MARCO TERICO Y CONCEPTUAL. LA ACCIN COLECTIVA VIOLENTA ENTENDIDA DESDE LA CONTIENDA POLTICA
Lejos de lo que pudiera pensarse, la violencia en la universidad no es una sola. Sus
dinmicas, sus efectos, sus niveles, varan de acuerdo a una multiplicidad de factores de
difcil comprensin. En primer lugar, es pertinente sealar que, desde nuestra
perspectiva, la accin violenta en la Universidad es fundamentalmente pblica,
discontinua y colectiva. De ello podemos deducir que irrumpe en el escenario de la
universidad y la ciudad de mltiples y variadas formas. Para poder comprender tales
variaciones introduciremos un breve esbozo analtico que consideramos es pertinente y
de gran ayuda para ahondar en los fenmenos violentos en cuestin.
Ingentes esfuerzos se han desarrollados desde el mbito de las ciencias sociales y humanas para tratar de comprender la enorme complejidad de los fenmenos relacionados con la violencia. Reflejo de ello es la extensa literatura desarrollada al respecto, las mltiples corrientes tericas y analticas que han intentado dar cuenta de la misma, as como el amplio arsenal conceptual y terico desarrollado en torno de dicho
fenmeno. Resulta interesante denotar como un compendio de tales vertientes, conocido como la Encyclopedia of violence, peace and conflict editada por Lester R. Kurtz y
JenniferE.Turpin, contieneun compendiodedosvolmenesy casidosmilpginas
que,basadoendiferentesdisciplinasquevandesde laantropologa,pasandopor la
psicologa y la sociobiologa, hasta los estudios criminolgicos, intenta hacer una
sntesisdetanvariadosycomplejosfenmenosasociadosalaviolencia.La violencia,
incluso desde algunas perspectivas analticas, suele desligarse de todo aspecto racional. Resulta paradjico constatar que la misma, como hecho esencialmente humano, es pues deshumanizado, sus agentes tratados como enfermos o desviados, su esencia nominada como hecho patolgico. Contradictoriamente, en los pocos casos en que se reconoce alguna lgica al ejercicio de la violencia, sta se reduce a la bsqueda de lucro o de ganancia
La accin colectiva violenta desde la perspectiva de la Contienda Poltica
Optamos por un enfoque explicativo del ejercicio de la accin colectiva violenta en que tanto los aspectos objetivos como aquellos del orden subjetivo son vitales para poder comprender las diferentes dimensiones de la accin colectiva violenta que tiene lugar en las universidades pblicas. Ello supone, desde la perspectiva de Gonzlez et all, superar el dualismo bsico del objetivismo y el subjetivismo, para evitar sucumbir tanto frente a la sociologa estructural como frente al individualismo metodolgico [] poner en igualdad de condiciones explicativas los aspectos relacionados con la accin colectiva violenta y los aspectos estructurales de la violencia (Gonzlez et all, 2007 p. 41). Con base en lo mencionado anteriormente nos parece pertinente traer a colacin la conceptualizacin de Tilly respecto del significado de la accin colectiva violenta, la cual es entendida, como:
Una interaccin social episdica que:
-Inflige daos fsicos inmediatos a personas y/u objetos (daos incluye
la retencin por fuerza de personas u objetos pasando por encima de
cualquier restriccin o resistencia)
- Implica por lo menos a dos autores de los daos, y
-es consecuencia al menos en parte, de la coordinacin entre las personas que realizan los actos que provocan los daos. (Tilly, 2006, p, 3).
