Cuadernos de divulgación: “Aportes para pensar”
Serie 1 Violencias Sociales. Año 1. Número 1
Por el derecho a tener derechos. Entre Violencias y
Resistencias: “Toman la palabra”.
LA EXPERIENCIA DEL PROGRAMA PROGEN (PRO-GENERO)
Años 2010-2012 en Posadas Misiones
Las opiniones expresadas en este documento no reflejan necesariamente las opiniones de la Comisión Europea
A LAS QUE SE REBELAN, Y NO SE CALLAN
LAS HUMILDES Y LAS MANSAS
LAS QUE IMAGINAN COSAS IMPOSIBLES
EL DERECHO A SER FELICES
A LAS QUE VIVEN SOLAS PISOTEADAS
LAS QUE YA NO ESPERAN NADA
A LAS DESAMPARADAS OLVIDADAS
A LAS QUE CAEN Y SE LEVANTAN
CUANTAS VIDAS HUMILLADAS
CUANTAS LÁGRIMAS CALLADAS
LO MAS TRISTE ES LA TRISTEZA
EN EL CLUB DE LAS MUJERES MUERTAS (…)
Fragmento de la Canción “El Club de las mujeres muertas”
Artista: Victor Manuel. Álbum: el perro del garage1
1 Extraído del Manual Violencia de género Apuntes para profesionales.
EQUIPO DE TRABAJO QUE HIZO POSIBLE ESTA PUBLICACION:
Coordinadora Cospe: Lic. Alberta Bottini
Coordinadora del Progen: Mag. Carola Iñiguez Zambrano
Experta en Género: Lic. Sandra Cesilini
Coordinadoras del estudio y responsables de la producción del material: Mag.
Spasiuk, Gisela – Mag. Cabrera Zulma. Centro de Estudios y Promoción de la
Equidad de Género Flora Tristan (aprobado por Resolución CD
Nº098/11.Secretaria de Extensión. FHyCS. UNAM).
Apoyo y aportes profesionales: Lic. María Elisa Dellacroce. Directora Dpto. de
Trabajo Social. FHyCS. UNAM y Lic. en Psicología. Cristina Fornerón.
Equipo de trabajo de campo: Lic. María Emilia Gil Navarro – Mag- Alicia Vera – Lic.
Miriam Rolando –
Colaboradoras en el relevamiento y trabajo de campo: Lic. María Elsa Vazquez –
Lic. Graciela Alba Posse e integrantes del equipo multidisciplinario del Progen: Psic.
Nabila Salech, Dra.Laura Ayala, Lic.Viviana Osorio, Lic.Tamara Acosta.
Promotoras de los Derechos de las Mujeres: Olga Romero, Emma Ramona
Bompland, Gladis Noemi Lovera, Maria Magdalena Machado,Mariana Maldonado,
Raquel Almeida, Sandra Mayon, Ramona Riegel, Natalia Vanessa de Olivera,Vanesa
Balbuena, Gladis Silvia Domínguez, Ana Domínguez, Blanca Analía Esquivel, Maria
Yenni Ferreira, Malvina Concepción Lara, Mirta Isabel Leiva,Gladis Piris, Susana
Schoemberger,Juana Vallejos, Marta Ester Esquivel, Alba Verónica Gonzalez,
Blanca Noemí Villasboa, Carina Méndez, Verónica. Vanesa Rios, Lorena Edit Javier,
Lucia Elizabeth Ferreira, Carla Noemi Molina, Natalia Ferreyra .
PRÓLOGO
Este estudio es parte del proyecto PROGEN en el que intentamos, junto con socios muy
comprometidos, especialmente Instituto Social y Político de la Mujer, con la Asociación Jardín de los
Niños y con especialistas de la Universidad Nacional de Misiones contribuir a través de la
investigación y relevamiento de datos de la realidad, enfrentar fundadamente el fenómeno de la
violencia de género a nivel local. Interesaba conocer, desde la perspectiva de mujeres en situación
de violencia, los mecanismos de respuesta y de actuación existentes, especialmente en los barrios de
Posadas en donde hemos trabajado y donde hemos definido una estrategia específica.
El PROGEN contribuyó a establecer articulaciones que redundan en la garantía del ejercicio
efectivo por parte de las mujeres de los derechos que la ley les reconoce, mejorando la información,
la accesibilidad y la eficacia de los servicios y programas, y contribuyendo especialmente a evitar y
prevenir las situaciones de riesgo.
El PROGEN ha logrado crear, gracias al esfuerzo y dedicación de todas las instituciones
participantes, un sistema inter-institucional que sobrevive más allá de los límites de un proyecto, a
través de una mesa de coordinación interinstitucional capaz de planificar y aplicar eficaces políticas y
estrategias de intervención en la violencia doméstica, en particular contra la mujer, Además en este
marco, se han realizado acciones de fortalecimiento de la capacidad de intervención y respuesta
sobre casos de violencia doméstica, en particular contra la mujer, en la población de alta
vulnerabilidad.
Se ha instalado un equipo multidisciplinario de atención para mujeres víctimas de violencia en
los dos barrios (San Jorge y Santa Cecilia) en los que el proyecto ha planificado las acciones en
conjunto con organizaciones locales prestigiosas. Muchas de las mujeres que protagonizan este libro
se encuentran capacitadas y son promotoras barriales.
Convencidas que el conocimiento es una herramienta de incidencia que debemos utilizar para
traducirla en un accionar efectivo, hemos trabajado en este material para que la realidad de las
mujeres que atraviesan situaciones de violencia pueda ser comprendida desde una visión amplia y
permita repensar los canales de respuesta más adecuados para este tipo de situaciones en la
Provincia de Misiones y sobretodo que podamos comprender que la violencia de género es un
problema de todos y todas, y sobre el que debemos seguir trabajando conjuntamente.
Alberta Bottini Sandra Cesilini Carola I.Zambrano
Introducción
El presente documento de divulgación surge del trabajo realizado en el marco del
PROGRAMA PROGEN (Por el Género)2, desarrollado durante el año 2010-2011 en la
Provincia de Misiones; particularmente en la ciudad de Posadas, en los barrios Santa Cecilia
y San Jorge. Experiencia realizada de manera cooperada e interinstitucional.
Entendemos que la Violencia de género3 no es un simple problema social. Es
expresión de las desigualdades de poder, particularmente aquellas que se anclan en las
diferencias por sexo. Las mujeres son inferiorizadas, confinadas a los ámbitos
doméstico/privado, negadas y/o restringidas en sus derechos. A los varones se les atribuye
virtudes superiores y se los habilita en el ámbito público, protegiendo sus acciones. El gran
aporte de los movimientos feministas fue denunciar el sistema patriarcal y desnaturalizar,
poner en cuestión este modo de violar los derechos humanos. Lo personal también es
político decía Kate Millet. Este pensamiento feminista sentó nuevos argumentos sobre el
orden socio-cultural y sus implicancias en la vida de las mujeres en particular. Su fuerza
residió justamente en haber logrado invertir los modos de conocimiento hasta entonces
dominantes; habilitando contundentes procesos de transformación social para ellas, las
familias y las sociedades.
Actualmente, entrado este siglo XXI, nuestra experiencia como mujeres (experiencia
personal y colectiva) no es la misma que hace varias décadas, podemos aseverar que
somos mujeres con más derechos formalmente reconocidos en las legislaciones y con
mayores niveles de participación. Pero la gran deuda sigue estando en las posibilidades
reales y concretas de que se efectivice ese cuerpo de protecciones, o sea en el sentido
planteado por Hanna Arentd, el dilema del derecho a tener derechos.
Tal como se consigna en la Guía de capacitación en Derechos Humanos de las
mujeres “Tejiendo el cambio”, publicada por el Instituto Interamericano de Derechos
Humanos: “La violencia hacia las mujeres, en sus distintas formas y, especialmente, la gran
cantidad de femicidios que ocurren en varios países latinoamericanos4, son indicadores
inequívocos de que ni los derechos humanos de las mujeres consignados en las
legislaciones nacionales e internacionales, ni los mecanismos que intentan resguardar su
2 Para referencias del Programa ver próximo título del presente.
3 Hablamos de violencia de género, aunque usualmente se designen casi como sinónimos con violencia hacia la
mujer, violencia familiar. Entendemos que la noción de violencia de género es integral y permite ir ubicando la cuestión no sobre un sujeto sino en el marco de una estructura de poder que instaura modos de relación que generan tipos diversos de violencias. Además, hoy la noción de género debiera llevar una s al final: géneros, en tanto debemos ir incorporando lo que sucede con otras identidades sexuales por fuera de la dicotomía naturalizada- legitimada: mujer- varón. Se incorporan hoy los sujetos conocidos como gays, lesbianas, transexuales. 4 Agregado nuestro a la cita: Las maquiladoras mexicanas por ejemplo y sus padecimientos que llegan hasta sus
muertes.
vigencia, son suficientes para garantizar el ejercicio pleno de todos nuestros derechos.
Nuestro derecho básico a la vida se ve cada día más amenazado”5.
Por eso este tema de la violencia hacia las mujeres no pasa de moda, sigue tanto o
más vigente que nunca, con nuevas y más crudas manifestaciones. Es una epidemia del
capitalismo y de este siglo. Al decir de Virginia Vargas “es un escándalo ético y
democrático”6.
Porque creemos que es nuestro compromiso primero como mujeres, como parejas,
como madres, como profesionales, y como intelectuales “retomar la palabra”, mostrar,
develar, revelar y continuar aportando militantemente a la desnaturalización del orden de
opresión de género (s)7 y desde allí a la democratización social; tal como lo hicieron tantas
mujeres, muchas de las cuales dejaron sus vidas en esta lucha. A Mary Woltonf Craft , a
Olimpia de Gouges8, a Flora Tristan9, a Simone de Beauvoir10, a Eva Perón, a Juana
Azurduy, a las Elenas, las Marías, las Ester, las Silvias, las, las, las tantas que fueron y que
somos, muchas sin reconocimiento de la historia, muchas invisibles pero siempre presentes
resistiendo y soñando un mundo mejor. También reconocemos a los varones y otras
identidades étnicas y sexuales que luchan por la justicia de género, que es justicia social.
Por eso, las historias que aquí se narran, representan a mujeres reales, de carne y
hueso y su experiencia personal de exclusión y dominación. Historias que tienen como
epicentro la violencia vivida: sufrida y resistida. Las compañeras cuentan, nos cuentan y se
muestran para movilizar nuestros pensamientos y sentimientos en un intento por facilitar la
reflexión sobre lo mucho que nos falta para vivir y consolidar ese otro mundo posible; un
mundo humanizado, respetuoso de las diferencias.
Este contar debe remarcarse como todo un acto político que merece reivindicarse y
acompañarse. Nuestro reconocimiento a todas ellas.
5 Y vaya paradoja la violencia extrema sobre las principales dadoras de vida. Basta con mirar cotidianamente
los medios de comunicación para ver las evidencias empíricas. 6 Citado en Violencia contra las mujeres y estrategias democráticas en América Latina.
7 Género como categoría conceptual que lee el orden social que evidencia el uso/abuso del poder en las
relaciones sociales establecidas sobre el sexo o las identidades sexuales. Desde allí se pueden evidenciar las
principales consecuencias que el sistema sexista y patriarcal tiene especialmente sobre las mujeres. 8 1789. Revolucionaria francesa. Precursora del feminismo, defensora de derechos. Adversaria de Robespierre.
Guillotinada por proclamar la declaración de los derechos de la mujer. Esto sucedió en pleno proceso de la Revolución Francesa donde se estaban proclamando los principios de igualdad, libertad, fraternidad. Otra paradoja más que explica la construcción androcéntrica de los derechos en el mundo. 9 Su pensamiento se ubica en la ilustración. Asume como idea central que todo proyecto
10 Novelista y filósofa francesa. Inscripta en el existencialismo. Su obra “El segundo sexo” fue central para el
feminismo, entre otras. Sus obras muestran una visión fuertemente reveladora de la vida de su tiempo. Critica apasionada de la marginación y el ocultamiento.
Este documento se constituye en un punto de partida en el que se recupera la
producción colectiva de conocimientos generada en la experiencia PROGEN, con un
enfoque que promueve una reflexión crítica, provocativa y proponedora. Queremos
textualizar la violencia hacia las mujeres a nivel local, desde las voces de las propias
protagonistas. No queremos ser meras traductoras de lo que sucede sino productoras de
modos diferentes de “pensar y hacer”.
Invisibles son los desaparecidos
Invisible es la cara de los torturadores
Invisible es la mano del mercado
Invisible es el rostro de la miseria y la exclusión
Invisibilizar es la decisión cruel de un estado terrorista y el accionar cínico del imperio
neoliberal
Marita Perceval , Subsecretaria de Promoción de Derechos Humanos11
Y debemos agregar:
Invisibles son, aún, las miles de mujeres, niñas, jóvenes que mueren a causa de la
violencia de género. Las cosas hay que llamarlas por su nombre y esa violencia se
llama FEMICIDIOS.
11 En Una mirada colectiva sobre los Derechos Humanos. Argentina Igualitaria. Imágenes de una construcción .
Marco institucional - Historia de PROGEN
El PROGEN, es un proyecto cofinanciado por la Unión Europea, la Región Toscana a
través de la Casa de la Mujer de Pisa y el Municipio de Posadas. Es llevado a cabo por las
organizaciones no gubernamentales: COSPE (Cooperación al Desarrollo de Países
Emergentes), Jardín de los Niños y el ISPM, Instituto Social y Político de la Mujer. En
colaboración con el Departamento de Trabajo Social de la UNAM, el INADI, Instituto
Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo, y la Subsecretaría de la Mujer
y la Familia del Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia de Misiones.
-Cospe es una asociación privada sin fines de lucro. Desde su fundación en 1983
opera en el sur del mundo, en Italia y en Europa por el diálogo intercultural, el desarrollo
equitativo y sostenible, los derechos humanos, la paz y la justicia entre los pueblos. Hoy
Cospe está sumido en la realización de más de 190 proyectos en alrededor de 33 países del
mundo.
-La Asociación Jardín de los Niños presta sus servicios desde 1987 como
institución sin fines de lucro, llevando a cabo acciones solidarias en los barrios de Posadas y
del interior de la Provincia de Misiones. Tiene como objetivo elevar las condiciones de vida
de familias radicadas en sectores marginales, canalizando la ayuda a través de proyectos
asistenciales y de promoción humanitaria en lo educativo-laboral, en un marco de intensa
búsqueda de la participación comunitaria y de la práctica de los principios.
-El ISPM es una organización no gubernamental, multidisciplinaria y pluralista que
trabaja desde 1986 por la defensa y promoción de los derechos humanos de las mujeres. El
propósito de la institución es contribuir a hacer más efectivas las acciones que posibiliten
cambios en la condición de desigualdad de la mujer, modificando los comportamientos de la
población en su conjunto contribuyendo a la equidad de género.
Objetivo del Proyecto PROGEN
El PROGEN busca constituir una instancia de planificación de estrategias y acciones
por la promoción de la equidad de género y la prevención de la violencia contra las mujeres.
Para ello, se propone apoyar intervenciones concretas que promuevan los derechos
de las mujeres, mejoren las estrategias de prevención y den respuestas eficaces a través
del desarrollo de acciones innovadoras.
EJES DE TRABAJO:
- Mesa de Coordinación Interinstitucional
Eje dirigido a crear una mayor coordinación estratégica en la lucha y prevención de la
violencia de género, entre las Instituciones Públicas y las Organizaciones de la Sociedad
Civil. La Mesa Interinstitucional, facilita la construcción de un espacio de diálogo,
planificación y ejecución de un plan interinstitucional contemplando las particularidades,
posibilidades y recursos a nivel local que permitan atender las situaciones de violencia.
