INDICE
DEDICATORIA…………………………………………………………………………………………………………. 2
AGRADECIMIENTO………………………………………………………………………………………………….. 3
INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………………………………………. 5
BASES TEÓRICAS……………………………………………………………………………………………………… 7
CAPÍTULO I
I. DEFINICIÓN DE CRIANZA…………………………..……………………………………………………………. 15
II. ESTILOS DE CRIANZA PATERNA………………………………………………………………………………..16
2.1 Definición…………………………………………………………………………………………………………... 16
2.2 Formas de disciplina…………………………………………………………………………………………… 16
o Refuerzo y castigo………………………………………………………………………………………. 16
o Aserción por poder, inducción y retiro del amor……………………………………….... 17
2.3 Tipos de estilos de crianza…………………………………………………………………………………..
o Estilo de crianza Autoritaria………………………………………………………………………..
o Estilo de crianza Permisivo o Liberal……………………………………………………………
o Estilo de crianza Autoritativo………................................................................
2.4 Factores que alteran en los estilos de crianza………………………………………………………
2.5 Importancia de los estilos de crianza…………………………………………………………………..
1
CAPÍTULO II
I. AUTONOMÍA
I.1 Definición de autonomía………………………………………………………………………..
I.2 Fases según Piaget
o Razonamiento heterónomo……………………………………………………………….
o Razonamiento autónomo………………………………………………………………….
I.3 Estadios según Kohlberg
o Estadio preconvencional……………………………………………………………………
o Estadio convencional………………………………………………………………………..
o Estadio posconvencional………………………………………………………………….
I.4 Características de autonomía en niños…………………………………………………..
I.5 Componentes de la autonomía……………………………………………………………..
o Auto concepto…………………………………………………………………………………
o Memoria autobiográfica…………………………………………………………………
o Jerarquía de valores………………………………………………………………………
o Habilidades de planificación…………………………………………………………...
o Habilidades éticas…………………………………………………………………………. 18
II. HABILIDADES Y HABITOSPARA LA AUONOMIS………………..………………………………..
o Hábitos básicas…………………………………………………………………………………………
o Hábitos de estudio……………………………….……………………..……………………………
CONCLUSIONES…………………………………………………………………………………………………
APRECIACIONES………………………………………………………………………………………………..
2
RECOMENDACIONES…………………………………………………………………………………………
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS…………………………………………………………………………
INTRODUCCIÓN
En el siguiente trabajo de investigación hablaremos sobre Estilos de crianza paterna y autonomía en niños de 6 a
10 años en el cual veremos ciertos factores que involucran en las relaciones de los estilos de crianza paterna
hacia los menores.
La crianza de los hijos no solo está vinculada con la responsabilidad de la madre sino que tanto la mamá como el
papá juegan un papel activo en el desarrollo cognoscitivo y socioemocional de sus hijos. La función paterna
principal es fomentar la socialización; mientras que la función materna es la generadora de los cuidados, la
alimentación y la estabilidad emocional. Según la psicología la función de la madre en el desarrollo psicológico
del niño se da en los primeros-años de vida, e incluso desde la etapa intrauterina, (Bolwby, 1980; Maliler, 1984;
Winnicot, 1990, 1991; Miller, 1991 entre otros).
Existen diferentes categorizaciones de estilos de crianza paterna sin embargo hablaremos los estilos más
importantes, estilos de crianza autoritativo, autoritario, permisivo e indiferente.
Los diferentes estilos que tomen los padres para criar a sus hijos ya sea positivo o negativo darán como resultado
hijos con estilos de comportamientos positivo o negativo. La violencia intrafamiliar, las malas relaciones familia-
res, la baja autoridad materna y un bajo involucramiento parental, se relacionan con mayor presencia de
conductas agresivas en los niños. Por otro lado el contar con un mejor ambiente familiar, tener buena
comunicación entre padres e hijos y tener un tratamiento poco agresivo de parte de los padres se relaciona con
una mejor manera en que estos niños enfrentan la vida escolar, los niños con mejor comunicación con los padres
y con madres más religiosas desarrollan más autonomía y seguridad.
Por otra parte, si bien es cierto que a medida que los niños crecen aumenta su autonomía, en el cual deben
enfrentar con el ingreso al jardín infantil y posteriormente a la escuela básica, nuevos desafíos y aprendizajes que
requieren para su logro, el apoyo e intervención de los adultos en el hogar (Filp, y Cabello, 1992). De esta forma
no sólo es importante la cantidad de tiempo que el adulto puede brindar al niño(a); también la calidad de este
tiempo y la dinámica familiar influye en las posibilidades de desarrollo de los potencia les cognitivos y
socioemocionales (Cabello, Filp y Ochoa, 1995) necesarios para el éxito en el proceso escolar y la estabilidad de
su autonomía.
3
La autonomía en los niños es la capacidad que estos desarrollan para gobernarse por sí solos, valerse por sus
propias decisiones y no dependen de nadie y esto es muy importante ya que van formando su personalidad. La
esencia de la autonomía es que los niños lleguen a ser capaces de tomas sus propias decisiones para llegar a
ser aún más autónomo e independientes de sus actos con responsabilidad.
Uno de los supuestos a la base de este estudio está en que las experiencias tempranas que el niño y la niña vive
en su infancia con cada uno de sus padres, tendrán consecuencias posteriormente en su vida, en la adolescencia
y la adultez: es claro que la experiencia de la primera infancia no sólo influye en el desarrollo de la propia estima
y de la percepción de uno mismo en relación con los demás, sino que también determina nuestra interpretación
de experiencias posteriores y nos lleva a disponer los acontecimientos de nuestras vidas de un modo que esté
conforme con nuestras ideas preconcebidas.
“Tener hijos no lo convierte a uno en padre, del mismo modo en
que tener un piano no lo vuelve pianista”
Michael Levine
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BASES TEÓRICAS
La familia y el padre
La antropología, producto del conocimiento de muy distintas sociedades -culturas- del mundo, ha sido capaz de
mostrar que la familia existe en todos los rincones del planeta, aun cuando su configuración y funciones no sean
en todas partes las mismas. Sociedades con formas de organización, lenguas, creencias, relaciones de
parentesco y costumbres muy diversas, poseen a lo menos, un rasgo en común: la familia.
Un elemento distintivo del grupo familiar, según Malinowski (1) es el "principio de legitimidad". Este, dice relación
con la existencia en toda sociedad de una persona que, teniendo o no lazos consanguíneos con el infante,
cumple el rol de "padre sociológico" asumiendo la responsabilidad de éste ante la sociedad, socializándolo y
velando porque sus derechos se cumplan. La base natural -biológica- para que padres e hijos existan, el
principio a partir del cual aparecen dichas figuras, es interpretado por la cultura para extender la condición de
padre o madre y de hijo o hija, a individuos que biológicamente no lo son. De esta forma, no sólo es posible
hablar de padre sociológico -cultural-, sino también de madre sociológica y de hijo(a) sociológico(a) (2). Sólo de
este modo, es comprensible el importante papel asignado, particularmente en sectores populares, a padrastros,
madrastras, padres adoptantes, hijos adoptivos, ahijados, padrinos o la tía soltera que se vuelve madre.