Consideramos pertinente e importante tal proposicin pues nos advierte de tres
dimensiones de orden terico que deben ser tenidas en cuenta a la hora de comprender
la violencia colectiva: 1). De un lado, tal conceptualizacin advierte sobre al necesidad
de entender la violencia como un proceso social, esto es desde una perspectiva
relacional, donde uno de sus rasgos principales es la articulacin de una serie de
interacciones sociales en un tiempo-espacio especfico; por tanto, adquiere centralidad
el anlisis del conjunto de transacciones entre las personas y se intenta establecer las
formas en que los distintos patrones de interaccin social constituyen y son causa de
diferentes modalidades de violencia colectiva (Tilly, 2006, p, 7). En este sentido, Tilly
identifica que en la comprensin de la violencia es imprescindible analizar los dos polos
sociales que en ella intervienen, es decir aquellos sectores que ejercen una accin
poltica de control y otra de transgresin (Tilly, 2006, p. 9-10). 2). De otro, la
explicacin de la violencia se realiza a partir de la interrelacin entre una serie
especfica de cadenas causales, las cuales estn compuestas por una serie de
mecanismos que pueden combinarse de diferentes maneras y, por tanto producir,
diferentes resultados. 3). Considera que en la violencia concurren tanto aspectos de
orden histrico, como cultural, los cuales afectan tanto las caractersticas de la
movilizacin, como los actores y las trayectorias de la misma.
La perspectiva analtica propuesta por Tilly nos pertinente, ante todo, por que
considera la violencia como una forma de contienda poltica, es decir la entiende desde
una perspectiva dinmica y no , simplemente, como un fenmeno instrumental; en
palabras del mismo Tilly la violencia se la puede considerar contienda por que los
participantes reivindican algo que afecta a sus respectivos intereses, y de poltica
porque siempre est en juego la relacin de los participantes con el gobierno (Tilly,
2006, p, 7). Siguiendo esta argumentacin, es preciso sealar que la nocin de contienda
poltica implica pensar que la violencia es una dimensin de la misma, solo distinguible
de otras formas de contencin, como por ejemplo revoluciones, movimientos sociales o
fenmenos de democratizacin, entre otros, en funcin de los mecanismos y los
procesos sociales que la originan (McAdam et all, 2003, p. 4).
En este punto nos parece pertinente ubicar el concepto contienda poltica pues, como
ya lo hemos anotado anteriormente, consideramos que es de gran utilidad para poder
captar la complejidad del fenmeno violento que es objeto de nuestra problemtica. El
mismo se comprende como la interaccin episdica, pblica y colectiva entre un
conjunto de personas que luchan por una serie de reivindicaciones y los objetos de tales
demandas, cuando: a) Al menos un ente gubernamental, es bien sea, uno de los
demandantes, un objeto a quien se le interpela por tales reivindicaciones o hace parte de
las peticiones y b) Las peticiones, en caso de ser realizadas, afectan los intereses de, al
menos, uno de los que luchan por las reivindicaciones (McAdam, Tarrow y Tilly,
2003, p. 5). En otras palabras, en lugar de entender aspectos como el contexto social y
poltico, los tipos de rgimen, entre otros, como fuerzas causales autnomas, se parte de
la premisa segn la cual este tipo de aspectos se convierten en sujetos de atribucin, las
estructuras de movilizacin no como algo dado sino como escenarios de apropiacin y
los marcos de interpretacin como construcciones interactivas y no simplemente como
redes de asignacin de sentido construidas por cada grupo en solitario (McAdam et all,
2003, p. 43-44). Por supuesto, esta definicin se acompaa del anlisis de aquellos
factores que provocan el cambio en un determinado estado de lo poltico, donde la lucha
pasa a ser la nota predominante durante un periodo especfico de tiempo y donde un
conjunto de actores comienzan a realizar cierto tipo de reivindicaciones en el mbito de
lo pblico.