Además, involucra acciones de promoción, asistencia y prevención.
- Acompañamiento y atención de casos en los barrios San Jorge y Santa
Cecilia
Equipo Multidisciplinario: Orientado a mejorar la capacidad de respuesta y
prevención de la de violencia contra las mujeres. Compuesto por una Trabajadora Social,
una Abogada y una Psicóloga expertas en violencia, opera en los barrios San Jorge, Santa
Cecilia, abarcando zonas aledañas. Tiene la responsabilidad de atender, derivar y/o realizar
el seguimiento de los casos que se detectan o recepcionados por demanda espontánea. Por
otra parte, la intervención abarca una estrategia de trabajo comunitario. Las promotoras en
derechos de las mujeres, (formadas a través de un curso – taller de capacitación) integran
este equipo de trabajo.
- Sensibilización y prevención de la violencia contra las Mujeres
Campaña de Sensibilización : incluye las zonas específicas de trabajo y además todo
el municipio de la capital provincial de Misiones. Involucra diferentes niveles de trabajo
comunicacional y mediático, entre otras tácticas; además de estar dirigida a diferentes
actores. Todos los mensajes y consignas que se difunden tienen como eje central
desnaturalizar los modos de pensar el problema de la violencia, llamar la atención sobre la
envergadura y magnitud del mismo a nivel local, con el fin de visibilizar la necesidad de
desterrar prácticas arraigadas culturalmente basadas en relaciones de poder y dominación.
-Producción de materiales escritos que recuperen el tema y la experiencia. Su
circulación contribuye a la reflexión colectiva y a la sensibilización sobre la temática en el
ámbito local; además de constituir una fuente de consulta para quienes trabajan el tema.
EQUIPO DE TRABAJO
Coordinadora Cospe: Alberta Bottini
Coordinadora del PROGEN: Carola Iñiguez Z.
Diseño de las Capacitaciones: María Victoria Aguilar y Victoria Vaccaro
Experta en Género: Sandra Cesilini
Equipo Multidisciplinario del Progen: Psic. Nabila Salech, Dra.Laura Ayala,
Lic.Viviana Osorio, Lic.Tamara Acosta.
Supervisión del Equipo Multidisciplinario: Mgter.Gisela Spasiuk y
Mgter.Zulma Cabrera
Coordinación de las capacitaciones: Mgter. Zulma Cabrera
Capacitadoras: Dra. Beatriz González, Psic. Analía Michinski, Prof. Mariana
Pizarro, Lic. Sol Senterre, Mgter. Alicia Vera, Mgter. Lidia Schiavoni.
Promotoras de los Derechos de las Mujeres: Olga Romero, Emma Ramona Bompland,
Gladis Noemí Lovera, María Magdalena Machado, Mariana Maldonado, Raquel Almeida,
Sandra Mayon, Ramona Riegel, Natalia Vanessa de Olivera, Vanesa Balbuena, Gladis Silvia
Domínguez, Ana Domínguez, Blanca Analía Esquivel, Maria Yenni Ferreira, Malvina
Concepción Lara, Mirta Isabel Leiva, Gladis Piris, Susana Schoemberger, Juana Vallejos,
Marta Ester Esquivel, Alba Verónica Gonzales, Blanca Noemi Villasboa, Carina Méndez,
Verónica Vanesa Ríos, Lorena Edit Javier, Lucia Elizabeth Ferreira, Carla Noemí Molina,
Natalia Ferreira.
Sobre los escenarios donde se realizó el trabajo
La Provincia de Misiones como contexto marco
Se ubica en el noreste argentino. Es parte de la llamada región mesopotámica.
Posee una superficie de cerca de 30,000 km cuadrados de superficie; y está rodeada de ríos
(Paraná, Iguazú, Uruguay, San Antonio y Pepirí Guazú). Está conformada por 17
departamentos y 75 municipios, de primera, segunda y tercera categoría. Fue hacia 1953,
bajo el gobierno del Presidente Perón y aprobado por Ley 14294 que Misiones vuelve a
constituirse como provincia del territorio nacional, recuperando los atributos de autonomía e
identidad propia.
En este territorio subtropical, una de las mayores riquezas son sus recursos
naturales y su belleza paisajística; en la cual confluye el verde de las selvas, el rojo de su
tierra. En una topografía peculiar que oscila entre sierras, cursos de agua de diverso caudal
y la tierra laterítica. A estos componentes naturales se suman comunidades de pueblos
originarios, grupos étnicos de inmigrantes, desde el siglo diecisiete dejan su impronta en el
devenir social misionero y en sus modos culturales. Inmigrantes en su mayoría de origen
europeo; pero también de los países limítrofes.
Si bien Misiones fue poblada en un principio por grupos de aborígenes y
posteriormente en su sector suroeste por la acción de los jesuitas, poco o nada de este
periodo ha tenido influencia en el ulterior desarrollo del proceso de ocupación. El proceso de
poblamiento de Misiones es uno de los más interesantes de la Argentina, dada las
características muy particulares que le proporciona la celeridad y complejidad con que se
viene produciendo dicho proceso. El inicio de la ocupación se da en la última parte del siglo
XIX, cuando la inminente provincialización de Misiones atrae sobre ellas las miradas, tanto
del gobierno federal, como de la provincia de Corrientes, de la cual hasta el momento
formaba parte.
Así pueden identificarse tres grandes corrientes migratorias, hacia 1890 se produce
el primer frente de ocupación de dos pequeñas áreas, una rodeando Apóstoles y otra a
partir de Posadas, sobre el Alto Paraná hasta Corpus. Población formada por criollos,
paraguayos y brasileños, cuyas actividades económicas (chacra) eran básicamente de
subsistencia. En el proceso de colonización de 1897 en adelante familias ucranianas y
polacas llegan a Posadas y son trasladadas a Apóstoles. Seguidamente (1915) grupos de
alemanes, procedentes algunos del Brasil y otros de Europa, forman colonias privadas sobre
el Alto Paraná. Así nacen Eldorado, Montecarlo y Puerto Rico. En 1940 la línea de
ocupación se va alargando sobre el Alto Paraná (alemanes, japoneses, ingleses, suizos y
polacos) penetra en la provincia hasta Dos de Mayo (brasileros y alemanes brasileros). La
necesidad de nuevas tierras y la desaceleración de los planes de colonización hacen que
sobre el territorio desocupado (latifundios privados y tierras fiscales) se vayan instalando
colonos en forma espontánea. En general la iniciativa de ocupación queda en esta etapa,
en mano de los “intrusos”, que van penetrando cada vez más hacia el Este, a lo largo de la
ruta nacional 14 y el Alto Uruguay, internándose en la selva por las picadas forestales. Hacia
1965, quedan dos grandes áreas sin ocupar: una al norte de la ruta14 y otra al Sur de ésta.
Que comienzan hacia los ochenta a recibir migraciones internas y a constituir nuevos
asentamientos.
Aspectos socio-demográficos.
Según datos provisorios del Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas, año
2010; la población estimada en Misiones es de 1.097.829 habitantes, el 49,9% son varones
y el 50,1% son mujeres.
Gráfico Nº 1: Evolución de la población por sexo. Misiones – Período 1947 – 2010
Fuente: Elaboración propia en base a datos del INDEC diferentes años.
Gráfico Nº 2: Índice de Feminidad12
por Departamento. Provincia de Misiones. Año 2010
Fuente: INDEC. Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010. (Datos provisorios)
12 Índice de feminidad: El índice de feminidad mide la relación entre el número de mujeres y hombres
en una población determinada.
Gráfico Nº 3: Evolución del Índice de feminidad. Provincia de Misiones
Fuente: Elaboración propia en base a datos del INDEC.
Como se muestra en el gráfico, el valor del índice de feminidad en la Provincia ha ido en
progresivo aumento llegando en el 2010 a una relación de 100,5 puntos entre mujeres y
hombres.
Cuadro Nº 1: Población urbana y rural por sexo. Provincia de Misiones. Censos Nacionales, Período 1947-2011
Año
Censal
POBLACIÓN
URBANA RURAL
Total Mujeres % Varones % Total Mujeres % Varones %
1947 45.793 23.920 52,2 21.876 47,8 200.600 93.063 46,4 107.537 53,6
1960 115.096 59.393 51,6 55.703 48,4 246.344 115.628 46,9 130.716 53,1
1970 165.972 85.801 51,7 80.171 48,3 277.048 130.993 47,3 146.055 52,7
1980 297.095 152.212 51,2 144.883 48,8 291.882 138.237 47,4 153.645 52,6
1991 493.417 252.778 51,2 240.639 48,8 295.498 138.184 46,8 157.314 53,2
2001 680.048 347.074 51,0 332.974 49,0 285.472 134.125 47,0 151.349 53,0
2011(*) 908.154 465.248 51,2 442.906 48,8 278.140 130.067 46,8 148.073 53,2
Fuente: Elaboración propia en base a datos del INDEC. (*) Estimación calculada por método lineal.
La población se concentra en las ciudades de: Posadas (255.052 habitantes) capital
de la provincia; donde se desarrollan las funciones político-administrativas y una gran oferta
educativa (universitaria, pública y privada) que comenzó a descentralizarse hace algunos
años. Oberá (55,493 habitantes) es otra ciudad importante, ubicada en el centro de la
provincia sobre la ruta 14, con actividad industrial y donde se realiza la Fiesta Nacional del
Inmigrante. Eldorado (54,189 habitantes) conocida como la Capital del Trabajo es el centro
foresto industrial por excelencia en el Alto Paraná. San Vicente (38,247 habitantes) conocida
como la Capital Nacional de la Madera, llama la atención por su crecimiento demográfico.
Puerto Iguazú (32,038 habitantes) lugar con gran afluencia turística, registró en el 2009/10 la
afluencia de más de un millón y medio de turistas a las Cataratas del Iguazú, sobre la ruta
12. Estas ciudades principales se distribuyen a lo largo de dos grandes rutas, la ruta
nacional 12 (Dpto. Oberá) y la 14 (Dptos. de Eldorado e Iguazú) sobre el Uruguay la reciente
Ruta costera, lindante con países limítrofes.
Pobreza
El ingreso por habitante en Misiones ha sido históricamente la mitad del promedio
nacional. Los datos del año 2000 indicaban que el ingreso por habitante de la Argentina
promediaba los $8.000 anuales, en tanto que en Misiones ese valor estaba en el orden de
los $3.600: menos de $10 por día.
Esta situación se agrava por la distribución desigual del ingreso. Mientras en un
extremo el 20% de la población se queda con más del 50% del ingreso generado, en el otro
la mitad de la población tiene que conformarse con apenas el 20% de los bienes y servicios
producidos.
Caracterización de las jefas de hogar en condiciones de pobreza
El aporte económico de las mujeres permite que muchos hogares en nuestra
sociedad enfrenten las necesidades de supervivencia y desarrollo. El número de hogares
monoparentales encabezados por mujeres se ha incrementado en las últimas décadas.
En páginas subsiguientes se toman, entre otras referencias, datos de Informes del
Observatorio de la Maternidad en Argentina. Se conoce que prácticamente un tercio de las
madres son pobres (28,6%), e incluso una de cada diez es indigente (9,1%). Esta situación
no es novedosa ya que el deterioro social y los altos niveles de pobreza e indigencia
constituyen problemáticas sociales cuyos orígenes se remontan aproximadamente a treinta
años atrás.
Los niveles de pobreza e indigencia entre las madres muestran una tendencia
marcadamente creciente en las últimas décadas, tal como se visualiza en el gráfico 1.
Aunque los valores en los extremos del período de análisis presenten una mejora (la
proporción de madres pobres se redujo en 9,6 puntos, ya que pasó de 38,2% en 1988 a
28,6% en 2006, mientras que la de las indigentes lo hizo en 3,6 puntos: disminuyó de 12,7%
a 9,1%, respectivamente), si se examina la trayectoria de los valores promedio de ambos
indicadores en los diferentes períodos de estudio, se verifica que el deterioro de las
condiciones de vida que han sufrido las madres en las últimas décadas ha sido incremental.
De esta manera, si se dejan de lado los datos del período 1988-1990 (cuyos valores
son elevados pues corresponden al pico de la crisis hiperinflacionaria de 1989), se
comprueba que la pobreza y la indigencia de las madres crece de 24,8% a 39,9%, y de
7,4% a 14,8%, respectivamente, entre principios de los 90 y mediados de 2000.
En particular, las crisis económicas de 1989 (hiperinflación), 1995 (Tequila) y, en
mayor medida, la grave eclosión social, económica, política e institucional de 2001/02
influyeron en esa desmejora en las condiciones de vida de las madres pobres e indigentes.
El resultado es que hoy prácticamente tres de cada diez madres en la Argentina viven en la
pobreza, e incluso una de ellas lo hace en la indigencia.
Si se compara la situación de las jefas de hogar según los niveles de pobreza
(indigentes, pobres no indigentes y no pobres), el mayor porcentaje de las jefas de hogares
indigentes corresponde a las que tienen entre 15 y 34 años de edad, son separadas o
divorciadas, viven en hogares monoparentales y presentan un mayor nivel de desocupación
e inactividad económica. Asimismo, una mayor proporción de esas mujeres se dedican a los
quehaceres domésticos. La discapacidad, las enfermedades y el analfabetismo tienen una
mayor incidencia entre ellas y muchas más conviven con una mayor proporción de niños en
edad preescolar (entre 0 y 6 años de edad). En otras palabras, el denominado proceso de
feminización de la pobreza, es parte también de nuestra realidad local misionera. . Desde la
posición de las mujeres en contextos de pobreza y desigualdad, las mismas se desempeñan
en tareas precarizadas, las más de las veces como extensión de las tareas domésticas o en
otra serie de actividades informales. El acceso a la educación se ve limitado y limita en
consecuencia sus posibilidades en el mercado de trabajo.
La evidencia empírica a nivel regional
Gráfico Nº 4 : Evolución de la Pobreza Urbana
Fuente: Cuadernillo estadístico de Observatorio de la maternidad nº 3.Procesamiento de Datos de la Encuesta
Permanente de Hogares INDEC. Segundo Semestre 2006
Tal como permite cotejar el gráfico, es posible destacar que en las regiones del NEA y NOA,
los niveles de pobreza entre las madres de conglomerados urbanos son altos (más del 50%
de ellas son pobres).
Gráfico Nº 5: Evolución de la Indigencia Urbana
Fuente: Cuadernillo estadístico de Observatorio de la maternidad nº 3.Procesamiento de Datos de la Encuesta
Permanente de Hogares INDEC. Segundo Semestre 2006
Un análisis análogo para los niveles de pobreza extrema (indigencia) nos revela que en
todas las regiones (medidas por la Encuesta Permanente de Hogares), la indigencia creció
entre las madres, y que los subgrupos de regiones según niveles de indigencia “mayor,
intermedio y menor” son idénticos a los de la pobreza. Sin embargo, si se observa la
velocidad del crecimiento de la indigencia entre las madres se comprueban algunas
diferencias respecto al resultado que se obtuvo con el de pobreza. En este caso, las
regiones en las cuales el crecimiento de la indigencia fue mayor son: los partidos del Gran
Buenos Aires (11,3 puntos porcentuales), la región Pampeana (5,9 puntos), Cuyo (4,9
puntos), y NEA (4,6 puntos).
La mayor presencia numérica de las mujeres en el mundo laboral esconde marcadas
asimetrías y segmentación en la distinción por género, que limitan el acceso de las mujeres
a mejores ingresos, a cargos de mayor relevancia profesional y al poder.
