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NachoVegas
litica de hechos
consurnados(It lat s, mon6logos y poemas)
"Nacho Vegas nos ha dado un pufiado de paginas
en las que se pasa las noches y muchas mananas
siendo infiel, insoportable, violento, pasivo, sincero,
mentiroso, egocentrico, huidizo, miedoso, cinico,
golpeado y of en d ido con el y con I mundo,
. unas paginas que hieren y duelen cada v z quereta a duelo a un lector que erda sab rio todo
y termina por querer saberlo todo."
J su s Llorente
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NACHO VEGAS
Ignacio Gonzalez Vegas (Gij6n, 1974), mas
conocido como Nacho Vegas, es musico de rock.Estudio Filologia Espanola en la Universidad de
Oviedo. Despues de formar parte de varias bandas
comenzo a publicar discos en solitario. Los albumes
Aclos inexp/icables (2001), Cajas de musica diflci-
les de parar (2003) y Desaparezca aqui (2005),
todos editados por Limbo Starr, son algunos de
ellos, as! como los epes Miedo al zumbido de los
mosquitos (2002) y Canciones desde palacio (2003)
y el mini album Esto no es una salida (2005). Ha
colaborado puntualmente con distintos medios
impresos como EI Mundo, Ladinamo, Les Noticieso GQ, y participo con un relato en el libro
Canciones Contadas (Editorial Km. 1,2001).
Politica de hechos consumados, conjunto de tex-
tos de diversa forma y naturaleza, es su primer libro.
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Nacho Vegas
Politica de hechosconsumados
(Relatos, monologos y poemas)
© Nacho Vegas
www.nachovegas.net
© De la presente edicion: Limbo Starr, 2006
Arascues, 55 - 28023 Madrid
www.limbostarr.com
Cubierta de C. S. Ulla
ISBN: 84-609-8722-1
Deposito Legal: M-8842-2006
Impreso en Espana
Parametres Graficos, S. A.
CI Santa Maria de la Cabeza, 128 - 28019 Madrid
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Para Juan Luis Ablanedo
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Y si bien en muchos de sus aspectos visibles
este mundo parece hecho en el amor;
las esferas invisibles fueron creadas en el terror.
Herman Melville, Moby Dick
Yespero que no te importeque me apropie de tu vida privada
fa azote sobre la mesa
y la trocee
con un cuchillo
Smog, You Moved In
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INDICE
Prologo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
Figuritas humanas (Elipsis, Iluminaciones, Etcetera) . . 15
Zumbidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
Huida. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
Gente suertuda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
Voces. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30
Cuidado con los alemanes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
La oi llegar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
Seres hipoteticos y seres poco memorables . . . . . . . . 34
[Para una persona ...] . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
Amaneceres secos y enfermos . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
Familia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
Muiiecos llenos de serrin (extracto) . . . . . . . . . . . . . . 39
Inundacion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
Nueva seronda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
Muiiecos llenos de serrin (extracto) . . . . . . 43
L1amadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
Las primeras noches sin Ud. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
Mufiecos llenos de serrin (extracto) . . . . . . . . 51
Primera vez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
Las cosas del dia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56
Tormentas electricas 57
En el 13 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
6 anotaciones en la libreta verde. . . . . . . . . . . . . . . . 60
EI angel Simon (Relato) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
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EI colchon .
Los afios de la caseta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Congelados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Ortigas .Vestigio .
Educaci6n .
Esto no es una salida .
Canci6n pirata . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
[Tengo un reproche que hacerle al mundo] .
PROLOGO
66
67
69
70
72
73
7S
81
82
La (mica vez que Nacho Vegas me pregunt6 que me parecia su
libro Iedije "me gusta, sobre todo las partes de ficci6n". La ver-
'dad es que mi respuesta iba mucho mas alla de Iabroma privada,
Porque es en obras como Politica de hechos consumados donde
mejor podemos distinguir entre verdad y realidad. Aqui, muchostextos reflejan la realidad, ese f1uirde mi-vida-contada-por-otro-
que-a veces-soy-yo, pero TODOS, la poesia y la prosa y hasta los
agradecimientos 0 las citas, son de verdad. 0mejor dicho, son la
verdad tal y como Nacho nos la quiere contar. Todo escritor sabe
que la verdad esta en la ficcion: la una sin 10otro son tan s610
media vida pugnando por no convertirse en la otra media. Creo
que la base de muchos relatos y poemas son cierto ritmo. 0mejor
dicho, que el ritmo que el autor tiene en su cabeza al escribirlos y
luego leerlos para si, al darlos por buenos, coincida con el ritmo
del lector al leerlos (tambien para sl). Aqui el ritmo es el mismo
de unos pasos que intentan cruzar un rio que pudo ser cristalino y
se ha convertido en una cienaga al alcance de todos. EI ritmo de
las luces y sonidos del parque tematico Vegas,con sus carruseles,
su tren del terror, su mujer barbuda y su come-fuegos. EIhombre
mas sensible del mundo es tarnbien el mayor hijo de puta del
mundo. La noria se para en 10mas alto y todos vomitan. En los
banos de la feria la gente Ileva lintemas para verle la cara a todo
aquel que se acerca, sean cuales sean sus intenciones. Nacho
Vegas sabe que el caracter es el destino, y escribe en consecuen-
cia. Nacho Vegas es alguien capaz de cortarle las alas a un angel
para luego lamer sus heridas. Alguien que sabe que el deseo hace
que el sexo parezca mejor de 1 0 que en realidad es, de 10que sera
nunca. EIcuerpo a cuerpo de cada pagina consiste en estudiar a unenemigo que ya saluda desde la futura foto de uno mismo. Hay
momentos en los que parece que todo 1 0 que sabe Nacho sobre la
vida y la supervivencia cabe en una frase, en un verso, palabras
que prenden en nuestros dedos al leer. Estamos ante un libro que
10dice todo, y que no necesita que se hable de ciertas cosas para
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que las entendamos perfectamente. La infancia, los bares de extra-
rradio, los bloques de pisos de proteccion oficial , los disco-pubs,
los cuartos oscuros donde buscamos a lgo que nunca lograremos
encontrar, el sexo-basura, el orgasmo-basura, el deseo cociendose
a fuego lento, l a necesidad de hui r tras aquel orgasmo (casi siem-
pre el de otros), algun que otro utero y todas esas pollas comoculebras venenosas... todo confluye en una vida en constante
movimiento que parece haberse construido con un elemento
nuevo de la tabla peri6dica. En las lagunas de la memoria de
Nacho -del Nacho autor, de l Nacho en primera persona- habitan
monstruos submarinos, misteriosas especies que parecen venir de
otro Mundo y de otro tiempo, de cuando cada disco y cada l ibro te
decia que estabas solo y que siempre ibas a estarlo por Mucha que
exist ieses en el Mundo de los otros, ojeroso y emboscado. Ciertas
decis iones solo pueden tomarse desde cierta militancia, y el haber
escri to este l ibro implica una valentia absoluta, emocional y geni-
tal. Nacho Vegas nos ha dado un punado de paginas en las que se
pasa las noches y muchas mananas siendo infiel , insoportable,
violento, pasivo, sincero, mentiroso, egocentrico, huidizo, miedo-
so, clnico, golpeado y ofendido con el y con e l mundo, unas pagi-
nas que hieren y duelen cada vez que reta a duelo a un lector que
creia saberlo todo y tennina por quere r saberlo todo.
FIGURITAS HUMANAS
(Elipsis, Iluminaciones, Etcetera)
Jesus Llorente
Tomemos a esta familia, por ejemplo. Tenemos a Padre y tene-
mos a Madre. Ahora intentaremos examinar sus vidas desde cerca
(no demasiado; tomando cierta dis tancia): Se casaron a las edadesde 22 (el) y 19 (ell a). EI habia combat ido muy joven en la Guerra
Civil en el banda de los naciona les, y despues tuvo una bril lante
carrera militar. Ella trabaj6 en casa toda su vida. En el segundo
atio de casados tuvieron un hijo, a quien llamaremos a partir de
ahora Hombre. Padre y Madre se iban de vacaciones una vez al
a fio a una residencia mi lit ar en Alicante. El resto del ti empo eran
frecuentes las ausencias de Padre, que llegaban a durar var ios dias,
Ad6nde iba y que hacla durante estas escapadas son datos que
ignoramos. Asi que las l lamaremos Elips is . Madre tampoco sabia
nada, 0 mas bien sabia pero figuraba que preferia no saber, que
para el curso de los acontecimientos viene a ser 1 0 mismo. Con la
lIegada de la democrac ia Padre abandon6 el ej ercito y comenz6 a
trabajar para una compaftia de seguros. En algun momenta a 1 0
largo de la decada de los ochenta tuvo lugar la ultima de las
ELipsi s. Madre, resignada , pennanec i6 en casa sin hacer nada ni
decir nada a nadie. AI cabo de cua tro dias recibi6 una lIamada de
la compafl ia de seguros preguntando por su marido. Que se habia
largado con trescientas mil pesetas de la empresa, Ie dijeron. Ella
se encogi6 de hombros y colg6. Transcurrieron tres dias mas y
Padre volvi6 a casa. Ignoramos c6mo 1 0 hizo, porque habia vendi-
do su coche, aunque esto no sabemos con certeza si ocurri6 antes
o durante la Ultima Elipsis. Por su aspecto se hubiera dicho que no
se babia cambiado de ropa en varies dias. Madre Ie pregunt6:"Vuelves porque te has quedado sin dinero, i.verdad?" EI se meti6
la mana en los bolsil los de l pantal6n y sac6 1 0 unico que habia en
e llos: un bi lle te de mil pese tas, que mostr6 con t imidez a Madre a
modo de asentimiento. Despues de esto pagaron la deuda a la
companla de seguros como pudieron, que fue con ayuda de
Hombre, y Padre dej 6 de trabajar. Al poco tiempo tuvo que acudir
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• • •
ahora Hi jo (observese que Hijo es en rea lidad nieto de Padre y de
Madre). Ciertamente Hombre no habia sido un mal estudiante.
Acab6 sus estudios en la escuela de peri tos indust riales y en poco
tiempo consigui6 un empleo en el ramo de la siderurgia.
(Mencionemos tambien, para no hacer pasar a Hombre por un ser
excesivamente racional , que en estos sus anos de j uventud lIeg6
incluso a escr ibir un librito de versos). Mujer real ize estudios de
magister io . Ejerci6 de maestra por espacio de dos afios , y abando-
n6 su puesto con e l nac imiento de Hijo, pa ra dedicarse por entero
a los cuidados de este y de la casa. Las cosas no les fueron mal.
LJeg6 la democracia y ellos y sus amigos brindaron con jubilo,
Hombre mil it6 ac tivamente en el partido comunista hasta que los
soc ia listas ganaron las primeras e lecciones. Entonces se fue con
estos. Hombre lucia unas pobladas patillas y gustaba de citar a
grupos de musica moderna. "Los tiempos estan cambiando, como
cantaba Dylan", e ra uno de sus comenta rios favoritos. Muj er, en
cambio, habia pertenecido siempre al partido socialista.
En los ochenta, su situaci6n parecia que iba a mejorar. AHombre Ieofrecieron un empleo publico muy bien pagado yaban-
dono la siderurgia. De alguna manera, poco nos importa como,
consiguio un finiqui to de diez mil lones de pesetas. Hombre , que
se habia ya afeitado sus patil las, comenzo una larga serie de 10que
lIamaremos Nuevas Elipsis, acerca de las cuales esta vez Muj er sl
queria saber, a pesar de que Ie sirviera de bien poco. Es por esto
que podemos decir que Hombre se largo a ltalia con su amante, a
la que no lJamaremos de ninguna manera en parti cula r, aprove-
chando 10que debia haber sido un viaje de trabajo, y en apenas
una semana dio buena cuenta de los diez mil lones.
Hombre co rnenzo a beber. En realidad siempre hab ia bebido,
pero es en este punto cuando comienza a beber mucho. Cuando e l
l Iegaba por la noche , Muje r queria hablar, y 10bacia en voz baj a y
pausada, casi un susurro que Hijo apenas podia intuir des d e su
dormitorio. Hombre, en cambio, 10hacia a gri tos, con la boca pas-
tosa y el ali ento apestando a gUisqui , t anto que Hi jo casi 10podia
oler desde su dormitor io. Las Nuevas El ipsis se sucedie ron, una
al hospital, aquejado de unos dolores en.Ia pierna, y Ie descubrie-
ron un princ ipio de gangrena. Despues de varios meses de inter-
minables pruebas tuvieron que amputar , y durante un tiempo se las
arregl6 como pudo con una pierna ortopedica, AI principio logra-
ba desp lazarse hasta e l ba r al otro lade de la ca ll e, donde se toma-
ba un vino y echaba la partida. Luego ya no se movie de casa mas
que para ir aI hospital , donde Ie seguian hac iendo pruebas. Sus
amigos en el bar evi taban habla r de el mient ras jugaban a las car-
t as, y ninguno cruzo la cal le para hacerle una visita . Pad re, diga-
moslo ya, se habia convert ido en un viejo cascarrabias. Sin embar-
go, no Ie fa lta ron los cuidados de Madre . Dejaron de dormir j un-
tos. Ella Ie prepare la cama en la salita de estar, y puso a los pies
de esta un orinal. Sin perder jamas su gesto tranquilo, Ie daba de
comer, 10lavaba y recogia sus excrementos . A veces se sentaba en
la cocina, a solas, y aunque ella llamara a voces, algo que hacia
constantemente, el la fingia no of rio y se perd ia un rato en e l bos-
que de sus pensamientos. ( ,Cual era este? Lo ignoramos.
Madre recibio un duro golpe con la muerte de su hijo(Hombre) aunque sobre este punto volveremos mas adelante.
Padre no sufrio tanto, porque habia comenzado a desvariar y a no
darse cuenta de las cosas . Su salud se complico cuando Iediagnos-
t icaron una diabetes tardia. Fina lmente Ie tuvie ron que ingresa r y
Ie amputaron la otra pierna. Murio en el hospital, y Madre no
1I0ro, acaso porque ya 10 habia llorado todo con la muerte de
Hombre, acaso porque 10 que en realidad sinti6 fue una intensa
sensacion de alivio.