DIMENSIONES GENERALES DE ANLISIS
La puerta de entrada a la reflexin en torno del carcter y las dinmicas de la violencia se estructura en Tilly a partir del anlisis de las circunstancias en medio de las cuales aquella tiene presencia. En otras palabras, nos parece pertinente la premisa de Tilly segn la cual en la comprensin de la violencia es de vital importancia entender cmo la organizacin de la vida poltica en general condiciona el carcter de la violencia y hasta que punto interactan las formas violenta y no violenta de la vida poltica (Tilly, 2006, p, 27). A partir de esta referencia es pertinente insistir en que para Tilly esta organizacin de la vida poltica hace referencia especficamente a la forma que adquiere el rgimen poltico, el cual se encuentra compuesto por una serie de interacciones sociales entre actores polticos cada uno de los cuales obedece a una categora social especfica (Tilly, 2006, p, 28); respecto a la formacin de estas categoras volveremos ms adelante.
La nocin del tipo de rgimen construida por Tilly se complementa a partir de las de las dimensiones de capacidad del gobierno y democracia, pues a partir de all elabora un esquema complejo para intentar explicar cmo esta variable se relaciona estrechamente con las dinmicas de la violencia y su carcter (Tilly, 2006, p. 40). La relacin entre rgimen poltico y la violencia colectiva se estructura en Tilly a partir de las nociones de capacidad del gobierno y democracia La primera dimensin es comprendida como el grado en que los agentes gubernamentales controlan los
recursos, las actividades y las poblaciones dentro del territorio en que ejercen el gobierno (Tilly, 2006, p. 41); esta dimensin tiene una serie de escalas, que van desde la ausencia de control estatal hasta un mximo de capacidad gubernamental prximo al control absoluto. Por otro lado el concepto de democracia se refiere, en esta perspectiva, al grado en que los miembros de la poblacin sometida a la jurisdiccin de un gobierno mantienen una relaciones generalizadas e iguales con los agentes del gobierno, ejercen el control colectivo sobre el personal y los recursos del gobierno y gozan de proteccin frente a actuaciones arbitrarias de los agentes del gobierno (Tilly, 2006, p. 41). La combinacin de estas dos dimensiones dar como resultado las siguientes configuraciones respecto de los tipos de rgimen: no democrticos de capacidad alta, no democrticos de capacidad baja, democrticos de capacidad alta y democrticos de capacidad baja. Pero, qu pueden aportar estas dos dimensiones a la comprensin de la violencia?
En primer lugar, la relacin entre tales dimensiones ayuda a configurar las
actuaciones contenciosas a partir de los mecanismos de certificacin y descertificacin,
es decir la validacin o no de actos, los actores y sus reivindicaciones; en otras palabras,
dependiendo del tipo de rgimen se delinearan un conjunto de actuaciones contenciosas
que son prescritas, toleradas y/o prohibidas (Tilly, 2006, p. 45); en consecuencia,
dependiendo del tipo de rgimen, del actor en movilizacin y los procesos identitarios
se configura un mapa de actuaciones en las cuales se inserta la violencia. En segunda
instancia, las caractersticas generales de la contienda poltica y, por supuesto la
capacidad del gobierno y el tipo de democracia, configuran una serie de espacios o
escenarios para que tenga lugar la interaccin poltica. En tercer lugar, en el rgimen
poltico operan una serie de mecanismos que legitiman o deslegitiman a los actores
polticos. Comprendemos que aspectos como el contexto social y poltico, los tipos de
rgimen, entre otros, no son fuerzas causales externas a las organizaciones clandestinas,
no son estructuras de oportunidades congeladas en tiempo y espacio; se parte de la
premisa segn la cual las oportunidades y los contextos se convierten en objetos de
atribucin, se leen, se perciben, se entienden a partir de ideas que se forman en medio
de la contienda poltica, de relatos que se construyen en medio de la lucha social, donde
los marcos de interpretacin son construcciones interactivas y no simplemente redes de
asignacin de sentido construidas por cada grupo aislados de su contexto social-poltico
(McAdam et all, 2003, p. 43-44).