A un nivel más general, la naturaleza ambivalente de los logros de las mujeres queda
demostrada por la “feminización” de la fuerza laboral, con la cual ha aumentado su acceso al
trabajo asalariado, pero ha coincidido con el deterioro en los términos y condiciones de
trabajo para muchas de ellas.
.A pesar de los drásticos y, probablemente, irreversibles cambios ocurridos en las
familias, las escuelas, el mundo del trabajo y la vida política, persiste la brecha entre el
reconocimiento que las mismas reciben en términos de acceso a derechos y los aportes que
realizan a la sociedad.
Sin embargo, las mujeres tienen una menor participación en la población
económicamente activa y siguen ganando menos que los hombres por un trabajo
equivalente. Por otra parte, la proporción de mujeres ocupadas en sectores de baja
productividad y el desempleo femenino han seguido siendo, sistemáticamente, superiores a
la de los varones, e incluso se ha ido incrementando.
En ese contexto, es esencial poner en evidencia las interrelaciones existentes entre
la desigualdad de género, el trabajo no remunerado, el ejercicio de la violencia de la que son
objeto, las dificultades para el ejercicio de los derechos reproductivos y la insuficiente
participación en la toma de decisiones, tanto en la esfera pública como en la privada.
La autonomía a la que referimos involucra lo económico, lo físico y lo político, e
implica, en primer lugar, que las mujeres deben tener el tiempo necesario para capacitarse,
para conseguir el acceso efectivo a actividades que generen ingresos propios. Por lo tanto,
el hecho de que el trabajo ligado a la esfera reproductiva y doméstica, fundado en el sistema
de género, sea una tarea mayoritariamente realizada por las mujeres y sin remuneración, se
convierte en un factor que limita su autonomía económica13. La creciente importancia que
adquiere el cuidado de infantes, adultos mayores y personas enfermas en la esfera privada
demanda políticas que garanticen efectivamente derechos y favorezcan las
responsabilidades compartidas entre varones y mujeres en la vida familiar y que otorguen
prioridad al creciente número de mujeres jefas de hogar que se ven obligadas a incrementar
sus jornadas de trabajo y postergar sus necesidades laborales y de realización personal
para atender las urgencias de la pobreza y la vida cotidiana14.
Aspectos Educacionales
Respecto de la Escolarización, de acuerdo al Censo de Población de 1991, el 40% de los
jefes y jefas de hogar en Misiones no había terminado la escuela primaria y el analfabetismo
estaba en el orden del 9% contra un promedio nacional de menos de la mitad de ese valor,
4%. Diez años después, esas cifras fueron de 6% en Misiones y 2,5% promedio nacional.
Unas 50 mil personas analfabetas.
Como correlato de esta situación que nos habla de que el fenómeno tiende a
agravarse, tenemos que la deserción escolar en la escuela básica está en el orden del 50%
y la repitencia en el 12% al 20%. Es decir que de unos 200 mil chicos matriculados en la
escuela primaria, 100 mil no van a completar sus estudios básicos y 20 mil repiten de grado,
generando un ensanchamiento en la matrícula. El nivel de escolarización es del 92% para
EGB 1 y 2, lo que quiere decir que ese porcentaje de chicos entre 6 y 12 años asiste a la
escuela. Baja al 36% para EGB 3 y Polimodal (chicos entre 13 y 18 años que estudian) y se
13 Invisibilizado como Trabajo por el propio sistema. Diversos estudios muestran la cantidad de millones que
significan estas actividades, si uno les pone valor de mercado. Para ampliar esta cuestión ver informes de PNUD (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo). 14
Para ampliar este aspecto ver trabajos sobre Políticas de Cuidado en Argentina de Eleonor Faur.
Comentario [MSOffice1]: Agrego lo de derechos, porque habría que hacer hincapié no solo en la desigual distribución de tareas del cuidado en la familia, sino del rol de las familias y el poco acompañamiento estatal para los temas de cuidado
reduce al 7% para el nivel terciario/universitario (jóvenes entre 19 y 29 años de edad que
cursan estudios en ese nivel).
Estos indicadores nos hablan de una población con escasas posibilidades de
inserción en un escenario laboral exigente en cuanto a calificación y a desarrollo de
destrezas y capacidades. También alerta sobre la escasa incidencia de la Universidad
Nacional de Misiones en esta temática a pesar del permanente reclamo para atender una
matrícula excesiva desde el punto de vista de la capacidad edilicia y docente, podemos
visualizar que los 15 mil alumnos que allí se preparan deberían cuadriplicarse en número
para poder decir que se está formando un contingente de profesionales adecuado para
atender las demandas de recursos humanos calificados de una provincia en desarrollo.
Gráfico Nº 6: Evolución del % de Analfabetismo por sexo. Provincia de Misiones.
Censos Nacionales, Período 1914-2001 (Estimaciones para el 2.011)
Fuente: Elaboración propia en base a datos del INDEC.
La cuestión educativa es la base de cualquier proyecto de desarrollo humano
integral, y amerita una Política de Estado de primerísima prioridad con el panorama trazado
SALUD
En Misiones, más del 50% de la población carece de obra social y no puede acceder
a la medicina prepaga, lo que genera una situación de alta vulnerabilidad en términos de
cobertura de salud. Esto se ve agravado frente a condiciones de pobreza, a la insuficiencia
alimentaria o a las carencias habitacionales.
Proyección de Natalidad, fecundidad y mortalidad
Cuadro Nº 2: Esperanza de vida al nacer según sexo. Provincia de Misiones. Período
2005-2015
Año
Esperanza de vida al nacimiento
Varones Mujeres
2.005 70,70 77,11
2.010 71,65 78,17
2.015 72,54 79,15
Fuente: Elaboración propia en base a datos del INDEC en Cuadernos INDEC Serie Nº 31 – “Análisis
Demográfico”
Cuadro nº 3: Tasa global de fecundidad Provincia de Misiones. Período 2005-201515
Año Tasa de fecundidad (hijos por mujer en edad fértil)
2.005 3,12
2.010 3,04
2.015 2,91
Fuente: Elaboración propia en base a datos del INDEC
Gráfico Nº 8: Evolución de la tasa de Natalidad por 1.000 habitantes. Provincia de
Misiones. Período 1987-2010
Fuente: Elaboración propia, con datos de la Dirección de Estadísticas – Ministerio de Salud Pública. Misiones
15 Para la proyección de la fecundidad, se extrapolaron las tasas globales de fecundidad de acuerdo
con la evolución esperada para el total de la provincia.
Gráfico Nº 9: Evolución de la tasa de Mortalidad Materna por 1.000 habitantes. Provincia de
Misiones. Período 1987-2010
Fuente: Elaboración propia, con datos de la Dirección de Estadísticas – Ministerio de Salud Pública. Misiones
Se entiende, según el INDEC, por tasa de mortalidad materna a la cantidad de
mujeres que mueren durante el embarazo y el parto por cada 100.000 nacidos vivos. Los
datos estadísticos muestran que la mortalidad materna presenta un comportamiento
inestable en los últimos años. Misiones ocupa el quinto lugar en el ranking nacional.
Superando la media de Argentina. En medios periodísticos referentes del Ministerio de
Salud Pública de Misiones, en base a registros oficiales, explicitan que el aborto inducido es
causal de mortalidad materna (Ver noticia de diario en anexo ).
En general, las estadísticas sobre el aborto presentan fuertes subregistros. Estas
prácticas, no están legalizadas y se mantienen en la clandestinidad. Esto constituye uno de
los indicadores más relevantes de la situación de género en la Provincia.
Gráfico Nº 9 Evolución de la tasa de Mortalidad Materna y de Mortalidad General por
1.000 habitantes. Provincia de Misiones. Período 1987-2010
Fuente: Elaboración propia, con datos de la Dirección de Estadísticas – Ministerio de Salud Pública. Misiones
El empoderamiento de las mujeres y la democratización de las familias, son
necesarios para atender las muertes que suceden por causas evitables vinculadas con el
embarazo, parto y puerperio. En este marco, es necesario expresar la necesidad de que las
estadísticas en general y las estadísticas vitales en particular incorporen indicadores y
registren las cuestiones vinculadas con la problemática de la violencia de genero como
temática prioritaria.
Diversos estudios remarcan que es más alta la probabilidad de que las mujeres que
sufren violencia doméstica tengan un embarazo no deseado o problemas de salud de
diversa índole que las mujeres que no la han sufrido. Poder ejercer los derechos sexuales y
reproductivos por parte de las mujeres permite mejorar su capacidad y su poder de
negociación con sus parejas, con otros miembros de la sociedad y, muy especialmente, ante
los responsables de los servicios públicos.
Violencias, trata y femicidios
Desde el Proyecto de Extensión: Desarrollo, Ciudadanía y Derechos humanos de la
Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Misiones (año
2011), en base a fuentes secundarias y registros propios se expresa que las denuncias por
situaciones de violencia familiar han aumentado en la provincia de Misiones; particularmente
aquellas que refieren a situaciones de violencia física, psíquica y en las relaciones de pareja
o sobre los hijos. La mayoría tiene como víctimas a mujeres, niñas y niños. Este aumento en
las denuncias puede ser leído o considerado como un indicador respecto del fortalecimiento
en el reconocimiento de los derechos (desde las vctimas); y también desde otros sectores.
En este tema y a nivel social, aún existe desinformación generalizada. Y si bien las
denuncias han aumentado, aun es muy difícil para la víctima acercarse a denunciar y
sentirse confiada para hacerlo (por esto los datos muestran que recurren más a las
comisarías de la mujer o a la Línea telefónica 102), ya que la creencia social se mantiene en
las representaciones sociales y argumenta que este tipo de situaciones se suscitan “solo” en
determinados sectores de esta sociedad. No obstante, se trata de una creencia errónea ya
que las estadísticas así lo corroboran.
En general las víctimas son quienes se constituyen en denunciantes. En menor
número otros referentes familiares, vecinos u amigos, aunque la ley de prevención y
atención de violencia provincial habilita a que las denuncias las realice un tercero. También
habilita a que la línea 102 tome denuncias, además de las comisarías de la mujer y otras
comisarías.
Particularmente y según los registros de la línea 102 y de las comisarías, en nuestra
provincia en el 2008 existieron alrededor de 2600 denuncias, en 2009 ascendieron a 4300 y
en 2010 a 6100. Pensemos que detrás de cada caso de denuncia podemos tener un
potencial cuadro de femicidio a futuro; los datos indican que tras los casos de femicidios
existentes las víctimas tenían una o varias denuncias previas contra el asesino.
Los estudios del Observatorio de femicidios en Argentina muestra que la Provincia
ocupa el quinto lugar en el ranking nacional, en tanto sobre un total de 231 casos en 2009:
Buenos Aires: 66, Santa Fe: 28, Córdoba: 21, Mendoza: 14, Misiones:11, Salta: 11,
Formosa: 9 , Santiago del Estero: 9 , Jujuy: 9, Ciudad de Buenos Aires: 8, Tucumán: 8,
Neuquén: 6, Río Negro: 6, Entre Ríos: 5, San Luis: 5, Chaco: 4, La Pampa: 3, Corrientes: 2,
Chubut: 2, La Rioja: 1, Catamarca: 1, Santa Cruz: 1, Tierra del Fuego: 1. O sea ocupamos el
quinto lugar en el ranking de provincias. Comparando en promedio datos del año 2008 y
2009, puede expresarse que se registra un incremento del 11% de asesinatos por violencia
sexista
La mayoría de ellos se produce en el marco de vínculos cercanos con la víctima: y
son predominantes los de esposos-parejas- novio y, ex/esposos-parejas- novios, hermanos,
le siguen hermanastros, padres–padrastros u otros familiares. En menor medida se
reconocen como asesinos a los hijos.
Mirando cifras del país, sobre un total de 163 casos (2008) el Femicidio se produce
en el círculo afectivo directo, y 19 entre vecinos y conocidos.
Las muertes se producen por puñaladas, baleadas, golpes, estrangulamiento,
degolladas, asfixia, incineramiento, ahogamiento, u otras causas desconocidas.
Asimismo y en base a datos brindados por el Dpto. de Trata y Tráfico de personas
del Ministerio de Derechos Humanos de la Provincia, detallan que las víctimas rescatadas
(luego de la promulgación de la Ley 26364, durante el período Abril 2008 – Julio 2011) el
64% son oriundas de Misiones, en tanto otro 23% de las mujeres rescatadas provienen de
países vecinos como Paraguay u otros.
Cuadro 4: Origen de las personas recuperadas de trata en Misiones
Provincia Misiones
Otras provincias
Extranjeras
2008 17 3 2
2009 46 7 21
2010 28 1 7
2011 15 11 8
Totales 106 22 38
% 64% 13% 23%
Fuente: base de datos del Dpto. Trata y Tráfico de Personas del Ministerio de Derechos Humanos.
La franja etárea más vulnerable a la captación y explotación es la que se encuentra
entre los 16 y 18 años de edad. Son heterosexuales. Y provienen en su mayoría de
localidades del interior como Andresito, Iguazú, Wanda, Puerto Esperanza, Colonia Delicia,
Eldorado, 9 de Julio, Santiago de Liniers, San Antonio, El Soberbio, San Pedro, San Vicente,
Jardín América, San Ignacio, Oberá y Posadas.
Generalmente las víctimas, expresan que son sostén de hogar y que de ellas
dependen otros miembros de su familia. No tienen ingresos estables, estudios escolares
inconclusos, suelen ser parte de familias numerosas, tienen hijos. Muchas de ellas
presentan antecedentes de violencia familiar (física, psicológica, sexual) o conflictos
interpersonales. En este circuito se captan mujeres adultas y menores de edad.
La trata de personas con fines de explotación no es sólo un problema de violencia de
género, es también y fundamentalmente un problema de lucha contra el crimen organizado.
Por esto merece una atención y tratamiento especial y profundo, que nos involucra a todos:
sectores públicos, de las organizaciones sociales y de la comunidad
Los Barrios Santa Cecilia y San Jorge: el espacio directo de la intervención
Santa Cecilia
Ubicado en la Chacra Nº 145 al Sureste del Casco Céntrico de la ciudad de Posadas,
distante aproximadamente 16 Km., correspondiente a la sección N 19 del distrito.
El barrio está delimitado al Norte por la calle Martín Fierro, al Sur por la Avenida
Chacabuco, al Oeste por la avenida Eva Perón y al Oeste por el arroyo Mártires.
Ingresan al barrio líneas de colectivos, que permiten movilizar a la población hasta el
centro de la ciudad por distintos caminos, con una frecuencia es de 20 minutos, como ser el
colectivo Nº 7.
Caracterización general de la población:
La Chacra Nº 45 en la actualidad está formada por familias que viven en zonas no
urbanizadas del barrio Villa Cabello, que se fueron asentando paulatinamente en dicho
sector, ex basural de la ciudad de Posadas, desde hace unos años. Construyeron sus
viviendas y letrinas en madera. Están afectadas por los continuos desbordes del arroyo,
producto de las lluvias, no poseen cloacas, cordones cuneta ni otro tipo de mejora. Las
construcciones en su mayoría son precarias viven en casillas de madera, con costeros techo
chapa cartón, de espacio reducido entre 9 y 15 metro cuadrado, el hacinamiento es común.
La economía familiar se basa en lo que hombres y mujeres obtienen de sus trabajos
ocasionales, cortadores de pasto, changarines, empleadas domésticas, venta de productos
de elaboración casera, entre otras.
La conformación del barrio se debe a la migración interna por la crisis económica
acentuada en el interior de la provincia. Hay salas de atención primaria de la salud, escuela,
guardería, panadería y comedores comunitarios.
En cuanto al barrio, las calles son de tierra, con grandes basurales a sus costados,
posee varios pasillos de comunicación interna entre las casillas.
