DOSSIER
“Violencia Escolar y Stress Docente”
C U R S O 2013
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MODULO2
Estrategias de superación a través del control inteligente de
las emociones
¿Qué es la Inteligencia Emocional?
COMPETENCIAS Emocionales
PERSONALES
Competencias Emocionales
Sociales
INTELIGENCIA EMOCIONAL
La inteligencia emocional consiste en una serie de actividades que sirven para
apreciar y expresar de manera justa nuestras propias emociones y las de otros y
para emplear nuestra sensibilidad a fin de motivarnos, planificar y realizar de
manera cabal nuestra vida.
Orígenes del concepto
Aunque las definiciones populares de inteligencia hacen hincapié en los aspectos
cognitivos, tales como la memoria y la capacidad de resolver problemas, varios
influyentes investigadores en el ámbito del estudio de la inteligencia comienzan a
reconocer la importancia de los aspectos no cognitivos. Thorndike, en 1920, utilizó
el término inteligencia social para describir la habilidad de comprender y motivar a
otras personas. David Wechsler en 1940, describe la influencia de factores no
intelectivos sobre el comportamiento inteligente, y sostiene, además, que nuestros
modelos de inteligencia no serán completos hasta que no puedan describir
adecuadamente estos factores.
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En 1983, Howard Gardner, en su Teoría de las inteligencias múltiples Frames of
Mind: The Theory of Multiple Intelligences2 introdujo la idea de incluir tanto la
inteligencia interpersonal (la capacidad para comprender las intenciones,
motivaciones y deseos de otras personas) y la inteligencia intrapersonal (la
capacidad para comprenderse uno mismo, apreciar los sentimientos, temores y
motivaciones propios). Para Gardner, los indicadores de inteligencia, como el CI,
no explican plenamente la capacidad cognitiva. Por lo tanto, aunque los nombres
dados al concepto han variado, existe una creencia común de que las definiciones
tradicionales de inteligencia no dan una explicación exhaustiva de sus
características. Otro de los orígenes de la inteligencia emocional está en Joseph
Ledoux, como influencia más reciente, a partir de su libro "El cerebro emocional
(1996), en él divulga sus hallazgos acerca de los circuitos neuronales del cerebro
y afirma que la emoción precede al pensamiento, también explica por qué los
procesos de raciocinio que tienen lugar en el neocórtex van muchas veces a la
zaga o en contra de los impulsos de la amígdala.
El primer uso del término inteligencia emocional generalmente es atribuido a
Wayne Payne, citado en su tesis doctoral: Un estudio de las emociones: El
desarrollo de la inteligencia emocional (1985).4 Sin embargo, el término
"inteligencia emocional" había aparecido antes en textos de Leuner (1966).
Greenspan también presentó en 1989 un modelo de IE, seguido por Salovey y
Mayer (1990) y Goleman (1995).
La relevancia de las emociones en los resultados del trabajo y la investigación
sobre el tema siguió ganando impulso, pero no fue hasta la publicación del célebre
libro de Daniel Goleman: Inteligencia emocional: ¿Por qué puede importar más
que el concepto de cociente intelectual?, cuando se popularizó.5 En 1995, la
revista "Time" fue el primer medio de comunicación interesado en la IE que publicó
un relevante artículo de Nancy Gibbs sobre el libro de Goleman. A partir de
entonces comenzaron a aparecer cada vez con mayor frecuencia artículos sobre
el tema, desde muy diversas entidades académicas y puntos de venta populares.
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Imagen esquemática del cerebro.
Para comprender el gran poder de las emociones sobre la mente pensante —y la
causa del frecuente conflicto existente entre los sentimientos y la razón—
debemos considerar la forma en que ha evolucionado el cerebro
La región más primitiva del cerebro es el tronco encefálico, que regula las
funciones vitales básicas, como la respiración o el metabolismo, y lo compartimos
con todas aquellas especies que disponen de sistema nervioso, aunque sea muy
rudimentario. De este cerebro primitivo emergieron los centros emocionales que,
millones de años más tarde, dieron lugar al cerebro pensante: el Neocórtex. El
hecho de que el cerebro emocional sea muy anterior al racional y que éste sea
una derivación de aquél, revela con claridad las auténticas relaciones existentes
entre el pensamiento y el sentimiento.
El neocórtex permite un aumento de la sutileza y la complejidad de la vida
emocional, aunque no gobierna la totalidad de la vida emocional porque, en estos
asuntos, delega su cometido en el sistema límbico. Esto es lo que confiere a los
centros de la emoción un poder extraordinario para influir en el funcionamiento
global del cerebro, incluyendo a los centros del pensamiento
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La sede de las pasiones
Imagen anatómica del cerebro.
La amígdala cerebral y el hipocampo fueron dos piezas clave del primitivo
«cerebro olfativo» que, a lo largo del proceso evolutivo, terminó dando origen al
córtex y posteriormente al neocórtex. La amígdala tiene forma de almendra con
estructuras interconectadas asentadas sobre el tronco cerebral, hay 2 amígdalas a
cada lado del cerebro y la nuestra es la más grande comparada con la de los
primates.
La amígdala está especializada en las cuestiones emocionales y se la considera
una estructura límbica muy ligada a los procesos del aprendizaje y la memoria. Si
la amigdala es separada del cerebro no es posible apreciar el significado
emocional de diversos acontecimientos, lo cual se le conoce como ceguera
afectiva. Además de la pérdida de afecto y consecuente pérdida de memoria la
amígdala junto con la circunvolución cingulada también permite la secreción de
lágrimas y funciona como un depósito de la memoria por lo que quien vive sin
amígdala prácticamente pierde la memoria ya que la amígdala guarda aquellos
recuerdos que más impacto emocional tuvieron en nuestra vida como los traumas
o nuestros momentos más felices. Constituye una especie de depósito de la
memoria emocional. Es la encargada de activar la secreción de dosis masivas de
noradrenalina, que estimula los sentidos y pone al cerebro en estado de alerta.
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LeDoux descubrió que la primera zona cerebral por la que pasan las señales
sensoriales procedentes de los ojos o de los oídos es el tálamo y, a partir de ahí y
a través de una sola sinapsis, la amígdala. Otra vía procedente del tálamo lleva la
señal hasta el neocórtex —el cerebro pensante—, permitiendo que la amígdala
comience a responder antes de que el neocórtex haya ponderado la información.
Según LeDoux: «anatómicamente hablando, el sistema emocional puede actuar
independientemente del neocórtex. Existen ciertas reacciones y recuerdos
emocionales que tienen lugar sin la menor participación cognitiva consciente».
La memoria emocional
Las opiniones inconscientes son recuerdos emocionales que se almacenan en la
amígdala. El hipocampo registra los hechos puros, y la amígdala es la encargada
de registrar el «clima emocional» que acompaña a estos hechos. Para LeDoux «el
hipocampo es una estructura fundamental para reconocer un rostro como el de su
prima, pero es la amígdala la que le agrega el clima emocional de que no parece
tenerla en mucha estima». Esto significa que el cerebro dispone de dos sistemas
de registro, uno para los hechos ordinarios y otro para los recuerdos con una
intensa carga emocional. El cerebro usa un sencillo método para registrar
recuerdos emocionales con mucha fuerza: los sistemas de alerta neuroquímica
que preparan al organismo para luchar o huir en un momento de peligro también
graban aquel momento en la memoria con intensidad. Sometido a tensión,
ansiedad o dicha un nervio que va del cerebro a las glándulas suprarrenales (que
están encima de los riñones) provoca secreción de hormonas epinefrina y
norepinefrina; estas mismas activan los receptores del nervio vago y este
transporta mensajes desde el cerebro para regular el corazón y lleva señales de
vuelta al cerebro provocadas por estas mismas dos hormonas. La amígdala es el
lugar más importante del cerebro al que van estas señales, activan neuronas en la
amígdala para indicar a otras regiones del cerebro que refuercen la memoria para
registrar lo ocurrido, lo cual explica por qué a veces tenemos traumas o recuerdos
emocionales con cierto nivel de intensidad y no sabemos porqué.
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Un sistema de alarma anticuado
En el cambiante mundo social, uno de los inconvenientes de este sistema de
alarma neuronal es que, con más frecuencia de la deseable, el mensaje de
urgencia mandado por la amígdala suele ser obsoleto. La amígdala examina la
experiencia presente y la compara con lo que sucedió en el pasado, utilizando un
método asociativo, equiparando situaciones por el mero hecho de compartir unos
pocos rasgos característicos similares, haciendo reaccionar con respuestas que
fueron grabadas mucho tiempo atrás, a veces obsoletas.
En opinión de LeDoux, la interacción entre el niño y sus cuidadores durante los
primeros años de vida constituye un auténtico aprendizaje emocional, y es tan
poderoso y resulta tan difícil de comprender para el adulto porque está grabado en
la amígdala con la tosca impronta no verbal propia de la vida emocional. Lo que
explica el desconcierto ante nuestros propios estallidos emocionales es que
suelen datar de un período tan temprano que las cosas nos desconcertaban y ni
siquiera disponíamos de palabras para comprender lo que sucedía.
En esta primera etapa de la vida el hipocampo (crucial para recuerdos narrativos)
y neocorteza (base del pensamiento racional) aún deben desarrollarse pero la
amígdala, que madura muy rápido cuando somos niños, es mucho más probable
que esté formada al momento de nacer. LeDoux nos dice que la amígdala
sustenta un principio básico del pensamiento psicoanalítico: que las interacciones
del niño con los adultos y personas que lo rodean le proporcionan lecciones
emocionales basadas en su adaptación y dificultades en sus relaciones.21
Según el psicólogo estadounidense John Maxtell, no tiene sentido postular que la
evolución ha pasado por alto depurar este sistema de alarma. Si persiste hasta
nuestros días, lo ha hecho por ser funcional, por tanto no está anticuado. La
evolución es implacable y borra de la existencia todo lo que no aporta nada a la
supervivencia de cada especie. Los seres humanos evolucionamos en paralelo al
resto de seres vivos de la tierra. Los condicionantes que dirigen nuestra evolución
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los impone el hábitat artificial que nosotros mismos hemos construido, ciudades,
sociedad etc. Nosotros estamos condicionando nuestra evolución, dando como
resultado el desarrollo de una capa de pensamiento racional, al servicio de nuestro
lado emocional, que nos ayuda a vivir en nuestro medio. Interpretar las señales de
tráfico, desarrollar un rol en el trabajo, buscar una casa donde vivir, son cuestiones
que todos manejamos a diario, pero desde el punto de vista evolutivo es vivir en
un medio. Lo que somos hoy, es el producto de esta evolución auto-condicionada.
(Teoría de la evolución auto-condicionada, John Maxtell).
