solita. Quiero que Dios todo
me perdone, por mi enfermedad, para poder
caminar, para encontrarme más contenta y
más feliz. Quiero llegar a los pies de nuestro
señor Jesucristo y la Virgen. Yo rezo por mis
hijas, por mis hijos, para que estudien y estén
sanos, también camino por mis nietitos que
están solitos de papá”, afirma y la voz se le
corta con el llanto. La única vez que estuvo
en Salta fue por un accidente que la dejó en
el hospital. Gracias a eso conocí yo Salta y la
Catedral”, sonríe entre lágrimas.
La pastora que se desbarrancó y pidefuerzas para volver al cerro
54 AÑOS
LUCÍAARIAS
¿Conoce Salta?
Sí. Caminando por los cerros me he
caído, por hacerme a un lado de una
piedra que venía bajando me he caí-
do y he terminado en el hospital
porque me quebré la clavícula. Me
sacaron a hombro para llevarme al
hospital. Por eso he ido a Salta y ahí
conocí la Catedral, como hace cua-
tro años ya.
¿Por qué camina?
Quiero acercarme a Dios.
10hijos
tiene Lucía. 7 mujeres viven en Salta.Un hijo de 18 cuida a sus hermanitos en
Santa Victoria Oeste.
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RETRATOS El Tribuno
Textos:Robustiano Pinedo - Fotos: Javier CorbalánSanta VictoriaOeste
Salida: 1º de
septiembre.
Llegada: 13 de
septiembre.
Distancia: 500 Km.
Días: 13
SALTA
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El Tribuno RETRATOS
Brealito
SALTA
Salida: 8 de septiembre
Llegada: 13 de septiembre
Distancia: 188 km
Días: 6
Sergio Báez camina todos los años
desde Brealito y seguirá hacién-
dolo mientras pueda. Su mamá,
doña Celedonia, siempre ha vivido
en Brealito, tiene 78 años y es bien
“guapita”. Cuando era joven tenía animales y
cultivaba la tierra. Su papá, que ya falleció, era
empleado de Vialidad y primo de Severo Báez,
quien se luce todos los primeros de agosto en
Salta capital.
El martes 8 de septiembre salieron 60 personas
y llegarán a Salta más de 300, con la compañía de
la patrona del lugar, la Virgen de las Mercedes.
“Cuando salimos es algo emocionante porque la
gente nos acompaña y nos desea cosas buenas.
Cuando llegamos a la Catedral sentimos una
emoción muy grande porque es la meta que nos
hemos propuesto. De allá regresamos tranquilos
y conformes, porque hemos conseguido algo
bueno”, relató y aseguró que la experiencia de
año a año es muy buena.
Comienzan a organizar en marzo porque no
se puede hacer todo “de un día para el otro”.
“Así es mejor porque todos nos unimos y tra-
bajamos”, explicó. Tres personas coordinan y
otros colaboran cuando es necesario. “Me gus-
taría que la gente conociera el esfuerzo que se
hace”, apuntó.
“Quiero que la gente se incentive para hacer
cosas buenas, sobre todo en la política, por-
que parece que tienen otras aspiraciones. Que
aquellos chicos que están medio desorientados
tengan fe y lleguen a ser personas mejores”, dijo
Sergio. “Necesitamos pedirle y dar gracias al
Señor y a la Virgen por un año más, el trabajo,
la salud, los niños, los abuelos, los que no están,
los que están privados de su libertad y los que
no pueden hacer la peregrinación”, agregó.
Su promesa es porque su señora hace muchos
años tuvo una hemorragia interna, la operaron
de urgencia y se salvó. Luego tuvo cáncer y se
curó. “Recibimos el milagro porque ha tenido
la posibilidad de seguir viviendo. ¿Por qué no
tener fe?, ¿por qué no agradecer? Mi sueño es
que siempre estemos bien, que progresemos
todos, a nivel del pueblo, de la provincia, del
país y del mundo. Que cambiemos para algo
bueno, a nivel del gobierno, de las autoridades
Rezar hasta por el Papa para que en la Tierra
haga un buen mandato y recibamos cosas bue-
nas”, señaló.
Sergio quiere demostrar que en este rincón
de los Valles Calchaquíes también hay gente
que quiere caminar y rendirle honores al Señor
y a la Virgen del Milagro. “Es una cosa grande
para nosotros. Eso es nuestra finalidad, eso es
nuestra fe, eso es Brealito”, concluyó.
“Quiero que la gente se incentive parahacer cosas buenas”
48 AÑOS
SERGIOBÁEZ
Peregrina hace 10 años y coordina a
los lugareños de Brealito hace 5.
Nació en este rincón de los Valles
Calchaquíes, a 188 kilómetros de
Salta capital.