Retrocedemos un poco. Nos ocuparemos ahora de la edad
adulta de Hombre . EI tambien se caso joven, casi t anto como sus
padres, y 10 hizo con Mujer, aun mas joven que el. Ambos eran
j6venes de izquierdas, que amaban las l iber tades y suspiraban por
la democracia. No tardaron mucho en ser padres: en el verano de
1970 Mujer dio a luz a un bebe varon, denominado a partir de
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tras otra. Si las amantes eran varias 0 se trataba siempre de la
misma, 0 si a veces ni siquiera existia amante, eso es algo que no
sabemos, aunque Mujer nos podria contar un par de cosas. A todos
estos datos que se escapan a nuest ro conocimien to podemos 11a-
marlos a partir de ahora Etcetera. Por su parte, Mujer tambien
habia tenido un amante, pero es de justic ia deci r que nunc a llego
a quererlo de verdad. Con todo, Hombre y Mujer decidieron sepa-
rarse de mutuo acuerdo. Fue el el que se fue de casa (i,adonde?
Etcetera.), aunque a l cabo de unas semanas ya volvia a casa para
tomar la cena que Mujer le preparaba. Ella creia que todo podia
cambiar , y se mostraba complaciente con el, EI puede que tambien
1 0 creyera. Una noche Hombre se quedo despues de cenar.
Hicieron e l amor, dunnieron juntos de nuevo y decidieron volver
a intentarlo, aunque apenas habla ron de las cosas que harlan para
que funcionase.
Las cosas, lejos de funcionar, fueron a peor. Pasaron mas
cosas, mas Etcete ra. Una tarde Hombre y Mujer se pegaron. No le
pego e l a e lla , ni a l reyes. Se pegaron mutuamente , se aranaron enlacara, se mordieron y se golpearon. Hijo, aun prepuber, se encon-
traba en la sal it a de estar, asl que para hacerlo se encerra ron en su
dormitorio. i ,La razon de esta pelea? Etcetera.
Por aquel entonces Hombre su frio una angina de pecho mien-
tras se encontraba en el trabajo. Estuvo varios dias ingresado, y
Mujer 1 0 acompano cuanto pudo. AUn no habla cumplido los cua-
renta. Los medicos Ie dijeron que se olvidara del alcohol y del
tabaco, y que empezara una dieta sana. Con ayuda de Mujer,
Hombre logro hacer lo durante algun tiempo,
Una manana temprano Hombre tele foneo a Madre desde una
cabina . Estaba borracho, se habla caido y se habia roto un tobi llo.
Madre acud io y l lamo a un taxi para l Ievarlo al hospi ta l. Una vez
alli, Madre se dispuso a avisar a Mujer, pero Hombre Ie dijo que
no, que no 1 0 ' hiciera porque no habia pasado la noche en casa.
Paradojicamente, Madre llego a saber mas cosas de las Nuevas
Elipsi s de las que nunca supo acerca de las Elipsis. Cuando sa lio
del hospital Hombre quiso regresar a casa, pero Mujer habia cam-
biado la cerradura . Al cabo de unos dias inic ia ron los tramites de l
divorcio. Mujer hizo todo 1 0 posible para que Hi jo no pasara tem-
poradas con Hombre. Si apenas estaba con el cuando vivia en
casa, pensaba ella, i,por que va a poder tenerlo ahora durante
varios mas? Hombre entre en contacto con una asociacion de
padres divorciados que reivindicaban sus derechos para con sus
hijos menores de edad. Estuvo un tiempo con ellos. Conocio a
hombres como el, con los que en alguna ocasion salia a beber, y
senti a lastima por ellos (aun siendo uno de ellos). Pero al poco
tiempo abandono la asociacion, porque en realidad no faltaba
mucho para que Hijo cumpliese los dieciocho.
Hombre decidio deja r su empleo publico para trabaja r por su
cuenta, y monte una pequena gestoria. En su pi so de hombre
divorciado tenia ins talado su despacho. Pero con los noventa I lego
la c risis economica , y e l negocio se fue a p ique. Cuando las cosas
habian ido mejor, Hombre habia abierto una cuenta corriente a
nombre de Hi jo con cien mil pesetas. En este punto Hombre tuvo
que pedir le a su hijo de diecisiete afios la l ibreta para sacar las cienmil , prometiendo que volveria a ingresarselas (adelantemos que
nunca 1 0 hizo). Pero e l agua Ie ll egaba a l cuello, y tuvo que acudi r
a Madre a pesar de que sabia que no tenia mucho dinero, y que
bastante preocupacion era ya para ella el tener que ocuparse de
Padre, que por aquel entonces ya desvariaba. En una ocasion,
cuando Hombre salia de casa de Madre, en su mano un sobre con
setenta y cinco mil pesetas que esta Ie acababa de dar, se detuvo
al final del largo y estrecho pasillo de la casa en la que habla ere-
cido, se volvio y mire con ojos tristes y cansados a los ojos de
Madre, que a pesar de todo parecian un poco menos trist es y can-
sados. "Te estoy dejando sin un duro, i,ve rdad, mama?", Ie di jo.
"Anda, anda. . .", contesto ella dandole unos golpecitos en la espal-
da para que siguiera adelante.
Un Viemes Santo Hombre murio de un infarto mientras dor-
mia, con cincuenta aDOS.Fue Hijo quien 1 0 encontro dos dlas des-
pues, Muje r se encont raba en ese momento de vacaciones con su
novio, un hombre de Valenc ia que pasaba la rgas temporadas en la
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ciudad. (Hij o babia Uegado a cogerle bastante carino a este bom-
bre, sobretodo por cuanto la Mujer patecia feli z por primera vez
desde bacia mucbo tiempo. Sin embargo, un buen dia e l bombre
de Valencia dej o de aparecer por casa. Al cabo de un par de meses
Mujer Ie conto a Hi jo que 10u ltimo que habia sabido de 61era que
se habia casado con otra mujer en Valencia.)
• • •
desconocida, y no dijo nada. En reaLidad, no tenia nada que decir .
Pero Mujer monte en coleta. Aparecieron lagrimas en sus ojos y
chillo: "[Sera 10que sea pero sigue siendo tu padre! l,Es que ni
siquie ra vas a pregunta r como esta?" Hij o se quedo perple jo. l,Se
esperaba de e l que preguntara por la sa lud de Hombre? Y l ,habia
estado Hombre en peligro realmente? La respuesta l lego hasta el
como un ladri llazo en la frente: sl, 1MBECIL, Y YA ERES La
SUFICIENTEMENTE MAYOR COMO PARA HABERTE
DADO CUENTA T V SOLO. Esa noche lloro y se maldijo a si
mismo en su cuarto. Es esta la primera vez que Hijo recuerda
haberse dado cuenta de las cosas cuando ya era demasiado tarde
(habria muchas mas) . Es te t ipo de conocimientos subitos exper i-
mentados por Hijo sera denominado de aqui en adelante
Iluminaciones.
Cuando Hombre se marcho defini tivamente de casa Hijo con-
taba con dieci se is anos. Sintio un gran a livio; recuerda muy bien
que no Ie gustaba la situacion en casa cuando Hombre y Mujer
vivian juntos, que detestaba los continuos malos humores deambos y que a veces 1 0 pagaran con el. Pero 1 0 que siguio tampo-
co fue demasiado agradable. Mujer se volvio his terica. Se pasaba
el dia llorando y hablaba a gritos. Decia que ella sola no podia y
que faltaba el dinero. (lluminacion: l,No hay dinero? l,Es posible
que falte el dinero en esta casa?) Le decia a Hijo que el ya era
mayor y que tenia que hacer algo, que tenia que denunciar a
Hombre por no pasar la pension porque ese dinero Iecorrespondia
a 61.Entre sol1ozos Mujer Iecontaba a Hijo cosas que este no esta-
ba muy seguro de si debia saber, como que la nueva novia de
Hombre era una zorra y una tortillera. A Hijo Ie gustaba, de una
manera extrafta y morbosa, conocer esta clase de cosas, pero Ie
violentaba que fuera Mujer laque se las con tara cada vez que per-
dia los nervios. (La novia de Hombre no era tan guapa como
Mujer, pe ro a Hij o Ie gustaba irnaginarsela en la cama con hom-
bres y con mujeres).
Hijo recuerda aquel sei s de enero en que se acerco hasta e l pi so
de Hombre. Entre por la puerta a tiempo de ver a la novia de este
Llegarnos a un punto en nuestro relato en el que son tres los
supervivientes : Madre, Mujer e Hijo. Ahora queremos examinar la
vida de este, y para ello no vamos a retroceder por el momento -a
dia de hoy Hij o ha cumplido ya los tre inta -. Nos l imi tamos a acer-
carnos de tal modo que podemos vislumbrar sus recuerdos.
l,Cuales son estos? EI mismo esta tra tando de arrnar en su cabeza
un complejo puzle con ellos. Pero es consciente de que Ie faltan
piezas, y de que algunas es muy probable que se hayan perdido
para siempre. Recuerda la pelea, cuando 61 e staba en la sal i ta yHombre y Muj er se encerraron en e l dormi torio para pegarse. Al
principio dejaron la puerta entreabierta, y el se desl izo por el pas i-
1 1 0 y pudo ver como se tiraban de los pelos se aranaban y se mor-
dian. Pero Hombre 10vio y de una patada cerro la puerta. Despues ,
Hijo se quedo escuchando los jadeos, los insultos y los golpes
esperando a que cesaran. Pero 1 0 que no alcanza a recordar es si
sintio miedo 0 por que se habian peleado, aunque sabe que,el esta-
ba de lante cuando todo comenzo. Esta fue launica vez que los vio
pegarse (de hecho cree recordar como 'poco despues de aque llo
Hombre y Muj er 10sentaron y, avergonzados, Ie asegura ron que
aquello no volveria a ocurrir jarnas); el resto de las peleas que
recuerda consistian en gritos y portazos de Hombre y en lloros y
disgustos de Mujer.
Recuerda, ' asimismo, cuando Hombre tuvo aque11a angina de
pecho. Pero ha olvidado la edad que tenia. l,Doce? l,Catorce?
Recuerda haberse pasado todo el dia solo en casa hasta que regre-
so Mujer del hospital. Entonces se la quedo mirando como a una
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escabullirse por el pasi llo en albomoz. Hombre tambien estaba en
albomoz . Tenia el pe lo revue lto y los oj os hurnedos e b incbados.
Comenzo a gritar. Dijo que no Ie habia ido aver ni un solo dia en
todas las navidades. Dijo que ni un puto dia, joder, y que si se
creia que e l no tenia sentimientos. Luego Hombre cogio e l regalo
de reyes de Hijo -un encendedor tipo Zippo- y se 1 0 arrojo a la
cara. Le par tie un labio. Hijo se marcho apretando los dientes para
tratar de contener el I lanto. I luminacion: Hombre tenia sentimien-
tos propios.
Despues del episodio anter ior, este es el siguiente recuerdo que
Hijo es capaz de encontrar en su sucia memoria: La ex novia de
Hombre -acababan de romper- 1 0 puso sobre aviso, diciendole
que bacia dos dias que no era capaz de hablar con el, que aver si
Ie habia pas ado algo. Hijo entre en la casa de Hombre con las lla-
yes que este Ie habia dado . Lo llamo repe tidas veces, cada vez en
voz mas alta. Silencio. La puerta de su cuarto estaba cerrada. La
abrio. Olia mal. Volvio a Ilamarlo sin obtener respuesta. No per-
dio la calma . Fue hasta e l despacho y desde a li i real ize las ll ama-das opor tunas. AI cabo de unas horas, cuando a l fin pudo pararse
a pensar en todo ello, experimento una nueva y singular
Iluminacion. Una que, a di ferencia de las ot ras, que semej aban
mas a un fulgor repentino, se extendio progres ivamente bas ta tor-
nar insondable, hasta cemirse sobre e l como si se tra tase de un sol
cegador que habria de acompanarle e l resto de su vida: l a ce rteza
de la muerte 1 0 babia iluminado.
Tras el fal lecimiento de Hombre, la vida de Hijo se nos presen-
ta de forma diafana (asl pues, abandona~os sus recuerdos y retro-
cedemos un poco para examinar 5 U vida rec iente). Dej 6 de estu-
diar, algo que nunca habia hecho bien, y abandon6 la casa de
Mujer, que parecia pasar por un buen momento con su novio
valenciano. A Hijo nunca Ie habian importado demasiado las
cosas . No tenia muchos escrupulos, 1 0 cual no quiere decir que
carecie ra de sensibil idad (en realidad esto es una conje tura , a lgo
que desde nuest ra posici6n no podemos discemir con c laridad).
Podemos decir que se limitaba a pasar por la vida sin preocuparse
en exceso por el fu turo. A Hij o Ie gustaba acostarse con hombres
y con mujeres. A traves de un anuncio en el peri6dico comenzo a
citarse en un piso con senores mayores, cobrando por ello. Con
esto y peque ilos t raba jos temporales consiguio pagarse , a duras
penas, el sus tento. En una ocasion tuvo que follar con el presiden-
te de la asociaci6n de padres divorciados a la que una vez habia
per tenecido Hombre (es te dato, obviamente, solo es conocido por
nosotros). De alguna manera, a Hijo Ie gustaban los hombres
mayores que el, con edad para ser su padre, y a ellos les gustaba
el . Cuando comenzo a hacer chapas tenia veinticuat ro afios, pero
s iempre decia, ante la invar iable pregunta, que acababa de cumplir
los veinte. Su tez morena, suave e imberbe, Ie sirvio de ayuda a
este respecto.
Hijo asiste a la muerte de Padre como un espectador indiferen-
teoPara el no era mas que un viej o insoportable . No hay perturba-
cion, no hay violencia. No hay Ilurninacion.