Cuando las emociones son rápidas y toscas
La importancia evolutiva de ofrecer una respuesta rápida que permitiera ganar
unos milisegundos críticos ante las situaciones peligrosas debió ser vital para
nuestros antepasados, pues esa configuración ha quedado impresa en el cerebro
de todo protomamifero, incluyendo los humanos. Para LeDoux: «El rudimentario
cerebro menor de los mamíferos es el principal cerebro de los no mamíferos, un
cerebro que permite una respuesta emocional muy veloz. Pero, aunque veloz, se
trata también, al mismo tiempo, de una respuesta muy tosca, porque las células
implicadas sólo permiten un procesamiento rápido, pero también impreciso», y
estas rudimentarias confusiones emocionales —basadas en sentir antes que en
pensar— son las «emociones precognitivas».
El gestor de las emociones
La amígdala prepara una reacción emocional ansiosa e impulsiva, pero otra parte
del cerebro se encarga de elaborar una respuesta más adecuada. El regulador
cerebral que desconecta los impulsos de la amígdala parece encontrarse en el
extremo de una vía nerviosa que va al neocórtex, en el lóbulo prefrontal. El área
prefrontal constituye una especie de modulador de las respuestas proporcionadas
por la amígdala y otras regiones del sistema límbico, permitiendo la emisión de
una respuesta más analítica y proporcionada. El lóbulo prefrontal izquierdo parece
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formar parte de un circuito que se encarga de desconectar —o atenuar
parcialmente— los impulsos emocionales más perturbadores.24
Vandalismos en forma de pintadas. El vandalismo en wikis es otro ejemplo de
actuación con perturbación emocional.
Armonizando emoción y pensamiento
Las conexiones existentes entre la amígdala (y las estructuras límbicas) y la
neocorteza constituyen el centro de gestión entre los pensamientos y los
sentimientos. Esta vía nerviosa explicaría el motivo por el cual la emoción es
fundamental para pensar eficazmente, tomar decisiones inteligentes y permitimos
pensar con claridad. La corteza prefrontal es la región cerebral que se encarga de
la «memoria de trabajo».
Cuando estamos emocionalmente perturbados, solemos decir que «no podemos
pensar bien» y permite explicar por qué la tensión emocional prolongada puede
obstaculizar las facultades intelectuales del niño y dificultar así su capacidad de
aprendizaje. Los niños impulsivos y ansiosos, a menudo desorganizados y
problemáticos, parecen tener un escaso control prefrontal sobre sus impulsos
límbicos. Este tipo de niños presenta un elevado riesgo de problemas de fracaso
escolar, alcoholismo y delincuencia, pero no tanto porque su potencial intelectual
sea bajo sino porque su control sobre su vida emocional se halla severamente
restringido.
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Las emociones son importantes para el ejercicio de la razón. Entre el sentir y el
pensar, la emoción guía nuestras decisiones, trabajando con la mente racional y
capacitando —o incapacitando— al pensamiento mismo. Del mismo modo, el
cerebro pensante desempeña un papel fundamental en nuestras emociones,
exceptuando aquellos momentos en los que las emociones se desbordan y el
cerebro emocional asume por completo el control de la situación. En cierto modo,
tenemos dos cerebros y dos clases diferentes de inteligencia: la inteligencia
racional y la inteligencia emocional y nuestro funcionamiento vital está
determinado por ambos.
El psicólogo Estadounidense John Maxtell rompe el concepto de dos cerebros o
distintos tipos de inteligencia. Basándose en su teoría de la evolución auto-
condicionada, afirma que nuestra capa de pensamiento racional se ha
desarrollado para dar cobertura a nuestro lado emocional, la razón nos
proporciona el cómo. Aunque por lo general solo percibimos nuestras emociones
en momentos de desbordamiento, lo cierto es que las tenemos constantemente.
Todo nuestro pensamiento, comportamiento personal y social esta orientado a
mantenernos dentro de los limites de nuestro confort emocional y en resumidas
cuenta vivos.
Un ejemplo práctico sería el siguiente: Un peatón que deambule por una ciudad
abarrotada de coches, optará por cruzar las avenidas por los pasos de cebra y
cuando el semáforo este en verde para los peatones. Sin ser un caso de
desbordamiento emocional, el miedo que siente a ser atropellado genera la
necesidad de buscar alternativas seguras para cruzar la calle, usar su capa
racional para interpretar los símbolos dispuestos para este propósito es la opción
más segura, la razón nos proporciona el cómo. Si todos no tuviésemos el mismo
miedo a ser atropellados, las ciudades no podrían tener el diseño que actualmente
tienen, ¿que nos impediría cruzar por cualquier parte?
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La naturaleza de la inteligencia emocional
Las características de la llamada inteligencia emocional son: la capacidad de
motivarnos a nosotros mismos, de perseverar en el empeño a pesar de las
posibles frustraciones, de controlar los impulsos, de diferir las gratificaciones, de
regular nuestros propios estados de ánimo, de evitar que la angustia interfiera con
nuestras facultades racionales y la capacidad de empatizar y confiar en los demás.
El grado de dominio que alcance una persona sobre estas habilidades resulta
decisivo para determinar el motivo por el cual ciertos individuos prosperan en la
vida mientras que otros, con un nivel intelectual similar, acaban en un callejón sin
salida.
Las Tres Fuentes de los Sentimientos
Las emociones son las expresiones exteriores de los sentimientos acumulados y
formados en las áreas de la imaginación y la visualización. Hay tres fuentes de
sentimientos que interpretan toda información que entra en el ser humano por los
cinco sentidos y dan el sentido a lo que percibimos.
«1. Nuestra propia historia, cultura y experiencias, sean buenas o malas, nos han
programado a sentir en una manera u otra, y dan un sentido diferente de todos los
demás».
«2. El lado oscuro de lo espiritual que llamamos el maligno que nos anima de
tomar un sentido oscuro y ver las cosas de su punto de vista y luego produce en
nuestra imaginación y visualización el resultado de tomar su sentido de todo del
punto de vista negativo. Muchas veces su sentido usa los temores de pobreza,
peligro, hambre, rechazo etc. para provocar en nosotros las emociones y
decisiones negativas».
«3. El lado de la luz espiritual que llamamos Dios es el que nos anima a tomar un
sentido edificante o positivo y ver las cosas de su punto de vista y luego produce
en nuestra imaginación y visualización el resultado de tomar su sentido que todo
es para nuestro bien y todo va a salir bien».
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Cuando ya hemos decidido qué sentido vamos a aceptar como la verdad entonces
lo expresamos por nuestras emociones y nuestras acciones.
Medición de la inteligencia emocional y el CI
No existe un test capaz de determinar el «grado de inteligencia emocional», a
diferencia de lo que ocurre con los test que miden el cociente intelectual (CI). Jack
Block, psicólogo de la universidad de Berkeley, ha utilizado una medida similar a la
inteligencia emocional que él denomina «capacidad adaptativa del ego»,
estableciendo dos o mas tipos teóricamente puros, aunque los rasgos más
sobresalientes difieren ligeramente entre mujeres y hombres:
«Los hombres que poseen una elevada inteligencia emocional suelen ser
socialmente equilibrados, extrovertidos, alegres, poco predispuestos a la timidez y
a rumiar sus preocupaciones. Demuestran estar dotados de una notable
capacidad para comprometerse con las causas y las personas, suelen adoptar
responsabilidades, mantienen una visión ética de la vida y son afables y cariñosos
en sus relaciones. Su vida emocional es rica y apropiada; se sienten, en suma, a
gusto consigo mismos, con sus semejantes y con el universo social en el que
viven».
«Las mujeres emocionalmente inteligentes tienden a ser enérgicas y a expresar
sus sentimientos sin ambages, tienen una visión positiva de sí mismas y para ellas
la vida siempre tiene un sentido. Al igual que ocurre con los hombres, suelen ser
abiertas y sociables, expresan sus sentimientos adecuadamente (en lugar de
entregarse a arranques emocionales de los que posteriormente tengan que
lamentarse) y soportan bien la tensión. Su equilibrio social les permite hacer
rápidamente nuevas amistades; se sienten lo bastante a gusto consigo mismas
como para mostrarse alegres, espontáneas y abiertas a las experiencias
sensuales. Y, a diferencia de lo que ocurre con el tipo puro de mujer con un
elevado CI, raramente se sienten ansiosas, culpables o se ahogan en sus
preocupaciones».
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«Los hombres con un elevado CI se caracterizan por una amplia gama de
intereses y habilidades intelectuales y suelen ser ambiciosos, productivos,
predecibles, tenaces y poco dados a reparar en sus propias necesidades. Tienden
a ser críticos, condescendientes, aprensivos, inhibidos, a sentirse incómodos con
la sexualidad y las experiencias sensoriales en general y son poco expresivos,
distantes y emocionalmente fríos y tranquilos».
«La mujer con un elevado CI manifiesta una previsible confianza intelectual, es
capaz de expresar claramente sus pensamientos, valora las cuestiones teóricas y
presenta un amplio abanico de intereses estéticos e intelectuales. También tiende
a ser introspectiva, predispuesta a la ansiedad, a la preocupación y la culpabilidad,
y se muestra poco dispuesta a expresar públicamente su enfado (aunque pueda
expresarlo de un modo indirecto)».
Estos retratos, obviamente, resultan caricaturescos pues toda persona es el
resultado de la combinación entre el CI y la inteligencia emocional, en distintas
proporciones, pero ofrecen una visión muy instructiva del tipo de aptitudes
específicas que ambas dimensiones pueden aportar al conjunto de cualidades que
constituye una persona.
Daniel Goleman también recoge el pensamiento de numerosos científicos del
comportamiento humano que cuestionan el valor de la inteligencia racional como
predictor de éxito en las tareas concretas de la vida, en los diversos ámbitos de la
familia, los negocios, la toma de decisiones, el desempeño profesional, etc.
Citando numerosos estudios Goleman concluye que el Coeficiente Intelectual no
es un buen predictor del desempeño exitoso. La inteligencia pura no garantiza un
buen manejo de las vicisitudes que se presentan y que es necesario enfrentar
para tener éxito en la vida.
El concepto de "Inteligencia Emocional" enfatiza el papel preponderante que
ejercen las emociones dentro del funcionamiento psicológico de una persona
cuando ésta se ve enfrentada a momentos difíciles y tareas importantes: los
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peligros, las pérdidas dolorosas, la persistencia hacia una meta a pesar de los
fracasos, el enfrentar riesgos, los conflictos con un compañero en el trabajo. En
todas estas situaciones hay una involucración emocional que puede resultar en
una acción que culmine de modo exitoso o bien interferir negativamente en el
desempeño final. Cada emoción ofrece una disposición definida a la acción, de
manera que el repertorio emocional de la persona y su forma de operar influirá
decisivamente en el éxito o fracaso que obtenga en las tareas que emprenda.