La promesa que lo lleva a caminar y
esforzarse tanto es que su señora
se recuperó de una operación y de
un cáncer.
Quiere demostrar la fe de su tierra, y
pide que haya un cambio para que
todos progresen.
60personas
salieron desde Brealito el martes 8 deseptiembre. Hoy llegan más de 300,
después de 6 días de caminata.
Textos:Bernardita Ponce Mora - Fotos: Javier Corbalán
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SALTA
TolarGrande
S.A. delos Cobres
Mina
MartilloSalida: 6 de
septiembre.
Llegada: 14 de
septiembre.
Distancia: 380 km.
Días: 9
R uth se destacaba en el contin-gente que había salido desdela mina Martillo (Catamarca).Su campera camuflada con eldistintivo de la insignia patria
cosido en el hombro izquierdo le había hechoganar el apodo de “la gendarme”. En realidadpertenece a las filas del Ejército Argentino. Estáen el Comando de la V Brigada, donde cumpletareas administrativas. Vive con sus padres enel barrio Santa Ana I y tiene dos hijos: Mar-tín (12) y Bianca (7) Romero. Cuenta que suentrenamiento para peregrinar consistió ensalir a caminar por el Campo la Cruz con suscolegas. Fue sola pero ya había trabado amis-tad con Cirila Taritolay y otras señoras que
habían venido de San Antonio de los Cobres.Por primera vez estaba caminando desde lasminas. La segunda noche, en la soledad del
campamento de Patricio Fabián, en el Salarde los Ratones, aterida hasta los huesos, dejóasomar los recuerdos de su infancia a su mente,bajo el cielo escarchado de estrellas, mientrasla helada cubría de diminutos diamantes lasbolsas de dormir. Dice que nunca olvidará estaexperiencia de frío extremo y, al evocarla, sevolvió a ver a sí misma aferrada a la urna enla que lleva una imagen del Señor del Milagro.El santo patrono, acompañado por una foto desus hijos y otra de la tía Irma Quisp e, fallecidahace unos años. Ella, su Dios y su familia enaquella inmensidad visible por leguas a la re-donda desde los cerros. Se estaba engripandoahí mismo y aún la asustaba el recuerdo delabra de Muñano (4.073 msnm), al que conoció
en 2014 cuando se unió a la peregrinación de laPuna en San Antonio. “Era un lugar para bajarmuy empinado. Y yo decía: ‘Ay, no’ porque ya
venía con algunas ampollas en los pies y elesfuerzo en las rodillas”, relata. “Por mediode mi sacrificio y de mi dolor, lo único quepido es que mis papás y mis hijos estén bien”,dice. Pisa la nieve espumosa, mientras se po-ne en marcha desde el campamento EramineSA. Le preguntamos si cree en Dios y alza susojos pardos y luminosos hacia esta cronistacon una intensa alegría: “Siento mucha pazal caminar y me gusta ir rezando mucho parallegar al Señor. Siento que el Señor camina connosotros. Él nos da la fuerza con cada pasoque damos”. Por último, opina que la fe es unafuerza arrolladora a la que hay que dejar en-trar de a poco en el corazón: “Yo, por ejemplo,comencé viendo pasar a los mineros y un día
los acompañé desde Quijano y después dije:‘Tengo que ir desde San Antonio’ y así, de apoco, fue creciendo mi fe”.
“Por medio de mi sacrificio y de midolor pido por la salud de mi familia”
31 AÑOS
RUTHCOLQUE
¿Hace cuánto peregrinás?
Desde la mina Martillo un año y cua-
tro desde diversos puntos hasta
Salta.
¿Venís sola o acompañada?
En esta peregrinación vine sola.
¿Cuál es el tramo más difícil?
Lo más costoso es escalar los abras
del Gallo y el de Muñano.
Son muy empinados y traicioneros.
Además sentís que te falta el oxíge-
no mientras los subís y bajás.
380kilómetros
camina. Recomienda detenerse y que-darse atrás si uno no se siente con
fuerzas. Luego recuperarse y seguir.
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RETRATOS El Tribuno
Textos:María de los Ángeles Rojas - Fotos: Juan Barthe
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Crisanta Subelza Alarcón tiene 60años. Es nacida en Santa Cruz,cerca del Abra, pero es criada enMecoyita.
Lleva 10 años caminando desdeSanta Victoria Oeste. En total hizo ya 5.000kilómetros peregrinando. “Para el año ya voypor La Quiaca, es más tranquilo”, dice. “Mimarido se murió y no tenía nada para criara mis ocho hijos, entonces me tuve que venira Santa Victoria. Ahora tengo mi casita aquí,tras la lomita, para el otro lado. Ahí se sube porla quebradita y ahicito está”, agrega, y señalaun cerro. Anda siempre con una sonrisa, doñaCrisanta.