Si hacemos un rapido recorrido con nuestro objet ivo a traves
de los sent imien tos que Hombre ha despertado en Hi jo a tr aves delos anos, nos encont ramos con una serie de emociones que pervi -
yen, pero mudando de piel, como reptiles bajo un sol ardiente.
Durante la infancia y primera adolescencia, nos topamos con la
admiracion y el miedo. Admiracion hacia un hombre en un mundo
que se encuentra fuera de l a lcance y la comprensi6n de Hij o, en el
que Hombre ostenta un cierto poder y se encuentra subido a un
altar del conocimiento que de algun modo inconsciente 1 0 deslum-
bra . Y miedo, hac ia su persona y hacia la autoridad que represen-
ta y mani fiesta. Despues, con la aparic i6n de las Iluminaciones (y
sobremanera esa ultima en la que Hombre dej6 de ex istir fi si ca -
mente para e l) y con la consecuc ion de su vida adul ta , nos volve-
mos a encontrar con los mismos sentimientos, aunque de signo
dist into . Admiraci6n, confe rida por e l hecho de que Hombre se Ie
antoja un ser cercano y al mismo tiempo un perfecto desconocido
(pero, l.admira al hombre 0 a la paradoja?). Y miedo, pero miedo
a parecerse demasiade a Hombre, a acabar pareciendose a 61, a
comete r los mismos errores que el cometio en vida .
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Con respecto a Mujer , podemos decir que Hijo comienza expe-
r imentando lamisma admiracion hacia ella, y que esta muta a otra,
la que Ie confie re su capacidad y resistencia mora l (Hij o 1 0 llama
aguante). EI miedo, sin embargo, va paulatinamente desaparecien-
do a medida que se acerca la edad adulta de Hijo, para dejar paso
a un profundo sentimiento que incluye inextirpables dos is de car i-
n o y compasion.
Poco a poco, nos acercamos hasta nuestros dias. Cumpl ida la
tre intena, Hijo ya ha dej ado de prost itui rse . Resul ta demasiado
mayor para los hombres mayores; unas profundas ojeras 1 0 dela-
tan. Ha tenido alguna novia -con una llego a convivir por espacio
de dos anos-, pe ro todas esas relac iones acabaron, por deci rlo de
a lguna manera, estall andole en plena cara . Empezo, de cuando en
cuando, a fumar heroina sobre pedazos rectangulares de papel
albal. Ahora 1 0 hace a diario, quince euros cada dia. (Vemos como
recuerda cuando en su casa Ie despertaba e l telefono sonando de
madrugada. Escuchaba como Mujer 1 0 cogia y,despues de un rato,
le decia a Hombre , al ot ro lado del aparato: "Ya has vue lto a beber,
£,no?". Luego colgaba , y entonces el te lefono comenzaba a sonar
incesantemente, sin que nadie 1 0 descolgara. Entonces Hijo no era
quien a dormirse. Recuerda esto, y cuando 1 0 hace Ie embarga ese
sentimiento de miedo -que hemos descri to antes , porque piensa en
momentos similares en sus relaciones con mujeres.).
c) 0 las mujeres son buenas y los hombres son unos P.I.M.
(Perfectos Imbeciles Morales).
• • •
• • •
Hijo se encuentra en su casa, solo, tumbado en su cama. Esta
ocioso, y piensa en las vidas de Hombre y de Mujer y en la suya
propia, y trata de encontrar alguna relaci6n, algo que Ie sirva de
expl icacion a l caos formado en su cabeza (Hij o no esta acostum-
brado a pensar en esta c lase de cosas. Hij o no esta acostumbrado
a pensar en nada). Todo se muestra enfrente de el como un gran
bosque, y nada desea mas que adentra rse en el y recorre rlo de cabo
a rabo. Pero e l bosque no es tal, es mas como una fachada de arbo-
les que, una vez traspasada, adivina un mouton de claros en los
que no existe el menor rastro de vegetacion. Se hace preguntas
para las que es incapaz de encont rar respuesta, y ese horizonte , el
de una vida l Iena de respuestas perdidas, Ie provoca un leve pero
inextinguible desasosiego. Se pregunta si ya habra conocido todo
aque llo que tenia que conocer (se re fiere a las I1uminaciones).
Pero no -piensa-, no puede ser. No puede ser todo asi de vulgar
-pensar en ello comienza a producirle una vaga sensacion de pani-
co, si es que tales sensac iones pueden manifestarse de una forma
vaga-. La gente que ve por la tele, la gente mayor que el, sue I e
hablar de 1 0 maravi llo sa que es la vida . Hablan de e llo , aun con e l
rostro marcado por la amargura.
Hijo alarga la mano y agarra un trozo de papel de plata de la
mesita . Una gota solidifi cada de heroina , oscura y bri llante , esta
adherida a el. Antes de aplicar la llama del mechero y aspirar el
humo, Hijo se pregunta por ultima vez ese dia (y quien sa be sipara siempre) de que esta hecha su vida. Y antes de que el humo
lIegue hasta sus pulmones, un segundo antes de olvidarse de todo
por un rato, obtiene una respuesta. l .Cual? Etcetera.
l.Y ahora que? Digamos que nuestro ~elato forma parte de un
cuademo de pasatiempos, y que se encuentra en el revistero del
cuarto de bafio de la casa de alguna familia de c1ase media denuestra ciudad. Lo titularemos "Cuestion de logica". Marque una
cruz en la respuesta que considere acertada:
a) Los hombres y las mujeres de nuestra historia van a la deri-
va (respuesta cinica).
b) 0 bien los hombres son unos canallas y las mujeres son
estupidas,
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ZUMBIDOS. ruIDA
Se despert6 sobresaltado, 4:25 de la madrugada, por causa del
zumbido de un mosquito. Penetr6 como fmas aguj as en su oido, y
se t rajo al panico de visita . Se pase6 por e l cuarto con la lampara
de noche en la mano, esperando que su cuerpo negro y ala rgado se
dej ara ver sobre la pared blanca, 0 el armario, 0 las cortinas.
Para acabar con e l,
La luz est iraba las sombras de las motas de polvo que se acumu-
laban en la pared rugosa, y crey6 que un enj ambre habia ocupado
la habitaci6n. Bast6 con permanecer un rato parado para sentir
como se acercaba de nuevo su ronroneo agudo, y maldijo e hizo
aspavientos con manos y brazos. La lampara cay6 al suelo y s igui6
proyectando su haz de luz sobre el hueco entre la cama y la puer-
tao Se qued6 en un rincon, sudando, con las Manos en los oidos.
Pero no pudo ver al mosquito, y ni siquiera estaba seguro de que
exist iera -fuera de su cabeza.
Eran casi las seis cuando decidi6 que no habria mas suefio para e laquella noche. EI sol comenzaba a despuntar. Lentamente, 10ver ia
caminar hacia un nuevo ocaso, como un oso que con andar pesa-
do se dirige a su cueva. Y como tantas veces, las cosas se sucedl-
an de este modo: zumbidos, e l miedo, e l dia que comienza .
Es ta manana en la calle a1guien parecia sonreirme.
Cuando me acerque todo 10que vi en su cara fue una mueca.
Me di la vuelta y eche a correr. En el camino
incluso las ratas, chi llonas, se reian a mi paso.
S610 cuando me detuve a encender un fuego supe calmarme
(y aun entonces hubiera jurado que aquella persona sonreia).
Me limite a arder hasta apagarme.
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GENTESUERTUDA una mochi la que contenia tre inta mil eu ros. A la manana siguien-
te 1 0 primero que bizo fue l Ievarla a la policia (di je ron que aun no
se sabia de quien era 0de donde habia sal ido el dinero). La cosa
no se quedaba ahi. AI pareeer tres anos a tras la mujer habia reco-
gido del suelo de la cafeteria un cheque al portador por valor de
diez millones de pesetas. Tambien 1 0 entrego a la policia, En esa
ocasion e l duefio aparec i6 enseguida. En e l telediario die ron en
l Iamar a la muje r "la Camarera de la Suerte". (De la suerte, l.pa ra
quien", cabria preguntarse.) AI f inal del reportaje, que ilustraban
con imagenes de la mujer en plena jomada laboral, sonriendo
siempre a los elientes, aparecia ella hablando. A la pregunta de
emil era su deseo para el ano que entraba, esta fue su respuesta:
Ganar algo de dinero en los juegos de azar y poder de ja r de traba-
jar 1 0 que me queda de vida .
D. se levan to de un saIto del sofa, chillando.
-jPero si ya te habia toeado el premio! -se llevo una mane a la
cabeza y con la otra saco un eigarri llo de su paquete de Marlboro--
jEse era tu puto premio!AI oir 1 0 de los juegos de azar volvi a recordar al viejo de los
nurneros del gordo, y sin raz6n a lguna pense que debia de guardar
relacion con aquella muje r. Ta l vez fuera su hij a. D. seguia fa rfu-
lIando, sacudiendo la eabeza.
-Si ese era tu premio, mujer ...
Durante unos minutos me quede pensando en todo aquello , 1 0
del viejo y la camarera y 1 0 de su posible parentesco, tratando de
buscar le algun sentido. Cuando decidi que no valia la pena sacudi
la cabeza y fui a acostanne.
Estabamos sentados en tome a la televisi6n, D. y yo. Era vein-
tipocos de diciembre y daban el sorteo de la loteria de Navidad.
Durante los descansos salia una cbica joven que se dedieaba a
entrevista r a persona jes que tuvie ran algo de interes que contar
relacionado con el sorteo. Se puso con un hombre vie jo, de se ten-
ta afios 0mas, que aseguraba saber de memoria los numeros a los
que habia correspondido e l premio gordo cada ano. EI hombre no
cabia en s i de gozo. Ca-da-a-f io , repit io la chica mirando a camara,
E lla decia: j1956!
EI viejo contestaba: [Cincuenta y cuatro mil veinticuatro!
o la cbica decia: i1990!Y el viejo: [Trece mil no-se-cuantos!
Ella: j1981 !
Y entonces el v iej o se quedo en b lanco. Parecia que 1 0 tenia en
la punta de la lengua, pero no acerto a eontestar. La ehica estaba
r igida, sosteniendo el micr6fono delante de la cara l iena de angus-t ia del viejo . Pasaron unos segundos que parecieron una etemidad.
Estaba claro que se arrepentia de baber eseogido 1981.
Balbuceo: Es que no es cosa facil . .. P iensenlo: tantos numeros,
tantos afios...
EI bri llo que al principio se adverti a en los oj os del vie jo se fue
apagando muy poco a poco, basta que agach6 la cabeza y trago
saliva, y con el la el orgullo de poseer un talento unico. En la tele-
vis i6n volvieron a conectar con el sor teo.
Eso fue por la manana , No volvimos aver la tele hasta la
noche. En el telediario habian reservado un espacio dedicado a
gente desconocida, pero que destacaba por haber tenido algun
ges to de par ticular generos idad en algun momento de su vida. Los
heroes anonimos del ai' io ,dijo el presentador con solemnidad. Esta
vez se tra taba de una muje r de mediana edad que lIevaba ai'ios t ra-
baj ando en la misma cafete ria. Contaba como hac ia pocas sema-
nas, mient ras limpiaba a la hora de l c ie rre, se habia encontrado
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VOCES CUIDADO CON LOS ALEMANES
La famil ia esta reunida en e l salon
y yo escucho sus voces sin at reverme a entrar
en la casa . Hablan de la muerte
y la discusion se mezc la con el sonido
de la television. "Nunca Ie he dedicado
un solo pensamiento a la hora de mi muerte",:
miente una de las voces. "Pero no se trata
de pensar, sino de tu ultimo deseo."
"Bien, en ese caso nunca Ie he dedicado
un solo deseo a mi muerte."
Hoy he amanecido con la noticia
del fal lecimiento de un par ieote lejano,
un hombre al que ni s iquiera conocia.
Ahora es tarde y a nadie Ie apetece ir
al tanator io , pero todos hablan de la muerte.
EI calor hurnedo atrae a los mosquitos.Una tarde como cualquier otra
para conversar acerca de esto y de aquello .
" . . . 1 0 unico que pido es que me quemen ... "
" me producen c1aus trofobia . .. "
" pero sera en contra de mi voluotad ... "
Pero esto ult imo no se s i provieoe
del televisor 0es una de las voces
de la casa.
Cuando Tina l lego a l hospi tal el nivel de azucar de la sangre Ie
habia ba jado muchisimo, casi podia decirse que era normal. Asi
que 10 primero que pen s o fue que no seria aquella la ultima vez
que ingresa ran a Ricardo. Cada vez que se 10 eocontraba en casa
inconsciente por un coma diabetico, Tina se lIevaba unos sustos de
muerte. Casi se habia acostumbrado a sus continuas idas y venidas
al hospital, pasando las noches en sillas oncomodas en habitacio-
nes muy poco acogedoras.
Desde que a Ricardo Ie amputaran una piema afios atras, Tina
y el dormian separados. Ella Ie habia habilitado una cama en el
sofa de la sal i ta, y atendia con paciencia todas sus oeces idades . AI
principio el salia una vez a la semana al bar de enfrente a tomar
un vino. Luego dejc de hacerlo y solo se movia para ir al baiio.
Despues, Tina Ie puso una palangana al pie de la cama para que
orinara, pero al f inal "1 0 hacia todo en la salita" , como ella misma
Ie comento a su hennana en una ocasion.
En el hospital su aspecto no era realmente muy bueno. Estaba
semiconsciente, y el primer dia hablaba entre gimoteos. Los
siguientes dias ya solo deliraba. Hubo un momento en el que se
incorporo un poco y dijo con ojos asustados:
-Es ta casa esta muy rara. Hay alemanes por todas par tes.
Pero aquel dia Ie aseguraron a Tina que la recuperaci6n de
Ricardo habia sido sorpreodente y que podria volver a casa en
menos de una semana. Sin embargo, en apenas unas horas su si tua-
ci6n volvi6 a ser grave, y empeoraba por momentos. A primera
hora de lamanana de su cuarto dia en e l sana to rio, Rica rdo muri6.
