Río Arriba &Digital
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Río Arriba & Digital
Animales
EdicionesGaceta Digital
EditorialAnimales
Este número de la Gaceta Río Arriba sobre Animales, en primer lugar, nos sorprendió por convertirse en un arca de especies y formas textuales muy variadas; tuvimos una convocatoria que rebasó con mucho la posibilidad de espacio dentro de la embarcación. En consecuencia la selección requirió de mucho cuidado.
El tema nos ofrece una muestra vital de las preocupaciones estéticas y discursivas de los autores gráficos y literarios. Se percibe un respeto por la vida de pequeños seres que tradicionalmente son repugnantes: dos sonetos, uno a la chinche, otro al a cucaracha, un réquiem a una tarántula.
Tenemos, por otra parte, autores que nos convierten en testigos privilegiados del acecho del jaguar o nos acercan al nervioso venado, quizá como la última forma de poder contemplarlos antes de su extinción. Otros conciben a los roedores como una presencia tortuosa de sus culpas.
Por supuesto en la gaceta hay un lugar para los perros de la calle, víctimas del abandono y de los autos, pero lo increíble es que no se trata de los relatos de sus desgracias sino de la valentía y fuerza que los caracteriza para sobrevivir a pesar de una pata cercenada o de la suerte de unos cachorros al nacer al amparo de mujeres piadosas que también se reconocen hembras y madres. Todo esto nos invita a reflexionar sobre el papel que los animales tienen actualmente en la literatura, motivo de este congreso.
La gaceta Río Arriba nos permite asomarnos a la relevancia de la mascota como un familiar más, cuando no como única compañera de almas solitarias, sin que se trate de un perro necesariamente (curioso que los gatos brillan por su ausencia, a pesar de ser el tópico tradicional de las mascotas de los solitarios).
Conviene entender que lo fantástico ya no reside en esos seres de los bestiarios, sino en la supervivencia y adaptación de los animales a pesar de nuestra gran capacidad para destruirlos. Se cambia el elogio de la fiesta brava, gran tradición de la poesía castellana, por la denuncia a un espectáculo que es censurado por su crueldad. Donde el torero es un asesino, no un guerrero, y el toro, un animal sacrificado a la diversión en franca desventaja, donde no tiene otra salida más que defenderse con desesperación.
En resumen tenemos una perspectiva discursiva, mediante la prosa o el verso, que enarbola una postura ética frente a las víctimas del hombre. Ya no encontramos, como, por ejemplo, en los poemas épicos de la tradición occidental, el asombro y el terror ante seres nunca antes vistos provenientes de tierras inexploradas.
No hay relatos hermosos de la infancia sobre los circos, sin que estén impregnados de esa indignación del autor hacia el maltrato en aras de la diversión.
Y también terminó la lucha romántica del capitán con la ballena, del pescador contra el inmenso pez espada porque ambas especies están desapareciendo perseguidos por buques inmensos. Lo literatura contemporánea de los autores jóvenes, que tiene por tema a los animales, a decir de los más de 50 textos que llegaron para este número, penetra en la vida de los seres del microcosmos, cuando no en la tragedia de ser los últimos de su especie o las infaustas mascotas del hombre.
Río Arriba
Índice
Editores: Sergio Osorio y Claudio Vázquez Pacheco
Consejo Editorial: Javier Gónzalez, Gerardo Altamirano, Laura Lezama y Carlos Alvahuante
Web: Cristhian Salas y Kracko
Logística y operación: Andrea Barranco y Dínamo Nava
Diseño Revista Digital: Sergio Osorio y Cristhian Salas
Río Arriba Puebla: David Corona
Río Arriba Guanajuato: Carlos Velázquez
Tripiépor Lirio Garduño-Buono
Bitácora de los perrospor Beatriz Vignoli
Réquiem a Goldmundo por Ari Ben Ramírez Villegas
Fue una terriblepor Jesús Rito García
Ledapor José Alfonso Pérez Martínez
Yagúl por Yahir Alonso Ortiz
Jaguar (Panthera onca) por Adán Echeverría
Sangre de Fuegopor Rosa María Sánchez García
Fábula del silenciopor Mary Jose Ocampo
La cucaracha Soneto a la chinche (CimexLectularius)Por Luis Miguel Rubio Domingo
Venado cola blanca por Adán Echeverría
NARRATIVA Y POESÍAEspecie extintapor Víctor Argüelles
Sin título por Juan Machín
Melancolía: King Kong enel siglo XXI por Dulce Aguirre
Gueperado por Manuel Fonz
Águilapor Pilar Hinojosa
Escarabajos por Javier Herrero
“Nos vamos haciendo viejos…”por Dulce Aguirrea
Especie extinta II por Víctor Argüelles
Chanul IIpor Miguel Jesús Escalona
Sueño de pesantapor Melina Ángelica Pérez
Un orgullo desmedido y un aprecio excesivopor Melina Angélica Pérez
GRÁFICA
AL LECTOR
“Lo que se lee no es viejo”por David Corona
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Río Arriba revista digital
Río Arriba recibe colaboraciones de obra gráfica y literaria, próximo número: Ciencia (marzo - abril - mayo), lineamientos en: http://gacetarioarriba.blogspot.com/. Descarga el pdf de este número en www.rioarriba.com.mx
Foto de portada: “Simiesco” por Javier Herrero
Los autores y artistas gráficos son responsables de su contribución, la cual no refleja la opinión de Río Arriba. Esta publicación digital no persigue fines de lucro. Escríbenos a: [email protected]
Especie extinta por Víctor Argüelles
Al lector
Página - Uno
Página - Dos
Animales
Tripiépor Lirio Garduño-Buono
El perro de tres patas
tiene el color sabroso
de la cocoa caliente
con canela.