Este conjunto de habilidades de carácter socio-emocional es lo que Goleman
definió como Inteligencia Emocional. Esta puede dividirse en dos áreas:
Inteligencia intrapersonal: Capacidad de formar un modelo realista y preciso
de uno mismo, teniendo acceso a los propios sentimientos, y usarlos como
guías en la conducta.
Inteligencia interpersonal: Capacidad de comprender a los demás; qué los
motiva, cómo operan, cómo relacionarse adecuadamente. Capacidad de
reconocer y reaccionar ante el humor, el temperamento y las emociones de
los otros.
INTELIGENCIA EMOCIONAL INTERIOR
Primero que todo aclarar que alguien puede tener una gran inteligencia
emocional interior pero una escasa inteligencia emocional exterior. La
Inteligencia emocional interior es aquella en la cual se es capaz de influir en las
propias emociones y estado de ánimo.
La gente de éxito está comprobado que tienen una gran inteligencia emocional
interior, son positivos, se auto-motivan, se apoyan, se crean buenas
sensaciones… son como auténticos budas andantes y la única diferencia entre
alguien de éxito y alguien que no tiene éxito es la inteligencia emocional
interior.
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Generalmente cuando se tiene una gran inteligencia emocional interior poco a
poco se va consiguiendo una mayor inteligencia emocional exterior. La inteligencia
emocional interior se podría definir como el positivismo, esa persona que siempre
está contenta, risueña y que todo lo sale bien, emprende un negocio y lo consigue,
tiene un mal día y está como si hubiera tenido un excelente día…
Esta inteligencia también se puede cultivar mediante el autoayuda ya que todo
en esta vida se puede aprender, tu cerebro está estructurado de una forma que
define tu personalidad, pero el cerebro es moldeable y no solo está listo para
aprender sino que le encanta. Así que si le dedicas tiempo y esfuerzo es posible
cambiar tu inteligencia emocional interior y convertirla en algo muy positivo para tu
vida.
Una escasa inteligencia emocional interior es aquella en el cual se tiene una
personalidad pesimista, se está amargado, frustrado, se tienen ataques de ira y
pánico… Es decir, todo aquello que refleja que tienes un pésimo control sobre tus
emociones. Si constantemente estás deprimido y triste es porque tienes una
inteligencia interior pésima ya que por lógica si pudieras controlar tus
emociones siempre estarías bien y de buen humor, aunque es imposible estar
siempre 100% a tope una buena inteligencia emocional interior hace que tu vida
mejore increíblemente y que la felicidad te inunde en al menos el 90% del tiempo
(muchas personas pagarían auténticas millonadas ser así).
Si miramos personas con una pésimas Inteligencia emocional I, tenemos a Amy
Winehouse, una drogadicta que ha echado a perder su carrera por culpa de la
droga. Alguien que se droga es que tiene una escasa IEI ya que si puedes
controlar tus emociones ¿para que necesitas aditivos? Con toda seguridad
Amy es una cantante con un vació emocional muy grande y un nulo control sobre
sus emociones.
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Lo mismo ocurre con el cantante Robbie Williams que se ha hecho tanto daño por
su nula IEI que dejó la música para buscar ovnis (aunque recientemente ha
retomado su camino en la música, más gordo, más yonki y más loco)
Da igual cuanto “dinero ganes” o “fama” acumules, el verdadero éxito solo se
tiene cuando se tiene una gran inteligencia emocional interior. Veamos a
personajes como Barack Obhama, con una gran IEI que la han sabido transmitir y
ganarse al público, aunque obviamente Barack Obhama también tiene una gran
inteligencia emocional exterior.
INTELIGENCIA EMOCIONAL EXTERIOR
La Inteligencia emocional exterior es la
capacidad para manejar las reacciones de los demás, crearles euforia, envidia,
convencerles para que hagan lo que tú quieras… en definitiva la IEE es el poder
de persuasión que tiene una persona.
La inteligencia emocional exterior es muy importante en el lugar de trabajo,
sobretodo si se trabaja cara al público te va a solucionar mucho la vida. Veamos
un ejemplo de alguien con escasa IEE y alguien con mucha inteligencia emocional
exterior.
Imaginemos que un chico se dedica a poner gasolina en los barcos y viene un
cliente enfadado:
Cliente: oye, ¿que me dicen que no se puede pagar con tarjeta? Si yo siempre
pago con tarjeta
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Tú: Mire señor, hay que pagar con tarjeta porque la máquina está estropeada
Cliente: Pero es que yo quiero pagar con tarjeta
Tú: Pues no se puede
Esta conversación desembocará en un enfado del cliente probablemente, que
tendrías toda la razón tú, pero si tuvieras más IEE sabrías resolverlo mucho mejor
y optar además porque te dejen una buena propina cuando vuelva el cliente.
Veamos el ejemplo con una buena IEE.
Cliente: oye, ¿qué me dicen que no se puede pagar con tarjeta? Si yo siempre
pago con tarjeta
Tú: Disculpe las molestias, la máquina se nos ha estropeado pero nos es
imposible aceptar pagos con tarjeta, si puede volver esta tarde ya lo tendremos
arreglado.
Cliente: Pero es que yo no puedo venir esta tarde
Tú: Yo no puedo hacer nada más, le entiendo perfectamente, pero si la máquina
no funciona no puedo cobrarle.
En esta situación tenemos un cliente prepotente y estúpido, en vez de reaccionar
mal y seco, como es el primer caso, si reaccionamos bien y haciéndole
comprender que le entendemos, no nos libraremos de su mala leche, pero le
haremos creer que tiene el control, suavizará su tono y se dará por vencido
pacíficamente, probablemente a partir de entonces le caigas mejor al cliente y te
deje alguna propina.
En este caso se ha usado la IEE para hacerle creer al cliente que el manda y está
por encima de nosotros, con lo cual nos ahorraremos quebraderos de cabeza y
haremos que el cliente gane simpatía hacia nosotros, si nos dedicamos como en
el primer caso a fomentar su rabia e ira con nuestra chulería nos crearemos
quebraderos de cabeza y un cliente tocapelotas que estará saltando a la mínima o
se irá a otra parte.
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Lo mismo ocurre con amistades, si desarrollas tu IEE conseguirás mantener
buenas y positivas amistades, manteniendo una relación de amistad basada en el
respeto. Hay muchas personas que no aguantan mucho una amistad por escasa
Inteligencia emocional exterior.
Por ejemplo, ellos dan mucho y sus amigos piden poco, alguien con una buena
IEE da y se asegura que sus amigos también den.
En definitiva, es muy importante cultivar ambas Inteligencias emocionales
para tener una vida exitosa completa, obviamente no es fácil, es como si te
dijéramos que conviertas tu personalidad en una personalidad perfecta, de hecho
es eso, si potencias tu Inteligencia emocional al máximo conseguirás una
personalidad arrolladora.
Características de una Inteligencia emocional interior: positivismo, alta
autoestima, iniciativa propia, capacidad de auto-critica, auto-mejoramiento
constante, desarrollo de habilidades…
Características de una Inteligencia emocional interior: persuasivo, sociable,
intuitivo, habilidades manipulativas, empático…
COMPETENCIAS EMOCIONALES PERSONALES
Las competencias emocionales personales forman parte de lo
que habitualmente denominamos habilidades directivas. Estas competencias
completan y enriquecen las habilidades directivas.
Competencias emocionales personales que desarrollamos en estas páginas:
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AUTOCONOCIMIENTO
“De todos los conocimientos posibles, el más sabio y útil es conocerse a sí
mismo” - William Shakespeare
El autoconocimiento es uno de los elementos clave de la inteligencia emocional.
La persona que gestiona adecuadamente esta competencia tiene las siguientes
características:
un gran conocimiento de sí mismo, sus puntos fuertes y débiles, sus
necesidades y cómo conseguir automotivación.
Comprende cómo sus emociones influyen en su rendimiento.
reflexiona, analiza correctamente y aprende de las experiencias.
Es consciente de sus propios pensamientos y emociones. Comprende los
vínculos entre sus sentimientos, sus pensamientos, sus palabras y sus
acciones.
Presta atención a las consecuencias que sus estados emocionales causan
en las demás personas.
“La clave para gestionar a otros de manera efectiva es manejarse uno mismo
primero. Cuanto más conoces de ti mismo, más puedes relacionarte con los
demás, desde una posición de confianza, seguridad en uno mismo y
fortaleza” - Weisinger.
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Para mejorar el conocimiento sobre nosotros mismos, es necesario meditar
seriamente y con profundidad y honestidad sobre cómo reaccionamos ante las
personas y los hechos que forman parte de nuestra vida laboral. Weisinger
recomienda las siguientes acciones:
Examinar nuestros juicios: cómo valoramos las cosas y los hechos.
Sintonizar con nuestros sentidos: reconocer qué estamos viendo, oyendo y
tocando, oliendo, gustando.
Conectar con nuestros sentimientos: qué estamos sintiendo ante
situaciones delicadas o problemáticas.
Saber cuáles son nuestras intenciones: a qué conclusiones estamos
llegando.
Prestarle atención a nuestros actos: qué hacemos y para qué lo hacemos.
Cómo te puedo ayudar a desarrollar tu autoconocimiento como competencia
emocional personal:
definiendo y ejecutando conjuntamente un proyecto para identificar tus
puntos fuertes y áreas de mejora y desarrollar tu plan de desarrollo
profesional en tu autoconocimiento.
AUTOCONFIANZA
La autoconfianza es una actitud positiva y equilibrada que consiste en la creencia
básica de que disponemos de las capacidades necesarias para producir el
resultado deseado.
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Pasos para mejorar la autoconfianza:
comprende tus pensamientos y emociones: la autoconfianza se basa en
lo que conoces de ti y sabes que puedes lograr
Tener una perspectiva clara de lo que quieres conseguir: tener una
visión de lo que quieres conseguir. Saber qué quieres lograr ayuda a
conseguirlo.
Autodisciplina y persistencia: cambiar actitudes y comportamientos
requiere tiempo y constancia.
Saber que depende sólo de mí: tú decides lo que quieres hacer, tomas
tus propias decisiones y defines el rumbo de tu vida.
Compromiso y seguridad en tí mismo: fija objetivos y metas, ejecuta las
acciones y evalúa los resultados.
Cómo te puedo ayudar a desarrollar tu autoconfianza como competencia
emocional personal:
definiendo y ejecutando conjuntamente un proyecto para identificar tus
puntos fuertes y áreas de mejora y desarrollar tu plan de desarrollo
profesional en tu autoconfianza.
AUTOCONTROL
El autocontrol es la capacidad que tenemos para frenar y regular de forma
consciente los impulsos y las emociones, estados de ánimo y sentimientos.
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En el entorno profesional, los empleados esperan de su líder esta competencia en
situaciones que requieren de esta habilidad para tranquilizar a los implicados y
para evitar que las emociones negativas impacten en el comportamiento general.