Para poder complementar este esbozo analtico es preciso ubicar algunos parmetros
respecto de lo que consideramos es la universidad como un escenario contencioso, en
otras palabras como un campo de poder. Valindose de la definicin de Bourdieu, Binford
seala que cada campo es un escenario social donde los actores ocupan posiciones, estn
dotados de diferentes cantidades y formas de capital (econmico, cultural y/o simblico) y
luchan entre s para optimizar sus posiciones dentro del campo (es decir para obtener ms
capital) o para cambiar las reglas del campo o los lmites del mismo (Binford, 2000, p.
1171). De ello se podra deducir que un escenario donde se desarrolla la accin colectiva
violenta es un mbito en el cual se dan mltiples tensiones y contradicciones, est sujeto a
una redefinicin constante de sus lmites y de las reglas de juego existentes a su interior y,
ms importante an, debe entenderse no como un territorio aislado sino profundamente
afectado por los marcos regionales, nacionales e, incluso, internacionales. El campo de
poder no solamente est constituido por estas mltiples dinmicas, adems se compone de
una serie de actores que lo van moldeando. En lo esencial se habla de un tipo de actor que
es dominante, el cual se impone sobre el campo de poder, y por otro lado, un actor que es
subordinado y que se encuentra en una posicin desventajosa en el campo de poder
especfico.
CATEGORAS DE ANALISIS PARA COMPRENDER LA CONTIENDA
POLTICA
Siguiendo la lnea de anlisis hasta aqu esbozada nos parece pertinente introducir
algunos aspectos de orden analtico que, relacionados por McAdam et all, son de vital
importancia para poder comprender las dinmicas de la violencia. En tal sentido
encontramos tres dimensiones que estructuran el modelo explicativo construido por
estos autores para dar cuenta de las diferentes modalidades de la movilizacin social y
que son de gran utilidad para poder explicar la violencia de orden colectivo. Estas
dimensiones son:
1. Mecanismo. Cuando se hace referencia a la nocin de mecanismo,
siguiendo a McAdam et all, se intenta dar cuenta de una clase delimitada de
eventos que alteran las relaciones entre un conjunto especfico de elementos de
manera idntica o similar en una amplia variedad de situaciones (McAdam et
all, 2003, p. 24). En este sentido, la explicacin de la violencia se aleja, segn
Tilly, de aquellas interpretaciones que interpretan la violencia a partir de causas
de gran escala, como la pobreza o la frustracin generalizada, entre otras; por
tanto, este tipo de explicaciones optan por aquellos mecanismos de pequea
escala que generan la violencia.
De tal suerte, Tilly seala que estos mecanismos pueden ser de tres rdenes,
entre los que encontramos: a). mecanismos ambientales, entendidos como
aquellos fenmenos de orden externo que generan cambios y afectan las
condiciones de la vida social, b). Mecanismos cognitivos, hace referencias a
aquellos sucesos que producen alteraciones de las percepciones individuales o
colectivas y, finalmente, c). Mecanismos Relacionales, contempla ciertas causas
que ocasionan cambios en las conexiones entre los colectivos, en general, y las
personas, en particular (McAdam et all, 2003, p. 25-26). Por supuesto, estos
mecanismos pueden interrelacionarse y actuar de manera conjunta, el tipo de
relacin que se manifieste entre ellos ocasionar resultados diferentes. Los
anlisis de Tilly, particularmente, optan por este ltimo conjunto de
mecanismos. De tal suerte, en la explicacin de Tilly se considera que
mecanismos tales como la atribucin de la oportunidad y la amenaza, la
apropiacin social de los vehculos de movilizacin, la construccin de sentido
de la disputa, el desarrollo de formas innovativas de la accin colectiva el tipo de
rgimen, la activacin de lneas divisorias y la corredura se constituyen en
aspectos relevantes que ayudan a explicar la varianza en los tipos de violencia
colectiva que se pueden encontrar, donde cada modalidad de la misma se explica
a partir de las combinaciones particulares de tales mecanismos, de los procesos
causales que estos originan y su relacin con los escenarios en los cuales se
producen (Tilly, 2006, p. 22).