Con el surgimiento de relaciones paterno-materno-filiales, se inaugura en los géneros otra condición: la de madre
y la de padre. Sin embargo, en nuestra cultura esta segunda condición -de padre-, aparece de manera
considerablemente menos relevante que la de madre. Es en definitiva, la madre quien resulta ser la encargada
de la crianza de los hijos(as), y de las exigencias de la reproducción en general. Resulta evidente que tanto en
nuestras prácticas sociales, como en las políticas impulsadas desde el Estado, el padre se diluye: queda como
referente masculino, básicamente en su dimensión de proveedor económico (3). Así se confirma una vez más
que “el mundo domestico sigue considerándose femenino y más específicamente materno”.
Se considera “natural” que a la madre le corresponda la crianza de los hijos: “ Dado que los hombres carecen de
fundamento (la crianza, extendida al cuidado del niño) “natural” para su tendencia familiar, su esfera de actividad
se define en el nivel de las relaciones interfamiliares”.
1 Malinowski, Bronislaw: “Parenthodd, the Basis of Social Structure”. The New Consideration, New York, 1930; en Meñoz, Reyes, Covarrubias y Osorio, 19991- 81.
2 A lo largo del texto, asumiremos esta doble dimensión, cuando hablemos de padres, madres e hijos, no vamos a referir no solo a su estado biológico, sino también a su estado sociocultural.
3 La identidad masculina aparece expresada básicamente en la actividad laboral, en el que hacer profesional del sujeto (Comisión Nacional de la Familia, 1993).
Así el padre se dedicara más bien a tareas trascendentes, de producción “cultura” y no de reproducción, pues
estas serán ´propias de la madre. Primero la preñez y luego la lactancia del hijo, constituyen un lazo considerado
5
natural en términos biológicos (cuerpo de madre - hijo). Entonces la crianza posterior será la prolongación de
dicho “lazo natural”. La interpretación cultural de la mayor implicancia corporal de la mujer en la funciones de
reproducción (4), parece estar en la base de la escasa presencia del padre en la crianza de la prole.
Para el tema de la familia, nuestra sociedad funciona en tono de la diada madre – hijo (5): el padre esta ausente.
Pero la cultura, demanda la figura de la función paterna. La cultura nunca ha dejado de “llamar” al padre: la
presencia paterna es una necesidad cultural (Henao, 1989).
o El padre en los sectores populares
En la literatura respecto de la familia popular (urbana), existe coincidencia en relación a la importancia que se le
atribuye al ejercicio de la parentalidad particularmente al nacimiento al nacimiento del primer hijo. La confirmación
de la fertilidad de la pareja y el sentido de trascendencia otorgado a la relación, aparece como los elementos que
sustenta a la importancia otorgada a la llegada del nuevo integrante del núcleo familiar. Tan solo con la llegada
de este, el hombre macho podrá demostrar su virilidad y su capacidad procreadora.
En el mundo popular, donde los roles conyugales son definidos básicamente en función de la paternidad, no es
poco frecuente que se formen parejas para tener hijos o que un matrimonio insatisfactorio se mantenga porque
los hijos “necesitan de ambos padres”, los hijos son más importantes ´para las madres que para los padres (6), y
adquieren mayor relevancia a medida que se desciende en el nivel socioeconómico.
En los sectores populares, es el padre quien asume el rol de la autoridad y vigila por el cumplimiento de las
normas. Sin embargo, en general, es la madre quien aplica los castigos físicos. Dicha interpretación de dicha
situación, indica que estaría motivada por el temor a una reacción de mayor violencia del marido y como una
manera de ocultar a priori los problemas con los niños (Barrientos y Sutulov, 1983). También es posible verla
como una más de las tareas delegadas por el padre a la madre, en último término es él quien detenta la autoridad
y quien imprime una lógica determinada al ejercicio de esta. De cualquier manera, el uso del castigo físico, es la
forma disciplinaria frecuentemente utilizada y se expresa a través del golpes de mano o con un objeto. La
frecuencia e intensidad de los castigos, en la mayor parte de los casos, dependerá más que de la gravedad de la
falta, del estado de ánimo de los progenitores (Muñoz y Reyes, 1992, Skewes, 1984).
4 Una mayor parte del cuerpo femenino, durante un periodo mayor de su vida, y con un cierto a veces gran costo de su
salud, fuerzas y estabilidad general, se ocupa de los procesos naturales relativos a la reproducción de la especie (Orttner,
Sherry, 1979: 117).
5 “Según el razonamiento cultural, las madres y sus hijos van unidos” (Orttner, Sherry, 1979: 120).
6 También, son las madres quienes evalúan de modo más favorable la relación con sus hijos (Valdivieso y Van Dorp, 1989).
Es común que la sola presencia del hombre en el hogar, sea tomada como un signo de respetabilidad, tanto
hacia el interior de la familia como hacia la comunidad. Es el padre el que irradia la respetabilidad a la familia, sin
embargo, este status o imagen que el hombre mantiene en el grupo familiar se puede ver mermado. La pérdida
6
de trabajo y el vivir en situación de cesantía, significa una baja del status del hombre con la consiguiente
desfiguración de la imagen de sí mismo y de su autoridad al interior de la familia.
La madre aparece como la figura más cercana a sus hijos, con la cual comparten asuntos personales y en
general, en ella deposita en mayor medida su confianza. Ella es la responsable de los roles protectores.
En las familias de nivel socioeconómico bajo, se observa un predominio de los roles parenterales de tipo
segregado, siendo la madre el principal agente socializador de la familia, en este tipo tradicional de roles
parentales, la madre es mujer y dueña de la casa, y el hombre es el proveedor económico. Es una relación
asimétrica que incluye, frecuentemente la idea de que el hombre es superior a la mujer y detenta el poder basado
principalmente en el dinero.
Según algunos autores, existirían de diferencias de socialización según el sexo de los hijos, las hijas son
preferentemente socializadas por la madre y los hijos por el padre, aunque la madre tiene también un lugar
importante (Lira, 1978; Peña y Lillo, 1970).
En cuanto a la distribución de las tareas de crianza al interior de la familia, Gonzales y Moro señalan que en las
tareas más requeridas en el período que entre 6 años (mudar a los niños, darles comida, vestirlos y atenderlos),
la presencia de los padres es muy escasa, es la esposa quien casi exclusivamente se dedica a estos
quehaceres. En tareas que guardan relación con un periodo etéreo posterior (ayuda a los hijos en los quehaceres
escolares, castigarlos, acostarlos u ordenar que lo hagan, despertarlos e intervenir en sus peleas), se observa
una mayor participación del hombre. Respecto a dar permiso para salir, pasear con los hijos, hacerles cariño,
conversar con ellos, apoyarlos es sus problemas y premiarlos cuando se portan bien, se da una alta participación
de ambos progenitores.
La participación del hombre en la crianza de los hijos (a) es siempre escasa, lo es más en los primeros años de
vida de los hijos.