“Acá en el pueblo me la rebusqué lavando,planchando y haciendo pan. Hacíamos bolloy con la canastita le vendíamos. Después mehecho más clientes y empecé a vender también
en los negocios. Entregaba 60, 70 y hasta 100panes. Así he criado a mis hijos y ahora ya todosestán grandes, ya me han dejado sola. Tengouna sola hija que va al colegio y por eso nomásse ha quedado”, cuenta.
“A mí me gusta el campo. Ir a buscar leña, salira campear. Me pondría a criar ovejas, eso megusta a mí. Lastimamente no tengo lugar. Noalcanza para criar ovejas, pero me alcanza paraponer mis plantitas, poner flores, arbolitos. Poreso cuando estoy en Salta yo voy una semanay ya estoy lista para volver. Ahora que me voyde peregrina le dije a mi chica que no me hagamorir mis plantas, mi duraznero, naranjitas ylas manzanas”, relata.
Crisanta pide por el pan de cada día y por lasalud de su familia. Pero también reza “por la pazen el mundo”. Cobra una pensión. “Comiendopoquito alcanza. Una sopita, unas papitas her-
vidas, mote. Si no, me voy a cuidar ovejas paraotro y me traigo carne, un queso. Yo cuandoera chiquita ya había aprendido a trabajar. Paramí el Milagro es una fiesta grande, que hacemilagros para todos. Yo doy muchas gracias alSeñor y la Virgen porque me acuerdo de lo queyo he sufrido para criar a mis hijos”, cuenta,y no puede evitar llorar cuando recuerda quesu padrastro le escatimaba la comida. “Él eramalo y si no me daba tenía que comer tierrita.Yo rezo para que mis hijos nunca tengan quepasar por lo que yo pasé”, dice.
“Cuando vinimos acá, apiladitos vivíamosGracias a Dios trabajé y me hice hacer unacasita de barro. El techo lo hice de chapita,que me compré. Uno reza y pide p or sus hijospor la familia, para que sean buena gente y nosalgan malevos. El Señor y la Virgen me van acuidar”, explica.
“Rezo para que mis hijos no sufrancomo yo he sufrido de chica”
60 AÑOS
CRISANTA
SUBELZA
¿Cambió mucho de cuando era
chica?
Antes todas las mujeres usábamos
pollera, ahora usan pantalón, pero
bien chiquitito el pantalón. Se usaba
la ojotita de tres tiras, con tiento no-
más. Así yo me he criado. Ahora ha
cambiado todo. Yo extraño, porque
una anda en pollera y todas están
en pantalón, ya no usan manta, sino
campera. Da pena, ya a los chicos ni
se los cargan a la espalda.
5.000kilómetros
recorrió Crisanta Subelza Alarcón en-tre sus 10 peregrinaciones a Salta de
500 kilómetros cada una.
Textos:Robustiano Pinedo - Fotos: Javier CorbalánSanta VictoriaOeste
Salida: 1º de
septiembre.
Llegada: 13 de
septiembre.
Distancia: 500 Km.
Días: 13
SALTA
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Seclantás
SALTA
Salida: 9 de septiembreLlegada: 13 de septiembreDistancia: 160 km
Días: 5
En medio de la comitiva de 350
peregrinos que caminaban des-
de Seclantás había una joven de
tez blanca, anteojos con marcos
grandes y cabellos recogidos en
una trenza larga.
Mercedes Agostina Rueda tiene 16 años y
las ideas muy claras. Cursa el cuarto año en la
única escuela secundaria del pueblo. Este año
se animó a peregrinar con su hermana, tíos,
primos y amigos hacia la Catedral de Salta.
“Cuando pregunté a los que ya habían par-
ticipado, me contaron que era algo lindo, una
experiencia nueva, un momento para estar
con la familia y con amigos”, relató.
Las personas que caminan tienen su moti-
vación y sus expectativas, sobre todo quienes
lo hacen por primera vez.
“Para mí, peregrinar sería experimentar
algo nuevo, acercarse más al Señor”, contó
la joven.
Mercedes aparentaba tener buen estado
físico, aunque aseguró que no se había pre-
parado para caminar los 160 kilómetros que
la separaban de Salta. Debe estar acostum-
brada porque, en Seclantás, a todos los lados
se llega a pie.
Sin embargo, parece que lo que más le gusta
a Mercedes es andar por las nubes. Cuando
termine el secundario le gustaría estudiar
en el Instituto Universitario Aeronáutico,
en Córdoba. “Me gusta ver las cosas desde
arriba, experimentar algo nuevo”, dijo con
escasas pero certeras palabras.
Ella va a tratar de cumplir su sueño, pero, si
no lo logra, hará el Profesorado de Geografía.
