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PROYECTO: ENSEÑAR EL ESPACIO GEOGRÁFICO A TRAVÉS DE LA
LITERATURA COMO MEDIO DIDÁCTICO. ESTUDIO DE CASO LA
CIUDAD DE MEDELLÍN
-INFORME FINAL-
CONVOCATORIA PEQUEÑOS PROYECTOS -CIEP- 2012
Investigador Principal:
SANTIAGO VALENCIA CARVAJAL
Co-investigadores:
CAROLINA CARDONA ORREGO
MÓNICA MARCELA HERNÁNDEZ GONZÁLEZ
Docente asesor
RAQUEL PULGARÍN SILVA
Universidad de Antioquia
Facultad de Educación
Grupo De Investigación
Didáctica de la Educación Superior -DIDES-
Semillero de Geografía -GEOSEM-
Medellín, Julio de 2013
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TABLA DE CONTENIDO
Pág.
Resumen Divulgativo 4
Introducción 6
1. Antecedentes o relación con otras investigaciones 8
2. La geografía y la literaria en la comprensión del espacio 10
3. Elementos metodológicos en la comprensión del espacio geográfico desde la literatura 13
4. La relación geografía y literatura en la enseñanza de la ciudad 14
4.1 La literatura en la comprensión de la ciudad 15
4.1.1. Frutos de Mi Tierra (1889) de Tomás Carrasquilla 16
4.1.2. Mujer de Cuatro en Conducta (1948) de Jaime Sanín 18
4.1.3. La Resignada Paz de las Astromelias (2002) de Rubén Darío Zapata 20
4.2 Hacia una propuesta didáctica para la enseñanza de la geografía desde la literatura 20
5. Conclusiones y consideraciones finales 22
6. Gestión financiera del ejercicio investigativo. (Ver documento adjunto) 24
7. Referencias bibliográficas 25
ANEXOS: Documento adjunto.
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TABLA DE IMÁGENES
Barrio el Cucaracho, Medellín
Panorámica de Medellín desde Santa Elena
Al fondo el “Morro”
TABLA DE ANEXOS
(Documento adjunto)
Anexo Nº 1: Resumen de los estudios previos al respecto de la relación geografía y literatura
Anexo Nº 2: Esquema relación Espacio Geográfico – Espacio Narrado
Anexo Nº 3: Guías de observación de las obras literarias Frutos de mi tierra, Una mujer
de cuatro en conducta y La resignada paz de las Astromelias
Anexo Nº 4: Resumen de las obras literarias rastreadas a la fecha
Anexo Nº 5: Textos según categorías de análisis: Frutos de mi tierra
Anexo Nº 6: Relato narrado por Don Héctor, habitante del barrio El Cucaracho
Anexo Nº 7: Fotografías: Salida de Campo Frutos de Mi Tierra
Anexo Nº 8: Textos según categorías de análisis: Una mujer de cuatro en conducta
Anexo Nº 9: Fotografías Salida de Campo Una mujer de cuatro en conducta
Anexo Nº 10: Textos según categorías de análisis: La resignada paz de las Astromelias
Anexo Nº 11: Fotografías: Salida de Campo La resignada paz de las Astromelias
Anexo Nº 12: Ponencia Universidad Pontificia Bolivariana
Anexo Nº 13: Ponencia II Convención de Educación Geográfica. Universidad
Pedagógica y Tecnológica de Colombia
Anexo Nº 14: Ponencia XIV Encuentro de Geógrafos de América Latina EGAL, Colegio de
geógrafos del Perú (CGP) & Comité Nacional Perú de la Unión Geográfica Internacional
(UGI – PERÚ)
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ENSEÑAR EL ESPACIO GEOGRÁFICO A TRAVÉS DE LA LITERATURA COMO
MEDIO DIDÁCTICO. ESTUDIO DE CASO LA CIUDAD DE MEDELLÍN
RESUMEN DIVULGATIVO
En este ejercicio investigativo se presenta la fundamentación de una propuesta didáctica
en la enseñanza de la geografía a partir de la literatura, entendida ésta como medio didáctico para
el estudio del espacio geográfico de la ciudad de Medellín, Colombia. Ésta se sustenta desde los
planteamientos teóricos de Moreno, N. & Cely, A. (2010), entre otros; quienes encuentran en la
integración de la literatura y la geografía una nueva manera de comprender el espacio
geográfico, pues es hallar en la narrativa una interpretación simbólica, real, descriptiva, social,
histórica y cotidiana del espacio y de los sujetos, presentándose así una nueva manera de estudiar
la ciudad desde una perspectiva no convencional.
En el contexto escolar, los procesos de enseñanza y aprendizaje de la geografía no
superan la descripción y el enunciado de hechos geográficos que difícilmente pasan por la
interpretación o el ejercicio comprensivo, lo cual es una carencia y un problema que se debe
superar, dado que el conocimiento, comprensión e interpretación del espacio geográfico son
elementos esenciales en la formación ciudadana y, en especial, en el proceso docente. Una
propuesta que permita superar dicha situación en la enseñanza y el aprendizaje de la geografía y
las ciencias sociales puede ser la consideración de la novela, como componente didáctico donde
se permitan nuevas lecturas de los espacios, culturas y tiempos vividos por los estudiantes; esta
posibilidad es abordada en esta investigación, permite articular la imaginación, la descripción, la
vivencia, la reflexión y la percepción de los espacios geográficos.
Es un trabajo que pone en evidencia, los retos que en la enseñanza en la geografía y en
general de todas las áreas del currículo, se presentan en la escuela, y se muestra que es posible, a
partir de la interdisciplinariedad, enseñar aspectos del mundo de una forma mucho más
significativa. Es en este sentido, la relación establecida entre Geografía y Literatura es pertinente,
en tanto refleja la transversalidad de las ciencias para la explicación de un fenómeno, y mucho
más, para el diseño de propuestas didácticas que posibiliten una enseñanza del Espacio
Geográfico desde una perspectiva crítica y comprensiva que no reduzca el saber mismo a la
memorización y a la sistematización, significó entonces un llamado para seguir trabajando por
una educación geográfica que le permita a los sujetos el reconocimiento de sí mismos en el
espacio que habitan y una lectura de contextos mucho más apropiada, crítica y reflexiva.
Siendo el interés de este estudio relacionar el espacio narrado en la literatura con la
geografía del espacio urbano, con el fin de comprender la ciudad desde su dinámica espacial y
social, se propone como propósito fundamental de la investigación, fundamentar una propuesta
didáctica en la enseñanza de la geografía desde la literatura como medio didáctico a partir del
estudio del espacio geográfico de la ciudad de Medellín.
La perspectiva teórica desde donde se ubicó el marco conceptual del proyecto es la
geografía crítica, con Santos, M. y Silveira M. L. (como principales exponentes), y la didáctica
de la geografía con Gurevich, R., Fernández, M.V, y Pulgarín, R. En especial se asume la
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concepción del espacio geográfico como un espacio socialmente producido, históricamente
construido, donde las relaciones sociedad - naturaleza se evidencian claramente y posibilitan el
diálogo entre las áreas de enseñanza: las ciencias naturales y las ciencias sociales.
Metodológicamente, es una investigación de corte cualitativo, aunque se combinan
diversidad de métodos como: la observación directa en campo, de aquellos espacios geográficos
evidenciados en las obras elegidas, Frutos de Mi Tierra (1889) de Tomás Carrasquilla, Mujer de
Cuatro en Conducta (1948) de Jaime Sanín Echeverri y La Resignada paz de las Astromelias
(2002) de Rubén Darío Zapata, novelas seleccionadas por la riqueza narrativa que logran en la
descripción geográfica de la ciudad como escenario urbano por excelencia, todas éstas, desde sus
historias y temporalidades, nos muestran la vivencia cotidiana de los sujetos en la ciudad, en la
interacción y concreción del espacio urbano, donde se ponen de manifiesto sus acciones y
experiencias diarias, lo que posibilita entender la relación hombre, medio físico y medio cultural.