Puesto que el modelo parental tiende a repetirse, traspasando el modelo de familia de generación en generación,
los padres que guardan una imagen negativa de sus propios padres, son a su vez padres que muy probable
serán poco activos en el ámbito del desarrollo integral de sus hijos (Comisión nacional de la Familia, 1993).
González y Moro (1991), destacan algunos "facilitadores" y "obstaculizadores", en las experiencias de vida de los
sujetos populares que marcarían su mayor o menor participación en el hogar, y específicamente en la crianza de
los hijos. Entre los primeros, están experiencias tales como enfermedad o jornada de trabajo prolongada de la
madre, vivir solos y el hacer el servicio militar; por otro lado, la preocupación de sus madres por enseñarles los
quehaceres domésticos, de lo cual se muestran particularmente agradecidos. Respecto de los
"obstaculizadores", se señala la ausencia del padre por muerte o abandono, ello motivaría la prematura asunción
del rol de adulto, que se traduce en la obligación de trabajar para ayudar a mantener su familia y por lo tanto una
vinculación principalmente con el mundo externo –público participando escasamente en su hogar –ámbito
7
doméstico. Por otra parte, una imagen paterna poco ligada a los quehaceres del hogar, se traducirá en una
desmotivación hacia los mismos.
A juicio de Lira (1978) la actividad laboral de la mujer, producto de largos períodos de desocupación del esposo,
también llega a representar un obstáculo para la participación del padre en la crianza de los hijos, puesto que
esta implica una redefinición de los roles de autoridad al interior de la familia. n la crianza de los hijos, puesto que
esta implica una redefinición de los roles de autoridad al interior de la familia. Así, "...el ejercicio real de la
autoridad sobre los hijos y la representación de la familia hacia el exterior pasa, principalmente a la madre. Ello
conduce a una mayor inseguridad y frustración del varón, que se canaliza en agresividad hacia la mujer y los
hijos y en una baja participación en las actividades del hogar."
o La función del padre en el desarrollo psicológico infantil
Dentro de la psicología hay tres corrientes que han dedicado una mayor atención a la función paterna: la teoría
psicoanalítica, la teoría del aprendizaje social y la teoría sistémica. De las tres, nos parece, que la teoría
psicoanalítica pone los cimientos sobre las cuales se irán construyendo posteriormente las dos restantes, así
como gran parte de las ideas que inspiran las líneas de investigación que paulatina y tímidamente se han ido
desarrollando en tomo al tema.
Los aportes fundamentales los hizo inicialmente Sigrnund Freud, quien consideraba al padre representación y
símbolo de la ley, la autoridad y el poder (`). Para Freud (1973, 198 l), la importancia del padre cobraba especial
vigencia en lo que él denominó Período Edipíco.
El período Edípico se desarrolla entre los 3 y los 5 años aproximadamente. En él se produce una fuerte atracción
del niño o la niña por el progenitor del sexo opuesto y un rechazo hacia aquel del mismo sexo. La resolución del
conflicto tiene consecuencias en la vida adulta, en la medida que permite por una parte la identificación con
ambos padres; por otra, la identificación sexual con el padre del mismo sexo y la formación del súper yo. Una
inadecuada resolución da origen a conflictos neuróticos posteriores.
Para este autor, el padre tiene un papel primordial en la construcción del súper yo del niño. En el caso de la niña,
el súper ego se establecería con menos fuerza y sería más emocional. Sin embargo, la literatura indica que
Freud, puso el énfasis en la relación padre/hijo, quedando bastante menos explicitado y definido el rol del padre
en el desarrollo de la hija, es decir el "Complejo de Electra"
Posteriormente, algunos de sus seguidores así como otros autores de la corriente psicoanalí-tica, han trabajado
en tomo al tema realizando nuevos aportes, al centrar la mirada en etapas anteriores de la vida del niño, en el
denominado período preedípico y en la relación entre ambos padres.
Para Mahler (1955 en Bloss, 1984), la imagen estable de un padre en períodos tempranos es beneficiosa, y tal
vez un pre-requisito necesario para neutralizar y contrarrestar la característica de sobre sensibilidad del Yo del
niño frente a la amenaza de ser reabsorbido por la madre". La autora plantea que es a partir de los 9 meses
8
cuando el padre juega un rol crucial. Hasta esta edad el niño ha estado centrado en la madre con quien ha
desarrollado una relación simbiótica, sin embargo ahora el niño está interesado en explorar el entorno para lo
cual comienza a alejarse física y psicológicamente de la madre. La presencia del padre es muy importante,
puesto que representa algo nuevo y excitante, que pertenece al mundo exterior. Para esta autora, el padre
adquiere mayor importancia en el desarrollo infantil, en las que ella denomina subfase de práctica (entre los 9 y
14 meses) y subfase de re-aproximación (entre los 15 y los 24 meses), en que el niño o la niña se alejan de la
madre y luego la buscan y redescubren como individuo separado. En el intertanto la figura paterna cobra gran
importancia e interés para el niño, ya que no hay con el los sentimientos de ambivalencia que surgen con la
madre debido a la fusión simbiótica que existe entre ambos hasta ese momento.
Se señala que Stoller (1979 y 1982) plantea que el padre pre-edípico constituye un apoyo para la madre, modifica
comportamiento a través de premio y castigo, es modelo de identificación, y llega a ser objeto amoroso. Para
Loewald (195 1) el padre juega un papel importante apoyando el proceso de desarrollo del yo, de individuación y
de diferenciación. También plantea que el complejo de Edipo, permite el niño relacionarse con la demandas de la
realidad versus los deseos infantiles, de forma que el padre representaría la realidad externa están
interconectados y su calidad depende de la calidad de la relación madre-hijo, puesto que en este período es la
madre el primer y más importante objeto amoroso para el niño. Sin embargo, el embarazo constituye un período
de preparación tanto para la madre como para el padre. En este sentido el hombre también vive durante esta
fase, un proceso de aceptación y adaptación a la idea del hijo(a), que este autor denominó exaltación.
Para este autor el padre debe participar y ser involucrado en el embarazo y parto, para evitar el empobrecimiento
de ambos procesos. En la primera etapa el rol del padre consiste principalmente en disfrutar y compartir con la
madre la gran responsabilidad que el bebé representa. A través de su apoyo directo a la madre, el padre hace
posible que la madre pueda cumplir adecuadamente su función de "sostener al bebé con naturalidad y sin pensar
en ello" ejerciendo la "devoción corriente" que le permite establecer una conexión privilegiada con el bebe y de
esta forma satisfacer adecuada y oportunamente sus necesidades físicas y psíquicas.
Para Bettelheim (1989) tanto el padre como la madre son figuras fundamentales en el desarrollo del niño, si bien
al igual que Winnicot, considera que la madre es quien desempeña el papel más importante en los primeros años
de vida.
El complejo de Edipo se resuelve en su componente positivo antes de la latencia, facilitando la formación de este
estadio. El componente negativo suele ocurrir en la adolescencia tardía, favoreciendo la entrada a la edad adulta.