2. Los Procesos en la Contienda Poltica Hacen referencia a la recurrencia
de combinaciones, cadenas y secuencias de mecanismos (McAdam et all, 2003,
p. 27). De los procesos tenidos en consideracin por los autores, hasta aqu
citados, nos parece importante tener en cuenta aquellos relacionados con la
movilizacin, la formacin de la s identidades polticas y los procesos de
polarizacin.
3. Episodios de la Contienda Poltica. Desde la perspectiva de la contienda
poltica se hace referencia a la existencia de episodios de movilizacin, esto es la
distincin entre aquellos periodos donde se presenta fenmenos de accin
colectiva y aquellos donde esta no se presenta en absoluto, por tanto los
episodios se conciben como cadenas continuas de contencin en las cuales estn
presentes dos o ms procesos, tales como la movilizacin o la polarizacin, etc
(McAdam et all, 2003, p. 24). Cabe recordar que esta es una de las
caractersticas mismas de la definicin de contienda poltica, es decir sta se
concibe como un fenmeno episdico y excluye eventos regulares tales como
votaciones o reuniones asamblearias. Por supuesto, la pregunta que viene a
continuacin es cmo se definen los lmites de los episodios de contencin?
En esta perspectiva analtica la agenda de investigacin consistira, por tanto, en
identificar aquellos episodios de contencin poltica con rasgos problemticos similares,
hecho que implicara identificar los procesos que constituyen o producen tales rasgos y,
en ltima instancia identificar los mecanismos que se suceden al interior de tales
procesos (McAdam et all, 2003, p. 28). Aqu la definicin de los lmites de tales
episodios depende, en lo sucesivo, tanto de los lentes con los cuales el investigador
aborde el objeto de estudio, como de las unidades espacio-temporales que ubique; segn
McAdam et all, de ello depende, en buena medida, la identificacin de los procesos y
los mecanismos que actan en los procesos de la contienda poltica. En otras palabras,
los episodios se pueden entender como un sitio reiterativo de interaccin en el cual se
interrelacionan diferentes momentos de movilizacin y desmovilizacin, se forman y se
desarrollan identidades polticas y, finalmente, nuevas formas de accin son inventadas,
todo esto en la medida en que ciertos actores interactan con terceras partes (McAdam
et all, 2003, p.30).
El proceso de Construccin de los actores polticos y el Carcter de la Violencia
Siguiendo a Tilly, consideramos que los procesos de formacin y creacin de los actores y sus identidades polticas son de gran importancia para poder comprender las dinmicas de la contienda poltica (Tilly, 2006, p. 9-10). Desde nuestra perspectiva, tales premisas nos ayudan a comprender los procesos y mecanismos de formacin y transformacin de las identidades polticas, que construidas en el marco del desarrollo de la contienda poltica, van constituyendo a las organizaciones estudiantiles clandestinas de izquierda como un actor poltico en las Universidades pblicas de Bogot.
El punto de partida para poder comprender esta dimensin es, por supuesto, la forma
como se constituyen las interacciones sociales, donde el eje sobre el cual gravita la
actuacin de los colectivos sociales descansa sobre la base de la definicin de los
intereses comunes en torno de los cuales se agrupa una colectividad social; por tanto, las
actividades contenciosas no parten de la nada, presuponen la existencia de un conjunto
de personas previamente conectadas las cuales han producido y aceptado un conjunto de
relatos aceptados acerca de su situacin estratgica (Tilly, 2006, p. 30). En la
perspectiva de McAdam et All la comprensin de la formacin de las identidades
polticas es de vital importancia, puesto que se convierten en objeto de una intensa
disputa entre los participantes; en segundo lugar, porque la respuesta a la cuestin de la
identidad afecta la explicacin misma del proceso general de la contienda poltica
(McAdam, Tarrow y Tilly, 2003, p. 46).