En los dias sucesivos el humor de Tina empez6 a mejorar pro-
gresivamente. Se dedic6 a limpiar y ordenar la salita en la que
sol ia donni r Ricardo, desempolvaodo un mont6n de l ibros y vie-
jos recuerdos. La habitaci6n cobr6 otro aspecto, parecia inc luso
mas i1uminada. Cierta manana se levant6 con un espec ial buen
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humor. Se dirigi6 a la sal it a y se qued6 mirando la cama de nuevo
reconvertida en sofa . Junto a la ventana ten ia puesta una mecedo-
ra antigua de bambu, Se sent6 en ella y comenz6 a mecerse como
no 1 0 habia hecho en mucho tiempo. Se mecia. Daba gracias a
Dios. Se reia. Y a 1 0 l argo de toda la manana siguio meciendose
cada vez mas fuerte, dandole grac ias aDios y riendose a carcaja -
das, y ella misma qued6 sorprendida al comprobar que podia rea-
l izar estas tres cosas con una s incronia absoluta.
LAOiLLEGAR
Yo la oi l legar.
Las paredes de este edi fic io son de pape l.
Dormia cuando me desper taron los gri tos
en el pi so de allado. La muerte
habia venido de vis ita.
Cas i senti su roce,
el rast ro ge lido a su paso.
Yo estaba cerca, pero eligi6
la habitacion contigua.
La de la mujer de derechas que siempre
habla del gobiemo en el ascensor.
La del hombre con la cadena de plata al cuello
y el pe inado perfec to. Al que Ie cuesta respira r
cada vez que sube los escalones del por tal .
Ell a gr itaba el nombre de su marido
con voz rotapero e l no Ie respondia , ni nadie .
Yo no ta rde mucho en volver a dormirme
y al amanecer reinaba de nuevo el si lencio .
"l ,Que pas6 con el hombre que . .. ?
": Y que hizo la mujer que ... ?"
No preguntes porque nadie te dint una palabra.
Todos ti enen tanto miedo de que les suceda a el los
que te l levaras una hosti a si 1 0 mencionas siquiera.
Pero atiendeme bien, yo dormfa muy cerca.
Yo estaba alii, l,comprendes?
Y la of l legar.
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SERES HIPOTETICOS Y
SERES POCO MEMORABLES
Para una persona con una esmerada conciencia de S I misma, e l
insomnio es, oh paradoja, la mayor de las pesadillas .
Pero hay algo que hace preferible las pesadil las al insomnio, como
hay algo que hace pre ferib le el suefio a la vigili a.
De aquellas solo somos conscientes cuando salimos de ellas,
cuando despertamos: sensacion de alivio.
La vida, sin embargo, no admite alivio de sl misma, a no ser que
optemos por uti lizar drogas bien fuertes .
No me digan que su vida es una pes ad ilia porque les acusare de
ligereza.
La vida es mas un vastisimo y doloroso insomnio.
De ellos se compone la existencia, basicamente. En las noches
ebr ias, en el sexo, en el amor. .. Alli habitan los Seres Hipotet icos ,
desilusionandonos, desesperanzandanos y, en fin, desesperando-
nos. Los Seres Poco Memorables, no obstante, tambien viven en
las noches ebrias, y en el sexo y hasta en el amor. En los mismos
lugares, aunque en dimensiones diferentes.
Cojamos a la Sra. A. Ella anhela al Sr. C, aunque sabe que nunca
10 tendra. Es un Ser Hipotet ico. Al mismo tiempo se acuesta con
el Sr. B, que no es sino un Ser Poco Memorable, y al que en poco
tiempo acabara relegando a algun insignif icante compartimento de
su memoria. i ,Puede limi tarse la exi stenc ia de la Sra. A a un cua-
dro tan vulgar? i,No es posible que exista un Ser Real y
Memorable que se instale en su vida? Bien, supongamos pues que
aparece un Sr. Ch del que la Sra. A se enamora. Pero para ser sin-
ceros hemos de admitir que las posibilidades reales de superviven-cia del Sr. Ch entre el Sr. B y el Sr. C son mas bien escasas.
i,Como lidiar con el los? i,Como enfrenta rse al t iempo con 10que
no existe y 10que deseariamos que no exist iera? i ,Quien ganaria
en una guerra entre la imaginacion y el olvido? Y sin embargo
anhelamos a unos y despreciamos a los o tros s610 cuando se tra ta
de los demas, i ,Que es uno para uno mismo? Una frustrac i6n. i,Y
que es 10que desearia hacer y no puede? Olvidarse de sl mismo.
i ,Acaso es e l tedio una soluci6n? Que me corten la cabeza.
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Amaneceres secos y enfennos.
Dias en los que tan to espero,
noches de bolsillos rotos.
FAMILIA
En la ventana, una lechuza inm6vil
en el dintel.
Daniel tenia dos perros. Uno de ellos, el mas viejo, se Ilamaba
Drama. Al ot ro Ie puso Divorcio. Drama y Divorcio eran unos ani -
males mansos, aseguraba Danie l. No hacian nada siempre que no
se les molestara . Pero 1 0 cierto era que una vez atacaron a un
anciano octogenario y le arrancaron los dos brazos de cuajo(Drama e l izquierdo; e l de recho fue para Divorcio). En ot ra oca-
sian la victima fue un nino de siete anos. Divorcio se abalanz6
sobre el y de una dentell ada Ie perfo r6 e l est6mago . Danie l no se
1 0 explicaba. Si se hubieran quedado quietos cuando vieron venir
a los perros no les hubiera pasado nada, decia. (EI nino sobrevivi6
y es ahora un adulto que incluso posee su propia mascota. Lleva
una vida normal si exceptuamos el hecho de que tiene que eagar
por un tubo que Ie sale de l bajo vientre .)
Despues a Danie l I e r egalaron un te rcer perro (esta vez era perr a),
un caniche a l que puso por nombre Droga. Daniel cay6 enfenno.
Se deshidrat6 y padeci6 de v6mitos y diarrea. Investigando sobre
la enfe rmedad los medicos l legaron a la conc lusi6n de que e l foco
de la infecci6n provenia de uno de los animales de la casa. Y asi
descubrieron que Droga , que se la habia t raido a Daniel un amigo
a la vue lta de una visit a a Pakistan, era en real idad una especie de
peludo roedor aut6ctona de ese pals. Pero como durante todo el
tiempo que dur6 su convalecencia el animal estuvo a su lado,
Daniel decidi6 no deshacerse de el. Y como todo aquel asunto Ie
hizo tanti sima gracia, dec idi6 rebaut iza r a su mascota , de modo
quela perra Droga pas6 a ser la rata Leyenda Urbana .
Dan iel ten ia ademas dos plantas. Una de e llas er a un cactus enor-
me , como los de Arizona , que semejaba a un guardia urbano di ri-
giendo e l tra fico. Lo llam6 Sexoana l, y 10coloco en e l mismisi-
mo centro de su sal6n. La otra era una diminuta y feucha planta
carnivora a la que, sin saber muy bien por que, quiso l1amar
Actriz Fracasada.
Esta era la familia de Daniel. E I y Drama, Divorcio, Leyenda
Urbana. Sexoanal y Actriz Fracasada vivieron en sintonfa durante
Con ojos redondos y arnar il los
me mira, ulula, desaparece.
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largo t iempo (si exceptuamos los incide?tes protagonizados por
Drama y Divorcio 0 la enfermedad causada por la rata en otro
t iempo l lamada Droga) hasta que comenzaron los problemas. La
vida desordenada de Daniel comenzo a hartar al resto de los
miembros de la familia. Sus amantes, en concreto (todos ellos
seres humanos monstruosos, deformes de cuerpo y alma), les pro-
ducian una repulsion que acabo tornando ira. EI primero en atacar
fue Divorcio, y fue directo a las piernas. Le siguio Drama, que
igualmente se afano en los muslos, desgarrando la carne con fur io-
sos mordiscos. Daniel, en un torpe intento de buscar ayuda, se
intento abrazar a Sexoanal , pe ro este no 1 0 acogio y en el quedo
cruc ificado, y hubiera quedado rnirandole cara a cara si no fuera
porque varias puas habian penetrado en sus globos oculares pro-
vocando que de e llos manara una especie de yema de huevo roja.
Leyenda Urbana , po r su parte, comenzo a roer con sus inc isivos
uno de los costados de Daniel hasta l legar a sus entrai ia s y devo-
ra rlas. Un amasi jo de huesos, sangre y otros despoj os bumanos
quedo esparcido por todo el salon. Excepto los buesos, todo seacabo pudriendo. Los gusanos tambien perecerian al cabo de un
tiempo. Finalmente, una minuscula larva acabo convirt iendose en
mosca y elevando e l vuelo, s610 para que Act riz Fracasada , ahora
ya una hermosa planta carnivora adulta, diera buena cuenta de ella
con un rapido movimiento de sus fauces.
MUNECOS RELLENOS DE SERRiN (ext rac to)
no fue asi como empez6 pero esto es 1 0 que siempre me viene a la
cabeza en primer lugar yo entraba en aquel sitio que era como un
laberinto luces roj as y cadenas y el deseo se diria que se podia
mast icar y me pierdo en aque l cuarto oscuro enorme basta llegar a
donde la oscur idad de verdad salpicada jadeos y alguien que siem-
pre enciende un mechero para ver quien se la esta chupando y yo
me siento y empieza uno a sobarme respira r fuerte y que nos vaya-
mos de alii y yo: vale
10miro mient ras sube por delante de mi las escaleras para largar-
nos y es feo gordo bajo pero tiene cocaina y nos vamos a su coche
a metemos luego me saca la polla y yo Ie saco la suya y entonces
me doy cuenta el cerdo cerdo hijo de puta tiene fimosis y debe de
tener t reinta y cinco ya y enc ima va y dice: 1,Iuegome vas a mete r
todo eso? por que cono tendran que repetir esas frases aprendidas
de la pornografia que Ie vas a hacer si esa es tu escuela y a mi en
el fondo me hace mucha gracia si no no recordaria una g ilipoll ezasi nos las recogemos y me lleva a un sitio donde conoce a gente
pero no es de ambiente y nos metemos mas coca y conozco a una
chica que parece ser amiga suya y que cuando hablo me mira
como diciendo que asco me das te vas a foliar al gordo fim6tico
del capullo de mi amigo
me pregunta que que hacemos porque Ie queda dinero s610 para
una de dos pillar mas coca 0 un sitio para foliar y yo no se por que
hoy me maldigo aun digo foli ar porque queria solt arlo en un si tio
con una cama y no en su clio que adernas olia a mierda es aqui al
lado y esta bien y son muy discretos dice e l ce rdo y me cuenta que
es pastelero y yo Ie yeo con su delantal y con un gorro y con su
crema pastelera como la que debe esconder su suc ia polla sin des-
capullar y me da risa y asco pero cuando me doy cuenta el tio esta
sal iendo de madrid es la erne treinta 0 la cuarenta 0 la que sea y a
mi me da el bajon de la coca es ya completamente de dia y Ie grito
ad6nde cofio me estas lIevando y me entra un ataque de panico y yo:
dejame bajar da la vue I ta dejarne bajar y el: tranquilo tranquilo que
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esta aqui que ya Ilegamos y me intento calmar porque veo que no
para pero a l final lI egamos a un mote l justo antes de donde sa les a
ciempozue los hay un bar cutre los hombres toman vinos y miran
a la tele 0hacia abaj o mas abaj o de donde til puedes ver supongo
pero a mi que cono me importa eso ahora pide una Have paga y las
habitaciones estan enfrente
no recuerdo que hago no se si Ie folio 0 no el se restriega su
pellej o cosido como si Ie fueras su miserable vida en el lo pero no
se corre y yo me canso y ya si me corro y el esta encantado por
que dice que cuanto he echado que si siempre echo tanto y debe
de ser que sus corridas se limi tan a resba larle len ta y tr istemen-
te por el borde de la polla y sabe dios cuanto semen podrido le
recubrira el capullo
Ie digo que al dia siguiente me voy a valenc ia 1 0 cual es verdad y
el dice que puede coger el coche y plantarse alli y yo pienso me
muero de la nausea si tengo que ver a este tio manana que ya es
hoy porque es dolorosamente de dia y que coilo se creera que me
gusta 0 que y Ie digo que ni se Ie ocurra ir a valencia me dice queno me puede dejar en gran via que es donde esta mi hostal porque
ya llega ta rde tenia que estar haciendo paste les son como las diez
de la manana y me deja en un parada de taxis y me qui e re dar dine-
ro pero bueno no voy a abusar el ya 1 0 ha pagado todo puedo yo
con la carrera me escribe en un pedazo de papel su numero y nom-
bre y que si vuelvo a madrid y me apetece le lIame y yo le sonrio
el arranca yo tiro el pedazo de papel en una papelera y me meto en
un taxi y me encuent ro riendome por dentro es 1 0 que yo siempre
digo: que asco me dan los maricones cada vez que folio con uno
de ellos me tengo que duchar t res veces seguidas
INUNDACION
Esta noche en la que algo anega mi pecho
y puj a por sal ir, una parej a de moscas
revolotea alrededor de la bombilla encendida,
IncJuso elias parecen saber mejor 1 0 que quieren.
Pero una tropieza con la bombi lla y al instante
cae fulminada. Vale. Decidire y al dia siguiente
cambiare mi decis i6n. Seguire siendo joven durante
un tiempo, y comere si es que estoy hambriento.
Os querre a todos, y para e llo me cuest ionare
a mi mismo si es necesa rio. Os deseare
y volvere a reafirmarme en vuestro nombre.
j Juro que s610 hare aquellas cosas que tenga que hacer!
Y amare tanto, que si amara solamente un poco mas
estariamos hablando de canibalismo.
