Ciudad de México, 4 de marzo de 2015.
Al pueblo mexicano,
A las comunidades estudiantiles de México,
A la opinión pública en general:
En nuestro país durante los últimos años hemos vivido una de las crisis políticas,
económicas y sociales más profundas de nuestra historia reciente. Estamos inmersos en un
espiral de violencia e impunidad que parece no tener fin, y que hace mucho llegó a su
límite. En este contexto el día 26 de septiembre de 2014, 43 estudiantes de la Escuela
Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, Guerrero fueron desaparecidos y seis
personas más fueron asesinadas en la ciudad de Iguala.
Lo ocurrido en Guerrero se ha vuelto de conocimiento internacional, pero no es un hecho
aislado. Las prácticas represivas e intimidatorias por parte de las fuerzas policiales y el
ejército durante las protestas y manifestaciones se han vuelto sistemáticas, así lo
demuestran los actos en contra de los alumnos de la Normal Superior en Tehuacán,
Puebla, ocurridos el 10 de noviembre de 2014; la intercepción por parte de policías
estatales y federales a un grupo de estudiantes de la Universidad Veracruzana (UV) que se
manifestaban cerca de la capital y que fueron obligados a interrumpir su protesta en el
marco de los Juegos Centroamericanos y del Caribe o la irrupción de 15 oficiales
militares en la Universidad Autónoma de Coahuila el 27 de noviembre del año pasado. Así
lo prueba también el violento desalojo de los profesores miembros de la Coordinadora
Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero el pasado 24 de febrero en Acapulco,
cuya consecuencia más atroz fue la muerte de un profesor jubilado (y la violación de al
menos 3 profesoras, ambos crímenes perpetrados por las corporaciones policiacas
participantes) A esto se suman las detenciones arbitrarias llevadas a cabo en las
manifestaciones pacíficas realizadas dentro y fuera de las Acciones Globales por
Ayotzinapa.
Debido a lo anterior, la Comunidad Estudiantil del Instituto Mora manifiesta que:
1. NO son hechos aislados los que nos impulsan a exigir JUSTICIA. Es Iguala,
Cocula, Tlatlaya y San Fernando. Son miles de desapariciones las que hoy nos
han despertado del aislamiento estudiantil para conformarnos como comunidad
activa, una comunidad que reclama un alto a la impunidad.
2. Nos sumamos a los pronunciamientos realizados por otras comunidades
estudiantiles y exigimos que las autoridades garanticen el ejercicio del derecho a la
protesta y que se finquen responsabilidades en las detenciones arbitrarias e
intimidaciones. Por lo que demandamos la inmediata liberación de Bryan,
Jaqueline, los profesores detenidos en Acapulco y el resto de los presos políticos.
3. Nos unimos al dolor y al coraje de las familias que se encuentran en busca de sus
hijos y a aquellas que han perdido a alguno de sus miembros, exigiendo la
presentación con vida de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala y justicia
para las familias de quienes han sido asesinados.
4. Denunciamos la incapacidad del Estado y las autoridades para hacer frente a esta
crisis, así como su falta de interés en desarrollar mecanismos legales y políticos
que den solución efectiva al descontento social ya incontenible. Con base en esto,
hacemos un llamado a la sociedad en general para seguir creando espacios de
discusión, acción política y poder popular dentro de las escuelas, en las plazas
públicas y en los centros de trabajo, de donde puedan surgir propuestas y vías de
acción civil y ciudadana.
Desde aquí pugnamos por un país justo, en el que disidir y protestar no sea objeto de
intimidación, represión, desaparición o asesinato.
Desde Mixcoac, Ciudad de México decimos.
NO ESTAMOS TODOS, NOS FALTAN 43.
Comunidad Estudiantil del Instituto Mora
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