1. Introducción
Podemos considerar como Comunicación No Verbal (CNV) los gestos, las posturas, la
orientación espacial del cuerpo, etc., o sea, todo aquello que sin ser estrictamente verbal emite
información.
En los últimos años han tomado auge las actividades docentes relacionadas con las técnicas
de expresión corporal así como los esquemas educativos sobre la educación a partir del cuerpo.
2. La comunicación
Podemos considerar dos posiciones opuestas en la forma de entender el fenómeno
comunicativo humano:
1. Posición que atiende a la comunicación en el sentido más amplio y extenso (todo
proceso en el que un estímulo es percibido por un ser, sin valorar la intencionalidad del
emisor o el receptor).
2. Posición que particulariza la comunicación como proceso dialogante entre dos o más
personas, entendiéndola como interacción donde las respuestas y retroalimentaciones
son parte del proceso.
La mayoría de los estudios de comunicación humana han pretendido formular una
concepción psicológica relacionada con el envío-transmisión-recepción de mensajes (Miller,
1965), por lo que se trataría de un sistema de transmisión de información.
La primera condición para que exista comunicación es la existencia de un sistema emisor y
otro receptor, aunque se trate de un mismo individuo. Pero como no podemos pensar que la
comunicación humana va a ser algo tan simple como un proceso de estímulo-respuesta (X
emisor y Y receptor, Bidwhistell, 1979), vemos que es algo más complejo, como que haya un
emisor, una vía de comunicación en la que pueden existir interferencias (canal) y un receptor
que a su vez emite una nueva información que llega al primer emisor, convirtiéndose éste en
receptor, y así sucesivamente.
La comunicación se produce por todos los canales propios de las modalidades sensoriales
combinándose y adecuándose al contexto. En este proceso llamado comunicación ningún canal
está en permanente uso aunque siempre hay uno o más canales funcionando.
La información transcurre por un canal determinado y con unas características físicas,
organizado conforme a un código para llegar a constituir un signo (significante/significado); por
lo que la información se particulariza según el canal.
La mayor parte de las ocasiones en que consideramos que somos conscientes de la
información que transmitimos, además emitimos una gran cantidad de información
inconsciente, incontrolada, susceptible de ser captada por los demás.
Autores como Watzlawick, Beavin y Jackson (1981) se ocupan de rebatir a quienes proponen
la intencionalidad como condición de comunicación y mantienen que en un sistema de
interacción no es posible no comunicar independientemente de que la comunicación sea
voluntaria o involuntaria por parte de cada uno de los sujetos involucrados en el proceso. El
comportamiento no verbal en el hombre es un aspecto donde se fundamenta gran parte del
origen social de los humanos.
3. Funciones de la comunicación no verbal
Usos básicos de la CNV según Argyle (1978):
1. Expresa emociones.
2. Transmite actitudes interpersonales.
3. Presenta a los demás la propia personalidad.
4. Acompaña al habla administrando intervenciones.
Argyle (1978) resume las funciones de la CNV en tres: control de la situación social
inmediata, complemento de la comunicación verbal y ocasionalmente sustitución de la
comunicación verbal.
4. Clasificaciones de las señales o elementos no verbales
4.1. Distancias espaciales en la situación de interacción: la proxemia
Knapp define la proxemia como el estudio del uso y percepción del espacio social y personal.
Igualmente se atiende al estudio de las relaciones espaciales en función del liderazgo, estatus,
sexo, cultura… y también referente al entorno físico (edificios, mobiliario…).
Algunas generalidades que podemos enunciar a cerca de las relaciones espaciales son las
siguientes:
Las personas se protegen de la invasión de su espacio íntimo; la intrusión en este
genera temor o agresividad, si ésta es no deseada. Se aprecia una relación inversa entre distancia corporal y contacto visual. Pertenecen a esta categoría las condiciones móviles o no del espacio físico o entorno en
donde se produce la comunicación.
En la escuela el profesor/a debería estar pendiente de los elementos que se derivan de la
proxemia ya que probablemente recibiría información sobre aspectos de grupo y de los
individuos, que pueden serle de gran utilidad.
4.2. El contacto físico
El contacto físico es una forma primitiva de contacto social. Las emociones, la sexualidad y
las agresiones se manifiestan fundamentalmente por este medio.
El contacto físico tiene cualidades de duración, intensidad, zonas de contacto que lo
determinan y caracterizan; así, por ejemplo, del saludo dándose las manos puede obtenerse
bastante información, en función de la forma en que se haga.
En el caso de los niños/as podemos atender a la observación de, por ejemplo, ausencia o
presencia de contacto físico, contacto de tipo agresivo o afectivo, etc.
4.3. La orientación y la actitud
Sheflen clasificó las orientaciones del cuerpo de los participantes de un proceso comunicativo
en tres tipos:
1. Inclusión /no inclusión en el grupo.
2. De frente, de lado o de ángulo.
3. De congruencia /incongruencia con el grupo.
La postura se considera un elemento poco controlado por los individuos en interacción, ya
que este tipo de CNV tiene una gran carga de involuntariedad.
La orientación y actitud del cuerpo, en el contexto escolar, es un exponente comunicativo de
gran valor (disposición o no a la participación, grado de atención o falta de ella…).