Características de los líderes que poseen autocontrol:
gestionan de forma adecuada sentimientos impulsivos y sus emociones
conflictivas
permanecen equilibrados, positivos y mantienen la frialdad aun en los
momentos más críticos
piensan con claridad y permanecen concentrados a pesar de las presiones
externas
Gestionar las emociones consiste en eliminar las consecuencias negativas de la
emoción, no eliminarla ni negarla.
El autocontrol es una habilidad que podemos adquirir poniendo en práctica
estrategias de autocontrol. El entrenamiento en autocontrol va a ser eficaz cuando
somos conscientes de que realizamos (o no realizamos) cosas que nos impiden
conseguir otras cosas que deseamos, o bien lo podemos utilizar cuando
realizamos cosas que nos van a causar problemas a largo plazo.
Cómo te puedo ayudar a desarrollar tu autocontrol como competencia
emocional personal:
definiendo y ejecutando conjuntamente un proyecto para identificar tus
puntos fuertes y áreas de mejora y desarrollar tu plan de desarrollo
profesional en tu autocontrol.
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AUTOMOTIVACIÓN
Realiza una buena gestión de la motivación y la automotivación y la vida
será bastante más fácil para ti y para los demás.
La automotivación es la capacidad para encontrar estímulos positivos (internos y/o
externos) a nuestras conductas que nos ayuden a conseguir nuestros objetivos.
Para automotivarte:
Ten una visión de tu futuro.
Fíjate metas realistas, de esta forma es más fácil que consigas tu objetivo.
Conforma logres tus metas te sentirás más motivado para continuar y
conseguir tu objetivo.
Cuando logres alguna meta, prémiate.
Evita posponer tareas porque, generalmente, crea una sensación
desmotivadora.
Si necesitas ayuda para completar una tarea, no dudes en pedirla.
Trabajo en equipo: de esta forma te beneficiarás de la motivación de otras
personas
Focaliza y no disperses esfuerzos. Diferencia trabajo, amigos, familia…
Cómo te puedo ayudar a desarrollar tu automotivación como competencia
emocional personal:
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definiendo y ejecutando conjuntamente un proyecto para identificar tus
puntos fuertes y áreas de mejora y desarrollar tu plan de desarrollo
profesional en automotivación.
ESCUCHA ACTIVA
La escucha activa es la habilidad de conocer en profundidad los deseos,
necesidades y sentimientos del interlocutor mediante la utilización de preguntas, la
reflexión sobre las respuestas obtenidas y el uso apropiado de esta información.
Cuando escuchamos activamente tenemos una actitud mental y emocional
orientada a comprender primero y resolver después.
La escucha activa requiere:
contacto visual
tono de voz adecuado que demuestre empatía, proximidad e interés
controlar y desactivar temporalmente el impulso a contestar y a interrumpir
utilizar el lenguaje corporal: asentir con la cabeza para dar muestras de
estar escuchando
orientar la conversación cuando nuestro interlocutor empieza a divagar
facilitar una comunicación fluida y relajada
dejar tiempo para que el interlocutor termine su exposición
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no jugar a “adivinar” lo que la otra persona quiere decir
parafrasear de vez en cuando para demostrar al interlocutor que le estamos
escuchando
Cómo te puedo ayudar a desarrollar tu habilidad para escuchar activamente
como competencia emocional personal:
definiendo y ejecutando conjuntamente un proyecto para identificar tus
puntos fuertes y áreas de mejora y desarrollar tu plan de desarrollo
profesional en escucha activa.
ASERTIVIDAD
Esta competencia expresa un estilo de comunicación
directa, claro y equilibrado por parte del directivo mediante el cual, siendo
respetuoso con las personas de su entorno laboral, expresa su opinión y defiende
sus convicciones.
Es una de las competencias emocionales más difíciles de dominar porque implica
un equilibrio entre la subordinación a las decisiones de los superiores y los propios
intereses de los subordinados.
En la práctica requiere de la persona un adecuado nivel de autoconfianza,
autoestima y persuasión. La falta de esta competencia en la empresa implica
dificultad para dar y recibir feedback, de autocrítica y de aprovechar los talentos de
todos los empleados.
Podemos considerar los siguientes estilos de dirección:
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pasivos
agresivos
asertivos
Cualquiera de ellos, en principio, es correcto si se utiliza en la situación adecuada.
La mayoría de las veces debemos estar en el estilo asertivo para mantener una
relación de adulto-adulto. En algunos casos, un estilo pasivo es adecuado porque
la consecuencia de ceder es mínima y el riesgo nulo. Abusar del estilo agresivo
nos convierte en un director líder poco apreciado y la reacción típica de nuestros
colaboradores es evitar la interacción con nosotros con todas las consecuencias
negativas que ello conlleva.
La comunicación asertiva se basa en:
1. Describir los hechos concretos. Cuando describimos hechos que han
ocurrido nuestro interlocutor no puede negarlos y así podemos partir de
ellos para discutir y hacer los planteamientos precisos. En este punto es
donde más tenemos que evitar hacer los juicios de intenciones. No se trata
de decir “eres un irresponsable” sino decir, “vengo observando que
entregas los trabajos con cierto retraso desde hace varias semanas”.
2. Expresar nuestros sentimientos y pensamientos. Comunicar de forma
clara como nos hace sentir aquello que ha ocurrido y qué opiniones o
pensamiento nos despierta. Expresamos lo que nosotros sentimos y
tenemos derecho a hacerlo así, tal y como le decimos. Simplemente le
estamos informando, no le pedimos que nos entienda o nos comprenda.
3. Pedir de forma concreta lo que queremos que haga. Evitar hablar de
forma general o ambigua: “quiero que seas más educado”, “quiero que no
seas irresponsable”; sino que hay que ser concreto: “quiero que saludes a
tus compañeros por la mañana”, “quiero que termines tus tareas en el plazo
acordado”. Son conductas concretas que el otro puede entender y hacer.
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4. Especificar las consecuencias. Es decir, aquello que va a ocurrir cuando
haga lo que se le ha pedido. Se le podría plantear también las
consecuencias que tendrá para él no hacerlo, pero es preferible especificar
lo que va a obtener de forma positiva.
Cómo te puedo ayudar a desarrollar tus habilidades directivas y tu
competencia emocional en asertividad:
definiendo y ejecutando conjuntamente un proyecto para identificar tus
puntos fuertes y áreas de mejora y desarrollar tu plan de desarrollo
profesional en asertividad.
EMPATÍA
Saber percibir los estados emocionales de nuestro interlocutor nos permite
aproximar nuestra relación y responder de la forma más adecuada al momento en
el que se encuentra la otra persona.
La definición de empatía como “ponerse en los zapatos del otro” representa
gráficamente en qué consiste la empatía. Para ello debemos observar y prestar
atención a:
las manos: cómo saluda, los gestos, utilización de los dedos…
sonrisas, risas y muecas
brazos: su posición, los movimientos…
rostro: ojos, labios, cejas, miradas, pupilas, expresiones…
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piernas y pies: posición, movimientos…
cabeza: posición, gestos de negación, asentir…
Características de una persona empática (según Goleman, 1998):
presta atención a las señales emocionales de su interlocutor y sabe
escuchar
se muestra sensible y comprensivo con las posiciones de los demás
resuelve problemas basándose en la comprensión de las otras personas
Esta competencia es todavía más necesaria en las empresas en épocas de crisis
y de inestabilidad. Los empleados valoran mejor que su directivo líder demuestre
empatía y dediquen tiempo a comunicar de forma clara y sensible la situación real.
Cómo te puedo ayudar a desarrollar tu habilidad para empatizar como
competencia emocional personal:
definiendo y ejecutando conjuntamente un proyecto para identificar tus
puntos fuertes y áreas de mejora y desarrollar tu plan de desarrollo
profesional en tu habilidad para empatizar.
¿QUÉ ES LA RE-EDUCACIÓN EMOCIONAL INTELIGENTE?
Es la disciplina que integra la dimensión emocional en nuestro vivir cotidiano de
una forma consciente, que permite el desarrollo completo de nuestro potencial
como seres humanos y, que impulsa las múltiples capacidades psicológicas,
físicas, energéticas y espirituales para evolucionar.
Esta disciplina nos posibilita volver a aprender de una nueva forma inteligente y
con mayor eficacia, nuestra dimensión emocional de manera equilibrada y
saludable, generando recursos internos que de otra manera nos costaría mucho
conseguir.
La re-educación emocional tiene la vocación de actualizar y equilibrar nuestra
propia historia personal permitiendo liberarnos de antiguos malentendidos, de las
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molestas reacciones emocionales, de los automatismos, de aquellas respuestas
mecanizadas y comportamientos que causan malestar en uno mismo y/o en los
demás. Por lo tanto, afectan a nuestra verdadera y profunda libertad, y como no,
afectan al colectivo del que formamos parte.
Es el mundo emocional el que indiscutiblemente mueve al mundo, el que simboliza
la vitalidad, lo dinámico y vibrante. Es el motor de cada uno de nosotros/as y el
que nos empuja a la acción. Es esta sofisticada y compleja dimensión la que
influye sobre nuestra percepción y nuestro análisis de la realidad, sobre nuestra
interpretación personal de las cosas. Interviene notoriamente en nuestras
decisiones diarias y en nuestras acciones y conductas.
La re-educación emocional inteligente se encarga de desarrollar las competencias
emocionales como elemento clave del desarrollo integral del ser humano, y ocurre
a lo largo de toda nuestra vida constituyendo en sí un proceso formativo continuo y
permanente, complementario a cualquier actividad humana.
¿CUALES SON ESTAS COMPETENCIAS EMOCIONALES?
Se pueden dividir en 2 grandes bloques para
facilitar su comprensión, pero en realidad están estrechamente entrelazadas y son
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interdependientes entre ellos. Aunque parezca paradójico, cuando atendemos
nuestras necesidades emocionales, sin darnos cuenta, estamos cuidando a los
seres cercanos:
Las competencias personales están enfocadas a entendernos y
comprendernos desde nuevos lugares, a ampliar nuestra visión de la
realidad, deshaciendo muchos de los malentendidos generados por nuestro
desconocimiento (dimensión intrapersonal o conciencia personal).
Las competencias sociales están enfocadas a comprender al otro, a
manejar las relaciones con las personas y a maniobrar eficazmente en el
mundo exterior (dimensión interpersonal o conciencia social).
COMPETENCIAS PERSONALES
Abarcan 3 categorías diferenciadas, la auto-conciencia, la auto-regulación y la
motivación.