Barrio San Jorge
Este barrio se encuentra cercano al acceso de la ciudad de Posadas, lindante con el
Arrroyo Zaimán y a 10 Km. del casco lindante. El barrio se halla dividido en 4 zonas,
denominadas popularmente como: Cantera, Tablada (compuesta por los hijos de los vecinos
del barrio), Villa Cariñito y Antena, caracterizado por una población en su mayoría
proveniente del interior de la provincia y de Paraguay, con aproximadamente 5.000
habitantes. Mayores de 18 años 2.200 y cerca de 2.800 niños y adolescentes. Se
caracteriza por ser una población joven, con configuraciones de familias extensas o
numerosas, con un promedio de 5 a más hijos, mayormente de hogares con jefatura
femenina.
Los hombres se dedican a la construcción, changas y otros trabajan en comercio y
las mujeres realizan servicios domésticos, venta de chipa, kioscos en los hogares, venta de
ropas. Muchas familias son beneficiarias de la asignación universal por hijo o perciben
beneficios de otras líneas de política pública. La desocupación es una característica
recurrente en la zona, sobre todo para los más jóvenes.
Hay salas de atención primaria de la salud, escuelas primarias y secundarias,
escuela técnica, guardería, panadería y comedores comunitarios, la Comisaría Octava y la
asociación Jardín de los Niños que brinda talleres de capacitación laboral: peluquería,
pintura, tejidos, carpintería entre otros.
En esta comunidad impera una diferencia en cuanto a las viviendas, por un lado es
observable viviendas de material construidas en conjunto con el Instituto Provincial de
Desarrollo Habitacional (I.PRO.DHA) y los vecinos del barrio a través de la Asociación,
además están aquellas casa que son de material construidos por los propietarios con su
esfuerzo propio y en mayor medida casas de maderas, precarias, de paredes cubiertas por
bolsas, de proporción pequeña, la mayoría con chapas de zinc. Las calles están asfaltadas
desde el ingreso al barrio, la calle principal, y las que rodean a la Asociación San Jorge y al
Centro Social, ya que por allí circula en colectivo N 12, que es de circulación interna. Las
demás calles son de tierra, en mal estado.
Claves conceptuales que orientan el trabajo
Según el Informe de la ONU (Organización de las Naciones Unidas)16 quienes toman
la definición de Provoste y Valdebenito (2006) expresan que “la violencia es un dispositivo
político y cultural de dominación que se despliega en un contexto de desigualdad,
discriminación e impunidad, y que se traduce en una violación sistémica y sistemática de los
derechos humanos, además de ser un obstáculo para el desarrollo económico, social y
democrático y para el cumplimiento de los objetivos de desarrollo del Milenio en todos los
países del mundo”.
La ONU utiliza como definición la establecida en la Declaración sobre la eliminación
de la violencia contra la mujer (1993), que dice:
"Se entenderá que la violencia contra la mujer abarca los siguientes actos, aunque
sin limitarse a ellos:
a) La violencia física, sexual y psicológica que se produzca en la familia, incluidos los
malos tratos, el abuso sexual de las niñas en el hogar, la violencia relacionada con la dote,
la violación por el marido, la mutilación genital femenina y otras prácticas tradicionales
nocivas para la mujer, los actos de violencia perpetrados por otros miembros de la familia y
la violencia relacionada con la explotación;
b) La violencia física, sexual y psicológica perpetrada dentro de la comunidad en
general, inclusive la violación, el abuso sexual, el acoso y la intimidación sexuales en el
trabajo, en instituciones educativas y en otros lugares, la trata de mujeres y la prostitución
forzada;
c) La violencia física, sexual y sicológica perpetrada o tolerada por el Estado,
dondequiera que ocurra."
En todos los espacios de toma de decisiones, las mujeres están representadas como
minoría, a pesar de representar la mitad de la población y de constituir, en muchos casos, la
mitad o más del electorado. Esa falta de autonomía económica, física y política es un
obstáculo para el aprovechamiento de logros como los altos y crecientes niveles de
escolaridad alcanzados por las mujeres, su presencia ascendente en el mercado de trabajo
y su rol activo en la comunidad. Aunque, debemos aclarar que estos logros no están
equitativamente distribuidos entre las mujeres de los diferentes sectores y grupos sociales.
América Latina y el Caribe ya poseen un marco normativo para enfrentar la violencia
de género, pues todos los países de la región cuentan con leyes para enfrentar la violencia
contra las mujeres y los códigos penales se han reformado para combatir algunos delitos
16 Objetivos de desarrollo del Milenio – Informe 2006: Una mirada a la igualdad entre los sexos y la autonomía de
la Mujer en América Latina y El Caribe -
Comentario [MSOffice2]: El presente estudio?
sexuales. Existen, además, programas nacionales, campañas regionales y acciones
concertadas entre múltiples actores contra la violencia, y en diferentes niveles.
A pesar de estos logros, la violencia contra las mujeres sigue siendo una realidad
frecuente en la mayoría de los países y la implementación efectiva de tales leyes y
programas presenta deficiencias.
Las desigualdades de género constituyen un rasgo muy arraigado en todas las
sociedades; son el resultado de normas, prácticas y relaciones de poder socialmente
forjadas.
Mientras que en algunos ámbitos hay una preocupación creciente por las
desigualdades basadas en el género—al nivel intrafamiliar en particular, así como en el
campo legal donde las “tradiciones y costumbres” juegan un papel importante—la atención
que se presta a la distinción por género en la política pública es a menudo selectiva.
Las culturas masculinistas pueden ser contraproducentes o incluso destructivas para
los hombres, y mientras que los hombres son los principales perpetradores de violencia,
tanto doméstica como pública, ellos son también las víctimas principales de la violencia
fuera del ámbito doméstico.
En este marco se valida y estimulan imaginarios de masculinidad que hacen del
ejercicio de la violencia y la disposición al riesgo una forma de reconocimiento de la virilidad,
de logro social y de éxito en la vida.
La violencia contra las mujeres, las niñas y los niños, en especial, las violencias
intrafamiliar, conyugal y sexual, son las más extendidas y menos visibles violaciones de los
derechos humanos fundamentales. Las diversas violencias afectan al conjunto de la
sociedad, la población juvenil es afectada por la violencia delincuencial y el conflicto urbano
especialmente. Las mujeres, las niñas y los niños son afectados por las denominadas
violencias de género: situaciones de control por parte de sus compañeros o padres; trato
deshumanizante, amenazas, violencia física, psicológica y sexual.
Uno de los mitos en torno a la violencia la considera como un mal propio de la
pobreza. Es evidente que la información disponible en distintos estudios muestra que las
mujeres pobres están más expuestas a la violencia. Sin embargo, la existencia de violencia
en todos los grupos sociales, incluidos los de altos ingresos, sugeriría que la autonomía
económica, es decir, el acceso por parte de las mujeres a ingresos propios, es más
importante que la pertenencia a hogares pobres o no pobres. La violencia tiene
características similares en casi todos los países, independientemente del nivel de ingresos
de las víctimas.
Por tanto, en la medida en que constituye un obstáculo para la igualdad entre los
sexos y la autonomía de la mujer, erradicar la violencia de género es crucial para lograr la
igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer
Comentario [MSOffice3]: Estos datos siguen siendo del informe ONU?
La violencia contra la mujer es una de las manifestaciones más extremas de la
desigualdad de género. Es, además, una violación flagrante de su dignidad y su integridad,
constituyendo una afrenta inaceptable a los derechos humanos. Las consecuencias de la
violencia en materia de bienestar y de salud no se circunscriben a las mujeres que la han
sufrido, sino que provoca efectos adversos en los demás miembros del hogar, en particular
en los niños.
Marcos de protección de los derechos humanos de las humanas: Normativas,
convenciones y legislaciones
Entre las normas internacionales se pueden mencionar las siguientes:
Bajo la forma de Convenciones:
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
La Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la
Mujer
Las recomendaciones generales del Comité CEDAW
La Convención lnteramericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
Contra la Mujer (Belem do Pará)
Además de todos los pactos y convenciones sobre Derechos Humanos.
Entre los Mandatos de Cumbres y conferencias internacionales convocadas por Naciones
Unidas:
I Conferencia Mundial sobre la Mujer, México (1975)
II Conferencia Mundial sobre la Mujer, Copenhague (1980)
III Conferencia Mundial sobre la Mujer, Nairobi (1985)
IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, Beijing (1995)
Otras conferencias internacionales
Conferencia Internacional sobre Medio Ambiente y Desarrollo, Río de Janeiro (1992)
Conferencia Mundial de Derechos Humanos, Viena (1993)
Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo, Cairo (1994)
Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social, Copenhague 1995
Leyes nacionales y provinciales17:
Ley Nacional 26485 de “Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia
contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollan sus relaciones interpersonales”.
Ley provincial de Misiones nº 4405, de “violencia Familiar”
17 En anexo ver discriminado aspectos de cada una.
¿Qué podemos hacer para que se cumplan y respeten las normas que protegen
nuestros derechos humanos?
Cada uno/una de nosotros y nosotras puede y debe exigir cotidianamente su cumplimiento,
entre todos contribuiremos a que se efectivicen las protecciones. No obstante más allá del
ámbito de lo micro y de la vida cotidiana, existen comisiones de seguimiento que dan cuenta
de los avances y logros como también de los obstáculos y cuestiones pendientes. Entre
ellas las más conocidas son:
• El Comité para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer
(CEDAW) y su Protocolo Facultativo
• La Comisión Interamericana de la Mujer (CIM) y el Mecanismo de Seguimiento de la
Convención de Belem do Pará (MESECVI)
• La Relatoría Especial sobre la Violencia contra la Mujer
• La Relatoría sobre los Derechos de la Mujer de la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos
En formación el Observatorio de Violencia de Género dependiente del Consejo
Nacional de la Mujer. Argentina.
Metodología
El encuadre teórico metodológico se fundamenta en la perspectiva de género y
derechos humanos18, como también los aportes de Pierre Bourdieu en la Dominación
Masculina. Para lograr esta producción, se apeló a la historia de vida de tipo parcial como
medio para el acceso a la información. La entrevista constituyó la técnica central de
recopilación de la información. Entendemos que la misma permite indagar las trayectorias,
resaltando las experiencias vitales y subjetivas de los actores en la estructuración de su vida
cotidiana19.
Otras fuentes de datos, como estudios previos consultados, y registros generados en
el proceso de intervención del programa PROGEN, aportan también en este marco
(informes, sistematización de talleres, eventos, etc).
Las mujeres sujetos del estudio han sufrido la violación de sus derechos; por eso nos
interesa reconstruir el sentido y la relevancia de estas vivencias como también mostrar las
18 Los derechos humanos son atributos de las personas por el hecho de serlo. La especificidad de las
violaciones a los derechos humanos que han sufrido y enfrentado las mujeres -en razón de su género y de los roles y estereotipos que la sociedad históricamente les ha atribuido-, marcó la necesidad de dar un carácter específico al reconocimiento y sobre todo, a la promoción y protección de sus derechos. 19
Experiencias subjetivas en las que se inscriben las visiones, apreciaciones personales, sentimientos y emociones, que cada uno tiene de su experiencia y su modo de estar, vivir y ser en el mundo; de las relaciones con los demás, con el Estado, con la sociedad y también con la naturaleza.
prácticas de resistencia, resolución, atención que desplegaron/despliegan en el marco de
determinadas tramas sociales, personales, comunitarias e institucionales.
Quiénes hablan y de qué hablan?
Las protagonistas son mujeres de diversas edades; víctimas de violencia de género a
nivel familiar y se desempañan como promotoras comunitarias en prevención de violencia,
formadas en la instancia de PROGEN. Parte de sus testimonios se toman como referencia
en el presente documento. Pero ellas no hablan sólo desde ellas, hablan desde una
experiencia personal particular pero colectivamente compartida con otras mujeres víctimas
de violencia; como también con el resto de las mujeres.
Son mujeres jóvenes, de entre 25 y 40 años de edad. Todas madres de entre 4 y 7
hijos. Conforman en su mayoría familias monoparentales, es decir viven solas con sus hijos,
y son responsables absolutas de la manutención del hogar. En su mayoría son migrantes
del ámbito rural de la Provincia de Misiones, como también de países limítrofes (Paraguay).
En promedio han podido completar sus estudios de nivel primario. Se desempeñan en
actividades temporarias de venta ambulante o como empleadas domésticas (ninguna de
ellas se encuentra blanqueada por este trabajo). Los ingresos para la subsistencia familiar
se completan con las percepciones de la Asignación Universal por Hijo, que ellas destacan
como importante en términos de ser un ingreso estable y mensual.
Estas mujeres tienen identidad propia y por eso queremos designarlas con sus
nombres de pila. Las presentamos, son:
-María 37 años, 7 hijos, 5 vivos, dos fallecidos, trabaja de empleada doméstica, estudios
primarios completos, vive sola con sus hijos. Sus hijos en edad escolar concurren a la
escuela. Vivió su infancia en una colonia de Encarnación -Paraguay. Su familia estaba
formada por 11 hermanos y sus padres. Toda la familia se dedicaba a la agricultura – vivían
de lo que cosechaban y vendían – el nivel económico era bajo – las hijas mujeres dejaron la
escuela para ayudar a su madre a plantar y cosechar – los varones trabajaban también pero
continuaron los estudios hasta 6to grado- la relación familiar era de respeto mutuo – no
manifiesta haber tenido conflictos familiares.
-Mariana 33 años, 4 hijos con ella y 1 en Paraguay, emprendimiento de ventas de carbón y
cigarrillos, secundaria incompleta, vive sola con sus hijos.
-Gladis 33 años, 6 hijos, vive con su esposo que provee los ingresos al hogar, secundaria
completa, estudio de secretariado contable.
-Gladys 33 años – 3er grado primario – vende ropa – 4 hijos de 14 – 13 – 11 y 8 años.
Todos los hijos concurren a la escuela. No tiene un ingreso fijo, depende de lo que venda.
No recibe ayuda económica del padre de sus hijos. Tiene casa otorgada por IPRODHA.
-Natalia 25 años, nivel primario completo – empleada doméstica- 4 hijos. No tiene ingreso
fijo. No recibe ayuda económica del padre de sus hijos. Vive en el barrio San Isidro con sus
hijos. Tiene casa otorgada por la Entidad Binacional Yacyretá, por su condición de
relocalizada. Vivió sus primeros años en San Vicente, con su mamá y sus 3 hermanos. Sus
hermanos eran hijos de su padrastro. Ella era hija no reconocida de una relación anterior de
su madre. Su madre trabajaba y ella y sus hermanos se quedaban con su padrastro que le
golpeaba y abusaba sexualmente de ella. Su madre también era víctima de violencia física
por parte de su pareja. Fue abusada desde los 5 años hasta los 8 años. Escapando de su
padrastro vivieron en diferentes lugares durante su infancia: de San Vicente a Santo Tomé
(Corrientes) y después Posadas. Tuvo y tiene una relación conflictiva con su madre por no
haberla cuidado de niña y por no demostrarle afecto a lo largo de su vida. Después de la
última discusión con su madre, por la cual hoy están distanciadas y no se hablan, tuvo un
intento de suicidio, hace un mes aproximadamente.