En cuanto al rol del padre en la Etapa de Latencia (6-7 años), desempeña un rol específico de "guía" que "sólo
puede configurarse en forma intencionada cuando este manifiesta interés y establece activamente un contacto
cercano con su hijo".
"Un niño entre los 6-7 años ha alcanzado un grado de organización intrapsíquica, madurez fisicoemocional, e
independencia que le permiten un relativo grado de autonomía, ligado a un descenso de sus conflictos internos,
9
sin embargo todavía requiere del apoyo emocional y nutritivo de sus padre. De allí que una de las principales
tareas del padre en esta etapa sea, favorecer que el niño desarrolle sus capacidades para adaptarse al mundo
externo, estimulando la motivación del hijo por intereses intelectuales y pasatiempos, por los deportes, el
desarrollo de habilidades corporales, así como fortalecer en el niño el control interno y el aprender a manejar los
estímulos que provienen de su mundo interno y del mundo externo.
Para Ross la buena relación con el padre durante la Latencia ayuda al niño "descubrir sus habilidades y talentos,
explorar sentimientos y experimentar con el mundo, contribuye a crear una identidad masculina paternal y
protectora que no esté dominada por caracteres agresivos".
Para Benedeck (1970, en Biller 1976) la paternidad es un proceso de adaptación progresiva, que en el período de
latencia pone en juego la capacidad de los padres para adaptarse a las implicancias de la expansión del mundo
del niño, para un creciente sentido de identidad personal y adaptación al ámbito externo.
Esto significa intentos del niño por liberarse psicológicamente de los padres, lo que implica sentimientos de
repudio, a lo que es importante no reaccionar con distancia y actitud defensiva, sino fortaleciendo la
comunicación(7).
Dentro de las funciones que se le atribuyen al padre en el psicoanálisis, está aquella relacionada con el papel que
juega cada uno de los progenitores en la formación de la identidad sexual de los hijos; donde tanto para el niño
como para la niña, es de gran importancia distintas identificaciones con ambos progenitores, las que van
estructurando el sentido de la identidad sexual.
En cuanto a los orígenes de la identidad sexual, los principales elementos que estructuran la representación de la
identidad genérica y el papel sexual de un individuo, el niño debe crearlas por sí mismo utilizando la información
que recibe de los padres. En este punto, se atribuye considerable importancia a las proyecciones inconscientes
de la madre en el bebé durante el primer año de vida. Estas proyecciones influyen a través de y en la forma en
que lo maneja y le habla, como también sobre sus deseos respecto al futuro del hijo. De crucial importancia es el
papel que el padre ocupa en la mente de la madre.
Dentro de la teoría psicoanalítica y las fases del desarrollo psíquico, McDougall (8) (1987) plantea que la crisis
edípica heterosexual involucra, entre otros factores importantes, el deseo de poseer en el sentido más literal de la
palabra, al progenitor del sexo opuesto, al tiempo que se desea la muerte del otro. Pero existe también un drama
edípico homosexual que implica un doble objetivo: tener posesiónexclusiva del progenitor del mismo sexo y ser el
del sexo opuesto. Todo niño y niña necesita realizar un duelo, tarea que le permite finalmente aceptar la
diferencia inaceptable desde el punto de vista narcicista, de la monosexualidad, renunciando a los deseos
universales de naturaleza bisexual e incestuosa presentes en todo ser humano.
o La presencia o ausencia del padre: dinámica familiar y desarrollo infantil
10
A pesar de los cambios que se han registrado a nivel social en términos de la incorporación creciente de la mujer
al mundo laboral y la difusión de los mensajes del movimiento feminista, al menos hasta mediados de la década
de los 80, las investigaciones no arrojaban resultados consistentes que reflejaran esos cambios a nivel familiar-
doméstico (Coverman y Sheley, 1986 en Fernández, Gross y Roceo, 1989).
Dado que el primer año de vida post natal es un período de inmadurez psíquica, la madre (sea por razones
biológicas o socioculturales) debe, por así decirlo, gestar al niño psicológicamente. El padre desempeña un papel
fundamental en la asistencia y descarga de las funciones de contención de la madre. Esta complementariedad de
la pareja permite que las funciones de cada uno se cumplan positivamente. Incluso, hay autores que basándose
en estudios realizados, puerperal, y falta de apoyo y participación del hombre en el cuidado del bebé y en las
tareas de la mujer. (Bar Din, 1989; Pincus & Dare, 1982).
En las familias con dos progenitores, la relación padre-hijo es diferente a la que existe entre madre-hijo.
Pedersen, Rubenstein & Yarrow (1973) consideran que el padre influye más que la madre en el desarrollo
cognoscitivo del hijo varón "cuanto más atención preste el padre a su hijo varón, será mas probable que éste sea
más brillante, atento, curioso y feliz a los 5 o 6 meses de edad".
7 En Errecart, Stoulman y Villagra (1989: 117 - 118)
8 D.W.Winnicott Exploraciones ¨Psicoanalítica II¨. Argentina, Paidós. 1991. Página 340.
Los mismos investigadores señalan que los niños criados sin padres tienden a retrasarse cognoscitivamente en
comparación a los que son criados por ambos padres, aunque la madre no parezca comportarse en forma
diferente. Señala Papalia que estas investigaciones muestran la importancia del padre en el desarrollo
cognoscitivo o también reflejan el valor de tener dos padres, así como las posibles desventajas económicas y
sociales de crecer en una familia uniparental. Cada progenitor aporta una personalidad distinta, independiente de
cómo sean estas personalidades- lo que influye el desarrollo en formas desconocidas. "No sabemos qué efectos
se originen del aprendizaje de los bebés que una acción similar traiga resultados diferentes, dependiendo de si
están con las madres o con los padres. Sin embargo parece claro que cualquiera que juegue el papel más
prolongado en la vida diaria del niño tendrá una influencia importante"(9).
Los padres inciden en el desarrollo social emocional e intelectual de sus hijos durante la infancia y todas las
etapas de la vida. Se observó un dato muy constante los padres afectuosos y sensibles que hablan a menudo
11
con sus hijos y tratan de estimular sus curiosidad contribuyendo a un buen desarrollo .Los hijos tienen un apego
seguro, están dispuestos a explorar, son sociales y dan señales de un desarrollo intelectual positivo. Convienen
que ambos progenitores tengan las dos cualidades anteriores y que se apoyen en su papel de padres, la
sensibilidad / ternura de los padres “es el aspecto mas influyente durante la infancia .No solo propicia un
funcionamiento psicológico sano en esta etapa sino que además … sienta las bases sobre las que descansara la
experiencia futura. (10)
Los estilos de crianza, de acuerdo a la definición, describen los modos como los padres reaccionan y responden
a las emociones de su niño. Su estilo de crianza se relaciona con la manera de sentir las emociones.
