Download - MONARQUIA ABSOLUTA

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INTRODUCCIN AL TEMA ABSOLUTISMOEl poder Poltico y su centralizacin"Existe la monarqua absoluta cuando el Rey, encarnado en el ideal nacional, posee, adems de hecho y derecho, los atributos de la soberana: poder hacer las leyes, administrar la justicia, percibir impuestos, tener ejrcito permanente, nombrar funcionarios, hacer juzgar atentados contra el bien pblico, y en particular, de delegar jurisdicciones de excepcin cuando lo considere conveniente"(Mousnier, R. "El siglo XVlll" en Crouzet, M. "Historia General de las Civilizaciones", tomo Vl, Ed. Destino, Barcelona, 1961, p. 103)

"El absolutismo fue esencialmente eso: un aparato reorganizado y potenciado de dominacin feudal destinado a mantener a las masas campesinas en su posicin social tradicional (...)El Estado absolutista nunca fue un rbitro entre la aristocracia y la burguesa ni, mucho menos, un instrumento de la naciente burguesa contra la aristocracia: fue el nuevo caparazn poltico de una nobleza amenazada (Anderson, P. El Estado Absolutista. Editorial Siglo XXI S.A., Madrid, 1996. p. 12).

La soberana es el poder absoluto y perpetuo de la Repblica (...). La soberana no es limitada, ni en poder, ni en responsabilidad, ni en tiempo (...). es necesario que quienes son soberanos no estn de ningn modo sometidos al imperio de otro y puedan dar ley a los sbditos y anular o enmendar las leyes intiles (...). Dado que, despus de Dios, nada hay mayor sobre la tierra que los prncipes soberanos, instituidos per l como sus lugartenientes para mandar a los dems hombres, es preciso prestar atencin a su condicin para, as, respetar y reverenciar su majestad con la sumisin debida, y pensar y hablar de ellos dignamente, ya que quien menosprecia a su prncipe soberano menosprecia a Dios, del cual es su imagen sobre la tierra. (Jean Bodin. Los seis libros de la Repblica. 1576.)

Dios estableci a los reyes como sus ministros y reina a travs de ellos sobre los pueblos (...)Los prncipes actan como los ministros de Dios y sus lugartenientes en la tierra. Por medio de ellos Dios ejercita su imperio. Por ello el trono real no es el trono de un hombre sino el de Dios mismo.Se desprende de todo ello que la persona del rey es sagrada y que atentar contra ella es un sacrilegio.(Bossuet. La poltica segn las Sagradas Escrituras. Libro III)

1. Desarrolla una sntesis con las principales caractersticas de la monarqua absoluta segn los distintos autores.