Es que los seclanteños, a 2.222 metros sobre
el nivel del mar, andan siempre con el alma
entre la tierra y el cielo.
El miércoles 9 de septiembre, a las 4 de la
mañana, todos los peregrinos de Seclantás
y Luracatao partieron bajo las luces tenues
de los faroles del pueblo.
“Sentí emoción al salir, fue muy lindo”,
expresó la adolescente con la mirada ilumi-
nada y limpia.
¿Quién no se emociona al ver a 350 hom-
bres y mujeres caminando en la noche, con
banderas y el pum-pum-pum de un bombo?
Mercedes decía que no tenía una promesa
que cumplir, como tantos otros que camina-
ban. Quizá aún no sabe qué milagro desea,
o lo encontrará en el camino.
“Yo solo espero vivir el momento”, comentó
esta jovencita de 16 años que hoy llegará con
su familia y amigos a los pies del Señor y la
Virgen del Milagro, en la Catedral de Salta.
“Me gusta ver las cosasdesde arriba”
16 AÑOS
MERCEDES
AGOSTINA
RUEDA
Recorrió a pie unos 160 kilómetros,
desde su pueblo, Seclantás, hasta
Salta capital. Ella es una de los 300
habitantes de esta localidad de los
Valles Calchaquíes.
Es la primera vez que peregrina y
espera que sea una buena expe-
riencia para compartir con sus fa-
miliares y amigos.
Cuando termine el secundario, le
gustaría estudiar en el Instituto
Universitario Aeronáutico.
350peregrinos
salieron el miércoles 9 de septiembredesde Seclantás y llegarán hoy a la
Catedral de Salta.
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RETRATOS El Tribuno
Textos:Bernardita Ponce Mora - Fotos: Javier Corbalán
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LUNES 14 DE SEPTIEMBRE DE 2015
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El Tribuno RETRATOS
SALTA
TolarGrande
S.A. delos Cobres
MinaMartilloSalida: 6 de
septiembre.
Llegada: 14 de
septiembre.
Distancia: 380 km.
Días: 9
Entra adelante a cada paraje que
llegan, siguiendo las vueltas de
los senderos y los tortuosos cami-
nos sin vacilar, pues toda la región
existe en su mente como un mapa
trazado en detalle por un eminente cartógrafo.
Virgilio Barboza es de Campo Quijano, hace
13 años que trabaja para la minera Santa Rita
y viene a cargo de la peregrinación. “El que
inició esto fue Mario Sangüeso, mi compañe-
ro de años de trabajo, cuando estábamos en
mina Patito, hace ocho años ya”, aclara con
esa camaradería propia de los mineros. El de
Virgilio es un espíritu formado en las soleda-
des y escuchamos sus palabras cargadas de un
sentido que solo adivinamos a medias. “Un día
en la mina es lindo porque tenemos trabajo,
aunque algo triste porque uno está lejos de
la familia.
Nosotros extraemos del salar ulexita. Este
material sirve para producir caucho y plástico.
También lo usan para fertilizantes”, detalla.
Añade que siempre salen al camino acompa-
ñados de la Virgen del Valle y de San Cayetano.
“Pasando por los salares,/ dejando su bendición/
para el hombre de esta tierra/ que entregó su
corazón”, le dedicaron a ella en un himno. Al
santo del trabajo le ruegan especialmente este
año, dada la difícil situación económica que
atraviesa el sector minero. “Vemos empresas
cercanas que están dejando a la gente, así que
agradecemos a Dios que tenemos trabajo pa-
ra nuestras familias”, se expresa este hombre
acostumbrado a pasar junto a las ruinas de
propiedades abandonadas por sus dueños,
demasiado agobiados para luchar contra la
inclemencia puneña. Sobre la fe dijo: “Es muy
poco lo que uno puede poner en palabras. Por
supuesto que es un sacrificio: las horas que
caminamos, el tiempo, los terrenos que pasa-
mos. Es una forma de decir, pero sentirlo... no
lo puedo explicar ni para mí mismo”. Virgilio
es un hombre agradecido desde la sustancia
de su vida interior: “Doy gracias al Señor y a
la Virgen del Milagro por mi familia, por el
trabajo y por la oportunidad que me dan de
estar al frente de mis compañeros”. Un minero
menor que él interrumpe la entrevista. Pide
disculpas y le susurra unas palabras al oído.
Así se enriquecen los lazos entre los operarios
Virgilio le contesta en susurros y cierra el diá-
logo dándole una palmada al joven. “Espero
poder seguir explicándoles a mis compañeros
las cosas buenas porque en la mina somos una
familia y eso es necesario acá. Estamos para
darnos una mano entre hermanos y a veces
uno no lo puede expresar”, confiesa.