(“Sentimientos sobre los sentimientos” con frecuencia se denominan objetivo a sentimientos). Los estilos de
crianza son importantes porque la forma en que un padre interactúa con su niño sienta las bases para el
desarrollo social y emocional futuro del niño. Una de las maneras primarias de ayudar a su niño es ayudarlo a
que aprenda a manejar sus emociones. Sin embargo, para muchos padres, esto no es tarea fácil. Requiere
autoconciencia sobre su propio manejo de las emociones, un conocimiento de las emociones de los demás
(específicamente de su niño) y un método de respuesta. (11)
Dos dimensiones principales de la parentalidad. Cuando cruzamos las dos dimensiones, obtenemos cuatro
estilos parentales: aceptador y controlador (o con autoridad), aceptador y no controlador (o permisivo), distante y
controlador (o autoritario) y distante y no controlador (o no comprometido). (12)
9 Diane Papalia. Sally Wendkos Olds, Ruth Duskin Feldman. 8° edición pag. 435
10 Jay Belski 1981
11 Dr. John Gottman
12 Maccoby y Martín, 1983.
I. LA CRIANZA
La crianza es el proceso mediante el cual los padres esculpen el cuerpo y el espíritu de los niños. Los primeros
años son decisivos para la estructuración de la personalidad, al igual que para el aprendizaje de la configuración
de emociones. Esta debe estar sostenida en el respeto, la ternura, el amor, la consistencia, la sabiduría, la
esperanza y la alegría.
Los padres emplean diversos métodos de crianza según la situación, el niño, su conducta en el momento y la
cultura. Idealmente, los padres delimitan la autonomía del pequeño e instalan valores y autocontrol al tiempo que
se cuidan de no profundizar su curiosidad, iniciativa y aptitudes. Para lograr esta hazaña, deben equilibran los
aspectos de control y calidez.
La crianza es el inicio de la educación del ser humano. Todos tenemos claro que la crianza comienza en casa
pero no solo es ella que el niño aprende, sino también del entorno en el que vive y de la sociedad en que está
inserto.
12
Por esto que la crianza del niño no solo participan los padres, ya que de manera indirecta los padres necesitan
apoyo o muchas veces un guía que les ayude a entregar la mejor crianza y de manera indirecta está el trabajo de
los jardines o colegios, según sea el caso, y es aquí donde puede ser muy importante el trabajo de la educadora
de párvulos.
II. ESTILOS DE CRIANZA
II.1 DEFINICIÓN
Los estilos de crianza, describen los modos como los padres reaccionan y responden a las emociones de su hijo
(a), esta se relaciona con la manera de sentir las emociones.
A medida que los niños se convierten en las personas que les corresponde, su crecimiento puede ser un reto
complejo y deslumbrante. Los padres deben tratar con estos pequeños individuos de mente y voluntad fuertes
según su propio criterio, pero que todavía tienen mucho que aprender acerca de cuáles son las clases de
comportamiento que funcionan bien en una sociedad civilizada. Los padres de esmeran por tomar las decisiones
correctas para educar a sus hijos. Ellos quieren que sean seres humanos que disfruten de la vida, piensen bien
de si mismos y alcancen sus metas. También quieren que sus hijos aprendan a vivir en armonía con los demás y
a formar y a mantener relaciones constructivas y cercanas. Para lograr estos fines, los padres tienen que usar la
disciplina.
II.2 FORMAS DE DISCIPLINA
La disciplina se refiere a los métodos para enseñar a los niños autocontrol y un comportamiento aceptable.
Puede ser una poderosa herramienta de socialización.
¿Qué formas de disciplina funcionan mejor? La investigación del aprendizaje social ha comparado el refuerzo y el
castigo. Otros investigadores han estudiado formas de disciplina en términos de la calidad de interacción entre
padres e hijos.
Refuerzo y castigo
¿Qué vamos a hacer con ese niño? Dice la madre de Noel. “¡Cuánto más se le castiga, peor se comporta”.
En ocasiones, los padres castigan a los hijos para detener un comportamiento indeseable pero la investigación
demuestra que los niños suelen aprender más si se refuerza su buen comportamiento. Los refuerzos externos
pueden ser tangibles (dulce, dinero, juguetes o fichas) o intangibles (una sonrisa una palabra de aliento, un
abrazo, atención adicional o un privilegio especial). Cualquiera que sea el refuerzo, el niño debe verlo como un
premio y recibirlo de manera consistente después de demostrar el comportamiento deseado. Eventualmente, el
13
comportamiento debe suministrar su propio premio interno: un sentido de placer o realización. En el caso de
Noel, sus padres lo ignoran la mayor parte del tiempo que se porta bien pero lo reprenden o castigan cuando se
porta mal. En otras palabras sin quererlo refuerzan su mal comportamiento, prestándole atención cuando el niño
hace lo que ellos no quieren que haga.
Infortunadamente, los castigos físicos son muy comunes. Resulta irónico que en ocasiones los golpes estimulen
el comportamiento agresivo. Además del riesgo de causar lesiones, la agresión física o el castigo verbal puede
alentar a los niños a imitar a la persona que los castiga y a considerar la violencia como una respuesta efectiva a
los problemas.
Los niños a quienes se castiga con rudeza, con frecuencia llegan a tener problemas para interpretar las acciones
y palabras de las demás personas, y pueden atribuir intenciones hostiles donde no las hay. De otro lado, estos
niños pueden volverse pasivos porque se sientes desamparados; pueden volverse temeroso si los padres pieden
el control y gritan, vociferan, persiguen o golpean al niño.
A veces, un pequeño puede tratar de evitar a un padre castigador, debilitando la capacidad de la persona para
influir en su comportamiento (Grusec Y Goodnow, 1994).
A pesar de los efectos potencialmente negativos del castigo, en ocasiones algunas formas de este parecen
necesarias. Los niños tienen que ser reprendidos de inmediato y aprender a la fuerza a no atravesar una calle
corriendo o no golpear a otro niño en la cabeza con juguetes pesados.
Cuando se debe usar un castigo, los siguientes factores influyen en sui efectividad (Parke, 1977).
1. Inmediatez: cuanto menor sea el tiempo entre el mal comportamiento y el castigo más efectivo será
este.
2. Explicación: El castigo es más efectivo cuando está acompañando por una explicación corta y sencilla.
3. Consistencia: Cuanto más consistente sea el castigo que recibe un niño por el mismo mal
comportamiento, más efectivo será ese castigo.
4. La persona que castiga: Cuanto mejor sea la relación entre el adulto que impone el castigo y el niño,
tanto más efectivo será el castigo.
Aserción por poder, inducción y retiro del amor
Desde la perspectiva de la interacción de un padre con su hijo, la investigación ha identificado tres tipos de
disciplina: aserción por poder, inducción y retiro temporal del amor.
Aserción por poder incluye exigencias, amenazas, retiro de privilegios, golpes y otros castigos físicos por el
comportamiento indeseable. Las técnicas inductivas para producir el comportamiento deseable, que incluyen
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establecer límites, demostrar las consecuencias lógicas de una acción, explicar, razonar y escuchar las ideas del
niño. El retiro del amor puede tomar la forma de desconocer, aislar, o mostrar disgusto con el niño.
La mayoría de los padres utilizan una de estas estrategias dependiendo de la situación, tienden a usar el
razonamiento para lograr que un niño demuestre interés por los demás o para enseñarle los modales en la mesa.