La AUTO-CONCIENCIA: nos facilita la toma de conciencia de nuestros
estados emocionales, de nuestros deseos, de nuestros valores, de nuestras
creencias, de nuestros prejuicios, de nuestras intuiciones y de nuestros
recursos internos, tales como:
o Conocer los límites de nuestro sistema perceptivo
o Profundizar en nuestra auto-imagen
o Cuestionar nuestro sistema de creencias
o Entender cómo co-creamos nuestra realidad
o Atreverse a tomar decisiones y correr riesgos
o Asumir nuestra verdadera responsabilidad
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La AUTO-REGULACIÓN: nos permite manejar los diversos estados
emocionales.
o Gestionar y regular las emociones
o Manejar el cambio: nuestro poder de adaptación
o Ejercitar el re-equilibrio interno
o Fortalecer nuestra autoestima
o Cuestionar los puntos de vista: desarrollamos la flexibilidad y
tolerancia
o Aceptar no es lo mismo que resignarse
La MOTIVACIÓN: son tendencias emocionales que nos movilizan para
lograr nuestros objetivos y realizar nuestras metas. Estas fuerzas motoras
son:
o Iniciativa: nos impulsa a actuar cuando es la ocasión
o De logro: nos empuja a esforzarnos por mejorar o conseguir algo
o Creatividad: nos permite generar soluciones y alternativas ante una
situación
o Constancia: nos hace resistentes a las inevitables dificultades
o Compromiso: nos capacita para cumplir lo acordado
o Orientación de servicio: nos incita a satisfacer las necesidades de
otros
COMPETENCIAS SOCIALES
Contienen 2 categorías, la empatía y las habilidades relacionales
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La EMPATÍA: nos permite tomar conciencia de los sentimientos,
necesidades y preocupaciones ajenas y manejar de forma óptima la
relación con los otros. Esta competencia pone en práctica las habilidades
de:
o Escuchar activamente
o Interpretar el lenguaje corporal
o Comprender o acompañar al otro
Las HABILIDADES RELACIONALES: nos permiten mejorar la
comunicación y la relación con los demás e influir voluntariamente.
o Comunicar de forma eficaz y coherente
o Manejar los conflictos y los desacuerdos
o Comportarse asertivamente
o Colaborar y encontrar sinergias grupales
¿CUÁL ES EL ÁMBITO DE ACTUACIÓN DE LA RE-EDUCACIÓN EMOCIONAL
INTELIGENTE?
Teniendo en cuenta que nuestro primer contacto con el mundo es con la madre,
extraordinariamente fusionado y afectivo, la primera etapa de la educación
emocional empieza en el momento de la gestación.
Durante esos 9 meses de embarazo y los 3 primeros años de vida, es de
importancia "decisiva" la educación emocional que recibe el bebé ya que en este
periodo, todo el sistema nervioso y especialmente el cerebro de los niños, crece
hasta los dos tercios de su tamaño maduro y su complejidad se desarrolla a un
ritmo que "jamás" volverá a repetirse.
Tener éxito, ser optimista y confiado en la edad adulta o por el contrario adoptar
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una postura victimista, desconfiada o temerosa, depende de cómo el ser humano
haya sido educado emocionalmente durante esos primeros años de vida.
Unido a la siguiente etapa, la de la infancia, el niño/a va adquiriendo diversas
impresiones sobre cómo funciona el mundo y al mismo tiempo, extrayendo
conclusiones de cómo se siente él/ella respecto a las personas, a las cosas y a las
situaciones. Estas experiencias afectivas marcarán los patrones de
comportamiento en lo sucesivo y determinarán su evolución afectiva, intelectual y
social.
La siguiente etapa crítica del desarrollo emocional se produce en la pubertad y
adolescencia, en la que todo lo aprendido hasta la fecha de forma crédula y
pasiva, va a ser criticado, cuestionado y contrastado con el mundo exterior de una
forma activa, con objeto de elaborar un código de normas y valores propios,
necesarios para acceder al mundo de los adultos. Durante este proceso natural, el
mundo emocional está en conflicto.
A partir de esta etapa y durante toda nuestra madurez, la dimensión emocional se
mantiene y renueva a lo largo de nuestra existencia, pues no deja de desarrollarse
y evolucionar sin descanso hasta nuestro último día de vida.
Por todo ello, la familia es nuestra primera escuela para el aprendizaje emocional,
seguido del entorno escolar, y más tarde del entorno profesional y social. Padres,
profesores y adultos en general tenemos un compromiso natural con nuestros
hijos y con nuestras parejas sentimentales y, una responsabilidad con nuestra
comunidad, con nuestros grupos de trabajo y con nuestras familias.
Si los padres supiéramos cuidar nuestros propios aspectos emocionales,
viviríamos a nuestros hijos sin carga, como tesoros muy preciados, y
mostraríamos hacia ellos un profundo respeto, mucha tolerancia y un afecto
incondicional.
Por lo tanto, aunque el ámbito natural de acción de esta disciplina es el área
educativa, la re-educación emocional inteligente debe ser desarrollada
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ineludiblemente en el campo de la salud, en el mundo laboral-empresarial, en las
administraciones gubernamentales, en los servicios públicos y, en el resto de los
espacios culturales de nuestra sociedad.
¿POR QUÉ SURGE ÉSTA NECESIDAD? ANTECEDENTES
HISTÓRICOS
Provenimos de una mentalidad que ha rechazado
históricamente el mundo emocional como parte del bagaje de la especie humana.
En el mundo occidental se ha desvalorizado como herramienta de supervivencia,
siguiendo vigente el pensamiento estoico griego que cree que la lógica es la
fuente de información fiable y las emociones no lo son.
Desde Descartes, hemos vivido en un racionalismo exacerbado, que negaba la
utilidad de las emociones argumentando una pérdida de objetividad y racionalidad
en la actividad humana. La sociedad no le ha dado valor a las emociones, sino
que ha exaltado los logros conseguidos, lo que se alcanza, lo que se posee, en
definitiva, lo que se tiene.
Como sociedad occidental, tenemos un modelo socio-económico basado en el
consumismo, y gran parte de los valores están relacionados con el dinero, con
parecer, con tener, con estar a la última moda... y lógicamente, si disponemos de
unos valores muy materialistas e individualistas, implica que hemos dejado caer
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en descrédito otros como el respeto, la responsabilidad, la solidaridad o que se
haya cuestionado el valor de la autoridad por nuestro jóvenes.
Inevitablemente, si impera la cultura del “tener”, se devalúa la cultura del “ser” y
del “sentir”…
Otro aspecto a resaltar de nuestras costumbres occidentales es cómo el hecho de
cuidar a los demás está muy bien visto, y sin embargo, cuidar de uno mismo o
hablar bien de sí mismo, no está aceptado socialmente y es tachado de falta de
modestia o humildad.
Sin embargo, si realizamos una explicación absolutamente razonable pero
desprovista de cualquier emoción, puede no ser tomada en consideración. A un
cierto nivel de nuestra conciencia, sabemos que estamos siendo incongruentes…
Muchas de las creencias y pensamientos que aún residen en nuestro inconsciente
colectivo (“Los hombres no lloran”, “El dar es honor y el pedir es dolor”, “Los
amores, por un placer, mil dolores”, “Sólo los más fuertes sobreviven”, “La felicidad
es una utopía”, “Soy como soy y a mi edad, ya no se puede cambiar”, etc.)
tampoco ayudan porque nos sitúan en el inmovilismo y la resignación, actitudes
con las que interpretamos y filtramos la vida.
Con todas estas credenciales, es normal que no hayamos dado un lugar
privilegiado al mundo emocional. Es normal que los sentimientos estén
anestesiados, aunque por ello no quiera decir que no existan.
Incluso vamos más lejos: cuánto más escondido tenemos algo, con más fuerza
influye en nuestra vida, de una u otra forma. O dicho con otras palabras, cuando
no damos importancia a algo que realmente la tiene, va adquiriendo por debajo y
de forma inconsciente, la fuerza de su verdadera naturaleza.
Otro ejemplo que ilustra esta idea, es la educación infantil tradicional como método
estandarizado que tenemos asumido socialmente, que socava y destruye la
conexión natural del mundo emocional de cada niño: El bebé evoluciona desde la
dependencia física y emocional absoluta hacia una independencia relativa, siendo
un tránsito muy prolongado de casi veinte años. El camino es enorme. Necesitan
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la asistencia de un adulto maduro para que medie entre ellos y el mundo.
Al principio no tienen capacidad para caminar, no cuentan con el lenguaje verbal,
no pueden nombrar sus sensaciones ni de hambre, ni de dolor, ni de susto. Vienen
del movimiento y sonido del vientre de su madre y van a una cuna estática y al
silencio de la habitación, muchas veces sin brazos “para que no se
malacostumbren”. Lloran con desesperación, pero en lugar de ser comprendidos,
llamativamente son desestimados aplicándoles métodos aceptados socialmente.
Si cambian la estrategia del llamado y enferman, obtienen respuesta sobre la
enfermedad, pero casi nunca en relación a su necesidad interior. También
prueban adaptándose. Es decir, inventan que no necesitan eso que necesitan.
Sobreviven disminuyendo las demandas, pero a costa de relegar a lugares
sombríos las necesidades básicas que no han sido satisfechas. Por tanto, no
desaparecen. Sólo desaparecen para la conciencia. Aprenden a pedir sólo aquello
que los adultos estamos dispuestos a escuchar. Así se alejan y se desconectan de
su mundo interior.
Por tanto, como históricamente las emociones no han tenido importancia para
nuestra sociedad, aquellas han ido minando de forma soterrada y silenciosa a
esta.
Por otro lado, y también paradójicamente, las emociones sí han sido explotadas
por la publicidad, la política, las ventas, las modas o por los grupos de presión con
fines mercantilistas y sectarios. Esto nos deja en clara desventaja y expuestos a la
manipulación de intereses partidistas o a influencias involuntarias de corrientes de
opinión, al revelar necesidades y tendencias emocionales que corresponden a
nuestro mundo afectivo-emocional.
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PROBLEMAS SOCIALES ACTUALES DERIVADOS DEL ESTADO DE
NUESTRO MUNDO EMOCIONAL
Un breve análisis de la sociedad de nuestro
presente, permite identificar algunos de los problemas que tenemos las personas y
pone especialmente de relieve las dificultades actuales de los grupos más
desprotegidos (niños, adolescentes y mayores):
El desamparo y abandono emocional que sufren muchos de nuestros hijos
de forma cruelmente silenciosa, debido al estresante y frenético estilo de
vida que tenemos.
La agresividad en el colegio, el fracaso escolar, la violencia de género y
otros tipos de intimidación como el mobbing, la delincuencia, etc. son
diferentes síntomas con causas emocionales comunes.
Las relaciones personales y profesionales están permanentemente en
conflictividad, y se debaten en inútiles luchas internas que nos impiden
establecer un trato saludable con los demás, con nosotros mismos y con el
entorno.