“Nuestro pedido es grupal, noindividual, y agradecemos el trabajo”
46 AÑOS
VIRGILIO
BARBOZA
¿Hace cuánto peregrinás?
Desde la mina Martillo dos años y
cuatro desde la mina Patito hasta
Salta.
¿Venís solo o acompañado?
Venimos con los compañeros mine-
ros y es la primera vez que vengo
como coordinador.
¿Cuál es el tramo más difícil?
El tramo más costoso es entre San
Antonio de los Cobres y Santa Rosa
de Tastil porque el tirón es largo.
380kilómetros
camina. Recomienda aclimatarse y su-birse a algún vehículo para descansar y
poder seguir viaje.
Textos:María de los Ángeles Rojas - Fotos: Juan Barthe
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Carlos Pérez es un comerciante de
la ciudad de Salta. Tiene un ne-
gocio que brinda servicio técnico
de celulares y computadoras en
el centro. Nunca había peregri-
nado, pero tendrá una promesa bien grande,
porque para su debut de peregrino eligió la
caminata más larga de la Argentina: la pere-
grinación de Santa Victoria Oeste, que recorre
500 kilómetros hasta la capital salteña. Es el
segundo día de jornada. Ya pasaron 12 horas
de marcha y la noche los encontró trepando
el cerro entre Hornillos y Campo La Paz. Lo
acompaña su nuevo amigo, el oficial de po-
licía salteño Abel Samana. Los peregrinos ya
llegaron como hace dos horas, pero a Carlos
y a Samana todavía les falta un trecho largo.
Las victoreñas Adela Calisaya y Lucía Arias se
separaron de los peregrinos más veloces para
esperar y guiar a los rezagados. Varias veces
alguno de los rezagados amagó con rendirse,
pero el resto del grupo siempre estuvo ahí para
dar unas palabras de aliento. “Falta poco, ya no
podemos quedarnos”, le decía Carlos al oficial
Samana, que vomitó gran parte del suero que
le habían recomendado tomar para afrontar la
caminata. “No conocía Santa Victoria Oeste, que
es un lugar muy lindo, con gente muy cálida
y amable. No pensaba que iba a ser con tanta
marcha y tan sacrificado. Pero vale la pena el
sacrificio que uno hace a cambio de la ayuda
de Dios, que nos da fuerzas para llegar a Salta
caminando”, dice el padre de tres hijos juntado
con Ivana, que también es madre. “El que no
vivió esta experiencia no se puede imaginar lo
que es la fuerza de voluntad que hay que tener
para lograr el objetivo”, agrega.
“Creo que anoche, antes de Campo La Paz,
fue una experiencia inolvidable, porque en
la adversidad se siente la parte humana. Es
un trabajo en equipo, donde la unión hace la
fuerza. El padre Pedro, que me conmovió con
su ejemplo, también me tocó el corazón con
sus palabras. Hace años que no me confesaba”,
asegura.
“Un compañero me comentó de esta peregri-
nación y fue como una señal. Vengo a agradecer
y a vivir la emoción del Milagro, porque la idea
de ir llegando a la Catedral me da cada día más
fuerza. No me puedo ni imaginar lo que uno
puede sentir ahí. Pero me imagino que voy a
llegar junto a mi compañero Samana”, relata
Pérez. Samana, Carlos, Adela y Lucía llegaron
pasadas las 22.30 a Campo La Paz. Antes de
descansar dejaron unos rezos en la capilla y
se fundieron en un abrazo estremecedor, que
duró varios segundos.
Descubrió en la inmensidad de lanoche la fuerza de su voluntad
41 AÑOS
CARLOSPÉREZ
¿Qué recomendás al que nunca
peregrinó?
Hay mucha gente con el corazón
duro. Si pudiera les diría, no que
vengan a hacer esta peregrinación,
pero sí que encuentren su peregri-
nación a medida, porque hay varias.
¿Qué te queda de la experiencia?
Creo que es un acercamiento a
Dios glorioso. Uno entiende lo que
es amar al prójimo.
4horas y media
tardaron Carlos y Samana en recorrerel tramo Hornillos-Campo La Paz, que
los peregrinos hicieron en dos horas.
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RETRATOS El Tribuno
Textos:Robustiano Pinedo - Fotos: Javier CorbalánSanta VictoriaOeste
Salida: 1º de
septiembre.
Llegada: 13 de
septiembre.
Distancia: 500 Km.
Días: 13
SALTA
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El Tribuno RETRATOS
Seclantás
SALTA
Salida: 9 de septiembre
Llegada: 13 de septiembre
Distancia:160 km
Días: 5
N orma Marconetto viajó desde Salta
para acompañar a los peregrinos
de Seclantás. En los años 2008
y 2012, a sus dos hijas, Luján y
Guadalupe, de 14 y 11 años, les
descubrieron el síndrome de Ehlers-Danlos
(SED). Es una enfermedad muy poco frecuen-
te y Norma no conoce otros casos en Salta.