-Lorena 30 años, nivel primario completo – trabaja en una guardería. 4 hijos de 15 – 12 – 10
y 1 año y 6 meses. Todos son de su pareja – recibe cuota alimentaria solicitada ante la
justicia – Tiene casa de IPRODHA. Vivió con su madre, su padrastro y sus 6 hermanos, su
padrastro no le aceptaba porque no era su hija y le reclamaba a su madre por hacerse cargo
en lo económico de ella, hacía diferencias entre ella y sus otros hermanos, razón por la cual
desde chica se quiso ir de su casa. Terminó la primaria a los 12 años y cuando comenzó la
secundaria comenzó a estar mucho tiempo en la calle, su mamá no sabía ponerle límites, se
puso de novia a los 13, él tenía 16 años y se fue a vivir con él a la casa de sus padres, iba y
venía de una casa la otra cuando tenía problemas.
Donde comienza la violencia: Un encuentro con la historia
“a los 16 años me fui de acá de Posadas a Bs. as en tren sin boleto, porque mi mamá tenia
cáncer en ese momento leucemia, me fui porque le llevaron a mi mamá a la casa de mi
abuela para cuidarle y yo me quede con mi papá y mis hermanos en la casa, y bueno mi
papá quiso abusar de mi yo no le podía contar a mi mamá en ese momento porque ella
estaba muy enferma, mi miedo era por el dolor que le iba a causar viste, Me fui allá con una
tía enseguida me metió en cama adentro a trabajar y en eso ella fallece, y bueno yo sufrí
mucho porque mi tía era un poco que me explotaba, yo era un poco ignorante viste me
sacaba toda la plata y bueno llegó el momento que me empezaron a hablar que me decían
que mi tía se estaba aprovechando de mi entonces mi decisión fue juntarme”.
-“no quiero el nombre que me puso mi mamá, y yo creo que realmente salí adelante sola, en
aquel momento cuando pasó lo de mi papá20, yo era muy chiquitita y mi abuela no me
escuchó, o sea me escuchó pero me pegó muchísimo, creo que ni un animal se le pega así,
ella me dijo que yo le estaba mintiendo… porque lo de mi papá me costó muchísimo
superar, porque mis hermanas también sufrieron”.
-“En mi infancia vivía con mis padres. Mi papá era militar, tanto afuera como en la casa,
nunca sentí cariño, quizá también porque desde chica fui abusada por mi tío, por mi abuelo,
por mi hermano por ahí también le echo un poco la culpa a mi mamá porque yo le dije
cuado era chiquita, tenía 4 o 5 años…Y ella me retó a mi, de que por qué me había sentado
en el regazo del hombre enfrente de mi madre, me llegó a manosear todo en las partes
intimas, y ella en vez de echarlo y sacarme del regazo de él, no y encima cuando yo le dije
me retó a mi siendo muy chiquita… muchas veces yo me sentí culpable también”.
Sus trayectorias de vida: Los modos que conocieron de vivir en familia
En su mayoría, las protagonistas vivieron su infancia y adolescencia en el seno de su
grupo familiar primario conformado por madre, padre21 y hermanos. O bien, han compartido
estos momentos con una familia extensa, particularmente con abuelas y/o tías.
En estos espacios, siendo niñas, han sido “víctimas” en el mundo familiar de abusos
y/o violaciones por parte de algún miembro varón integrante de ese grupo. Personas
conocidas, referentes cercanos (padres, padrastros, hermanos, tíos) de quienes en realidad
no se espera la violencia sino por el contrario la protección, el cuidado y el afecto.
De esta manera, los relatos revelan grandes similitudes en lo que respecta a las
experiencias de vida y como parte constitutiva de sus trayectorias y vivencias: la violencia.
Se trata de sujetos que desde sus primeros años han sido expuestos a la vulneración y
violación de sus derechos. En este marco, han crecido denunciando y enfrentando la
situación en condiciones sumamente adversas (donde fueron tildadas de mentirosas, locas,
provocadoras o putas), tal como evidencian los testimonios.
Sus propias experiencias de pareja
-“A los 16 años me junté con un señor que conocí en el tren, me junté porque qué se yo, me
sentía desprotegida no sabia adonde ir viste con este señor, viví 10 años, 10 años mal, tuve
digamos 4 chicos con él. Él no me trataba como una mujer, él me trataba más como la hija
20 Refiriendo al abuso sexual del que fue víctima.
21 Cuando hablamos de padre, para analizar los casos bajo estudio, estamos refiriéndonos a la figura masculina
de quien ejerce las funciones parentales dentro del grupo familiar, sea este el progenitor u otro varón. Esta figura es conocida popularmente y en el sentido común como padrastro.
él me ordenaba, que esto que aquello y cuando me quería golpear venía y me golpeaba. A
los 17 años el primer hijo, lugares de residencia: Buenos Aires y Misiones”.
-“Yo a los 14 años me acompañé… o sea que en realidad no me acompañé porque yo
quería, me acompañé por obligación, porque yo quería saber algo y… hasta ver donde mi
papá me perjudicó y todo eso… yo quería saber si yo era virgen, y a los 17 me embaracé, 2°
pareja: Después tuve mi 3, 4 y 5 bebé, en el 4 bebé cuando eso, estaba preso mi marido, y
todavía sigue preso y bueno él me dijo que el estaba por homicidio y mi pensamiento
siempre fue que hay que darle una oportunidad a una persona, pero después yo descubrí la
verdad de porque el estaba preso y estaba por violación y lesiones corporales, él nunca me
pegó y en esta última parte si, era como que ya, fue mucho más feo y como que ya más
fuertes fueron las peleas y todo, por eso, por la mentira. ..él me llego a tocar dos veces”.
Lugar de residencia: Encarnación y Posadas.
-“yo tenía dos hijas anteriores, tuve mis dos hijos anteriores por un error, por no saber, por
no saber cuidarme.; después cuando yo tenía 18 años empecé a salir con el y a los 21 nos
casamos, él es un buen tipo, solo que le gustaba mucho las amistad, la joda, la bebida y eso
era lo que le jodía por ahí a él, él se iba a tomar y se perdía por ahí a veces, en toda la
noche no venía, yo me quedaba encerrada en la pieza, esperando que él venga, estando
embarazada. Y tuvimos nuestros dos primeros hijos, y hasta ese momento no quería
trabajar nada”. Lugar de Residencia: Posadas.
La mayoría de las mujeres conformaron parejas tempranamente, en su adolescencia.
Esta situación se generó a partir de la necesidad de huir de las situaciones en su hogar
primario y con el objetivo de concretar sus esperanzas de contención y afecto a partir de
sus vínculos de pareja. Así vivieron de niñas vulneradas, a mujeres maltratadas y “madres”
a temprana edad. A partir de este ejercicio de la maternidad se habilitaron a la construcción
de espacios de cuidado, sostén, amor. Para el sentido común podemos denominarlas
“madres adolescentes”, porque han tenido su primer hijo entre los 14 y 16 años22. En su
mayoría la decisión de vivir en pareja se suscita a partir del hecho del embarazo. Se
responde así al mandato socio-cultural que instaura las díadas amor-casamiento, esposa-
madre, como pares indisociables. Esta es la construcción del orden a partir de la cual se van
delineando sus planes de vida. Aunque muchas de ellas, hoy dicen que lo hicieron
22 Aquí vemos que no toda situación de embarazo adolescente es por no tomar medidas de
protección, como comúnmente se suele interpretar. El armado de parejas y el tener hijos en estos casos puede ser analizado como parte de este momento de sus trayectorias y de las necesidades psico-afectivas; de sus búsquedas.
“obligadamente” o “sin amor”. Las situaciones de violencia sufridas y la condición de mujeres
violentadas las pone y expone (de modos particulares) a una posición de vulnerabilidad.
- A los 17 años vino a vivir a Posadas (Misiones) para trabajar de empleada doméstica - tuvo
su 1er hijo a los 18 años – el padre de su 1er hijo no lo reconoció. Formó pareja con el padre
de sus otros hijos a los 19 años y él tenía 20 años; fueron novios pocos meses y enseguida
convivieron. Su pareja es de nacionalidad paraguaya. Vivieron al principio en la casa de sus
padres en Paraguay y luego vinieron y se quedaron en Posadas hasta la actualidad. Tuvo
sus otros hijos a los 20 -22 y 25 años. Convivió 13 años con el padre de sus hijos. Ambos
trabajaban, ella de empleada doméstica y él de albañil. Al poco tiempo de convivencia él
comenzó a tomar y volvía borracho a su casa y comenzó a ser agresivo. .
-A los 16 años se quedó embarazada de su novio. Convivieron 3 años y tuvo en total 2 hijos
con él. Él era agresivo, se quedó embarazada de su hija por una violación de su pareja, ella
quería que él se cuidara y usara preservativo y él no la escuchó. Cuando su hija tenía 2
meses se fue a Bs As., escapando de su pareja. Al regresar de Bs As. se instala en el
interior de Misiones en San Vicente y conoció al padre de su 3er hijo. No convivieron. En
Posadas, viviendo en el barrio San Jorge tuvo una nueva relación fruto de la cual nació su
último hijo, tampoco convivió con el padre de su 4to hijo. Supo sobre los métodos
anticonceptivos después de que naciera su 3er hijo.
-A los 14 años se quedó embarazada y tuvo su primera hija. A los 17 el 2do hijo, a los 20 el
3ro y a los 28 el último. El padre de sus hijos siempre fue violento, desde novios la
golpeaba, tenían una relación inestable, él le era infiel. Intentó suicidarse a los 13 y 14 años,
porque no tenía contención familiar y su novio era todo para ella, pero no tenían una relación
estable como ella pretendía. Después de tener a su hija vivieron en un garage, muy
precario por un tiempo, hasta que le otorgaron la vivienda, ella era el sostén económico del
hogar, trabajaba como empleada doméstica. Ella hizo denuncias a la policía en reiteradas
oportunidades cuando el la agredía físicamente. Convivieron 12 años, durante los cuales fue
agredida con frecuencia. Hace 7 años que no conviven pero continúan su relación afectiva.
Ella expresa que lo sigue queriendo. Desconocía sobre los métodos anticonceptivos y
cuando supo como evitar los embarazos no tenía dinero para comprarlos, recién los utilizó
después del 3er hijo.
Las situaciones hacia el interior de sus hogares
Los testimonios referencian que, frente a las experiencias de agresión padecida por
las mujeres desde su infancia/adolescencia en el propio seno de su familia de origen, en su
mayoría tomaron la decisión de conformar sus propias familias bajo la “idea” de estar mejor
y salir de la violencia que padecían en sus hogares de origen. Al fallar por diversos motivos
la conformación de estos vínculos iniciales de pareja, las mismas han constituido otras
relaciones de convivencia. Incluso han vuelto a tener nuevos hijos (conformando hogares
matrifocales). En cada una de estas relaciones las mismas han sufrido, tal como lo expresan
ellas mismas, el ejercicio de la violencia por parte de sus compañeros. Una y otra vez,
vuelven a enfrentar situaciones y modos de relación que intentaban resistir. Para la mayoría
de estas mujeres, sus experiencias de vida previas inciden en los modos en que se
constituyen las relaciones de pareja y convivencia. Estas relaciones se estructuran
fuertemente jerárquicas y por lo tanto desiguales. Ellas se ubican subsidiariamente y los
varones toman el control de la situación. De este modo naturalizan y sostienen la violencia a
la que son sometidas.
-“mi papá quiso abusar de mi…. Con mi primera pareja teníamos muchas discusiones, el me
hacía celos porque yo salía, me pegaba mucho porque por todo encontraba excusas, parece
que con todos yo andaba, era un infierno viste, seguía con los celos siempre tenia una
excusa para golpearme. Con mi segunda pareja que es el papá de Hugo, que digamos
bueno, con el no formalice pareja, porque el tenia su señora, según el quería estar con la
señora y conmigo viste esas cosas de hombre viste, pero bueno yo le dije que no porque si
no se decidía ni por ella ni por mi conmigo no iba a quedar. Y para sacarme de encima a
él,se me atravesó el papa de Rafael, mi 3° pareja. Que él empezó a drogarse de vuelta y ahí
era el infierno y yo con mis bebés chiquitos, y era el infierno con él, mal, mal todo era mal. El
no era agresivo así conmigo de pegarme, pero el me rompía lo poco que tenía, rompía todo,
un quilombo hacía, el buscaba bardo y venían y peleaban todos ahí adentro de mi casa
viste, en el patio de mi casa se mataban y entonces por los chicos, por lo nenes que lloraban
todos, y cuando él estaba loco viste venía y se cortaba adelante mío, delante de los chicos
con el cuchillo”
-“…Porque ya venimos todos de una familia abusada… en ese sentido… por culpa de mi
abuela todas mis hermanas sufrimos el mismo, por culpa de ese parásito de mi papá… Mi
segunda pareja, él nunca me pegó y en este última parte si, era como que ya, fue mucho
más feo y como que ya más fuertes fueron las peleas y todo. Por eso, él me llegó a tocar
dos veces, cuando nosotros vinimos acá, él salió en libertad condicional y nosotros pasamos
en contrabando. Él venía borracho y todo eso y siempre me quería extorsionar que, en aquel
momento yo no tenia cedula acá, todavía no había arreglado mis papeles, estaba
indocumentada y con un cambio de identidad. Pasó lo que no tenía que pasar con mi hija”.
-“lo mío no era tanto violencia física, era mas psicológica y monetaria… el no quería
trabajar”.
-En otro caso la violencia se inició al año de convivencia. La agresión al principio fue verbal
y después física. Cuando ella le cuestionaba que se emborrachaba y volvía tarde a su casa
él le decía que ella no le debía reclamar nada porque él le aceptó al hijo que ella tuvo de
otro hombre y que no tenía porqué darle explicaciones. Él daba las órdenes y todos tenían
que obedecer. Le cuestionaba su condición de mujer por haber tenido hijo antes de formar
pareja con él y por este motivo la insultaba y la degradaba, manifestando desconfianza
cuando ella volvía tarde del trabajo. La agresión física comenzó al año de convivencia y se
manifestaba cuando él venía borracho con sus amigos y ella le ponía límites o le impedía
tomar decisiones.
-En otra situación la víctima vivió situaciones de violencia en distintas etapas de su vida. De
niña fue abusada y golpeada por su padrastro. A los 13 años tuvo un intento de violación en
la calle por un desconocido. Cuando le contó a su pareja que había sido abusada de niña la
maltrató verbal y físicamente: fue violada por su pareja, el padre de sus 2 primeros hijos. No
pudo sentir placer en el acto sexual, hasta los 22 años, revivía en cada situación lo
sucedido en su niñez con su padrastro.
-Otra de ellas vivió situaciones de violencia con su pareja desde que eran novios. Recibía
violencia verbal y física. Cuando ella fue a la justicia pidió la exclusión del hogar y la cuota
alimentaria de sus hijos y él desde entonces se fue del hogar. Ahora el va a visitar a sus
hijos y mantienen una relación pero ya no manifiesta agresividad, ella le expresó que sabe
cuáles son sus derechos y que no le va a permitir más ningún tipo de agresión. Como tiene
la exclusión, él cambió de actitud con ella.
Las agresiones de tipo físicas surgen como las más recurrentes, además de las
agresiones sexuales y psicológicas. Existe identificación de los diversos modos en los que la
violencia puede ser ejercida, no obstante ubican a la violencia de tipo físico, aquella
evidenciable, probable, evidente como la más grave y cuesta reconocer el resto de las
agresiones como violencia.
Debe destacarse que, ya en el noviazgo, estas situaciones aparecían. Las mujeres,
aun identificándolas, consideraban que las mismas eran coyunturales, sucesos aislados o
bien hasta un acto de amor23 y por lo tanto desaparecerían.
El patrón socio-cultural patriarcal habilita el ejercicio de prácticas familiares de
violencia de género donde el varón, quien ejerce el control, se asume propietario de la
mujer, con poder para controlar su cuerpo, su sexualidad, y su vida.