Es asimismo una metodología de caso, donde se realiza un estudio específico de los
acontecimientos que tienen lugar en el marco geográfico de la ciudad de Medellín a lo largo de la
época de 1910 a 2010, temporalidad que se ha establecido para rastrear cómo ha sido descrita la
ciudad en las diferentes obras literarias que se han producido en este tiempo, e igualmente
interpretar los cambios geográficos que han servido para la transformación del espacio urbano de
la ciudad. Esto se aborda desde un enfoque hermenéutico, en la medida en que la comprensión de
los fenómenos humanos, se determina por la acción social de los sujetos; de esa manera, la
interpretación del texto no es más que la actitud que asume el lector frente al hecho, es decir,
deposita en el objeto su bagaje cultural, pero distanciándose de igual forma de toda clase de
prejuicios frente al mismo. Se puede decir entonces, que aunque la narración literaria tiene su
propio mundo de ficción, y configura su propia realidad, no está totalmente desligada de la
realidad inmediata, de este modo, la narrativa lo que hace es revelar el carácter temporal de la
vida humana, pues es a través de ésta que la experiencia humana se configura en texto, en
palabra; así mismo, la narración alcanza su plena significación cuando se convierte en una
condición de la existencia temporal (Hernández, 2004, p. 114)
El mundo de la narración es semejante al real, ya que es posible explorar a profundidad el
mundo ficcional presente en las obras literarias, permitiendo conocer el contexto objetivo desde
múltiples focos, no solamente el que se encuentra a simple vista, pues desde la narrativa éste
puede ser configurado de diversas maneras y puede entenderse y vivirse de múltiples formas. La
literatura lo que hace es acercar al sujeto a una forma diferente de ver y comprender la realidad.
Confrontar los saberes con la posibilidad que tienen los mismos de ser enseñados, implica
reconocer una necesidad latente en las escuelas por cambiar las metodologías tradicionales que
reducen el currículo a nociones sin trascendencia alguna y sin algún tipo de impacto en los
contextos en los que se desenvuelven los niños.
Es la fundamentación de una propuesta didáctica que permite hacer el encuentro de la
geografía y la literatura en la intención de ser enseñada, creando un vínculo entre el saber
geográfico y las producciones literarias como lo son las novelas, en la medida en que se
implementan procesos que sean significativos para la enseñanza de los conceptos y que permita
diferenciarlos no sólo en un espacio físico sino también en la constitución histórica de los
hechos. Así, es posible entender que desde la perspectiva relacional, la enseñanza del saber
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geográfico confluye con la literatura para la comprensión de otros aspectos que permiten abarcar
lo que hoy es Medellín desde diferentes ámbitos. De ahí que, se habla entonces de una
triangulación de saberes en donde todos se interrelacionan, específicamente en los conceptos de
enseñanza, literatura y geografía.
Introducción
En este texto se presentan los resultados obtenidos en el desarrollo del proyecto, el cual
buscaba establecer una integración entre la literatura y la geografía a la hora de emprender el
proceso docente, con el fin de encontrar una nueva manera de comprender el espacio geográfico
desde la interpretación de la narrativa, donde se pone de manifiesto la descripción metafórica y
real del espacio urbano, construido desde la realidad social, histórica y cotidiana de los sujetos,
presentándose así una nueva manera de estudiar la ciudad desde una perspectiva no
convencional.
En este sentido, la literatura y la geografía se interrelacionan, debido a la pertinencia de la
novela como estrategia de enseñanza de la geografía. Esto se evidencia en los planteamientos de
Nubia Moreno Lache y Alexander Cely (2006), quienes en su texto La literatura: una estrategia
para la enseñanza y comprensión de la geografía en la escuela, plantean que la literatura, como
estrategia de enseñanza de la geografía y específicamente de la geografía urbana, posibilita el
afianzamiento de aprendizajes urbanos para desarrollar competencias espaciales en la relación
ciudad – individuo. Por otra parte Valenzuela (2006) manifiesta que los textos literarios son un
apoyo didáctico en las clases de geografía, por su riqueza en la descripción topográfica y
paisajística de los territorios, así como las costumbres y cotidianidades de la vida de sus
habitantes.
Los procesos de enseñanza de la geografía y de otras disciplinas del área de ciencias
sociales que se lideran en la educación básica y media colombiana, según Pulgarín, R. (2002),
Rodríguez, E. (2000), Moreno, L. N. (2010), entre otros, son considerados poco motivadores y
de escaso impacto en los niños y jóvenes escolares; son procesos que no superan la descripción y
el enunciado de hechos geográficos que difícilmente pasan por la interpretación o el ejercicio
comprensivo, lo cual es una carencia y un problema que se debe superar, dado que el
conocimiento, comprensión e interpretación del espacio geográfico son elementos esenciales en
la formación ciudadana y, en especial, en el proceso docente.
En el contexto escolar, una propuesta de este carácter posibilita trascender en la
enseñanza y aprendizaje del mismo; la novela, como elemento didáctico en esta investigación,
permite articular la imaginación, la descripción, la vivencia, la reflexión y la percepción del
espacio geográfico, o, en tal caso, de los espacios geográficos; “…ofrece muchas más
posibilidades didácticas y caminos más innovadores, cuando se utilizan como medio de
explorar y reconstruir las experiencias y las percepciones subjetivas del espacio” (Moreno
Marrón, 1996. Citado por Moreno Lache & Cely Rodríguez, 2010, p. 94). De esta manera se
puede considerar la literatura como una herramienta didáctica en la enseñanza de la geografía,
que permite el estudio del espacio geográfico.
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Dicho estudio del espacio geográfico se realizó de la Ciudad de Medellín; se pretendió,
por tanto, hacer un análisis de las categorías de Ciudad, Paisaje y Lugar, en tres obras
literarias, en este caso de las novelas: Frutos de Mi Tierra (1889) de Tomás Carrasquilla, Una
Mujer de Cuatro en Conducta (1948) de Jaime Sanín Echeverri y La Resignada paz de las
Astromelias (2002) de Rubén Darío Zapata, en las cuales se detalla de forma precisa cómo los
medellinenses, en tres distintas temporalidades, han configurado desde su cotidianidad el
espacio urbano de la ciudad. Las obras se eligieron por la riqueza narrativa que logran en la
descripción geográfica de la ciudad como escenario urbano por excelencia.
Medellín la capital del departamento de Antioquia, Colombia, se configura como el
núcleo urbano más desarrollado, en el que sus habitantes, en su ocupación del territorio
diariamente desde sus acciones e interacciones, configuran dinámicas sociales que les posibilitan
la apropiación y construcción colectiva del espacio urbano, en el cual se pone de manifiesto su
cotidianidad. De esta manera, la ciudad de Medellín es un paisaje que en ocasiones se esfuma
ante la mirada de muchos, ese bello paisaje que ofrece la ciudad, que está esperando a ser
observado desde diferentes ópticas, que, en este caso es la presencia narrativa de la ciudad en la
novela.
Como lugar, la ciudad de Medellín posee variedad de espacios que hacen parte de la
realidad histórica y actual de la ciudad, como dice Milton Santos (2000) “el lugar es un orden
cotidiano compartido entre las más diversas personas, empresas e instituciones - cooperación y
conflicto son la base de la vida en común” (p. 247), donde convergen diferentes dinámicas que
hacen parte de este contexto.
Yi Fu Tuan (1996) citado por Pérez (2012) considera el lugar como las localizaciones
donde las personas tienen larga memoria, enriquecido por las impresiones y experiencias de la
propia niñez, señalando que el tiempo es un factor necesario para crear lugares. Desde el interés
de la investigación se indagó por los lugares que han sido plasmados en las novelas que han
hecho memoria e historia, y desde las cuales se puedan desarrollar estrategias de análisis y
comprensión del contexto que se vive, y que permita, por tanto, la enseñanza y aprendizaje de
estos conceptos de una manera más profunda y trascendente.
Medellín, sus gentes y costumbres, sus paisajes, territorio y topografías, personajes
típicos, conflictos sociales, procesos de urbanización y crecimiento, la arquitectura y las obras
públicas, la vida cultural y material (Naranjo 2009), fueron el tema central del desarrollo y
evolución de la literatura antioqueña. La literatura sobre Medellín ha sabido reflejar los hábitos
lingüísticos, los sueños y preocupaciones de la vida lugareña de la ciudad, de acuerdo con Jorge
Alberto Naranjo (2009), no por tratarse de una literatura costumbrista y urbana desde donde se
retrata la ciudad, significa que ésta carezca de capacidad crítica, pues no es una simple apología
de las costumbres de una región y de su época; siguiendo con la postura de Naranjo (2009),
“Medellín fue descrita desde la aldea hasta la ciudad, paso a paso, calle a calle, plaza a plaza,
bajo todas las ópticas y a través de todas las clases sociales” (p. 94).
Siendo el interés de este estudio relacionar estos espacios narrados en la literatura con la
geografía del espacio urbano, con el fin de comprender la ciudad desde su dinámica espacial y
social, se propone como propósito fundamental de la investigación, fundamentar una propuesta
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didáctica en la enseñanza de la geografía desde la literatura como medio didáctico a partir del
estudio del espacio geográfico de la ciudad de Medellín.