Los comportamientos no éticos en la gestión empresarial y en el ruedo
político, las directrices implícitas de políticas multinacionales o
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institucionales abusivas con los consumidores, usuarios o ciudadanos son
reflejo de una carencia de afectos y de valores humanos.
Los modelos de vida y la violencia emocional ofrecidos sistemáticamente a
través de la televisión, de películas violentas y de otros medios de
comunicación.
El acoso permanente de la publicidad y del modelo consumista hacia
nuestras motivaciones y deseos individuales.
La falta de contacto humano directo a pesar del vertiginoso desarrollo de la
tecnología en los últimos años. La existencia de consolas, videojuegos,
Internet, las grandes urbes, etc. ensombrecen el contacto íntimo y profundo
entre las personas.
La Organización Mundial de la Salud prevé que la depresión será en pocos
años la segunda enfermedad más común en todo el mundo, ganando
terreno también otras como la ansiedad, o los trastornos alimentarios tipo
obesidad o anorexia, todas ellas de origen emocional.
En la Europa del 2003, más de 40 millones de personas ya sufrían estrés,
según la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el trabajo.
Las estadísticas revelan de forma indiscutible el aumento de separaciones y
divorcios en los últimos años.
Existe en la actualidad un evidente analfabetismo emocional en nuestra
sociedad occidental expresado unas veces a través de la constante
insatisfacción personal, de la desmotivación de buena parte de la población,
de la peligrosa apatía o desidia, o de la dolorosa soledad con gente cada
vez más aislada del afecto humano. Otras veces, a través de relaciones
conflictivas, o agresivas, o dependientes.
Los mayores (nuestros padres y abuelos) también son víctimas de nuestro
frenético estilo de vida. Voluntaria o circunstancialmente, son aislados en la
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sociedad de hoy. Muchos de ellos viven en un mundo que ni ha sido
diseñado para ellos ni valora su sabiduría acumulada por la vida. Su dolor
se acumula en nuestro inconsciente colectivo.
¿QUÉ BENEFICIOS TE APORTA LA RE-EDUCACIÓN EMOCIONAL
INTELIGENTE?
Te capacita para afrontar mejor los retos de la vida cotidiana
Te aumenta la confianza personal y la convicción en tus propios criterios
Progresivamente te desaparecen los desajustes personales
Te genera capacidad para controlar tu estrés
Te familiariza para vivir en el cambio y en la incertidumbre: descubres ese
potencial oculto
Logras conocer lo que estás sintiendo y eso te permite entender al otro
Creas una herramienta fundamental de prevención de problemas
emocionales
Tomas decisiones sin necesidad de cotejar con los demás
Mejoras la convivencia entre hijos, padres y abuelos/as
Reduces la conflictividad social: más tolerancia y capacidad de aguante
Detectas motivaciones intrínsecas “escondidas” en las personas
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Te encaminas a descubrir tu misión fundamental en la vida
Armonizas las relaciones profesionales
Asumes tu responsabilidad y te haces cargo de tu vida
Promueves el cambio a una actitud vital constructiva y solidaria
Aumentas la sensación de bienestar y felicidad
¿QUÉ ES LA COMPETENCIA EMOCIONAL?
Howard Gardner (1983) en "Frames of Mind" propone la existencia de siete
inteligencias separadas en el ser humano: musical, cinestésico-corporal, lógico-
matemático, lingüística, espacial, interpersonal e intrapersonal. Posteriormente
incluye la inteligencia naturalista y existencial.
Según la teoría de inteligencias múltiples de Gardner (1983) la persona puede
tener algunas de esas inteligencias o más, susceptibles de ser desarrolladas o no.
A su vez no existe una sola inteligencia, en vista que las facultades humanas son
independientes entre sí.
Cabe destacar que la teoría de las inteligencias múltiples nació como una reacción
contra lo que se entiende por inteligencia y la manera en como era medida. Es
definida por Gardner (1995) como un potencial biopsicologico para procesar
información que se puede activar en un marco cultural para resolver problemas o
crear productos que tienen valor para una cultura. Desde la perspectiva emocional
apunta la inteligencia interpersonal, la cual está relacionada con la empatía, la
manera de comprender los sentimientos de los demás. En cuanto a la inteligencia
intrapersonal se refiere a la capacidad de comprenderse a uno mismo.
Gardner, al enfocar la inteligencia interpersonal e intrapersonal las considera como
capacidades del sujeto para comprenderse a sí mismo y a los demás. Gardner
41
considera las emociones como una parte fundamental dentro del conjunto de
actitudes necesarias para vivir, puesto que atribuye importancia a las emociones
en todas las inteligencias.
Para adentrar en el estudio de la competencia emocional, ha sido necesario seguir
los pasos de la inteligencia emocional. Desde la década de 90 con la difusión del
término "Inteligencia Emocional" el constructo psicológico de las emociones pasa
a ser un tema de estudio relevante en el escenario científico de las ciencias
sociales y humanas. De esta manera se pone en evidencia que las emociones
desempeñan un papel fundamental en el bienestar personal, son consideradas
como un factor decisivo para que el individuo afronte los retos diarios, y a la vez
interaccione con su medio de manera adecuada.
De acuerdo a la revisión de la bibliografía que hemos estudiado, los profesores
norteamericanos Salovey y Mayer (1990) fueron los primeros en utilizar el
concepto inteligencia emocional, atribuyéndoles las siguientes capacidades:
o Reconocer las propias emociones: Saber valorar y ordenar las
propias emociones de manera consciente.
o Manejar las propias emociones: Manejar las emociones de forma
inteligente.
o Empatía: Comprender los sentimientos de los demás.
o Crear relaciones sociales: Capacidad de crear y cultivar relaciones
amistosas, además de tener habilidades para resolver conflictos.
o Motivación: Creer en su propio potencial y tener autoconfianza para
seguir adelante.
A mediados de la década de 90, siguiendo los pasos de la teoría de Salovey y
Mayer, el psicólogo Daniel Goleman (profesor de la universidad de Harvard)
populariza y difunde el concepto de "Inteligencia Emocional" a través de su libro, el
42
cual muestra la importancia del CE (Coeficiente Emocional) en la vida diaria,
incluso sobreponiéndose al CI (Coeficiente Intelectual).
Goleman (1999) en "La práctica de la inteligencia emocional" preconiza que el
éxito de una persona no depende solamente del coeficiente intelectual o de sus
estudios académicos. Lo que más importa es el nivel de inteligencia emocional,
eso quiere decir tener Consciencia de nuestras emociones, comprender los
sentimientos de los demás, habilidades para afrontar los retos de la vida y
habilidades sociales.
A partir de la obra de Goleman (1999) "La práctica de la inteligencia emocional" la
competencia emocional en el ámbito de la empresa es definida como <<una
capacidad adquirida basada en la inteligencia emocional que da lugar a un
desempeño laboral sobresaliente>>. Esta teoría obtuvo gran éxito en las grandes
empresas, dado que los departamentos de recursos humanos encontraron en los
supuestos de Goleman los conceptos necesarios para mejorar la conducta
emocional de los empleados objetivando el aumento de la productividad de los
mismos.
Goleman, afirma que las competencias emocionales se agrupan en conjuntos,
cada uno de las cuales está basado en una capacidad subyacente de la
inteligencia emocional, capacidades que son vitales si las personas quieren
aprender las competencias necesarias para tener éxito. Goleman preconiza que el
marco de la competencia emocional esta subdividido entre dos grandes factores:
la competencia personal (Consciencia de uno mismo, autorregulación y
motivación) y la competencia social (empatía y habilidades sociales). Tal como
defiende el autor, sería la forma como el sujeto es consciente de sus propias
emociones y la relación de interacción sujeto-medio. Desde esta perspectiva,
podemos considerar que la persona competente emocionalmente es capaz de
identificar las propias emociones y las de los demás y tiene auto-control y
habilidades emocionales. Tales capacidades pueden ser aprendidas ya que
Goleman(1995) afirma que la competencia emocional es algo que se crea y
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fortalece a través de las experiencias subjetivas en la infancia y el temperamento
innato.
En este contexto presentamos la relación existente entre las cinco dimensiones de
la inteligencia emocional y las veinticinco competencias emocionales apuntadas
por Goleman (1999:50):
COMPETENCIA EMOCIONAL
COMPETENCIA PERSONAL -
Competencias que determinan el modo en que nos relacionamos con
nosotros mismos:
Consciencia de uno mismo: Consciencia de nuestros propios estados
internos, recursos e intuiciones.
-Consciencia emocional: Reconocer las propias emociones y sus efectos; el
individuo tiene Consciencia de las emociones que está sintiendo, sabe conectar
con sus sentimientos y os exterioriza de manera adecuada a través de palabras y
acciones;
-Valoración adecuada de uno mismo: Conocer las propias fortalezas y debilidades;
Los individuos que tienen esta competencia, son capaces de reconocer sus puntos
débiles sin mayores frustraciones, buscan aprender a través de las experiencias
tanto negativas como positivas;
-Confianza en uno mismo: Seguridad en la valoración que hacemos sobre
nosotros mismos y sobre nuestras capacidades. Las personas dotadas de esta
competencia tienen la capacidad de expresar su punto de vista en los momentos
de adversidad, esto es así por qué son personas que confían en su propio
potencial.
44
Autorregulación- Control de nuestros estados, impulsos y recursos internos.
-Auto-control: Capacidad de manejar adecuadamente las emociones y los
impulsos conflictivos. Los individuos dotados de esta competencia, tienen la
capacidad de controlar las emociones e impulsos conflictivos; saben gobernar de
manera adecuada sus sentimientos, impulsos y emociones conflictivas. En
momentos críticos y adversos permanecen emocionalmente equilibradas;
-Confiabilidad: Fidelidad al criterio de sinceridad e integridad; Son personas que
velan por la sinceridad, la ética y la integridad, guían sus acciones por estos
principios y a través de su conducta honrada obtienen la confianza de los demás;
-Integridad: Asumir la responsabilidad de nuestra actuación personal. Son
personas responsables que asumen sus compromisos, promesas y sus propios
objetivos; son organizadas y cumplidoras de su trabajo;
-Adaptabilidad: Flexibilidad para afrontar los cambios, desafíos y nuevas
situaciones. Son personas que se adaptan a los cambios, saben reorganizar sus
prioridades y adecuarse a las más diversas circunstancias;
-Innovación: Sentirse cómodo y abierto ante las nuevas ideas, enfoques e
información. Esta habilidad se refiere a la búsqueda de uno a nuevas ideas e
inspiraciones desde diversas perspectivas. Son auténticos al aportar soluciones y
saben asumir los nuevos retos y consecuencias;
Motivación- Las tendencias emocionales que guían o facilitan el logro de
nuestros objetivos.