Tiene ojos de pistache,
hocico largo.
No sabe que sus huellas
son un múltiplo impar
no sabe lo que no puede
y por eso puede
subir veloz los cerros
y correr el maratón canino;
vibrar con los olores
del tlacuache y del tejón,
mojarse con el agua del apantle
-ese milagro-
El perro de tres patas es alegre;
no se lo ocurre otra manera
de ser feliz
¿así nació o así lo hicieron?
Poco importa, el perro impar
vive su vida
como el más completo
como el más amable
de los canes inmortales.
Al lector
Página - Tres
Página - Cuatro
Animales
Sin título por Juan Machín
Bitácora de los perrospor Beatriz Vignoli
Hace una semana que nacieron losperritos.Con la tormenta de días atrás aflojó el calor,pero también se voló la cucha de cartónque le habían hecho las vecinas a la perra color ceniza que vive en la plaza deenfrente. Ella enseguida halló un cubil enuna cavidad del cemento de nuestro edificio: el antiguo incinerador. Merodeaba, alerta, el padre de los perritos, unmestizode husky y de ovejero alemán que tiene un ojo color jaspe y otro celeste hielo.
Hace varios días que las vecinas se ocupan de que la madre perra siempre tenga agua y comida. Como les oigo el llantito cada vez que gritan, asumí la tarea de bajar a poner de nuevo con su mamá a cada cachorro que se cae de la cueva. Parecehaberse creado una división del trabajo espontánea entre el vecindario: estamoslas juntadoras de cachorros y están las alimentadoras de madre. Las juntadoras que coincidimos ante la eventualidad del cachorro caído cumplimos el rol secundario de
inteligencia y comunicaciones entre las alimentadoras. Surgieron nuevosroles: las historiadoras (una vecina mecuenta: el padre de los perritos, no sólo en la noche de la tormenta, sino la noche en que los perritos nacieron, los estuvo cuidando) y las encargadas (nueva versión de las constructoras de cucha) de poner una media sombra en la entrada de la cueva.
Anteayer fui a juntar un cachorro y ahíestaba su papá perro, echado a la puertade la carpa, con la cabeza erguida. Hayotro rol nuevo: el Malo de la Película, unvecino que esta mañana amenazaba conmatarlos a todos. Asumí un rol más: retaguardia de la fuerza defensiva. Al cierrede esta edición, mi gato atacaba alcable del mouse.
Animales
Página - Cinco
Melancolía: King Kong en el siglo XXIpor Dulce Aguirre
Página - Seis
Animales
Gueperado por Manuel Fonz
Animales
Página - Siete
Página - Ocho
Animales
Réquiem a Goldmundo por Ari Ben Ramírez Villegas
Águilapor Pilar Hinojosa
(Tres glosas y una espinela para la muerte de mi
animal-amigo, Goldmundo, una tarántula)
El amanecer se ahoga, y el
universo se ha afligido:
que es la muerte de un amigo
lo que el cielo tanto llora.
Son las afluencias dolientes,
de las lágrimas celestes
lo que en mi ventana choca,
derramando, gota a gota,
lo que, con dolor, suspiro:
que es la muerte de un amigo.
Si no estás, Goldmundo, di
¿quién se quedará conmigo?
Si tan rápido te has ido
¿qué curará el frenesí?
Y si ya no estás aquí
¿con quién vivirá mi alma?
Si no está por quien clamaba
¿qué será de quien te implora? Y
¿con qué jugarás ahora
siendo amigo de la nada?