Ella es kinesióloga y su marido, cardiólogo.
“Ambos trabajamos en el área de la salud y
no podemos hacer nada”, comentó.
“Es triste ver a tus dos hijas mal con la misma
enfermedad. No hay tratamiento ni cura, solo
queda mejorarles la calidad de vida”, señaló.
Aunque es una mujer fuerte, Norma bajó cinco
kilos en dos semanas. “ Ya no puedo más, por
eso vine hasta a cá. Tengo fe en que mis hijas
se van a curar”, expresó esperanzada.
Su esposo, Fernando, se quedó en Salta con
sus hijas. Mariela Allamandri, tía de las chicas,
la acompañó a peregrinar. “Vine por la fe y
las ganas de que mis hijas se sanen. Aunque
me cueste, lo voy a hacer. Espero terminarlo
y llegar allá”, comentó.
Norma es casi el único caso en la Argentina
con dos hijos con SED y quiere dar a con ocer
esta enfermedad. “Hay médicos que ni siquiera
saben que existe y piensan que es algo psi-
cológico. ‘Yo las veo bien, no tienen nada’,
dicen, porque la enfermedad es tramposa”,
relató con lágrimas en los ojos. De hecho, sus
hijas lucen sanas y felices en la foto que lleva
en el celular. Después de mucha búsqueda, la
genetista Silvia de la Fuente hizo el diagnóstico.
Desde entonces ven en Buenos Aires a siete
médicos especialistas: entre ellos, cardiólogo,
neurólogo, gastroenterólogo, neumonólogo
y otoneurólogo, una especialidad que no hay
en Salta.
Norma agradeció al colegio Belgrano por la
atención que tienen con las chicas y la con-
sideración con las faltas. Las dos son muy
aplicadas y queridas por sus compañeros.
“Luján siempre fue abanderada y Guadalu-
pe también tiene buenos promedios”, dijo
orgullosa.
El viernes 5 de septiembre al mediodía la
última misa en la Catedral fue la de esta ins-
titución. “Ahí le dije al Señor que haríamos
un trato: si mis hijas estaban bien el viernes,
sábado, domingo, yo iba a peregrinar. Es co-
mo que el Señor me dijo: ‘Bueno, te las dejo
bien’”, relató.
Norma llega hoy a Salta caminando desde
Seclantás. Cuando vuelva a su casa y estén
todos reunidos, comenzarán a preparar un
festejo porque en octubre Luján cumple 15 años.
“Vine por la fe y las ganasde que mis hijas se sanen”
47 AÑOS
NORMA
MARCONETTO
Peregrinó cerca de 160 kilómetros
desde Seclantás hasta la Catedral.
Vive en Salta capital y viajó con su
hermana del alma bajo el sol de los
Valles Calchaquíes para recobrar
fuerzas.
El milagro que espera es que sus
dos hijas, Luján y Guadalupe, se cu-
ren de una enfermedad que tienen:
el síndrome de Ehlers-Danlos.
La fe y el amor por su familia la lle-
van siempre hacia adelante.
5días
caminó Norma junto a los peregrinosde Seclantás y Luracatao. Son casi 160
kilómetros a través cerros y pueblos.
Textos:Bernardita Ponce Mora - Fotos: Javier Corbalán
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Marcelo Arias tiene dos hijos:
Carla (20) y Franco (17). Es
enfermero y trabaja en el Sa-
mec. “Asistiendo a los mineros
y después de tantos años me
siento parte de ellos”, define en su sexta pere-
grinación. En el descanso de Lagunita de los
Andes, en Santa Rosa de los Pastos Grandes, se
detuvo a hablar con El Tribuno. “El tramo que
les resulta complicado a muchos es el que va
desde San Antonio de los Cobres a La Bomba.
Acá generalmente los peregrinos dicen que
si llegaste a La Bomba ya llegás hasta Salta.
Es complicado también el abra de Muñano,
que es todo subida, y desde Muñano hasta La
Bomba se transita por un camino viejo, muy
en pendiente y con piedras grandes. Mucha
gente se tuerce allí los pies”, detalla. Al pedir-
le algunos consejos para el peregrino acota:
“Tienen que ir frenando porque se ampollan
mucho y el cansancio físico se les va haciendo
más notable a medida que van avanzando”.