Utilizan la aserción por poder para detener el juego cuando es demasiado brusco, y la usan justo con el
razonamiento para manejar la mentira y el robo. En ocasiones utilizan la aserción por poder para lograr la
atención de su hijo (elevando el tono de voz o levantando al niño cuando no se quiere mover) y luego razón con
el para dejar su posición en claro (Grusec y Goodnow, 1994).
La elección y efectividad de una estrategia disciplinaria puede depender, en parte de la personalidad del padre, la
personalidad y la edad del hijo y la calidad de su relación, a así como de las expectativas y costumbres basadas
en su cultura. Un niño interpreta y response a la disciplina en el contexto de interacciones continuas con un
padre. Por consiguiente, algunos investigados han estudiado estilos generales o patrones de paternidad. Según
estudios psicológicos (Diana Baumrind), los estilos de crianza, tiene tres fundamentos para la educación del niño:
autoritario, democrático y permisivo. Según Baumrind, existen padres que ejercen mucho control sobre sus hijos
intentando intervenir en su comportamiento para determinar distintas conductas.
A continuación definiremos los tres tipos de crianza.
II.3 TIPOS DE ESTILOS DE CRIANZA
o Estilo de crianza autoritaria
Los padres autoritarios siempre tratan de estar en control y de ejercer este sobre los hijos. Estos padres fijan
reglas estrictas para tratar de mantener el orden, y normalmente lo hacen sin demostrar mucho afecto o cariño al
infante. Tratan de establecer normas de conducta disciplinada y generalmente son muy críticos de los menores
porque no satisfacen los criterios que ellos mismos les plantean. Les dicen a los niños lo que deben hacer, tratan
de hacerles obedecer y normalmente no les dan opciones para escoger.
Los padres autoritarios no explican porque quieren que sus hijos hagan las cosas. Si un niño pregunta sobre una
regla u orden, quizás el padre le conteste, “porque yo dije” u otra frase usualmente usada es “porque soy tu
padre”. Los padres tienden a concentrarse en el comportamiento negativo, en vez del positivo y castigan o
regañan a los niños, muchas veces severamente, porque estos no siguen las reglas y la mayoría de las veces los
padres autoritarios no son capaces de felicitar a sus hijos por algún logro realizado.
Los hijos de padres autoritarios generalmente no entienden porque sus papas exigen cierto comportamiento tan
riguroso y estricto. Ya que estos padres con frecuencia castigan a sus hijos por no acatar toda las reglas que
ellos les imponen el exceso de autoridad hace que los niños pierdan sus creatividad, además los puede3 llevar al
fracaso escolar, ya que ni los mismos estudios les incentiva, ya que están siendo totalmente criticados por todo lo
que realizan estando bien o estando mal.
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Los padres autoritarios, imponiendo sus reglas, gritando, viendo siempre los errores y nunca las cosas buenas,
juzgando y siendo muy exigentes; lo que están logrando en sus hijos e hijas es provocar la baja autoestima,
miedo, inseguridad y poca creatividad en los menores, impidiéndoles experimentar y descubrir cosas nuevas,
poniendo limitas en su propia imaginación de los niños y niñas. La crianza autoritaria no es solo tratar duro,
implica el desconocimiento de la opinión del otro, en ese sentido, un niño cuyos criterios no se toma en cuenta
crece copiando el mismo, modelo o creyendo que no tiene criterios para decir o hacer algo sensato.
Por eso es que aquí donde los padres han de percatarse que la autoridad se basa en la protección del niño y no
ene creer que por ser adulto siempre se tiene la razón. En que la disciplina se hace con amor, sin gritos y
permitiendo la partición del otro en la toma de decisiones. De tal manera es importante y de gran relevancia
escuchar las opiniones de los hijos, ya que los padres autoritarios igual niños sumisos, con miedo a expresar sus
sentimientos de infantes.
o Estilo de crianza Permisivo o Liberal
El concepto de “Padres permisivos o liberales” tiene su fundamento en la crianza en la cual basa en su carácter
los padres que poseen absoluta flexibilidad en cuanto a los límites que exigen a sus hijos, dejando en la mayoría
de los casos a los niños y niñas en total libertad de hacer lo que deseen, por lo cual, tienden a consentir el
comportamiento que posee el infante, pretendiendo aceptar que su conducta es la adecuada sea así o no.
Este tipo de educación en general, no ejerce la autoridad que tiene como padre de manera que el niño no percibe
límites ni pautas de conducta, ante la ausencia de mando, el niño suele tomar el poder.
El soporte que fundamenta la crianza de los padres liberales o permisivos radica en que estos pretenden hacer
que el nuño o la niña sean capaces de tomar sus propias decisiones, editando su comportamiento atreves de su
propia conciencia y autocontrol, logrando de esta manera establecer sus propias reglas e imponiendo el criterio
que ellos crean posible para su conducta, es decir, se entiende que los hijos deben crecer en libertad, sin
ponerles limites, o al menos que estos deben ser los mínimos.
La principal falencia de este tipo de crianza radica en las veces que estos padres desean regular el
comportamiento de sus hijos, ya que estarán literalmente a disposición del niño o dela niña y por lo tanto, los
contralaran y muy pocas veces estos llegaran a cumplir dicha orden, recurriendo a “rabietas” que en muchas
ocasiones avergüencen a l adulto, es decir, son padres que muestran extrema tolerancia a los impulsos que
demuestran sus hijos y utilizan muy poco o nunca el castigo para disciplinarlos.
o Estilo de crianza Democrático o Autoritativo
Son padres exigentes que atienden a las necesidades de sus hijos; los cuales establecen estándares claros y son
firmes en sus reglas. Utilizan sanciones de manera adecuada; apoyan la individualidad e independencia de los
hijos; promueven la comunicación familiar y respetan tanto los derechos de los hijos como los suyos propios; otro
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aspecto muy significativo de este tipo de padres es que ajustan las demandas que hacen a sus hijos de acuerdo
con sus diferentes niveles de desarrollo.
Los padres democráticos explican a sus hijos las razones de las normas que establecen; reconocen y respetan
su independencia, negociando con ello y tomando decisiones en conjunto. Son padres que responden a las
demandas y preguntas de sus hijos mostrando tensión e interés.
Según investigaciones psicológicas este estilo favorece a la autonomía del niño ya que los padres emplean un
estilo comunicativo efectivo, caracterizado por una amplia comunicación comprensiva y bidireccional, repartiendo
a la vez adecuadas dosis de disciplinas y normas; lo que no se ve en el padre permisivo ya que no ofrece la
orientación y la disciplina que el niño necesita para ser autónomo ni en el caso del padre autoritario, donde se
aprecia que controla a los hijos de una manera muy estricta, utilizando el castigo y los golpes que causan
inseguridad y temor en el niño.