Para alcanzar dicho propósito, se reconoció la literatura como una herramienta didáctica
en la enseñanza de la geografía que permite el estudio del espacio geográfico, a partir de la
experiencia del lector con el texto y la realidad que lo circunda, con el fin de valorar distintos
lenguajes que facilitan la interrelación subjetiva con el espacio geográfico desde su enseñanza. A
partir de lo anterior se establecieron vínculos entre la literatura y la geografía desde la
representación literaria de la ciudad de Medellín en algunas novelas, con el fin de caracterizar y
describir, a partir de los espacios literarios, los espacios geográficos, para luego contrastar,
desde la salida de campo, el espacio geográfico descrito en el texto literario con el espacio
geográfico actual en la ciudad, y por último formular los elementos básicos a considerar en una
propuesta didáctica para estudiar la ciudad en el proceso docente de la geografía.
6. Antecedentes o relación con otras investigaciones
La literatura, como una herramienta didáctica en la enseñanza de la geografía, permite el
estudio del espacio geográfico, ya que a partir de la lectura de obras literarias, el lector se
encuentra con la realidad que lo circunda y así mismo comprende y le da una interpretación al
espacio en el cual se moviliza.
Al interior de la indagación que se hizo en cuanto a la relación entre Geografía y
Literatura no hubo una delimitación temporal y espacial específica, sino que se consideró
necesario conocer los planteamientos a nivel general y como han confluido cada una de las
propuestas al interior de procesos educativos. (Ver Anexo 1).
Los estudios previos que se revisaron al respecto de la relación geografía y literatura,
permitieron identificar que la razón por la cual se tomó a la literatura como una herramienta
didáctica en la enseñanza de la geografía es porque, según Moreno, N y Cely, A (2006) “la
literatura es un tipo especial de saber, que como estrategia en la enseñanza y aprendizaje de la
geografía es pertinente. Mediante la literatura podemos obtener información y conocimiento
sobre un determinado espacio geográfico en un tiempo determinado” (p. 254).
Desde este punto de vista, la literatura permite entender de un modo simbólico la
realidad, dejando entrever una nueva manera de rastrearla y comprenderla, enriqueciendo el nivel
de estudio de la geografía, en la medida en que se establecen nuevas posibilidades de enseñanza
y aprendizaje, para analizar el entorno desde una perspectiva no convencional.
Como investigaciones previas sobre la relación existente entre geografía y literatura, se
encontró el texto de Alexander Cely Rodríguez y Nubia Moreno Lache titulado: La literatura:
una estrategia para la enseñanza y comprensión de la geografía en la escuela, en el que el eje
central del trabajo es el estudio de los diferentes factores que intervienen en el proceso de
enseñanza y aprendizaje de la geografía, en particular, de la literatura como estrategia de
enseñanza de la geografía y específicamente de la geografía urbana, posibilitando el
afianzamiento de aprendizajes urbanos para desarrollar competencias espaciales en la relación
ciudad – individuo. En ese mismo orden, buscan relacionar diferentes elementos que permiten
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introducir de manera específica el concepto de ciudad y su importancia de ser estudiada,
interpretada, leída y releída para poder construir y reconstruir nuevas formas de interactuar con y
en ella.
En esta misma línea Paula Andrea Amaya (2011) en su estudio sobre imaginarios en la
literatura urbana: análisis de la “mala noche” de Jorge Franco, recopilado por la profesora
Nubia Moreno Lanche destaca que la novela se convierte en la herramienta clave para hacer la
conexión entre la geografía y la literatura; lo expresa de la siguiente manera: “el hablar desde la
literatura –en específico de la novela– se convierte en una posibilidad de herramienta pedagógica
y didáctica para abordar problemáticas urbanas (o en otros casos rurales) de sociedades
concretas” (p. 128), pues ésta brinda la posibilidad de abrir espacios de discusión, análisis y
reconocimiento de contextos que el estudiante desconoce, abordando problemáticas reales que se
narran de una forma ficticia en las novelas, pero que poseen un valor de un imaginario colectivo
y subjetivo.
Menciona Suárez (2002) que la geografía ha adquirido nuevas miradas y un
reconocimiento al sujeto y no sólo al objeto, permitiendo así que ambos se complementen,
admitiendo de esta manera que el análisis geográfico puede y debe integrarlo todo, que las
imágenes, las sensaciones y los impulsos, que canalizan a través de los cauces subjetivos que nos
relacionan con el exterior, son válidos y necesarios para la culminación de los conocimientos. Es
por esto que la literatura encaja por medio de la subjetividad en la geografía y los relatos de viaje
aportan visiones subjetivas y percepciones espaciales.
Se tiene entonces como base que el objetivo del estudio de la Geografía va más allá de la
identificación en el mapa y la memorización de nombres de capitales, se trata de que a través de
un recorrido vivencial o imaginario, los alumnos conozcan los paisajes naturales y culturales de
un país, sus recursos y su relación con las actividades económicas, la cultura, las tradiciones, así
como el proceso de transformación del espacio y sus implicaciones políticas, sociales y
ambientales.
Contradictoriamente, el aprendizaje y la enseñanza de la geografía se convierten en un
asunto tedioso y engorroso (no es nada motivante, ni significativo), pues los conceptos que se
trabajan están descontextualizados y no tienen un vínculo con la realidad.
Así pues, se propuso el binomio Geografía - Literatura, con el fin de hacer más
significativo el proceso de enseñanza y aprendizaje del área de geografía, trabajando asuntos del
espacio desde textos literarios, que muestren el espacio desde el ámbito simbólico; se puede
decir entonces, tal como lo plantea Valenzuela (2006) que:
…el uso de los textos literarios puede servir como apoyo didáctico en las clases de Geografía, ya
que en algunos cuentos o novelas es posible encontrar párrafos en donde el autor describe paisajes
característicos de alguna región, la flora, la fauna, el tipo de clima, o las características de la lluvia,
los vientos o la humedad, las formas del relieve y la adaptación del hombre a estas condiciones
[…] conocer costumbres y tradiciones que actualmente ya no existen o han perdurado con otro
significado o simbolismo. Además es viable identificar lugares que aún existen y otros que aunque
son producto de la imaginación pueden coincidir con los reales. (p. 59)
Furlani de Civit y Gutiérrez de Manchón (1990) afirman que la literatura resulta ser una
excelente estrategia para la comprensión de la Geografía, pues es un elemento demostrativo, ya
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sea para ampliar, reforzar, ilustrar o recrear las descripciones del presente y del pasado. Los
autores retoman entonces a Rimbert cuando afirma que “lo que el hombre de la ciudad espera, lo
que él busca o de lo que huye, podemos conocerlo de manera a la vez sincera y sintética por
intermedio del testimonio indirecto [...] estos testimonios son entre otros los escritores” (p. 68).
7. La geografía y la literaria en la comprensión del espacio
Se propuso el análisis de tres ámbitos conceptuales desde las obras seleccionadas. El
primero, la relación entre la literatura y la geografía; el segundo, las categorías geográficas de
lugar, paisaje y ciudad; y el tercero, la aplicabilidad de dicha relación en la enseñanza de la
geografía, teniendo en cuenta los conceptos de Enseñanza de la geografía, Didáctica de la
geografía, y Educación geográfica. Los conceptos pertenecientes a los dos primeros grupos se
analizaron en las obras literarias que se abordaron, con el fin de establecer una relación entre la
definición del concepto desde la teoría geográfica, y la representación que de éste se hace desde
el lenguaje literario, ficcional e imaginario, y el tercero se materializó en la propuesta de enseñar
la ciudad a través de la literatura como herramienta didáctica.
La concepción de geografía ha cambiado a lo largo de la historia; para Pierre George
citado en Pulgarín (2010), la geografía es el estudio de la dinámica del espacio humanizado,
entendiendo como dinámica una evolución que provoca espacios cambiantes en función de la
actividad del hombre que hace uso de la tierra desde diversas perspectivas. Por otro lado la
literatura es la que se encarga de la función poética del lenguaje que, según Aguiar e Silva
(1986), es el proceso que crea un universo de ficción independiente del real, pues significa de
modo inmanente su propia situación comunicativa sin estar determinada por referentes externos.