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NUEVASERONDA MuNECOS RELLENOS DE SERRiN (extracto)
Afuera la mar emite su rnurmullo eterno
y mi palabra favorita es INEXTIRPABLE.
bajo las escaleras y es como las demas veces que sa les de la oscu-
ridad de la noche que en realidad es bastante luminosa porque tie -
nes todo el paseo de la playa i1uminado y el cielo despejado y el
mar abie rto y entras en otra oscuridad cerrada como un molusco
porque buscas a lgo genera lmente cosas mise rables que se escon-
den alii como si el mundo 0 tu ciudad 0 10que sea fueran un cuer-
po humane y la sangre ci rcula por todo e l pero hay un lugar donde
esta hinchado y duele y tli no puedes deja r de pensar en e l porque
es ahi y s610 ahi donde la sangre esta hirviendo y no deseas otra
cosa mas que sumergi rte en burbujas de sangre suc ia que hierve
me paseo por e l lugar y doy vueltas mirando a nad ie en parti cular
y a todos y cada uno en part icular bebo cerveza a so rbos pequei 'los
y fumo un pitillo tras otro estoy de pastilla pero ya de bajada y
tengo que encontrar a alguien que me pague coca si dejo que me
fol ie y 10veo es vie jo pero creo que lIeva algo de rimel en los ojos
y en rea lidad se conserva bien esta c1ase de maricas va a l gimna-sio hasta el mismo dia en que se rnueren ya Ie he visto echarme UD
par de miradas y se que 10 tengo por la cara de depravado que me
pone asi que Ie sigo cuando ent ra al cuarto de l video pero espero
un poco para no parecer ansioso y cuando entro s610 estan el y
otro mas j oven y estan hablando me quedo escuchando y el joven
hab la airado y agita un brazo al hacerlo mient ras mantiene e l otro
en el que sostiene una copa casi vacia a media altura y dice que el
va a al ii aver la pel i t ranqui lamente sen tado tomandose su copa y
que c6mo Ie j ode cuando se Ie sienta uno al lado y se pone a mirar-
Ie mientras se soba el paquete pero que 10 p eor fue cuando un
capullo va y se levanta y se pone a pajearse alii en medio que para
eso se fuera al lado al cuarto oscuro y que estuvo a punto de salir
y av isar al dueno para que la rgaran de ahi a ese tipo e l viejo asien-
te crei que la pastilla me estaba bajando pero de pronto me da un
hosti6n y la cabeza se me calienta toda y se me cierran los ojos y
sigo escuchandolos colocado
Es asombrosa la fuerza
con la que la l Iuvia golpea el cri st al de la ventana:
una multitud que aplaude.
Me inclino en decorosa reverencia ante la ovaci6n
desde dentro, desde la seguridad relativa.
Con la l Iegada de l orono un frio humedo
se instala poco a poco: en la ropa, en las sabanas.
En la carne y, finalmente, en los huesos.
Nos acostumbraremos, nos acostumbraremos.
Y como el sargento despidiendose de Esme,
trataremos de mantener intactas nuestras aptitudes.
In... tac ... tas.
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TRAGICOMEDIA EN UN ACTO VIEJO: Y yo desde los trece.
La obra tiene lugar en el interior de un bar de copas de ambiente
gay de una ciudad cualquiera -no demasiado pequeha, no dema-
siado grande-. Nos encontramos en e l cuarto donde se proyec ta
una pe licula porno. Nuestros dos personajes (a los que llamare-
mos VIEJO y JOVEN) conversan animadamente mientras en la
pantalla, que en en el escenario ocupa un marcado segundoplano, varios hombres practican sexo salvaje.
JOVEN: Oh.
VIEJO: N a m .
TELON
VIEJO: La exper iencia es un grado.
ahi estaba yo con e l viejo sentados a una de las mesas con tabure-
tes del bar y el clavandome la mirada con ese leve pero siniestro
rastro de rimel me dice que soy guapo y me da un morreo y yo res-
pondo como puedo y luego que cuantos afios tengo y digo: veint i-
cua tro y tU y el: ten go mas del doble que tu podria ser tu padre y
yo: me apetece una raya no tendras algo de coca. el: quieres de
verdad quieres cocaina y se levanta y se pone como loco a pregun-
tarle a gente y al final encuentra a una boUera que vende y me
compra medic gramo y me invita a copas seguro que piensa: esta
vez me he hecho con un buen ej emplar uno j oven de ve intipocos
y ademas bastante guapo y yo se que esta dispuesto a pagarme los
vic ios con tal de que luego Ie de je hacer
por suerte vive justo al lado del bar no 10 s oportaria si fuera uno
de esos que viven en cha les en las a fueras en somi6 0 en castie llo
y Iuego tuviera que de pender de el para salir de alii si siento la
necesidad de huir entramos en su piso y 10p rimero que hace es:
abre el homo de su cocina americana y de el saca una fuente con
los restos de un besugo al homo me cuenta como si me interesa ra
10mas mlnimo que estuvo cenando con una amiga que el cocina
de maravilla y que me invitara un dia a cenar y miro su cara de
chupapollas porque todos los maricas viej os tienen cara de haber
chupado tantas pollas que si les salieran una a una por todo el
cuerpo parecer ian putos puercoespines ja ja digo que miro su carasonriente y luego los restos del pescado con la cabeza y dos agu-
jeros en 10 que debian de ser unos ojos enonnes e hinchados y
pienso ni aunque me estuviera muriendo de hambre se ria capaz de
comer nada que hayas cocinado con tus manos y se me revuelven
JOVEN: Definit ivamente, tengo que decir que s610 me interesan
los hombres de mi edad.
VIEJO: Eso 10d ices ahora . Yo tambien 10decia a tu edad. Luego
empiezas a acostar te con hombres mayores y cambias de opinion.
JOVEN: No, no y no. Yo se cuales son mis gus tos: entre veinticin-
co y treintaipocos.
JOVEN: Yo se bien 10que me gusta.
a que la experiencia es un grado escucho cerca y entonces noto
que me 10 e sta preguntando a mi el viejo y yo abro los ojos y
digo un grado de que porque era la primera vez 10 juro que oia
esa frase y el vuelve la cabeza y se dirige al otro y yo vuelvo a
cerrar los ojos .
VIEJO: Lo que ocurre es que eres muy joven y todavia no has
follado 10suficiente. Ya veras cuando j odas mas como aprendes aapreciar a los hombres mayores .
JOVEN: Eh. Que yo l Ievo tral lao desde los ocho MOS.
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las tripas de tal manera que tengo que ponerme a pasear por el apar-
tamento y Iepregunto que musica tiene me senala un cajon 10 abro
y solo hay un pufiado de musicasetes de rocio jurado y lapantoja asi
que no queda mas remedio que apura r lacoca que queda
me sienta en el sofa y comienza a ensenarme fotos suyas de hace
mas de ve inte a fios en no se que playa del sur bronceado con tan-gas 10 juro de leopardo en una incluso sin el tanga y posando como
si se tratara de una revista porno de los afios setenta y eso es mas
de 10 que puedo soportar me meto una raya y durante diez minu-
tos pienso en que el cerdo se muere por folla rme y digo: vale pero
luego viene el baj on porque esta farlopa es una mierda y tengo que
meterme otra raya y otros diez minutes de puedo con ello y de
nuevo el bajon y otra raya mas pero es la ultima y cuando me baja
deseo que choquemos contra otro planeta 0 un terremoto 0 cual-
quier cosa que me pueda sacar de alii y mientras el me habla de
fechas y lugares sefialando una a una aquellas repulsivas fotos yo
me re tuerzo los sesos buscando una excusa para la rgarme pero no
10 voy a tener facil porque el viejo no me ha estado pagando dro-
gas y copas para que yo Ie diga adios muy buenas asi como asi nos
vamos a su dormitorio yo Ie digo: estoy echo una mierda y el: no
te preocupes ahora dormimos y cuando nos desper temos follamos
y yo pienso: 1 0 que me fal taba j oder con este puede ser algo difi-
cit pero dormir con el no se como 1 0 voy a aguaotar nos desnuda-
mos y nos acostamos yo finjo que intento dormir y pongo en mar-
cha mi plan que consiste en simular un ataque de ansiedad me
incorporo en la cama y comienzo a respirar fuerte 61enc iende la
luz dice: que te pasa yo: estoy mal estoy chungo necesi to un ansio-
litico tengo que ir a buscar una farmacia y el: no no no c6mo te
vas a ir y me agarra y me soba y me abre las piernas y al cabo deunos minutos dejo de fingir porque me doy cuenta de que este no
t iene intenc ion de dej ar escapar a su culo joveo intenta folla rme
pero la tiene demasiado gorda me due le grito logro que se 1 0 quite
de la cabeza dice: te 1 0 voy a hacer con la lengua me levanta las
dos piemas hasta que tengo mis rodiUas a un palmo de la cara y
empieza a comerme el culo yo me empalmo y pienso que 61 s e
quedara all i abajo solo uno minutos pero 61burga y hurga dent ro
de mis intestinos y me empieza a dar el conazo cuando lleva asi
como tres cuartos de hora de vez en cuando levanta la cabeza y
dice que rico que bueno estas como sabe pero no te corras y sabe
dios cuanto ti empo se pudo pasar e l viejo buceando en mis entra-
nas pero juro que a mi se me hizo etemo
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LLAMADAS LAS PRIMERAS NOCHES SIN UD.
Hoy ha vue Ito a Hamar. l,Por que 1 0 hacia? Honestamente la unica respuesta que encuen-
tro es la insatisfaccion, pero no me apetece detenerme en esto.
Sigo pensando que la heroina es solo una droga mas, pero tambien
se que puede Uegar a ser la droga, hasta el punto de hacerte perder
el interes por cualquier otro tipo de sustancia. Nunca fui el masl isto de la clase; nunca crei se rlo. Todo esta en lacabeza , me dicen
todos. Pero ahora 1 0 que me parece horrible es ser tan consciente
de mi cuerpo, tan dolorosamente consciente. No es la fiebre, la
diarrea, 0 los espasmos en la cama, ni aun la ansiedad -esta esta
ali i s iempre, aunque sea agazapada- 0 la sensaci6n de angustia.
Tampoco es, como cre i en algun momento , el panico a enfrentar-
te a todas estas cosas (cuando ocurren, aunque sea a un mismo
tiempo, da la sensaci6n de que cada una ocupa un compart imento
diferente en tu inte rior. Es como tener a var ias muj eres en tu vida;
hay una que te ocupa por encima de las demas pero todas estan
engafiadas y es eso 1 0 que 1 0 vuelve todo insoportable). EI verda-
dero problema es tambien un miedo, si, pero el miedo a no poder
Ilevar una vida normal sin la heroina , ese no recordar cuando l Ie-
vabas una minima disc ipl ina diaria y hacias cosas norm ales e ibas
tirando aunque fuera a trompicones. Por la calle veo a gente que
me dobla la edad haciendo su vida de una forma tan energica que
casi me parece irreal. La senora paseando a su perro 0 los hombres
riendo a carcaj adas en la puerta del bar, a esta hora temprana de la
tarde , cuando yo me siento exhausto y lIegar a casa me parece una
tarea poco menos que inalcanzable, todo eso parece formar parte
de una pelicula en la que nadie ha pensado un papel para mi. Si se
trata de adolescentes 0de n ines la sensac ion es di st inta, como de
af ioranza y perdida, pero igualmente t riste . l,Tengo mi edad 0
habre envejecido prematuramente? Esta todo en la mente, me
dicen, todo, pero no es sino ella la que constata a cada segundo la
insoportable cer teza de mi cuerpo. Ahora y para s iempre, la fel ici-
dad ha dej ado de ser una quimera y la infe li cidad se erige en unica
realidad posible para mi.
Queria saber de mi porque hac ia
tanto tiempo que no hablabamos, dijo.
Y sin embargo, me habia l Iamado la semanaanterior. Pero queria contarme
como Ie habia ido en los ul timos dias.
Me dijo que se habia liado con uno que
Ie pasaba coca ina pero que iba a de ja rlo.
EI sabado Ie abrie ron a un tio la cabeza
en los banos de un bar, y fue por su culpa.
Pero odio esta c lase de cosas, me dij o.
Me dijo que la dep resion Ie habia durado
hasta hoy mismo y que se cornia
las pas tiUas como caramelos para la garganta.
Todavia te quie ro, me di jo. l,La queria yo a el la
aunque solo fuera un poqui to? Ya sabes que si, di je .
Vivimos en ciudades diferentes y
cuando colgamos celebro que este tan lejos ,
aunque un dla pueda ser a ella a quien Ie rompan
la cabeza en unos banos. Pero su voz permanece
unos minutos rebotando en las paredes de mi memoria.
Que nunca Harne mas.
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Y son tarnbien las ganas de l lorar a todas horas, claro.
Y a veces 1I0ro.
Pero hasta eso me parece que 10h ago mal.
La heroina habia dejado de ser una droga mas. 0 al menos habia
dejado de ser una droga para estar mejor para convertirse en el
remedio para dejar de estar mal. Y resulta que ahora estoy peor. Y
yo solo quiero estar bien. No, ahora s610 pido estar normal . Como
esa gente que yeo en la calle.
Sabia que era un ana lgesico potente , pero Begue a contemplarla
como (mica fuente de vita li dad posible . Solo necesi to un minimo
de buen humor para enfrentarme al dia por las mananas. Solo eso.
i,Es mucho pedir?
Una farmaceut ica joven, insulsa, imbecil , de pelo rubio ve teado
me informa de que sin receta naranjas de la china. Ni con/us ni
nada con la terminaci6n en -am. Me intenta colar una especie de
tranquilizante homeopatico. Cuando Ie pregunto que que es eso
ella pone cara de "a ver c6mo te 10 explico" y me dice que se trata
de una medicina al temativa basada en que s610 nos curara aque llo
mismo que nos hace dai'io. Supongo que eso es algo que da para
un ensayo filos6fico pero en aquel momento se me antoja una
estupidez supina, y aunque pongo cara de "t tl que sabras 10que me
hace dafio" creo que no 10 consigo y me largo y la dejo alii la mar
de contenta con sus vetas rubias y su cara de boba y yo considero
la disyuntiva de dar un paseo largisimo hasta Urgencias 0 arries-
garme a pegar botes en la cama una noche mas aver si de una vez
doy con la cabeza en el techo, La cabeza. Todo esta ahi dentro, me
repiten, todo. Entonces, l,tambien 10 estan las razones? Porque
esas no se atreven siquiera a mencionarlas, supongo que por el
mismo miedo que me atenaza a mi. Todo esto pasara, es cuesti6n
de dias. Con sus noches, eso sf. Pero pasara. Tengo cosas por hacer
y cosas a las que aferrarme, creo. Pero i,por que 10 hacia? Y es
mas; i ,por que' 10volvere a hacer?