II.4 FACTORES QUE ALTERAN EN LOS ESTILOS DE CRIANZA
o La clase social, riqueza e ingresos son factores que ejercen el más fuerte de los impactos en cual sea
el método escogido por los padres en la crianza del hijo.
o La falta de dinero es encontrada como un definitivo factor en el estilo de crianza. Como el tiempo
cambia así lo hace la forma en que los padres crían a sus hijos.
o Las prácticas de crianza que utilizan los padres se relacionan con los problemas de conducta de los
hijos.
o Como prácticas de crianza inadecuadas: afecto negativo, castigos físicos, control autoritario y énfasis
en el logro.
o Los hijos tienen mayor probabilidad de presentar problemas de conducta tanto externos como internos.
Concretamente,
o El afecto negativo predice conducta agresiva, problemas de atención y de comportamiento.
o El control autoritario predice ansiedad, depresión y el énfasis en el logro, problemas sociales.
o La relación entre los conflictos matrimoniales, las pautas de crianza y el comportamiento de los niños
son problemas comportamentales que aumentan en la medida en que aumentan los conflictos
matrimoniales y las prácticas de crianza inadecuadas (como control autoritario, énfasis en el logro y
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castigos no físicos), y disminuyen las adecuadas (como expresión de afecto, guía razonada y disfrutar
con el niño).
o La influencia de los padres y madres en relación al trato como: jugando con ellos, amándolos,
demostrando su afecto y sobre todos diciendo las palabras como te quiero o te amo.
II.5 IMPORTANCIA DE LOS ESTILOS CRIANZA
o Los niños más amados se convierten en adultos más tolerantes con los demás, más comprensivos y con
más interés por los demás.
o Son niños más seguros y tienen la capacidad de tomar decisiones.
o La importancia de escuchar a los hijos, de tal manera que estos puedan vivir en corrección con sus
padres, evitando futuras complicaciones en la convivencia familiar.
o La importancia de la entrega total de cariño, afecto y confianza en los hijos logra alcanzar altos niveles
de independencia y seguridad.
o El niño gana autoestima simultánea a las apariciones de varias competencias cada vez mayores.
o Se obtendrá niños con una buena personalidad y una buena relación con su entorno social y cultural.
o Le permite al niño desarrollar sus propios intereses permitiéndole crecer dentro su propia persona, pasar
mucho tiempo familiar, crear sus propias decisiones, limitar el uso de dispositivos electrónicos y usar
más juguetes simplistas.
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ESTILOS POSITIVO NEGATIVO CONSECUENCIAS
AUTORITARIO Acatan normas y reglas que le imponen los padres.
o Los padres ejercen mucha autoridad y poco afecto.
o Los padres dan poco apoyo y calor a sus hijos.
o Los padres son demasiado exigentes.
o Los padres establecen rígidas reglas y pocas explicaciones.
o El niño no aprende a decidir por sí solo.
o En la adolescencia el niño puede ser rebelde, o la vez muy sumiso ante atrás externas a su familia.
o Le puede traer consecuencias en su personalidad por la falta de esta.
PERMISIVO
o Hay presencia de mucho afecto por parte de los padres.
o Dan mucho apoyo y calor a sus hijos.
o Hay presencia de confianza mutua.
o Los padres quieren darle su espacio al niño.
o Los padres ejercen poca autoridad.
o El exceso de libertad termina en libertinaje.
o Hay solo amenazas de castigo.
o Aquí están presentes los niños manipuladores.
o Como consecuencia puede ser las rebeldías sin límites.
o No hay acato de ningún tipo de órdenes.
o Existe desorden en su vida, no tiene claro lo que quiere ya que por nada quiere estar sometido.
DEMOCRÁTICO
o Hay presencia de padres con equilibrio al ejercer autoridad y afecto.
o El niño puede dar su punto de vista ante diversas situaciones.
o Importa lo que piensa y sienta el niño.
o En algunas situaciones puede llegar a perderse el control y autoridad ante los hijos.
o Tienen personalidad ante distintas situaciones.
o Tienen buen rendimiento escolar.
o Poseen autocontrol.
o Lleva ordenada y de respeto ante otros.
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o Los padres ayudan a que los niños a aprender a valerse por sí mismo.
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I. AUTONOMÍA
I.1 DEFINICIÓN
La autonomía refiere a aquella capacidad que ostentan los seres humanos de poder tomar decisiones sin la
ayuda del otro, es decir, si bien muchas veces utilizamos la visión del otro para no equivocarnos a la hora de
elegir o tomar una decisión en algunos temas cruciales, en realidad, buena parte de las acciones, decisiones y
elecciones que hacemos en nuestra vida cotidiana las hacemos nosotros mismos y esto es gracias a esta
capacidad que nos permite hacerlo.
Para que los niños sean independientes y desarrollen cierta autonomía en sus vidas, dependerá mucho de la
educación que se le brinde tales como: desarrollo integrado de la persona, espiritual –trascendente, psicológico –
desear, biológico.
En los niños y niñas es muy importante fomentar y potenciar el desarrollo y adquisición de la misma, por las
siguientes razones:
o Aumenta la autoestima.
o Desarrolla la responsabilidad.
o Fomentamos el desarrollo de la capacidad de aprender a aprender.
o Están más predispuestos/as para afrontar nuevos aprendizajes.
I.2 FASES SEGÚN PIAGET
Piaget estudió el desarrollo cognitivo de los niños analizándolos durante sus juegos y mediante entrevistas,
estableciendo (entre otros principios) que el proceso de maduración moral de los niños se produce en dos fases,
la primera de heteronomía y la segunda de autonomía:
o Razonamiento heterónomo: Las reglas son objetivas e invariables. Deben cumplirse literalmente,
porque la autoridad lo ordena, y no caben excepciones ni discusiones. La base de la norma es la
autoridad superior (padres, adultos, el Estado), que no ha de dar razón de las normas impuestas ni ha
de cumplirlas en todo caso.
o Razonamiento autónomo: Las reglas son producto de un acuerdo y, por tanto, son modificables. Se
pueden someter a interpretación y caben excepciones y objeciones. La base de la norma es la propia
aceptación, y su sentido ha de ser explicado. Las sanciones han de ser proporcionales a la falta. El
tránsito de un razonamiento a otro que se produce durante la pubertad.
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I.3 Estadios según Kohlberg
Lawrence Kohlberg continúa los estudios de Piaget, esta vez planteando dilemas morales a diferentes adultos y
ordenando las respuestas. Sus estudios recogieron información de diferentes latitudes (EE.UU, Taiwan, México)
para eliminar la variabilidad cultural, y se centraron en el razonamiento moral, y no tanto en la conducta o sus
consecuencias. De esta manera, Kohlberg estableció tres estadios de moralidad, cada uno de ellos subdividido
en dos niveles. Se leen en sentido progresivo, es decir, a mayor nivel, mayor autonomía.
o Estadio preconvencional: las normas se cumplen o no en función de las consecuencias.
Nivel 1: Orientación egocéntrica. La norma se cumple para evitar un castigo (ejemplo: no le pego a mi
compañero de pupitre porque si no me castigan).
Nivel 2: Orientación individualista. La norma se cumple para obtener un premio (ejemplo: hago mis
tareas escolares porque así mis padres me compran una moto).
o Estadio convencional: las normas se cumplen en función del orden establecido.