Así pues, con respecto a la relación que se establece entre literatura y geografía se
retoman los planteamientos teóricos de Moreno, N. & Cely, A. (2006), quienes encuentran en
dicha integración una nueva manera de comprender el espacio geográfico, pues es hallar en la
narrativa una interpretación simbólica, real, descriptiva, social e histórica del espacio urbano; de
allí, que se retome la geografía crítica y en especial la concepción del espacio geográfico como
un espacio socialmente producido, según la teoría de Milton Santos, para lograr la interpretación
y comprensión de la ciudad como espacio que se construye diariamente por las acciones e
interacciones entre los sujetos y de éstos con el medio.
Para hacer el análisis, se estableció también una relación entre geografía y literatura a
partir de la teoría de la narrativa de Mieke Bal (2001), en la que plantea una división del
concepto de espacio, definiendo lugar de acción y lugar de actuación
Los espacios pueden funcionar de dos formas en una historia. Por un lado sólo marco, lugar de
acción. En esta capacidad una presentación más o menos detallada conducirá a un cuadro más o
menos concreto del espacio [...] En muchos casos, sin embargo, se tematiza, se convierte en
objeto de presentación por sí mismo. El espacio pasa entonces a ser un lugar de actuación y no el
lugar de la acción. Influencia a la fábula y ésta se subordina a la presentación del espacio. El
hecho de que esto está sucediendo aquí es tan importante como el cómo es aquí, el cual permite
que sucedan esos acontecimientos. (p. 103)
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Es este paralelismo en donde finalmente se evidencia por un lado la descripción del lugar
desde el ámbito puramente físico, arquitectónico y materialmente producido, pero por el otro, de
la resignificación del espacio desde la configuración subjetiva de los sujetos que lo habitan, las
experiencias que de allí emanan, es la producción social del espacio. (Ver anexo 2)
Ahora bien, con la intención de distinguir adecuadamente los diferentes conceptos
geográficos que se rastrearon en las obras literarias, se definieron atendiendo a su función
esencial.
La ciudad se entiende como el contexto físico, cultural y simbólico en el que convergen
saberes, prácticas, redes simbólicas, decisiones y valoraciones, y es el espacio de partida para
poder buscar y generar la construcción de relaciones. Según Milton Santos (1995), la ciudad es
un “elemento impulsor del desarrollo y del perfeccionamiento de las técnicas. Se puede afirmar
que la ciudad es un lugar en constante ebullición, es un lugar que permite la elección en todos los
ámbitos de la vida del hombre” (p. 52); de esta manera, se puede relacionar la ciudad vista
geográficamente con la ciudad descrita en las novelas, estableciendo así, paralelos entre ambas
definiciones. En congruencia con este concepto, se presentan el de paisaje y el de lugar.
El paisaje según Ortega (2000) “se identifica como el resultado de las relaciones
Hombre-Medio y se manifiesta como una expresión visual y sintética de la región, que sintetiza
la realidad geográfica” (p. 285). Es por ello que esta categoría es útil para ser abordada en la
novela, en la medida en que permite develar elementos físicos, culturales e históricos que se han
personalizado en cada una de las narraciones, dando lugar a una interpretación de las
problemáticas sociales que a su vez interfieren en la transformación de los mismos paisajes.
Finalmente, el lugar representa el espacio donde el hombre expresa sus formas de actuar,
modos de vivir y concebir el mundo; así, Yi Fu Tuan lo concibe desde un enfoque basado en la
experiencia que tienen las personas con relación a los determinados espacios; Tuan (1996) citado
por José Obswaldo Pérez (2012), dice:
...lugares son localizaciones en las que las personas tienen larga memoria, enriqueciendo, con las
indelebles impresiones de su propia niñez, al sentido común de las generaciones futuras. Se puede
sostener que los ingenieros pueden crear localizaciones, pero que el tiempo es necesario para crear
lugares. (p. 455)
Ahora bien, como concepto geográfico, pero directamente relacionado con lo literario, se
define el espacio narrado o el espacio como texto, como la descripción conceptual y literaria de
la descripción del espacio geográfico en una obra determinada; no obstante manifiesta López
Levi, L. (2011) que la literatura y la geografía se conectan más allá del ámbito descriptivo, pues
ambas se constituyen en herramientas que permiten la comprensión del mundo,
...cada una a su manera, abordan la realidad y tratan de analizarla, reflejarla, describirla y entenderla.
La geografía toma una problemática y a partir de casos específicos estudia la dimensión espacial de
la sociedad y sus procesos económicos, políticos, socio-demográficos y culturales; crea modelos,
explicaciones y narraciones. La literatura, en cambio, deposita en un caso la problemática social a la
que se quiere remitir; utiliza los modelos de realidad para inventar situaciones que los reflejen.
(López Levi, L., 2011, p. 2).
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Como última parte de esta conceptualización sobre esta relación, se tratan tres ámbitos
indispensables para la fundamentación de la literatura como propuesta didáctica para la
enseñanza del espacio geográfico.
Por un lado la enseñanza de la geografía, la cual hace referencia a la forma en que los
contenidos se deben prever, organizar y adecuar con el fin de ser discutidos dentro del proceso
de enseñanza y aprendizaje. Así, de acuerdo con Rodríguez (2000),
para ser profesor de geografía se requiere permanente actualización en los contenidos geográficos
[...] La lectura de hechos geográficos que constantemente se informa en la prensa hablada y escrita
[...] permite relacionar la teoría geográfica con los problemas geográficos cotidianos (disolución de
países, creación de nuevos Estados, conflictos internacionales y nacionales, fronteras, etc.) y
formar criterios en relación con los mismos. (p. 18)
Ante ello es evidente las posibilidades que brinda la literatura en la comprensión del
espacio socialmente producido, al hacer visible desde la narración cómo los sujetos, como
agentes dinamizadores, dan forma al espacio desde su cotidianidad.
Se hace indispensable señalar también la didáctica de la geografía, en la cual, desde lo
didáctico se hace presente un “cambio de actitud frente a la forma de abordar el conocimiento y
de concebir la enseñanza, por quienes desde el proceso docente esperamos propiciar aprendizaje
significativo” (Pulgarín. R, 2010, p. 1). En otras palabras, la didáctica de la geografía ayuda a
acercar al alumno a todas aquellas concepciones de la geografía de manera clara e innovadora, en
la cual se cambia esa manera tradicional y memorística que entorpece la adquisición de
aprendizajes de manera significativa; es por esto que el estudio del espacio geográfico desde el
uso de la literatura como estrategia didáctica, brinda la oportunidad de comprender el espacio
desde un lenguaje diferente.
Para finalizar, se define la educación geográfica desde el profesor Oscar Buitrago (2005)
como un proceso por el cual se forma a un individuo capaz de comprender el lugar que ocupa en
el mundo, y las relaciones particulares que establece con los demás y su entorno, ya sea local,
regional o global. Además debe también comprender qué lugar, qué espacio y qué ambiente
están profundamente entretejidos como elementos inseparables en complejos procesos como el
social y el ambiental, razón por la cual se presenta la relación Geografía-Literatura como una
forma distinta de estudiar la ciudad, posibilitando que los educandos se acerquen al estudio del
espacio urbano que ellos han configurado de manera colectiva.
Ahora bien, desde del rastreo y lectura previa de la literatura encontrada que aborda la
ciudad de Medellín, se halló, como lo plantea Naranjo (2009), que la literatura sobre Medellín ha
sabido reflejar los hábitos lingüísticos, los sueños y preocupaciones seculares de la vida lugareña
de la ciudad; es por este motivo, que se han seleccionado las categorías antes descritas de ciudad,
paisaje y lugar para rastrear cómo son vistos en las obras literarias cada una de estas unidades de
estudio que configuran el espacio geográfico y que han servido para realizar el análisis de las tres
novelas seleccionadas, Frutos de Mi Tierra (1889) de Tomás Carrasquilla, Mujer de Cuatro en
Conducta (1948) de Jaime Sanín Echeverri y La Resignada Paz de las Astromelias (2002) de
Rubén Darío Zapata.
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Estas tres novelas desde sus historias y temporalidades muestran la vivencia cotidiana de
los sujetos en la ciudad, en la interacción y concreción del espacio urbano, donde se pone de
manifiesto sus acciones y experiencias diarias, lo que posibilita entender la relación hombre,
medio físico y medio cultural. De esta manera la interpretación del espacio narrado evidente en
las obras literarias, se constituye también en una herramienta que permite pensar el espacio desde
diferentes dimensiones y construir metodológicamente una propuesta para el análisis,
interpretación y comprensión del espacio geográfico a partir de la literatura.