MUNECOS RELLENOS DE SERRIN (extracto)
estaba sentado en la parte trasera de aquel bar y no podia levantar la
vi sta para mirar a la gente porque se rne tian en mi cabeza y se re tor-
clan y me hacian creer que las cosas eran de tal manera solo para
descubrir luego que todo era un engano al segundo siguiente pero es
10que suele pasar si te metes un tripi y luego te dejan colgado y te
quedas solo y descubres que hay una frontera infranqueable entre tU
tan puesti simo y el mundo tan sobrio y sensato y ate rrador
vi que se disponia a marcharse a casa y sali a su encuentro dos horas
antes Ie habia dicho que no iba a foliar con ella que esta noche s610
iba a drogarme pero ahora me doy cuenta de que si me quedo un
minuto mas en este sitio rodeado de gente ta p hostil me voy a vol-
ver loco asi que Ie corto el paso y Ie digo que si me puedo ircon ella
y sorprendida y alegre me dice: vale
siempre me ha dado miedo la velocidad tu cuerpo en movimiento
con el viento golpeandolo a unos cent imet ros del asfal to me ate rra
pero esta vez disfrute del viaje en moto y yo creo que gritaba des-
aforadamente en cada curva 0 cada vez que e lla acele raba y si cerra -
ba los oj os solo un menton de luces que se estrel laban cont ra mi que
pasaban a traves de mi que se metian dentro de mi y sentia todo mi
cuerpo ingravido y en ereccion
ella habla continuarnente no calla es como un transistor de radio
difi cil de apagar pero aquella vez yo tambien queria hablar aunque
apenas recuerdo nada de nuestra charla alii tumbados en su cama
pero se que ella me escuchaba complacida y contestaba como podia
a mis preguntas aunque nunca era 10 que yo esperaba OiTsiempre
me decia estupideces pero que se Ie va a hacer pensaba yo a1menos
la chica se esfuerza
Ie dije : l.puedo ponerrne comedo? y me quite los vaqueros y los ca l-
zoncillos y entonces ella se pone a chupar y 10hace bien usando la
lengua y los labios y la mano se que no voy a aguantar mucho pero
me dej o ll evar correrse de tripi es como una explosion inmensa lIe-
gue a crer que Ie estaba meando en la boca pero no ella se traga un
poco y escupe el resto yo digo: 10 siento ella: no pasa nada y luego
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sigue un rato con la mano pero yo no tengo intencion de follarmela
no querfa mas que descargar tension y semen al cabo de un rato se
percata de ello se resigna y se acurruca en la cama semiabrazada a
rnl dispuesta a seguir escuchandome ella es buena ella es buena per-
sona de eso no cabe la menor duda nadie 1 0 podrfa negar pero de
que Ie vale pienso porque se que a ella Ie gusta el sexo y no tiene
ningun problema y por esta cama han debido de pasar treinta mil
cerdos que solo querfan echar 1 0 gordo como yo acabo de hacer peropor alguna razon basta estar con ella diez minutos no en realidad tal
vez necesites una noche para darte cuenta de que nadie la querra
jamas de que puede derrochar amabilidad y simpatia y sincerfdad
pero a nadie Ie importa eso un carajo su cuerpo es como una esta-
cion de servicio por la que todos paran cuando 1 0 necesitan y 1 0
unico que quieren es que ella les baga correrse y todo 1 0 demas se
la sude un triunfo pensara alguno de esos imbeciles acaso sea el
unico polvo que ecben en meses sin tener que pagar y les haga sen-
tirse mejor y aunque sea por un dia les haga olvidarse de su misera-
ble existencia animates repulsivos a los que alguien tuvo la feliz
idea de dotarles de conciencia oremos maldigamos escupamos porellos oh hermanos
ella se ha dormido hace ya un rato que ha amanecido imposible
cerrar los ojos la estricnina que debla de tener aquel cartoncito se
me ha agolpado en lanuca y la piema no me deja de temblar salgo
de la cama y me quedo desnudo en medio de la habitacion obser-
vando como duerme ronca ligeramente y me invade una inmesa
sensacion de temura pienso en hacerla protagonista de una cancion
pero es que me creo que ella esta aqui.en este Mundo solo para hacer
que mis canciones tristes parezcan mas sinceras esto ya 1 0 cantaban
los magnetic fields y tambien: nadie va a quererte honestamente
nadie va a quererte por tu honestidadIeescribo una nota cualquier imbecilidad que me de importancia
y que a ella le haga sentirse un poco importante tarnbien y me
largo de ahi
al minuto siguiente ella esta fuera de mi cabeza y solo pienso en
como cofio voy a enfrentarme a este nuevo dia
PRIMERA VEZ
Eran las seis 0 siete de la manana y sentia mi cabeza sucia y
despejada a la vez del speed que me habia estado metiendo, asi
que me digo: vamos a probar a ver de que se trata. Habia amane-
cido ya pero mientras no me diera el bajon todo estaba bien. Me
aproximo a la estacion y me quedo dando vueltas por alli.
Merodeo, entro, salgo, me acerco a los lavabos de caballeros,escruto cada mirada con la que me cruzo y despues de un rato 1 0
yeo. Estaba en la calle, dando vueltas como yo. Camina unos
metros por delante de mi, y de vez e cuando vuelve lacabeza para
atisbarme y yo logro sostenerle la mirada. Finalmente entra y se
dirige a los servicios. Yo voy detras. Cuando entro me 1 0 encuen-
tro en un urinario. No hay nadie mas. Me mira, yo 1 0 miro y me
acerco a una de las cabinas de los retretes, haciendole un gesto
para que me siga.
EI dice: No, aqui no. Hay un guardia de seguridad que entra
cada minuto y nos sacaria a patadas. Nos vemos afuera. Espera un
minuto antes de salir.Me reuno con el afuera y nos ponemos a caminar paralelos a
la autopista. Tiene una edad indeterminada, entre los treinta y
los cuarenta.
EI dice: "Que quieres hacer? "Follar 0que?
Yodigo: No 1 0 se. Lo que tu quieras.
EIdice: Oye, "no seras chapero, verdad? Porque entonces nos
despedimos. Yono pago por foliar.
Yodigo: No.
EIdice: "Tienes un sitio?
Yodigo: No.
EI dice: Si no fuera de dia podiamos ponermos en cualquierparte, pero ahora es demasiado cante.
Nos quedamos un rato en silencio, y finalmente anade: Vale,
podemos ir a casa de mi hermano. Por aqui.
Le pregunto a que se dedica y me dice que trabaja en un alma-
cen de no se que. Despues de callejear durante un par de minutos
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llegamos a un portal grande y subimos hasta el ultimo piso. Es un
duplex y esta en obras. Entramos en un donnitorio y el se desnu-
da. Yo hago 10 mismo. Nos acostamos.
El dice: Que piel mas suave tienes.
Yo digo: Es la primera vez con un hombre.
El dice : No te hare dano.
Despues de foli ar nos quedamos hablando un rato. Me cuentaque en rea lidad es funcionario, que trabaja en los juzgados y que
el duplex es suyo, no de su hennano.
Dice: No te conocia y preferi no contarte nada sobre mi. Hay
gente de muy mal rollo por ahi,
Se l lama Ange l, t iene tre inta y nueve afios y acaba de romper
con su novio, con el que lIevaba t rece .
Me dice: Lo he pasado muy bien. Suelo estar a las diez en la
cafete ria que hay al lado de los j uzgados. Pasate por ali i cuando
quieras y tomamos un cafe.
Yo digo: Vale.
manana a las diez, en aqueUa cafe teri a? Me di cuenta de que esta-
ba diciendo algo, aunque no me miraba. Como si estuviera expre-
sando un pensamiento en voz a lta , para si mismo.
-Esto me da asco -paseo la mirada por todo el bar-. Miralos a
todos, en grupillos , r iendose de los demas 0 yendo a foli ar como
animales al cuarto oscuro. Dios, que asco.
Yo solte una risita y trate de decirle algo, que se relajara ytomara algo, pero en medio de la frase me dio la espalda y cami-
no hac ia la puerta . Permaneci observando como subia las escale -
ras y sali a de l bar.
Aquella noche acabe follando con uno, uno cualquiera, que
mas da.
• • •
Lo volvi aver al cabo de tres aftos en un bar de ambiente.
Estaba solo, miraba hacia todos los lados y en sus ojos se adivina-
ba cierto resentimiento y amargura. Al principio no repare en ello.
Yo estaba muy colocado.
-Ange l -Ie di je-. Angel, l ,no te acuerdas de mi?
Me mire perplejo.
-Si ... si. Alfredo, "no?
-No, no soy Alfredo. Nos fuimos juntos una vez, "no recuerdas?
-Ah ... si . Me lIevaste a tu casa en Somio.
-No, no. Fuimos a tu casa , al duplex. Era mi primera vez.Acababas de dejarlo con tu novio. "C6mo te puedes haber olvidado?
-Si , ahora recuerdo . .. Eras estudiante de f ilosof ia, "no?
Me sent i como un estupido. l,No me habia dicho 10 suave que
tenia la piel? l.Lo bien que se 10 habia pasado conmigo, y que que-
r ia repetir? l ,No habia estado esperandome durante semanas, cada
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LAS COSAS DEL niA TO~NTASELECTRICAS
En nuestro paseo por el pueblo el sol camino a nuestro lado por
espacio de unos minutos. Las casas de adobe nos miraban enfada-
das si nos cogiamos de la mano y los vecinos hablaban en singu-
lar cuando nos dirigian la palabra. Intentamos coger el sendero
que l Ievaba hasta la fuente, pero la fuente hab ia desaparecido y en
el regreso tuvimos que apresurarnos para evitar la manada de
gigantes que venia hacia nosotros. Una vez en casa nos quedamos
sentados en e l sofa hasta que oscurecio de forma que apenas podi -
amos vislumbramos. Yo subi a la habitacion arras trando una tris-
teza pequena e incomoda de senti r por las escaleras. Pero una her-
mosa arai ia habia anidado en el angulo que formaba la pared con
la lampara, y eso me entretuvo durante unos minutos en los que
deje de estar triste. Moscas muy pequefias revoloteaban has ta que
se topaban con su tela y ella las hacia dormir agitando sus patas
con movimientos prec isos y veloces. Luego se quedo quie ta, y ya
era muy de noche. EI dia, con todas sus cosas, habia terminado, y
trate de repasarlas mentalmente: Sol. Casas mal encaradas.
Senderos equivocados. Gallinas que se nos antojan gigantes.Oscureceres tri st es. Araii as dando buena cuenta de su cena. Pero
[ahl , de repente me lIega volando otro momento del dia , y decido
que es ese el que quiero conservar en el recuerdo: yo me quitaba
zumbidos de mosquitos a manotazos y te contemplaba mientras
tanto: bablabas con los animales.
Tendrias que ver esto. Esta teniendo lugar la mayor de las tormen-
tas electric as que be visto en mi vida, y es algo asombroso. EI
cielo comenzo a i1uminarse con des tellos azules, cada vez con mas
frecuencia. Los truenos bacian pensar en bloques enteros de casas
derrumbandose, Te puedo asegurar que llegue a pasar verdadero
miedo. A veces la luz de l relampago que entraba por la ventana era
tan intensa que apuesto a que si durara mas podria cegar a una per-
sona. Me quede tumbado en la cama, inmovi l, y me puse a pensar
en bis torias acerca de tormentas electricas, No recorde ninguna.
Nada digno de aparecer en los telediarios, 0de sa lir en las prime-
ras planas de los per iodicos, Puedo hablar de desbordamientos, de
terremotos 0 de vendavales. Pero nada de catastrofes provocadas
por rayos. Ahora estoy haciendo memoria. Alguien me contaba
hace algun tiempo la bis toria de unos familiares suyos. Una noche
un rayo entre en su casa, en medio del campo, y los frio a todos
uno por uno. l ,Se puede senti r a lguien seguro, incluso en su pro-
pio hogar? Si fuera fotografo sa ldria ahora mismo corriendo con
mi camara, baja ria a lap laya, y esperaria a que mi obje tivo capta -ra el momento en el que un rayo desgarra en dos el firmamento.
Como el fotografo de l cielo. Pero no 1 0 soy, y me alegro. No quie-
ro sal ir de aqui, no podria , Carver tambien Ie tenia miedo a las tor-
mentas electricas. l ,Quien no? [Tejuro que acaba de caer uno jus to
aqui enfrente! Uno no puede confiar mucho en los pararrayos.
Dicen que los hay por toda la ciudad, pero yo no conozco ningu-
no. Suele oirse que las iglesias, con sus campanarios, at raen a los
rayos. Yo vivo enfrente de una , y confio en que San Pedro vele por
nosotros. Si al menos estuvieras aqui conmigo, ser ia diferente. Tu
estarias mas asustada que yo y a mi me dana la risa, y te prome-
ten a que iba a salvarte la vida aunque seguiria teniendo miedo.
Pero no estas, y la tormenta electrica i1umina de tal forma tu
ausencia que me due len los oj os.
Los relampagos y truenos se alejan, y solo queda el chaparron.
l ,Que ocurre cuando cae un rayo en medio del oceano? i ,No deber ia
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morir toda la fauna marina? l,No deberia electrocutarse cualquier
persona que en ese momento se este dando un baf\o en el mar, en
cualquier lugar del mundo? Yo no se nada de estas cosas, pero
creo haber Uegado a la conclus ion de que las tormentas electricas
no existen. No son reales, aunque yo las siento de verdad. Y me
aterran. Entonces tomo conciencia de mi soledad. Teextrano hastael dolor, te escribo de este modo, y el cielo al fin se calma y nos
quiere dar un respi ro, y con ello consigo dormirme aun a sabien-
das de que nuevas tormentas elec tricas esperan, acurrucadas,
detras de mis ventanas.