23 Por ejemplo los celos y las prohibiciones de salir o hacer tal o cual cosa.
Reconocer la violencia y romper el silencio
-“lo mío porque era violencia, con solo un grito, o que a vos no te gusta algo, ya desde ese
momento es violencia, solo que a veces uno aguantaba por muchas razones pero llega un
momento en que uno se cansa…”
“Creo que si de alguna u otra forma, desde el principio de mi niñez y de ahora creería que si
porque todo lo que pasa alrededor de tu familia, mi familia son mis hijos y todo lo que les
pase a ellos principalmente me daña a mi.. seguro que hubo un maltrato, violencia digamos
de palabras pero no fue toda la vida así con esta pareja que yo tuve, pero esta ultima
cambió, después de lo que pasó, si solo que yo como siempre digo, ya sufrí mucho de mi
parte y entonces no voy a dejar que ningún hombre venga a maltratarme, ya no más, yo
sufrí mucho en mi infancia siempre dije eso, hasta a él mismo le decía”
-“Y recién después cuando vine acá al curso cuando me di cuenta los diferentes tipos de
violencia que existen, ahí me di cuenta que lo que yo pase era violencia; pero la situación
mas fea fue cuando estaba teniendo mi hija y él no estaba”.
-Se dió cuenta que lo que ella estaba viviendo no era normal cuando asistió a los talleres del
Progen y escuchó las situaciones de violencia que vivían otras mujeres. Esto le llevó a
analizar si situación de pareja.
-De niña cuando su padrastro le pegaba y abusaba de ella se daba cuenta que su vida era
muy diferente a las de las demás niñas que conocía – no se animaba a hablar con nadie de
lo que le sucedió en esa época. Tenía mucho miedo y temor a ser rechazada si los demás
se enteraban de lo que había sufrido en su niñez. Se sentía perseguida y estaba a la
defensiva ante los compañeros varones y sentía que debía proteger a sus compañeras de
los varones. En la escuela era retraída y agresiva. Pensaba que todos le querían hacer
daño.
-La entrevistada expresa que siempre supo que lo que vivía con su pareja eran situaciones
de violencia, lo supo desde novia, esperaba que él cambiara y que las denuncias le sirvieran
para esto, pero él cambió recién cuando dejaron de convivir y por temor a la justicia cuando
fue excluido del hogar.
No todas las entrevistadas, frente a la situación, toman las mismas decisiones. En
algunos casos buscaron un referente de confianza y cercano para contar lo que sucedía: a
su madre y abuela, pero éstas no les “creyeron”. Otras deciden callar, no contar a nadie lo
que les pasaba: por “temor” y sentimiento de culpa. Y algunas, tardaron más tiempo en
asumir y poder actuar en consecuencia. Lo hacen veinte o treinta años después del primer
episodio y a partir de su participación en un programa comunitario vinculado con el tema de
violencia (PROGEN): inician la denuncia judicial, y trabajan en sus barrios con otras mujeres
para ayudarlas a defender sus derechos.
Percepción del/os motivo/s que causaron la violencia
-“Y mira él pasó mucho. Porque es una persona que no es… él siempre tuvo una vida de
violencia, de adicción en su casa porque su papá era alcohólico, es hasta ahora, totalmente
en la perdición esta el pobre papá de él, abandono también porque la mamá también le
abandonaba, le decía que como el era el mas grande tenía que salir a pedir a emplear, a
hacer cosas porque el tenia que criar los hermanitos, las hermanitas… No y cuando el venía
dado vuelta era terrible, la droga…”
“Fue dolorosísimo saber que convivís con una persona que es no sé prácticamente un
monstruo, no se como llamarle tampoco, porque para dañarle así a una criatura, si no fuera
tu hija más o menos comprensible, pero tu hija otra vez, o sea que yo no entiendo, no se
mas me duele porque yo pasé, miles de cosas, cosas que no tenía que hacer, pasé en
contrabando, tuve que pasar en un baúl de conocidos así, yo tuve que pasar en contrabando
en un baúl para traerle a todos mis hijos”
“Él siempre fue un chico muy mimado de una familia media pudiente tenia muchos
problemas de chico entonces le daban todo lo que él quería, era él consentido”.
- Sobre las estrategias para afrontar la situación
La agresión física no era cotidiana, sucedía una vez por año y sus hijos no se
enteraban, después fue pública delante de otras personas y de sus hijos y se hizo más
frecuente. Ella creía que él le pegaba porque estaba alcoholizado. Cuando ella intentaba
hablar lo sucedido cuando estaba lúcido, él le decía que no se acordaba de nada. Pero en
una ocasión él le pegó al levantarse, no estaba alcoholizado y ella comprobó que estaba
equivocada.
-Según lo que ella expresa la violencia por parte de su padrastro era porque no era su hija y
la rechazaba, también le pegaba a su mamá. La violencia de su pareja era porque no se
podía controlar y había vivido en un ambiente de violencia desde niño. Se agudizó la
violencia de parte de su pareja cuando se enteró que ella había sido abusada de niña y no
le había contado desde el principio.
-Ella cree que él es violento porque tuvo una infancia muy dura, vivió en la calle con su
madre, su papá los abandonó, perdió a sus hermanos de chico, tiene mucho rencor. La
forma que él tenía para solucionar las cosas era a través de la violencia, no sabe solucionar
las diferencias a través del diálogo. No reconoce que lo que hace está mal. La relación con
su mamá siempre fue agresiva y con insultos, él no respeta a su madre, ni tampoco a
ninguna mujer, es una persona insegura. Ahora se controla con la madre de sus hijos
porque ella le puso límites y acudió a la justicia, pero sigue con la agresión verbal.
En la mayoría de los casos las mujeres consideran que las historias de vida y de
padecimientos de sus parejas, promueve sus modos de actuar violentos. Desde este
argumento, algunas justifican, “los justifican”. Están pendientes de “ellos” y poco pueden
centrarse en ellas mismas. Mencionan como otro factor potenciador de las situaciones a las
adicciones: alcoholismo y drogadicción. Desde estas concepciones en torno a los factores
causantes de la violencia impera una tendencia a eximir al agresor de sus
responsabilidades, ya que se “naturalizan” y “patologizan” las causas de la violencia,
ubicando el origen de las mismas en un lugar externo, ajeno a la voluntad de los agresores.
“ Vamos a decir que fue en el hospital yo estaba internada y estaba con una depresión muy
fuerte, con la doctora que me internó, que me recibió en el hospital, entré por una neumonía
y me había encontrado liquido en un pulmón, con un problema feo respiratorio, pérdida de
conocimiento y todo eso, me fui a terapia una noche, después me dejaron internada y así
hablando y hablando me dijeron que yo estaba muy depresiva, que si había algo que me
angustiaba o algo así, y bueno ahí le empecé a contar y bueno ahí ella me mandó a hablar
con la psicóloga, para seguir un tratamiento psicológico, y bueno ahí le conté a la psicóloga
toda mi historia, por todo lo que yo estaba pasando y bueno ahí ella me dijo que bueno que
yo tenía que empezar a hacer algo y ahí bueno ahí empecé a hacer las primeras denuncias,
a hablar con trabajadoras sociales”.
“Con mi amiga pero cuando uno no pasa eso, uno encuentra soluciones o respuestas mas
rápidas cuando alguna persona sufre alguna violencia, o algo así, pero q cuando alguno no
pasa por ese lugar; … lo importante de todo esto es que en el momento por lo menos que te
escuchen ya es algo; antes de hablar con ella primero fui a la comisaría, después al
juzgado, yo a ella le conté cuando yo ya tenia prácticamente todo solucionado ya”.
“por ahí le contaba a mi vecina, cuando me sentía muy mal ya por ahí agobiada, al momento
de tener mi ultima hija me había separado, me había separado de hecho o sea mi esposo
se había ido así nomás, y no vino después de un mes yo decidí iniciarle los trámites de
mantención para mis hijos, pero porque el no se presentó porque el nunca me ayudó con
nada de los chicos y para mi era me costaba mucho en ese momento porque estaba mal
económicamente y mal sentimentalmente”
-Le contaba de las situaciones de violencia a su patrona. Después cuando su pareja le pegó
delante de sus hijos y vió en el espejo las consecuencias de los golpes, le contó a su vecina
y con su apoyo tomó la decisión de hacer la denuncia, después de 11 años de ser agredida.
Se animó a hacerlo porque sus hijos habían presenciado la situación, el más grande intentó
defenderla, después su hija más chica también y se dio cuenta que sus hijos quedaron con
miedo de su padre y que estaban muy confundidos.
-A la primera persona que le contó fue a su patrona cuando tenía 12 años. Le inspiraba
confianza y se animó a hablar por primera vez. Después a su maestra del Colegio que
también fue su madrina y a su abuelo cuando vivió un tiempo con ellos en Posadas. Sintió
que todos la escucharon y aconsejaron para que logre superar la mala experiencia vivida en
su niñez.
-Su familia sabía de las situaciones de violencia que ella atravesaba y la apoyaron, pero
como ella después volvía con él llegó un momento en que decidieron no intervenir más. Sus
compañeras de trabajo también le decían que tenía que tomar una decisión que no podía
seguir así, su mayor apoyo fue la iglesia, concurre a una congregación y ella expresa que
encontró fortaleza espiritual y valor para cambiar de actitud. Siempre hizo denuncias, pero la
decisión de separarse y pedir la exclusión la tomó cuando vio que sus hijos ya eran grandes
y que el convivir con situaciones de violencia les estaba haciendo mal.
En general deciden romper el silencio de la situación de violencia por sentirse que ya se
encontraban en momentos de “saturación” de dichas situaciones, con riesgos de vida de
ellas y sus hijos por parte del agresor.
Se destaca entre las primeras acciones que rompieron el silencio de la violencia: contar
tales situaciones a amiga, vecina, patrona, maestra. De manera que un primer ámbito al
que recurren la mayoría de ellas es a aquel caracterizado por relaciones de amistad,
confianza representada en tales personas. La recurrencia a espacios institucionales públicos
constituyen pasos o procedimientos posteriores, para lo cual el apoyo, consejos de la
vecina, amiga, etc. es de fundamental importancia al efecto. O bien, ingresan a las
instituciones públicas como el hospital por otros motivos de consulta, enfermedades,
situaciones de afección. Enfermedades que operan como síntomas de la propia situación de
violencia en la que viven. Es importante la detección desde estos ámbitos, tal como narra
una de las protagonistas, porque permite las derivaciones y actuaciones correspondientes
para el acompañamiento de las mujeres.
Lo que nos muestran los datos es que, si bien el papel de referentes cercanos es de suma
importancia, en tanto puedan escucharlas, creerles y comprenderlas (sin juzgarlas) los
mismos no siempre acompañan de modo regular las necesidades y tiempos de apoyo que
las mujeres requieren24. Han sido ellas mismas quienes, en todos los casos, se hicieron
cargo en forma personal de iniciar y afrontar todo el proceso de reclamo de justicia;
socialmente se les asigna la responsabilidad de buscar las salidas a sus problemas. En los
testimonios de victimas- sobrevivientes se remarca la sensación de soledad sobre todo al
momento de “ romper el silencio” y al encarar las acciones posteriores.
24 Como si la lectura más allá de escuchar fuera que el problema de la violencia es de los sujetos que
lo padecen y no un problema social que nos afecta a todos.
La denuncia policial: contexto y expectativas
“Y en realidad no esperaba nada bueno, porque a simple vista que vos te vas la primer vez
que vas a hablar, vos te das cuenta que es algo que no sirve, pero bueno lo que yo hacía
era bueno yo hago por si me pasa algo algún día, mi familia se va a tener que agarrar de
algo, por lo menos mi familia, y si no bueno por lo menos para asustarle, para ver por ahí
cambia de actitud si ve que uno no se queda y bueno…”
“que vaya preso, que le salga la exclusión”.
-“decidí iniciarle los tramites de mantención, Fui primero a la comisaría de la mujer a hacer
una denuncia para iniciar los tramites de mantención que el se había ido de la casa y no me
pasaba nada para los chicos y yo quería que me pasara para los chicos y fue así como inicie
los trámites”
-Posición, actitud y acciones (de apoyo, neutral o de rechazo) familiar y comunitaria
luego de la “ruptura del silencio”:
Realizaron las denuncias en más de una oportunidad por la misma causa “violencia de
género” en el ámbito familiar en todos los casos. Las instancias institucionales involucradas
han sido la policía y juzgado.
El ámbito policial constituye la institución mas accesible en términos geográficos para la
mayoría de las mujeres afectadas por la violencia.
Aquí es destacable el hecho de que la decisión de acudir a estas instituciones implica un
proceso de suma trascendencia en tanto implica la finalización de un hecho hasta entonces
secreto y privado. La problemática pasa a ser pública no solo frente al Estado, sino también
frente al conjunto de la sociedad y sobre todo frente al agresor.
Es característica la recurrencia de estas mujeres a dichas instituciones en más de una
ocasión, ya sea porque los procesos judiciales así lo requieren, o porque buscan ayuda con
ocasión de diferentes situaciones de violencia.
Sin embargo lo que pretendían las denunciantes a partir de la misma en términos de
procedimiento institucional estaba relacionado con distintos hechos reseñados en orden de
prioridad recurrente: exclusión del hogar, cambio de actitud, de conducta del agresor, cuota
alimentaria para los hijos. Solamente en dos de los casos obtuvieron respuesta a partir de la
denuncia realizada: exclusión de hogar y mantención para los hijos.
Se destaca el temor protagonizado por las mujeres en este contexto, atendiendo a la
posibilidad de amenazas y ejercicio de mayor agresión por parte del denunciado y la
desprotección institucional y personal frente a la misma.
-“Acá en Misiones todos te miraban raro. Primero era todo chismerío nomás nada de lo que
decían era bueno, en vez de alentarte te bajoneaban, acá por ejemplo hay mucha
ignorancia, por ahí vos traías la policía a tu casa y la gente acá te decía que eso estaba mal,
pero yo ya viví viste yo ya pasé por eso y no iba a volver a quedarme, mis vecinos por ahí
me decían¿¡para que haces tanto si no es nada?!!!, como que yo estaba exagerando
nomás, para que iba a hacer la denuncia, para que venia la policía, para que venia a la
policía”
“En que mis hijos van a ser señalados, porque su papá es un… Si porque siempre dicen,
papá ladrón, el hijo va a ser también, o sea que es casi, solo que es algo peor, y yo creo que
mis hijos se van a sentir mal el día de mañana cuando, porque seguro le va a llegar en el
oído eso, tené cuidado porque su papa es así y seguro que esto y aquello…”
“yo hice todo sola, porque sino, no tenía como darle de comer a mis hijos, no me quedo
opción porque el se fue y no vino más”.
Principales dificultades que se le presentaron a la mujer al pedir ayuda
-Su familia extensa no sabía de las situaciones de violencia que ella vivió durante sus años
de convivencia. Sabía su hermano a quién había acudido una vez que su pareja le golpeó
cuando estaba embarazada y la había escuchado y apoyado. El resto de su familia se
enteró cuando hizo la denuncia y la apoyaron y vinieron a quedarse con ella para cuidarla
ante el temor que él volviera. Varias personas del barrio que sabían de la violencia que ella
recibía de su pareja se ofrecieron para salirle de testigo. Sin embargo su vecina que fue la
que le apoyó para hacer la primer denuncia después defendió a su marido y le denunció por
abandono de sus hijos cuando en una oportunidad ella se fue a la casa de su hermana por
dos días y dejó a sus hijos con su primo.
-Recibió apoyo de parte de su patrona, maestra y abuelo, fue rechazada por su pareja y su
madre cuando les contó, le cuestionaron el silencio y el no haber hablado antes y no le
dieron contención alguna.