En la formacin de estas identidades opera el mecanismo conocido como la
activacin de divisorias, el cual consiste en un cambio en las interacciones sociales tal
que estas cada vez ms a) se organizan en torno a una nica lnea divisoria nosotros-
ellos y b) diferencian entre las relaciones internas dentro de tal divisoria y las
relaciones externas que atraviesan tal divisoria (Tilly, 2006, p. 20). Las lneas
divisorias pueden, o bien activarse o desactivarse segn sea el caso, o bien se pueden
crearse nuevas conexiones eliminarse las ya preexistentes en un mecanismo de
incorporacin-separacin; este mecanismo se conecta con la construccin de procesos
identitarios y ocupa un lugar central en el marco explicativo de Tilly a partir del cual
interpreta la violencia.
Desde la perspectiva de Tilly la construccin de las identidades polticas est
precedida por la formacin de una serie de categoras sociales dentro del rgimen
poltico; entre otras categoras podemos encontrar: agentes del gobierno, miembros del
sistema poltico, desafiadores, sujetos y actores polticos externos (Tilly, 2006, p. 28).
Cada una de estas categoras se forma a partir de una serie de lneas divisorias, pero
adems de ello por mecanismos tales como: la invencin, el prstamo y el choque. En
otras palabras, cada grupo de personas organizan sus reivindicaciones desde una
posicin social particular y de la definicin de una serie de intereses comunes y
compartidos. De tal suerte, las identidades polticas acarrean consigo mismas toda una
serie de respuestas y manifestaciones pblicas del quienes somos, a partir de las cuales
se denotan una serie de lneas divisorias y unos Y BYrelatos sobre esas divisorias. De
otro lado, encontramos el mecanismo denominado Corredura, este es entendido como
la conexin entre dos o ms enclaves sociales; aun cuando ello significara una mayor
coordinacin entre unidades sociales, Tilly es enftico en sealar que ello depende de
las condiciones iniciales en medio de las cuales se produzca la conexin inicial y de la
participacin de otros mecanismos (Tilly, 2006, p. 31).
Tilly desarrolla su investigacin a partir de la problematizacin de los aspectos que determinan el carcter de la violencia colectiva. Para poder explicar, lo que l denomina el tipo de variacin de la violencia, introduce dos dimensiones: En primer lugar, el proceso de relevancia (o centralidad) de infligir daos a corto plazo; es decir, Tilly parte de la importancia de analizar el lugar que ocupa la violencia en las interacciones sociales; aqu el lugar que ocupa la violencia, segn Tilly, depende de las dinmicas que adquieran la los mecanismos de activacin y desactivacin de las lneas divisorias. En segunda instancia, el proceso conocido como grado de coordinacin entre los actores violentos (Tilly, 2006, p. 12-13). Aqu opera tanto el mecanismo denominado Corredura, entendido como la conexin entre dos o ms enclaves sociales y los mecanismos de incorporacin separacin, lo cual supone mayor o menor coordinacin entre unidades sociales, Tilly es enftico en sealar que ello depende de las condiciones iniciales en medio de las cuales se produzca la conexin inicial y de la participacin de otros mecanismos (Tilly, 2006, p. 21).
Tilly sostiene que cada una de estas dimensiones tiene una serie de gradaciones que van de 0 a 1, por lo que el entrecruzamiento de ambas dimensiones y los valores
correspondientes que de ello resulta codificar un determinado tipo de violencia. De tal suerte, este tipo de esquemas, segn su autor, no solamente ayuda a explicar el grado de destruccin que resulta de un determinado tipo de interacciones, sino que adems se convierte en una herramienta til tanto para ubicar grupos de violencia donde se suceden causas similares y las variaciones de la violencia en funcin del anlisis de un conjunto de mecanismos causales, como explicar las diferencias en cuanto a escala, duracin, asimetra y proximidad a las instituciones gubernamentales (Tilly, 2006, p. 13-14). En sntesis, a mayor relevancia y mayor coordinacin, mayor ser el nivel que adquiera la violencia.