8. Elementos metodológicos en la comprensión del espacio geográfico desde la
literatura
La Geografía Crítica, entendida como aquella que permite el análisis de las realidades
sociales en el espacio y la ubicación de las principales contradicciones que se evidencian en
ellas, y en especial desde la concepción del espacio geográfico como un espacio socialmente
producido (Milton Santos, 2000), da lugar a la consideración de diversos métodos lógicos e
históricos, tal como el estudio de caso, cuya característica, enuncia Eisenhardt (1989) citado por
Martínez, P. (2006), es comprender las dinámicas presentes en contextos singulares y/o
particulares, que para efectos de este trabajo es la ciudad de Medellín, permitiendo establecer una
coherencia entre la interpretación del investigador y la realidad presentada en las obras literarias
con relación al espacio geográfico.
El estudio de caso es un método pertinente en esta investigación, puesto que permite
hacer un estudio completo de los acontecimientos que tienen lugar en el marco geográfico de la
ciudad de Medellín a lo largo de la época de 1910 a 2010, temporalidad que se ha establecido
para rastrear cómo ha sido descrita la ciudad en las diferentes obras literarias que se han
producido en este tiempo, e igualmente interpretar los cambios geográficos que han servido para
la transformación del espacio urbano de la ciudad. Ahora bien, en lo que respecta a la
investigación histórica desde el método de estudio de caso, lo que se pretende es reconstruir la
época de referencia de los hechos cotidianos caracterizados en las obras, para dar razón a la
comprensión de la construcción social del espacio.
Siguiendo entonces con el enfoque cualitativo, en lo que respecta a la interpretación del
espacio geográfico en las obras literarias abordadas para el análisis, se hace presente en la
investigación, la hermenéutica, en la que la comprensión de los fenómenos humanos está
determinada por la acción social de los sujetos; de esa manera, la interpretación del texto no es
más que la actitud que asume el lector frente al hecho, es decir, deposita en el objeto su bagaje
cultural, pero distanciándose de igual forma de toda clase de prejuicios frente al mismo. La
interpretación se concibe entonces, como las inferencias sobre el sentido de los fenómenos a
partir de ciertos paradigmas establecidos por una comunidad determinada; dichos paradigmas no
son más que los puntos de vista a partir de los cuales se percibe, se analiza y se construye la
realidad.
En esta misma perspectiva, según Hernández, A. (2004) la hermenéutica “interviene
como proceso de objetivación de las experiencias creativas de la vida contenidas en las obras,
que se presentan como mediadoras de ellas entre el autor y el lector, la interpretación siempre
tiende hacia una reproducción de las experiencias vividas” (p. 95). Se puede decir entonces, que
14
aunque la narración literaria tiene su propio mundo de ficción, y configura su propia realidad, no
está totalmente desligada de la realidad inmediata, tal como lo afirma Aguiar e Silva (1986)
Entre el mundo imaginario creado por el lenguaje literario y el mundo real, hay siempre vínculos,
pues la ficción literaria no se puede desprender jamás de la realidad empírica. El mundo real es la
matriz primordial y mediata de la obra literaria; pero el lenguaje literario no se refiere directamente
a ese mundo, no lo denota: instituye, efectivamente, una realidad propia, un heterocosmo, de
estructura y dimensiones específicas. No se trata de una deformación del mundo real, pero sí de la
creación de una realidad nueva, que mantiene siempre una relación de significado con la realidad
objetiva. (p. 18)
De este modo, la narrativa lo que hace es revelar el carácter temporal de la vida humana,
pues es a través de ésta que la experiencia humana se configura en texto, en palabra; así mismo,
la narración alcanza su plena significación cuando se convierte en una condición de la existencia
temporal (Hernández, 2004, p. 114)
De igual manera, se procura combinar esto con la observación directa en campo de
aquellos espacios geográficos de la ciudad de Medellín evidenciados en las obras elegidas,
puesto que se entiende la salida de campo como una estrategia que acerca a los sujetos de manera
consciente a la realidad, convirtiéndose en una oportunidad de enseñanza y aprendizaje para
potencializar los procesos de observación, recolección de información e interpretación, que
posibilita leer, pensar y reconstruir el espacio geográfico. (Ver Anexo 3)
Por tanto, el tomar el estudio de caso como método permite que los datos que se tomen
para hacer el estudio de ciudad se obtengan desde una variedad de fuentes, tanto cualitativas
como cuantitativas; esto es, documentos teóricos, observaciones de campo, obras literarias,
registros de archivos históricos, reseñas literarias, cartografías de la ciudad, entre otras.
En este sentido, a partir de los métodos de investigación señalados anteriormente se logró
identificar diversidad de obras literarias que abordan la lectura del espacio geográfico de la
ciudad de Medellín, éstas permitieron valorar los distintos lenguajes que facilitan la
interpretación subjetiva del espacio geográfico desde su enseñanza. Entre las obras más
destacadas se encuentran, Angosta de Héctor Abad Faciolince; Hace tiempos de Tomás
Carrasquilla; Hojas en el Patio de Darío Ruiz Gómez; El desbarrancadero de Fernando Vallejo;
Frutos de mi Tierra de Tomás Carrasquilla; Una mujer de cuatro en conducta de Jaime Sanín;
La resignada paz de las Astromelias de Rubén Darío Zapata, entre otras, escogiéndose
finalmente las tres últimas para el análisis, por la excelente descripción narrativa que logran de la
ciudad de Medellín. (Ver Anexo 4).
9. La relación geografía y literatura en la enseñanza de la ciudad
Atendiendo a los objetivos de este ejercicio investigativo, se logró en esencia la
producción interpretativa del espacio geográfico desde la narrativa de las obras seleccionadas, a
partir de las categorías de análisis elegidas para estudiar la cotidianidad, ciudad, lugar y paisaje,
contribuyendo esto a la materialización de la propuesta didáctica para la enseñanza de la ciudad,
teniendo como base, una estructura metodológica, aplicable en el ámbito escolar, fortaleciéndose
15
de esta manera la resignificación de los contenidos propios de la didáctica de la Geografía y de
las Ciencias sociales
a. La literatura en la comprensión de la ciudad
La ciudad de Medellín ha sido narrada desde la cotidianidad descrita en las novelas
seleccionadas, reflejando las dinámicas sociales que posibilitan la configuración colectiva del
espacio urbano de acuerdo a las problemáticas que se describen y a la temporalidad en las que se
enmarcan. Atendiendo a esto y las categorías de análisis conceptual se presentan brevemente los
análisis logrados de cada una de las obras.
4.1.1. Frutos de Mi Tierra (1889) de Tomás Carrasquilla. (Ver Anexo 5)1
En esta obra, como es de esperarse por estar retratada en una novela de género
costumbrista, se describe la dinámica social de los medellinenses, en especial los avatares de
Familia Alzate en la ciudad, mostrando sus hábitos y tradiciones, desde lo que se posibilita la
constitución de una cultura y la configuración de la ciudad como un espacio dinamizador, los
sujetos poseen experiencias de acuerdo al lugar que habitan, y desde éstas se da paso a la
concreción de dinámicas sociales, económicas, culturales, políticas y religiosas, mostrado así que
la construcción de la ciudad se puede dar desde distintas formas de interactuar con el espacio.
En cuanto al concepto de paisaje, desde lo que propone Milton Santos (1995), en la obra
se establece la relación Hombre-Medio, la cual permea por un lado los personajes de la novela, y
por otro, revela en mayor proporción las problemáticas de sus actores, y las formas de vida de los
mismos, es el Medio o la configuración física de la ciudad en el que los personajes desarrollan
sus acciones.
Acercándose a las concepciones de Tuan con relación al lugar, Carrasquilla con su obra
posibilita vislumbrar lo cotidiano, así como las impresiones que perduran en la memoria de los
que habitan el lugar. Hace alusión a lugares que son estratégicos dentro de las costumbres
antioqueñas, los cuales vienen cargados de un significado importante dentro de la cultura y la
cotidianidad; si bien la calle representa el encuentro con los demás habitantes, se convierten en
un hits para la población, pues es el lugar que ofrece la movilidad dentro de la ciudad; la sala es
donde se atienden las visitas, se sienta la familia a conversar y compartir; y para observar lo que
sucede dentro y fuera de la casa están los balcones que eran muy comunes en la arquitectura de
las casas de las personas pudientes de la ciudad en el siglo XIX, finalmente el cuarto que es un
lugar aún más simbólico en el cual la subjetividad de las personas se hace presente.