-Tuvo apoyo de su entorno, sin embargo se demoraron demasiado los trámites ante la
policía y la justicia, para que llegara a la justicia pasaron 10 años y después 4 años más
para la medida de exclusión y cuota alimentaria
En cuanto a la actitud del entorno de red familiar primaria como secundaria, imperan
situaciones diferenciadas y distintas de acuerdo a la etapa del ciclo vital de las
entrevistadas. En los casos que rompieron el silencio contando a familiares directos su
situación de violencia en su etapa de infancia, en general no han tenido apoyo, por el
contrario, han sido hasta castigadas físicamente” por ser consideradas “mentirosas” o
“provocadoras” de tales hechos. En su adultez cuando algunas de ellas compartieron
contando sus experiencias, en general fueron los familiares cercanos que escucharon y
apoyaron. Resaltan asimismo las miradas y opiniones prejuiciosas y “culpabilizadoras” hacia
las mujeres que viven estas situaciones, por parte de la comunidad e instituciones en
general.
-“Todo trabas nomás, te traban por todos lados, lo que pasó con mi exclusión que me
salieron con el cuento de que ya no se renovaba mas, y a mi me dieron la exclusión porque
yo fui y me quedaba todo el día allá en el juzgado”
-Las mayores dificultades se le presentaron por desconocer sus derechos, por falta de
asesoramiento, por no pedir comprobantes de las denuncias, y por la demora de la justicia
para resolver el pedido de exclusión definitivo de su pareja del hogar. En lo personal el
tiempo que se calló y aceptó la violencia esperando que su pareja cambie de actitud.
-Su mayor dificultad fue consigo mismo porque por años se calló y no pudo hablar del tema
con nadie lo que le impidió recibir ayuda. Creía que la iban a marginar o a discriminar sus
compañeros o personas adultas que se enteraran de lo sucedido. Después la falta de apoyo
de su mamá y su pareja.
-La mayor dificultad fue tomar la decisión de cambiar su situación de pareja porque sus
sentimientos le impedían poner un corte definitivo a la relación. Para la resolución del caso
tuvo que pagar un abogado para que le salga el pedido de exclusión y cuota alimentaria.
Otra dificultad se presenta ante el desconocimiento de los trámites a realizar, el no tener
comprobantes de las denuncias y no saber que era lo que la policía registraba ante sus
reiteradas denuncias.
Entre las principales dificultades identificadas por las mujeres en situación de violencia
familiar, se destacan la falta de información sobre sus derechos, sobre las garantías legales
que las amparan, sobre los servicios/instituciones adonde recurrir para pedir asesoramiento,
contención, asistencia, y sobre los procedimientos institucionales (aquí se destaca
fundamentalmente aspectos referidos a la denuncia). Otro factor señalado refiere a los
tiempos institucionales para el avance y resolución de los casos. Impera, tal como señala
Sagot M25. un predominio de la “tramitología” y la desprotección policial y legal de las
mujeres maltratadas.
Facilitadores en ese momento:
-“La verdad que cuando pasó todo lo que pasó con mi hija no pensé en nada, o sea que
nada no pensé o sea que vos pasas una cosa así y es como que vos te quedas en blanco,
Para mi la atención fue buena creo…porque le salió rápido la exclusión y todo eso…”
25 “La Ruta crítica de las mujeres afectadas por la violencia intrafamiliar en América Latina” (Estudio
de casos de diez países). Organización Panamericana de la Salud. Programa Mujer, Salud y Desarrollo. Año 2000.
“Yo como extranjera en aquel momento, indocumentada y todo eso, me pareció que
encontré ayuda en todos lados, me fue bien, gracias a Dios…”
“por ahí siempre queda en la nada cuando no se presenta la otra parte, por suerte él ese
presentó, tuve una respuesta rápida y la que yo quería y a favor de mis hijos”.
-La participación en los talleres del PROGEN, le permitieron adquirir conocimiento sobre sus
derechos, saber los trámites que debía hacer ante la policía y la justicia. En el ámbito
familiar fueron sus hijos, principalmente su hija, que al presenciar y tratar de defenderla en
una situación de violencia, fue agredida por su padre le expresó el temor hacia su padre y lo
que le podía suceder si la violencia continuaba. Esto fue lo que la llevó a hacer la denuncia.
También fue importante la buena relación con su familia extensa que la apoyó.
-Las personas que la escucharon y un compañero de la escuela que fue su primer amigo y
le ayudó a pensar que no todos los hombres son malos, un extraño que la salvó de una
violación en una zona despoblada cuando tenía 13 años que también le ayudó a descubrir
que hay hombres que brindan ayuda ante situaciones límites. Los profesionales del
PROGEN que la contuvieron y ayudaron a superar el temor a que a sus hijos les pase lo
mismo que a ella.
-Lo que más le ayudó a tomar la decisión de separarse fueron sus hijos, la fe en Dios, ella
expresa que Dios le ayudó a sacar de su mente la idea fija del suicidio, que Dios le ayudó a
valorar su vida, le brindó paz y le ayudó a perdonar a su mamá a su padrastro por lo vivido
en su infancia, a el padre de sus hijos. La fe le fortaleció, fue perdiendo el temor hacia los
demás y empezó a animarse a reclamar sus derechos como persona
Tres de ellas afirman que el hecho de haber solicitado intervención institucional, fue un
aspecto positivo, en tanto obtuvieron las respuestas que esperaban: exclusiones de hogar
y/o la cuota alimentaria. Dos de las seis mujeres destacan la importancia de su participación
en PROGEN como aspecto favorecedor para el apoyo, acompañamiento frente al reclamo
de sus derechos vulnerados por la situación de violencia. En tanto una de ellas considera de
fundamental importancia el apoyo de sus hijos en la decisión de reclamar su derecho a no
seguir viviendo situaciones de violencia y su fe en Dios en tal sentido.
Situación personal: el hoy
-“bien no estoy, porque esta puerqueza de vida no termina acá, como yo te comentaba
tenia la otra parte que mis hijos se habían ido a Buenos Aires y que estaban allá, fíjate las
graves consecuencias que yo sufrí por no pelear allá más esta situación me entendés?, acá
por lo menos peleé, me quedé con mi rancho por lo menos mis hijos están en mi casa, no
andan rodando en casa ajena ni nada, pero la peor parte llevaron mis hijos que están en
Buenos Aires. Yo en lo particular no estoy bien, son muchas cosas que estoy pasando
todavía, quizá no tanto el sistema de violencia con el, pero hay otras cosas a parte y por ahí
me aplaca también eso... son muchas cosas, porque todavía mi libro no se cerró, sigue y
sigue… el libro de mi vida no sé, creo, sigue y no se en que año vaya a terminar todo esto,
hay veces que yo me acuesto en la cama y pienso no puedo dormir pensando, y pienso
bueno acá ya pasó, en el sentido de que todo lo malo que tenía que pasar ya pasó y bueno
de ahí ver que soluciones que se soluciona que no, pero que se sigan sumando problemas
no, ya no puedo más, porque en vez de restar se suma y se suma…
-“Yo en ese sentido estoy re bien, porque yo le demostré a medio mundo que yo puedo y
mira que no tengo mamá ni papá ni hermanos acá estoy sola y creo que si estoy re bien en
ese sentido, estoy para pelearle a cualquiera”
-“cambió, o sea que ahí en la nada el arreglo porque cambiamos ambos, nos
comprometimos, digamos de ayudarnos los dos, de salir adelante los dos, por nosotros y por
nuestros hijos… estamos mucho mejor…”
-Se siente liberada, aunque piensa que recién va a estar tranquila cuando reciba de la
justicia la exclusión definitiva de su pareja. En su familia, vive en paz con sus hijos, ellos se
sienten tranquilos, hay más diálogo, no se sienten oprimidos como antes. Ella siente temor
cuando está sola, teme que él llegue y la golpee”.
-Se siente bien consigo misma se acepta, antes se rechazaba, rechazaba su cuerpo,
aprendió a valorarse, a no vivir pendiente de los que dirán los demás de ella. Ve las cosas
de manera diferente, se siente optimista, aprendió a disfrutar de la vida. Se quitó un gran
peso al superar su dificultad para hablar y ahora es muy expresiva. Trata de ayudar a otras
personas que pasaron por situaciones similares. Como madre se siente muy bien con sus
hijos, quiere transmitirles lo que aprendió para que a ellos no les pase lo mismo, para que
sepan defenderse ante situaciones de violencia.
-Se siente muy orgullosa de lo que logró como mujer y como madre, se hizo cargo siempre
de la educación de sus hijos. Expresan en su mayoría que actualmente se sienten bien,
“aliviadas” al no seguir viviendo experiencias de violencia. Ya no vive pendiente de su
pareja y de sus exigencias y reclamos, toma decisiones y no se siente controlada, antes
vivía aislada del resto de la comunidad porque los celos de su pareja le impedían tener
amigas y relacionarse con los demás. Aunque no se siente internamente “liberada” porque
no puede cortar la relación amorosa que lo une a él Se proponen en términos de principal
objetivo proteger a sus hijos de la violencia, deseos de vivir “tranquilas” en un ambiente
familiar libre de violencia. Sin embargo se puede evidenciar un sentimiento de culpas por las
secuelas que, de la historia de violencia familiar, quedan en sus hijos (padecimiento de
violencias físicas y sexuales por parte de hermanos y pareja de las mujeres).
En las concepciones de las entrevistadas el “cierre del ciclo de violencia y sus
padecimientos” refieren al alejamiento de sus parejas. Desde este punto, las mismas a l
pensar las consecuencias del problema, se ubican priorizando el rol de madres y la
preocupación de atender y proteger a sus hijos afectados por éstas. El trabajo consigo
mismas en esta fase, para continuar fortaleciendo sus niveles de autoestima y autonomía
personal, no es reconocido como preocupación ni parte del problema.
Posición familiar, comunitaria e institucional
“Después de eso bien, dentro de todo bien los chiquitos son chiquitos ellos no entienden
nada, lo que si así ellos expresan ven una camioneta de la policía o la policía y tienen miedo
viste?, a veces ellos vienen en casa a preguntar o a traer un papel del juzgado, ellos tienen
miedo, por ahí eso yo veo pero mi casa esta tranquila ahora”.
“La mía la verdad que no se porque seguramente lo que yo hice tampoco fue nada bueno, o
sea yo hice todo por mis hijos, pero yo se que no esta bien, o sea que el día de mañana yo
no se si no me voy presa… Mmm.... creería que si, porque en realidad no es amor eso que
el dice yo te quiero, pero no es amor eso, esos son obsesión ya, de es algo enfermizo,
porque yo no voy a aceptarle a ningún hombre ni que sea el papá de mis hijos nada, que te
este maltratando todo el día y a la noche después te quiera… el viernes pasado tuve la
cámara Gesell, para mis dos nenes, que yo había pedido para sacarme la duda de todo…
ahora mi idea es cambiarme de lugar mi vivienda, vender acá y mudarme”
“Y lo del juzgado quedó en la nada, porque ya estamos juntos pero si cambió mucho el de
comprometernos, verbalmente nos comprometimos digamos, cambio mucho mi esposo,
cambie yo también”
-Ella es promotora del Progen participa acompañando a otras mujeres que pasan por
situaciones familiares conflictivas en los trámites que tienen que hacer ante la policía y la
justicia. Manifiesta que esta tarea le hace bien Cuenta con el apoyo del equipo de
profesionales del PROGEN, principalmente de la abogada en los trámites judiciales.
-La relación con su madre nunca fue buena, ahora están alejadas porque ella quiere buscar
a su padre y su mamá no le da información para ayudarle, discutieron por este motivo y
ahora no se hablan. Manifiesta que su madre es muy cerrada y que no le demuestra afecto,
que no le da contención, dice que sigue buscando la protección y el amor de su mamá pero
no lo consigue. Cuenta en lo emocional con la contención del equipo del PROGEN, le
ayudaron para que intente entender la actitud de su madre, le hicieron ver sobre sus
derechos como mujer y como persona. Es promotora de salud y es muy participativa en
actividades comunitarias. No recurrió a la Justicia, los padres de sus hijos no le dan ayuda
económica, los 2 últimos hijos no fueron reconocidos por sus padres. El padre de sus dos
primeros hijos no los ve, no se visitan.
-Recibió el poyo de los integrantes de la Asociación Jardín De los Niños, donde trabaja
como auxiliar en la guardería, también del equipo de profesionales del PROGEN quienes le
brindan apoyo psicológico y afectivo, mejoraron su autoestima y también recibió
capacitación como promotora y los conocimientos para ayudar a otras personas que pasan
por situaciones de violencia. Los trámites judiciales fueron efectivos desde el momento que
ella recurrió a un abogado particular y pagó sus servicios, porque los defensores de la
justicia demoraron demasiado.
En su mayoría destacan que en la actualidad el acompañamiento y la referencia permanente
de diversos profesionales que trabajan en el barrio, les permite sentirse contenidas y
acompañadas para fortalecerse y continuar encarando las acciones emprendidas y además
movilizarse como promotoras de prevención de la violencia de género para ayudar a otras
mujeres. Particularmente, valoran positivamente su paso por la experiencia del programa
PROGEN y los facilitadores que a partir de ello se fueron sucediendo.
Sobre la complejidad de los cambios producidos: lecciones y proyecciones
“Mirá en este momento la verdad que estoy tan… no tengo proyectos te puedo decir, en
estos momentos todavía estoy viviendo el día a día, porque sigo y sigo pasando cosas tan
difíciles, tooodos los días todavía pasando situaciones feas y es como que no tengo nada
pensado, porque es como que no se lo que me voy a encontrar con mañana; espero
siempre que sean cosas buenas, que se empiecen a resolver las cosas, que se empiece a
llevar por buen camino y que todas las cosas yo pueda ir manejando, por lo menos pueda
salir con los chicos, seguir fuerte por ellos, y bueno ver en que termina porque todavía no te
puedo decir, porque no se ni que va a pasar mañana, todavía no tengo nada certero…”
“La verdad que con el préstamo que hice compre algunas cosas para vender y si me va todo
bien creo que voy a ir progresando seguro, vender mi casa y irme en otro lado, lo que pasa
es que yo acá ya le conozco a todo el mundo y todos me conocen y entonces saben que por
ahí yo prácticamente no estoy en mi casa y entonces yo tengo esa confianza en ellos
porque yo se que ellos me van a mirar mi casa, si yo no estoy me van a mirar mis hijos igual
que yo con los hijos de ellos, a los del otro lado, y volver a empezar todo de cero en otro
lado, bueno pero si no hay otra cosa para hacer me tengo que cambiar nomás… pero creo
que me va a ir todo bien, por el momento me estoy yendo a una iglesia y el próximo quiero
bautizarme hacer un cambio radical en mi vida y no se… pero me parece que falta mucho
para eso porque tengo que encontrarle a una persona que yo realmente odio, esa es mi
mamá lastimosamente. Y ahora están solo conmigo, y conmigo es igual, yo no tengo ningún
cambio con ellos, es igual nomás, o sea que por ahí jugamos naipes, por ahí jugamos a la
bolita, al voley todo por ahí jugamos partidos, ahora miramos tele hasta tal hora, por ahí a
veces estamos hasta las 1, y ya nos despertamos a las 10, las 11, y ya prácticamente
comen y ay se van a la escuela, o sea que y a la tarde no están, a la noche es cuando
estamos mas juntos a veces…”
“Seguir creciendo, seguir aprendiendo cosas nuevas, seguir ayudando que es lo importante,
lo que a mi me gustaría es capacitar.. Si me encantaría trabajar en la violencia, me gusta
trabajar con las mujeres me gusta trabajar este tema, de casos de violencia hay muchas
mujeres que por ahí están ignorantes de que tienen leyes que las amparan y que tienen
derechos, y que hay que hacerlos valer nomás…”
-Siente que por haber soportado situaciones límites y por haberse callado por muchos años
a veces reacciona de manera agresiva con sus hijos, pero lo reconoce y desde que tomó
conciencia de ello trata de no volver a cometer ese error. Tiene expectativas de continuar
sus estudios primarios que los dejó cuando era niña, manifiesta que tiene dificultades con la
lectoescritura y que sería una gran satisfacción poder terminar el nivel primario.