EN EL 13
Desde este sitio puedo ver la calle a traves de la luna de cristal. EI
sol del mediodia parece arrebatarle la sombra a las cosas, que pali-
decen como descoloridas por el paso del tiempo. Pero los coches
relucen, y la gente cam ina con paso rapido. Alia afuera, un niiio deunos diez anos hace muecas y gesti cula con la cara pegada al cris-
t al y el ceno fruncido, mirando bacia mi . Una muj er de mediana
edad, que hasta ahora le arreglaba el cuello de la camisa a otro
nino mas pequef io, se dirige hacia mi observador. Lo agarra por el
brazo y Ie da un bofeton y una sacudida -1 0 que ella cree que se
merece. EI nino rompe a Ilorar , arrugando todo el rostro.
Una muj er mayor acaba de entrar en la cafeteria. Va con el brazo
extendido, y pide "un duro pequef io". Con pasos cortos se apro-
xima hasta la barra. EI camarero dice "no hay duro pequefio", y
ella da media vuelta y sale. Cuando me doy cuenta, el nino vue 1-
ve a estar enfrente de mi haciendo muecas a traves del c ri sta!' Lo
miro, miro a la vieja marchar calle abajo lentamente, luego vuel-
vo a mirarlo. Me quedo asi durante un rato. l,Que aspecto tendra
a los cuarenta?
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6 ANOTACIONES EN LA LIBaETA VERDE EL ANGEL SIMON (Relato)
Mehablaba de la enfennedad irreversible que padece alguien: "Es
como unjuego, las neuronas del cerebro se confunden y se matan
entre elIas como si fueran sus propias enemigas."Hay una funeraria en una calle del centro de Gij6n. Creo que
lleva alii incluso desde antes de que yo naciera, 10 cual ocurrio en
1974. Cuando era un crio y cruzaba con mi padre por delante de
ella, el siempre gastaba la misma broma.
-Agachate -me decia- iRapido, agachatel
Siempre me pillaba por sorpresa, y yo me agachaba.
-Es para que no te tomen las medidas -decia sonriendo.
En un anuncio de la televisi6n te preguntan: "l,Me haras el favorde ser feliz?"
Me dijo: "Cuando empiece a trabajar en el verano pienso comprar-
meuna bicicleta. Se gasta mucho dinero en transporte para ifa tra-
bajar." Cosas que los dos sabemos que nunca hara.II
En 1994 mi padre tenia 48 afios. Muri6 una noche de verano
mientras dormia. En aquel momento de su vida'se encontraba solo
y completamente arruinado.
l,Por que me qued6 grabado el hecho de que mi hennano me dije-
ra "papa esta muerto" y no "papa muri6"? .
Sam Peckinpah en la nota de pesame que le envi6 a Alberta, la
mujer de Jim Thompson, a la muerte de este: "Sabiaque podia ocu-rrirme ami, pero nunca que pudiera ocurrirle a Jim -1 0 extraiio-."
III
-Es mejor que no entres -dijo mi hennano-. Huele muy mal,
no es agradable.
Desde luego yo no esperaba encontrar nada agradable alii. EI
piso estaba lIeno de gente, el juez, el forense, la policia 'jotras
personas desconocidas que se movian por toda la casa. Yodese-
aba verlo por ultima vez. Queria ver la expresi6n que se Iequeda
en el rostro a un hombre -no a un hombre; a mi padre- cuando el
coraz6n Ie estalla en plena noche e inesperadamente acaba con
todo. Incluso queria olerlo. Habia un pequetlo pasillo interior
antes de lIegar al cuarto. Solamente tenia que adentranne en el y
ya estaria casi en la habitaci6n. Pero se adivinaba movimiento
alia dentro, gente extratla manipulando su cuerpo mientras se
tapaban la nariz con sus patluelos. No tuve el valor para hacerlo.
No entre en ese donnitorio y hoy 10 lamento de veras.
-No es agradable -rne repiti6 alguien con una palmada en el
hombro.
Lacarta p6stuma que;mi padre nos dej6 a mi y a mis dos henna-
nos: ".. .ahora no me apetece nada morinne, pero si hiciste las
cosas mal esto no depende de tus gustos y yo siento que poco a
poco me va quedando menos. Cuando leais esto me quedara
mucho menos, nada." La escribio nueve meses antes de morir,
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IV
A finales de los ochenta las cosas parecian i rb ien en casa, 0 al
menos esa era la impresion que mis hermanos y yo teniamos. A mi
padre Ie ofrecieron un puesto en el gobierno regional del
Principado de Asturias. Nos reunio a toda la famil ia y 10anuncio
con solemnidad. Queria saber nuest ra opinion, nos di jo. Queria
que nosotros Ie dij eramos si debia aceptar el trabaj o 0 no. A mi
aquello no me sonaba como nada importante, pero sabia que la
decision estaba ya tomada de antemano.
-i,Que va a cambiar? -pregunte.
-Hombre, es un cargo de mucha responsabil idad -dijo-.
-i,Vas a ganar mas?
-Si . Bas tante mas, caraj il lo -as i nos solia l lamar. A mi madre se
la veia muy contenta, y no ibamos a ser nosotros quienes pus iera-
mos alguna pega.
Mi padre habia mili tado en el par tido comunista antes de entrar
en el PSOE, poco despues de que estos llegaran al gobierno.
Abandono varias amistades, adquirio otras nuevas y conservealguna. Se sent ia a fin a esas ideas de progresi smo de fin de siglo
promovidas por una izquierda descafeinada. Habia sido trabajador
en la siderurgia y sindicalista, y cuando lleg6 al gobierno del
Pr incipado se encontr6 con que era objeto de amenazas telefoni-
cas por parte de otros traba jadores que Ie responsabilizaban de
encontrarse en la ca lle cuando las empresas para las que t rabaja-
ban cerraban 0 reducian drast icarnente sus plantil las. A mi madre
la escupieron por la cal le en una ocasi6n. Cambiamos de numero
de tele fono, y hubo una temporada en I~que tuvimos ados pol ici -
as apostados enfrente de nuest ra casa. Mi padre present6 la dim i -
si6n en varias ocasiones, pero ninguna fue aceptada. Estuvo en
aquel puesto los cua tro anos que dur6 el ca rgo.
Mis padres habian contemplado la posibil idad de cambia r de
vivienda, pero al f inal se decidieron por remodelar el piso de arr i-
ba a abajo. EI parque, los muebles, l acocina y el barto, la instala-
ci6n elec trica ... , todo nuevo. Creo que aquello eso fue decisivo
para que e llos se separaran, a pesa r de que para pedir el presta rno
se habian tenido que meter en una hipoteca . Durante semanas mi
madre soport6 una casa llena de polvo y escombros, con un mon-
t6n de gente faenando, viendonos obligados a restringir el uso del
bano y la cocina, mientras mi padre vivia y dormia fuera de casa
(yo no se d6nde) para ahorrarse las molestias, y rara vez pis6 el
piso mientras duraron las obras.
En ot ra ocasi6n recuerdo que nos fuimos de vacaciones al sur
durante una Semana Santa. Alli todo parecia perfecto, pe ro el dia
en que regresamos a casa mi padre dej6 e l equipaj e, se ac ical6 un
poco en el bafio y sali6 s in dar ninguna explicaci6n. Volvi6 tarde.
-Ya esta otra vez -escuche a mi madre hablar por tele fono-. Me
dej6 aqui con todas las maletas, y se fue a beber con sabe Dios
quien. Estoy harta.
Mis padres se separaron definit ivamente en 1991, e iniciaron
los tramites del divorcio. EI se habia ido de casa en var ias ocasio-
nes, siempre para volver al cabo de un t iempo. Una tarde nos reu-
ni6 a mis bermanos y a mi en el sal6n para decirnos que el ymama se iban a separar. Que bay veces en que las personas mayo-
res tienen problemas y 10mejor es que no vivan juntas, aunque
eso no significaba que no se quisieran. Mis hermanos escucharon
con gesto serio, pero yo cornence a llorar. Mi padre me pregunt6
y yo Ie dije que no queria que el y mama se separaran. Luego el
se fue a hablar con mi madre, y en aquella ocasi6n no se fue de
casa. Me di cuenta de que 10h abian becho por mi, y me arrepen-
t i de haber llorado y de baber dicho aque llo. Porque 10c ierto era
que no me gustaba nada escuchar sus gritos y discusiones desde
la cama, y no tarde en percatarme de que en realidad. si queria
que el se fuera de casa.
V
Me quede varios minutos de pie delante de la puerta. Se escu-
chaba el sonido de la television dent ro. Echaban dibujos anima-
dos. Mi hermano practi caba ri tmos de ba teria tocando con un par
de baquetas sobre sus muslos. Tambien eso se oia. Javi acababa de
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cumplir 16 anos. Le habiamos dicho que p~pa no se encontraba
bien y ahora me tocaba a mi darle la noticia. Baje en el ascensor
hasta en el portal. Alii pasee de un lado a otro un rato y volvi a
subir. Seguia sonando la television. l ,C6mo se le da a alguien una
not icia que uno mismo no acaba de asimilar del todo? Gire la Have
muy despacio y entre.
-l,Como esta papa? -pregunto.
-Javi, papa murio.
-Venga, en serio, l,como esta?
-No, Javi, es en serio, papa murio.
Era cierto que no me creia. Yo solia gastarle bromas, pero
nunca imagine que tendria que desmenti rle una de este t ipo. Y me
diverti a que Javi sacudiera la cabeza y di jera "venga, en se rio".
Comence a reir y a sollozar al mismo tiempo. Los dibujos seguian
en la tele.
-Santi . .. 10encontro esta manana -balbucee-. Llevaba tres dias
muerto . .. de un ataque al coraz6n.
Me tape la boca con la mano. Odiaba reir. A Javi se le desen-
caj6 el rostro. Se levant6 y fue a su habitac i6n. Despues de un ratole segui.
-l,Como estas? -acerte a preguntar.
-l,Tu que crees?- me espet6.
Mas tarde sa li6 de casa sin dec ir nada. Me quede al ii solo y por
primera vez durante aquello llore desconsoladamente. No 10bacia
por la muerte de mi padre, que en aquel momento no me parecia
un hecho triste, s ino s implemente algo dif lcil .de aceptar . Lloraba
porque no me gustaba c6mo habian sucedido las cosas. Mi herma-
no tenia que haberlo sabido en casa de mi padre. Tenia que haber
podido decidir si queria verlo muerto 0 no, y en todo caso yo no
habia sabido comunicarme con el, Hay cosas que no tienen vuelta
de hoja. Me send a como si le hubiera arruinado el dia mas impor-
tante de su vida.
lleva alli incluso desde antes de que yo naciera, 10cua l ocurrio en
1974. Cuando era un crio y cruzaba con mi padre por delante de
ella, el solia gastar la misma broma.
-Agachate -me decia- iRapido, agachatel
Siempre me pil laba por sorpresa, y yo me agachaba.
-Es para que no te tomen las medidas -decia sonriendo.
Eso era 10que sol ias dec ir. Ese era tu sabio consejo. S610 que
se te olvido algo importante: to tambien tenias que agacharte.
VI
Hay una funeraria en una calle del centro de Gij6n. Creo que
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ELCOLCH6N LOS ANOS DE LA CASETA
Ninguno de los dos dij o nada
tras bajar la cama plegable
que estaba empotrada en el armario.
Hab ian pasado ya varios dias pero
el olor a(1Oera extrano: una mezcla
de muerte y desinfectante.
Nos quedamos mirando un ratola mancha de sangre que habia tomado
un untuoso color parduzco. Luego
a lguno hablo primero y 1 0 sacamos
de all i como pudimos, la puerta parecia
demasiado estrecha, y nosotros
ibamos muy rigidos para no tener
que mirar la mancha desde tan cerca,
ojos y nariz casi tocando la espuma.
Mientras bajabamos las escaleras bromee
con mi hermano pero los dos sabiamos
que aquel era un trabaj o sucio.
Una vez en la call e 10dejamos apoyado
contra el contenedor de basura de enfrente,
asegurandonos de que no quedaba
a la vista la mancha de sangre.
Despues nos dimos media vuelta
para no volver a verlo j amas, acaso
alguna vez desde el recuerdo.
Nos sacud imos las manos y aquel dia
ya no volvimos a pensar en ese colch6n
sobre e l que m i padre habia partido
hacia e l mas insoli to lugar de todos.
Caminando a 1 0 l argo de l paseo marit ime, fi jo de pronto la vista y
la memoria en las hileras de casetas que ahora estan recogidas.
Cuento los a fios que hace de aque llo y a l menos me salen qu ince .
[Quince aiios! Entonces mis padres y ot ros matrimonios amigos
suyos solian alquilar todos los veranos una caseta. Entre las esca-
leras catorce y quince de la playa. Dentro de ella los adultos se
cambiaban de ropa y guardaban sus bultos. En una ocasion sor-prendi sin querer a una amiga de mi madre que se estaba desnu-
dando despues de darse un ba iio . El la solt6 un grit ito; yo me puse
rojo de verguenza, Despues mi madre me regafi6. Cuando yo
entraba para cambiarme tambien me sorprendian, y tambien pasa-
ba un enorme apuro, pero como era pequefio nadie Ie daba impor-
tancia. A mi no me gustaba el interior de la caseta; alii dentro la
arena estaba fria y era un lugar que irremediablemente relaciona-
ba con la sensaci6n de vergtienza. Antes de la hora de comer nos
permitian if a baiiamos. A damos un chapuzon, que decian los
padres. Ellos tomaban mucho el sol, pero rara vez se bafiaban.
