LOS SACRAMENTOS DE CURACIÓNCristo ha querido que laIglesia continuase su obra de
curación mediante la Penitencia y de la Unción de los enfermos.
EL SACRAMENTO DE LA PENITENCIA YLA RECONCIALIACIÓN
Este sacramento es llamado dela Penitencia, de laReconciliación, del Perdón, de la Confesión y de la Conversión.
El Señor resucitado instituyóeste sacramento la tarde dePascua cuando se mostró asus Apóstoles y les dijo:“A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos ( Jn 20, 22-23 )
Implica el dolor y el rechazo de los pecados cometidos, el firme propósito de no pecar
más, y la confianza enla ayuda de Dios.
Existen muchas formasde penitencia que pueden ser practicadas en la vida cotidiana
del cristiano, en particularen tiempos de Cuaresma yel viernes, día penitencial (ayunos, limosnas,…).
Los elementos esenciales delSacramento de la Reconciliaciónson dos: los actos que lleva a cabo elhombre y
la absolución del sacerdote, que concede el perdón en el nombre de Cristo.
Los actos propios del penitente son los siguientes: 1. un diligente
examen de
conciencia;
2. La contrición o arrepentimiento ( que es per- fecta cuando está motivada por el amor a Dios,imperfecta cuando se funda en otros motivos),e incluye el propósito de no volver a pecar.
en otros motivos), e incluye el propósito de no volver a pecar.
3. La confesión, que consiste en la acusación de los pecados hecha delante del sacerdote;4. La satisfacción, es decir, el cunmplimiento
de ciertos actos de penitencia queel confesor impone al penitente.
Se deben confesar todos los pecados graves aún no confesados que se recuerden después de un diligente examen de conciencia.
La confesión de los pecados graves es el único modo ordinario de obtener el perdón.
Todo fiel, que hayallegado al uso de razón, está obliga-do a confesar sus pecadosgraves al menos una vez al
año y también antes de recibir la Primera Comunión.
La Iglesia recomienda vivamentela confesión de los pecados veniales aunque no sea estricta-mente necesaria.
Los obispos y los presbíteros ejercen elpoder de perdonar los pecados en el nombredel Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Todo confesor está obligado,sin ninguna excepción y bajo penas muy severas,a mantener el sigilo sacra-mental,
esto es, el absoluto secretosobre los pecados conocidos en confesión.
Los efectos delSacramento dela Penitenciason:1. La reconciliación con Dios y, por tanto, el perdón de los pecados;2. La reconciliación con la Iglesia;
5. La paz y la serenidad de conciencia y el consuelo delEspíritu,
6. El aumento de la fuerza espiritual para elcombate cristiano.
3. La recuperación del estadode gracia, si se había perdido;4.La remisión de la pena eterna
merecida a causa de los
pecados mortales y, al menos en
parte, de las penas
temporales que son consecuencia
del pecado.
En caso de grave necesidad ( como un inminente peligro de muerte), se puede recurrir a la celebración comunitaria de laReconciliación, con la confesión general y la absolución colectiva.
Haciendo propósito de confesar individualmente, a su debido tiempo, los pecados graves ya perdonados de esta forma.
Las indulgencias son laremisión ante Dios dela pena temporal merecida por los pecados
ya perdonados encuanto a la culpa.
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