La Movilizacin Poltica entendida como un Proceso
Puesto que la violencia colectiva es entendida como una de las dimensiones de la
contienda poltica, es pertinente considerarla como un proceso de movilizacin poltica.
El hecho mismo de la movilizacin es considerado en este tipo de perspectivas como un
proceso social, el cual es resultado de un determinado numero de mecanismos que
interactan y se relacionan entre si, entre los cuales encontramos: la atribucin de la
oportunidad y la amenaza, la apropiacin social de los vehculos de movilizacin, la
construccin de sentido de la disputa y el desarrollo de formas innovativas de la accin
colectiva (McAdam et all, 2003, p. 27). Consideramos que el anlisis de cada una de
estas dimensiones es importante para nuestro anlisis pues nos permite avanzar en la
comprensin de los procesos y mecanismos que constituyen los lineamientos generales
de la interaccin violenta en el marco de la contienda poltica en las universidades
pblicas de Bogot.
Siguiendo la lnea de argumentacin hasta aqu esbozada es importante anotar que en
el esquema explicativo de Mc McAdam et all se presenta un distanciamiento respecto
de nociones tales como tales como estructura de oportunidades, repertorios de accin o
formas de organizacin. Parafraseando a McAdam et all, no es la estructura de
oportunidades, incluso abierta objetivamente, la que invita a la movilizacin, tal
oportunidad debe ser percibida en consecuencia por aquellos que desafan el poder y,
adems de ello, el contexto inmediato debe entenderse como un escenario que permitir
cierto grado de movilizacin (McAdam, Tarrow y Tilly, 2003, p. 43). En otras palabras,
aqu opera un desplazamiento en el objeto de estudio de los movimientos sociales, pues
el analisis se centra en los procesos de atribucin de sentido construidos y desarrollados
por los mismos sujetos en proceso de movilizacin, esto es de las formas cmo
entienden el escenario en medio del cual discurre su accionar. En ltima instancia, la
atribucin de la oportunidad o la amenza es un mecanismo actuante que es responsable,
en parte de la movilizacin de poblaciones previamente desmovilizadas (McAdam,
Tarrow y Tilly, 2003, p. 43).
En este mismo sentido, se entienden las formas de organizacin no como una
realidad objetivada, se parte de la premisa segn la cual stas estructuras deben ser
apropiadas como vehculos para la movilizacin y lucha, convirtiendose en un
mecanismo de sta (McAdam, Tarrow y Tilly, 2003, p. 43). De tal suerte, la accin
colectiva no es siempre la misma, esto es, a pesar de que existe un rango delimitado de
acciones, stas no son simpre iguales, dependen del carcter de las interacciones entre
los actores sociales, pero adems de ello obedecen a la construccin de sentido de los
actores polticos; en lugar de ver la movilizacin como un conjunto de acciones
repetitivas, McAdam et All, prefieren concebirlas como performances, en las cuales
tanto la improvisacin como la innovacin estan a la orden del da. En consecuencia,
estos performances se ubican en un marco amplio de actuaciones que componen el
conjunto de la contienda poltica. Estas actuaciones, segn se ubiquen en un
determinado tipo de rgimen poltico, podran ser, como anotabamos anteriormente, las
siguientes: a.) Actuaciones Prescritas, hacen referencia a aquellas que estan regidas,
normatizadas y ordenadas por el Estado, b). Las actuaciones toleradas, pueden incurrir
acciones quese encuentran estrictamente dentro de la normatividad legal vigente o no,
pero que el Estado no ataca y permite que discurran dentro de ciertos cauces y,
finalmente c). actuaciones prohibidas, quedan contempldas como aquellas que ataquen
a los gobernantes y sus recursos del gobierno (Tilly, 2006, p. 45).