Así, el espacio no se entiende sólo como una construcción arquitectónica en la que se
asientan un grupo de personas, sino por el contrario, se configura como una realidad dentro de la
obra, la cual es intervenida y vivida por los personajes; se construye en la medida en que es
percibida (intervención de todos los sentidos) y comprendida por los sujetos. “Los numerosos
propietarios […] al cercar sus lotes, al cultivarlos, al construir sus habitaciones, acaban de
1 En este anexo se encuentra un análisis detallado de Frutos de mi tierra, en donde se incluye la descripción del
espacio desde las categorías de Ciudad, Paisaje y Lugar.
16
complicar este pedazo de falda […] Los propietarios labran para comer” (Carrasquilla, 1989, p.
177).
El contraste establecido entre la lectura de la obra como mundo ficcional, y la salida de
campo como entorno real, permite identificar, específicamente en esta obra que el espacio
descrito por Carrasquilla era aquello que él vivía en esa época, a finales del siglo XIX, pero
ahora, en pleno siglo XXI, la urbanización se ha apoderado del territorio; así, pasa de ser un
morro, rodeado por cerros y montañas, a un barrio, que aunque aún conserva el mismo nombre,
ya está circundado por edificios de grandes pisos, metrocable, carreteras pavimentadas; de igual
manera la costumbres mudan, pues ya la economía no se centra en lo agrícola, sino que el
comercio concentrado en el centro de la ciudad y trabajos de albañilería y construcción son el
principal ingreso. (Ver Anexo 6 y 7)2
4.1.2. Mujer de Cuatro en Conducta (1948) de Jaime Sanín. (Ver Anexo 8)3
Una mujer de cuatro en conducta, obra de Jaime Sanín en 1948, cuenta la historia de
Helena, quien, tal como la quebrada que lleva su mismo nombre, desea correr hasta Medellín,
con el fin de buscar en la ciudad algo diferente, un rumbo distinto para su vida. Esta obra lo que
narra son todos aquellos avatares que Helena Restrepo debe pasar en la ciudad, comparando este
tipo de vida con aquella que ella llevaba en el campo; permite que se haga un contraste
interesante entre los modos vivendi en ambos lugares, y la forma en cómo uno u otro lugar
configura un tipo de vivir diferente.
De alguna manera, la categoría de Ciudad emerge en un principio como un ideal de la
protagonista, pero en el desarrollo de la historia, dicha categoría subyace como un espacio
2 En el anexo Nº 6 se encuentra una entrevista realizada a un lugareño del barrio El Cucaracho en donde narra
cómo ha sido la transformación de éste, y las luchas que han tenido que enfrentar. En el anexo Nº 7 están algunas fotografías que muestran geográficamente el espacio narrado en la obra. 3 En este anexo se encuentra un análisis detallado de Una mujer de cuatro en conducta, en donde se incluye la
descripción del espacio desde las categorías de Ciudad, Paisaje y Lugar.
Barrio El Cucaracho, Medellín. Cardona, C & Valencia S. 2012
17
convulsivo en el que los juicios de valor, el abolengo, la ostentosidad y la moral católica son
protagonistas en las dinámicas, decantándose bajo ellas una división marcada no percibida en el
espacio rural: Las clases sociales. Así, la ciudad emerge como el espacio habitado no sólo desde
la posición social sino también, desde las actividades económicas que brindan el sustento en
dicha posición. En la Ciudad, confluye entonces, de manera más evidente, lo económico, lo
social, lo cultural y lo personal.
Se determinan de igual manera los dos tipos de espacios que comprende el análisis
literario desde la teoría de Mieke Bal; en cuanto al lugar de actuación señala Sanín (1948) en la
voz de Helena:
A mí sí me encanta Medellín, doctor. Conozco todo el centro. Aquí me paso los días y las noches
viendo esa extensión de ciudad y pensando en todas las maravillas que hay en ella: la catedral y
tantísimas iglesias, las fábricas tan admirables, los colegios y al universidad, los parques y las
avenidas, esos edificios tan altos y esas casas tan primorosas… ¡Qué dicha tener plata y poder vivir
en Medellín! (p. 12).
Por otra parte, en la categoría de Paisaje, es necesario entonces retomar de nuevo a
Milton Santos (1995) en su texto Metamorfosis del espacio habitado cuando define que Paisaje
es todo lo que vemos, o aquello que nuestra visión alcanza. Éste puede definirse como el
dominio de lo visible, lo que la vista abarca; no sólo está formado por volúmenes, sino también
por colores, movimientos, olores, sonidos, etc.
La percepción del espacio depende entonces de la localización donde el sujeto se
encuentre, pues su visión puede ser o amplia o reducida. Al hablar de percepción no es posible
referirse a una mera recepción de los sentidos y del cuerpo, sino que tal y como lo plantea Milton
Santón, es una percepción que permite dotar de significado lo que se ve, lo que se escucha, lo
que se huele, lo que se siente.
Panorámica de Medellín desde Santa Elena. Cardona, C &
Valencia S. 2012
La descripción que ofrece Helena no es
más que la observación superficial de
todo aquello que compone la ciudad de
Medellín y lo maravillada que ella se
encuentra por estar al frente de tan
magnífica construcción; esto es una
observación primaria de lo que se
puede llamar ciudad. Este concepto,
aparece, desde las vivencias, como un
espacio con superioridad arquitectónica
frente al espacio rural. Así, en los
inicios de la obra, la conceptualización
de la categoría de ciudad es
comparativa con los espacios rurales.
18
En la obra literaria Mujer de cuatro en Conducta es muy evidente la categoría de paisaje
desde esta perspectiva sobre todo en los primeros capítulos en los que Helena aún vive en Santa
Helena y observa la ciudad de Medellín. Evidentemente el paisaje que se refleja de Medellín no
es tan amplio como lo que es posible observar en la actualidad, pero se resaltan aspectos como la
construcción de casas muy amplias y grandes fábricas que generan empleo tanto a hombres como
mujeres. Según esta lectura del paisaje, es posible inferir que Medellín en la época apenas se está
constituyendo como una gran ciudad y que se encontraba en un momento en donde la
industrialización y la producción de telas estaban en auge. De ahí surge la categoría paisaje,
acepción del espacio geográfico, entendida como un conjunto de relaciones a partir de lo que es
visible frente a nosotros. La percepción adquiere sentido en tanto le damos un significado a cada
aspecto que es visible, incluyendo también otros ámbitos de la vida humana como por ejemplo el
cultural, el social, el económico, y no sólo el físico.
Evidentemente el paisaje de la ciudad de Medellín para la época es un paisaje
heterogéneo y muy bello, en el cual se percibe el despertar de una ciudad entre vertientes
montañosas rodeada de diferentes quebradas y atravesada por un río principal. El paisaje mucho
más que físico, es un paisaje cultural, emerge la diferencia de género como un elemento clave
para muchas interacciones que se daban al interior de una comunidad. Por ejemplo La mujer
debía conservar su virginidad hasta el matrimonio, lo cual definía lo valiosa que era frente a la
sociedad y de alguna manera brindaba un estatus a su familia. La obra como tal, narra entonces
la historia de una mujer que se encuentra expuesta al escrutinio público por no conservar esta
condición. El paisaje cultural, se torna entonces en un paisaje donde la sociedad misma ejerce
presión sobre los cuerpos definiéndolos desde la crítica y el señalamiento.
Por otra parte, el concepto de lugar emerge como una categoría relevante en la obra, pues
a pesar de que en sí mismo no se evidencia de manera generalizada lo ocurrido en una ciudad
completa, refleja las dinámicas de la misma y permite inferir aspectos relevantes que permitan
determinarla. En Una mujer de cuatro en conducta se hace alusión a muchos lugares que para
esta época eran importantes en la ciudad y que aún en la actualidad gran parte aún permanecen
y conservan los mismos nombres. Así, los lugares, aunque físicamente pierden características
debido al deterioro por causa del tiempo, son persistentes y se reconfiguran con las épocas, con
las modas y con los usos del espacio. (Ver Anexo 9)
En la obra el lugar no sólo se convierte en un espacio de encuentro, sino también de
exclusión, un espacio de ostentación dotado de significado de acuerdo a unas vivencias
específicas de los personajes. Así, los lugares adquieren valor en sí mismos según las
subjetividades que los habitan y las personas que los viven.
4.1.3. La Resignada Paz de las Astromelias (2002) de Rubén Darío Zapata. (Ver Anexo 10)4
La Resignada Paz de las Astromelias, novela de Rubén Darío Zapata, narra la historia de
diferentes familias de la ciudad de Medellín que debe sobrepasar diversos altibajos durante la
década de los 90, una época en la que la ciudad sufrió la descomposición social generada por la
4 En este anexo se encuentra un análisis detallado de La resignada paz de las Astromelias, en donde se incluye la
descripción del espacio desde las categorías de Ciudad, Paisaje y Lugar.