-Motivación de logro: Esforzarse por mejorar o satisfacer un determinado criterio
de excelencia. Son personas orientadas hacia el resultado, tienen una motivación
muy fuerte para cumplir objetivos; son exigentes en la realización de los
cumplidos, no vacilan en afrontar desafíos desafiantes y en asumir riesgos
calculados; recaban la información necesaria para reducir la incertidumbre y
45
descubrir formas más adecuadas de llevar a cabo las tareas en que se hallan
implicados.
-Compromiso: Secundar los objetivos de un grupo u organización; Las personas
dotadas de esta competencia están dispuestas a sacrificarse en aras del objetivo
superior de la organización; encuentran sentido en su subordinación e a una
misión más elevada; recurren a los valores esenciales del grupo para clarificar las
alternativas y tomar las decisiones adecuadas; buscan activamente oportunidades
para cumplir la misión del grupo;
-Iniciativa: prontitud para actuar cuando se presenta la ocasión; Son personas con
iniciativas, dispuestas a aprovechar las oportunidades; persiguen los objetivos
superando las expectativas de los demás; saltar las rutinas habituales cuando
fuera necesario para llevar a cabo un trabajo; transmiten a los demás la
perseverancia para emprender sus objetivos;
-Optimismo: Persistencia en la consecución de los objetivos a pesar de los
obstáculos y los contratiempos. Aunque se presenten situaciones adversas, las
personas optimistas operan desde una expectativa de éxito, insisten en conseguir
sus objetivos y atribuyen los contratiempos más a las circunstancias que a fallos
personales.
COMPETENCIA SOCIAL -
Determinan el modo en que nos relacionamos con los demás:
Empatía- Consciencia de los sentimientos, necesidades y preocupaciones
ajenas.
-Comprensión de los demás: tener la capacidad de captar los sentimientos y los
puntos de vista de otras personas e interesarnos activamente por las cosas que
les preocupan; son personas atentas a las emociones de los demás y tienen un
comportamiento de escucha activa; prestan apoyo a los demás desde sus
46
necesidades y sentimientos;
-Orientación hacia el servicio: Antipiciparse, reconocer y satisfacer las
necesidades de los demás; en la empresa tratan de satisfacer con sus servicios o
productos; a través de la satisfacción del cliente buscan obtener la "fidelización"
-Aprovechamiento de la diversidad: aprovechar las oportunidades que nos brindan
diferentes tipos de personas; son personas dotadas de esta competencia respetan
y se relacionan bien con los individuos procedentes de diferentes substratos
culturales; comprenden distintos visiones, respetan las diferencias entre los
grupos; consideran la diversidad como una oportunidad; afrontan los prejuicios y la
intolerancia;
-Consciencia política: Capacidad de darse cuenta de las corrientes emocionales y
de las relaciones de poder subyacentes en un grupo; Ser capaces de registrar las
corrientes políticas y sociales subyacentes en toda organización. Las personas
dotadas de esta competencia advierten con facilidad las relaciones clave del
poder; perciben claramente las redes sociales más importantes; comprenden las
fuerzas que modelan el punto de vista y las acciones de las personas (en la
empresa: clientes, consumidores y competidores); interpretan adecuadamente
tanto la realidad externa como la interna de una organización.
Habilidades sociales- Capacidad para inducir respuestas deseables en los
demás.
-Influencia: Utilizar tácticas de persuasión eficaces. Las personas dotadas de esta
competencia son muy persuasivas; recurren a presentaciones muy precisas para
captar la atención de su auditorio; utilizan estrategias indirectas para recabar el
consenso y el apoyo de los demás; orquestan adecuadamente los hechos más
sobresalientes para exponer más eficazmente sus opiniones;
-Comunicación: Emitir mensajes claros y convincentes. Las personas dotadas de
esta competencia saben dar y recibir información; captan las señales emocionales;
sintonizan con su mensaje; abordan abiertamente las cuestiones difíciles;
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escuchan bien; buscan la comprensión mutua; no tienen problemas en compartir
la información de que disponen; alientan la comunicación sincera; permanecen
abiertos tantos a las buenas noticias como a las malas;
-Liderazgo: Inspirar y dirigir a grupos y personas; son personas que tienen la
capacidad de articular y estimular el entusiasmo por las perspectivas y los
objetivos compartidos; cuando resulta necesario saben tomar decisiones
independientemente de su posición; son capaces de guiar el desempeño de los
demás; lideran con el ejemplo;
-Catalización del cambio. Iniciar o dirigir los cambios; Las personas dotadas de
esta competencia reconocen la necesidad de cambiar y eliminar barreras;
desafían el status quo y reconocen la necesidad de cambiar; promueven el cambio
y consiguen que otros hagan lo mismo; modelan el cambio de los demás;
-Establecer vínculos: Fomentar relaciones instrumentales con los demás. Las
personas dotadas de esta competencia cultivan y mantienen amplias redes de
relaciones informales; crean relaciones mutuamente provechosas; crean y
consolidan la amistad personal con los miembros de su entorno laboral;
-Resolución de conflictos: capacidad de negociar y resolver conflictos. Las
personas capaces de manejar los conflictos identifican a las "personan difíciles" y
se relacionan con ellas de forma diplomática; manejan las situaciones tensas con
tacto; reconocen los posibles conflictos; sacan a la luz los desacuerdos; fomentan
la bajada o relajamiento de la tensión; y alientan al debate y a discusión abierta;
buscan el modo de llegar a soluciones que satisfagan plenamente a todos los
implicados;
-Colaboración y cooperación: ser capaces de trabajar con los demás en la
consecución de una meta común. Las personas capaces de implicarse en la
consecución de objetivos compartidos equilibran y comparten planes, información
y recursos; promueven un clima de amistad y cooperación; buscan y alientan las
oportunidades de colaboración;
-Habilidades de equipo: ser capaces de crear la sinergia grupal en la consecución
48
de metas colectivas. Las personas dotadas de esta competencia alientan
cualidades grupales como el respeto, la disponibilidad y la cooperación; despiertan
la participación y el entusiasmo; consolidan la identidad grupal y el compromiso;
cuidan al grupo y su reputación; comparten los méritos.
Fuente: Goleman (1999).
Outros autores como Salovey y Sluyter (1997: 11) apuntan que la competencia
emocional está compuesta de cinco dimensiones: cooperación, asertividad,
responsabilidad, empatía y auto-control. Saarni (2000) presenta dicha
competencia como un conjunto de habilidades que están directamente
relacionadas a los factores sociales, o sea las creencias y valores ejercen su
función en el desarrollo de la competencia emocional. La define como
demostración de autoeficacia en expresar emociones en las transacciones
sociales, en que disparan reacciones emocionales. Auto eficacia significa que el
individuo cree que tiene la capacidad y las habilidades para lograr objetivos
deseados. Para que suceda el logro del auto eficacia se requiere conocimientos
de las propias emociones y capacidad para regularlas hacia los resultados
deseados. Los resultados deseados están en función de los principios morales
que uno tiene.
Por su lado Reuven Bar-On (1997) define la inteligencia emocional como un
abanico de capacidades, competencias y habilidades no cognitivas que influyen en
la propia habilidad para afrontar con éxito las demandas ambientales y las
presiones. Bar-On considera que la inteligencia emocional tiene cinco tipos de
componentes: componentes intrapersonales, interpersonales, de adaptabilidad,
generales del estado afectivo y de gestión del estrés. En la década de los 80, Bar-
On empezó a trabajar la creación de un instrumento para evaluar la competencia
emocional y social basada en el auto-informe.
49
Dentro de los componentes intrapersonales incluye diferentes habilidades como:
La consciéncia de las propias emociones hace referencia a la habilidad
para reconocer los propios sentimientos, diferenciarlos e identificar los
elementos que han causado estas emociones.
La asertividad es la habilidad para expresar sentimientos, creencias y
pensamientos y defender los propios derechos de forma no destructiva.
La consideración hacia uno mismo es la habilidad para respetar y aceptarse
a si mismo aceptando los aspectos positivos y negativos percibidos en uno
mismo como posibilidades y limitaciones. Este componente se asocia al
sentimiento de seguridad y confianza, al autoconcepto y la autoestima y al
sentido de identidad.
La autoactualización es la habilidad para percibir el potencial de las propias
capacidades. Esta habilidad se relaciona con la capacidad para desarrollar
actividades con ilusión y supone el esfuerzo para lograr objetivos a largo
plazo.
La independencia es la habilidad para autodirigir y auto-controlar los
propios pensamientos y acciones y para no tener dependencias
emocionales.
Dentro de los componentes interpersonales incluye:
La empatía es la habilidad para ser consciente, entender y apreciar los
sentimientos de los demás.
La responsabilidad social se refiere a la capacidad para mostrarse
cooperativo, aceptar a los otros y desarrollar su rol social contribuyendo de
forma constructiva en un grupo social.
Las relaciones interpersonales se refieren a la habilidad para establecer y
mantener de forma mutuamente satisfactoria relaciones que se caracterizan
por la intimidad y por dar y recibir afecto. Requiere de la sensibilidad a los
50
otros, el deseo de establecer relaciones y el sentimiento de satisfacción con
estas relaciones.
Dentro de los componentes adaptabilidad incluye la solución de problemas,
la evaluación de la realidad y la flexibilidad. La solución de problemas se
refiere a la habilidad para identificar y definir los problemas así como para
generar e implementar soluciones potencialmente efectivas. La evaluación
de la realidad es el análisis de la correspondencia entre lo que se
experimenta y las evidencias objetivas que justifican o soportan los
sentimientos, percepciones y pensamientos. La flexibilidad es la habilidad
para ajustar las propias emociones, pensamientos y conductas a
situaciones y condiciones cambiantes.
En los componentes generales del estado afectivo incluye la felicidad y el
optimismo:
La felicidad es la capacidad para sentirse satisfecho con la propia vida, para
disfrutar de uno mismo y de los otros.
El optimismo por su parte es la habilidad para buscar y mirar el lado positivo
de la vida y para mantener una actitud positiva incluso en las condiciones
adversas.
Y entre los componentes de la gestión del estrés incluye:
La tolerancia al estrés y el control de los impulsos. Se refiere a la capacidad
para soportar situaciones adversas y estresantes sin hundirse o sentirse
desbordado mediante el afrontamiento activo y positivo del estrés.
Y el control de impulsos es la habilidad para resistir o retardar los impulsos
o la tentación a actuar y se relaciona con el control de la agresividad y la
hostilidad.
51
Saarni (1997) preconiza que las respuestas emocionales tienen un significado
social. La competencia emocional es inseparable del contexto cultural, presenta
dicha competencia como un conjunto de habilidades que están directamente
relacionadas a los factores sociales, o sea las creencias y valores ejercen su
función en el desarrollo de la competencia emocional.