En el curso de la movilizacin el sentido de las acciones exceden las interpretaciones y las construcciones estratgicas, dando paso a una incesante disputa entre las diferentes partes que hacen parte de la contienda. Este tipo de perspectivas analticas las consideramos de gran pertinencia en nuestro estudio, pues nos permite identificar las formas de construccin de sentido que, agenciadas por ciertas organizaciones estudiantiles clandestinas de izquierda en el marco de la contienda poltica, sustentan el ejercicio de la accin colectiva violenta en las Universidades pblicas de Bogot. En palabras de McAdam et All, los sujetos responden simultaneamente a los procesos de cambio y a la acciones de los otros bajo la perspectiva de construir un sentido de su propia situacin y estructurar lineas de accin basadas en su interpretacin de la realidad (McAdam, Tarrow y Tilly, 2003, p. 46).
En este sentido nos parece pertienen sealar que partimos de la premisa segn la cual
los sujetos sociales estan inmersos en una serie de estructuras de significacin a partir
de las cuales la gente desarrolla su accin social. En este sentido, es preciso sealar que
nuestra investigacin pretende enfrentarse a una serie de estructuras de significacin
que nos permitan comprender los marcos interpretativos y simblicos que, construidos
por organizaciones estudiantiles clandestinas de izquierda, explican el ejercicio del
accin violenta; en este sentido nos parece precisa la apreciacin de Geertz cuando
seala que la conducta humana es vista como accin simblica, en otras palabras
componente de un significado, por lo que en el caso de la violencia colectiva, entendida
como accin social, es preciso interrogarse por su sentido, por el que le dan y
construyen los actores que la agencian. En este sentido, es importante acotar que es
importante tratar de mantener el anlisis de las formas simblicas lo ms
estrechamente ligado a los hechos sociales concretos, al mundo pblico de la vida
comn y tratar de organizar el anlisis de manera tal que las conexiones entre
formulaciones tericas e interpretaciones no quedaran oscurecidas con apelaciones a
ciencias oscuras (Geertz, 1979, p. 39).
La puerta de entrada al sentido de la accin violenta que explora nuestra
investigacin se construye a partir de lo simblico, entendiendo que el smbolo es en
esencia un instrumento de varias fuerzas, tanto fsicas, como econmicas, morales y
polticas, en consecuencia operan de manera indisociable en diferentes campos de las
relaciones sociales (Turner, 1975, p. 145). Este tipo de premisas nos parecen de vital
importancia pues advierten sobre las funciones comunicativas y de conocimiento de los
smbolos, pero adems con un lugar central en lo que respecta a las relaciones de poder
(Turner, 1975, p. 145). Por supuesto, el smbolo adquiere mltiples interpretaciones
segn se lo aborde desde una posicin particularizada, sin embargo ello no puede
soslayar el hecho de que el significado est sujeto una intensa disputa donde los grupos
hegemnicos intentan colmar las opciones interpretativas y de sentido que los smbolos
acarrean consigo; de otro lado, se dan procesos de resistencia y de creatividad de los
mismos que intentan crear procesos contra hegemnicos de construccin de sentido. De
tal suerte nos parece preciso sealar, siguiendo Turner, que los smbolos deben ser
considerados, no como aspectos constituyentes o partes esenciales de algn sistema
cultural atemporal y abstracto, sino como sistemas dinmicos de significados y
significantes y, por supuesto, como modos de significacin que tiene lugar en procesos
socioculturales histricos concretos (Turner, 1975, p. 149); en este tipo de anlisis
adquiere centralidad la accin social como una de las dimensiones de anlisis
fundamentales para poder comprender los procesos de construccin de sentido. En
consecuencia optamos por aquellas premisas explicativas que se centran en la actuacin
de los colectivos sociales y no en sus estructuras cognitivas, entendidas stas ltimas
como realidades abstractas. En ltima instancia cabe anotar que este tipo de
perspectivas analticas insisten en la necesidad de concentrase en los anlisis del evento
y del performance que entienden los smbolos como agencias y se enfocan en la
movilizacin social y la interaccin social (Turner, 1975, p. 150).