Agrega que si alguien sufre un esguince le
ponen una venda o un calmante inyectable
porque lo más probable es que quiera seguir
caminando. Añade que la mayor atención
la requieren los peregrinos que vienen des-
de Córdoba, Mendoza, Buenos Aires y Salta
capital. Ellos, como no están habituados a
la altura, sufren de apunamiento. “Hay que
brindarles oxígeno y que hagan reposo unos
minutos para poder continuar. Generalmente,
llegan todos”, sintetiza. Aunque es uno de los
depositarios del cansancio muscular, físico y
mental de la peregrinación minera, Marcelo
aclara que recibe más de lo que da. “Aprendí
de los mineros porque son solidarios, aprendí
que son compañeros, aprendí que son unidos,
cosas que en otros lugares no las podemos ver.
En la ciudad nos ocupamos de otras cosas,
como las cosas materiales que, en definitiva,
nos llevan a pelearnos”, comenta. También
lo hacen sentir pequeño desde otros gestos
magnánimos: “Ellos peregrinan sin palabras
prácticamente”. Marcelo se emociona y se
detiene para recobrar el aliento. Se quita el
casco de la cabeza y se enjuga la frente. Lue-
go se echa hacia adelante, inclinándose para
reflexionar seriamente como si tuviera que
soportar el peso de sus propios pensamientos.
“Cada cual está parado en sus zapatos y sabe
lo que tiene en mente o dentro de sí. A través
de esto estoy logrando una paz interior que
de repente me fortalece para seguir con mi
profesión. Agradezco a Dios por tener a mis
hijos sanos, por tener mi trabajo, y aquí me
siento un instrumento de él”, dice.
“Me siento un instrumento de Dios alponerme al servicio de la gente”
46 AÑOS
MARCELO
ARIAS
¿Hace cuánto peregrinás?
Desde la mina Martillo dos años y
tres desde San Anonio de los
Cobres hasta Salta.
¿Venís solo o acompañado?
Vengo solo y para ofrecer mi trabajo
de enfermería, pero ellos me dicen
“el doctorcito”, de cariño.
¿Cuál es el tramo más difícil?
El más costoso es entre Santa Rosa
de los Pastos Grandes y San
Antonio de los Cobres.
380kilómetros
camina. Recomienda hacerse contro-lar la presión una semana para saber
cuándo no está normal, antes de salir.
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RETRATOS El Tribuno
Textos:María de los Ángeles Rojas - Fotos: Juan Barthe
SALTA
TolarGrande
S.A. delos Cobres
MinaMartilloSalida: 6 de
septiembre.
Llegada: 14 de
septiembre.
Distancia: 380 km.
Días: 9
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El Tribuno RETRATOS
Adela Calisaya y Lucía Arias que-
darán para siempre grabadas en
los corazones de dos personas
que nunca en su vida habían
conocido, pero de las que ya
están seguros nunca las olvidarán. Su tarea
es silenciosa y nunca para comentar. Se hace
el bien en silencio, sin hacer mucho ruido.
Ese es el estilo de esta peregrina de Santa
Victoria Oeste, que resultó como una madre
para los peregrinos rezagados, desacostum-
brados al trajinar, las piedras, la playa del río
y la puna asfixiante.
“Yo venía escuchando al padre Pedro de
la Cruz y creo que tiene razón cuando dice
que somos un solo caminante andando con
muchas patas.
Todos salimos juntitos y todos tenemos
que llegar juntitos. Por eso yo me quedo con
los que vienen más despacito. Mi comadre
Lucía ella también me ayuda a seguir con su
compañía”, dice Adela, luego de rescatar de
las penumbras a Carlos Pérez, Abel Samana
y al equipo de El Tribuno. Carlos y Abel es-
tán de acuerdo en una cosa: recordarán por
siempre los rostros y gestos de Adela y Lucía.
Adela tiene 45 años y es ama de casa. Ven-
de empanadillas o se la rebusca con algunas
changas.
Camina desde el año 2011. “Yo soy madre
sola que tiene que hacer de mamá y papá,
por eso donde hay trabajo yo me las rebusco
por mis hijo. Ahora que ellos son grandes ya
me ayudan y la vida es mucho más liviana”,
describe.
“Yo empecé por mis hijos y por la juventud
en general. Me preocupa mucho el alcoholismo
que hay, pero desde que comencé a caminar
hubo un gran cambio en mi casa. Desde que
camino está todo muy bien.
Uno promete y el Señor y la Virgen cum-
plen. Mi vida cambió totalmente. Ahora todos
mis hijos están bien y pido por el resto de la
juventud”, dice la madre de seis hijos.
“Yo me separé. Mi marido era malo. Tenía
mucho miedo, pero tenía mucha fe y yo le pedí
al Señor que me ayude. Gracias a Dios ahora
mi vida está muy bien. Le debo al Milagro
que cumple mis deseos que mi familia esté
tan bien”, agrega.