La cuerda que, Vida, liga
y que la muerte desata
¿dónde irás con ocho patas
si es que ya no las animas?
¿Qué verás con tantos ojos,
víctima de mil despojos?
¿Para qué tejiste en vida
si la muerte es fugitiva? Y
mientras el tiempo me mata
¿dónde irás con ocho patas?
Afligido por tu fin
e infeliz, ya no vivía
que tu muerte fue la mía,
aunque yo jamás morí.
Y en este dolor tan grave,
trastornado por mis males,
a tu sepultura fui.
Con ojos llorosos vi
que en tu sepulcro decía
que tu muerte fue la mía.
Animales
Página - Nueve
Página - Diez
Animales
Fue una terriblepor Jesús Rito García
El cuarto inundado de ratas que corrían por toda partes
Salían y entraban del ropero, caminaban como malabaristas
entre los ganchos de ropa,
saltaban de un librero a otro.
Se detenían ante títulos como:
“o futuro da saudade”
Y se reían de la “Historia de la literatura portuguesa”
Fue una terrible noche,
El mundo está inundado de ratas prietas
que mordisqueaban mis sábanas
y mis pensamientos.
LEDApor José Alfonso Pérez Martínez
Yagúl por Yahir Alonso Ortiz
Flamea la seda y el tul:
Es Leda que se enreda
Con un cisne en la luz.
Por las veredas
capullo sónico
el colibrí
jilgueros lo circundan
azuzantes
aletean golondrinas en delirio Prometeo
el colibrí
breve peñasco
soplo inmutable
vaina que corta el tiempo
http://www.youtube.com/watch?v=xjSz-8vSC08&feature=youtu.be
Escarabajos por Javier Herrero
Animales
Página - Once
Página - Doce
Animales
Jaguar (Panthera onca) por Adán Echeverría
¿Qué sentido puede tener la selva si el jaguar no la recorre?
Miedo de encontrarse al acecho. Ser presa indeterminada.
El viento trae los olores de la sangre
hasta enarbolar rugidos en el eco de las calles vegetales.
Giran las hojas de los ficus
atrapando la sensual sombra de este dios de ámbar.
Hay que buscar en la agonía del venado
esa furia que desprende en la carrera.
Persecución de muerte sobre el cuello:
líquido jaguar de la memoria.
En el malestar de los cenotes,
la verde duermevela extiende sus finos pasos por las enramadas:
jaguar sin destino de quimera.
Y ese dios que nos asiste,
tuerce la cola pero no desespera sobre las ramas del cedro,
reposando la violencia del enigma se transformó en piedra.
En el artesanal jade se ha establecido el destino de su historia,
y caerá la estrella de su época hasta la oscuridad abierta del cenote.
Enmohecido silencio, dactilar presencia:
el jaguar camina arrastrando sombras.
Levanta la vista,
trepa el orgullo hasta la despedida de la lluvia...,
¿y las garras?, imploración de sangre herbívora.
Animales
Página - Trece
SANGRE DE FUEGO por Rosa María Sánchez García
Al preludio de la flamígera aurora
Surge el rito al cobijo del árbol sacro.
En la cumbre, un hábito blanco se eleva
corta el muérdago verde con su hoz de oro.
En la cuna del solsticio de verano,
el Toro de Guisando vigila el culto.
Sangre de Dragón, eres fuego sagrado,
luz perpetua, sabiduría infinita.
“Nos vamos haciendo viejos…”por Dulce Aguirre
Página - Catorce
Animales
Fábula del silenciopor Mary Jose Ocampo
Un Grizzly, un Hipopótamo y un Perro caminaban por el desierto, se detuvieron frente a un
abrevadero.
Los tres se acercaron y comenzaron a beber y comer algas, el Grizzly de pronto paró y dijo:
<<Momento, estas son algas de agua salada y esta es agua dulce, además, yo ni como algas>>
¡Puf! el Grizzly desapareció.
El abrevadero desapareció. El Hipopótamo y el Perro se sentaron a jugar conquián. El Hipopó-
tamo paró cuando ya tenía en el suelo dos tercias y dijo: <<Espera, la baraja debió aparecer de
pronto, mágicamente, porque no llevamos ropa, ni bolsas, no tenemos en dónde guardarla…>>
¡Puf! el Hipopótamo desapareció. La baraja desapareció.
