La androsterona es un intermediario en la síntesis de andrógenos en el humano.
La androsterona es una sustancia producida de forma natural por el hombre y no es perjudicial para el cuerpo
humano, pero cuando se toma de forma sintética, se metaboliza con el cuerpo produciendo esteroides. Es
considerada un anabolizante androgénico esteroideo.
Entre los efectos secundarios que puede ocasionar por el excesivo consumo de esta sustancia se encuentran
trastornos hepáticos, en la coagulación de la sangre y aumento de glóbulos rojos, entre otros. En los hombres
también puede producir impotencia sexual.
La androsterona fue descubierta por Butenandt en 1934, que también aisló la progesterona, recibiendo por ello el
premio Nobel de química en 1939. En 1934 el químico suizo Leopold Stephan Ruzicka sintetizó la androsterona.
La testosterona es una hormona esteroide del grupo andrógeno y se encuentra en mamíferos, reptiles, aves, y
otros vertebrados. En los mamíferos, la testosterona es producida principalmente en los testículos de los machos
y en los ovarios de las hembras, aunque pequeñas cantidades son secretadas por las glándulas suprarrenales. Es
la hormona sexual principal masculina y un esteroide anabólico.
En los hombres, la testosterona juega un papel clave en el desarrollo de los tejidos reproductivos masculinos
como los testículos y próstata, como también la promoción de los caracteres sexuales secundarios tales como el
incremento de la masa muscular y ósea y el crecimiento del pelo corporal.[3] Además, la testosterona es esencial
para la salud y el bienestar[4] como también para la prevención de la osteoporosis.[5]
En promedio, la concentración de testosterona en el plasma sanguíneo en un adulto humano masculino es diez
veces mayor que la concentración en el plasma de adultos humanos femeninos, pero como el consumo
metabólico de la testosterona en los hombres es mayor, la producción diaria es de aproximadamente 20 veces
mayor en los hombres.[6] Además, las mujeres son más sensibles a la hormona.[7]
La testosterona es conservada a través de la mayoría de los vertebrados, aunque los peces producen una
ligeramente distinta llamada 11-cetotestosterona.[8] Su homólogo en los insectos es la ecdisona.[9] Estos
esteroides ubicuos sugieren que las hormonas sexuales tienen una historia evolutiva antigua.[10]
El estradiol (E2 o 17β-estradiol, como también oestradiol) es una hormona esteroide sexual femenina. El
estradiol es abreviado E2 ya que tiene dos grupos hidroxilos en su estructura molecular. La estrona tiene 1 (E1)
y el estriol tiene 3 (E3). El estradiol es alrededor de 10 veces más potente que la estrona y alrededor de 80
veces más potente que el estriol en sus efectos estrogénicos. A excepción de la fase temprana folicular del ciclo
menstrual, sus niveles sanguíneos son algo más altos que los de la estrona durante los años reproductivos de la
mujer. Por lo tanto, el estradiol es el estrógeno predominante durante los años reproductivos tanto en los
niveles séricos absolutos como también en la actividad estrogénica. Durante la menopausia, la estrona es el
estrógeno predominante el cual aumenta por cambio periférico de andrógenos y durante el embarazo, el estriol
es el estrógeno predominante en términos de niveles séricos. El estradiol también está presente en los hombres,
siendo producida como un metabolito activo de la testosterona por la enzima aromatasa. Los niveles de
estradiol en los hombres (8-40 pg/ml) son más o menos comparables a los de una mujer posmenopáusica. El
estradiol "en vivo" es inconvertible con estrona; siendo favorecida la conversión del estradiol a estrona. El
estradiol no sólo tiene un impacto critico en el funcionamiento sexual y reproductivo, si no que también afecta
a otros órganos, incluyendo los huesos.
La cortisona (17-hidroxi-11-corticosterona) es una hormona esteroide (lipídica). Químicamente es un
corticosteroide muy parecido a la corticosterona. Se clasifica como corticosteroide (glucocorticosteroide). Se
utiliza para tratar una gran variedad de dolencias y puede ser administrado vía intravenosa, oral, intraarterial o
cutánea. La cortisona suprime el sistema inmunitario (inmunosupresora), reduciendo así la respuesta
inflamatoria, neutralizando el dolor e hinchazón en el sitio dañado. Sin embargo, sus efectos sobre el sistema
inmunitario pueden conducir a varios efectos secundarios, particularmente cuando se utiliza la cortisona
durante un período largo de tiempo. El cuerpo produce corticosteroides de forma natural en el córtex de las
glándulas suprarrenales. Estos influyen en el funcionamiento de muchos de los sistemas corporales (corazón,
inmune, músculos, huesos y los sistemas endocrino y nervioso). Ejercen una gran cantidad de efectos
incluyendo efectos en el metabolismo de los carbohidratos, proteínas y grasas. Ayudan a mantener el equilibrio
de fluidos y electrolitos.
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