Despues nos entraba un hambre atroz, el hambre que se s iente des-
pues de estar en remojo en agua salada, y comiamos tortilla de
patatas y f ile tes empanados que nuestras madres tra ian en tuper-
wares. Tambien recuerdo de los dias de playa las discusiones,
ent re mis hermanos y yo, para l ibramos de tener que cargar con la
hamaca en el camino de nuestra casa a la playa y viceversa. La
hamaca pesaba una barbaridad y ademas era muy incomoda de lIe -
var : bajo el brazo, con las pa tas de hierro clavandosete en e l cos-
tado 0golpeandote la piema. Pero a mi madre no Ie gus taba tum-
barse en la toalla extend ida directamente sobre la arena. A mi
madre Ie gustaba t rae r su prop ia hamaca . Ella er a de las que nunca
se baiiaba.
Con los aiios comence a ir a la playa con mis amigos, y nos poni-amos en otra zona, alrededor de la escalera doce, lejos de donde
se encont raban las case tas y nuest ros padres. Un ai io mis padres y
sus amigos dejaron de alquilar la caseta. Ahora, cuando miro hacia
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aquellos dias, considero si aquella fue 0 no una buena epoca. Al
menos yo debia de sentir que si, pero l.que sabe un coo sobre
c6mo andan las cosas? l.Y que se yo ahora de 1 0 que ocurria real-
mente? Poca cosa. Por 1 0 que a mirespecta, los recuerdos se limi-
tan a: vergaenza, chapuzones, tort il la y f iletes empanados, hama-
cas que pesaban un quintal. " y que han hecho con sus vidas esos
adultos que nos rodeaban? Mentalmente voy recopilando los datos
de que dispongo: hacerse dano, hacerse dano, hacerse dano, enga-
fiarse, hacerse dano. Envejecer. Algunos, ademas (como mi
padre), lIevar una vida poco saludable. Y morirse.
CONGELADOS
Fuimos congelados
por voluntad propia
segun dicen.
Hubo un fallo en la maquina:se pudri6 el silencio.
Es mas;
envejecimos.
(Fue larga nuestra ausencia.)
[Hagamosle frente a nuestra politica
de incomprensibles hechos consumados!
"Somos nosotros
o es el mundo el que ha cambiado?
iNo respondas!
Canturrea,
canturrea conmigo:
"Ya no estoy
callado,
tralara,
ahora estoy
vacio."
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ORTIGAS esta podrida por un lado, asi que contengo el aliento y la arrojo
con todas mis fuerzas, bacia la ciudad. Esperando no volver a
verla nunca, y sin embargo mirando c6mo rueda por el camino.uelvo a la casa de Lola, en el extrarradio. Ali i donde desaparece
el asfaltoy el verde se esfuerza por no volverse gri s. Donde pase
innumerables tardes con mis berrnanos y donde t ropece aquella
vez en la caleya para ir a parar a un arbusto repleto de ortigas.
l.Por que pasaba a lii dias ente ros y alguna que ot ra noche? Es a lgo
en 1 0 que nunca habia reparado pero Lola me 1 0 explica todo, y en
su voz se advierte la t ranquilidad de aquellas personas que se han
acostumbrado aver cosas dolorosas durante buena parte de su
vida. Mi madre nos subia hasta al ii en coche y se largaba porque
tenia cosas mas importantes que hacer. Cosas como t ratar de sal -
var su matrimonio. Como preservar a su hogar y a su fami lia de la
desdicha. Entonces yo no era consciente pero, l .que iba a saber?
Mi mayor problema eran los picores y el sarpullido por to do el
cuerpo que me habian producido las ort igas. Llegue a casa lloran-
do y com hasta mi madre para que me tranquili zara como siempre
1 0 hac ia, por muy mal que fueran las cosas.
Enfrente de la casa de Lola nos miraba el caser6n. Era un lugardeshabitado que a mis hermanos y a mi se nos antoj aba misterio-
so y excitante. Hoy 1 0 miro y se que no es mas que una fachada
semiderruida con un pufiado de malas hierbas t ras e lla. Y aun asi,
sigue siendo extrafio. EI misterio no desaparece pero muta en
otros misterios que te golpean en la cara como bofetones de real i-
dad: una casa, un hogar, padres invulnerables, coger el coche,
tomar el vermouth, sabados de televis i6n, domingos comiendo en
pij ama. Pero tambien: gente que se hace dafio por encima de toda
raz6n, adultos miserables que se insultan y escupen, y que te asus-
tan porque hoy, en algunas ocasiones, te recuerdan peligrosamen-
te a ti mismo.Lola y yo salimos al huerto. Desde alIi se ve Gij6n, envuelto en
una bruma densa y oscura. Sacamos de la tierra tantas patatas
como podemos y yo me quedo admirando una pequefia y lisa
como un huevo de codomiz. Pero mirandola bien descubro que
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Cuando aIguien que de verdad me importa
me esta gritando desde el bano .
que la deje en paz,
que que es 1 0 que quie ro yo de el la,
que haga e l favor de no hacerle mas daflo,
y yo no dejo de preguntanne
como he pod ido llegar a esto.
ESTO NO ES UNA SALIDA *
La verdad es que no se puede decir que se quedaran mucho
tiempo, yo diri a que unos veintic inco minutos, treinta a 1 0 sumo.
Aparec ieron por a lii poco despues de que yo les avisa ra, todo hay
que decirlo, pero se conoce que el desgraciado no le importaba
gran cosa a nadie. L legaron cuatro hombres : el juez, el fot6grafo,un notario y un oficial que les habia traido en un coche policial.
Pero es que a mi ni siquiera me tomaron decla rac ion, l,se 1 0 pue-
den creer? EI fotografo se limit6 a tomar var ias fotografias -flash
flash flash- mientras el juez tomaba apresuradamente notas en
una libreta y el notario se miraba distraido a las puntas de los
zapatos. Me dijeron que hasta que no llegara el forense con la
ambulancia ellos no pod i an hacer mucho mas, que tenian un
asunto en la otra punta de la ciudad y que si no me importaba a
mi espera r a que llegaran -ta rdarian una hora como mucho, afir-
maron- vig ilando entre tanto el cadaver (como si se fuera a esca-
par, fue 1 0 que pease yo), a 1 0 que respondi que por supues to, que
falt ari a mas, tra tando de disimular el entusiasmo que crec ia den-
t ro de mi como un animali llo travieso.
Si nadie tenia preguntas para un servidor, mejor para mi, por-
que 1 0 cierto es que yo tampoco tenia respuestas .
No se cual es mi nombre, ni tampoco donde vivo. 0 mejor
dicho , no 1 0 recuerdo. Ahora mismo no 1 0 se, pero 1 0 sabre en
algun momento del dia , 0 tal vez manana. Me sue l en ocurrir a
menudo, estos ataques t ransitorios de amnesia. Pero 1 0 curioso
del caso es que asi como durante un lapso mas 0menos largo de
tiempo me encuentro totalmente desprovis to de mi pasado, pare- '
ce que del mismo modo y en ese intervalo, para el resto del
mundo soy parciaimente invis ible, por asl decir lo . Cas i ins ignifi-
cante. Como me acaba de ocurrir con esos hombres: el juez, el
policia, etcetera, que me han tratado como si fuera el perro del
interfecto, poco menos.
*Originalmcnte publicado CD la carpets del mini 'Ibum dcl mismo titulo.
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VESTIGIO EDUCACI6N
Abro mi agenda y Ie doy ese numero,
luego colgamos y podria muy bien
haber olvidado todo esto,
pero quedo con ella en la mano
abier ta por la letra "p". Ali i,
t ras un par de nombres,
esta escri to "papa" en el margen izquierdo
y a la derecha un numero de tele fono,
EI ultimo vestigio de algo. Un nurneroque no existe, acaso
para una persona tan ajena a mi
como esa que pasa ahora por la cal le.
Ese hombre tampoco existe, muri6 hace ya
algun tiempo, mas pervive en mi memoria
yen mi agenda (con su numero de telefono y su
domicilio propio) y en todas esas cosas que
aun se me hacen tan extrafias : los pape. les
que llevan un membrete con sus iniciales,
las cartas que siguen llegando
a su nombre y algunos de sus objetos personales
condenados por siempre a la inutilidad.
Se llamaba Rocio
y era la salida de la cJase.
Recuerdo c6mo se enrollaba con tios
que no eran yo
en los servicios del girnnasio,
durante la hora de Educaci6n Fis ica.
Se dec ia que habia hecho de todo
excepto foliar, aunque ahora
no sabri a decir si esto se decia de ella
o de otra del curso siguiente.
Yo la deseaba,
la deseaba con todas mis fuerzas ,
pero nunca llegue a tener i a,
ni a ella ni a ninguna otra por aquella epoca.
No hace mucho me la encont re
en la barra de un bar.
Ella me reconoci6 y hablamos un rato.Queria comprar pastillas
y yo Ie indique a la persona adecuada.
Entonces tambien la desee,
menos que entonces
y de otra manera,
pero estaba con alguien
y me import6 mucho menos
el fracaso.
No recuerdo exactamente
quien fue el que, sin pretenderlo,
me hizo volver a pensar en ello.
No recuerdo muy bien que hora era
cuando me llam6 para pedirroe
el numero de telefono de alguien,
no sabria decir quien.
Al fin cierro la agenda y la vuelvo a colocar en su sitio.
Tal vez debiera ya de arrancar la pagina.
Un dia de estos 1 0 hare.
Rocio, no se por que escribo acerca de ti .
Realmente me importa poco
si es tas viva 0muerta,
y dudo mucho que fueras necesar ia
para que yo me encuentre aqui
en estos momentos.
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A veces necesito ser otra persona.
Ahora me entienden, l,verdad?
Yosolo pasaba por alii, como se suele decir, 1 0 que ocurre es
que entre (sucede cuando pierdo la memoria: vago durante horas
por las calles con la esperanza de recuperarla de subito -si bien
la experiencia me dice que solo varias horas de sueno profundo
logran restituirla- hasta que acabo pasando la noche en cualquier
portal que me encuentre abierto). Entre y comence a subir unas
escaleras de anchos escalones enmoquetados hasta que, exhaus-
to, me detuve en la septima planta. EIcorredor parecia intermi-
nable, y en el fondo, a 1 0 lejos, dist ingui un bulto en el suelo.
A ambos lados hileras de puertas cerradas. Cada una de elIas fue
golpeada por mis nudillos y en ninguna obtuve respuesta. No se
por que 1 0 hacia, supongo que esperaba llegar a algun lugar,
familiar 0no. Cuando al fin alcance el bulto me quede unos ins-
tantes mirando el cuerpo tirado en el suelo en aquella extrana
postura, como si hubiera muerto mientras intentaba dar vueltas
sobre si mismo estando tumbado. Un momento de lucidez me
hizo volver sobre mis pasos, bacia el telefono que habia visto al
pie de las escaleras. Una operadora me puso con la policia, y alcabo de una media hora llegamos al principio de mi narracion,
l,recuerdan? Yo, apenas.
A veces necesito ser otra persona.
Asi que aquf me tienen, acariciando la aspera tela de pana
gruesa de los pantalones de este pobre diablo, su camisa de algo-
don, zapatos, etcetera. Dejo mis ropas cuidadosamente dobladas
en un mouton aqui, junto al z6calo, y seguidamente desnudo como
puedo el cadaver, que esta aun caliente y por suerte para mi toda-
via no se ha puesto rigido. EI cuerpo, delgado y paliducho, queda
desnudo sobre la alfombra en una postura diferente a aquella en la
que 1 0 encontre, y advierto que sobre el gluteo derecbo lleva tatua-
da la palabra "Marilyn" en caracteres g6ticos 0 algo por el estilo.
En este instante me viene a la cabeza el sonido del flash de las
fotografias que acababan de hacerie al muerto, y maldigo la bora
en que decidi dar parte del suceso. "C6mo voy a explicar ahora los
cambios de postura del cuerpo, si a alguien le da por trazar una
silueta tal y como he visto hacer en las peliculas? Pero no tengo
tiempo para ese tipo de preocupaciones, ahora estoy demasiado
excitado con la idea de suplantar a alguien 0, para ser mas exac-
tos, de al fin conseguir ser alguien (aunque se trate de una perso-
na que en terminos cientificos ha dejado de existir). Los calzonci-
llos pican y me llegan basta las rodillas, pero lacamisa y la ame-
ricana me vienen que nipintadas. Cuando acabo de atarme los cor-dones de los zapatos comienzo a tener la sensaci6n de que la con-
fusion demi cabeza se esta disipando. Un escalofrio me recorre el
cuerpo de los pies a lanuca y noto como se me eriza elvello. Me
siento tan euf6rico que tengo ganas de gritar, pero cuando abro la
boca no emito sonido alguno, y entonces me sobreviene, como si
de una iluminacion se tratara, una sensacion, como si hiciera
semanas, 0meses, que no hablo, que me limito a asistir a una vida
que ni es la mia ni es la de nadie, asintiendo 0 negando con la
cabeza ante las preguntas de los demas. Es entonces cuando oigo
pasos y voces que vienen de la escalera y se van acercando. A mi
lado yace un cadaver desnudo, y a pocos centimetros el monton-
cito con mis ropas. Miro a un lado; miro al otro. En ninguna deestas puertas se puede leer la palabra SALIDA.
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CANCI6N PIRATA La existencia del espir itu es una anomal ia de la vida.
E. M. Cioran
a lgunas veces soy una rata
aJgunas veces hennanos soy una rata
cuando las cosas del dia tenninan
y eso ocurre despues de que el dia haya terrn inado
mi conciencia humana se restituye
mirad a j uan como se mete en la cama
evitando pensar que manana tiene que volver a despertarse
oremos por juan la rata la ra ta juan
una dos tres duchas
mucho mas viejo
pero como nuevo
Tengo un reproche que hacer le al mundo.
Lo culpo por haber desa tado sobre mi
toda la fur ia de este mal incurable,
de esta patologia del espiritu:
E l doble don de la sensibilidad suficiente
para apreciar las cosas buenas y sencillas ,
y la absoluta incapacidad para dis frutar de elias .
No es la mala vida la que me mata, no;
es la vida toda
y mi conciencia extrema de e lla
-vislumbre de la muerte.
Primero maldigo. Luego
reclamo un poco de atencion:
Dimito como ser humano.
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