Señor, tú hiciste de la extensa vida de
San Giovanni Farinala medida de la caridad universal,le diste la gracia de donarse a los
pequeños, los pobres y a los enfermos.
Él respondió viviendo tu Evangelio con humilde valentía,
y llegó a ser, en la Iglesia, imagen viva de tu amor.
Concédenos Señor por su intercesión,
la gracia que necesitamos. (Tres glorias)
ORACION AL SANTO GIOVANNI ANTONIO
FARINA
Proceso de canonización
Postulación
Siervo de Dios.
VenerableBeato
Santo
Cuando se comprueba por el testimonio de las personas que su comportamiento fue ejemplar en sus virtudes.
Aprobación de la "positio" un documento en el que incluyen, además de los testimonios de los testigos, los principales aspectos de la vida, virtudes y escritos del Siervo de Dios. Realiza un milagro debido por su intercesión.
Para la canonización es necesario otro milagro atribuido a la intercesión del beato y ocurrido después de su beatificación.
GIOVANNI ANTONIO FARINA
PRONTO PROCLAMADO
SANTO
EL MILAGRO DEL BEATO Y LA CERTEZA DE LOS POBRES
Incluso Kumari, una mujer joven con nueve meses de
embarazo, pobre y analfabeta, que vivía en un pequeño pueblo del estado indio de Andhra Pradesh, le
había pedido a Dios que salvara su vida, recurriendo
a un padre que nunca conoció, pero que las
hermanas Doroteas le habían sugerido que invocara.
Siempre había sostenido en la mano la estampita toda arrugada, mirando la foto del Obispo que le había dado tanta fortaleza cuando la dejaron dar a luz sola en una habitación pequeña y aislada, sin un médico y un equipo necesario, porque “ella estaba infectada", habían dicho. Los médicos y las enfermeras estaban seguros de que moriría en el parto, porque la hepatitis B, de la que había sido víctima durante el embarazo le causaría ciertamente un sangrado incontrolable, del cual era imposible salvarla. Además el feto, lo más probable, es que sufriera daños neurológicos que podrían comprometer irremediablemente el sistema nervioso central.
La situación de la madre era también muy grave
por haber sufrido otras complicaciones en las últimas semanas de gestación, tanto que dos hospitales se habían negado a atenderla por
falta de instalaciones adecuadas para un caso tan delicado. Y cuando el párroco del pueblo
se había ofrecido para llevarla al hospital católico pensando: "por lo menos aquí no la rechazarán”, el médico de turno no quiso
aceptarla, “Vale la pena que usted pague por esta mujer que seguramente morirá en el
parto? le dijo y, por la insistencia del sacerdote le hizo firmar el “testamento de alto riesgo”, donde el marido de kumari puso como
firma una cruz.
En la aldea de Kuchipudi son casi todos jornaleros que viven en
chozas de tierra y paja mezclada con estiércol de búfalo, con el
techo de hojas de plátano, agrupados en los cultivos de arroz de los terratenientes.
Como todos los demás, también Kumari y su familia encuentran
trabajo solamente en temporadas de siembra y
cosecha de arroz, moviéndose de pueblo en pueblo. En las otras
épocas del año, tienen que recurrir a todas las posibilidades
que se les presenten para encontrar lo necesario para
sobrevivir.
EL MILAGRO
Unas semanas antes del parto Kumari había
solicitado a las hermanas el dinero para pagar
el médico y los exámenes clínicos, la superiora le facilitó lo necesario y al mismo tiempo le apoyó
sobre la cabeza una estampita del Beato
Giovanni Antonio Farina, invitándola a que le pidiera
la ayuda, le aseguró también que ellas (las hermanas
Doroteas) iban a rezar con fe para alcanzar esta gracia.
Así que, mientras Kumari se encontraba en peligro de vida en el
hospital y desahuciada por los médicos, en su pueblo la gente se reunía todos los días en la Iglesia
para orar. El catequista -uno de los pocos que sabía leer- proclamaba frase por frase la oración al Beato
Farina y todos repetían las palabras en voz alta.
Y cuando en el momento del parto las condiciones de Kumari se agravaron,
ellos incrementaron la oración también con la Adoración Eucarística y el ayuno. Oraban juntos, católicos y
protestantes, parientes y amigos y también aquellos que, hasta
entonces, no habían nunca entrado en una Iglesia.
A pesar de las predicciones de los médicos,
el 02 de septiembre de 2001 nació prematuramente una niña sana y el parto se resolvió de un modo inexplicablemente
positivo, sin la temida e incontrolable hemorragia.
Después del parto las condiciones de Kumari se agravaron por el aumento de la hepatitis y de otras complicaciones, pero sólo algunos días después la mujer regresó a su casa completamente curada,
junto con su pequeña hija que fue bautizada con el nombre de Giovanna, en
memoria de su Santo Protector.
La madre contó que pocos
momentos antes del parto ella vio
“aquel padre”; una figura vestida de
blanco que le daba fortaleza y mucha
paz.
La suya era la certeza de los pobres que se dirigen a Dios, porque no pueden defenderse por sí mismos, y “ponen en él toda su confianza, como si él
les hubiera hablado".
… El anónimo lo había intuido y Kumari estaba en lo cierto: Dios había respondido a su
pedido. Albarosa Inés Bassani postulador
Elevemos un himno de gratitud a Dios por tan magnífico don a
la Congregación de las hermanas Doroteas y a la
Iglesia entera.
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