-Tiene expectativas de terminar los estudios secundarios y estudiar Enfermería, cree que
esa profesión brinda una gran ayuda a las personas con problemas de salud. Tiene una
gran predisposición para ayudar y escuchar a los demás, dándoles el poyo que necesiten
para salir de situaciones que les hacen daño.
-Está continuando sus estudios secundarios. Siente que las situaciones de violencia vividas
están superadas. Pretende cortar el vínculo afectivo con el padre de sus hijos para cerrar
esa etapa de su vida. Siente que necesita tiempo para ello. Cree que todo se puede que hay
una solución para todo que no hay que perder las esperanzas y se siente capaz de ayudar a
los demás para reconocer y enfrentar situaciones de violencia.
Solo uno de los casos expresa sentir que ha superado la situación de violencia vivida a lo
largo de su vida. En tanto en los demás, se afirman que los problemas relacionados con la
violencia padecida no han llegado a su fin. Ello en razón de que si bien en la generalidad de
los casos actualmente no sufren situaciones de violencia, sostienen que viven situaciones
que constituyen secuelas de las mismas (odio a sus madres, relaciones conflictivas con sus
hijos y de reproducción de violencia por parte de ellas hacia sus hijos, etc.).
En términos de expectativas futuras, en la mayoría de los casos las mismas están
relacionadas con poder concretar aspiraciones personales de las que hasta el momento han
sido privadas o han dejado postergadas. Fundamentalmente la posibilidad de culminación
de sus estudios (primarios y secundarios). Una de ellas manifiesta su interés de “ayudar” a
otras mujeres en situación de violencia. Mientras que para otra el futuro es el hoy; y poder
vivir y resistir en términos económicos y anímico-afectivos.
A modo de conclusiones
¿Que impulsa, entonces, a una mujer a “romper el silencio” después de haber
vivenciado en toda su trayectoria personal y familiar la violencia con tanto daño
sufrido?
Nos encontramos con dinámicas de relación complejas en donde no solo las entrevistadas,
son víctimas de la violencia sufrida en el seno conyugal sino también, en la mayoría de ellas
son víctimas directas o indirectas de una historia familiar en la cual sufrieron diferentes tipos
de abusos por parte de algún familiar, violencia psicológica , física y/o sexual, poniendo en
riesgo su vida, manifestándose en cada una de las historias reflejadas en denigración,
descalificación y menosprecio potenciadas en su máximo exponente por una cultura
patriarcal en donde no les dejó más que el lugar de objetos. Objetos pasivos incapaces de
defensa por los deslizamientos ideológicos marcados por la propia cultura y que estos a su
vez dejaron una marca interna, subjetiva, de la cual son o fueron prisioneras…
En cada una de estas mujeres hay procesos internos en juego que resultaron como
inhibidores o impulsores determinantes en el momento de tomar la decisión de cortar con el
círculo de la violencia, factores internos relacionados con las vivencias personales,
sentimientos y con factores externos relacionados exclusivamente con la información y con
el apoyo recibido por las instituciones.
Muchas afectadas por la violencia desconocen tanto sus derechos como la existencia de
servicios que respondan en estos casos. El recorrido que efectuaron las mujeres para
liberarse de la violencia no fueron lineales ni simples, sino complejos en donde se vieron
comprometidos estados internos y externos obstaculizadores. Pese a ello, la mayoría inició
procesos de búsqueda de ayuda, lo que demuestra la capacidad intrínseca de cada una de
ellas para protegerse y para no aceptar la violencia como un destino ineludible. Han
realizado a lo largo de su vida diversas estrategias conscientes e inconscientes para
sobrevivir a los hechos de violencia, “aguantar” “callar” “desmentir” “negar” hasta que un
momento sucede “algo” inesperado quizás del orden de lo traumático por lo cual deciden
salir del lugar de objeto pasivo que las cegaba, para actuar, posicionándose desde un lugar
activo y pedir ayuda, muchas de ellas comenzaron este camino solicitando apoyo a sus
vínculos afectivos más directos y otras solicitando respuestas a las instituciones
representantes de la ley, dando lugar el accionar de un tercero que en su resolución
simbólica pudiera ordenar.
Lo primero que debe producirse para iniciar un proceso de búsqueda de ayuda es el
reconocimiento de la violencia, del padecimiento de la violencia, comenzando por la
violencia invisible aquella que no por ser menos detectable a simple vista es menos
destructora, poder pronunciarla y poder pronunciarse como víctima de ella, para luego
poder encontrar las alternativas posibles resolución es necesario el pasaje de la pasividad
que la violencia misma deja en cada una de las mujeres a la actividad. En el caso de las
entrevistadas un posicionamiento activo las ubicó en un lugar fortalecimiento y
empoderamiento en donde pudieron hallarse a si mismas, encontrarse con sus propios
deseos, reconocerse como sujetos con deseos y con derechos, en donde pudieron
proyectarse en un lugar de protección a si mismas y a sus hijos y por otro lado ayudar “a
otras” que han transitado por los mismos ciclos de violencia.
El desconocimiento de sus derechos y la falta de información representan los principales
obstáculos para posibilitar el cambio en cada una de las víctimas.
El rol de las instituciones en casos de violencia familiar que pueden ser centros de salud,
comisarías, juzgados, centros barriales, etc. brindan a la víctima una alternativa, otro camino
posible, a la situación que se encuentran padeciendo. En general a estas instituciones se
arriba cuando las estrategias de supervivencia se han debilitado y cuando la violencia
sufrida hasta ese momento transgrede el límite llegando a afectar a sus hijos.
Teniendo en cuenta las condiciones socio-culturales de las entrevistadas vemos reflejado en
el sistema patriarcal predominante aquello que se denomina violencia simbólica: la
naturalización e interiorización de las relaciones de poder, convirtiéndolas así en evidentes e
incuestionables, la cual no sólo está socialmente construida sino que también determina los
límites dentro de los cuales es posible percibir y pensar. Un imaginario social instituido que
logra su eficacia en el disciplinamiento social, ordenamiento de los géneros sexuales
estipulando en la sociedad, que es lo femenino y que es lo masculino. Este disciplinamiento
subjetiva en el sentido de que producen las modalidades en que estas mujeres piensan,
sienten, actúan formando parte del colectivo social.
Las mujeres dan cuenta en sus testimonios sobre vivencias de dinámicas familiares
agresivas desde su niñez. Estas familias fueron formadoras, sin duda, de sujetos
vulnerables y vulnerados, con secuelas en la construcción de la subjetividad, difíciles de
erradicar. La mayoría de los testimonios muestran que al conformar sus propias parejas y
núcleos familiares primarios, replicaron características y prácticas familiares similares a la de
su familia de origen. Una de las razones puede referirse a la falta de inscripción psíquica del
cuidado del otro como instancia de construcción familiar. Pero pese a lo vivenciado muchas
de las víctimas entrevistadas refieren que han determinado cortar el vínculo con el agresor,
es decir, que en cada una de ellas existió un momento de definición subjetiva, de
posibilidad, de márgenes de autonomía y de resistencia, donde con o sin dolor eligieron un
camino diferente al que su propia historia les había signado.
Repensando lo que viene: hacia nuevas prácticas políticas
En el documento y a partir de los testimonios crudamente vertidos, tratamos de
evidenciar las profundas inequidades que viven cotidianamente mujeres de nuestra
provincia, situaciones que no escapan a la que otras miles padecen en Argentina y
Latinoamérica. Se trata, como dijimos al comienzo de movilizar la reflexión crítica e intentar
a partir de ello ampliar los márgenes y las personas que accionen de modo comprometido
en pos del ejercicio y apropiación efectiva de los derechos. De ningún modo se trata de
victimizarlas. Esta apuesta de hacer circular sus palabras es un esfuerzo que implica
considerar enfoques y hacer un fuerte llamado de atención sobre las múltiples condiciones
generadoras de discriminación, de violencias26. Queremos reconocer la ciudadanía activa de
las mujeres como protagonistas de los procesos de cambio en su múltiple diversidad. Estas
trayectorias de vida dan cuenta de ello. Esperamos haber logrado parte de lo buscado: la
sugerencia provocativa, la motivación y las ganas de comprometernos – desde cada lugar
en el que estamos- en la defensa de derechos y en la recuperación de la producción
colectiva de conocimiento que superen la victimización y la denuncia.
Por eso consideramos que estas “promotoras de prevención de violencia pueden ser
denominadas acompañantes de procesos de educación en derechos humanos de las
mujeres”. De la experiencia se deriva como cuestiones a resaltar las siguientes:
La mayoría de los referentes cercanos y significativos a quienes
recurrieron (rompiendo el silencio) no pudieron acompañarlas en este momento
clave.
No todas las instituciones por las cuales circularon para vehiculizar sus
demandas de atención pudieron contener a las mujeres ni concretar los trámites y
prestaciones que les corresponden en tiempo y forma (policía, juzgados, servicios
sociales, etc.) .
El PROGEN se instituye en un espacio permanente, regular y de
referencia de las mujeres, valorado como sumamente positivo por las protagonistas
(más allá de los procesos de resolución que enfrentan fuera de este espacio y de su
comunidad, con sus complejidades y tiempos).
26 El sexo, la pobreza, la edad, la migración, la diversidad étnica.
Las legislaciones sin acompañamiento de “las victimas” y sin
transformaciones culturales no se reflejan automáticamente.
De la violencia, entonces, se puede salir.
El encontrar apoyo en personas que crean en lo que cuenta la victima
es sumamente importante para enfrentar el dificultoso camino de salida.
El compromiso militante de las protagonistas quienes a partir de su
propia vida apuestan a contar lo que les paso y lo que aún les sucede, para que
otras se animen y pierdan el temor, y enfrenten. Asimismo su vida actual y lo que
hacen como promotoras se encuadra en su decisión de luchar y ayudar a otras,
desde un compromiso activo, solidario y militante.
Un lugar central ocupan los aspectos de asistencia directa a las
victimas y a los demás miembros del grupo familiar afectados de modo directo (red
de recursos materiales, y de apoyo psicológico, jurídico social, entre otros). Disponer
de los mismos en tiempo y forma permite agilizar y enfrentar de modo sostenido las
diversas etapas en los procesos de acción. Asimismo permiten fortalecer las redes
comunitarias o de otra índole (institucionales, etc.) que operan en estas situaciones.
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Anexo 1
Transcripción de texto informe periodístico Diario el Territorio Misiones 4 de enero de 2010
LA PROVINCIA OCUPA EL QUINTO LUGAR EN MORTALIDAD MATERNA DE ARGENTINA27
Misiones, es la cuarta Provincia del país con mayor índice de mortalidad materna por
abortos inconclusos, según se desprende de las “Estadísticas Vitales- Información Básica
2008”, elaboradas por la Dirección de Estadísticas e Información de Salud, del Ministerio de
Salud de la Nación. El documento difundido por la cartera sanitaria nacional, precisa que
durante 2008 fallecieron por abortos en Misiones, un total de seis mujeres, cifra que
posiciona a la Provincia en el cuarto lugar.
Según figura en el estudio oficial, durante 2008 fallecieron en Argentina 62 mujeres por
abortos inconclusos. Sin embargo, el número es conservador, ya que por un lado, muchos
casos ocurren en sanatorios privados y no se presentan las denuncias pertinentes; y por
otro, en numerosas ocasiones las madres mueren por complicaciones derivadas de los
abortos, como hemorragias o infecciones, decesos que luego no figuran como abortos en
las estadísticas vitales. Según manifestó, el Subsecretario de Salud de Misiones, Oscar
Herrera, “hay un porcentaje muy importante de abortos inconclusos en el sector privado de
Misiones, y pese a que se sabe que tienen que hacer las denuncias, no nos remiten la
información”.
En diálogo con El Territorio, señaló, que por esos incumplimientos, las cifras oficiales
permanecen “muy alejadas de la realidad”, ya que allí figuran solamente las denuncias
notificadas desde el sistema público, “donde se registran pocos decesos por interrupciones
de embarazo”, visibilizó.
Consultas y egresos Por otra parte, según las Estadísticas del Hospital Central de Nivel 3,
Doctor Ramón Madariaga, en Misiones hubo durante 2008 un total de 342 consultas por
embarazo terminado en aborto, lo cual representa el 12,28 por ciento del total de las
consultas por Embarazo, Parto y Puerperio. De ese total, 221 fueron mujeres de entre 20 y
34 años; 77 de 35 a 49 años; y 43 de 15 a 19 años. Por otra parte, durante 2008 se
registraron en el principal Centro Asistencial de Misiones un total de 616 egresos por
“Embarazo terminado en Aborto”. Nuevamente, el grupo etáreo con mayor presencia fue el
de 20 a 34 años, con 393 egresos, mientras que de 35 a 49 años hubo 135; de 15 a 19
años, 83 egresos; y 5 de menores de 14 años. Con el 11,18 por ciento del total, las cifras
correspondientes a los egresos en el hospital Madariaga por “Embarazo terminado en
Aborto” figuran en el segundo lugar, luego de la categoría “Parto”, que aparece primera, con
el 72,57 por ciento. Herrera consideró, que en los últimos años se mantuvo “prácticamente
27 El Territorio Digital. 04/01/2010
invariable” el nivel de embarazo adolescente y valoró, que “se logró disminuir el porcentaje
de embarazo no deseado entre los jóvenes”. En ese sentido, recordó que “Salud Pública
realiza permanentemente talleres de salud sexual y procreación responsable que arrojaron
muy buenos resultados”. Asimismo, manifestó que el Ministerio de Salud de Misiones,
ejecuta desde hace un año el “Plan Mamá”, programa de asistencia que ofrece cobertura de
obra social y ayuda económica a mujeres embarazadas de la Provincia.
El funcionario indicó, que el plan “también busca disminuir esos índices elevados de muertes
por abortos inconclusos en Misiones”. “Ese programa, de alguna manera estimula a la mujer
a tener el bebé a través de la ayuda económica y los controles permanentes, tanto durante
como después del embarazo”, expresó el Subsecretario de Salud.
Los métodos Consultado sobre los métodos de interrupción de embarazo más frecuentes
en Misiones, Oscar Herrera observó, que “en principio figura la manipulación de medicina
oral, las píldoras que provocan aborto”. Además, mencionó que en la zona Norte de la
provincia, “la ingesta de yuyos es la práctica más frecuente” y agregó, que también se
presentan casos de manipulación con artefactos que se colocan dentro del útero, a los que
definió como los métodos más peligrosos para la vida de la mujer. Alta mortalidad materna
Las “Estadísticas Vitales- Información Básica 2008” revelan que la tasa de mortalidad
materna de Misiones -que refleja el riesgo de morir de las mujeres durante la gestación, el
parto y el puerperio (40 días post-parto)- supera ampliamente a la media nacional. Las
estadística revela, que en Misiones fallecieron durante 2008, 7,6 mujeres por cada diez mil
nacidos vivos, lo cual casi duplica la media nacional, de 4,0 por diez mil. Misiones figura en
el quinto lugar del ranking nacional de mortalidad materna, luego de Formosa, Jujuy, Chaco
y Santiago del Estero.
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