“Uno se queda con los retrasados porque no
conocen el camino, no es que seamos santas,
sino que es porque tenemos que ayudarnos”
resume sonriente.
“Siento que no puedo descansarhasta que no llegue el último”
45 AÑOS
ADELA
CALISAYA
¿En qué piensa cuándo camina?
Yo voy rezando. Pienso muy fuerteen los padrinos de esta peregrina-ción, como Jorge y Rita, que nosayudan tanto y tienen tan buen co-razón. También me acuerdo muchode nuestros jóvenes y nuestrosabuelos. Pienso en doña TrinidadÁngelo, que es la organizadora, y entoda esa gente que uno no conoce,pero sale a la calle a recibirnos. Es
algo hermoso.
6hijos
tiene Adela y camina para “que seanbuenas personas, gente de bien para elresto”.
Textos:Robustiano Pinedo - Fotos: Javier CorbalánSanta VictoriaOeste
Salida: 1º de
septiembre.
Llegada: 13 de
septiembre.
Distancia: 500 Km.
Días: 13
SALTA
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Abel Samana respira, pero sien-
te que el aire no le alcanza. La
jornada anterior caminó más de
12 horas y llegó tarde a la última
parada, en Campo La Paz. Tuvo
pocas horas de sueño. A las cinco de la maña-
na del 3 de septiembre sonaron los petardos
anunciando la partida. La procesión de Santa
Victoria Oeste tenía que seguir su marcha im-
placable hasta la próxima posta, en el lejano
paraje de Pabellón. Cerca de las 7 de la mañana
lo sorprendió el sol en la laguna de Santa Cruz
del Aguilar. Respiraba entrecortado mientras
los peregrinos tomaban un recreo para convidar
a la Pachamama en una apacheta de piedras
blancas.
“Es el séptimo año que camino, ya hice desde
Metán y mina Patito. Pero me hice peregrino en
San Antonio de los Cobres. Ahí caminamos de
noche hasta Santa Rosa de Tastil y mi cuerpo
no daba más. Sin saber me tiré a dormir junto
a una señora que resultó ser presidenta de la
organización. Una chica la fue a buscar para
darle una cama, por ser de la organización,
pero ella la rechazó diciendo que era peregrina
y que iba a dormir como estaban durmiendo
todos. Es algo que me marcó, porque estaba
decidido a abandonar y esa situación me llenó
de fuerzas”, relata el oficial de policía. “Nunca
pensé que iba a ser tan duro. El año pasado
hice la peregrinación de mina Patito. Pensé
que peor que eso no podía ser, pero la verdad
es que esto es mucho más complicado. La puna
se siente mucho, pero lo peor son las trepadas,
las subidas y las piedras. Lo importante es que
Dios nos da señales, como la presencia de Adela
Calisaya y Lucía Arias, que nos esperan a los
que venimos más despacio”, describe. “Uno
siente temor de la puna y el cerro, pero es más
fuerte la presencia de Dios”, explica.
Nació en Metán y tiene 41 años. Vive en Salta
capital, donde trabaja como policía. Está casado
y tiene una hija de 11 años que es, también,
muy devota del Señor y la Virgen del Milagro.
“Tiene sangre de peregrina. Viene desde la cu-
na, porque yo vengo a dar gracias a Dios, por
las bendiciones que me tocan todos los días
en nuestra familia y trabajo”, dice. Cerca del
mediodía, la caravana llegó hasta el pueblito
de San Francisco. Samana siente que está re-
trasando al resto de los peregrinos y que puede
poner en peligro la llegada a Pabellón. Su nuevo
amigo Carlos Pérez le propone viajar en auto
hasta la ruta y acoplarse a la marcha en Iturbe.
“Yo voy a llevar caminando tu promesa hasta
Iturbe”, le dijo Carlos a Samana y éste aceptó
conmovido.
Un policía peregrino que camina conel corazón para agradecer
41 AÑOS
ABEL
SAMANA
¿Qué es el Milagro?
Los tiempos del Milagro son para mí
muy especiales. Siempre fui católi-
co. Dios me salvó la vida en varias
oportunidades en mi trabajo.
Caminar es algo que me nace para
agradecerle a Dios.
¿Por qué el Señor y la Virgen?
Son nuestro patronos, los que me
dan fuerza para seguir día a día. Los
milagros existen y acá uno se da
cuenta.
7años
lleva peregrinando Abel Samana.Peregrinó antes desde Metán y desde
mina Patito en 2014.
LUNES 14 DE SEPTIEMBRE DE 2015
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RETRATOS El Tribuno
Textos:Robustiano Pinedo - Fotos: Javier CorbalánSanta VictoriaOeste
Salida: 1º de
septiembre.
Llegada: 13 de
septiembre.
Distancia: 500 Km.
Días: 13
SALTA
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