19
violencia que se presentó por el dominio territorial, violencia pasó a ser parte de la cotidianidad
de la ciudad.
Es fundamental para comprender la obra la referencia geográfica de los acontecimientos,
pues sus protagonistas hacen alusión a “El Morro” y no a un barrio específico de la ciudad, pues
el Valle de Aburrá, donde se encuentra enclavada está rodeado de morros y cada uno de estos
presentan problemáticas comunes, de desconsuelo y desesperanzas causadas por la violencia y la
pobreza.
En tanto, “El morro” se muestra como el lugar central para el desarrollo de la historia
pues se muestran diferentes acontecimientos que están ligados a las dinámicas propias del resto
de la ciudad y le permiten su reconfiguración, al mismo tiempo, toma relevancia puesto que es en
éste en el que los protagonistas de la historia develan su cotidianidad desde la puesta en escena
de sus subjetividades en el espacio que habitan:
Al barrio llegamos una tarde calurosa, en mitad de semana […] Todo esto era un monte, desde Los
Monos hasta El Pingüino […] Casi dos años estuvimos viviendo en el rancho de fieltro, estrechos
cocinando con leña, haciendo las necesidades en el monte y alumbrándonos con velas. El agua la
cargábamos de un pozo que tenía una vecina. Pero al poquito tiempo yo también encontré agua en
el solar. Este Morro estaba lleno de pozos; por donde uno abriera un hueco encontraba agua.
(Zapata, 2002, p. 16-17)
Para esta época, la ciudad ya muestra una configuración social y urbana que revela su
devenir histórico, evidente esto desde el paisaje que esta presenta puesto que desde el urbanismo
hasta la actualidad ha pretendido transformar la ciudad, haciendo que desde las obras de
infraestructura se posibiliten un cambio en las formas de vida y un acercamiento entre quienes
habitan cotidianamente la ciudad, esto siendo un elemento esencial para la integración de los
barrios que se ha denominado como barrios de la periferia o “morros” con el resto de la ciudad,
retrato de ciudad que es visible en la narración de la novela y desde el contraste logrado entre el
espacio narrado en la obra y el espacio visible desde la realidad, susceptible de ser estudiado por
medio la salida de campo. (Ver Anexo 11)
La novela entonces, si tiene como eje central la cotidianidad de un barrio, no retrata solo
su historia específica, sino la historia de la ciudad, es la historia de vida de distintos
Al fondo el “Morro”. Cardona, C & Valencia S. 2012
20
medellinenses que se vieron envueltos en tragedias que afectaron su estilo de vivir y las
dinámicas sociales a las que se encontraban abocados.
4.2. Hacia una propuesta didáctica para la enseñanza de la geografía desde la literatura
Este ejercicio investigativo, permitió el acercamiento al saber geográfico desde una
reflexión pedagógica y crítica, que se cualificó en la implementación de estrategias como la
salida de campo, la lectura de obras, y por supuesto los análisis elaborados sobre estas.
En este sentido, la propuesta pedagógica para la enseñanza de la geografía desde la
literatura, convoca a una ruta metodológica para confrontar las relaciones construidas con su
enseñabilidad. Así, es posible determinar que pensar el saber geográfico desde categorías como
Ciudad, Paisaje y Lugar tejiendo lazos con la literatura, permite pensar también en otras
estrategias, métodos y modelos para la enseñanza de la geografía y de las Ciencias Sociales en
general, en tanto surgen cuestiones propias sobre el sujeto, los espacios que habita y los hechos
históricos que determina de acuerdo a sus acciones.
Así, confrontar los saberes con la posibilidad que tienen los mismos de ser enseñados,
implica reconocer una necesidad latente en las escuelas por cambiar las metodologías
tradicionales que reducen el currículo a nociones sin trascendencia alguna y sin algún tipo de
impacto en los contextos en los que se desenvuelven los niños.
La propuesta didáctica posibilita que emerja de la investigación un vínculo entre el saber
geográfico y la literatura, en la medida en que se implementan procesos que sean significativos
para la enseñanza de los conceptos y que permita diferenciarlos no sólo en un espacio físico sino
también en la constitución histórica de los hechos. Montañez (1997) propone la lectura del saber
geográfico no sólo desde una perspectiva absoluta en la que se percibe el objeto de la geografía,
el espacio geográfico como algo tangible, sino también, desde la perspectiva relacional en la que
los sujetos interaccionan con éste. Así, es posible entender que desde la perspectiva relacional, la
enseñanza del saber geográfico confluye con la literatura para la comprensión de otros aspectos
que permiten abarcar lo que hoy es la ciudad de Medellín desde diferentes ámbitos.
La propuesta didáctica es entonces la confrontación entre la literatura como medio para la
enseñanza del saber geográfico y se constituye desde el análisis de obras literarias que permitan
un acercamiento a las descripciones y las vivencias narradas en los textos para la comprensión de
categorías principales que se conserven como ruta en el fortalecimiento del pensamiento
geográfico en la escuela.
Es importante establecer que la propuesta didáctica, el maestro la debe enmarcar en un
contexto determinado. Para este caso, el trabajo fue desarrollado tomando como referencia la
Ciudad de Medellín, pero el espacio protagonista de la propuesta a intervenir debe ser elegido
según el criterio del maestro con respecto al contexto en el que vivan los estudiantes y que
considere, sea importante y pertinente para abordar. Además de esto, es necesario tomar los
contenidos desde diferentes épocas históricas que permitan reconocer un contexto determinado
en diferentes momentos, evidenciando no sólo las características como espacio geográfico en
términos físicos, sino también, como un espacio que se transforma con el paso del tiempo y que
21
ha sido susceptible a las dinámicas culturales. De esta manera, el espacio geográfico se configura
como una unidad sistémica en la que confluyen diferentes fenómenos, sujetos y objetos tejiendo
relaciones de afecto.
Para este caso se eligieron tres obras literarias que enmarcan tres épocas históricas en las
que se visualiza la ciudad de Medellín. Además de eso, es posible afirmar que la lectura de las
tres obras permite visibilizar los cambios que ha tenido la ciudad y las transformaciones que se
han dado como parte no sólo de estructuración física, sino también, como parte de otras
dinámicas de tipo social, económico y cultural. La elección que el maestro haga de las obras
literarias, debe estar precedido de una amplia lectura de diferentes opciones que permite decantar
las posibilidades con suficiente criterio.
Es importante además, señalar que la estrategia didáctica está vinculada directamente con
la literatura, en lo cual es importante anotar que cualquier tipo de texto y género literario se
puede retomar. En este sentido, una poesía, un cuento, una narración, una novela, etc., desde el
contexto en el que son narradas las historias, se puede vincular específicamente a la estrategia
didáctica.
Además de la lectura de las obras, se plantea la salida de campo como una estrategia
fundamental para el análisis pleno de los conceptos. La salida pedagógica posibilita el
conocimiento concreto del medio, el alumno logra acercarse a la realidad circundante. Se apropia
en forma directa del medio físico – social mediante la observación de los fenómenos naturales,
de las actividades humanas y la interdependencia de los mismos. Igualmente estimula el trabajo
investigativo, puesto que el alumno antes de desplazarse al lugar elegido, se aproxima
conceptualmente al tema o problema que va a analizar durante la salida. Con ésta, se pretende
confrontar la teoría con la práctica, corroborando los conceptos y construyendo otros.
En este caso, la salida de campo permite visualizar los hechos narrados en las obras y las
descripciones que específicamente se dan de los lugares, del paisaje y de la ciudad. La salida de
campo, como tal, debe estar apoyada de un levantamiento cartográfico previo que brinde una
panorámica general de la ubicación de los lugares a los que hacen mención, y el reconocimiento
de contextos que rodean los sitios a visitar y que permita pensar en las relaciones que se dan en
las comunidades con respecto al espacio al espacio habitado.
De esta manera el contraste que se hace del espacio narrado y del espacio visible permite
la generación de nociones frente a lo que define un espacio como tal, y cómo las dinámicas
cambian con el paso del tiempo lo que un espacio significa en sí mismo. Las descripciones
facilitan comprender no sólo lo que define un lugar y sus particularidades, sino que permite
acercarse a nociones centrales del concepto como tal, su significado y ejemplificaciones; de esta
forma, los estudiantes pueden tener un aprendizaje significativo que vincule saberes previos
sobre el espacio que habitan con lo que visualizan a través del análisis entre las obras y textos
literarios y la experiencia en la salida de campo.
