Me miré en tus ojos de Madre,
eran dos lunas llenas
de luz celestial,
refulgentes como faros
para iluminar la noche oscura
de nuestra humanidad.
Eran dos libros
abiertos de par en par
para conocer y leer
la historia viva de Dios
y de la humanidad.
La misericordia y el amor,
estaban en el Dios Creador,
la tragedia y la culpa
en la pobre humanidad.
Me sentí Me sentí
silencio encadenado,silencio encadenado,
amarrado con cadenas de hierro amarrado con cadenas de hierro
forjadoforjado en la fragua del pecadoen la fragua del pecado
que atenaza a la humanidad.que atenaza a la humanidad.
Tus ojos de Madre,
eran banderas desplegadas al viento
como palomas en busca de libertad
para la triste humanidad.
Me vi pequeño y grande, Me vi pequeño y grande,
a la vez,a la vez, por ser yo por ser yo
condición y rehéncondición y rehén
de la entera humanidad.de la entera humanidad.
Tras esos ojos maternales
había ríos impetuosos
de misericordia entrañable,
eran remansos de paz a la vez
que el alma purificaban,
en el perdón y la ternura,
de toda la humanidad.
Reflejaban tus ojos
una historia dispar,
en Dios había amor y bondad,
pero también ansias de perdón
en la caída humanidad.
Tus ojos, Virgen María,
son ojos de Madre,
ventanas de luz abiertas
y un poema de libertad
para la redenta humanidad.
Me miré en tus ojos de Madre,Me miré en tus ojos de Madre,eran dos lunas llenas eran dos lunas llenas de luz celestial, de luz celestial, refulgentes como farosrefulgentes como farospara iluminar la noche oscura para iluminar la noche oscura de nuestra humanidad.de nuestra humanidad.
Eran dos libros Eran dos libros abiertos de par en par abiertos de par en par para conocer y leer para conocer y leer la historia vivala historia viva de Dios de Dios y de la humanidad.y de la humanidad.
La misericordia y el amor, La misericordia y el amor, estaban en el Dios Creador,estaban en el Dios Creador,la tragedia y la culpa la tragedia y la culpa en la pobre humanidad.en la pobre humanidad.
Me sentí silencio encadenado,Me sentí silencio encadenado,amarrado con cadenas de hierro amarrado con cadenas de hierro forjadoforjado en la fragua del pecadoen la fragua del pecadoque atenaza a la humanidad.que atenaza a la humanidad.
Tus ojos de Madre,Tus ojos de Madre,eran banderas desplegadas al vientoeran banderas desplegadas al vientocomo palomas en busca de libertadcomo palomas en busca de libertadpara la triste humanidad.para la triste humanidad.
Me vi pequeño y grande, Me vi pequeño y grande, a la vez,a la vez,por ser yo condición y rehénpor ser yo condición y rehénde la entera humanidad.de la entera humanidad. Tras esos ojos maternaleshabía ríos impetuosos de misericordia entrañable, eran remansos de paz a la vez que el alma purificaban,en el perdón y la ternura,de toda la humanidad.
Reflejaban tus ojos una historia dispar,en Dios había amor y bondad,pero también ansias de perdónen la caída humanidad.
Tus ojos, Virgen María,son ojos de Madre, ventanas de luz abiertas y un poema de libertadpara la redenta humanidad.
Juan Manuel del RíoJuan Manuel del Río