Recogiendo la propuesta de Saarni (2000: 77-78) presentamos a continuación un
conjunto de habilidades que compone la competencia emocional:
Consciencia del propio estado emocional, incluyendo la posibilidad de estar
experimentando emociones múltiples. A nivel de mayor madurez,
Consciencia de que uno puede no ser no ser consciente de los propios
sentimientos debido a intención selectiva y dinámicas inconscientes.
Habilidad para discernir las habilidades de los demás, en base a claves
situacionales y expresivas que tienen un cierto grado cultural para el
significado emocional.
Habilidad para utilizar el vocabulario emocional y términos expresivos
habitualmente disponibles en una cultura. A niveles de mayor madurez, la
habilidad de captar manifestaciones culturales que relacionan la emoción
con los roles sociales.
Capacidad para implicarse empáticamente en las experiencias emocionales
de los demás.
Habilidad para comprender que el estado emocional interno no necesita
corresponderse con la expresión externa, tanto en uno mismo como de los
demás. En niveles de mayor madurez, comprensión de que la propia
expresión emocional puede impactar en otros, y tener esto en cuenta en la
forma de presentarse a sí mismo.
52
Habilidad para afrontar emociones negativas mediante la utilización de
estrategias de auto-control que regulen la intensidad y duración de tales
estados emocionales.
Consciencia de la estructura y naturaleza de que las relaciones vienen en
parte definidas por: el grado de inmediatez emocional o sinceridad
expresiva, el grado de reciprocidad o simetría en la relación. De esta forma,
la intimidad madura viene en parte definida por compartir emociones
sinceras, mientras que una relación padre-hijo puede compartir emociones
sinceras de forma asimétrica.
Capacidad de autoeficacia emocional: el individuo se ve a sí mismo y se
siente, por encima de todo, como se quiere sentir. Es decir, la autoeficacia
emocional significa que uno acepta su propia experiencia emocional, tanto
si es única y excéntrica como si es culturalmente convencional, y esta
aceptación está de acuerdo con las creencias del individuo sobre lo que
constituyen un balance emocional deseable. En esencia, uno vive de
acuerdo con su <<teoría personal sobre las emociones>> cuando
demuestra autoeficacia emocional que está en consonancia con los propios
valores morales.
Por otro lado, desde el punto de vista de Bisquerra (2003) la estructuración de las
competencias emocionales se divide en cinco factores y sus respectivas
dimensiones. Veamos:
Conciencia emocional:
-Toma de Consciencia de las propias emociones: capacidad para percibir con
precisión los propios sentimientos y emociones, identificarlos y etiquetarlos. Esto
incluye la posibilidad de estar experimentando emociones múltiples. A niveles de
mayor madurez, Consciencia de que uno puede no ser consciente de los
sentimientos debido a inatención selectiva o dinámicas inconscientes;
53
-Dar nombre a las propias emociones: Habilidad para utilizar el vocabulario
emocional y los términos expresivos habitualmente disponibles en una cultura para
etiquetar las propias emociones:
-Comprensión de las emociones de los demás: capacidad para percibir con
precisión las emociones y perspectivas de los demás. Saber servirse de las claves
situacionales y expresivas (comunicación verbal y no verbal) que tienen un cierto
grado de consenso cultural para el significado emocional. Capacidad para
implicarse empáticamente en las experiencias emocionales de los demás.
Regulación de las emociones:
-Tomar Consciencia de la interacción entre emoción, cognición y comportamiento:
los estados emocionales inciden en el comportamiento y éstos en la emoción;
ambos pueden regularse por la cognición (razonamiento, Consciencia).
-Expresión emocional: Capacidad para expresar las emociones de forma
apropiada. Habilidad para comprender que el estado interno no necesita
corresponder con la expresión externa, tanto en uno mismo como en los demás.
En niveles de mayor madurez, comprensión de que la propia expresión emocional
puede impactar en otros, y tener esto en cuenta en la forma de presentarse a sí
mismo.
-Capacidad para la regulación emocional: los propios sentimientos y emociones
deben ser regulados. Esto incluye auto-control de la impulsividad (ira, violencia,
comportamientos de riesgo) y tolerancia a la frustración para prevenir estados
emocionales negativos (estrés, ansiedad, depresión), entre otros aspectos.
-Habilidades de afrontamiento: habilidad para afrontar emociones negativas
mediante la utilización de estrategias de autorregulación que mejoren la intensidad
y la duración de tales estados emocionales;
-Competencia para auto-generar emociones positivas: capacidad para
experimentar de forma voluntaria y consciente emociones positivas (alegría, amor,
54
humor, fluir) y disfrutar de la vida. Capacidad para auto-gestionar su propio
bienestar para una mejor calidad de vida.
Autonomía personal:
-Autoestima: tener una imagen positiva de sí mismo, estar satisfecho de sí mismo;
mantener buenas relaciones consigo mismo;
-Actitud positiva: capacidad para automotivarse y tener una actitud positiva ante la
vida. Sentido constructivo del yo (self) y de la sociedad; sentirse optimista y
potente (empowered) al afrontar los retos diarios; intención de ser bueno, justo,
caritativo y compasivo;
-Responsabilidad: intención de implicarse en comportamientos seguros,
saludables y éticos. Asumir la responsabilidad en la toma de decisiones.
-Análisis críticos de normas sociales: capacidad para evaluar críticamente los
mensajes sociales, culturales y de los mass media, relativos a normas sociales y
comportamientos personales;
-Buscar ayuda y recursos: capacidad para identificar la necesidad de apoyo y
asistencia y saber acceder a los recursos disponibles apropiados.
-Auto-eficacia emocional: capacidad de auto-eficacia emocional: el individuo se ve
a sí mismo que se siente como se quiere sentir. Es decir, la auto-eficacia
emocional significa que uno acepta su propia experiencia emocional, tanto si es
única y excéntrica como si es culturalmente convencional, y esta aceptación está
de acuerdo con las creencias del individuo sobre lo que constituye un balance
emocional deseable. En esencia, uno vive de acuerdo con su teoría personal
sobre las emociones" cuando demuestra auto-eficacia emocional que está en
consonancia con los propios valores morales.
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Inteligencia interpersonal y habilidades sociales:
-Dominar las habilidades sociales básicas: escuchar, saludar, despedirse, dar
las gracias, pedir un favor, pedir disculpas, actitud dialogante, etc.
-Respecto por los demás: intención de aceptar y apreciar las diferencias
individuales y grupales y valorar los derechos de todas las personas.
-Comunicación receptiva: capacidad para atender a los demás tanto en la
comunicación verbal como no verbal para recibir los mensajes con precisión.
-Comunicación expresiva: capacidad para iniciar y mantener conversaciones,
expresar los propios sentimientos y pensamientos con claridad, tanto en
comunicación verbal como no verbal, y demostrar a los demás que han sido bien
comprendidos
-Compartir emociones: Consciencia de que la estructura y naturaleza de las
relaciones vienen en parte definidas por: a) el grado de inmediatez emocional o
sinceridad expresiva; b) el grado de reciprocidad o simetría en la relación. De esta
forma, la intimidad madura viene en parte definida por el compartir emociones
sinceras de forma asimétrica.
-Comportamiento pro-social y cooperación: capacidad para aguardad turno;
compartir en situaciones diádicas y de grupo; mantener actitudes de amabilidad y
respeto a los demás.
-Asertividad: mantener un comportamiento equilibrado, entre la agresividad y la
pasividad; esto implica la capacidad para decir "no" claramente y mantenerlo, para
evitar situaciones en las cuales uno puede verse presionado, y demorar actuar en
situaciones de presión hasta sentirse adecuadamente preparado. Capacidad para
defender y expresar los propios derechos, opiniones y sentimientos.
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Solución de conflictos:
-Identificación de problemas. Capacidad para identificar situaciones que requieren
una solución o decisión y evaluar riesgos, barreras y recursos.
-Fijar objetivos adaptativos: capacidad para fijar objetivos positivos y realistas.
-Solución de problemas: capacidad para desarrollar soluciones positivas e
informadas a los problemas.
-Negociación: capacidad para resolver conflictos en paz, considerando la
perspectiva y los sentimientos de los demás.
Fuente: Bisquerra (2003).
En esta dirección, uno de los estudios sobre el tema, Mireia (2002) destaca la
competencia emocional como un conjunto de habilidades que permiten
comprender, expresar y regular de forma apropiada los fenómenos emocionales.
Incluye consciencia emocional, control de la impulsividad, trabajo en equipo,
cuidarse de sí mismo y de los demás, etc. Esto facilita desenvolverse mejor en las
circunstancias de la vida tales como los procesos de aprendizaje, relaciones
interpersonales, solución de problemas, adaptarse al contexto.
Igualmente, el carácter moral y los valores éticos influyen profundamente en las
respuestas emocionales de cara a promover la integridad personal. La CE madura
reflejaría en sabiduría que conlleva los valores éticos significativos de la propia
cultura. Bisquerra (2002).
Para finalizar este apartado de nuestro estudio sobre el tema en cuestión, Castro
(2005) comenta que al hablar de Inteligencias Múltiples, Gardner contribuyó a
rescatar el concepto de inteligencia del ámbito intelectual y facilitó el camino hacia
la inteligencia emocional. Salovey y Mayer (1990), acuñaron el término
‘inteligencia emocional’, y luego, gracias al trabajo del psicólogo Daniel Goleman,
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investigador y periodista del New York Times, se difundió en todo el mundo a
través de su obra La Inteligencia Emocional (1995). De todo lo expuesto
anteriormente por Gardner (1983), Salovey y Mayer (1990), Goleman (1995),
entendemos que la competencia emocional es un concepto que se derivó de la
inteligencia emocional. Y que en líneas generales basado en Bar-On (1997),
Goleman(1999), Saarni(2000), y Bisquerra (2002) la competencia emocional es un
conjunto de habilidades que permiten al individuo identificar y manejar las propias
emociones y mantener buenas relaciones con el medio, lo que implica tener
empatía y habilidades socio emocionales. Así traducimos que son capacidades
indispensables para que el ser humano viva de manera integrada con su medio y
afronte los conflictos interpersonales como una posibilidad de crecimiento
personal.
58
TRABAJO PRÁCTICO 2
1. Explicar que es la inteligencia emocional y sus orígenes2. Explicar la memoria emocional3. ¿Cómo se armoniza emoción y pensamiento?4. Explicar la inteligencia emocional interior 5. Explicar la inteligencia emocional exterior 6. Señalar y explicar las competencias emocionales personales7. ¿Qué es la re-educación emocional inteligente?8. ¿Cuál es el ámbito de actuación de la re-educación emocional inteligente?9. ¿Cuáles son los problemas actuales derivados del estado de nuestro mundo
emocional?10. ¿Qué beneficios aporta?11. ¿Qué es la competencia emocional?12. Indicar la inteligencia interpersonal y habilidades sociales
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