Las actividades descritas anteriormente, son las que posibilitan que se logre una
resignificación de los fenómenos estudiados, susceptibles de ser enseñados, siendo el análisis
alcanzado en la contrastación entre el espacio narrado y el espacio geográfico, visible a la
realidad, el que contribuye más fácilmente a la identificación de los contenidos a enseñar,
22
ejemplificado esto desde la interpretación lograda en la descripción de los espacios -lugar de
acción- y las vivencias que tuvieron lugar -lugar de actuación- en la narración de las obras
literarias, posibilitando esto la determinación de los conceptos y contenidos, es decir, que estos
últimos son definidos acorde con la posibilidades que brinde la obra seleccionada y al estudio
previo que hace el maestro de esta. (Ver Anexo 2).
10. Conclusiones y consideraciones finales
Teniendo en cuenta los objetivos que se plantearon, se logró identificar referentes
conceptuales en donde se muestra la literatura como una herramienta didáctica en la enseñanza
de la geografía, que permite el estudio del espacio geográfico, ya que a partir de ésta el lector se
encuentra con la realidad que lo circunda y así mismo comprende y le da una interpretación y
significación al espacio en el cual se moviliza.
Ahora bien, desde la lectura y análisis juicioso de estas obras literarias se establecieron
vínculos entre la literatura y la geografía, ello a partir de la representación literaria de la ciudad
de Medellín, lográndose entender esta interrelación como una posibilidad didáctica para la
enseñanza del espacio geográfico y de la ciudad. Dichos vínculos parten de comprender las obras
literarias desde una descripción interpretativa del personaje entorno al espacio que lo rodea.
Es por lo anterior que el espacio narrado se presenta como un ámbito conceptual que
permite la comprensión de la representación literaria del espacio, puesto que este discurso se
constituye en una herramienta que facilita la reconstrucción del espacio, y en una propuesta
metodológica para el análisis, interpretación y comprensión del espacio geográfico,
estableciéndose una dinámica de análisis que transcurre del espacio literario al espacio
geográfico y viceversa.
El mundo de la narración es semejante al real, ya que es posible explorar a profundidad el
mundo ficcional presente en las obras literarias, permitiendo conocer el contexto objetivo desde
múltiples focos, no solamente el que se encuentra a simple vista, pues desde la narrativa éste
puede ser configurado de diversas maneras y puede entenderse y vivirse de múltiples formas. La
literatura lo que hace es acercar al sujeto a una forma diferente de ver y comprender la realidad.
E ahí la fuerza que se le da a los conceptos de lugar de acción y lugar de actuación, ya que son
estos los que permiten articular de manera pertinente las concepciones acerca del espacio, tanto
desde la literatura, como desde la geografía; así, es evidente que por un lado, se aborda el espacio
desde lo puramente físico (lugar de acción en literatura y la descripción del espacio en geografía)
y por el otro desde lo vivencial, lo experiencial, lo producido socialmente (lugar de actuación en
literatura y espacio vivido en geografía), y es esto lo que determina una definición amplia del
concepto de espacio, con el fin de abordarlo desde las diversas perspectivas.
El espacio urbano, entonces no se entiende sólo como una construcción arquitectónica en
la que se asientan un grupo de personas, sino por el contrario, este se configura como una
realidad dentro de la obra, la cual es intervenida y vivida por los personajes; y que se reconstruye
en la medida en que es percibida y comprendida por los sujetos, donde sus vivencias cotidianas y
experiencias permiten la configuración de la ciudad.
23
Es de destacar que los sujetos poseen experiencias de acuerdo al lugar que habitan, en
este caso la ciudad, y desde estas experiencias logran dar paso a la concreción de dinámicas
sociales, económicas, culturales, políticas, religiosas, mostrado así que la construcción de la
ciudad se puede dar desde distintas formas de interactuar con el espacio.
Por lo tanto, la vivencia cotidiana de los sujetos en la ciudad, en la interacción con el
espacio urbano, desde sus hábitos, costumbre y experiencias, son los que posibilitan la
construcción colectiva de la ciudad, haciendo de ésta un objeto de estudio que posibilita
comprender la relación hombre con el medio en el cual se desenvuelve.
Así pues, la relación entre literatura y geografía necesariamente debe estar acompañada
de un proceso en el que se pueda demostrar que dicha interrelación responde a un proceso de
enseñanza y aprendizaje; por ejemplo, la reconstrucción del espacio urbano y el paisaje urbano
que se hace desde la narración hecha en las novelas sobre la ciudad refleja el mundo del lector, el
cual pertenece en este caso al contexto social bajo el cual se inscribe la obra, siendo esto útil a las
ciencias sociales y la enseñanza de la geografía para entender la ciudad como un espacio
socialmente producido, objeto complejo y polifacético donde tienen lugar constructos y
transformaciones.
De acuerdo a lo anterior, se habla entonces de una triangulación de saberes en donde
todos se interrelacionan, específicamente en los casos de enseñanza, literatura y geografía. Se
logra así, validar la pregunta de investigación dentro del marco educativo y en especial de la
enseñanza de la geografía.
Finalmente como parte del trabajo investigativo, se puso en evidencia ante la comunidad
académica, la producción teórico-práctica de los resultados alcanzados, esto por medio de la
participación en eventos académicos departamentales, nacionales e internacionales, siendo
respectivamente el XI Encuentro Regional de Semilleros de Investigación organizado por el
Nodo Antioquia, realizado en la Universidad Pontificia Bolivariana del 4 al 5 de mayo de 2012
(Ver Anexo 12), la 2ª Convención Nacional de Educación Geográfica, que tuvo lugar los días
27, 28, 29 de septiembre de 2012 en la ciudad de Tunja (Ver Anexo 13), y el Encuentro de
Geógrafos de América Latina, en la ciudad de Lima, Perú, del 8 al 12 de abril de 2013 (Ver
Anexo 14).
Los tres eventos permitieron que agentes externos al ejercicio investigativo valoraran los
planteamientos presentados, brindando la oportunidad de nutrir el trabajo, a partir de discusiones
y cuestionamientos que se dieron en estos espacios. Cada uno de estos se dio en diferentes
momentos de la investigación, sirviendo ello como evidencia del proceso de conceptualización y
significación del trabajo desarrollado.
Estos espacios académicos fortalecieron los lazos reflexivos, investigativos y didácticos
de la Geografía, a través de los diversos enfoques pedagógicos que enriquecieron y dinamizaron
el debate académico y pragmático, llevándonos a comprender que el pensamiento geográfico es
crucial para entender y actuar en distintos contextos sociales, culturales, económicos, políticos y
educativos.
24
Permitieron también tejer redes entre las experiencias vividas y las experiencias narradas
por otros, comprendiendo en un amplio panorama los retos que tenemos como futuros maestros
de Geografía, y cómo es posible, a partir de la interdisciplinariedad, enseñar aspectos del mundo
de una forma mucho más significativa. Es en este sentido, la relación establecida entre Geografía
y Literatura es pertinente, en tanto refleja la transversalidad de las ciencias para la explicación de
un fenómeno, y mucho más, para diseñar propuestas didácticas que posibiliten una enseñanza del
Espacio Geográfico desde una perspectiva crítica y comprensiva que no reduzca el saber mismo
a la memorización y a la sistematización.
Así, la socialización, la construcción de conceptos, ideas y nuevos paradigmas enfocados
hacia la Didáctica de la Geografía, permitió la confrontación de ideas en investigación y el
conocimiento de nuevas corrientes y paradigmas que se están construyendo en torno a la
Enseñanza de la Geografía en el país, significó un llamado para seguir trabajando por una
educación geográfica que le permita a los sujetos el reconocimiento de sí mismos en el espacio
que habitan y una lectura de contextos mucho más apropiada, crítica y reflexiva.
Fue posible, además, identificar diferentes estrategias que se están llevando a cabo para la
implementación de una didáctica de la geografía que le permita no sólo a los estudiantes
confrontar su realidad con la lectura que puedan hacer del mundo, sino también, una didáctica de
la geografía que le permita al maestro reconocerse como un sujeto de saber que construye
permanentemente según las exigencias posmodernas, al mismo tiempo en que le exige la
construcción de una transitividad crítica, entendida por Paulo Freire como la Trascendencia
desde la conciencia. Es así como es posible resaltar que el maestro es capaz de trascender no
solamente acrecentando su cualidad espiritual sino también siendo consciente de la finitud que
puede llegar a tener ese cambio en sí mismo y sus acciones en el aula.
11. Gestión financiera del ejercicio investigativo. (ver documento adjunto)
25
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