Nivel 3: Orientación gregaria. La norma se cumple para satisfacer a los demás (debo ser buen chico
para que mis padres se sientan orgullosos de mí).
Nivel 4: Orientación comunitarista. La norma se cumple para mantener el orden social (debo cumplir con
mi función dentro de la sociedad).
o Estadio postconvencional: las normas se cumplen en función de la aceptación individual y de los
valores que comportan.
Nivel 5: Orientación relativista. La norma se cumple en función de un consenso, y no se pueden
desobedecer (debo respetar las normas en beneficio común y en función de un consenso voluntario).
Nivel 6: Orientación universalista. La norma se cumple cuando respetan valores universales, y si no, se
desobedecen (cualquier acción se basa en el respeto de la dignidad de los demás, o de lo contrario es
legítima la desobediencia).
Lawrence Kohlberg afirma que los niños viven en el primer estadio, mientras que apenas un 20% de los adultos
llegan al nivel 5, y solamente un 5% alcanza el nivel 6. A pesar de las críticas contra el modelo de Kohlberg, hoy
en día goza de amplio consenso y reconocimiento.
I.4 CARACTERÍSTICAS DE LA UTOMONIA EN LOS NIÑOS
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o Niños autónomos
Realizan su actividades diarias
Adecuada autoestima
Es muy responsable
Tiene visión
Capacidad resolutiva
o Niños no autónomos
Es un niño que no sabe lo que debe o quiere hacer.
Requiere continuamente la ayuda o la mera presencia del padre, madre u tutor.
Siempre anda preguntando donde tiene que ir, donde están las cosas, al menor problema que le ocurra
acude a un tercero.
No respeta reglas de grupo
No sigue instrucciones
Actúa impulsivamente
No resuelve conflictos por sí mismo
o Causas de los niños no autónomos
Los padres suelen anticiparse a las acciones de los niños porque creen que sus niños no tienen
capacidad de realizar ciertas cosas solos.
Por evitar que se hagan daño, hay sobreprotección.
Por comodidad para conseguir resultados más rápidos.
I.5 COMPONENTES DE LA AUTONOMÍA
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o Auto concepto: Se refiere a reconocer sus cualidades y capacidades. Confiar en si mismo y en su
capacidad para resolver problemas.
o Memoria autobiográfica: es la capacidad de aprender de los propios errores y capitalizar sus
experiencias.
o Jerarquía de valores: es pasar de una ¨¨moral heterónoma¨ a una ¨moral autónoma¨. Importancia del
modelo en la educación de valores.
o Habilidades de planificación: Es distinguir entre objetivos últimos y metas intermedias, también
parcelar las tareas con mucha dificultad en micro tareas más manejables. Jerarquizar la urgencia o
importancia de las tareas y situarlas en momentos adecuados. Emplear habilidades de comunicación
para pedir información o ayuda.
o Habilidades éticas: En situaciones de tensión entre los propios intereses y los del otro, actuar y tomar
decisiones de acuerdo a los principios aprendidos.
I.6 HABILIDADES Y HÁBITOS PARA LA AUTONOMÍA
o Área del autocuidado: Incluye todas las habilidades relacionadas con la autonomía en la salud, el
aseo, comida, higiene, y aspecto físico.
o Área de la autodirección: habilidades relacionadas con la autorregulación del propio comportamiento,
comprendiendo las elecciones personales, seguimiento de horarios, finalización de tareas, resolución
autónoma de tareas, búsqueda de ayudas cuando lo necesiten, respecto a normas, tolerancia a la
frustración.
o Área de la comunicación: comprende las capacidades para la comprender y transmitir sentimientos,
emociones y opiniones de forma asertiva.
o Área de las habilidades académicas: capacidad de planificación y organización del trabajo,
responsabilidad, cumplimiento de tareas.
o Área dela habilidades sociales: capacidad para desenvolverse en comunidad, respetar las normas de
grupo, controlar los impulsos, esperar turnos, ayudar y cooperar con otros, repstar a otros niños.
o Área del ocio y tiempo libre: desarrollar interés variados de ocio y satisfacción en el hogar., en la
comunidad y la participación adecuada en juegos y situaciones sociales de ocio.
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o Área de la salud y seguridad personal: referente a la capacidad de tomar precauciones realistas ´para
mantener de la salud y defenderse frente a comportamientos potencialmente agresivos. Saber decir no.
o Área de la vida en el hogar: habilidades que nos permiten la autonomía en la casa: obtención de
alimentos, orden en su entorno, cuidado de sus pertenencias, normas de convivencia.
CLONCLUSIONES
Enseñar supone un gran ESFUERZO por parte de todas las personas implicadas tanto a los adultos
como a los niños.
Pasar de una etapa a otra supone un esfuerzo, debido que para ello es necesario desprenderse de lo
conocido y afrontar lo desconocido.
Si evitamos el esfuerzo porque lo vemos pequeño, para que no sufra, no tenemos tiempo, es más
cómodo… Evitamos también la SATISFACCIÓN de lograr algo que solamente se consigue con
esfuerzo.
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Le animamos a CRECER cuando le enseñamos a desprenderse de nosotros, cuando aprende a ser
autónomo.
Si en cada etapa de la vida enseñamos al niño todo aquello que está preparado para aprender, se
sentirá dispuesto a aprender y encantado de hacerlo. DISFRUTAN APRENDIENDO. Debemos
armarnos de paciencia y mantener una actitud positiva.
Son muchas las actividades que hay que realizar a lo largo de un día. Si hacemos todo por nuestro hijo
le perjudicaremos a ellos (los haremos DEPENDIENTES) y nos agotaremos nosotros.
APRECIACIONES
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RECOMENDACIONES
Tratar al menor (hijo) con mucho respeto y atención.
Entablar una conversación con el pequeño haciéndole preguntas con respecto a sus actividades que
realiza.
Evite regañarle, gritarle y golpearle.
Si su hijo se porta mal en público, llévelo a casa, converse calmadamente evitando humillarlo.
No sea permisivo en un momento y estricto en otro.
Asegúrese de que todos sigan las reglas, siendo ejemplo el que los impone (padre, madre o tutor).
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Haga promesas sólo cuando está seguro de poder cumplirlas.
Anime a su hijo. Ayude a fomentar su confianza en sí mismo. Dígale, "Yo sé que lo puedes hacer" o,
"Has trabajado muy duro en eso".
Evite las críticas. No compare a un niño con otro.
Exprese su amor, cariño, en todo momento. Diga las palabras, "Te quiero". Dele palmaditas, besos y
abrazos.
Dedique tiempo a la diversión, haga actividades que ambos disfrutan como ir al parque, ir a la losa
deportiva, ect.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Diane Papalia. Sally Wendkos Olds, Ruth Duskin Feldman. 8° edición pag. 435
Stuart Mill: Ausencia de coerción sobre la capacidad de acción y pensamiento del individuo.
Jean William Fritz Piaget: Proceso de maduración moral de los niños se produce en dos fases.
H. Tristán Engelhartd: Autoridad para las acciones que implican a otros se deriva del mutuo
consentimiento que involucra a ambos.
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