El Perro abrió el hocico, pero no emitió ningún sonido, pensó en hablar del calentamiento global,
del misterio de su español espontáneo, pero calló. ¡Puf! un roble apareció y el Perro se tendió a
su sombra el resto del día.
http://www.youtube.com/watch?v=5NOKbi8hHag&feature=youtu.be
Animales
Página - Quince
La cucaracha
Soneto a la chinche(CimexLectularius)
¡Ni que fuera un ratón! La cucaracha
sale de su escondrijo, intempestiva,
pone a la recepción patas arriba,
tarda y medrosa, pero vivaracha.
Grita una vieja, llora una muchacha
subida al mostrador; la fugitiva
llega culta a la prensa deportiva
apóstata del hueco y la covacha.
Busca su trascendencia entre las losas
como quien del amor de los efebos
busca la descendencia de las rosas.
Busca las suelas de zapatos nuevos
que le sirvan de lápidas viscosas
donde escribir el triunfo de su huevos.
Por Luis Miguel Rubio Domingo
Hematófaga okupa de las camas,
nocturna huésped del entorno humano,
la penitencia del turista urbano,
la que llena de sangre los pijamas.
Dejas medallas en la piel que inflamas
sin despertar al buen samaritano,
pues tienes la cautela del troyano,
la vestimenta de los monjes lamas.
Tus ninfas de cristal serán rubíes,
traslúcidos joyeles, en el lecho
decorado con tramas carmesíes.
Cuando regreses al lugar estrecho
que el cabezal te dio para que críes,
serás madre de nuevo, bajo techo.
Chanul iipor Miguel Jesús Escalona
http://www.youtube.com/watch?v=Xbdt918jDws&feature=share
Página - Diecisiete
Animales
Especie extinta II, 2013 por Víctor Argüelles
Animales
Página - Dieciséis
Venado cola blanca por Adán Echeverría
Hay que situarse entre las astas que huyen a través de la enramada, para comprender la
violencia de la persecución; lucha continua contra el cazador, que permanece sentado al
borde de los álamos tejiendo las líneas de hambre sobre el rostro.
¡Oh venado de ágata!
Recorre los prados, la sabana, el manantial de la amargura.
La sed traicionera te acerca a la quilla de la muerte.
El filo de luna persigue tu sombra.
Eres voluntad de viento
aroma de olvido
espacio cerrado hacia la quietud de la agonía.
Apresado por el odio y el hambre
el venado se condena a ser alimento:
manjar de la pobreza.
Página - Dieciocho
Un orgullo desmedido y un aprecio excesivo
por Melina Angélica Péres
Animales
Al lector
Lo que se lee no es viejopor David CoronaRío Arriba Puebla
Cuando recibí la invitación de participar en el proyecto cultural Río Arriba, tuve la
concatenación mental-inmediata de las revistas literarias con las que me he relacionado
e incluso, con las que sólo me he vinculado como su activo lector y nada más. Entonces
pensé en dedicar unas líneas al consejo editorial que encabeza este proyecto y por qué no
hacerlo, si además, los buenos deseos, los impulsos regidos por la complicidad son
siempre un aliciente común en las bienvenidas culturales, y más todavía cuando se trata
de esos propósitos que tienen por camino las letras; todo como si nosotros – los que
deseamos las buenas cosas- apadrinásemos el rol de la madre protectora, el rol del
centinela que guarda la luz de la sombra, como si tarde y noche pensáramos en las
responsabilidades que requiere la publicación entera, en este caso, de una revista. De
sobra sele decir que no es así, deseamos pero, no velamos pero ese deseo. Deseo que
ustedes, actores primarios, sigan velando por nuestros deseos
Quiero dejar muy en claro que, cuando el proyecto Río Arriba se presentó en la ciudad de
Puebla por aquellos días de noviembre de 2010, y que aquí se debe apuntar: los señores
del Distrito Federal traían entonces a la ciudad angelopolitana de esos años, una gaceta
llamada La Pira Literaria, no pensé integrarme ni remotamente a ellos como un
navegante más en la barca de Ulises, menos como uno de esos matones con piedra en
mano que deseaban aniquilar a Magdalena, tampoco imaginé que ellos crecerían así
como han crecido, ni siquiera ahora espero que los de Río Arriba lleguen a viejos con este
proyecto echado a andar desde hace ya algún tiempo. Lo que sí espero es que su trabajo
siga cayendo en manos de lectores que como yo, en las noches o en los días de asueto,
tome una de esas viejas revistas, de esas que uno se resiste a perder y entonces la hojee,
ponga particular interés en sus imágenes, en los créditos, en algún poema que atrape la
atención y de pronto, llevado por la insólita carencia de poder compartirlo con alguien, se
ponga a pensar lentamente para sí mismo: Algún día me gustaría hacer algo así.
Página - Diecinueve
Un orgullo desmedido y un aprecio excesivo por Manuel Fonz
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