4.4. Gestos y movimientos del cuerpo
Varios son los autores que insisten en cómo debe entenderse el comportamiento motriz de la
persona como una globalidad expresiva aunque la tradición investigadora de la CNV se ha
ocupado en muchas ocasiones del estudio de la gestualidad; se han estudiado los movimientos
de la cabeza, manos y cuerpo. Así, como ejemplo decir que los movimientos de la cabeza
pueden cumplir una amplia gama de indiciadores o señales como: afirmar, negar, dudar,
despreciar, etc.
Ekman y Friesnen proponen cuatro categorías diferentes de señales no verbales:
1. Ilustradores: gestos o movimientos que acompañan a la expresión verbal para
ilustrarla.
2. Reguladores: signos que se entienden como ordenadores y organizadores del diálogo
entre dos o más personas.
3. Emblemas: gestos que describen el mensaje mediante una actividad corporal. Equivalen
a un concepto. También pueden incluirse en esta categoría los tipos de señales
codificadas, como puede ser el lenguaje de los sordomudos.
4. Las expresiones afectivas: básicamente expresadas por la expresión facial.
4.5. Los adaptadores
Se trata de acciones o actividades en las que el sujeto manipula parte de su cuerpo o de un
objeto, sin previa intervención ni como mecanismo de comunicación. Se pueden clasificar en:
1. Autodirigidos: dirigidos al propio cuerpo, como rascarse, frotarse,…
2. Dirigidos a objetos: gestos centrados sobre objetos como cigarrillos, bolígrafos, etc.
3. Heterodirigidos: gestos dirigidos sobre el otro.
Por lo general son gestos poco intencionales cuya finalidad cosiste en reconducir, aumentar
o asegurar mediante el contacto una mayor impresión de nosotros mismos.
En la situación escolar, además de los que acabamos de exponer, se dividen en tres tipos:
1. Gestos significativos de tipo “organización”, como por ejemplo: indicación de mirar,
silencio, etc.
2. Gestos no intencionados del profesor/a que transmiten al grupo información respecto a
su estado de ánimo.
3. Gestos colectivos de imitación del grupo-clase, como pueden ser: mirar todos al mismo
compañero/a, taparse la boca ante un error ajeno, etc.
4.6. La expresión de la cara
Los gestos con la cabeza tienen una gran importancia en la interacción por su rapidez,
cadencia… (asentir, negar, desviar…).
El estudio de la expresión de la cara dispone de gran número de investigaciones y con los
resultados se han podido establecer una serie de prototipos bastante genéricos de expresiones
de la cara relacionados con estado emotivos; así, hallamos tres tipos de expresiones faciales
característicos: agrado/desagrado, atención/indiferencia e indicadores de una actividad.
Respecto a la función que cumple la mímica facial en el conjunto del proceso comunicativo
humano, Argyle considera que:
1. La expresión facial indica las actitudes respecto al participante en la comunicación.
2. Actúa como metacomunicación.
3. Funciona como una retroalimentación constante que permite conocer al interlocutor
cómo se reciben sus manifestaciones y su comportamiento.
En los niños/as pequeños, la expresión de la cara, así como su apariencia es una gran fuente
de información. El rubor, las muecas, el ocultar el rostro,… son signos, a menudo, inequívocos.
4.7. Intercambio de miradas
El intercambio de miradas indica a menudo la naturaleza de la relación establecida entre las
personas en situación de comunicación, un rechazo o una buena predisposición de
comunicación. Las investigaciones van sobre todo a analizar la frecuencia y la duración del
contacto visual con las características de la personalidad de los individuos. De esto se obtiene,
por ejemplo, que las personas con mayor tendencia a la sociabilidad efectúan un mayor número
de intercambio de miradas.
El diálogo con los niños/as a través de las miradas es una práctica asidua en la interacción
escolar. La mirada sustituye en muchas ocasiones a la palabra; puede utilizarse para preguntar,
para indicar que nos se sabe algo, etc.
4.8. El aspecto exterior
Los elementos invariables durante el transcurso de la interacción son: peinados, ropa,
maquillaje, joyas, gafas, color de la piel, perfume, etc. sin duda, el aspecto exterior, en el que
también interviene la cara, contiene una fuerte carga comunicativa.
Deberíamos insistir entre aspectos variables e invariables del aspecto exterior (ropas,
peinados, artefactos, etc., y color de la piel, olor corporal, altura, peso, etc.).
Es muy importante la “primera impresión”; a veces, la comunicación se ve facilitada o
entorpecida en muchas circunstancias, por cuestiones relativas al aspecto exterior.
A nivel escolar, el aspecto exterior se muestra como un elemento comunicativo y le puede
servir de gran fuente de información, sobre todo para el profesor, ya que de ahí puede deducir
si el niño esta bien alimentado, aseado, en definitiva, cuidado.
4.9. Factores del entorno
Los elementos que participan de manera indirecta en la relación comunicativa los
clasificamos siguiendo tres criterios:
1. Elementos estructurales o inmóviles: características físicas del lugar donde se produce
la acción.
2. Elementos variables o móviles: disposición de los elementos, mobiliario, etc.
3. Huellas de acción: restos o residuos de actividades previas (algo escrito en la pizarra,
etc.).
4.10. Aspectos no lingüísticos del discurso
Son variaciones verbales susceptibles de introducirse en el proceso verbal; son de naturaleza
no lingüística en sentido estricto y transmiten diferentes estados de ánimo o diferentes
significados a las palabras. Puede ser la excitación con que se acompaña un mensaje
lingüístico, la entonación que le das a una frase, que puede expresar miedo, duda, etc.
http://www.efdeportes.com/efd130/nociones-basicas-sobre-comunicacion-no-verbal.htm